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micoplasmas

Mycoplasma hyopneumoniae: prevención, control e interacción con otros patógenos Rubén Del Pozo Sacristán1 y Dominiek Maes1

Imágenes cedidas por los autores

Resumen

Summary Mycoplasma hyopneumoniae: prevention, control and interaction with other pathogens

Mycoplasma hyopneumoniae es el principal agente etiológico de la neumonía enzoótica (NE) y uno de los patógenos más influyentes en el complejo respiratorio porcino. Así, con el objetivo de prevenir y controlar la NE, son necesarios un conocimiento exhaustivo de la epidemiología, incluyendo la transmisión, la dinámica de infección y las relaciones con otros patógenos, así como un diagnóstico concluyente de la infección por M. hyopneumoniae. El control de esta enfermedad es un importante desafío para la industria porcina intensiva, debido a que la infección por M. hyopneumoniae causa enfermedad clínica y reduce el crecimiento del ganado, lo cual tiene un importante impacto económico negativo en la producción porcina mundial. En consecuencia, en la actualidad se utilizan varias estrategias para alcanzar este objetivo. Primero, la vacunación ha demostrado ser capaz de reducir los signos clínicos y las lesiones pulmonares y de mejorar el rendimiento, sin embargo sólo confiere una protección parcial y no previene la colonización. Además, los antibióticos son necesarios en casos de brotes agudos de la enfermedad. Finalmente, no se deberían olvidar el manejo y las condiciones de alojamiento.

Mycoplasma hyopneumoniae is the principal aetiological agent of enzootic pneumonia (EP) and one of the main causative components of porcine respiratory disease complex (PRDC). An exhaustive knowledge of the epidemiology, including transmission, infection dynamics and relationships with other pathogens, as well as a conclusive diagnosis of the M. hyopneumoniae infection are required in order to prevent and control EP. Control of the disease is an important challenge for intensive pig industry due to the fact that M. hyopneumoniae infection causes clinical disease and reduces performance of the livestock which has a significant negative economic impact in swine production worldwide. In consequence, several strategies are currently employed to achieve this. Vaccination has been proven to reduce clinical signs and lung lesions and to improve performance, however only partial protection is provided and colonization is not prevented. Moreover, antimicrobials agents are required when clinical outbreaks occur. Finally, management and housing conditions must not be forgotten.

Keywords: Mycoplasma hyopneumoniae, prevención, control

Keywords: Mycoplasma hyopneumoniae, prevention, control

Contacto con los autores: 1 Unit Porcine Health Management, Department of Reproduction Obstetrics and Herd Health, Ghent University, Faculty of Veterinary Medicine. Salisburylaan 133, B-9820 Merelbeke, Belgium.

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ycoplasma hyopneumoniae es el agente etiológico primario de la neumonía enzoótica (NE), una enfermedad respiratoria crónica del cerdo resultante de infecciones combinadas con uno o más patógenos secundarios de origen bacteriano. La alta prevalencia de infección y la distribución mundial de esta enfermedad contribuyen al hecho de que M. hyopneumoniae sea considerado uno de los microorganismos más importantes en producción intensiva porcina, así como uno de los agentes primarios involucrados en el complejo respiratorio porcino (CRP). Este CRP es a menudo causado por M. hyopneumoniae, acompañado de infecciones bacterianas secundarias (Actinobacillus pleuropneumoniae, Haemophilus parasuis, Pasteurella multocida, Streptococcus suis) y de agentes virales como el virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV), el virus de la influenza porcina (SIV) y el Circovirus Porcino tipo 2 (PCV2). La NE y el CRP causan pérdidas económicas en la industria porcina en todo el mundo, debido a la reducción de la tasa de crecimiento, el aumento del índice de conversión y el incremento de los costes de tratamiento y la tasa de mortalidad, sin olvidar la importancia de M. hyopneumoniae entre la comunidad científica. M. hyopneumoniae pertenece a la clase de los mollicutes (micoplasmas) y se encuentra entre las bacterias autorreplicantes más pequeñas conocidas hasta hoy. Este organismo es sensible a condiciones ambientales y difícil de aislar, principalmente debido a su delicado crecimiento in vitro. M. hyopneumoniae es una bacteria específica del cerdo, que se adhiere a los cilios y coloniza la superficie mucosa del epitelio ciliado de la tráquea, los bronquios y los bronquiolos. La adhesión a los cilios de la superficie epitelial es un requisito previo para el inicio de la infección y provoca una alteración en el sistema de limpieza de la mucosa de la tráquea, lo que implica una predisposición a infecciones concurrentes con otros patógenos respiratorios. Desde un punto de vista clínico, las infecciones por M. hyopneumoniae se caracterizan por una tos seca, crónica y no productiva, aunque la severidad y el comienzo de estos signos clínicos pueden variar en condiciones de campo. Las lesiones macroscópicas, que consisten en la consolidación del tejido pulmonar, se describen

como áreas de neumonía catarral de color morado o grisáceo y se distribuyen, principalmente, de manera bilateral en las partes cráneo-ventrales de los lóbulos apical, cardial, intermedio y diafragmático (figuras 1 y 2). Las lesiones microscópicas son características de una neumonía crónica y son definidas como infiltraciones histiocíticas peribronquiolares y parivasculares, junto con formaciones nodulares (figura 3). Puesto que la eliminación de M. hyopneumoniae de explotaciones infectadas es difícil de conseguir y de mantener, la mayoría de los esfuerzos actuales están dirigidos a controlar la enfermedad. Para entenderla y clarificar las diferentes opciones disponibles para una prevención y un control efectivos, son necesarios un conocimiento exhaustivo de su epidemiología, incluyendo la transmisión, la dinámica de infección y las relaciones con otros patógenos, así como un diagnóstico conclusivo. En consecuencia, actualmente se emplean varias estrategias para conseguir prevenir y controlar esta enfermedad. La vacunación ha demostrado ser capaz de reducir los síntomas clínicos y las lesiones pulmonares y de mejorar el rendimiento, sin embargo sólo confiere una protección parcial y no previene la colonización del tracto respiratorio por M. hyopneumoniae. Por otra parte, los antimicrobianos son necesarios en caso de brotes clínicos. Y finalmente, no deberían olvidarse el manejo y las condiciones del alojamiento. En el presente artículo de revisión, se tratarán en primer lugar diversos aspectos relacionados con el diagnóstico y la epidemiología de las infecciones por M. hyopneumoniae, después se discutirán las interacciones de este organismo con otros patógenos respiratorios y, finalmente, se expondrá una visión actual de las medidas de control.

Figura 1. Lesiones típicas de neumonía por Mycoplasma hyopneumoniae. Las lesiones macroscópicas, que consisten en la consolidación del tejido pulmonar, se describen como áreas de neumonía catarral de color morado o grisáceo y se distribuyen, principalmente, de manera bilateral en las partes cráneo-ventrales de los lóbulos apical, cardial, intermedio y diafragmático.

EPIDEMIOLOGÍA DE LAS INFECCIONES POR M. HYOPNEUMONIAE Dentro de una explotación, M. hyopneumoniae puede transmitirse tanto por vía horizontal como vertical. La transmisión vertical se define como la transferencia de un patógeno del progenitor a la descendencia; por lo tanto esta vía desempeña un papel importante en la transferencia del patógeno a los lechones y en el mantenimiento de la infección dentro de la explotación.

Figura 2. Lesiones típicas de neumonía por Mycoplasma hyopneumoniae.

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La transmisión horizontal se define como la transferencia de un patógeno del animal infectado al susceptible de infección y esto, en el caso que nos ocupa, puede ocurrir tanto por contacto directo vía nasal, como indirecto al compartir el mismo espacio con animales infectados. La introducción de animales infectados y/o fómites, junto con la transmisión aérea, son las fuentes mas importantes de transmisión entre explotaciones, aunque la compra de animales procedentes de diferentes orígenes es otro aspecto importante a tener en cuenta. La importancia de la transmisión por aerosoles todavía es un motivo de controversia entre científicos, debido a la escasa viabilidad de este patógeno en condiciones ambientales. No obstante, esta enferme-

dad parece mostrar una incidencia estacional, es decir, las infecciones ocurren con mas frecuencia en otoño e invierno y la severidad de los signos clínicos alcanza cotas máximas entre noviembre y marzo, probablemente debido a la capacidad del patógeno para sobrevivir bajo condiciones de frío y humedad. La distancia que separa explotaciones vecinas también se considera un factor importante en la transmisión aérea; así, 10 km es la distancia mínima para evitar la entrada de un patógeno en una explotación libre situada en las proximidades de otras infectadas. Todos estos factores que influyen sobre la transmisión aérea nos llevan a concluir que la erradicación de M. hyopneumoniae es un objetivo difícil de alcanzar y este estatus no siempre es fácil de mantener, especialmente en

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aquellas áreas de producción intensiva con una alta densidad porcina. En la tabla 1 se expone un resumen de los principales factores de riesgo que afectan a la infección por M. hyopneumoniae en una explotación.

INTERACCIÓN CON OTROS PATÓGENOS RESPIRATORIOS La interacción de M. hyopneumoniae con otros patógenos es probablemente el papel más importante que este organismo desempeña en las enfermedades respiratorias porcinas. La infección por M. hyopneumoniae en solitario induce una leve neumonía crónica; sin embargo, combinada con infecciones bacterianas secundarias, la severidad de la neumonía se ve incrementada, y da como resultado una neumonía enzoótica.

Figura 3. Las lesiones microscópicas son características de una neumonía crónica y son definidas como infiltraciones histiocíticas peribronquiolares y perivasculares, junto con formaciones nodulares. a) Tejido pulmonar sano. b) Leve infiltración histiocítica peribronquiolar y perivascular. c) Moderada infiltración histiocítica peribronquiolar y perivascular, junto con formaciones nodulares. d) Grave infiltración histiocítica peribronquiolar y perivascular, junto con formaciones nodulares.

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La combinación de M. hyopneumoniae junto con otras bacterias y virus (PRRSV, SIV, PCV2) induce una enfermedad respiratoria grave que concuerda con complejo respiratorio porcino en condiciones de campo.

Bacterias Hasta la fecha, es bien sabido que M. hyopneumoniae predispone al cerdo afectado a nuevas infecciones con bacterias secundarias u oportunistas. Numerosos estudios han demostrado que, bajo condiciones experimentales, infecciones conjuntas con M. hyopneumoniae y P. multocida o A. pleuropneumoniae dan como resultado un incremento de la gravedad de las lesiones pulmonares en comparación con infecciones simples. En condiciones de campo, se encuentran fácilmente co-infecciones o infecciones posteriores con otras bacterias (P. multocida, A. pleuropneumoniae, Bordetella bronchiseptica, H. parasuis, S. suis y estafilococos) durante brotes clínicos de NE.

Virus Actualmente, los patógenos de origen viral ocupan un papel central en la enfermedad respiratoria porcina. Estudios experimentales llevados a cabo para investigar la interacción de M. hyopneumoniae y PRRSV han demostrado un efecto potenciador de ambos patógenos. Se ha observado un incremento significativo de la gravedad y de la duración de la neumonía viral inducida por PRRS cuando M. hyopneumoniae está presente. Se ha descrito un efecto similar en caso de coinfección con el virus de la enfermedad de Aujeszky. Este efecto potenciador también se ha investigado en infecciones simultáneas con PCV2 y se ha demostrado que esta interacción reduce la gravedad de las lesiones pulmonares y del tejido linfoide asociadas a PCV2, aumenta la cantidad y prolonga la presencia de antígenos PCV2 e incrementa la incidencia del síndrome multisistémico de desmedro posdestete (PMWS) en cerdos. En contraste, cuando M. hyopneumoniae interacciona con SIV, no se observa un efecto potenciador, aunque se incrementa la gravedad de la neumonía. Por el contrario, diferentes experimentos usando infecciones simultáneas con M. hyopneumoniae más PRRS, SIV o PCV2 no han podido demostrar un aumento de la neumonía virus-dependiente. Las infecciones conjuntas, llevadas a cabo bajo condiciones experimentales, pueden proporcionar una información muy útil

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para entender las interacciones entre patógenos, pero solamente reflejan de un modo parcial la complejidad del CRP que se da en condiciones de campo. Muchos patógenos pueden estar involucrados en esta compleja enfermedad en condiciones de campo y diversos factores ambientales (estación, humedad relativa, temperatura), así como las condiciones del alojamiento (calidad del aire, ventilación, densidad de animales), el manejo (todo dentro-todo fuera, bioseguridad) y los aspectos individuales (raza, inmunidad individual) pueden ser determinantes en el curso de la enfermedad.

Parásitos Finalmente, la infestación de cerdos con parásitos (Ascaris suum, Metastrongylus elongatus) induce una mayor gravedad de la neumonía por micoplasmas. Además, varios estudios han mostrado que la prevalencia y la extensión de la neumonía están positivamente correlacionadas con la prevalencia de lesiones hepáticas provocadas por la migración de larvas de A. suum. Estas infecciones pueden también comprometer la respuesta inmune inducida por la vacunación contra M. hyopneumoniae.

CONTROL DE LAS INFECCIONES POR M. HYOPNEUMONIAE Debido a que la erradicación de M. hyopneumoniae es un objetivo difícil de conseguir y de mantener, las líneas de investigación actuales están centradas en las medidas de control. Hoy en día, se utilizan diferentes herramientas para alcanzar este objetivo, como la optimización del alojamiento y el manejo, la terapia antimicrobiana y la vacunación, y todas ellas tienen un papel esencial en el control de M. hyopneumoniae. Este apartado intenta dar un enfoque práctico de estas tres medidas de control.

Optimización de las prácticas de manejo y de las condiciones de alojamiento La mejora del ambiente de la explotación y de los factores de manejo es esencial para controlar las infecciones por M. hyopneumoniae y no puede omitirse.

Tamaño de la explotación El tamaño de la explotación está considerado como un factor de riesgo, sin embargo diferentes estudios actuales han mos-

Tabla 1. Factores de riesgo que influyen en la infección por M. hyopneumoniae en una explotación porcina. Altas densidades de animales durante el cebo Sistemas de producción continuos ■■ Introducción de animales procedentes de diferentes orígenes ■■ Compra en introducción de primerizas ■■ Aparcamiento para vehículos de transporte de cerdos en las proximidades a la granja (200 m) ■■

Alojamiento y manejo

Factores relativos a la explotación

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Explotaciones de grandes dimensiones Tipo de explotación: cebaderos

Bajas temperaturas (otoño e invierno) Baja intensidad de luz solar ■■ Baja humedad relativa del aire

Variables meteorológicas

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Otros

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Explotaciones vecinas infectadas con M. hyopneumoniae

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trado resultados incongruentes. Desde un punto de vista biológico, es bien sabido que el riesgo de introducción de nuevos patógenos en una explotación está positivamente correlacionado con el tamaño de ésta, ya que estas explotaciones requieren tasas altas de reposición de animales. Pero no sólo está presente el riesgo de transmisión entre explotaciones, sino también el riesgo de transmisión dentro de la propia explotación, ya que el patógeno puede diseminarse, de modo que la recirculación estará presente en todas las fases de producción.

Densidad animal en la explotación Es bien sabido que bajas densidades de población dentro de una explotación pueden ayudar a reducir la transmisión y recirculación de patógenos y disminuir los niveles de estrés en los animales, lo que implica una menor susceptibilidad a enfermedades infecciosas y una reducción significativa de la enfermedad respiratoria a nivel de rebaño. Sin embargo, como una baja densidad de animales en la explotación no está económicamente justificada, se debería intentar alcanzar un equilibrio entre estado sanitario, bienestar animal y productividad de la explotación.

Sistema de producción La mezcla de animales es una fuente importante de estrés y, por lo tanto, la probabilidad de transmisión aumenta en aquellas explotaciones en las que se siguen estas prácticas de manejo. No obstante, el manejo todo dentro-todo fuera (TD-TF) es una de las técnicas más efectivas para controlar la NE. Este sistema permite interrumpir la recirculación de patógenos de animales infectados a los susceptibles a la infección y puede simplificar la organización de las prácticas de manejo rutinarias en una explotación, así como incrementar el estatus sanitario, ya que la limpieza y la desinfección de las instalaciones puede llevarse a cabo de manera estricta entre lotes. Por lo tanto, el sistema de producción recomendado con el objetivo de evitar la mezcla y el reagrupamiento de los cerdos sería el de ciclos abiertos con producción en diferentes puntos, donde los animales son movidos como un grupo a lo largo de las diferentes fases de producción. El destete temprano (antes de las tres semanas de vida) puede permitir reducir la transmisión de M. hyopneumoniae de la cerda a

Diagnóstico de las infecciones por M. hyopneumoniae El cuadro clínico y el lesional pueden conducir a un diagnóstico presuntivo de la infección por M. hyopneumoniae, pero la infección sólo puede confirmarse mediante análisis de laboratorio. Aunque el cultivo del organismo se describió como el método estándar ideal (gold standard), éste no se emplea para el diagnóstico de rutina. Frecuentemente, el método de elección es la detección por inmunofluorescencia. Sin embargo, ambos análisis tienen una limitada sensibilidad. La detección de anticuerpos puede llevarse a cabo mediante serología, pero este método sólo es eficaz a nivel de población, no para el diagnóstico individual de animales. Actualmente, la precisión en la detección (sensibilidad y especificidad) de la infección ha mejorado significativamente con el desarrollo de diferentes variedades del test PCR (reacción en cadena de la polimerasa anidada, nested PCR). El tejido pulmonar y el líquido recolectado mediante lavado bronquio-alveolar son las muestras mas fiables para detectar este patógeno de forma individual. La detección de este organismo en muestras procedentes de la cavidad nasal es muy variable y está especialmente indicada para la determinación de la infección por M. hyopneumoniae en el rebaño.

la descendencia. Sin embargo, este procedimiento no está permitido aplicarlo de una manera rutinaria en la Unión Europea. La segregación por partos permite también el control de enfermedades en sistemas de producción de grandes dimensiones. Los animales susceptibles (principalmente primerizas y su descendencia) se aislan del resto del rebaño hasta que han adquirido el estatus inmunitario deseado (normalmente hasta el inicio de la segunda gestación); entonces pueden ser reintroducidos en la explotación, puesto que desde ese momento ya no presentan un riesgo de desestabilización del rebaño.

Compra e introducción de animales El mantenimiento de una inmunidad de rebaño estable es un factor importante a controlar y una medida eficaz en la prevención de brotes clínicos severos. La compra de animales y su introducción pueden influir sobre la inmunidad de rebaño; por lo tanto debe diseñarse un programa claro de reposición, siguiendo reglas estrictas para evitar la desestabilización de la población. Esta introducción de animales de reposición es un punto crucial en ciclos cerrados a causa de la necesidad de mejora genética, sobre todo en granjas de alta productividad. En estos casos, han de evitarse tasas altas de reposición, a la vez que habría que evaluar estrictamente el estatus sanitario de las explotaciones de origen. Los animales de reposición deberían proceder de explotaciones con un estatus sanitario similar o mayor al de la explotación de destino y se debería respetar un periodo de cuarentena.

Bioseguridad Las medidas de bioseguridad deben seguirse tan estrictamente como sea posible, no sólo para controlar la NE, sino también para evitar la entrada y diseminación de otros patógenos que pueden interactuar con M. hyopneumoniae y complicar el curso de la enfermedad respiratoria (véase el apartado Interacción con otros patógenos respiratorios). La higiene, el control de roedores e insectos y la restricción de movimientos de animales y fómites entre las distintas fases de producción deberían ser considerados como aspectos críticos de la bioseguridad y monitorizados, no sólo con el objetivo de controlar la NE, sino también el CRP.

Optimización de las condiciones de alojamiento Los cambios en el ambiente y el alojamiento de la explotación para mejorar el clima en el que permanecen los animales son de extrema importancia en el control de las infecciones por M. hyopneumoniae. Debe prestarse una atención especial a los termostatos, los controles de la ventilación, las entradas de aire, la localización de los sensores, la capacidad de la calefacción, las corrientes de aire y el mantenimiento de las instalaciones.

Antibioterapia Los agentes antimicrobianos pueden utilizarse como ayuda en el control de la NE. Debido a la localización de este organismo en la superficie del tracto respiratorio, sólo los antibióticos que son capaces de alcanzar altas concentraciones en el mucus y en

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los fluidos de este tracto podrían ser efectivos in vivo. Macrólidos, pleurmutilinas, tetraciclinas y lincosamidas están incluidos en el grupo de antibióticos mas comúnmente usados en el control de la enfermedad respiratoria de cerdos, siendo también efectivos contra micoplasmas. Otros antimicrobianos potencialmente activos frente a M. hyopneumoniae son: fluoroquinolonas, florfenicol, aminoglicosidos y aminociclitoles. Sólo los aminoglicosidos y los aminociclitoles tienen actividad micoplasmicida. La ausencia de pared celular le confiere a este organismo una resistencia intrínseca al grupo de antibióticos pertenecientes a la familia de los β-lactámicos, como las penicilinas y las cefalosporinas. En algunos casos se ha documentado resistencia adquirida de M. hyopneumoniae frente a las tetraciclinas y algunos macrólidos y más recientemente también frente a lincosamidas y fluoroquinolonas. Sin embargo, hasta la fecha esto no parece ser un gran problema para el tratamiento de M. hyopneumoniae. Durante los últimos años se han llevado a cabo varios estudios para evaluar la eficacia de diferentes agentes antimicrobianos frente a M. hyopneumoniae. En resumen, la mayoría de los antimicrobianos probados fueron capaces de mejorar los parámetros productivos y de disminuir la severidad de los signos clínicos y las lesiones pulmonares. A pesar del éxito de diferentes protocolos de medicación en el control de infecciones por M. hyopneumoniae, a menudo sólo se consigue una prevención parcial y los resultados pueden ser incongruentes, ya que el brote clínico puede reaparecer después del cese del tratamiento. Durante fases de producción críticas, puede administrarse tanto la medicación intermitente (medicación a pulsos) como la estratégica. En rebaños donde la enfermedad es endémica, se administran frecuentemente medicaciones pulsátiles o estratégicas durante fases completas de producción (medicación continua) con el fin de prevenir brotes agudos respiratorios. Sin embargo, debe desaconsejarse aplicar estas estrategias preventivas durante largos periodos, a causa del riesgo de diseminación de resistencias a antibióticos y el posible riesgo de residuos antimicrobianos en las canales. Aunque la antibioterapia ha demostrado ser eficaz en la prevención de perdidas económicas asociadas a M. hyopneumoniae, sólo confiere una protección parcial

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de la infección y el organismo no es eliminado del tracto respiratorio.

Vacunación La vacunación es una de las herramientas clave para el control de la infección por M. hyopneumoniae.

Vacunas comerciales Las vacunas comerciales, que consisten en preparaciones de células íntegras, adyuvantadas e inactivadas, se usan ampliamente a nivel mundial para controlar los síntomas clínicos y las lesiones pulmonares inducidos por las infecciones por M. hyopneumoniae. La mayores ventajas de la vacunación contra M. hyopneumoniae incluyen un incremento de la ganancia media diaria y del índice de conversión. Adicionalmente, también se ha observado un menor tiempo para alcanzar el peso de matadero, la reducción de signos clínicos y lesiones pulmonares y menores costes de tratamiento. Aunque la protección es a menudo incompleta, y estas vacunas no previenen la colonización, algunos estudios indican que los inmunológicos utilizados actualmente pueden reducir el número de organismos presentes en el tracto respiratorio y disminuir el nivel de infección en la explotación. Esta hipótesis viene reforzada por el hecho de que los máximos beneficios de la vacunación se aprecian en el rebaño meses después del inicio de ésta. En consecuencia, la vacunación, por sí sola, con los actuales productos disponibles en el mercado, no es suficiente para eliminar M. hyopneumoniae de las explotaciones infectadas.

Estrategias de vacunación La vacunación está económicamente justificada en aquellas explotaciones con niveles de infección significativos o con cuadros clínicos. Por lo tanto, en aquellas explotaciones libres de M. hyopneumoniae o con bajos niveles de infección, la vacunación podría no estar recomendada, ya que los beneficios podrían no compensar los costes. La estrategia de vacunación debería diseñarse teniendo en cuenta numerosos factores, como las características de la explotación (tipo de explotación, localización, tipo de producción, practicas de manejo, condiciones de alojamiento), su estatus sanitario (patrón de la infección, momento de la infección, inmunidad de la población), el retorno económico de la vacunación y las preferencias del productor.

El estatus sanitario de la explotación es uno de los factores más importantes a controlar. La vacunación debe tener como objetivo prioritario la reducción de la “ventana inmunológica”, que se define como el periodo de riesgo durante el cual la inmunidad maternal decrece hasta casi desaparecer, lo que implica también la desaparición de la protección; por lo tanto, la infección puede establecerse en los animales susceptibles. La estrategia de vacunación debe tener en cuenta el momento exacto de la infección con el objetivo de inducir inmunidad antes de la exposición al patógeno. Se ha demostrado, bajo condiciones de campo, que la infección en granjas de ciclo cerrado ocurre durante las primeras semanas de vida; por lo tanto, la vacunación de lechones lactantes es la práctica más común. Mientras que en granjas de ciclo abierto, donde la infección tiene lugar más tarde, lo recomendable es la vacunación de lechones de mayor edad. Actualmente, las vacunas monodosis son muy utilizadas, ya que confieren beneficios similares a las bidosis y facilitan la aplicación de forma rutinaria en la explotación. Por su parte, las vacunas bidosis pueden asegurar una mejor inmunización global de la población, debido a que se evitan más fácilmente los errores de manejo durante la aplicación, puesto que disminuye la probabilidad de que ambas dosis fallen en el mismo animal. La vacunación de lechones lactantes puede asegurar una inducción de la inmunización antes de que el lechón llegue a infectarse, mientras que la respuesta inmunitaria puede resultar interferida por la presencia de anticuerpos maternales, potenciándose así el efecto de otras infecciones (PCV2). La vacunación de lechones de destete/ recría presenta escasa o nula interferencia con los anticuerpos maternales. Sin embargo, muchas infecciones, no sólo la causada M. hyopneumoniae, sino también por PRRSV o PCV2, pueden estar ya presentes en el lechón, por lo tanto el estatus sanitario del animal sería menor, lo que podría interferir con la respuesta inmune después de la vacunación. La vacunación de cerdas al final de la gestación no es una práctica que se emplee con frecuencia. El objetivo de esta vacunación sería reducir la excreción de M. hyopneumoniae de la cerda a la descendencia y proteger a los lechones vía inmunidad maternal. La vacunación de

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Erradicación de M. hyopneumoniae La erradicación de M. hyopneumoniae ha llegado a ser un reto para muchos productores porcinos y también en muchos países, debido a que esto supondría un ahorro económico significativo y una mejora de la sanidad y el bienestar porcino. En todo el mundo se han usado diferentes estrategias y métodos combinados para alcanzar este preciado objetivo. Los primeros intentos estaban basados en una total despoblación y repoblación de las explotaciones, lo que era realmente caro y la reinfección se daba en numerosos casos. Hoy en día, se aplica en algunos países, principalmente Dinamarca, Finlandia y Suiza, un programa sanitario (total y parcial) conocido como “el método suizo”. El programa sanitario total implica un completo vacío de las instalaciones, mientras que el programa parcial incluye un intervalo durante el cual no hay cerditas de reposición ni lechones en la explotación (< 10 meses), combinado con medicación transitoria del pienso (10 - 14 días) junto con múltiples vacunaciones de las reproductoras. El flujo de animales puede continuar de manera regular después del periodo de medicación. En Estados Unidos también se aplica el destete medicado temprano y consiste en una medicación intensiva de las reproductoras (final de la gestación y alrededor del parto), el nacimiento de lechones libres de M. hyopneumoniae y su destete a los cinco días de vida. Posteriormente, los lechones son alojados en unas instalaciones aisladas del resto de la explotación, donde se les medica durante los primeros 10 días posdestete. Existen varias modalidades de este método, como el destete a los 21 días de lactación, combinando medicación de reproductoras y lechones con vacunación frente a M. hyopneumoniae. Aunque se han desarrollado diferentes métodos y usado diferentes estrategias para erradicar M. hyopneumoniae, la posibilidad de reinfecciones es alta y ocurre frecuentemente: anualmente, aproximadamente el 2,6 - 10% de explotaciones en las que se consigue una erradicación efectiva, vuelven a reinfectarse. Antes de tomar la decisión de erradicar M. hyopneumoniae en una explotación, lo que implica una gran inversión económica, se debería llevar a cabo una evaluación de los factores de riesgo. La transmisión aerógena, especialmente en áreas de alta densidad porcina, junto con la introducción de animales infectados con un cuadro subclínico compatible con una colonización temprana de M. hyopneumoniae y todavía seronegativos mediante ELISA, son los factores de riesgo más importantes que influyen en la reintroducción de este patógeno en la explotación. Otros factores de riesgo son la baja bioseguridad, las explotaciones de grandes dimensiones y los cebaderos.

primíparas está especialmente aconsejada cuando la entrada de cerditas libres de M. hyopneumoniae o susceptibles de infección en una explotación infectada endémicamente puede comprometer el estatus sanitario de la población y desestabilizar la inmunidad de las reproductoras.

Factores que influyen en la eficacia de la vacunación Se han descrito efectos positivos después de la vacunación. Sin embargo, éstos varían ampliamente entre diferentes explotaciones infectadas. Esta variación puede explicarse por diferentes factores, algunos de ellos clasificados como “fallos vacunales” en un amplio sentido de la palabra: ■■ Procedimientos de vacunación inadecuados: técnica incorrecta de inyección o administración incompleta de la dosis vacunal. ■■ Condiciones de almacenaje inadecuadas: temperatura del frigorífico.

Posibles diferencias antigénicas entre la cepa de campo y la cepa vacunal. ■■ Esquema inadecuado de vacunación: en desacuerdo con las recomendaciones del fabricante. ■■ Momento de la vacunación incorrecto: presencia de la enfermedad en el momento de la vacunación y/o interferencia de la respuesta inmunitaria inducida por la vacuna con anticuerpos maternales. En lo relativo a la posible influencia de los anticuerpos maternales en la respuesta producida por la vacuna, varios estudios han mostrado diferencias incongruentes. A tenor de los resultados de los trabajos más recientes, la inmunidad adquirida de origen maternal tendría un nulo o escaso efecto en la respuesta inmune frente a M. hyopneumoniae. Sin embargo, son necesarios más estudios para establecer de forma definitiva la importancia de la inmunidad maternal en la respuesta vacunal. ■■

CONCLUSIÓN Las infecciones por M. hyopneumoniae se producen en todo el mundo y causan grandes perdidas económicas en la industria porcina. El patrón de la infección, el cuadro clínico, las lesiones pulmonares y las pérdidas económicas varían ampliamente en función de la explotación, las prácticas de manejo, las condiciones de alojamiento y las interacciones entre diferentes patógenos respiratorios. Como medidas de control se incluyen la optimización de las prácticas de manejo y las condiciones de alojamiento, el uso de medicación y la vacunación. Estas medidas pueden reducir el nivel de infección de la explotación y mejorar el estatus sanitario de los animales, pero no garantizan la ausencia de M. hyopneumoniae. En el futuro se requerirá un mayor esfuerzo en el desarrollo de vacunas efectivas, así como nuevas estrategias de vacunación.

REFERENCIAS Maes, D., Segalés, J., Meyns, T., Sibila, M., Pieters, M., Haesebrouck, F., 2008. Control of Mycoplasma hyopneumoniae infections in pigs. Vet. Microbiol. 126, 297-309. Sibila, M., Pieters, M., Molitor, T., Maes, D., Haesebrouck, F., Segalés, J., 2009. Review. Current perspectives on the diagnosis and epidemiology of Mycoplasma

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hyopneumoniae infection. The Veterinary Journal 181, 221–231. Thacker, E.L., 2006. Mycoplasmal diseases. In: Leman, A.D., Straw, B.E., D‘Allaire, S., Mengeling, W.L., and Taylor, D.J., (Ed.), Diseases of Swine, 9th ed. The Iowa State University Press, Ames, IA, 701-717.