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La Otitis DEFINICIÓN Y TIPOS La OTITIS es la inflamación del oído en cualquiera de sus secciones. Si bien esta inflamación puede deberse a traumatismos (niños que se introducen objetos puntiagudos) o barotrauma (inmersión prolongada en agua salada o dulce) la causa más frecuente es infecciosa. Los microbios que la producen son la mayoría de las bacterias y virus que producen infecciones respiratorias (hemófilo, neumococo, bramanella, rinovirus, influenza, etc.).
Existen dos tipos de localización: Otitis Media y Otitis Externa. OTITIS MEDIA Es la inflamación del oído medio, cavidad que se encuentra delimitada por el tímpano (membrana que recepciona y trasmite los sonidos) la trompa de Eustaquio (conducto que comunica el oído con la garganta) y el oído interno (encargado del sentido del equilibrio y de la recepción de los sonidos). Esta cavidad contiene a los huesecillos (estribo, yunque y martillo) que se encargan de conducir los sonidos hacia el oído interno. Es mucho más frecuente en los primeros tres años de vida debido a que a esta edad la trompa de Eustaquio es corta y horizontal y favorece el pasaje de gérmenes de la garganta hacia el oído. Puede ser aguda (cada episodio dura menos de 15 días y está separado de los otros por meses libres de molestias), recurrente (la enfermedad reaparece a las pocas semanas de haber desaparecido) ó crónica (no existe desaparición de los síntomas los cuales duran meses y se puede acompañar de secreción constante de pus). Signos y Síntomas El niño pequeño manifiesta su dolor mediante el llanto nocturno (cuando está echado el dolor es más intenso) 1
que puede acompañarse de vómitos o no. De noche quiere estar cargado permanentemente. A veces gira constantemente su cabeza o se tira los pelos o la(s) orejas. El pequeño lactante puede mostrar molestia o llanto al mamar. Otros síntomas que pueden estar presentes son fiebre marcada, disminución del apetito y supuración del oído. Factores predisponentes Si bien la otitis media es una complicación que se puede presentar luego de un resfrío o una faringitis , existen niños más predispuestos que otros a presentar no uno sino varios episodios. Los factores que pueden favorecer esta situación son: • Antecedente Familiar • Empleo de biberón • Primer episodio antes de los seis meses de edad • Asistencia a guarderías • Presencia repetida de infecciones respiratorias • Presencia de asma u otra forma de alergia respiratoria Es muy importante en los niños pequeños (menores de seis meses) con alguno de estos factores evitar la exposición a cambios bruscos de temperatura, corrientes de aire, humedad ambiental o a la presencia de niños resfriados que pueden, mediante la tos o el estornudo, contagiarle alguno de los gérmenes descritos. Complicaciones Cuando el tratamiento no es iniciado tempranamente o existen los factores descriptos pueden aparecer varias complicaciones: • Otitis media supurativa. Formación de pus en el oído medio produciéndose la ruptura del tímpano y la salida de pus. • Otitis media con efusión. Debido a la congestión de la trompa de Eustaquio, formación de exudado (líquido) dentro del oído medio el cual persiste en el tiempo. • Hipoacusia o sordera de conducción. Debido a la destrucción parcial o total de los huesecillos se pierde la capacidad de oír adecuadamente. Esto afectará el rendimiento escolar. • Otitis Media Crónica. Constituye un problema su tratamiento pues aparecen gérmenes resistentes a muchos antibióticos (por ejemplo, pseudomonas) lo cual dificulta la curación definitiva. • Absceso Mastoideo o Mastoiditis. Esto ocurre cuando el gérmen invade el hueso que contiene al oído medio. Tratamiento antibiótico prolongado y a veces quirúrgico. • Absceso Cerebral. Raramente, el microbio puede llegar hasta el cerebro. Tratamiento Es muy importante cumplir estrictamente las indicaciones del pediatra. El tratamiento es prolongado y requiere controles periódicos: • Antibióticos. Se usan por vía oral, en algunos casos endovenoso o intramuscular, por un tiempo mínimo de 8 días pudiendo extenderse a 15. Recordar que la dosis es de acuerdo al peso y tiene que ser indicada por un médico. En algunos casos de otitis media recurrente se emplean por mayor tiempo (meses) y a dosis únicas diarias (profilaxis antibiótica). • Descongestionantes. Su uso es de valor relativo, pero puede favorecer la disminución de la acumulación de secreciones en el oído medio. Se prefiere la vía oral. • Gotas óticas. Se emplean para disminuir el dolor. No se debe emplear sin indicación del médico. 2
• Antiinflamatorios. Su valor es relativo y se debe indicar más como medio para calmar la fiebre y el dolor. • Antihistamínicos. Pueden ser útiles si el paciente sufre, además, de asma o alergias respiratorias (loratadina, cetirizina). • Xylitol. Es un azúcar que empleado como jarabe o goma de mascar previene la caries dental y la otitis media por neumococo. No la causada por otros gérmenes. • Vacunas. No protegen contra todas las causas de Otitis Media pero sí contra algunos de los gérmenes más importantes y frecuentes: antineumocócica, antihemófilo y antiinfluenza. • Tubos de drenaje timpánico. Se emplea en los casos de otitis media recurrente o con efusión con el objeto de eliminar el fluido que permanece en el oído medio y favorece la aparición de gérmenes. Se tienen que implantar en el quirófano. OTITIS EXTERNA Es la inflamación del conducto auditivo externo (el que comunica el pabellón auricular u oreja con el oído medio). Es más frecuente entre los niños que practican natación o permanecen tiempo prolongado en piscinas. También se puede producir por traumatismo al introducir objetos punzocortantes o puntiagudos (palillos de fósforos, cerillos, hisopos, llaves, etc.). Los microbios presentes son diferentes de los que se encuentran en la otitis media; estafilococo, estreptococo, pseudomonas. El tratamiento puede requerir el empleo de antibióticos tópicos o por vía oral. Síntomas • Dolor de oído que puede empeorar al halar la oreja • Prurito del oído o del canal auditivo • Drenaje del oído persistente de color amarillo o verde amarillento, pus o con olor fétido • Pérdida de la audición Signos y exámenes Cuando el médico mira dentro del oído, éste se ve enrojecido e inflamado, incluyendo el canal auditivo, el cual puede aparecer como un eccema con descamación de la piel. La palpación o movimiento del oído externo aumenta el dolor y es posible que sea difícil para el médico observar el tímpano con un otoscopio o éste puede aparecer enrojecido. La parte más externa del oído, el trago, puede finalmente infectarse y aparecer rojo e inflamado. Tratamiento El objetivo del tratamiento es curar la infección, usualmente gotas óticas que contienen antibióticos y corticoesteroides que pueden reducir el prurito y la inflamación. En algunas ocasiones, se pueden utilizar otros remedios tales como gotas de ácido acético (vinagre). Si el canal auditivo presenta mucha inflamación, se puede colocar una mota en el oído para facilitar el desplazamiento de las gotas hasta el fondo del canal. En individuos ancianos o diabéticos con dolor de oído o supuración persistentes, la posibilidad es que se trate de una otitis externa maligna. Los oídos deben evaluarse con una Tomografía Computada para buscar erosión del hueso. El tratamiento de la otitis externa maligna se realiza con altas dosis de antibióticos intravenosos efectivos contra la bacteria Pseudomonas aeruginosa.
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Expectativas El oído de nadador crónico usualmente responde de manera positiva al tratamiento que puede ser prolongado o repetitivo. Si esta enfermedad no se trata, se pueden presentar complicaciones. Complicaciones • Infección de la piel circundante • Otitis maligna externa, que puede causar infección ósea, ronquera y dificultad para tragar Prevención Se recomienda secar el oído cuidadosamente después de nadar y los individuos que nadan con frecuencia deben pensar en utilizar tapones auriculares. El oído de nadador por cualquier causa debe recibir un tratamiento completo y dicho tratamiento no se debe suspender antes de lo estipulado por el médico.
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