OVIDAE Y CAPRIDAE ENFERMEDAD DE LA FRONTERA

SECCIÓN 2.7. OVIDAE Y CAPRIDAE CAPÍTULO 2.7.1. ENFERMEDAD DE LA FRONTERA RESUMEN La enfermedad de la frontera (EF) es una enfermedad vírica de las

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SECCIÓN 2.7.

OVIDAE Y CAPRIDAE

CAPÍTULO 2.7.1.

ENFERMEDAD DE LA FRONTERA

RESUMEN La enfermedad de la frontera (EF) es una enfermedad vírica de las ovejas y las cabras descrita por primera vez en 1959 en ovejas de la región fronteriza entre Inglaterra y Gales, y diagnosticada desde entonces en todo el mundo. El virus se distribuye por todo el mundo. Las tasas de prevalencia varían en las ovejas del 5 al 50% entre países y de una región a otra dentro en cada uno de ellos. Entre los signos, destacan la esterilidad de las ovejas, la aparición de abortos y nacidos muertos y el nacimiento de corderos débiles de tamaño inferior al normal. Los corderos afectados pueden mostrar temblores musculares, un desarrollo corporal deficiente y vellones anormalmente peludos (a los corderos se les llama “temblorosos peludos” o “de lana rizada”) y a la enfermedad se le ha denominado “enfermedad de los corderos temblorosos peludos”. La transmisión vertical juega un papel importante en la epidemiología de la enfermedad. La infección de los fetos puede provocar el nacimiento de corderos con infección persistente (IP). Estos corderos IP son virémicos, con anticuerpos negativos y excretan el virus de manera constante. El virus se propaga de oveja a oveja, y los animales IP son la fuente más potente de infección. La infección es menos común en las cabras y el principal síntoma en ellas es el aborto. En muchas regiones, la causa más frecuente de la EF es el pestivirus denominado virus de la enfermedad de la frontera (BDV), pero en algunas partes del mundo, el virus de la diarrea vírica bovina (BVDV) puede ser una causa más común de la EF. La fuente del BVDV en ovejas es el estrecho contacto con el ganado bovino. Es importante identificar los animales IP virémicos para que no sean utilizados con fines comerciales o de cría. Las pruebas serológicas resultan insuficientes. Generalmente se considera que las ovejas no virémicas, seropositivas son “seguras”, ya que no se conoce que se produzcan infecciones latentes en los animales recuperados. Identificación del agente: El virus de la EF (BDV) es un Pestivirus de la familia Flaviviridae y está estrechamente relacionado con el virus de la peste porcina clásica y el BVDV. Muy pocos aislamientos del BDV son citopatogénicos en cultivo celular. No existen serotipos definidos, pero los aislamientos víricos exhiben una considerable diversidad. Se han identificado tres grupos antigénicos distintos y dos genotipos adicionales diferentes. Aparentemente las ovejas IP sanas son el resultado de una infección congénita que se puede identificar mediante el aislamiento y la inmunotinción del virus no citopatogénico a partir de sangre o sueros en cultivos celulares de laboratorio. Entre los métodos directos de identificación rápida de las ovejas IP se encuentran la detección del antígeno vírico o del ARN vírico en leucocitos y la detección inmunohistoquímica del antígeno vírico en biopsias cutáneas. La detección del virus es menos fiable en corderos menores de dos meses que han recibido anticuerpos calostrales. Habitualmente la infección aguda es subclínica y la viremia es transitoria y difícil de detectar. Es difícil aislar el virus a partir de tejidos de corderos abortados o nacidos muertos, pero los tejidos de ovejas IP contienen niveles elevados del virus, lo que se puede detectar fácilmente mediante el aislamiento y varios métodos directos.

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Capítulo 2.7.1. — Enfermedad de la frontera

Pruebas serológicas: Es preferible confirmar la infección aguda por el BDV demostrando la seroconversión con muestras pareadas o secuenciales procedentes de varios animales del grupo. Los métodos de detección de anticuerpos que se utilizan más habitualmente son el enzimoinmunoensayo y la prueba de neutralización vírica. Requisitos para las vacunas y el material de diagnóstico: No existe una vacuna estándar para el BDV, pero se ha preparado una vacuna comercial con el virus entero muerto. Lo ideal sería que dicha vacuna fuese adecuada para su administración a hembras antes de la crianza para prevenir la infección transplacentaria. Se ha recomendado el uso de las vacunas del BVDV, pero se debe tener en cuenta la diversidad antigénica de los virus de la EF. Los virus de la EF han contaminado diversas vacunas vivas modificadas de uso veterinario producidas en células de oveja o que contienen suero de oveja. Los fabricantes de los materiales biológicos deberían considerar este riesgo potencial

A. INTRODUCCIÓN El virus de la enfermedad de la frontera (BDV) es un Pestivirus de la familia Flaviviridae y está estrechamente relacionado con el virus de la peste porcina clásica (CSFV) y el virus de la diarrea vírica bovina (BVDV). En la actualidad la taxonomía de los pestivirus es bastante problemática. Existen cuatro especies reconocidas, a saber: CSFV, BVDV tipo 1 y 2 y BDV (20). Mientras que los CSFV se restringen principalmente a los cerdos, se han recuperado a partir de ovejas ejemplos de cualquiera de las otras tres especies, siendo los aislamientos mayoritarios virus de la EF (29). Casi todos los aislamientos víricos del BDV son no citopatogénicos, aunque se han aislado virus citopáticos ocasionales (24). El BDV se propaga de forma natural entre las ovejas por vía oronasal y por transmisión vertical. Es causa de enfermedad congénita principalmente en ovejas y cabras, pero también puede provocar infecciones agudas y persistentes. La infección es menos frecuente en las cabras, en las que es raro encontrar infección persistente dado que el aborto es el principal signo presente. Las ovejas se pueden infectar por el BVDV de las vacas (6), y en algunos países, el BVDV puede ser una causa de la EF más común que el BDV. Asimismo, los cerdos pueden resultar infectados por pestivirus distintos CSDV y los anticuerpos frente al BDV en cerdos pueden interferir en las pruebas de diagnóstico de la enfermedad debida al CSFV (15). Recientemente se han descrito algunos nuevos virus de la EF de las ovejas, cabras y el rebeco del Pirineo (Rupicapra pyrenaica pyrenaica). El análisis filogenético mediante la utilización del análisis por ordenador de secuencias de nucleótidos sugiere que la variabilidad de los virus de la EF es mayor que la existente dentro de cada una de las restantes especies de pestivirus. Se han descrito cuatro genogrupos de BDV y genotipos de pestivirus supuestamente novedosos en ovejas y una cabra de Túnez (2, 28). El virus de la EF del rebeco es semejante al de los aislamientos en ovejas de la Península Ibérica (22). Este capitulo describe la infección por el BDV en ovejas.

a)

Infecciones agudas Las ovejas adultas y recién nacidas sanas expuestas al BDV tan solo experimentan una enfermedad leve o inapreciable. Aparece una fiebre ligera y una leucopenia leve que se asocian con una viremia corta que se detecta entre los días 4 y 11 posteriores a la infección, después de la cual aparecen anticuerpos neutralizantes del virus en el suero (19). En las pruebas serológicas se diagnostican mejor las infecciones agudas empleando sueros pareados procedentes de un número significativo de ovejas. Se ha demostrado que algunos aislamientos ocasionales del BDV provocan fiebre elevada, leucopenia profunda y prolongada, anorexia, conjuntivitis, descarga nasal, disnea y diarrea y el 50% de la mortalidad en los corderos jóvenes. Uno de estos aislamientos se recuperó a partir de una epidemia severa de la EF que afectó a ovejas lecheras en 1984 (7). Un segundo aislamiento de ese tipo fue un BDV contaminante de una vacuna viva del CSFV (31).

b)

Infección fetal Los principales signos clínicos de la EF se observan después de la infección de ovejas gestantes. Mientras que la infección materna inicial es leve y subclínica, las consecuencias en el feto son graves. Puede provocar la muerte del feto en cualquier etapa de gestación, pero aquella es más común en los fetos infectados a una edad temprana. Es posible que se produzca la reabsorción de los fetos pequeños muertos o que pueda pasar desapercibido su aborto, ya que las ovejas continúan alimentándose de forma correcta y no muestran signos de malestar. Cuando se aproxima el momento de los partos, se observará el aborto de fetos mayores, nacidos muertos y el nacimiento prematuro de corderos pequeños y débiles. Frecuentemente, es difícil establecer la confirmación de que un aborto o un nacido muerto se deben al BDV, pero en algunos casos es posible aislar el virus a partir de tejidos fetales. En los fetos abortados,

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también se puede detectar el virus mediante inmunohistoquímica del cerebro, tiroides y otros tejidos (21). Se debería comprobar la presencia de anticuerpos dirigidos contra el BDV en muestras de fluidos fetales o de suero. Durante la época de de los partos, aparecerá una cantidad excesiva de ovejas estériles, pero son los corderos vivos enfermos los que presentan los principales rasgos clínicos característicos de la EF. Son muy variados los signos clínicos que exhiben los corderos con la EF y dependen de la raza de oveja, la virulencia del virus y el momento en el que se produce la infección en el rebaño. Habitualmente, los corderos afectados son pequeños y débiles, y muchos son incapaces de permanecer incorporados. Con frecuencia aparecen signos nerviosos y cambios de vellón. Los signos nerviosos de la EF son los más característicos. Los temblores pueden variar desde contracciones rítmicas violentas de los músculos de las patas traseras y de la espalda, a un ligero temblor apenas detectable de la cabeza, orejas y rabo. Las anormalidades del vellón son más obvias en las razas de lana fina, que desarrollan vellones peludos, especialmente en el cuello y la espalda. En los corderos afectados por la EF también se puede observar una pigmentación anormal negra o marrón del vellón. Se debe analizar la presencia del BDV y/o de anticuerpos dirigidos contra él en muestras de sangre que se deberían recoger con anticoagulante procedentes de corderos sospechosos antes de que reciban el calostro. Una vez que lo han ingerido, es difícil detectar el virus hasta que tienen 2 meses y han descendido los niveles de anticuerpos maternos. Sin embargo, durante este periodo, es posible detectar el antígeno vírico en biopsias cutáneas, mediante inmunohistoquímica en los leucocitos lavados, mediante enzimoinmunoensayo (ELISA) o mediante reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa (RT-PCR). Mediante atención adecuada, es posible criar algunos corderos con la EF, aunque pueden ocurrir muertes en cualquier momento. Los síntomas nerviosos se reducen de forma gradual y pueden desaparecer a los 3– 6 meses de vida. En los momentos de estrés puede reaparecer un andar tambaleante con debilidad y oscilación de los cuartos traseros junto con un ligero temblor de la cabeza. Frecuentemente, los corderos afectados crecen con lentitud y, en condiciones normales de campo, muchos morirán antes del destete o durante el mismo. En los casos en los que durante la época de los partos ha habido pocas pérdidas y no han nacido corderos con síntomas evidentes de la EF, este puede ser el primer síntoma de la enfermedad. Algunas infecciones fetales que se producen en la etapa media de la gestación pueden provocar signos nerviosos graves en los corderos, problemas locomotores y esqueletos anormales. Estos corderos presentan lesiones de hipoplasia cerebelar y displasia, hidronencefalia y porencefalia como resultado de una inflamación necrótica. Las lesiones destructivas graves parecen estar mediadas por anticuerpos, y con frecuencia los corderos con tales lesiones presentan títulos elevados de anticuerpos en el suero contra el BDV. La mayoría de los corderos infectados en la etapa final de gestación son normales, están sanos y nacen libres del virus, pero presentan anticuerpos frente al BDV. Algunos de estos corderos pueden estar débiles y es posible que mueran tempranamente (1).

c)

Viremia persistente Cuando los fetos sufren una infección que se produce antes del inicio de la inmunocompetencia, nacen con una viremia persistente. El feto ovino puede responder por primera vez a un estímulo antigénico aproximadamente entre los días 60 y 85 de su periodo de gestación de 150 días. En los fetos afectados antes del inicio de la inmunocompetencia, se produce una replicación vírica incontrolada y es común la muerte del 50% de los fetos. En los corderos que sobreviven a la infección producida en la etapa temprana de gestación, el virus se propaga a todos los órganos. Estos corderos parecen ser tolerantes al virus y presentan una infección persistente, normalmente de por vida. Una muestra de sangre precalostral será positiva al virus y negativa a los anticuerpos. Típicamente, no existe reacción inflamatoria y los cambios patológicos más característicos se aprecian en el sistema nervioso central (SNC) y en la piel. Existe una deficiencia de mielina en todo el SNC, lo que provoca los signos nerviosos. En la piel, los folículos primarios de lana aumentan de tamaño y decrece el número de folículos secundarios de lana, lo que causa el vellón peludo o hirsuto. Las ovejas con viremia persistente se pueden diagnosticar mediante el aislamiento/detección del virus en muestras de sangre. La viremia es fácilmente detectable en cualquier momento, excepto durante los primeros 2 meses de vida, cuando el virus está enmascarado por los anticuerpos calostrales (sin embargo, durante este periodo, el virus se puede detectar en leucocitos lavados), y en animales mayores de 4 años, algunos de los cuales desarrollan niveles reducidos de anticuerpos frente a BDV (13). Aunque resulta difícil la detección del virus en la sangre durante una infección aguda, se debería confirmar la viremia persistente volviendo a realizar pruebas a los animales después de un intervalo de al menos 3 semanas. Algunas ovejas virémicas sobreviven a la madurez sexual y se utilizan para la crianza. Los corderos nacidos de estas hembras progenitoras infectadas son siempre virémicos persistentes. Las ovejas virémicas persistentes constituyen una fuente continua de virus infecciosos para otros animales y su identificación es

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un factor primordial en cualquier programa de control. Se deben examinar las ovejas que van a ser comercializadas para garantizar la ausencia de viremia del BDV. Habitualmente, los carneros infectados de forma persistente (IP) tienen un semen de baja calidad muy infectante y presentan una fertilidad reducida. Todos los carneros utilizados para la cría deberían ser examinados para descartar una infección persistente del BDV en muestras de sangre. También se pueden examinan las muestras de semen, pero el aislamiento vírico es mucho menos satisfactorio que el obtenido a partir de la sangre debido a la toxicidad del semen para los cultivos celulares. Puede ser justificable la utilización de la RT-PCR para detectar el ácido nucleico del pestivirus en el semen procedente de algunos carneros.

d)

Inicio tardío de la enfermedad en ovejas con viremia persistente Algunas ovejas IP alojadas separadamente de otros animales desarrollan de forma espontánea una diarrea intratable, desechos, descargas nasales y oculares abundantes, debilitantes e incurables, a veces con dificultad respiratoria. En la necropsia estas ovejas se observa un serio engrosamiento del íleo distal, ciego y colon como resultado de una enteropatía hiperplástica focal. El BDV citopático se puede recuperar a partir del intestino de estos corderos. Al no existir una fuente externa obvia del virus citopático, lo más probable es que tales virus se originen a partir de los virus propios del cordero. Otras ovejas IP del grupo no desarrollan la enfermedad. Este síndrome, que se ha producido experimentalmente y se ha reconocido en brotes de campo ocasionales de la EF, presenta varias similitudes con la enfermedad mucosal bovina (13).

B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO 1.

Identificación del agente (prueba prescrita para el comercio internacional)

No existe un laboratorio de referencia de la OIE designado para el BDV, pero los laboratorios de referencia para el BVDV o para el CSFV podrán aconsejar de forma adecuada (véase el cuadro de la parte 3 del presente Manual de animales terrestres). Uno de los métodos que se ha comprobado que es más sensible para identificar el BDV sigue siendo el aislamiento vírico. También son métodos adecuados para identificar animales infectados por el BDV las técnicas de inmunofluorescencia directa u otras inmunohistoquímicas que emplean secciones congeladas de tejidos; la RT-PCR y el enzimoinmunoensayo (ELISA) son adecuados para detectar el antígeno.

a)

Aislamiento vírico Es esencial que los laboratorios que realicen el aislamiento del virus tengan un suministro garantizado de células susceptibles y suero bovino fetal (FBS), o equivalente, libres de pestivirus, que no contengan actividad antipestivirus ni contaminación vírica. Es importante que se siga un programa que garantice la calidad del laboratorio. Se puede aislar el virus en distintos cultivos celulares primarios o secundarios (p.ej. riñón, testículo, pulmón). Son raras las líneas celulares ovinas para la replicación del BDV. Pueden ser útiles las líneas celulares semicontinuas derivadas de músculo de cordero fetal (FLM), embriones completos (19) o plexo coroideo de oveja, pero las diferentes líneas varían de manera considerable en su susceptibilidad frente al virus. Se han utilizado con éxito células ovinas para el aislamiento y replicación de los virus de la EF y del BVDV de los tipos 1 y 2 a partir de ovejas. En las regiones en las que las ovejas pueden infectarse con los BVDV a partir de vacas, lo más adecuado sería utilizar un sistema de aislamiento vírico con células tanto ovinas como bovinas. Se pueden sugerir diversos cultivos celulares bovinos, entre los cuales están las células del cornete nasal, traqueales, embrionarias o testiculares, o bien una línea celular continua susceptible de riñón. Sin embargo, las células bovinas son insensibles para el aislamiento primario y la multiplicación de algunos virus de la EF, por lo que se desaconseja la dependencia exclusiva de células bovinas. Para detectar la presencia del virus infeccioso, se puede analizar el suero obtenido a partir de los animales vivos, , pero la forma más sensible de confirmar una viremia de pestivirus consiste en lavar leucocitos repetidamente (al menos tres veces) con el medio de cultivo antes de cocultivarlos con las células susceptibles durante 5–7 días. Las células se congelan y descongelan una vez y se pasa una alícuota a células susceptibles posteriores crecidas en un cubreobjetos, en portaobjetos con cámara o en placas de plástico. Las células se tiñen, 3-4 días más tarde, para detectar la presencia de pestivirus utilizando una prueba de inmunofluorescencia o de inmunoperoxidasa. Se deberían recoger los tejidos a partir de los animales muertos en un medio de transporte vírico (10% [w/v]). En el laboratorio, los tejidos se trituran, se centrifugan para eliminar los residuos y el sobrenadante se pasa a través de filtros de 0,45 µm. Las lesiones de bazo, tiroides, timo, riñón, cerebro, ganglios linfáticos e intestino son las mejores para el aislamiento vírico.

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Se puede examinar el semen para determinar la presencia del BDV, pero el semen sin tratar es fuertemente citotóxico y se debe diluir; normalmente se diluye 1/10, como mínimo, en medio de cultivo. Como la principal fuente de semen infectado por el BDV procede de carneros IP, para identificar estos animales es más fiable la sangre que el semen como muestra clínica. Existen muchas variaciones en los procedimientos de aislamiento vírico. Se deberían optimizar todos ellos para alcanzar la máxima sensibilidad utilizando una preparación vírica estándar de referencia y, cuando sea posible, aislamientos recientes de campo del BDV. A continuación se describe un procedimiento práctico y sensible para el aislamiento en tubo: i)

Los cultivos con monocapas subconfluentes o casi confluentes de células ovinas susceptibles se lavan al menos dos veces con solución salina balanceada de Hanks para eliminar el medio de cultivo antes de inocularlos con aproximadamente 0,2 ml de muestra y conseguir la adsorción durante 2 horas a 37°C.

ii)

Se lavan los cultivos con al menos 2 ml de medio. Se elimina y se añade un volumen apropiado de medio de mantenimiento de cultivo.

iii)

Los cultivos se incuban durante 5–7 días a 37°C. Se examinan al microscopio diariamente y se registra la evidencia de efecto citopático (ECP).

iv)

Los cultivos se congelan a –70°C, y posteriormente se descongelan, como antes, y se pasan a cultivos frescos.

v)

Entre 3 y 4 días más tarde, las células que crecen sobre el vidrio se fijan con acetona fría durante 15 minutos mientras que las células que crecen sobre el plástico se fijan tal como se indica más adelante en la sección dedicada a la prueba de neutralización. Las células fijadas se tiñen empleando un método de inmunofluorescencia directa o indirecta. Los controles esenciales deben incluir células negativas conocidas y células que crecen con cepas estándares citopáticas y no citopáticas del BDV.

vi)

Las células se examinan con un microscopio con luz UV para detectar fluorescencia citoplásmica difusa, que es característica de los pestivirus.

Se puede utilizar así mismo una tinción de inmunoperoxidasa sobre cubreobjetos o portas compartimentalizados así como placas de microtitulación (véase el método de la prueba de neutralización vírica [NV] más abajo). También se pueden ensayar cultivos congelados y descongelados mediante un sistema ELISA de detección antigénica en el que se utilizan anticuerpos monoclonales (MAb) frente a epitopos en la proteína NS 2-2 no estructural conservada. La tinción para detectar los pestivirus no citopáticos normalmente permite la detección del virus al final del primer pase, pero, con el fin de detectar los virus de crecimiento lento en células poco propicias, es preferible realizar dos pases.

b)

Immunohistoquímica Es posible la detección de la presencia del antígeno vírico en la mayoría de los tejidos de los animales IP (4, 21). Dicha detección se debe llevar a cabo con secciones de tejido congeladas y fijadas con acetona (secciones criostáticas) o con muestras incluidas en parafina empleando los anticuerpos apropiados. Son adecuados los anticuerpos específicos para el pan-pestivirus con la especificidad del NS2-3. Los tejidos con una cantidad elevada de antígeno vírico son el cerebro, la glándula tiroides y la mucosa oral. Se ha demostrado que las biopsias cutáneas son útiles para el diagnóstico in vivo de la infección persistente por el BDV.

c)

Enzimoinmunoensayo para la detección de antígeno El primer ELISA para la detección antigénica de pestivirus se describió con el fin de detectar ovejas virémicas. En la actualidad se ha convertido en un ELISA de captura con sistema doble para utilizarlo en ovejas y vacas. Se unen dos MAb de captura a los pocillos de las placas de microtitulación, y otros dos MAb, conjugados con peroxidasa, sirven como MAb de detección (9). Esta prueba es la más utilizada para identificar ovejas virémicas IP utilizando leucocitos sanguíneos lisados con detergente y lavados. La sensibilidad es parecida a la obtenida mediante el aislamiento vírico y es un método práctico para la detección del virus en un gran número de muestras de sangre. Como en el aislamiento vírico, los niveles elevados de anticuerpos calostrales pueden enmascarar una viremia persistente. El ELISA es más efectivo que el aislamiento vírico en presencia de anticuerpos, pero puede dar resultados negativos falsos en corderos virémicos menores de 2 meses de edad. Habitualmente el ELISA no es lo bastante sensible para detectar infecciones agudas del BDV en muestras de sangre. Al igual que para la prueba con leucocitos, también se puede emplear el ELISA para detectar el antígeno en suspensiones de tejidos, especialmente de bazo, procedentes de ovejas sospechosas de IP, como una alternativa a los métodos de inmunofluorescencia y de inmunoperoxidasa en cultivos celulares. Se han publicado diversos métodos ELISA para pestivirus y en la actualidad se dispone de kits comerciales para detectar el BDV. Las pruebas ELISA en las que se utilizan MAb que reconocen los epitotos del NS2-3 no estructural y conservado deberían reconocer todas las cepas del BDV. Los ELISA basados en el reconocimiento por parte de los

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MAb de los epitotos de las proteínas estructurales, tales como Erns, que se utilizan para la detección del BVDV en el ganado, no son adecuados para el diagnóstico de la viremia del BDV en la ovejas.

d)

Métodos de detección de los ácidos nucleicos Se han determinado las secuencias genómicas completas de tres virus de la EF y se han comparado con las de otros pestivirus (2, 23, 28, 29). El análisis filogenético demuestra que los virus de la EF están más estrechamente relacionados con el CSFV que con el BVDV (1, 22, 27). Se describen varios formatos. Los protocolos básicos de la RT-PCR comprenden las etapas siguientes: i)

El ARN total se aísla mediante fenol-cloroformo, TRIZOL, isotiocianato de guanidina (GITC), o un método de paso por columna y centrifugación disponible en el mercado, o métodos de separación magnética de gotas. NOTA: muchas de estas sustancias químicas son muy tóxicas; deben seguirse las instrucciones de seguridad del fabricante.

ii)

Se realiza la RT-PCR. Se trata de una reacción en dos fases que consiste en: a)

Transcripción inversa para producir ADNc monocatenario único a partir de ARN vírico;

b)

La subsiguiente amplificación del ADNc por PCR para producir cantidades de ADN de doble cadena inmediatamente detectables.

Este proceso puede llevarse a cabo en dos reacciones distintas, cada una de ellas en un tubo para PCR separado (RT-PCR en dos pasos), o como dos fases en un único tubo para PCR (RT-PCR de un solo paso). En el formato de dos pasos, se pueden utilizar dos hexámeros aleatorios o cebadores específicos para cebar el paso de transcripción inversa; en el formato de paso único solo se pueden usar los cebadores específicos. iii)

El producto específico se detecta mediante uno de los siguientes métodos: a)

El uso de cebadores específicos para la EF en la RT-PCR, con observaciones mediante electroforesis en gel de agarosa, tinción con bromuro de etidio y transiluminación con luz UV para demostrar el amplicón de tamaño adecuado. NOTA: el bromuro de etidio es muy tóxico; hay que seguir las instrucciones del fabricante para su manejo. NOTA: la transiluminación con luz UV debe realizarse tomando las precauciones adecuadas para minimizar la exposición de la piel.

b)

La PCR anidada, en la que se utilizan cebadores de pan-pestivirus (normalmente orientados a la región 5’UTR) en una PCR primaria, seguida de la utilización de cebadores específicos para el virus de la EF en una PCR secundaria (anidada). En tales ensayos lo típico es utilizar aproximadamente 25 ciclos en la PCR primaria y 30–35 ciclos en la PCR anidada. Los amplicónes se visualizan mediante electroforesis en gel de agarosa como se indicó anteriormente. Estos ensayos aumentan la especificidad y la sensibilidad, pero son más susceptibles a la contaminación.

c)

La RT-PCR en tiempo real, en la que se utilizan cebadores específicos para la EF y/o sonda de oligonucleótidos marcados por fluoróforos para detectar la EF. Este método tiene ventajas de cara a la especificidad y la prevención de la contaminación. También es posible realizar una forma anidada de RT-PCR en tiempo real.

El diseño de los cebadores/sondas de oligonucleótidos es crucial para la eficacia de los ensayos, debido a la variabilidad de los aislamientos de BDV. Los cebadores para pan-pestivirus son adecuados para detectar y tipificar todas las especies de Pestivirus (18, 27), y se pueden combinar con la secuenciación cuando esta sea necesaria para la investigación epidemiológica o de la especificidad. También se han descrito cebadores específicos para el reconocimiento de los virus de la EF (11, 30, 33). Utilizando un único tubo cerrado en la RT-PCR con sondas fluorescentes se reduce la posible contaminación cruzada de las muestras de diagnóstico (12, 33). La elaboración de la RT-PCR en tiempo real permite simultáneamente la detección y tipificación rápidas de los pestivirus ovinos (33).Como aplicaciones importantes de los métodos de RT-PCR cabe citar la detección del ARN vírico en tejidos fetales y en constituyentes de cultivos celulares o en vacunas (26); También se observa que esa técnica es válida para detectar el virus en presencia de anticuerpos específicos del BDV. Está en proceso de elaboración la validación de la RT-PCR. Las precauciones que se deben tomar con la RT-PCR están contempladas en el capítulo 1.1.5. Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados para el diagnóstico de enfermedades infecciosas.

2.

Pruebas serológicas

Normalmente, los anticuerpos contra el BDV se detectan en los sueros de oveja utilizando la neutralización vírica (NV) o el ELISA. También se puede emplear la prueba de inmunodifusión en gel de agar (IGDA), que es menos sensible. En cada prueba se deben incluir sueros de referencia para control positivo y negativo. Para ser considerados válidos, estos deberían dar resultados dentro de los límites predeterminados para la prueba. Se

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pueden probar sueros individuales para determinar la prevalencia del BDV en un rebaño, región o país. Sin embargo, para el diagnóstico, los sueros de la etapa aguda y convaleciente constituyen las muestras más adecuadas para confirmar una infección aguda por el BDV. Siempre se deberían probar las muestras repetidas de suero procedente de cada animal, una junto a la otra en la misma placa.

a)

Prueba de neutralización vírica Para la prueba de NV se puede utilizar una cepa citopática estándar del BDV (p.ej. la cepa Moredun) con células semicontinuas como las de FLM. Más abajo se indica un protocolo resumido. i)

Los sueros control y problema se inactivan por calor durante 30 minutos a 56°C.

ii)

Partiendo de una dilución 1/4 del suero, se preparan diluciones seriadas al doble de los sueros problema en el medio de crecimiento del cultivo celular en una placa de microtitulación de 96 pocillos de fondo plano para cultivos celulares. Para cada muestra se utilizan dos o cuatro pocillos de cada dilución dependiendo de la precisión requerida. El rango de las diluciones también puede variar. Es habitual ensayar los sueros inicialmente a la dilución 1/4 y titular los sueros positivos. Para titular los sueros, se necesita un mínimo de cuatro pocillos. El volumen estándar de trabajo es 25 µl: a cada pocillo se añaden 25 µl del suero diluido; se añaden 25 µl de medio a cada uno de los dos pocillos control inferiores, y se añaden 25 µl de medio que contenga 100 DICT50 (dosis infectiva 50% en cultivo de tejido) del virus a cada uno de los dos pocillos problema superiores. En cada prueba se incluyen una titulación del virus y sueros control positivo y negativo.

iii)

Las placas se sellan con un sellador de placas no tóxico o una tapa, y se incuban a 37°C durante 1 hora.

iv)

A cada pocillo se añaden 100 µl de una suspensión celular con una concentración de 2 × 105 células/ml. El FBS o el suero equivalente para el crecimiento de las células deben estar libres de anticuerpos frente al BDV.

v)

Se sella la placa o se incuba en una cámara húmeda con CO2 al 5% durante 4 días a 37°C.

vi)

Los pocillos se examinan al microscopio para detectar posibles efectos citopáticos (ECP). En los pocillos control de los sueros problema, la degeneración celular será debida a la toxicidad. Se puede intentar la dilución posterior de los sueros tóxicos, pero es posible que no se obtengan resultados fiables con sueros ocasionales. El título de NV para cada suero es la dilución a la cual se consigue neutralizar al virus en el 50% de los pocillos. Se puede calcular mediante el método de Spearman– Kärber. Un animal seronegativo no mostrará neutralización a la dilución más baja (p.ej. 1/4).

Es difícil la elección del virus de prueba debido a la diversidad antigénica entre los pestivirus (8, 14). Se pueden utilizar cepas estándar de los BVDV citopáticos y células bovinas. Los resultados con la cepa Oregon C24V se correlacionan mejor con el BDV Moredun que los resultados con la cepa NADL. Ninguna cepa individual es ideal. Debería emplearse una cepa local que proporcione el título mayor de anticuerpos con un rango de sueros positivos de oveja. También se puede utilizar la prueba de NV con virus no citopáticos cuando se emplee el sistema de tinción de inmunoperoxidasa después de la etapa v) indicada más arriba. Este sistema de tinción consiste en: i)

Se elimina el medio de cultivo y las células se lavan suavemente con solución salina tamponada con fosfato (PBS) templada, se secan al aire y se enfrían a 4°C.

ii)

Las células se fijan rápidamente añadiendo a todos los pocillos acetona al 95% (en agua) previamente enfriada a –20°C. Las placas se mantienen a –20°C durante 30 minutos y no se deberían apilar ni permitir que se calienten porque el plástico se puede deteriorar.

iii)

Se elimina la acetona y se secan las placas rápidamente en un ambiente fresco.

iv)

A todos los pocillos se les añaden 50 µl de antisuero frente al BDV a una dilución predeterminada en PBS con Tween 80 al 1% (PBST). Las placas se incuban a 37°C durante 30 minutos en una atmósfera húmeda.

v)

Se vacían las placas y se lavan tres veces con PBST.

vi)

Se vacían los pocillos y se les añade un suero apropiado anti-especie conjugado con peroxidasa a una dilución predeterminada, y las placas se dejan durante 30 minutos a 37°C en una atmósfera húmeda.

vii)

Se vacían las placas y se lavan tres veces con PBST.

viii) Se vacían los pocillos de las placas y se les añaden 50 µl de sustrato activado, p.ej. 3-amino-9etilcarbazol (AEC). La solución de base AEC es: AEC (0,1 g) disuelto en dimetil formamida (15 ml). Para utilizar, se añade la solución de base (0,3 ml) a 0,05 M de tampón acetato, pH 5,0, filtrado a

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Capítulo 2.7.1. — Enfermedad de la frontera

través de membrana (4,7 ml), y posteriormente se añade H2O2 al 30% (5 µl). NOTA: esta solución es tóxica y se ha de manejar con las debidas precauciones. ix)

Se incuban las placas a temperatura ambiente y se observan con detalle los pocillos control viruspositivos conocidos para detectar el desarrollo de la tinción citoplásmica específica roja-marrón. Cuando la tinción es completa, se elimina el sustrato cuidadosamente y se lavan a fondo los pocillos con agua corriente. Se deja el agua corriente en los pocillos y las placas se examinan al microscopio para observar los pocillos que contengan el virus.

x)

El título de NV se calcula como se ha indicado más arriba utilizando el método de Spearman–Kärber.

xi)

Alternativamente, la prueba se puede llevar a cabo empleando la tinción directa con el conjugado de isotiocianato de fluoresceína.

En ocasiones puede ser necesario determinar si el anticuerpo presente en el rebaño está dirigido contra un virus perteneciente a un serogrupo particular de Pestivirus. Se puede utilizar una prueba diferencial de NV en la que los sueros se titulan contra virus representativos de cada uno de los grupos de Pestivirus, i.e. el BDV, los tipos 1 y 2 del BVDV y el CSFV. El título máximo identificará al serotipo infectante y también se revelará el espectro de reacción cruzada con los restantes serotipos.

b)

Enzimoinmunoensayo

Se ha descrito un ELISA de captura con MAb para medir los anticuerpos frente al VDV. Dos MAb de panpestivirus que detectan epítopos diferentes de la proteína no estructural inmunodominante NS 2/3 se utilizan para capturar el antígeno crecido en cultivo celular y lisado con detergente. Los resultados correlacionan cualitativamente con los de la prueba de NV (10). El antígeno se prepara como se indica a continuación: Se utilizan ocho frascos de 225 cm2 de células FLM recientemente confluentes; cuatro frascos servirán como controles y cuatro se infectarán. Los frascos se lavan y se infectan cuatro con 0,01–0.1 m.o.i. (multiplicidad de infección) del BDV citopático Moredun. Se deja que el virus se adsorba durante 2 horas a 37°C. Se añade medio de mantenimiento que contenga FBS al 2% (libre de anticuerpos frente al BDV) y se incuban los cultivos durante 4–5 días hasta que se observa ECP. Se juntan los sobrenadantes de los cuatro frascos que sirven como controles y, por separado, los sobrenadantes de los cuatro frascos infectados. Se centrifugan a 3.000 g durante 15 minutos para precipitar las células. Se eliminan los sobrenadantes. Se retienen los precipitados celulares. Se lavan los frascos con 50 ml de PBS y se repite la fase de centrifugación como se ha indicado más arriba. Se juntan todos los precipitados que sirven como controles en 8 ml de PBS que contenga Nonidet P40 al 1% y se devuelven 2 ml a cada frasco control para lisar las células que han permanecido fijadas. Se repite lo mismo para el caso de las células infectadas. Se mantienen los frascos a 4°C durante al menos 2 horas agitando vigorosamente el volumen escaso de líquido en las células durante 30 minutos para asegurar la separación completa de las células. Se centrifugan el antígeno control y el infectado a 12.000 g durante 5 minutos para extraer los residuos celulares. Los antígenos del sobrenadante se conservan a –70°C en alícuotas pequeñas.

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Procedimiento de la prueba

i)

Los dos MAb se diluyen a una dilución predeterminada en 0,05 M de tampón bicarbonato, pH 9,6. Todos los pocillos de una placa de microtitulación adecuada para la prueba ELISA (p.ej. Nunc maxisorb, Greiner 129b) se cubren toda la noche con estos anticuerpos a 4°C.

ii)

Después de lavar tres veces con PBST, se añade a todos los pocillos una solución de bloqueo de PBST que contenga suero de caballo al 10% (PBSTH), y se incuban a 37°C durante 1 hora.

iii)

El antígeno se diluye a una dilución predeterminada con PBSTH y se antigenan filas alternas de pocillos con los antígenos víricos y los de controles durante 1 hora a 37°C. Posteriormente, se lavan las placas tres veces con PBST antes de añadirles los sueros problema.

iv)

Los sueros problema se diluyen 1/50 en PBSTH y se añaden a los pocillos con los virus duplicados y los controles duplicados durante 1 hora a 37°C. Posteriormente, se lavan las placas tres veces con PBST.

v)

Se diluye la IgG anti-ovina conjugada a peroxidasa a una dilución predeterminada en PBSTH y se añade a todos los pocillos durante 1 hora a 37°C. Se lavan las placas tres veces con PBST.

vi)

Se añade un sustrato enzimático activado, que sea adecuado, tal como orto-fenilendiamina (OPD) o tetrametil azul (TMB) teniendo en cuenta las advertencias del fabricante acerca de su toxicidad. Después del desarrollo de color, la reacción se para con ácido sulfúrico y se lee la absorbancia con un lector de placas ELISA. El valor medio de los dos pocillos controles se sustrae de los valores medios de los dos pocillos víricos para obtener la absorbancia corregida para cada suero. Los resultados se expresan como absorbancia corregida con respecto a la correspondiente absorbancia corregida de los

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Capítulo 2.7.1. — Enfermedad de la frontera

sueros conocidos positivos y negativos. Alternativamente, se pueden extrapolar los títulos del ELISA a partir de una curva estándar de diluciones seriadas de un suero positivo de referencia conocido. Si se pueden preparar antígenos de suficiente potencia, se puede omitir la etapa de captura con los MAb. En este caso, se cubren filas alternas de los pocillos con el antígeno vírico y control diluidos a una dilución predeterminada en 0,05 M de tampón bicarbonato, pH 9,6, toda la noche a +4°C. Las placas se lavan y bloquean como en la fase (ii) indicada más arriba. Después de lavar, se añaden los sueros problema diluidos y la prueba sigue adelante a partir de la fase (iv), como se indica más arriba.

c)

Prueba de inmunodifusión en gel de agar La prueba de IGDA se utilizó por primera vez para demostrar la relación inmunológica entre los BDV, BVDV y CSFV. La cepa Oregon C24V del BVDV crecida en células de testículo de ternero se ha utilizado para detectar los anticuerpos en ovejas. Se puede preparar un antígeno adecuado empleando el medio recogido procedente de células que muestren precozmente ECP. Se necesita concentrar el medio aproximadamente 100 veces mediante diálisis contra polietilenglicol (PEG). Alternativamente, se puede añadir PEG 6000 para sonicar suspensiones virus/células en una proporción del 8% (p/v). Después de agitar constantemente durante toda la noche a 4°C, se elimina el precipitado por centrifugación a 1.800 g durante 1 hora. Se decanta por completo el sobrenadante y se resuspende el precipitado hasta el 1% del volumen de cultivo original virus/células en agua destilada. El precipitado resuspendido se centrifuga a 286.000 g durante 2 horas y se recoge el sobrenadante para ser utilizado como antígeno. Se elimina el precipitado.

C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y EL MATERIAL DE DIAGNÓSTICO Para considerar útil una vacuna del BDV, debería ser efectiva al administrarla a las ovejas hembras antes del periodo de cría con el fin de prevenir la infección transplacentaria. En Europa se han preparado vacunas con el virus BDV entero inactivado con fines experimentales y comerciales (5, 25). Se han encontrado pestivirus contaminantes de vacunas de virus vivos modificados que provocan enfermedades graves después de ser administradas a cerdos, vacas, ovejas y cabras. Entre las vacunas contaminadas, están las utilizadas para el control de la enfermedad de Aujeszky, del CSFV, de rotavirus, de coronavirus, de la peste bovina, de la viruela ovina y de la dermatitis pustular contagiosa. La capacidad insidiosa de los pestivirus para atravesar la placenta y de este modo establecer los animales IP, les proporciona el potencial de contaminar a las vacunas a través de las células, el suero empleado como suplemento en los medios o el virus utilizado como base de inóculo. Como casi todos los aislamientos de los pestivirus son no citopáticos, permanecerán sin ser detectados a menos que se lleven a cabo pruebas específicas.

1.

Control del inóculo

a)

Caracterización del inóculo Una vacuna ideal debería contener una cepa o cepas del virus que proporcionen protección frente a todos los pestivirus ovinos. Recientemente, se ha demostrado que existen tres grupos de pestivirus antigénicos distintos que infectan ovejas. Un grupo es el representado por la cepa de referencia del BDV Moredun; el segundo grupo contiene los virus similares a la mayoría de las cepas del BVDV bovino (BVDV tipo 1); y el tercer grupo engloba las cepas menos comunes del BVDV (tipo 2) (32). Más recientemente, los aislamientos de pestivirus ovino se han dividido sobre la base del análisis filogenético y antigénico en los genotipos BDV-1, BDV-2 y BDV-3 (2). Solo el análisis filogenético sugiere que el aislamiento caprino italiano de BDV y los aislamientos en ovejas chamois Ibéricas representan dos genotipos adicionales (28). Es preciso realizar más estudios de neutralización cruzada para determinar el significado de estos descubrimientos. No obstante, parece lógico que cualquier vacuna del BDV debería contener al menos un representante de los grupos BDV y BVDV (tipo 1). La caracterización de los virus de las vacunas clonadas biológicamente debería comprender la tipificación con MAb y la genotipificación (16).

b)

Cultivo Se puede utilizar una variedad de cultivos celulares de rumiantes. Los rendimientos óptimos dependen del tipo celular y de los aislamientos empleados. Existe una vacuna comercial del BDV que contiene dos cepas del virus y que se prepara en líneas celulares ovinas (5). Las células se deberían preparar de acuerdo con el sistema de lotes del inóculo procedente de un virus del inóculo original (MCS) que se haya demostrado que está libre de microorganismos contaminantes. Solo se debería preparar la vacuna en células con menos de 20 pases a partir del MCS. Se debería comprobar que no existe contaminación debida a pestivirus en células control procedentes de cada pase.

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Capítulo 2.7.1. — Enfermedad de la frontera

c)

Validación como vacuna Todas las vacunas deben superar las pruebas estándar de inocuidad y eficacia. La prueba de inocuidad de las vacunas inactivadas del BDV debería suponer el control de todos los componentes de las vacunas para detectar los posibles pestivirus contaminantes. Las pruebas de eficacia de las vacunas del BDV deben demostrar su capacidad para prevenir la propagación transplacentaria del virus. Se ha logrado un desafío efectivo de las ovejas gestantes vacunadas entre los días 50–60 de gestación mediante la instalación intranasal del virus o mezclándolas con ovejas IP (5).

2.

Método de producción

Se han preparado vacunas inactivadas empleando técnicas de laboratorio convencionales con cultivos celulares estacionarios o en frascos rotatorios. Algunos inactivantes son la formalina y la beta-propiolactona. Los adyuvantes pueden ser hidróxido de aluminio o aceite (5, 25).

3.

Control del proceso

Los cultivos se deberían inspeccionar a diario para asegurar que están libres de contaminación bacteriana evidente y que cualquier ECP observado sea el apropiado al virus citopático que se esté tratando de multiplicar. No se debería observar ECP en cultivos que se estén utilizando para que se repliquen cepas víricas no citopáticas.

4.

Control de lotes

a)

Esterilidad En el capítulo 1.1.9. se pueden encontrar las pruebas para determinar si los materiales biológicos están estériles y libres de contaminación.

b)

Inocuidad Se debería comprobar rigurosamente que las muestras procedentes de las vacunas inactivadas carecen de virus viables. Se deberían realizar varios pases con muestras del producto empleando cultivos celulares susceptibles para asegurar la ausencia del BDV vivo. Este control in vitro se puede mejorar inyectando dos ovejas BDV-seronegativas con 20 dosis de antígeno sin valorar como parte de una prueba de inocuidad estándar. La presencia del virus vivo tendrá como resultado el desarrollo de una respuesta serológica más convincente que la que se observaría utilizando el virus inactivado solo. También se pueden examinar los sueros de ovejas inoculadas para detectar anticuerpos dirigidos contra otros posibles organismos contaminantes.

c)

Potencia Asimismo, es mejor ensayar la potencia de la vacuna con ovejas seronegativas en las que se mida el desarrollo y nivel de anticuerpos. Una medida indirecta de la potencia la proporciona el nivel de la infección vírica previa a la inactivación. El contenido antigénico después de la inactivación se puede valorar mediante un ELISA de captura con MAb y relacionar con los resultados de potencia establecidos in vivo. Al igual que se recomienda en el caso de las pruebas de potencia de la vacuna del BVDV en vacas, se aconseja demostrar que la vacuna puede prevenir la transmisión transplacentaria del BDV en ovejas gestantes.

d)

Duración de la inmunidad No se dispone de información acerca de la duración de la inmunidad después de la vacunación. Es improbable que las vacunas inactivadas proporcionen niveles sostenidos de inmunidad y es probable que después de un tratamiento inicial de 2 o 3 inyecciones sean necesarias dosis anuales de refuerzo. No se dispone de información suficiente para determinar si existe una correlación entre los títulos de anticuerpos vacunales en la hembra progenitora y la protección fetal.

e)

Estabilidad Existe escasa información sobre la estabilidad de las vacunas del BDV. Es de suponer que las vacunas inactivadas tengan al menos un año de periodo de validez si se protegen de la luz y conservan a 4°C.

10

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Capítulo 2.7.1. — Enfermedad de la frontera

f)

Conservantes Se pueden añadir conservantes a los contenedores multidosis de vacunas que estarán sujetos a la aprobación de la Autoridad de Control.

g)

Precauciones (riesgos) El BDV se considera un riesgo para la salud humana. Se deberían utilizar prácticas microbiológicas adecuadas y estandarizadas para manipular el virus.

5.

Pruebas sobre el producto final

a)

Inocuidad Solo pruebas in vitro.

b)

Potencia Pruebas in vitro del contenido antigénico

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