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MÓDULO 5 Sistemas de tratamiento y disposición final de los DSH/P CONTENIDO DEL MODULO Objetivos del Módulo 5 1
Marco conceptual
2
Sistemas de tratamiento 2.1
La desinfección 2.1.1 2.1.2 2.1.3 2.1.4
2.2
Desinfección química Desinfección térmica húme da Desinfección por microondas Desinfección por irradiación
La incineración
3
Criterios para la selección del tipo de tratamiento
4
Elementos para un sistema de monitoreo
5
La disposición final 5.1
El relleno sanitario especial (RSE)
5.2
Sistemas de tratamiento y destino final para Instalaciones de Salud rurales 5.2.1 5.2.2 5.2.3
Incineración en instalaciones de salud rurales Fosa de seguridad Fosa de seguridad para objetos punzocortantes
Bibliografía
OBJETIVOS DEL MÓDULO 5 Objetivo general Ilustrar las características de los diferentes sistemas de tratamiento y de disposición final de los DSH/P y ofrecer instrumentos para la elección de los más adecuados a cada situación específica.
Objetivos del aprendizaje Al finalizar el Módulo, el personal que participa en la capacitación será capaz de:
♦
Identificar los sistemas de tratamiento más comunes de los DSH/P y reconocer sus características, ventajas y desventajas.
♦
Reconocer los criterios generales en los que se funda la selección del sistema de tratamiento más adecuado.
♦
Identificar las características que debe tener una disposición final segura de los DSH/P.
♦
Identificar prácticas alternativas de tratamiento y disposición final para Instalaciones de Salud de tipo rural.
1 MARCO CONCEPTUAL La mayoría de los sistemas de tratamiento propuestos en esta Guía son adecuados sólo para tratar desechos bioinfecciosos (por medio de diferentes técnicas de desinfección), mientras que la incineración es adecuada tanto para los bioinfecciosos como para ciertos tipos de desechos químicos. Bajo ninguna circunstancia estos sistemas sirven para tratar desechos radiactivos. Los técnicos encargados de la dirección de las plantas de tratamiento deben disponer de los conocimientos y criterios necesarios para definir, de acuerdo con las indicaciones procedentes de la Instalación de Salud, cuáles desechos pueden tratarse y para cuáles hay que buscar destinos alternativos. De ahí la importancia de un eficiente sistema de etiquetado que permita identificar el contenido de las diferentes bolsas y contenedores que llegan a la planta de tratamiento. Esto es indispensable también porque hay plantas que pueden tener dos sistemas distintos de tratamiento, utilizados según el tipo de DSH/P; por ejemplo, los patológicos a la incineración, los bioinfecciosos a la desinfección térmica húmeda, etc. Para los productos farmacéuticos vencidos, la solución ideal es devolverlos al proveedor original. Otra opción posible es diluirlos al sistema de alcantarillado, lo que conlleva el riesgo de afectar las operaciones de la planta de tratamiento de aguas residuales y de contaminar los recursos hídricos superficiales y subterráneos. Por lo tanto, esta operación debe ser evaluada atentamente, antes de su ejecución, y realizarse bajo estricto control técnico. Los fármacos citotóxicos deben ser quemados o degradados químicamente por especialistas calificados. Nunca deberán diluirse ni descargarse al sistema de alcantarillado. Una Instalación de Salud de gran tamaño podría estimar conveniente instalar un sistema de tratamiento propio, siempre que disponga de un área adecuada para tal fin. Sin embargo, a un hospital de tamaño mediano o pequeño, ubicado en las cercanías de otro mayor, le conviene establecer un convenio con este último para utilizar su sistema de tratamiento. La solución más adecuada sería construir una planta centralizada para el tratamiento de los DSH/P, a fin de satisfacer las necesidades de varias Instalaciones de Salud. En ese caso las ventajas son: ♦
reducir el número de posibles focos de contaminación;
♦
reducir la cantidad necesaria de personal especializado;
♦
reducir los costos de operación.
2 SISTEMAS DE TRATAMIENTO La finalidad de cualquier sistema de tratamiento es eliminar las características de peligrosidad de los DSH/P para que, después del tratamiento, no representen más riesgo para la salud pública que los desechos comunes. Cualquier sistema de tratamiento para los DSH/P tiene que cumplir con los requisitos bás icos siguientes:
•
Asegurar la destrucción total y completa de todos los gérmenes patógenos presentes, incluyendo los que se encuentran al interior de agujas, jeringas, catéteres, etc.
•
No ocasionar problemas al medio ambiente con emisiones gaseosas, descargas líquidas y sólidas.
•
Ser de segura y comprobada tecnología, así como también de práctico funcionamiento y mantenimiento.
Además, son factores deseables: •
Permitir una reducción del volumen de los desechos tratados.
•
Lograr que las partes anatómicas o semejantes, como por ejemplo las placentas, sean eliminadas sin ocasionar problemas estéticos y/o religiosos.
Es importante también que mediante el tratamiento se logre una transformación irreversible de los diferentes objetos, con el fin de evitar la reutilización clandestina de los artículos que puedan tener valor comercial. Las alternativas disponibles para el tratamiento de los DSH/P están también vinculadas al tamaño de la Instalación de Salud y la localidad donde se ubica.
Los sistemas de tratamiento Actualmente los sistemas de tratamiento más conocidos para los DSH/P son: Para desechos bioinfecciosos →
desinfección por tratamiento químico
→
desinfección por tratamiento térmico
→
desinfección por microondas
→
desinfección por irradiación
Para desechos bioinfeciosos y químicos →
incineración
2.1 La desinfección Consiste en eliminar los microorganismos patógenos presentes en los desechos bioinfecciosos. Se diferencia de la esterilización en que esta última implica la destrucción de todos los microorganismos presentes. La desinfección puede lograrse por medio de procesos químicos y térmicos, por microondas o por irradiación. Dependiendo del tipo de desinfección y de su eficacia, los desechos bioinfecciosos pierden su peligrosidad y pueden, por lo tanto, ser manejados como residuos comunes.
2.1.1 La desinfección química
Para efectuar la desinfección química debe procederse a la trituración preliminar de los desechos bioinfecciosos. Este tipo de desinfección puede realizarse con una amp lia variedad de desinfectantes. Su eficacia depende de tres factores: • • •
tipo de desinfectante utilizado su concentración tiempo de contacto
Ventajas → →
bajo costo puede realizarse en la fuente de generación
Desventajas →
podría ser ineficaz contra cepas de patógenos que son resistentes a un químico determinado;
→
las oportunidades de desinfectar químicamente el interior de una aguja o de una jeringuilla son muy bajas;
→
podría aumentar los riesgos, porque se tiende a considerar que los desechos que han sido "tratados" con desinfectantes son seguros;
→
no reduce el volumen de los desechos tratados;
→
la disposición del desinfectante usado puede afectar el funcionamiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales, afectando el proceso de degradación biológica.
2.1.2 Desinfección térmica húmeda Consiste en someter los residuos bioinfecciosos a un tratamiento térmico, bajo ciertas condiciones de presión, en una cámara sellada (autoclave) por un tiempo determinado, previa extracción del aire presente. Para que la desinfección sea completa, el vapor tiene que penetrar en cada parte de los desechos y mantener la temperatura alrededor de los 160ºC por un mínimo de 12 a 15 minutos. Se encuentran disponibles autoclaves de diferentes tamaños que pueden ser seleccionados de acuerdo con la cantidad de desechos producidos por el hospital o el grupo de hospitales. Para una desinfección efectiva, sobre todo de las agujas, sería preferible su trituración o desfibración preliminar. Los factores principales que deben considerarse cuando se tratan desechos infecciosos mediante la esterilización de vapor son: • • •
el tipo de desecho; los empaques y recipientes; el volumen de los desechos y el tipo de carga en la cámara de tratamiento.
Tipos de desechos
Los desechos infecciosos de baja densidad, tales como muchos materiales plásticos, son más adecuados para la esterilización a vapor. Los desechos de alta densidad, tales como partes grandes de cuerpos y cantidades grandes de
material animal o de fluidos, dificultan la penetración del vapor y requieren un tiempo más largo de esterilización. En el caso de que se genere una gran cantidad de desechos de alta densidad, deberían considerarse métodos de tratamiento alternativos como, por ejemplo, la incineración o el uso previo de trituradores. Empaques y recipientes En la desinfección térmica húmeda se deben utilizar recipientes que permitan la penetración del vapor sin derretirse. Cuando los envases utilizados para contener los desechos bioinfecciosos no respondan a estas características, deberá procederse de la siguiente forma:
a)
si se utilizan contenedores lábiles, que se derriten con el calor, es recomendable colocarlos dentro de otros recipientes (plástico rígido o bolsas resistente al calor) para evitar ensuciar o dañar las paredes del autoclave y facilitar la extracción de los desechos tratados;
b)
en el caso de envases de plástico (por ejemplo, polietileno), que sí resisten al calor pero impiden la penetración del vapor, es necesario operar previamente el destape de los mismos para que el proceso de esterilización sea efectivo.
Volumen y tipo de carga de los desechos El volumen del desecho es un factor importante en la esterilización mediante el vapor. Considerando que puede resultar difícil lograr la temperatura de esterilización con cargas grandes, puede ser más efectivo tratar una cantidad grande de desechos en dos cargas pequeñas, en lugar de una sola. Ventajas →
alto grado de efectividad;
→
es un equipo simple de operar;
→
es un equipo conceptualmente similar a otros normalmente utilizados en Instalaciones de Salud (autoclaves para esterilización).
Desventajas →
no reduce el volumen de los desechos tratados;
→
puede producir malos olores y generar aerosoles;
→
es necesario utilizar recipientes y/o bolsas termo resistentes, que tienen costos relativamente elevados;
→
no es conveniente para residuos patológicos, porque siguen siendo reconocibles después del tratamiento;
→
los aparatos de vapores son escasamente utilizados en países tropicales, de tal manera que no hay familiaridad con los riesgos que implican.
El personal involucrado en la esterilización de vapor debería educarse en técnicas apropiadas para minimizar la exposición personal a los peligros que el uso del autoclave puede generar. Estas técnicas incluyen uso de equipo
protector, técnicas para reducir al mínimo la producción de aerosoles y técnicas para la prevención de derrames de desechos durante la carga del autoclave.
2.1.3 Desinfección por microondas
Consiste en someter los desechos bioinfecciosos, previamente triturados y rociados con vapor, a vibraciones electromagnéticas de alta frecuencia, hasta alcanzar y mantener una temperatura de 95 a 100 ºC por el tiempo necesario. Estas vibraciones electromagnéticas producen como resultado el movimiento a gran velocidad de las moléculas de agua presentes en los desechos. La fricción que se origina entre ellas genera un intenso calor. El proceso no es apropiado para grandes cantidades de DSH/P (más de 800 a 1.000 kg diarios) y tampoco para desechos patológicos. Existe también el riesgo de emisiones de aerosoles que pueden contener productos orgánicos peligrosos. Los sistemas de desinfección por microondas son muy utilizados para el tratamiento local de los desechos de laboratorios y son constituidos por hornos pequeños, cuyo principio de funcionamiento es el mismo de los hornos de microondas de uso doméstico. Nunca hay que poner objetos metálicos en estos hornos, ya que las microondas, al rebotar en el metal, generan descargas eléctricas entre éstos y las paredes del horno. Por consiguiente, los punzocortantes en ningún caso deben tratarse con este sistema. Ventajas →
alto grado de efectividad.
Desventajas →
costo de instalación superior al del autoclave;
→
no es aprop iado para tratar más de 800 a 1.000 kg diarios de desechos;
→
riesgos de emisiones de aerosoles que pueden contener productos orgánicos peligrosos;
→
requiere personal especializado y estrictas normas de seguridad.
2.1.4 Desinfección por irradiación Consiste en destruir los agentes patógenos presentes en los desechos mediante su exposición a radiaciones ionizantes. La molienda o desfibración preliminar es realizada para mejorar la eficacia del procedimiento. La irradiación es un proceso de alta tecnología que debe ser operado con grandes precauciones y necesita de estructuras físicas adecuadas. Por tales razones no se recomienda, sobre todo, en situaciones en las cuales no haya técnicos disponibles y bien capacitados, o en donde los repuestos y los accesorios no sean fáciles de obtener. Los riesgos que se enfrentan en la utilización de sustancias radiactivas son bien conocidos: daños al patrimonio genético, a la médula ósea, a las células de la sangre y a la piel (enfermedades neoplásticas), entre otros. Ventajas
→
alto grado de efectividad;
→
contaminación mínima;
→
es menos costosa que una desinfección química o térmica.
Desventajas →
requiere máxima seguridad ante el peligro de radiaciones;
→
tecnología compleja y problemas de mantenimiento; personal de operación altamente capacitado y estructuras físicas adecuadas;
→
la fuente de irradiación se convierte en desecho peligroso al terminar su vida útil.
2.2 La incineración Consiste en destruir los desechos (bioinfecciosos y químicos) mediante un proceso de combustión en el cual éstos son reducidos a cenizas. Los incineradores pueden quemar la mayoría de los desechos sólidos peligrosos, incluyendo los farmacéuticos y los químico-orgánicos, pero no los desechos radiactivos ni los contenedores presurizados. Los incineradores modernos están equipados con una cámara primaria y otra secundaria de combustión, provistas de quemadores capaces de alcanzar la combustión completa de los desechos y una amplia destrucción de las sustancias químicas nocivas y tóxicas (dioxina, furanos, etc). En la cámara de combustión secundaria se alcanzan temperaturas de alrededor de 1.100 ºC y se opera con un tiempo de permanencia de los humos de un mínimo de dos segundos. Para tratar el flujo de gases y las partículas arrastradas, antes de ser liberados a la atmósfera, se agregan torres de lavado químico, ciclones, filtros, etc. Los incineradores operan con máxima eficiencia cuando los desechos que se queman tienen un poder calórico suficientemente alto, es decir, cuando la combustión produce una cantidad de calor suficiente para evaporar la humedad de los desechos y mantener la temperatura de combustión sin añadir más combustible. En general, es preferible que los incineradores operen continuamente, ya que los camb ios de temperatura provocados por los paros deterioran rápidamente los revestimientos refractarios. Un incinerador a funcionamiento continuo o discontinuo, cuidadosamente operado, tiene una vida útil de 10 a 15 años. Necesita mantenimiento constante y un mantenimiento anual extraordinario que implica un paro del equipo entre 20 y 30 días. Para evitar que los paros previstos (e imprevistos) puedan causar grandes acumulaciones de desechos, sería deseable disponer de un segundo incinerador capaz de tratar los DSH/P por el período de paro del incinerador principal. Como alternativa se puede pensar en un pequeño relleno sanitario especial (RSE) adecuado para recibir los DSH/P producidos en los 20-30 días de paro anual. Ventajas →
Destruye cualquier material que contiene carbón orgánico, incluyendo los patógenos.
→
Produce una reducción importante el volumen de los desechos (80%-95%).
→
Los restos son irreconocibles y definitivamente no reciclables.
→
Bajo ciertas condiciones, permite el tratamiento de residuos químicos y farmacéuticos.
→
Permite el tratamiento de residuos anatómicos y patológicos.
Desventajas →
Cuesta 2 ó 3 veces más que cualquier otro sistema.
→
Supone un elevado costo de funcionamiento por el consumo de combustible (sobre todo si se cargan DSH/P con alto contenido de humedad).
→
Necesita un constante mantenimiento.
→
Necesita operadores bien capacitados.
→
Conlleva el riesgo de posibles emisiones de sustancias tóxicas a la atmósfera (ver Manual de Técnicos e Inspectores de Saneamiento).
3 CRITERIOS PARA LA SELECCION DEL TIPO DE TRATAMIENTO Para la selección del tipo de tratamiento más adecuado de los DHS/P, es conveniente evaluar varios factores: •
impacto ambiental;
•
costos de instalación;
•
costos de gestión y mantenimiento;
•
número de horas diarias de utilización del sistema (en función de la cantidad de DSH/P que serán tratados);
•
factores de seguridad.
Estas evaluaciones incluyen: •
la investigación de los sitios e instalaciones disponibles para el tratamiento o eliminación de DSH/P;
•
el cálculo de los costos de todas las opciones viables para hacer comparaciones;
•
la revisión de los requerimientos normativos y los permisos exigidos para la opción viable;
•
la determinación de costos o dificultades adicionales que podrían estar asociadas a las opciones seleccionadas.
A partir de estos datos, el planificador puede desarrollar una matriz de alternativas que incorporen las evaluaciones técnicas, los planes y los análisis económicos que conduzcan a un grupo de opciones apropiadas. En las posibles opciones deberá considerarse si es factible y oportuno el tratamiento al interior de las mismas instalaciones.
Al estimar costos, el planificador debe determinar la inversión de bienes de capital, así como los costos anuales de mantenimiento, de operación, instalación y amortización del equipo. Al seleccionar una opción de manejo de desechos, el planificador debe considerar, además de la conveniencia económica, los siguientes aspectos: ♦
condiciones específicas locales o referentes a la composición de los desechos a tratar, que puedan causar suspensiones accidentales de operación o bajo rendimiento de la misma;
♦
condiciones futuras y cambios potenciales, tales como los relacionados con regulaciones y estándares;
♦
actitudes contrarias y la eventual oposición pública a una o más opciones de tratamiento o eliminación.
CUADRO No. 1 Comparación de las características de algunos procesos de tratamiento de DSH/P
4 Elementos para un sistema de Monitoreo Un enfoque conveniente para determinar la eficacia de los tratamientos de DSH/P es el uso de indicadores biológicos (ver Anexo al Manual para Técnicos e Inspectores de Saneamiento). Evidentemente ese sistema no aplica en el caso de la incineración. Los indicadores biológicos son productos normalizados que se utilizan rutinariamente para demostrar la eficacia del proceso de tratamiento. Actualmente se usan esporas de cepas resistentes de especies bacteriológicas particulares para probar la eficacia de cada proceso específico de tratamiento. La farmacopea de Estados Unidos recomienda el uso de indicadores biológicos para la verificación del proceso de tratamiento, tales como la desinfección con vapor y los otros procesos de inactivación térmica. Existen otros indicadores que simplemente alertan si no se ha logrado una suficiente temperatura en el proceso. Sin embargo, esos indicadores no garantizan la eficacia de los procesos de desinfección, ya que cada técnica de tratamiento involucra una combinación de factores. Cumplir con un solo factor no constituye de ninguna manera un indicativo válido de eficacia. La verificación es una fase esencial que hace posible averiguar la efectividad de cada técnica de tratamiento. también permite afinar los procedimientos para evitar tratamientos excesivos, a fin de lograr ahorros de tiempo, energía y/o materiales. Las verificaciones periódicas sirven para demostrar que se ha logrado la desinfección. Al mismo tiempo, confirman la utilización de procedimientos apropiados y el correcto funcionamiento del equipo (sobre sistemas de monitoreo y verificación, ver Manual para Técnicos e Inspectores de Saneamiento). Evidentemente, la distribución de los indicadores al interior de la carga es un elemento muy importante para verificar que el proceso de desinfección se haya logrado totalmente.
5 La disposición final La disposición final de los DSH/P se define como su ubicación en rellenos sanitarios u otro destino adecuado, después de haber sido desinfectados o incinerados.
Cuando se utiliza un proceso de tratamiento diferente a la incineración, es conveniente, como medida de precaución, destinar los DSH/P a un área separada, en la que se garantice su recubrimiento inmediato con tierra, a fin de evitar que sean recuperados y reciclados por los rebuscadores de basura. Considerando que en la gran mayoría de los países de América Central no existen rellenos sanitarios y que la basura se maneja en vertederos, es importante buscar soluciones alternativas mientras se logra un cambio de actitudes y legislación sobre la gestión de los vertederos municipales, con el fin de garantizar la seguridad al máximo. De todas formas, es fundamental que los Comités de Control y Prevención de Infecciones Nosocomiales de cada Instalación de Salud impulsen un trabajo de sensibilización e involucramiento de las Municipalidades, comunidades y rebuscadores de basura, para encontrar conjuntamente soluciones más seguras y proyectadas hacia el futuro.
5.1 El Relleno Sanitario Especial (RSE) Un Relleno Sanitario Especial (RSE) debe tener las siguientes características: ♦
celda de seguridad en terreno adecuadamente impermeabilizado, a fin de evitar la contaminación del suelo y, en particular, de las capas acuíferas.
♦
totalmente cercado (altura mínima 2.5 metros) y vigilado las 24 horas para evitar la entrada a personas dedicadas a la recuperación de desechos que puedan tener valor comercial.
♦
disponer de un sistema de recolección y de tratamiento de las aguas de lixiviación antes de su descarga.
♦
disponer de un sis tema adecuado para la liberación a la atmósfera de los gases producidos.
Si existen dudas acerca de la efectividad del tratamiento realizado, el destino final de los DSH/P será el Relleno Sanitario Especial. Es prudente que los objetos punzocortantes, que hayan sido tratados con un sistema diferente al de la incineración, sigan siendo manejados como peligrosos, ya que aún podrían presentar características de peligrosidad. Un Relleno Sanitario Especial bien diseñado y administrado puede también, en caso de que no sea posible realizar un tratamiento adecuado de los DSH/P, garantizar un aceptable nivel de seguridad si los desechos son manejados de manera oportuna y separados de los residuos comunes. Los equipos específicos para lograr un buen recubrimiento con tierra en el RSE son: un tractor de oruga con pala, de tipo adecuado para desechos, y un camión de capacidad de 15 metros cúbicos para el transporte de la tierra de recubrimiento. En la selección de la ubicación siempre se deben tener en cuenta las consideraciones siguientes: ♦
Durante el proceso de degradación puede verificarse la producción de sustancias tóxicas, nocivas y emanaciones de olores que pueden ser liberadas a la atmósfera, con perjuicio de urbanizaciones cercanas.
♦
El tránsito de ca miones de basura aumenta las posibilidades de desparramar desechos o líquidos en las cercanías del relleno.
♦
Por razones de resistencia del suelo y de seguridad en general, este terreno no podrá ser utilizado en el futuro para proyectos urbanísticos.
♦
Es necesario disponer de un espacio suficiente para operar el relleno por un período de aproximadamente 15 años.
CUADRO Nº 2 Resumen de los métodos recomendados para el tratamiento y la disposición final de los DSH/P
El Cuadro No. 2 presenta un resumen de los diversos métodos de tratamiento y disposición final recomendados según el tipo de DSH/P.
5.2 Sistemas de tratamiento y destino final para Instalaciones de Salud rurales En pueblos pequeños hay que estudiar alternativas viables y de simple operación. Es cierto que los métodos ya mencionados garantizan un grado de seguridad suficiente. Sin embargo, en pequeños centros de zonas rurales estos métodos serán difícilmente aplicables a corto plazo. Por tal razón, se debe considerar el uso de métodos alternativos y sencillos aplicables en este tipo de instalaciones. Conviene recordar que estos métodos no siempre garantizan niveles aceptables de seguridad, por lo que necesitan un especial cuidado en el proceso de manejo y la disposición final de los desechos tratados. Las opciones que se proponen en los capítulos siguientes son las sugeridas por la OMS a partir de experiencias de saneamiento de instalaciones de salud en campamentos de refugiados o en áreas rurales (cfr. Coad, A. Managing Medical Wastes in Developing Countries, WHO/PEP/RUD/94.1, Ginebra, Suiza: WHO, 1994).
5.2.1 Incineración en Instalaciones de Salud rurales La figura de la página siguiente muestra un incinerador sencillo fabricado con un barril de petróleo que puede emplearse para reducir el volumen de desechos y proporcionar cierto grado de desinfección. Este tipo de incinerador produce mucho humo y deberá instalarse en zonas despobladas, de tal forma que el viento aleje las emanaciones. Este tipo de incinerador puede ser útil para la destrucción de desechos infecciosos, pero no de los objetos punzocortantes, que seguirían siendo peligrosos mezclados con las cenizas. En cambio, las jeringas de plástico sí pueden eliminarse con este tipo de incinerador. Incinerador pequeño fabricado con un tambor de petróleo Un incinerador sencillo fabricado con un barril de petróleo puede emplearse para reducir el volumen de desechos y proporcionar cierto grado de desinfección. Este tipo de incinerador produce mucho humo y deberá instalarse en zonas despobladas, de tal forma que el viento aleje las emanaciones. Este tipo de incinerador puede ser útil para la destrucción de desechos infecciosos, pero no de los objetos punzocortantes, que seguirían siendo peligrosos mezclados con las cenizas. En cambio, las jeringas de plástico sí pueden eliminarse con este tipo de incinerador.
5.2.2 Fosa de seguridad La fosa de seguridad es útil para el manejo de pequeñas cantidades de desechos. Se ha sugerido también que la adición de cal sobre los desechos depositados en la fosa, puede ayudar a controlar la emanación de olor desagradable y eliminar bacterias.
Ubicación Es importante que las fosas no estén cerca de fuentes de agua, recursos hídricos subterráneos, viviendas o tierras de cultivo, ni en zonas sujetas a inundaciones o erosión. La ubicación de las fosas deberá anotarse minuciosamente. Los responsables de la Instalación de Salud y la Municipalidad deberán archivar copias de estos registros.
Fosa para eliminar cantidades pequeñas de desechos Fuente: RA . Reed, WEDC. Loughborough University, Reino Unido; comunicación personal. El problema principal de las fosas de seguridad es la dificultad de mantener el recubrimiento necesario y un control adecuado, ya que tanto los rebuscadores de basura, como losperros y otros animales, pueden intentar acceder a ellas. Son frecuentes los casos de niños que recuperan jeringas y otros productos desechados para jugar o venderlos. Situar las fosas dentro del cementerio local podría ser una solución simple y bastante eficaz a este problema, ya que las actitudes culturales con respecto a los cementerios parecen ofrecer cierta garantía.
5.2.3 Fosa de seguridad para objetos punzocortantes En la figura se muestra un sistema para eliminar objetos punzocortantes que puede ser eficaz para instalaciones rurales o pequeñas. Para construir una fosa de seguridad deben seguirse los pasos siguientes: →
Construir una fosa circular o rectangular en un terreno impermeable o impermeabilizado. Puede recubrirse con ladrillos, mampostería o anillos de concreto si existe la posibilidad de que los perros o los rebuscadores de basura traten de excavarla.
→
Se cubre la fosa con una loza pesada de concreto, atravesada con un tubo de acero galvanizado o PVC, que sobresale alrededor de 1.5 m. de la parte superior de la loza. El tubo debe tener un diámetro interno que permita verter las agujas directamente desde el contenedor en el que han sido previamente segregadas. La altura del tubo tiene que ser suficiente para que los niños no puedan arrojar tierra o piedras e impedir que se llene demasiado pronto.
→
Las agujas (sin la jeringa o los catéteres de venoclisis) y hojas de bisturíes serán arrojadas al conducto, ya que así serán inalcanzables. Para evitar riesgos de manejo de las agujas, éstas deberán separarse de los catéteres y las jeringas después de haberse reencapuchado usando la técnica de una sola mano.
→
Una vez que la fosa se haya llenado, se sellará completamente, de preferencia recubriéndola con una capa de cemento, y se procederá a preparar una nueva fosa de idénticas características.
BIBLIOGRAFIA Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social, División de Salud en el Trabajo. Seminario: "Salud y Seguridad en el tratamiento y disposición final de Residuos Hospitalarios y/o peligrosos" , del 19 al 23 de junio. México, D.F.: Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social, 1995. Department of Natural Resources. Hazardous Waste Program - Waste disposal guide for aerosol cans. Missouri, EUA: (s.e.), 1997. EPA (Environmental Protection Agency). Incineración de Desechos Médicos Institucionales. Regulación, Manejo, Tecnología, Emisiones y Operaciones. Cincinnati, EUA: EPA, 1991.
Lacava, Giuseppe. Conferencia: La Tecnología de la Incineración como tratamiento de los DSH/P. Panamá: Programa ALA 91/33, 1996. OPS - Fundación W. K. Kellogs. Vigilancia Sanitaria. Manuales Operativos PALTEX. Washington, D.C., EUA: OPS, Serie HSP - UNI, 1996. Paredes Ojeda, Y. Participación de la iniciativa privada. México: AMCRESPAC, 1996. Polytechnic University, Pomona. Medical Waste Disposal Program. California, EUA: (s.e.), (s.f.). Repetto Giuseppe; Morán, Coralia. Apuntes sobre la calidad de las aguas de uso potable. El Salvador: Ed. Cooperación Italiana, 1988. Sánchez Gómez, J. Planeación de sistemas de manejo de RSES. México: AMCRESPAC, 1996. Texeira, José Paulo P. Residuos Tóxicos y Peligrosos. Buenos Aires, Argentina: (s.e.), 1982. Torre Quiroga, Mario de la. Los Residuos Sólidos en un Hospital del Servicio Nacional de Salud. Informe técnico. Santiago de Chile: Servicio Nacional de Salud, 1973. Van Ruymbeke, Claire. Sistemas de tratamiento de RSES para el manejo interno y externo. México: AMCRESPAC, 1996. Van Ruymbeke, Claire. Formulación e instrumentación de Protocolos de pruebas. México: AMCRESPAC, 1996. University of British Columbia. Safety Program Manual. Columbia, EUA: (s.e.), 1995.