Recurso natural Tipos de recursos Recursos naturales no renovables

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INTRODUCCIÓN  Recurso natural  Un recurso natural es un bien o servicio proporcionado por la naturaleza sin  alteraciones por parte del ser humano. En contraposición por ejemplo con los recursos  culturales o tecnológicos.  Desde el punto de vista económico y social, los recursos naturales son valiosos para las  sociedades humanas por contribuir a su bienestar y a su desarrollo.  Por lo tanto cuando hablamos de recursos estamos hablando por un lado de  necesidades humanas, de hecho la ciencia denominada economía no es otra cosa que  el estudio del reparto de esos recursos entre los diferentes usos posibles.  De tal forma que como iréis viendo, el tema de los recursos va a tener por una parte  un enfoque económico y social puesto que hablaremos de los diferentes usos que hace  el hombre de ellos; y por otra parte un enfoque ecológico, puesto que dichos recursos  están integrados en este macrosistema natural que es la Tierra, cuyas desviaciones van  a tener como resultado una serie de impactos que es necesario conocer.      Tipos de recursos  De forma clásica los recursos naturales se clasifican de acuerdo  a dos conceptos: a su  tasa de renovación, es decir, el tiempo que tardan en generarse en la naturaleza; y de  acuerdo a su ritmo de consumo, es decir, la velocidad a que son consumidos por el ser  humano. De tal forma que la relación entre ambos factores tiene como resultado la  clasificación en recursos renovables y no renovables. Es importante tener presente  siempre ambos factores ya que como veréis hay recursos que, aunque  tradicionalmente han sido clasificados como renovables, si su tasa de consumo se  dispara en relación con su tasa de regeneración podrían pasar a ser no renovables.     Recursos naturales no renovables  Cuando hablamos de recursos naturales no renovables hacemos referencia a recursos  de origen geológico cuya formación y depósito ha necesitado de mucho tiempo,  tiempo que en principio será superior al uso que hace el ser humano de los mismos.   Concretamente estamos hablando de los combustibles fósiles como por ejemplo el  petróleo y el carbón, y de los recursos minerales. Pero existen excepciones de recursos  minerales cuyas reservas son tan grandes que prácticamente los hacen inagotables,  como es el caso de la arcilla o el hierro.     

Recursos naturales renovables  Por otra parte, los recursos naturales renovables serían aquellos cuya velocidad de  regeneración es superior a su nivel de extracción. Concretamente estamos hablando  de los recursos bióticos como los recursos forestales y alimenticios; y los recursos  hídricos. Aunque, como os decía, si esa tasa de extracción supera a la de regeneración  dejarían de ser renovables.   Un ejemplo en relación con los recursos bióticos, sería la extinción de especies  animales a causa de su explotación por parte del ser humano. Por ejemplo la paloma  migratoria en EEUU.  Como veis los recursos naturales son múltiples: de tipo mineral, biótico, y también los  hay energéticos. A lo largo de este tema yo os voy a hablar de los recursos naturales  renovables, es decir, de los recursos forestales, de los recursos hídricos y de los  recursos alimenticios, (ganadería y la agricultura). Y después Javier, en un tema que  hay dedicado a los recursos energéticos, os hablará de aquellos que son renovables  (como la energía solar, eólica, etc.); y de aquellos que no son renovables (como los  combustibles fósiles y los minerales).   

RECURSOS FORESTALES  Situación Global  Distribución actual bosques. Actualmente las mayores superfices forestales se  encuentran en el hemisferio norte, en las zonas de taiga de la antigua URRSS, EEUU y  Canada; así como en los bosques tropicales de Sudamérica, África y Ásia.    Reducción superficie forestal – Crecimiento poblacional. Desde el comienzo de la  agricultura hasta la actualidad los bosques han disminuido considerablemente,  principalmente desde el siglo XX hasta la actualidad, hasta reducirse a unas 4000  millones de hectareas de superficie forestal que hay en la actualidad, lo que supone el  30% de la superficie terrestre. Además podríamos establecer una correlación positiva  entre el crecimiento poblacional y el % de superficie deforestada.  Países desarrollados Vs. países en desarrollo. Otra cuestión importante es que  actualmente las tendencias de deforestación se están frenando, al menos en el primer  mundo. Esta gráfica nos habla de los millones de hectareas de bosques deforestados,  pero diferenciando entre bosques de la zona templada (correspondientes con el 

hemisferio norte, es decir, zonas más desarrolladas) y bosques tropicales (zonas menos  desarrolladas), y podemos ver como en el siglo XX la tendencia se invierte, pasando a  ser los bosques tropicales los más deforestados.  Esto abre un interesante debate, puesto que los paises desarrollados ya han alcanzado  un estatus económico tal que le permite ejercer políticas mediambientales para  proteger sus bosques, mientras que en los paises en desarrollo son muy dependientes  de la agricultura y la ganadería; y además podríamos decir que también tienen derecho  a desarrollarse y utilizar sus materias primas.    Introducción ‐ Historia  Históricamente se ha recurrido a explotar las poblaciones forestales naturales para  cubrir la necesidad de madera y crear zonas de pasto; y en la actualidad son comunes  también los cultivos forestales de especies de crecimiento rápidos para diversos usos  como la obtención de madera, leña, frutos, papel, combustible, etc. La ciencia que  estudia la explotación de la masas forestales es la silvicultura, que es el conjunto de  técnicas que se aplican a las masas forestales para obtener de ellas una producción  continua y sostenible de bienes y servicios demandados por la sociedad.     Pero, quizás los principales factores históricos que  han  influido en la disminución de  los espacios forestales seían:  – Utilización de la madera hasta bien entrado el s. XX como fuente de energía: el  carbón vegetal.  – Los privilegios concedidos por los Reyes Católicos a la Mesta dando lugar a la  roturación de grandes masas forestales para destinarlas al pastoreo.  – La desamortización del  S. XIX  subastó extensas áreas forestales, que en muchos  casos fueron taladas  en beneficio de la agricultura. Por otra parte esta política  significó la pérdida  de espacios forestales de propiedad estatal 

– Posteriormente, el desarrollo industrial, la expansión del ferrocarril, la explotación  minera y el desarrollo urbano…  también han sido actuaciones económicas, políticas  y/o sociales que han  influido considerablemente en el retroceso del bosque.    Actualidad ‐ España  Así, España llego a reducir drásticamente su superficie forestal. Pero esta tendencia, al  igual que en otros paises europeos se invirtió desde mediados del siglo XX debido  fundamentalmente a reforestaciones y al abandono de cultivos agrícolas. Actualmente  en España existen más de 28 millones de Ha de superficie forestal, que suponen  aproximadamente el 55% del territorio nacional.  La masa forestal arbórea es más importante en la España húmeda  y en las zonas  montañosas, aquellas que historicamente han sido más inaccesibles. Desde el punto  de vista de la importancia de las especies arboreas cabría destacar:  – El encinar es la formación forestal mas extendida en los ambientes secos  – El alcornoque  se encuentra en el Levante, Submeseta Sur y Andalucía  ‐ El robledal, sobretodo importante en la zona atlántica  – Los hayedos se localizan en la España húmeda donde destaca Navarra  – Los bosques de coníferas se localizan en las áreas montañosas, principalmente en las  zonas del  Mediterráneo, pero debido a las reforestaciones masivas, en la actualidad su  distribución es mucho más amplia.  Además de las reforestaciones de pinos, también son muy abundantes en la actualidad  las plantaciones de eucaliptos y chopos.    Importancia ecológica del bosque   

Fijación CO2. El secuestro de carbono es el proceso de extracción del carbono o del  CO2 de la atmósfera y almacenarlo en un depósito. Hoy día los océanos, y los 

bosques representan los principales sumideros de carbono a traves de la  fotosíntesis. El carbono representa el 20% de su peso en promedio de los árboles,  las maderas duras son más densas y almacenan más carbono y durante más  tiempo. Los bosques a veces pueden llegar a ser fuentes de CO2, especialmente en  caso de incendio.Desde el inicio de la era industrial, producto del uso de energías  derivadas de fuentes fósiles (petróleo, carbón, gas), las emisiones antropogénicas  han aumentado considerablemente la concentración de dióxido de carbono (CO2)  en el aire.   

Reciclaje de nutrientes como el N y el P, ya que cuando la hojarasca es  descompuesta por lo microorganismos, los árboles vuelven a tomar estos  nutrientes. 



Ciclo del agua. Los bosques actúan como "esponjas", capaces de recoger y  almacenar grandes cantidades del agua de lluvia. Los suelos forestales absorben  cuatro veces más agua de lluvia que los suelos cubiertos por pastos, y 18 veces más  que el suelo desnudo. Con sus profundos sistemas de raíces, los árboles son  capaces de extraer agua de zonas profundas del suelo. El agua se mueve por el  árbol y se usa en la fotosíntesis, en el enfriamiento, y en otros procesos de  crecimiento. Se evapora, como vapor de agua, desde las hojas. En este ciclo, los  árboles son "fuentes de agua" vivientes que redistribuyen el líquido: la humedad,  que se quedaría atrapada en forma subterránea si no fuera por los árboles, es  liberada a través de sus hojas hacia el aire, donde luego se condensa formando  nubes y cae de nuevo en forma de lluvia. Esto hace que también amortiguen los  contrastes térmicos entre el día y la noche y entre el verano‐invierno; y amortiguen  también el efecto de sequías e inundaciones. 



Formación suelo y amortiguan la erosión. El bosque evita la erosión ya que el agua  que cae en el dosel del bosque luego cae suavemente al suelo con mucha menor  fuerza que la lluvia directa. Esto es especialmente notable en suelos montañosos  que son muy vulnerables a la degradación debido a las pendientes muy  pronunciadas y los suelos finos. Por lo tanto reducen las inundaciones y evitan que  se colmaten lagos o embalses artificiales por el aporte de sedimentos. 



Albergan gran biodiversidad. Contienen más del 60% de la biodiversidad del  planeta, lo que es especialmente evidente en los bosques tropicales. 

  Importancia como recurso del bosque ©  

Proporcionan madera, que es utilizada en numerosas industrias, construcción de  casas, muebles, embarcaciones, tablones para andamiaje de minas, etc. De la  madera se obtiene la pulpa de madera para fabricar el papel.  



Combustible. La madera sirve también como combustible (leña) y para fabricar el  carbón vegetal. 



Alimentación: Proporcionan gran cantidad de productos alimenticios para el  hombre (especias, frutos, semillas, setas etc.), caza, pesca; y para los animales  (bellotas, castañas, pastos). 



Medicamentos. La industria farmacéutica obtiene ingredientes para gran cantidad  de medicamentos. 



Materiales industriales. Son fuente de gran cantidad de materiales industriales  como el corcho, el caucho, resinas, colorantes y aceites esenciales, gomas. 



Fines recreativos y sociales. Lugares de ocio y esparcimiento: deporte de la caza y  la pesca, senderismo, escalada, o simplemente el disfrute del entorno, por lo que  también es un recurso turístico y cultural. 

  Causas deforestación  Aunque pueden darse de forma natural incendios y enfermedades, la mayoría están  directamente relacionadas con la acción de la especie humana:  Las principales causas de desorestación son los incendios y la tala descontrolada y  aunque por ejemplo los incendios también pueden darse de forma natural (por  ejemplo en ambientes mediterraneos hay muchas plantas que están adaptadas a  ellos), la inmensa mayoría son causados por el hombre.   Nuestro país tiene un alto riesgo de incendio por diversas razones: Nuestro clima  favorece los incendios en veranos secos y calurosos. Riesgo de incendio forestal. Las  reforestaciones se hicieron con especies pirófilas como los pinos. 

Dentro de las motivaciones que llevan y han llevado a la deforestación de origen  antrópico cabe destacar tres:  El incremento de las zonas dedicadas a cultivos, entre los que cabría destacar la  introducción de nuevos cultivos como la soja.  El incremento de las zonas dedicadas a pastos para el ganado. Esto es muy evidente en  las zonas subdesarrolladas donde la principal fuente de subsistencia es el ganado.  La deforestación para el desarrollo urbano y las grandes obras públicas tales como  pantanos, carreteras, urbanizaciones.  Otras causas de deforestación importantes serían la lluvia ácida (que ha contribuido al  deterioro de las masas boscosas del norte de Europa); y diferentes plagas y  enfermedades (como por ejemplo la grafiosis en España, hongo que afecta a los olmos  y que ha sido la causa de la pérdida del 40% de los olmos en Europa).    Uso sostenible de los bosques   El uso sostenible de los recursos forestales consisten en mantener, en la medida de los  posible, la estructura natural del bosque. Respetar la dinámica natural del ecosistema  y extraer sólo aquellos recursos excedentes, para asegurar su estabilidad. A este nivel  yo creo que es importante primero identificar los diferentes actores o niveles  implicados en el uso del recurso y despues identificar que es lo que se puede hacer en  cada uno de ellos para alcanzar dicha sostenibilidad.  De tal forma que podíamos hablar del papel que tiene por un lado la industria (en este  caso la industria maderera), los consumidores (es decir, todos nosotros) y los  gobiernos en tanto que legisladores y gestionadores del recurso:  Industria:  

Aquí destacaría incrementar la eficacia del proceso industrial, ya que la realidad  es que se desperdicia mucha madera. 



Por otra parte el modelo actual imperante es el de producir madera de  crecimiento rápido, con lo cual un cambio hacia rotaciones largas de maderas  duras, de alta calidad sería beneficioso. 



Tercero haría referencia a la forma en que se realizan la talas, pasando de los  talados a matarrasa (en los cuales se talan todos los árboles de una parcela) a  los de aclarado o entresacados (tala selectiva de árboles maduros, lo que  facilita el desarrollo de los jóvenes que se dejan además como fuente de  semillas). 



Y finalmente sería interesante que las reforestaciones de plantaciones con fines  comerciales se llevaran a cabo en zonas marginales, no en zonas  ecologicamente bien conservadas y desplazando a la vegetación autóctona. 

Gobierno:  Los diferentes gobiernos pueden favorecer el uso sostenible de los bosques de  diversas maneras, pero quizás cabria destacar:  

Dotar de medios económicos y humanos para la prevención de incendios. 



Desarrollar una legislación que proteja los bosques contra la especulación. 



Mediante políticas económicas de favorezcan el desarrollo de los habitantes de  zonas forestales para incentivar la conservación de los bosques. Y en  contraposición reducir los subsidios de los gobiernos a las industrias  madereras, lo que haría que éstas reflejarían su precio real, con lo que  disminuiría su consumo.   

Consumidor  Y por último, obviamente tenemos que hablar del papel que tenemos todos como  consumidores (el lema piensa globalmente, actua localmente). A este nivel cabe  destacar:  

La importancia del reciclado de papel. Este es un material que puede tener  mucho usos. 



Demandar usos alternativos de los bosques al de los bienes de consumo, como  son todos los usos recreativos. 



Y finálmente podríamos hablar del desarrollo de conciencias políticas de  consumo responsable, en las que el ciudadano consciente de su papel como  consumidor decide empoderarse (social y politicamente) y rebajar el grado de  consumo y en definitiva sus necesidades materiales. 

  PEFC es el sistema de certificación forestal más implantado en el mundo.   El objetivo de PEFC es asegurar que los bosques del mundo sean gestionados de forma  responsable, y que su multitud de funciones estén protegidas para generaciones  presentes y futuras. Para ello cuenta con la colaboración de propietarios y empresas  del sector forestal, que apostando por la certificación de sus bosques e industrias,  están asegurando la sostenibilidad del sector.  PEFC proporciona el marco para la aplicación de unas normas comunes acordadas  internacionalmente, a todos sus sistemas de certificación nacional, y a los gestores  forestales y empresas de transformación de productos forestales.  Los productos de origen forestal (madera, papel, corcho, setas, resinas, esencias...)  certificados por PEFC garantizan a los consumidores que están comprando productos  de bosques gestionados sosteniblemente. Escogiendo PEFC, los compradores pueden  ayudar a combatir la corta ilegal y fomentar las principales funciones que juegan los  recursos forestales como:  Contribuir al mantenimiento de numerosos ecosistemas y a la diversidad biológica.  Ser el sustento económico de muchas poblaciones rurales y el origen de una  importantísima industria de transformación.  Tener un papel social y cultural reconocido cada vez en mayor medida.  Actualmente hay en España 1.890.706 Ha de bosques certificados, que integran a más  de 19.638 gestores públicos y privados.  Se estima que el 9,8% de la superficie forestal arbolada está certificada con PEFC. Esto  implica una superficie potencial para la certificación, del 90,2% de los bosques  nacionales, es decir, cerca de 17 millones de Ha forestales.   

RECURSOS ALIMENTICIOS: GANADERÍA Y AGRICULTURA  Contexto ‐ historia  El origen de la agricultura y la ganadería se remonta al Neolítico, cuando el hombre  pasa de ser cazador‐recolector a agricultor‐ganadero; empezando a cultivar tierras y a  domesticar animales, ganando así independencia en la disponibilidad de recursos con  respecto a la etapa precedente. 

Tradicionalmente agricultura y ganadería estuvieron unidas formando un sistema  cerrado y ecológicamente eficiente, es decir, el ganado se alimenta de pastos, a la vez  que abona los cultivos; y el hombre se alimenta de la producción de ambos; de tal  forma que se estable una interdependencia y autosuficiencia entre todos ellos . Este  sistema se ha mantenido hasta muy recientemente y en algunos casos como el de las  dehesas sigue estando vigente.  Posteriormente, con la industrialización de las actividades humanas lo que sucedió es  que el sistema pasó a ser abierto, es decir, las actividades agrícolas y ganaderas  pasaron a gestionarse de manera independiente la una de la otra, y a su vez altamente  dependientes de energía externa como la fósil, todo con el fin de aumentar la  producción; para una población mundial también creciente.    Contexto – situación actual  Hasta mediados del siglo XX el aumento de la producción agrícola y ganadera se debió  al incremento de las tierras cultivadas. Posteriormente en EEUU comenzó lo que se ha  dado a conocer como la revolución verde, que consistió básicamente en un  incremento de la producción basado en la industrialización del proceso y al empleo de  especies más productivas frente aquellas mejor adaptadas.  Los efectos positivos de dicha revolución fueron que se consiguió reducir la  desnutrición en el mundo, aunque actualmente esta tendencia parece haberse  estancado.   Por  otra parte, esta nueva filosofía de producción agrícola y ganadera está suponiendo  una importante fuente de degradación de los ecosistemas naturales (contaminación y  pérdida de biodiversidad al producirse una fuerte selección de aquellas especies más  productivas frente las que estaban adaptadas al entorno) (nacimiento de los  transgénicos), además de suponer perdidas en el acervo cultural y nutricional de la  riqueza gastronómica de diferentes pueblos. Finalmente el salirse de ese sistema  cerrado del que hablábamos al principio ha supuesto una fuerte dependencia  tecnológica y energética, lo que compromete su sostenibilidad a largo plazo.    Contexto  De tal forma que la realidad actual, es que a pesar de la revolución verde, la  desnutrición sigue siendo uno de los grandes problemas de la humanidad.  Los países desarrollados suponen menos del 25% de la población mundial, pero  concentran más del 80% de la riqueza. En los países ricos se consume gran cantidad de  calorías y una enorme variedad de alimentos, con un predominio de proteínas de  origen animal (carnes, pescados) y un abandono gradual de alimentos básicos, como  las patatas, el pan, los cereales y las legumbres. Estos hábitos tienen importantes 

consecuencias sobre la economía mundial, e influyen en la producción de alimentos y  sus circunstancias (economía de mercado).  En los países en vías de desarrollo se consume poca cantidad de calorías a partir de un  reducido grupo de alimentos. Predominan los cereales, los tubérculos y otras raíces, y  las legumbres. Sufren desnutrición por un aporte insuficiente de calorías y porque su  dieta es desequilibrada, debido a la carencia de proteínas, vitaminas, hierro, cinc y  yodo. Aunque se puede sobrevivir sin las cantidades adecuadas de estas sustancias, no  es posible llevar una vida saludable. En los países en vías de desarrollo la población  crece más que los alimentos por lo que 800 millones de personas están desnutridas.    Tradicional Vs Intensiva  Lo primero que cabe comentar es que la agricultura y ganadería tradicional se dan en  países en desarrollo mientras que las actividades más intensivas se realizan en países  desarrollados.    Agricultura y ganadería tradicional   Como señalaba al principio se trata de un sistema cerrado en el que se da un flujo de  materia y energía de tal forma que los diferentes componentes serían  interdependientes y en cierto modo el sistema sería autosuficiente. En cierta forma  también se podría decir que imita una sucesión ecológica puesto que es muy frecuente  encontrar plantas en diferentes estadios imitando una sucesión ecológica.  En relación con la agricultura, es la que se lleva a cabo en el 75% de las tierras de  cultivo, especialmente en los países en vías de desarrollo y que, generalmente, se  encuentra combinada con la ganadería.   Se basa en el trabajo humano y animal, y sólo produce las cosechas y/o ganado  necesarios para la supervivencia familiar, realizada en pequeñas parcelas de cultivos  diversos o policultivos, se usan fertilizantes naturales (estiércol) y agua para el riego.   Algunas de sus características más evidentes es que es una actividad que requiere muy  poca inversión (en agricultura desde laboreo a mano o tracción animal; y en ganadería  poco más que el ganado mismo). Por ejemplo como fuente de semillas se utilizan las  propias plantas cultivadas y como abono, se utilizan los excrementos de los animales.   Como tipos cabría destacar el cultivo tradicional intensivo, realizado en pequeñas  parcelas de cultivos diversos; y la agricultura itinerante, seguida por habitantes de los  bosques tropicales en los que realizan talas selectivas en la que se cultivan pequeñas  parcelas que se abandonan cuando el terreno se agota (cada 5‐7 años), dejando que se  restablezca el bosque primitivo. En cuando a la ganadería tendríamos la extensiva, que  utiliza el sistema de pastoreo para alimentar al ganado, cuyas formas tradicionales han  sido la sedentaria y la nómada o trashumante. 

Agricultura y la ganadería intensivas  Como comentaba al principio es un sistema abierto en el que se ha industrializado la  actividad, creando una fuerte dependencia de aportaciones externas en términos  energéticos y tecnológicos.   En relación con la agricultura se caracteriza por el monocultivo de grandes  extensiones, un mayor consumo de agua, el empleo masivo de abonos y plaguicidas y  la utilización de maquinaria que consume combustibles fósiles.   Es decir, al contrario que el caso anterior, es un sistema que requiere grandes  inversiones, pero del que también se obtiene una gran producción y grandes  ganancias.  El cultivo de invernaderos es el máximo exponente de la explotación agrícola intensiva  de cualquier producto hortícola, en cualquier época del año. Las condiciones de  crecimiento de plantas (temperatura, humedad, abonos) son vigiladas con mimo,  pudiendo llegar, incluso, al extremo de no utilizar tierra vegetal (cultivos hidropónicos)  o de controlar las necesidades de las plantas con ayuda de medios tecnológicos. Un  claro ejemplo lo constituyen los cultivos bajo plásticos de Almería, que abastecen de  frutas y verduras a gran parte del mercado de la UE.  La ganadería se establece al margen de la agricultura y también es de tipo industrial.  Utiliza fundamentalmente piensos para alimentar al ganado que permanece  estabulado en granjas destinadas a la cría masiva del mismo.  Se concentra en la cría de algunas especies (vacas, cerdos, pollos…). Los animales viven  encerrados en un espacio reducido, sobrealimentados con piensos y forrajes  producidos, generalmente, fuera de las granjas. Esta modalidad de ganadería consume  mucha energía (combustibles fósiles) para calentar y limpiar las instalaciones. Es un  sistema muy mecanizado y con altas producciones, pero con baja eficacia energética.  Para alimentar a los animales se emplean cereales, lo que supone su cultivo previo y  unas pérdidas considerables de energía y materia en el paso desde productor a  consumidor secundario. En la actualidad un 40% de la producción mundial de cereales  se dedica a alimentar a la ganadería, lo que se conoce como “hectáreas fantasma”.    Impactos derivados de la agricultura y la ganadería intensivas  La agricultura que se desarrolla en los países desarrollados es, casi en su totalidad,  intensiva, es decir, su objetivo es la explotación máxima del suelo para conseguir la  mayor producción posible. La concentración de la población en las ciudades y el  incremento creciente de la demanda de alimentos han obligado a dar prioridad a la  agricultura intensiva, generando los siguientes impactos ambientales:  Deforestación: al talar y quemar bosques de manera indiscriminada para aumentar la  superficie de terreno dedicada al cultivo. De esta manera, se consigue de forma rápida 

un terreno fértil al que se aplican luego técnicas de cultivo, fertilizantes y productos  fitosanitarios que incrementan la productividad.  Desertización, erosión por deforestación, monocultivo prolongado, malas labores  agrícolas, uso de suelos inadecuados, (en pendiente, o fácilmente agotables) o  sobrepastoreo.   Contaminación de aguas superficiales y subterráneas y de suelos por el empleo  abusivo de fertilizantes, pesticidas, el estiércol, los purines y restos orgánicos.  Provocan una contaminación difusa, muy difícil de controlar y la eutrofización de lagos  y ríos debido al abuso de fertilizantes químicos con un alto contenido de nitrógeno y  fósforo. Utilización de productos biológicamente activos: antibióticos, hormonas, que  pueden causar efectos en el ser humano. Presencia de sustancias tóxicas  bioacumulables en los alimentos por uso inadecuado de pesticidas, o contaminación  de aguas de riego con sustancias no biodegradables. Estas sustancias se van  acumulando a lo largo de la cadena alimentaria, llegando al ser humano en grandes  concentraciones. Generación de residuos: se acumulan plásticos y envases de  fertilizantes y pesticidas. Contaminación atmosférica: por incremento de combustibles  fósiles y los gases producidos por algunos cultivos. (El arroz produce metano).  Aparición de nuevas enfermedades a través de los alimentos: como el mal de las vacas  locas (encefalopatía espongiforme bovina).  Pérdida de la biodiversidad: Debido a la destrucción de ecosistemas, el uso de  plaguicidas, los monocultivos, o de pocas razas ganaderas.  Sobreexplotación de acuíferos: la creciente demanda de agua para riego ha provocado  que los acuíferos se exploten por encima de su tasa de regeneración. Además, si están  cerca de la costa, puede producirse su salinización.    Agricultura y ganadería ecológicas  La agricultura debe conseguir un nivel de producción suficiente para la población  futura y, al mismo tiempo, reducir el deterioro del medio ambiente. Hemos de  alcanzar, pues, una agricultura sostenible, también conocida como biológica o  ecológica. Esta agricultura se basa en:  Vuelta al sistema cerrado y al funcionamiento natural de los ecosistemas,  Aprovechando la luz solar y los nutrientes (reciclaje), así como conservando el suelo y  ahorrando agua (riego por goteo).  Sustitución de fertilizantes químicos por fertilizantes orgánicos (estiércol, compost,  desechos de cultivos, abono verde).  Fomenta la biodiversidad de especies animales y vegetales ya que se basa en cultivos  múltiples: incluye la rotación de cultivos y los cultivos mixtos en los que crecen dos o 

más cosechas. En ellos, las malas hierbas, las plagas, los insectos y otros agentes  patógenos no proliferan tan deprisa.   Así en vez de utilizar por ejemplo pesticidas y plaguicidas se basa en la lucha biológica:  se introducen depredadores naturales, como las mariquitas, que controlan la  población de pulgones parásitos de las plantas.  Utilización de plantas y animales adaptados al entorno.    Sello de agricultura ecológica  Los productos ecológicos, (también llamados biológicos u orgánicos) tienen cada vez  mayor aceptación en el mercado y consecuentemente mayor valor.  Su producción, etiquetado y comercialización está sometida a una regulación estricta  (reglamento 2092/91 Comisión Europea).   

Recursos alimenticios: La pesca y la acuicultura  Contexto  La pesca es una actividad humana ancestral que provee de un alimento de gran valor  nutricional.  La gestión de los recursos pesqueros sigue un patrón casi neolítico, pues se parece a la  estrategia del recolector.  Durante siglos ha sido un recurso renovable debido a la poca demanda y la poca  capacidad extractiva.    Aumento demanda  Con el aumento de la población humana, especialmente desde mediados del siglo XX  se disparó la demanda de pescado y con esta la pesca y la acuicultura.   Este aumento de la demanda y el incremento de la capacidad de las nuevas artes de  pesca (en lo que podríamos denominar como un cambio hacia métodos de extracción  industrial) han conducido a la sobreexplotación de los principales caladeros y situar a  ciertas especies en trance de desaparecer.    Principales caladeros  La mayor parte de estos están situados en zonas de gran productividad oceánica como  son las áreas de afloramiento y la plataforma continental.    

Principales especies   Pero junto con la sobreexplotación de los caladeros en general, la otra gran cuestión es  que la pesca se concentra en unas especies determinadas. Para que os hagáis una idea  de las aproximadamente 20.000 especies conocidas de peces, sólo se consumen  menos de la mitad. Y de estas, 2/3 partes son  cinco especies: el bacalao, la caballa, el  atún, el salmón y los arenques.  Esto hace que los barcos arrastreros capturen muchas especies que carecen de valor  económico, los llamados descartes, y que son destruidos sin generar ningún beneficio  pero provocando graves desequilibrios en los ecosistemas marinos.    Tipos de pesca  Tradicionales  Dentro de los tradicionales destaca la pesca artesanal o de bajura. Es la modalidad más  tradicional. Se utilizan pequeñas embarcaciones y se lleva a cabo en las proximidades  de la costa. Genera muchos puestos de trabajo, escasa contaminación y es bastante  productiva. Para realizar las capturas, se emplean generalmente redes que pueden ser  de superficie y de arrastre (sirven para capturar los peces del fondo).  En general es una pesca poco sofisticada tecnológicamente lo que limita la capacidad  de sus capturas. Además algunos de los tipos de pesca tradicional son muy selectivos,  como la almadraba. Esta es una de las técnicas para la captura del atún empleada en  diferentes partes del Mediterráneo (como Cádiz) durante la migración de atunes  Atlántico‐Mediterráneo (y vuelta) que se utiliza desde tiempos prerromanos. Consiste  en instalar un laberinto de redes en el paso de los atunes, que normalmente se sitúa  cerca de la costa.    La pesca moderna  También denominada pesca de altura explota los bancos de los grandes peces  migradores (atún, pez espada, bonito,…) que se localizan a distancias considerables de  la costa. Se sirve de grandes embarcaciones, equipadas con cámaras frigoríficas,  congeladores y factorías conserveras que pueden procesar, conservar y almacenar sus  capturas. Emplean técnicas muy sofisticadas para detectar los bancos de peces:  radares, sónares, avionetas que ayudan a localizar las grandes acumulaciones de  peces. En ocasiones utilizan la información que proporcionan los satélites.    Enmalle. Desde hace unos años se vienen utilizando las redes de deriva (redes de la  muerte). Son redes de nylon que se mantienen bajo la superficie del agua mediante  flotadores. Su altura varía entre 20 y 30 metros y su longitud máxima permitida es de 

2,5 km. Las redes pueden ir a la deriva o remolcadas por el buque al que está  amarrado uno de sus extremos.  Palangre. Están constituidos por un largo cordel de hasta varios km de longitud, del  que cuelgan otros más cortos y numerosos terminados en anzuelo.  Arrastre. Son redes en forma de saco que se arrastran por el fondo y la superficie. La  pesca de arrastre, junto con la pesca con redes de deriva, es de las menos selectivas  que existe, pues es muy dañina para los fondos oceánicos; de hecho, en la mayoría de  los países está regulada, aunque en muy pocos está prohibida. El modo de arrastre de  fondo es uno de los métodos más invasivos de pesca, pues está en contacto con el  fondo marino y destruye algas y otros organismos indiscriminadamente. Por esta razón  se cuestiona su uso y se exige mayor regulación.    Impactos de la pesca ©  Sobreexplotación: hacia el año 1996 el número de toneladas capturadas suponía 95  millones de toneladas, muy cerca de los 100 millones de toneladas que la FAO  considera como “máximo rendimiento sostenible”. Es decir, el máximo que se puede  capturar sin que se produzca el agotamiento de las poblaciones. Una tercera parte de  las capturas se usa para fabricar piensos animales, lo que supone una considerable  pérdida en el traspaso de materia y energía en la cadena trófica. Pesca de alevines: la  captura de peces inmaduros puede esquilmar la población de los mismos.  Sobreexplotación del salmón. El bacalao atlántico fue gravemente sobreexplotado en  el Atlántico norte (especialmente en Terranova) durante la década de 1970 y 1980, lo  que provocó su colapso a partir de 1992.  Desequilibrio cadenas tróficas. La sobrepesca tiene, además, efectos devastadores  sobre los ecosistemas, que van más allá del impacto directo que se ejerce en las  especies capturadas, pues una variación notable y repentina del número de ejemplares  de una especie puede ejercer una presión intolerable en su medio ecológico. Por  ejemplo, si se eliminan la mayoría de las truchas de un río, las carpas se colocarán en  una situación predominante que impedirá indefinidamente el restablecimiento de la  población de truchas  Pesca sucia (poco selectiva), accidentalmente se pescan otros seres vivos sin valor  económico, que se devuelven muertos a las aguas. Esta pesca muy dañina para el  ecosistema marino, se estima en unos 25 millones de toneladas al año. Las tortugas y  los delfines son los más afectados por este problema.  Contaminación de las aguas: la mayor parte de la actividad pesquera se localiza en la  plataforma continental, donde se reproducen y se alimentan numerosas especies.  Cualquier impacto en esta zona influye negativamente en el rendimiento de las  actividades pesqueras. 

Degradación de ecosistemas costeros: lugar donde se produce la mayor parte de las  capturas. Destrucción de las praderas de posidonia en el Mediterráneo, principalmente  por las redes de arrastre.  Introducción de especies alóctonas (bioinvasiones). Mejillón cebra. Alga asesina. Perca  del Nilo (Documental: Pesadilla de Darwin).    Acuicultura  La alternativa a la pesca extractiva, son los cultivos de especies piscícolas, crustáceos y  moluscos: la acuicultura, cuya producción ha crecido frente el estancamiento de las  capturas salvajes. El crecimiento de la acuicultura es por un lado una solución ya que  representa una alternativa sostenible de los recursos pesqueros que permiten cultivar  especies de alto valor económico, y es un sistema altamente eficiente que se ha  convertido en una importante fuente de ingresos en muchos lugares, como es el caso  de Galicia; pero por otra parte presenta impactos que analizaremos más adelante.   Cría de especies en aguas tanto dulces como marinas. Atendiendo al tipo de especie  que se cultiva, se distinguen:  Cultivo de peces o piscicultura: en establecimientos denominados piscifactorías. Las  principales especies que se cultivan en agua dulce son los salmones, las truchas, carpas  tencas y carmines. En aguas salobres destacan la cría de lenguados, doradas,  rodaballos, lubinas, mújos, besugos, etc. Regiones como Galicia, Huelva y Cádiz  presentan especiales condiciones para este tipo de cultivo. En la costa de Murcia se  lleva a cabo una acuicultura muy especializada y singular, la del engorde en jaulas del  mayor de los atunes, el atún rojo, hasta que alcanza un peso de más de 200 kg.  Cultivo de moluscos: mejillones (miticultura), almejas, navajas y ostras (ostricultura).  Cultivo de crustáceos: los langostinos, la langosta, el camarón y el cangrejo rojo son los  principales cultivos de este tipo de animales en el mar, a los que hay que añadir,  aunque con mucha menor producción, los cultivos de cangrejo de río en aguas dulces.    Impactos derivados de la acuicultura  Pérdida de biodiversidad marina (si se pesca masivamente para utilizarlo como  alimento de las especies criadas, o porque éstas sustituyen a las autóctonas).  Degradación de ecosistemas. Como es el caso de la deforestación de los manglares.  Los manglares son bosques anfibios que crecen en aguas salobres y pobres en oxígeno,  junto a la desembocadura de los ríos y otros lugares cenagosos costeros ecuatoriales y  tropicales. Protegen las costas de la erosión, poseen una gran biodiversidad y  proporcionan recursos vegetales (madera, carbón, papel, tanino, alcohol, gomas,  medicinas, etc.) y minerales como la sal. En la actualidad, se produce una tala masiva  de los manglares para establecer una acuicultura de cría de langostinos a gran escala. 

A consecuencia de ello se produce la contaminación de las aguas por antibióticos y  otros vertidos tóxicos. Por estos motivos desaparecen los cocodrilos, las garzas, el  flamenco rosa, la tortuga marina, los pelícanos y otras especies que habitan en ellos.  Además, se acentúa la erosión de las costas.   Contaminación de las aguas por residuos orgánicos, antibióticos y otros productos  químicos.  Requieren mucha energía externa.  El producto de piscifactoría no tiene las mismas cualidades que el salvaje.    Medidas de protección   En 1930 se intentó la gestión del mar por un organismo internacional único pero  fracasó. En la actualidad la gestión se realiza en base a numerosos tratados  internacionales. Las medidas que se deben adoptar para no agotar los recursos  pesqueros son:   Establecer cuotas anuales de captura de las distintas especies.  Establecer periodos de vedas y parada biológica.  Regular las diferentes modalidades de pesca, por ejemplo mediante la prohibición de  las artes de pesca más dañinas.  Zonas. Regular las zonas de pesca para evitar la sobreexplotación de los caladeros. La  Ley del Mar establece que cada nación tiene derecho a gestionar su propia pesca y la  de los extranjeros en las 200 millas de su costa. Hay establecidas zee (zonas  económicas exclusivas), para los países que tienen costas y abarcan 200 millas marinas,  unos 364 Km. En el Mediterráneo solamente 12 millas.  Regular los medios utilizados en la pesca. Limitación del número de barcos mediante la  concesión de licencias. Reducción del número de redes por barco. Regulación del  tamaño de las mallas.    Nuevas alternativas para la producción de alimentos  Teniendo en cuenta que en los países en vías de desarrollo existe una carencia proteica  en la nutrición, deben buscarse fundamentalmente este tipo de nutrientes en los  nuevos alimentos.  Cultivo de hongos: son fáciles de cultivar (en cuevas y sobre restos de vegetales),  fáciles de almacenar y se transportan en seco. Además tienen gran cantidad de  proteínas.  Cultivo de algas microscópicas: tienen un alto contenido en proteínas. 

Cultivo de bacterias y levaduras: crecen sobre una gran variedad de sustratos, incluso  aguas residuales, petróleo y residuos de papeleras, por lo que además de proporcionar  proteínas, sirven como eliminadores de residuos.  El krill: pequeños crustáceos marinos, que es el alimento básico de las ballenas y  poseen un 60% de proteínas en su peso seco.    Empleo de tecnología alimentaria:   Para proporcionar textura, sabores, colores,... apetecibles a alimentos ricos en  proteínas y antes desechados (por ejemplo el surimi o la soja)  Empleo de biotecnología e ingeniería genética: plantas con un contenido más proteico,  más resistentes a las plagas y heladas, crecimiento rápido, más eficientes  fotosintéticamente, etc... Esto ha dado lugar a los alimentos transgénicos.   

Recursos hídricos  Disponibilidad de agua   Los humanos necesitamos como recurso básico agua dulce. No nos sirve el agua de  mar, ni el agua que está helada.   Los recursos hídricos naturales se pueden definir como el volumen de agua disponible,  tanto superficial como subterráneo, de forma natural, es decir, sin obras artificiales, en  un periodo de tiempo determinado.   Podemos diferenciar dos tipos de recursos hídricos:   a) Agua superficial: es la que procede de la lluvia y el deshielo, que discurre con  rapidez sobre el suelo y alimenta arroyos, charcas y ríos. Esta agua constituye la  escorrentía superficial, que proporciona la mayor parte del agua utilizada. En nuestro  caso, pensar en el embalse de Gasset.  b) Agua subterránea: constituye el agua de precipitación infiltrada en el subsuelo que  escapa de la evapotranspiración y desciende hasta llegar a una capa impermeable que  la retiene, acumulándose encima y saturando los huecos del terreno formando un  acuífero. En nuestro caso, pensar en el acuífero 23.    Reparto del agua   Sin embargo, su distribución, tanto en el espacio como en el tiempo, es muy desigual y  viene dada por la desigual distribución de las precipitaciones. En nuestro país también  se produce un desigual reparto de los recursos hídricos. La sequía persistente que  suele afectar a la mitad sur peninsular durante varios años, con más intensidad en 

Andalucía, y el régimen pluviométrico normal en el norte, marca la tradicional división  en la España húmeda y la España seca.   Aunque también está influida, por determinados factores humanos:   La irregular distribución de los asentamientos de población. Por ejemplo, la cuenca del  Amazonas con el 13% de los recursos mundiales de agua dulce sólo da suministro al  0,4% de la población mundial.   Países pobres y países ricos se diferencian por sus consumos medios de agua por  habitante, que en los de extrema pobreza puede llegar a un máximo de 5 litros,  mientras los ricos llegan a consumir hasta 350 litros diarios por persona en usos  domésticos.   La contaminación, que reduce la calidad de las aguas, problema éste que por una  causa u otra afecta tanto a los países desarrollados como a los subdesarrollados. Cada  año se acumulan entre 300 millones y 500 millones toneladas de metales pesados,  disolventes, lodos tóxicos y otros desechos contaminantes provenientes de la  industria.    Algunas cifras del agua:  Pese a esta abundancia, en diversas regiones del planeta existen problemas de falta de  agua que empiezan a ser graves en algunos casos, debido a que la distribución  pluviométrica es muy irregular.   − Cuatro millones de personas mueren cada año de enfermedades cuyo vector es el  agua.   Más de 1.200 millones de personas carecen de abastecimiento de agua básico.  − El 41% de la población mundial, 2.700 millones de personas, tampoco tienen acceso  a un saneamiento adecuado.  − Las mujeres de África y Asia tienen que recorrer a pie, de media, seis kilómetros al  día para procurarse agua.  − El número de niños que murieron de diarrea en los 10 últimos años supera el número  de muertos en todos los conflictos armados desde la II Guerra Mundial. Basta lavarse  las manos con agua y jabón para que los casos de diarrea disminuyan un tercio.  − Las enfermedades relacionadas con la falta de higiene cuestan a los países en  desarrollo 5.000 millones de días de trabajo por año.  − El uso que se hace del agua va en aumento. Los 6.000 millones de habitantes del  planeta ya se han adueñado del 54% del agua dulce disponible en ríos, lagos y  acuíferos subterráneos. 

− Si el consumo de recursos hídricos per cápita sigue creciendo al ritmo actual, dentro  de 25 años el hombre podría llegar a utilizar más del 90% del agua dulce disponible,  dejando sólo un 10% por ciento para el resto de especies que pueblan el planeta.  − La mitad de humedales del mundo han desaparecido. La mayoría han sido destruidos  durante los últimos 50 años.  − Se calcula que hoy se gastan cerca de 30.000 millones de euros anuales para atender  las necesidades de agua potable y saneamiento en todo el mundo.  − Un ciudadano medio del mundo en desarrollo usa para lavar, beber y cocinar  durante todo el día la misma cantidad de agua que un occidental cada vez que  descarga la cisterna del inodoro.    Principales usos   A) Usos consuntivos: aquellos en los que se consume realmente agua, o al menos se  pierde calidad, por lo que no puede ser utilizada de nuevo directamente. Actividades  domésticas, industriales o agrícolas (que se consuma no quiere decir que el agua se  pierda: continuará con su ciclo natural).  B) Usos no consuntivos: aquellos en los que no hay consumo de agua, y una vez  utilizada puede ser empleada nuevamente si presenta unos mínimos de calidad (usos  energéticos, recreativos o ecológicos).     Usos consuntivos  Usos agrícolas.   La producción agrícola emplea el mayor porcentaje de agua dulce. Hay grandes  diferencias según países, en función del clima, del tipo de cultivo y de las técnicas  empleadas para el riego. No obstante, a nivel general, muchas de las técnicas de riego  son muy poco eficientes, desaprovechándose una gran parte del agua por evaporación  y por pérdida en los sistemas de canalización. En Andalucía el consumo agrícola se  lleva más del 80% de toda el agua. (Podemos imaginar dónde habrá que tomar  medidas realmente serias de ahorro de agua).    Usos industriales.   El campo de utilización es variadísimo, sirviendo como materia prima en procesos de la  industria química o alimentaria (fábricas de papel, de azúcar, conservas, etc.); como  agente refrigerante (por ejemplo en las centrales térmicas); como depósito de vertidos  (balsas de alpechín, balsas de residuos mineros como la de Aznalcóllar, balsas de  escorias de una central térmica o de una acería); como transporte de materiales; como  medio de limpieza (las “lavadoras” de las almazaras emplean agua para arrastrar la 

suciedad de las aceitunas). Aproximadamente en usos industriales se consume un 25%  del total del agua dulce.    Los usos urbanos   Son aquellos que se hacen para cubrir las necesidades de agua en los hogares,  comercios o servicios públicos (fuentes, riego de jardines o baldeo de las calles). El  agua empleada, procedente de distintas fuentes (aguas embalsadas, ríos, acuíferos) es  sometida a tratamientos de potabilización que aseguran su salubridad. En las casas se  emplea para beber, para la limpieza y para la higiene. El consumo de agua urbana está  en relación con el nivel de vida de la sociedad en cuestión: a mayor nivel de vida mayor  consumo de agua. Se estima que el consumo mundial de agua para uso doméstico  supone el 10% del consumo total. Se trata sólo de una media y hay que pensar en las  enormes diferencias entre países “desarrollados” y “subdesarrollados”.      Usos no consuntivos  Usos energéticos.  El agua es fundamental para la producción de energía, especialmente en países con  escasos recursos petrolíferos. También se puede incluir en este apartado el agua  empleada en los procesos de refrigeración de las centrales nucleares.  Usos recreativos.   Este es un uso no consuntivo, aunque como resultado de las actividades humanas  puede suponer un deterioro en la calidad de las aguas. Como uso recreativo podemos  considerar la utilización de embalses, ríos, lagos o el mar para deportes como la vela o  el piragüismo. También en este apartado se incluye el agua de las piscinas. Navegación.  No sólo existe navegación en los mares. También en grandes ríos y lagos la navegación  fluvial es importante en muchos países del mundo. De hecho, en algunos de ellos,  desde Brasil a Rusia, los ríos constituyen una red de transporte que no ha podido ser  sustituida por carreteras.   Uso ecológico.  El uso “ecológico” es un concepto relativamente nuevo y curioso que aparece a partir  del momento en que grandes obras de ingeniería modifican totalmente la dinámica  natural de los ríos. Estas obras son los embalses y los trasvases: cuando se construye  una presa y se embalsa agua, la retención de la misma hace disminuir, cuando no  desaparecer, el flujo de agua río abajo de la presa. Esta disminución de caudal, a veces  total, provoca daños en los ecosistemas del río y por eso, la gestión de las aguas por  los organismos competentes (Confederaciones Hidrográficas) debe tener en cuenta a  la hora de asignar agua a agricultores o para usos urbanos e industriales que hay que  dejar lo que se conoce como caudal ecológico que es el caudal mínimo necesario para 

que los ecosistemas fluviales y de ribera no desaparezcan y para recargar los acuíferos.  En España estos caudales suponen del orden del 10% de los caudales medios  Desgraciadamente, por una serie de intereses, no siempre se cumple.    Gestión hidrológica  La gestión adecuada del agua es un reto importante en las sociedades actuales. La  demanda de agua aumenta y las reservas son limitadas. Con el aumento de la  población tan solo en los últimos años se ha reducido drásticamente el agua disponible  y se ha incrementado el % de la población que sufre estrés hídrico.    Reparto desigual y consumo desigual.   Además  de un recurso escaso está irregularmente repartido. El consumo de este  recurso también es desigual para los diferentes países: en España está alrededor de  400 litros diarios, mientras que en los países subdesarrollados, sobre todo africanos, el  consumo es inferior a 50 litros diarios.    Esquema general diferentes medidas gestión. Podemos utilizar varios tipos de medidas  para gestionar los desequilibrios hídricos    Medidas tecnológicas  Embalses   Los embalses son masas de agua acumuladas en determinados tramos de los ríos  gracias a construcciones llamadas presas. Los embalses pueden tener varias funciones.  Fundamentalmente suponen una reserva de agua que podrá ser empleada para riegos  y para consumo humano. Pueden servir para frenar una avenida de agua en una  crecida de caudal y también para obtener energía eléctrica cuando se desembalsa  agua. Pueden incluso suponer un recurso turístico si se hace de ellos un uso recreativo.   Los embalses están abocados a la colmatación y en muchos casos, debido a la  contaminación de sus aguas, a la eutrofización.   España es uno de los países del mundo con un mayor aprovechamiento hidráulico:  desde principios del siglo XX han sido construidas decenas de grandes embalses y  centenares de pequeños. A pesar de los grandes impactos que han generado, en un  país como el nuestro, con una distribución temporal y espacial muy irregular de los  recursos hídricos han permitido paliar el grave problema que supone la falta de agua  en muchos lugares y en muchas épocas del año. Además, estos embalses han servido  para disminuir los riesgos de las grandes avenidas de agua estacionales y han  permitido obtener electricidad.  

Impacto ambiental. Modifican dinámica natural del rio. Desaparición de ecosistemas,  plantas y animales (por ejemplo peces que desovan aguas arriba como el salmón el  esturión).    Canales y transvases  También y a lo largo del siglo XX se realizaron canales para llevar el agua a zonas  relativamente alejadas.   Los trasvases ayudan al reparto solidario del agua, evitando que se convierta en un  factor limitante del desarrollo económico y social y de la calidad de vida en zonas  deficitarias. Ayudan, también a proteger ecosistemas fluviales y lacustres y humedales  afectados por la escasez. Pero tienen muchos inconvenientes:    Suponen alterar de manera irreversible el caudal del río donante. Las necesidades  ecológicas del río, y los acuíferos del río (muchas personas dependen de ellos).   Afecta a la dinámica de la desembocadura (en el caso del Ebro, cientos de familias  viven en el delta del cultivo del arroz: menos agua dulce = más agua salada; menos  aportes de sedimentos = pérdida del propio delta).   En las costas cercanas menos arena que les reponga la que las corrientes de deriva se  lleva, por tanto, más erosión de las costas.   La construcción de un sistema de canales ocasiona gran impacto ambiental  (movilización de grandes cantidades de tierra, barrera para los animales, modificación  de los cauces fluviales).   Conflictos entre cuencas donantes y receptoras (las receptoras piden más agua, las  donantes piden que se respeten los acuerdos).   Pueden aumentar las diferencias entre las comunidades, pues las zonas de secano  (renta más baja) aportarían el agua a las zonas de regadío (renta más alta).   Alto coste económico de las infraestructuras.   El ejemplo más llamativo de trasvase poco útil es el trasvase Tajo‐Segura, concluida su  construcción en 1.979 y que debe suministrar agua de la cuenca del río Tajo a la del río  Segura, más deficitaria. El resultado ha sido que solo uno de cada varios años ha  podido trasvasarse agua y nunca en la cantidad máxima asignada, simplemente por la  razón de que el río Tajo no lleva el agua suficiente: errores en los cálculos, años de  sequía, sobreexplotación de las aguas subterráneas asociadas al río y el cambio  climático han hecho que esa obra compleja, inmensamente cara y de alto impacto  ambiental no haya cumplido con su propósito. Como además se trata de llevar agua de  una Comunidad Autónoma a otra, y no sobra, los conflictos están servidos. “Las  guerras por el agua” ya empiezan a ser un hecho.    

Las canalizaciones de los ríos son construcciones cuya finalidad es evitar los daños  durante las crecidas de los ríos o mejorar sus condiciones de navegabilidad. Pero  también tienen inconvenientes:   La destrucción de valiosos ecosistemas, como los bosques de ribera o galería.   Alteración drástica del hábitat de los peces y otra fauna fluvial que se aloja en el cauce  natural del río.   Además, el agua confinada por canalizaciones o diques fluye más deprisa y con más  violencia, aumentando su fuerza erosiva e intensificando los efectos devastadores de  las inundaciones cuando se producen.  Embalses y trasvases son obras de ingeniería de una gran complejidad técnica y de un  coste económico y ambiental muy elevado. Estudiar pros y contras de estos proyectos  resulta decisivo para evitar errores que en muchos aspectos nos salen caros a todos.    Desaladoras   Como solución a la falta de agua en determinadas regiones (por embalses  insuficientes, sequías frecuentes, etc.) ya sea para uso doméstico, industrial o incluso  agrícola se recurre al agua de mar o de lagunas saladas.   El proceso de eliminación de sales recibe el nombre de desalinización (o desalación).  En realidad la desalación lleva utilizándose desde hace décadas en lugares donde hay  serios problemas de desabastecimiento, como algunas de las islas Canarias.   Pero lo novedoso estriba en que las plantas antiguas empleaban el sistema de  evaporar agua y condensar el vapor y actualmente se realiza mediante un proceso de  filtrado con membranas semipermeables que se conoce como ósmosis inversa (se hace  pasar agua a presión a través de estas membranas que no dejan pasar las sales. Puesto  que vamos a ir en contra de gradiente (ósmosis inversa: el agua pasa desde donde la  concentración de sal es mayor) se requiere un gran gasto de energía para bombear el  agua. No obstante, el rendimiento es mucho mayor que con el sistema de evaporación  y por eso se están diseñando y poniendo en funcionamiento muchas de estas plantas  desalinizadoras que permiten un precio alto pero razonable del agua.    Otros  Reutilización residuales. El condado de Orange (California) puso en marcha en 2008 el  sistema de reciclado de aguas residuales para consumo humano más puntero y grande  del mundo: es capaz de producir unos 265 millones de litros al día para abastecer a su  medio millón de habitantes.  Agua del rocío. Las planchas que cubren un tramo de la pendiente oriental del Peñón,  lugar especialmente castigado por las lluvias, constituyeron el sistema para conseguir 

agua potable, ya que Gibraltar carece de ríos o manantiales propios; el agua de lluvia  era canalizada desde allí hacia unos enormes depósitos enterrados. Este sistema,  aunque efectivo, llegó a resultar insuficiente, por lo que actualmente la mayor parte  del agua para consumo humano se obtiene por medio de la desalinización de agua de  mar.  Atrapanieblas. Son un sistema para atrapar las gotas de agua microscópicas que  contiene la neblina. Se usan en regiones desérticas con presencia de niebla, como el  desierto de Atacama en Chile y algunos países de África.  Torre de niebla. Estructuras verticales de 200 metros de altura recogerán cerca de  3.000 litros de agua al día para su uso en el regadío. ¿El secreto? La malla de plástico,  que actúa como fachada, captura el líquido elemento procedente de la «Camanchaca»,  un tipo de neblina propio de la costa.      Medidas de ahorro   Están dirigidas al uso eficiente y racional del agua en los tres sectores consuntivos:   En la agricultura   Adecuación de cultivos. Desarrollo de variedades de cultivo propias de cada clima y  lugar, que en el caso de los lugares áridos, serán aquellas que precisen menos agua.  Cultivos de secano en Ciudad Real.  Es fundamental racionalizar los cultivos: en muchos lugares hay que adecuar el tipo de  cultivo a las condiciones ambientales: en la Mancha hace 30 años se cultivaba trigo, vid  y melones. No es lógico que ahora se siembre maíz, que requiere mucha más agua. Se  hace explotando las aguas subterráneas y se está acabando con los acuíferos (sólo en  el acuífero 23 de la Mancha hay 60.000 pozos ilegales).   Mejora de los sistemas de irrigación, sustituyendo el sistema tradicional de riego a  manta por métodos más modernos como el riego por goteo, que aportan el  requerimiento hídrico necesario de cada planta, evitando la pérdida de agua por  evaporación, ya que en algunos casos se desperdicia hasta el 60%.   Mejora en los sistemas de canalización y distribución, donde se pierde gran cantidad  de agua (las acequias antiguas pierden mucha agua por filtración y evaporación).   Utilización de aguas residuales, previa depuración, para el riego.   Mayor control de suministros y aumento de las tarifas agrícolas para evitar el  despilfarro.    En la industria  

Promover el desarrollo de tecnologías que requieran un menor consumo de agua.   Reciclaje del agua para su reutilización en los sistemas de refrigeración de las  industrias.   Aplicación de incentivos a las industrias que reduzcan el consumo.     Sector urbano   Utilización de conducciones de distribución diferenciadas: una para consumo y otra  para cisterna.   Empleo de electrodomésticos e instalaciones de bajo consumo, como cisternas  ecológicas, grifos con temporizadores, etc.   Mejora en las redes de distribución mediante la renovación de la red subterránea de  agua potable, así como la detección y reparación de las mismas, para evitar fugas, que  se cifran en general entre el 20‐50%.  Otras medidas muy simples y eficaces son ducharse en vez de bañarse, evitar el goteo  de los grifos, etc.   En la mayor parte de las ciudades de España los jardines con césped son un lujo (no los  riega la lluvia como sucede en Francia). El cambio de especies vegetales a otras mejor  adaptadas a nuestro clima y, por tanto, que requieran menos agua es una medida, y  utilización de aguas depuradas para el riego.   Limitación de las construcciones de instalaciones deportivas y recreativas (piscinas,  campos de golf, etc.) en zonas deficitarias de agua.   Precios distintos según las necesidades y precios que reflejen los costes, como forma  de valorar los recursos hídricos y crear incentivos para su conservación. Un precio  demasiado bajo y una política de subvenciones indiscriminada favorece el derroche de  agua. Hay una medida que no falla cuando se aplica: subir el precio del agua.  Tengamos en cuenta que el agua que llega a nuestras casas es mucho más cara de lo  que nos cuesta directamente en el recibo. Una parte importante de la factura es  asumida por el Ayuntamiento, lo que quiere decir que sale igualmente de nuestros  bolsillos en forma de impuestos.    Planificación hidrológica  En España, a pesar de existir un gran aprovechamiento de los recursos hídricos, sigue  habiendo un déficit motivado por las razones anteriormente expuestas.    En nuestro país, a pesar del clima que tenemos y del cada vez más claro cambio  climático, las necesidades de agua han ido en aumento en los últimos años (más  regadíos, más industrias, más piscinas, más urbanizaciones, más, muchos más campos 

de golf…). Solo la gran crisis en la que está sumida España ha parado en seco esta  demanda descontrolada. Aun así, los agricultores exigen más y más agua. Y como no  hay más y todos tenemos derecho a ella, la gestión del agua es y será más que nunca  fundamental para conseguir el reparto equitativo de un bien escaso. Para ello se están  creando y modificando leyes y medidas de control.     El PHN (Plan Hidrológico Nacional) contemplaba la construcción de algunos embalses  más y del recrecimiento de algunas presas (para poder subir el nivel de las aguas y con  ello, la capacidad del embalse). Además planteaba la construcción de decenas de  desaladoras a lo largo de la costa mediterránea que solucionarían en un futuro los  problemas de abastecimiento a las poblaciones costeras. Con los recortes y el parón en  la construcción (caída de la burbuja inmobiliaria) está paralizado actualmente casi en  su totalidad.   Por lo tanto y resumiendo, tenemos un problema que solucionar y por mucho embalse  y mucha desaladora que se construyan, el agua seguirá siendo un recurso escaso en  muchos lugares y la demanda no parece tener límite.   No olvidemos que en las políticas del agua no sólo hay que tener en cuenta de cuánta  agua disponemos sino de qué calidad es, de cómo debe distribuirse y en qué  condiciones debe ser devuelta al medio. Estas son nuevas formas de ver el agua en las  que entra el concepto de medio ambiente y el de desarrollo sostenible. Por eso, ahora  resulta tan importante como los embalses fomentar una nueva cultura del agua, que  se está planteando para toda España: se trata de mentalizar a los ciudadanos de que el  agua es un bien escaso que no se puede derrochar (aunque nos podamos permitir el  lujo de pagar los recibos), que no podemos acabar con los ríos ya que son algo más que  un canal lleno de agua, que son valiosos ecosistemas y que el agua que se va al mar no  se “tira”: los ríos y el mar mantienen una complicada dinámica que es la que entre  otras cosas regenera la arena de las playas. La mayoría de los sistemas de riego que  todavía se emplean son muy ineficaces, desaprovechándose por evaporación o  infiltración una alta proporción del agua empleada y, por lo tanto, la mejora de los  regadíos es imprescindible. Por último debemos pensar que nuestro país tiene los  recursos hídricos que tiene y no se puede creer que por arte de magia (más embalses y  desaladoras, pozos más profundos) podremos seguir aumentando la demanda de agua  eternamente.   

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