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INTRODUCCIÓN Recurso natural Un recurso natural es un bien o servicio proporcionado por la naturaleza sin alteraciones por parte del ser humano. En contraposición por ejemplo con los recursos culturales o tecnológicos. Desde el punto de vista económico y social, los recursos naturales son valiosos para las sociedades humanas por contribuir a su bienestar y a su desarrollo. Por lo tanto cuando hablamos de recursos estamos hablando por un lado de necesidades humanas, de hecho la ciencia denominada economía no es otra cosa que el estudio del reparto de esos recursos entre los diferentes usos posibles. De tal forma que como iréis viendo, el tema de los recursos va a tener por una parte un enfoque económico y social puesto que hablaremos de los diferentes usos que hace el hombre de ellos; y por otra parte un enfoque ecológico, puesto que dichos recursos están integrados en este macrosistema natural que es la Tierra, cuyas desviaciones van a tener como resultado una serie de impactos que es necesario conocer. Tipos de recursos De forma clásica los recursos naturales se clasifican de acuerdo a dos conceptos: a su tasa de renovación, es decir, el tiempo que tardan en generarse en la naturaleza; y de acuerdo a su ritmo de consumo, es decir, la velocidad a que son consumidos por el ser humano. De tal forma que la relación entre ambos factores tiene como resultado la clasificación en recursos renovables y no renovables. Es importante tener presente siempre ambos factores ya que como veréis hay recursos que, aunque tradicionalmente han sido clasificados como renovables, si su tasa de consumo se dispara en relación con su tasa de regeneración podrían pasar a ser no renovables. Recursos naturales no renovables Cuando hablamos de recursos naturales no renovables hacemos referencia a recursos de origen geológico cuya formación y depósito ha necesitado de mucho tiempo, tiempo que en principio será superior al uso que hace el ser humano de los mismos. Concretamente estamos hablando de los combustibles fósiles como por ejemplo el petróleo y el carbón, y de los recursos minerales. Pero existen excepciones de recursos minerales cuyas reservas son tan grandes que prácticamente los hacen inagotables, como es el caso de la arcilla o el hierro.
Recursos naturales renovables Por otra parte, los recursos naturales renovables serían aquellos cuya velocidad de regeneración es superior a su nivel de extracción. Concretamente estamos hablando de los recursos bióticos como los recursos forestales y alimenticios; y los recursos hídricos. Aunque, como os decía, si esa tasa de extracción supera a la de regeneración dejarían de ser renovables. Un ejemplo en relación con los recursos bióticos, sería la extinción de especies animales a causa de su explotación por parte del ser humano. Por ejemplo la paloma migratoria en EEUU. Como veis los recursos naturales son múltiples: de tipo mineral, biótico, y también los hay energéticos. A lo largo de este tema yo os voy a hablar de los recursos naturales renovables, es decir, de los recursos forestales, de los recursos hídricos y de los recursos alimenticios, (ganadería y la agricultura). Y después Javier, en un tema que hay dedicado a los recursos energéticos, os hablará de aquellos que son renovables (como la energía solar, eólica, etc.); y de aquellos que no son renovables (como los combustibles fósiles y los minerales).
RECURSOS FORESTALES Situación Global Distribución actual bosques. Actualmente las mayores superfices forestales se encuentran en el hemisferio norte, en las zonas de taiga de la antigua URRSS, EEUU y Canada; así como en los bosques tropicales de Sudamérica, África y Ásia. Reducción superficie forestal – Crecimiento poblacional. Desde el comienzo de la agricultura hasta la actualidad los bosques han disminuido considerablemente, principalmente desde el siglo XX hasta la actualidad, hasta reducirse a unas 4000 millones de hectareas de superficie forestal que hay en la actualidad, lo que supone el 30% de la superficie terrestre. Además podríamos establecer una correlación positiva entre el crecimiento poblacional y el % de superficie deforestada. Países desarrollados Vs. países en desarrollo. Otra cuestión importante es que actualmente las tendencias de deforestación se están frenando, al menos en el primer mundo. Esta gráfica nos habla de los millones de hectareas de bosques deforestados, pero diferenciando entre bosques de la zona templada (correspondientes con el
hemisferio norte, es decir, zonas más desarrolladas) y bosques tropicales (zonas menos desarrolladas), y podemos ver como en el siglo XX la tendencia se invierte, pasando a ser los bosques tropicales los más deforestados. Esto abre un interesante debate, puesto que los paises desarrollados ya han alcanzado un estatus económico tal que le permite ejercer políticas mediambientales para proteger sus bosques, mientras que en los paises en desarrollo son muy dependientes de la agricultura y la ganadería; y además podríamos decir que también tienen derecho a desarrollarse y utilizar sus materias primas. Introducción ‐ Historia Históricamente se ha recurrido a explotar las poblaciones forestales naturales para cubrir la necesidad de madera y crear zonas de pasto; y en la actualidad son comunes también los cultivos forestales de especies de crecimiento rápidos para diversos usos como la obtención de madera, leña, frutos, papel, combustible, etc. La ciencia que estudia la explotación de la masas forestales es la silvicultura, que es el conjunto de técnicas que se aplican a las masas forestales para obtener de ellas una producción continua y sostenible de bienes y servicios demandados por la sociedad. Pero, quizás los principales factores históricos que han influido en la disminución de los espacios forestales seían: – Utilización de la madera hasta bien entrado el s. XX como fuente de energía: el carbón vegetal. – Los privilegios concedidos por los Reyes Católicos a la Mesta dando lugar a la roturación de grandes masas forestales para destinarlas al pastoreo. – La desamortización del S. XIX subastó extensas áreas forestales, que en muchos casos fueron taladas en beneficio de la agricultura. Por otra parte esta política significó la pérdida de espacios forestales de propiedad estatal
– Posteriormente, el desarrollo industrial, la expansión del ferrocarril, la explotación minera y el desarrollo urbano… también han sido actuaciones económicas, políticas y/o sociales que han influido considerablemente en el retroceso del bosque. Actualidad ‐ España Así, España llego a reducir drásticamente su superficie forestal. Pero esta tendencia, al igual que en otros paises europeos se invirtió desde mediados del siglo XX debido fundamentalmente a reforestaciones y al abandono de cultivos agrícolas. Actualmente en España existen más de 28 millones de Ha de superficie forestal, que suponen aproximadamente el 55% del territorio nacional. La masa forestal arbórea es más importante en la España húmeda y en las zonas montañosas, aquellas que historicamente han sido más inaccesibles. Desde el punto de vista de la importancia de las especies arboreas cabría destacar: – El encinar es la formación forestal mas extendida en los ambientes secos – El alcornoque se encuentra en el Levante, Submeseta Sur y Andalucía ‐ El robledal, sobretodo importante en la zona atlántica – Los hayedos se localizan en la España húmeda donde destaca Navarra – Los bosques de coníferas se localizan en las áreas montañosas, principalmente en las zonas del Mediterráneo, pero debido a las reforestaciones masivas, en la actualidad su distribución es mucho más amplia. Además de las reforestaciones de pinos, también son muy abundantes en la actualidad las plantaciones de eucaliptos y chopos. Importancia ecológica del bosque
Fijación CO2. El secuestro de carbono es el proceso de extracción del carbono o del CO2 de la atmósfera y almacenarlo en un depósito. Hoy día los océanos, y los
bosques representan los principales sumideros de carbono a traves de la fotosíntesis. El carbono representa el 20% de su peso en promedio de los árboles, las maderas duras son más densas y almacenan más carbono y durante más tiempo. Los bosques a veces pueden llegar a ser fuentes de CO2, especialmente en caso de incendio.Desde el inicio de la era industrial, producto del uso de energías derivadas de fuentes fósiles (petróleo, carbón, gas), las emisiones antropogénicas han aumentado considerablemente la concentración de dióxido de carbono (CO2) en el aire.
Reciclaje de nutrientes como el N y el P, ya que cuando la hojarasca es descompuesta por lo microorganismos, los árboles vuelven a tomar estos nutrientes.
Ciclo del agua. Los bosques actúan como "esponjas", capaces de recoger y almacenar grandes cantidades del agua de lluvia. Los suelos forestales absorben cuatro veces más agua de lluvia que los suelos cubiertos por pastos, y 18 veces más que el suelo desnudo. Con sus profundos sistemas de raíces, los árboles son capaces de extraer agua de zonas profundas del suelo. El agua se mueve por el árbol y se usa en la fotosíntesis, en el enfriamiento, y en otros procesos de crecimiento. Se evapora, como vapor de agua, desde las hojas. En este ciclo, los árboles son "fuentes de agua" vivientes que redistribuyen el líquido: la humedad, que se quedaría atrapada en forma subterránea si no fuera por los árboles, es liberada a través de sus hojas hacia el aire, donde luego se condensa formando nubes y cae de nuevo en forma de lluvia. Esto hace que también amortiguen los contrastes térmicos entre el día y la noche y entre el verano‐invierno; y amortiguen también el efecto de sequías e inundaciones.
Formación suelo y amortiguan la erosión. El bosque evita la erosión ya que el agua que cae en el dosel del bosque luego cae suavemente al suelo con mucha menor fuerza que la lluvia directa. Esto es especialmente notable en suelos montañosos que son muy vulnerables a la degradación debido a las pendientes muy pronunciadas y los suelos finos. Por lo tanto reducen las inundaciones y evitan que se colmaten lagos o embalses artificiales por el aporte de sedimentos.
Albergan gran biodiversidad. Contienen más del 60% de la biodiversidad del planeta, lo que es especialmente evidente en los bosques tropicales.
Importancia como recurso del bosque ©
Proporcionan madera, que es utilizada en numerosas industrias, construcción de casas, muebles, embarcaciones, tablones para andamiaje de minas, etc. De la madera se obtiene la pulpa de madera para fabricar el papel.
Combustible. La madera sirve también como combustible (leña) y para fabricar el carbón vegetal.
Alimentación: Proporcionan gran cantidad de productos alimenticios para el hombre (especias, frutos, semillas, setas etc.), caza, pesca; y para los animales (bellotas, castañas, pastos).
Medicamentos. La industria farmacéutica obtiene ingredientes para gran cantidad de medicamentos.
Materiales industriales. Son fuente de gran cantidad de materiales industriales como el corcho, el caucho, resinas, colorantes y aceites esenciales, gomas.
Fines recreativos y sociales. Lugares de ocio y esparcimiento: deporte de la caza y la pesca, senderismo, escalada, o simplemente el disfrute del entorno, por lo que también es un recurso turístico y cultural.
Causas deforestación Aunque pueden darse de forma natural incendios y enfermedades, la mayoría están directamente relacionadas con la acción de la especie humana: Las principales causas de desorestación son los incendios y la tala descontrolada y aunque por ejemplo los incendios también pueden darse de forma natural (por ejemplo en ambientes mediterraneos hay muchas plantas que están adaptadas a ellos), la inmensa mayoría son causados por el hombre. Nuestro país tiene un alto riesgo de incendio por diversas razones: Nuestro clima favorece los incendios en veranos secos y calurosos. Riesgo de incendio forestal. Las reforestaciones se hicieron con especies pirófilas como los pinos.
Dentro de las motivaciones que llevan y han llevado a la deforestación de origen antrópico cabe destacar tres: El incremento de las zonas dedicadas a cultivos, entre los que cabría destacar la introducción de nuevos cultivos como la soja. El incremento de las zonas dedicadas a pastos para el ganado. Esto es muy evidente en las zonas subdesarrolladas donde la principal fuente de subsistencia es el ganado. La deforestación para el desarrollo urbano y las grandes obras públicas tales como pantanos, carreteras, urbanizaciones. Otras causas de deforestación importantes serían la lluvia ácida (que ha contribuido al deterioro de las masas boscosas del norte de Europa); y diferentes plagas y enfermedades (como por ejemplo la grafiosis en España, hongo que afecta a los olmos y que ha sido la causa de la pérdida del 40% de los olmos en Europa). Uso sostenible de los bosques El uso sostenible de los recursos forestales consisten en mantener, en la medida de los posible, la estructura natural del bosque. Respetar la dinámica natural del ecosistema y extraer sólo aquellos recursos excedentes, para asegurar su estabilidad. A este nivel yo creo que es importante primero identificar los diferentes actores o niveles implicados en el uso del recurso y despues identificar que es lo que se puede hacer en cada uno de ellos para alcanzar dicha sostenibilidad. De tal forma que podíamos hablar del papel que tiene por un lado la industria (en este caso la industria maderera), los consumidores (es decir, todos nosotros) y los gobiernos en tanto que legisladores y gestionadores del recurso: Industria:
Aquí destacaría incrementar la eficacia del proceso industrial, ya que la realidad es que se desperdicia mucha madera.
Por otra parte el modelo actual imperante es el de producir madera de crecimiento rápido, con lo cual un cambio hacia rotaciones largas de maderas duras, de alta calidad sería beneficioso.
Tercero haría referencia a la forma en que se realizan la talas, pasando de los talados a matarrasa (en los cuales se talan todos los árboles de una parcela) a los de aclarado o entresacados (tala selectiva de árboles maduros, lo que facilita el desarrollo de los jóvenes que se dejan además como fuente de semillas).
Y finalmente sería interesante que las reforestaciones de plantaciones con fines comerciales se llevaran a cabo en zonas marginales, no en zonas ecologicamente bien conservadas y desplazando a la vegetación autóctona.
Gobierno: Los diferentes gobiernos pueden favorecer el uso sostenible de los bosques de diversas maneras, pero quizás cabria destacar:
Dotar de medios económicos y humanos para la prevención de incendios.
Desarrollar una legislación que proteja los bosques contra la especulación.
Mediante políticas económicas de favorezcan el desarrollo de los habitantes de zonas forestales para incentivar la conservación de los bosques. Y en contraposición reducir los subsidios de los gobiernos a las industrias madereras, lo que haría que éstas reflejarían su precio real, con lo que disminuiría su consumo.
Consumidor Y por último, obviamente tenemos que hablar del papel que tenemos todos como consumidores (el lema piensa globalmente, actua localmente). A este nivel cabe destacar:
La importancia del reciclado de papel. Este es un material que puede tener mucho usos.
Demandar usos alternativos de los bosques al de los bienes de consumo, como son todos los usos recreativos.
Y finálmente podríamos hablar del desarrollo de conciencias políticas de consumo responsable, en las que el ciudadano consciente de su papel como consumidor decide empoderarse (social y politicamente) y rebajar el grado de consumo y en definitiva sus necesidades materiales.
PEFC es el sistema de certificación forestal más implantado en el mundo. El objetivo de PEFC es asegurar que los bosques del mundo sean gestionados de forma responsable, y que su multitud de funciones estén protegidas para generaciones presentes y futuras. Para ello cuenta con la colaboración de propietarios y empresas del sector forestal, que apostando por la certificación de sus bosques e industrias, están asegurando la sostenibilidad del sector. PEFC proporciona el marco para la aplicación de unas normas comunes acordadas internacionalmente, a todos sus sistemas de certificación nacional, y a los gestores forestales y empresas de transformación de productos forestales. Los productos de origen forestal (madera, papel, corcho, setas, resinas, esencias...) certificados por PEFC garantizan a los consumidores que están comprando productos de bosques gestionados sosteniblemente. Escogiendo PEFC, los compradores pueden ayudar a combatir la corta ilegal y fomentar las principales funciones que juegan los recursos forestales como: Contribuir al mantenimiento de numerosos ecosistemas y a la diversidad biológica. Ser el sustento económico de muchas poblaciones rurales y el origen de una importantísima industria de transformación. Tener un papel social y cultural reconocido cada vez en mayor medida. Actualmente hay en España 1.890.706 Ha de bosques certificados, que integran a más de 19.638 gestores públicos y privados. Se estima que el 9,8% de la superficie forestal arbolada está certificada con PEFC. Esto implica una superficie potencial para la certificación, del 90,2% de los bosques nacionales, es decir, cerca de 17 millones de Ha forestales.
RECURSOS ALIMENTICIOS: GANADERÍA Y AGRICULTURA Contexto ‐ historia El origen de la agricultura y la ganadería se remonta al Neolítico, cuando el hombre pasa de ser cazador‐recolector a agricultor‐ganadero; empezando a cultivar tierras y a domesticar animales, ganando así independencia en la disponibilidad de recursos con respecto a la etapa precedente.
Tradicionalmente agricultura y ganadería estuvieron unidas formando un sistema cerrado y ecológicamente eficiente, es decir, el ganado se alimenta de pastos, a la vez que abona los cultivos; y el hombre se alimenta de la producción de ambos; de tal forma que se estable una interdependencia y autosuficiencia entre todos ellos . Este sistema se ha mantenido hasta muy recientemente y en algunos casos como el de las dehesas sigue estando vigente. Posteriormente, con la industrialización de las actividades humanas lo que sucedió es que el sistema pasó a ser abierto, es decir, las actividades agrícolas y ganaderas pasaron a gestionarse de manera independiente la una de la otra, y a su vez altamente dependientes de energía externa como la fósil, todo con el fin de aumentar la producción; para una población mundial también creciente. Contexto – situación actual Hasta mediados del siglo XX el aumento de la producción agrícola y ganadera se debió al incremento de las tierras cultivadas. Posteriormente en EEUU comenzó lo que se ha dado a conocer como la revolución verde, que consistió básicamente en un incremento de la producción basado en la industrialización del proceso y al empleo de especies más productivas frente aquellas mejor adaptadas. Los efectos positivos de dicha revolución fueron que se consiguió reducir la desnutrición en el mundo, aunque actualmente esta tendencia parece haberse estancado. Por otra parte, esta nueva filosofía de producción agrícola y ganadera está suponiendo una importante fuente de degradación de los ecosistemas naturales (contaminación y pérdida de biodiversidad al producirse una fuerte selección de aquellas especies más productivas frente las que estaban adaptadas al entorno) (nacimiento de los transgénicos), además de suponer perdidas en el acervo cultural y nutricional de la riqueza gastronómica de diferentes pueblos. Finalmente el salirse de ese sistema cerrado del que hablábamos al principio ha supuesto una fuerte dependencia tecnológica y energética, lo que compromete su sostenibilidad a largo plazo. Contexto De tal forma que la realidad actual, es que a pesar de la revolución verde, la desnutrición sigue siendo uno de los grandes problemas de la humanidad. Los países desarrollados suponen menos del 25% de la población mundial, pero concentran más del 80% de la riqueza. En los países ricos se consume gran cantidad de calorías y una enorme variedad de alimentos, con un predominio de proteínas de origen animal (carnes, pescados) y un abandono gradual de alimentos básicos, como las patatas, el pan, los cereales y las legumbres. Estos hábitos tienen importantes
consecuencias sobre la economía mundial, e influyen en la producción de alimentos y sus circunstancias (economía de mercado). En los países en vías de desarrollo se consume poca cantidad de calorías a partir de un reducido grupo de alimentos. Predominan los cereales, los tubérculos y otras raíces, y las legumbres. Sufren desnutrición por un aporte insuficiente de calorías y porque su dieta es desequilibrada, debido a la carencia de proteínas, vitaminas, hierro, cinc y yodo. Aunque se puede sobrevivir sin las cantidades adecuadas de estas sustancias, no es posible llevar una vida saludable. En los países en vías de desarrollo la población crece más que los alimentos por lo que 800 millones de personas están desnutridas. Tradicional Vs Intensiva Lo primero que cabe comentar es que la agricultura y ganadería tradicional se dan en países en desarrollo mientras que las actividades más intensivas se realizan en países desarrollados. Agricultura y ganadería tradicional Como señalaba al principio se trata de un sistema cerrado en el que se da un flujo de materia y energía de tal forma que los diferentes componentes serían interdependientes y en cierto modo el sistema sería autosuficiente. En cierta forma también se podría decir que imita una sucesión ecológica puesto que es muy frecuente encontrar plantas en diferentes estadios imitando una sucesión ecológica. En relación con la agricultura, es la que se lleva a cabo en el 75% de las tierras de cultivo, especialmente en los países en vías de desarrollo y que, generalmente, se encuentra combinada con la ganadería. Se basa en el trabajo humano y animal, y sólo produce las cosechas y/o ganado necesarios para la supervivencia familiar, realizada en pequeñas parcelas de cultivos diversos o policultivos, se usan fertilizantes naturales (estiércol) y agua para el riego. Algunas de sus características más evidentes es que es una actividad que requiere muy poca inversión (en agricultura desde laboreo a mano o tracción animal; y en ganadería poco más que el ganado mismo). Por ejemplo como fuente de semillas se utilizan las propias plantas cultivadas y como abono, se utilizan los excrementos de los animales. Como tipos cabría destacar el cultivo tradicional intensivo, realizado en pequeñas parcelas de cultivos diversos; y la agricultura itinerante, seguida por habitantes de los bosques tropicales en los que realizan talas selectivas en la que se cultivan pequeñas parcelas que se abandonan cuando el terreno se agota (cada 5‐7 años), dejando que se restablezca el bosque primitivo. En cuando a la ganadería tendríamos la extensiva, que utiliza el sistema de pastoreo para alimentar al ganado, cuyas formas tradicionales han sido la sedentaria y la nómada o trashumante.
Agricultura y la ganadería intensivas Como comentaba al principio es un sistema abierto en el que se ha industrializado la actividad, creando una fuerte dependencia de aportaciones externas en términos energéticos y tecnológicos. En relación con la agricultura se caracteriza por el monocultivo de grandes extensiones, un mayor consumo de agua, el empleo masivo de abonos y plaguicidas y la utilización de maquinaria que consume combustibles fósiles. Es decir, al contrario que el caso anterior, es un sistema que requiere grandes inversiones, pero del que también se obtiene una gran producción y grandes ganancias. El cultivo de invernaderos es el máximo exponente de la explotación agrícola intensiva de cualquier producto hortícola, en cualquier época del año. Las condiciones de crecimiento de plantas (temperatura, humedad, abonos) son vigiladas con mimo, pudiendo llegar, incluso, al extremo de no utilizar tierra vegetal (cultivos hidropónicos) o de controlar las necesidades de las plantas con ayuda de medios tecnológicos. Un claro ejemplo lo constituyen los cultivos bajo plásticos de Almería, que abastecen de frutas y verduras a gran parte del mercado de la UE. La ganadería se establece al margen de la agricultura y también es de tipo industrial. Utiliza fundamentalmente piensos para alimentar al ganado que permanece estabulado en granjas destinadas a la cría masiva del mismo. Se concentra en la cría de algunas especies (vacas, cerdos, pollos…). Los animales viven encerrados en un espacio reducido, sobrealimentados con piensos y forrajes producidos, generalmente, fuera de las granjas. Esta modalidad de ganadería consume mucha energía (combustibles fósiles) para calentar y limpiar las instalaciones. Es un sistema muy mecanizado y con altas producciones, pero con baja eficacia energética. Para alimentar a los animales se emplean cereales, lo que supone su cultivo previo y unas pérdidas considerables de energía y materia en el paso desde productor a consumidor secundario. En la actualidad un 40% de la producción mundial de cereales se dedica a alimentar a la ganadería, lo que se conoce como “hectáreas fantasma”. Impactos derivados de la agricultura y la ganadería intensivas La agricultura que se desarrolla en los países desarrollados es, casi en su totalidad, intensiva, es decir, su objetivo es la explotación máxima del suelo para conseguir la mayor producción posible. La concentración de la población en las ciudades y el incremento creciente de la demanda de alimentos han obligado a dar prioridad a la agricultura intensiva, generando los siguientes impactos ambientales: Deforestación: al talar y quemar bosques de manera indiscriminada para aumentar la superficie de terreno dedicada al cultivo. De esta manera, se consigue de forma rápida
un terreno fértil al que se aplican luego técnicas de cultivo, fertilizantes y productos fitosanitarios que incrementan la productividad. Desertización, erosión por deforestación, monocultivo prolongado, malas labores agrícolas, uso de suelos inadecuados, (en pendiente, o fácilmente agotables) o sobrepastoreo. Contaminación de aguas superficiales y subterráneas y de suelos por el empleo abusivo de fertilizantes, pesticidas, el estiércol, los purines y restos orgánicos. Provocan una contaminación difusa, muy difícil de controlar y la eutrofización de lagos y ríos debido al abuso de fertilizantes químicos con un alto contenido de nitrógeno y fósforo. Utilización de productos biológicamente activos: antibióticos, hormonas, que pueden causar efectos en el ser humano. Presencia de sustancias tóxicas bioacumulables en los alimentos por uso inadecuado de pesticidas, o contaminación de aguas de riego con sustancias no biodegradables. Estas sustancias se van acumulando a lo largo de la cadena alimentaria, llegando al ser humano en grandes concentraciones. Generación de residuos: se acumulan plásticos y envases de fertilizantes y pesticidas. Contaminación atmosférica: por incremento de combustibles fósiles y los gases producidos por algunos cultivos. (El arroz produce metano). Aparición de nuevas enfermedades a través de los alimentos: como el mal de las vacas locas (encefalopatía espongiforme bovina). Pérdida de la biodiversidad: Debido a la destrucción de ecosistemas, el uso de plaguicidas, los monocultivos, o de pocas razas ganaderas. Sobreexplotación de acuíferos: la creciente demanda de agua para riego ha provocado que los acuíferos se exploten por encima de su tasa de regeneración. Además, si están cerca de la costa, puede producirse su salinización. Agricultura y ganadería ecológicas La agricultura debe conseguir un nivel de producción suficiente para la población futura y, al mismo tiempo, reducir el deterioro del medio ambiente. Hemos de alcanzar, pues, una agricultura sostenible, también conocida como biológica o ecológica. Esta agricultura se basa en: Vuelta al sistema cerrado y al funcionamiento natural de los ecosistemas, Aprovechando la luz solar y los nutrientes (reciclaje), así como conservando el suelo y ahorrando agua (riego por goteo). Sustitución de fertilizantes químicos por fertilizantes orgánicos (estiércol, compost, desechos de cultivos, abono verde). Fomenta la biodiversidad de especies animales y vegetales ya que se basa en cultivos múltiples: incluye la rotación de cultivos y los cultivos mixtos en los que crecen dos o
más cosechas. En ellos, las malas hierbas, las plagas, los insectos y otros agentes patógenos no proliferan tan deprisa. Así en vez de utilizar por ejemplo pesticidas y plaguicidas se basa en la lucha biológica: se introducen depredadores naturales, como las mariquitas, que controlan la población de pulgones parásitos de las plantas. Utilización de plantas y animales adaptados al entorno. Sello de agricultura ecológica Los productos ecológicos, (también llamados biológicos u orgánicos) tienen cada vez mayor aceptación en el mercado y consecuentemente mayor valor. Su producción, etiquetado y comercialización está sometida a una regulación estricta (reglamento 2092/91 Comisión Europea).
Recursos alimenticios: La pesca y la acuicultura Contexto La pesca es una actividad humana ancestral que provee de un alimento de gran valor nutricional. La gestión de los recursos pesqueros sigue un patrón casi neolítico, pues se parece a la estrategia del recolector. Durante siglos ha sido un recurso renovable debido a la poca demanda y la poca capacidad extractiva. Aumento demanda Con el aumento de la población humana, especialmente desde mediados del siglo XX se disparó la demanda de pescado y con esta la pesca y la acuicultura. Este aumento de la demanda y el incremento de la capacidad de las nuevas artes de pesca (en lo que podríamos denominar como un cambio hacia métodos de extracción industrial) han conducido a la sobreexplotación de los principales caladeros y situar a ciertas especies en trance de desaparecer. Principales caladeros La mayor parte de estos están situados en zonas de gran productividad oceánica como son las áreas de afloramiento y la plataforma continental.
Principales especies Pero junto con la sobreexplotación de los caladeros en general, la otra gran cuestión es que la pesca se concentra en unas especies determinadas. Para que os hagáis una idea de las aproximadamente 20.000 especies conocidas de peces, sólo se consumen menos de la mitad. Y de estas, 2/3 partes son cinco especies: el bacalao, la caballa, el atún, el salmón y los arenques. Esto hace que los barcos arrastreros capturen muchas especies que carecen de valor económico, los llamados descartes, y que son destruidos sin generar ningún beneficio pero provocando graves desequilibrios en los ecosistemas marinos. Tipos de pesca Tradicionales Dentro de los tradicionales destaca la pesca artesanal o de bajura. Es la modalidad más tradicional. Se utilizan pequeñas embarcaciones y se lleva a cabo en las proximidades de la costa. Genera muchos puestos de trabajo, escasa contaminación y es bastante productiva. Para realizar las capturas, se emplean generalmente redes que pueden ser de superficie y de arrastre (sirven para capturar los peces del fondo). En general es una pesca poco sofisticada tecnológicamente lo que limita la capacidad de sus capturas. Además algunos de los tipos de pesca tradicional son muy selectivos, como la almadraba. Esta es una de las técnicas para la captura del atún empleada en diferentes partes del Mediterráneo (como Cádiz) durante la migración de atunes Atlántico‐Mediterráneo (y vuelta) que se utiliza desde tiempos prerromanos. Consiste en instalar un laberinto de redes en el paso de los atunes, que normalmente se sitúa cerca de la costa. La pesca moderna También denominada pesca de altura explota los bancos de los grandes peces migradores (atún, pez espada, bonito,…) que se localizan a distancias considerables de la costa. Se sirve de grandes embarcaciones, equipadas con cámaras frigoríficas, congeladores y factorías conserveras que pueden procesar, conservar y almacenar sus capturas. Emplean técnicas muy sofisticadas para detectar los bancos de peces: radares, sónares, avionetas que ayudan a localizar las grandes acumulaciones de peces. En ocasiones utilizan la información que proporcionan los satélites. Enmalle. Desde hace unos años se vienen utilizando las redes de deriva (redes de la muerte). Son redes de nylon que se mantienen bajo la superficie del agua mediante flotadores. Su altura varía entre 20 y 30 metros y su longitud máxima permitida es de
2,5 km. Las redes pueden ir a la deriva o remolcadas por el buque al que está amarrado uno de sus extremos. Palangre. Están constituidos por un largo cordel de hasta varios km de longitud, del que cuelgan otros más cortos y numerosos terminados en anzuelo. Arrastre. Son redes en forma de saco que se arrastran por el fondo y la superficie. La pesca de arrastre, junto con la pesca con redes de deriva, es de las menos selectivas que existe, pues es muy dañina para los fondos oceánicos; de hecho, en la mayoría de los países está regulada, aunque en muy pocos está prohibida. El modo de arrastre de fondo es uno de los métodos más invasivos de pesca, pues está en contacto con el fondo marino y destruye algas y otros organismos indiscriminadamente. Por esta razón se cuestiona su uso y se exige mayor regulación. Impactos de la pesca © Sobreexplotación: hacia el año 1996 el número de toneladas capturadas suponía 95 millones de toneladas, muy cerca de los 100 millones de toneladas que la FAO considera como “máximo rendimiento sostenible”. Es decir, el máximo que se puede capturar sin que se produzca el agotamiento de las poblaciones. Una tercera parte de las capturas se usa para fabricar piensos animales, lo que supone una considerable pérdida en el traspaso de materia y energía en la cadena trófica. Pesca de alevines: la captura de peces inmaduros puede esquilmar la población de los mismos. Sobreexplotación del salmón. El bacalao atlántico fue gravemente sobreexplotado en el Atlántico norte (especialmente en Terranova) durante la década de 1970 y 1980, lo que provocó su colapso a partir de 1992. Desequilibrio cadenas tróficas. La sobrepesca tiene, además, efectos devastadores sobre los ecosistemas, que van más allá del impacto directo que se ejerce en las especies capturadas, pues una variación notable y repentina del número de ejemplares de una especie puede ejercer una presión intolerable en su medio ecológico. Por ejemplo, si se eliminan la mayoría de las truchas de un río, las carpas se colocarán en una situación predominante que impedirá indefinidamente el restablecimiento de la población de truchas Pesca sucia (poco selectiva), accidentalmente se pescan otros seres vivos sin valor económico, que se devuelven muertos a las aguas. Esta pesca muy dañina para el ecosistema marino, se estima en unos 25 millones de toneladas al año. Las tortugas y los delfines son los más afectados por este problema. Contaminación de las aguas: la mayor parte de la actividad pesquera se localiza en la plataforma continental, donde se reproducen y se alimentan numerosas especies. Cualquier impacto en esta zona influye negativamente en el rendimiento de las actividades pesqueras.
Degradación de ecosistemas costeros: lugar donde se produce la mayor parte de las capturas. Destrucción de las praderas de posidonia en el Mediterráneo, principalmente por las redes de arrastre. Introducción de especies alóctonas (bioinvasiones). Mejillón cebra. Alga asesina. Perca del Nilo (Documental: Pesadilla de Darwin). Acuicultura La alternativa a la pesca extractiva, son los cultivos de especies piscícolas, crustáceos y moluscos: la acuicultura, cuya producción ha crecido frente el estancamiento de las capturas salvajes. El crecimiento de la acuicultura es por un lado una solución ya que representa una alternativa sostenible de los recursos pesqueros que permiten cultivar especies de alto valor económico, y es un sistema altamente eficiente que se ha convertido en una importante fuente de ingresos en muchos lugares, como es el caso de Galicia; pero por otra parte presenta impactos que analizaremos más adelante. Cría de especies en aguas tanto dulces como marinas. Atendiendo al tipo de especie que se cultiva, se distinguen: Cultivo de peces o piscicultura: en establecimientos denominados piscifactorías. Las principales especies que se cultivan en agua dulce son los salmones, las truchas, carpas tencas y carmines. En aguas salobres destacan la cría de lenguados, doradas, rodaballos, lubinas, mújos, besugos, etc. Regiones como Galicia, Huelva y Cádiz presentan especiales condiciones para este tipo de cultivo. En la costa de Murcia se lleva a cabo una acuicultura muy especializada y singular, la del engorde en jaulas del mayor de los atunes, el atún rojo, hasta que alcanza un peso de más de 200 kg. Cultivo de moluscos: mejillones (miticultura), almejas, navajas y ostras (ostricultura). Cultivo de crustáceos: los langostinos, la langosta, el camarón y el cangrejo rojo son los principales cultivos de este tipo de animales en el mar, a los que hay que añadir, aunque con mucha menor producción, los cultivos de cangrejo de río en aguas dulces. Impactos derivados de la acuicultura Pérdida de biodiversidad marina (si se pesca masivamente para utilizarlo como alimento de las especies criadas, o porque éstas sustituyen a las autóctonas). Degradación de ecosistemas. Como es el caso de la deforestación de los manglares. Los manglares son bosques anfibios que crecen en aguas salobres y pobres en oxígeno, junto a la desembocadura de los ríos y otros lugares cenagosos costeros ecuatoriales y tropicales. Protegen las costas de la erosión, poseen una gran biodiversidad y proporcionan recursos vegetales (madera, carbón, papel, tanino, alcohol, gomas, medicinas, etc.) y minerales como la sal. En la actualidad, se produce una tala masiva de los manglares para establecer una acuicultura de cría de langostinos a gran escala.
A consecuencia de ello se produce la contaminación de las aguas por antibióticos y otros vertidos tóxicos. Por estos motivos desaparecen los cocodrilos, las garzas, el flamenco rosa, la tortuga marina, los pelícanos y otras especies que habitan en ellos. Además, se acentúa la erosión de las costas. Contaminación de las aguas por residuos orgánicos, antibióticos y otros productos químicos. Requieren mucha energía externa. El producto de piscifactoría no tiene las mismas cualidades que el salvaje. Medidas de protección En 1930 se intentó la gestión del mar por un organismo internacional único pero fracasó. En la actualidad la gestión se realiza en base a numerosos tratados internacionales. Las medidas que se deben adoptar para no agotar los recursos pesqueros son: Establecer cuotas anuales de captura de las distintas especies. Establecer periodos de vedas y parada biológica. Regular las diferentes modalidades de pesca, por ejemplo mediante la prohibición de las artes de pesca más dañinas. Zonas. Regular las zonas de pesca para evitar la sobreexplotación de los caladeros. La Ley del Mar establece que cada nación tiene derecho a gestionar su propia pesca y la de los extranjeros en las 200 millas de su costa. Hay establecidas zee (zonas económicas exclusivas), para los países que tienen costas y abarcan 200 millas marinas, unos 364 Km. En el Mediterráneo solamente 12 millas. Regular los medios utilizados en la pesca. Limitación del número de barcos mediante la concesión de licencias. Reducción del número de redes por barco. Regulación del tamaño de las mallas. Nuevas alternativas para la producción de alimentos Teniendo en cuenta que en los países en vías de desarrollo existe una carencia proteica en la nutrición, deben buscarse fundamentalmente este tipo de nutrientes en los nuevos alimentos. Cultivo de hongos: son fáciles de cultivar (en cuevas y sobre restos de vegetales), fáciles de almacenar y se transportan en seco. Además tienen gran cantidad de proteínas. Cultivo de algas microscópicas: tienen un alto contenido en proteínas.
Cultivo de bacterias y levaduras: crecen sobre una gran variedad de sustratos, incluso aguas residuales, petróleo y residuos de papeleras, por lo que además de proporcionar proteínas, sirven como eliminadores de residuos. El krill: pequeños crustáceos marinos, que es el alimento básico de las ballenas y poseen un 60% de proteínas en su peso seco. Empleo de tecnología alimentaria: Para proporcionar textura, sabores, colores,... apetecibles a alimentos ricos en proteínas y antes desechados (por ejemplo el surimi o la soja) Empleo de biotecnología e ingeniería genética: plantas con un contenido más proteico, más resistentes a las plagas y heladas, crecimiento rápido, más eficientes fotosintéticamente, etc... Esto ha dado lugar a los alimentos transgénicos.
Recursos hídricos Disponibilidad de agua Los humanos necesitamos como recurso básico agua dulce. No nos sirve el agua de mar, ni el agua que está helada. Los recursos hídricos naturales se pueden definir como el volumen de agua disponible, tanto superficial como subterráneo, de forma natural, es decir, sin obras artificiales, en un periodo de tiempo determinado. Podemos diferenciar dos tipos de recursos hídricos: a) Agua superficial: es la que procede de la lluvia y el deshielo, que discurre con rapidez sobre el suelo y alimenta arroyos, charcas y ríos. Esta agua constituye la escorrentía superficial, que proporciona la mayor parte del agua utilizada. En nuestro caso, pensar en el embalse de Gasset. b) Agua subterránea: constituye el agua de precipitación infiltrada en el subsuelo que escapa de la evapotranspiración y desciende hasta llegar a una capa impermeable que la retiene, acumulándose encima y saturando los huecos del terreno formando un acuífero. En nuestro caso, pensar en el acuífero 23. Reparto del agua Sin embargo, su distribución, tanto en el espacio como en el tiempo, es muy desigual y viene dada por la desigual distribución de las precipitaciones. En nuestro país también se produce un desigual reparto de los recursos hídricos. La sequía persistente que suele afectar a la mitad sur peninsular durante varios años, con más intensidad en
Andalucía, y el régimen pluviométrico normal en el norte, marca la tradicional división en la España húmeda y la España seca. Aunque también está influida, por determinados factores humanos: La irregular distribución de los asentamientos de población. Por ejemplo, la cuenca del Amazonas con el 13% de los recursos mundiales de agua dulce sólo da suministro al 0,4% de la población mundial. Países pobres y países ricos se diferencian por sus consumos medios de agua por habitante, que en los de extrema pobreza puede llegar a un máximo de 5 litros, mientras los ricos llegan a consumir hasta 350 litros diarios por persona en usos domésticos. La contaminación, que reduce la calidad de las aguas, problema éste que por una causa u otra afecta tanto a los países desarrollados como a los subdesarrollados. Cada año se acumulan entre 300 millones y 500 millones toneladas de metales pesados, disolventes, lodos tóxicos y otros desechos contaminantes provenientes de la industria. Algunas cifras del agua: Pese a esta abundancia, en diversas regiones del planeta existen problemas de falta de agua que empiezan a ser graves en algunos casos, debido a que la distribución pluviométrica es muy irregular. − Cuatro millones de personas mueren cada año de enfermedades cuyo vector es el agua. Más de 1.200 millones de personas carecen de abastecimiento de agua básico. − El 41% de la población mundial, 2.700 millones de personas, tampoco tienen acceso a un saneamiento adecuado. − Las mujeres de África y Asia tienen que recorrer a pie, de media, seis kilómetros al día para procurarse agua. − El número de niños que murieron de diarrea en los 10 últimos años supera el número de muertos en todos los conflictos armados desde la II Guerra Mundial. Basta lavarse las manos con agua y jabón para que los casos de diarrea disminuyan un tercio. − Las enfermedades relacionadas con la falta de higiene cuestan a los países en desarrollo 5.000 millones de días de trabajo por año. − El uso que se hace del agua va en aumento. Los 6.000 millones de habitantes del planeta ya se han adueñado del 54% del agua dulce disponible en ríos, lagos y acuíferos subterráneos.
− Si el consumo de recursos hídricos per cápita sigue creciendo al ritmo actual, dentro de 25 años el hombre podría llegar a utilizar más del 90% del agua dulce disponible, dejando sólo un 10% por ciento para el resto de especies que pueblan el planeta. − La mitad de humedales del mundo han desaparecido. La mayoría han sido destruidos durante los últimos 50 años. − Se calcula que hoy se gastan cerca de 30.000 millones de euros anuales para atender las necesidades de agua potable y saneamiento en todo el mundo. − Un ciudadano medio del mundo en desarrollo usa para lavar, beber y cocinar durante todo el día la misma cantidad de agua que un occidental cada vez que descarga la cisterna del inodoro. Principales usos A) Usos consuntivos: aquellos en los que se consume realmente agua, o al menos se pierde calidad, por lo que no puede ser utilizada de nuevo directamente. Actividades domésticas, industriales o agrícolas (que se consuma no quiere decir que el agua se pierda: continuará con su ciclo natural). B) Usos no consuntivos: aquellos en los que no hay consumo de agua, y una vez utilizada puede ser empleada nuevamente si presenta unos mínimos de calidad (usos energéticos, recreativos o ecológicos). Usos consuntivos Usos agrícolas. La producción agrícola emplea el mayor porcentaje de agua dulce. Hay grandes diferencias según países, en función del clima, del tipo de cultivo y de las técnicas empleadas para el riego. No obstante, a nivel general, muchas de las técnicas de riego son muy poco eficientes, desaprovechándose una gran parte del agua por evaporación y por pérdida en los sistemas de canalización. En Andalucía el consumo agrícola se lleva más del 80% de toda el agua. (Podemos imaginar dónde habrá que tomar medidas realmente serias de ahorro de agua). Usos industriales. El campo de utilización es variadísimo, sirviendo como materia prima en procesos de la industria química o alimentaria (fábricas de papel, de azúcar, conservas, etc.); como agente refrigerante (por ejemplo en las centrales térmicas); como depósito de vertidos (balsas de alpechín, balsas de residuos mineros como la de Aznalcóllar, balsas de escorias de una central térmica o de una acería); como transporte de materiales; como medio de limpieza (las “lavadoras” de las almazaras emplean agua para arrastrar la
suciedad de las aceitunas). Aproximadamente en usos industriales se consume un 25% del total del agua dulce. Los usos urbanos Son aquellos que se hacen para cubrir las necesidades de agua en los hogares, comercios o servicios públicos (fuentes, riego de jardines o baldeo de las calles). El agua empleada, procedente de distintas fuentes (aguas embalsadas, ríos, acuíferos) es sometida a tratamientos de potabilización que aseguran su salubridad. En las casas se emplea para beber, para la limpieza y para la higiene. El consumo de agua urbana está en relación con el nivel de vida de la sociedad en cuestión: a mayor nivel de vida mayor consumo de agua. Se estima que el consumo mundial de agua para uso doméstico supone el 10% del consumo total. Se trata sólo de una media y hay que pensar en las enormes diferencias entre países “desarrollados” y “subdesarrollados”. Usos no consuntivos Usos energéticos. El agua es fundamental para la producción de energía, especialmente en países con escasos recursos petrolíferos. También se puede incluir en este apartado el agua empleada en los procesos de refrigeración de las centrales nucleares. Usos recreativos. Este es un uso no consuntivo, aunque como resultado de las actividades humanas puede suponer un deterioro en la calidad de las aguas. Como uso recreativo podemos considerar la utilización de embalses, ríos, lagos o el mar para deportes como la vela o el piragüismo. También en este apartado se incluye el agua de las piscinas. Navegación. No sólo existe navegación en los mares. También en grandes ríos y lagos la navegación fluvial es importante en muchos países del mundo. De hecho, en algunos de ellos, desde Brasil a Rusia, los ríos constituyen una red de transporte que no ha podido ser sustituida por carreteras. Uso ecológico. El uso “ecológico” es un concepto relativamente nuevo y curioso que aparece a partir del momento en que grandes obras de ingeniería modifican totalmente la dinámica natural de los ríos. Estas obras son los embalses y los trasvases: cuando se construye una presa y se embalsa agua, la retención de la misma hace disminuir, cuando no desaparecer, el flujo de agua río abajo de la presa. Esta disminución de caudal, a veces total, provoca daños en los ecosistemas del río y por eso, la gestión de las aguas por los organismos competentes (Confederaciones Hidrográficas) debe tener en cuenta a la hora de asignar agua a agricultores o para usos urbanos e industriales que hay que dejar lo que se conoce como caudal ecológico que es el caudal mínimo necesario para
que los ecosistemas fluviales y de ribera no desaparezcan y para recargar los acuíferos. En España estos caudales suponen del orden del 10% de los caudales medios Desgraciadamente, por una serie de intereses, no siempre se cumple. Gestión hidrológica La gestión adecuada del agua es un reto importante en las sociedades actuales. La demanda de agua aumenta y las reservas son limitadas. Con el aumento de la población tan solo en los últimos años se ha reducido drásticamente el agua disponible y se ha incrementado el % de la población que sufre estrés hídrico. Reparto desigual y consumo desigual. Además de un recurso escaso está irregularmente repartido. El consumo de este recurso también es desigual para los diferentes países: en España está alrededor de 400 litros diarios, mientras que en los países subdesarrollados, sobre todo africanos, el consumo es inferior a 50 litros diarios. Esquema general diferentes medidas gestión. Podemos utilizar varios tipos de medidas para gestionar los desequilibrios hídricos Medidas tecnológicas Embalses Los embalses son masas de agua acumuladas en determinados tramos de los ríos gracias a construcciones llamadas presas. Los embalses pueden tener varias funciones. Fundamentalmente suponen una reserva de agua que podrá ser empleada para riegos y para consumo humano. Pueden servir para frenar una avenida de agua en una crecida de caudal y también para obtener energía eléctrica cuando se desembalsa agua. Pueden incluso suponer un recurso turístico si se hace de ellos un uso recreativo. Los embalses están abocados a la colmatación y en muchos casos, debido a la contaminación de sus aguas, a la eutrofización. España es uno de los países del mundo con un mayor aprovechamiento hidráulico: desde principios del siglo XX han sido construidas decenas de grandes embalses y centenares de pequeños. A pesar de los grandes impactos que han generado, en un país como el nuestro, con una distribución temporal y espacial muy irregular de los recursos hídricos han permitido paliar el grave problema que supone la falta de agua en muchos lugares y en muchas épocas del año. Además, estos embalses han servido para disminuir los riesgos de las grandes avenidas de agua estacionales y han permitido obtener electricidad.
Impacto ambiental. Modifican dinámica natural del rio. Desaparición de ecosistemas, plantas y animales (por ejemplo peces que desovan aguas arriba como el salmón el esturión). Canales y transvases También y a lo largo del siglo XX se realizaron canales para llevar el agua a zonas relativamente alejadas. Los trasvases ayudan al reparto solidario del agua, evitando que se convierta en un factor limitante del desarrollo económico y social y de la calidad de vida en zonas deficitarias. Ayudan, también a proteger ecosistemas fluviales y lacustres y humedales afectados por la escasez. Pero tienen muchos inconvenientes: Suponen alterar de manera irreversible el caudal del río donante. Las necesidades ecológicas del río, y los acuíferos del río (muchas personas dependen de ellos). Afecta a la dinámica de la desembocadura (en el caso del Ebro, cientos de familias viven en el delta del cultivo del arroz: menos agua dulce = más agua salada; menos aportes de sedimentos = pérdida del propio delta). En las costas cercanas menos arena que les reponga la que las corrientes de deriva se lleva, por tanto, más erosión de las costas. La construcción de un sistema de canales ocasiona gran impacto ambiental (movilización de grandes cantidades de tierra, barrera para los animales, modificación de los cauces fluviales). Conflictos entre cuencas donantes y receptoras (las receptoras piden más agua, las donantes piden que se respeten los acuerdos). Pueden aumentar las diferencias entre las comunidades, pues las zonas de secano (renta más baja) aportarían el agua a las zonas de regadío (renta más alta). Alto coste económico de las infraestructuras. El ejemplo más llamativo de trasvase poco útil es el trasvase Tajo‐Segura, concluida su construcción en 1.979 y que debe suministrar agua de la cuenca del río Tajo a la del río Segura, más deficitaria. El resultado ha sido que solo uno de cada varios años ha podido trasvasarse agua y nunca en la cantidad máxima asignada, simplemente por la razón de que el río Tajo no lleva el agua suficiente: errores en los cálculos, años de sequía, sobreexplotación de las aguas subterráneas asociadas al río y el cambio climático han hecho que esa obra compleja, inmensamente cara y de alto impacto ambiental no haya cumplido con su propósito. Como además se trata de llevar agua de una Comunidad Autónoma a otra, y no sobra, los conflictos están servidos. “Las guerras por el agua” ya empiezan a ser un hecho.
Las canalizaciones de los ríos son construcciones cuya finalidad es evitar los daños durante las crecidas de los ríos o mejorar sus condiciones de navegabilidad. Pero también tienen inconvenientes: La destrucción de valiosos ecosistemas, como los bosques de ribera o galería. Alteración drástica del hábitat de los peces y otra fauna fluvial que se aloja en el cauce natural del río. Además, el agua confinada por canalizaciones o diques fluye más deprisa y con más violencia, aumentando su fuerza erosiva e intensificando los efectos devastadores de las inundaciones cuando se producen. Embalses y trasvases son obras de ingeniería de una gran complejidad técnica y de un coste económico y ambiental muy elevado. Estudiar pros y contras de estos proyectos resulta decisivo para evitar errores que en muchos aspectos nos salen caros a todos. Desaladoras Como solución a la falta de agua en determinadas regiones (por embalses insuficientes, sequías frecuentes, etc.) ya sea para uso doméstico, industrial o incluso agrícola se recurre al agua de mar o de lagunas saladas. El proceso de eliminación de sales recibe el nombre de desalinización (o desalación). En realidad la desalación lleva utilizándose desde hace décadas en lugares donde hay serios problemas de desabastecimiento, como algunas de las islas Canarias. Pero lo novedoso estriba en que las plantas antiguas empleaban el sistema de evaporar agua y condensar el vapor y actualmente se realiza mediante un proceso de filtrado con membranas semipermeables que se conoce como ósmosis inversa (se hace pasar agua a presión a través de estas membranas que no dejan pasar las sales. Puesto que vamos a ir en contra de gradiente (ósmosis inversa: el agua pasa desde donde la concentración de sal es mayor) se requiere un gran gasto de energía para bombear el agua. No obstante, el rendimiento es mucho mayor que con el sistema de evaporación y por eso se están diseñando y poniendo en funcionamiento muchas de estas plantas desalinizadoras que permiten un precio alto pero razonable del agua. Otros Reutilización residuales. El condado de Orange (California) puso en marcha en 2008 el sistema de reciclado de aguas residuales para consumo humano más puntero y grande del mundo: es capaz de producir unos 265 millones de litros al día para abastecer a su medio millón de habitantes. Agua del rocío. Las planchas que cubren un tramo de la pendiente oriental del Peñón, lugar especialmente castigado por las lluvias, constituyeron el sistema para conseguir
agua potable, ya que Gibraltar carece de ríos o manantiales propios; el agua de lluvia era canalizada desde allí hacia unos enormes depósitos enterrados. Este sistema, aunque efectivo, llegó a resultar insuficiente, por lo que actualmente la mayor parte del agua para consumo humano se obtiene por medio de la desalinización de agua de mar. Atrapanieblas. Son un sistema para atrapar las gotas de agua microscópicas que contiene la neblina. Se usan en regiones desérticas con presencia de niebla, como el desierto de Atacama en Chile y algunos países de África. Torre de niebla. Estructuras verticales de 200 metros de altura recogerán cerca de 3.000 litros de agua al día para su uso en el regadío. ¿El secreto? La malla de plástico, que actúa como fachada, captura el líquido elemento procedente de la «Camanchaca», un tipo de neblina propio de la costa. Medidas de ahorro Están dirigidas al uso eficiente y racional del agua en los tres sectores consuntivos: En la agricultura Adecuación de cultivos. Desarrollo de variedades de cultivo propias de cada clima y lugar, que en el caso de los lugares áridos, serán aquellas que precisen menos agua. Cultivos de secano en Ciudad Real. Es fundamental racionalizar los cultivos: en muchos lugares hay que adecuar el tipo de cultivo a las condiciones ambientales: en la Mancha hace 30 años se cultivaba trigo, vid y melones. No es lógico que ahora se siembre maíz, que requiere mucha más agua. Se hace explotando las aguas subterráneas y se está acabando con los acuíferos (sólo en el acuífero 23 de la Mancha hay 60.000 pozos ilegales). Mejora de los sistemas de irrigación, sustituyendo el sistema tradicional de riego a manta por métodos más modernos como el riego por goteo, que aportan el requerimiento hídrico necesario de cada planta, evitando la pérdida de agua por evaporación, ya que en algunos casos se desperdicia hasta el 60%. Mejora en los sistemas de canalización y distribución, donde se pierde gran cantidad de agua (las acequias antiguas pierden mucha agua por filtración y evaporación). Utilización de aguas residuales, previa depuración, para el riego. Mayor control de suministros y aumento de las tarifas agrícolas para evitar el despilfarro. En la industria
Promover el desarrollo de tecnologías que requieran un menor consumo de agua. Reciclaje del agua para su reutilización en los sistemas de refrigeración de las industrias. Aplicación de incentivos a las industrias que reduzcan el consumo. Sector urbano Utilización de conducciones de distribución diferenciadas: una para consumo y otra para cisterna. Empleo de electrodomésticos e instalaciones de bajo consumo, como cisternas ecológicas, grifos con temporizadores, etc. Mejora en las redes de distribución mediante la renovación de la red subterránea de agua potable, así como la detección y reparación de las mismas, para evitar fugas, que se cifran en general entre el 20‐50%. Otras medidas muy simples y eficaces son ducharse en vez de bañarse, evitar el goteo de los grifos, etc. En la mayor parte de las ciudades de España los jardines con césped son un lujo (no los riega la lluvia como sucede en Francia). El cambio de especies vegetales a otras mejor adaptadas a nuestro clima y, por tanto, que requieran menos agua es una medida, y utilización de aguas depuradas para el riego. Limitación de las construcciones de instalaciones deportivas y recreativas (piscinas, campos de golf, etc.) en zonas deficitarias de agua. Precios distintos según las necesidades y precios que reflejen los costes, como forma de valorar los recursos hídricos y crear incentivos para su conservación. Un precio demasiado bajo y una política de subvenciones indiscriminada favorece el derroche de agua. Hay una medida que no falla cuando se aplica: subir el precio del agua. Tengamos en cuenta que el agua que llega a nuestras casas es mucho más cara de lo que nos cuesta directamente en el recibo. Una parte importante de la factura es asumida por el Ayuntamiento, lo que quiere decir que sale igualmente de nuestros bolsillos en forma de impuestos. Planificación hidrológica En España, a pesar de existir un gran aprovechamiento de los recursos hídricos, sigue habiendo un déficit motivado por las razones anteriormente expuestas. En nuestro país, a pesar del clima que tenemos y del cada vez más claro cambio climático, las necesidades de agua han ido en aumento en los últimos años (más regadíos, más industrias, más piscinas, más urbanizaciones, más, muchos más campos
de golf…). Solo la gran crisis en la que está sumida España ha parado en seco esta demanda descontrolada. Aun así, los agricultores exigen más y más agua. Y como no hay más y todos tenemos derecho a ella, la gestión del agua es y será más que nunca fundamental para conseguir el reparto equitativo de un bien escaso. Para ello se están creando y modificando leyes y medidas de control. El PHN (Plan Hidrológico Nacional) contemplaba la construcción de algunos embalses más y del recrecimiento de algunas presas (para poder subir el nivel de las aguas y con ello, la capacidad del embalse). Además planteaba la construcción de decenas de desaladoras a lo largo de la costa mediterránea que solucionarían en un futuro los problemas de abastecimiento a las poblaciones costeras. Con los recortes y el parón en la construcción (caída de la burbuja inmobiliaria) está paralizado actualmente casi en su totalidad. Por lo tanto y resumiendo, tenemos un problema que solucionar y por mucho embalse y mucha desaladora que se construyan, el agua seguirá siendo un recurso escaso en muchos lugares y la demanda no parece tener límite. No olvidemos que en las políticas del agua no sólo hay que tener en cuenta de cuánta agua disponemos sino de qué calidad es, de cómo debe distribuirse y en qué condiciones debe ser devuelta al medio. Estas son nuevas formas de ver el agua en las que entra el concepto de medio ambiente y el de desarrollo sostenible. Por eso, ahora resulta tan importante como los embalses fomentar una nueva cultura del agua, que se está planteando para toda España: se trata de mentalizar a los ciudadanos de que el agua es un bien escaso que no se puede derrochar (aunque nos podamos permitir el lujo de pagar los recibos), que no podemos acabar con los ríos ya que son algo más que un canal lleno de agua, que son valiosos ecosistemas y que el agua que se va al mar no se “tira”: los ríos y el mar mantienen una complicada dinámica que es la que entre otras cosas regenera la arena de las playas. La mayoría de los sistemas de riego que todavía se emplean son muy ineficaces, desaprovechándose por evaporación o infiltración una alta proporción del agua empleada y, por lo tanto, la mejora de los regadíos es imprescindible. Por último debemos pensar que nuestro país tiene los recursos hídricos que tiene y no se puede creer que por arte de magia (más embalses y desaladoras, pozos más profundos) podremos seguir aumentando la demanda de agua eternamente.