Renato R ipa S.

Ingeniero Agrónomo Ph.D.

E! kiwi es atacado por varios insectos y ácaros cuya incidencia es significativamente menor a la que tienen las mismas plagas en otros frutales como: manzano, vid, duraznero, peral, etc. Un reflejo de ello es el menor empleo de insecticidas. Tal vez influye en esta situación el corto período que el kiwi se

cultiva en nuestro pals. Es probable que a medida que la superficie aumente también lo hagan las plagas que lo ataquen.

Aun cuando el número de insectos u otros organismos que se alimenta circunstancialmente de

esta especie es extenso, sólo un pequeño número alcanza a veces niveles dañinos. Aquellos que se ha observado dañando la planta con mayor o menor frecuencia se indícan en el Cuadro 1.

RELACION DE LOS ARTROPODOS CON EL MEDIO Existe una estrecha relación entre los insectos y ácaros potencialmente dañinos y la vegetación, ya sea cultivada o espontánea, de! piso o cercana a! huerto. Dicha vegetación hospeda a algunas de !as plagas que pueden afectar al kiwi, como también a

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otros insectos fitófagos que, aunque no lleguen a ser plaga, ayudan a la colonización y multiplicación de una extensa variedad de enemigos naturales en el transcurso de la temporada. Es esta permanente presencia la que asegura, en el mediano y largo plazo, una sólida y favorable estabilidad de las plagas dentro del huerto, que conlleva a un menor uso de pesticida. La importancia de este hecho radica en que el destino de la mayor parte de la producción nacional es la exportación, por lo tanto, debe cumplir con los requisitos cuarentenarios, implícitas en las normas de calidad en especial de los pa(ses importadores. Ello hace el manejo de plagas un aspecto complejo, en el que se debe compatibilizar varias situaciones: • •

•

•

eliminar las plagas eficientemente, preservar la fauna benéfica que incluye polinizadores y enemigos naturales, evitar la presencia de insectos y ácaros contaminantes en la fruta, limitar los residuos de pesticidas a aquéllos que mantienen registros en los países receptores de fruta.

!PA La Platina Nº 49, 19_88

CUADRO 1. Insectos y otros artrópodos que han sido observados dañando huertos de kiwi. Nombre común

Nombre cienti'fico

Frecuencia

Lugar del daño

Burrito de los frutales

Naupactus xanthographus

Media

Hojas, brotes y rafees

Enrolladores

Proeulia spp.

Media

Brotes, hojas y frutos

Caracoles

Helix aspersa (Müller)

Media

Hojas

Escamas

Aspídiotus neríi

Media

Brotes, hojas y frutos

Hemíber/esia rapax (Comst.)

Media a baja

Hoias, madera y frutos

y otras Conchuela negra

Saissetia o/eae (ol iver)

Baja

Hojas y madera

Mosquita blanca

Tria/eurodes vaporariorum (West.)

Baja

Hojas

Trips

Franklinie/Ja cestrum Moulton y otras especies

Baja

Hojas

Chanchito de tierra

Porce/io chi!ensis Nicolet

Baja a muy ba1a

Cuello del tronco

Cuncunillas

Capitarcia consueta

Baja a muy ba1a

Hojas

Muy baja

Tronco

Bostrychulus scabiatus Er.

Muy baja

Tronco

Aphis citrico/a V. der Goot.

Muy ba1a

Hojas

Tetranychus urticae ( Koch)

Muy baja

Hojas

IWalker) Taladradores

Dexicrates robustus (Blanchard) y otros

Pulgones Arañitas

y otros

A continuación se describen los principales organismos que se han observado en k iwi

EL BURRITO DE LOS FRUTALES Este insecto ataca tanto a !as hojas como a las raíces de varios frutales. En ensayos de invernadero, se comprobó que las ralees del kiwi, muy carnosas y frágiles, son un buen hospedero para la larva de burrito, por· lo que el da· ño podría ser importante. También con mediana frecuencia, se ha observado dañando raíces en huertos establecidos. Los huertos invadidos por níaleza presentan ataques más intensos, principalmente cuando está presente el maicillo.

· IPA La Platina Nº 49, 1988

Descripción y ciclo: el adulto es de cuerpo duro, de color grisáceo, con bandas amarillentas longitudinales." La hembra mide 1,5 a 2 crn y el macho es ligeramente más pequeño y angosto. La larva es de color blanco, curvada, no posee patas y llega a medir hasta 1,6 cm de largo. La hembra coloca los huevos en grietas, bajo amarras u hoias secas enrol la_das. En la Región Metropolitana y V Región, la postura se inicia en noviembre y termina en abril o mayo, dependiendo de las condi· cienes del clima. La larvita nac8 en 30 o más días, cae al suelo y comienza a penetrar en él, para alimentarse de las rai'ces del frutal o de las malezas. Al cabo de

nueve meses, entre 20 y 50 cm de profundidad, construye una celdilla e inicia su estado de pupa. La pupa requiere alrededor ·de un mes para transformarse en adulto, el que permanece otros 30 días en la celdilla para que su cuerpo se endurezca. En el momento que la temperatura del suelo alcanza a 13,5°C, comienza a salir, acción que se prolonga mientras la temperatura no disminuya. Esto ocurre desde septiembre hasta abril o mayo. Durante el invierno se mantiene dentro de las celdillas. El ciclo es relativamente complejo; parte de los adultos completan una generación en 12 meses y el resto en 16 meses.

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Enemigos naturales: contrario a lo que se piensa, esta especie po see varios enemigos naturales, que en con1unto producen un fuerte impacto en el nivel de la plaga

El adulto es depredado por el grillo grande de campo, Achaeta sp Este depredador necesita de cond1c1ones que le provean cob1 10 y alimento para su reproducción !as cuales son abundancia de grietas, terrones y hojarasca Los rastra1es frecuentes y algunos pest1c1das lo afectan negativamente Las aves nativas como el tiuque, queltehue y otros también se alimentan vorazmente de adultos. El huevo es paras1tado por una avispita diminuta (Platystasíus asínus Loiacono) y depredado además por larvas de derméstido

Control: los hábitos del burrito permiten abordar e! control desde varios ángulos, uno de ellos es la colecta manual. Ello implica la revisión periódica del huerto, y empleo de considerable mano de obra Sólo se aconseja en huertos de uno a dos años, ya que un mayor desarrollo dificulta considerablemente la búsqueda de los individuos. El empleo de aves de corral, ga· llinas y pavos, ha dado buenos resultados en vides. Es importante que las aves recorran todo el huerto, en lo posible dos veces al di'a. Tiene la ventaja de que localizan fácilmente a los adultos de burrito en la vegetación del piso evitando que suban a la planta, además se alímentan de caracoles e Insectos potencialmente dañinos como langosta y cuncun\Has. El control por medio de pestici· das se sugiere dirigirlo exclusivamente al adulto. El control de larvas involucra el uso de elevadas cantidades de productos qu(micos con el consecuente costo y resultados cuestionables.

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Burrito adulto y daño en hojas de manzano.

Los tratamientos deben llevarse a cabo teniendo presente, el comienzo de !a época de ov1pos1cíón (noviembre} para evitar que la plaga se perpetúe, y el daño que está causando o pueda causar. Si el ataque en primavera es muy leve y sin importancia, la aplicación puede postergarse hasta los primeros d i'as de noviembre. Si por el contrario el daño es intenso y la población es alta se debe aplicar antes de la postura. El producto más indicado es azinphosmetil (Gusathion, Cot· nion}, el cual posee registro en Estados Unidos y Alemania para kiwi, no así carbaryl (Sevin, Ravyon, 01carban) que también es efectivo, sin embargo, su uso puede traer. problemas posteriores con arañltas. El uso de barreras tóxicas, que interrumpen el paso del adulto hacia el follaje, aún no ha sido estudiado 9n kiwí. ~No obstante, se sugiere ensayar en algunas plantas con barreras modificadas antes de emplearlas en todo el huerto ya que la corteza del kiwi es muy delicada. Para ello usar cartón corrugado pintado con un

fungicida corno Captofo! o Captan o bien emplear fajas de poliet1leno con vacuolas de aire, llamado Ernpol.

Del cartón se cortan fajas de 6 a 7 cm de ancho que luego se enrollan dando dos vueltas al tronco. Sobre éste se envuelven ban· das de polietileno, de 0,08 a 0,1 mm, cortado al mismo ancho del cartón corrugado. Se amarra con una cinta de polietileno de 1,5 cm. Finalmente se pinta los dos tercios superiores con el producto INIA 82 4, cuidando de no

untar la corteza del tronco. De no existir reacciones desfavorables al cabo de un periodo prudencial, pueden instalarse en el resto de\ huerto Además deben ponerse barreras sin cartón en tutores, cabezales, tirantes, etc. La banda se debe retirar cuando los adultos dejan de ascender al follaje, para colocarla nuevamente en el momento que !os adultos emergen del suelo. E! sistema tiene la ventaja de no dejar residuos en la fruta, es efectivo para cuncunillas y otros noctuidos que trepan También muestra cierta actividad sobre caracoles y hormigas.

!PA La Platina Nº 49, 1988

ENROLLADORES DE LA HOJA

Constituyen probablemente una de !as plagas de mayor importancia en el kiwi. Los enrol ladores de la hoja lo compone un grupo de mariposi!las cuya larva se alimenta de los brotes, hojas y fruta. Las especies en orden de importancia seri'an: Proeulia chrysopterís (Butter), Proeulia auraria (Clarke) y otras especies cuya identifica-

ción está pendiente. Estas especies se han encontrado en las Regiones Metropolitana, VI y VII. En la V Región se ha detectado a un nivel muy bajo. El daño al fruto consiste en una perforación de la piel que a lo más alcanza una profundida de 4 a 5 mm y 1 a 2 mm de diámetro. La larva abandona luego el fruto y la herida generalmente cicatriza. No obstante, el daño causado motiva el descarte del fruto para fines de exportación.

Descripción y ciclo: !os adultos de ambas especies de Proeu/ia son mariposillas de color amarillento con manchas oscuras en las alas, miden alrededor de 0,8 a 1,2 mm. La larva es de color verdoso con la cabeza negra que cambia, una vez desarrollada, a amarillo verdoso. Se protege con hilos de seda los que también.usa para fijar dos hojas entre sí. A veces enrolla las hojas de donde deriva su nombre común. Dicho hábito le confiere cierta protección contra los tratamientos qui'micos. La larva es muy inquieta y a la menor perturbación reacciona desplazándose velozmente.

Según !a literatura nacional invernan como larvas sem idesarro1ladas, que llegada la primavera se alimentan de los brotes y luego de las hojas del kiwi; pupan en octubre-noviembre, emergiendo los adultos en noviembre y diciembre. De los huevos colocados en diciembre eclosan !as larvas que además de alimentarse de las hojas, eventualmente dañan a los frutos.

E! daño ocurre sólo hasta enero, de modo que de ser necesario tratamientos químicos para el control de larvas, éstos no deberían emplearse más allá de la primera quincena de enero. Control: para detectar la gravedad del ataque es importante mantener un estrecho seguimiento o monitoreo del huerto. Al corn ienzo de la estación se debe observar los brotes y !uego las hojas, con el fin de detectar la presencia de seda blanca, hojas enrolladas o pegadas unas a otras. Posteriormente vigilar los frutos, en especial aquéllos que están en contacto entre sí o con hojas; los frutos atacados muestran sedosidad en el sector en que la larva horada la piel.

La primera generación de larvas que se alimenta de hojas y brotes se controla a fines de septiembre y la segunda que ataca a los frutos a comienzos de enero. En el control de enro!ladores es importante cuidar !as abejas, ya que su labor en la polinización es vital. Por eso hay que evitar el uso de pesticidas durante la floración y una vez que ésta finalice retirar las colmenas del huerto. En Nueva Zelandia, para el control de enrolladores del kiwi, muy similares a los nuestros, se ha comenzado a emplear el bíopesticida Thuricide HP -basado en la bacteria Bacillus thuringiensis- en especial durante la floración. Es absolutamente inocuo para abejas e insectos benéficos y está permitido en los paises importadores. Es un pesticida que posee una corta vida media en la planta y debe aplicarse con una excelente cobertura.

Fruto de kiwi dañado por la larva de enrrol/adores de hoja.

IPA La Platina Nº 49, 1988

Actualmente el daño por enrolladores no sobrepasa un pequeño número de frutos afectados a la cosecha, por lo tanto, deben evitarse las aplicaciones repetidas. El abuso de productos quimicos origina plagas secundarias y mayores residuos de pesticidas en la fruta destinada a mercados altamente exigentes.

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ESCAMAS Escama blanca de la hiedra: en los muestreos efectuados en huertos de kiwi entre la IV y VII Región la escama blanca de la hiedra (Aspidiotus nerii Bouche)

es la que aparece más a menudo

respecto a otras escamas. Se ubica en ramas, ramillas, pecíolos, hojas y frutos.

Esta escama ataca principalmente al pal to y en forma menos frecuente a! chirimoyo, la vid, el olivo y los árboles forestales u

ornamentales

como

ligustrina,

acacia y laurel de flor. Descripción y biología: su caparazón es más blanquecina, aplanada y más blanda que la de He-

miberlesia rapax

~escrita

más

adelante. Durante el año aparecen varias generaciones que se

traslapan unas con otras. Control natural: !a escama blanca de la hiedra tiene enemigos naturales importantes como es la pequeña avispita Aphytis melinus De Bach y otros, que parasitan la escama, y las chinitas Líndorus lophantae y Coccidphillus sp. que precian las escamas. La larva de este último se observa frecuentemente en la base de los frutos.

Escama blanca de la hiedra en fruto. Es la escama que aparece con mayor frecuencia en kiwí.

CONCHUELA.NEGRA

Posee buenos enemigos naturaleS

La conchu~J'a negra Saísset!a oleae (Oliver), es muy frecuente

graéias a !os cuales·su importarlcla ha· dJsminuido notablemente en los frutales atacados.

' en ·otros ·frutales

y_ plantas

órna-

ment_ales. Es fácÜ ~~- reconocer por la presencia dé una- H _en _el

El control se sugiere efectuarlo . innie;dfatan:iente .despÜés de Ja··' cosecha cOn .diazinon o Clo.rpiri.fos ( Lorsban); trata(nierítos anteAtaca --.muy.. ocasiona!m~nte ·a1 kiWL- .y presenta u_ná _-generácíón., riores a !.a--cóseéha ·se justfficán úíli.caf'.lentB :Cor· a:tagüeS'i¡:iten.sos. al áño.- PrOQi.Jce ·exud