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III Conferencia de la Asociación Hispano Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales (AERNA), Palma de Mallorca, 4 a 6 de junio 2008.
Rentabilidad de la forestación de tierras agrícolas marginales con pino piñonero (Pinus pinea L.) en la provincia de Valladolid Paola Ovando1, Pablo Campos1, Rafael Calama2 y Gregorio Montero2 1
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Instituto de Políticas y Bienes Públicos (IPP). 2 Instituto de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), Centro de Investigación Forestal (CIFOR)
RESUMEN El objetivo de este trabajo es estimar la rentabilidad que un propietario público o privado de tipo industrial obtendría al invertir en la forestación de tierras agrícolas marginales con pino piñonero (Pinus pinea L.). La investigación se localiza en dos zonas representativas de los pinares de piñonero de la provincia de Valladolid (Páramo y Viana), que difieren por su productividad de piña y madera. Se desarrolla un análisis coste-beneficio ampliado en el que se incluyen los beneficios y costes comerciales privados de la gestión productiva del pinar, las actuales ayudas públicas a la forestación de tierras agrícolas y a la gestión forestal, y los beneficios públicos de la fijación de carbono en la biomasa forestal y de la recolección de setas por el público de libre acceso al pinar. Se modelizan seis escenarios de forestación con pino piñonero teniendo en cuenta a los tres agentes económicos independientes que participan en la gestión de los aprovechamientos privados del pino piñonero: el propietario de la tierra, las empresas familiares que recolectan la piña y las empresas adjudicatarias de la corta de la madera. Las rentabilidades obtenidas por el propietario de la tierra de los pinares de piñonero se comparan con la renta de la tierra derivada del uso actual de cereal en secano. Los resultados muestran que, dadas las actuales ayudas públicas, la forestación de tierras de cereal en secano con pino piñonero es una alternativa de mayor rentabilidad comercial para el propietario de la tierra únicamente en Páramo cuando se aplican gestiones selvícolas con una intensidad de claras moderada y baja. La inclusión en la valoración económica del servicio de fijación de carbono puede generar incentivos suficientes en Páramo para hacer de las forestaciones una alternativa de interés económico, incluso en el caso en el que se aplica una alta intensidad de claras para favorecer la producción preferente de piña por árbol individual. En Viana la forestación de pino piñonero no es una alternativa atractiva para el propietario de la tierra, excepto si se pagara al propietario un precio superior a 35 € tC-1 por el carbono fijado en la biomasa forestal. Palabras clave: análisis coste-beneficio ampliado, beneficios comerciales, plantación forestal, carbono, setas, subvenciones públicas. JEL: Q23, Q56.
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Introducción
El pino piñonero (Pinus pinea L.) es una de las especies de pinos ampliamente extendida en la península Ibérica, y de forma puntual en otras regiones de la cuenca mediterránea (Cañadas, 2000; Montero y Cañellas, 2000). La estimación precisa de la superficie ocupada por el pino piñonero en España presenta las dificultades propias de masas que a menudo se encuentran mezcladas con otras especies forestales (siendo Quercus suber L., Quercus ilex L. y Pinus pinaster Ait., en este caso, las especies más frecuentes) o que forman pequeños bosquetes difícilmente cartografiables (Barranco y Ortuño, 2004). Se estima que en España esta especie ocupa una superficie superior a las 400.000 ha, que representan más del 50% de la superficie total ocupada por Pinus pinea en el Mundo (Montero y Cañellas, 2000). El pino piñonero está extendido de forma natural en las dos mesetas Castellanas – fundamentalmente en las provincias de Valladolid, Ávila y Cuenca–, en Andalucía y Cataluña. En tanto que, las zonas repobladas con pino piñonero tienen mayor relevancia en las provincias de Córdoba, Huelva y Valladolid (Barranco y Ortuño, 2004). En la provincia de Valladolid el pino piñonero constituye la especie forestal principal, ya que ésta ocupa como especie dominante unas 48.000 hectáreas, que representan el 39% de la superficie forestal arbolada en esta provincia (Consejería de Medio Ambiente, 2008). En la provincia de Valladolid, cerca del 43% de la superficie forestal en la que el Pinus pinea es la especie dominante está catalogada como montes de utilidad pública. En tanto que, la propiedad forestal privada ocupa un 57% de la superficie arbolada con esta especie (DGCN, 1996). Esta propiedad privada se caracteriza por una elevada fragmentación y dispersión de la pequeña propiedad. Un 96% de los montes privados en la provincia de Valladolid cuentan con menos de 10 hectáreas de superficie, y sólo un 4% corresponden a grandes fincas particulares superiores a las 500 ha (Consejería de Medio Ambiente, 2008). Tradicionalmente se han obtenido productos de estos montes hoy en desuso como la extracción de resina y cortezas (para la obtención de taninos), y otros bienes que continúan teniendo uso comercial como el piñón, la madera, la leña, el pasto y la caza (Montero y Yagüe, 1994; Prada et al., 1997). En las últimas décadas, la gestión del pino piñonero ha llegado a cobrar un mayor interés por el continúo crecimiento de la demanda de piñón. De hecho, la industria española es la mayor procesadora de piñón de Pinus pinea, con una cuota aproximada del 45% de la producción total global (Barranco y Ortuño, 2004). Al incremento en la demanda industrial de piñón se añade una emergente demanda recreativa y de otros servicios ambientales asociados a las masas de pino piñonero, como son la fijación de carbono, la protección de los suelos frente a la erosión laminar (singularmente en las dunas costeras, i.e. Doñana), y la provisión de refugio y alimento a la fauna silvestre, especialmente en áreas próximas a pastizales y cultivos agrícolas (Montero y Yagüe, 1994; Mutke et al., 2000; Cañadas, 2000; Fady et al., 2004). La gestión actual de buena parte de las masas de pino piñonero en España está orientada con prioridad a la obtención de piñón, aunque esta orientación no impide la continuidad de otros usos tradicionales, como es el caso de la madera (Cañadas, 2000). En los últimos años el incremento experimentado en el precio del piñón ha incentivado la mejora de los rendimientos en la producción de piñones de calidad. Por el contrario, la decadencia observada en la extracción de madera se ha visto acelerada por la caída de sus precios (Mutke et al., 2000; Consejería de Medio Ambiente, 2008). Este cambio en la preferencia productiva de la gestión del pino piñonero está 2
modificando, especialmente en la provincia de Valladolid, la forma tradicional manual de la recolección de piñas, a favor de una tendencia clara a generalizarse su extracción mecanizada (Martínez-Zurimendi et al., 2003; Barranco y Ortuño, 2004; Martínez-Zurimendi y Sierra de Grado, 2006). También se observa la extensión de la recolección de piñas en zonas en las que hasta hace unos años no se realizaba este aprovechamiento. Los datos del Tercer Inventario Forestal Nacional (IFN3) muestran un incremento del 37% en las existencias (número de pies pertenecientes a clases diamétricas iguales o mayores a 10) de Pinus pinea en la provincia de Valladolid en el periodo transcurrido desde el IFN2. Este incremento se debe a las forestaciones con esta especie y, especialmente, a la sustitución de masas envejecidas de pino resinero (Pinus pinaster) por nuevas masas de piñonero (Consejería de Medio Ambiente, 2008). La forestación de tierras agrícolas marginales también se constata fuera del actual ámbito de distribución del pino piñonero (Gordo et al., 1999). A pesar de la creciente importancia comercial y el actual proceso de expansión del pino piñonero en respuesta a la demanda de piñón de alta calidad, sólo se conocen dos estudios previos de análisis coste-beneficio asociados a la forestación y gestión selvícola de pinares de pino piñonero en España (Campos, 1998; Mutke et al., 2000). Campos (1998) ofrece un análisis comercial de la ordenación hipotética de un pinar de piñonero en el Parque Nacional de Doñana para la producción preferente de piñas, considerando así mismo la rentabilidad comercial privada de la forestación con esta especie. En tanto que, Mutke et al. (2000) comparan la rentabilidad comercial privada de plantaciones tradicionales y de plantas injertadas de pino piñonero. Ambos estudios llevan a cabo un análisis coste-beneficio comercial sobre la base de información declarada por expertos y mediciones (de ciclos incompletos) de la producción de piñas en montes de piñonero o parcelas experimentales. Esto autores advierten de la provisionalidad de sus conclusiones, y, en consecuencia, recomiendan que para mejorar sustancialmente el conocimiento sobre la rentabilidad privada y social del pino piñonero, es imprescindible el emprender estudios que aporten mediciones reales en campo de los beneficios comerciales y ambientales que ofrecen las diversas opciones de gestión silvícola del pino piñonero. Afortunadamente, para mejorar los análisis previos, se cuenta con el notable progreso reciente en la modelización selvícola de la gestión del pino piñonero en España, lo que nos permite en este estudio abordar un análisis económico a ciclo (turno) completo de diferentes gestiones productivas de pinares de pino piñonero (Cañadas, 2000; García-Güemes, 2001; Calama et al., 2007a, 2007b). Este último avance en el conocimiento de las producciones de piña y madera del pino piñonero hace posible la medición de la rentabilidad económica privada de la forestación de tierras agrícolas marginales con pino piñonero, cuando estas masas se ordenan posteriormente para favorecer la producción de preferente de piña y la producción mixta de madera y piña (Calama et al., 2007a, 2007b). Se simula la aplicación de tres modelos de gestión productiva (selviculturas) del pinar en dos zonas de la provincia de Valladolid, que se diferencian por su aptitud productiva preferente para las producciones de piña (Páramo) y madera (Viana). La simulación del conjunto de tratamientos selvícolas programados para cada una de las selviculturas ideales estudiadas da lugar a la medición de los resultados económicos de seis escenarios de gestión de pinares de pino piñonero procedentes de forestación. En este estudio se consideran los beneficios y costes comerciales privados atribuidos a las selviculturas analizadas que se asocian directamente al pino piñonero (piñas, madera y leña), y las rentas derivadas del arrendamiento de los pastos y la caza. Adicionalmente, el análisis económico desde la perspectiva de la sociedad incorpora los beneficios de los servicios públicos de mitigación del efecto invernadero por la fijación de carbono y la recolección de setas por los
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usuarios de libre acceso al pinar. Estos montes pueden ofrecer un valor recreativo y paisajístico relevante y un valor de conservación de especies salvajes significativo, tanto para los propietarios del monte como para sus visitantes de libre acceso y la sociedad en general. No obstante, estos bienes y servicios ambientales privados y públicos no se incorporan en este estudio por falta de información elaborada1. El análisis de la rentabilidad económica de la forestación con pino piñonero se aborda desde la perspectiva del propietario del pinar (que puede ser un propietario público o un propietario privado industrial2), dada una selvicultura ideal y especifica para el sitio en pinares de la provincia de Valladolid. El análisis se centra en la medición del valor presente descontado de las rentas de capital (beneficios netos) comerciales que el propietario percibiría de invertir en la forestación de tierras agrícolas marginales con pino piñonero. Adicionalmente, se analiza la interiorización de un hipotético pago al propietario de la tierra por los servicios de fijación de carbono en la biomasa forestal, y su potencial efecto en las decisiones de cambio de uso del suelo (de agrícola a forestal). En este estudio se asume, como es frecuente en la provincia de Valladolid, que los productos principales del pinar (madera, leña y piñas) se venden en pie a empresas especializadas en su extracción y, que las setas son aprovechadas por recolectores de libre acceso al pinar, sin que medie un pago directo al propietario por la extracción de este recurso natural3. También se analiza la rentabilidad económica de las empresas especializadas en la extracción de piña y madera, a la vez que se valoran los beneficios asociados a la recolección de setas. La agregación de las rentas comerciales privadas y las rentas ambientales públicas con origen en la fijación de carbono y la recolección de setas, permiten estimar la rentabilidad social, al menos parcialmente, de la forestación de tierras agrícolas marginales con pino piñonero. Por tanto, la medición de la renta social ofrecida, no es completa, ya que por falta de datos, se omiten el coste directo comercial de la administración pública en la gestión de pinares de pino piñonero, y las rentas ambientales recreativas y de conservación de estos montes (Campos et al., 2008). Finalmente, cabe destacar que debido a que los cambios económicos de medio y largo plazo que afectan a los resultados del análisis coste-beneficio ampliado están sujetos a oscilaciones de elevada incertidumbre, en este estudio se realiza un análisis de sensibilidad de los resultados a la variación de precios de los productos principales del pinar de piñonero y tasas de descuento reales.
1
En el marco del proyecto Piñonero (CPE03-001-C5), financiado por el Plan Nacional de Investigación, en el que se desarrolla este estudio se está realizando una encuesta de elección discreta a una muestra de hogares españoles para determinar el valor de los servicios recreativos y de conservación de los bosques del sur-oeste español de pino piñonero. 2 Un propietario forestal privado industrial, al igual que el propietario público, se beneficia únicamente de la renta generada por los bienes y servicios comerciales del bosque, no existiendo una renta por el consumo privado (autoconsumo) de los servicios ambientales que su bosque le genera de forma exclusiva (Campos y Martínez, 2004; Campos et al., 2007). 3 Esta situación podría variar en el futuro de generalizarse la aplicación de planes de ordenación de los recursos micológicos que establezcan un sistema de permisos de recolección como el que viene desarrollándose a escala de experiencias piloto en montes de utilidad pública en la provincia de Soria (López et al., 2005).
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2 2.1
Metodología Estudios de casos de Páramo y Viana
En la provincia de Valladolid pueden distinguirse dos regiones con amplia presencia de pino piñonero. La región conocida como “Tierra de Pinares” se sitúa principalmente en las campiñas de la meseta Norte, sobre suelos arenosos. En esta zona predominan masas puras y mezcladas de pino piñonero, principalmente con encina (Quercus ilex), ocupando una superficie superior a las 27.000 ha. En los páramos calizos y cuestas margosas de la meseta Norte, los pinares de pino piñonero ocupan una superficie próxima a las 5.000 ha. Estas masas se caracterizan por presentar estructuras irregulares que permiten mantener abundantes producciones de fruto (Consejería de Medio Ambiente, 2008). En cada una de las dos zonas estudiadas de Páramo calizo oeste (en adelante Páramo) y Viana de Cega (en adelante Viana) se simula la aplicación de tres modelos selvícolas de gestión del pino piñonero. Viana tiene una superficie de 7.211 ha y Páramo 4.757 ha. Ambos sitios se encuentran al sur de la ciudad de Valladolid (Figura 1). Viana está situada en las campiñas de suelos arenosos formados por depósitos eólicos, en tanto que Páramo se encuentra en los páramos calizos, separados de las campiñas por las cuestas margosas y arcillosas, de origen terciario. Figura 1. Localización de las zonas de pinar estudiadas
Estas dos zonas, además de diferenciarse por su localización y el tipo de suelos que ocupan, también divergen por los rendimientos de piña y madera de sus pinares. La productividad natural de piña en Páramo es superior a la productividad estimada en Viana, sitio que por el contrario presenta una mayor aptitud para la producción de madera. La mayor producción de piña en Páramo se debe, fundamentalmente, a que los suelos tienen un mayor contenido en arcilla, y por tanto, una mayor capacidad de retención de agua, y a que las masas están localizadas a una 5
altitud 100 metros por encima de la campiña, con una precipitación que es unos 100 mm superiores por año. Ambos factores hacen que la disponibilidad de agua en el suelo –que es el factor que regula la producción de piña– sea mayor en la zona Páramo (Calama et al., 2007b; 2007c). 2.2
Modelos de selvicultura aplicada al pino piñonero
En este estudio se desarrolla una aplicación del modelo PINEA2 (ver Apéndice 1), que es un modelo de selvicultura operativo para masas regulares de pino piñonero (Calama et al., 2007a, 2007b). PINEA2 es un modelo de árbol individual que permite predecir la evolución en el tiempo de cada uno de los pinos piñoneros presentes en un sitio. La aplicación sucesiva e iterativa de las funciones de producción y de crecimiento permite simular la evolución de los individuos (y por tanto del rodal de pino piñonero) en el tiempo y predecir sus producciones a partir de un número reducido de variables (edad, altura dominante, diámetro normal). El modelo permite, además, simular y comparar distintas alternativas de gestión selvícola, basadas en el control de la espesura de la masa a lo largo del ciclo mediante cortas programadas en el tiempo. Se modelizan tres alternativas de gestión selvícola de una masa regular de piñonero. La primera alternativa de gestión, denominada SEL 1, se define como una selvicultura con una intensidad de las claras alta, orientada a favorecer la máxima producción por árbol individual de piña que se estima que ocurre en un ciclo (turno) productivo de 120 años, y en la que se mantiene una espesura media de 110 pies (de la clase diamétrica (CD) de 10 o más cm) por hectárea, a lo largo del ciclo (Tabla 1). La segunda alternativa de gestión, denominada SEL 2, es una selvicultura de claras moderadas, en las que se mantiene una espesura media de 175 pinos ha-1 (CD ≥10 cm) a lo largo del ciclo productivo, y que se orienta a la producción mixta de madera y piña, con un turno de 100 años. En tanto que, la tercera alternativa de gestión denominada SEL 3, se caracteriza por una intensidad de claras relativamente baja que permite mantener una mayor espesura media de pinos a lo largo del ciclo productivo (213 pies ha-1). Esta última selvicultura está concebida para favorecer la mayor producción de madera en un ciclo productivo de 80 años, aunque esta orientación no impide la extracción de piña. El punto de partida de los escenarios de forestación de pino piñonero es una plantación establecida en una tierra de cereal en secano. Se asume que la forestación de esta tierra agrícola dará lugar a un bosque permanente de pino piñonero en el que la aplicación de los tratamientos selvícolas que inducen la regeneración natural del pinar se repiten indefinidamente con una frecuencia Tj. El turno (Tj) o ciclo productivo está definido por la edad a la cual el modelo selvícola prescribe el inicio de las cortas de diseminación (tratamiento que se aplica sobre la masa envejecida inicial). En este estudio la duración del ciclo se considera conocido (exógeno). Cada sitio de pino piñonero recibe una serie de tratamientos selvícolas comunes (clareos, podas y claras), y otros específicos en el caso de la forestación (preparación del terreno y plantación) o de la regeneración natural facilitada (corta de diseminación y aclaratoria), tratamiento que se aplica al pinar repoblado cuando éste ha cumplido su ciclo productivo. En los modelos analizados, la aplicación, frecuencia y secuencia de los diferentes tratamientos selvícolas no dependen de la localización del pinar, más bien de la selvicultura aplicada (Figura 2). De esta forma, se analiza la aplicación de tres modelos idénticos de gestión selvícola en dos zonas. La localización del pinar influye, como se ha mencionado antes, en los rendimientos de piña y madera obtenidos y, por tanto, afecta a los costes y beneficios asociados a la gestión del pinar.
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Tabla 1 Producciones físicas de madera, leña y piña en pinares de piñonero procedentes de forestación según la gestión selvícola y localización del pinar (datos medios anuales) Clase
SEL 1 (intensidad de claras alta) Páramo
Duración del ciclo (años) Espesura media (1) (pinos ha-1) Madera (m3 ha-1 año-1) Madera de sierra Madera de trituración
Leña (t ha-1 año-1) Leña de 7 cm de diámetro Leña de 2 a 7 cm de diámetro
Viana
SEL 2 (intensidad de claras moderada)
SEL 3 (intensidad de claras baja)
Páramo
Páramo
Viana
Viana
120
120
100
100
80
80
110
110
175
175
213
213
0,56
0,81
0,72
1,09
0,81
1,21
0,09 0,47
0,14 0,67
0,07 0,64
0,13 0,96
0,12 0,69
0,2 1,01
0,36
0,43
0,47
0,56
0,52
0,63
0,13 0,23
0,16 0,27
0,17 0,29
0,21 0,35
0,20 0,32
0,23 0,39
223,79 215,29
89,35 65,82
267,42 263,56
85,87 57,46
270,56 258,39
73,4 60,59
2,03 1,96
0,81 0,60
1,53 1,51
0,49 0,33
1,27 1,21
0,34 0,28
Piña (kg ha-1 año-1) Recolección mecanizada Recolección manual
Piña (kg árbol-1 año-1) Recolección mecanizada Recolección manual (1)
Se cuentan únicamente los pies iguales o superiores a la clase diamétrica 10 cm.
En las seis selviculturas ideales analizadas, el modelo PINEA2 predice que la producción de piña se inicia cuando los pinos alcanzan los 20 años de edad (Figura 2). A pesar del relativamente temprano inicio de la fructificación del piñonero, el rendimiento de piñas (kg ha-1 o kg pie-1) puede limitar el interés comercial en su recolección, especialmente si el método de recolección es manual, ya que un piñero difícilmente estaría dispuesto a aprovechar pies poco cargados de piñas. A fin de considerar esta situación para simular la recolección manual de piña se asume que ésta sólo se realizaría cuando el rendimiento de piña supera los 150 kg ha-1, y cuando éste rendimiento es superior a 50 kg ha-1 en caso de simularse la cosecha mecanizada. Por otra parte, se considera que un 10% de la producción total de piña se deja en pie (o no se aprovecha) cuando la recolección es manual, y un 15% en caso de ser mecanizada (por las limitaciones prescritas al tiempo de vibrado de los pinos)4.
4
La piña no recolectada es una fuente potencial de alimento para la fauna silvestre, y de semillas cuando se acota su recolección a fin de inducir la regeneración natural del rodal.
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Figura 2. Tratamientos selvícolas prescritos sobre una masa regular de pino piñonero procedente de forestación según su gestión selvícola Edad de la masa (en años)
SEL 1 (Intensidad de claras alta) 0
15
20
30
40
0
15
20
30
40
50
60
70
80
90
100
110
120
80
90
100
110
120
130
140
Plantación Primer clareo y primera poda fuste Segundo clareo y segunda poda de fuste Tercera poda de fuste Claras Recolección de piña Cortas diseminatorias Corta aclaratoria Corta final
SEL 2 (Intensidad de claras moderada)
Edad de la masa (en años)
Plantación o Primer clareo y primera poda fuste Segundo clareo y segunda poda de fuste Tercera poda de fuste Claras Recolección de piña Cortas diseminatorias Corta aclaratoria Corta final
50
60
70
45 45
Edad de la masa (en años)
SEL 3 (Intensidad de claras baja) 0
15
20
30
40 50 60 70 80 90 100 Plantación Primer clareo y primera poda fuste Segundo clareo y segunda poda de fuste Tercera poda de fuste Claras Recolección de piña Cortas diseminatorias Corta aclaratoria Corta final La duración del ciclo productivo (turno), se define por el momento en que se inician los tratamientos para facilitar la regeneración natural del arbolado.
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Otro elemento a considerar es el marcado carácter vecero de la producción de piña de Pinus pinea (Yagüe, 1994; García-Güemes, 2001; Mutke et al., 2005). El modelo selvícola ofrece datos de producción media de piña en tramos de 5 años (5 X ) para cada localización y gestión selvícola. Para simular dicha variabilidad anual se utiliza una regla temporal para la predicción de la vecerías basada en Ximénez de Embún (1959) para tramos de 5 años. Según la adaptación de esta regla, se asume que la producción de piña en uno de los cinco años considerados se sitúa en el 25% de la media del tramo (0,25 X ), un año en el 50% (0.5 X ), un año en el valor medio ( X ), un año es un 25% superior al valor medio (1,25 X ), y finalmente uno de los cinco años es 2 veces superior a la media (2 X ). La distribución anual de la producción de piña en un tramo de 5 años (5 X ) se asume aleatoria. La Tabla 1 presenta las producciones anuales de piña recolectada a lo largo del ciclo productivo (Tj) para las tres alternativas de gestión selvícola en las dos localizaciones, tanto cuando el método de recolección de piñas es mecanizado como manual. De igual forma, la Tabla 1 muestra los volúmenes anuales de madera y leñas asociados a cada uno de los seis escenarios analizados. El volumen maderable se descompone en madera de sierra (el comprendido en trozas de longitud superior a 1,30 m y diámetro en punta delgada superior a 30 cm) y madera de trituración. El modelo selvícola simulado utiliza una función discriminante para predecir el nivel más probable de pudrición5 de la madera por el hongo Phellinus pini en los pies de un rodal en función de variables como la edad, el área basimétrica y la altura dominante (ver Apéndice 1). El grado de pudrición reduce, conforme se alarga el turno de corta, el volumen de madera de sierra utilizable (Calama et al., 2007b). Las leñas proceden del apeo de pies completos al aplicar los tratamientos de clara y cortas finales. La cantidad de leña obtenida se estima a partir de las funciones de Montero et al. (2006) que relacionan el diámetro de un árbol individual de pino piñonero con el peso de la biomasa (en kg de materia seca) contenida en ramas de más de 7 cm de diámetro y en ramas de 2 a 7 cm de diámetro. Se considera un contenido de humedad del 30%. Se asume que leñas con un diámetro igual o superior a 7 cm se destinan a la industria maderera, y las leñas con un diámetro inferior a uso doméstico para calefacción.
2.3
Valoración de beneficios y costes
Los bienes y servicios generados por los aprovechamientos actuales de un pinar de pino piñonero, así como los costes derivados del proceso productivo, se valoran a precios de mercado reales, sin incluir subvenciones e impuestos –observados en la provincia de Valladolid– o imputados para la interiorización del servicio de fijación de carbono del año 2007 (Tabla 2). Las subvenciones de explotación netas de impuestos sobre los productos y los costes (SEN) se contemplan para estimar indicadores de renta a coste de los factores. En este trabajo se consideran dos grupos de subvenciones, aquellas destinadas a financiar la implantación de una primera forestación de tierras agrícolas (BOCyL, 2007a), y las ayudas ofrecidas por la Junta de Castilla y León para la gestión de montes (BOCyL, 2007b). El primer grupo de compensaciones incluye las ayudas al establecimiento de una forestación (con coníferas), las primas de mantenimiento durante los primeros 5 años desde que se establece la plantación y las primas de 5
Se consideran cuatro grados de pudrición: nulo, inicio del ataque (10-25% de los pies del rodal afectados), intermedio (el 50% de los pies están afectados) y severo (más del 75% de los pies están afectados y siendo el ataque severo en algunos pies). La probabilidad de pertenecer a un nivel de pudrición alto aumenta con la edad y la espesura del rodal, y disminuye con la altura dominante de la masa. En la aplicación práctica del modelo, se plantea que los anteriores niveles de pudrición reducen el volumen de sierra utilizable en: 0%, 25%, 50% y 75%, respectivamente.
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compensación de rentas durante un periodo de 20 años. En el segundo grupo se incluyen ayudas a tratamientos de mejora de la masa forestal: podas de formación, clareos y eliminación de restos (Tabla 3). Tabla 2 Precios unitarios asociados a los bienes comerciales y servicios ambientales. Datos de 2007 Clase Unidad Precio Rango de Precios(1) (€/unidad) (€/unidad) (2) Madera en pie Madera de 40 cm Ø
Madera a pie de carril Madera de sierra Madera de trituración
Leña en pie Leña de >7 cm Ø
m3 m3 m3
12,5 17,5 21,1
7,5 – 17,4 10,5 – 24,4 12,6 – 29,5
m3 m3
42,1 25,0
25,3 – 59,0 15,0 – 35,0
t
6,0
t
8,1
Leña a pie de monte 5,0
Leña de 2-7 cm Ø
Leña a pie de carril 18,0
Leña de >7 cm Ø
Piña Piña en pie Piña en fábrica
Renta cinegética Renta de pastoreo Canon de arrendamiento de la tierra Carbono Setas(3)
kg kg
0,3 0,8
ha ha ha
4,7 5,5 109,2
tC kg
20,0 1,5
0,15 – 0,55 0,50 – 1,10
10,0 – 70,0
(1)
Rango de precios utilizado en el análisis de sensibilidad. Los precios en pie de la madera dependen del diámetro. (3) Datos medios. (2)
La información económica utilizada para valorar las diferentes producciones comerciales asociadas al pino piñonero procede de encuestas estructuradas a empresas recolectoras de piña, empresas dedicadas a la corta maderera y tratamientos forestales, y técnicos encargados de la gestión de los pinares de piñonero en la provincia de Valladolid. La información utilizada para el estimar la recolección de setas en pinares de piñonero ha sido facilitada por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en la provincia de Valladolid (Micodata, 2007).
10
Tabla 3 Subvenciones a la forestación y gestión forestal Clase
Unidad
Valor unitario (€/unidad)
Observaciones
ha ud ha ha
2.200 1,68 180 121
Importe máximo Importe máximo Tierras arables Propietario no agricultor a título principal
ha ha ha
344 414 240
Ayudas a la forestación Gastos de forestación Protectores individuales Primas de mantenimiento Primas de compensación de rentas
Ayudas a la gestión forestal Clareos Podas Eliminación de restos de labores selvícolas
2.3.1
70% del gasto hasta alcanzar el importe máximo referido
Beneficios comerciales privados de la gestión de masas de pino piñonero
Se estiman las ventas de producciones finales asociadas al árbol (piña, madera y leña), y los ingresos imputados a los arrendamientos de los pastos y la caza. Las actividades de la recolección de piña y corta de madera se analizan de forma separada de la selvicultura. Esta última actividad, incluye los costes y beneficios ligados a la aplicación de los diferentes tratamientos que definen las seis gestiones selvícolas simuladas (Figura 2). Se incluyen como beneficios de la selvicultura las ventas de piña, madera y leñas en pie a empresas especializadas en la extracción de estos productos, las rentas de la caza y el pastoreo y las subvenciones netas que los propietarios perciben por la forestación y la facilitación de las regeneraciones naturales sucesivas del pino piñonero en el mismo sitio. En este caso se asume que el propietario del pinar realiza los diferentes tratamientos selvícolas contratando los servicios de empresas forestales especializadas. El valor imputado a la renta cinegética se corresponde con el canon de arrendamiento neto de impuestos y gastos de pinares de pino piñonero en la provincia de Valladolid (entre 4.3 a 5.2 € ha-1 y año) (J.L. Garrido, comunicación personal, noviembre 2007). Esta renta moderada puede deberse, en parte, a que los pinares son hábitats poco apropiados para especies cinegéticas de superior rendimiento comercial, aunque también podría estar influida por la presencia de asociaciones de cazadores locales que dificulta la comercialización por los propietarios públicos y privados del pinar del derecho de la caza. En este caso podría estar ocurriendo que los cazadores locales se estén apropiando de una fracción relevante del valor real de mercado de la renta de la caza. El pastoreo en pinares de piñonero de la provincia de Valladolid no es frecuente, debido al declive de la explotación ganadera extensiva en estos montes (Mutke et al., 2000). Existe información, aunque limitada a unos pocos casos, de arrendamiento de pastizales arbolados en montes de utilidad pública. Los precios de arrendamiento a través de subastas públicas en la campaña 2006/2007 se han situado entre 3,6 y 7,8 € ha-1, con un precio medio6 de 5,5 € ha-1. El cobro de las primas de compensación de rentas por parte de los propietarios de parcelas forestadas está sujeto a restricciones en los usos agrícola y ganadero de estas superficies, por lo 6
Estimaciones propias sobre la base de información facilitada por el Servicio Territorial de Medio Ambiente (STMA) de la Delegación Provincial de Valladolid de la Junta de Castilla y León (datos no publicados).
11
que la renta de pastoreo empieza a computarse transcurridos los 20 años desde el establecimiento de la plantación. Los precios de la piña, madera y leñas en pie utilizados en el análisis se presentan en la Tabla 2. De acuerdo con las encuestas a empresas encargadas de la recolección de la piña en la campaña 2006/2007 el precio de la piña en pie se ha situado en torno a los 0,30 € kg-1, y a los 0,80 € kg-1 en fábrica (nave familiar). En este estudio se aplica el precio pagado en fábrica para valorar la renta de capital de la recolección de piña y la renta total familiar de los piñeros (ver apartado 2.3.4), por lo que en esta actividad el análisis incluye el coste de transporte de piñas desde el cargadero en el monte a la fábrica7. Los precios utilizados para valorar las producciones de madera de sierra y trituración se refieren a los precios en pie y a pie de cargadero por m3 observados en 2007. Los precios en pie de la madera proceden de información facilitada por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León (en adelante STMA) referidos a la venta de madera en pie a través de subastas públicas (Tabla 2). En tanto que, los precios a pie de carril de la madera proceden de entrevistas a empresas madereras, y se sitúan en torno a 42,1 € m-3 para la madera de sierra y 25 € m-3 para la madera de trituración. Los ingresos de la adjudicación del aprovechamiento de leñas en montes públicos de la provincia de Valladolid son poco significativos en comparación con otros aprovechamientos, e inclusive este aprovechamiento se concede algunas veces de forma gratuita a diferentes ayuntamientos. En los casos que sí se comercializa esta producción, los precios de adjudicación en pie de los aprovechamientos de leña gruesas en pinares públicos se sitúan en 8,1 € por tonelada. Los precios a pie de cargadero de las leñas gruesas proceden de entrevistas a empresas madereras, y estos varían en función del tipo de leña obtenida. En tanto que las leñas de menor diámetro se venden a pie de monte a un precio medio de 5 € t-1 (Tabla 2). 2.3.2
Recolección de setas
La recolección de setas es una actividad de creciente interés entre los visitantes recreativos y la población local en zonas de pinares (López et al., 2005). Al igual que la producción de piñas, la producción de setas presenta importantes variaciones de unos años a otros, según las condiciones climáticas imperantes en los meses de recolección. En este estudio se utilizan estimaciones de producción de setas de Micodata (2007), que es un sistema de información geográfica para la producción, aprovechamiento y ordenación micológica de los hongos silvestres comestibles en Castilla y León. Se cuenta con datos de producción de setas para las variedades comestibles más importantes en masas puras de pino piñonero (Lactarius deliciosus, Morchella sp., Hygrophorus sp., etc.) en la provincia de Valladolid (Tabla 4). La información presentada en la Tabla 4, corresponde a la productividad de setas en un año medio, considerando las variaciones en la producción en años con condiciones poco o muy favorables para la producción micológica, y la edad del pinar; y asumiendo una tasa de recolección del 50% de la producción total de setas en montes de pino piñonero (F. Martínez, comunicación personal, febrero 2008). En función de simular la recolección de setas en una forestación con pino piñonero, se considera que ésta se inicia pasados tres años desde que se establece la plantación. Se asume que a partir de este momento la producción de setas es similar a la que se obtiene en terrenos agrícolas abandonados, y que ésta crece gradualmente hasta alcanzar las producciones de setas que según Micodata (2007) se obtienen en pinares repoblados que cuentan entre 15 y 40 años de edad, que corresponde al periodo en el que se registra la mayor producción de setas en pinares de piñonero 7
Se considera una distancia media de 40 km.
12
(Tabla 4). Por otra parte se considera que en pinares mayores de 40 años de edad la producción de níscalo (Lactarious deliciosus) se reduce hasta la mitad, en tanto que la producción de otras especies de setas se mantiene constante. Tabla 4 Recolección estimada de setas en masas puras y regulares repobladas con pino piñonero Especie
Precio
Recolección anual de setas en pinares de piñonero (según la edad de la masa) Entre 15 a 40 años
Agaricus sp. Hygrophorus sp. Lactarious deliciosus Lepista sp. Macrolepiota sp. Morchella sp. Pleurotus eryngii Total
Más de 40 años
Recolección anual de setas en terrenos agrícolas abandonados(1)
(€/kg)
Cantidad (kg/ha)
Valor (€/ha)
Cantidad (kg/ha)
Valor (€/ha)
Cantidad (kg/ha)
Valor (€/ha)
1,00 1,00
0,16 1,75
0,16 1,75
0,16 1,75
0,16 1,75
0,25-0,35
0,25-0,35
3,01 1,00 1,00 10,00 4,92
0,57 0,08 0,08 0,11
1,72 0,08 0,08 1,10
0,29 0,08 0,08 0,11
0,86 0,08 0,08 1,10
0,06-0,09
0,06-0,09
0,13-0,18 0,44-0,62
0,62-0,86 0,93-1,30
2,73
4,87
2,45
4,01
(1)
El rango inferior de la recolección de setas en terrenos agrícolas abandonadas corresponde a la zona Viana, y el superior a la zona Páramo. Fuente: Elaboración propia a partir de información proporcionada para este estudio por Micodata (2007).
Las setas son en su mayor parte recolectadas sin control del acceso al monte por parte del propietario, por tanto, son los recolectores de libre acceso al pinar los perceptores de la renta de las setas que recolectan. En las zonas rurales de Castilla y León, como en otras zonas de España, se pueden identificar recolectores de setas recreativos y comerciales. Según los resultados de una encuesta dirigida a la población local de las zonas rurales de Castilla y León, aproximadamente un 77% de la producción de níscalo es recolectada por los seteros comerciales, en tanto que el 23% restante por los seteros recreativos (Micodata, 2007). Se asume esta proporción para el resto de especies de setas consideradas. El establecer esta diferenciación entre los recolectores comerciales y recreativos puede tener interés a la hora de estimar las rentas de la recolección de setas. El valor de las setas se calcula multiplicando las cantidades recolectadas por los precios de mercado de setas a pie de finca en los pinares estudiados (Tabla 4). La recolección de setas es una actividad complementaria para los recolectores comerciales –entre los que predominan los habitantes locales– (F. Martínez, comunicación personal, febrero 2008). Un setero comercial podría incurrir en un coste de oportunidad por el tiempo que le dedica a la recolección de setas. Por ello, en este caso, se ha optado por estimar la renta del trabajo (MONAset) de este tipo de recolector como un valor contable residual obtenido por la diferencia entre el valor de las setas recolectadas y los costes incurridos en su recolección. Al no disponerse de información específica sobre los costes soportados por los seteros comerciales, y considerando que buena parte de estos recolectores son locales y el acceso a los pinares es, de momento, gratuito, se ha optado por suponer que estos gastos no son relevantes, es así que la renta del trabajo se iguala al valor de las setas recolectadas. Por el contrario, los visitantes recreativos recolectores de setas no incurren en un coste de oportunidad del trabajo, por tanto la recolección de setas genera en esta situación una renta de
13
capital ambiental (RCAset), equivalente al valor de mercado de las setas recolectadas. Este tipo de recolectores de setas pueden obtener como beneficios conjuntos el disfrute de la visita al bosque y el valor de mercado de las setas que recolectan (Campos y Caparrós, 2006; Campos et al., 2008). De momento no se dispone de información elaborada sobre el valor que el uso recreativo que los pinares de piñonero pueden tener para sus visitantes. Por lo que la inclusión en el análisis del valor de las setas no implicaría una doble contabilización, que si podría ocurrir cuando la máxima disponibilidad a pagar por el disfrute recreativo declarado por visitantes de pinares de piñonero incorporase ya este valor (Campos et al., 2008). 2.3.3
Servicios de mitigación de emisiones de CO2
En este estudio se considera el servicio ambiental de la mitigación de emisiones de CO2 resultante de las alternativas de gestión selvícola de las masas de piñonero analizadas. Este servicio se valora considerando la fijación de carbono por el crecimiento de la biomasa forestal a lo largo del ciclo productivo del pinar procedente de forestación. De forma adicional, se estima el ahorro de emisiones de carbono generado por la sustitución de combustibles fósiles por la leña8 que se produce en una hectárea de pinar de piñonero como subproducto de los tratamientos selvícolas; y las emisiones debidas al uso de combustibles fósiles en la gestión selvícola del pinar. A efectos de la agregación de valores comerciales y ambientales, y sin incurrir en doble contabilización, se consideran el carbono fijado en la biomasa forestal y el ahorro de emisiones de carbono 9, de cuyo valor se restan las emisiones de CO2 asociados a las selviculturas aplicadas. El ahorro de emisiones es teóricamente posible ya que el análisis se basa en masas de pino piñonero sujetas a una gestión selvícola que facilita su permanente regeneración natural. Por tanto, la biomasa producida por el crecimiento del arbolado se iguala a su extracción a lo largo del ciclo productivo, y, en caso de utilizarse la leña derivada de estas extracciones en sustitución de gasoil se ahorrarían las emisiones que se producen al consumir este último combustible fósil10. Se estima que la utilización de una tonelada de leña en sustitución de gasóleo genera un ahorro de 91,8 kg de carbono. Este ahorro se estima suponiendo unas emisiones estándar de 2,70 kg CO2 litro-1 de gasóleo, una densidad del gasóleo de 1,15 litros por kg, y una correspondencia energética de 0,14 entre el gasóleo y la leña (IEA, 1997). La cantidad de carbono fijada en la biomasa forestal se calcula utilizando diferentes funciones que relacionan el diámetro normal de un árbol individual de pino piñonero con el peso (en toneladas de materia seca) de las diferentes fracciones de biomasa aérea (fuste, ramas de diferentes diámetros y acículas) y radicular; el contenido medio de carbono por unidad de biomasa: 0,508 mg g-1 para el Pinus pinea (Montero et al., 2006); y la espesura (pies/ha) a lo largo del ciclo productivo del pinar (Calama et al., 2007b). El apeo de pies, tanto en los clareos como en las cortas finales, supone que se remuevan de la superficie forestada cantidades importantes de carbono acumulado en la biomasa forestal en el momento de realizar estas labores culturales. El tiempo de decaimiento del carbono en estas fracciones de biomasa depende de su destino final (Marland y Marland, 2003). En función de estimar la liberación del carbono 8
Se considera la leña de más de 2 cm de diámetro; en tanto que se asume que las restantes fracciones de biomasa (acículas, y ramillas de menor diámetro) se trituran e incorpora al suelo. 9 No se incurre en doble contabilización al considerar ambos tipos de servicio de mitigación de emisiones, ya que la cantidad de leña extraída en un momento determinado reduce la cantidad de carbono en pie o adicional fijada. 10 No se considera el ahorro de emisiones generado por el uso de la cáscara del piñón como biocombustible, debido a que ésta sería más bien una producción ambiental atribuible a la industria del piñón, y no a la gestión forestal.
14
acumulado en la biomasa extraída, en este trabajo se consideran tres diferentes depósitos de carbono, que presentan ritmos de decaimiento del carbono almacenado diferentes: (i) carbono fijado en la biomasa aérea no comercial (restos triturados dejados in situ), (ii) carbono en la biomasa (aérea) comercial (leña, madera de trituración y madera de sierra) y (iii) carbono en la biomasa radicular. Se asume que el carbono almacenado decae a una tasa constante ki (0≤ ki ≤1) específica para cada uno de los depósitos de carbono considerados, cuyo ritmo de decaimiento se ajusta a una función del tipo:
xti = x0i (1 − k i x0i ) t −t0 Donde: xt es la cantidad de carbono remanente en los depósitos de carbono en el momento t (medido en años), x0 es la cantidad inicial de carbono almacenada en el momento cero (t0)11. De forma tal, que la cantidad de carbono liberada a la atmósfera en cada periodo en desde el depósito i ( hti ) se estima de acuerdo con: ( hti = xti − xti−1 ). Las tasas de decaimiento anuales utilizadas (ki) son: 0,10 para el carbono almacenado en los residuos triturados y la madera de trituración, 0,05 para la biomasa radicular y la madera de sierra, y 1,0 para la leña12. Un cambio de uso del suelo agrícola a forestal implica la sustitución de los cultivos de ciclo anual por pinos piñoneros, cuyos ciclos económicos programados oscilan entre 80 y 120 años. Este cambio del uso de la tierra potencialmente permite una mayor acumulación de biomasa, al tiempo que se reducen los niveles de alteración del suelo (Vesterdal et al., 2002). La forestación de tierras de cereal en secano podría generar una acumulación importante de carbono en el suelo (IPCC, 2000). Los pocos estudios disponibles sobre la acumulación de carbono en bosques y suelos agrícolas mediterráneas sugieren el establecimiento de una plantación forestal sobre un terreno agrícola puede generar una fijación adicional anual de 0,35 t C ha-1 (De Cara y Jayet, 2000) antes de alcanzarse el punto de saturación típico en la acumulación de carbono en los suelos (Paustian et al., 2006). Sin embargo, todavía persisten ciertas ambigüedades sobre la medición y el tratamiento que se dará al carbono fijado en el suelo en el marco de la aplicación de los acuerdos de Kyoto (Van Kooten et al., 2004). Por lo que en este estudio no se considera el carbono fijado en el suelo, reconociendo, sin embargo, que éste podría ser relevante. A partir de las funciones de crecimiento de la biomasa forestal y decaimiento del carbono se estima la fijación neta anual de este bioelemento a lo largo del ciclo productivo de un pinar. El valor económico del carbono fijado depende del método de contabilización de créditos de carbono que se utilice. En la agenda política internacional para la mitigación del cambio climático, lo que importa son los balances nacionales de carbono, ya que los objetivos están basados en la reducción neta de emisiones (Caparrós et al., 2007). Por lo que un procedimiento razonable de incentivos para el sector forestal entre los países con obligaciones concretas de reducción de emisiones (países incluidos en el Anexo I) debe basarse en lo que se conoce como el Carbon Flow Method (CFM). Este método, que fue propuesto en la literatura temprana sobre 11 12
Momento en el que se extrae la biomasa del bosque. Se asume que la leña obtenida es consumida (quemada) en el mismo periodo que se produce su extracción.
15
el efecto del secuestro de carbono en la determinación del turno de rotación forestal optimo (Englin y Callaway, 1993; Van Kooten et al., 1995), implica esencialmente que los propietarios forestales perciben un pago por tonelada de carbono adicional fijada, y deben pagar (la misma cantidad percibida por tonelada de carbono) cuando el carbono es liberado a la atmósfera. Las emisiones debidas al uso de combustibles fósiles en la gestión selvícola del pinar se estiman atendiendo al consumo de combustibles fósiles (gasoil) por hora, las horas de maquinaria y equipos utilizados en las diversas labores culturales y extractivas que realizan a lo largo del ciclo productivo de la forestación, y los factores de emisión de CO2 estimados por Sims et al. (2006). La Tabla 5 muestra el consumo de gasoil a lo largo del ciclo productivo de los escenarios de forestación analizados, y las emisiones de carbono asociadas. Como se ha mencionado antes, el valor presente descontado del carbono se estima considerando la fijación neta de este bioelemento en la biomasa forestal, el carbono acumulado en residuos y productos forestales, el ahorro de emisiones de carbono por sustitución de combustibles fósiles y las emisiones debidas al uso de combustibles fósiles en la gestión selvícola del pinar. (Tabla 5). El servicio de mitigación de emisiones de carbono, al considerarse éste un beneficio ambiental público, se valora atendiendo al coste marginal del daño provocado por el incremento en la concentración de CO2 atmosférico –equivalente al daño evitado–. En la literatura reciente existen numerosos estudios que estiman este coste marginal del carbono ofreciendo valores que varían desde unos pocos a cientos de dólares americanos (ver Tol, 2005). En este caso el carbono se valora en un rango de precios de 10 a 70 € por tonelada métrica de carbono (3 a 19.1 € t CO2-1); que en todo caso se encuentra dentro del rango de las estimaciones de coste marginal disponibles y de los precios que han sido históricamente observados en los mercados emergentes de comercio de carbono (CCPO, 2006). . Tabla 5 Fijación neta y emisiones de carbono en el ciclo productivo de una forestación con pino piñonero. Datos según gestión selvícola y localización del pinar Clase
Páramo SEL 1
Carbono acumulado en la biomasa y productos forestales (tC ha-1) Fijación neta de carbono (tC ha-1 año-1) -1
Ahorro de emisiones (tC ha ) Emisiones por uso de combustibles fósiles (tC ha-1)
SEL 2
Viana SEL 3
SEL 1
SEL 2
SEL 3
72,66
71,41
73,97
84,90
84,00
89,43
0,61
0,71
0,92
0,71
0,84
1,12
0,61 2,74
0,74 2,48
0,69 2,14
0,75 2,16
0,91 2,29
0,84 1,94
2.3.4 Costes asociados a la gestión selvícola privada de masas de pino piñonero Se consideran los costes privados asociados al establecimiento de una plantación y la gestión selvícola de pinares de piñonero (costes no extractivos asumidos por el propietario de la tierra) y los costes de la recolección de piña y la corta de madera. Se asume que las restantes producciones comerciales (pastos y caza), las setas y el servicio de fijación de carbono del pinar se genera conjuntamente con los beneficios comerciales anteriores y, por tanto, sin coste adicional. Los conceptos de coste comercial son los mismos que la contabilidad nacional tiene en 16
cuenta para medir la renta de un bosque (Eurostat, 2000). Estos costes se agrupan en consumo intermedio (CI), referido a los gastos en materias primas y servicios, mano de obra (MO) y consumo de capital fijo (CCF). El valor en pie de la piña, madera y leña, forma parte del consumo intermedio de los aprovechamientos de recolección de piña y corta de madera. La Tabla 6 presenta un grupo de costes unitarios referidos a las principales tareas de gestión selvícola y extractivas que se simula van a desarrollarse durante el ciclo productivo de un pinar de pino piñonero procedente de forestación. Los consumos intermedio y de capital fijo se agregan bajo una única categoría denominada “consumos intermedio y de bienes de capital fijo”. Los requerimientos de mano de obra y equipos para llevar a cabo tratamientos selvícolas, como la poda de fuste, primer clareo y otras tareas complementarias como la eliminación mecanizada de restos, se estiman sobre la base de información proporcionada por el STMA de la Junta de Castilla y León. Los costes de la mano de obra y equipos, así como los costes de apeo manual y elaboración de la madera, se determinan a partir de encuestas y entrevistas realizadas con diferentes empresas madereras y forestales que operan en la zona. En tanto que, los rendimientos de mano de obra y maquinaria de la recolección mecanizada y manual de piña proceden de entrevistas a empresas familiares de piñeros que operan principalmente en la provincia de Valladolid, y de la revisión de bibliografía especializada (Herrero, 2000; Pérez et al., 2001; Martínez-Zurimendi y Sierra de Grado, 2006). En el caso del apeo y elaboración de la madera, los rendimientos de mano de obra y maquinaria (horas por unidad) se estiman en función del diámetro del pie cortado. Los rendimientos de la recolección de piña presentan gran variabilidad debido a que estos dependen de una serie de factores como las características y accesibilidad del terreno (pendiente, obstáculos, etc.), la espesura de la masa y la cantidad de piña en pie, entre otras (Martínez-Zurimendi y Sierra de Grado, 2006). En este caso, se han ajustado funciones cuadráticas que relacionan los requerimientos de mano de obra y maquinaria con el rendimiento (kg piña ha-1) de la masa. En este estudio los costes unitarios de recolección de piña por métodos manuales y mecánicos se determinan considerando la renta total de las empresas familiares de piñeros medida por el método del valor residual contable, como se detalla en el siguiente apartado. La recolección mecanizada de piña no es posible en pinares con una espesura superior a los 500 pies ha-1, como sucede con las selviculturas SEL 2 y SEL 3, hasta que se produce la primera clara cuando los pinos alcanzan los 30 años de edad. En estos casos, se asume que la recolección de piña es realizada por métodos manuales, y que una vez que se aclara el pinar dejando en pie entre 200 a 300 pies, es posible el aprovechamiento mecanizado de piña.
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Tabla 6 Costes unitarios asociados a la gestión selvícola de masas de pino piñonero Unidad Clase Mano de obra
Maquinaria/Equipos
(ud)
Rendimiento (en horas/ud)
Coste unitario
Mano de obra (€/ud)
1. Gastos de forestación (preparación de terreno, plantones y plantación)
ha
58
10,7
620,0
2. Apeo manual y elaboración de la madera (3)
pie
14.1
3. Primer clareo
ha
y =0.059 – 3,48*10-5·x + 2,00*10-4·x2 32,0
10,5
y =0,836 – 4,91*10-4·x + 2,83*10-3·x2 336,3
y =0.059 – 1,70*10-3·x + 2,00*10-4·x2 0,0
3
m
0,1
13,5
1,4
Dificultad media (16 Tm) 6. Podas de fuste Primera poda de fuste
m
8,0
15,0
120,0
8,0
1,6
13,0
133,0
ha
18,7
12,3
228,7
14,0
2,3
31,6
260,3
Segunda poda de fuste
ha
19,2
12,8
246,0
18,0
2,3
40,7
286,7
Tercera poda de fuste 7. Recolección de piña (mecanizada)(4)
ha kg piña
12,0
437,7
24,0 y = 0,553 + 1,93*10-3·x – 5,71*10-7·x2
2,3
54,2
492,0
8. Recolección de piña (manual) (4)
kg piña
36,6 y = 1,678 + 3,59*10-3·x + 3,60*10-6·x2 y = 1,906 + 1,69*10-2·x + 1,04*10-6·x2
(1)
Bajo el concepto de consumo intermedio y de bienes de capital se incluyen gastos en materias primas y servicios y el consumo de capital fijo. (2) El gasto en materias primas de la forestación incluye los servicios de maquinaria y plantones y protectores individuales. (3) Los costes de apeo (cortas de regeneración, diseminación, aclaratoria y claras) se estiman en función del diámetro de los pies a apear. Donde: y es coste en €/pie, y x el diámetro medio. (4) El rendimiento de la mano de obra y maquinaria es función del rendimiento de la masa. Donde y representa el tiempo de recolección (h/kg) y x el rendimiento de la masa (en kg/ha).
18
2.3.5 Valoración del coste de la mano de obra familiar y de los servicios de maquinaria utilizados para la recolección de piña Las piñas pueden recogerse a mano o utilizando medios mecánicos. La recolección manual es realizada por piñeros especializados que trepan a los árboles y desprenden el fruto –sin necesidad de varear el árbol– utilizando para ello un gancho denominado gorguz. No obstante, la limitación en la oferta de mano de obra especializada (Barranco y Ortuño, 2006), unida a los elevados riesgos que corren estos operarios y a los altos costes unitarios asociados a la recolección tradicional de piña (Martínez-Zurimendi et al., 2003), están dando cada vez mayor opción al uso de maquinas agitadoras o vibradoras. Estas son máquinas, generalmente con tracción a las cuatro ruedas, con un brazo de vibración (pinza) accionado por equipos hidráulicos. En ambos casos, acompañan al piñero o al operario de la máquina una cuadrilla de peones (de 1 a 4)13 encargados de recoger, ensacar y llevar la piña a pie de cargadero. En los pinares de la meseta norte (que incluye Valladolid) ha sido tradicional la venta de la piña en pie, tras una estimación de los rendimientos de piña14. En esta zona predominan los montes públicos, en los que la recolección de piñas por parte de diferentes empresas del sector se adjudica mediante subastas públicas. El negocio del piñón en la zona centro se articula alrededor de los términos municipales de Pedrajas de San Esteban e Iscar (Valladolid). Estas localidades concentran alrededor de 42 empresas de tipo familiar, y una gran empresa de transformación que acapara un porcentaje relevante de la producción de la piñón en España (Barranco y Ortuño, 2006), pero que no realiza directamente la recolección de piña como lo hacen las empresas de tipo familiar antes mencionadas. De hecho, según los técnicos del STMA de la Junta de Castilla y León, toda la recolección de piña en montes públicos de la provincia de Valladolid es realizada por empresas familiares de piñeros, utilizando para ello maquinaria y equipos propios. La mayor parte de estas empresas cuenta con una máquina vibradora, aunque unas cuantas empresas del sector cuentan con dos máquinas. El número de miembros de la familia dedicada a la recolección de piña y su elaboración posterior es variado. Existen empresas que cuentan con un solo miembro, otras, al parecer las más numerosas están formadas por dos miembros de la familia, que pueden ser padre e hijo o dos hermanos, aunque también existen otras empresas en las que el número de miembros de la familia dedicados a esta actividad supera las tres personas (O. García, comunicación personal, febrero de 2008). La presencia dominante de empresas de tipo familiar complica la estimación individual objetiva de los costes asociados a la mano de obra no-asalariada y a los servicios de la maquinaria utilizada en la recolección mecanizada de piña. En ausencia de un mercado de alquiler de máquinas vibradoras, los servicios asociados a la utilización de esta maquinaria para la recolección mecanizada de piña se valoran por el coste anual incurrido para la prestación de este servicio (Tabla 7). Este coste incluye la amortización de esta maquinaria (CCFpiñ), considerando los precios de reposición de 2007, y los gastos corrientes en combustibles, lubricantes y
13
El número de peones que van tras la máquina recogiendo piña varía de 1 a 4 personas según los rendimientos de piña de la masa (O. García, comunicación personal, octubre de 2007). 14 Los contratos de venta de piña se suelen hacer entre septiembre y octubre, y tras el pago de la cantidad acordada, la campaña de recolección de piña se inicia en los meses de noviembre o diciembre, pudiendo extenderse hasta la primera quincena del mes de abril.
19
reparaciones mecánicas. Se asume un empleo medio anual de 800 horas de maquina vibradora15 y una vida útil de 10.000 horas (Pérez et al., 2001). Tabla 7 Costes unitarios asociados a la recolección mecanizada y manual de piña Clase
Unidad
Cantidad
Gasto anual €/año
Maquinaria Amortización Combustible Lubricantes Gastos de reparación durante de la campaña Gastos de reparación previos a la campaña
Gasto unitario €/hora
26,3 anual
1 año
6.731,3
8,4
l/hora gasto/hora anual
9,78 1
6.259,2 750,0 3.800,0
7,8 0,9 4,8
1
3.500,0
4,4
anual
Mano de obra asalariada(1) Piñero especializado Operador máquina vibradora Peón recolección y ensacado de piñas (1)
hora hora hora
17,0 11,5 9,0
Los costes de la mano de obra incluyen el salario bruto y los gastos de seguridad social a cargo del empleador.
La imputación de un coste horario del trabajo familiar similar al del trabajador asalariado no es en principio aceptable, ya que de admitirse implicaría que las productividades marginales del trabajo asalariado y no-asalariado son similares. La aceptación de este criterio además de ser subjetivo, puede conducir a la imputación de valores unitarios alejados de la realidad. En este sentido, el coste del trabajo familiar no-asalariado de los piñeros (MONApiñ) se estima por el método del valor residual contable. Este valor se corresponde con la diferencia entre los beneficios de la venta de la piña en fábrica (Bpiñf) y la suma de los costes soportados por la empresa familiar para realizar esta actividad. Estos costes familiares son los gastos en mano de obra asalariada (MOApiñ), el consumo intermedio de materias primas y servicios (CIpiñ), el valor de la piña en pie (Bpiñp), el coste de reposición de la maquinaria (CCFpiñ) y el coste de oportunidad del capital de explotación inmovilizado (MNEpiñ): MONApiñ = Bpiñf – MOApiñ – CIpiñ – Bpiñp – CCFpiñ – MNEpiñ. El considerar un coste de oportunidad de la inversión en equipamiento se justifica, como puede verse más adelante, por el relevante valor relativo que éste alcanza. En este caso, se acepta una remuneración normal del capital de explotación inmovilizado (CINpiñ) por la empresa familiar del 5%: MNE(t)piñ = 0,5CIN(t)piñ. El capital inmovilizado por la empresa familiar de piñeros se estima considerando una unidad empresarial que cuenta con una máquina vibradora (tractor más pinza), cuyo precio de mercado en 2007 se aproxima a los 84.000 €, y que mantiene inmovilizado (durante los meses que dura la campaña de recolección de piña) un capital circulante cercano a los 3.750 €16. 15
Durante la campaña de recolección de piña se trabaja normalmente de lunes a sábado, durante 5 a 7 horas al día, dependiendo de la duración del día y condiciones climáticas (O. García, comunicación personal, octubre de 2007). 16 El circulante inmovilizado por la empresa familiar varía año a año en función de la cantidad de piña comprada en pie y de la mano de obra contratada por la empresa familiar para la recolección de piña (normalmente de 1 a 4 peones por máquina). El capital circulante se estima considerando los aproximadamente seis meses que las familias
20
La renta total familiar de los piñeros (RTCpiñ) resulta de la agregación de la renta del trabajo familiar y la remuneración imputada al capital inmovilizado (MNEpiñ = RCCCFpiñ) RTCpiñ = MONApiñ + RCCCF,piñ. En caso de empresas familiares especializadas en la recolección manual de piña, el capital inmovilizado no es relevante, por tanto, puede afirmarse que la renta total familiar se corresponde enteramente con el valor de la mano de obra no-asalariada. En este caso el valor de la MONApiñ se estima asimismo como un valor residual contable, pero sin incluir el coste de reposición de la maquinaria, ni el coste de oportunidad por el capital inmovilizado: MONApiñ = Bpiñf – MOApiñ – CIpiñ – Bpiñp = RTCpiñ. 2.3.6 Renta de la tierra de cereal en secano Los resultados económicos de los seis escenarios de forestación con pino piñonero simulados en los sitios de Páramo y Viana se comparan con la alternativa de mantener el uso cereal en secano actual de la tierra. En este caso particular se asume que la plantación de pino piñonero se establece sobre una tierra de labor en secano, y que la única renta de capital comercial que el propietario percibe es por el arrendamiento de la tierra a terceros para la producción de cultivos de cereal en secano. En este caso se considera el canon medio de arrendamiento de tierras de labor en secano en Castilla y León, que en 2005 se ha situado en 102 € ha-1 (MAPA, 2007: 875), y que actualizado a 200717 se estima en 109,2 € ha-1, que se asume neto de gastos e impuestos. La producción de setas en estos terrenos es prácticamente nula (Micotada, 2007). En este estudio, por las razones expuestas en el punto 2.3.3 no se analiza la fijación de carbono en el suelo, que en todo caso es menor en terrenos agrícolas que en los forestales (De Cara y Jayet, 2000). 2.4
Valores presentes descontados
En este estudio se estiman todos los beneficios y costes que se producen en una hectárea en la que se aplican los tratamientos asociados a cada una de las alternativas de gestión selvícola de masas de pino piñonero, desde el año en el que se establece la plantación (año 0), hasta el periodo en el que se inician los tratamientos para inducir la regeneración natural del pinar (Tj), y en sucesivos ciclos que se reiteran de forma indefinida. El valor presente de los flujos de beneficios netos futuros depende de su distribución en el tiempo y de los factores de descuento empleados. El valor presente descontado (VPD) del flujo de beneficios netos asociados a los bienes y servicios generados en una hectárea de pino piñonero se estima utilizando una función de descuento (δ) definida por (1/(1+r)), donde r de piñeros realizan esta actividad, desde que se inician las subastas públicas hasta que termina la campaña de recolección de piñas. En este caso, el capital circulante se corresponde con un 25% de los gastos en mano de obra asalariada, la compra de la piña en pie y los gastos materias primas y servicios utilizados en la recolección de piña. Si esta actividad se mantuviera a lo largo del año, entonces se consideraría el 50% del capital circulante. 17 Este canon se actualiza hasta junio de 2007 utilizando el índice de precios percibidos por los agricultores por la venta de cereales (MAPA, 2008:10/17).
21
representa la tasa anual de descuento. Se evalúan diferentes escenarios de descuento utilizando para ello tasas de descuento en un rango de 1% a 10%, considerando que un propietario público o un propietario industrial de un pinar de piñonero pueden demandar diferentes tasas de rentabilidad de la inversión en establecer nuevos pinares de piñonero y ordenarlos para la producción preferente de piña y/o madera. En este trabajo se desarrolla únicamente el análisis coste-beneficio a horizonte temporal infinito, cuya formulación no requiere la consideración del valor capital de la tierra al inicio y al final del periodo (Samuelson, 1976). Es así, que los valores considerados se refieren al valor que tiene hoy todo el flujo de beneficios netos obtenidos de la forestación de una tierra agrícola con pino piñonero, considerando posteriormente infinitos ciclos de regeneración natural asistida del pinar, cuando estas masas forestales están sujetas a una gestión selvícola y con una localización determinadas. A efectos de estimar estos los VPD a horizonte temporal infinito, se distinguen dos ciclos productivos. El ciclo productivo de un pinar procedente de forestación (f) que se establece en una parcela agrícola de localización i, y en el que se consideran los costes y beneficios del establecimiento de la plantación de pino piñonero, y de la posterior aplicación de una gestión selvícola j. A este ciclo de forestación le sigue un segundo ciclo productivo (n) en el que la aplicación de la misma gestión selvícola j dará lugar en cada zona i a idénticos y sucesivos ciclos de regeneración natural asistida de un pinar de pino piñonero. El valor presente descontado a horizonte temporal infinito ( Vijf, ∞ ) de una variable económica (yij) asociada a la forestación de una parcela agrícola con pino piñonero, sujeta a una gestión j, localización i, y con un turno o duración del ciclo productivo Tj, se corresponde con la suma de los valores capitales de todos los ciclos económicos (Vij,f y Vij,n, en este caso) necesarios hasta alcanzar el ciclo de estabilización (n) de las producciones del pinar que se repite indefinidamente: Tj
Vij , f = ∑ δ t yij , f (t ) , t =0
Tj
Vij ,n = ∑ δ t yij ,n (t ) , t =0
f ij , ∞
V
= Vij , f + δ
T j +1
(1 + δ
(T j )
+δ
(T j )x 2
+δ
(T j )x 3
+ ...)Vij , n .
Ecuación que se simplifica aplicando la formula que aproxima la suma de una progresión geométrica infinita:
Vijf, ∞ ≅ Vij , f + δ
T j +1
⎡ 1 ⎢⎣1 − δ T j
⎤ ⎥⎦Vij , n .
Donde Vij,f es el VPD de una variable económica yij,f asociada a un pinar procedente de forestación con una gestión selvícola j y una localización i a lo largo de su ciclo productivo, y Vij,n el VPD de una variable económica yij,n asociada al ciclo productivo estabilizado de un pinar procedente de regeneración natural, sujeto a una gestión j y con una localización i. Se estiman cuatro tipos de indicadores de valor presente descontado: el VPD del flujo rentas de capital a precios de mercado (RCdPM) y a coste de los factores (RCdCF), y del flujo de rentas 22
totales también a precios de mercado y a coste de factores (RTdPM y RTdCF). La renta de capital a precios de mercado se estima como la diferencia de los beneficios comerciales (BC) y ambientales (BA) agregados y los costes asociados (CT) a la gestión del pinar de piñonero. Para estimar el flujo de rentas a coste de factores –que son los que ciertamente interesan al propietario forestal en caso de emplear únicamente mano de obra asalariada–, se incluye como un beneficio adicional a las subvenciones de explotación netas de impuestos (SEN). Finalmente, la renta total resulta de la agregación de las rentas de capital (RC) y de trabajo (MO)18: ∞
RCd PM = ∑ δ t [BC (t ) + BA(t ) − CT (t )] , t =0 ∞
RCd CF = ∑ δ t [BC (t ) + BA(t ) + SEN (t ) − CT (t )] , t =0
∞
RTd PM = RCd PM + ∑ δ t [MO(t )] , t =0 ∞
RTd CF = RCd CF + ∑ δ t [MO(t )] . t =0
Los indicadores de valor presente descontado se presentan de forma desagregada para los tres agentes económicos afectados por la inversión en montes de piñonero. En primer lugar se analizan las rentas de capital comercial (RCCdCF,sel) que el propietario público o privado de tipo industrial de la tierra obtendría por invertir en la forestación y gestión selvícola posterior de una masa de pino piñonero. El VPD de estas rentas se compara con el de las rentas de capital que el propietario obtendría alternativamente por mantener el uso agrícola de cereal en secano, a fin de estimar las ganancias o pérdidas de renta de capital comercial asociadas a la inversión forestal (GRCCdCF,sel). También se estiman las ganancias (o pérdidas) de renta de capital (GRCdCF,sel), que el propietario de la tierra percibiría en caso de una hipotética interiorización de los servicios de fijación de carbono debidos a la forestación de tierras agrícolas. Así mismo, se analiza la renta total de las empresas familiares dedicadas a la recolección de piña (RTCdCF,piñ), tanto cuando estas utilizan medios manuales como mecánicos, y la renta de capital comercial de las empresas adjudicatarias de la extracción de madera (RCCdCF,mad). Finalmente, se estima el valor presente descontado de la recolección de setas, que al no ser una producción controlada por el propietario de la tierra u otras empresas privadas, se considera una producción pública que simultáneamente genera rentas ambientales (cuando son aprovechadas por seteros recreativos: RCAdset) y comerciales (cuando son aprovechadas por recolectores comerciales: MONAdset). Es así que, la renta asociada a la recolección de setas formaría parte de los beneficios públicos del pinar, por lo que su integración en el análisis –junto con la renta total comercial privada a precios de mercado (RTCdPM) y la renta de capital ambiental de la fijación de carbono (RCAcarb) – permite aproximar la renta total social asociada al establecimiento de nuevas plantaciones con pino piñonero (RTd): RTd = RTCd PM + RCAd carb + RCAd set + MONAd set . Aunque, como se ha mencionado antes, la renta total estimada en esta aplicación es una aproximación incompleta, debido la falta de información sobre beneficios y coste públicos 18
La letra d detrás de las siglas de renta de capital y total indica el valor presente descontado del flujo de rentas de capital o total. Cuando se omite este signo nos referimos a indicadores de renta anual.
23
relevantes (ver Campos et al., 2008). Cabe destacar que en la estimación de la renta total social no se incluyen las subvenciones netas de explotación (SEN), ya que éstas, a la vez que representan un ingreso para el propietario que las recibe, son también un gasto para los contribuyentes, que a través de las administraciones públicas aportarían con sus impuestos a la forestación y posterior gestión forestal de los pinos piñoneros.
3
Resultados
En este apartado se presentan los resultados obtenidos en cada uno de los seis escenarios simulados de la forestación de una tierra agrícola de cereal en secano con piñonero, según la orientación productiva de la gestión selvícola a la que se somete a esta masa y su localización. Los resultados principales se presentan en las Tablas 8 y 10 que reflejan los valores presentes descontados de diferentes variables económicas aplicando una tasa de descuento del 4%, un precio por tonelada de carbono de 20 € (5,4 € t CO2-1), y suponiendo que la recolección de piña es principalmente mecanizada. Las Figuras 3 a 9, muestran la sensibilidad de los resultados obtenidos a variaciones en el valor unitario de las diferentes variables económicas consideradas en el análisis, y finalmente la Tabla 9, muestra las variaciones en la renta total y la retribución por hora trabajada de empresas familiares de piñeros cuando se emplean métodos de recolección de la piña mecanizada y manual. 3.1
Rentabilidad privada de la forestación de tierras agrícolas con pino piñonero
Con independencia de la localización y gestión selvícola de la masa de piñonero, en condiciones puras de mercado (es decir, sin considerar las ayudas públicas a la forestación y gestión forestal), el establecimiento de una plantación de pino piñonero no es rentable para propietarios forestales que demandan una tasa de rentabilidad real de su inversión de al menos el 4% (Tabla 8). Las pérdidas de renta de capital que soportaría un propietario forestal (RCCdPM,sel) alcanzan un VPD superior a -2.831 € ha-1 en Páramo, y a -3.783 € ha-1 en Viana. En ambas zonas la selvicultura con claras intensivas orientada a maximizar la producción de piña por árbol individual (SEL 1) es la que produce mayores pérdidas de capital entre las alternativas analizadas. La consideración de las ayudas públicas a la forestación de tierras agrícolas y a la gestión forestal de una masa de piñonero, hace que el valor presente descontado de las rentas de capital comercial asociadas a esta inversión supere al de los costes de establecimiento y gestión selvícola de estas masas. En la Tabla 8 puede apreciarse que el VPD de las subvenciones de explotación netas de impuestos (SEN) es similar en los seis escenarios de forestación. Más de un 91% del VPD de las SEN tiene origen en las subvenciones ligadas a la forestación de tierras agrícolas (Tabla 3). En Páramo el VPD de las rentas de capital comercial a coste de factores que percibiría el propietario de la tierra (RCCdCF,sel) supera en todos los casos los 2.570 € ha-1, donde las selviculturas con intensidad de claras moderada (SEL 2) y baja (SEL 3) generan un valor capital similar, que es un 14% superior, en ambos casos, a los valores derivados de SEL 1. En Viana el VPD de las RCCdCF,sel supera en todos los casos los 1.943 € ha-1, siendo la SEL 3 la que exhibe un mayor valor capital, aunque éste es apenas entre un 2% a un 3% superior a los de SEL 2 y SEL 1, respectivamente. En esta última zona, considerando las similitudes de manejo entre las selviculturas con intensidad de claras moderada y baja (Figura 2) tiene interés hacer notar que SEL 3, con un menor turno productivo (Tj=80 años), genera un valor presente descontado ligeramente superior. En tanto que en Páramo, ambas selviculturas generan prácticamente los mismos resultados, y son en todo caso más favorables que la aplicación de la selvicultura SEL 1.
24
Tabla 8 Rentas de capital y total privadas de los escenarios alternativos de gestión selvícola de forestaciones con pino piñonero en la provincia de Valladolid. (VPD, euros por hectárea, año 2007) (1) Clase(2) Mano de obra (MOd) Mano de obra asalariada (MOAd) Mano de obra no asalariada (MONAdpiñ) Subvenciones de explotación netas de impuestos (SEN) Renta de capital comercial a precios de mercado (RCCdPM) Selvicultura (RCCdPM,sel) Otros aprovechamientos Renta de capital comercial a coste de los factores (RCCdCF) Selvicultura (RCCdCF,sel) Extracción de madera (RCCdCF,mad) Recolección de piñas (RCCdCF,piñ) Servicios de mitigación de carbono (RCAdcarb) Ahorro de emisiones de carbono Fijación neta de carbono Emisiones de carbono Ganancias de renta de capital privadas Renta de capital comercial a coste de los factores (GRCCdCF,sel) Renta de capital a coste de los factores (GRCdCF,sil = GRCCdCF,sel + RCAdcarb) Renta total recolección de piña (RTCdpiñ = MONAdpiñ + RCCdCF,piña) Renta total comercial privada a coste de factores (RTCdCF = MOd+ RCCdCF)
Páramo
Viana
SEL 1
SEL 2
SEL 3
SEL 1
SEL 2
SEL 3
2.680,00 1.864,10 815,8
3.402,90 2.013,10 1.389,80
3.262,70 1.910,40 1.352,20
1.858,90 1.734,20 124,7
2.036,80 1.891,00 145,8
1.918,00 1.744,30 173,6
5.839,20
5.763,70
5.781,40
5.798,50
5.764,20
5.782,50
-3.176,20 -2.756,00 -2.783,20
-3.767,00
-3.727,10
-3.708,70
-3.268,40 92,2 2.663,00
-2.831,30 75,3 3.007,70
-2.848,30 65,1 2.998,20
-3.840,40 73,4 2.031,50
-3.820,70 93,7 2.037,10
-3.783,30 74,6 2.073,80
2.570,70 15,6
2.932,40 26,1
2.933,10 17
1.958,10 30,5
1.943,40 56,3
1.999,20 43,7
76,7
49,2
48
42,8
37,3
30,9
307,2
341,8
378,9
343,0
432,7
476,5
3,0 311 -6,7
3,9 344,1 -6,1
3,8 382,1 -7,1
3,7 345,3 -6,0
4,8 434,8 -6,7
4,6 477,6 -5,8
-269,9
91,8
92,5
-882,5
-897,2
-841,4
37,3
433,6
471,4
-539,5
-464,4
-364,9
892,5
1.439,00
1.400,30
167,6
183,1
204,5
5.342,90
6.410,60
6.260,80
3.890,40
4.073,90
3.991,70
(1)
Valores presentes descontados (VPD) a horizonte temporal infinito, utilizando una tasa de descuento del 4%, un precio por el carbono fijado de 20 € tC-1, y asumiendo que la recolección de piña es principalmente mecanizada. (2) SEL 1, SEL 2 y SEL 3 definen la gestión selvícola aplicada (ver apartado 2.2).
Las diferencias entre las dos zonas estudiadas son más relevantes que las diferencias entre las gestiones selvícolas aplicadas en una misma zona. En promedio, las rentas de la selvicultura y las extracciones de madera y piña de una plantación de pino piñonero en Páramo generan un valor capital (RCCdCF) que es un 41% superior al generado en Viana. Por lo que el establecimiento de una forestación en la primera localización es, en principio, más competitiva que en la segunda. Esta diferencia se debe principalmente al aprovechamiento de la piña, cuyo valor en pie y a pie de fábrica genera en la zona Páramo unas rentas de capital comercial de la selvicultura (RCCdCF,sel) y de la recolección de piña (RCCdCF,piña) que son en promedio un 43% y 57% superiores a las de Viana, respectivamente. En Viana, zona de mayor aptitud natural para la producción de madera, el valor capital asociado a este aprovechamiento (RCCdCF,mad) representa
25
algo más del doble de los valores estimados en Páramo (Tabla 8). No obstante, tiene interés mencionar que los beneficios y costes de la corta de madera se encuentran muy diferidos en el tiempo, ya que en el caso de pinares de piñonero procedente de forestación este producto se obtiene en las claras selectivas, transcurridos como mínimo 30 años desde el establecimiento de la plantación. En ambas zonas, la actividad de la selvicultura –que representa el VPD de las rentas de capital comercial percibidas por el propietario de la tierra (RCCdCF,sel)– es el aprovechamiento que genera, en todos los casos, más de 95% de la RCCFCF. Finalmente, cabe recordar que no existen diferencias en los valores capitales asociados a otros bienes y servicios comerciales, ya que en este estudio se considera que las rentas de la caza y los pastos son comunes a todos los escenarios de inversión. La comparación entre localizaciones cobra únicamente sentido cuando un propietario forestal tiene la opción de elegir entre Páramo y Viana para invertir en el establecimiento de una forestación con piñonero. Sin embargo, la comparación que tiene mayor interés económico es el enfrentar los resultados asociados a la forestación con las rentas que un propietario percibiría de mantener el uso agrícola del suelo. Como se ha mencionado antes, en este estudio los resultados económicos de la forestación de una tierra agrícola con piñonero (RCCdCF,sel) se contrastan con los resultados derivados de arrendar esta parcela para la producción de cultivos de cereal en secano. Se estima que el valor presente descontado –a horizonte temporal infinito y utilizando una tasa de descuento del 4%– de las rentas de capital que un propietario percibe por arrendar esta tierra de labor es 2.840,519 € ha-1. Atendiendo a este último valor, la forestación de una tierra de cereal en secano con pino piñonero en Páramo es una alternativa rentable para su propietario, cuando: (i) se aplican selviculturas con una intensidad de claras baja (SEL 3) o moderada (SEL 2); (ii) se consideran las ayudas actuales a la forestación y, (iii) se requiere una tasa de rentabilidad real de la tierra del 4% para las producciones comerciales consideradas en este estudio (Tabla 8). La aplicación de una selvicultura intensiva, orientada a la producción preferente de piña (SEL 1) podría ser competitiva en parcelas con un canon de arrendamiento igual o inferior a 98,8 € ha-1, lo que haría viable la forestación de pastizales de secano (82 € ha-1)20. Por el contrario una variación al alza de 3,2% o más, en los precios de arrendamiento de la tierra haría la forestación inviable en Páramo cuando en el mejor de los casos se aplica una selvicultura de intensidad de claras moderada (SEL 2), que favorece la producción de madera y piña sin dar prioridad a ninguna de ellas. En Viana la forestación de una tierra de labor en secano generaría, aún considerando las actuales subvenciones a la forestación, pérdidas de capital respecto de mantener el uso agrícola del suelo (GRCCdCF,sel). En este caso, la selvicultura SEL 3, que es la que presenta mejores resultados, solo puede ser competitiva con tierras agrícolas que tengan un canon de arrendamiento (o una renta anual de capital comercial a coste de factores) igual o inferior a 76,8 € ha-1. El análisis anterior se basa únicamente en bienes y servicios comerciales, debido a que al día de hoy no se ha implementado un pago directo a los propietarios forestales por la fijación de carbono. No obstante, la interiorización de un hipotético pago por el carbono fijado en la 19
Los precios de mercado de tierras de labor en secano en la provincia de Valladolid en 2006 se han situado entre los 3.600 a 5.700 € ha-1 (Junta de Castilla y León, 2006). La diferencia entre el valor presente descontado de las rentas de capital por el arrendamiento de una tierra de labor en secano y el precio observado, pueden deberse también, además de a la tasa de descuento empleada, a la existencia de otras rentas comerciales y ambientales que afectan implícitamente al precio de la tierra (Campos y Martínez, 2004; Campos et al., 2007). 20 Entre paréntesis se presenta el canon de arrendamiento de un pastizal de secano en Castilla y León. En el apartado 2.3.4 se detallan la fuente y los supuestos de actualización de estos valores a 2007.
26
biomasa forestal podría cambiar las preferencias de los propietarios de la tierra respecto de invertir en la forestación de tierras agrícolas con piñonero. De hecho, la integración de los servicios de fijación de carbono cuando el método de contabilización de los créditos de carbono es el carbon flow y el precio por tonelada de carbono es igual o superior a 20 € tC-1 puede hacer de una plantación de piñonero en la que se aplica una gestión selvícola que mantiene espesuras relativamente bajas (SEL 1) en Páramo una opción comparativamente rentable. Claramente el efecto de la consideración de la fijación neta de carbono en el análisis coste-beneficio es muy sensible a los precios que se le imputen a este servicio (Figura 3). En el caso de las forestaciones establecidas en Viana precios del carbono superiores a 51 € tC-1, cambiarían las preferencias de un propietario de una tierra agrícola en favor de su forestación con pino piñonero, cuando la selvicultura se caracteriza por una intensidad alta de claras, mantiene espesuras bajas y se orienta a la producción preferente de piña (SEL 1), y entre 35 € tC-1 a 41 € tC-1 cuando se aplican selviculturas con intensidades baja y moderada de claras que mantienen mayores espesuras y se orientan a la producción preferente de madera (SEL 3) o de madera y piña (SEL 2), respectivamente.
Ganancias de renta de capital (€ ha-1)
Figura 3. Sensibilidad de las ganancias de renta de capital del propietario de la tierra al precio del carbono en el ciclo de forestación. Valores según la gestión selvícola y localización del pinar de piñonero. (VPD, euros por hectárea, año 2007).
1.500 1.000 500 0 0
10
20
30
40
50
60
70
-500 -1.000 Precio del carbono (€/ tC)
El ahorro de emisiones de carbono en los escenarios de forestación es marginal (con una VPD inferior a 4,8 € ha-1), por lo que su influencia en el análisis no es determinante. Al tiempo que, el ahorro de emisiones no compensa las emisiones de CO2 resultantes del uso de combustibles fósiles ligados a la gestión selvícola del pinar (Tabla 8).
3.2
Sensibilidad de los resultados privados a variaciones de precios de los bienes y servicios
Para completar el análisis de las rentabilidades privadas de la forestación con pino piñonero en los siguientes sub-aparatados se evalúa la sensibilidad de los resultados a variaciones en el descuento aplicado, los precios de los productos principales de una masa de pino piñonero y a los costes de recolección de piña según el método de recolección que se emplee (manual o mecanizado). Este análisis se centra, en la diferencia de rentas de capital que el propietario de la 27
tierra (GRCCdCF,sel o GRCdCF,sel) percibe por la forestación de pino piñonero frente a mantener el uso agrícola de cereal en secano de la tierra. De igual forma, se analiza el efecto de las variaciones en los precios de la piña o madera en pie y a pie de carril en las renta de las empresas extractoras de estos productos. 3.2.1 Sensibilidad de las rentas del propietario de la tierra a la tasa de descuento La Figura 4 muestra la sensibilidad a la tasa de descuento aplicada de los VPD de las ganancias de rentas de capital comercial a coste de factores del propietario de la tierra (GRCCdCF,sel) en los seis escenarios de inversión en pinares de piñonero. La aplicación de tasas de descuento en un rango de 1% a 10% no modifica el signo de los resultados obtenidos. Aún cuando se aplican tasas de descuento relativamente altas (r>4%) la forestación de una tierra de labor en secano con pino piñonero continúa siendo la alternativa preferida para el propietario de la tierra en Páramo (SEL 2 y SEL 3), y lo opuesto en Viana, independientemente de la gestión selvícola del pinar. Con todo, las diferencias de VPD entre los escenarios de inversión y sus alternativas casi se diluyen conforme se incrementa la tasa de descuento (Figura 4).
Ganancias de renta de capital (€ ha-1)
Figura 4. Sensibilidad de las ganancias de rentas de capital comercial del propietario de la tierra a la tasa de descuento. Valores según la gestión selvícola y localización del pinar de piñonero (VPD, euros por hectárea, año 2007).
2.000 0 -2.000 -4.000
1
2
3
4
5
6
7
8
9 10
-6.000 Tasa de descuento (%)
3.2.2 Sensibilidad de las rentas del propietario de la tierra al precio de la madera Como se ha comentado antes, la extracción de madera en los ciclos de forestación está diferida en el tiempo, por lo que variaciones al alza o a la baja en los precios de la madera en pie de hasta un 40%, no afectan significativamente los resultados del análisis coste beneficio. En Páramo incrementos en el precio de la madera tienden a favorecer en mayor medida a las forestaciones sobre las que se aplica un gestión selvícola que mantiene mayores espesuras y se orienta a la producción mixta de madera y piña (SEL 2) o preferente de madera (SEL 3), lo mismo ocurre en
28
Viana, aunque en este último caso la forestación con piñonero sigue siendo menos competitiva que mantener el uso agrícola del suelo (Figura 5).
Ganancias de renta de capital (€ ha-1)
Figura 5. Sensibilidad de las ganancias de renta de capital comercial del propietario de la tierra al precio de la madera en pie (1). Valores según la gestión selvícola y localización del pinar de piñonero (VPD, euros por hectárea, año 2007). 500
0
-500 60
80
100
120
140
-1.000 Indice de precios (2007=100)
(1)
Se analiza una variación en los precios de ±20% y ±40% sobre los precios observados en 2007 (Tabla 2)
3.2.3 Sensibilidad de la renta de capital de las empresas madereras al precio de la madera Una de las situaciones más señaladas entre los estudios que analizan las producciones, o la gestión del pino piñonero es el efecto que ha tenido el declive de los precios de la madera en la reorientación de la gestión de estas masas para la producción de piñón (Consejería de Medio Ambiente, 2008). No obstante y a pesar de este cambio en la tendencia productiva de los pinares de piñonero, la madera sigue siendo uno de los principales productos comerciales de estos montes. En zonas con vocación maderera, como Viana, este aprovechamiento representa en torno al 2% y 3% del VPD de la renta de capital comercial que se obtendría con la forestación de tierras agrícolas marginales (Tabla 8). En pinares ya establecidos este aprovechamiento tendría lógicamente una participación superior (mayor al 10% en Viana) en las rentas de capital comerciales derivadas del pinar. Antes se ha visto que variaciones en los precios en pie de la madera tienen un efecto poco relevante sobre la renta del propietario de la tierra. En cambio, variaciones al alza o a la baja en los precios de la madera en pie repercuten de forma más significativa sobre la renta de capital comercial de las empresas madereras (RCCdCF,mad). Subidas en el precio de la madera en pie de un 40% y más, podrían reducir de forma considerable el interés de estas empresas por llevar a cabo la extracción de este producto, especialmente en la zona Páramo por su menor vocación para la producción maderera (Figura 6.a).
29
Figura 6. Sensibilidad de la renta de capital comercial de las empresas madereras al precio de la madera en pie y a pie de carril (1). Valores según la gestión selvícola y localización del pinar de piñonero (VPD, euros por hectárea, año 2007). a) Madera en pie
Renta de capital (€ ha-1)
250 150 50 -50 60 -150
80
100
120
140
Indice de precios (2007=100)
Renta de capital (€ ha-1)
b) Madera a pie de carril 250 150 50 -50 60 -150
(1)
80
100
120
140
Indice de precios (2007=100)
Se analiza una variación en los precios de ±20% y ±40% sobre los precios observados en 2007 (Tabla 2)
Las empresas dedicadas a la extracción de madera además pueden verse afectadas por variaciones en los precios de la madera a pie de carril. En este caso, en la Figura 6.b puede apreciarse que un descenso del orden del 10% al 20% en los precios de la madera a pie de carril, sin una variación a la par en los precios en pie de la misma, generaría pérdidas de renta de capital a las empresas madereras. El grado de sensibilidad de la renta de capital comercial de estas empresas a los precios a pie de carril de la madera depende de la zona y gestión selvícola. Lógicamente la selvicultura orientada a la producción de preferente de madera (SEL 3) en Viana exhibe una mayor sensibilidad a variaciones en los precios de este producto. 3.2.4 Sensibilidad de las rentas del propietario de la tierra al precio de la piña Como se ha mencionado antes, la creciente demanda de la industria del piñón puede representar un incentivo para la puesta en producción de masas en las que tradicionalmente no se realizaba el 30
aprovechamiento de piñas. En este estudio la localización Viana nos permite ilustrar esta situación. Como puede apreciarse en la Tabla 1, la cantidad de piña que se extrae en Viana a lo largo del ciclo productivo de un pinar procedente de forestación es varias veces inferior a la que se extrae en Páramo, sea cual sea la selvicultura aplicada. Por otro lado, en Viana la distribución de la producción de piña tiende a concentrarse cuando el rodal supera los 40 años de edad, o al menos en este momento los rendimientos de piña superan los umbrales a partir de los cuales se asume que la compra y recolección de piña en pie tendría interés para las empresas recolectoras de este producto (ver apartado 2.2). Estas son las condiciones que justifican que las ganancias de renta de capital comercial del propietario de la tierra en Viana sean prácticamente insensibles a variaciones al alza o baja en los precios en pie de la piña (Figura 7).
Ganancias de renta de capital (€ ha-1)
Figura 7. Sensibilidad de las ganancias de renta de capital comercial del propietario de la tierra al precio de la piña en pie. Valores según la gestión selvícola y localización del pinar de piñonero (VPD, euros por hectárea, año 2007).
1.500
500 -5000,15
0,25
0,35
0,45
0,55
-1.500 Precio de la piña en pie (€/kg)
En Viana incrementos de hasta un 83% en el precio de la piña en pie (0,55 € kg-1) no hacen de la forestación con pino piñonero una alternativa de interés económico para el propietario de la tierra. Por el contrario, la decisión de establecer una plantación con pino piñonero en Páramo puede verse afectada de forma significativa por variaciones en el precio de la piña en pie. En esta zona, precios de la piña en pie inferiores a 0,39 € kg-1, reducen claramente el interés por invertir en la forestación con piñonero cuando se aplica una selvicultura de claras intensivas orientada a maximizar la producción por árbol individual de piña (Figura 7). En el caso de aplicar gestiones selvícolas de menor intensidad de claras como las denominadas SEL 2 y SEL 3, precios de la piña en pie por debajo de 0,27 € kg-1 (equivalente a una reducción del 10% sobre el precio de 2007) harían de la forestación con pino piñonero una alternativa menos rentable que el mantener el uso agrícola del suelo. Tiene interés notar que en la zona Páramo incrementos en el precio de la piña favorecen en mayor medida la aplicación de las Selviculturas SEL 2 y SEL 3. Si bien la producción de piña a lo largo del ciclo (y también por árbol individual) es superior con la SEL 1, las selviculturas SEL 2 y SEL 3 mantienen el doble de árboles en pie durante los primeros 30 años del ciclo, lo que determina una mayor producción de piña durante este periodo, cuyos beneficios se ven menos afectados por el descuento aplicado que las producciones de piña en el largo plazo. También tiene interés notar que aunque la finalidad principal de la selvicultura sea la producción de madera (SEL 3), en estas masas puede extraerse cantidades relevantes de piña
31
(Tabla 1), por lo que en la prácticas las tres selviculturas practicadas permiten el aprovechamiento mixto de piña y madera. En este punto tiene interés mencionar que en este estudio no se analizan posibles divergencias entre la cantidad de piña recolectada y la cantidad de piña estimada en pie. De esta forma se asume implícitamente que el propietario (y las empresas recolectoras de piña) conoce perfectamente la cantidad de piña que se puede potencialmente recolectarse año a año. En la práctica las estimaciones de la producción de piña no son tan precisas. En montes públicos sus gestores estiman que el grado de divergencia entre las estimaciones de los rendimientos en pie y la piña finalmente recolectada se sitúa como máximo en un ±20%. Es así que la distribución de la renta total del pinar entre su propietario y las empresas recolectoras de piña estaría en la práctica sujeta al margen de error en la estimación de los rendimientos de piña en pie. 3.2.5 Sensibilidad de la renta total familiar de los piñeros al precio de la piña En zonas de vocación natural para la producción de piña como Páramo, una empresa familiar encargada de la recolección de piña puede apropiarse de una parte significativa (entre el 17% y 22%) del valor presente descontado la renta total comercial privada (RTCdCF) que se genera en el pinar (Tabla 8). Por el contrario, en zonas de baja productividad, como Viana, la renta total de una empresa familiar de piñeros apenas significaría entre un 4% a 5% de la RTCdCF del pinar. Lo anterior suponiendo que la recolección de piña es mecanizada, y que sus precios se corresponden con los observados en 2007 (Tabla 2). La Figura 8 permite ilustrar la sensibilidad del VPD de la renta total familiar de los piñeros (RTCdpiñ) a variaciones en los precios de la piña en pie y a pie de fábrica, como compradores del recurso en pie y abastecedores de este producto a la industria del piñón, respectivamente. Los datos de esta figura se refieren a las rentas de la recolección principalmente mecanizada de piña21. En Páramo el VPD de la renta total familiar debida a la recolección de piña es entre cinco a siete veces superior al obtenido en Viana dependiendo de la selvicultura analizada (Tabla 8). Es así que en esta última zona, el efecto de variaciones en el precio en pie de la piña sobre renta total familiar es menos marcado que en Páramo. En todo caso, precios de la piña en pie superiores a los 0,45 € kg-1 en Viana y a 0,60 € kg-1 en Páramo harían de la recolección de piña una actividad sin interés comercial para las empresas de piñeros (Figura 8.a). Lo anterior suponiendo que los precios a pie de fábrica no varían a la par que los precios en pie de la piña. Esta divergencia entre los precios en pie y a pie de fábrica de la piña podría ocurrir cuando las empresas transformadoras de piñón cuentan con una importante reserva de este producto de campañas anteriores. La Figura 8.b muestra la sensibilidad de la renta total familiar de las empresas de piñeros a variaciones en el precio a pie fábrica de la piña, que es más acusada en Páramo que en Viana. En la zona Viana el efecto de variaciones al alza o a la baja en el precio de piña no afecta de forma muy marcada a la renta total de esta actividad extractiva, ni pueden apreciarse diferencias en la renta total familiar de los piñeros según la gestión selvícola del pinar. Por el contrario, en Páramo incrementos al alza en los precios de la piña en fábrica favorecen, desde la perspectiva de los piñeros, las selviculturas SEL 2 y SEL 3, en las que se obtienen, especialmente en los 21
Se asume que este tipo de recolección se practica de forma generalizada en los escenarios analizados, excepto durante los primeros 10 años desde el inicio de la recogida de piña (cuando los pinos tienen de 20 a 30 años de edad) cuando la gestión de pinar se orienta a la producción mixta y de madera, ya que las selviculturas SEL 3 y SEL 2 mantienen una espesura de 500 pies ha-1, hasta el momento en el que tiene lugar la primera clara (Figura 2).
32
primeros 30 años del ciclo, mayores producciones de piña. No obstante un elemento común en los seis escenarios analizados es que un descenso del orden de un 13% en los precios de la piña a pie de fábrica (0,70 € Kg-1) restaría el interés en la recolección de piña por parte de las empresas familiares de piñeros; eso sí, cuando esta situación no afecte al precio en pie que se pague al propietario de la piña. Figura 8. Sensibilidad de la renta total familiar de los piñeros al precio de la piña en pie y en fábrica. Valores según la gestión selvícola y localización del pinar de piñonero (VPD, euros por hectárea, año 2007). a) Piña en pie
Renta total (€ ha-1)
2.500
1.500
500 0,15 -500
0,25
0,35
0,45
0,55
Precio de la piña en pie (€/kg)
Renta total (€ ha-1)
b) Piña en fábrica
1.500 500 -500 0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
1,1
-1.500 Precio de la piña en fábrica (€/kg)
3.2.6 La recolección mecanizada de piña versus la recolección manual El método de recolección mecanizado de piña tiene en la provincia de Valladolid una difusión creciente, que aparentemente está favorecida por la cada vez menor oferta de piñeros profesionales, las mayores exigencias de seguridad laboral y la mayor productividad de la mano de obra de la recolección mecanizada. Sin embargo, la recolección mecanizada no puede practicarse en todo tipo de terrenos, sea por su configuración o por restricciones ambientales. De acuerdo con Martínez-Zurimendi et al. (2006) el método de recolección mecanizado puede 33
aplicarse en un 62% de la superficie arbolada con Pinus pinea en la en la meseta Norte. En tanto que en un 38% de la superficie este método no es recomendable o directamente aplicable, ya sea por tener condiciones orográficas incompatibles con la mecanización, la necesidad de proteger el regenerado, la presencia de matorral de elevadas dimensiones o de especies acompañantes de interés ambiental. Los valores presentes descontados de las rentas totales que las empresas familiares de piñeros (RTCdpiñ) obtendrían al aplicar uno u otro método de recolección de piña se presentan en la Figura 9, para cada uno de los seis escenarios de inversión en masas de pino piñonero analizados. La RTCdpiñ de una empresa familiar de piñeros que practica la recolección manual (con rendimientos por hectárea similares) es mayor que la renta que percibiría una empresa que realice la recolección mecanizada (Figura 9 y Tabla 9). No obstante, el tiempo que un piñero profesional debe dedicar para cosechar una cantidad determinada de piña es casi 5 veces superior al tiempo requerido cuando la recolección es mecanizada (Martínez-Zurimendi et al., 2006). En este sentido, un indicador relevante es la renta del trabajo familiar (MONApiñ) por hora trabajada. Suponiendo un rendimiento de 250 kg de piña ha-1, la retribución por hora que la unidad familiar dedica a la recolección de piña se estima en 54,9 € hora-1 en caso de que la recolección sea mecanizada y en 18,6 € hora-1 si es manual (Tabla 9). Este valor horario no es directamente comparable con el salario horario que percibiría un piñero que trabaja por cuenta ajena (Tabla 7). Esto debido a que una empresa familiar dedica tiempo a otras tareas como la preparación y tramitación de los pliegos de oferta para las subastas públicas de piña, y la verificación en campo de la producción de piña en pie en los montes objeto de subasta. Así mismo, estas familias dedican una parte importante de su tiempo al secado, cascado y preparación del piñón, si bien esta última actividad no es objeto de análisis en este trabajo. A efectos de poder realizar esta comparación a título ilustrativo se considera una empresa familiar tipo, que como se ha mencionado antes cuenta con una máquina vibradora y, en la que dos miembros de la familia se dedican a la recolección de piña. El tiempo que estas personas dedican específicamente a la recolección de piña depende sensiblemente de la producción anual de piña, el que puede alargarse hasta 5 meses en años de abundante producción. Por otra parte, durante el mes y medio previo a la subasta de piña, los miembros de la empresa familiar dedican de 1 a 2 días por monte ofertado –dependiendo de su tamaño– a evaluar las posibilidades de producción de piña en pie y, un día a elaborar los pliegos de oferta que se presentan en la subasta pública. Este trabajo, en especial la visita a los montes, es realizado normalmente por todos miembros de la empresa familiar. Es así que, considerando una dedicación exclusiva a la recolección de piña durante 4 meses (aproximadamente 600 horas por persona) y unas 150 horas adicionales22 por persona a las tareas previas a la recolección de piña, se estima que en conjunto en una empresa familiar tipo se dedican unas 1.500 horas de trabajo a la recolección de piña23. Durante la campaña 2006/2007 la superficie media de pino piñonero aprovechada por empresa familiar de recolectores de piña se ha situado en las 70724. Suponiendo un rendimiento medio de unos 250 kg de piña por hectárea y año (Tabla 9)25 la renta total familiar de una empresa de 22
Para la estimación del número de horas por persona dedicada a la recolección de piña ver nota al pie 15. Por otra parte, se estima una dedicación semanal de 25 horas por persona y semana para la visita de los montes público que forman parte de la subasta pública de piña y la preparación de los pliegos de oferta. Se estima que este trabajo se extiende a lo largo de 6 semanas –desde el mes de septiembre a la primera quincena de octubre– (O. García, comunicación personal, febrero de 2008) 23 Esta dedicación equivale a 0,78 unidades de trabajo-año (UTA), que corresponde a 1.920 horas por año (MAPA, 1995). 24 Información proporcionada por el STMA de la Junta de Castilla y León. 25 La producción media de piña durante los años de plena producción del pinar en Páramo se aproxima a 250 kg de piña por hectárea y año.
34
piñeros tipo –debida a la recolección de la piña– alcanzaría 52.162 €, que equivale a 34,8 € por hora trabajada cuando la recolección es mecanizada. Figura 9. Renta total familiar de los piñeros según el método de recolección de piña Valores según la gestión selvícola y localización del pinar de piñonero (VPD, euros por hectárea, año 2007).
Renta total (€/ha)
2.000 1.500 1.000 500 0 SEL 1 SEL 2 SEL 3 SEL 1 Paramo Páramo Páramo Viana Recolección mecanizada
SEL 2 Viana
SEL 3 Viana
Recolección manual
Otros dos elementos que tiene interés considerar a la hora comparar las recolecciones manual y mecanizada de piña son los posibles daños que ambos métodos de cosecha pueden causar al arbolado, y la cantidad de piña que se deja sin recolectar. El uso de maquinaria para la cosecha de piñas ha sido una de los pocas innovaciones técnicas introducidas en el sector piñonero (Barranco y Ortuño, 2006), pero su inclusión no ha estado exenta de controversia, debido a los potenciales daños que su empleo podría generar sobre el arbolado, la vegetación acompañante y el suelo forestal. Estudios recientes (Martínez-Zurimendi y Sierra de Grado, 2006; MartínezZurimendi et al., 2003) sugieren que parte del daño producido por la máquina vibradora al árbol puede mitigarse limitando el tiempo y la intensidad de la vibración, y evitando el uso de maquinaria pesada, aunque no ofrecen datos concluyentes que permitan valorar los daños derivados de la mecanización. Por otro lado, la cantidad de piña que se deja en pie y que en principio podría servir de fuente alimento para la fauna silvestre y de simiente cuando se desea inducir la regeneración natural del pinar, varía según el método de recolección de piñas empleado y la localización (Figura 10). En general, en los casos en los que el método de recolección es exclusivamente manual la proporción de piña que se deja en pie es superior que cuando se aplica principalmente el método de recolección mecanizado. Porcentaje que en el caso de las forestaciones en las que se aplican las selviculturas SEL 1 y SEL 3 en Viana se aproxima casi a la mitad de la producción total de piña a lo largo del ciclo productivo (43% y 45%, respectivamente). En esta última localización el rendimiento anual de piña (ver apartado 2.2) en muchos años no alcanza el umbral a partir del cual en este estudio se asume que el aprovechamiento de la piña por medios manuales (150 kg ha-1) tendría interés comercial, lo que explica el alto porcentaje de piña sin cosechar en los escenarios simulados de gestión selvícola de masas de pino piñonero en Viana.
35
Tabla 9 Cuenta de producción de la recolección manual y mecanizada de piña Clase Unidad Recolección mecanizada de piña
1. Venta de piña en fábrica 2. Coste total 2.1 Consumo intermedio 2.3.1 Piña en pie 2.3.1 Otras materias primas y servicios 2.2 Consumo de capital fijo
2.3 Mano de obra 2.3.1 Asalariada 2.3.1 No asalariada (familiar) 3. Renta de capital (1-2)
4. Renta total familiar (3+2.3.1)
Recolección manual de piña
(u)
Cantidad (u/ha)
Precio (€/u)
Valor (€/ha)
Cantidad (u/ha)
Precio (€/u)
Valor (€/ha)
kg
250
0,8
200,0 193,5 92,9
250,0
0,8
200,0 200,0 75,0
kg horas maq. horas maq.
250 1,0
0,3 17,9
75,0 17,9
250,0
0,3
75,0
1,0
8,4
8,4
9,0 54,9
92,2 13,1 73,8 11,8
9,0 18,6
125,0 13,1 111,9 0,0
horas horas
2,8 1,5 1,3
85,6
36
7,5 1,5 6,0
111,9
Recolección mecanizada Piña no recolectada
57
55
43
45
SEL 2 Viana
15
11
Recolección manual Piña recolectada
Renta total social de la forestación con pino piñonero
En este estudio se ofrece una medición incompleta del VPD de la renta total social de la forestación con pino piñonero. Debido a que la medición realizada se refiere únicamente a (i) la renta total comercial privada (a precios de mercado) de las actividades de la selvicultura, la corta de madera y la recolección de piñas, y, (ii) los beneficios no-comerciales de las setas recolectadas por el público y de la fijación de carbono por el crecimiento de la biomasa forestal. La gestión selvícola de pinares de piñonero genera (cuando no se incluyen las subvenciones netas) una renta de capital comercial privada (RCCdPM) negativa en todos los escenarios analizados (Tabla 10). En cambio la gestión selvícola y las extracciones de piña y madera del pinar generan rentas del trabajo (MOd) 37
35 SEL 3 Viana
19
Una mayor cantidad de piña disponible como alimento podría, en principio, favorecer una mayor presencia de fauna salvaje en el pinar, y por tanto, afectar positivamente el valor que sus visitantes asignan al uso recreativo que realizan en estos montes o al valor que la sociedad asigna a la conservación de este tipo de espacios. No obstante, todavía no se dispone de información que permita establecer una relación entre el valor que los recursos ambientales presentes en un monte de piñonero tiene para el público y la intensidad en la extracción de piña o de madera. 3.3
65
89
SEL 3 Páramo
26
85
SEL 2 Páramo
18
81
SEL 1 Paramo
23
74
SEL 3 Viana
9
82
SEL 2 Viana
7
77
SEL 1 Viana
91
SEL 3 Páramo
11
93
SEL 2 Páramo
89
SEL 1 Paramo
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0
SEL 1 Viana
Figura 10. Porcentaje de piña recolectada y no recolectada según sistema de recolección, gestión selvícola y localización del pinar de pino piñonero
significativas, especialmente en la zona Páramo donde la extracción de piña genera rentas de trabajo relevantes para las empresas encargadas de realizar esta actividad (Tabla 8). La agregación de ambos tipos de rentas resulta en valores positivos de la renta total comercial privada a precios de mercado (RTCdPM) únicamente en la zona Páramo, y cuando la gestión selvícola de la forestación con piñonero se caracteriza por una baja a moderada intensidad de claras, mantener espesuras relativamente altas y se orienta a la producción mixta de piña y madera (SEL 2) o a la producción preferente de madera (SEL 3).
Tabla 10 Renta total social de los escenarios alternativos de gestión selvícola de forestaciones con pino piñonero en la provincia de Valladolid. (VPD, euros por hectárea, año 2007) (1) Clase
Páramo SEL 1
SEL 2
Viana SEL 3
SEL 1
SEL 2
SEL 3
-496,2
646,9
479,5
-1.908,1
-1.690,3
-1.790,8
2.680,0
3.262,7
3.402,9
1.858,9
1.918,0
2.036,8
-3.176,2
-2.783,2
-2.756,0
-3.767,0
-3.708,7
-3.727,1
307,2
341,8
378,9
475,3
-1,2
432,9
93,4
96,2
100,6
93,4
96,2
100,6
71,7
73,9
77,3
71,7
73,9
77,3
21,6
22,3
23,3
21,6
22,3
23,3
-95,6 1.085,0 959,0 -1.339,5 -1.595,3 Renta total social (RT= RTCdPM + RCAdcarb + RTdset) (1) Valores presentes descontados (VPD) a horizonte temporal infinito, utilizando una tasa de descuento del 4%, un precio del carbono de 20 € tC-1, y asumiendo que la recolección de piña es principalmente mecanizada.
-1.257,2
Renta total comercial privada a precios de mercado (RTCdPM = MOd+ RCCdPM) Mano de obra (MOd) Renta de capital comercial a precios de mercado (RCCdPM) Renta de capital ambiental del carbono (RCAdcarb) Renta total de la recolección de setas (RTdset) Recolectores comerciales (MONAdset) Recolectores recreativos (RCAdset) (2)
El ahorro de neto de emisiones por sustitución de combustibles fósiles y la fijación neta de carbono por el crecimiento de la biomasa forestal suponen una renta de capital ambiental (RCAdcarb) superior a los 307 € ha-1 en Páramo y a los 343 € ha-1 en Viana, que en ningún caso compensan las pérdidas de renta total comercial privada debidas a la forestación con piñonero en Viana y con la selvicultura SEL 1 en Páramo. Estas pérdidas se compensarían con precios sociales del carbono superiores a los 26 € tC-1 cuando la gestión selvícola SEL 1 en Páramo, y entre 71 € tC-1 a 106 € tC-1, según la gestión selvícola de las forestaciones con piñonero establecidas en Viana. Por otra parte, el VPD de la renta total de la recolección de setas (RTdset) supera en todos los casos los 93 € ha-1, con la gestión selvícola SEL 3 exhibiendo resultados ligeramente superiores debido a una mayor frecuencia de rotación del pinar, que favorece la producción de níscalo (más abundante en pinares relativamente jóvenes) (Tabla 10).
38
La agregación de las rentas de capital privadas comerciales, la renta del trabajo (asalariado y familiar), la renta de capital ambiental del carbono y la renta total de la recolección de la setas ofrece, como se ha dicho, una medición parcial de la renta total social de la forestación con pino piñonero en la provincia de Valladolid. Las selviculturas SEL 2 y SEL 3 en la zona Páramo ofrecen un VPD positivo, que alcanzan los 1.085 € ha-1 y 959 € ha-1, respectivamente. En los restantes escenarios este valor es negativo (Tabla 10), aunque en ausencia de mediciones específicas para otros beneficios públicos y costes (especialmente el asumido por la administración pública), de momento se ignora si la renta total social en estos escenarios es mayor o menor a la estimada. No se conoce el importe del gasto que la administración pública realiza en las actividades de lucha y prevención de incendios forestales, atención a los visitantes públicos y otras actividades en montes de pino piñonero de la provincia de Valladolid. La única referencia de la que se dispone proviene de un estudio de inversión y empleo en el sector forestal de Castilla y León (VV.AA., 2007), en el que se estima un gasto de 11,65 € ha-1, entre 2005 y 2006, en la prevención y extinción de incendios forestales por hectárea de terreno forestal. Al tratarse de un dato agregado para toda la superficie forestal de esta comunidad autónoma referido a una única de las actividades de gestión directa del monte de la administración pública, se ignora los gastos totales específicos de la administración en la gestión de las restantes actividades en los montes de pino piñonero en Valladolid.
4
Discusión y conclusiones
Los resultados de este estudio muestran que dadas las actuales condiciones de mercado, las cuantías vigentes de ayudas públicas a la forestación en 2007 hacen que la forestación con pino piñonero de tierras de labor en secano sea una alternativa más rentable para el propietario de la tierra que el mantener el uso agrícola de cereal en secano, en zonas con mayor aptitud para la producción de piña (Páramo). En todo caso la rentabilidad de este tipo de inversión forestal depende significativamente de la vigencia de las ayudas comunitarias a la forestación. En caso de establecerse una forestación con pino piñonero, las gestiones selvícolas con claras de intensidad baja a moderada orientadas a la producción preferente de madera y sin preferencia para la producción de madera y piña, respectivamente, generan rentas superiores que la gestión más intensiva del pinar para la producción preferente de piña, cuya diferencia es especialmente acusada en la zona Páramo. En esta última zona, la selvicultura denominada SEL 1, que es una selvicultura con claras más intensivas favorables a una mayor producción por árbol individual de piña, mantiene –especialmente durante los primeros 30 años desde que se establece la plantación– la mitad de pinos por unidad de superficie que las otras dos selviculturas analizadas. Esta situación determina una menor producción de piña en este periodo, que por efecto del descuento aplicado resulta en indicadores de valor presente descontado inferiores a los registrados en las selviculturas SEL 2 y SEL 3. En este punto, tiene interés notar que las tres selviculturas analizadas son en la práctica del tipo mixto, ya que en todos los casos se obtienen producciones relevantes de piña y madera. En todo caso, los resultados obtenidos muestran que la aplicación de selviculturas de intensidad de claras moderada (SEL 2) y baja (SEL 3) son más rentables para el propietario forestal, a la vez que generan mayores rentas de capital y total para las empresas encargadas de la extracción de madera y piña, respectivamente. La situación podría ser diferente si el mantenimiento de mayores espesuras pudiera afectar a la calidad –y por tanto
39
al precio– de la piña. No obstante, la espesura no parece ser un factor determinante (en una misma zona) de la calidad de este producto, la que más bien depende de otros factores climáticos, edáficos y biológicos (Calama et al. 2007c). En Viana no se han identificado diferencias significativas en cuanto al valor rentas de capital comercial percibidas por el propietario de la tierra según la gestión selvícola aplicada, aunque la selvicultura de intensidad de claras baja orientada a la producción preferente de madera (SEL 3) presenta resultados ligeramente superiores a las selviculturas SEL 1 y SEL 2. Aún así, en esta zona los resultados son menos favorables a la expansión del pino piñonero, ya que las rentas de capital comercial que percibiría el propietario por invertir en la forestación con pino piñonero no superan aquellas que éste percibiría de mantener el uso agrícola del suelo. Por lo que en ningún caso las actuales condiciones de mercado y ayudas públicas hacen viable el establecimiento de plantaciones de pino piñonero sobre tierras de labor en secano dedicadas a la producción de cereales en Viana. En zonas agrícolas marginales, que supongan un menor coste de oportunidad (