DPTO. DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. IES. AMURGA

REPASO DE MORFOLOGÍA SUSTANTIVOS, ADJETIVOS Y ADVERBIOS 1.- Explica la formación del género y del número de los sustantivos subrayados y comenta el valor que estos morfemas constitutivos poseen en los enunciados donde aparecen. Los hombres y las mujeres en nuestra cultura consideran el matrimonio un paso esencial para lograr el bienestar, y más del 95% demuestra este sentimiento casándose. Al mismo tiempo, cada día más parejas aceptan la noción de que no es preciso ni saludable soportar a toda costa una relación desdichada que se ha convertido en fuente permanente de frustración y de amargura. Esta actitud quizá explique el aumento del índice de divorcios en los países de Occidente. Se calcula que el 51% de todos los matrimonios contraídos desde 1975 en Estados Unidos terminará en divorcio.

RESPUESTA:

Todos los sustantivos poseen un género (masculino o femenino), motivo por el que se dice que el género de los sustantivos es un rasgo inherente al mismo. Ahora bien, forman el género según diversos procedimientos. En los sustantivos subrayados del texto que nos toca comentar podemos apreciar algunos de esos procedimientos. Así pues, por lo que respecta al género, “mujeres”, es un sustantivo de género heterónimo, que se forma cambiando totalmente la palabra. “Maridos” es el masculino de “mujeres”. Por su parte, “cultura”, “bienestar”, frustración” y “matrimonios” carecen todos de alternancias de género. En estos casos, el género viene dado por la presencia del artículo: los casos de “cultura” y “frustración” son inherentemente femeninos; por el contrario, “matrimonios” y “bienestar” siempre se harán acompañar de determinantes masculinos. En lo que respecta al número, otro morfema inherente, los sustantivos son singulares o plurales. El singular es el término no marcado, pues no hay señal que lo indique, como son los casos de “cultura” y “frustración”. Sin embargo, el plural es el término marcado, pues viene dado por una terminación, que puede ser –s, cuando los nombres acaban en vocal (“matrimonios”), o bien –es, cuando el nombre acaba en consonante (“mujeres”). Claro que no todos los nombres acaban el plural de esta manera; por poner algunos ejemplos, digamos que hay nombre que terminan en vocal tónica y forman el plural añadiendo –es al singular, y hay otros cuyo plural lo indica el artículo. Por lo que se refiere al valor textual, los morfemas de género y número sirven para establecer la concordancia dentro de los enunciados en que se encuentren los nombres y, por lo tanto, fijan la cohesión.

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2.- Analiza los formantes facultativos de los sustantivos subrayados en el texto y determina su valor textual. Las parejas rotas simbolizan un final y también un principio, esperanzas frustradas y nuevas ilusiones, cambio, pero también continuidad. Es cierto que representan muchos de los elementos de una tragedia, pero una gran parte del sufrimiento que soportan no es un síntoma de enfermedad, sino un signo de supervivencia y una muestra de su valiente desafío a la desesperanza, al cinismo, a la apatía y al fatalismo humano.

RESPUESTA:

Los sustantivos no sólo se acompañan de formantes constitutivos (género y número), sino que también pueden llevar formantes facultativos, que se unen a al aparte denominada lexema e indican que esos sustantivos derivan de otra palabra. Los formantes facultativos son los llamados afijos, que ofrecen las tres variedades: prefijos, infijos y sufijos. Los casos de sufijo en el fragmento son “sufrimiento”, “desesperanza”, “supervivencia” y “fatalismo”. Estos sufijos, marcados en negrita y cuyos significados son acción y efecto en los dos primeros casos y expresión de una determinada actitud en los dos siguientes, unidos a los correspondientes lexemas, pertenecientes a los verbos sufrir, esperar y vivir a al adjetivo fatal sirven para formar sustantivos abstractos a partir de verbos o adjetivos. Los sustantivos abstractos aparecen con frecuencia en textos expositivo- argumentativos, que muestran la opinión acerca de determinadas ideas que, necesariamente, implican abstracciones que hace el pensamiento del autor. Por otro lado, son casos de prefijos los siguientes: “supervivencia” y “desesperanza”, que presentan los prefijos (super- y des-). En el caso de “supervivencia”, el prefijo aporta un valor o significado intensificador; mientras que en “desesperanza”, el prefijo indica claramente la antítesis o contrario del sustantivo del que procede. En ambos se advierte un matiz negativo o pesimista perfectamente acorde con el significado del fragmento.

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3.- Explica la función sintáctica que cumplen en la oración los sustantivos subrayados y determina su valor textual. Tampoco hay divorcios sorpresa. Se producen menos rupturas inesperadas que muertes repentinas. Casi siempre llegamos a la decisión de separarnos, divorciarnos o anular el matrimonio después de atravesar un largo túnel de miedo, de culpabilidad y de odio. (…) Sabemos que se tarda varios años en recuperarse del divorcio. (…), el divorcio no es la antítesis del matrimonio sino más bien la única solución… RESPUESTA Desde el punto de vista sintáctico, el sustantivo es el núcleo de un SN. El SN cumple múltiples funciones sintácticas dentro de la oración, la principal de las cuales es la de sujeto. El término “divorcio” aparece en reiteradas ocasiones: en la primera de ellas funciona como CD del verbo impersonal haber, “hay”. Es perfectamente sustituible por el pronombre átono “los” en la oración en que se encuentra Más abajo, lo encontramos como núcleo de un Complemento de Régimen “tarda (…) en recuperarse del divorcio”. Finalmente, en la última de las cláusulas, “el divorcio no es la antítesis de…) la palabra “divorcio funciona como núcleo del sujeto de la oración. Por otro lado, también aparece varias veces el vocablo “matrimonio”; en el primer caso, es el núcleo de un CD de “anular”; en el segundo, se trata del núcleo de un Complemento del nombre, concretamente del nombre “antítesis”, que a su vez es el núcleo de un Atributo. La variedad de funciones de un mismo sustantivo dentro de un párrafo es normal en el caso que nos ocupa, pues el sustantivo “divorcio”, así como el sustantivo “matrimonio” constituyen las palabras clave en torno a las que argumenta el autor a lo largo de todo el texto. Esta reiteración es otro mecanismo de cohesión textual, pues los diferentes enunciados se ligan gracias a la presencia de un mismo elemento en cada uno de ellos.

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4.- Determina las funciones sintácticas que cumplen los adjetivos calificativos subrayados en el texto. Cada día más parejas aceptan la noción de que no es preciso ni saludable soportar a toda costa una relación desdichada… (…) después de atravesar un largo túnel de miedo, de culpabilidad y de odio, del que las dos partes salen lesionadas, con la moral consumida, las fuerzas gastadas irremediablemente y la autoestima dañada. RESPUESTAS: Aparecen en esta muestra los adjetivos siguientes: “saludables”, “desdichada”, lesionadas”, “gastadas”. El primero, “saludable”, cumple la función de Atributo del verbo copulativo “es”. El segundo, “desdichada”, cumple la función más característica de los adjetivos, la de adyacente de los nombres a los que acompañan, estableciendo con ellos concordancia de género y número. “Desdichada” es adyacente de “relación”, núcleo de un CD de “soportar”. Por su parte, “lesionadas” y “gastadas” son los CPvo del verbo “salen”, si bien hay un aclara elipsis que evita repetir el mismo verbo en el caso de “gastadas”. Ambos concuerdan en género y número con los respectivos sustantivos que hacen de sujeto en las oraciones en que se encuentran.

5.- Explica la formación del género y del número de los adjetivos subrayados en el texto y comenta el valor que estos morfemas constitutivos poseen en los enunciados donde se encuentran. No existen divorcios amistosos. La ruptura del matrimonio es una de las experiencias más traumáticas que suelen sufrir los seres humanos. Aparte de sus implicaciones sociales, económicas y para muchos religiosas, es un proceso personal muy conflictivo y doloroso (…) Se casaron impulsivamente para deshacerse de las ataduras del hogar familiar o para vivir una aventura romántica. RESPUESTA: El adjetivo es una unidad léxica integrada por un lexema y morfemas constitutivos (género y número). Al igual que el sustantivo, recibe también morfemas derivativos facultativos (prefijos y sufijos). Sin embargo, no puede recibir el morfema artículo sin dejar de ser adjetivo; es decir que si lo recibe, se sustantiva. Posee además un morfema específico que comparte con algunos adverbios: nos referimos al grado. Por lo que respecta a los morfemas constitutivos, el adjetivo no tiene género propio sino que adopta el del sustantivo al que califica, con el que debe mantener una concordancia fijada. Existen, en cuanto al género, dos clases de adjetivos:

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a. Adjetivos de dos terminaciones con oposición de género: Poseen una terminación para el masculino y otra diferente para el femenino. La marca del masculino es –o, o bien el masculino puede carecer de marca alguna; la marca del femenino es siempre –a. Sirvan como ejemplos los adjetivos marcados en el texto que comentamos: “amistosos”, “humanos”, “traumáticas”, “conflictivo”, doloroso” y “romántica”. Todos están en género masculino, salvo, “traumáticas” y románticas, que están en femenino, y todos, sin excepción, concuerdan con el sustantivo al que acompañan b. Adjetivos de una terminación: Son invariables en cuanto al género, como “sociales” y “familiar” En cuanto al número, adjetivo refleja siempre el número del sustantivo al que se refiere, tanto si está en función de adyacente como si lo complementa por mediación de un verbo (funciones de atributo y predicativo). El morfema de número es el mismo que en el sustantivo y sigue reglas idénticas. En el texto observamos en singular “conflictiva”, “dolorosa”, “familiar” y “romántica”; mientras que “amistosos”, “traumáticas”, “humanos” y “sociales” están en plural. Con hemos vista, el valor textual del género y del número de los adjetivos se relaciona íntimamente con la concordancia que los adjetivos mantienen con los sustantivos a los que modifican.

6.- Extrae y clasifica los adverbios del siguiente texto. Justifica su uso, y el predominio de unos sobre otros. Es realmente sorprendente la aversión que tantos ex cónyuges llegan a sentir el uno por el otro. (…) Casi siempre llegamos a la decisión de separarnos, divorciarnos o anular el matrimonio después de atravesar un largo túnel de miedo (…) Y entre quienes posteriormente se enamoran, se emparejan o se vuelven a casar, la ruptura, afirman, es la mejor decisión que han tomado en su vida. RESPUESTA:

El adverbio designa una clase de palabras invariables, carentes de género y número que, fundamentalmente, complementa al verbo. En este fragmento encontramos “realmente”, “casi”, “siempre” y “posteriormente”. “Realmente” posee un valor semántico de afirmación, reforzando al adjetivo “sorprendente” del cual es su adyacente; por su parte, “casi” es un adverbio de cantidad, pero que modifica a otro adverbio, “siempre”, formando la locución adverbial “casi siempre”, cuyo valor en conjunto es temporal. De significado temporal lo son también el resto de los adverbios del texto. El predominio de los adverbios de tiempo sobre otros se relaciona con el contenido del fragmento, cuyo autor argumenta acerca del duro momento por el que han de pasar las parejas que toman la decisión de separarse,

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quienes con el paso del tiempo ratifican esta medida como necesaria para continuar con sus vidas. 7.- Comenta la función sintáctica de los adverbios subrayados en el siguiente texto. Aparte de sus implicaciones sociales, económicas y para muchos incluso religiosas, es un proceso personal muy conflictivo y doloroso. Es realmente sorprendente la aversión y el rencor… Casi siempre llegamos a la decisión de separarnos, divorciarnos… Pienso que el matrimonio grave e incurablemente enfermo es la única víctima de la ruptura. Si reflexionamos, el divorcio no es la antítesis del matrimonio, sino más bien la única solución para que quienes son irremediablemente desgraciados con su pareja puedan algún día liberarse y disfrutar felizmente de una nueva relación. RESPUESTA:

Como puede observarse en el fragmento elegido, los adverbios cumplen una heterogeneidad de funciones dentro del texto. Si bien, a pesar de que la más común es la de complemento de un verbo, no es la exclusiva. Ejemplos de complemento circunstancial en este texto son “siempre” y “felizmente”, que aportan valores de tiempo y modo. En otras ocasiones, el adverbio se antepone a otras unidades que no son núcleos verbales. Se trata de “muy”, “realmente”, “incurablemente” e “irremediablemente”. Se trata de adyacentes de los respectivos adjetivos a los que acompañan”.

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