REPRESENTACIÓN CARTOGRÁFICA Selección del mapa base y escala. El mapa base constituye un bosquejo sobre el que se situará la información. Sus límites pueden ser muy variados: línea de costa, fronteras, divisiones administrativas, parcelarios, etc. Estos mapas pueden obtenerse de Atlas, de mapas políticos, de publicaciones estadísticas (Nomenclator) o de otras organizaciones. La escala del mapa base seleccionado es muy importante y debe estar relacionada con el nivel de la información a cartografiar. Normalmente queda expresada por una facción que indica en el numerador la unidad de medida en el mapa (generalmente 1 cm) y en el denominador los cms a que equivale en la realidad. Existen dos tipos de escalas gráficas. Una línea recta cuidadosamente dividida, para mapas grandes, que permite medir con un compás de división; y una línea corta e imprecisa, para mapas pequeños, que da una idea general de las distancias reales.

Los símbolos: elección y realización. Bertín distinguen tres tipos de implantación (significado que una mancha visible puede recibir respecto a las dos dimensiones del plano): -El punto: que significa una representación en el plano sin longitud y superficie. -La línea: que significa una representación en el plano con longitud medible pero sin superficie. -La zona: que significa una parte del plano con una superficie medible.

Símbolos zonales

Símbolos lineales

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Los mapas puntuales, expresados mediante puntos, círculos, cuadrados, utilizados para valores absolutos, se emplean para expresar la localización exacta de un hecho, tanto cuantitativamente (escala ordinal) como cualitativamente (escala nominal). Los mapas de líneas se emplean en tres casos: para indicar movimientos reales (gráficos), para marcar relaciones entre unidades espaciales distintas (viajes de una ciudad a otra) y para unir puntos de igual valor (isolíneas). Los mapas de superficie cubren toda la unidad espacial de referencia y pueden aplicarse a todo tipo de datos.

Símbolos puntuales

La variación de la forma se utiliza en la diferenciación de distintas variables, de modo que el reconocimiento de formas semejantes o dispares es lo que constituye el estímulo visual y le confiere sus especiales características. La variación del valor puede expresarse diversas maneras: a través de la variación del color, de la trama, o bien a través de la variación del tamaño. Símbolos proporcionales. Los símbolos son la representación gráfica de un objeto o de un hecho de forma evocadora, simplificando o esquematizar esquematizando, sin implantación rigurosa. Los símbolos pueden utilizarse para representar información tanto cuantitativa como de localización. Las figuras geométricas son las más usadas para ello. La elección del símbolo a emplear está directamente relacionada con la información que se desea representar. Cuando se cuenta con datos referidos a distintas unidades superficiales y la variable es continua en el espacio delimitado, la representación suele ser continua, empleando símbolos formales en mapas de coropletas. Por el contrario, si la variable es discontinua, o si se localiza en un lugar puntual, la representación debe hacerse con símbolos puntuales. El valor variable puede establecerse por número de unidades, o por figuras geométricas proporcionales, o por líneas que unan puntos de igual valor. Cálculo de símbolos proporcionales. En el caso de las figuras planas, de dos dimensiones, las superficies son: círculo, triángulo, cuadrado. En el caso de las figuras de volúmenes se calcula: esfera, cubo. En el caso del círculo y de la esfera, hay que tener presente que al ser ( л ) una cantidad constante, la proporción será tan sólo respecto al radio. Así, en el círculo, el radio es proporcional a la raíz cuadrada del valor a representar. Con tres dimensiones, el radio es igual a la raíz cúbica del valor a representar. En el caso de los cuadrados y cubos, la raíz cuadrada o cúbica de la cantidad a representar, será proporcional al lado; en el triángulo será proporcionar a la altura de este, etc. Los sistemas de representación en tres dimensiones se utilizan cuando los valores son muy elevados, puesto que así la superficie de los símbolos ocupará un menor espacio, siendo más difícil que rebasen los límites físicos.

Tipos de mapas

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Mapas de distribución superficial cualitativa. Son aquellos que indican la distribución superficial de un cierto elemento sin tener en cuenta la densidad de su distribución. Mapas corocromáticos: aquellos que a partir de datos de superficie nominales, se realiza mediante colores. Mapas coroesquemáticos: aquellos que se realizan cubriendo las distintas superficies con símbolos más o menos representativos. Mapas con números y letras: suelen emplearse en combinación con los anteriores y consisten en señalar mediante números o letras los distintos tipos de superficies. Mapas estadísticos o cuantitativos. Son aquellos que indican una variación en valor, cantidad o densidad de algunos elementos. La realización de estos mapas puede efectuarse a partir de distintos métodos: isopletas, coropletas, punteados, con diagramas independientes (gráficas de barras, gráficas circulares, diagramas de dos dimensiones, gráficas o diagramas escénicos, bloques de tacos, etc.). Las isopletas son líneas de que unen puntos con un mismo valor o con igual densidad de distribución. Se utilizan para representar las variaciones en una dimensión, cuando el mapa a realizar cuenta con un solo componente, basándose en el supuesto de que la distribución representada es una variable continua. Así, las isopletas suelen emplearse para representar relaciones, variaciones o porcentajes de elementos que puede medirse con instrumentos o expresar su valor. En Geografía Humana, suelen emplearse en mapas de densidad de población, distribución de algunos productos agrícolas, etcétera. La exactitud del mapa depende de la equidistancia entre las isopletas, que se determina según la escala del mapa y los datos de que se disponga. Las isopletas se marcan con un número, como se hace con las curvas de nivel. Realización. En primer lugar, localizaremos en un sitio el valor que hemos obtenido de las estadísticas, estableciendo así unos puntos de control. La disposición de estos puntos de control sirven de referencia para identificar el lugar por dónde deben pasar las isopletas. Como, en la mayoría de los casos, el valor del punto de control no corresponderá con el valor de la isopletas que se desea trazar, habrá que establecer una interpolación geométrica, que no es más que un mero reparto proporcional, puesto que se considera que el gradiente entre dos puntos es lineal. Así, por ejemplo, si queremos trazar una isopletas de valor 20 entre dos puntos de control, cuyos valores son de 16 y de 25, tendremos que la isopleta pasará a una distancia igual a los 4/9 de la distancia que une el punto de control de valor inferior al punto de control de valor superior. El número de isopletas en principio queda determinado por la información estadística con que se cuente. La separación puede efectuarse a intervalos regulares, cuando el hecho a observar se encuentra regularmente repartido, pero si la distribución es muy desigual, da mejores resultados los intervalos irregulares. La elección de unos intervalos apropiados puede ser facilitada mediante una curva de frecuencias acumuladas.

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Mapas coropléticos. Son aquellos que indican un hecho referido a una superficie, la cual queda diferenciada por medio de distintas tramas o colores, cuyo color e intensidad variará según el valor que le corresponda. Este tipo de mapas es muy utilizado, puesto que, de forma sencilla, permite representar valores de distribución sobre superficies a escalas muy diversas. Igualmente, es muy usual su empleo para mostrar las diferencias de un mismo fenómeno entre dos momentos diferentes, mediante la realización de dos mapas de coropletas, uno de cada momento.

La elaboración de este tipo de mapas va precedida de un tratamiento de la información, puesto que generalmente se hacen con valores relativos y no con cifras absolutas. Así, se podrán hacer a partir de cálculos de densidades, de otros cocientes que no correspondan a las superficies, de porcentajes, o de números índice. Una vez obtenido los valores, se clasifican, ordenándolos para poder observar su amplitud y poder establecer los intervalos.

- Elaboración del mapa en color. Cuando lo que se quiere representar es la distinta cuantificación de un mismo elemento debe tomarse un solo color. La selección de distintos colores para el mismo fenómeno no resulta tan rápidamente perceptible. - Elaboración del mapa en tramas. En este caso la gradación mayor-menor o viceversa puede obtenerse bien a partir de una gama única y continua, o mediante una gama doble de tono o declaro. Una variación de los mapas coropléticos puede efectuarse transformándolos en diagramas isométricos o en perspectiva lo que les proporciona una sensación de relieve, aumentando la sensación visual.

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Los mapas de puntos son aquellos en que, mediante puntos de igual tamaño a los que se les aplica un valor determinado, se representa la densidad de distribución de un elemento. De este modo, en aquellas zonas donde los valores de densidad sean más elevados se concentrará mayor número de puntos, dando lugar a una mancha de punteados denso.

Normalmente, en estos mapas suele representarse un solo elemento. Los mapas de puntos suelen emplearse cuando se trata de representar cantidades compuestas de un cierto número de unidades separadas. La elaboración del mapa de puntos se hace a partir de la información que nos proporcionen las estadísticas brutas por unidades administrativas, deberemos dar a cada punto un valor numérico bien definido y, posteriormente, marcar tantos puntos como equivalgan al valor a representar. Mapas estadísticos con diagramas independientes. Son aquellos en que sobre un mapa base se colocan varios diagramas, cada uno de los cuales representa la circunstancia concreta de un punto o de una zona. Estos diagramas pueden ser muy diversos: de barras, circulares, esféricos, etc. En líneas generales podemos decir que este método está indicado cuando: 1- no se dispone de suficientes datos para hacer un mapa de isopletas o de puntos; 2- se quiere representar la variación dentro de la distribución; 3 -la variable se divide en dos o más, o hay más de una variable; 4 - la distribución es extremadamente variable o muy concentrada.

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Anamorfosis geográficas Cuando las superficies de las zonas representadas no son proporcionales a la realidad sino a la magnitud del fenómeno representado se habla de anamorfosis geográficas. Las Anamorfosis resaltan las desigualdades de las variables pero la deformación de los perfiles geográficos hace que en ocasiones se creen problemas de identificación. Los mapas topológicos constituyen un ejemplo de Anamorfosis.

Mapas de flujos Mapas de movimiento que indican la dirección o ruta seguida por medio de una línea que representa la vía que se trate (férrea, carretera, aérea) al tiempo que se le da una impresión cuantitativa mediante el espesor de una línea. Dentro de los mapas de flujos, también se incluyen aquellos que representan el movimiento, ya sea de personas, mercancías, vehículos, información, etc, insistiendo más en el volumen de aquello que se desplaza. Se suele trazar un esquema de rutas existentes, se hallan las cantidades máxima y mínima que aparecen y se elige una gama de grosores de línea que se ajusten al mapa sin riesgo de confusión. Cuando la información aparece agrupada por intervalos, a cada uno se le asigna un ancho que mantenga el sentido de la progresión de menor a mayor y que permita un mapa legible según la densidad de las vías existente en el área en que se trabaja y la escala elegida para la representación.

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