RESUMEN. ENRIQUE JADRESIC (1)(2), ESTELA PALACIOS (2), FERNANDA PALACIOS (3), FRANCISCO POOLEY (4),

SÍNDROME PREMENSTRUAL (SPM) Y TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSTRUAL (TDP): ESTUDIO RETROSPECTIVO DE PREVALENCIA Y FACTORES ASOCIADOS EN 305 ESTUDIANTES UNI

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SÍNDROME PREMENSTRUAL (SPM) Y TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSTRUAL (TDP): ESTUDIO RETROSPECTIVO DE PREVALENCIA Y FACTORES ASOCIADOS EN 305 ESTUDIANTES UNIVERSITARIAS ENRIQUE JADRESIC (1)(2), ESTELA PALACIOS (2), FERNANDA PALACIOS (3), FRANCISCO POOLEY (4), JESSICA PREISLER (4), MARIA PAZ ORDÓÑEZ (4), PILAR OVALLE (4)

RESUMEN. En Chile no hay estudios que evalúen con criterios operacionales la frecuencia de patología premenstrual, lo cual es preocupante ya que el 70,8% de las personas que se ausentan del trabajo por causa psiquiátrica son mujeres. Objetivo: Determinar la prevalencia de Síndrome Premenstrual (SPM) y Trastorno Disfórico Premenstrual (TDP) en el país, describir la frecuencia de diversos síntomas y las asociaciones más relevantes. Método: 305 estudiantes de la Universidad de Los Andes contestaron un cuestionario para recoger datos sociodemográficos y clínicos, y la Escala para Evaluación de Síntomas Premenstruales. Para el diagnóstico de TDP se exigió cumplir 3 de los 4 criterios diagnósticos del DSM-IV (criterios A, B y C). No se requirió satisfacer el criterio D (la confirmación prospectiva de los síntomas). Para el diagnóstico de SPM sólo se demandó la presencia del criterio A. Resultados: Se encontró una prevalencia de SPM de 19% y de TDP de 11,2%. Aunque casi todas las estudiantes evaluadas (99,2%) tenían al menos un síntoma durante el premenstruo, el 69,8% de la muestra no presentó patología premenstrual. Todos los síntomas estudiados, tanto físicos como psíquicos, fueron más frecuentes en las mujeres con TDP que en las con SPM. Todos los síntomas, excepto la distensión abdominal, fueron más comunes en las mujeres con SPM que en aquellas sin patología premenstrual. Los síntomas más frecuentes en las mujeres con TDP fueron tristeza y/o decaimiento (100%), distensión o dolor mamario (97,1%), distensión abdominal (97,1%), cambios bruscos del ánimo (94,1%), aumento de peso (94,1%), avidez específica por ciertos alimentos (91,2%) e irritabilidad (91,2%). En comparación a las mujeres sin patología premenstrual, aquéllas con TDP tenían 2,7 veces más riesgo de fumar, 3,2 más veces antecedentes depresivos, 2,6 veces más riesgo de referir estrés y 4,1 más posibilidades de tener familiares con antecedentes de patología premenstrual.

ABSTRACT. (Premenstrual Syndrome (PMS) and Premenstrual Dysphoric Disorder (PMDD): retrospective study of prevalence and associated factors in 305 university students) In Chile there are no studies using operational criteria to determine rates of premenstrual disorder. This is of concern since 70,8% of those who fail to attend work due to psychiatric reasons in the country are women. Objectives: To determine the prevalence of PMS and PMDD, type and frequency of symptoms, and main associations. Methods: 305 students from Universidad de los Andes answered a self(1) Profesor Asociado, Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, Campus Norte, Facultad de Medicina, Universidad de Chile (2) Miembros Titulares, Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (3) Psicóloga, Pontificia Universidad Católica de Chile (4) Alumnos de Medicina, Facultad de Medicina, Universidad de Los Andes Estudio realizado en la Universidad de los Andes, Santiago de Chile Dirección postal: Enrique Jadresic Avenida La Paz 1003 Santiago, Chile Tel: 562-678-8601- Fax: 562-777-6786 - E-mail: [email protected]

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administered questionnaire to collect sociodemographic and clinical data, and the Scale for the Assessment of Premenstrual Symptoms. For the diagnosis of PMDD 3 of the 4 DSM-IV diagnostic criteria were required (criteria A, B and C). Criterion D (prospective confirmation of symptoms) was not requested. For the diagnosis of PMS, only criteria A was demanded. Results: Prevalence was 19% for PMS, and 11,2% for PMDD. Though nearly all students (99,2%) had at least one symptom before menses, 69,8% of the sample had no premenstrual disorder. All symptoms, both physical and psychological, were more frequent among PMDD than PMS sufferers. All symptoms, except abdominal bloating, were more common in women with PMS than in women with no premenstrual disorder. The most common symptoms among PMDD sufferers were depressed mood and sadness (100%), breast swelling or pain (97,1%), abdominal bloating (97,1%), marked mood changes (94,1%), weight gain (94,1%), specific food cravings (91,2%), and irritability (91,2%).

ENRIQUE JADRESIC (1)(2), ESTELA PALACIOS (2), FERNANDA PALACIOS (3), FRANCISCO POOLEY (4), JESSICA PREISLER (4), MARIA PAZ ORDÓÑEZ (4), PILAR OVALLE (4)

In comparison to women with no premenstrual disorder, PMDD sufferers had 2,7 times more risk of tobacco consumption, 3,2 times more risk of history of depression, 2,6 times more risk of reporting stress, and 4.1 more possibilities of having a family history of premenstrual disorder. Introducción La evidencia epidemiológica muestra que la sintomatología premenstrual se presenta en mujeres de todas las culturas (1). En Chile, país que, en relación a otros en los que se han llevado a cabo estudios sistemáticos, tiene una de las más altas frecuencias de trastornos mentales (2), no se dispone de trabajos que evalúen con criterios operacionales la frecuencia de patología premenstrual. Esta carencia, ya sea a nivel de escenarios de consulta clínica o en la comunidad general, representa un importante vacío en el conocimiento, toda vez que, en nuestro país se da una mayor prevalencia de trastornos mentales en la mujer, cualesquiera que sea el método elegido para realizar la comparación, ya sea síntomas psiquiátricos, diagnósticos psiquiátricos o severidad global de la sintomatología (3). Además, la patología psiquiátrica premenstrual puede interferir con la calidad de vida y el bienestar de la mujer, y traducirse en costos económicos. Estudios nacionales muestran que, entre las personas que se ausentan del trabajo por causa psiquiátrica, el 70,8% son mujeres (3). Dentro del espectro de la sintomatología premenstrual, es necesario hacer una distinción conceptual entre el Síndrome Premenstrual (SPM), entidad sin definición uniforme pero caracterizada --según la mayoría de los autores-- por sintomatología predominantemente somática y no incapacitante; y el Trastorno Disfórico Premenstrual (TDP), cuadro con sintomatología principalmente psíquica, pero también somática, que produce disfunción o incapacidad significativa (4, 5). Hace 25 años, en una revisión de 24 estudios prospectivos, se encontró que la incidencia de SPM variaba entre 25%-96%, dependiendo del criterio diagnóstico, etapa del ciclo en que se efectuaba la evaluación, instrumentos utilizados y características de las mujeres estudiadas (6). Más recientemente, se ha estimado que cerca del 20% de las mujeres en edad fértil presenta síntomas moderados de discomfort premenstrual que no deben ser catalogados como TDP, aunque correspondan a las descripciones clásicas de SPM (4). A su vez, diversos estudios indican que sólo el 5% de las mujeres en edad fértil sufre de síntomas de intensidad suficiente

para satisfacer los estrictos criterios de TDP incluidos en la Cuarta Edición de la clasificación diagnóstica de la Asociación Psiquiátrica Americana, DSM-IV (7). Tanto el SPM como el TDP deben diferenciarse clínicamente de la exacerbación sintomática premenstrual de otras enfermedades psiquiátricas. Entre estos últimos pueden presentarse, por ejemplo, agravamiento catamenial de cuadros depresivos, trastornos de ansiedad, psicosis, crisis epilépticas, bulimia, trastornos de personalidad, migraña, asma y alergias. El objetivo del presente trabajo fue determinar la prevalencia del SPM y del TDP en estudiantes universitarias, como también describir la frecuencia de los diversos síntomas y las asociaciones más relevantes con estos trastornos. Métodos La muestra estuvo constituida por 337 mujeres, todas alumnas de las carreras de medicina, enfermería, psicología, pedagogía y administración de empresas, de la Universidad de los Andes. Se las contactó en la sede de la universidad durante Agosto y Septiembre de 2002, invitándolas a participar en forma anónima, luego de explicarse el objetivo del estudio. A aquellas estudiantes que aceptaron colaborar, se les solicitó firmar un formulario de consentimiento. Aparte de las que rehusaron participar, se excluyó también a mujeres embarazadas. Se aplicaron dos encuestas autoadministradas. La primera consistió en una encuesta adhoc, elaborada por los investigadores, para evaluar antecedentes sociodemográficos y clínicos. Se suministró enseguida la Escala para Evaluación de Síntomas Premenstruales, ideada y utilizada por Vega-Dienstmaier et al. (8). Este instrumento investiga los 11 síntomas premenstruales considerados en el DSM-IV y otras condiciones necesarias para el diagnóstico, tales como que los síntomas interfieran de manera importante en las actividades cotidianas y que se presenten en la mayoría de los ciclos menstruales a lo largo de por lo menos un año. Para el diagnóstico de TDP se usaron tres de los cuatro criterios diagnósticos del DSM-IV. Se exigió: (A) la presencia de al menos cinco (de 11)

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SÍNDROME PREMENSTRUAL (SPM) Y TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSTRUAL (TDP): ESTUDIO RETROSPECTIVO DE PREVALENCIA Y FACTORES ASOCIADOS EN 305 ESTUDIANTES UNIVERSITARIAS

síntomas premenstruales durante la última semana de la fase lútea y su remisión dentro de los primeros días de la fase folicular; y además que, al menos uno de los síntomas, fuera ánimo deprimido, ansiedad, labilidad emocional o irritabilidad, (B) que los síntomas debían interferir con el trabajo, estudio, actividades habituales o sociales, y (C) que los síntomas no fueran sólo una exacerbación de otro trastorno. Dado que se trató de un estudio retrospectivo, no se requirió cumplir con el criterio (D) del DSM-IV, esto es que “los criterios A, B, C deben ser confirmados con auto-reporte prospectivo de dos o más ciclos” (7). Se consideró que eran portadoras de SPM las mujeres que únicamente cumplían con el criterio A del DSMIV. Esto con la finalidad de incluir síntomas psíquicos y/o físicos que, sin embargo, no fueran incapacitantes o limitaran el nivel de funcionamiento individual. Los datos reunidos fueron analizados estadísticamente con el programa computacional SPSS, versión 8.0. Resultados Del total de mujeres contactadas, el 90.5% (305/337) aceptó participar en el estudio. De estas, el 98 % eran chilenas. La edad promedio fue de 20,6 años, con un rango de entre 17 y 32. Un 97,1% de las mujeres eran solteras y el 2, 6%, casadas. Vivían con su familia el 92,8% , 3,3% vivían solas, y 4% vivían con personas que no eran familiares. El 29,8% de las mujeres que contestaron la pregunta sobre regularidad del ciclo menstrual dijeron ser regulares. El promedio de edad de la menarquia fue de 12,8 años, con un rango de 8 a 17 años. En cuanto a los hábitos y el estilo de vida, el 48,5% declararon ser fumadoras, el 41% reportó practicar deportes, un 21,8% refirió estar en tratamiento con algún anticonceptivo oral, y un 17, 3% señaló tener vida sexual activa. El 52% de las mujeres comunicó tener al menos algún familiar que presentaba uno o más síntomas premenstruales. La prevalencia de antecedentes de estrés y patología psiquiátrica, según el reporte de las probandos, fue el siguiente: estrés 15,4%, depresión 13,4%, trastorno de pánico 3,9%, otros trastornos de ansiedad 3,9% y otros trastornos psiquiátricos 5,2%. Prevalencia de patología premenstrual.

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En la muestra de mujeres estudiadas, se encontró una prevalencia para el SPM de 19,0% (58/305). De su lado, el TDP arrojó una prevalencia de 11,2% (34/305). Si bien el 69,8% de las estudiantes (213/305) no presentó patología premenstrual, aun en este subgrupo la presencia de síntomas fue una constatación frecuente (Tabla 1). Tan sólo tres (0,98%) de las 305 mujeres evaluadas refirió no presentar síntomas durante el período premenstrual. Frecuencia de los síntomas reportados. La muestra se dividió en tres grupos según diagnóstico, a saber: mujeres sin patología premenstrual (213), mujeres con SPM (58) y mujeres con TDP (34). En las tres categorías diagnósticas se encontraron todos los síntomas investigados, es decir ningún síntoma estuvo ausente de alguno de los grupos. Se determinó la prevalencia de sintomatología física y psíquica durante el premenstruo para cada una de las categorías diagnósticas. Se encontró que la totalidad de los síntomas estudiados era más frecuente en las mujeres con TDP que en las sin patología premenstrual (Tabla 1). Tabla 1 Prevalencia de síntomas físicos y psíquicos durante el período premenstrual según diagnóstico Síntomas físicos

Sin patología SPM premenstrual (n = 58) (n = 213) % 67,6 79,3 48,8 45,5 40,8 50,2 8,5 46,0 33,8 24,4 4,2 4,2 9,9

Distensión o dolor en las mamas Distensión abdominal Aumento de peso Avidez específica por ciertos alimentos Fatigabilidad fácil Avidez por los carbohidratos Dormir en exceso, más de 10 horas Comer en exceso Cefalea Mialgias o dolor en las articulaciones Dificultad para permanecer dormida Dificultad para conciliar el sueño Disminución del apetito

Síntomas psíquicos

% 81,0 74,1 53,4 63,8 55,2 79,3 69,0 56,9 41,4 37,9 32,8 24,1 19,0

Sin patología SPM premenstrual (n = 58) (n = 213)

Tristeza y/o decaimiento Cambios de ánimo bruscos, labilidad Irritabilidad Pérdida de interés por la actividad diaria Estar abrumada por las cosas, fuera de control Nerviosismo, intranquilidad Desconcentración

% 62,4 64,8 68,5 24,4 23,9 26,3 12,7

% 74,1 77,6 75,9 34,5 27,6 44,8 22,4

TDP (n = 34) % 97,1 97,1 94,1 91,2 85,3 85,3 79,4 64,7 58,8 44,1 35,3 32,4 11,8

TDP (n = 34) % 100 94,1 91,2 73,5 64,7 58,8 50,0

A su vez, en las mujeres con SPM, cada uno de los síntomas estudiados se presentó más a menudo que en las mujeres sin patología

ENRIQUE JADRESIC (1)(2), ESTELA PALACIOS (2), FERNANDA PALACIOS (3), FRANCISCO POOLEY (4), JESSICA PREISLER (4), MARIA PAZ ORDÓÑEZ (4), PILAR OVALLE (4)

premenstrual, pero menos frecuentemente que en las con TDP. La única excepción la constituyó la distensión abdominal que fue levemente más frecuente en las mujeres sin patología premenstrual que en el grupo de aquéllas con SPM. En el caso del TDP, el síntoma tristeza y/o decaimiento fue el más frecuente, presente de hecho, en el 100% de las mujeres portadoras de esta patología. Entre las mujeres con SPM el síntoma observado más a menudo fue la distensión o el dolor de las mamas, presente en el 81%. En las mujeres sin patología premenstrual, la distensión abdominal fue el síntoma más común, 79,3%. (Tabla 1). En la Figura 1 se presenta en orden decreciente de frecuencia, los síntomas físicos y psíquicos reportados por las 34 mujeres diagnosticadas como portadoras de TDP. Figura 1. Frecuencia de síntomas físicos y psíquicos en 34 mujeres con TDP

Factores asociados. Se encontró una asociación entre tabaquismo y severidad de la patología menstrual, siendo mayor la probabilidad de fumar tabaco cuanto más severa es la patología premenstrual (Tabla 2). Tabla 2 Consumo de tabaco en mujeres sin y con patología premenstrual Sí fuma No fuma n n Odds Ratio

Sin patología premenstrual Con diagnóstico de SPM Con diagnóstico de TDP

94 31 23

119 27 11

IC 95% menor

mayor

0,8 1,2

2,6 5,7

1,0 1,5 2,7

En comparación a las mujeres sin patología premenstrual, el grupo con SPM fuma 1, 5 veces más. A su vez, las portadoras de TDP fuman 2,7 veces más que las mujeres sin patología premenstrual. También se detectó una asociación entre antecedentes de depresión y presencia de TDP (Tabla 3). Tabla 3 Depresión en mujeres sin y con patología premenstrual Con Sin antecedentes antecedentes de depresión de depresión n n Odds Ratio

IC 95% menor mayor

Sin patología premenstrual Con diagnóstico de SPM Con diagnóstico de TDP

Si bien, como se ha señalado arriba, la tristeza y/o decaimiento estuvieron invariablemente presentes en estas mujeres, se encontró que síntomas físicos, específicamente la distensión mamaria y abdominal ocupaban el segundo lugar en términos de frecuencia (97,1%). En tercer lugar, los síntomas más frecuentemente encontrados en las mujeres con TDP fueron el cambio de ánimo brusco y/o labilidad y el aumento de peso. Es de destacar que aun el síntoma psíquico menos frecuente en este grupo, la desconcentración, estuvo presente en el 50% de los casos.

28 2 11

185 56 23

1,0 0,2 3,2

0,1 1,4

1,0 7,2

El antecedente de depresión se encontró 3,2 veces más a menudo en el grupo de las mujeres con TDP que en el grupo sin patología premenstrual. No obstante, aquí no se aprecia una gradiente entre depresión y severidad de la patología premenstrual, ya que las mujeres con SPM tenían menos antecedentes de depresión que aquéllas sin patología en el premenstruo. El TDP se asoció más frecuentemente a la percepción de haber estado expuesta a estrés (Tabla 4). En efecto, el grupo de mujeres con TDP reportó más comúnmente (2,6 veces más a menudo que los otros dos grupos) el antecedente de estrés.

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SÍNDROME PREMENSTRUAL (SPM) Y TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSTRUAL (TDP): ESTUDIO RETROSPECTIVO DE PREVALENCIA Y FACTORES ASOCIADOS EN 305 ESTUDIANTES UNIVERSITARIAS

Tabla 4 Estrés en mujeres sin y con patología premenstrual Con Sin antecedentes antecedentes de estrés familiares n n IC 95%

Odds Ratio Sin patología premenstrual Con diagnóstico de SPM Con diagnóstico de TDP

29 8 10

184 50 24

1,0 1,0 2,6

menor

mayor

0,4 1,1

2,3 6,1

Los antecedentes familiares de patología premenstrual fueron ostensiblemente más frecuentes en las mujeres portadoras de este tipo de patología (Tabla 5). Se encontró una gradiente, de tal modo que mientras más severa era la patología del premenstruo más alta era la frecuencia de antecedentes familiares de patología premenstrual. Así las mujeres con SPM refirieron 2,3 veces más a menudo presentar antecedentes familiares de patología premenstrual que las mujeres sin patología. A su vez, en las mujeres con TDP este antecedente era 4,1 veces más frecuente que en las mujeres sin patología premenstrual. Tabla 5 Antecedentes familiares en mujeres sin y con patología premenstrual Con Sin antecedentes antecedentes familiares familiares n n IC 95%

Odds Ratio

Sin patología premenstrual Con diagnóstico de SPM Con diagnóstico de TDP

91 37 26

114 20 8

1,0 2,3 4,1

menor

mayor

1,3 1.8

4,3 9.4

Discusión Coincidentemente con varios estudios latinoamericanos, que arrojan cifras de prevalencia de sintomatología premenstrual muy altas, fluctuando entre 51, 4 % (9) y 100% (10), encontramos que prácticamente todas las estudiantes evaluadas (99,02%) presentaban al menos un síntoma durante el período premenstrual. Este hallazgo se refiere a uno o más síntomas inespecíficos y no a entidades mórbidas del premenstruo. La documentación de una prevalencia de SPM de 19% se halla dentro del rango más frecuentemente descrito en la literatura actual. Como señala Correa en una revisión reciente (4), cerca del 20% de las mujeres en edad fértil presenta síntomas moderados de discomfort premenstrual que no deben ser considerados como TDP, aunque correspondan a las descripciones clásicas de SPM. Entendemos que este es el segundo estudio

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efectuado en Latinoamérica destinado a evaluar la prevalencia de TDP siguiendo criterios operacionales. La cifra de 11,2% encontrada por nuestro grupo es muy similar a la prevalencia de 12,6% reportada en el estudio pionero de Vega-Dienstmaier y cols. realizado en el Perú (8). Ello puede atribuirse a que la metodología empleada en ambos estudios para la evaluación de síntomas premenstruales fue la misma, utilizando un sistema de reporte retrospectivo. Este mismo hecho probablemente explica que en ambos estudios las cifras de prevalencia de TDP sean mayores que las referidas en otros trabajos y que generalmente oscilan entre 1.0 y 7.1%) (11). Los méritos relativos del estudio retrospectivo y prospectivo de los síntomas premenstruales han sido vastamente discutidos, tanto en la literatura anglosajona (12-14) como latinoamericana (15). Si bien, como se ha señalado, los enfoques prospectivos son probablemente superiores (12-15), ya que la evaluación retrospectiva podría llevar a una malinterpretación y/o sobreestimación de la relación de los síntomas con el ciclo menstrual, cabe mencionar que la metodología retrospectiva se sigue utilizando frecuentemente en esta área de estudio (16, 17). El motivo principal es de orden logístico y costo, representando una ostensible ventaja en el estudio de muestras epidemiológicas numerosas. Recientemente, se ha destacado además la limitante que constituye, en los estudios prospectivos, el hecho de que numerosas mujeres no aceptan la documentación prospectiva de su sintomatología. En el conocido Harvard Study of Moods and Cycles sólo el 52,5% (513/976) de las mujeres aceptó la monitorización prospectiva de sus síntomas (17). En línea con la conceptualización actual del ahora denominado TDP, que enfatiza la importancia de los síntomas psicológicos sobre los físicos, encontramos que aun el síntoma psíquico menos frecuente, la desconcentración, estaba presente en el 50% de los casos de TDP. Sugerimos que éste es un síntoma al que se le debe prestar atención ya que estaba escasamente presente en el grupo de mujeres sin patología premenstrual (12,7%) y se halló menos a menudo en el grupo de mujeres con SPM (22,4 %). De todos lo síntomas premenstruales estudiados por Vega-Dienstmaier y cols., la dificultad para concentrarse fue el síntoma menos frecuente (14,4% en la muestra total) (8). Ese hecho, además de nuestros propios hallazgos, subrayar la importancia

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de que la mitad de las mujeres que padece de TDP puede mostrar cambios cognitivos que característicamente acompañan a la depresión, rasgo ausente en las mujeres sin patología premenstrual o en aquéllas con sólo manifestaciones de SPM. La asociación detectada entre tabaquismo y severidad de la patología premenstrual ha sido descrita recientemente por autores estadounidenses (17) y alemanes (18). Cohen y cols., encontraron en un estudio comunitario que, en comparación a mujeres sin patología premenstrual, las portadoras de TDP tenían cuatro veces más riesgo de consumir tabaco (17). En nuestra muestra, ese mayor riesgo fue algo más leve, casi tres veces superior en las con TDP que en las mujeres sin patología premenstrual. Al respecto, es pertinente mencionar un estudio que demostró la ausencia de correlación intrapersonal entre sintomatología y consumo de tabaco en portadoras de TDP. Según sus autores, dicho hallazgo, junto con la falta de coincidencia entre consumo máximo de tabaco e intensidad máxima de la sintomatología premenstrual en las mujeres estudiadas, indica que la asociación no se explica simplemente como una forma de automedicación para tratar los episodios agudos de ánimo disfórico (19). En comparación a los resultados acerca de la asociación entre depresión y TDP obtenidos por Cohen y colaboradores en el trabajo citado arriba, nuestros resultados son sorprendentemente similares. Mientras dicho grupo encontró una asociación entre antecedentes de depresión y TDP con un cociente de momio (odds ratio) de 3,6 (CI = 1,7-7,4) (17), en las estudiantes de la Universidad de Los Andes la asociación encontrada con este parámetro fue de 3,2 (CI = 1,4-7,2). Aunque desde hace más de una década se sabe que las mujeres que padecen de TDP tienen un riesgo más alto de desarrollar un episodio depresivo mayor que las mujeres sin patología premenstrual (20), debe recordarse que en la actualidad la mayor parte de los autores conceptualiza el TDP y la depresión mayor como entidades nosológicas distintas (21). La constatación de una asociación entre TDP y la percepción de haber estado expuesta a estrés, 2,6 veces más a menudo en las portadoras del trastorno disfórico que en las mujeres de los otros dos grupos, concuerda con los hallazgos de Girdler

y cols. (22). Este grupo comparó 12 mujeres con TDP con 12 controles sanas, en términos de respuestas cardiovasculares y neuroendocrinas a estrés mental inducido en el laboratorio, tanto en la fase folicular como lútea del ciclo menstrual. Asimismo, se determinó a través de cuestionarios el estrés vital que estaban enfrentando al momento del estudio. Los resultados revelaron que las mujeres con TDP no sólo referían grados mayores de estrés sino también que tenían tasas de norepinefrina /cortisol durante el descanso y el estrés, significativamente mayores. Estos hallazgos estuvieron presentes en ambas fases del ciclo menstrual. Otro estudio reciente mostró que las mujeres que sufren de TDP presentan una respuesta intensificada al estrés (23). La comprobación de una notoria mayor frecuencia de antecedentes familiares de patología premenstrual en las mujeres con enfermedades del premenstruo, en comparación a las mujeres sin trastornos premenstruales, coincide con la mayoría de estudios similares. En familias y grupos de gemelas univitelinos, los hallazgos sugieren que los síntomas anímicos y somáticos relacionados al premenstruo tienden a presentar agregación familiar y son, al menos en parte, hereditarios (16, 24). El hallazgo de una gradiente, de manera tal que mientras más severa es la patología premestrual, más alta es la frecuencia de antecedentes familiares, plantea la posibilidad de que los distintos grados de severidad sintomatológica encontrados en nuestra muestra pudieran estar reflejando diferentes niveles, determinados al menos en parte por la herencia, de un único continuum sintomático. Conclusión El tema explorado en este trabajo merece la atención de investigadores, clínicos, administradores y la sociedad en su conjunto. Existen asociaciones aun no estudiadas a fondo que pueden tener implicaciones importantes tanto en psicopatología como en salud pública y aún en la esfera económica. La carencia de estudios latinoamericanos en relación a SPM, TDP y cuadros relacionados es poco menos que alarmante. Varios de los hallazgos de nuestro estudio apuntan a la necesidad de estudios prospectivos y de asociación o comorbilidades que deben implementarse sobre la base de definidas políticas de colaboración internacional. Referencias

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SÍNDROME PREMENSTRUAL (SPM) Y TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSTRUAL (TDP): ESTUDIO RETROSPECTIVO DE PREVALENCIA Y FACTORES ASOCIADOS EN 305 ESTUDIANTES UNIVERSITARIAS

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