Revista anual del Seminario Diocesano de Osma-Soria «Santo Domingo de Guzmán» «Hay más alegría en dar que en recibir» (Hch. 20, 35) Día del Seminario

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Revista anual del Seminario Diocesano de Osma-Soria «Santo Domingo de Guzmán»

«Hay más alegría en dar que en recibir» (Hch. 20, 35)

Día del Seminario 19 de marzo de 2004

Saludo del Rector Es un motivo de alegría poder saludaros desde esta revista anual que con tanto cariño preparan nuestros seminaristas mayores y que sirve de pórtico para la “Campaña del Seminario” que la Iglesia celebra en el día de san José. Durante todo el año, pero de una manera especial en estos días, nuestro Seminario quiere acercarse a toda la diócesis para que se conozca mejor y se valore su importancia para la vida cristiana y el futuro de la Diócesis. Para este fin también pedimos vuestra colaboración económica. Sin ella no podemos realizar nuestra tarea. Quiero agradecer todo lo que hemos recibido en la campaña “Tú eres el protagonista” para las obras extraordinarias que estamos realizando: la instalación de la calefacción en todo el Seminario, construyendo un nuevo cuarto de calderas, y la rehabilitación de todo el Seminario Menor. ¡Muchas gracias! Unida a tal finalidad y particularmente importante para nuestra diócesis y Seminario subrayo la necesidad de cultivar en nuestras comunidades cristianas una adecuada pastoral vocacional que presente sin miedos la necesidad de las vocaciones sacerdotales y el servicio concreto que ellos prestan. Destaco algunas afirmaciones del Papa Juan Pablo II en “Ecclesia in Europa” (nn. 3940), que iluminan con claridad nuestra realidad diocesana a la vez que nos ofrecen pautas para nuestro hacer: “No se puede pasar por alto la preocupante escasez de seminaristas... sobre todo en Europa occidental... Sólo cuando a los jóvenes se les presenta sin recortes la persona de Jesucristo prende en ellos una esperanza que les impulsa a dejarlo todo para seguirle, atendiendo su llamada, y para dar testimonio de él ante sus coetáneos. El cultivo de las vocaciones es, pues, un problema vital para el futuro de la fe cristiana en Europa... Se trata ante todo de llevar el anuncio vocacional al terreno de la pastoral ordinaria. Por eso es necesario reavivar, sobre todo en los jóvenes, una profunda nostalgia de Dios, creando así el marco adecuado para que broten vocaciones como respuesta generosa; es urgente que se propague en las Comunidades eclesiales del continente europeo un gran movimiento de oración, puesto que la actual situación histórica y cultural, que ha cambiado bastante, exige que la pastoral de las vocaciones sea considerada como uno de los objetivos primarios de toda la Comunidad cristiana. Y es indispensable que los sacerdotes mismos vivan y actúen en coherencia con su verdadera identidad sacramental”. Este año la campaña se basa en el discurso de Pablo a los presbíteros de Éfeso a los que refiere este dicho de Jesús: “Hay más alegría en dar que en recibir” (Hch. 20,35). La mejor campaña vocacional se realiza cuando nos encontramos con una comunidad cristiana, presbíteros, religiosos y fieles laicos, que está contenta y que anuncia, celebra y sirve la fe con una alegría que brota del Corazón de Cristo. Si no damos con alegría a Jesucristo que siempre llama a seguirle, ¿qué esperamos recibir? Concluyo para vuestra reflexión con una cita preciosa del Hermano Roger en su Carta a Taizé de este año que titula así: “Hacia las fuentes de la alegría”: la alegría que es esperanza y fuente para la adecuada pastoral vocacional que todos hemos de realizar: “Cuando asciende en nosotros una alegría que brota del Evangelio, ésta nos aporta un soplo de vida. Esta alegría no la creamos nosotros, es un don de Dios. Es reanimada sin cesar por la mirada de confianza que Dios dirige sobre nuestras vidas. Sí, Dios nos concede caminar con un destello de bondad en el fondo del alma, que no pide sino convertirse en llama”. Francisco Javier Ramírez de Nicolás

Carta de nuestro Administrador Diocesano: LAS VOCACIONES SACERDOTALES, RESPONSABILIDAD DE TODOS Entre la preocupación y la esperanza En el mes de marzo se viene celebrando tradicionalmente la campaña del “Día del Seminario”, unida a la solemnidad de San José, el “varón justo”, que fue en el hogar de Nazaret el fiel custodio de Jesús, el Sumo y Eterno Sacerdote. El lema de la campaña de este año es: “Hay más alegría en dar que en recibir” (Hch 20, 35). La obra de las vocaciones sacerdotales tiene mucha importancia, porque “sin sacerdotes la Iglesia no podría vivir aquella obediencia fundamental que se sitúa en el centro mismo de su existencia y de su misión en la historia” (PDV 1). Es, además, un tema de especial urgencia, porque estamos inmersos en una crisis de vocaciones al sacerdocio en los Seminarios. El Papa Juan Pablo, en un discurso a un grupo de obispos franceses en vista ad límina (19.XII.2003), ha hablado de la “grave crisis de vocaciones”, una especie de travesía del desierto que constituye una verdadera prueba en la fe, tanto para los pastores como para los fieles. Hemos de tener el valor de reconocer que la crisis vocacional, además de ser fruto de muchas causas reales de tipo demográfico, económico, social, cultural, institucional... responde también a deficiencias, omisiones y desequilibrios en nuestra vida y en nuestra pastoral. El invierno vocacional que padecemos se debe también a factores eclesiales negativos que es necesario revisar con lucidez y humildad. Ante esta situación de crisis que nos preocupa, porque “la falta de sacerdotes es ciertamente la tristeza de cada Iglesia” (PDV 34), en vez de ceder al desaliento, tenemos que afrontar el desafío

con firme esperanza y promover una pastoral vocacional con nuevo vigor y decidido compromiso por parte de todos los miembros de la Iglesia. En efecto, todos somos responsables de las vocaciones al sacerdocio. El Concilio Vaticano II ha sido muy claro y tajante al afirmar que “el deber de fomentar las vocaciones afecta a toda la co-

munidad cristiana, la cual ha de procurarlo ante todo con una vida plenamente cristiana” (Optatam totius 2). El Obispo tiene la primera responsabilidad y debe contar con la colaboración de los sacerdotes: “todos los sacerdotes consideren el Seminario como el corazón de la Diócesis y préstenle con gusto su personal colaboración (Optatam totius 5). En el esfuerzo por fomentar las vocaciones están también las familias creyentes, que son “iglesia doméstica” y como el “primer seminario”. Asimismo deben implicarse en esta tarea los educadores cristianos en la catequesis, en la escuela, en los institutos y centros superiores.

Hoy y siempre la vocación sacerdotal y la perseverancia de los seminaristas es, por encima de todo, obra de la gracia de Dios. Es el Señor quien llama y elige, pero quiere contar con la respuesta generosa y libre de los seminaristas. Para nuestro Señor, que vio mejor que nosotros este problema de la escasez de vocaciones, el gran medio era y es la oración: “la mies es mucha, los obreros pocos; rogad, pues, al Dueño para que envíe operarios...” (Mt 9, 37). Junto a la ayuda espiritual, solicito también la ayuda material y económica para las necesidades de funcionamiento y obras extraordinarias del edificio de nuestro seminario, a fin de que ofrezca una imagen renovada, donde puedan formarse los futuros sacerdotes según las exigencias de los signos de los tiempos. Quiero aprovechar gustoso la ocasión para agradecer a sacerdotes, fieles e instituciones sus aportaciones, a la vez que pido encarecidamente la generosa aportación económica de todos en la campaña del “Día del Seminario”. Finalmente, expreso mi cercanía, afecto y apoyo, al Rector, equipo de Formadores y Profesores de nuestro Seminario, al personal de servicio y a todas las personas que de una manera callada colaboran en la obra de las vocaciones sacerdotales. Pongamos todos los medios que están a nuestro alcance para que el Señor, por intercesión de San José, suscite en las familias cristianas de nuestras parroquias de Osma-Soria abundantes vocaciones sacerdotales al servicio de la Iglesia y del mundo. Vicente Jiménez Zamora

Nuevo Director Espiritual D. Gabriel Ángel Rodríguez Millán fue nombrado Director Espiritual del Seminario Menor al comienzo de este curso. Le hemos querido preguntar por esta nueva tarea que el anterior Obispo le encomendó.

¿Qué supone para ti ser el Director espiritual del Seminario? Desde hace nueve años soy sacerdote. A lo largo de este tiempo he desarrollado mi ministerio en diversos ámbitos. El hasta hace poco Obispo de la Diócesis, D. Francisco Pérez, me pidió en el mes de julio asumir la tarea de ser Director espiritual de nuestro Seminario. Recibí este encargo pastoral con ilusión y deseos de contribuir a la formación de los veinte jóvenes que este curso integran la comunidad del Seminario Menor. Diría que la tarea es, al mismo tiempo, un reto y una continua sorpresa: los chicos se encuentran en una edad de continuo cambio, con los contrastes que esto conlleva. ¿Qué es la dirección espiritual? ¿Cómo se integra la dirección espiritual en la formación de un seminarista? El punto de partida es que el Director espiritual forma parte del equipo de formadores. La Exhortación post-sinodal de Juan Pablo II Pastores dabo vobis afirma que “la comunidad educativa del Seminario se articula en torno a los diversos formadores: el rector, el director o padre espiritual, los superiores y los profesores” (n. 66). Las razones de la presencia del Director espiritual en el equipo de formadores pueden articularse en cuatro: la vida espiritual es una de las claves en la formación del seminarista y la presencia del Padre espi-

ritual la hace particularmente presente en el equipo; para él es positivo tener la confrontación que le suponen los otros formadores, y a éstos la del primero; la pertenencia al equipo está exigida por el principio básico de la unidad en la formación del muchacho; finalmente, ha de existir también una unidad de espíritu en el equipo y en la comunidad, de la que el equipo forma parte. Respecto a las funciones que el Plan de Formación para los Seminarios Menores asigna al Director espiritual se cuentan las siguientes: 1ª. Unificar con los demás formadores los criterios de programación de la vida del Seminario en el aspecto religioso, especialmente en la participación litúrgica y sacramental, así como en la vida de fe y oración; 2ª. Cuidar de la atención personalizada a los alumnos en el ámbito de la intimidad de conciencia y de su vida espiritual; 3ª. Cuidar el nivel penitencial individual y comunitario de los alumnos (cfr. n. 94). Finalmente, ¿cuál debe ser la relación dirección espiritual-pastoral vocacional? Pienso que el acompañamiento espiritual es vital en todo camino vocacional. De lo contrario, fácilmente puede hacerse presente el subjetivismo en sus más variadas formas. Y elemento principal de la dirección espiritual es el diálogo espiritual, pues la relación del vocacionado con el Director espiritual no es la

del “estudiado” sino la del “comprendido”. Ahora bien, la valoración del diálogo espiritual comporta la aceptación de una serie de exigencias tanto en el Director espiritual como en quien ha emprendido un camino vocacional. En el primero debe existir la capacidad de acogida; la capacidad de situar al vocacionado ante lo que es; la capacidad de sorpresa, pues si se cree en las personas no se puede actuar desde unos planteamientos prefijados; un estilo de vida que lleve el sello del saber estar en medio de la gente con prudencia y fidelidad; y, finalmente, firmeza en los criterios, que deben ser claros y bien fundamentados. Pero también el vocacionado debe aceptar una serie de exigencias: la comunicación sincera, sin autoengaños; la capacidad de asumir la propia realidad; y la confianza en que la dirección espiritual puede ser un válido instrumento en el crecimiento interior. Finalmente, señalaría que el Director espiritual es un amigo, y amistad es sinónimo de confianza y abandono, es decir, no hay amistad sin confianza y no hay confianza sin estima. El verdadero amigo no se plantea el problema de si debe tener confianza en el amigo: si lo considera amigo, confiará en él, porque estima, confianza y amistad son tres aspectos de la misma realidad. Todo esto debe contribuir a que el Director espiritual y quien a él se confía puedan caminar juntos en el seguimiento cotidiano de Jesucristo.

Nuestros colaboradores Hemos querido en esta página preguntar a tres «colaboradores» de nuestra casa su opinión sobre el Seminario y la tarea de los sacerdotes. Son: Reneé, gobernanta del Seminario; José Luis, profesor y la familia Sevillano Rubio, de Ágreda. Reneé Mateo lleva ya muchos años trabajando en el Seminario, en la atención a los seminaristas, a los formadores y a los sacerdotes que aquí viven. Por eso hemos querido preguntarle sobre cómo ve el Seminario y qué supone para ella esta casa. “Para mi supone toda una vida. Cada día pienso en intentar hacer todo lo que puedo por esta institución y para los chicos pues, como católica, quiero lo mejor para el Seminario”.

“Supone la dedicación de toda una vida”. Así se resumiría el testimonio de José Luis, profesor de la casa desde hace casi un cuarto de siglo; muchos años dedicados a la educación y formador de los chicos desde la época, en que llegó, en la que D. Félix Cabezón era rector. “Para mi es una satisfacción inimaginable ver como algunos de mis alumnos, que llegaron siendo unos niños, han alcanzado la meta del sacerdocio, por ello, mi satisfacción es doble: como profesor y como católico. Igualmente también me siento satisfecho por otros muchísimos chicos que, aunPara nosotros, familia cristiana de esta nuestra Diócesis de Osma-Soria, comprometidos a vivir y anunciar el evangelio de Jesucristo, el Seminario Diocesano es el lugar hacia el que miramos con la esperanza puesta en la formación de sacerdotes santos, que nos guíen y acompañen a los laicos y en especial a las familias, como iglesia doméstica y santuario de la vida, en nuestro camino de FE en el único y verdadero Dios PADRE, HIJO y ESPÍRITU SANTO. Al mismo tiempo tenemos la gran responsabilidad de ser los primeros y más interesados en colaborar con el Seminario no sólo económicamente, sino con nuestra entrega y oración personal. Es el lugar que de-

Reneé tiene, desde este año, uno de sus hijos estudiando y formándose en el Seminario e, igualmente, le hemos preguntado porqué decidió enviarlo: “lo he traído, nos dice, porque quiero lo mejor para mi hijo y porque considero que es un centro muy formativo, que busca la educación integral de los muchachos”. “Por ello, resume, mi labor aquí, y la de todas las que trabajamos en la casa, no es otra que intentar hacer todo el bien que podamos y ayudar a los niños en cualquier cosa que necesiten”.

que no llegaron a ser ordenados sacerdotes, han terminado muy bien formador y, cuando nos vemos, guardamos un recuerdo buenísimo”. José Luis reflexiona también acerca de un tema que, como a todos, le preocupa: “Parece que, por fin, hemos superado el punto más bajo en número de seminaristas y hemos comenzado, gracias a Dios, a salir de lo que parecía una crisis; a día de hoy, estoy muy ilusionado con el buen ambiente que hay en el Seminario y con mis alumnos. Todo ello gracias al trabajo de un grupo selecto de sacerdotes jóvenes que ya ha comenzado a dar sus frutos”. bemos cuidar especialmente, ya que es el mejor sitio donde dar continuidad a la formación cristiana y humana de nuestros hijos, iniciada en la propia familia, pudiendo llegar a descubrir su vocación al sacerdocio, a la vida consagrada o al mismo matrimonio cimentado sobre la roca firme que son los valores evangélicos. En todo caso es el mejor sitio donde la educación integral (espiritual y humana) de la persona está asegurada, «donde el amor es asignatura obligatoria», donde lo más importante para un cristiano, la FE, se recibe, se vive, se comparte, se ora y se celebra.

En resumen, el Seminario como parte fundamental de nuestra Iglesia particular es: « Fuente de vida para las familias cristianas, siendo éstas a su vez protagonistas de la evangelización de la Iglesia».

Nuestro Seminario Menor ¿QUÉ ES EL SEMINARIO MENOR? El Seminario Menor es una comunidad educativa, cristiana, diocesana y vocacional, destinada a cultivar las semillas de vocación de aquellos chavales con inquietudes por descubrir qué es lo que el Señor quiere de ellos y si les llama a ser sacerdotes.

¿QUIÉNES FORMAN LA COMUNIDAD DEL SEMINARIO MENOR? Chicos de nuestros pueblos y ciudad de Soria que quieren descubrir la vocación a la que el Señor les llama. Un equipo de formación (rector, formador, director espiritual, otros sacerdotes) y unos educadores, encabezados por el Sr. Obispo, a quienes éste ha encargado la educación y acompañamiento personalizado de los chavales. El personal de servicio que atiende, con gran dedicación, todo lo necesario para la vida de la comunidad.

¿QUIÉNES PUEDEN SER ALUMNOS DE NUESTRO SEMINARIO? Aquellos niños y jóvenes de la Diócesis que quieran estudiar o estén estudiando ESO o Bachillerato, presentados por sus familias y sacerdotes. Igualmente, han de presentar una inquietud por una educación integral que les ayude en sus vidas a nivel humano, espiritual, intelectual. Y han de querer integrarse, sea como externos o internos, en este centro vocacional cristiano para, estudiando lo mismo que los jóvenes de otros centros, descubrir si el Señor les llama al sacerdocio.

¿EN QUÉ CONSISTE EL EXTERNADO Y EL INTERNADO? El externado exige estar en el Seminario desde las ocho y media de la mañana hasta las ocho de la tarde, de lunes a viernes, con asistencia a clase, comedor, oración y estudio dirigido. Junto a esto, la permanencia de dos fines de semana al mes en el Seminario. Este régimen está abierto sólo a la ESO. El internado consiste en la permanencia de lunes a viernes y convivencias para profundizar en la madurez de su vida. Esta modalidad está abierta tanto a la ESO como al Bachillerato.

¿DÓNDE ME PUEDO INFORMAR? ✍ Hablando con el sacerdote de tu parroquia ✍ Pidiendo información por escrito al Seminario. ✍ Visitando nuestro Seminario con su familia. ✍ Llamando al 975 34 00 00 ✍ Escribiendo a [email protected].

Seminario Mayor en Burgos ¿Podríais contarnos lo que hacéis un día de diario?

En el presente año, los seminaristas mayores (José y Rubén) continúan su formación entre nuestra Diócesis y Burgos. Pero este año tiene la peculiaridad de que no viven en el monasterio de las Madres Benedictinas, donde estuvieron el año pasado, sino que conviven con los seminaristas de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, pues nuestro anterior Obispo, D. Francisco, vio que era lo mejor para su formación. Pero para saber más acerca de lo que hacen a largo del año mejor dejemos que nos lo cuenten ellos, pues son los que mejor nos lo pueden detallar.

A pesar de estar fuera de la Diócesis nuestra actividad no es muy distinta a la que realizábamos cuando estábamos en nuestro Seminario, en El Burgo de Osma. Nos levantamos a las siete y, tras el aseo personal y de habitaciones, tenemos oración personal; seguidamente celebramos la Eucaristía con Laudes. Raudos y veloces bajamos a desayunar para tomar fuerzas para proseguir el día, y a eso de las 8:55 salimos de casa para asistir a las clases que se imparten en la Facultad de Teología de 9:00 a 13:00. Después de las clases vamos a casa y tenemos una hora antes de comer, la cual la aprovechamos para estudiar, dedicarla a aprender música y canto, limpieza de la casa... depende del día de la semana que sea. A eso de las dos del mediodía comemos y después tenemos un rato de descanso hasta las cuatro, que es cuando empieza el tiempo de estudio hasta las 8:30 que lo dejamos para tener un rato de oración. A las nueve cenamos y después podemos ver la tele, pasear... y a eso de las 11, tras dar gracias a Dios por el día, cada uno se retira a su habitación.

¿Qué supuso para vosotros el cambio de residencia de un año a otro? La verdad es que ha sido un gran acierto; con esto no queremos decir que el año pasado estuviéramos mal, sino que ahora nos encontramos en un clima más favorable para nuestra formación de seminaristas ya que estamos conviviendo con los seminaristas de la Rioja. Y vemos que nuestras realidades son muy parecidas tanto en Burgos, Soria, La Rioja y nos da una visión más amplia de la realidad en la que vivimos. Y los fines de semana ¿seguís el mismo ritmo de vida que los demás días? Los viernes por la tarde, una vez que hemos terminado las clases, volvemos a la Diócesis. Este año hemos comenzado la experiencia de tener la pastoral en distintos puntos de la Diócesis. Decís que los fines de semana tenéis pastoral ¿qué es eso y qué hacéis? Nos dedicamos a conocer, en la medida de nuestras posibilidades y sin olvidar lo que somos y un día seremos, la realidad diocesana y a las personas a las que un día serviremos, uno en Navaleno (Rubén) y otro en Soria, en la Parroquia del Espino (José). Para nosotros supone una experiencia muy gratificante que nos hace reflexionar sobre la vida sacerdotal y sobre el ministerio que el día de mañana

Crónica del curso Entre los calurosos días que nos trajo el verano del año pasado, los seminaristas aprovechamos la primera semana de agosto para tener un pequeño campamento con los seminaristas del Menor, aquellos chicos que iban a entrar en el Seminario durante el nuevo curso y algunos monaguillos que se apuntaron. Fueron unos días muy divertidos, en los cuales aprovechamos para rezar, hacer marchas, juegos, acampadas... y así de esta manera no perder el contacto entre nosotros. El campamento terminó con la celebración de Santo Domingo (patrón del Seminario) teniendo la suerte que la Eucaristía fuera presidida por D. Casimiro, actual obispo de Zamora y natural de El Burgo de Osma. Los seminaristas mayores participaron en el Congreso de Misiones que se llevó a cabo en Burgos del 18 al 21 de septiembre. Fueron días muy intensos en los cuales se trató acerca de los problemas en los países de misión, soluciones, situaciones actuales, la misión desde las Diócesis... Tras estos días emprendieron viaje camino de Sigüenza, en donde realizaron los ejercicios espirituales anuales en la casa de espiritualidad de dicha ciudad. Los ejercicios fueron dirigidos por D. Agustín, director espiritual de los seminaristas mayores de Sigüenza. Los seminaristas menores los realizaron a finales de octubre en nuestro querido seminario, siendo dirigidos por D. Gabriel Ángel, nuevo director espiritual de la casa.

La inauguración oficial del curso se llevó a cabo el sábado 27 de septiembre. Todos los componentes del Seminario participamos en la Eucaristía que fue presidida por D. Francisco (que en esos días todavía era obispo de nuestra Diócesis), y seguidamente participamos en la lección inaugural que corrió a cargo de D. Julián Callejo, explicando el nuevo Directorio sobre la Iniciación Cristiana en nuestra Diócesis.

Tras este día tan especial, los seminaristas mayores se trasladaron a Burgos para acomodarse en su nueva casa, juntamente con los seminaristas de la Rioja y su Rector. Para tener un primer contacto, todos juntos marcharon a Segovia a visitar la exposición de las Edades del Hombre. Desde septiembre, las reliquias de la Santa de Lixieux estuvieron recorriendo parte de la geografía española. Los seminaristas menores no perdieron la oportunidad de acudir a venerar las reliquias de la santa y participar en la vigilia de oración que se realizó en Soria. Con gran gozo para toda la Diócesis y en especial de la familia del Seminario, el día 11 de octubre, a las cinco y media, tuvo lugar la Ordenación presbiteral de Mario Muñoz y Juan Yagüe en la Santa Iglesia Catedral de El Burgo de Osma. El treinta de octubre se hizo público el nombramiento de D. Francisco como nuevo Arzobispo Castrense. La noticia nos causó alegría y a la vez tristeza puesto que se marchaba nuestro pastor, que había tenido una especial dedicación y predilección por el Seminario. Los seminaristas participamos en la despedida de la Catedral. Llegamos a los días previos de Navidad. Los seminaristas menores pusieron todo su empeño en decorar la casa aunque se encontraron un poco limitados por las obras que se están realizando. A pesar de ello

todo quedó muy bonito, y no pudo faltar el belén que, año tras año, monta D. Eustaquio en el comedor grande con mucho cariño y esfuerzo. Para celebrar la llegada de la Navidad, la familia del seminario celebró la Eucaristía para dar gracias a Dios por todo lo acontecido durante ese periodo. Fue presidida por D. Vicente Jiménez Zamora, Administrador Diocesano s. v., y después, como ya es costumbre, compartimos la cena de Navidad todos juntos en familia. Esa misma noche, los seminaristas marcharon a sus casas para celebrar la Navidad junto a sus familias. Tras el periodo vacacional, llegamos a la festividad de Santo Tomas de Aquino, patrono de los teólogos. Los seminaristas menores lo celebraron en El Burgo de Osma. Tuvieron Eucaristía, comida fraternal entre seminaristas y curas y para concluir el día jugaron un partido de fútbol entre seminaristas y sacerdotes jóvenes. Los seminaristas mayores celebraron el día en Burgos con una Eucaristía presidida por D. Francisco Gil Hellín, y seguidamente participaron en una conferencia en la que se trazó una interesante semblanza del santo y de su filosofía. Y así llegamos hasta el mes de marzo, en el que los seminaristas están centrados en la campaña del Seminario para acercar a todos la realidad de esta casa tan grande y necesaria para el bien de la provincia de Soria y de toda la Iglesia.

Información del nuevo Administrador D. Julián Ortega Peregrina fue nombrado nuevo Administrador del Seminario al comienzo de curso, tarea que compagina con la de Formador del Seminario Menor. Le preguntamos sus primeras impresiones así como el informe económico del Presupuesto Ordinario del año 2003. Aprovecho la oportunidad que me brinda la revista Afán para compartir con vosotros lo que es mi labor en el Seminario. Desde el presente curso tengo la doble misión de formador del Seminario Menor y la de Administrador de esta gran casa. Dos labores distintas, pero necesarias, que las vivo como un único servicio a la labor de formación de los seminaristas. Como formador mi labor es la de acompañar a los seminaristas menores y ayudarles a crecer e ir madurando como personas y como creyentes con la complejidad de la edad en la que están y de la sociedad en la que viven que tira de ellos. Pero es bonito y satisfactorio ver cómo va creciendo cada chico. Y mi otro encargo como Administrador es continuar el buen hacer y la labor callada de D. Víctor Sanz que durante muchos años ha realizado esta misión. Una labor que exige también su dedicación, en cuanto a la contabilidad, el estar pendiente de las necesidades de la casa, etc.

No quisiera terminar sin agradecer de corazón la generosa colaboración de tantas personas que sienten como algo muy importante la formación de los futuros sacerdotes y colaboran con su oración sincera y con su aportación económica, sin la cual no podríamos mantener el Seminario

Resumen- Colectas Año 2003 ARCIPRESTAZGOS Abejar y San Leonardo “Pinares” Ágreda Almarza “Tierras Altas” Almazán Berlanga de Duero El Burgo de Osma Gómara Medinaceli San Esteban de Gormaz Soria

3.109,60 € 2.604,50 € 1.713,80 € 2.126,31 € 643,24 € 1.891,72 € 1.919,10 € 1.411,24 € 1.953,53 € 14.634,17 €

TOTAL

32.007,21 €

Donativos Particulares

40.128,59 €

Comunidades Religiosas y Residencias TOTAL GLOBAL

7.481,17 € 79.616,97 €

Rehabilitación del edificio del Seminario Desde el año 1996, la Diócesis y el Seminario están acometiendo de forma continuada obras de rehabilitación en el edificio del Seminario. Tales actuaciones se vienen costeando por las aportaciones de la Diócesis, la utilización de medios económicos del propio Seminario y la ayuda generosa de parroquias, comunidades religiosas y personas particulares que han permitido en estos años una inversión próxima al millón de euros. La recuperación es visible en algunas partes del edificio que todos disfrutamos: tejados, capilla mayor, salón de actos, comedores, cocina, sala de profesores.

Este año, como os venimos informando, estamos acometiendo la reforma interior de las aulas, laboratorio, capilla y zona de recreo del Seminario Menor, así como la modificación de todo el sistema de calefacción del edificio con la construcción de un nuevo cuarto de calderas en donde todo estará centralizado. Para esto lanzamos durante los meses de noviembre a enero una nueva campaña de recaudación de fondos que llamamos “Tú eres el protagonista”. Estamos muy agradecidos con lo recibido para estos fines hasta el momento: algo más de 48.000 euros. Además de terminar los proyectos anteriores, de los que se debe bastante dinero, hemos de continuar con la reforma integral del tercer piso del que ya se inició su rehabilitación demoliendo las habitaciones, modificando y reforzando la estructura del suelo: es el próximo gran proyecto que ya está iniciado y que dará un gran servicio al Seminario, a toda la Diócesis y a la propia sociedad burgense. Pero esta fase es de tal envergadura que es necesario casi un millón de euros, que la diócesis y el Seminario no puede financiar sin desatender otras necesidades.

Toda colaboración de personas particulares que quieran ayudar o agradecer algo al Seminario, instituciones, parroquias, comunidades será bien recibida y utilizada en la finalidad formativa y cultural que ha tenido durante cuatro siglos esta institución de nuestra Iglesia diocesana y que quiere seguir teniendo en el futuro.

VIGILIA DE ORACIÓN

Parroquia de San Francisco (Soria) Jueves 18 de marzo 8 de la tarde ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

SEMINARIO DIOCESANO «SANTO DOMINGO DE GUZMÁN» C/ Rodrigo Yusto, 33 42300 EL BURGO DE OSMA (Soria) Tfno. 975 34 00 00 - Fax 975 36 80 20 E-mail: [email protected]

DONATIVOS: Puedes hacer tu donativo en tu parroquia o bien ingresándolo directamente a nombre de Seminario Diocesano en los siguientes n os. de Cuenta: Caja Duero: 2104-0570-97-3000000114 BSCH: 0049-2810-08-1310023720 Caja Rural: 3017-0300-29-0000517920

Jesucristo, Buen Pastor, tú nos has dicho que hay más alegría en dar que en recibir y nos has dado ejemplo entregando tu vida por la salvación del mundo. Te pedimos por el Seminario de nuestra Diócesis para que haya muchos niños y jóvenes dispuestos a seguir tus pasos y a servir a la Iglesia como sacerdotes, viviendo la alegría de hacer felices a los demás. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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