Revista Educación en Valores LA ACCIÓN ÉTICA EN EL NUEVO MILENIO. Autor: Prof. Javier Augusto Nicoletti * e-mail:
[email protected] DIRECTOR DE PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA MATANZA. BUENOS AIRES, ARGENTINA.
* Licenciado en Psicología con Diploma de Honor de la Universidad Nacional de Buenos Aires (Argentina). Magíster en Derechos Humanos de la Universidad Internacional de Andalucía (España). Director de Pedagogía Universitaria, Profesor e investigador de la Universidad Nacional de La Matanza (Argentina). Autor de libros y artículos vinculados al campo de la Ética, los Derechos Humanos y la Educación.
RESUMEN La historia, con sus distintos espacios y momentos, muestra que siempre han existido diversas maneras de concebir, conceptualizar y definir «principios éticos»: las explicaciones y justificaciones se han ido sucediendo desde posturas religiosas (politeístas, monoteístas), cosmológicas, místicas, intuicionistas, objetivistas, positivistas, racionalistas, culturalistas y biologicistas, entre muchas más. Hoy en día, existe un elemento que atraviesa fuertemente nuestro mundo contemporáneo y es la crisis de reconocimiento de valores, la cual necesita ser analizada y en lo posible superada. El objetivo de este trabajo es plantear una interrogación sobre el modo ético en que se ubican los seres humanos en el denominado Mundo Contemporáneo, tomando como elemento de partida la categoría de la diferencia. Se analiza la situación del hombre frente a la vida cotidiana y la construcción de la diferencia como herramienta ética sostenida en la posibilidad de discriminar positivamente, denunciando la desigualdad que implica negar la subjetividad desplegada en libertad. Palabras Clave: Principios éticos - Crisis de reconocimiento de valores - Situación del hombre frente a la vida cotidiana – Categoría de la diferencia.
ETHIC ACTION AT THE NEW MILLENIUM ABSTRACT. History, with its diverse spaces and moments, shows that there have always existed different ways of conceiving, conceptualizing and defining «ethical principles»: explanations and justifications have been succeeding each other from religious, cosmological, mystical, intuitional, objectivist, positivist, rationalist, culturalist and biology perspectives, among many others. At present, there exists an element that involves our contemporary world: it is the crisis of the recognition of values, which needs to be analized and, if possible, overcome. The objective of this paper is to pose a question about the ethical way in which human beings take their place in the so-called Contemporary World, taking as a starting 72
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point the category of difference. This paper also analizes man´s situation in everyday life and the construction of difference as an ethical tool, sustained on the possibility of discriminating in a positive way, the inequality that implies denying the displayed subjectivity in freedom. Key Words: Ethical principles - Crisis of the recognition of values - Man´s situation in everyday life - Category of difference.
LA ACCION ÉTICA EN EL NUEVO MILENIO
brinda la autenticidad de la palabra originaria y
1. El Objeto Material de la Ética
implica, obviamente, que nos brinde la realidad
Para poder empezar a tematizar la ética es
también brinda la auténtica realidad, pero esto no «completa».
importante, en primer lugar, lograr aprehender su
Para acercarse a la disciplina que tratamos de
objeto. Usualmente, para determinar un objeto
conocer, se cuenta con dos vías de acceso al
cualquiera (aún el de la ética), se utiliza como
origen, por un lado la griega (ETICA) y por el
punto de partida una definición simplemente
otro la latina (MORAL). La palabra ética procede
recibida, ya dada y consensuada. Sin embargo,
de un vocablo que posee dos sentidos
según el pensamiento de Aranguren (1997), hay
fundamentales:
algo más trascendente que la definición en sí
La acepción más antigua significaba
misma (en tanto conjunto de palabras) y es poder
«residencia», «morada», «lugar donde se habita».
conquistar dicha definición: definición significa
La historia cuenta que primero se usaba sobre todo
«delimitación». Será indispensable, entonces,
en la poesía, con referencia a los animales, para
acotar el campo posible de investigación, frente a
aludir a los lugares donde se crían y encuentran.
las innumerables investigaciones que el discurso
Después se aplicó a los pueblos y a los hombres
y la historia ofrecen, para delimitar o definir el
en el sentido de su territorio.
objeto de la ética.
Esta primera interpretación fue retomada y
Generalmente, las antiguas investigaciones en
prestigiada por Heidegger (1995), se apoyó en ella
cualquier tipo de ciencia comenzaban siempre con
para señalar su definición de la ética, el «…pensar
una explicación etimológica. Estas explicaciones
que afirma la morada del hombre en el ser, la
no eran realizadas para ocupar lugares de
verdad del ser como elemento originario». En su
importancia, su objetivo era esclarecer el quid
libro «Construir, habitar, pensar» (1976)
nominis, pero jamás acercarse al quid rei (la
Heidegger afirmaba que el habitar es acaso el
realidad). Sin embargo, en la actualidad se rescata
rasgo fundamental del ser. Es aquello que permite
el método etimológico como una verdadera vía
que los mortales sean lo que son: los hombres
de inserción real, justificada y fecunda a la hora
tratan siempre a lo largo de la vida de buscar su
de acercarse al estudio de la ética. La etimología
ser en el habitar. La ética es el lugar que el hombre
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porta de sí mismo, de su actitud interior, de su referencia a sí mismo. El êthos es el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan todos los actos humanos: fuente de los actos.
éthos, sino que ambas se expresan con el mismo vocablo: mos. Mos significa, al igual que êthos, modo de ser o carácter. Este carácter se adquiere viviendo, por
La segunda acepción, y acaso la que más atañe
lo tanto mos significa también costumbre. Y puede
directamente a la ética, es la que significa «modo
ocasionalmente significar «sentimientos». La
de ser» o «carácter». Cabe aclarar que la palabra
etimología de mos es desconocida. Si bien
«carácter», usada en este contexto, no remite al
distintos autores se han ocupado de ella (con
sentido biológico de «temperamento» (enmarcado
especial relevancia el padre Santiago Ramírez),
a su vez en estructuras psicológicas), sino
lo han hecho desde una interpretación ya forjada
responde a «un modo de ser» o forma de vida que se va adquiriendo, apropiando e incorporando a lo largo de la existencia. Entonces: ¿cómo es posible esta apropiación?. La etimología nos puede guiar. Etimológicamente êthos deriva de éthos, lo que significa que el carácter se logra mediante el hábito, que el êthos no es como páthos dado por naturaleza, sino adquirido por hábito (virtud o vicio). A su vez los hábitos nacen por repetición de actos iguales. Los hábitos constituyen el principio intrínseco de los actos. Parece haber pues un verdadero círculo êthos-hábitos-actos.
desde el terreno de la ética. Esto ha generado, por un lado, múltiples deducciones del concepto de Moral y, por otro, que la acepción griega sea la más utilizada. En Homero («La Odisea»), ya se encuentra el término êthos referido a: vivienda, morada, lugar acostumbrado, residencia habitual; en Hesíodo aparece, conjuntamente con este significado, el de: manera habitual de obrar, hablar y comportarse, manera de ser, carácter. En Platón («La República y las Leyes»), aparece como carácter y costumbres (hábitos) antes del
De esta manera se comprende cómo se resumen
despertar del logos, cada cual siguiendo los
las dos variantes de la acepción usual de êthos: la
dictados de su êthos (conformado por la
que se concibe como principio de los actos y la
naturaleza) y su éthos (conformado por la
que se concibe como su resultado. Êthos es
costumbre).
carácter (acuñado, impreso en el alma por hábito),
En síntesis, se plantea un círculo entre los tres
pero por otra parte el êthos es también a través
conceptos mencionados: «modo ético de ser»,
del hábito, fuente de los actos. Por lo tanto, hay
«hábitos» y «actos». Círculo que estaría dado
una tensión en el término êthos pero no una
puesto que el primero sustenta los segundos y éstos
contradicción.
son los principales rectores intrínsecos de los
Por otro lado, en el latín no se conoce una
actos; pero recíprocamente los hábitos se
palabra para traducir êthos y otra para traducir
engendran por repetición de actos y el modo ético
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de ser se adquiere por hábito. Es importante
el lenguaje moral cotidiano porta el término
destacar que cuando se menciona la palabra acto,
diferencia, se quiere establecer una argumentación
ésta se emparenta a actus humani, es decir un acto
sobre el motivo que lleva a darle tal primacía. ¿Por
del hombre, y en cuanto tal será: libre y deliberado.
qué la diferencia sería la categoría principal para
Bajo esta lectura, el objeto material de la ética
pensar la ética? ¿Qué razón ha establecido que
parece encontrarse constituido por el carácter
hayamos suplantado, en nuestro tiempo, la
(êthos), los hábitos y los actos humanos. Cabe
categoría de igualdad por la de diferencia?
destacar que no son actos aislados, ni el
Para abordar estas preguntas, es necesario,
engendramiento de un hábito más o menos
realizar un breve recorrido previo acerca de los
duradero, ni tampoco el carácter que, tomado en
principios éticos fundamentales y de la situación
sentido ético, puede cambiar, sino que carácter y
del hombre actual, para alcanzar el objetivo de
hábitos han de prolongarse «en la vida entera»: la
determinar la relación entre la ética y la diferencia.
vida en su unidad temporal. La Historia, con sus distintos espacios y momentos, muestra que siempre han existido
2. LOS PRINCIPIOS ÉTICOS
diversas maneras de concebir, conceptualizar y
Ahora bien, para plantear una interrogación
definir «principios éticos»: las explicaciones y
sobre la manera en que la acción ética se presenta
justificaciones se han ido sucediendo desde
en los nuevos escenarios debe comenzarse con una
posturas religiosas (politeístas, monoteístas),
afirmación: no hay un único modo de posicionarse
cosmológicas,
en este complejo espacio, que si bien crece en
objetivistas,
presencia discursiva, pareciera estar lejos de la
culturalistas y biologicistas, entre muchas más. Se
cuestión cotidiana, en especial de los jóvenes.
puede afirmar que esta necesidad de establecer
místicas,
intuicionistas,
positivistas,
racionalistas,
Como punto de partida aparece una singular
principios y reguladores de la conducta humana
apreciación de la ética, ésta se erige en un
es propia de las características de la especie y,
concepto: la diferencia. La diferencia es la única
sobre todo, de la tensión de los vínculos
categoría que podemos ubicar en el plano de lo
interpersonales y entre comunidades. Esta tensión
universal. Como señala el Cardenal italiano
latente es establecida por motivos altamente
Martini, en lo único en lo que podemos establecer
diferenciados, como las disputas territoriales, la
un acuerdo es en que somos diferentes. La ética
diversidad propia del cuerpo y del lenguaje, y las
de nuestro tiempo reconoce en esa categoría su
fricciones de todo tipo. El establecimiento de
horizonte infranqueable.
reglas o normativas sociales ha posibilitado una
Sin pretender enmarañarnos en una cuestión de naturaleza semántica, sobre el significado que en Año 3 / Vol. 2 / Nro. 6. Valencia, Julio - Diciembre 2006.
regulación de las conductas, tanto individuales como colectivas y se han impuesto en forma 75
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cordial, violenta, razonable, voluntaria sobre la base de una contraposición: buenos vs. malos. Sin duda, esta delimitación es motivo de lucha por la cotidiana trasgresión o incumplimiento de los límites establecidos. Es en estos bordes donde se escenifica el sentimiento de crisis moral que atraviesa la historia de la humanidad. Cualquier conflicto de intereses requiere del arbitraje de la moral, constituyendo una presión constante que tiende a la trasgresión, independientemente de los supuestos en los que la moral se apoye.
reconocimiento de valores, la cual necesita ser analizada y superada. Esta crisis es consecuencia de contradicciones evidentes, de carencias conceptuales y del propio sistema de vida: la confusión y distancia entre vida privada y vida pública; los confusos mecanismos socio-políticos que regulan la vida colectiva. Entre las contradicciones se podría pensar en la enseñanza de principios, actitudes y modelos de comportamiento impartidos por la escuela, en relación con las vivencias cotidianas - en la calle, en la televisión y en la propia casa -. Existe un
Se debe incluir en esta consideración el hecho histórico del cual somos partícipes: la gradual
desajuste entre principios y acciones, por ejemplo aquellas decisiones que se toman por motivos
generalización - globalización - de los planteos y
económicos y se las justifica por otras razones.
supuestos de la moral. Esto ha permitido que
En definitiva, hay un conflicto permanente que
ciertas conceptualizaciones morales se consoliden
excede a veces las herramientas propias e
y establezcan con arraigo, predominando en
individuales de las cuales dispone cada sujeto,
distintas zonas del planeta, diacrónica y
necesitando por tanto una respuesta social.
sincrónicamente, a lo largo del tiempo y de manera decisiva.
Las actuales investigaciones sobre cuestiones éticas parten del supuesto de que los seres
Es evidente que, en la actualidad, es muy
humanos actúan según contextos sociales
distinta la manera en que se implementan las
específicos, con finalidades y motivaciones
concepciones morales; por ejemplo la situación
diversas. Estos comportamientos son enjuiciados,
de América Latina, de EEUU, Medio Oriente
por los propios actores y responsables de su
(Israel, Palestina), de Oriente (China), de Europa
entorno, de acuerdo con esquemas o juicios de
Occidental, son muy distintas. Si bien es mucha
valoración tradicionales o legales. Hoy en día se
la gente que aboga por un modelo moral universal,
habla de: conducta moral en función de
donde todos puedan vivir en forma sana y en paz
determinados valores asumidos, también se acepta
más allá de su forma de pensar y de actuar; existen
que la ética hay que pensarla en la relación dada
otros que predican guerras excitando la
entre dicha conducta y dicho valor.
fanatización política e ideológica.
Aranguren (1997) distingue entre la moral
Existe un elemento que atraviesa fuertemente
como estructura y la moral como contenido:
nuestro mundo contemporáneo y es la crisis de
«moral pensada y moral vivida»; es decir, aquello
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que el sujeto debe hacer y aquello que puede y
contra la realidad, sino el de la realidad contra el
ha de hacer.
sentido; renunciando a todo sentido, porque como
La ética no debe valerse solamente del principio
todo está dado, ya nada tiene importancia.
de qué es lo bueno o lo malo, sino cuándo, cómo
Tanto el fanatismo como el cinismo, están de
y por qué determinados comportamientos son
acuerdo en que la realidad que rodea las acciones
juzgados como buenos o malos. Por lo tanto, es
- la cual les sirve de presupuesto y en la cual
necesaria una determinación de las normas éticas
desembocan - no tiene sentido. Ellos dirán: sólo
vigentes - tanto explícitas como implícitas,
es importante porque todo lo he dado; o bien, nada
situadas en tiempo y espacio concretos -
importa, porque la realidad es inmodificable.
conjuntamente con la descripción de los principios
Pero frente a esta dicotomía aparentemente
morales que determinan la conducta y sus posibles
insuperable, emerge una posición superadora que
consecuencias.
es la serenidad o actitud razonable del hombre
La ética implica el estudio de las conductas en
frente al destino.
función de los valores que las rigen. La palabra
La serenidad es la actitud que acepta
«bueno» y la palabra «malo» son abstracciones;
voluntariamente lo que no se puede cambiar; y es
sin embargo, valorar algo como «bueno» implica
la actitud de aquel que sabe que hay situaciones
la puesta en marcha de distintos sucesos psíquicos
en las que sí puede actuar y las que sí puede
reales y de acciones concretas. Aquí aparece la
cambiar: es la actitud de quien acepta los límites.
ética en el terreno de la acción.
La persona serena (en el sentido indicado) no engaña, no se queda impasible ni le da lo mismo
3. LA SITUACIÓN DEL HOMBRE Afirmar que la ética se encuentra en el campo de la acción, implica interrogarse acerca de la manera en que el hombre se posiciona frente a la acción propia de la vida cotidiana. Según Spaemann (2005), caben tres posibilidades: el Fanatismo, el Cinismo o la Serenidad.
el éxito o fracaso de sus propósitos. De ahí, que la resignación no sea un fatalismo. La resignación sabia ante lo inevitable es verdaderamente humana, el facilitar la serena aceptación del destino. Al buen comportamiento pertenece la confianza en que el bien lleva al bien; en general y a largo
En el fanatismo, no existe más sentido que el
plazo, sólo así tiene sentido la acción buena,
que uno da y pone; el fanático no reconoce límites
solamente así no se destruye su sentido inmanente
morales a su proceder, debido a que parte de la
con la marcha del mundo. La persona serena actúa
idea que sólo gracias a él mismo adquiere sentido
con firmeza pero ha aceptado la marcha de las
el mundo. Contrario al fanático aparece la figura
cosas, lo que posibilita su actividad y su posible
del cínico, que no adopta el partido del sentido
fracaso. Sabe que no es por él y por su actividad
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por lo que el sentido penetra en el mundo. Serenidad no significa pasividad, renunciar a
del mundo contemporáneo: no reducir lo otro a lo mismo.
cambiar el mundo, sino por el contrario es la afirmación de una realidad que merece ser modificada.
Este problema es indagado por Norberto Bobbio (1997) en su libro «Elogio de la templanza», en el cual el autor aborda la noción de discriminación.
La serena aceptación de la realidad es la
¿Qué es la discriminación? ¿Atenta contra la
condición para que el hombre pueda vivir consigo
justicia y los derechos fundamentales? ¿Es injusta
mismo y con sus semejantes, y la condición para
e ilegítima?
que el sentido subjetivo de la vida no sea desmentido por la realidad. No existe sustitutivo alguno para la serenidad, nunca y bajo ninguna circunstancia, pero sí existen muchas circunstancias que dificultan vivirla, tal es el caso de la cuestión de la diferencia.
Para Bobbio (ya citado), la discriminación se funda en un juicio de hecho a partir de constatar de manera fáctica la diversidad entre hombre y hombre, entre grupo y grupo, entre comunidades y
hechos distintos entre sí. Este juicio
discriminatorio, aquel que se funda en un juicio de hecho, es elemental para poder pensar la manera
4. LA ACCIÓN ÉTICA FRENTE A LOS NUEVOS ESCENARIOS Nuestra cultura ha tenido durante mucho tiempo la tendencia a reducir la alteridad – lo diferente-, a la unicidad -lo mismo-. El célebre antropólogo estructuralista Lévi-Strauss (1992) analiza, en el texto «Raza e historia», la forma en que la diversidad cultural ha sido teorizada por la cultura occidental.
El
etnocentrismo,
o
falso
evolucionismo, se presenta como un modo de pensar la diferencia que reduce lo otro a una etapa
de posicionarse frente al mundo. De este modo la discriminación posee una connotación positiva. Ahora bien, ¿cómo se pasa de una discriminación que funda la diferencia como tal a una discriminación que la excluye? Nos encontramos frente a un segundo nivel del juicio discriminatorio. No es un juicio de hecho. Estamos ante un juicio de valor. Se puede entender perfectamente que es diferente decir que dos individuos, grupos o comunidades son distintos,
anterior de la constitución de lo mismo. De este
tratándose de una mera corroboración de hecho
modo, las culturas no occidentales son llamadas
fundada sobre datos objetivos, concretos y
por Occidente culturas primitivas, es decir, son
tangibles, a decir que uno es superior o inferior al
asimiladas a etapas anteriores de la cultura
otro: «un juicio semejante introduce un criterio
occidental. ¿Cómo puede Occidente, entonces,
de distinción ya no fáctico, sino valorativo, que
teorizar la diferencia sin reducirla a una mera etapa
como todos los juicios de valor, es relativo,
en el despliegue de lo mismo?. Éste se ha
histórico o incluso subjetivamente condicionado».
presentado como uno de los problemas centrales
Quedan, de este modo, claramente diferenciados
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aquellos juicios fundados en algo del orden de lo
de la historia y de las relaciones sociales se nos
natural de aquellos histórico-sociales. En el
presenta como ya dado, su origen histórico y
establecimiento de algún criterio de valor que, al
cultural está siendo negado, de allí el carácter
decir de Bobbio (ya citado), viene normalmente
absoluto de las premisas valorativas que, al no ser
transmitido acríticamente y pasivamente en un
reconocidas como tales, pueden dar fundamento
contexto determinado y que en rigor se sostiene
a la exclusión de aquello que es objeto de
sobre la fuerza de la tradición, es donde la
valoración.
discriminación comienza a desprenderse del valor de la diferencia.
Esta situación implica el quiebre de la diferencia frente al imperio de la unicidad. Cabe, entonces,
Esta relación valorativa con la diferencia puede
preguntarse si existe o no la posibilidad de poder
dar lugar a una concepción «virtuosa», en términos
actuar, en diversos espacios y momentos, con la
aristotélicos, por la cual quien está en un nivel
herramienta ética de la diferencia.
más alto de bienestar puede impulsar el desarrollo
Sin dudas, este trabajo apela a una doble
de aquellos que por razones histórico-culturales
vertiente: por un lado, al terreno de la sociedad en
se han ubicado por debajo. O bien, puede dar lugar,
su conjunto para insistir en defender la diferencia.
o servir de fundamento, a otra concepción que
Pero, además, corresponde a cada uno, como
llamaremos negadora de la diferencia.
sujeto responsable, denunciar su renuncia, no
Es a partir de esta forma valorativa de la diferencia que puede insertarse, según Bobbio (ya
callar ante la desigualdad que implica negar la subjetividad desplegada en libertad.
citado), una tercera modalidad del juicio: «…se puede pensar perfectamente en un individuo que
BIBLIOGRAFÍA
se considere superior a otro, pero que no deduzca de ese juicio la consecuencia de que sea su deber convertirlo en esclavo, explotarlo o, aún más, suprimirlo». Este tercer nivel se sostiene sobre la base siguiente: a partir de una superioridad, se da lugar al derecho de sometimiento, supresión y muerte del otro.
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