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Informe Literario Sobredosis De Alberto Fuguet 1.− De acuerdo a lo Leído. ¿Por qué el libro se llama sobredosis?. Fundamente su respuesta con un párrafo por cada cuento, indicando él número de página. Los cinco cuentos que componen el libro incluyen un elemento muy importante para el desarrollo de los mismos, La drogas. La drogas, son o fueron consumidas por todos los protagonistas de los cuentos, aunque nunca, al menos no ha sido mencionado, ninguno de ellos tuvo un exceso de drogas letal, que se conoce con el nombre de sobredosis, aunque sí lo analizamos, todos tuvieron de alguna u otra forma, sobredosis de otras cosas, como en el cuento Pelando a Rocío donde tuvo un exceso de Alcohol e inmadurez, o en el cuento Los Muertos Vivos donde los Goonies tuvieron muchos excesos para ser tan jóvenes, tan niños. Las drogas son una característica vital en los cuentos, y se ve claramente en el cuento Deambulando por la orilla oscura cuando los efectos de las anfetaminas que había consumido hace poco, le habían caído pesado: Sintió que lo seguían. Apresuró su paso: Welcome to the jungle, it get worse here everyday. Debían ser los guardias de azul. Seguro que sí. Imaginó cómo, poco a poco, iba a extenderse el pánico a través de todo el Apumanque. Las viejas correrían a ver el espectáculo, ansiosas de saber sí el herido era suyo o de alguna conocida. El efecto de esas anfetas le había distorsionado todo, tal como quería, sentir un poco de intensidad rea, pero ahora le estaba llegando el bajón, el sueño, le hacía falta un poco de jale que se conseguía el Chalo en ese bar de General Holley. Sobredosis, página 14 En el segundo cuento que compone este libro, Amor sobre ruedas, No se habla de drogas directamente, lo que tenían era sí, un exceso, ya que, todas los fines de semana por la noche, salían a la conquista de hombres de auto en auto, y tal como los drogadictos, ellas nunca se consideraron fuera de control, aunque todos les dijeran que era un vicio denigrante. Todos los fines de semana, incluso los domingos después del Japening o del fútbol, Sandra y Márgara se subían a un Toyota Celica azul cielo y recorrian Apoquindo buscando tipos "o minos, como decían ellas" con quienes pinchar. Era casi como un deporte, un verdadero hobby, pero a ella les parecía bien, entendible, para nada un vicio denigrante como les habían dicho por ahí Sobredosis, página 19 En el tercer cuento Los muertos vivos los Goonies (compuesto por Drago, Bambam, Pipe, Polo y Rocky), a pesar de su corta edad, consumían drogas y frecuentaban grupos compuesto por adolescentes de más edad: Drago está fuera de órbita, a su lado, muy cerca, como un satélite obeso, sin ninguna coordinación, desarmándose entero, amarrándola por atrás, apretando sus muslos inmensos, jugando con esas esponjas delanteras, demasiada sobredosis esta noche, se ríe solo, ya no aguanta tanta mirada, tanta talla y doble sentido, tanto infierno inútil. Sobredosis, páginas 40 y 41 En Pelando a Rocío La protagonista, quien narra la historia, asistió a un evento artístico, dónde la gente consumía drogas: ...Onda marciano, maraco, drogadito, yo no caché. No era feo, pero tenía todo el maquillaje corrido y empezó a jalar coca ahí mismo, sacó una cucharita y me convidó... Sobredosis, página 48
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En el quinto cuento No hay nadie allá afuera un hombre ya casi maduro, recuerda su adolescencia de drogas y alcohol cuando encuentra a un viejo compañero de universidad, quien no ha cambiado en nada. Ya ni me acuerdo cuándo o que día conocí al Miguelo, Fuimos compañeros de Universidad y amigos. Entre las clases malas, los paros y las asambleas, había tiempo de sobra para ir al cine [...] comer pizzas, fumar hierba, ver video clips, jugar póker. Sobredosis, página 84 2.− ¿Cuál es el tipo de focalización más usado en los cuentos?. Fundamente su respuesta con un párrafo por cuento, indicando el número de página. La focalizaciones más usadas son la interna y la cero, la interna es usada en los cuentos Pelando a Rocío, No hay nadie allá afuera y en parte del cuento Los muertos vivos La cero es usada en los cuentos Deambulando por la orilla oscura, Amor sobre ruedas y en casi todo el cuento Los muertos vivos Pelando a Rocío. Focalización interna: Déjame seguir: bueno, como ya sabís, con la Rocío éramos súper buenas amigas, pero amigas desde el colegio, poto−y−calzón, amigas de toda la vida. Sí hasta nuestros papás se conocían desde siempre... Sobredosis, página 50 No hay nadie allá afuera. Focalización interna: No sé cuando empezamos a distanciarnos, cuando el grupo, nuestro lazo, nuestra pandilla de Toby, se acabó. Tampoco recuerdo el día en que se fue de Chile. Ni fui al aeropuerto. Había abandonado el último año en la escuela: <
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Deambulando por la orilla oscura: • Amor: En Deambulando por la orilla oscura definitivamente lo que se muestra es una completa ausencia de amor, inclusa de amor propio, lo que llevó a destruir su organismo con drogas y hasta a suicidarse: Ya no había mucho que hacer. La muralla por donde arrancaba llegó a su fin. Los cadáveres jóvenes también se pudren, pensó, pero ya no había nada que hacer y el asunto le parecía emocionante, entretenido. Pegó un salto y voló varios segundos hasta estallar en el pavimento trizado. El cuchillo rebotó lejos, cayendo bajo el único farol que funcionaba. Sobredosis, página 17 • Soledad: Durante la escena de persecución, el Macana estaba completamente solo, y necesitaba ayuda: Agotado, comenzó a descender por la rampa de los autos. La parte de atrás del centro comercial parecía sacada de Blade Runner: puro cemento, murallas altas, vidrio mojado. Silencio total. Ningún espectador, ningún amigo. Sobredosis, página 16 • Solidaridad: Una multitud en el Apumanque fue corriendo a ayudar al Yuko, quien estaba herido: El casi centenar de compadres, con sus respectivas groupies, que se habían congelado en el callejón trasero de puro pánico, ya habían reaccionado. Hubo gritos, llantos, tipos que salieron soplados a buscar ayuda, otros que se subieron a las micros por si llegaban los tiras o los pacos. Las minas trataron de curar al Yuko, que yacía herido y sangrando, aterrorizado como nunca antes. Sobredosis, página 15 • Amistad: En este cuento, el protagonista parecía odiar la amistad y todo lo relacionado con personas aparte de él: ...Odiaba el Apumanque, quizás por eso iba tanto. Todos esos parásitos que vegetaban en el Andy's, puras papas fritas y pinchazos, comida rápida taquilla pura, amistad en polvo, esa onda. Sobredosis, página 13 Amor sobre ruedas • Amor: El título dice mucho, dos chicas que quieren conocer el amor se aventuran todos los martes por la noche en el centro de Santiago buscando a su pareja ideal: Cada vez que salían de ronda, como está extraña noche, se cruzaban con un buen número −un aterrador número" de mujeres que buscaban lo mismo o quizás aún más, porque algunas de ellas iban a la pelea firmeza y Sandra y Márgara andaban en la onda tranquila, tratando de conocer tipos para después elegir al más adecuado, al más tierno del montón. La competencia, entonces, era dura, sin compasión. Sobredosis, página 21 • Soledad: Ellas estaban solas, no tenían pareja, por esa razón recorren juntas Santiago: Algunas antiguas compañeras de curso con las que se juntaban a tomar once, a pelar, les habían dicho, no mucho antes, que era decadente y triste eso de andar buscando hombre en la calle. Hasta peligroso. Ellas les respondieron, en cambio, lo nque ya tenían asimilado: 0¿De que forma vamos a conocer hombres0 Y, de alguna manera, eso era cierto. En sus respectivos institutos ya ubicaban "Como decía Sandra" al ganado masculino disponible. Sabían perfectamente quien era quien, o sea, que ninguno las inflaba demasiado. Los compañeros de curso eran solo eso: compañeros. Y se acabó. Claro, podían meterse a alguna actividad, ¿pero cual? ¿Gimnasia aeróbica?: puros maricones. ¿Cursillos de filosofía, de poder mental, talleres literarios?: puros locos, huevones trancados. No, no eran de esa onda. Para nada. Sobredosis, página 20 • Solidaridad: Márgara y Sandra se ayudaban mutuamente, una conducía mientras la otra conquistaba para las dos: La que manejaba era Márgara, la dueña del Celica, que por esas cosas del destino no era la que llevaba las riendas a la hora de hacer la conquista. Las razones eran básicamente dos: debía preocuparse de guiar bien el auto [...] y lo otro era que no le pegaba tanto al oficio de engrupir como la Sandra, su amiga y copiloto, la cerebro del dúo, que era bastante atractiva [...] se juraban las reinas del pinche sobre ruedas, las Cagney y Lacey de Apoquindo, aunque estaba claro que eso era pura imaginación, porque había otras minas a las que les iba mejor en eso de la conquista auto a auto. Sobredosis, página 20 • Amistad: Márgara y Sandra eran buenas amigas: Sandra y Márgara eran buenas amigas, aunque igual se aserruchaban el piso a la hora de la verdad. Cada una por su lado y que gane la mejor si se la puede. Se conocían de toda la vida, compañeras de curso y de banco, con todo lo que eso implica. Sobredosis, página 3
20 Los muertos vivos: • Amor: Los Goonies, los Durán y muchas otras personas diferentes y distantes, se unían por una sola cosa, el amor a Los Muertos Vivos: A todos les gustaban los muertos vivos, al Pipe más que a nadie. Los cinco tenían sus casettes, compraban la rockstock todas las semanas porque traía las letras y tenían posters de eloos en las puertas de los closets o pegados en los techos. Todos querían a Los Muertos Vivos, era que no. Admiración real, identificación pura. Sobredosis, página 31 • Soledad: Un miembro de los Durán, el Laucha, siempre estaba solo: El Jaguar atina con la Sara, la misma de Tongoy, la del tanga y los ojos verdes. Taquillando para variar, el Laucha, que siempre está solo y por eso cuenta tanto chiste, canta con cero entonación uno de los mejores temas del Tiví. Sobredosis, página 35 • Solidaridad: Los Durán permitieron que los Goonies fueran al Concierto, los transportaron, les dieron entradas, todo: Drago, que no panda el cúnico, tú, y los Goonies van, no van a quedarse parqueados y perderse el evento del año. Este pechito invita, no te preocupes, el sábado tipo ocho los pasamos a buscar a la casa del Pipe, cero problema, vos no más callado, no hablís mucho que tu padre es facho, huevon y con ese tipo de gente nunca se sabe. Sobredosis, página 34 • Amistad: Los Goonies, a pesar de que se pelearon por una mujer, son amigos: Los Goonies caminan lento, aburridos, hasta llegar a la avenida. Supongo que aún somos amigos, opina el Polo. Seguro, responden. El Drago los mira y se ríe. Se queda pensando, dan unos pocos pasos lentos hasta llegar a la esquina. Una micro se acerca, el Pipe la hace parar. Sobredosis, páginas 43, 44 Pelando a Rocío a) Amor: La protagonista, en el fondo sentía celos de que su amiga Rocío hubiese encontrado el Amor antes que ella: Rápidamente capté la movida y me dí cuenta que el Juan Luis era su hombre y que eran tal para cual. Sí el tipo se juraba perfecto, el hijo que toda madre desea Sobredosis, página 55 b) Soledad: La protagonista se sentía sola en la fiesta: El huevón ni me pescó, partió a juntarse con un uruguayo que bailaba hecho una loca y 0querido0pacá y pallá y yo al medio, sintiéndome como el forro, parando el dedo, así que atiné, di una vuelta por el galpón y me dedique a mirar las pinturas Sobredosis, página 34 c) Solidaridad: Las amigas de Rocío fueron solidarias con ella en su crisis: Nos despedimos fríamente. Nos agradeció los regalos e Ismael salió a dejarnos a la puerta y me habló bastante, que la Rocío siempre le había conversado sobre mí, que gracias por todo, los regalos les venía como anillo al dedo ya que estaban sin un peso Sobredosis, página 71 d) Amistad: Rocío y La protagonista eran grandes amigas: Déjame seguir: bueno, como ya sabís, con la Rocío éramos súper buenas amigas, pero amigas desde el colegio, poto−y−calzón, amigas de toda la vida. Sí hasta nuestros papás se conocían desde siempre... Sobredosis, página 50 No hay nadie allá afuera • Amor: El protagonista estaba enamorado de su esposa, Cecilia: En realidad fue Miguelo quien conoció a la Cecilia durante un Festival de Cine de UC. Él me la presentó, pero fui yo quien me enamoré de ella al segundo, fui yo quien se dio cuenta de que ella era quizás mi único escape, mi última oportunidad Sobredosis, página 85 • Soledad: Cuando el protagonista conoció a Cecilia, Miguelo se sintió desplazado y solo: Mi pololeo trizó mi relación con Miguelo. Me puse tan engreído [...] que ni me preocupé de sí él se sentía desplazado, 4
afuera, solo. Miguelo nunca me dijo nada, no me criticó y yo tampoco intenté tocar el tema. Se fue alejando de a poco, recorriendo Santiago con mi misma pandilla que ya me parecía insoportablemente adolescente, quedándose dormido en cualquier casa, cayendo preso por drogas, por lanzar panfletos. Sobredosis, página 85 • Solidaridad: Miguelo le ofreció al protagonista un café: "¿Quieres café? "Hace un par de horas que lo estoy deseando "le respondí "Yo voy. Te invito "Espero que no sea instantáneo, sería el colomo. Y partió Sobredosis, página 88 • Amistad: El protagonista fue un gran amigo de Miguelo: Ya ni me acuerdo cuándo o que día conocí al Miguelo, Fuimos compañeros de Universidad y amigos. Entre las clases malas, los paros y las asambleas, había tiempo de sobra para ir al cine [...] comer pizzas, fumar hierba, ver video clips, jugar póker. Sobredosis, página 84 4.− Alberto Fuguet es un autor chileno que ha escrito en base a sus propias experiencia. Escriba la biografía y encuentre cinco características de su vida que se encuentren en los cuentos. Fundamente su respuesta con un párrafo por similitud, indicando el número de página. Alberto Fuguet, nacido en Chile en 1964 pero que vivió en Encino, California hasta la edad de 13 años, es un escritor que ha destacado desde mitad de la década de 1990 como punta de lanza de la Nueva Narrativa Chilena. Realizó sus estudios en Santiago y se tituló en periodismo por la Universidad de Chile. Columnista, crítico de rock y cine, novelista y guionista, Fuguet ha influido en muchos escritores contemporáneos gracias a su oposición al realismo mágico latinoamericano y por su apuesta por una literatura más real y urbana. Latinoamérica, para él, no se trata de "tucanes parlantes y abuelitas volando" (imagen que tienen los extranjeros acerca de la literatura del cono sur del continente), sino de una realidad más fuerte que ha tratado de plasmar en sus textos. Muestra de ello es la recopilación de cuentos de varios autores McOndo, que editó él mismo. Esto, además de sus constantes referencias a la cultura pop norteamericana (cine, rock y televisión), han hecho que sus detractores lo llamen "extranjerizante", cosa que no ha disminuído su influencia. Su prosa ágil, llena de referencias, ha sido creada gracias a su aguda observación del habla urbana, además de su dominio del inglés como lengua que habló durante su infancia. Su primer libro de cuentos, Sobredosis (1994) fue todo un éxito en su país natal, pero su consagración llegó con su gran novela Mala Onda que trata de un joven santiaguino en la década del 80 para el golpe militar. A esta le siguieron Tinta Roja y Por favor, rebobinar, una novela sorprendente por su estructura y sus personajes, todos pertenecientes al mundo metropolitano de Santiago. En 2003 lanzó su libro semiautobiográfico Las películas de mi vida (editado por Alfaguara, como la mayoría de sus libros) en la que un sismólogo analiza su vida mediante las películas que lo han marcado. En 1999, Fuguet fue elegido por la revista Time y CNN como uno de los 50 líderes latinoamericanos del nuevo milenio. Su novela Tinta roja fue llevada al cine en 2000 por Francisco J. Lombardi. Uno de los sueños del escritor siempre fue dirigir su propia película, cosa que logró en el 2005, con Se Arrienda (ya 5
había escrito el guión original de Dos hermanos de Martin Rodríguez). La película, con Luciano Cruz−Coke y Francisca Lewin en los roles principales, relata la historia de un joven semi−adulto que enfrenta los conflictos propios del abandono del hogar paterno en la edad intermedia, las primeras decisiones profundas y una que otra desilusión. Fue parte de una ola de nuevo cine chileno que incluyó a "Play" de Alicia Scherson, "En La Cama" de Sebastián Bize y "Fuga" de Pablo Larraín. La banda sonora de "Se Arrienda" fue compuesta por Andrés Valdivia. Alberto Fuguet, al igual que el protagonista del cuento No Hay Nadie Allá Afuera vivió parte de su vida en Estados Unidos: "Bueno, mira, vivo en el Village, pero en el east Village, que es dónde está la papa: el otro Village está muy gay, muy elegantoso, puros restoranes. En todo caso, se caga cien veces a Bellavista y Lastarria juntos. Calro que antes de llegar a New York anduve vagando a lo Jack Kerouac por las rocallosas y UTA. Me tiré a una mormona drogada. Recorrí el continente. Tomé fotos. Bien buenas, las expuse en una galería del SOHO. Incluso fue el Andy Warhol y un par de los talkim Heads Sobredosis, página 79 Alberto Fuguet es autor de novelas y cuantos, igual que Miguelo, personaje de No Hay Nadie Allá Afuera: "Oye, un día de estos, cuando vuelva, te llevo unos cuentos míos para que los leas. Son medio degenerados, a lo Bukowski, pero a mis amigos les gustan. Les encuentran una atmósfera a decadencia sudamericana, cáchate Sobredosis, páginas 79, 80 Alberto Fuguet tuvo muchas influencias de la cultura pop estadounidense, igual que el Macana, protagonista de Deambulando por la orilla oscura, quien incluso toma como referente a personajes norteamericanos: Aspiró el porro, sintió cómo el humo le picaba los ojos y lo saboreó tranquilo, cero apuro, bien. It's hard to give a shit these days, pensó citando mentalmente a Lou Reed. Se río un poco, todo le parecía tan inútil. Después lanzo un escupitajo rojizo al suelo que quedo flotando en el cemento. Le pareció raro, pero ni tanto. Arriba las nubes negras pasaban rajadas. Sobredosis, página 11 El autor de Sobredosis, después de volver de Estados Unidos, vivió en Santiago, al igual que los protagonistas de Los Muertos Vivos: Ya llevaban como tres días en santiago y realmente era la nada. La peor ciudad del mundo, el peor país, puras ovejas lateadas caminando por suburbia, subiendo y bajando escaleras automáticas, tomando helado de pistacho, masticando papas fritas con Ketchup Sobredosis, página 33 Alberto Fuguet trabajo en el cine escribiendo guiones y dirigiendo una película, al igual que Miguelo, personaje de No Hay Nadie Allá afuera: Trabajo ahí como año y medio. Primero como camarero, luego hizo ciertos papeles en películas porno en blanco y negro para ser exhibidas dentro de esas famosas cabinas. Como eso lo hizo bien, tuvo buena acogida, dirigió algunas cintas para posteriormente actuar arriba del escenario Sobredosis, página 102 5.− ¿Cuál es la visión y visión que tiene del sexo autor, según este libro?. Fundamente su respuesta con un párrafo por cuento indicando número de página. Alberto Fuguet, no tiene, al parecer, una visión muy positiva respecto al sexo, pues, según sus cuentos, le da un carácter inmaduro, denigrante y hasta animal, pues, no lo considera como el acto maduro que debería ser, además considera que las mujeres deben ser señoritas y, evitar el sexo, para así evitar los rumores, tal como se ve en Amor Sobre Ruedas: Es difícil creer que dos mujeres jóvenes que salen a buscar hombres "tenían su tope en tipos de treinta" no lleguen hasta el final. Tampoco atracaban. Y no era, porque no lo desearan sino simplemente por la fama. Santiago es, en el fondo un pueblo chico y, tal como siempre repite la Márgara, la 6
que se da el lujo de saltar de cama en cama después lo paga. La idea entonces era, conocer tipos en auto, aceptar que las convidaran a tomar bebidas, decir que sí, estar un rato, intercambiar teléfonos, a lo más ir a un mirador y casi nunca tener un contacto mayor. Sobredosis, página 21 Tambien se ve en el cuento Los Muertos vivos, donde caso contrario, se estaba hablando sobre una mujer que era desenfrenad y buena para el sexo: El Conejo: ¿te acordaí del Vaca? Bueno, la huevá es que terminó con la Sofía [..] ahora atina con esta Nanny, una loca más reventada que él [...] La comadre ésta resulta que trabaja para una radio clandestina que tienen unos curas holandeses de no se que población y la mina "que es fea pero buena pa'l pico y hasta escribe con seudónimo para la Rockstock Sobredosis, página 34 En el cuarto cuento de este libro, Pelando a Rocío, Rocío parecía tener un sentido más maduro del sexo que su amiga, la protagonista, porque consideraba más al sexo como un acto de amor que como un placer fugaz: Después de la fiesta que duró toda la noche, partimos a la playa [...] Yo con ese gallo Horst nos metmo al mar en calzoncillos "yo en sostén obvio" y eso escandalizó a todo. A mi eso me calentó más que la cresta, y como andaba con ene trago, la Rocío me retó. Me dijo que las estaba cagando, que por favor me ubicara, que Juan Luis estaba furia [...[ Todo porque el imbécil de Juan Luis no la tocaba, era más virgen que la chucha, pura paja seguro En No Hay Nadie Allá Afuera, Miguelo hablaba del sexo como si fuera un adolescente, mientras que su amigo, parecía más maduro. Miguelo además, trabajo en un bôite porno, denigrando de esta forma, al sexo en todas sus expresiones. Trabajo ahí como año y medio. Primero como camarero, luego hizo ciertos papeles en películas porno en blanco y negro para ser exhibidas dentro de esas famosas cabinas. Como eso lo hizo bien, tuvo buena acogida, dirigió algunas cintas para posteriormente actuar arriba del escenario Sobredosis, página 102 Respecto al último cuento, no se habla acerca del sexo, pero se puede suponer, que el Macana inició o iniciará su vida sexual a muy corta, pues dicen que creció rápido: Abajo al final de la curva que bajaba, dos guardias con los ojos fijos en el Macana. No le era desconocido ese tipo de mirada. A lo largo de sus años "se crece más rápido cuando no se tiene a donde ir" la había visto varias veces: inspectores, médicos, siquiatras, jueces, policías 6.− Realice una tesis para poder explicar en el cuento inicial y en el cuento final, el protagonista termina con su vida. Acabar con la propia vida, el suicidio, es un acto que se le atribuye a los depresivos bipolares, (o maniaco depresivos) sin considerar a veces, a una persona bajo la influencia de las drogas y/o la presión, el sentir que no hay salida para sus problemas. Alberto Fuguet nos habla de esa clase de suicidio en sus cuentos Deambulando por la orilla oscura y en No Hay Nadie Allá Afuera, en el primer caso, un chico se suicida por no tener a dónde ir, en el segundo caso, que no es tan literal, un hombre se dispara en la cabeza porque siente que su vida está acabado, en el punto máximo de la decadencia. El Macana, protagonista de Deambulando por la orilla oscura, es un chico de trece años que, a pesar de su corta edad, es un pandillero, un drogadicto, un criminal, involucrado en peleas de cuchillo, aspirando cocaína y lanzando bombas lacrimógenas en las discos. Después de un enfrentamiento con cuchillo, el Macana, bajo la influencia de las drogas, fue a un centro comercial donde la gente, lo miraba con miedo y asombro, allí, desesperado (bajo la drogas, seguramente no pensó en un mejor lugar al que ir) corrió hacia el estacionamiento, donde empezó a ser perseguido por unos guardias, el Macan corrió de un lado a otro, sin saber donde esconderse, subió al último nivel del estacionamiento y se subió a una pared, se paró en ella y corrió hasta el final, los guardias ya lo tenían acorralado, sin saber a donde ir, sin saber que hacer, el Macana vio, lo que para él parecía, ser la única solución, y, como las drogas no le dejaban pensar correctamente, 7
encontró que su idea, no solo era desesperada sino que también atractiva, luego salto hacía el vacío, acabando así, con su corta y alocada vida. Un caso similar, lo encontramos en el cuento No Hay Nadie Allá Afuera, donde un hombre narra la historia de cómo se reencontró con amigo de la universidad, y de cómo, lo busco luego, solo para saber que se había suicidado. Miguelo, que era un hombre semi−adulto con complejo de adolescente, se había ido de su país natal, Chile, para vivir en Estados Unidos y vivir la vida alocada y llena de éxitos que él, y todo su grupo de amigos (incluido el protagonista) deseaban. Miguelo viajó a Estados Unidos, sin terminar su universidad, y allí encontró, un mundo diferente al que había soñado, un mundo lleno de conflictos y problemas, un lugar donde no basta con ser el mejor para triunfar, hay que ser perfecto, hay que luchar, Miguelo no entendía esto, y empezó a trabajar en diferentes lugares, cada uno más decadente que el anterior, hasta que terminó consiguiendo un trabajo de obrero, instalando un oleoducto en Venezuela. Miguelo se disponía a tomar un avión que rumbo a Venezuela, cuando por los azares del destino, terminó en Panamá. En el aeropuerto de Panamá, se encontró con su mejor amigo en sus años universitarios, el protagonista, que, ya no era un alocado adolescente que soñaba con cambiar el mundo, sino un hombre de familia, que deseaba una beca para estudiar en New York, Miguelo, al verlo, sintió que había desperdiciado su vida con locos sueños y vicios, y vio que su amiga, había madurado, había cambiado, y le iba mejor que a él. Luego de despedirse, cada uno rumbo a su destino, el protagonista decidió buscar a Miguelo, calculando la fecha en que llegaría, sabiendo ya que trabajaría como obrero en una instalación en Venezuela, empezó a recorre los lugares en que el trabajó, para así saber donde estaba, vio lugares realmente decadentes, su supuesto trabajo en Wierdo's no fueron más de dos artículos, su trabajo en el cine, de acomodador, y su local porno, bueno, ni siquiera era suyo, el protagonista buscó desesperadamente a su amigo Miguelo, pero grande fue su sorpresa, al saber que su amigo, el loco de Miguelo, se había suicidado, se disparó en la cabeza, pues pensó que ya no tenía salidas para su vida tan decadente, sin éxitos, sin futuro, ya había desperdiciado su vida ¿qué más podía hacer? En ambos casos, personas jóvenes se suicidan porque no ven una salida a sus problemas, con desesperación deciden escapar de los problemas, que terminaron por vencerlos, ya sean estos unos guardias en un centro comercial, o una serie de conflictos en un hombre inmaduro. El suicidio es, una decisión desesperada en todo caso, y se toma sin pensar demasiado, el caso del Macana es la prueba de esto.
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