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DE ¡5 DE AGOSTO DE 1951.
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Los
4 Gatos
FOLLETO GRATUITO DE LA AGRUPACION MADRILEÑISTA
N o. 7
Son Juan de Letrán 80. 4’ Piso.
31 ds Diciembre de 1951. — México, D. F.
ESPAÑA Y EL ORNATO DE MADRID Un año m ás... Un año más tienen LOS 4 GATOS, que cuentan por delante con siete vidas cada uno. ¡Cuántas crónicas habrán empezado con estas tres palabras! Un año más. .. En nosotros debiera ser motivo de alearía. Aun cuando sea penoso para cada "gato" ser un año más viejo, en cambio en la entidad es razón para que estemos satisfechos: la Agru pación madrileñista tiene ya vitalidad propia; no vá ligada a grupos ni personas. Es más: a veces, por la fuerza de su absoluta personali dad, de su personal prestigio, tiene presencias bien distintas de quienes la rigen o la hayan regido. Un año más, por consiguiente, en cierto modo debe ser motivo de satisfacción; y debe mos felicitarnos por ello, ¡no faltaba otra co sal Ahora bien, para los españoles, para los que aman a España, para los madrileños y madriteñistas que han encontrado simbólicamen te en la exaltación del buen humor de Madrid el amor a nuestra España, esas tres palabras tienen, inevitablemente, un son de angustia. ¡Un año m ás!... ¡Un año más de cárcel allá! ¡Un año más de destierro, desperdigados por el mundo! Un año más de vergüenza para el hombre, sea el que sea, si advierte ese es pectáculo que se nos ofrece con el acerca miento de grandes países responsables hacia un dictadorzuelo militar, capaz de vender a su pa tria por unos talegos de dólares, que puedan proporcionar el armamento suficiente para que te sean velados el sueño y la digestión a un asesino, en la antesala de la Historia. LOS 4 GATOS, en este año de su creci miento indiscutible —todos los síntomas lo di
cen—, han pretendido cumplir con su deber: alegres fiestas, fraternidad entusiasta, odio al régimen dictatorial... Ese ha sido el coctel de nuestras actividades. En el tiro al blanco de nuestros recuerdos y de nuestras oraciones entrañables, diriamos que es al mapa de España al que dirigimos las flechas entusiastas —los flechazos, mejor— de la emoción y del más apasionado fervor; y en el 1000, como en el tiro al blanco, Madrid. ¡Madrid!, nido de buena gente, pueblo ple no de gracia en su silueta, de simpatía callejera y municipal, en un pedazo áspero de la geogra fía española. De ese modo, nadie podrá decir que pretendió robar bellezas exteriores ni teso ros naturales a las regiones, que en ello la su peran con exceso. Además, Madrid, capital de España, tradicionalmente ha seguido su cami nar sin lujos excesivos, sin prosperidades des proporcionadas; irradiando, en cambio, sus me jores deseos para el mapa total. Solo ahora, bajo la dictadura, por ese afán hipócrita, engañoso, embustero, de todas las dictaduras, el embellecimiento de la capital ha pretendido ser suntuoso, con unos camellones en la calle de Alcalá, un edificio alto en la plaza de España, y los jardincillos y el par de fuentes de ¡a Puerta del Sol, que los madrileños llaman ya "las vinagreras". LOS 4 GATOS, con tal motivo, levantan sus cuatro manos diestras, y lanzando un so lemne maullido, proclaman: "¡Juramos no agradecer a la dictadura franquista el ornato actual de Madrid, florecido mientras la miserable ambición de los menos y la triste miseria de los más, van dejando desga rrado el suelo de toda la Patria!"
EL EXCMO. SR. PRESIDENTE Como consecuencia del «avio do un paquete de números de nuestra revista a Paris, recibimos inespera* damente la solicitud de ingreso del Excmo. Sr. Don Diego Martines Ba rrio. Presidente de la República Espa&olc. No es preciso decir la sincera s a tisfacción que nos produjo la sor presa. En una carta le manifestamos nuestra satisfacción; y a ella con testó con la que tenemos el placer de reproducir: "EL PRESIDENTE DE LA REPUBLI CA ESPAÑOLA “Paris 6 de noviembre de 1950. “Querido amigo: Acuso recibo de su carta fecha 26 de Octubre. Ha sido para mi una satisfacción y un honor ^inscribirme como socio en e sa Agrupación madrile&ista. que tan gratos recuerdos evoca. No lo habla hecho antes porque ignora b a si era una Agrupación de puer ta abierta o un Circulo de amigos circunscrito a los fundadores. “Pero en fin nunca es tarde para hacer lo que se debe, e incluso la ocasión presente me parece propi cia, pues en esta hora desventura da consuela el ánimo la coinciden cia y reunión de quienes permane cemos fieles al amor a España. —cu yo corasón sigue siendo Madrid.— y a la República. “Con mis saludos para todos esos amigos le reitero la expresión de mi viejo alecto.—Diego Martines B a rrio".
EL DIA 7 DE NOVIEMBRE E l d ia 7 d e noviem bre último, nues tro entidad dirigió el siguiente men saje: "Señor G eneral don fo sé M IA JA . "Ciudad. "Nuestro distinguido am igo: "Con el más sincero respeto y cor dial alecto, en esta fech a ¡a A grupa ción madrileñista le envía un fervien te saludo. "El presidente — E l Secretario. (Firm ado)".
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OTRA VEZ SERA SEÑORES Teníamos anunciado nuestro de seo de dedicar este número a Espa ña. Lo hubiéramos hecho sin es fuerzo, puesto que todos nosotros sin dejar de ser madrileñistas, he mos manifestado por delante nues tro fervor por el conjunto del mapa; de! cual forma parte ese ombligo central —política y geográficam en te— quo nuestra Agrupación tieno por costumbre exaltar de buena fé: Madrid. Pero el "gato" propone y Dios dis pone, y el exceso de material, rela tivo a nuestras fiestas, no nos d eja rla espacio para extendernos como el tema — |y qué tema!— se more-
FIESTA DE MANTONES Más de cincuenta mantones de Manila, todos ellos a cual más ricos, bellísimos todos y lucidos con gracia y garbo madrileños, aunque fuesen a veces llevados por asturianas, michoacanas, vascas o jarochas, dieron un extraordinario realce a la verbena de los mantones ce lebrada el 19 de mayo último por la agrupación madrileflista "Los 4 Gatos" en su centro social de San Juan de Letrán 80. con motivo de San Isidro, patrón de Madrid. Confeti y serpentinas, churros y aguardiente, cho colate y chotis, mazurkas y pasodobles, como en las más castizas verbenas de los Madriles, fueron las ca racterísticas de la fiesta. Al filo de la medianoche, un jurado compuesto por la señorita Aurora Molina y el arquitecto Eduardo Ro bles, vocales de la entidad, con el poeta mexicano T o más Perrin y don Fernando Arisnea, otorgaron los pre mios al mejor mantón, y a la que lo llevara con más garbo, para lo cual desfilaron las concursantes, girando al compás de un chotis. Resultaron premiadas la señora Del Olmo con un espléndido centro de flores, obsequio de Ras-Martin, y la señora Marn|a Artlnas, con un frasco de esencia de "Los 4 Gatos”; pero fué tarea difícil, ya que se lucie ron mantones maravillosos, algunos fuera de concurso
PROGRESO VERGARA Registramos aquí con profundo dolor el dramático fallecimiento de nuestro asociado Progreso Vergara. uno de nuestros más insignes com pañeros, que siempre expresó su simpatía por la ciudad de Madrid, a pesar de no haber tenido ocasión de visitarla. En nuestro número anterior se pu blicaban algunas palabras de las que pronunció el representante de nuestra junta Directiva en el entu siasta homenaje que se ofreció a Progreso Vergara. por los grandes éxitos profesionales, indiscutibles y justos, de su vida de periodista, conseguidos en México. Con la misma intensidad que hi cimos entonces patente nuestra sa tisfacción, anotamos ahora el dolor que nos produjo la dramática muer te. do tan destacado vasco. LOS 4 GATOS depositaron en su tumba un puñado de claveles ro jos. En aquel acto impresionante. Inolvidable, numeroso y sincero, ese fué nuestro modesto, pero fervoro so homenaje. La muerte de V ergara, hombre jo ven e inteligente, fué una gran pér dida para México y para España. ce; en decir, como lo teníamos pro yectado. Otra vez será. Y acaso lo divida mos en dos: el de la periferia y el do las Castillas, sin olvidarnos de dedicar uno más a las maravillas do México.
por razones de delicadeza, como los de la señorita Mo lina. jurado, y los de las esposas de los Jurados Tomás Perrin y Eduardo Robles. |MAS M A N TO N ES! Otros mantones que llamaron poderosamente la atención fueron los de las señoras y señoritas Loyde Molina, Estela Vargas, Antonia Pastor. Modesta P. de Serrano, Palacios, Ortiz de Záratc, Alvarez, Nieves B. de Moreno, señora y señorita de Vidal, Aguilar, Cajtedo, Pedrita, Maria del Carmen González, Carmen D. de Cruz, Paca de Blas, Diz, Hayas, Santacruz, Rodrí guez Carreras y otras muchas, todas con sus magníficos mantones de Manila. Además asistieron, entre la numerosa concurrencia, las señoras y señoritas de Martínez, Mere de Hoyo», Maria Badia, Villa, Morales, Inés Luis. Alejandra y Mercedes Sánchez, Moneada, Peralta, Begofia López Jáurequl, Garrido. René Cloudón, An'ta Román, Julia Garda, Aurora S. Palma, señoritas de Tordeslllas, Au rora Rrrrupa. Carrillo. Dolores García señoritas de Ló pez, Katia Caar'llo, Salud Sánchez. Rosario Rodríguez, Gasta Rorriá, Felisa García. María Molina de M ne-o De Catalá. Valept'rm García. Salinas. Merceditas G. Trillo, señoritas de Salinas v otras muchas que hicieron innu merable la concurrencia. Ta animada verl-ie-n de l«s mantones, ornanizada por los mad-'leflos r*p "Los 4 Gatos” v amenizada por la omnesta Th»ria, dlc su fin cuando entraba la primera claridad del día.
EVOCACION DE LOS MADRILES Por
En d banquete qu e LO S 4 G A T O S ofrecieron el Dr. ¡acinto S eg o via para festejar tu nombramiento de S ocio d e H onor, d el cual dam os cuen ta en otro lugar d e la revitta. el ilustre doctor le y ó un em ocionado discur to. en gran parte dedicado a Madrid. N osotros nos hem os perm itido traer esta página esa evocación m aravi llosa y sentimental, publicando en su debido sitio los d em is conceptos de sus cuatillas. H e aquí el M adrid d el Dr. S egovia: *
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He nacido en una calle pintoresca y popular, la calle def Humilladero, míe se extendía desde la Plaza de la Cebada a la Fuentecllja; |Plaza de fa Cebada. Puentedlla. Humilladero! sólo con oírlas nombrar evocan Inme diatamente en todos los que las he mos recorrido, su aspecto, su carác ter, con un dibu|o tan preciso y neto, como no pueden recordarse otras, más rectilíneas y ornamentadas, por tadoras de fechas conmemorativas o de nombres más o menos ilustres, pe
Jacinto
Segovia
ro que al recordarlas en el transcurso del tiempo, originan confusiones. Pocos meses después de mi naci miento, mis padres transladaron su residencia, dentro del mismo distrito municipal de la "Latina", a la calle de Bailén. Esta calle más amplia, más cuida da, dotada de pavimentación moder na, con arbolado en las aceras, tiene dos aspectos distintos; pudiéramos de cir que son dos calles diferentes, cu ya división la establece el Viaducto. E l tramo comprendido entre la pla za de Espafia v el Viaducto no tie ne carácter; su lado derecho está ocu pado por la Almudena, el antiguo Palacio Real y sus caballerizas; el izquierdo, en casi su totalidad, por los Jardines de la plaza de Orlente y por el antiguo Ministerio de Mari na. En cambio, el otro trozo, en el cual vivia, que se extiende del Viaducto a la plaza de San Francisco, aún con servando el mismo trazado, tiene un aspecto ponular bien definido: su li mite central no es sólo el Viaducto, sino la calle sobre la que éste está
colocado, la de Segovia, de tanta tra dición. Pero quienes la dan su ca rácter, son las calles que en ella de sembocan, Moreria, Mancebos, Yese ros, Vistillas y Don Pedro, que la arrastran a ellas, quitándola lo que de aristocrática y pulida tiene en su otra porción. Mi infancia, más descuidada en dis ciplina que lo que hoy es costumbre, pero más ensefladora en lo que con cierne a convivencia ciudadana, se desarrolló en el cuadro urbano en marcado por las calles de Segovia, Vistillas. Plaza de la Paja, Plazuela de San Andrés, Puerta de Moros y calle de Don Pedro, siendo su punto central la calle de la Redondilla don de vivian mis familiares maternos. Ninguna de las calles que constitu yen esta barriada es aceptable en el sentido urbanístico moderno y co rriente; calles estrechas incurvadas arbitrariamente, plazoletillas inespera das, pavimentos desiguales, casas cu yo único denominador común es la velez, ya que aunque las más son hu mildes. también entre ellas se encuen tran antiguos palacios, casas que aún
las más estrechas poseen algún balcón o ventana adornados casi siempre por algún tiesto oloroso a rosas, claveles o a!ba..aca, y en verano con alguna jaulilla que encierra una codorniz o un grillo, cuyos cansados ritmos co mienzan en la tarde, para terminar al amanecer; casas desde cuyos interio res puede determinarse la estación y la hora del día con sólo escuchar los cantados pregones callejeros, que por afios se repiten con idéntico horario; mas para los espíritus sensibles, y so bre todo para los que fuimos sus mo radores, todas ellas están dotadas de una fisonomía que las hace inolvida bles. i Un sereno atardecer otoflal, con templado desde los altos de las Vis tillas madrileñas, que dominan las ri beras del Manzanares, con el azu lado Guadarrama en el fondo, y en el intermedio el gris plateado de la Ca sa de Campo y del Pardo; una inver nal noche de luna clara, paseando por las cercanías de la iglesia de San An drés, de la capilla del Obispo, por el pretil de Santisteban, contemplando la sobria torre románica de la iglesia de San Pedro, son espectáculos de re cuerdo indeleble! En aquel ya lejano tiempo, lejano no solamente ]>or razones cronológi cas, sino por los cambios de costum bres que se han establecido, la vida de Madrid era aún de tij>o de barria da; los moradores de cualquiera de ellas, especialmente los niños, rara vez la abandonaban; el trasladarse al centro de Madrid o a sus barrios mo dernos se realizaba con poca frecuen cia, constituyendo casi una peregrina ción; esto hacia que los |uegos in fantiles. no siempre moderados y dis cretos, se realizaran en plena calle, con arreglo a un ritmo cronológico, cuya ordenación no se sabia de dón de partía, pero que hacia que por ejemplo, desde los primeros días de junio se jugara al peón, en los co mienzos del otoño al marro, hacia principios de enero a la toña, etc.; y esto con exclusión total de cual quier otro juego. Otro tanto sucedía con los juegos infantiles femeniles, en los que predominaban los ritmados con canciones, ¡quién de nosotros no se ha sentido íntimamente emociona do cuando aquí, en México, ha oido. por alguna calleja antigua, un oequefio coro infantil cantando el "Mambrú", la "Víbora del amor”, el "Arro yo de Santa Clara” o alounas otras, transcripciones fieles de las que oí mos y muchas veces entonamos en nuestra infancia. Era también carac terística una costumbre tribal, deter minante. que los que pertenecían al mismo barrio, sostenían entre si es trecha amistad, oue contrastaba con la hostilidad con los colindantes, pun to de orinen de colisiones Individuales o colectivas, cuya expresión bélica eran las denominadas "pedreas”, siem pre con alqún saldo de descalabradu ras y desperfectos de vidrios de hal cones y ventanas. Y a en periodo luvenll el panorama te ensancha por asistencia a centros docentes; primero al viejo Instituto de
San Isidro, situado en los confines de mi barriada; más tarde la Universidad y el Colegio de San Garios nos hacen penetrar de lleno en la vida madri leña. La vida estudiantil de entonces te nia características propias, y el estu diante, aún sin ser portador de uni forme ni de emblema alguno, era fá cilmente reconocido, constituyendo parte de una clase social de tipo tem poral. Nuestra vida se desarrollaba entre las aulas y el estudio, con asi duidad variable según temperamento y aficiones. Las horas de asueto se empleaban entre el callejeo por el cen tro madrileño, los espectáculos públi cos, a los que no siempre acudíamos con la frecuencia deseada por la cor tedad de recursos, los bailes y las ter tulias de café. Los bailes populares madrileños eran variadisimos, no tanto por su situación y sus habituales concurren tes. cuanto que como los juegos infan tiles estaban ritmados, en éste caso por razones climáticas. Al principio de curso los bailes a que acudíamos estaban situados en el centro urbano, contándose entre los más concurridos el de la Rosa Blanca, el de la Costa nilla, el de la calle del Barco, y en época posterior el Polistilo: en ellos la concurrencia era abigarrada, domi nando entre el elemento femenino la modistilla, la sirvienta distinguida, ti po de doncella de clase acomodada, mcnestralas, y algunas muchachlllas que comenzaban su vida ligera, y a las eme por edad y temperamento les agradaba este tipo de diversión; el mascul'no lo constituíamos en gran parte los estudiantes, señoritos achu-
EL DIARIO DEL AIRE L a v os d e la radio, en "E l Diario del Aire", que tantos españoles repu blicanos se preocupan d e oír a las 8 d e la mañana, nos honró con la si guiente alusión y elogio, referente al número anterior d e , nuestra revista: "Está circulando ,y a el número 6 de la R evista "L os 4 Gafos” edita da p or un grupo d e intelectuales es pañoles que form an la A grupación M adrilcñista. E l material d e lectura es interesante y las firm as que a v a lo ran el folleto d e "Los 4 G atos", son d e recon ocido prestigio. D el viejo tiem po d el "M adrid C óm ico", se r e producen tipos y rom ances que siem pre hem os visto con agrado. G racias, muchas gracias a "L os 4 G atos” por las sonrisas y las francas risas oue les debem os con la lectura d e su fo lleto." S om os nosotros los qu e estam os en deuda de gratitud con los señores R o sado y Corona, d e "E l D iario d el A i re". por sus palabras tan cariñosas, i/ para nosotros tan gratat.
lados, obreros jovenes y, con menos frecuencia y en menor número, hom bres ya hechos, deseosos d e continuar andanzas juveniles. Gas tardes oe los domingos y días festivos los bailari nes acudíamos a la bombilla. Venias y Cuatro Caminos. En primavera y verano nos despla zábamos hacia etsos últimos sitios y algunas veces a las kermesses, bailes celebrados con fines benéficos, coincldentes con las distintas verbenas y a las que principalmente acudían gen te de la ciase media, dándolas un to no no muy del agrado de los que con siderábamos como casi sagrado el ar te de Terpsicore. Los primeros citados eran los ver daderamente castizos y selectos. En ellos el arte de la danza era lo pri mordial, dejando la atracción sexual en plano secundario; los que tenían la fortuna y habilidad, y empleo prin cipalmente la palabra fortuna, pues creo que el bien danzar es un don innato que se perfecciona con la prác tica, ejercían una fuerza atractiva in tensa frente al «sexo contrario, sien do, dentro del templo coreográfico, más apreciada una buena bailadora, que una cara bonita; suceso aun más marcado cuando se trata de un buen bailador, que por el •hecho de tal, gozaba dentro y fuera de los centros danzarines de un predicamento defi nitivo sobre el elemento femenino, pa sando su fama de tinos a otros, ori ginándose competencias que eran re sueltas Imperfectamente en concursos de chotis, habaneras, etc.; porque ni los postergados en ellos, ni las cama rillas que los' sostenían, aceptaban más que superficialmente el fallo, al seguir considerando que su “gallo” era desde luego el mejor. En ellos se bailaba indefectiblemen te a los sones del plano de manu brio. ya que las bandas y orquestas eran recusadas por no dar el ritmo uniforme que el baile achulado reque ría; el guardián del orden y compos tura, asi como de la ordenación del festejo era el hierátlco bastonero, que situado en el centro del salón, enarbolando el adornado bastón, ; al que debía su nombre, daba con golpes so lemnes las señales de comienzo y fin de fiesta, la repetición de la pieza‘mu sical, si lo consideraba oportuno;-y estaba atento a las parejas, para-; si juzgaba en alguna de ellas actitud ro movimientos poco' decorosos, inte rrumpirlos con su enguirnaldado pa lo, emblema de su autoridad, hecho que a veces daba lugar a una tanda de bofetadas, en las que a pesar de su bravuconería no siempre salla bien librado. Como bailes episódicos,. hablen de considerarse los llamados, de. “Másca ras". que desde el principio del -año se celebraban los sábados,. desde c ía una y.media de la mañana, (después de terminadas las representaciones, pues éstos se celebraban en teatros) hasta la madrugada, y durante Iqs días de carnaval duraban desde las cuatro de la tarde hasta el amanecer. (Los .-más constantes se celebraban en los teatros de la Zarzuela y Bar-
bieri, para no citar los de tipo aristo crático que teman lugar en el t eatro Real, tai como el patrocinado por el Circulo de bellas /tries. Estas tiestas diferían en mucho de los bailes anteriormente citados; el baile en si no existía; en parte, por que la concurrencia, tan numerosa, no permitía más que caminar en derre dor de la pista, abrazado, eso si, es trechamente con su pareja; en segun do término las libaciones alcohólicas eran abundantes y quitaban toda emo ción artística, y finalmente la presen cia de mascaritas femeninas con el rostro velado, y escasos hombres dis frazados, eran punto de partida de procacidades y excesos; en una pala bra, en éstos abundaba el sexo y el alcohol, dejando a la danza sólo co mo pretexto. Asi pues, entre los que éramos afi cionados al baile, se distinguía "el bailarín puro", cuya finalidad princi pal era el baile en si, sacrificando to do a su perfección, y en un plano más lejano, el trabar conocimientos y relaciones femeninas; y el "bailarín espúreo" en el cual la danza era el pretexto e incentivo sexual; éste se gundo era despreciado olímpicamente por los primeros, tanto hombres como mujeres. El otro centro de atracción lo cons tituía el café, mas a él no acudia só lo el estudiante sino hombres y mu jeres de distintas edades y clases so ciales. Sobre los cafés madrileños nada puedo deciros, sino recordar las pá
ginas inolvidables de "Fortunata y Jacin ta', del madrileflisimo canario don Benito Pérez Galdós, que tan profundamente amó y comprendió al pueblo de Madrid. Aquellas tertulias a las que con currían personas de tan diferente con dición, el abogado y el comerciante, el estudiante y el industrial, el arte sano y el Ingeniero, el artista y el intelectual, y reunidos durante unas horas del dia o de la noche, pues éstas se sostenían con horario muy variable, se charlaba con prodigali dad y apasionamiento, más sin acri tud ni dureza, pues yo no he presen ciado, a pesar de mis largas estan cias en ellas, ningún suceso desagra dable ni violento. Los temas de con versación variaban naturalmente con el tipo cultural de los componentes, pero interviniendo en ella todos los concurrentes, constituyendo el verda dero ágora, en el que libremente ex presaban sus pensamientos y deseos, tomando frecuentemente parte en la discusión planteada el camarero y al guno de ios consumidores de mesas inmediatas, aun no pertenecientes a la reunión. Hoy nos dicen que los cafés de Maurid desaparecen, siendo sustitui dos por tabernas y bares, usté hecho tiene a nu juicio honda significación: la taberna y el bar, con sus locales reducidos, su ausencia de asientos có modos, propicios para la estancia pro longada, solo sirven para la consu mición apresurada de bebidas y al gún alimento, pero dificulta la con
UN COCIDO A GASCON Los amigos de Luis Gascón, de esta sociedad ma drileña de ivos 4 Gatos", le ofrecieron un homenaje, consistente en un cocido a la madrileña, que sirvió el restaurante del Centro Republicano Español. Sentáronse con el agasajado, el presidente de la agrupación; el vicepresidente, doctor Jacinto Segovia; don Carlos Esplá, entonces presidente del Centro espa ñol; Vicente berrano. socio de honor de "Los 4 Ga tos"; don Pascasio Villa, don jesús Saro, don Anngel Alonso y don Agustín García. Entre los demás asistentes se encontraban los se ñores: doctor Torre Blanco, Progreso Vergara, doctor Santiago Villanueva, doctor Meda, Víctor Salazar, "Luis de Tabique", Ernesto Zoydo, Pedro Lagrava, doctor Slsnlega, Francisco Gómez Yunta, Angel Díaz Alejo, Arturo Martin, J. Cerezo, Pedro Ledo, S. Cerrada, Turégano, José Alvarez —presidente de la "Peña Rafael Rodríguez"—, N. Moro, José Martin, Bernardo Hoyos, Jacinto Lozano, Julián Barrios, Victoriano Solana, An gel Avelar, Ramiro López, Eduardo Díaz de Jungultu. Francisco González, Melchor Alegria, Isidro López. Ltils Partearroyo, José Vfla Cuenca, Manuel Amuchátegui, José Medina, Julián Lara, Femando Toba. Pablo Garrote. Marciano Tejedor, Hilario Toledo y otros mu chos. A los postres, el presidente ofreció el banquete, ha ciendo un informe sobre el estado próspero de la enti dad. que ya cuenta con cerca de 500 socios. Demostró claramente que el éx'to de la revista se debía a Luis Gascón, pues desde el punta de vista periodístico, nada significa hacer una cada año. “E l éxito de este número
L OS 4 GATOS* *
versación. siendo por esta razón ex presión de la vida del madrileño, que hoy habla menos, y cuando lo hace, después de mirar receloso en derre dor, cambia sólo palabras triviales, a no ser de su plena confianza aquél con quien conversa. Hoy. por la lec tura de periódicos, de algunos libros costumbristas y por los relatos de los que de allí vienen y nos dicen, "l ya no conocerla Ud. Madrid!", sa bemos, tristemente, que el Madrid de hoy es distinto del que conocimos, no diferente, en sentido de mejora ur banística, —pues poco importa que hoy la Puerta del Sol tenga una fuen te en el centro, ni que la calle de Al calá posea un camellón central, ni que haya varios cabarets, tan o más lujosos que los de las mejores ciu dades géso no interesal Pero por lo que no lo conoceríamos es por la forzosa transformación espiritual su frida, que ha hecho de un individuo expansivo en su idea y pensamiento, en otro receloso y huraño, y que su fácil ingenio, en vez de emplearlo en una burla ingeniosa e inofensiva lo emplee en una expresión mordaz y dolorosa, único recurso para su ex pansión espiritual. Yo tengo, como Uds., la esperan za, y sentimentalmente la seguridad de que esta transformación de que se nos habla sea, además de impuesta, superficial, y que en el fondo del al ma madrileña, siguen los mismos sen timientos que antes la adornaban, ne cesitando sólo para su nuevo mere cimiento, que la negra tirania que soporta, desaparezca.
—dijo—, el verdadero éxito de este número, es de Luis Gascón; porque Luis Gascón, hombre de buen humor, hermano nuestro en las bromas, en la murga, en "la barra" y en fas verbenas, es un hombre de alto prestigio allá donde se ha de hablar en serio; y ese prestigio, esa simpatia que produce la decencia que no se presenta pedante, (cosa que no todos los decentes sabemos ha cer), nos ha proporcionado, para este número de LO S 4 G A TO S, una gran cantidad de cortesías, que nos han ahorrado unos cuantos cientos de pesos. Luis ha preferido que las ventajas, en vez de aprovecharlas él, hayan venido a parar a LO S 4 G A TO S, como el maná en cordilla. E l éxito ha sido, os lo repito, de Luis Gascón”. Otros párrafos del discurso presidencial; "Nuestro entrañable amigo Antonio Velázqucz, de cuyas palabras no he tenido jamás motivo de duda, nos ha ofrecido organizar un festival taurino en honor de LO S 4 GA T O S , con el destino que nosotros lo quleramos dar. He ahi, por consiguiente, otro de los festivales que es tán pendientes”. E l discurso se terminó con la siguiente adverten cia: "Luis Gascón: aqui te queremos todos entrañable mente. todos te queremos como hermanos: pero el mundo no es este grupo de amigos; el mundo está lleno de engaños y dé traiciones. Escucha nuestro consejo: |Abre los olosl No te vayas a dar un "morrón" contra una farola” . . . Don Luis Gascón agradeció el homenaje con sin ceras muestras de emoción, y luego actuó la famosa y o'ntoresca “Muroa gaditana”, oue fné repetidamente ce lebrada, sobre todo poratie también hacia alusión, en sus canciones a los ojitos '‘chlquitltos” que disfruta nuestro entrañable amigo, hoy vocal de la entidad.
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C flR flS fl Y EL TENORIO Nosotros bien quisiéramos ofre cer a los lectores do nuestra revís ta que no asistieran, todos los giros y "morcillas" que en las represen taciones del 'Tenorio", dadas por nuestra Agrupación el día 3 de no viembre, hicieron reír al público de una manera a veces delirante. Aun se oye el eco de las carcajadas en la linda Sala Guirnerá, del Orfeó Cataló, (Rosales 26). Desde luego, tuvo una marca inolvidable el de la noche: todos, absolutamente todos los personajes, preguntaron inesperadamente al Don Juan qué hora era; broma que, en verdad, no descompuso al ienorio, que lo fué Martínez Rogel, el cual dijo los versos con esa gran maestría a que no3 tiene acostum brados. (Nota biográfica —Don Juan Martínez Rogel: "gato", licenciado murciano, muy estimado en las ofi cinas del Dep. Central; hombre de gran mundo; vicepresidente del Centro Republicano Español; un verdadero artista de la fotografía, como 3e dice en esta revista, en nota aparte; gran declamador y gran amigo nuestro. Poseo 58 años de edad —salvo error—, sin que nu carácter ni su presencia aparenten más de 57 primaveras). No ignoran nuestros asociados que dichas representaciones se c e lebraron en honor del genial actor Angel G arosa, cuya biográfica ha b la de llenar nuestras páginas; con socio hace ya algunos años, el cual nos hizo un Ciutti formidable, te niendo a los espectadores pendien tes de él, de su gracia sutil, siem pre que salía a escena. Natural mente, su ingenio no dejó de in troducir sus bromas, como cuando dice, respondiendo a Buttarelli (que lo encarnó Armando García, b a s tante despabiladillo): —Rico ¿eh? — Varea la plata — ¿Franco? —En el Pardo; (en vez de contestar: "Como un estudiante"). Claro está que el tal Franco fi guraba en el reparto del programa en calidad de "maldito", con una nota que decía que "lo viene en carnando con gran éxito desde la temporada de 1936". Don Diego, (no confundamos; nos referimos al "papi” de Don Juan, que lo representó el gran Benito Muñoz), lució una voz que llamó la atención do los laringólogos. Don Gonzalo (el doctor losé Torre Blanco, cuya nota biográfica resul taría un poco atrevida por la espe cialidad), se sentó en su lugar co rrespondiente a escuchar la apues ta y sacó, entre tanto, su diario: la sección de historietas en colores, de los domingos. Y por su parto Don Luis M ejia (Antoniorrobles), en el largo parlamento poético de dicha apuesta, nos dijo, entre otras cosas: Mas yo busqué compañía —" puse una ciurrería.— Lo hicimos bien, |voto a tal! — y fuimos tan
adelante — con suerte tan colosal —que monté una sucursal— ahí en la esquina de Gante". Y después "Yo me acordé del re frán —de que el que con niños se acuesta, etc.,— y me arrojó a tal desmán —mirando a mi salvación" "Compré a fuerza de mordidas —¡a libertad y el p a p e l" ... y luego: me convida —mí boda comprometida— con Doña Ana de Pantoja y Beistógui. —Mujer muy rica me dan— Y hablando de las conquistas: "Yo sumo en vue3tra3 listas —setenta y dos.— Pues perdéis. — |Es increíble, Don Juan, con e sa barriga!, etc., etc. EL SEÑOR DORA ANA Los alguaciles, al prender, (lo eran Alfredo Lois y don juan To más Vázquez), preguntaban por "la forma 14 ", que tamo nos inquieió a 103 refugiados; y en el segundo acto, en el que se lucieron repiesentando a Doña Ana y a Lucia la3 señoras Layda Molina de Fe y Amparo P. de García, por la no che Doña Ana fué representada por el arquitecto y formidable carica turista Eduardo Robles, "R as", fu mando a la reja sendos puros Don Luis y "ella": |"ella"! que lo hizo Eduardo con su voz natural y un graciosísimo vestido. Después se dieron un beso en cada mejilla y se volvió "ella" de espalada para marchar, resultando que el ropaje de dama era solo por delante; que por detrás llevaba sus pantalones de caballero. La ovación para ”el Doña Ana" fué enorme. Brígida: Magda Donato. (M agní fica interpretación! Sería ingénuo hacer un solo comentario crítico. Era Magda Donato, y eso basta; era una gran profesional, y nada más. Una interpretación formidable, y adem ás muy personal. Aurora Molina, (Doña Inés de por la tarde), estuvo también perfecta; so la aplaudió con entusiasmo en todos los actos y escenas: desde el convento al cementado, pasando por el sofá; Rogel y Aurora fueron aplaudidisimos, teniendo que salu dar en los finales. Pero además, iqué guapa estaba! La Inés do la función de noche era nada menos que iPituka de Foronda! Guapísima, genial, gran a c triz ... Y a su debido tiempo, con el humor que aquel público reque ría, también ella preguntó por la hora de Don Juan; y hasta le dijo que era porque tenía que dar de comer al niño. Y así es, porque el matrimonio ha tenido reciente mente su primogénito. Y a lo apun tó Don Luis en el primer acto, cuan do dijo: "Solo una os falta en jus ticia —¿Me la podéis señalar? —Sí por cierto: una novicia— que acab e de dar a luz".
¡Entusiastas aplausos para Pituka, constantemente! Se notaba en el público, cuando Pitulca de Foron da estaba en escena. La Abadesa (señora de Torre Blanco), con una dignidad impre sionante. ¡Muy bien! Prueba do ello fueron los ruidosos aplausos que la otorgaron. También la Her mana Tornera (señora de García) representó el papel a maravilla: ¡V aya a c tric e s !... Uno de los actos donde más se riyó el respetable fué el de la quin ta; porque la escena msá aplaudi da, indiscutiblemente, resultó la de las muertes, después de que Torro Blanco dijo sus versos de indigna ción con una gracia y una grandi locuencia, que arrancó "¡bravos!" y ovaciones sin terminar sus parla mentos. Don José Torre Blanco, que esta vez representó el papel por pri mera vez desde que es abuelo —ante3 lo habla hecho 27 veces— estuvo más joven que nunca, más gracioso y má3 triunfador. Eso es indiscutible. ¡Su faena, ahf quedó! MUERTOS EN EL SOFA Pues como íbamos diciendo, lle gó la hora de las muertes de Don Gonzalo y de don Luis (nada me nos que Torre y Antoniorrobles, "cu ates" en el buen humor, y por esos días compañeros en el cam peonato de mus), y al morir el Co mendador, don Luis le dijo que el sofá era confortable; entonces Don Gonzalo, ya malherido, sacudió un poco el polvo y murió cómodamen te; y al morir Mejía, dijo a Don Gonzalo; "Con permiso". El otro le dejó un h u e co ... y murieron juntos como dos santos. En el cementerio, Iranzo, nuestro estimabilísimo cobrador, rey de L "morcilla", que las dice con una se riedad impresionante, entre otras muchas cosas hizo lo siguiente: cuando revela Don Juan su perso nalidad, y después del susto subsi guiente, el escultor (don Aniceto Iranzo), le sorprendió diciéndole: "Usted era socio de LCS 4 GATOS hace años ¿verdad?.. Porque pre cisamente tengo aquí una bola de recibos de usted"; y los sacó. A todo esto el apuntador (Valen cia), sa ca la testa y pregunta a Don Juan! “¿Qué hora es?" La cena. ¡Oh. la cena! Aquí de mostró G arasa su personal comici dad y, sobre todo, su talento nada común. ¡Qué lección m aestra1 Sin salirse un punto, estuvo haciendo reír todo el tiempo, con sus ad e manes y sus gestos nada exagera dos . . . Discreta, inteligente posición la suya, sin querer más que cum plir entre los aficionados, y sin em bargo con una gracia imposible de surterar por nadie, allí, o fuera de allí. ¡Qué inteligente lección la su y a '. ..
En la cena, adem ás de un nue vo lucimiento de Martínez Rogel. (Don Juan), estuvieron espléndidos Agustín G arcía y Agripino Tomás (Centellas y Avellaneda), que ce naron bien, a pesar de que, ccmo dijo Agustín protestando, no podía haber excesos de ninguna especie, porque aquellas bebidas eran solo coca-cola. Lo malo fué que, en cuanto se quedaron dormidos, em pezó a caerles una lluvia de gar banzos. No parece que esa broma luera del agrado de todo el público; en efecto, algunos sisearon ligera mente. ¿Por qué? Ante una reac ción tan inesperada, nos fuimos a interviuvar al que estaba gastando semejante broma, que, en vista de qeu el público siseaba, todavía si guió arrojándolos. —¿Por qué insistes? —le pregun tamos. —Es que quiero convencer al res petable de que es una cosa gracio sa. Yo lo he visto hacer una vez en ocasión en que la obra iba sa liendo en serio, y el público se mondaba de risa. ¿Por qué no se ríen esta noche, que todos han ve nido a que hagam os. disparates? Voy a probar de nuevo. En efecto, tiró otros cinco o seis, y tres o cuatro espectadores volvie ron a sisear. —Pero, hombre —le dijimos— Iestáte quieto! —Está bien; me estaré; pero a mí no me convencen de que no deja de tener gracia, en una represen tación de broma, nada menos que despertarlos de su sueño, a garbanzazos. . . En fin, terminado el incidente, pa samos do nuevo al panteón; y allí, lucimiento indiscutible de Aurora Molina por la tarde y de Pituita por la noche; desdo luego, nuevo luci miento de Rogel, que gracias a la maestría con que dice los versos el acto no aburre casi nada; y lu cimiento de ese gran humorista aue lleva dentro el Dr. Torre Blanco. For cierto que de pronto se ovó una voz del público que, siguiendo el ritmo de los personajes preguntó: — lEh, Don Juan! ¿Qué hora es?... Investigaciones posteriores han dado como resultado que fué el Dr. Nieto. Cuando menos se esperaba, se oyeron las voces de unos muertos en la oscuridad; uno decía: "Don Juan: soy Francisco Franco; —que ayer al salir del Pardo— unos cuantos enemigos me pusie ron un petardo". Otro dijo: "Yo tam bién soy un don Juan: —soy don Juan el pretendiente— que quise acercarm e a Franco —y "morí" en el accidento". Y el tercero: "Yo, Te norio, soy la Muerte. —Dame, Don Juan, tu hora buena, —porque se me atrasa mucho— este Longines de arena. ¿Qué hora es?" Y después, en vez de cantos fu nerales, salió la Murga Gaditana, que desentonó algunas canciones de las suyas muy desatinadamente; pese a lo cual fué ligeramente
y una vez le puse un cable diciéndole: "V ente a casa porque es urgente que te hable". Entonces dije a mi amigo, que es tan form idable actor: "E scucha lo que te digo: LO S 4 G A T O S , conmigo. dan una fiesta en tu honor". Y en ella. Tenorio, estamos, porque en medio d e la guasa, h oy los "gatos" proclam am os cuan d e veras nos honram os siendo socio A N G E L G ARASA .
El Ciutti del Tenorio lo hiso G arata, que es un actor “chipendi" con mucha guasa.
* aplaudida. (Eso sí: como se notó, en la orgainzación, la dolorosa fal ta de nuestro entrañable Bartolozzi). El Gastón (Eduardo Ugarte), dis creto; queremos decir que, no te niendo que exclamar en toda la obra más que "¡Señ or!", apenas di jo nada más; que ya es discre ción . . . Y el traspunte (Hugo Borderas), Iformidable! ¡Siempre en su pun t o !... La prensa de México no ha podi do estar más amable; anunció nues tros "Tenorios" publicando la cari catura del agasajado, y luego re flejó el éxito de buen humor; espe cialmente Arturo Morí en "Ultimas Noticias", Luis Cano en "Excélsior", Félix Herce en su programa de ra dio y Tomás Perrín en su Sección diaria. VOLVAMOS SOBRE GARASA Ahora, volvamos sobre Angel G a rosa. Es imprescindible referir los puntos en que 3e hizo referencia al homenaje que celebrábam os en su honor, que siempre fueron subraya dos con ovaciones largas, anchas y profundas. Obligado Don Luis Mejía a señalarlo, ya que era el pre sidente de la Agrupación, cuando estaba refiriendo sus andanzas en el acto primero, co lr-ó entre dos versos los siguientes: D e pronto a M éxico ful porque me molesta Franco, y cuatro hitaros viví convertido en gachupín, con mía neaoa en el banco. A llí estaba A ngel Garaso, esa actor tan form idable.
No es preciso decir que, al pro nunciar el nombre, estalló la ova ción, y los actores, puestos en pie, con sus aplausos unidos al entu siasmo de la sala, tributaron al gran actor su gratitud por haber colabo rado con ellos; que se prolongó largamento cuando los abrazos cor diales de G arasa y los aficionados fueron un grato espectáculo de emoción para el público. Y todavía después, Don Luis, había muerto ya, resucitó para cir a telón corrido, en prosa, lo dijera antes en verso. He aquí palabras:
que de que sus
"Le sería muy difícil, señoras y señores, a la Agrupación madrileñista LOS 4 GATOS, distinguir cua les son los socios que más la hon ran. Figuras verdaderamente ilus tres, auténticamente ilustres, del ar te y la literatura, de la ciencia y la política, de la escena y hasta de la tauromaquia, forman hoy en sus filas. "Pues bien, entre todo3 ellos, sin que pretendamos o no tener como el primero o Angel Garasa, sí que podemos decir con orgullo que es su espíritu, su personalidad, entre todos los antiguos asociados, uno de los que mejor se ajustan a la personalidad y al espíritu que pre tende, y hasta ha conseguido a ve ces poseer, nuestra Agrupación. "Por eso destacamos en esta fies ta su nombre y su presencia, que tanto y tan de veras honran a LOS 4 GATOS. Angel Garasa, actor ge nial, fino humorista, es uno de nues tros mejores mascarones de proa. "Y este es, queridos amigos, un caso curioso de homenaje; porque somos nosotros —precisamente no sotros, que ofrecemos el agasajo— , los que hemos de agradecerlo: agra decer al agasajad o el honor que nos hace, colaborando su humor sutil y fino, su genio de actor, con el barullo escénico y el disparate más o menos burdo en que le esta mos envolviendo. "Nuestra gratitud más fervorosa, más rendida, para esas dos inteli gentes actrices que han dado pres tigio al reparto: Pituita de Foronda y Magda Donato. Han descendido hoy unos peldaños, es verdad. To do sea por Angel Garasa, que con su nombre nos eleva a todos no sotros hasta llegar al nivel de ellas dos.
"Por su parte, Magda trae a su lado, inconscientemente, una Intima evocación uei uiumo lenono , celeorauo por nuestro grupo nuce aos anos; evocación que, puesto que esia en la mente a e Oiganos, eso basta, y de proposito no nacemos ni un soto comentario. ' G racias muy sinceras, también, a la Unda y graciosa Aurora Moli na; y a las demas actrices a e esta iecna; y asimismo a los actores del elenco, especialm ente al licenciaao iviuxuut>¿ noyox, iuaiscutü-uo iuOtor, entusiasta y tenaz motor ae es tos "len o n o s ', y organtzaaor, airector artístico y hasta responsaoie de como nos va sanenao. "A Fernando Valencia, muchas gracias tamoien; que apunta como nadie, y se le pasan unas ganas de disparr que meten miedo. "A vosotros, en un, puonco terco y remóldente, rendidamente queda mos obligados. Perdonareis que Ha yamos a aao aigunos cortes a iu obra, y que estos cortes hayan si do bastante menores ao lo que es perabais. "Si alguna vez patinamos hacia el chiste y la morcilla, no temáis que nos pasemos. Son los chistes que tenemos aprobados por voso tros ano tras ano ya. "Y nada más. (Honor a Angel G a rosa!, pistolero de Don Juan Teno rio, hoy concejal tronquista —como buen matón—, por el distrito del Guadalquivir, de la ciudad de S e villa". Requerida entonces la presencia del agasajad o, el gran Angel G a rosa tuvo que salir de nuevo, y lecíbir nueva y atronadora ovación. Y en ello no exageramos. Enton ces el genial actor se dirigió a l pú blico, agradeció el homenaje de LOS 4 GATOS y la presencia de tantos y tan queridos espectadores y a m ig o s ... y protestó, con indig nación humorística, porque se le hab la denominado mascarón de proa. Satisfecho puede e3tar G arasa. El entusiasmo de todos le demuestra que, sobre la más ferviente admira ción, so le quiere de veras. Y s a tisfechos pueden estar los "gatos", por el honor que el gran G arasa les hizo, aviniéndose a colaborar.
sencillo homenaje celebrado el día 3 de los corrientes; y asimismo agradecerle su am able colabora ción en las representaciones del "Tenorio". "LOS 4 GATOS se sienten orgullo sos de que el nombre de ANGEL GARASA haya quedado desde esa
fecha más unido a la Agrupación; lo mismo para los de aentro de ella, que ante los ojos de los que estén fuera. "Le envían los más efusivos ab ra zos, en nombre de la junta Direc tiva, el Presidente y el Secretario". Firmado.
VERBENA DE LOS CONCURSOS
ción Madrileñista "Los 4 Gatos" y el Grupo Femenino de Solidaridad, en los salones def Centro Español de San Juan de Letrán 80, resultó muy a n im a d a ... HUBO GRAN ale gría hasta el am anecer con serpen tinas, confeti, “m atasuegras", con cursos de chotis y m a m b o ... A LA UNA y inedia de la madrugada, em pezaron a llegar artistas de los tea tros que fueron recibidos con gran des ovaciones. . . ENTRE OTROS de los elencos del Arbeu y el Iris, es tuvieron Angel G arasa, Lepe, Mari Carmen Valentín, la Reina de la Radio, postulada por "Los 4 Gatos" que lució guapísima; las no menos guapas Carmelita González y An gelines Fernández; el bailarín "C a lambres" y muchas y muchos más a rtis ta s ... FUERON todos ellos pre sentados por Narciso M. Polidura, recibiendo grandes o v a cio n es... SE EFECTUARON después los con cursos, logrando premios por me jor bailar el "chotis" Agustín Gar cía y su esposa: y p or ser iniguala bles en el "mambo", Consuelo Alonso y Angel de la Torre". En efecto, el éxito fué extraordi nario, y recibimos muestras de la gratitud de los organizadores de los actos conmemorativos de Pablo Iglesias para los que, además, hi cimos algún donativo.
•Hay unas palabras en el Informo de la Junta Directiva, do diciembre del año 50, que copiamos a conti nuación: "Debe constar una vez más nuestro criterio de apoliticlsmo, dentro del más rabioso y cada vez más acentuado antifranquismo. Re cientemente nos hemos brindado a cooperar en un beneficio para reu nir fondos con destino a los actos que conmemoraban el nacimiento de don Pablo Iglesias; y lo hemos hecho con el mayor fervor y el ma yor entusiasmo, no jporque fuese de este o del otro partido o sindicato sino porque consideramos que Pa blo Iglesias, figura histórica ya, ha sido uno de los españoles que más han hecho por la elvación del pue blo español". En efecto, el día 14 de octubre de 1950 se celebró, con ese fin, "La gran Verbena de los Concursos", de la que nuestro gran amigo Luis C a no decía en su sección de ' Excélsior": "La Gran Verbena de los Con cursos, prejoarada jpor la Agrupa
12 CABEZAS DE “RAS"
Y VUELTA CON LA HORA I Ahl |Se nos olvidaba! Antes de retirarse al interior Glutti y Don Luis, y después de sus discursos, todavía se dirigieron al público pa ra preguntarle: —¿Hacen ustedes el favor de de cirnos qué hora e s ? ... A los pocos sdias se remitieron cartas de gratitud a las actrices, actores y colaboradores, y a los se ñores Herce, Perrin, Mori, Cano, etc.; y una a don Angel G arasa, que de cía así: > ”— "Nuestro querido amigot “La Directiva, en su última reu nión, acordó ratificar a usted de la m anera más sincera, el cordial y
¿Un viejo. . . y madrileño? |Ya sé quien es! El ilustre y castiso don losé Andrés.
N ada tenem os qu e decir a ios lec tores, respecto d e las 12 cabezas que presentam os en este número, caricatu rizadas p or el arquitecto Eduardo R o bles, "R as”. T odas son form idables; algunas, com o la don Jo s é A ndrés de O teyza. la d el genera! M iaja, la autoc arica tura y otras diez o d oce, le acreditan com o un caricaturista ver daderam ente genial; y eso es> ex a c tamente. En nuestro d eseo d e que los nú m eros d e L O S 4 G A T O S se d ife rencien en cierto m odo unos d e otros, decidim os que el presente no llevase m is que estas cabezas, las fo to s de los gatos auténticos y. si acaso, dos o tres ilustraciones m is. qu e fueran esenciales. C laro e s ti que nuestro d eseo es acertari lo que no siem pre sucede, naturalmente. P ero com o “R as" acer tó en todas sus testas, ya llevam os andadas las cuatro quintas partes del camino.
AGASAJO A EL MADRID DE DON BERNARDO DON FRANCO
MADRID E T EL ATENEO
SI hay una persona que tenga Ids n ances grandes, ese es Bernar do Hoyos; pero si hay una persona a quien se le quiera de veras en nuestra Agrupación, ese es Hoyos (don Bernardo!; que adem ás de ser un madrileñista de los buenos, re sulta que es uno de nuestros po quitos madrileños que han nacido en Madrid. Desde que el generalísimo don Francisco Pérez Bahamonde, (me parece que se llama así; si.no, ha g a el iavor el señor linotipista de mirarlo en el diccionario); pues desde que ehgenralisim o ese nos dijo quo saliésem os un momentito de España, que iba a orinar, el amigo Bernardo n o s . ha organizado todos los primeros de mayo unas excur siones en sus autobuses escolares, verdaderamente inolvidables. Allí un par de docenas de familias, "con todo y niños", se dan cita en el re loj chino de B u care li.. . y al campo. Con ese motivo, al amigo Bernar do —después tesorero, iy qué teso rero!, de LOS 4 GATOS— , se le oireció un banquetazo, con el sub siguiente estreno de' bellas cancio nes alusivas, por parte de la Murga Gaditana. ¿Quiénes estuvieron presentes? Lo mas sano emre ios que esian pasando el verano en el exilio: benito G arcía,-trnesto ¿oyao, itami* ro uopez, nauarao D. a e lunguuu, el Dr. Samuel Sisniega, Fernando Valencia, ei Dr. Torre omaco, el Dr. Joaquín Meda, iosé Medina, el Dr. Segovia, Pascasio Villa, P ació G a rrote, „uls Partearroyo, Cándido Busteros, Adoiio y Víctor Solazar, Vicente Serrano, Julián Barrios, José Rubio, . el banderillero Melédnez, Agustín G ard a, Femando Toba, Arturo Martin, Paco Gómez Yunta, jacinto Lozano, Marciano Tejedor, Isidro López, Pedro Martín, Lucas Ortiz, el lamoso Antonio Veiázquez, José Vila Cuenca, Angel Alonso, A. Robles, Salvador Vidal, el gran Ran cajo, Dionisio Martin (padre e hijo) y algunos más. El entusiasmo, la cordialidad y la alegría llovieron a torrentes. . . A la s pobres narices del a g a s a ja do no las dejaron quietas. Hubo discursos y, repetimos, Murga; y cuando nuestro entrañable amigo Bernardo Hoyos se puso en pie pa ra agradecer el homenaje, como quiera que "se hab la ido del pico" y hab la anunciado a un intimo cual iba a ser su sintético discur so, resultó que todos se pusieron en pie también y se lo pisaron con las mismísimas palabras que se traía preparadas él: — |Muy agradeddo, muy agrade cido y muy a g ra d e cid o '... Que Jué otro motivo para reir. IEstos 4 “gatos" n o 'tien en formali dad)
El Ateneo Español de México, in cesante, laborioso, eximio, ha ofre cido este año en su sala, entre los cientos y cientos de magníficas con ferencias que lo hicieron ilustre, fa moso y popular, tres que nosotros no podemos pasar por alto, lamen tando la imposibilidad de ofrecer las integras, una por una. La primera fué pronunciada por Antonio de la Villa; —los tres lle van I03 elogios enlazados a sus nombres—. Versó sobre la ‘"Histo ria del Género chico: 1900". Y, na turalmente, las referencias que hizo de Madrid, ca3i lograron saltar las lágrimas de los madrileñistas. "La Revoltosa", etc., etc., etc. |Nada! Arturo Morí trató un tema bien conocido por él, en aquellas deli ciosas trasnochadas madrileñas: "Los CafÓ3 de Madrid", desde La rra hacia el futuro; y decimos el futuro, porque tuvo al final pala bras de aliento y esperanza, pro nosticando que, cuando un día vol vamos, los calés que han m uerto... resucitarán. Y, en fin, Antonio Suárez Guillén, el amo de la anécdota, archivero del suceso gracioso y chispeante versó, en otra ocasión, sobre este te ma: "Cincuenta años de la vida de Madrid, (Comentarios de escaleras ab ajo)". Inagotable su gracia, fué aplaudido con gran entusiasmo, co mo Arturo Mori y Antonio de la Villa. Con estos motivos, ahi va un cor dial saludo y una sincera felicita ción, para el Ateneo Español de México. Y para los tres ilustres madrile ñistas.
¿Usted qué entiende, lector, por "el M adrid d e hoy", publicado en una revista entregada totalmente a la pro paganda iranquistá!. . . Usted cree, com o nosotros, qu e v& a revelarnos las grandes m ejoras que se han hecho recientemente en la ca pital d e España, ¿verdad? P ues bien, ese número d el "Mundo H ispánico", "dedicado al M adrid d e hoy" (s ic ), —es decir, perteneciente al año X II d e la era triunfal d e la agon ia d e E spañ a—, em pieza por mostrarnos en la portada una foto d e la T elefónica. ¡O h. qué edificios ha levantado, desde que es directivo d e la dictadura criminal, este m uchacho d el Ferroll ¡N ada menos que la T e lefónica! L u ego vienen fotos d e L os Jeró nimos. el M useo d el Prado, la Puerta d el A lcalá y la d e T oledo, el Puente d e este nombre, la Plaza M ayor, etc.; es decir, nuestro M adrid eterno, an tiguo y delicioso; y el M adrid del primer cuarto d e siglo, d e gusto v a
riables: el Capítol, B ellas Artes, la Gran V ia. la P laza d e T oros nueva, los B a n c o s ... T od o ello en páginas que. a todos nos hacen llorar. Tam bién unas fo tos d e conocidas gentes del M adrid "de hoy", que c a llejean p or la ciudad: M arañón, A zorin, B atoja, Benavente. Catalina B ar cenas: gentes qu e la dictadura, con su am or al arte y al saber, ha sacado adelante; porque, p or lo visto, nadie las con ocía antes d el año 36. Y, en fin, unos opiniones rebusca das d e Carrere. R ápide. Azorin. Gu tiérrez Solana, Ramón G óm ez d e la Serna y otros "modernos", adem ás d e unos dibujos d e fuanito Esplandiú, que todos ellos ev ocan nuestros vie jos M adriles. ¿Y esto es “el M adrid d e h o y ”? ¡D esgraciados! ¿Esto es lo que se ha adelantado con el rey don F ra n co ? .. . E sto es un M adrid atascado hace quince años; limpio, poratte es ct M a drid d e siem pre; in o lv id a b le... por que es M adrid; pero antiguo y bello, o m oderno y d e dudoso gusto, siem p re es anterior al "caudillo" ■ (A nar te. claro está, "las vinagreras" d e la Puerta d el S o lJ,
ROGEL LAUREADO Nuestro querido consocio el abo gado don Juan Martínez Rogel, que triunia en las tablas como saben hasta al norte y al sur del acredita do paralelo 38, también ha tenido grandes éxitos en el arte, nada fá cil, de la fotografia. En los dos últimos años, y como expositor del Club Fotográfico de México —Centro vecino de LOS 4 GATOS, y del que es Rogel estima bilísimo socio— , ha obtenido 15 pre mios, de los cuales tres son prime ros y cinco segundos, habiendo me recido pasar a la categoría “A", que es la más alta. Ha tocado todos los temas con extraordinario éxito, y asimismo to das las técnicas. Ello le acredita como un maestro en el arte de Niepce. En consecuencia, al felicitarle nosotros, también nosotros nos fe licitamos, pues nos ha sido grato destacar sincera y espontáneamen te los méritos de este gran artista de nuestra entidad.
SERRANO EN ACAPULCO E l informe que la Directiva de LO S 4 G A TO S rin dió en diciembre del año pasado, comenzaba de la si guiente manera: "No es preciso repetir, porque está en el ánimo de todos vosotros, que cuando comenzó a actuar esta Directiva, nuestra entidad tenia casi todo el prestigio de que ahora goza, porque el entusiasmo de sus ante riores directivos, y especialmente de su presidente y constante animador don Vicente Serrano, habia sido efi caz. laborioso y de veras inteligente. Para nosotros la labor era fácil, ya que funcionábamos sobre una orga nización bien cimentada. Pero al mismo tiempo era di fícil. porque estábamos obligados a trabajar con el mismo entusiasmo y eficacia que nuestros ejemplares an tecesores."' En efecto, Vicente Serrano es algo ligado para siempre a la entidad, lo mismo cuando no está en la Di rectiva, que cuando lo vuelva a estar. Un ejemplo es lo sucedido en Acapulco, que al pisar Serrano la perla del Pacifico en agosto del año 50, floreció inmediatamente el madrileñismo, y se le ofreció un entusiasta homenaje, consistente en una cena
REVISTA DE REVISTAS Oportunamente, la gran "Revista d e Revistas", en la sección d e noti ciario d e Literatura que controla el inteligente licenciado Julián Amo, in sertó esta nota, que se re¡ierc a nues tro número anterior: "Ha hecho su aparición otra vez "LO S 4 G A T O S", la revista madrileñista d e más personalidad que se publica en las cinco partes del mun do. Su director, Antoníorroblcs, ha sabido armonizar en ella lo pasado y el presente, ofreciendo, ¡unto con la actualidad que palpita en noticias re cientes d e sus páginas, el arte de añ o ranza y em oción d e aquel magazine inenarrable que se llamó "M ADRID C O M IC O ".
muy concurrida de gentes alegres, que asimismo cons tituyeron la delegación de LO S 4 G A T O S y le nombró a él presidente honorario. En su discurso, Adrián García, después de mil chistes que hicieron reir constantemente a la concurren cia, añadió: "'Ha sido ocho años presidente de LO S 4 G A TO S de México, y por su entusiasmo y buen humor esta Sociedad ha merecido figurar, como los crímenes pasio nales, en las primeras páginas de los periódicos. Su cabeza nos hace sentir la nostalgia de Madrid, ya que nos recuerda los melones y sandias de las Vistillas. Por todo esto, pido un calenturiento aplauso para este Cau dillo del buen humor". No hay que decir que la ovación se oyó en el Zócalo capitalino. En aquella memorable cena de homenaje a Vicente Serrano, la Directiva quedó constituida, para Aca pulco, Gro., de la siguiente forma: Presidente, ADRIAN GARCIA; Secretario, JO S E GONZALEZ M 1RAVALLES: Tesorero. FRA N C ISCO TO RQ U EM A D A ; Vocal, V IC E N T E C A ST E LL A NOS., y Comisión de festejos, FRA N C ISCO LO PEZ BAZAN. A todos los cuales felicitamos desde este re vista tan suya como nuestra, deseándoles mucho éxito.
NUESTRA GRATITUD A LUIS CANO N os satisface muy deveras h acer constar la gratitud d e "LO S 4 G A TO S" al notable periodista señor don Luis Cano, encargado de la fam osa columna d e "Excélsior" titulada "Sección Española", que con una gentileza extraordinaria ha anunciado todos nuestros festejos, y que, con la gracia peculiar que sabe ofrecerle en dicha sección, ha hech o am plias re señas d e los mismos. V aya a Luis C ano el "run-run" gatuno d e nuestra gratitud más sin cera.
ADHESION A FIESTAS Con sincero entusiasmo estuvimos presentes en el banquete que se ofreció por los republicanos espadóles a nuestro asociado don Antonio M. Sbert, para paten tizar la gratitud de todos a la obra realizada, constante e inteligente en favor de nuestra España, desde la di rección de la revista "España Nueva". A la cena de los aragoneses se remitió una carta que decía: "Con verdadero entusiasmo y deseándoles una fecha feliz, LO S 4 G A T O S se adhieren al acto de cordialidad que hoy celebráis". Una comisión asistió a la cena típica de los extre meños, en su local de la Casa de Andalucía y Extre madura, St.n Juan de Letrán 80, tercer piso. Fuimos Invitados por su presidente y secretario, señores don José Sosa y don Elíseo Ruiz. También concurrimos un gran número de madrilefilstas a la Cena Vasca, celebrada en los salones del Centro Republicano Español. Un directivo de nuestra Agrupación, invitado a hablar, terminó con estas pala bras: "Bien se vé, pues, que los vascos y los madrileños, política aparte, pasamos con suave facilidad el paralelo
THE LIBRARY 0 F CONGRESS D e W ashington, se recibió la siguien te carta: "D ear Sirs: T h e Librarían o f C ongress h a requested m e to acknow ledge. udth man y thanks. the m aterial mentioned beloiv tvnicn w e h av e credited to your exchange account. Sincerely yours. — Leíais C. C o ffin. C hief. E xchan ge and G ift D ivi sión. T h e material received: M áxico. A grupación M adrileñista. L os 4 G atos. N o. 4, enero de 1948. N o. 5, abril d e 1949 (2 ejem plares) N o. 6, junio d e 1950, (4 ejem plares). ¡Si serem os internacionales!. . .
38 de la cordialidad; lo mismo de sur a norte que de norte a sur. Lo que hace falta es que cunda el ejemplo. “Y para que se vea que asi es, vamos luego a cantar un himno vasco, que no diré que es el Guernlcaco Arbola para no herir las susceptibilidades de quienes se empeñen en no aceptar las bromas alegres, pero que, como veréis, un himno vasco es”. En efecto, el himno que cantaron unos cuantos ele mentos de LO S 4 G A TÓ S, fué una sardana con una letra caricaturesca de las que suelen poner a los chotis castizos de los Madriles. CEN A D E L 14 D E ABRIL Asimismo el Centro Republicano Español y la Ca sa de Andalucía, domiciliados en San Juan d e Letrán 80, 3o. y 4o. pisos, celebraron la cena de conmemora ción del vigésimo aniversario de nuestra República, asis tiendo al animado banquete más de 300 personas. A la hora de los postres fueron designados para que pronunciasen los discursos alusivos al acto los señores Cortés, Máximo Muñoz, presidente de la Casa de An dalucía; el presidente de nuestra Agrupación Madrileña v el doctor José Torre Blanco, presidente del Centro Español, los cuales fueron cariñosamente ovacionados. A continuación la Casa de Andalucía celebró un baile de sociedad que se vló concurridísimo.
SALVADOR BARTOLOS! Con profunda pena debe quedar registrada aquí la dolorosa noti cia, por todos conocida, del lalleclmiento de aquel fino dibujante ma drileño, artista genial, ilustrador fa moso, que se ilamó Salvador Bartolozzi. Fué Bartolozzi quien, generosa mente, no3 obsequió con aquella portada madrileñísima que publicá bamos en nuestro número anterior: la pareja del chotis, que todos los’ socios de LOS 4 GATOS elogiaror con entusiasmo. Su nombre honró nuestras filas hasta el dia 9 de julio de 1950, que dejó do existir después de una pe nosa enfermedad; y pocos dias an tes de caer en cama, se hab la apuntado con entusiasmo para el concurso do mus que celebramos el año pasado. Un ostudio critico de su obra a c a so llenara todo nuestro número de hoy. Solo nos ¡imitaremos a repro ducir algunas palabras de las que pronunció, al pie de la fosa abier ta, uno do sus mejores amigos, pre cisamente directivo de nuestra en tidad. "Si yo digo que Bartolozzi era —ique Bartolozzi es!— uno de los dibujantes mejores que al mundo ha dado nuestro siglo; si yo digo que sus creaciones diversas, dentro del campo infantillsta, fueron las mejores que jam ás hemos visto —las de más conciencia y más conscientes—, no haré más que re petir lo que hemos proclamado en cuantas ocasiones se nos ofrecie ron, en público y en privado. Y es también lo único que tenemos que decir hoy aquí pisando más fuer te que nunca, aunque estemos so bre este pedazo de tierra removi da". Una comisión de LOS 4 GATOS asistió al sepelio, y su nombre y sus dibujos figurarán siempre en nuestra casa.
Difícil tarea, si quisiéramos seña lar las más emocionantes estampas, las más ricas en gracia madrileña; porque toda:: tienen aquella fina y personal maestría; sin embargo nos permitiríamos destacar las siguien tes: Tres chulas, Con música de Checa, Chotis, Pareja, Chulapo, Chulo y chula, Verano, Lavanderas, El ciego de las coplas. En el cafó. Buscona, Flamencos, El organista ciego, Taberna, Baile de la Costani lla, "Agarrao", En Recoletos y El Rastro; además do algunas magni-
Fué el 29 de julio del año pasa do cuando se inauguró con una liesta el nuevo y admirable local del Centro Republicano Español, en el que tiene su secretaría nuestra entidad. La abrumadora y entusias ta ag lo m era ció n fué de las que ha cen época. Dejemos que "Excólsior" nos repita las palabras escritas en sus columnas: "FUE INAUGURADO EL NUEVO LOCAL DEL CENTRO ESPAÑOL: "LA AGRUPACION Madriieñista "Los 4 Gatos" ofreció antes do anoinaugurar los nuevos salones del che una verbena postinera, para Centro Español, que hasta hace unos días estuvo en Tacuba 15 y los que han quedado instalados en San Juan de Letrán 80, cuarto piso . LA FIESTA estuvo verdadera mente animada, superándose los cálculos que se hablan hecho, pues tanto el amplísimo salón de baile, como las demás dependencias, se vieron llenos de animada concu rrencia desde las once de la noche a la madrugada de ayer . . SE IN TERPRETARON el hermoso shotís "Madrid" de Agustín Lara y su rór plica "Mexicano", asi como la mazurka "Los Cuatro G a to s". . . NU MEROSAS y bellas señoritas espa ñolas y mexicanas, dieron realce a la fiesta que constituyó un gran éxito para los madrileñistas . . A PROPOSITO de "Los 4 Gatos", está circulando su revista, en la que se reseñan magníficamente todos los eventos de la agrupación, desde mayo del año pasado*. LA V E R B E N A D E LA PALO M A
LA OBRA DE BARTOLOZZI Su obra ha sido recogida en una publicación bellísima, que reprodu ce en 31 láminas sus mejores cua dros y dibujos, con un prólogo bio gráfico, admirable, de nuestro con socio el insigne escrltcr —madrile ño como Bartolozzi— Antonio Espi na; obra que a todos los madrileñistas nos atrevemos a recomendar, ya que en ella se muestran como en ntnquna parte de las esencias más castizas de la capital españo lo. . Estas láminas que se ofrecen sueltas en el álbum, resultan verda deros cuadros. Su reproducción es tan esmerada, que pueden colgar se en las paredes decorando y a le grando el hogar.
INAUGURACION DEL CENTRO
MADR1LEÑA Apunta, por Bartolozzi. ficas estampas mexicanas, que un dia pueden ser grato recuerdo, co mo las tituladas: En Tenancingo y Madre de México. I Bellas evocaciones que nos re nuevan el recuerdo más sensible y ■exacto do unos Madriles emocionadamonto lejanos, y que además sos tienen puro nuestro profundo afecto y. nuestra admiración al madrileño y madriieñista inolvidable, del que, como dice Antonio Espina, el gran escritor, en la hermosa biografia de Bartolozzi, su triunfo fué "limpio y sólido" I
E l día 19 d e agosto d e 1950 se ce lebró esta fiesta, que el periodista don Luis Cano registró con estas palabras en su sección de "Excélsior": "CO N G RA N animación com o era d e esperarse celebraron "Los 4 G a tos" la madrileñísima "V erbena d e la Palom a" en sus nuciros salones de San Juan d e Letrán SO. .. A CU DIO una alegre concurrencia que bailó sin cesar al son de la orquesta Iberia, d e rrochó serpentinas y confeti y hasta cantó a coro la mazurka "Los 4 G a tos" y el chotis "Madrid", am bos de Agustín Lara. que envió su adhesión a la fi e s t a ... AL. T ER M IN A R la función d el "Iris", el notabilísimo Le pe. la guapa Trudi Bora, el gran C er vera. Clarí y otros miembros de la com pañía Muñoz Romón, se trasla daron a la "Verbena", donde Lepe hizo, con su inagotable buen hun, >r. las presentaciones desde el estrado, bailando después ellos y ellas alegre mente. entre la entusiasta aglom era ción. ■■ E N F IN QU E. como siem pre, fué una reunión fam osa; una fiesta d e "Los 4 Gatos".
EVOCACION
DEL
22
DE
MAYO
H om enaje a Madrid El sábado 2 do junio pasado, en una comida organizada por LOS 4 GATOS, nos reunimos los madrile ños y madriloñistas para exaltar el acto de resistencia pasiva que se llevó a cabo en Madrid ante la rr irada del llamado "gobierno" y de las embajadas, el 22 de mayo. Se anunció que entre I03 que in tervendrían a los postres, lo haría, como así fué, nuestro entrañable y respetable general don José Miaja, tenaz organizador de aquella re sistencia de la capital, que con "madrileños" de todas las provin cias, ofreció al mundo un ejemplo de heroismo. Asistieron al acto más de cien comensales, y antes de los discur sos se leyeron las adhesiones, en tre las que figuraba una de don Félix Gordón O das, que entre otra3 cosas decía: "Ello me impide asis tir a la comida-homenaje que ma ñana se celebra, la cual cuenta con toda mi simpatía. Por eso le ruego que tenga la bondad de hacer constar mi efusiva adhesión". Entre una salva de aplausos, se levantó a hablar el general Miaja, que dijo lo siguiente: P A LA B R A S D E M IA JA ”S n*nrna ti señores: C om o me v eo obligado a dirigiros la palabra careciendo d e dotes orato rias. me limitaré a contaros una anéc dota ocurrida en Madrid, en los dias d e la guerra civil, que. p o r ser muy corta, espero que no os estropée la digestión. S e celebraba una com ida en el P a lacio d e Cristal d el Retiro, para con memorar el 7 d e N oviem bre, y en ella, el alcalde d e la ciudad. H enche. pronunció un discurso ensalzando las virtudes cívicas d e los madrileños, otie con su am or a la libertad habían hecho posible aquella gesta. Cuando terminó d e hablar, le propuse que pi diéram os a los nacidos en la capital que levantaran el brazo. s caras de locos oue tiran de espaldas v .aue tanto impresionan siempre a los hom bres de mente sana como el que os
habla sin saber por qué; aunque qui zá sea a causa aei amargo exn.o o a la necesidad de demostrar que por lo menos hay uno que está en sus ocho sentidos. Lo que no impide que le vante uii copa y felicite ai homena jeado, al que anuncio en esta opor tunidad que le obsequiaré pronto —como prenda de mi amistad— un lote en ei nuevo fraccionamiento que las gentes cuerdas de México estamos organizando según se va a la Casta ñeda a mano derecha, y en el que podrá construirse —volviendo a su profesión de siempre— una bonita residencia con arquitectura colonialcaliforniana y decorada al estilo de moda: transición entre lo azteca y lo Luis X V " . *
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Se le aplaudió con gran entusiasmo sin que ni una sola fruta de los pos tres volara sobre su trastornada se sera. Pasó luego a la consulta del doc tor Nieto el doctor José Torre Blan co, que explicó al psiquiatra, de la si guiente manera, sus anormalidades: EL DR. T O R R E BLANCO “De médico, poeta y lo c o ... to dos tenemos un p o c o .. . y, natural mente, yo no voy a ser la excep ción. De médico, tengo lo suficiente pa ra que pueda comer todos los dias una numerosa familia en la que ya hay, en activo, representantes de cua tro generaciones. De poeta, no digamos, porque, si bien no domino la métrica, es tan de licada y sutil mi prosa, es tan armo niosa y dulce mi dicción, que puede decirse que sin querer hablo en verso. Y de lo c o .. . pues claro es que al go debo de tener, y para salir de du das es por lo que he sacado mi ' flrtvta" para consultar con el Or. Nieto. No creo realmente que esté loco, loco de verdad: únicamente, reconoz co tener una mania concreta de la que me voy a ocupar; por lo demás, estimo que no es signo de demencia esc placer que exerimento gastando alegremente el dinero; esto, pienso yo, no es sino exponente de generosi dad, rayana, quizá, en el despilfarro: tampoco me parece que sea una loca ilusión el partido que tengo entre ias muleres, y que supongo irá disminuvendo cuando sea viejo: ni puede ca lificarse, a mi luido, de presunc'ón desorb'tada v patológica, el conside rarme modestamente como el mclor jugador de mus del mundo hispano americano. En camb'o, si es posible que esté dentro de lo anormal la nania oue he tenido toda mi vida de Ir h'en vestido: v sobre esto es prec'samcnm soLrp lo míe auiero consultar al Dr. N'*to. eminente psiquiatra y elegficn-in. En reM'dad. no se por ow* he te nido •'emnre esta pren«'narión. por que, dicho sea s'n vanidad. t'ntra le hace algu n a ... (IL E G IB L E ). Nos falta por analizar una de sus asp'radones más arraigadas, v hasta ahora completamente frustrada: me refiero a su sueño dorado, v apa rentemente Inexnl'eahle, de llegar • ser ministro de Marina. Este propó sito, que simepre ha abrigado con po>
sltiva vehemencia, aunque en los ti!t mos tiempos ha sufrido una represión marcada, es difícil de psicoanalizar. Después de muchos quebraderos de cabeza, he llegado a la conclus ón de que sólo es susceptible de explicación en términos de la psicología indivi dual de Adler. o sea, como compen sación de un complejo de inferioridad. Mi composición es la siguiente: Nuestro psicoanalizado es de un pueblo que ni Cristo conoce, y cuyo nombre os dije al principio. Hay quienes dudan de su existencia, pues en la mayor parte de los mapas no aparece. Además, con la mania de llamarle Robledo de Chabela, en lu gar de Robledo de Isabel, la cor fu sión que se arma es tan fenomenal, que son licitas todas las sospechas. Pues bien, cuando alguien le pregun taba a nuestro personaje "¿Usted de dónde es?", y él decía: "De tal si tio". todos volvían a preguntar "Y eso. ¿dónde está?" Entonces tenia que explicar que era un pucblecito que está junto a El Escorial. Es de cir, El Escorial representaba, digá moslo asi (como dtria Scgovia), lo que daba personalidad y existencia a su pueblo. De no haber existido El Escorial allí al lado, este hombre hu biera tenido que decir que era de otro sitio. Y así se forjó su odio, y al mis mo tiempo su admiración, por El Es corial. Pero vosotros sabéis que la fundación de este monasterio se debe a Felipe II, que lo mandó construir para conmemorar la victoria de San Quintin. Por consiguiente, no tiene nada de particular que su admiración se extendiese a la figura de ese po deroso monarca, el cual debia su , oderio a la Escuadra Invencible, es decir, a la Marina más fuer te de su tiempo. Entonces, ya véis venir la cosa: las asociaciones inconscientes le hicieron ir formando la reflexión de que si Felipe II con la Invencible hizo El Escorial, él, al frente del Ministerio de Marina, po dria, con un poco de suerte, hacer algo que reivindicara la personalidad de Robledo. Y al que no le guste esta Interpretación que se ponga de... (IL E G IBL E ; solo parece que se adi vinan las palabras "melón” y "su positorio”.) Hasta aqui hemos analizado las raíces Inconscientes, en sus aspectos psicodinámicos y aerodinámicos, de los rasgos más salientes de su perso nalidad. Pero ahora vamos a hacer lo contrario: vamos a descubriros al go que hace todos los dias y que ni él ni vosotros sabéis que lo hace. No os asustéis. No se trata de que rea lice actos en estado crepuscular. No. Es sencillamente, y esto no lo sahe nadie, que está desarrollando la más Importante lahor de Psicoterapia co lectiva. Por Psicoterapia se entiende toda actividad mental que conserva y fomenta la salud del espíritu, que ahuyenta de la mente los pesares y los sufrimientos, y que mantiene la armonía afectiva. Pues bien, si esto e». ast. Antonio cumple esta misión todos los días entre nosotros, estimu lando nuestro buen talante y promo viendo estas sesiones, que son verda-
AG ASA JO S A J A C IN T O S E G O V IA Con poco menos de un mes de dis tancia —del 10 de agosto al 8 de septiembre últimos—, se celebraron dos importantes homenajes al insig ne Dr. Jacinto Scgovia, vicepresiden te de nuestra entidad. Fué el primero independiente —en su organización— de la Agrupación madrileftista. El Dr. Segovia acababa de publicar una obra verdaderamente monumental, di vidida en seis volúmenes, que versa sobre técnica quirúrgica; obra que, según quienes han tenido ocasión de conocerla y pericia para apreciarla, servirá, cuando se divulgue, no sólo para honrar a su autor y a sus cola boradores, todos españoles refugiados, sino a la emigración republicana en tera. Con este motivo varios intelec tuales, tanto mexicanos como espa ñoles, acordaron rendir homenaje ti doctor Segovia, aunque en forma re lativamente intima, porque la modes tia de éste no perndtió revestirlo de mayor amplitud. El homenaje consis tió en un almuerzo celebrado en el restaurante Ambassadeurs, y a él concurrieron, entre otros muchos, los m'embros del Gobierno mexicano don Manuel Cual Vidal y don Antonio Martínez Baez, Secretarios de Edu cación Pública y Economía, respec tivamente: los m'nlstros de la Supre ma Corte Señores Manuel Battle y
Nicéforo Guerrero; los doctores Ig nacio Chávcz, Manuel Martínez Baez y Aquilino Villanueva, figuras pres tigiosísimas del protomedicamento me xicano; el licenciado Gabino Fraga, profesor de la Universidad Autónoma de México; el ingeniero Evaristo Araiza, director de la gran empresa siderúrgica Fundidora de Monterrey, el catedrático español don Felipe Sánchez Román, el licenciado Carreño, el licenciado Ramírez, don In dalecio Prieto, don Mario Mendiola. gerente del Banco Exterior; los doc tores José Torres Blanco, presidente del ¿entro Republicano Español; Carlos Parés, Manuel de Rivas Cherif, Manuel Márquez, Urbano Barnés, Julio Bcjarano. Antoniorrobles, don Carlos Prieto, doctores Joaquín Meda, Dionisio Nieto y Rafael Frai le, el ex ministro español don Anto nio Lara. los doctores Antonio Enci nas, y Santiago Villanueva, don O c tavio Mendoza, don Martin García Lírtiaqa, presidente del Centro V as co; el doctor Victoriano Acosta, los señores don Tomás Mier, don Rober to López, don Jesús Saro y don Luis Cano Vázquez, los doctores Germán García. Antonio Capella, director mé dico del Sanatorio Español, Alfredo Beltrán. Jesús Jiménez y Jesús de Miguel, don Juan Casanelles, don Al-
deros ejercicios de Higiene Mental. Por eso yo os propongo que en este momento se le confiera, con toda so lemnidad, el titulo de Doctor Honoris Causa en Psiquiatria, de la Clínica de Nuevo León".
HOMENAJE DE LOS COMPO
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SITORES MEXICANOS A
Eulalio Ferrer
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Hasta aqui, el informe del doctor Dionisio Nieto. La ovación fué dura dera, fervorosa y entusiasta. Los co mentarios y las carcajadas levantaron una tolvanera de admiración. Y cuan do esta se fué calmando, sonó la pa labra feliz del doctor Joaquín Meda. diriigda al psiquiatra: — |Tc has "destapao", m ancebo!... Y claro está, |otra vez las carca jadas! . .. Calmadas asimismo las cuales, la "Murga gaditana", agrupación "cul tural" de f O S 4 G A TO S, estrenó canciones, dedicadas al homenajeado, y ejecutó algunas de las que ya lle va en su repertorio: con lo cual se acabó el festelo: pero no se apañó, ni se apagará, la onda de comentarlos y de nratos recuerdos que dejaron los discursos.
Lamentamos no p od er dar más ex tensión. por haberse celebrado a úl tima hora, a la referencia d el hom e naje que ofrecieron los com positores m exicanos a nuestro directivo ELILAL IO F E R R E R , por el prem io que se ha otorgado a su labor en pro d e la canción de M éxico. Naturalmente. LO E 4 A T O E en viaron un mensaje d e adhcs'ón. y nuestro presidente pronunció algunas palabras en el homenaje. E l discurso d e Eulalio, en el que rem arcó su condición d e refugiado —d e refugiado agradecido, natural m ente— fu é a r ’amadlsimo p or mexi canos y espadóles.
fredo y don Felipe Sánchez Román jr., do» Katael ¡segovia y otros mu chos. Oneció el homenaje el ilustre ju rista jjr . Sánchez Román —por cierto socip de honor de nuestra Agrupaciótj—, el cual pronuncio las siguien tes palabras:
En fin, quiero dar expresivas gra cias a todos los altos funcionarios del Gobierno, a los Ministros de la Su prema Corte, a los insignes médicos mexicanos y a otras personalidades representativas de importantes secto res de la vida nacional aqui presen tes, porque al aceptar nuestra invita ción y concurrir a este acto, nos han
D Q N F E L IP E SAN CHEZ ROMAN En nombre del grupo que ha pro movido esta reunión, me dirijo a to ldos los presentes para dejar cons tancia de que la única finalidad del acto que celebramos es rend.r home naje a nuestro amigo el doctor Ja cinto Segovia con motivo de la pu blicación de su "1 ecnica Operato ria Dado mi carácter de profano en la materia, obvio es que no puedo re ferirme al contenido y calidad de la obra, como no sea para protestar que no quisiera encontrarme en ninguno de sus capítulos. Por otra parte, los que conocen a nuestro amigo se daran cuenta del infranqueable obstáculo que su mo destia levanta contra lodo cuanto tienda a destacar sus excepcionales méritos, porque Segovia es, ante to do, un hombre sobrio, dicho sea en términos de libre acepción, como so bria es la tierra castellana que evoca su apellido y sobrio es el suelo ma drileño de su nacimiento y donde de sarrolló la mayor parte de su vida ejemplarmente laboriosa. Sólo me cabe, por tanto, referirme, muy brevemente, a lo que en sí mis mo significa el hecho de que se tra ta. Como todos nosotros, Segovia, ciudadano leal a la República espa ñola, vino aqui bajo la condición de refugiado político, titulo doblemente honroso, no sólo porque revela que la España de Franco nos rechaza, aunque acaso no en tan grande me dida como nosotros nos sentimos in conciliables con su régimen, sino por que también aquel titulo representa que México liberal nos acoge. Y su acogimiento ha sido tan amplio que nos ha recibido reconociéndonos de recho a trabajar, seguramente por que altas magistraturas de este país entendieron bien que cada uno de nosotros sólo pudimos traer, además del dolor incurable por la patria tem poralmente perdida, nuestra capaci dad de trabajo para ser ejercida en un medio de libertad jurídica. Nuestra deuda de gratitud en este sentido es Inmensa. Sin duda, Sego via, que, como formado en el noble oficio de la Medicina, rinde culto al cumplimiento del deber, puso la de cisión y el esfuerzo que representa su obra, en la que supongo vertidos más de treinta años de experiencia profesional, para ofrecer a México, con la pulcritud y el decoro que car racterlzan a nuestro admirable ami go, esa inversión espirituall A efla han contribuido con su valiosa cola boración científica los doctores Mo rales, Acosta, Parés, Torre Blanco, Bamés, Garda Cervlño y Rivas Cherif, también merecedores de nuestro reconocimiento.
punto estábamos ligados con voso tros, y nos hizo esperar que aquel progreso, alcanzado con tamo esfuer zo, seguiría por cauce sin obstáculos hasta nevar u vuestro pueblo el bien estar a que tiene legitimo derecho." “Os queda vuestra personalidad; lleváis con vosotros, indeleble, vues tro saber, aquello que en vuestros cerebros grabó para siempre el estu dio, la observación, la experimenta ción, el raciocinio guiado por un cri terio exacto. Os han arrebatado a vuestra España, pero nadie podrá despojaros de vuestro ser español y por ello sois y seréis, mientras en vuestros cuerpos aliente un soplo de vida, hombres de bien, sabios y pru dentes, con el carácter recio y con la voluntad firme, templados ahora en la adversidad; sois y sereis siem pre españoles y caballeros." "Doctor Segovia: en este día me morable para vos, porque significa que vuestro esfuerzo es debidamente reconocido, al sentimiento de vuestros compatriotas y de vuestros amigos se une el sentimiento igual de algunos de los muchos que en México no hemos sido indiferentes, sino todo lo contrario, a cuanto hay de alto, de noble y de humano en la labor que los intelectuales españoles republica nos residentes en México vienen rea lizando y de lo cual vuestra obra es claro ejemplo." *
A Ja cin to Segovia le dan banquete* porquo escribe uno* tomos de rechupete. dispensado un señalado honor que de clinamos en favor de nuestro Jacin to Segovia, como la más preciada y merecida satisfacción personal. *
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Habló después el sabio doctor me xicano don Manuel Martínez Bacz, que en su magnifico discurso dijo, entre otros, los siguientes párrafos: Dr. M ANUEL M A RTIN EZ BAEZ: “Los médicos mexicanos participan tes en este homenaje que un grupo de compatriotas y amigos rinde al doctor Segovia, agradecemos sincera mente la ocasión que con ello se nos ofrece para expresar, una vez más. nuestra cordial simpatia para nues tros colegas, los intelectuales espa ñoles republicanos." "E l advenimiento de la República en España fué un hecho que en no sotros despertó tan hondo regociio, que este sentimiento nos h'zo com prender, como nada antes, hasta qué
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Hicieron después uso de la pala bra, a requerimiento de los comen sales, don Indalecio Prieto y el doc tor Manuel Márquez, que expresa ron, sobriamente, el valer y la alta dignidad del cirujano doctor Jacinto Segovia y la importancia de su obra puesta cuidadosamente al día. Y por último, el agasajado, con palabra emocionada y sencilla, agradeció el homenaje, terminando su discurso con los siguientes párrafos: México brindándonos su afecto caluroso, nos permitió rehacer nues tras vidas y hallar una patria digna, libre y cordial. ¿Qué respuesta podemos dar a tan noble actitud? A mi juicio, sólo una: laborar modestamente, com o modis tas son nuestras vidas, ofreciendo nuestro esfuerzo a México y, aunque el resultado no sea parejo a los de seos, que sirva al menos para man tener latente la fervorosa intención de pagar en pequeña parte la gran deu da que con vosotros hemos contraí do. Señores, amigos mexicanos, os agradecemos cordialmente vuestra presencia de hoy, y la aceptamos gustosamente, no en el sentido de ho menaje. que no tendría razón algunna, sino para que México, por In termedio de ustedes, acepte la modes ta labor que a México, nuestra pa tria adoptiva, ofrecemos." ☆
Y AHORA "LOS 4 GATOS" Del homenaje que nosotros le ofre cimos, el importante diario Noveda des" daba cuenta en la siguiente torma: 'Con gran entusiasmo y una con currencia que pasaba de 150 perso nas, se celebró en el Hotel Majcsfic. el banquete que le ofrecieron LO S 4 G A T O S, agrupación madrllcfiista, al doctor Jacinto Segovia, con motivo de haberle nombrado socio de honor, a raíz de la publicación de su im portante obra "Técnica Operatoria." Se leyeron algunas adhesiones, en tre las que figuraba la del sabio doc tor mexicano don Manuel Martínez BAcz. de don Carlos Hsplá, Nueva York; de Melchor Alegria, Puebla: de Ernesto Zoydo, Veracruz, y de Eulalio Ferrer. Comenzó la etapa de discursos el presidente de la agrupación, señor Antoniorrobles, que elogió la personl>dnd cordial, madrilefiís'ma y sen cilla del insigne doctor Segovia. El Ilustre oftalmólogo doctor Ma nuel Márquez recordó brevemente ciertas oposiciones reñidas en que, siendo él presidente del tribunal, el doctor Segovia obtuvo el número uno. El ex matador de toros Emilio Méndez, para que hubiese de todo entre los oradores, recordó la épo ca en que el agasajado fué cirujano de los toreros, que le veneraban. Y, a continuación, el ingeniero Máximo Muñoz, en emocionado discurso, evocó a los médicos españoles du rante la guerra civil, entre los cua les estuvo presente, desde el primer momento, Jacinto Segovia. El doctor Nieto, prestigioso psi quiatra, ofreció el homenaje a nom bre de los médicos de Madrid, resi dentes en México. A requerimiento de la concurren cia, se levantó don Indalecio Prieto, y con su gracejo peculiar estuvo re firiendo algunas divertidas anécdotas El doctor Segovia agradeció el ho menaje y leyó unas cuartillas evo cadoras de su Madrid, de su verda dera emoción sentimental y litera ria, que fueron aclamadas por la con currencia puesta en pie. La mesa d:rcrtiva de LO S 4 GA T O S. le ofreció a renglón seguido un artístico pergamino, obra de sutil hu morismo “gatuno", del dibulante lo sé Arribas, y la Murga gaditana, inst'tildón musical y p'ntoresca de la entidad, aue dirige un "madrileño" de Murcia que además es sordo — Agustín G ard a— estreno algunas alegres canciones alusivas. LO S C O N C U R R EN TE Entre la numerosa concurrencia se encontraban los siguientes docto-,»*: José T o —e Blnn-o. Santieoo V 'llanueva. Manuel Márquez Cnlal, Hotrén fnad— e hito). Rodríguez M a ta. Tullo B-larario. Ar»*o->'n JjJ-i-'nas, Roberto F.-r rlb-oo, RaN -l Fr-de. Joaouiq M-da, Marl«po N»»ñe~ M a za. Manuel de R lv 's Cher'f Samuel Slsnlega, Dionisio Nieto y Carlos S.
de Anda. El Ilustre jurista don Fe lipe Sánchez Román, don Eligió Ma teo Sousa. don Rafael Segovia, don Antonio de Zárraga y don José Arri bas. Los coroneles del Ejército espa ñol don Vicente Guarner, don Ma nuel Arnal y don Alfredo Tourné; Vicente Guarner, hijo: el arquitecto Eduardo Robles y los ingenieros Má ximo Muñoz y Agustín Redondo y Luir. R. Carrefio. También estaban presentes los es critores Antonio Espina, Rafael Sán chez Ocaña, Indalecio Prieto. Daniel Tapia. Pedro Lagrava, Antonio Ro bles y José Medina, y los señores Carlos Palancarcjo, José Ramón Re dondo. Luis Parterroyo, Eusebio Ro drigo, Norbcrto Roncero. Marcelino Solana, Marciano Teledor, Jesús Saro. Fernando Toba, Hilario, Jesús y Pedro Toledo. Agustín Garcia, Fer nando L. Valencia. Ricardo Busteros, Eduardo Castillo, Eduardo Diaz de Junguitú, Angel Diaz Alejo, Julio Estrada. Cándido García Rivas, Ce lestino García y Aurelio Rodrigo. Los nrofesores Rafael Supcrvia y Jesús Bernárdez, y los señores Ce rezo, Félix Mlguelez. Basilio Ber nárdez. Alfredo Sabio, Manolo Pé rez el "andaluz”. Juan de los Toyos, José Vila Cuenca, Pascasio Villa, Bautista Villaseca. Francisca Torquemada, Pedro Perez, A. bala, Angel Alonso, Augusto A. de Barrada, til as harona, junan Barrio, Pablo Garro te, 1 .U1S Uascon, Victoriano Gil, Bernardo Hoyos, Ramiro i-opez, Ga briel Marcos, ¿santiago López Medrano, Arturo Martin, Isidro López, Emilio Méndez, Jacinto Lozano, t e rrazas y otros muchos." Reproducimos algunos de los dis cursos a que la nota hace referencia: E L P R E S ID E N T E D E LO S G A L O S: "P R E LU D IO - No hay nada que mueva tanto a la circunspección, ni caiga tantas veces en la estupidez, como la pretensión de definir Jo que es humorismo, siempre con esa preo cupada complicación de negar o afir mar io irónico y lo chistoso. ¿Qué es humorismo/ Yo no lo se, ni me he preocupado de saberlo; y por mi par te bien puedo decir qué, si alguna vez lo practiqué, me salió x 'conscien temente: como los pretéritos plus cuamperfectos de subjuntivo, que los escribo sin darme cuenta, y por con siguiente sin poderme dar importan? cia. Pero, amigos, toda definición de la ironia, del chiste, del humorismo y similares, se viene abajo, se pierde en una profunda noche d e ... inte lectualidad, mientras por levante sur ge la alegria cordial, el cariño abier to. jugoso, contento y sincero. Y eso es lo que nos ha pasado a nosotros, en LO S 4 G A TO S, con nuestro cor dial Jacinto Segovia, con este ma drileño insigne, ilustre doctor, ciru jano de tan dilatada fama: don Ja cinto Segovia, al que hoy proclama
mos SO C IO D E HONOR de nues tra Agrupación. (Grandes Aplausos, 'i odos cuestos en Bie. j ¿Qué tiene que ver ese humorismo que se pretende definir en los dic cionarios de la Academia, con la ale gría de un buen cariño fraternal y ancho/... |Nada! |Y qué felices, qué auténticamen te contentos y felices nos sentimos, cuando esa alegría tiene su corres pondencia con una figura verdad*ramente ilustre, elevada, que sabe soslayar la diferencia de alturas, y consigue plenamente que todos este mos en su plano, sin que se nos al cance saber —que ahi está lo sutil— si lué porque nos elevó a nosotros, o tuvo a bien descender él. Plano mag nífico, que puede ser una mesa de mármol donde suenan las fichas del dominó violentamente, o que.se ador na con sucesivas rondas de cerveza, o se cubre con un paño verde para jugar al mus; pero sobre el cual flo rece, apuntábamos antes, un respeto alegre y cordial, acaso humorístico, dichoso y feliz, que es el que nos ha hecho querer entrañablemente, en LO S 4 G A T O S, a Jacinto Scgovta. PRIM ERA P A R T E En otro homenaje que se le ofreció anterior mente a don Jacinto, leyó unas mag nificas cuartillas el sabio doctor me xicano don Manuel Martínez Bácz. Cuando terminaron los aplausos fer vientes con que las subrayamos, yo se las arrebaté de las manos, porque quería que fuesen leídas en este aga sajo que LO S 4 G A TO S hablamos de celebrar. Pero a su vez me las arrebataron a mi con el justo deseo de publicarlas en “Adelante", donde han visto la luz; y como muchos fuis teis a aquel banquete, y muchos más las habils lefdo ya, es natural que hayamos desistido; pero no desisti mos de que aquí se levante un aplau so para el doctor Martínez Báez, que tan gentil estuvo con los refugiados —los "refugiados", por antonoma sia— en aquella fiesta de homenale; y voy a leer uno de sus párrafo*, quizá señalado por el azar: (S E LEE, Y E S R E C IB ID O CO N G R A N D ES A P L A U SO S). SEGUN D A P A R T E - Hablába mos de Jacinto Segovia; si bien ha blar de él o de su ciudad, en este caso viene a ser lo mismo: él es la * ' , •_ j . » * *- J-M-., tcración. Ahora bien, este hombre de espi gado prestigio dentro de su madrtleflismo, resulta que nos envuelto de pronto en volúmenes, publicando esa obra sonada —"Técnica Operato ria”—. en seis tomos: |cn seis tomosl i toda una corrida!. . . Y o no soy nada aficionado a la lectura, la verdad; pero me he ilevado esa voluminosa novela a la cabecera de la cama y le prometo al autor que poco a poco la Iré leyen do: porque es que tiene unas lámi n a s ... i de un v e rd e !... que eso me !o estaba yo temiendo de Segovia. Hay, por ejemplo, una lámina en co lores, que debe ser la Tongolel* cuando Iba a dar a luz sus cuates, (que tengo unas ganas de llegar al
textol. . . Es entretenidísimo, por lo menos tanto como "Currlto de la Cruz", lo que se refiere a la época en que fué cirujano de los toreros. Por ejemplo, describe una famosa faena de "R e verte", que me permito copiar a con tinuación: "Comenzó con un muletazo por al to —dice—, pasando el burcl tan cerca del pectoral mayor, que a poco hay traumatismo: y a seguido le dió cinco naturales, arrimando los vasos iliacos y los ganglios de la ingle a las astas de tal manera, que a mi se me' heló mi constitución ósea desde el frontal a las falanges del pie, pa sando por el isquión. Luego ligó un molinete, aue por un pelo le hace esquirlas el arco de Falopio: y por fin metió el instrumental, sin aneste sia, certeramente, lesionando al rornúpeto en el tronco braquio-cefálico". Asi describe las faenas en el se gundo tomo que, ya digo, es muy entretenido. Y estaba el doctor Se gòvia tan entusiasmado por entonces con su especialidad tanrófila. aue cuando le llevaron a la Casa de So corro del distrito de Chamberí al santo Sebastián con el pecho lleno de flechas, empezó el parte faculta tivo de la siguiente manera: "Durante la lidia de esta tarde ha ingresado en la enfermería un joven llamado Sebastián Mártir Pérez —que al parecer se arrojó al ruedo sin más prenda que la camisa, que utilizó pa ra torear—, el cual presenta siete heridas de asta de flecha, que res pectivamente le interesante: una. la arteria coronarla: dos, etc., etc. Tar dará unos 20 días en curar, salvo complicaciones.” Ciertamente que en la obra advier to una omisión; si no dijera lo que siento, no seria sincero con este ami go entrañable; no se achaque, tam poco. a que haya yo advertido su justísima pretensión de p’sarme la presidencia de LO S 4 G A TO S. No to, repito, una omisión: por lo menos hojeando la obra con liaereza, no lo he visto; advierto que falta urta lec ción que seria muy útil y ejemplar para unos y otros; noto, con harto sentimiento, que falta la autopsia de tallada de Franco. Ahora bien, no sé si estará en el apéndice. Por cierto, que una anormalidad que he advertido también en la obra es que, acostumbrados como estamos « que vaya el apéndice a lo último de los libros, aqui lo de tal apén dice aparece en cualquier lado. |No me lo explico! Y menos mal que apa rece, y que no le ha dado por su primirlo: vamos, por extirparlo. •Con esc criterio un poco anárqui co, no me extrañarla nada que Se gòvia haya metido el Indice en el mero centro, en sustitución de algún capitulo Importante. Yo lo compren do; p o rq u e .... bien está echar fuera un volúmen: y echar d o s ... i y has ta tres!. . . Pero para llegar al outnt o . . . y al s e x to ... hay que valerse de todas las triquiñuelas; que yo es cribo libros y lo sé.
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< BATOS-
EPILO G O — Aqui termina mi in tervención: mi intervención pseudoquirúrgica. LO S 4 G A TO S hemos atornillado el nombre de Jacinto Se gòvia a la felicidad de nuestra Agru pación. y vuestra presencia ha dado todavía un par de vueltas más al atornillador. Muchas gracias a Arri bas, por su artístico y magnifico per gamino. Y muchas gracias a todos.
Don Indalecio Prieto. "gato" orador, que lleva a los banquetes su buen humor. EL D O C TO R N IE T O D IJO Un momento, señores: Este homenaje que la Agrupación Madrileflista "L O S 4 G A T O S ” rin de hoy a Don Jacinto Scgovla y Ca ballero, iba a ser ofrecido por Frai le, quien desde hace mucho tiempo abriga en secreto el deseo de levantar su voz en nuestras asambleas. Y en esta ocasión lo habría hecho con in terés insuperable, tratándose de quien se trata y estando aqui reunida la flor y nata de la gatería andante. Pe ro Dios, Nuestro Señor, no ha que rido que nos regale los oidos con su voz, y en castigo a ciertas pala bras que de repente profiere, le hace victima de una ronquera que le im pide hasta el derecho elemental de desahogarse a su gusto. En vista de este estado de cosas, el coro de doc tores encontró muy fácil encargarme a mf, como si fuera un sobrero de Tequisqulapan, de esta difícil tarca. Pero yo les dije: “Vamos por parte, muchachos, que a su edad debían te ner un poco más de seso, v no de sexo, como a veces creen tener: es cierto oue Fraile está afónico v no puede hablar, pero no está aoráfico, o sea manco para escribir: por consiqo'ente, no veo vo por rué no pue de hacer el ofrecimiento de esta rom'da por escrito, y vo leo sus cuar tillas mn -,-icho gusto y con toda tranquilidad”. Si, con permiso del generalísimo, nos tra'lidamos "in mente" a la ca lle de Toledo, en el tram o donde se encuentra la catedral de San Isidro, rodemos enfilar por la Cava Alta v llegamos asi a aquella encrucijada
laberíntica que forman la Plaza del Humilladero y la Plaza de la Ce bada con Puerta de Moros. Aquí em pieza la calle del Humilladero, que va a parar a la calle de Toledo «n la esquina con la de Calatrava. Pues bien, en esa calle del Humilladero nació, en las postrimerías del slqlo pasado, y, para ser exactos, en 1812, este señor de capa y espada, toleda no de abolengo, que no sabemos por qué tiene nombre de flor, un primer apellido provinciano, y un segundo que le cuadra por su fundamental esencia. Nació, pues, en el cogollo del barrio de la Latina. Nada me ros y nada más. A unos pasos de la Capilla del Obispo, a la vuelta da iat. Vistillas, a cincuenta metros de !a Fuentecilla. a cien de Cascorro y de Embajadores, ¿quieren ustedes más corazón y esencia de Madrid? Porque eso de que Chamberí es lo típico, que se lo cuenten a los grin gos. Ya nos estamos cansando de oirlo, y hay que poner los puntos sobre las íes. La Latina si es de pura cepa, y otros barrios que yo me sé. pero lo demás son cuentos. Era natural que habiendo nacido en ese paralelo, estudiase el bachi llerato en el antiguo Colegio Imperial, más tarde Instituto de San Isidro, en la disimulada esquina de la calle de los F.studlos con la de Toledo, don de hemos tenido el honor de hacer el "g ra d o " muchos de los aquí presen tes. Y o no co'ncidi con él en las aulas ni en aquel vicio patio barroco del Instituto, pero he preguntado a Beiarano y a Nielo, como condiscí pulos que son, si fueron contempo ráneos de Segovia en San Isidro, y me han dicho que no, que fué muy anterior a ellos. Por consiguiente, no tengo datos sobre su adolescencia. Se sabe, no obstante, que aunque era un estudiante aventajado y de cierta austeridad, participaba en las pedreas que se armaban en los aledaños de la Puerta de Toledo, y que en éstas se despertó su afición a la cirugía, pues tenia que hacer con frecuencia intervenciones urgentes en los desca labrados. Estudió Medicina en San Carlos, donde se distinguió por su dominio de la Anatomia al lado del maestro Don Federico de Olóriz, a quien siempre profesó Segovia un gran res peto y un gran cariño. Fué interno del Hospital Clínico con Guereta, asi como del Hospital General. En sus años de internado ya empezó a distinguirse por su capacidad quirúr gica, a cuya actividad consagró la mayor parte de sus horas. Y no di go todas, porque siempre supo vivir, y ya entonces le quedaba tiempo, además, para fu. lar en su propio ba rrio una Institución coreográfica, o sea, un baile castizo que se llamó "E l bisturí y la tijera". En realidad hizo esto por su gran afición a la anatomia, a la anatomía de las for mar, femeninas, que alli tenia ocasión de conocer a lo vivo, al mismo tiem po que ponía cátedra de chotis y se aprovechaba lo aue podia, que no era poco, de las chavalas del Humi lladero. Todo esto con un gesto tm*
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pcrturbable de austeridad, y como Ig norando todo lo que pudiese repre sentar picardía, que es .su estilo, be dice que a ese baile quiso asistir T o rre Blanco con bombín y se lo pro hibió el bastonero. Terminó la carrera de Medicina con Premio extraordinario, y pocos años después ingresó por oposición al cuerpo médico de la Beneficencia Provincial, primero como medico ad junto de Don Francisco Vigueras, y después en su propio servicio, donde se acreditó en seguida como un ci rujano de tres pares de bemoles. Ca si al mismo tiempo ganó las oposi ciones a la Beneficencia Municipal, y (ué medico de la Casa de Socorro que había en la Carrera de San Fran cisco esquina a la calle de las Aguas, llegando después, por su autoridad como cirujano, a la Jefatura del Equi po quirúrgico del Centro. Como mé dico del Hospital General fué desig nado cirujano de la Plaza de Toros de Madrid, puesto que desempeño durante muchas horas, y que hizo su nombre popular en toda España. Una cualidad que siempre le ador nó tué la pulcritud en el lenguaje cotidiano. En una anécdota que os voy a referir se evidencia su cui dado por la propiedad en la expre sión. Un estudiante que acababa de ser destinado como alumno interno a su servicio del General, le dijo una mañana .cuando llegó a la clínica: "Don Jacinto, éste enfermo —se re fería a un operado del dia anterior— ayer por la tarde estaba colapsao, y como yo estaba de guardia, le puse aceite alcanforao." "¿Cómo ha dicho usted?", le preguntó Segovia, fin giendo no haber entendido. Y el mu chacho volvió a decir: "Que este en fermo estaba colapsao y le puse acei te alcanforao." "Ah, vaya; quiere us ted decir que estaba colapsado y le puse aceite alcanforado." "Hombre, Don Jacinto, —replicó el interno—, hasta ahora no me había enterado de que cuando como pollo asao, es toy comiendo pollo asado”. Las ter minaciones en "ado", sean o no par ticipios, han constituido siempre pora él una preocupación casi obsesiva, y a veces ha tenido pesadillas angus tiosas en que discutía a las palabras "bacalao" y Bilbao la legitimidad del derecho a prescindir de la "d". Su afición a la caza resulta difí cilmente explicable desde un punto de vista psicológico, pues es sabido que este ejercicio se interpreta gene ralmente como una especie de salísfacción de las tendencias agresivas ocultas en la personalidad. Pero la cirugía tiene este mismo alcance, y por eso son pocos los cirujanos que resultan cazadores, ya que en el ejer cicio de su profesión canalizan la agresividad inconsciente. En reali dad yo creo que él no es, en el fon do. cazador; lo que le interesa es el campo abierto, y la prueba es que, según aseguran casi todos los que le conocen, casi nunca cobra piezas, y las pocas que cobra más bien las paga en el mercado de San Juan pa ra justificar sus expediciones. Es
bien conocida su famosa expedición cinegética a Vaciamadrid, organizada por su amigo Soto. Llegaron allí, y a la primera descubierta Soto le se ñaló emocionado un conejo escondido en unos matorrales. Don Jacinto en filó su escopeta hacia el conejo y le utsparó un tiro certero. "Y o creo ]ue atiné", dijo. "Seguro que lo ha matao", aseveró Soto. Y fueron todos corriendo a recoger la pieza, encon trándose allí, efectivamente, un cone jo muerto con un letrero al cuello míe decía: "iA y , Jacinto, me has matao!" Después de sacar a relucir todo lo que brilla, en nuestro homenajeado, como mandan los preceptos de nues tra Agrupación, estamos en condicio nes de hacer un balance imparcial de los valores de su personalidad. Este balance nos dice que su ejecutoria es