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Tema 1 EL ANCIANO ENFERMO La vejez lleva consigo una serie de limitaciones biológicas, funcionales, psíquicas y sociales: fragilidad de memoria, sueño débil, pérdida de agudeza visual, pérdida de agilidad en sus movimientos y articulaciones, dolores particulares... No obstante lo dicho, hemos de saber diferenciar entre las enfermedades de las personas mayores y las consecuencias de la alta edad de estas mismas personas, tanto en lo físico como en lo psíquico. La enfermedad provoca normalmente una ruptura en el desarrollo de la vida del ser humano. Cuando llega en edades muy avanzadas, la ruptura se hace profunda y visible. La persona mayor siente tan profundamente la carga de sus limitaciones, que puede tener la tentación de abandonarse a lo que venga. Al perder la independencia, el autovalerse, la persona mayor se desfonda, pierde esperanza y fuerza para seguir luchando, pues aunque los que le cuidan le estimulen, sospecha por expe-riencia, que aquello es el principio del fin, aun-que muchas veces no sea así. El Departamento de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal Española ha escogido como tema de la campaña del Día del Enfermo de 1997 "El Anciano Enfermo". Es importante que los grupos de pastoral de la salud de las parroquias dediquemos todo el curso 96-97 a reflexionar y formarnos sobre este tema: Para conocer mejor el mundo del anciano enfermo y descubrir qué apostolado hemos de realizar con ellos en nuestras parroquias. Vamos a presentar brevemente los motivos, las razones por las cuales el Departamento de Pastoral de la Salud ha escogido este tema. Al mismo tiempo, transcribiremos de manera resu-mida, los objetivos que se quieren alcanzar y que hemos de tener presentes en nuestro quehacer pastoral con los ancianos enfermos durante este curso.
¿POR QUE SE HA ELEGIDO ESTE TEMA? 1. En la sociedad española cada vez hay más ancianos. Más de 6 millones de ciudadanos son mayores de 65 años. 2. Cada vez son más los ancianos solos. 3. Los avances gerontológicos y geriátricos no han frenado de modo ostensible el deterioro fisiológico, psíquico y social del anciano enfermo. Al mismo tiempo, surgen nuevas enfermedades específicas de las personas mayores. 4. Muchos ancianos disponen de precarios medios económicos, lo cual hace que carezcan de adecuada higiene, alimentación y vivienda. 5. La sociedad no respeta debidamente los derechos, la libertad y la dignidad de los ancianos enfermos. 6. La familia ha experimentado un gran cam-bio en su estructura y dinamismos, disponiendo de menos posibilidades para el cuidado intra-familiar, y tampoco cuenta con instituciones suficientes que la ayuden en ese aspecto. 7. La sociedad necesita ser sensibilizada, para que respete la dignidad del anciano enfermo y promueva planes eficaces contra su pobreza y garantice pensiones suficientes. 8. Jesucristo y la Iglesia nos empujan y nos urgen a acoger, atender, apoyar y defender la dignidad de estas personas. 9. La comunidad cristiana ha de promover iniciativas en su favor y sentir la urgencia de evangelizar la cultura vigente que tiende a margi-narles.
OBJETIVOS 1. Acercarnos al anciano enfermo y a su mundo para conocerlo.
Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
2. Ayudar al anciano enfermo a que siga sintiéndose persona y a la sociedad a que adopte nuevas actitudes y comportamiento con ellos. 3. Promover iniciativas individuales y colecti-vas de solidaridad que ayuden al anciano enfer-mo y a su familia a sentirse integrados en la sociedad. 4. Evangelizar sobre el valor de la vida humana del anciano enfermo. 5. Celebrar y difundir todo lo que se está haciendo por el anciano enfermo así como sus valores propios y el testimonio de sus vidas. TESTIMONIO DE UN ANCIANO ENFERMO "Ante mis enfermedades y limitaciones vi que la solución era descubrir que podía seguir siendo útil como hasta entonces, pero de distinta manera. Y comencé inmediatamente a trabajar; lo mío era escribir, hablar... Grabo mis trabajos, y unas señoritas me los pasan a máquina. Tengo mucho más tiempo que antes. No siempre tengo ganas de hacer lo que deseo. Me falta un ojo, el hablar es defectuoso.., pero no me agobio."
• Ayudar al anciano enfermo a que se sienta útil e integrado en la sociedad, tratando de que asuma su situación y se sienta responsable de buscar soluciones a sus problemas. • Asumir como individuos y como grupo los objetivos que nos propone el Departamento Pastoral de la Salud para este curso.
CUESTIONARIO
• ¿Te parece urgente que la Pastoral de la Salud se preocupe de los ancianos enfermos? Indica 4 razones. • De los 5 objetivos propuestos, ¿cuáles ves más urgentes?
• ¿Ves necesario dedicar una reunión semanal a formarnos sobre el tema del anciano enfermo? ¿Por qué?
COMPROMISO ¿QUÉ HACER?
• Conocer la realidad: quiénes son los ancia-nos, dónde están, cuáles son sus necesidades y aspiraciones, interesarse por ellos como perso-nas.
ORACION COMUNITARIA Hazme, Señor, una persona sonriente que, no teniendo otra cosa que dar a sus hermanos, les regala, al menos, un poco de alegría. Señor, Tú has puesto en mi pecho un corazón de carne para amar y ser amado: no permitas que me vuelva egoísta, obsesionado sin cesar por el miedo a la miseria y a las corrientes de aire. Señor, Tú has fijado las estaciones del año y de la vida. No te pido la felicidad, Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
porque sé muy bien que ninguna estación la trae; te pido simplemente que mi última estación sea bonita, para que dé testimonio de tu bondad. J.Folliet
Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
Tema 2 EL ANCIANO ENFERMO: VIVENCIAS Y NECESIDADES
En las vivencias del anciano, influyen muchos factores, aunque no todos de la misma manera en cada persona anciana y enferma. Indicamos algunos. La Edad. Son personas mayores. Para ellas el futuro empieza a tener cada vez menos importancia. La capacidad de hacer proyectos ha perdido peso y si se hacen es a muy corto plazo. En ocasiones, en esta etapa de la vida se madura con intensidad. Se descubre, en poco tiempo, un universo de valores distinto al que se ha vivido. La personalidad. La personalidad es fruto de sus circunstancias vitales: situación familiar, relaciones, situación económica, educación, etc. Su cuerpo. Son cuerpos en deterioro. Muchas veces convierten su cuerpo en el centro de preocupación acaparadora que les lleva a una mayor demanda sanitaria. La conciencia de muerte. Hablan más frecuentemente de la muerte, o porque tienen miedo o porque quieren transmitirnos que poseen la serenidad suficiente para su última pérdida, dándonos las indicaciones precisas de cómo quieren que sea su funeral y otros detalles. También esta conciencia de muerte les puede llevar a pensar que su vida ha sido inútil, que ha sido un engaño. Las mismas enfermedades que padecen. Las más frecuentes son: artrosis, arteriosclerosis, accidentes cardiovasculares, demencias, pérdida de la vista y el oído, diabetes. . .
VIVENCIAS Y REACCIONES DE LOS ENFERMOS ANCIANOS
• Dicen que sienten tristeza, soledad, desolación, desesperanza.
"Mis limitaciones físicas no me incapacitan para ejercitar mi mente, mis sentimientos y aspiraciones humanas, sociales y espirituales". "Mis vivencias son de resignación". • Profundo pesimismo. "Sólo deseo morirme". "Acepto la voluntad de Dios". "Pido mucho por todos y por los que me cuidan. Confío en Dios". "Me rebelo contra todo. Siento rabia e impotencia". "Doy continuamente gracias a Dios".
• Descargan su ira sobre aquellos que tienen más cerca: familia, amigos, sanitarios, voluntarios, Dios...
NECESIDADES FISIOLOGICAS Es fundamental que las necesidades fisiológi-cas del anciano enfermo sean satisfechas, pues su estado anímico depende en gran parte de eso. Es preciso, pues, tenerlas presentes: • Alimentación e hidratación adecuada variada. Cuidado de la dentadura.
y
• Limpieza e higiene. • Arreglo y estética. • Vestido y calzado. • Descanso y sueño. • Atención a los sentidos de la vista y oído. Audífonos y gafas. • Ayudas para la marcha y desplazamiento: bastones, silla de ruedas...
ORIENTACIONES PARA LOS CUIDADOS BASICOS
"Intento gozar de lo bueno que tiene la vida" Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
• Si el enfermo ha de permanecer mucho tiempo en la cama, ha de ser una cama que no se hunda. Que no sea muy ancha, pues ello dificulta el manejo del paciente. No muy alta.
• Habitación bien ventilada con una temperatura de unos 25°. • Máxima higiene en ropa de cama, en ropa personal y en higiene del cuerpo del enfermo. • Cambiar de postura a los enfermos encamados.
• Que no haya ruido por la noche, para que puedan descansar. • Comida adecuada. • Medicación y curas esmeradas. • Atención médica y sanitaria apropiada a la situación. • Si han perdido la vista y el oído, colocarse enfrente de ellos, así como hablarles cerca del oído y vocalizar. Nota: Quienes trabajan como voluntarios con ancia-nos enfermos podrían participar en algún cursillo impartido por un geriatra.
JUAN PABLO II A LOS CUIDADORES "A todos vosotros que cuidáis de los ancianos deseo dirigir una palabra de recomendación y de consuelo. El vuestro no es un servicio que está limitado a las cosas físicas y materiales. Tenéis que ayudar a los ancianos enfermos de la comunidad a convertir sus últimos anos en un tiempo de realización y de plenitud... Sirviendo a
los ancianos dais un claro testimonio de lo que creéis. Fe en la dignidad de la persona humana. Fe en la vida que se extiende más allá del tiempo hasta la eterna felicidad en unión con nuestro Dios que nos ama. Por eso, vuestra iniciativa es una iniciativa de solidaridad humana y de amor evangélico." CUESTIONARIO
• ¿Cuáles son las vivencias y reacciones más frecuentes en los ancianos enfermos? • ¿Qué factores influyen? • ¿Cuáles son las necesidades fisiológicas principales del anciano enfermo? • ¿Qué hacer ante estas vivencias y necesidades? COMPROMISO
BIBLIOGRAFIA Royuela H., El sufrimiento en las personas mayores, en "Labor Hospitalaria", 235, págs. 19-23. García P., Envejecimiento y salud, en "Vida Religiosa", vol. 74, 4 (1993). Vida Ascendente, El Papa a los mayores, PPC, 1991.
ORACION COMUNITARIA "Yo pecador, agresor de mi salud, me confieso ante Dios Todopoderoso porque he pecado gravemente contra mi cuerpo. Por mis malos hábitos de higiene y alimentación. Por continuar con el alcohol y el cigarro. Por mi obesidad y falta de ejercicio. Por el exceso de trabajo y las desveladas. Por mi mal carácter y enojarme de todo y con todos. Por no aceptar la responsabilidad en mi salud. Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
Por tanto, te ruego, Señor, junto a mi promesa de ser buen paciente, que me permitas encontrar buenos sanitarios y personas: familiares, amigos y voluntarios que me curen y me cuiden y me animen y satisfagan todas mis necesidades fisiológicas. Amén. Dr. González
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Tema 3 EL ANCIANO ENFERMO: SUS RASGOS Y NECESIDADES PSICOLOGICAS
El paso de una etapa a otra en el itinerario de la vida supone siempre alguna crisis. Es lógico que ésta se sienta en la transición de la madurez a la vejez. No hemos de tener miedo a enfren-tarnos a las incidencias que trae consigo. La vejez es y será, cada vez más, un estado normal de la existencia y de la organización social de la vida. Pero por desgracia, hasta nuestros días, se la considera como tiempo de paso. He-mos de empezar a aceptar que se trata de un período más prolongado, de que no es un tiempo de paso; es una etapa de la vida humana. Y como todas las etapas de la vida humana tiene una dimensión existencial que modifica la relación del individuo con el tiempo, el espacio, las cosas, el trabajo, afectos y personas. Si no se adquiere este concepto se seguirá pensando en dar servicios mínimos a los ancianos, más todavía si son enfermos, hasta que pasen... No hay que decidir por ellos, ni hacerles vivir la vida con categorías ajenas a su edad, a su psicología e intereses sociales.
RASGOS DEL ANCIANO ENFERMO
• En la persona mayor, su mirada se centra mucho más en el pasado, ante las pocas alternativas que le ofrece el porvenir.
• Van desapareciendo sus antiguas amistades, hecho que ahonda su soledad y aislamiento. Las costumbres sociales y los gustos artísticos y filosóficos le resultan lejanos e incomprensibles.
• Aunque el anciano no quisiera pensar en la muerte, sabe que es el destino más cercano que le espera. • Esta situación afectiva puede favorecer el recurso al suicidio, como forma de huida de un mundo que se le hace inhóspito e inhabitable. • Finalmente, un futuro incierto, el pensamiento de la muerte, el temor al sufrimiento y el fallecimiento de conocidos, amigos y familiares es, con frecuencia, fuente de angustia.
NECESIDADES PSICOLOGICAS
• Necesidad de seguridad. Necesita estar seguro de que no será abandonado, de que será atendido con dignidad, de que escucharán sus deseos, de que no le faltarán medios materiales y económicos.
• Necesita tener confianza en los sanitarios y en las personas que le cuidan.
• La memoria le sirve como escape y huida de una situación que no encierra mayores esperan-zas. Se hace repetitivo, sobre todo porque nece-sita que otros le escuchen para que nadie olvide la realidad pasada de su vida.
• Necesidad de amor y pertenencia. Que seguirá manteniendo las relaciones afectivas con su familia y amistades.
• La soledad, el abandono, el aislamiento, la tristeza y el pesimismo suelen ser compañeros inevitables del anciano y, si cabe, más del ancia-no enfermo.
le valore. Que se le respete. Que decida él. Que se cuente con él en las decisiones que le afectan. Que se le consulte. Que se le recuerde, y se valore lo positivo realizado en su vida y sus cualidades.
• Los valores que hoy privan no son los que ellos pueden ofrecer: fuerza, competitividad, eficacia, dinamismo, preparación técnica.
• Necesidad de autorealización, que no siem-pre podrá satisfacer con actividades, pero sí con el descubrimiento de nuevos valores.
• Necesidad de consideración y estima. Que se
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• Necesidad de un Dios entrañable.
• Éxodo 3,16ss. El anciano era digno de respeto. • Levítico 19,32ss. Son sabios y experimentados. • Eclesiástico 25,3.6. • San Mateo 16.21. Eran los miembros del Sanedrín.
ORIENTACIONES PRACTICAS PARA ATENDERLES
• No infantilicemos al anciano aunque esté enfermo.
• Dejemos que tome responsablemente las decisiones en cosas que le afecten.
• No le hagamos dependiente físicamente, robándole su autonomía. Ayudémosle y apoyémosle en lo necesario, pero nada más.
• No lo consideremos incapaz. Tendrá limitaciones, pero, en general no es incapaz, ni física y psicológicamente. • Estemos convencidos -y actuemos en consecuencia- de que el anciano enfermo es capaz de aprender y de llevar adelante muchos proyectos.
• Valoremos al anciano enfermo, no por lo que
CUESTIONARIO
• ¿Cuáles son los principales del anciano?
rasgos
psicológicos
• ¿Cuáles son sus principales necesidades psicológicas? • ¿Cómo satisfacer estas necesidades? • ¿Qué debiéramos hacer nosotros como individuos y como grupo? COMPROMISO
puede, sino por ser persona.
• Tengamos conciencia de que marginar al anciano es empobrecer esta sociedad, pues él es maestro en muchas materias.
• Ofrezcámosle un Dios Padre misericordioso. PASAJES BIBLICOS
BIBLIOGRAFIA Royuela H., "El sufrimiento en las personas mayores enfermas", en "Labor hospitalaria", 235. López Apzitarte E., "Psicología de la ancianidad", en "¿La edad inútil? Para ayudar y prepararse a la vejez" Edic. Paulinas 1993.
En la Biblia los ancianos eran los más nobles y respetados de la ciudad.
ORACION COMUNITARIA De una vejez apacible y serena, concédeme la gracia, Señor. De una vejez siempre atenta a la felicidad de los demás, concédeme la gracia, Señor. De una vejez replegada sobre mí mismo y sus inútiles quejas, líbrame, Señor. De una vejez nostálgica, que ya no saborea las alegrías de cada instante, líbrame, Señor. Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
De una vejez apacible y serena, concédeme la gracia, Señor. Si la enfermedad ataca a mi cuerpo, fortifícame, Señor. Si la soledad entristece mi corazón, visítame, Señor. No me dejes de tu mano, Señor. Amen.
Tema 4 EL ANCIANO ENFERMO: NECESIDADES SOCIALES
Existen varios problemas sociales que si no son tenidos en cuenta llevan directamente a la marginación y a la exclusión de las personas mayores, más si están enfermas. Muchas personas mayores viven en situaciones de suma precariedad y necesidad, generadas por: • la combinación o ausencia de varias auto-
nomías: la física, la mental y social, sean totales o parciales; • la limitación de su capacidad de relacionarse, ya que no trabajan y han perdido el status social.
Nuestra sociedad debe atender adecuadamente sus necesidades, tomando las medidas pertinentes con urgencia, si se quiere seguir manteniendo la dignidad del anciano enfermo. Los agentes de pastoral de la salud han de conocer estas necesidades sociales y buscar soluciones, implicando a la sociedad, a la familia, a las comunidades cristianas y al Estado.
NECESIDADES SOCIALES
• El aumento de personas ancianas en los próximos años, en particular de mayores de 80 años, supondrá un incremento importante de las necesidades de atención especializada: muchos no sólo serán mayores de 80 años, sino que ade-más estarán enfermos.
• La capacidad de calidad de vida dependerá, en gran medida, de la pensión de jubilación que perciban. Las pensiones son ahora insuficientes en el 80 % de los casos. Esto implica depen-dencia de los demás e inseguridad.
• El deterioro de la autonomía y de la movilidad de los ancianos provoca aislamiento. Muchos ancianos enfermos viven solos, desatendidos por la sociedad, por los hijos y familiares y por el Estado. • La organización de la vida urbana actual representa importantes obstáculos para la convivencia de las personas mayores enfermas: barreras arquitectónicas, escasez de servicios para el tiempo libre, escasez de residencias de día, centros de asistidos etc. • Las viviendas habitadas por ancianos suelen ser viejas y deterioradas, sin ascensor, sin calefacción, húmedas.
• A los ancianos enfermos la sociedad no suele prestarles los servicios que requieren: atención sanitaria a domicilio... • Faltan programas de acogida y de integra-ción del anciano enfermo y de su familia en las sociedad.
DESAFIOS
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• El progresivo envejecimiento de nuestra sociedad pide transformaciones importantes en la organización social y en el Estado del bienestar, en la medida en que está cambiando radical-mente la demografía: más viejos y menos niños.
• Dedicar tiempo a acompañar a estos enfermos y ayudar a sus familiares. • Tratar de que estos enfermos, en lo posible, sigan participando en la vida social, cultural, etc.
• Cada vez se necesitarán más recursos económicos y humanos para atender a los ancianos enfermos.
EXPERIENCIA
¿QUÉ HACER?
Hace unos años, en el Arciprestazgo de San Vicente de Paúl de Madrid, se creó y promovió un programa de asistencia domiciliaria a enfermos terminales. La asistencia que se presta es integral: médica, psicológica, social, espiritual y religiosa. No sólo se asiste al enfermo terminal, sino también a la familia, ofreciéndole formación y apoyo.
• Prepararse para atender dignamente a los ancianos enfermos.
CUESTIONARIO
• Además, los ancianos futuros serán más cultos y ello comportará la exigencia de más recursos económicos, sanitarios, sociales, etc.
• Se hace necesario conocer la situación socioeconómica y sanitaria de los ancianos para prestar soluciones adecuadas.
• Hemos de potenciar el asociacionismo entre los familiares de los ancianos enfermos para que se apoyen y busquen y reivindiquen soluciones. • Se han de denunciar situaciones injustas y urgir a las administraciones públicas. • Un quehacer importante consiste en concienciar a la sociedad y a las comunidades cristianas sobre la problemática de los ancianos enfermos.
• Se ha de trabajar unidos a las asociaciones e instituciones que se preocupan de estos enfer-mos. • Hemos de dar a conocer los derechos de los ancianos enfermos y urgir su cumplimiento. • Trabajar para que se implante la atención sanitaria continuada domiciliaria a quienes la necesiten.
• ¿Cuáles son las principales necesidades sociales del anciano enfermo?
• Desde tu experiencia ¿cuáles son las principales necesidades sociales de los ancianos enfermos de tu parroquia? • ¿Qué crees que debiéramos empezar a hacer para paliar o solucionar algunas de estas necesidades? COMPROMISO
BIBLIOGRAFIA Royuela H., "El sufrimiento en las personas mayores enfermas ", en "Labor Hospitalaria", 235. "Pastoral de la Tercera Edad", Ed. CEME, Salamanca.
ORACION COMUNITARIA Ayúdame, Señor, Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
para que sea todavía útil a los demás, contribuyendo con mi optimismo y mi oración a la alegría y al entusiasmo de los que ahora tienen responsabilidad; viviendo en contacto humilde y sereno con el mundo que cambia, sin lamentarme por el pasado que ya se fue; aceptando mi salida de los campos de la actividad, como acepto con naturalidad la puesta del sol. Enséñame, Señor, a envejecer. Amén.
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Tema 5 EL ANCIANO ENFERMO: NECESIDADES ESPIRITUALES
El término necesidad es ambiguo, pero lo referimos normalmente a un objeto cuya ausencia o no satisfacción lleva consigo un sufrimiento, e incluso, a la larga, una amenaza vital. Por ejemplo, carencia de comida o bebida. Si se satisface la necesidad cesa el sufrimiento. Las necesidades psicológicas y espirituales se satisfacen, más que con cosas, con relaciones con los demás y con Dios. No es fácil determinar en qué consisten las necesidades espirituales. Ante todo, es preciso aclarar que toda persona humana, creyente o no, posee, además de la dimensión física, psíquica, mental y social, una dimensión espiritual. Para realizarse como persona ha de cultivarla, atender a sus exigencias, vivirla. En segundo lugar, la dimensión religiosa (de la que hablaremos en el tema octavo) es la misma dimensión espiritual, pero canalizada, expresada y vivida dentro de una religión concreta (cris-tiana, budista, mahometana, etc.).
NECESIDADES ESPIRITUALES DEL ANCIANO ENFERMO, CREYENTE O NO
2. Necesidad de encontrar un sentido a la vida. Esta necesidad es común a todo hombre y mujer. Pero se hace más apremiante en ciertos momentos de la vida. Por ejemplo en la ancianidad y en la enfermedad. La enfermedad coloca al anciano frente a lo esencial de la vida. Siente necesidad de volver a leer su pasado, de interpretarlo de nuevo: Hablar de su vida pasada, reafirmar lo positivo, liberarse de la nostalgia por las oportunidades perdidas, desechar falsos sentimientos de culpabilidad. Necesita encontrarle un sentido a lo que le está aconteciendo, reconciliarse con sus límites, encontrar nuevas posibilidades, abrirse a la esperanza, abandonarse en Dios. Tal vez necesite también rectificar las decisiones y orientaciones que han guiado su vida, o fortalecerlas y ratificarlas.
3. Necesidad de respuesta a los interrogantes fundamentales. En algún momento de la vida toda persona se ve confrontada con los interrogantes más hondos de la existencia. Con el misterio, con los enigmas de la vida.
1. Necesidad de ser reconocido como persona Cada persona tiene su identidad; no es un número. Tiene un nombre, un apellido, una historia personal, un rostro, un cuerpo, una nacionalidad, un oficio, un saber, un hacer, una familia. Pertenece a un partido, a un movimiento, a una religión... La necesidad de ser reconocido como persona se expresa en que debe ser llamado por su nom-bre; en que ha de ser amado y respetado en sus diferencias, en sus decisiones.
Ante la perspectiva inmediata e ineludible de la muerte, el anciano puede preguntarse si ha vali-do la pena vivir y, sobre todo, si seguirá viviendo después de la muerte. El anciano necesita afir-mar su identidad, el valor de la vida, encontrar respuestas, un rayo de luz.
4. Necesidad de confesar la propia fe. Es la necesidad de afirmar, expresar y apoyarse en la propias convicciones, de encontrar adhe-sión, y sobre todo de afirmar un cierto sentido de pertenencia.
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Si el anciano es creyente, siente necesidad de que se respeten su religiosidad, sus hábitos religiosos, de que no se interrumpan bruscamente sus prácticas religiosas y su participación en la comunidad.
• Ayudarle a expresar su apertura al Otro, a lo trascendente: leerle algún poema, un pasaje bíblico, audición de tal o cual música. • El anciano enfermo necesita un confidente y lo escoge él, no se lo impongamos.
5. Necesidad de reconciliación. El anciano, como toda persona, necesita "despedirse" de este mundo reconciliado consigo mismo, agradecido a la vida, en paz con sus seres queridos, con Dios. El anciano necesita experimentar el perdón recibido y ofrecido. 6. Necesidad de continuidad, de un más allá. En toda persona habita una cierta sed de inmortalidad, de superar las fronteras del tiempo. Unos encuentran la continuidad de su vida en los valores que ellos han defendido y vivido; otros la sitúan en la "heredad" que dejan. Otros creen en la reencarnación. El cristiano, en la resurrección de Cristo, en el don de la vida eterna.
TESTIMONIO Guy Deblic, jesuita obrero, muerto a los 32 años en 1970. Escribe: "Para el personal cuidador se es ante todo un enfermo, para los otros enfermos eres un compañero de fatigas, alguien que tiene su pasado, su trabajo, sus proyectos; en una palabra, una persona a quien se le puede hablar y decir sus temores y esperanzas".
CUESTIONARIO
• ¿Qué es necesidad? ¿Qué es necesidad espiritual? • ¿Cuáles son las principales necesidades espirituales de un anciano enfermo?
¿QUE HACER?
• ¿Qué hacer para satisfacerlas?
• Acompañar al enfermo y cuidarlo, no sólo con cuidados materiales, sino también con una cercanía hecha de gestos, a través de los cuales se siente respetado, querido, valorado.
COMPROMISO
• Escucharle: provocar espacios de tiempo para
BIBLIOGRAFIA
que el anciano enfermo formule sus angus-tias, dudas, esperanzas, temores.
• Si es creyente, facilitarle su participación en la vida de la comunidad, favorecer sus prácticas religiosas. Orar con él.
• Facilitar las gestiones de reconciliación con familiares. Ayudarles, a leer su vida desde lo positivo. • Procurar que tengan vida social, alimentar su "enganche" a la vida, estimular su participación en alguna iniciativa comunitaria o social.
López Apzitarte E., "La dimensión religiosa en el anciano", en "¿La edad inútil? Para ayudar y prepararse a la vejez" Edic. Paulinas 1993. Conde J., "Papel de las creencias religiosas en la asistencia sanitaria al anciano", en AA.VV., Problemas éticos en relación con el anciano, Ed. Médicas, Madrid 1995. Card. Tarancón, Espiritualidad de la vejez, en "Vida Religiosa", Vol. 74, 4, 1993.
ORACION COMUNITARIA Estuve enfermo y me llamaste por mi nombre. Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
Estuve enfermo y venías cada mañana a decirme: ¡buenos días! Estuve enfermo y fui para ti alguien, y no algo. Estuve enfermo y me tratabas con competencia. Estuve enfermo y me diste lo que más necesitaba: cariño, comprensión, escucha y amor. Estuve enfermo y me diste a Dios. Pedro Núñez
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Tema 6 LA FAMILIA DEL ANCIANO ENFE RMO
La enfermedad, sobre todo si es grave, provoca una crisis en la familia. No se nos educa para la enfermedad. Vivimos la vida, hacemos planes, proyectos, sin pensar que puede llegar la enfermedad.
• Disponer de información cierta y suficiente del estado del enfermo, de las pruebas que le van a realizar, del tratamiento que ha de seguir y del proceso de la enfermedad, para poder afrontarlo junto a él.
Cuando ésta llama a la puerta de una familia, trastorna su vivir habitual. La enfermedad supo-ne cambios en la vida ordinaria, obliga a tomar decisiones para afrontar la nueva situación. La enfermedad es fuente de inquietud, de preocupación, de conflictos y desequilibrios emocionales. Pone a prueba los valores en que se asienta la familia y la solidez de los lazos afectivos, la unidad y solidaridad de todos sus miembros.
• Orientación sobre la forma de aliviarle el sufrimiento.
El papel de familia es fundamental, pues el paciente no puede ser bien atendido y entendido sin contar con ella. El enfermo necesita sentir que está rodeado de afecto y que está respaldado por los suyos.
• Asesoramiento, si es necesario, en recursos sociales y legales.
La familia desarrolla una labor imprescindible en la atención integral al enfermo anciano ya sea en el hospital o en casa. Da seguridad al enfer-mo, hace que no se sienta abandonado. Pero para ello, es preciso que la familia tenga un com-portamiento maduro y equilibrado; que evite el paternalismo exagerado; que anime al enfermo en su lucha; que le permita desahogarse y le infunda ánimo y fortaleza en los momentos de debilidad. Para que la familia pueda cumplir esta difícil y hermosa tarea, necesita, a su vez, la ayuda y el apoyo de allegados, amigos, sociedad, sistema sanitario, y, sea creyente o no, de la comunidad cristiana.
NECESIDADES DE LA FAMILIA DEL ANCIANO ENFERMO
• Cuando el anciano está internado, tener la seguridad de que el anciano está bien atendido.
• Apoyo y acompañamiento. • Ayuda a domicilio. • Centros de día para que la familia pueda desenvolverse normalmente y para liberarla de la tensión que supone atender a ciertos enfermos ancianos.
• Escucharla y darle la posibilidad de hablar abiertamente de las dificultades y problemas causados por la enfermedad en la familia.
• Unión y comprensión entre los miembros de la familia. • Poder descansar, facilitándoles algún tipo de suplencia.
• Recibir visitas de otras personas que les proporcionen apoyo físico y anímico y que les ayuden a encontrar sentido a las experiencias y situaciones que están viviendo. • Poder acompañar al enfermo todo el tiempo posible, si está hospitalizado. • Si el enfermo anciano y la familia son cristianos, atención religiosa de la comunidad parroquial, y siempre su solidaridad.
AYUDAS QUE SE LES PUEDEN PRESTAR DESDE LA PARROQUIA
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• Facilitarles encuentros con los familiares y asociaciones de ancianos enfermos que sufren igual enfermedad. Así se pueden apoyar mutuamente y les permite que su voz y sus necesidades se oigan en la sociedad y en la administración.
• Apoyo y acompañamiento. Suplirles con alguna frecuencia en el cuidado al anciano enfermo.
• Ayuda económica y legal, si la precisan.
nuestra habitación de matrimonio para dormir junto a ella."
CUESTIONARIO
• ¿Es importante la familia para el enfermo? ¿Por qué? • ¿Cuáles son las necesidades principales de la familia del anciano enfermo?
• Escucharles y darles ánimo. • Ayuda espiritual y religiosa si son creyentes cristianos.
• ¿En qué debe ayudarles la comunidad parroquial? • ¿Qué te sugiere el testimonio leído?
• Apoyarles en todas sus necesidades. COMPROMISO EXPERIENCIA Anciana enferma de 90 años. Demencia senil, bronquitis e infección en las vías urinarias. Dos hijos. Uno de ellos se niega a atenderla. La atienden la hija y su esposo. Así se expresa su hija: "La enfermedad de mi madre ha sido muy traumática. Mi esposo y yo, jubilados, no contamos con muchas energías. No la podíamos dejar sola ni un momento. Para poder atender mi casa y dormir algo, tuve que contratar a una mujer que la atendiera dos horas por la mañana y dos por la tarde. Mi esposo y yo no podemos ir juntos a ninguna parte. Hemos roto con los aspectos físicos de las relaciones. Yo he tenido que salir de
BIBLIOGRAFIA AA.VV., "Los diez días del enfermo en la Iglesia española", EDICE, Madrid, 1994. "Mi Padre" ("Dad"), película dirigida por Gary David Goldberg y protagonizada por Jack Lemon y Ted Danson.
ORACION COMUNITARIA Señor, nuestro familiar, al que tú amas, está enfermo. Toda la familia hemos enfermado con él. Ten compasión de nosotros y socórrenos, Señor. Si es posible, que pase de él y de nosotros este cáliz, pero no se haga nuestra voluntad, sino la tuya. Haznos sensibles a las necesidades de nuestro familiar enfermo Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
y comprensivos con sus limitaciones. Danos fuerzas para cuidarle el tiempo que haga falta. Día del Enfermo 1989
Tema 7 A C T I T U D E S C R I S T I A N A S ANTE EL ANCIANO ENFERMO
Actitud: "Disposición de ánimo de algún modo manifestada". Hablamos, pues, aquí de la disposición de ánimo expresada de alguna manera ante el anciano enfermo. En cuanto actitud supone siempre una cierta estabilidad, no es algo esporádico o infrecuente. Significa, por tanto, una predisposición permanente a reaccionar o comportarse en un determinado sentido, sea cual fuere la situación. Cuando la actitud es buena se convierte en virtud moral; es decir, en "el conjunto de disposiciones adquiridas que nos llevan a reaccionar positivamente ante los valores morales". Aquí tratamos de actitudes cristianas ante el enfermo anciano. El modelo permanente es, pues, Cristo y todos aquellos que, siguiendo su ejemplo, son puntos de referencia para el cristia-no y la comunidad. Las actitudes se fundamen-tan en el aprendizaje de los valores evangélicos, en la fe alimentada con la Palabra, en la voluntad de seguir fielmente a Cristo en la vida cotidiana.
ACTITUDES CRISTIANAS ANTE EL ANCIANO ENFERMO
1. Actitud de alumno Aprender lo que nos enseña la vida, las deficiencias, las necesidades y sufrimientos de los ancianos enfermos. Hay que acompañarles en la larga caída hasta las oscuras tinieblas de la desintegración psíquica y biológica.
2. Disposición a reconocer prácticamente su dignidad. "La enfermedad, la edad no disminuyen la dignidad, ni la grandeza de las personas. Ellos siguen siendo hijos de Dios. La fe nos ayuda a descubrir su dignidad y grandeza más allá de sus debilidades psíquicas y físicas. Verlos como hijos queridos de Dios los realza ante nosotros y suprime cualquier planteamiento egoísta, cruel, insolidario, de comodidad o menosprecio".
3. Disposición a descubrir y recibir lo que ellos nos ofrecen "En el terreno moral y humano, la convivencia con un anciano enfermo proporciona realismo, capacidad de enjuiciamiento y, por consiguiente, serenidad y libertad para afrontar cualquier otro acontecimiento de la vida".
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4. Disposición a aceptar con gratitud el don de la vida "El cuidado de un enfermo anciano, sobre todo si es incurable, nos acostumbra a tocar las limitaciones de la vida y la grandeza de los dones que hemos recibido. Nos ayuda a valorar la salud, la naturaleza, la hondura y fuerza del amor humano".
5. Disposición a amar desinteresadamente "Amar y servir y cuidar a los ancianos enfermos, es servir a quien no está en disposición de estimar ni agradecer, ni mucho menos devolver nuestros servicios".
6. Disposición a mantener viva la esperanza "El cuidado de un anciano enfermo es una du-ra prueba para la esperanza. Los cuidadores saben que, aunque ganen alguna batalla, la gue-rra la tienen perdida. Sólo queda la radical espe-ranza: "Sé que al final mi hermano resucitará" (Jn, 11, 24).
7. Disposición a cultivar la magnanimidad "Para que no se pierda la paz y la alegría hacen falta corazones magnánimos y, a veces, nervios de acero".
"El enfermo anciano en la familia puede destruirla, pero también puede ser el acelerador que multiplique la cohesión y el amor familiar" .
10. Disposición a que sea factor de humanización de la sociedad "La familia o la sociedad que aparca a los ancianos enfermos es una familia o una sociedad deshumanizada, cruel, egoísta, endurecida. Una sociedad cristiana ha de proporcionar un clima verdaderamente humano a sus ancianos hasta la muerte".
EXPERIENCIA Los miembros del grupo de reflexión pueden intercambiar experiencias que consideren aleccionadoras o ejemplares en el cuidado del anciano enfermo. CUESTIONARIO
• ¿Cuáles son, a tu entender, las principales actitudes cristianas que debemos cultivar? • ¿Trato a los enfermos con estas actitudes cristianas?
• ¿Qué podemos hacer para que se vivan en las familias y en la sociedad? COMPROMISO
BIBLIOGRAFIA 8. Disposición a aprovechar la ocasión para crecer humana y espiritualmente "La convivencia con un anciano enfermo ayuda a entrar en un estilo de vida comprensivo y generoso. Ayuda a acoger con benevolencia y con compasión las limitaciones y defectos de los demás".
Sebasatián F., Actitudes cristianas en la atención a los ancianos en la enfermedad final, en "Dolentium Hominum", 29 (1995), Págs. 20-25. López Azpitarte E., Responsabilidades éticas, en ¿La edad inútil? Para ayudar a prepararse a la vejez, Ed. Paulinas, Madrid, 1993.
9. Disposición a que esto sirva para que madure la familia
ORACION COMUNITARIA Señor, escucha nuestra oración. El anciano que vive con nosotros ha caído enfermo. Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
Ayúdale, Señor, para que no se desaliente y se desespere. Que sienta tu presencia amorosa en todo instante. Queremos cuidarle de tal manera que se sienta acompañado, amado, acogido y valorado. Deseamos atenderle como Tú lo harías. Ayúdanos para que así sea. Que su enfermedad sea ocasión para que nuestra familia crezca humana y espiritualmente. Que nos enseñe a amar desinteresadamente y a agradecer la salud y la vida que Tú nos regalas. Amén.
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Tema 8 LA ATENCION AL ANCIANO ENFERMO EN LA PARROQUIA
• Estudiar la calidad de vida que rodea a los
La misión de la Iglesia y, por lo mismo de la parroquia, es evangelizar. La evangelización se desarrolla en tres dimensiones que son imprescindibles e inseparables:
ancianos enfermos para tratar de librarles de todo lo que sea negativo.
1. A través de la catequesis, profundización y difusión del mensaje de Jesús.
• Hacer un estudio de las características de las viviendas que habitan los ancianos enfermos y tratar de mejorar las que sean inadecuadas.
2. A través de la liturgia o celebración de nuestra fe en los sacramentos. 3. A través de la caridad, de la acción caritativo-social, preferentemente con los más pobres. La Pastoral de la Salud tiene como misión evangelizar el mundo de la salud y de la enfermedad: enfermos, sanitarios, familiares de los enfermos, estructuras sanitarias, etc. El "Día del Enfermo" de este año nos invita a centrar nuestra atención preferentemente en el mundo de los ancianos enfermos. Lo haremos profundizando y difundiendo el mensaje de Jesús; celebrando con los creyentes la fe en los sacramentos y en la oración; atendiendo a los ancianos y sus familiares a través de la acción caritativo-social: atendiéndoles a nivel humano, físico, psíquico, sanitario, espiritual y religioso; trabajando para que las estructuras sanitarias sirvan al enfermo y a sus familiares; haciendo que la sociedad y el Estado respeten los derechos de los ancianos... En el desarrollo de este tema vamos a detener nuestra atención en los objetivos a lograr a nivel humano, social y religioso.
1. A NIVEL HUMANO
• Que todos los ancianos enfermos puedan recibir una atención personalizada.
• Informarse acerca de la situación personal y familiar del anciano enfermo: Personas con las que convive, nivel cultural del anciano, situación económica, nivel de autonomía física y psíquica, trato y atención que reciben. Estos y otros datos son necesarios para paliar o solucionar necesidades o injusticias que se descubran. • Conseguir que en la parroquia se forme un equipo de personas que estén dispuestas a tra-bajar pastoralmente con los ancianos enfermos. 2. A NIVEL SOCIAL
• Evitar que los ancianos enfermos vivan aislados y solos. • Facilitar las relaciones personales con los familiares, grupos de amigos, con los compañeros de trabajo, con la comunidad parroquial si es creyente, con los vecinos, con los miembros o socios de asociaciones a las que puedan pertenecer. • Sensibilizar a la comunidad parroquial y a la sociedad sobre la problemática de los ancianos enfermos. • Ser conciencia profética, denunciando situaciones injustas y a través de testimonios de actuación con los ancianos enfermos en los que se manifieste en qué consiste una atención global y humanizadora.
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• Tratar de superar el mito de la juventud del que está impregnada nuestra sociedad y cultura. • Conseguir que se sientan y sean útiles, solidarios y autónomos, dentro de sus posibilidades, buscando su integración. 3. A NIVEL RELIGIOSO
• Facilitar a todos la atención religiosa, según su propia religión: católica protestante, mahome-tana, etc. Evitar siempre cualquier afán proseli-tista en relación con el enfermo y la familia. • Si son creyentes cristianos, acercarles a la comunidad parroquial y acercar la comunidad parroquial a los ancianos. Favorecer su participación en la vida litúrgica y sacramental de la comunidad. • Celebrar comunitariamente el sacramento de la unción, previa preparación adecuada del anciano enfermo y de la comunidad.
• Integrarles en la vida activa, apostólica de la parroquia, en cuanto sea posible: grupos de catequesis, catecumenales, de Cáritas, de acción social, de liturgia, etc.
• Ofrecerles posibilidad de seguir formándose en la fe. Ayudarles sobre todo a vivir su situa-ción con espíritu cristiano.
• Iluminar desde la fe sus dudas, angustias y conflictos éticos.
TESTIMONIO "Vida ascendente". Esta Asociación está presente en muchas parroquias. Si alguien del grupo la conoce habla de ella: cuáles son sus objetivos, qué pretende, qué hace... Decía Juan Pablo II en Roma a 15.000 miembros de Vida Ascendente en 1982. "Vida Ascendente quiere ser un movimiento apostólico. Vuestras reuniones florecen en compromisos dejados a la iniciativa de cada uno, servicios eclesiales en la pastoral parroquial, litúrgica, catequesis y obras caritativas u otros servicios humanos variados en grado sumo".
CUESTIONARIO
• ¿Cómo se evangeliza el mundo de los ancianos enfermos?
• ¿Qué objetivos de los propuestos a nivel humano, social y religioso te parecen más urgentes a realizar en tu parroquia? ¿Cómo hacerlos realidad?
COMPROMISO
BIBLIOGRAFIA Pastoral de la Tercera Edad, Ed. Ceme, Salamanca.
• Ofrecerles medios, grupos, asociaciones, movimientos en los que puedan vivir su fe.
ORACION COMUNITARIA Señor, gracias por mi comunidad. Me siento unido a ella. Gracias por sus servicios. Gracias porque cuenta conmigo y hace que me sienta útil y querido. Haz, Señor, que cada comunidad conozca a sus enfermos ancianos como tú les conoces. Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
Haz que les ame como tú les amas. Les escuche como tú les escuchas. Que les ofrezca tu palabra y tu perdón. Cura, Señor, a mi comunidad y haz que sea fuente de salud para todos. Amen.
Tema 9 CELEBRAR LA FE CON EL ANCIANO ENFERMO
La enfermedad, sobre todo si es grave o cró-nica es una de las situaciones duras de la vida. Provoca una crisis global en el ser humano. La enfermedad constituye también una prueba para la fe. "El hombre al enfermar gravemente, necesita de una especial gracia de Dios, para que, dominado por la angustia no desfallezca su ánimo, y, sometido a la prueba, no se debilite su fe" (Ritual Unción n° 5). El enfermo creyente cristiano cuenta con esa Unción especial del Espíritu que le ayuda a luchar contra la enfermedad. Puede sentir nece-sidad de reconciliarse con los demás, consigo mismo y con Dios. En esta situación cuenta con el sacramento de la Reconciliación. El enfermo creyente necesita ser fortalecido y alimentado con el Pan de la Vida en el sacramento de la Eucaristía y el Viático, para ser fiel a Dios. El enfermo anciano necesita orar. "La enfermedad es un momento propicio para orar. En el corazón de la persona enferma y en sus seres queridos brota, casi de forma espontánea, la oración, la plegaria en sus formas diversas". (La asistencia religiosa en el hospital, n° 63).
LOS SACRAMENTOS DE LA ENFERMEDAD
La penitencia Su celebración constituye, para muchos ancianos, una oportunidad profundamente salvífica y terapéutica. Les ayuda a integrar el pasado, a verlo con otros ojos, a confiarlo a la misericordia de Dios, a reconciliarse con la muerte y abrirse a la esperanza. Es también una buena oportunidad para que el sacerdote y el agente de pastoral sean vehículo de la misericordia.
La Eucaristía Sacramento por excelencia, la Eucaristía es el gran signo del encuentro: de Dios con los hombres y de los hombres entre sí. Para el anciano enfermo, representa el encuentro con su comunidad, la comunión con sus hermanos, fortaleza para la debilidad, entrega confiada en manos de Dios como ofrenda de la propia vida, unión con el Cristo sufriente, anticipo del banquete final. Unción de Enfermos Es el sacramento específico para el tiempo de la enfermedad; expresión del amor de Dios que viene al encuentro de la fragilidad humana, y de la solidaridad de la comunidad. Es signo de vida y no de muerte. Ayuda al anciano enfermo a vivir cristianamente el último atardecer de su vi-da, le da fuerzas para sobrellevar la enfermedad y sus
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limitaciones, y para superar sus tentaciones. Infunde paz y serenidad, refuerza la esperanza, y ayuda al anciano enfermo a aceptar confiadamente la muerte.
Viático La Iglesia reserva la Eucaristía en forma de Viático para los moribundos. Es el sacramento que ayuda a superar la muerte e introduce en la Resurrección y en la Vida. El Viático es alimento para el viaje en consuelo, en alivio y en fuerza.
SUGERENCIAS PARA LA CELEBRACION
• Los sacramentos son para los creyentes cristianos.
• El agente de pastoral debe discernir las motivaciones que tiene el enfermo o sus familiares al pedir un sacramento. Hay que tenerlas en cuenta, para purificarlas si es preciso. • Se ha de evitar toda presión o celo intempes-
soledad, culpabilidad, rebeldía, confianza, gozo, gratitud y alabanza. El saberse poner en sintonía con la historia y el proceso interior de cada enfermo permite ayudarle a convertir su camino en camino de Dios por medio de la oración que unas veces será de queja, otras de agradecimiento, otras de entrega confiada, otras de súplica e intercesión por los demás, otras de contemplación y misterio o de alabanza y de glorificación de Dios". ("La asistencia religiosa en el hospital, n° 65).
• Se trata de rezar con el enfermo, pero sin forzar su voluntad, conectando con sus deseos de orar; ofreciéndole (que no es fácil) las fórmulas o expresiones adecuadas a su estado de ánimo y a sus sentimientos para con Dios . • Mejor que provocar una oración en quien no la desea, es orar por él o en su lugar. EXPERIENCIA Los miembros del grupo pueden relatar experiencias de celebraciones y de oración en las que han participado.
tivo.
• El sacramento, salvo excepciones, ha de ser pedido por el enfermo. • Preparar al enfermo con algún tipo de catequesis. Si es posible, hacerlo también con los que van a participar en la celebración. • Preparar bien la celebración; la elección de
CUESTIONARIO
• ¿Por qué necesita el anciano enfermo cristiano de los sacramentos de la Penitencia, Eucaristía, Viático o Unción? • ¿Qué sugerencias te parecen más impor-tantes a las hora de su celebración?
lecturas, cantos, oraciones, ritos, y la duración han de tener en cuenta la liturgia y las situacio-nes. • En lo posible, se ha de procurar celebrar comunitariamente los sacramentos del tiempo de la enfermedad.
• ¿Qué hacer para orar auténticamente con el anciano enfermo?
ORACION CON EL ANCIANO ENFERMO
BIBLIOGRAFIA
"La oración ha de surgir de la necesidad y del deseo del enfermo, y ha de tener muy presente la realidad que está viviendo. Por eso la oración con el enfermo presupone la escucha de sus vivencias y estado de ánimo para acoger la variedad de sus actitudes y reacciones: queja, im-potencia, angustia, amargura, desamparo y aban-dono,
COMPROMISO
Revista "Orar", n° 18. "Catequesis Día del enfermo 1994" en AA.VV., "Los diez días del enfermo en la Iglesia española", Edice, Madrid, 1994.
ORACION COMUNITARIA Campaña del Día del Enfermo 1997 • Temas de formación
Señor, te doy gracias por haberme dado una larga vida. Esta vida es la que te ofrezco, Señor, con todas sus alegrías y penas, con todas sus buenas acciones. Gracias, Señor, porque me concedes estos años de paz para que tenga tiempo para orar. Dame, Señor, la transparencia del anciano que no busca ya nada para él y sólo aspira a dejar un recuerdo en paz. Te miro a ti, Señor. Tu venida es para mí una luz. Jacques Leclerq.
Tema 10 MOTIVACIONES, CUALIDADES, ACTITUDES Y DESTREZAS EN EL AGENTE DE PASTORAL
Aumenta de día en día el número de creyentes que, de forma voluntaria, colaboran en la pas-toral de la salud. "Es voluntario todo aquél que, además de sus propios deberes profesionales y de su status, dedica parte de su tiempo, de manera continuada y desinteresada a activi-dades, no en favor de sí mismo ni de sus asocia-dos (a diferencia del asociacionismo), sino en favor de los demás o de intereses sociales colec-tivos, según un proyecto que no se agota en la intervención misma (a diferencia de la beneficencia), sino que tiende a erradicar o modificar las causas de necesidad o de marginación social". (Definición de Cáritas y Tavazza). ¿Qué distingue o diferencia a un voluntario, agente de pastoral de la salud en nuestro caso, de un voluntario de otras asociaciones? Las diferencias no hay que buscarlas tanto en lo que hacen,
sino en las motivaciones que están en su origen, en las actitudes que suscitan y en los objetivos que pretenden.
MOTIVACIONES DE UN VOLUNTARIO CRISTIANO
• El móvil fundamental está en la fe, fuente de una personal experiencia de Dios, que lleva al creyente a descubrir su vocación de servicio gratuito, a ejemplo de Cristo que "no vino para ser servido, sino para servir".
• El voluntariado es, pues, una expresión del seguimiento de Cristo dentro de las propias circunstancias de vida.
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• El voluntariado brota asimismo del deseo de vivir el Evangelio e implantar el Reino de Dios en el mundo de los enfermos, prolongando en el tiempo los gestos y actitudes de Jesús, el Buen Samaritano.
• Así motivado, el voluntario desea contribuir a humanizar el mundo de la ancianidad, encar-nando en él la humanidad de Dios. • El voluntario se siente enviado por la comunidad eclesial, de la que es parte activa, a evangelizar atendiendo, cuidando y acompañando a los ancianos enfermos. • Como miembro de la Iglesia, actúa en su nombre, hace suyos sus objetivos y se siente mediador de la misma ante el anciano y su familia.
vaciones, perfeccionar sus actitudes y adquirir habilidades y destrezas. Aquí apuntamos sólo algunas de estas últimas. 1. La destreza de atender y escuchar La escucha requiere atención. La atención puede ser: Física, dirigida al entorno, objetos; observación para captar sentimientos del enfermo, contenido de sus palabras y lo que expresan sus manos, gestos, silencios. Escuchar es integrar los mensajes de la observación, demostrando así al enfermo el interés en ayudarle. La escucha requiere comprensión, dar confianza, situarse ante el enfermo con respeto, evitar juicios sobre el otro
CUALIDADES Y ACTITUDES
• Respetuoso ante las formas de ser, pensar y hacer del anciano enfermo. • Escucha activa: saber descubrir lo que hay detrás de las palabras y los gestos.
• Confianza: fe en sí mismo y en los demás. • Dialogante, experto en humanidad y en tolerancia. • Idealista con sano realismo. • Sentido común. Flexibilidad al mismo tiem-po que firmeza. Iniciativa. Espíritu de servicio y entrega. Acogedor. Humilde. Constante. Pun-tual. Sincero. Amable. Discreto. Alegre. Sentido del humor. Dispuesto a aprender y dejarse enseñar. Esperanzado. Emprendedor. Sencillo. Servidor de la Verdad y la Unidad.
• Dispuesto a implantar el Reino de Dios en el mundo de los ancianos enfermos. • Espíritu crítico que busca las causas, evalúa la realidad y trata de buscar soluciones. • Persona de profunda fe conocida, vivida y celebrada. • Persona de oración y amante de la Iglesia. • Conocedor de la psicología y necesidades del anciano enfermo. DESTREZAS DEL AGENTE DE PASTORAL El voluntario, agente de pastoral, necesita una adecuada formación para enriquecer sus moti-
2. La destreza de responder y confrontar Escuchar al enfermo no es sencillo. Tampoco lo es responderle. Toda respuesta debe estar motivada por el deseo de ayudarle, de transmitir comprensión y empatía.
• Respuestas a evitar: En principio, el voluntario ha de procurar evi-tar aquellas respuestas que expresan valoración o juicio moral; que limitan o dificultan la espontaneidad en el anciano; respuestas que denotan deseos de "investigar" o curiosear; que intentan consolar "fácilmente" o que buscan "soluciones" sin más.
• Confrontar: Es reconocer el protagonismo del anciano enfermo, tratando de que descubra sus propias posibilidades, sus luces y sombras, sus recursos internos. Al ser confrontado no se siente juzgado, sino acompañado.
• Condiciones de una buena confrontación: - Necesita de un buen clima de confianza recíproca. - Ha de evitarse que el anciano la sienta como impuesta. - Hay que saber escoger el momento oportuno. - Si se hace bien, puede ser terapéutica: ayuda a crecer a la persona.
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LECTURA EVANGÉLICA Leer el texto del Evangelio de S. Lucas 24, 1334 (los discípulos de Emaús), centrando la atención en: • los diferentes momentos del encuentro de Jesús con estos discípulos,
• ¿Qué actitudes y cualidades ves necesarias en un agente de pastoral que atiende a ancianos enfermos? • ¿Qué te sugiere el pasaje evangélico? COMPROMISO
• las actitudes de Jesús, • las reacciones de los discípulos.
BIBLIOGRAFIA "Pastoral de la Tercera Edad". Ed. Ceme, Salamanca.
CUESTIONARIO
• ¿Cuáles deben ser las motivaciones de fe en un voluntario cristiano?
Bermejo J.C., Relación pastoral de ayuda al enfermo, Paulinas, Madrid 1993.
CANTO A LA VIRGEN Mientras recorres la vida...
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