TEMA 15 ADAPTACIÓN DE INSTALACIONES

INTRODUCCIÓN ADAPTACIÓN DE LOS ACCESOS ADAPTACIÓN DE VESTUARIOS, DUCHAS Y SERVICIOS ADAPTACIÓN DE INSTALACIONES O PISTAS DEPORTIVAS

INTRODUCCIÓN Cualquier discapacitado con problemas para desplazarse o que utilice una silla de ruedas va a encontrar continuamente con serias dificultades en la práctica de cualquier modalidad deportiva, si las instalaciones no están adaptadas. La solución a este problema es sencilla, y consiste en eliminar las barreras existentes, o bien evitar que se produzcan desde un principio si se respetasen las normas y ordenanzas establecidas, en las que se detallan y establecen los criterios adecuados para evitar la existencia de barreras. Estas normas se refieren tanto a los accesos, como a los vestuarios, baños, servicios, e instalaciones deportivas.

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ADAPTACIÓN DE LOS ACCESOS Un primer inconveniente con el que se puede encontrar un discapacitado es la falta de adaptación de los aparcamientos. Estos deben situarse lo más cerca posible de la entrada al edificio, y en ningún caso a más de 40 metros de distancia. Cada 25 plazas de aparcamiento, como mínimo, habrá una plaza de aparcamiento reservada a discapacitados. Las dimensiones de estas plazas de aparcamiento tendrán, como mínimo, 3 metros de anchura y 6 metros de longitud. En el caso de plazas cercadas, la anchura mínima será de 3,30 metros.

Los accesos y zonas circundantes a la instalación tendrán rebajes en sus aceras, con una inclinación máxima del 10 %, evitando los bordillos en rampa o ángulo, que son peligrosos para el acceso de discapacitados. El tipo de plaquetas utilizado en esa zona deberá ser diferente al del contorno, tanto en estructura como en color, para ser apreciable al tacto, favoreciendo su reconocimiento, de esta forma, a personas con capacidad visual reducida.

Ya en el acceso propio a la instalación deportiva, se debe evitar la instalación de molinos de control de entrada, por donde las sillas de ruedas no van a poder entrar, o bien tener un acceso alternativo para discapacitados en silla de ruedas. 2

ADAPTACIÓN DE VESTUARIOS, DUCHAS Y SERVICIOS Una vez dentro de la instalación, el discapacitado, como cualquier otro deportista, tiene derecho a la utilización de los vestuarios, duchas y servicios, por lo que estos deberán estar adaptados a sus condiciones de desplazamiento. Los espacios interiores deberán tener una amplitud mínima de 2 X 2 metros, ya que para poder realizar un giro de 360 grados, en una silla de ruedas convencional, se necesita un radio de alrededor de 1,70 metros. Del mismo modo, se tendrá en cuenta la altura máxima de los utensilios, manivelas, llaves, etc., ya que por encima de 1,40 metros es difícil que el discapacitado en silla de ruedas pueda manipularlos.

En los mostradores habrá que tener en cuenta un espacio libre, por debajo, para poder introducir las piernas, de una 50 cm. de profundidad, 70 cm. de altura por debajo, y un máximo de 95 cm. en la superficie de los mismos en cuanto a su altura. 3

Las personas que utilizan muletas emplean alrededor de 90 cm. de anchura en su deambulación, y todos los utensilios deberán encontrarse a una altura entre los 60 cm. como mínimo, y los 160 cm. como máximo.

Los vestuarios tendrán su espacio mayor contiguo al pasillo, y en él se situará la entrada. Se instalará una barandilla situada a una altura de 90 cm. en torno al perímetro de la cabina, así como una barra transversal con tiradores en el techo. Los suelos serán antideslizantes, sin ningún tipo de esteras sueltas, muy peligrosas al poder ocasionar caídas. Se debe instalar un banco situado a una altura de 50 cm., con una anchura mínima de 60 cm., y una longitud mínima de 2 metros. También es aconsejable instalar cabinas de vestuarios del tipo familiar, propias para los casos de ausencia de autonomía personal en cuanto al aseo se refiere. 4

En lo que a las duchas se refiere, éstas tendrán unas dimensiones mínimas de 1,80 X 1,65 metros, con las oportunas barras y la ducha tipo “teléfono”, situada a una altura, junto al banco para ducharse, lo suficientemente idónea para poder ser asida por el discapacitado.

La situación del retrete permitirá su utilización, instalando barras de tipo abatible, con el equipo sanitario instalado como viene señalado en el gráfico adjunto. Hay que tener en cuenta que según la discapacidad, así se podrá acceder al retrete, por lo que las barras deben suponer una ayuda y nunca un estorbo. 5

Los lavabos tendrán la altura adecuada, y serán diáfanos en su parte inferior para poder acercarse el grifo lo suficiente, introduciendo las piernas por debajo.

ADAPTACIÓN DE INSTALACIONES O PISTAS DEPORTIVAS Todas las instalaciones deberán tener fácil acceso en silla de ruedas, evitando todo tipo de escalones, bien con la utilización de rampas, o con la instalación de ascensores, o mejor, montacargas, que posteriormente van a poder tener más funcionalidad, incluso para poder transportar materiales pesados. En las gradas de la instalación deportiva deben habilitarse localidades específicas para discapacitados en silla de ruedas, así como cuartos de baño adaptados.

BIBLIOGRAFÍA: GARCÍA MINGO, J.A. Actividades físicas y deporte para minusválidos. Edit. Campomanes

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