TEMA 22: LA REGENTA 01.Emisor

1 TEMA 22: LA REGENTA 01.Emisor Personalidad -Inseguridad respecto a su actividad (pp.5-7)1. -Temido crítico literario (8). -Ternura familiar (madre,

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TEMA 22: LA REGENTA 01.Emisor Personalidad -Inseguridad respecto a su actividad (pp.5-7)1. -Temido crítico literario (8). -Ternura familiar (madre, esposa, hijos); lealtad a sus amigos (PEREDA, MENÉNDEZ Y PELAYO, CASTELAR, GALDÓS). -Moralista defensor de un ideal de justicia cuya falta de efectividad en el mundo le lleva a la irritación y a la melancolía: romántico en su sensibilidad, pero realista intelectualmente, consideraba fuera de lugar la continuación del romanticismo (9). -Infatigable lector y espectador del movimiento literario europeo. -Sentía con especial intensidad el amor entre hermano y hermana. Hablando de ello se parece mucho a su personaje Fermín, de La Regenta, y siempre se parece mucho a Ana Ozores, y recuerda mucho a HEGEL (36). Peripecia vital Zamora, 1852 (7-8). Hijo de gobernador civil (Lérida, Guadalajara). 1865. Oviedo: Bachiller. 1871-8. Madrid: periodista, Derecho. 1873. Cátedra de Economía política y Estadística de Salamanca: Gana la oposición, pero el ministro Cánovas no se la otorga; el primer Gobierno liberal, de Sagasta, le otorga la de Zaragoza (1882-3). 1883. Oviedo: Catedrático de Derecho Romano. En otoño empieza a escribir La Regenta, que acabará en abril de 1885 (14). 1902. Muerte. Obra -Artículos periodísticos (9). Sátira influenciada por LARRA, con comicidad, ironía, burla, censura y sarcasmo vs. la ignorancia, inercia mental, mal gusto y osadía (10). -Crítica expositiva: de teatro, de la novela naturalista (ZOLA), y de autores tan diversos como PEREDA, CAMPOAMOR, BAUDELAIRE, VERLAINE, IBSEN, GALDÓS...Analiza la concepción del mundo de estos autores y la composición y el estilo de sus obras. Se caracteriza por la fineza de la percepción. -Cuentos diversos. -Novelas: La Regenta y Su único hijo.

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La Regenta, Clásicos Castalia: Introducción.

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Ideología(8) Discípulo de GINER DE LOS RÍOS. Espíritu crítico, reformador. Republicano. Educado en el krausismo. Sincretismo de positivismo, naturalismo literario, apetencia metafísica e inquietud espiritual y religiosa (8). Sus obras maduras revelan una inclinación a glorificar el sufrimiento y la muerte en nombre de la religión. Puede considerarse La Regenta como la primera y más acabada manifestación de esta austeridad (55). Ideas estéticas Son las ideas expresadas en su crítica a La desheredada, de GALDÓS, en su serie de artículos Del naturalismo, y en los de Doña Emilia PARDO BAZÁN, La cuestión palpitante (15): -La primera inspiración debe venir de la realidad. -El artista debe seguir en el mundo imaginario las leyes de la realidad (16). Los datos de la observación sirven para inducir o deducir las leyes de los fenómenos (17). -La novela no sólo debe ser imitación, sino imitación total de la vida, copiándola en todo su aparecer. No vale abstraer un aspecto y renunciar a los demás. La reproducción ha de ser omnilateral: abarcar la solidaridad en que coexisten en la realidad los acontecimientos, los seres y sus obras (17). Ideal de novela Se ve en su teoría y en su aplicación práctica en La Regenta: documentación, mímesis, totalidad, finalidad artística y profundidad de pensamiento; acción sencilla, mundo moral social, personajes concretos en su carácter y en su relación con el medio y con el mundo social, estudiados por dentro y por fuera; y, en fin, composición abierta, propiedad en los diálogos, estilo indirecto libre, impersonalidad narrativa y lenguaje transparente (24). Estaba de acuerdo con los principios fundamentales del naturalismo, pero no creía que la novela hubiese de hacerse ciencia, ni aprobaba el positivismo como respaldo metódico de aquélla (26). No habla, o apenas, de temperamento, de herencia, de determinismo, evolución, de lucha por la vida, de edad teológica y edad metafísica, de verificación de hipótesis, de degeneración, de cadáver humano, y otros términos prodigados por ZOLA. En el prólogo a La cuestión palpitante advierte lo que el naturalismo no es: no es imitación de lo repugnante ni descripción de cosas feas, viles y miserables, no es solidario con el positivismo, no es pesimista, no es una cátedra de enseñanzas, no es exclusivista, no es un conjunto de recetas para escribir novelas (26-7). El mal, para el espíritu aislado que siente y piensa, es lo ordinario. El naturalismo reflejará esto, pero sin expresar la cuestión metafísica de si esta fenomenología expresa el fondo de la esencia (28).

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02.Contexto Aparece La Regenta al final de un lustro muy fecundo para la novela española (1881-5): (14) 1881: GALDÓS, La desheredada (nuevo rumbo, tras novelas de tesis y Episodios nacionales) (14); PALACIO VALDÉS, El señorito Octavio; PARDO BAZÁN, Un viaje de novios (su segunda novela, con un prólogo sobre el naturalismo). La crítica de CLARÍN a La desheredada (1881) es una especie de "Manifiesto español del naturalismo" (15). 1882: GALDÓS, El amigo Manso; PARDO BAZÁN, La Tribuna; PEREDA, El sabor de la tierruca. En 1882, CLARÍN publica una serie de artículos con el título Del naturalismo, y Doña Emilia PARDO BAZÁN otra serie llamada La cuestión palpitante, sobre el mismo movimiento. 1883: GALDÓS, El doctor Centeno; PALACIO VALDÉS, Marta y María. 1884: GALDÓS, Tormento, La de Bringas, primer tomo de Lo prohibido. Primer tomo de La Regenta. 1885: PEREDA, Sotileza; GALDÓS, segundo tomo de Lo Prohibido. Segundo tomo de La Regenta. Su sátira procede lejanamente de QUEVEDO, y próximamente de LARRA (p.10), pero el mayor estímulo fue su admirado GALDÓS (12). Influencia del naturalismo: La incorporación del pensamiento filosófico hace de la obra una novela naturalista en muchos aspectos, pero no en otros: sentido moral, substrato místico, simbolismo. El conocimiento documentado, la mímesis, no significan positivismo, empirismo indiferente al pensamiento. La novela no aparece como "ciencia", sino como manifestación de la belleza. CLARÍN prepara el camino hacia el "naturalismo espiritual", que GALDÓS llevaría a su cima en Fortunata y Jacinta (18867) (18). Una importante innovación respecto a la novela naturalista es la sencillez de la acción (18). Naturalista en muchos rasgos, en La Regenta caben muchas cosas ajenas a esa órbita: profundo sentimiento religioso de la vida y de la relación de Dios con el mundo y las criaturas; preocupación filosófica por el sentido de la existencia y por la razón del dolor; dimensión de interioridad anímica; significado moral hondamente cristiano y poderoso simbolismo (27). Aun siendo una novela escrita, en lo principal, de acuerdo con la técnica naturalista, La Regenta no abusa de pormenores patológicos ni conexiona la dolencia de Ana con determinantes hereditarios, como ocurre, por ejemplo, en Lo prohibido, de GALDÓS. Serán los vetustenses, con su malicioso astigmatismo, los que relacionarán la caída de Ana con su falsamente supuesta condición de hija de una bailarina italiana (39-40). Se ha hablado de influencias de FLAUBERT (Madame Bovary, L'Education sentimentale): ambiente provinciano y burgués, adulterio, insaciable apetencia romántica de la protagonista y su desprecio por la estupidez humana, ruptura entre el ideal y la realidad...La influencia de Madame Bovary impregna estratos profundos, como ocurre con cualquier novela importante de la segunda mitad del XIX (12). El amor del sacerdote ha hecho recordar una novela de ZOLA, de EÇA DE QUEIROZ, y Tormento, de GALDÓS (12).

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La influencia más patente es la de La conquête de Plassans, de ZOLA: Marta Rougon sufre, bajo la influencia de un sacerdote torvamente ambicioso, delirios muy parecidos a los de Ana, y el mismo terror a enloquecer. En la novela de ZOLA hay otros aspectos coincidentes con La Regenta: la acción se desarrolla en una ciudad de provincia, en la que un sacerdote ambicioso, gobernado por la codicia y el celo tiránico de su madre, se adueña poco a poco de la voluntad del obispo, del clero, de las autoridades civiles y de la gente, fanatizando a una mujer casada, convirtiéndola en juguete de sus propósitos y concitando sobre ella la desgracia. El final de esta novela es parecido. En La Regenta aparecen aspectos habituales en la novela de ZOLA: materia en descomposición, suciedad y viscosidad, desintegración. Pero CLARÍN creía que la fuerza del temperamento no excluía la lucha entre éste y la conciencia moral. De hecho, CLARÍN expresa la superioridad de la conciencia sobre el temperamento. CLARÍN dice que ZOLA sabía y quería penetrar en los valores de orden universal y en la realidad del alma, y reprochaba a BRUNETIÈRE que redujese el naturalismo a mera fisiología. CLARÍN señalaba que Marta Rougon, a pesar del temperamento, lucha por el bien (40, 53-4). Otra influencia muy patente es la de la novela O primo Basilio, de EÇA DE QUEIROZ (12). Cuando Fermín rememora el hallazgo del alma hermana (cap.XI), recuerda la narración de RENAN protagonizada por Christine de Stommeln y Petrus de Dacia, la devota alemana y el fraile sueco, en cuyas relaciones no había sentimentalismo falso, sino afectos puros, amor místico, amor anafrodítico. En ese idilio monacal del siglo XIII evocado por RENAN vemos que Cristina tomó a Pedro por su hermano espiritual, que ambos fueron amigos, confidentes, partícipes en un mismo anhelo de morir juntos (34). En el cap.XXI, en la carta de Ana a Fermín, se hacen referencias a la historia de Cristina y Pedro, y también a Teresa de Jesús (35). La vida de SANTA TERESA parece una influencia notable: El encuentro de Ana con un sapo (cap.IX) recuerda una experiencia parecida de la santa, contada en el Libro de su vida (cap.VII). El sapo de Santa Teresa es el demonio. CLARÍN debía de tener en la memoria este episodio, porque Ana, antes de leer la Vida de Santa Teresa, ya había repetido una experiencia de ella: el encuentro revelador de las Confesiones de SAN AGUSTÍN. Así mismo, el sueño del infierno que Ana padece antes de leer a la santa concuerda en un detalle decisivo con la imagen que ésta tuvo del infierno (45). CLARÍN debió de tener como modelo a la santa también para dotar a Ana de ciertas cualidades o condiciones, procedimiento nada naturalista: -Como la santa, Ana queda sin madre al tiempo de nacer, y, en su adolescencia, trata de encontrar en el sentimiento de la Virgen consuelo a su orfandad. -Santa Teresa en su infancia leía libros de caballerías, Ana en su infancia también era una apasionada lectora.

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-Ana soñaba emprender con su amigo Germán aventuras heroicas, como ir a tierra de moros de verdad, a matar infieles o a convertirlos; Santa Teresa quiso huir con su hermana a tierra de moros, a que los descabezasen, para lograr sr mártires (47). -La dolencia de Ana, la neurosis de histeria descrita por el autor según lo observado y según lo estudiado en libros de neurólogos a quienes menciona en varias ocasiones, es parecida a los males que sufrió Santa Teresa (47). La causa de que CLARÍN tomase como modelo a Santa Teresa es que ella es el modelo de amor místico (48). Puede considerarse que también tiene una cierta influencia sobre La Regenta el Don Juan Tenorio de ZORRILLA: -En la presencia del amor humano en Ana obra pasajeramente como mediador el personaje de Doña Inés del drama romántico, con quien Ana se identifica (48). -Así mismo, Álvaro Mesía es un espectro claudicante y prosaico de Don Juan (52). La presencia de la perversión, de la sensualidad equívoca, son motivos característicos de la Literatura decadente, que preludian el Pío BAROJA de Camino de perfección, y el VALLE-INCLÁN de Epitalamio y de las Sonatas. Este ambiente decadente tiene relación con la Literatura de FLAUBERT y de BAUDELAIRE. 03.Tema Sería la discordancia entre una conciencia solitaria enamorada de un bien superior y una colectividad ciudadana que sólo presenta un mundo de mediocridad cuyas posibles soluciones son: consagración al hogar (pero el hogar está vacío), a la Iglesia (pero la Iglesia oculta, bajo velos de devoción y misticismo, pasiones sacrílegas) o a la aventura amorosa (pero el amante, bajo un disfraz romántico, esconde el materialismo del adulterio preparado). Este duelo entre el alma ávida de bien y las fuerzas insidiosas del mal consuena con la vocación del artista hacia un ideal de plenitud bella, justa y verdadera, y con su náusea hacia esas formas del mal: fealdad, necedad y mentira (16). 04.Ideología En la obra se manifiesta continuamente la idea de que para el espíritu que siente y piensa, lo ordinario es el mal (29). Todo en el mundo es desunión y podredumbre, perversión y condenación (30). El mundo carece de unión, carece de sentido (32). La repetición de campanadas, de oraciones, de muletillas, de encuentros, de situaciones o hábitos colectivos hace fea y odiosa la vida. La suciedad invade el mundo descrito por CLARÍN (38). Los espíritus supravetustenses (Ana siempre, Fermín algunas veces) se sienten solos en su mundo y contra su mundo. Sufren un sentimiento de distancia insalvable y de abandono de Dios (31).

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El mal de la carne: como en ninguna novela de su tiempo, La Regenta ofrece un cuadro sumamente variado de lo que en terminología cristiana se denomina lujuria: -La lujuria común de Obdulia Fandiño y, en algunos momentos, de Ana (41). -Mayor sustantividad que la lujuria común tienen los conatos equívocos de ciertos personajes: el vago deseo que siente Obdulia Fandiño de ser hombre (cap.XXVI) (42); el sacerdote atraído por la joven Paula, por sus piernas largas, fuertes, que debían de ser como las de un hombre (cap.XV); Celedonio, afeminado, al final atraído por La Regenta, por perversión de la perversión de su lascivia; formas sádicas adquiridas por el instinto reprimido: Fermín, Petra. -Sensualidad teñida de profanación y sacrilegio: las figuras devotas mostrando envidia, lascivia e hipocresía; el arcediano tomando agua bendita mientras maquina la venganza contra Fermín; Fermín acariciando los senos tallados de una de las hijas de Lot; el mismo Fermín, sintiéndose arrastrado por el deseo en la visita a la Santa Obra del Catecismo de las Niñas (42-3); la profanación colectiva que supone la celebración de la Nochebuena en la catedral (43); la parodia de la Santa Cena y la degradación burlesca del sacramento de la confesión en la cena que Álvaro Mesía celebra en el casino con sus desvergonzados apóstoles; el tono profanatorio de los sermones de Cuaresma, que transforman el templo en un teatro (cap.XXV); la procesión de Viernes Santo, con Ana descalza ante la expectación lúbrica del concurso. El enamoramiento es visto como una infección (50). A pesar de la putridez naturalista y del refinamiento predecadente, subyace en La Regenta una radical sensibilidad cristiana, de cristianismo tradicional (54). La novela envuelve un mensaje ético de diáfana estirpe cristiana: el poder vivificador del sufrimiento: mientras Ana sufre, la imaginación, la sensibilidad, la voluntad, el pensamiento se mueven, crecen, estallan, se rehacen; tan pronto cae en la satisfacción del deseo material, se produce el silencio (55). La catástrofe de Ana, purificativa por la compasión que suscita, es el triunfo del dolor (56). Sin embargo, la acción de la novela niega la razón al narrador y se la da a Álvaro Mesía (por quien el narrador siente antipatía) y a las igualmente cínicas y materialistas Petra y Doña Paula, que consiguen al final lo que se habían propuesto (49). 05.Sociedad El mundo moral social de Vetusta, antagonista colectivo, se describe y presenta cumplidamente: la nobleza en sus palacios; el clero en la catedral y sus inmediaciones; la burguesía alta y media en el casino, en la casa, en la calle; los nuevos ricos en su colonia; el pueblo de los talleres. En La Regenta entran las clases bajas del pueblo (18-9). En definitiva, La Regenta constituye el retrato a gran escala de una sociedad urbana (20).

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En La Regenta se produce una acumulación de males y de malvados en un espacio histórico-social concreto: la angosta España de la Restauración, saturada de hierocracia2 tradicionalista y de un inmundo materialismo enmascarado de progreso. Todo ello edifica un ejemplo moral del ocaso del cristianismo (55). 06.Personajes No son simbólicos, como en las novelas de tesis, sino personajes de carne y hueso: en la persona y su destino influyen su carácter y el medio en que vive. Ni Ana, ni Fermín, ni ningún otro personaje son tipos que funcionen como simples representantes de un vicio, de una virtud, de una idea o una tesis, sino que los rasgos de su carácter presentan una gran complejidad. Son lo que se ha llamado personajes esféricos, frente a lo que se llama personajes planos, que representarían un rasgo, un vicio, una virtud, una idea. La observación dice cómo es natural que obre un carácter en determinadas circunstancias (19). Naturalmente, no todos los personajes están presentados con la misma profundidad, y al final de la novela no se sabe qué pasa con muchos de los personajes secundarios (21-2). Ana Ozores Mujer soñadora, se enardece sensualmente al más pequeño roce. Se aburre (20), percibe con repugnancia la batalla cotidiana contra el hastío (38). Cambia inesperadamente su conducta debido a incidentes fortuitos (20). Es una persona neurótica, debido a tantas negaciones remotas y actuales (39). En la proyección mística de su necesidad de amar, toma como modelo a Santa Teresa. Entre el sujeto (Ana) y el objeto de su voluntad (Dios, el Amor) se interpone como mediador el modelo de Santa Teresa. Confía cariñosamente en su confesor para seguir a la misma Santa Teresa de Jesús. Atrae a su esposo a la lectura de libros devotos para también en eso imitar a la santa doctora (46). Pero algunas opiniones de la santa pugnan con sus ideas. Ana concluirá por no poder leer sus textos. Al final de la historia comprobará que todo ello ha pasado para no volver (467). Para Ana, como para cualquier carácter irreconciliable con la medianía, la pasión -divina o humana, mística o erótica- no es pasatiempo ni aventura: es una enfermedad. Después de haber resuelto ser como todo el mundo, Ana se retracta horrorizada (49). Ana ha puesto su ansia de amor tan alta que nunca podrá saciarse. Ante un anhelo tan elevado, el mundo aparece como destierro y naufragio, cautiverio y oquedad: degradado, disonante, artificioso, rígido, frío, seco (53). Fermín de Pas Personaje ambicioso, para compensar su humildísima extracción social, está sometido a la pasión del Poder, alentada por su madre, Doña Paula, que controla a su hijo. Considera la Vetusta que llega hasta su confesionario como un montón de basura (XI) sólo aprovechable para abono de sus ambiciones (38).

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Poder de lo sagrado (de la Iglesia).

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Relaciones entre Ana Ozores y Fermín de Pas Los aproxima la pena que ambos tienen de sí mismos (33). El concepto de alma hermana es un proyecto imaginativo de fusión de dos conciencias aisladas que se sienten superiores a su ambiente. Tal concepto tiene un valor táctico, de defensa. Fermín prefiere ser hermano mayor del alma en vez de padre espiritual. Es un modo de acercarse a su penitente, pero también un medio de apartar de sí todo cuanto represente inclinación interesada o apetencia erótica: Fermín lucha con su deseo, tratando de refrenarlo para no manchar un amor que él pone por encima de todo. Ana se escuda en la imagen de los dos hermanos para ahuyentar toda probabilidad de caída: primero lo hace de un modo ingenuo, inconsciente; después, contra la evidencia de la pasión de Fermín; finalmente, soñando con la posible pureza de afecto de Fermín (34). Petra Su característica distintiva es la envidia luciferina. Tiene en sus manos, como el demonio urdidor, los hilos de la trama: juega con los tres hombres de su señora, complica el nudo y dicta el desenlace (52). 07.Relación Signo-Situación Es una obra buscadamente objetivista, sólo abierta a la fantasía cuando describe sueños o exaltaciones de la mente de un personaje (17). Se exploran con sutileza los estados interiores de algunos de sus personajes, pero se atiende a lo que sucede alrededor (17). Se presenta el cuadro general de una sociedad muy parecida a la que emisor y receptor comparten (18). El lenguaje y las actitudes de los personajes se ajustan a sus niveles sociales y culturales (23). Naturalismo: traer el arte a la vida plena de la sociedad para influir y ser influido (26). 08.Punto de Vista El narrador asoma como autor no pocas veces, pero se esfuerza en lograr la impersonalidad (23). Utilización del estilo indirecto libre, recurso narrativo ya presente en FLAUBERT y en ZOLA (22). Se utiliza especialmente con los personajes de Ana y Fermín, los personajes de más densa vida interior (23). Antipatía del narrador hacia Álvaro Mesía (49). 09.Estructura Podría considerarse que La Regenta se estructura de la manera siguiente: -Cerco a una casada soñadora realizado por un clérigo (su confesor) y un libertino (18). -Vaivenes de aquélla entre el uno y el otro. -Victoria del libertino. -Huida del libertino después de matar en duelo al esposo. -Hostilidad de la ciudad hacia la viuda. -Ruptura definitiva del sacerdote con su expenitente (18-9).

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Se podría esquematizar así: los que tientan a los dioses, queriendo salir de la niebla, reciben su castigo. El castigo de los disidentes no consiste en su disminución al nivel de los que viven sumergidos en la niebla, sino que es una caída catastrófica (49). De todos los personajes de la novela, sólo Álvaro Mesía y las igualmente cínicas y materialistas Petra y Doña Paula consiguen al final lo que se habían propuesto (49). Hay tres momentos en el conflicto: presentación, complicación, solución. La presentación es tan morosa, la complicación tan distendida entre alternativas y tan entrecortada por sondeos laterales, y la solución tan precipitada, que apenas se hacen notar (21). Ana al final se halla en la catedral, donde había comenzado la acción, como si el proceso tuviese la forma de un círculo que no empieza ni acaba (21). La Regenta, como la novela naturalista, tiene una estructura abierta. Hasta el naturalismo, la novela solía ofrecer un argumento con exposición, nudo y desenlace. En el naturalismo, dado que la novela debía imitar a la vida, empieza como quiere, y en realidad no concluye (21). Cuando la acción de La Regenta empieza, Fermín y Álvaro Mesía ya están enamorados de Ana, y ésta agobiada por ocho años de matrimonio infructuoso y acosada por el tedio de la ciudad (21). 10.Tiempo El tiempo de ficción es tres años. El tempo es muy variable: en la primera mitad es muy lento (el tiempo de ficción de los 15 primeros capítulos es de tres días, con saltos atrás al pasado para presentar lo que ha condicionado la conducta actual de los personajes, y con numerosas descripciones de ambientes), y a continuación se acelera, hasta transcurrir tres años en la segunda mitad (21). 11.Significante: lenguaje o estilo No hay ostentación verbal, sino justeza expresiva, defensa del lenguaje lógico y claro. Estilo natural, sencillo, expresivo y modesto (adjetivos que utilizaba el mismo CLARÍN para alabar el estilo de BALZAC). Sin embargo, aunque en general el lenguaje es transparente, en algunos momentos se llena de adornos (23-4). La animalización como juicio de valor degradatorio abunda en la novela (43). Propensión del autor a encarnar cualidades y situaciones malignas en las especies más humilladas de la tierra (larvas, gusanos, culebras, escarabajos) y en ejemplares que poseen una connotación moral establecida por larga tradición (tenia voraz, urraca ladrona, gallo rijoso) (44). Utilización del sapo como emblema de la fealdad terrorífica del mal (44, 50). Pero en ninguna de las menciones que de él se hacen el sapo tiene un simbolismo sexual inequívoco, como lo tiene en la narración de RENAN sobre Christine de Stommeln, citada anteriormente (Contexto) (51, nota). Frecuentemente se utiliza la figura del oscuro animal volador, con un significado ominoso (51).

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