Temas clave. Qué es la cultura?

Capítulo 5 Cultura No existe una naturaleza humana independiente de la cultura. Los hombres sin cultura […] serían una monstruosidad inservible con m

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Capítulo 5

Cultura No existe una naturaleza humana independiente de la cultura. Los hombres sin cultura […] serían una monstruosidad inservible con muy pocos instintos útiles, aún menos sentimientos reconocibles y sin intelecto: unos tarados.

Clifford GEERTZ

Estábamos llegando a Hong Kong poco antes de que volviera a estar bajo control chino en 1997. La auxiliar de vuelo nos daba la bienvenida al país, con un mensaje enigmático. Nos informaba de que era el país donde la mitad de la población tenía teléfono móvil pero donde... ¡la otra mitad creía en fantasmas! Y aquí, en pocas palabras, está el enfrentamiento de dos culturas (un Occidente «modernizado» en contacto con un Oriente «supersticioso»). Donde quiera que se mire en Hong Kong es visible el contraste. Los viejos templos, sucios y animados, donde las mujeres lloran y se lamentan en los altares de sus antepasados, y ofrecen dinero a sus dioses; los relucientes y ricamente decorados centros comerciales que se elevan orgullosos hacia el cielo (algunos de los más grandes del mundo), y en donde el consumo capitalista se muestra en toda su espectacularidad. La espiritualidad frente al materialismo. O los niños chinos vestidos cuidadosamente para ir al colegio con sus uniformes al más puro estilo occidental y a los que no les falta ni su mochila (embarcándose en los mal equipados barcos de pasajeros para dirigirse a sus atestados hogares flotantes). O el Banco de Hong Kong (un monumento a la arquitectura, pero construido con todo respeto al feng shui, palabras chinas que significan «viento y agua») y a potenciales «espíritus malignos» y diseñado para mantenerlos a raya. Aquí nos encontramos con dos ricas y vibrantes culturas al lado la una de la otra. O consideremos otro ejemplo: Barry Lewen, un agente inmobiliario de Nueva York. Después de seis meses de duras negociaciones con un grupo de inversores taiwaneses, está a punto de firmar lo que es el sueño de cualquier agente inmobiliario: la venta de un edificio de 14 millones de dólares en la Avenida Madison de Nueva York. Pero los inversores, con total seriedad, informaron a Lewen de «una última preocupación». Antes de seguir adelante con cualquier venta, explicaron, tendrían que contratar los servicios de un maestro en feng shui. Después de volar a Nueva York desde Taiwan, este practicante del antiguo arte chino inspeccionaría el edificio; únicamente si declaraba que la estructura del edificio era aceptable se completaría la operación de compra-venta. Algunos días después, el jet privado donde viajaba el maestro en feng shui aterrizaba en el aeropuerto de NuevaYork, y un coche se lo llevó volando al edificio de la Avenida Madison. Una pequeña multitud de inquietos observadores se habían reunido y miraban atenta-

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CAPÍTULO 5.NLos cimientos de la sociedad: de macro a micro mente mientras inspeccionaba el emplazamiento, tomaba nota de los edificios colindantes, y, durante 30 tensos minutos, caminaba por la construcción y tomaba nota de la estructura y longitud de los pasillos, la situación de las puertas y de los ascensores, y de la presencia de espejos, fuentes, e incluso de los acondicionadores de aire. «Le puedo asegurar que a muchos nos temblaban las manos», contaba Barry Lewen. Al final, el maestro se dirigió a su aprensiva audiencia, sonrió y formalmente dio su aprobación al edificio. Los integrantes del grupo respiraron aliviados. Para la manera de pensar occidental, el mérito de un edificio depende de su situación, tamaño, y el estado de sus conducciones de agua y demás sistemas. Todos estos aspectos también son importantes para los chinos. Pero, históricamente, los miembros de las sociedades del sureste asiático también han tenido en cuenta cómo el espacio físico afecta a los sentimientos y las emociones humanas. Desde este punto de vista, una «fuerza vital» o qi (que se lee como «chii»), fluye a través de toda la naturaleza (de manera que el diseño físico de una casa o de un edificio de oficinas puede ayudar o impedir este flujo). Un «buen» edificio (es decir, uno que se mantenga en armonía con la naturaleza) mejorará la suerte, la salud y la prosperidad de las personas que vivan o trabajen en él (Dunn, 1994). Entender cómo estas diferencias culturales afectan al comportamiento de las personas es una parte crucial de la sociología, y en este capítulo nos proponemos explorar estos aspectos.

Temas clave nSignificado del término «cultura», su desarrollo y sus componentes principales: lenguaje, símbolos, valores, normas y culturas materiales. ●nDiversidad y variaciones que podemos encontrar en las culturas. ●nModos de comprender las culturas y las subculturas juveniles. ●nAparición de los estudios culturales. ●

A

unque los, aproximadamente, seis mil millones de personas que habitamos hoy en día el planeta pertenecemos a una única especie, homo sapiens, mostramos notables diferencias. Algunas de estas diferencias pueden ser convenciones arbitrarias (por ejemplo, los chinos visten de blanco en los funerales mientras que los pueblos europeos prefieren el negro). Igualmente, los chinos asocian el número 4 con la mala suerte, de una manera parecida a la que los españoles piensan en el número 13. O pensemos en la práctica del beso: la mayor parte de los europeos se besan en público, los chinos se besan en privado; los franceses se besan en público dos veces (una en cada mejilla), mientras que los belgas lo hacen tres veces (empezando y terminando en la misma mejilla), y, por su parte, la mayoría de los nigerianos no se besan en absoluto. Además, en las bodas, las parejas de América del Norte se besan, las coreanas se hacen una reverencia, y un novio camboyano... ¡toca con su nariz la mejilla de su novia! Si ha viajado mucho, sabrá que resulta muy útil ser consciente de estas diferencias.

Sin embargo, otras diferencias culturales son más profundas. Si consideramos todo el planeta, las personas llevan mucha o poca ropa, tienen muchos o pocos hijos, veneran o marginan a los ancianos, son pacíficos o belicosos, abrazan diferentes creencias religiosas, y disfrutan de diferentes tipos de manifestaciones artísticas, música, comida y deporte. En resumen, aunque todos pertenecemos a una misma especie biológica, los seres humanos hemos desarrollado ideas extraordinariamente distintas acerca de lo que es agradable y repulsivo, educado y rudo, bonito y feo, correcto y erróneo. Esta diversidad es una característica de nuestra especie, y expresa las formas tan distintas en que las sociedades se organizan. ●

¿Qué es la cultura?

Los sociólogos definen la cultura como «diseños de formas de vida»: los valores, las creencias, la conducta, las costumbres y los objetos materiales que constituyen la forma de vida de un pueblo. La cultura es una caja de

Cultura



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herramientas con soluciones para los problemas cotidianos. Es un puente hacia el pasado así como una guía hacia el futuro. Un documento clásico lo expresa de la siguiente manera:

para asegurar la supervivencia de los suyos. Para comprender cómo hemos llegado a esto, debemos repasar brevemente la historia de nuestra especie sobre el planeta.

Estoy de acuerdo, con Max Weber, en que el hombre es un ani-

La cultura, la inteligencia y la «danza a través del tiempo»

mal suspendido en una red de significados que él mismo ha tejido, estoy convencido de que la cultura es esa red y, en conse-

cuencia, su estudio no es una ciencia experimental a la búsqueda de una ley sino una búsqueda de significados... (Geertz, 1995: 5, las cursivas son nuestras)

Para empezar a comprender lo que supone la cultura, es de gran ayuda distinguir entre pensamientos y cosas. Lo que los sociólogos llaman cultura no material es el

mundo intangible de las ideas creado por los miembros de una sociedad y que va desde el altruismo hasta el

budismo zen. Por otra parte, la cultura material constituye las cosas tangibles creadas por los miembros de una sociedad, desde un arma hasta una cremallera, desde un teléfono móvil hasta un objeto de cerámica. Ambas implican prácticas culturales, modos de acción que empleamos en la miríada de pequeños encuentros que se producen en la vida diaria (Bourdieu, 1990). Los seres

humanos hacemos cultura y ella a su vez «nos hace». Se convierte en parte de nosotros mismos (lo que a menudo describimos, pero inadecuadamente, como «naturaleza humana»). Para los sociólogos, no existe una naturaleza humana como tal: la «naturaleza» se manifiesta a través de nuestras diversas historias y culturas. A menudo esto les resulta difícil de entender a los estudiantes, pero es otro ejemplo donde el sentido común se ve desafiado por la sociología. Ningún rasgo cultural es «natural» de manera inherente a la humanidad, aunque la mayoría de las personas vean su propia forma de vida de esa manera. Lo que es crucial para nuestra especie humana es la capacidad de crear cultura. Todas las demás formas de vida (desde las hormigas hasta las cebras) se comportan de manera más uniforme, según modos específicos de cada especie. Pero para un viajero del mundo, la enorme diversidad de la vida humana contrasta fuertemente con el comportamiento de los gatos u otras criaturas, que es más o menos el mismo en todos los rincones del mundo. La mayoría de las criaturas están guiadas por sus instintos, una programación biológica sobre la que los animales no ejercen control. Unos pocos animales (en particular los chimpancés y otros primates afines) tienen una cultura limitada: los investigadores les han observado utilizar herramientas y enseñar habilidades sencillas a su descendencia. Pero el poder creativo de los seres humanos supera con mucho el de cualquier otra forma de vida; en resumen, únicamente los seres

humanos producen y, por tanto, dependen de la cultura

Se calcula que hace unos 1.000 millones de años apareció la vida sobre nuestro planeta. Una intensa actividad geológica mantenía a la superficie del planeta en continuo cambio. Pasaron miles de millones de años hasta que los dinosaurios dominaron la Tierra y desaparecieron. Y entonces, hace unos 63 millones de años, nuestra historia sufrió un giro crucial con la aparición de las criaturas que llamamos primates. Lo que distingue a los primates es su inteligencia, basada en el tamaño de sus cerebros, los más grandes (en relación al tamaño de sus cuerpos) entre las criaturas vivas. A medida que los primates evolucionaron, la estirpe humana se separó de la de nuestros parientes más cercanos, los grandes monos, hace unos 12 millones de años. Pero nuestro linaje común se manifiesta en los rasgos que todavía compartimos con chimpancés, gorilas y orangutanes: gran sociabilidad, lazos afectivos muy duraderos para el cuidados de las crías y protección mutua, la habilidad de caminar erguidos (normal en los humanos, menos habitual entre otros primates), y unas manos capaces de manipular objetos con gran precisión. A partir del estudio de registros fósiles, los científicos han llegado a la conclusión de que hace unos dos millones de años, nuestros lejanos antepasados comprendían hechos culturales fundamentales, como el uso del fuego, de herramientas y armas, la creación de refugios sencillos y el diseño de un vestuario básico. Aunque estos logros de la Edad de Piedra pueden parecer modestos, marcan el punto en el cual nuestros antepasados se embarcaron en un curso diferente de la evolución, haciendo de la cultura la principal estrategia de supervivencia. Para hacer ver que los seres humanos somos unos recién llegados, Carl Sagan (1977) sugiere concentrar los 15.000 millones de años de historia de nuestro universo en un año. Siguiendo este esquema, la atmósfera adecuada para la vida no se desarrolló hasta el otoño, y los primeros seres con aspecto humano no aparecieron hasta el 31 de diciembre (el último día del año)... ¡a las 10 de la noche! Pero no fue hasta hace unos 250.000 años, que se corresponden con unos pocos minutos antes del fin de año de Sagan, que finalmente apareció nuestra especie. Estos homo sapiens (del latín «persona con capacidad de pensar») han seguido evolucionando, de modo que, hace unos 40.000 años, humanos que se parecían bastante a nosotros vagaban por la Tierra. Con unos cerebros más grandes, estos «modernos» Homo sapiens eran capaces

120



CAPÍTULO 5.NLos cimientos de la sociedad: de macro a micro

de producir cultura a un ritmo vertiginoso, como sugiere la gran variedad de herramientas y arte rupestre de este periodo. Pero, lo que llamamos «civilización», basada en asentamientos permanentes y ocupaciones especializadas, comenzó en Oriente Medio (en lo hoy es Irak y Egipto) tan solo hace unos 12.000 años (Hamblin, 1973; Wenke, 1980). En términos del «año» de Sagan, este florecimiento cultural ocurrió durante los últimos segundos antes de la medianoche de Noche Vieja. Nuestra forma de vida moderna industrial comenzó hace tan solo unos 300 años, lo que equivale a menos de un segundo en el esquema de Sagan. Y es en esta fracción de un segundo donde se centra la mayor parte de la atención de este libro. Somos:

Tabla 5.1 ● La breve historia de las sociedades del mundo: apenas unos segundos en el esquema de Sagan El Mundo Contemporáneo El Breve Siglo XX (1914-1989) La Edad Moderna (1789-1914) La Primera Edad Moderna (s. XVI-XVIII) Edad Media (s. V-XV) El Mundo Antiguo (2.500 a. C.-900 d. C.) Primeros Imperios circa (7000 a. C-200 d. C.)

los últimos en llegar a una fiesta global que ha estado celebrándose durante al menos 3.500 millones de años, desde que comenzó la vida, y que continuará hasta la muerte del planeta. Es una fiesta fabulosa, con miles de millones de participantes de toda condición. (Tudge, 1995: 76)

La cultura humana, por tanto, es muy reciente y estuvo germinándose durante mucho tiempo. A medida que la cultura se convertía en una estrategia para la supervivencia, nuestros antepasados bajaban de los árboles para vivir en los altos pastos de África central. Allí, caminando erguidos, descubrieron las ventajas de cazar en grupo. Al caminar en posición vertical, el cerebro humano se hizo más grande, lo que permitió una mayor capacidad para innovar en las estrategias de adaptación, en lugar de seguir actuando según los dictados puramente biológicos. Gradualmente, la cultura desplazó las fuerzas del instinto, y los humanos pudieron diseñar su propio entorno natural. Desde entonces, las personas han hecho y rehecho sus mundos de incontables maneras, lo que explica la extraordinaria diversidad cultural de hoy en día. ●

¿Qué es civilización?

Las civilizaciones son entidades culturales amplias y completas. Aunque hay muchas agrupaciones —cultura hispánica, nudista, religiosa, gay, musical…— la idea de civilización alude a la mayor agrupación cultural posible de personas; es una cultura a lo grande. Las civilizaciones no tienen delimitaciones claras, pero sí una larga existencia. Son totalidades percibidas durante largos periodos («de larga duración», se las llama a menudo). Las civilizaciones del pasado incluyen a los antiguos sumerios, los egipcios, los mesopotámicos, los cristianos y los islámicos. Se suelen considerar las siguientes civilizaciones contemporáneas:

Prehistoria: desde el Principio hasta circa 4.000 a. C. Fuente: National Geographic Visual History of the World

(2005).

nChina. nJaponesa (a veces combinada con China en la civilización del Lejano Oriente). ●nIndia o hindú. ●nIslámica (con origen en la Península Arábiga en el siglo VII d. C.), que incluye las culturas árabe, turca, persa y malaya. ●nOrtodoxa, con centro en Rusia y alejada de las civilizaciones occidentales. ●nOccidental (con origen en torno al 700 d. C.) en Europa, América del Norte y quizá América Latina (esta última considerada cada vez más de forma independiente). ●nLatinoamericana (católica y más autoritaria). ●nAfricana. ● ●

Las religiones son una de las características clave de las civilizaciones. Cristianismo, islam, hinduismo y confucianismo son las cuatro religiones principales vinculadas a una civilización, como se expone en el Capítulo 19. En el siglo XXI, algunos sociólogos hablan de una nueva cultura global emergente que será vista como civilización «universal», aunque esta idea que ha suscitado una gran polémica (Braudel, 1963; Huntington, 1996). ●

Los componentes principales de la cultura

Aunque las culturas que encontramos en todas las naciones del mundo difieren de varias maneras, todas ellas

Cultura parecen construirse a partir de cinco componentes principales: símbolos, lenguaje, valores, normas y cultura material. En este epígrafe trataremos cada uno de ellos.

1.NSímbolos

Los seres humanos no solo percibimos el mundo a nuestro alrededor como hacen las demás criaturas; nosotros construimos una realidad de significados. Al hacer esto, los humanos transformamos elementos del mundo en símbolos, cualquier cosa que contiene un significado especial reconocido por aquellas personas que comparten una cultura. Un silbido, unos grafitis sobre una pared, una

luz roja parpadeante, un puño elevado en alto, etc.; todos ellos son símbolos. Podemos ver la capacidad humana para crear y manipular símbolos reflejada en los muchos significados diferentes asociados con el simple acto de guiñar un ojo. En algunos contextos esta acción expresa interés; en otros, comprensión; y aún en otros, un insulto. Somos tan dependientes de nuestros símbolos culturales que los damos por supuestos. Pero al entrar en contacto con una sociedad extraña se nos hace evidente el poder de los símbolos al experimentar el choque cultural: la incapacidad de «entender» los significados de lo que nos rodea. Nos sentimos perdidos y aislados, inseguros de nuestra manera de actuar, y en algunos momentos aterrorizados. El choque cultural es un proceso en dos partes. Por una parte es algo que experimenta el viajero cuando se encuentra con personas cuya forma de vida no le resulta familiar. Por otra parte, es también lo que el viajero inflige a los demás actuando de una manera que puede llegar a ofenderles. Por ejemplo, como los británicos consideran que los perros son adorables animales de compañía, los que viajan a las regiones del norte de la República Popular China pueden sentirse horrorizados al encontrarse con personas que comen perro asado. Por otra parte, los viajeros procedentes de países del sureste asiático pueden escandalizarse al comprobar la cantidad de alcohol que consumen los europeos. Los viajes a otros países proporcionan incontables oportunidades para el desencuentro. Cuando nos encontremos en un contexto no familiar, debemos recordar que incluso una conducta que nos parece inocente y bastante normal puede ser abominable para otros. Los significados simbólicos varían incluso dentro de una misma sociedad. Un abrigo de piel, apreciado por una persona como un lujoso símbolo de éxito, puede representar para otra un trato cruel hacia los animales. Los símbolos culturales también cambian con el paso del tiempo. Los pantalones vaqueros se crearon hace más de un siglo como una prenda de ropa resistente y barata para los trabajadores. En el clima político liberal de la década de 1960, los pantalones vaqueros se convirtieron en una



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prenda popular entre los estudiantes ricos (muchos de los cuales los llevaban simplemente para parecer «diferentes» o quizás para identificarse con los trabajadores). Una década más tarde, los «pantalones vaqueros de marca» surgieron como «símbolos de estatus» con un elevado precio que ofrecía contenían un mensaje bien distinto. En estos últimos años, los vaqueros siguen siendo tan populares como siempre; muchas personas los eligen como su ropa diaria. Pero otros llevan vaqueros de marca para establecer diferencias con los demás. Los vaqueros no poseen un significado simbólico fijo. En suma, los símbolos permiten a las personas que sus vidas cobren sentido, y sin ellos la existencia humana carecería de significado. Manipular correctamente los símbolos nos permite relacionarnos fácilmente con los demás dentro de nuestro sistema cultural. El estudio de los símbolos y los signos se llama semiótica. En términos generales, la semiótica sugiere que los significados nunca son inherentes a los objetos, sino que están construidos alrededor de ellos. El representante de la filosofía pragmatista americana Peirce, los franceses Saussure y Roland Barthes han realizado estudios concretos acerca de las maneras en que los signos (una camiseta, una bandera, una canción pop, un menú, una palabra) pueden cobrar diferentes significados. Volveremos sobre esto en el Capítulo 22.

2.NEl lenguaje

El lenguaje, el componente más importante de la cultura, es un sistema de símbolos que permite a los miembros de una sociedad comunicarse entre sí. Los símbolos toman la forma de palabras habladas o escritas, que son culturalmente variables y que se componen de varios alfabetos e ideogramas utilizados en todo el mundo. Incluso varían las convenciones para la escritura: en general, las personas de las sociedades occidentales escribimos de izquierda a derecha, las personas en África del norte y oeste de Asia escriben de derecha a izquierda, y las personas de Asia oriental escriben de arriba abajo. Según los últimos recuentos, hay 6.912 lenguas en el mundo (Gordon, 2005). En la Figura 5.1 se muestra en qué lugares del mundo uno encuentra las tres lenguas más extendidas. El chino es la lengua oficial del 20 por ciento de la humanidad (cerca de 1.200 millones de personas). El inglés es la lengua materna de cerca del 10 por ciento (600 millones) de la población mundial, y el español es la lengua oficial del 6 por ciento (350 millones) de la humanidad. Aunque estas son las lenguas principales, existen miles de lenguas minoritarias (se estima que su número varía entre cinco y seis mil). Una cuarta parte de estas lenguas tienen menos de 1.000 hablantes; la mitad tienen menos de 10.000; unas pocas tienen solo un hablante. Muchas están desapa-

122



CAPÍTULO 5.NLos cimientos de la sociedad: de macro a micro el número de sus hablantes en 2050. Como se sugiere en la Figura 5.3, en esta fecha el hindi-urdu, el español y el árabe probablemente alcancen al inglés. La misma Unión Europea es una Torre de Babel. La Comisión Europea en Bruselas emplea una plantilla de 400 traductores a jornada completa para solucionar los problemas de traducción. En el momento presente existen once lenguas oficiales, aunque este número podría aumentar: el número teórico posible es 30 (Crystal, 1997: 56).

Lenguas vivas según su situación

Asia (2.197)

África (2.058)

El Pacífico (1.311)

Europa (230)

Top 10 ● Las lenguas más habladas Top 10 ● (número aproximado de hablantes) 1. Mandarín

Las Américas (1.013)

Figura 5.1 ● Lenguas vivas según su situación

1.075.000.000

2. Inglés

514.000.000

3. Indostánico

496.000.000

4. Español

425.000.000

5. Ruso

275.000.000

6. Árabe

256.000.000

reciendo. Los lingüistas predicen que la mitad de nuestras 7. Bengalí 215.000.000 6.800 lenguas vivas conocidas desaparecerán durante este 8. Portugués 194.000.000 siglo, y el 80-90 por ciento lo harán en los próximos 200 años. Las lenguas más grandes dominan a las más peque9. Malayo-indonesio 176.000.000 ñas. En la Figura 5.2 se muestra en qué partes del mundo algunas lenguas van a desaparecer. En algunos paí: ses se está intentanto revitalizar las lenguas minoritarias, como el caso del galés en Gran Bretaña o el vasco en España (Crystal, 1997: 287; Bartholet, 2000; Nettle y Romaine, 2000). 417 450 Debido a la influencia de Gran Bretaña durante los pasados 200 años, y más recien400 temente de Estados Unidos, el inglés se está 350 convirtiendo en una lengua global, dado que funciona como una segunda lengua en 300 muchos países del mundo. Se utiliza como 250 lengua oficial o semioficial en unos 60 paí200 ses, y es la lengua principal de Internet, el 138 control de tráfico aéreo, las conferencias de 101 150 negocios y la música pop. Pero en muchos 60 55 100 países hay una importante preocupación 37 19 7 acerca de esto. Tanto que ahora existe una 50 Oficina Europea de las Lenguas Minoritarias 0 que intenta fomentar y conservar estas otras Mundo Pacífico Australia Europa Asia América América África lenguas (con un boletín, Contact, que se Latina del Norte publica tres veces al año). Y algunos países, adaptado de , 19 de junio de 2000 © 2000 Newsweek Inc. Todos los derechos reservacomo Francia y Gales, están intentando dos, Reimpreso con permiso resistirse con intensidad al debilitamiento de 5.2 ● Lenguas en extinción su lengua frente al dominio del inglés. En Figura Miles de lenguas pueden desaparecer durante el siglo XXI, y más de 420 ya han sido clasicualquier caso, el chino sigue siendo la len- ficadas , un catálogo de las lenguas del mundo. como «casi desaparecidas» por gua más hablada y probablemente triplique Y estas se encuentran en todo el planeta. Número de lenguas en proceso de extinción

Fuente adaptado de Ethnologue, SIL Internacional

Fuente:

Newsweek

Ethnologe

Cultura 1400 1384 1200



123

Árabe Español Inglés

1000

1050

Hindi-urdu Chino

800 600 482 486 508

500

400

556

375 200

60

0

Fuente:

220 120

200

120 1950

280

275

2050 (previsto)

2000

adaptado de Graddol (1997)

Figura 5.3 ● Las lenguas más habladas en el mundo (en millones)

El lenguaje y el auge de la etnicidad

Desde mediados de la década de 1960 en adelante, América del Norte y Europa Occidental han experimentado algo que se ha dado en llamar el «auge de la etnicidad» (una extendida toma de conciencia de grupos de población y grupos étnicos que hablan sus propias lenguas). En 2000, de los cerca de 262 millones de estadounidenses de cinco o más años, 215 hablaban una sola lengua: inglés. Sin embargo, cerca de 50 millones hablaban otras lenguas en casa (17,9 por ciento de la población). 28 millones hablaban español; 10 millones, lenguas indoeuropeas; y en torno a 6 millones, lenguas asiáticas y

de la costa pacífica. Había 12 millones de personas lingüísticamente aisladas (US Census, 2000). Así, de 230 millones de personas mayores de 3 años en Estados Unidos, el censo de 1990 informa que 32 millones (14 por ciento) por lo general hablan en casa una lengua que no es el inglés. De estas personas, el 54 por ciento hablan español, el 14 por ciento utilizan una lengua asiática, y el restante 32 por ciento emplean alguna otra lengua (la Oficina del Censo elabora una lista de 23 lenguas, cada una de las cuales es la preferida para más de 10.000 personas). En Europa, también hay una gran diversidad lingüística que es fuente de conflictos. En Espa-

Tabla 5.2 ● ¿Quién habla qué? ¿De dónde vienen las lenguas y a dónde van? Distribución de las lenguas por área de origen Área Lenguas vivas % Número de hablantes % originadas en esta región de la lengua en el mundo África Américas Asia Europa Pacífico

2.092

30,3

675.887.158

11,8

1.002

14,5

47.559.381

0,8

2.269

32,8

3.489.897.147

61,0

239

3,5

1.504.393.183

26,3

1.310

19,0

6.124.341

0,1

Total

6.912

100,0

5.723.861.210

100,0

124



CAPÍTULO 5.NLos cimientos de la sociedad: de macro a micro

ña, el vasco (eusquera) fue prohibido durante la dictadura de Franco desde 1936: libros escritos en esa lengua fueron quemados públicamente. En la década de 1960, la política cambió, y en marzo de 1980 fue elegido el primer parlamento vasco y el eusquera se convirtió en su lengua oficial. En Gran Bretaña, aunque el inglés es la lengua dominante, tanto el galés como el gaélico se hablan mucho más de lo que muchos suponen y tienen un respaldo total desde el punto de vista regional, y también hay hablantes en punjabí, bengalí, urdu, gujarati y cantonés, por no mencionar alemán, polaco, italiano, griego y español. También existe un «inglés vernáculo negro» (Black English Vernacular o BEV) relacionado con el uso de un inglés criollo, empleado por los primeros negros en América (Crystal, 1997: 36).

Lenguaje y reproducción cultural

Para los pueblos de todo el mundo, el lenguaje es el medio principal de reproducción cultural, el proceso por el

cual una generación transmite su cultura a la siguiente generación. Exactamente como nuestros cuerpos contie-

nen los genes de nuestros antepasados, nuestros símbolos llevan nuestra herencia cultural. El lenguaje nos proporciona el poder de acceder a cientos de años de sabiduría acumulada. A través de la historia humana, los pueblos han transmitido la cultura a través del lenguaje hablado, un proceso que los sociólogos llaman tradición cultural oral, transmisión de la cultura a través del lenguaje hablado. Tan solo hace unos 5.000 años los humanos inventaron la escritura, e incluso entonces, solo unos pocos privilegiados aprendían a leer y a escribir. No fue hasta el siglo XX cuando las naciones (por lo general los países industrializados con rentas elevadas) pudieron sentirse orgullosos de una alfabetización universal (véase el Capítulo 22). Incluso así, en muchos países industrializados existe todavía un gran número de personas que son analfabetos funcionales (aproximadamente una de cada cinco personas en el Reino Unido tienen problemas de alfabetización y conocimientos básicos de aritmética), una barrera casi insuperable para conseguir una oportunidad en una sociedad que demanda de manera creciente habilidades simbólicas. En países con rentas bajas, los índices de analfabetismo varían desde el 30 por ciento (República Popular de China) hasta un elevado 80 por ciento (Sierra Leona en África). El lenguaje no solo nos ayuda a relacionarnos con los demás y con el pasado, también liberan la imaginación humana. Conectando los símbolos en nuevas formas, podemos concebir un abanico casi ilimitado de posibilidades futuras. El lenguaje (tanto hablado como escrito) nos distingue a los seres humanos como las únicas criaturas que poseemos autoconciencia, que tenemos presentes

nuestras limitaciones y que somos conscientes de la muerte. Pero nuestra capacidad simbólica también nos permite soñar con un mundo mejor, y trabajar para que ese mundo se haga realidad.

¿Es el lenguaje una capacidad exclusivamente humana?

Todas las criaturas grandes y pequeñas se dirigen sonidos, olores y gestos las unas a las otras. En la mayoría de los casos, estas señales son instintivas. Pero las investigaciones muestran que algunos animales poseen al menos una habilidad rudimentaria para utilizar símbolos con el fin de comunicarse entre ellos y con los humanos. Podemos tomer el ejmplo de Kanzi, un chimpacé de 12 años. Los chimpancés carecen de la capacidad física de imitar el habla humana. Pero la investigadora E. Sue Savage-Rumbaugh descubrió que Kanzi era capaz de aprender el lenguaje escuchando y observando a las personas. Bajo la supervisión de Savage-Rumbaugh, Kanzi ha acumulado un vocabulario de varios cientos de palabras, y ha aprendido a «hablar» señalando dibujos sobre un tablero especial. Kanzi ha respondido correctamente a preguntas como «¿Irás a buscar un pañal para tu hermana?» y «Pon el melón en el orinal». Y lo que resulta aún más intrigante, las habilidades de Kanzi superan el simple aprendizaje memorístico porque es capaz de responder a preguntas que no ha escuchado antes. En resumen, este sorprendente animal tiene la capacidad linguística de un niño de dos años y medio (Linden, 1993). A pesar de estos logros, las habilidades lingüísticas de los chimpancés, los delfines y otros pocos animales son limitadas. E incluso animales especialmente entrenados no son capaces, por su cuenta, de enseñar estas habilidades linguísticas a otros miembros de su especie. Pero las habilidades linguísticas de Kanzi y de otros animales deben servirnos de advertencia frente a la idea de que son únicamente los seres humanos quienes tienen el monopolio de la creación cultural.

¿Da forma el lenguaje a la realidad?

Dado que utilizan un juego de símbolos propio, ¿experimentan el mundo los chinos de diferente forma que los suecos que piensan en sueco o los ingleses que piensan en inglés? La respuesta es afirmativa, dado que cada lenguaje posee sus símbolos propios y distintos, que sirven como ladrillos para construir la realidad. Edward Sapir (1929, 1949) y Benjamin Whorf (1956; edición original de 1941), dos antropólogos especializados en estudios linguísticos, advirtieron que cada lenguaje posee palabras o expresiones que no encuentran equivalentes en otras lenguas. Además, todas las lenguas fusionan símbolos con emociones características. De mo-

Cultura do que, como pueden confirmar las personas multilingües, un misma idea a menudo se «siente» de manera diferente si se expresa en, pongamos por caso, alemán, en lugar de hacerlo en inglés o en chino (Gerhard Falk, comunicación personal a J. J. Macionis, 1978). La hipótesis de Sapir-Whorf establece que las personas perciben el mundo a través de las lentes culturales del lenguaje. Empleando diferentes sistemas de símbolos,

un filipino, un turco y un brasileño en realidad experimentan «mundos diferentes, y no simplemente el mismo mundo con diferentes etiquetas relacionadas» (Sapir, 1949:162). En la hipótesis de Sapir-Whorf se combinan dos principios, el determinismo lingüístico, que sugiere que el lenguaje moldea la manera en que pensamos, y la relatividad lingüística, que establece qué distinciones que encontramos en una lengua no encontramos en otra. Los estudios de caso clásicos de Whorf involucraban a los indios hopis, que tenían únicamente una palabra para todo aquello que volara (insectos, aviones, pilotos) excepto los pájaros; y los inuit, que tenían muchas palabras diferentes para la nieve. La capacidad de crear y manipular el lenguaje también permite a los humanos la capacidad de alterar el modo en que experimentan el mundo. Por ejemplo, muchos afroamericanos sintieron que se había dado un paso hacia la igualdad social cuando la palabra «negro» se sustituyó por el término «black» y, más recientemente, por «afroamericano» o «persona de color». Igualmente, los homosexuales se definieron a sí mismos como «gays» durante la década de 1970, creando así una autodefinición más positiva. En resumen, un sistema lingüístico guía la manera en que comprendemos el mundo pero no limita cómo lo hacemos.

3.NValores y creencias

Los valores son pautas morales que utilizan las personas para juzgar lo que es bueno y lo que es malo, y que varían

entre las diferentes culturas. Los valores son normativos: declaraciones acerca de lo que debería existir en términos éticos y morales, y son los principios generales que subyacen a las creencias, declaraciones específicas que las personas sostienen que son verdaderas. Mientras que los valores son patrones abstractos que establecen lo que está bien y lo que está mal, las creencias son asuntos determinados que los individuos consideran como ciertos o falsos. Los valores y las creencias culturales no solo influyen en cómo percibimos nuestro entorno, también forman parte del núcleo de nuestro punto de vista moral del mundo. Aprendemos de nuestras familias, de nuestras escuelas y de nuestras organizaciones religiosas a pensar y actuar de acuerdo con unos principios aprobados, a perseguir objetivos que merecen la pena, y a creer un sinfín de



125

verdades culturales mientras que rechazamos sus alternativas como falsas.

¿Valores europeos?

En un continente tan grande y diverso como Europa, por supuesto, son pocos los valores y las creencias culturales que son compartidos por todos. Los inmigrantes, además, han aumentado las piezas del mosaico cultural que siemre ha sido Europa. Incluso así, la forma de vida europea muestra unos rasgos generales. En primer lugar, los valores europeos se pueden considerar herederos de lo que podría llamarse «la Ilustración» (Gay, 1970). Es decir, se apoyan en líneas generales en los valores de racionalidad, ciencia y progreso que hicieron su aparición con los filósofos (los grandes escritores y pensadores, principalmente del siglo XVIII, como Voltaire, Hume, Diderot...). Este fue un periodo marcado por mejoras significativas en un sector de la sociedad debido a la razón, la ciencia y la medicina. Las personas comenzaron a sentir que eran los responsables de su propio futuro, y que podían ejercer algún control racional sobre su mundo; que podían cambiarlo y mejorarlo. En segundo lugar, Europa ha estado dominada por diferentes versiones de la religión judeo-cristiana. Así resulta difícil comprender su herencia en toda su extensión sin entender las largas luchas entre grupos católicos y protestantes, y el más reciente debilitamiento de ambas creencias, causado por la secularización. El mismo calendario y la mayoría de sus días festivos (Navidades, Semana Santa) están estrechamente vinculadas con los valores, la cultura y la identidad cristianos: «Ser europeo es celebrar la Navidad y la Semana Santa» (Therborn, 1995: 234). De modo que los valores esenciales cristianos proponen: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y más grande mandamiento.Y el segundo es semejante: amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (Mateo, 22: 37-40)

En tercer lugar, los valores europeos han sido estructurados por el desarrollo de Estados nacionales, y su creencia en la «ciudadanía». En este sentido, los valores esenciales de derechos y obligaciones se ajustan, y nos dicen lo que se puede esperar de un buen ciudadano (un buen «español», un buen «alemán», un buen «escocés»). Y, finalmente, Europa se puede considerar como una cultura que por lo general ha puesto de relieve un principio de jerarquía (que las personas deben reconocer a sus superiores e inferiores). Europa tiene profundas raíces en los valores de un sistema feudal y aristocrático que se convierte en un sistema de clases (Therborn, 1995: 273).

126



CAPÍTULO 5.NLos cimientos de la sociedad: de macro a micro

A grandes rasgos, la cultura europea es claramente diferente de las culturas asiáticas. En el cuadro se destacan algunos valores, muchos de los cuales se pueden considerar en líneas más generales para ejemplificar la cultura capitalista occidental, y contrastarlos con algunas culturas no occidentales.

¿Valores asiáticos?

En la década de 1990, al final del siglo XX, surgió un debate mundial con respecto a si existen o no en Asia valores distintivos. Se ha argumentado que el «Este» se diferencia del «Oeste» por los siguientes valores principales (aunque los críticos consideran que esta es una exageración): nCreencia en la fortaleza de las familias. nReverencia por la educación. nEl trabajo duro como virtud. nVirtud del ahorro y la frugalidad. nContrato social entre las personas y el estado. nLos asiáticos del Este practican el trabajo en equipo nacional. ●nLos buenos gobiernos necesitan la libertad de prensa. ●nLos ciudadanos pueden participar en el país. ●nLos gobiernos deben mantener un ambiente moral sano. ●nDesconfianza de las formas de individualismo extremas. ● ● ● ● ● ●

(Fuente: Dicken, 2004, p. 569, después de Koh; Mahbubani, 2002).

¿Valores mundiales?

El profesor de ciencias políticas Ronald Inglehart ha producido un importante, y de alguna manera polémico, cuerpo de evidencia acerca de los diferentes tipos de valores que se aceptan en los seis continentes, en unos 60 países diferentes de todo el mundo, durante los últimos 20 años (Inglehart, 2000). Agrupó a las sociedades según varias dimensiones de valores diferentes, pero dos destacaron entre las demás: la dimensión que distingue entre los valores tradicionales y valores seculares-racionales, y aquella otra dimensión que diferencia entre los valores de supervivencia frente a valores de autoexpresión. nLas sociedades tradicionales apelan a una autoridad que encuentra sus raíces en el pasado (a menudo por el camino de la religión o a través de líderes autocráticos). Las sociedades seculares-racionales tienden a ser mucho menos religiosas y se puede considerar que poseen valores mucho más individualistas. ●nLa dimensión de supervivencia / autoexpresión se refiere a la aparición de las llamadas sociedades posmo●

dernas o posmaterialistas, donde los valores autoexpresivos cobran mayor relevancia. Algunas culturas (por lo general las que hemos llamado sociedades con rentas bajas) destacan los «valores de supervivencia». Para Inglehart, estos valores están asociados a niveles bajos de bienestar subjetivo, a una salud precaria, confianza interpersonal baja, relativa intolerancia hacia grupos externos, escaso apoyo a la igualdad de género, énfasis en valores materiales, relativamente bajos niveles de confianza en la tecnología y en la ciencia, relativamente baja preocupación por el activismo ecologista, y actitudes relativamente favorables hacia los gobiernos autoritarios. Los «valores de autoexpresión», por el contrario, se centran en los opuestos de estos. En las sociedades industrializadas, una de las principales variaciones se encontró entre los grupos de edad. Entre los más mayores, la prioridad más elevada se concedía a la seguridad económica y física, pero los más jóvenes adoptan lo que Inglehart llama un punto de vista posmaterialista, donde temas como el medioambiente y el feminismo adquieren más importancia. Estos grupos más jóvenes dan más importancia a su propia identidad, a inventarla o expresarla según sus propios criterios.

Valores posmaterialistas y posmodernos

En Occidente, los debates contemporáneos se centran en las diferencias que existen entre los valores posmodernos y posmaterialistas. Las investigaciones realizadas sobre los valores en perpetua evolución sugieren que es más probable encontrar valores posmodernos entre los jóvenes y con elevada formación académica. Estos valores están en aumento al menos en Europa Occidental —especialmente en los Países Bajos y en Suecia (Gibbins y Reimer, 1999: 103). Aunque los posmaterialistas y los posmodernos a menudo comparten preocupaciones similares, como el feminismo, el medioambiente y una elección de estilo de vida, estos asuntos parecen venir dados y ser siempre los mismos para los posmaterialistas, mientras que los posmodernistas insisten en que están cambiando constantemente (aparecen nuevos temas incluso mientras otros existentes siguen debatiéndose). En la Tabla 5.3 resumimos las diferencias. Algunas fuentes para comprender los diferentes valores culturales son: nEurobarómetro, realizado en los países europeos en expansión desde 1973. ●nEurobarómetro Central y Oriental, realizado desde 1989. ●nEstudio Mundial de Valores (WVS por sus siglas World Values Survey), realizado en 1981, 1990-1993, 1995-1997 y 1999-2001 (véase el Mapa 5.1). ●

Cultura

nEstudios más específicos, tales como la encuesta de Actitudes Sociales Británicas o, en España, las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas.

Valores: falta de coherencia y conflicto

Se mantienen valores esenciales.

No hay valores esenciales; mezcla y correspondencia.

Medioambiente, feminismo, etc.

Acuerdo pero cambiando las formas y los debates.

Valores eternos.

Valores en continuo cambio que se adaptan a los grupos y a los individuos.

Orden y pautas.

Poco interrelacionados, cada uno debe ordenarlos por sí mismo.

Específicos.

Forman un mosaico.

Unidos.

Imagen de Internet, Web.

Estables.

En continuo cambio.

Los valores culturales pueden ser incoherentes e incluso abiertamente contradictorios (Lynd, 1967; Bellah et al., 1985). Como ciudadanos europeos, a veces nos encontramos divididos entre la actitud de «yo primero» propia de una forma de vida individualista y la necesidad opuesta de pertenecer y contribuir a una comunidad mayor. Igualmente, afirmamos nuestra creencia en la igualdad de oportunidades, para inmediatamente después cambiar de opinión y juzgar a otros por su etnia, género u orientación sexual. La incoherencia de los valores refleja la diversidad cultural de la sociedad y el proceso de cambio cultural por el cual nuevas tendencias suplantan a viejas tradiciones.

4.NNormas

En China, una persona que sienta curiosidad acerca del sueldo que cobran sus colegas lo pregunta sin mayor problema. En Europa, se considera que esta pregunta es de

Fuente: adaptado de Gibbins y Reimer (1999) Capítulo 6

Valores seculares-racionales

127



Tabla 5.3 ● Valores en continua evolución: posmaterialistas y posmodernos Posmaterialistas Posmodernos

Mapa 5.1 ● Valores mundiales: mapa cultural del mundo 2.0

1.5 Bulgaria

1.0

Estonia

C

fun on

China

Rusia

Japón

LituaMontenegro nia Letonia Serbia Albania

Moldavia

stas muni ExCoBosnia

Francia Luxemburgo

Italia Croacia

España

Portugal

Polonia

Asia Meridional

De habla inglesa Irlanda del Norte

Vietnam

Canadá Australia

U.S.A.

Turquía

Uruguay Chile Argentina Filipinas Bangladesh República Irán Dominicana Perú Pakistán SuBrasil dáfrica Jordania Uganda México Ghana Nigeria Venezuela Argelia Egipto Zimbabue Tanzania Marruecos Colombia

−1.0

Islandia Austria Gran Bretaña Nueva Zelanda

Bélgica

Israel

Europa Católica

India

Holanda Suiza

Grecia

Eslovaquia

Georgia Azerbayán Armenia

Dinamarca

Finlandia

Eslovenia Taiwán

Suecia

Noruega

Alemania Occidental

Corea del Sur

Hungría Macedonia

Rumania

Europa protestante

Alemania Oriental

Chequia

Ucrania Bielorrusia

0.5

−0.5

as ist

n cia

0

Valores tradicionales



Indonesia

Irlanda

América Latina

−1.5

África

−2.5

El Salvador

−2

−1.5

−1

Valores materiales

−0.5

0

0.5

Puerto Rico

1

1.5

2

Valores expresivos

Fuente: Inglehart-Welzel Cultural Maps of the World, http://www.worldvaluessurvey.org/statistics/some_findings.html.

Las World Values Surveys fueron diseñadas para proporcionar una medición completa de las principales áreas de interés humano, desde la religión hasta la política, la economía y la vida social. Dos dimenciones dominan la imagen: (1) Tradicional/ secular y (2) Valores materiales/valores expresivos.

128



CAPÍTULO 5.NLos cimientos de la sociedad: de macro a micro

POLÉMICA Y DEBATE

¿Diferencias culturales y valores?

P

ara muchos científicos sociales la cultura es la llave para comprender cómo cambian y crecen las sociedades. Explican el hecho de que algunas se han convertido en naciones industrializadas y otras no, considerando sus valores esenciales. Creen que los valores esenciales moldean la sociedad. Ya hemos visto cómo Weber veía que el nacimiento del capitalismo había tenido mucho que ver con el protestantismo a través de la «ética protestante». Lawrence Harrison sugiere que existen diferencias reales entre los valores de las que llama sociedades «progresistas» y sociedades «estáticas». Las sociedades progresistas son las más industrializadas; las estáticas son aquellas que no han cambiado demasiado. Entre las diferencias en los valores menciona las siguientes:

11.NEducación: es una llave hacia el

progreso para las culturas progresistas, pero de importancia marginal, excepto para las elites, en las culturas estáticas. 12.NOrientación temporal: las sociedades progresistas miran hacia el futuro, las estáticas miran hacia el pasado o el presente.

13.NTrabajo: fundamental para las

sociedades progresistas, pero a menudo una carga en las culturas estáticas. 14.NFrugalidad: un valor principal para las sociedades progresistas (que conduce a la inversión y la seguridad financiera); a menudo una amenaza para las culturas estáticas. 15.NMérito: fundamental para el progreso en las culturas progresistas, mientras que lo que cuenta en las culturas estáticas son las relaciones personales y la familia. 16.NComunidad: en las culturas progresistas, la comunidad se extiende más allá de la localidad y de la familia; en las culturas estáticas, la familia circunscribe la comunidad. 17.NÉtica: más rigurosa en las sociedades avanzadas, mientras que la corrupción es mayor en las sociedades estáticas. 18.NJusticia y juego limpio: expectativas impersonales universales en las culturas progresistas. En las sociedades estáticas, la justicia toma un rumbo u otro en función de las personas sobre las que se aplica y con quienes

mala educación. Estos patrones ilustran el funcionamiento de las normas: reglas y expectativas por las cuales una sociedad guía la conducta de sus miembros. Algunas normas son proscriptivas, y prohiben aquello que no deberíamos hacer, como cuando los padres chinos riñen a una pareja de jóvenes amantes por ir de la mano en público. Las normas prescriptivas, por el contrario, explican lo que deberíamos hacer, como cuando en algunos colegios europeos se enseñan prácticas de «sexo seguro». Las normas más importantes se aplican virtualmente en todas partes y en cualquier momento. Por ejemplo, los padres esperan obediencia por parte de sus hijos estén donde estén. Por el contrario, muchos convencionalismos normativos dependen del contexto específico. En Europa,

uno mantiene vínculos personales. 19.NAutoridad: dispersa en las sociedades progresistas; concentrada en las sociedades estáticas. 10.NSecularización: en las sociedades progresistas se ha reducido la influencia de la religión sobre la vida civil. En las sociedades estáticas, la religión tiene una influencia importante. Fuente: Harrison y Huntingdon (2000: 299)

● Preguntas para continuar

el debate

1.N¿Qué cree que son las sociedades

progresistas y estáticas? ¿Puede poner algunos ejemplos de ellas? 2.N¿Cree que el punto de vista de Lawrence sugiere una ruptura moral entre Occidente y el resto del mundo? ¿Hasta dónde cree que llega esa diferencia? ¿Cree que está siendo etnocéntrico? 3.N¿En qué se diferenciarían las explicaciones culturales del cambio social de las explicaciones materialistas? ●

esperamos que el público aplauda al final de un concierto; pero no se nos ocurre hacerlo cuando un sacerdote o un rabino acaba su sermón. No obstante, las convenciones cambian: los espectadores de un concierto de rock pueden aplaudir durante la actuación, y los líderes religiosos fundamentalistas esperan grandes ovaciones. De hecho, las sociedades posmodernas parecen informalizar las normas. Siguen ahí, pero son más complejas.

Costumbres y usos populares

William Graham Sumner (1959; edición original de 1906), uno de los primeros sociólogos estadounidenses,

Cultura reconoció que algunas normas son más importantes en nuestras vidas que otras. Sumner utilizó el término (costumbres) para referirse a los patrones o refe







rencias de una sociedad acerca de lo que es una conducta moral apropiada. Sumner contó entre las costum-

bres todas las normas esenciales para el mantenimiento de una manera de vivir. Debido a su importancia, las personas desarrollan un vínculo afectivo con las costumbres y las defienden públicamente. Además, las costumbres se aplican a todos, en todas partes, todo el tiempo. La violación de las costumbres (como la prohibición de nuestra sociedad de relaciones sexuales entre una persona adulta y un menor de edad) generalmente provoca el rechazo y una fuerte reacción por parte de los demás miembros de la sociedad. Sumner utilizó en término (usos populares) para designar las costumbres de una sociedad como consecuencia de la rutina y de la interacción ocasional. Los usos populares, que poseen menos significado moral que las costumbres, incluyen nociones acerca de la ropa adecuada, los saludos apropiados y los actos de cortesía. En resumen, mientras que las costumbres distinguen entre lo correcto y lo incorrecto, los usos populares trazan una línea que separa lo apropiado de lo inapropiado. Como son menos importantes que las costumbres, las sociedades permiten a los individuos un cierto margen de criterio personal en aquellos asuntos que involucran usos populares, y castigan las infracciones con benevolencia. Por ejemplo, un hombre que no lleve corbata en una cena formal es, en el peor de los casos, culpable de romper la 















129

etiqueta. Sin embargo, si el hombre acudiera a la cena llevando solo la corbata, estaría desafiando las costumbres sociales y recibiría una sanción más severa.

5.NCultura material

Además de elementos intangibles como los valores y las normas, cada cultura abarca un amplio repertorio de creaciones humanas tangibles que los sociólogos llaman artefactos. Los chinos comen con palillos en lugar de utilizar cuchillos y tenedores, los japoneses colocan esterillas en lugar de alfombras sobre el suelo, y muchos hombres y mujeres en la India prefieren llevar una prenda de vestir suelta en lugar de la ropa más ajustada común en la mayor parte de Europa. La cultura material de los pueblos que no conocemos nos puede resultar tan extraña como su lengua, sus valores o sus normas. ●

Diversidad cultural: muchas maneras de vivir en un solo mundo

Porcentaje de inmigración total

Cuando los contratistas y agentes de la propiedad de Nueva York toman en cuenta el arte chino del feng shui, como mencionamos al comienzo de este capítulo, podemos comprobar el grado de diversidad cultural que existe en Estados Unidos. De hecho, entre 1980 y 1990, el número de norteamericanos con antepasados chinos o de otros países asiáticos se ha incrementado en más del doble. Debido a su aislamiento histórico, Japón es el país culturalmente más homogéneo o monocultural de todo el mundo, mientras que las oleadas de inmigrantes que ha recibido 96,5 Estados Unidos lo han convertido en una de 100 las sociedades más multiculturales entre 1891–1900 90 los países industrializados. 1991–2000 80 Entre 1820 (cuando el gobierno de Estados Unidos comenzó a hacer un segui70 miento de la inmigración) y 2001, más de 60 47,5 67 millones de personas han viajado a 50 Estados Unidos desde otros países. A fi31,0 40 nales del siglo XIX, como se muestra en la Figura 5.4, la mayoría de los inmigrantes 30 14,9 habían llegado de Europa; a finales del 20 XX, una gran mayoría de los recién siglo 4,0 1,9 0,5 0,6 0,1 1,9 1,0 0,01 10 llegados procedían de América Latina y de Asia. 0 Europa África Asia Canadá México y Otros La variedad cultural ha caracterizado la América mayor parte del mundo, y no solo Estados Latina Unidos. Volveremos sobre esto en el CapíFuente: adaptado de Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos (2000) tulo 11. En esta sección, veremos algunas maneras de aproximarnos a estas diversidaFigura 5.4 ● Inmigración registrada a Estados Unidos, por región de nacimiento, 18911900 y 1991-2000 des y diferencias.

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