Tipo de tratamiento de aguas negras

La disposición de aguas residuales de la región Metropolitana esta íntimamente ligado a la calidad del agua para consumo humano, sin embargo el uso excesivo de éste, la falta de saneamiento, los efectos de las obras y los procesos productivos que se realizan, alteran el ciclo de agua, evitan su renovación natural y ponen en riesgo a todos los componentes del sistema hidrológico. Con afectaciones a los recursos naturales, muchas veces irreversibles. Es de suma importancia entender que las descargas contaminantes, pueden afectar las fuentes de agua para la región, por ejemplo, tenemos el caso de la franja de recolección de agua potable ubicada en el sureste del área metropolitana (JAPAY I), que en época de secas, la disminución del nivel de agua puede generar contracorrientes que provocaría que los contaminantes que se vierten a través de fosas sépticas, pozos pluviales y otros, puedan ser captados por los campos de recolección que sirven para suministrar del vital líquido a gran parte de la Zona. Aunado a lo anterior, está el acelerado crecimiento urbano de las grandes ciudades de la Región, que amenaza con invadir los campos de pozos de abasto de agua potable. El crecimiento urbano es un foco importante de contaminación, puesto que la principal causa de contaminación del subsuelo son las descargas domésticas, con más del doble de descargas que los desechos de mixtamalización, servicios municipales y de industriales en proceso juntos (Gráfica 2.1). En síntesis, un inadecuado desalojo y tratamiento de las aguas residuales podrían ser catastróficas para el medio ambiente e indiscutiblemente para las personas del la Zona, por ello es imperativo identificar que se esta haciendo con estos residuos y establecer políticas claras y estrictas sobre su disposición. La información cartográfica contiene los tipos de tratamiento que se le da a las aguas negras en zonas específicas de la ciudad de Mérida, éstos se dividen en 6 clases: sumideros, fosa séptica, biodigestor, utilizado principalmente en los desarrollos de fraccionamientos, así como letrina, fecalismo al aire libre y

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alcantarillado, quedando como predominantes, el uso de sumidero y las fosas sépticas con 1,227 y 862 viviendas respectivamente, cifras que se obtienen en base a las encuestas que se hicieron. Así como incluye los datos de 82,044 viviendas adicionales que se estiman que tienen fosa séptica. así de la misma manera se adiciona las zonas de captación de la JAPAY, las zonas de amortiguación, así como algunos de los diferentes pozos que hay en la zona metropolitana, igualmente se agrega las plantas de tratamiento, las cuales se contabilizan 24, ubicadas exclusivamente en fraccionamientos. En la ciudad de Mérida la mayor parte del agua residual está siendo dispuesta directamente al subsuelo, a través de tanques sépticos, sumideros, letrinas y en algunos fraccionamientos existen redes de alcantarillado sanitario conectadas a pozos profundos, a través de los cuales se inyecta el agua residual al manto salino, que subyace al agua dulce. En la ciudad de Mérida, 107,065 viviendas disponen sus aguas residuales mediante fosas sépticas, esto representa un 40 % del total de 267,663 viviendas registradas. De igual manera, se indica que de las 107,065 viviendas que cuentan con fosa séptica, el muestreo realizado señala que el 60% nunca se ha efectuado acciones de mantenimiento o limpieza de las mismas; es decir, 64,239 viviendas no cumplen con este proceso. Cabe señalar, que de acuerdo a la fuente del organismo operador (JAPAY), solamente 28,187 viviendas disponen de sistema de tratamiento colectivo, donde las aguas residuales son colectadas a través de alcantarillado sanitario y destinadas para su depuración a una planta de tratamiento. Estas viviendas están en su mayoría ubicadas en nuevos desarrollos habitacionales. A largo plazo, la acumulación de lodo y espuma hace que se reduzca la capacidad volumétrica efectiva del tanque; por tanto, es conveniente realizar bombeos periódicos del contenido del tanque a manera de mantenimiento programado. El volumen final de lodo producido dependerá de la naturaleza de los sólidos contenidos en el agua residual, además de la temperatura y el tiempo. Gráfica 2.1 - Disposición de aguas residuales en Mérida (DAICOS)

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