TORREA MEMORIA LOS VINOS TINTOS PROPIEDAD DEL SEÑOR MARQUÉS DE RISCAL EXPOSICIÓN VINÍCOLA DE MADRID, AÑO DE 1877 P R E S E N T A D A AL JURADO

EXPOSICIÓN VINÍCOLA DE MADRID, AÑO DE 1877 MEMORIA P R E S E N T A D A A L J U R A D O SOBRE LOS V I N O S T I N T O S DE TORREA PROPIEDAD DE

0 downloads 27 Views 956KB Size

Recommend Stories

Story Transcript

EXPOSICIÓN VINÍCOLA DE MADRID, AÑO DE 1877

MEMORIA P R E S E N T A D A

A L

J U R A D O

SOBRE

LOS

V I N O S

T I N T O S

DE

TORREA PROPIEDAD DEL SEÑOR MARQUÉS DE RISCAL EN ELCIEGO

(ÁLAVA)

MADRID IMPRENTA Y FUNDICIÓN DE M. TÉLLO I M P R E S O R D E C Á M A R A DIS 8.

Isabel la' Católica, 23

1877 •

M.

EXPOSICIÓN VINÍCOLA DE MADRID, ANO DE 1877

MEMORIA './ !

P R E S E N T A D A

A D

$

J U R A D O

sor.üi-:

L O S

V I N O S

T I N T O S

ni-:

TORREA PROPIEDAD DEL SEÑOR MARQUÉS DE .RISCAL EN

ELCIEGO

(ÁLAVA)

MADRID IMPRENTA

Y FUNDICIÓN

I M P R E S O R D E CÁMARA

DE

Isaljel l a Cafe'.licft, 23

1877

M.

D B S.

TULLO M.

E l pensamiento verdaderamente útil y patriótico, origen de esta E x posición, consiste en que pueda España darse cuenta á sí propia de su riqueza vinícola, áfinde buscarla con conocimiento de causa u n a salida en el extranjero. Quizás convengan dos palabras acerca del mercado inglés, pues Francia no nos ha de tomar sino para mezclas, Alemania puede surtirse más cómodamente de H u n g r í a ó de Italia, y a u n q u e en los E s t a d o s Unidos, á pesar de los esfuerzos de California para acreditar el C a t a w b a , h a y a u n porvenir inmenso s e g ú n opinion d e los inteligentes, sin e m b a r g o , I n g l a t e r r a está más próxima, y sus publicaciones oficiales nos dan datos recientes y preciosos. Dejando á u n lado los vinos de Jerez, porque parecen tener u n consumo establecido, permanente, a u n q u e sin señales de aumentar, y t a m bién porque en punto á los blancos n o espumosos poco ó nada queda á E s p a ñ a que aprender, del estado adjunto

(i)

importación

de vinos españoles

l )

se desprende:

>i franceses á Inglaterra once años.

por naílones,

IS76 1875 1871. 1873 1872 1871 1870 ISO!) 1808 1837 1800

Vinos blancos.

Vinos tintos.

ídliims

FRANCIA.

ESPAKA.

AÑOS.

en los

Tolai.

Gallones.

Gallones.

— Gallones.

5.010.000 5.5-.W.000 5.001.000 8.025.000 7.051.000 0.210.000 6.332.000 5.811.000 5.747.000 5.483.000 5.056.000

1.277.000 1.372.000 1.517.000 1.1:03.000 1.385.000 081.000 1.107.000 1.098.000 806.000 1.082.00) 875.0:0

0.803.000 6.012.000 7.503.000 0.18S.000 S.-120.000 7.227.000 7/130.000 6.030.000 6.013.000 6.505.000 5.031.000

Vinos blancos.

Tola!. _

Vinos tintos.

Gallones.

Gallones.

Gallones.

1.602.000 1.610.000 1.5(¡S.OOO 1.831.000 1.020.000 1.310.000 1.031.000 1.158.000 1.162.000 071.000 017.000

5.303.000 3.013.(100 3.552.00) 1.520.000 3.556.000 3.157.000 3.717.000 2.701.000 3.225.000 2.118.000 2/132.000

7.055.000 5.280.000 5.120.000 O.35t.0;«) 5.176.000 1.800.001 1.778.000 3.910.000 1.387.000 3.110.000 3.370.000

j I

1 1

C o m p a r a n d o l a i m p o r t a c i ó n t o t a l d e l o s d o s p a í s e s , v e m o s q u e ; e n LSüO F s p a ñ a s u p e r a b a á F r a n c i a e n 7~> p o r 100; e n 1873, e n 49; y e n 1870, F r a n c i a s u p e r a b a á K s p a í í a e n 2 p o r 100.

1."

Que cl comercio vinícola de Francia aumenta mucho más rápida-

mente que el nuestro. 2."

Que h a y una tendencia marcada al mayor consumo de vinos

ios fojos, 2

lin-

debida sea á la elevación del derecho, que pasa de 1 chelín á

por gallon para más de 26 grados del hidrómetro de S y k e s , sea

á la convicción de que los más ligeros son más higiénicos. 3."

Que mientras se obtiene la rebaja á 1 chelín por gallon para t o -

dos los de cualquier número de grados, es lo más prudente esforzarse en producir los de menos de 2(1". E n España los habría en abundancia si los vicios del método de fermentación no obligaran á encabezarlos con aguardiente para que se conserven. 4."

Que la cantidad consumida en Inglaterra hoy es m u y peque-

ña, pues E s p a ñ a y Francia j u n t a s sólo importan unos 1 4 . 0 0 0 . 0 0 0 de gallons (660.000 hectolitros), cuando la primera, según D. F e r m i n Caballero, produce 1 2 . 0 0 0 . 0 0 0 , y la segunda de 60 á 7 0 . 0 0 0 . 0 0 0 de hectolitros. E s t e comercio está, pues, en su infancia, y si se compara su cuantía, unos 5 . 0 0 0 . 0 0 0 de libras esterlinas, con los 2 0 . 0 0 0 . 0 0 0 de libras (2.000.000 de reales) que sólo en derechos de Aduanas y Consumos paga a n u a l m e n t e el pueblo inglés sobre bebidas alcohólicas; si se tiene en cuenta la propaganda activa que allí se está haciendo para inclinar el g u s t o á los vinos sanos y naturales, se comprende que el consumo de éstos ha de tomar en breve u n desarrollo verdaderamente considerable. E n el último verano se ventiló largamente en las columnas del Times

esta cuestión arancelaria. Muchos pretendieron

que no

habia

vino natural que pasara de 26". La impresión en el público fué,

sin

embargo, que el límite debia elevarse de 26 á 36, y algunos pedían á 42"; se contaba con esa rebaja para el

presupuesto de este año;

pero la larga crisis comercial que pesa, no sobre I n g l a t e r r a sólo, sino sobre el m u n d o , ha destruido la elasticidad en las rentas del Estado que tanto admiraba hace pocos años; y en presencia de la amenaza de u n déficit, el Ministro de Hacienda se ha visto imposibilitado de

con-

sentir la reducción. Entretanto, ha surgido la cuestión de Oriente, que

puede obligar á Inglaterra á aumentar sus armamentos. A menos que u n nuevo tratado de comercio con Francia la imponga, la reducción á u n chelín es improbable, y nuestras miras deben dirigirse a quedar dentro del presente límite fiscal. No se puede menos de protestar aquí contra las ilusiones de algunos ( y a u n autores de tratados de vinicultura) de poder imitar vinos e x t r a n jeros afamados. E n Francia misma, en Cette, se recurre á procedimientos industriales para reproducir los nuestros del Mediodía, pero con m u y mal éxito, porque donde se hacen buenos, no se conocen más procedimientos que los legítimos de vinificación. E n u n país donde se h a n empleado anteriormente métodos defectuosos, se puede y se debe introducir los racionales; pero sin la esperanza de hacer desaparecer ciertos caracteres distintivos, pues saldría defraudada. Lo experimentado en Torrea viene á confirmar esa ley universal. Aquí se han planteado bodegas copiadas de las de Burdeos, personal, método y aparatos idénticos, y sin embargo se hace vino de Rioja. Se ha ido rnás lejos: se h a n traído 20.000 cepas de las más finas del Médoc, y se ha seguido haciendo con ellas vino de Rioja, sufriendo en la cantidad u n a disminución de más de u n tercio; hoy se están ingertando con las del país. Quizás a fuerza de estudio y de cuidados se logre modificar el m é todo de u n modo tan apropiado á nuestras viñas y á nuestro clima y suelo, que afine el producto; quizás se descubra a l g u n rincón privilegiado que dé u n vino infinitamente superior al de la viña inmediata, como sucede en el Médoc ó en Borgoña. Pero esto supone una fabricación perfecta en toda u n a region, u n a tradición especial que no existe, y así como á Francia le es imposible luchar con el Jerez ó el Amontillado, á España le es imposible hoy luchar con el Clos Vougeot ó el Lafite. Eso no debe desanimarnos, pues si nuestros vecinos se envanecen con razón de aquellos productos inimitables, al lado de ellos los t i e nen pálidos, delgados, agrios en el Centro, ó espesos,

sosos y

violentos.

como de los nuestros decia el duque de Saint Simon, en el Mediodía, y

á estos podemos vencer en todos los mercados, á pesar de la innegable habilidad de los franceses en las mezclas. Tendremos sobre ellos toda la superioridad de lo natural sobre lo artificial, y todavía ocuparemos en esta competencia si no el primer puesto, al menos uno m u y honroso.

La Rioja. H a y en España u n a region, y a de antiguo esencialmente vinícola: la Rioja, tanto alavesa como castellana. La superficie de las provincias de Álava y Logroño compone en j u n t o unas 815.000 hectáreas, y de ellas, g r a n parte se halla dedicada á este cultivo. Por su clima menos ardoroso que el de otras de nuestras provincias, se encuentra a d m i r a blemente favorecida para acercarse al tipo indicado: atravesada ademas en su mayor longitud por el ferro-carril

de Tudela á Bilbao, tiene

facilidades para la exportación. Desgraciadamente el vino, según en general se hace hoy, no se conserva un año, y por lo tanto es completamente impropio para el consumo extranjero. H a y dos razones para esto: 1.° E l método vicioso de fermentación. Suele durar la vendimia varios dias, á veces hasta diez ó doce; durante todo este tiempo, se va echando uva hasta llenar el cubo. Lleno este, se pisa y se remueve para tratar de mezclar el mosto de los primeros dias con el de los últimos; á las 4 8 horas se saca. E l mosto de los primeros dias ha concluido de fermentar, mientras el de las capas superiores apenas empieza. Al sacarse, la fermentación, se suspende, pero vuelve después de metido en las c u b a s , y faltando en las bodegas la temperatura apropiada, no concluye nunca; queda u n principio de fermento perpetuo, que á los pocos meses lo echa á perder. 2."

La conservación en cubas de 200, 400 y 500 cántaras, es otra

causa de deterioro. E l vino necesita en sus primeros años cuidados m i nuciosos y frecuentes, sin los cuales irremisiblemente se t u e r c e ,

y

que sólo se le pueden dar en barricas pequeñas, siendo una cabida m u y á propósito la de 225 á 2 2 8 litros que se emplea en Burdeos.

Otro defecto de este método es el de producir en m u c h a mayor p r o porción que el método perfeccionado tres clases de vino, el de tercera notablemente inferior en calidad y precio al de primera. E r a n precisas grandes reformas. La Diputación Foral de Álava, dedicó y a en el año 1862 atención preferente á este objeto, y consultando al Sr. Garagarza, director entonces de la Granja modelo de Vitoria, resolvió traer de Burdeos u n maestro de bodega que, colocado en u n punto céntrico de la provincia, estuviera á disposición de los propietarios v i nícolas, para dirigir sus operaciones. H a y siempre mucho peligro en hacer u n cultivo adelantado en u n país que no lo está, ó sea, en hacer un cultivo superior al adelanto g e n e ral de u n país. Por eso, aunque algunos propietarios mostraron perseverancia, la generalidad obró prudentemente al retraerse después de los primeros e n s a y o s . A l g u i e n sin embargo habia de arriesgarse, y lo hizo el Sr. Marqués de Riscal con voluntad decidida de vencer todos los obstáculos, que conocía perfectamente y eran: «Tiempo y trabajo necesarios, a u n en caso de éxito, para probar que bien hecho y bien cuidado el vino mejoraba con los años, sin la más pequeña mezcla

de aguardiente.

Riesgo de que la conservación fuera i m p o -

sible, pues los ensayos anteriores, entre estos los del Sr. Pazuengos, hacia 1 8 2 5 , habían fracasado. »Capital considerable en aparatos, mejora de labores, y sobre todo en acumulación de cosechas y edificios para alojarlas, por no existir comerciantes que, como en Burdeos, las compran al propietario á los tres ó cuatro meses de la vendimia. »Dificultad de la venta por la desconfianza con que no podia menos de ser acogido u n producto nuevo. Dificultades de acarreo por falta, no sólo de comerciantes especiales, sino también de u n comercio g e n e r a l activo y poderoso que proporcionara con regularidad fletes baratos para todas partes.» Nombró su administrador al maestro de bodega D . J u a n P i n e a u á quien la diputación de Álava despedía en 1868, y á cuya inteligencia se

debe buena parte del resultado. Obtuvo de D . Ricardo Bcllsolá, ingeniero jefe de la provincia de Logroño, estudiara en Burdeos los edificios mejor dispuestos y le hiciera el favor de dirigir luego la construcción del que proyectaba. Esto se llevó á cabo en el verano de 1808, y desde aquella fecha las operaciones se hacen en las condiciones que pasamos á describir. La cosecha era entonces de 2.800 cántaras sobre 400 obradas (22 h e c táreas). Después se han plantado y agregado hasta reunir u n a s 1.000 obradas (55 hectáreas); la producción media llegará en breve de G.200 á 8.000 cántaras (1.000 á 1.280 hectolitros), cantidad m u y corta todavía y que debe, cuando los plantíos nuevos lleguen á buena edad, a u mentarse hasta 40 ó 50 hectolitros por hectárea.

Vinificación. Para la bodega se eligió un terreno convenientemente desnivelado y orientado en la disposición siguiente: La fachada Norte da entrada á piso llano á la nave donde se halla la parte baja de los cubos de fermentación; para llenar las barricas,

hay

comunicación interior con las bodegas. E s t a s , enteramente oscuras, con simples respiraderos al Norte, c o n s tan de cuatro bóvedas, donde caben encaballadas en cuatro filas algo más de 1.000 barricas, ó sean 15.000 cántaras. Una escalera interior conduce al piso principal, que sólo se eleva en la parte destinada á los cubos de fermentación. E n este local, aprovechando el desnivel, se entra por u n a puerta situada á piso llano, al Mediodía, por encima de u n puente echado sobre la zanja de saneamiento. La exposición al Mediodía, mala p a r a l a s bodegas, es aquí favorable, porque vendimiándose en Octubre, una temperatura baja entorpecería la fermentación que importa se efectúe pronto. Un ferro-carril á lo largo de los cubos lleva la vendimia á la boca de cada uno de estos, donde cae después de pasar por la trituradora y una zaranda, cu l a q u e con rastrillos se remueve hasta dejar en ella el raspón solo. A n t e todo, se han quitado las uvas podridas.

Lleno el cubo, y estos son todos de ochenta y cinco hectolitros de cabida solamente á fin de poderse llenar en u n dia ó dia y medio, se tapa herméticamente, cogiendo l a s j u n t a s con yeso, y se coloca el aparato M i mar, destinado á condensar y recoger los vapores alcohólicos y aromáticos, dando salida al g a s ácido carbónico, y á avisar, cuando arde u n a cerilla al extremo del tubo de escape, el fin de la fermentación. E s t a dura más ó menos, según la temperatura exterior y la del local: suele terminar en cinco á siete dias. Desde el quinto dia se debe examinar diariamente el estado del mosto. El momento de sacarlo ha llegado cuando el areómetro de B a u m é marca de 0 á 1°, pero los prácticos lo conocen en la desaparición del dulzor, del calor y del movimiento. Conviene saber el número de cargas que entran en cada cubo, y las viñas de donde proceden, á fin de hacer u n a mezcla bien i g u a l de toda la cosecha. Al sacar el mosto, en cuanto sale turbio y poco abundante, debe cerrarse la canilla, apartando el resto como de segunda clase.

Sistema de prensar. Las prensadoras tan afamadas de Mabille, y las mejores aún de 8 a main que tanto se h a n generalizado, son ciertamente m u y b u e n a s ; sin embargo, es preferible el sistema adoptado en Torrea. Antes de llenar el cubo se ha metido en el centro u n palo, á fin de dejar u n vacío al huso de hierro que, al ir á prensar, se le sustituye, afianzándole por debajo con u n a tuerca. Se corta el orujo en la circunferencia del cubo, y se echa encima con unas palas, hasta dejar á la masa u n diámetro algo menor que la plataforma. Esta se baja por medio de una polea sujeta á la viga sobre el centro de cada cubo y pasa por el huso. E n cima de la plataforma se coloca u n a viga y un cuadrado de hierro con una llave-palanca. Dos hombres girando sobre la misma plataforma, producen á las pocas vueltas la presión necesaria. Ademas de la baratura, las ventajas consisten en una economía m u y

10

grande de sitio, de tiempo y de mano de obra, pues en l u g a r de sacar todo el orujo y llevarlo más ó menos lejos á las prensadoras, se mueve solo una pequeña parte. El que tenga u n local convenientemente dispuesto, se felicitará de adoptar sistema tan sencillo.

Conservación y cuidados.

E n barricas de 228 litros el vino envejece más pronto, se clarifica más fácilmente, y adquiere mucho más aroma que en cubas g r a n d e s . Todo el de primera se pone en barricas nuevas para cada cosecha. Aquí se tropieza con otro escollo de consideración: el precio de esos e n vases. E n Burdeos, cuestan los mejores 16 á 18 pesetas; en Rioja, que se les lleve hechos ó se lleve la duela, 2 5 , y a u n en tiempo de la ú l tima guerra, viniendo por Santander, salían á 3 3 . Solo los derechos de aduana y comisiones cuestan más de 4 pesetas, y esto, que no protege n i n g u n a industria nacional, pesa sobre la vinícola. Llenas las barricas, se ojean cada dos ó tres dias durante dos ó tres semanas, dejando los tapones sin apretar; estos deben tener u n lienzo m u y limpio, ó mejor u n a cápsula de lienzo nuevo moldeada. A principios de Marzo se hace la primera trasmuda, la segunda en J u n i o , la tercera en Setiembre, y si h a y muchas heces, se dan cuatro en vez de tres durante ese período. Al levantar la barrica, el encargado verá en u n vaso de cristal ó en u n a taza de plata si sale algo turbio. Este se aparta y después de dos ó tres trasmudas, se clarifica con huevos frescos ó gelatina, y se utiliza como de segunda clase. Hasta aquí las barricas han tenido la tapa encima. Se pone ésta á u n laclo cuando el vino queda claro, franco de gusto, y ha concluido la fermentación insensible. Se cuida de seguir teniéndolas llenas y de darlas dos trasmudas al año. La bodega oscura, invariablemente fresca y bien cerrada, no debe ser húmeda hasta podrir los envases, ni seca hasta c a u sar evaporación excesiva.

4 I

Embotellar.

Se embotella así que el vino lia acabado de deponer heces, (algo más tarde que el Burdeos, para que pierda cierto gusto de terruño), y antes de que adquiera aspereza y pierda el gusto de fruta. Al embotellar se clarifica con claras de huevos frescos. La víspera se pone la barrica tapa arriba con mucho tiento. Se emplean exclusivamente botellas nuevas y bien lavadas; para este objeto existe u n aparato m u y cómodo y eficaz que se halla expuesto. Los corchos son de primera calidad, clásticos, de diámetro perfectamente i g u a l , largos de 45 milímetros, y bastante más gruesos que el cuello de la botella. E n E s p a ñ a se hallan de calidad inmejorable, pero el diámetro no es uniforme, lo que complica su empleo. E l mayor esmero en todos estos detalles, que tienen g r a n importancia, será i n d u d a b l e m e n t e uno de los beneficios de la presente Exposición. No ha de quedar entre el tapón y el líquido el menor vacío. La experiencia permite afirmar que si se deja un hueco de dos á tres centímetros, el contenido se enturbia, se debilita, y no se conserva bien. Embotellar sin vacío es imposible, á menos de emplear la ahuja. Aplicada esta, que es una media caña hueca, contra el cuello de la botella, impide se rompa porque deja escapar el sobrante á medida que lo empuja el corcho; pero separada de la máquina causa pérdida de tiempo, y unida á ella, se rompe fácilmente la ahuja misma. E v i t a n ambos inconvenientes las máquinas Gervais y Taris D u courneau, que comprimiendo mucho más el corcho é introduciéndolo rápidamente, le hacen producir el efecto de la ahuja.

Conservación en botellas. La bodega debe tener todas las condiciones de la destinada á barricas, y ser a ú n más oscura, pues por la trasparencia del vidrio la luz liaría

12

mayor daño. La humedad se gradúa por la ventilación, de modo que el corcho no se enmohezca, ni se reseque y absorba el vino. Las botellas deben estar siempre echadas; en otra posición no se conserva el tinto. L a colocación más económica, pero que ocupa más sitio, es en casillas de piedra ó ladrillo con listones de madera entre cada fila horizontal. Los armarios de alambre grueso con u n hueco para cada botella, son cómodos; pero voluminosos y caros. Cuestan en Francia sin puertas á 400 rs. para 280 botellas (el contenido de una barrica), y con puertas á 600. El otro modelo de estante de hierro que se expone, sólido, de poco bulto, se ha hecho en Madrid, según u n modelo de Burdeos, á razón de 120 r s . para la misma cabida, pero exige listones de madera y persona que sepa colocarlos.

Decantar. Este es el momento crítico. Las constantes precauciones del p r o p i e tario habrán sido inútiles si el consumidor no observa las líltimas. La botella debe subirse de la bodega con diez horas de anticipación en canastilla de madera ó de alambre, y ponerse de pié en habitación templada, sin sol. Al ir á comer, empleando u n buen saca-corchos como el de palanca de L u n d , se decanta á la luz de una bugía, puesta detrás, lentamente para que no se formen glóbulos de aire, y se desecha lo turbio. Difíciles son estas operaciones esenciales: deben hacerse sin la m e nor sacudida, pues destruida la trasparencia, desaparecen delicadeza y aroma.

Venta. Tal es en todas sus partes el método observado en Torrea, y con él se ha conseguido presentar en esta Exposición muestras de catorce cosechas sucesivas, desde 1862 á 1875 (no exponiendo la de 1876 por ser

13

todavía mosto), con u n aroma franco y m u y perceptible, a u n q u e no tan fino como el del Médoc, una fuerza alcohólica moderada

1:

y en u n es-

tado de conservación que sin duda por no ser habitual en los vinos tintos españoles, sorprendió á los catadores de Burdeos, y que en última apelación apreciará el J u r a d o . Mas si la venta no se hubiera asegurado, hubiera habido que r e n u n ciar á una fabricación más costosa, y que no siendo del gusto de los habituales compradores, adictos al vino á la a n t i g u a , resultaba en u n estancamiento inútil de capital. La parte más difícil de la obra ha sido esta. Ademas de la escasez de fletes, se tropezaba en la cuestión de precio. E n Francia querían pagar demasiado barato, porque sólo servia para mezclar con los de escasa fuerza y color. E l mercado inglés, el más seguro, es también el más r u t i nario, y mira con recelo todo producto de nombre y origen desacostumbrado. No era admisible, sin embargo, engañar al consumidor usurpando u n nombre francés, y ademas hubiera sido faltar al objeto que el propietario se proponia: crear la reputación de estos vinos. Sin embargo, á fuerza de tiempo y de perseverancia, vendiendo e n tretanto poco más que á los precios del ordinario, se ha ido adelantando, y h o y ademas de consumirse bastante en Madrid, se ha creado la venta en el Báltico, y se espera fundadamente crearla en Inglaterra. Dentro de poco, sin duda, los propietarios de Rioja podrán recoger el fruto de estos esfuerzos; el que los ha hecho, privado durante tan largo período casi de toda renta, (pues no se trataba simplemente de expender mucho á cualquier precio, sino de establecer uno que compensara los gastos de exportación) y habiendo sufrido las pérdidas que ocasionan los inevitables pasos en falso de u n ensayo, no lo recogerá sino en la satisfacción de haber demostrado que la riqueza de aquella region puede doblarse, como lo prueban los siguientes

di

11,9 por 100, análisis en 18GG, por el Doctor Laude, cosecha de 1SG2. 13.4 ii en id., I). Eugenio de Garagarza, id. id. 1 8 G 2 y 0 3 . 12.5 y 12,8 ii en 1875, Mr. P. E. Pedroni, id. id. 18G3 y 05.

Datos económicos. Supónganse dos propietarios con haciendas iguales, que sigan uno y otro sistema, y á fin de no hacer m u y complicada la comparación, s u pónganse años alternados medianamente buenos y medianamente malos, sin n i n g u n o de los extremos de cosechas m u y abundantes ó casi nulas. CAPITAL PARA LA FABRICACIÓN L S I AL.

E s . vu.

4 0 0 obradas de vina á 5 0 0 reales

120.000

0 0 fanegas de tierra (proporción m e d i a allí) á 0 0 0 rs

48.000

Casa habitación

40.000

Corral, pajar y era

18.000

Bodegas con u t e n s i l i o s y e n v a s e s para 4 . 8 0 0 cántaras (cosecha m á xima)

50.000 Capital inmuehlc

270.000

(¡añado lanar y m u í a s ; aperos de labor

20.000

Gasto anual (no c o n t a m o s el de tierras ni el del r e b a ñ o , c o m o t a m poco los productos de u n a s y otro, p u e s se e q u i v a l e n p r ó x i m a m e n t e , q u e d a n d o cu beneficio de la linca el trabajo y el abono): Primer año.—Labores

de la v i ñ a , á 5 0 reales obrada

í d e m bodega, trasiegos, reparos, e l e

20.000 1.200

A d m i n i s t r a c i ó n , correduría, etc

2.000

Amortización á 5 por 1 0 0 del m a t e r i a l , bodega y d e m á s . .

2.100

Casto personal m i e n t r a s no vende

14.000 59.500

í n t e r e s de esta s u m a , dos años á 0 por 1 0 0

4.710 44.010

TOTAL

Segundo

año.—Productos.—En

CAPITAL INVERTIDO

540.010

el p r i m e r a ñ o , que fué m a l o , cogió

2 . 8 0 0 cántaras, (pie valen una con otra 1 2 reales, p u e s a u n q u e el de primera se venda á 18 y 2 0 , c o m o este s i s t e m a produce tres c a l i d a d e s , no puede contarse m a y o r precio m e d i o

55.000

Rebajar gasto anual m e n o s el personal, p u e s e m p e z a n d o ya á vender, vive con el producto de la linca Quedan líquidos 2 1 reales por obrada; en j u n t o

25.500 8.500

15

Casi nadie aparta anualmente la suma necesaria para la amortización del material. No por eso es menos cierto que si ese gasto se va e x cusando de año en año, llega al fin u n momento en que es preciso hacer de u n a vez uno mucho mayor. lis.

Torcer año.—Vende

™.

la cosecha del s e g u n d o , q u e fué m e d i a n a , es d e -

cir de 5 . 5 0 0 cántaras á 1 2 reales, valor

42.000

Rebajando

25.500

Quedan líquidos 4 2 reales por obrada: en j u n t o

10.700

LÍQUIDO POR OBRADA, TÉRMINO MEDIO ANUAL, 51 REALES.

E s t e propietario ha sacado á su capital de 340.000 reales, con cosecha mala, u n interés de 2 , 4 por 100, y mediana 4 , 9 por 100, ó sea u n interés medio de 3,6 por 100. CAPITAL PARA UNA FABRICACIÓN PERFECCIONADA.

E

V i ñ a s , tierras y casa valen lo m i s m o

' 3

V M

-

208.000

Corral, pajar y era son algo m a y o r e s

50.000

Bodega destinada á guardar varias c o s e c h a s , lia de s e r m a y o r y mejor dispuesta

250.000

Ganado y aperos de labor Gasto anual

50.000

( s u p r i m i m o s , c o m o en el caso anterior, los gastos y

productos de tierras y ganado): Labores de la viña, á 0 0 reales obrada

24.000

Labores de b o d e g a , t r a s i e g o s , reparos, etc

5.000

A d m i n i s t r a c i ó n , correduría, e l e

(i.000

A m o r t i z a c i ó n al 5 por 1 0 0 del m a t e r i a l , bodega y d e m á s . . .

8.400

E n v a s e s , p r i m e r a ñ o , m a l o . Cosecha 2 . 8 0 0 cántaras, y por este s i s t e m a , la proporción del de primera es 8 0 por 1 0 0 . H a y , p u e s , q u e c o m p r a r 1 0 0 barricas á 1 0 0 reales para 2 . 2 4 0 cántaras. El resto se guarda en c u b a s Su gasto personal m i e n t r a s no v e n d e

10.000 24.000 81.400

í n t e r e s de esta s u m a á 0 por 1 0 0 al a ñ o , cuatro a ñ o s . .

10.550 100.050

Segundo

año.—Labores,

b o d e g a , a d m i n i s t r a c i ó n , amortiza-

ción, c o m o el p r i m e r o

41.400

E n v a s e s , c o s e c h a m e d i a n a de 5 . 5 0 0 cántaras, 2 0 por 1 0 0 Suma y sigue

41.400

018.950

II)

lli.

Suma anterior

41.400

vn.

018.950

de s e g u n d a calidad, q u e d a n 2.000 de p r i m e r a , sean '200 barricas

20.000

Su gasto personal

24.000 85.400

líajar, por venta de 500 cántaras del año anterior, á 8 r s . Hucila de gasto

4.480 80.920

ínteres de esta s u m a ;'i 0 por 100, tres años

14.565 95.485

Tercer aña.—Mala

cosecha: gastos como el p r i m e r o .

. . .

Rajar, por venta de 7 0 0 cántaras del año anterior, á 8 rs

81.400 5.G00 75.800

ínteres de esla s u m a á 0 por 1 0 0 al a ñ o , dos años.

. .

9.09G 84.890

TOTAL

Cuarto año.—Productos.—Habiendo

CAPITAL

799.517

IXVEHTIDO

sido m a l o el p r i m e r o , del cual

vende la c o s e c h a , t e n e m o s 2 . 2 4 0 c á n t a r a s , ó 1 0 0 barricas, á (¡80 reales

108.800

Vende también á 8 reales 5 0 0 cántaras de segunda calidad, del tercer 4.480

año, á 8 reales

115.280 Castos.—Los

q u e no varían

41.400

Envases, 2 0 0 barricas, cosecha m e d i a n a . . . ,

20.000

100 dobles envases de expedición á 5 2 reales.

5.120 00.520

Quedan líquidos 1 1 0 reales por obrada: en j u n t o (luinto año.—Vende

40.700

el de primera del año s e g u n d o , sean 2 0 0 barricas,

á 0 8 0 reales

150.000

Mas el de s e g u n d a del año c u a r t o , sean 7 0 0 cántaras, á 8 r e a l e s .

5.000 141.000

Castos.—Los

lijos

41.400

Envases, 1 0 0 barricas, mala cosecha

• • •

2 0 0 dobles envases para e x p e d i c i ó n , á 5 2 reales

10.000 0.400 05.800

(hiedan líquidos 1 9 4 reales por obrada: en ¡unto. . LÍOCIDO

POU

ÜiillAUA,

TÉRMINO

MEMO

ANUAL,

155

REALES.

77.800

E n los tres á cuatro años que se guarda la cosecha h a y mermas de consideración. No se han tenido en cuenta, porque, por otra p a r t e , el cultivo perfeccionado hace mayores las cosechas, y las dos cantidades se equilibran. Este propietario ha sacado á su capital de 8 0 0 . 0 0 0 reales, en año de vender la mala cosecha, u n interés de 5,8 por 100, y de vender la mediana 9,7 por 100, ó sea u n interés medio de 7,7 por 100. No hacemos la cuenta de una cosecha buena por ser harto complicada, en atención á que los adelantos no se recobran hasta cuatro años después; pero si de u n a cosecha mediana á u n a mala h a y tanta diferencia, fácilmente se comprende cuanta debe haber de u n a buena á una mediana. E n resumen, se ve que fabricando como hasta ahora en Rioja, se saca u n interés m u y reducido al capital que se invierte, y sobre todo se.ve que u n año malo es desastroso, pues baja el producto á una cifra que apenas permite atender á las primeras necesidades de u n a familia. E l producto líquido medio es 31 reales obrada. Con u n a vinificación bien entendida, asciende á 155 reales, pero atribuyendo 8 por 100 de interés al capital invertido en más, el producto líquido se reduce á 63 reales por obrada, el doble que antes. Ni es eso todo. Ese vino debe alcanzar u n precio bastante más alto. Cuando sea más conocido, es probable que llegue para el de cuatro años en barrica á 1.000 reales, y que la cosecha media (contando misma alternativa

esta

de u n año malo seguido de uno mediano) de 180

barricas á 1.000, valga

180.000

Y las 630 cántaras á 8

5.040

Produciendo en bruto Y deduciendo un gasto medio de Dejará líquidos 312.50 reales por obrada: en j u n t o

185.040 65.000 125.000

Que esto sea hacedero técnicamente, lo demuestra que uno de los mejores vinos de Torrea, según los catadores de Burdeos (el del año

i8

]8(>4), fué licoho cuando no Labia ni una uva de cepas del Médoc, ni se Labia construido la bodega nueva, es decir, con uvas y utensilios del país. Los obstáculos son de otra índole. Quince años lian sido necesarios para llegar á vender al precio de (580 reales barrica, y ese tiempo La consumido muclio capital, muclio trabajo, ayudado todo con muchas r e laciones. Una observación al terminar. Si u n a s viñas no llevan más nombre que el del propietario, ó tienen que conservarlo aunque cambien de dueño, ó pierden parte del valor que su reputación las La dado hasta que la vuelvan á adquirir. Por esta razón se ha llamado esta finca Torrea á imitación de lo que hacen los franceses, más calculadores que nosotros, dándolos á las s u y a s , formen ó no formen cotos redondos: estos son casi tan desconocidos en Médoc como en Bioja.

Objetos expuestos. De acuerdo con la comisión, se ha pensado en disponerlos de modo que resultase una demostración todo lo práctica posible, dada la escasez de local, de la manera de hacer, cuidar, conservar y expedir el vino. Varios de los artículos de la lista no han podido por lo pequeños recibir numeración. 1

Z a r a n d a d e a l a n d i i ' i ' p a r a

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.