Transición ataque-defensa. Pautas táctico-emocionales

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ÍNDICE PRESENTACIÓN INTRODUCCIÓN PRÓLOGO de Chema Sanz PRÓLOGO de José L. Oltra CAP.1 A PROPÓSITO DE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA CAP.2 ORIENTACIONES PARA LA COMPRESIÓN TÁCTICA CAP.3 GESTAR UNA CULTURA TÁCTICO-TÉCNICA CAP.4 CUALIDADES DE UN ENTRENADOR

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CAP.5 LOS FUNDAMENTOS

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4.1. Formación y conocimientos 4.2. Poder de observación – Interpretación (explorador/radiólogo) 4.3. Poder de comunicación/transmisión 4.4. Dirección de equipo 4.4.1. DOMINIO SITUACIONAL 4.4.2. DOMINIO EMOCIONAL 4.5. Delegar vs. “Saber” Delegar 4.6. Toneladas de pasión y entusiasmo

5.1. Consignas generales en defensa

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CAP.6 CONTEXTOS PROPICIOS Y ADVERSOS PARA LA UTILIZACIÓN DE LA DEFENSA EN ZONA 54 CONTEXTOS PROPICIOS 1. Sentido colectivo de la defensa.

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2. Orientación de las líneas de pase al contrario. 3. Defensa con superioridad numérica. 4. Mejor ocupación racional del terreno de juego. 5. Mejor defensa del área. 6. Una presencia intensiva facilita la precipitación. 7. Dificultad para crear espacios libres. 8. Transición defensa-ataque más rápida.

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CONTEXTOS ADVERSOS 1. Superioridad numérica en la zona de influencia del juego. 2. Debilidad en los pasillos laterales. 3. Más concentración e inteligencia táctica. 4. Reducir las zonas al máximo para obtener eficacia. 5. Necesidad de más comunicación defensiva. 6. Inhibición de los hombres más alejados del balón.

CAP.7 ALGUNOS MATICES SOBRE LAS TRANSICIONES



7.1. Repliegues. Carreras de recuperación 7.2. Orientación corporal y visual 7.3. Contextos que no interpretamos… por eso nos equivocamos.

CAP.8 PRIMEROS AUXILIOS

8.1. Visualizar y reconocer el desacierto (BUSCAR LAS GRIETAS) 8.1.1. Pasaré los siguientes filtros A) Analizar el porqué (Buscar patrones) A.1.) Valoración antievolutiva o irrelevante: A.2.) Valoración evolutiva o beneficiosa: B) Considerar que el error es una clase particular C) Recompensas

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8.2. Reconstruir A) EXPRESARLO AL JUGADOR B) ENTRENARLO O LLEVARLO AL TERRENO DE JUEGO B.1) PARADIGMAS Y FÚTBOL por Oscar Cano C) EL ANTÍDOTO. HACÉRSELO SENTIR

CAP.9 APLICACIONES PRÁCTICAS PROGRESIVAS Aplicación Práctica 1 Aplicación Práctica 2 Aplicación Práctica 3 Aplicación Práctica 4 Aplicación Práctica 5 Aplicación Práctica 6

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PRESENTACIÓN En su nueva andadura, Manuel Conde pretende que todo curioso que se acerque a esta lectura, camine junto a él y a los “colegas” escogidos para este viaje, hacia un continuo de reflexiones, que suponen un refrescante ejercicio interior, hacia generar nuevas y mejores conexiones entre nuestras apreciaciones y lo que el texto nos propone. Con la sutileza que le caracteriza, Manuel nos sitúa ante constantes deliberaciones, en las que las palabras tranquilizadoras se sustituyen por voces de alarma, que fuerzan a tomar una actitud crítica que, alejándonos de la indiferencia, provoque la necesaria introspección para convertir las palabras en acción. Al lector que indague en las siguientes líneas, se le conducirá hacia la comprensión sintética de los aconteceres del juego, en pro de facilitar una lente que nos permita observar fenómenos inquebrantables, en su totalidad. Optando por conjuntar, en lugar de desmenuzar, lo que en la realidad se encuentra unido, la loable virtud del texto está en contemplar la emoción sin sustraerla del juego, sino ubicándola y situándola en él. Por lo tanto, lejos de anclarse en los legados cartesianos que afectan al modo en que observamos el fenómeno futbolístico, el autor se introduce en búsqueda de la complejidad, la interdependencia y la globalidad. Y es que el paradigma cartesiano es demasiado disyuntivo y cuantitativo como para atender a lo no mensurable, a lo cualitativo. Para cumplir con su cometido, Manuel realiza un recorrido por las principales inquietudes que rodean los pensamientos del entrenador de fútbol, hablando del ataque, de la defensa y de las transiciones, como fenómenos que, lejos de ser excluyentes, se comportan como realidades incluyentes. Así pues, la obra se convierte en una apuesta por optimizar la inteligencia motriz de nuestros jugadores, enseñándonos a educar el moviManuel Conde

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miento a través del sentimiento, como medio para modelar los impulsos y generar conocimiento. Y es que solamente del sentimiento, emerge el desplazamiento. Que la obra nos muestre la grandeza del detalle, sin cegar sus relaciones engendrantes. Solo así, nos encontraremos en disposición de ayudar a que nuestros jugadores, logren saberes relacionales que les permitan interactuar eficientemente, ante un contexto continuamente cambiante. Ojala, ayudados por el libro, seamos capaces de adentrarnos en la globalidad del juego, y en la complejidad que lo define. Solo así, Manuel habrá cumplido su pretensión: lograr un saber superior al poseído, cuando iniciamos este intenso periplo. Carlos Corberan Prep. Físico CF Villarreal

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INTRODUCCIÓN Resulta tremendamente gratificante ser testigo de mensajes como los que Manolo Conde reúne en este documento. En el mundo del fútbol, donde todo se asienta desde lo cartesiano, donde los tópicos lamentablemente tienen más solidez que la argumentación contextualizada, disponer de este espacio alimenta la esperanza de que otro fútbol pueda ser posible. Donde todo el mundo interpreta desde la escisión, el autor de este texto proyecta una visión claramente holística, y por ende más acertada, de los fenómenos que tratamos de observar y conocer. Comienza puntualizándonos que teoría y práctica son dos caras de la misma moneda. Tiene claro, y así lo revela, que teorizar es ya una práctica en sí misma, así como nos hace ver que la práctica reflexionada se convierte en teoría. Previo a la definición de aquellos fundamentos necesarios para la correcta interpretación de las transiciones, el productor de este trabajo, propone una comprensión del juego y del jugador sin divisiones, además de tener en consideración de manera permanente el contexto de manifestación de las conductas de los protagonistas de este juego. La obra valora las competencias del entrenador siempre desde una perspectiva intelectual. La valía del líder del grupo nace en su intelecto, en la capacidad para interpretar las conductas de sus jugadores como indicador de las posibilidades para el jugar concreto. A través de la evaluación de dichos comportamientos interactivos, el futbolista puede transitar cómodamente desde lo que es hasta lo que puede llegar a ser. Saber de jugadores es la responsabilidad esencial de todo entrenador. Conocer el material humano disponible determina que la Manuel Conde

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información transmitida les pueda conectar con sus mejores atributos. Ahí radica el origen de una comunicación fluida entre técnico y jugador. Manolo no silencia conceptos que el fútbol por desgracia enmudece. Hablar de la pasión como elemento decisivo en la formación del entrenador resulta extraordinario. La pasión por lo que se hace permite a la inteligencia encontrar la mejor forma de hacerlo. Éste inquieto autor, aboga por la consecución de un jugador autónomo, que controle sus procesos y productos mentales, que haga sintiendo. En definitiva, considera trascendental el hecho de que el deportista comprenda lo que provoca con cada decisión tomada, para que así sea el propio practicante el encargado de corregirse a sí mismo. En la práctica, el objetivo primordial es que el futbolista distinga los estímulos relevantes de los irrelevantes, que los recursos atencionales no se desgasten en lo accesorio por no reconocer lo substancial. Para tal fin, nos propone poner al jugador en situaciones donde su implicación no sólo sea física, sino que además comprometa al resto de sus estructuras (emotiva, cognitiva, coordinativa, expresivo-creativa,…), en la consecución de una mayor conciencia de la situación a asimilar. Por eso, este libro representa un fabuloso oasis en el desierto conceptual donde desgraciadamente se cimenta el entrenamiento actual. Oscar P. Cano

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PRÓLOGO “La peor derrota de una persona es cuando pierde su entusiasmo.” (H. V. Arnold) Este no es el caso del autor de este libro; cuyo entusiasmo es vitalicio, y siempre esta de guardia esperando a que pasen las ideas. Una vez más Manolo Conde revitaliza nuestras ideas y dirige este libro a las personas que se sienten dispuestas a caminar en lugar de sentarse a la vera del camino. Es una invitación para seguir adelante, para revisar el conocimiento adquirido y para embarcarse en la construcción de nuevo conocimiento. El libro nos ayudará a profundizar de una forma práctica en el conocimiento del fútbol, sugiriéndonos un cambio de perspectiva a la hora de observar los acontecimientos que suceden en el juego. Todos los momentos del juego son interdependientes y están relacionados entre sí. El ataque y la defensa no deben separarse. Forman parte de un todo. Se condicionan recíprocamente y debemos tenerlo en cuenta a la hora de entender y entrenar los comportamientos de nuestro equipo. Como entrenadores buscaremos generar determinados contextos para relacionar a los jugadores de forma que aumenten las posibilidades de cada uno. Es necesario que tengamos en cuenta la complejidad de cada elemento y las relaciones de interdependencia que se establecen entre ellos, determinando que cualquier modificación de uno de estos tendrá una inmediata repercusión sobre los otros. El jugador obtendrá un rendimiento diferente dependiendo del contexto en el que se encuentre. En un buen equipo, todos los jugadores deben cooperar entre sí de un modo armonioso para beneficio del conjunto, a pesar de que cada una de ellos cuente con sus propias posibilidades. Somos personas en situación y nuestras capacidades dependen de lo que somos y de lo que nos rodea. Además su lectura nos enriquecerá con un abanico de interesantes reflexiones, que nos facilitaran sobremanera nuestros intereses a la hora Manuel Conde

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de tomar decisiones, resolver problemas, dirigir equipos… etc. En definitiva allá donde se edifique un diálogo y haya que lograr persuadir a la otra parte para que se acerque a nuestros intereses. El libro nos muestra la necesidad continua de conjugar pensamientos y emociones; tenemos que actuar de una determinada manera no solo porque pensemos que tenemos que hacerlo así, sino porque sentimos que es una buena forma de hacerlo. Para terminar me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento al autor, por haber dedicado su pensamiento y su esfuerzo a brindarnos esta oportunidad de conocer el fútbol y la vida. El proceso de formación no descansa, abre las 24 horas del día y los 365 días del año…

Chema Sanz Prep. Físico CD Tenerife

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PRÓLOGO Quiero comenzar hablando sobre el tema que versa el libro, las transiciones. Tradicionalmente se habla de que el fútbol tiene dos aspectos claramente diferenciados, el juego ofensivo y el defensivo, o como llaman otros autores, el juego con balón y sin balón, pero actualmente la tendencia es pensar que no están separados sino que forman un todo, y yo personalmente me identifico con esta línea de pensamiento. Está claro que para “estructurar” los entrenamientos y “hacernos entender” con los jugadores sí se pueden diferenciar, pero realmente en lo que se refiere al juego en sí son indivisibles, ya que cuando estás atacando ya debes estar preparando la defensa (vigilancias, coberturas, movimientos y balances compensatorios, …) y viceversa, cuando estás defendiendo ya tienes que preparar el ataque (posiciones intermedias, movimientos preestablecidos caso de recuperación del balón según la zona del campo y posiciones del rival y compañeros,…). Bajo mi punto de vista las transiciones (tanto ofensivas como defensivas), requieren sobre todo de un “cambio rápido de mentalidad”, y esto a su vez conlleva una enorme concentración por parte del jugador y mucha información y trabajo por parte del entrenador. Hoy en día en el que en el fútbol cada vez hay menos diferencias, las transiciones son una de las facetas que caracterizan y hacen mejores a los equipos que las dominan. Cuando escuchamos o leemos frases como “el equipo ha estado metido” o “enchufado”, generalmente va relacionado con aquel equipo que ha cuidado los detalles tales como ganar los duelos o disputas, pero sobre todo con aquel que ha realizado bien en el transcurso del juego las transiciones. Dicho esto, mi intención no es hablar de las mismas, entre otras cosas porque la mejor manera de hacerlo es recomendar pasearse por el interior de éstas páginas del libro. Éste es fácil de leer, claro, sencillo y directo, aborda a modo monográfico las transiciones desde una perspectiva teórico-práctica, pero no sólo desde el punto de vista del juego, sino lo más importante abundando en las pautas emocionales para comprenderlo y poder trabajarlo. Manuel Conde

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Como entrenador en activo, su lectura me “ha abierto el cielo” en cuanto a lo que a las transiciones se refiere. Viene con un sustento indispensable a nivel teórico con aplicaciones, tareas y ejemplos que lo acercan a la práctica diaria, pero, repito, lo que lo diferencia de otros manuales es la visión emocional o psicológica que conlleva, con citas o alusiones de entrenadores, filósofos, pensadores, hombres de empresa, etc., que lo enriquecen y sobre todo, lo hacen muy práctico y utilizable. De hecho, como digo he incluido más de tres y cuatro citas del mismo en mis últimas charlas porque son muy gráficas. El libro consigue lo que busca, hacer pensar, meditar y recapacitar sobre fútbol y sobre la vida en general (es aplicable a casi todos los ámbitos), y sobre las transiciones en particular, y además te da unos consejos y pautas que a toda persona (entrenador) nos va a ayudar en el futuro. Recomiendo firmemente la lectura de este libro porque nos va a ayudar a ser mejores y nos va a obligar a recapacitar y a bucear en muchas ideas. Por último quiero acabar este prólogo, agradeciendo al autor la oportunidad de escribir en él y sobre todo destacar su figura. Manuel Conde es una persona preparada, formada, pero sobre todo creo que es una persona inquieta y muy trabajadora. De él destaco que a todo lo que hace le pone “toneladas de pasión y entusiasmo”. Todo lo hace con sentimiento y dedicación y de ahí su obra prolífica y que tanto nos ha ayudado a todos los entrenadores. Gracias Manolo, amigo. José L. Oltra Entrenador CD Tenerife

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Cualidades de un entrenador. Capítulo

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4.1. Formación y conocimientos

“Inteligente es aquel que cada vez que desea aprender toma una intensa conciencia de su ignorancia”. Inicialmente ésta estimuladora afirmación de Joaquín Lorente, servirá como recordatorio a los más inquietos del conocimiento y como rampa de lanzamiento a los más “perezosos” (“ya lo se todo”, “no necesito saber más”, “con mi edad y mi experiencia quién me va a enseñar algo”, etc…). Indudablemente cualquier ser humano cuando se sumerge en una determinada actividad donde vaya asociado un “mandato” éste debe ir escoltado por una ideología (conjunto de ideas) ó filosofía (idea directriz) que rijan colectivamente un lenguaje común. Un patrón ideológico que será personal y modificable. “La verdadera ciencia consiste en conocer que se sabe lo que realmente se sabe, y que se ignora lo que en verdad se ignora. En esto consiste la verdadera sabiduría” expone con rotundidad Confucio. Como dijo el bibliotecario John Cotton Dana: “Aquel que se atreve a enseñar, nunca debe dejar de aprender”. Según relata Pat Williams, un oficial cuenta, que en cierta ocasión Farragut le dijo: “Un oficial de la Marina siempre debe estar agregando algo nuevo a sus conocimientos. Esto puede convertirlo en alguien más útil algún día”. Farragut prueba lo que el historiador Edgard Gibbon dijo: “Los vientos y las olas están siempre del lado de los navegantes más capaces”. “Tener afecto al aprendizaje es estar cerca del conocimiento” sentencia Tze-Sze. Frecuentemente he escuchado de Luis Castañeda que “la capacidad de reflexionar es el instrumento esencial del estudio, entendiendo estudio no como la simple memorización de datos sino como la absorción razonada de conocimientos. La clave se encuentra en la palabra razonada, pues involucra meditación y análisis, por eso, pensamiento y estudio suelen ir juntos. Aun sin tener un libro en la mano, cuando pensamos, por lo general echamos mano de lo que hemos leído y de lo que hemos escuchado, para analizar y sintetizar y, muchas veces, generar pensamientos originales. Cuando estudiemos, no nos Manuel Conde

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conformemos con leer y entender lo que leamos. Tratemos de expresar con nuestras propias palabras los pensamientos del autor. Hacerlo nos obligará a razonar” en la misma óptica se manifiesta Walter Pitkin “aprender es el mayor triunfo del mundo. Es la base de cualquier otro éxito”. Luis Castañeda desde otro enfoque nos recomienda “el futurólogo John Naisbitt dice que analfabeta no será quien no sepa leer, sino quien no sepa aprender. El conocimiento es un poder superior a la fuerza militar. Las naciones más ricas son las que poseen los mayores conocimientos, no las que tienen los recursos naturales más abundantes. Las empresas ya reconocen al capital intelectual como su principal recurso. Ahora falta que también nosotros lo reconozcamos y dediquemos buena parte de nuestro tiempo a adquirir conocimientos, a aumentar nuestro capital intelectual. Hacerlo nos volverá más valiosos indudablemente”. Felipe Ortiz de Cevallos reaviva estas percepciones aconsejándonos, “pertenecemos a una generación de celulares, blogs, Ipods, Internet, etc. Se puede bajar mucha información, pero para darse cuenta cuando uno no hace lo correcto, o como ayudar a un amigo, o como cerrar un negocio, no sirve de nada. De Internet no se puede bajar inteligencia, pasión, alegría o compasión. Esas cualidades hay que cultivarlas a la antigua, leyendo, conversando y meditando”. Un buen experto en crecimiento emocional y con el que cambio impresiones con frecuencia, Leo Alcalá, nos aconseja “obviología es la ciencia que estudia lo obvio. De eso que es evidente. De eso que sabemos. De eso que es sentido común. Pero por que sea común no quiere decir que sea tu práctica común. No por que tú lo sepas quiere decir que lo estás poniendo en práctica y lo que tiene el potencial de transformar nuestras vidas no es la información, sino la puesta en práctica de esa información adecuada, de la manera adecuada. Por tanto el desafío consiste en tener la constancia para hacer que esa pequeña diferencia hoy, dé sus frutos mas adelante”. Como argumenta mi amigo personal Juan Planes “La diferencia entre las personas no reside en lo que saben. Casi todo el mundo sabe lo que hay que hacer para alcanzar el éxito, pero sólo unos pocos hacen lo que saben que tienen que hacer” y a veces la eficacia tampoco está en lo que hacemos, sino en la pasión que ponemos en lo que hacemos. 32

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La murphyología médica (Ley de Murphy. Seis principios para los pacientes) nos advierte: “Sólo porque el médico sepa el nombre de su enfermedad, no significa que sepa lo que es”. Uno de los poetas más influyentes en mi andadura deportiva y personal, Pablo Neruda, ha conseguido que mutase mi sentir, haciéndome ver que el peor enemigo del ser humano en su “carrera” hacia el crecimiento, es precisamente echar raíces en la rutina “muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días lo mismo. Muere lentamente quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir tras un sueño. Muere lentamente quien abandona un proyecto antes de iniciarlo. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar”.

En una ocasión, un seguidor de Mahatma Gandhi lo desafió respecto de su inconsistencia. “¿Cómo puedes decir una cosa la semana pasada, y ahora algo completamente diferente?”, le preguntó. Gandhi sonrió y le dijo: “Ah, porque aprendí algo durante la semana”.

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¿Puede acaso un árbol vivir sin sus raices? La fuerza de un árbol no sólo está en la raíz, sino en como se cuide. Si queremos ver crecer algo debemos regarlo constantemente. ¿Creéis que esto pasa en el fútbol? ¿Se riegan los fundamentos (raíces)?

5.1. Consignas generales en defensa 1.- El primer mandamiento defensivo es no perder el balón, así no tenemos que recuperarlo. Es importantísimo que el jugador se responsabilice del mismo. La forma más rápida de perder el balón es hacer lo que no sabemos.

Introducción al proceso cognitivo (Pensamiento táctico) Esta es una de las tareas más ricas y productivas que he generado, con la cual he obtenido por mi parte y de los jugadores, el fruto deseado. Una aplicación que educa a pensar, a tomar decisiones. Cuando un jugador sabe observar su entorno se dará cuenta que no le faltan oportunidades. Queremos que vean pero es curioso en los desempeños de las tareas que practicamos no les “dejamos ver”. Una buena visión del juego permite desplazarse a zonas idóneas o rectificar en el momento justo. Parte de la calidad de rendimiento está en las referencias visuales. En definitiva, cuanto menos dependencia del balón el jugador tenga más pendiente estará del juego, que es lo que nos interesa (reconozco patrones de juego y los inserto en el contexto de juego). Existe una visión de juego innata y otra basada en el aprendizaje. Y para ello debemos considerar en la intención/corrección de cada aplicación práctica lo siguiente: Manuel Conde

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A TENER PRESENTE: Visión de juego Errores No ve No sabe mirar No sabe donde mirar No sabe en que fijarse

Toma de decisiones No sabe que hacer, analizar No sabe lo que es importante No sabe que puede hacer No sabe como hacerlo Lo hace a destiempo

¿Cómo será la ejecución?

La eficacia o eficiencia de cada tarea (de ésta o cualquier otra) la va a determinar la certera utilización de las fases siguientes: 1º Fase de asimilación: la respuesta es buena porque la atención es buena (aumenta) 2º Fase Duda: Se mezcla la respuesta nueva con la antigua (bache en el conocimiento, respuestas confusas). 3º Fase acomodación: la respuesta táctica entrenada es la buscada (acomodada en mi subconsciente)

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El desarrollo práctico de esta tarea será: En el interior del cuadrado compiten dos equipos de 5 contra 5, con 4 apoyos exteriores.

CONSIGNAS CON BALÓN SIN BALÓN NO pase entre interiores • Recuperarlo es tenerlo en nuestro poder SI pase exterior interior (9X5) NO pase al mismo jugador del que • Contacto invalida jugada recibo

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Hay que resolver con criterio –calidad natural- aquello que a los demás le supone y exige esfuerzo.

Cuando se transita hacia atrás, no repliego sólo el cuerpo (físico) sino la emoción (mente). Si no veo el juego es imposible que lo pueda sentir y por ende saber interpretar. (Figura 2)

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Se replegará de espaldas sin perder de vista el balón y sus posibles trayectorias. Como los jugadores no hacen esto, a veces no saben ni donde están ellos y por donde anulan la eficacia de las referencias zonales. Manuel Conde

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Aplicaciones prácticas progresivas Capítulo

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Aplicación Práctica 1

Compiten dos equipos de 6X6. Ubicándose tal y como muestra el gráfico (Equipo con balón: 6 jugadores interior cuadrado donde se desarrolla la acción. Equipo sin balón: 3 defienden, 2 exteriores, todos en zona desarrollo de acción, 1 jugador campo contrario esperando transición). Tras la recuperación los equipos deben efectuar la transición al campo contrario para continuar la acción. Desarrollaremos el entrenamiento de la organización defensiva (la parte) en el ciclo del juego completo (el todo).

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A TENER PRESENTE Un antiguo proverbio japonés nos recuerda que “para tener la idea de un movimiento, hay que hacerlo mil veces. Para conocerlo, hay que repetirlo diez mil veces. Y para poseerlo, hay que realizarlo cien mil veces”. ¿Qué debemos Entrenar? Según José Guilherme, Nuno Amieiro & Vitor Frade “Patrones de Acción, individuales y colectivos (en las diferentes escalas) con el objetivo de crear un conjunto de referencias decisionales para que los jugadores sepan qué hacer y puedan ser creativos en las diferentes situaciones del juego. El Proceso de Entrenamiento debe permitir que esos Patrones de Acción se transformen en HÁBITOS”.

Aplicación Práctica 2 Comenzamos la tarea a la altura de medio campo, contexto 3X2 (centrocampistas). Tras la recuperación, iniciamos con rapidez la transición, con los jugadores que están por delante del balón (todos ellos con oposición activa), pudiendo secundar la misma uno de los centrocampistas (frecuentemente el que no recupera). Gestionar adecuadamente por parte del entrenador: colaboración en la recuperación. Elección de entrada o temporización. Primera salida de balón. Movimientos con oposición de los jugadores por delante del balón. Calidad en los centros al área. Movimientos acompañados de remate dentro del área… así como los movimientos defensivos. Si el equipo que momentáneamente defiende, recupera la 102

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