Unidad 1. Agricultura ecológica

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Unidad 1. Agricultura ecológica Introducción: El contenido de esta unidad permite comprender los aspectos más importantes sobre agricultura ecológica, comenzando por definición, historia y objetivos perseguidos como herramienta para mejorar, ya sea por medio de la eficiencia biológica, o para preservar la biodiversidad y mantener la productividad del agroecosistema y su capacidad de autorregulación. Luego, se analizan los componentes de la agricultura convencional y su impacto en el medioambiente y se realiza una comparación entre las características de la revolución verde y las tecnologías agroecológicas; posteriormente, se describe el concepto de agroecosistema en el contexto agroecológico, definiendo estructura, función y recursos, se clasifican los tipos en una región y se determinan los factores que deben poseer para garantizar sostenibilidad. Finalmente, se trata el tema de desarrollo sostenible como factor esencial para lograr una relación armoniosa entre naturaleza y sociedad.

Descripción material del programa: El material de estudio permite comprender los aspectos relacionados con la unidad a desarrollar, esto con el fin de que el aprendiz pueda realizar las actividades de la mejor manera.

Tema 1. Generalidades de la agricultura ecológica

Imagen FAO.

La agricultura ecológica es una alternativa orientada exclusivamente a disminuir los impactos medioambientales y económicos, así como al mantenimiento de la base de la agricultura a través del tiempo, considerando fuerzas ecológicas, sociales, culturales, políticas y económicas. Es una respuesta a la degradación de los recursos naturales asociados a la agricultura moderna, ésta propone transformar la producción agrícola basada en el aspecto tecnológico en uno más completo que tiene en cuenta factores fisiológicos, agronómicos, históricos y socioeconómicos que influyen en la distribución y adaptación de especies específicas de cultivos en la comprensión entre una planta de cultivo y el medio ambiente. La agroecología incorpora un enfoque de la agricultura más ligado al medioambiente y más sensible socialmente. Se trata de un acercamiento alternativo que va más allá de la sustitución de insumos externos a la granja, es el diseño y manejo de agroecosistemas sostenibles donde las interacciones ecológicas y los sinergismos entre los componentes biológicos reemplazan los insumos para mantener los mecanismos que favorecen la fertilidad del suelo, la protección del cultivo y su productividad. No sólo es producción, sino también sostenibilidad ecológica del sistema de producción, por ende estudia fenómenos netamente ecológicos dentro del cultivo, tales como interacción depredador/presa, competencia cultivo/maleza, ciclos de nutrientes, comensalía y cambios sucesionales.

Dado que el suelo es un recurso que se agota con el paso del tiempo y los procesos naturales para restaurarlo no ocurren a la misma velocidad en que es desgastado, la agricultura para lograr ser sostenible debe propender la no degradación del suelo. Para buscar la conservación del suelo en el futuro, es primordial cambiar significativamente las prácticas agrícolas actuales. Solamente una estrategia verdaderamente agroecológica ofrece la posibilidad de renovar los suelos y los agroecosistemas para soportar la producción futura, mientras se reduce la vulnerabilidad de la agricultura frente a las plagas, los impactos climáticos, los precios, así como en la reducción de los costos de producción con la sustitución de las funciones del ecosistema, en lugar de depender de insumos externos. Esto significa cambiar el aparato educativo de investigación, extensión, crédito, medios de comunicación y subsidios, por un enfoque agroecológico y de participación activa local en la generación de tecnologías. La ciencia y la práctica de la agroecología son tan primitivas como los orígenes de la agricultura. Antiguamente, muchos sistemas agrícolas desarrollados a nivel local incorporaban rutinariamente mecanismos para acomodar los cultivos a las variables del medio ambiente natural para protegerlos de la depredación y la competencia. Entre estos mecanismos estaban los insumos renovables existentes en las regiones, los rasgos ecológicos estructurales propios de los campos, los berberechos y la vegetación circundante. Es decir, la agroecología valoriza el conocimiento empírico de los agricultores y su aplicación al objetivo común de sostenibilidad. La agroecología tiene una base filosófica diferente a la de las ciencias agrícolas convencionales; la primera es holística mientras que las segundas son atomistas (Altieri, 1985, p.132).

El movimiento ambiental de la década del 60 se originó como una preocupación por los problemas de contaminación, lo que contribuyó de manera intelectual a la agroecología, debido a que los asuntos ambientales coincidían con la agroecología. Se infundió al discurso agroecológico una actitud crítica de la agronomía hacia la producción y se hizo crecer la sensibilidad en torno a un gran número de asuntos relacionados con los recursos. Por otra parte, los movimientos hippie y beat al plantear la búsqueda de formas de vida en armonía con la naturaleza y de sistemas agrícolas para la alimentación animal, ayudaron al desarrollo de la agroecología; asimismo, el estudio del medio ambiente fue necesario para proporcionar el marco filosófico del valor de las tecnologías alternativas, así como el proyecto normativo de la agroecología.

La relación de la agricultura con los asuntos ambientales fueron descritos por Carson en su libro Primavera silenciosa (1964), el cual plantea interrogantes sobre los impactos secundarios de las sustancias tóxicas, particularmente de los insecticidas en el ambiente. También el estudio clásico de Pimentel (1979) evaluó los costos energéticos de sistemas de producción específicos; demostrando que el alto rendimiento de la agricultura moderna se obtiene a costa de numerosos gastos, los cuales incluyen insumos no renovables como el petróleo. Adicionalmente, Milton y Farvar editaron el libro La tecnología descuidada (1968), donde documentan efectos de proyectos de desarrollo y transferencia de tecnología de zonas templadas sobre las regiones ecológicas y las sociedades de países en desarrollo. Otras obras de gran impacto sociocultural que surgieron del movimiento ambiental fueron La Bomba poblacional, La tragedia de los comunes, Los límites del crecimiento, Anteproyecto de la supervivencia y Lo pequeño es hermoso, las cuales motivaron a los investigadores a realizar estudios y a fomentar el interés hacia la conservación de los recursos naturales y los ecosistemas. Se han generado algunos mitos en torno a la agricultura ecológica, como que es menos productiva y rentable en comparación con la agricultura convencional, y que su adopción ocasionaría una caída en la producción o una mayor destrucción de los bosques, debido a que se necesitarían más áreas cultivadas para compensar su bajo rendimiento. La agricultura del futuro deberá ser sostenible como altamente productiva si se desean satisfacer todos los requerimientos alimenticios de la población mundial. Es imposible producir suficientes alimentos en ciertos países en vías de desarrollo sin fertilizantes. Muchas organizaciones a nivel mundial se pronuncian a favor de un desarrollo equilibrado, de una introducción gradual de algunas prácticas ambientalmente sostenibles, y de un uso más eficiente y cauteloso de los insumos, pero no de renunciar por completo a los mismos. Esto significa que no es posible abandonar completamente las prácticas convencionales y retornar a las tradicionales de las culturas aborígenes, ya que estas últimas están dirigidas a satisfacer las necesidades locales y se implementan a pequeña escala, por lo que no podrían ser utilizadas para producir la cantidad de alimentos que requieren los mercados globales, por lo que la tendencia de la investigación hacia lo integrado y sostenible está progresando pero unida a una red de seguridad que asegure la demanda de productos alimenticios para una población mundial que crece a ritmo acelerado. La producción de productos básicos sólo puede tener lugar en el contexto de una organización social que proteja la integridad de los recursos naturales, interrelacionándolos con el ser humano, el agroecosistema y el medio ambiente. La agroecología ofrece las herramientas metodológicas para que la participación

comunitaria se convierta en la fuerza motora que defina los objetivos y las actividades de los proyectos de desarrollo.

Tema 2. Agricultura convencional y su impacto en el ambiente

Imagen UNCU.

Durante muchos años se ha desconocido la importancia de los factores ambientales para el funcionamiento y mantenimiento del sistema económico y social. La agricultura convencional se enfoca en la alta producción a corto plazo, comprometiendo a futuro la productividad de los cultivos. Se asumía que el medio ambiente era exógeno al sistema y que la disponibilidad de los recursos naturales no representaba ninguna restricción, hoy se considera que existe un capital natural que hay que preservar para asegurar la sostenibilidad del sistema socioeconómico a largo plazo. En las décadas de los 40´s y 50’s, muchos analistas de la época, en un seminario realizado en la Universidad de Cornell sobre el potencial de los trópicos húmedos de América Latina, mencionaron que los suelos tenían pobres contenidos minerales, selvas con árboles de poco valor comercial, elevados índices de precipitación, de insectos y enfermedades; en general las condiciones ecológicas para la agricultura eran inadecuadas y los casos en que los trópicos húmedos eran utilizados, efectivamente se debían a las inversiones extranjeras, las cuales se encargaban de los obreros y la explotación, pero no del desarrollo de la región.

Las principales causas del subdesarrollo de los países latinoamericanos, mencionadas en el Primer Simposio Brasilero de Alimentación y Agricultura (1967) eran la baja productividad de los cultivos y de las crías, principalmente debido al deficiente nivel técnico del uso del suelo, empleo de semillas no seleccionadas, crías de animales inferiores, falta de rotación de cultivos, poco uso de fertilizantes y correctivos del suelo, además de la falta de recursos oficiales para la investigación aplicada y la educación. Por otra parte, también se daba la falta de zonificación agrícola, medios de comunicación eficientes, créditos, tenencia de la tierra y programas de extensión. La baja productividad en la agricultura se vislumbró como un obstáculo para el proceso de desarrollo industrial de América Latina. En la década de los 70´s y años posteriores se estructuró toda una política agrícola para la transformación tecnológica de la agricultura, liderada por el Banco Mundial a través del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (GCIAI) y demás grupos a nivel mundial, los cuales iniciaron un programa para solucionar los problemas del hambre en el mundo con un modelo que fue bautizado con el nombre de Revolución Verde. Los principales componentes de este modelo fueron el uso de insumos externos como fertilizantes sintéticos, plaguicidas y herbicidas, desarrollo de híbridos y variedades de alto rendimiento, mecanización del trabajo y establecimiento de sistemas de siembra basados en el monocultivo, los cuales son más fáciles de manejar, demandando menos tiempo de atención, fácilmente mecanizables y a favor de las economías de escala. Aunque la revolución verde aumentó la productividad, especialmente de algunos cereales de un reducido número de agricultores con grandes extensiones de tierra y con accesos a créditos, las consecuencias para el ambiente y para la gran mayoría de pequeños agricultores fueron adversas. La distribución de beneficios ha sido extremadamente desigual, favoreciendo a los agricultores que poseen más capital, tierras óptimas y demás recursos. En muchas áreas, el resultado final ha sido un incremento en las concentración de tierras, en la diferenciación y estratificación campesina y en el aumento de agricultores sin tierra. Adicionalmente, el empleo de semilla de alto rendimiento ha desplazado el uso de semillas de variedades tradicionales, disminuyendo así, la diversidad de cultivos. Por otra parte, el uso de fertilizantes inorgánicos y plaguicidas vienen causando contaminación química en la tierra y el agua, así como una deficiencia cada vez mayor de micronutrientes en el suelo; además, las plagas han aumentado como consecuencia de la resistencia biológica a los plaguicidas. Mientras se mantenga el monocultivo como estructura base de los agroecosistemas, los problemas ocasionados por las plagas continuarán su tendencia negativa, ya que con el paso del tiempo, los cultivos serán más vulnerables y exigentes con medidas de protección de alta tecnología cada vez más destructivas y caras.

La experiencia de la revolución verde viene sufriendo transformaciones, actualmente afronta una crisis medioambiental, ya que esta no logra reducir la pobreza rural, especialmente en países en vía de desarrollo, lo que quiere decir que la productividad de los campos ya no es como antes. El descenso de los rendimientos y el aumento de los costos de insumos, son factores que han llevado a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a concluir que es necesario un nuevo enfoque. El surgimiento de la agroecología como alternativa a la agricultura industrializada ha permitido ampliar los criterios de desempeño para incluir lineamientos de sustentabilidad, estabilidad biológica, conservación de recursos y equidad, junto con el objetivo de lograr una mayor producción. El concepto de agroecología se difunde como un nuevo enfoque para enfrentar problemas de degradación de recursos naturales asociados a la agricultura, tales como: erosión, salinización, compactación y acidificación de los suelos, deforestación, sedimentación de los ríos, embalses y zonas costeras, contaminación por desechos agroindustriales, erosión genética de los cultivares y razas de animales, sobrepastoreo y problemas causados por el uso inadecuado de plaguicidas y fertilizantes. El enfoque agroecológico ha demostrado ventajas tangibles para las poblaciones donde se ha implementado, tanto para la producción de alimentos como para la regeneración, asimismo ha evidenciado mejor calidad de recursos naturales, así como una utilización eficiente de recursos locales. Este enfoque es muy diferente al de la Revolución Verde ya que tiende a ser más aceptable desde el punto de vista sociocultural. Las técnicas usadas por la agroecología no dañan el ambiente, ya que no modifican ni transforman radicalmente el sistema, en lugar de ello, se identifican elementos de manejo tradicionales o nuevos que optimizan la producción. Igualmente, estas tecnologías son más viables económicamente al utilizar preferentemente los recursos locales en vez de los insumos importados. La Tabla 1 muestra una comparación entre las características de la Revolución Verde y la agroecología.

Características Técnicas Cultivos afectados Zonas afectadas

Sistemas de dominante

Revolución verde

Agroecología

Trigo, maíz, arroz y otros. Todos los cultivos. Sobre todo tierras llanas Todas las zonas, y de riego. especialmente las marginales en secano y en pendiente. cultivo Monocultivo, Policultivos, genéticamente uniforme. genéticamente heterogéneos.

Insumos predominantes

Ambientales Peligros sanitarios

Cultivos desplazados

Agroquímicos, maquinaria, gran dependencia de insumos importados y de combustible fósil.

Fijación de nitrógeno, lucha biológica contra plagas, agregados orgánicos y gran dependencia de recursos renovables locales.

Medio a alto (contaminación química, erosión, salinización, resistencia a los plaguicidas, entre otras). Peligros sanitarios derivados de la aplicación de plaguicidas y de residuos de éstos en los alimentos. Sobre todo las variedades tradicionales y las razas nativas.

Bajo a medio (lixiviación de los nutrientes provenientes del estiércol).

Económicas Costos de la Relativamente altos. investigación Necesidad de efectivo Grande. Todos los insumos deben ser comprados. Institucionales Desarrollo de Sector paraestatal, tecnología y compañías privadas. divulgación. Consideraciones de los Variedades y productos propietarios patentables y protegibles. Socioculturales Capacidad de Cruces convencionales investigación requerida de plantas y otras ciencias agrícolas. Participación Escasa (casi siempre el enfoque es desde arriba). Determina barreras a la adopción de tecnología. Integración cultural Muy escasa.

Ninguno.

Relativamente escasos. Escasa. La mayor parte de los insumos son locales. Gran medida de públicos, masiva participación de ONG. Variedades y tecnologías bajo el control de los agricultores. Capacitación en ecología y experiencia multidisciplinaria. Alta, induce la acción de la comunidad.

Alta, gran uso del conocimiento tradicional y

de formas locales organización.

de

Tabla 1. Comparación entre la Revolución Verde y las tecnologías agroecológicas. Fuente: Revista CERES.

Aun con las ventajas que tiene la agroecología para el desarrollo agrícola de América Latina, hacen falta políticas que guíen la agricultura hacia un desarrollo sostenible, las cuales permitan solucionar los grandes problemas de la región como lo son el hambre, la tierra y el poder, sólo de esta manera se podrá pensar en una conservación de recursos naturales y del medio ambiente. Es necesario que el desarrollo sostenible reciba el apoyo de otras vertientes del ecologismo como la realista, socialista y culturalista, pues no se trata de un simple cambio de técnicas de agricultura química por técnicas alternativas; se trata de decidir sobre proyectos de vida y de construcción social.

Tema 3. El agroecosistema

Imagen SENA.

El concepto de agroecosistema en el contexto agroecológico se refiere a una estructura de producción agrícola (campo, granja, finca, entre otras) que tiene una interacción compleja entre procesos sociales y económicos externos e internos y entre procesos biológicos y ambientales. Las características de un sistema agrícola

son: componentes bióticos (humanos y animales) y componentes abióticos (suelo, luz y temperatura) que interactúan entre sí por medio de un procesamiento de elementos químicos (nutrientes de las plantas) y del flujo de energía (a través de las cadenas tróficas). Su diversidad es muy reducida en comparación con la de otros ecosistemas. Los animales y plantas que dominan son seleccionados artificialmente y no por selección natural, los controles del sistema son en su mayoría externos y no internos, ya que se ejercen por medio de la retroalimentación del subsistema. La Tabla 2 muestra las diferencias de estructura y de función entre un agroecosistema y un ecosistema natural. Característica Productividad neta Interacciones tróficas Diversidad de especies Diversidad genética Ciclo de nutrimentos Estabilidad (capacidad de recuperación o resiliencia). Control humano Permanencia temporal Heterogeneidad del hábitat

Ecosistema natural Media. Compleja. Alta. Alta. Cerrado.

Agroecosistema Alta. Simple, linear. Baja. Baja. Abierto.

Alta.

Baja.

Independiente. Larga.

Dependiente. Corta.

Complejo.

Simple.

Tabla 2. Diferencias de estructura y de función entre ecosistemas naturales y agroecosistemas. Fuente: (Gliessman, 2002, p. 359).

Imagen SENA.

Los agroecosistemas son el producto de la coevolución entre procesos sociales y naturales/ambientales. Su principal unidad funcional es la población del cultivo. Son diferentes para cada zona, ya que son producto de muchas variables como el clima, el suelo, las relaciones económicas, la estructura social y la historia. Pueden hacer parte de la agricultura de tipo comercial como de subsistencia, empleando altos o bajos niveles de tecnología, dependiendo de la disponibilidad de tierra, del capital y del trabajo. Los agroecosistemas tienden hacia la maduración y pasan de estados menos complejos a estados más complejos. La Tabla 3 muestra los factores que determinan un agroecosistema. Tipo de determinante Físico

Biológico

Socioeconómico

Cultural

Factores                          

Radiación. Temperatura. Lluvia, provisión de agua (humedad crítica). Condiciones del suelo. Pendiente del terreno. Disponibilidad de tierras. Plagas y enemigos naturales. Población de malezas. Enfermedades de plantas y animales. La biota del suelo. Riqueza natural vegetal. Eficiencia fotosintética. Patrones de cultivo. Rotación de cultivos. Densidad poblacional. Organización social. Económicos (precios, mercado, crédito, capital). Asistencia técnica. Implementos de cultivo. Grado de comercialización. Disponibilidad de mano de obra. Conocimientos tradicionales. Creencias. Ideología. Principios de género (aspectos). Acontecimientos históricos.

Tabla 3. Determinantes de un agroecosistema que deciden el tipo de agricultura de cada región. Fuente: (Prager et.al.2002, p. 333).

Existen cinco criterios para clasificar los tipos de agroecosistemas en una región 1. La asociación de cultivos y ganadería. 2. Los métodos y técnicas de cultivo y crianza. 3. La intensidad de empleo de trabajo, de capital, de organización y de producción final. 4. La disponibilidad de productos para consumo (usados en la parcela para la subsistencia) o para ser vendidos o cambiados por otros bienes. 5. El conjunto de estructuras empleadas para facilitar labores en la parcela. (Gliessman, 2002).

Tomando como base los criterios antes mencionados, es posible determinar seis tipos de agroecosistemas en una región: 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Sistemas de roce, tumba y quema. Sistemas de cultivo semipermanentes. Sistemas de labranza y riego. Sistemas de cultivos perennes. Sistemas de pastoreo. Sistemas de rotación de cultivos (cultivos anuales con pastos).

Estos sistemas se transforman continuamente, dependiendo de los cambios poblacionales, de los recursos disponibles, de los precios de los insumos, de la degradación del medio ambiente, de los cambios climáticos, del valor de los productos cosechados, de las innovaciones tecnológicas, del crecimiento poblacional, del crecimiento o estancamiento económico, de los cambios políticos, entre otros. Los recursos de un agroecosistema son:  Recurso humano: personas que habitan y trabajan en una parcela y que explotan sus recursos para la producción agrícola.  Recurso natural: son los elementos que provienen de la tierra, el agua, el clima y la vegetación natural, los cuales son explotados por personas para la producción agrícola. Entre estos están el área de la parcela, incluyendo topografía, fragmentación de la propiedad, ubicación respecto a mercados, profundidad y propiedades fisicoquímicas del suelo, así como disponibilidad de agua superficial y en el subsuelo, precipitaciones, evaporación, irradiación solar, temperatura, vegetación, forraje para animales, materiales para construcción o medicinas para seres humanos.  Recursos de capital: son los bienes y servicios creados, comprados o prestados por personas relacionadas con la parcela para facilitar la explotación de los recursos naturales para la producción agrícola. Estos recursos pueden

ser: permanentes (tierra, agua), semipermanentes (almacenes, animales de tiro, herramientas, cercas), operacionales (abono, semillas), potenciales (créditos).  Recursos de producción: comprenden la producción agrícola y también la pecuaria. Se transforman en recursos de capital si se venden y los residuos (rastrojo, estiércol) son insumos usados como nutrientes en el sistema. El diseño de agroecosistemas en el contexto agroecológico o sustentable, conlleva a imitar la estructura y función de un ecosistema natural; es decir, parecido a un sistema con una gran diversidad de especies con actividad biológica y con conservación de suelos, promoviendo el reciclaje e impidiendo la pérdida de recursos. Los pasos en el diseño de un agroecosistema incluyen conceptualización y adaptación de requerimientos, así como condiciones y recursos disponibles en el área, tales como factores ecológicos (clima, suelo, biológicos), características infraestructurales (tenencia de la tierra, provisión de agua, abastecimiento de energía), necesidades económicas externas (mercados, comunicaciones, disponibilidad de crédito), factores operacionales internos (tamaño del predio, disponibilidad de mano de obra) y preferencias personales. En la conceptualización de un agroecosistema incluyen los siguientes aspectos:       

Finalidad, el propósito por el cual se establece el sistema. Límites, donde comienza y termina el sistema. Contexto, medio ambiente externo en el que opera el sistema. Componentes, los principales constituyentes del sistema. Interacciones, relaciones entre los componentes. Insumos, empleados por el sistema y que vienen de afuera. Recursos, componentes que se encuentran dentro del sistema y que son empleados para su funcionamiento.  Productos, resultados esperados.  Subproductos, productos útiles pero no esenciales. Un agroecosistema sostenible debe conservar los recursos naturales renovables, adaptar los cultivos al medio ambiente y mantener un elevado, pero estable nivel de productividad. Por otra parte, debe reducir el uso de insumos agroquímicos y energéticos para fomentar la fertilidad y rendimiento del suelo, garantizando la protección del cultivo. En un agroecosistema sostenible debe existir un balance entre la energía que fluye dentro del sistema, en este caso los nutrientes y la que sale de éste en forma de cosecha. Para garantizar la sostenibilidad ecológica a largo plazo sobre la productividad en el corto plazo, el agroecosistema debe:

 Reducir el uso de energía y de recursos.  Utilizar y promover el conocimiento autóctono y las tecnologías de recurso eficiente.  Disminuir las pérdidas de nutrientes, limitando la erosión, lixiviación y escurrimiento. Promover el reciclado por medio del uso de compost, abonos orgánicos, leguminosas, entre otros.  Poner de relieve el uso de la diversidad agrícola local, incluyendo germoplasma de cultivos nativos y elementos como leña y plantas medicinales.  Promover la producción de cultivos, adaptándolos a su hábitat natural y socioeconómico.  Preservar los recursos naturales y aminorar la degradación del suelo.  Reducir los costos y aumentar la eficiencia y viabilidad económica de los cultivos. Desde el punto de vista de manejo, los componentes básicos de un agroecosistema sustentable incluyen: 

Cubierta vegetativa como medida efectiva de conservación del suelo y el agua, mediante el uso de prácticas de cero labranza, de cultivos con acolchados, de cubierta, entre otros.



Incorporación constante de materia orgánica, mediante la incorporación de abono y compost.



Rotaciones

de

cultivos,

sistemas

de

mezclas

cultivo/ganado,

agroforestales y de intercultivos para el reciclado de nutrientes. 

Uso de agentes para el control biológico de regulación de plagas. (Gliessman, 2002).

Tema 4. Desarrollo sostenible

Imagen SENA.

La conservación del medio ambiente, el buen manejo de los recursos naturales y la sostenibilidad de la producción agropecuaria en el largo plazo constituyen grandes desafíos para la sociedad, ya que de ellos dependen los estilos de vida y los niveles de consumo de las naciones, así como las formas de producción y explotación. Por ello, el desarrollo sostenible es esencialmente un proyecto de inversión, en el cual se limitan en cierto grado el uso de los recursos existentes como una posibilidad de manejo adecuado para mejorar o mantener un cierto nivel de vida. La sostenibilidad exige reconocer que todos los recursos son escasos y que deben ser manejados cuidadosamente para evitar una mala utilización. La mayor parte de los problemas ambientales descritos como “desastres naturales”, no son obra de la naturaleza, sino creados por el hombre, quien sobrepasa las fronteras de la integridad de la naturaleza, queriendo crear un crecimiento y un consumo sin límites. En la relación entre cultura ecológica y naturaleza, hay límites reconocidos como inviolables y la acción humana debe ser restringida para permitir el continuo resurgimiento y renovación de la vida. Las tecnologías modernas, productivas y eficientes, creadas en el contexto del crecimiento económico del mercado, están asociadas con grandes costos ecológicos. Los procesos productivos intensivos en recursos y energía, demandan una depredación siempre creciente del ecosistema, la cual interrumpe procesos ecológicos esenciales y convierte sistemas renovables en recursos no renovables.

La ideología dominante del desarrollo agrícola ha estado exclusivamente interesada en la conversión de la naturaleza en un recurso para la producción de comodidades y la acumulación de capital. Ignora los procesos ecológicos que han regenerado la naturaleza, como también los requerimientos de grandes números de personas cuyas necesidades no son satisfechas por los mecanismos del mercado. El descuido de estos dos aspectos es la razón por la cual el desarrollo ha sido (y es) un incentivo para la destrucción ecológica, poniendo en peligro la sobrevivencia humana. La preocupación por el ambiente y los recursos provocó que en la conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente Humano y Hábitat (Estocolmo, 1972) la diplomacia internacional reconociera el carácter injusto, depredador y contaminante del desarrollo de las economías industriales. Ante este hecho la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU dejó establecida en 1983, la noción de desarrollo sustentable como necesidad política mundial frente al consumismo y deterioro ambiental de los países desarrollados. Es así como los sistemas agrícolas sustentables quedan plateados como prioridad mundial frente a los sistemas industriales. El término “desarrollo sostenible” o “sustentable” se popularizó con el documento Nuestro futuro común, preparado por la Comisión Mundial del medio Ambiente y Desarrollo en 1987, conocida como comisión Brundtland, en el cual se hacía referencia a la creación de estrategias medioambientales para el manejo de los recursos naturales y el ambiente, necesarios para alcanzar un desarrollo económico y humano a largo plazo; asimismo, involucra un modo de agricultura que intenta proporcionar rendimiento sostenido a largo plazo, mediante el uso de tecnologías de manejo que mejoren la eficiencia biológica del sistema, preserven la biodiversidad y mantengan la capacidad productiva y autorreguladora del agroecosistema. Los planteamientos científicos mencionaron que entre las principales causas para el deterioro ambiental y la crisis de sostenibilidad en la agricultura se encontraban la presión demográfica, intensivas formas tecnológicas y la agricultura tecnificada de la Revolución Verde. Lo cual llevó a pensar que el problema de la agricultura y la utilización de recursos es la aplicación de tecnologías inadecuadas y la generalización para un uso en diferentes ecosistemas. Para alcanzar una agricultura sostenible, la única opción es preservar la productividad a largo plazo, además del cambio en los patrones de consumo y del uso del suelo, del agua y de los recursos naturales, buscando un beneficio para todos y logrando una equidad en la distribución de oportunidades e ingresos dentro de la comunidad. La sostenibilidad en la agricultura encierra un equilibrio armónico entre las actividades agrícolas y el desarrollo rural, las políticas ambientales y el desarrollo social. Estas ideas se plasmaron en el documento de la cumbre de Río de Janeiro (1992) donde el nuevo concepto de desarrollo sostenible tomó un nuevo enfoque; además se fijaron

pautas para el nuevo rumbo en la preservación del medio ambiente y su relación con el crecimiento económico de los países.

La aplicación de conceptos sostenibles a un agroecosistema o a un conjunto de ellos, debe presentar como resultado, tanto en el corto, mediano y largo plazo, la posibilidad de encontrar una serie de atributos generales, los cuales son el producto de las interacciones entre los elementos o componentes del sistema y el grado de interacción con el medio externo. Entre ellos se encuentran:  Productividad: es la medida de la producción por unidad de superficie, labor o insumo utilizado.  Equidad: es la habilidad que tiene el agroecosistema para distribuir la productividad (costos y beneficios) de una manera justa dentro y fuera del sistema.  Estabilidad: es la propiedad del agroecosistema de mantenerse en un equilibrio dinámico en el corto y largo plazo. Guarda relación con la producción y la productividad.  Sustentabilidad: es la envergadura de la habilidad de un agroecosistema para mantener la producción a través del tiempo, en presencia de repetidas restricciones ecológicas y presiones socioeconómicas.  Resilencia: es la capacidad intrínseca que tiene el agroecosistema para retornar al estado de equilibrio inicial después que el mismo ha sido sometido a perturbaciones provenientes del medio externo.  Confiabilidad: es la certeza de que el sistema volverá a su nivel de equilibrio después de pasar por períodos de alteraciones.  Adaptabilidad: es la posibilidad de que el sistema ante cambios inminentes de productividad originados por perturbaciones externas, adquiera un nuevo nivel de equilibrio, manteniendo estable el nuevo nivel de productividad.  Autogestión: es la regulación y control sobre las entradas y salidas del sistema con su entorno.

El desarrollo sostenible debe ser referido como un proceso de transformación de los diferentes componentes del sistema de la sociedad, el cual implica alteraciones en la asignación de inversiones, variaciones institucionales y/o políticas y cambios tecnológicos e informativos que garanticen un uso racional y una gestión eficiente de los recursos medioambientales que satisfagan las necesidades y aspiraciones de todos los grupos sociales en el presente y futuro. El desarrollo sostenible es un proceso de transformación fundamentado en estrategias diseñadas especialmente para superar los factores responsables de los desequilibrios espaciales, sociales, económicos e institucionales que impiden el pleno desarrollo del sector rural e inhiben una efectiva participación de la población en los beneficios del proceso de crecimiento. Para que el desarrollo sea sostenible este debe ser concebido como un proceso multidimensional e interpersonal, en el cual sus atributos generales se sustenten en principios éticos, culturales, socioeconómicos, ecológicos, institucionales, políticos y tecnológicos. La sostenibilidad en la naturaleza exige mantener la integridad de los procesos naturales, ciclos, y ritmos de vida. Implica reconocer que la crisis de sostenibilidad se ha dado por el descuido de las necesidades de la naturaleza y sus procesos, impidiendo la capacidad de la naturaleza a renovarse, ante esta situación, los valores son la clave de una sociedad perdurable, no sólo porque influyen en el comportamiento, sino también porque determinan las prioridades de una sociedad y por ende su habilidad de sobrevivir. Los valores cambian a medida que las circunstancias se transforman con el tiempo. Actualmente, se tiene la oportunidad de ajustar valores de conformidad con las cambiantes percepciones del mundo y del lugar en él. Necesariamente la transición a la sostenibilidad supondrá desechar numerosos valores que deberán ser reemplazados por otros que permitan una relación armoniosa con la naturaleza y el establecimiento de una sociedad perdurable, que permita hacer frente a la crisis agrícola medioambiental y a la pobreza rural en todo el mundo en desarrollo.

Referencias 

Altieri, A. (1985). Agroecología, Bases científicas de la agricultura alternativa. Chile: Cetal.



Gliessman, S. (2002). Agroecología, Procesos ecológicos en agricultura sostenible. Turrialba, Costa Tica: CATIE.



Imagen Universidad Nacional de Cuyo,. Secretaría de Desarrollo Institucional,. e Instituto de Energía. (Julio de 2012). Cultivos energéticos para biocombustibles. Consultado el 8 de junio de 2013 en: http://www.imd.uncu.edu.ar/upload/cultivosenergeticos-final.pdf



Prager, M., Restrepo, J., Angel, D., Malgón, R. y Zamorano, A. (2002). Agroecología, Una disciplina para el estudio y desarrollo de sistemas sostenibles de producción agropecuaria. Palmira, Colombia: Feriva.



Revista CERES, FAO. (1992). Número 134. (Volumen 24, número 2).

Control del documento Nombre Autor

Adaptación

Cargo

Dependencia

Fecha Junio de

Perilla

Ingeniera Centro Agroindustrial Agroindustrial. - Línea de Regional Quindío Producción

Rachman Bustillo

Guionista -

Centro

Julio de

Martínez

Línea de

Agroindustrial.

2012

Producción

Regional Quindío

Andrés Felipe

Guionista -

Centro

Julio de

Velandia Espitia

Línea de

Agroindustrial.

2012

Producción

Regional Quindío

Ángela Viviana Páez

2012

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