Story Transcript
617
VIEKSES 13 DE AGOSTO OK 18S2. ESTE
LA VOZ
PUNTOS DE SÜSCRICION.
PERIÓDICO SE PUBLICA TODOS LOS D Í A S .
DE
Kn Madrla, al mes 12 rs. Se suscribe: en Madrid, en la r*dac. En las provincias, franco 30 id. «ion, calle de la Puebla Vieia nÁmí de porte, ídem 16 fr. ro4, cuarto bajo de la izquierda.'-En^!: Bn Francia, por trimestre. provincias, en las principales administra 7 chelin. £n Inglaterra, idem. . cíones de correos y librerias.-En Bam 26Í5 reís. En Portugal, i'rfe/B .-,... ^na, librería de Umsilhe.—Lóndrei Z' Las comunicaciones de toda especie se j daccion del Tablet, Catlierine-Slrer dirigirán francas al director del CATÓLICO. Se adtjiiten anuncios y comunicados i PERIÓDICO CIENTÍFICO Y LITERARIO. Strand-Li^toa, en la de A. iVaí^ largo do intendente, número 258. ,J ^ precios convencionales.
IICITOIIHO -'I 'lyfiiíM
•OMiHK"
Cuestión de anseñaiiya,—Cueitíon literaria. Empezaba el año 50 cuando la cuestión de enseñanza crecía en Francia de una manera tanto mas inesperada cuanto SUS célebres adalides católicos liabian tocado en lo mas doloroso de las llagas humanas. Cruzábanse entro ellos calilicacioaes poco meditadas, epítetos nada favorables á los esfuerzos comunes contra el enemigo común, y se dejaba traslucir por entre palabras cultas y bellisimas frases cierto espíritu de odiosa personalidad. Aumentó esta sus funestas proporciones, y los ánimos se revolvían en una inquietud inesplicable. En tal estado , producía . amargo dolor ver sostenida una misma causa con buen espíritu de ambas partes; pero deslizándose una sagaz tentación por la entraña de las materias bajo la sola apariencia de no convenir en el modo do esponerlas. Tentación •verdaderamente peligrosa, por cuanto dejando á salvo la conciencia moral de los contendientes, daba grandes y poco lícitos ensancbcs á la conciencia intelectual. La cuestión de luens liizo callar mas de una vez & la cuestión de sentimiento. Era el dia3 de febrero cuando á lo lejos y desenvolviendo sin pasión y sin ira el mutuo proceso de que se había hecho frágil traslado ú la Europa , por medio de los periódicos, escribí dos letras (1) que tal vez pudieran llamarse resumen histórico de la famosa cuestión de enseñanza, que ahora reaparece bajo la forma única de cuestión literaria. Estando al número y personalidad de los claros talentos que en ella se han interesado, se descubrirá por lo menos cierto parecido entre lo que entonces ocurrió y ahora acontece. Dejando á parte recuerdos que á nada provechoso pueden conducir, es fácil comprender que la CMeiííon íttcrarta encierra en sí uua idea capital, cuyo desenvolvimiento lionra sobremanera ¿ Montalembert, á nuestro esclarecido marqués de Valdegaraas, al abalo f^iume , y á los señores obispos que en su esposícion han lomado parle. Todo lo principal de la cuestión se lo lleva un ardiente celo del ministerio apostólico eu lavor de la educación cristiana. Esa recomendable actividad de la inteligencia católica empleada en esclarecer el doblo hecho de lo cjuc Im producido el estudio de los cláiicos giiogus y |ui¡„os (,„ ¡^ enseñanza cristiana , y si los clásicos cristianos los feempla> ^IJ Véase el número 53!S8 de nuestro periódico.
jr'.;. '04|>«^
íarian dignamente en Ja escala del buen gusto literario, croo yo que bajo ambos aspectos puede girar en ancho y despejado campo, respetando en los clásicos paganos sus bellezas, su agraciado decir y hasta sus cadenciosas entonaciones , sin decretarles el absurdo privilegio del magisterio en este género ; antes bien , adoptando las galas de estilo, las dotes literarias, y en ellas los armoniosos períodos de los Padres de la Iglesia. En esta adopción , se darían á conocer los talentos literarios de los clásicos cristianos, á la vez que su dulce y sana doctrina daba rico sustento á los niños católicos y jóvenes levitas. Para logro de tan estimable objeto en la educación cristiana y en la enseñanza literaria, seria conducente que una mano hábil formase coiecciones de los clásicos paganos, escluyendo de ellos cuanto tienen de vano , de inútil, de impuro, de seductor de repugnante y obsceno. En agüella parte demasiadamente aplaudida en que algunos genios del paganismo parecen arrojar torrentes de luz sobre determinadas verdades y sobresalir en la práctica de alguna virtud social, cuadraría grandemente hacer observar por medio de breves, claras y bien entendidas notas, la superioiidaJ de la revelación que enseña toda la verdad, é indicando cuan inmensa es la mayoría de los héroes cristianos en la práctica de todas las verdaderas virtudes, que dejan de serlo cuando se les mezcla algo de lo que suele acompañar á las virtudes paganas. Hágase resaltar lo que en el crislJanismo es uu regla, contra lo que entre los paganos-^s una escepcion, y el peligro queda á parle. A este objeto parece decía conducir el anhelo por esclarecer la cuestión literaria. Entonces quedaría muerto ei gu* sano roedor. Patronos muy respetables hay en favor de los clásicos paganos. Patronos muy autorizados y de claro entendimiento condenan su estudio esclusivo. ¿Qué prueba esto? la necesidad de un prudente arbitraje que tomando de arabas partes lo que á la vez consiéntela doctrina católica y el buen gusto literario permite, se salven los inconvenientes del esclusivismo en el trato de las humanidades. Tanto es asi que los mismos contendientes en su mayor enardecimiento se inclinan á esta ventajosa transacción por mas que en alguna frase dejen caer anatemas absolutos. No todo son virtudes literarias en los clásicos paganos. No lodo son pecadoB literarios en los Padres do la Iglesia. El castigo dado i Saa
4082
\m
.
^1^
Gerónimo por afecto á CieeMn cnvolvia la culpabilidad dfi genios del cristianismo, ¿{""altan por ventura á San Cipriano, haber descuidado el estudio de las Escrituras. No puede ser á San Agustín, al Crisóstomo, a nuestro Granada, á Bossuet mas clara la condenación del esclusivismo. La cuestión del y Bourdaloue, dotes oratorias, cuadros patéticos, vida, granmoí y del menos, respecto de las bellezas literarias en unos des movimientos y aquellas armoniosas entonaciones qu« y otros, sobre impertinente é Interminable seria de ntni;Qn llama-^iceron /««¿i/'erentes colores de la palabraj ¿Falta la resultado para las letras divinas y para las letras huffianas. invenida faaulliü á Calderón y Tirso, á Moliere y Cor* ííi la Religión ni las humanidades cifran interés en e ^ e ^ - neíUe? ¿No habla la itispiracion poética en las obra? de Tcgrino examen. Leoñ, ÍSrcilla, tíamóens, Racine y Lamartine? Carece nuejEn el caso ée dar preponderancia á uno d« los sisteimw tro Mariana de 4)inceladas á J« Tácito y de tintas biográficas esclusivos deberia concederse de hecho y de derecho á los á lo Q. Curcio y á lo C. Nepote? Piles otorgúese carta de clásicos cristianos en las escuelas católicas. El fallo contra- naturaleza en su propio clima á la literatura clásica cristiana rio dejada mal parada la honra de los Padres de la Iglesia, fallando en su favor, si hubiese competencia, el [título de y no se ensayarla sij) peligro un plan de enseñanza que aun nacionalidad con todos sus fueros y..£n ¿a plenitud de sus purgado do lo vano, seductor y cínico llevase en su entraña regalías: Suum caique. la doctrina del fatalismo, bajo Jas voces hado, casualidad, No mataría seguramente al buen gusto literario fá esdesfino: voces que tanto suenan y tanto se emplean, no obs- clusion de los cláíieos paganos si de ello se tratara en la taBto su antagonismo coa los consuelos crisliünos que en- cuestión pendiente. Con todo, preciso es reconocer la utivuelven las púí'iixoii Pr.Qpiii^i»QÍa, esperanza, conformidad. lidad de su estudio, tolerando en el siglo XIX lo que no se Por eso, el R. I. P. cristiaoo, es rsempltaado á i«s veces vedó á los tiempos que corrieron. Y en verdad si los vates con ei S. f. t. £. del pagaJiísrao. y los oradores cristianos, si los comentadores de las Santas • Nada hay desateudiWe «n literatura. La vis cómica de Escrituras, los teólogos y aun los apologistas de la Religión 'Aristófanes, de Plauto y . Y qae tu ley quebrante y homenaje. muy de veras á la Santísima Virgen, y fué libro de la cárcel ' - 'No se han traído lo* testimonios alegados etj. prueba per su intercesión; Instituyó una congregneíou con el dohje 4f r