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Werken Universidad Internacional SEK [email protected] ISSN (Versión impresa): 0717-5639 CHILE 2005 Juan Bautista Belardi / Silvana Espinosa / G

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ISSN (Versión impresa): 0717-5639 CHILE

2005 Juan Bautista Belardi / Silvana Espinosa / Gisela Cassiodoro UN PAISAJE DE PUNTAS: LAS CUENCAS DE LOS LAGOS CARDIEL Y STROBEL (PROVINCIA DE SANTA CRUZ, PATAGONIA ARGENTINA) Werken, segundo semestre, número 007 Universidad Internacional SEK Santiago, Chile pp. 57-76

Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal Universidad Autónoma del Estado de México http://redalyc.uaemex.mx

UN PAISAJE DE PUNTAS: las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel (provincia de Santa Cruz, patagonia argentina) A LANDSCAPE OF PROYECTILE POINTS: basins of lake Cardiel and Strobel (Santa Cruz province, argentinian patagonia) JUAN BAUTISTA BELARDI*, SILVANA ESPINOSA* Y GISELA CASSIODORO* *

Palabras clave: puntas de proyectiles, obsidiana, cuencas lacustres. Keywords: proyectile points, obsidian, lake basins

RESUMEN Se evalúa la distribución de puntas de proyectil en la cuenca de los lagos Cardiel y Strobel, destacándose la selección de la obsidiana para la manufactura, similitudes en los subgrupos tipológicos, mantenimiento, medios de propulsión empleados y la posible ausencia de actividades de talla relacionadas con el reemplazo de las puntas. Existen diferencias en las frecuencias e intensidad de recambio de las puntas de proyectil pedunculadas en los diferentes sectores analizados, entre los que se destaca la meseta del Strobel como un espacio utilizado logísticamente, con preponderantes actividades de caza. Los resultados alcanzados sustentan el modelo previo de uso del espacio durante el Holoceno tardío. ABSTRACT The distribution of projectiles points in the lakes Cardiel and Strobel basin is evaluated. The selection of obsidian for manufacture, similarities in morphological subgroups, maintenance, propulsion means and the partial absence of resharping activities related with replacement of points are recorded. There are differences in the frequency and intensity of replacement of stem projectile points, where the Strobel plateau stand out for being used logistically with the prevalence of hunting activities. The results sustain the previous late Holocene spatial model

Recepción: 7 de Octubre de 2004 Aceptación: 30 de Junio de 2005 *

CONICET. Universidad Nacional de la Patagonia Austral – Unidad Académica Río Gallegos – Centro de Investigación “Dra. Elsa Mabel Barbería”. Lisandro de la Torre 1070 (9400) Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina. [email protected] * * Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires. Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano. 3 de Febrero 1370 (1426) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. [email protected]

Revista Werken No 7, Segundo Semestre 2005, Santiago de Chile. Pág. 57 - 76

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Juan Bautista Belardi, Silvana Espinosa y Gisela Cassiodoro

I. INTRODUCCIÓN En Patagonia, tradicionalmente se han utilizado los diferentes tipos morfológicos de puntas de proyectil líticas como “fósiles guía”, de forma tal de proveer una temporalidad relativa al registro arqueológico (Bird 1993, Menghin 1952). Aparte de este empleo, son escasos los antecedentes que desarrollan análisis regionales donde se enfaticen las distribuciones y diferentes características tecnológicas de las puntas de proyectil (Franco 2001, Morello et al. 2002, Ratto 1991, 1994). Aquí se trabaja desde una perspectiva que permite la configuración de paisajes arqueológicos (entre otros, Anschuetz et al. 2001, Belardi et al. 2003, Borrero et al. 1992, Ercolano et al. 2000, Rossignol y Wandsnider 1992), realizando un análisis comparativo centralizado en la evaluación de la distribución de puntas de proyectil en diferentes sectores de las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel, en el centro oeste de la provincia de Santa Cruz. Se parte del supuesto de que las puntas de proyectil representan el componente “sobreviviente” de un determinado sistema de armas y que, por lo tanto, reflejan la importancia de las actividades de obtención y procesamiento de recursos faunísticos (Ratto 1991, 1994, Hughes 1998). De esta manera, se brindan nuevas líneas de análisis a la discusión sobre el uso humano de este espacio (Goñi et al. 2000), a la luz de la importante información paleoambiental disponible para el Holoceno (Gilli et al. 2001, Stine y Stine 1990).

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En primer lugar, se presenta el marco ambiental y arqueológico de las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel. Luego, de acuerdo con los diferentes sectores determinados en la cuenca, se introduce la información acerca de la disponibilidad y localización de las materias primas líticas y su utilización en la manufactura de las puntas de proyectil. Por otro lado, se estudian los subgrupos tipológicos representados (Aschero 1975, rev. 1983), sus tamaños, el estado de las piezas, el mantenimiento y la evaluación de los anchos y espesores de los pedúnculos. Finalmente, se discute esta información tomando en consideración el modelo de uso del espacio cazador-recolector postulado para el Holoceno tardío en estas cuencas (Belardi y Goñi 2003, Belardi et al. 2003, Goñi et al. 2004). Los resultados alcanzados muestran un paisaje arqueológico donde existe una marcada tendencia hacia el uso de la obsidiana para la manufactura de las puntas de proyectil, similitudes en los subgrupos tipológicos representados, mantenimiento y utilización de diferentes medios de propulsión de las puntas de proyectil. Por otra parte, en ninguna de las cuencas se habrían desarrollado de manera intensiva actividades de manufactura de puntas relacionadas con su reemplazo. No obstante, existen importantes diferencias entre los sectores respecto de las frecuencias e intensidad de recambio de las puntas pedunculadas. Se destaca la utilización logística de la meseta del Strobel como un espacio de caza preponderante.

II. LAS CUENCAS DE LOS LAGOS CARDIEL Y STROBEL: AMBIENTE Y ARQUEOLOGÍA La cuenca endorreica del lago Cardiel se encuentra en el centro oeste de la provincia de Santa Cruz (49º 00‘ de Lat. Sur y 71º 45‘de Long. Oeste). Presenta una superficie de 360 km² y se localiza a una altitud de 270 msnm, en un ambiente de estepa arbustiva-graminosa, en la meseta central. En función de sus características geomorfológicas (Ramos 1982) fue sectorizada en: a)

Cañadones de arenisca, ubicados en la margen oeste y delimitados al sur por el valle del río Cardiel; se caracterizan por la presencia de cuevas y aleros (Goñi et al. 2000),

UN PAISAJE DE PUNTAS...

b)

Mesetas basálticas bajas (400 msnm), ocupan un amplio sector de la margen norte,

c)

Médanos, localizados sobre las márgenes este y sur del lago y

d)

Mesetas basálticas altas (por encima de los 900 msnm), también ubicadas en el sector norte y que conducen hacia el lago Strobel (48° 30’ Latitud Sur, 71° 46’ de Longitud Oeste), cuya margen sur se ubica a 35 km de la margen norte del lago Cardiel (figura 1). Esta sectorización ha sido la base sobre la que se articularon las investigaciones arqueológicas en la cuenca.

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Figura 1. Localización de los distintos sectores de las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel. A: Cañadones de arenisca. B: Mesetas basálticas bajas. C: Médanos. D: Mesetas basálticas altas

La información paleoambiental disponible corresponde a la obtenida en el lago Cardiel. A partir de la determinación de diferentes líneas de bermas (Stine y Stine 1990) y del estudio de perfiles sísmicos del lago (Gilli et al. 2001), se ha determinado una sucesión de ascensos y descensos del nivel del lago durante el Holoceno. Estas variaciones ambientales habrían alterado la disponibilidad de espacios en los distintos sectores de la cuenca (Belardi et al. 2003, Goñi et al. 2004). En este sentido, de haber existido ocupaciones humanas en torno a la costa hacia fines del Pleistoceno, en la actualidad se encontrarían bajo el agua. Las primeras ocupaciones cazadoras recolectoras de la cuenca suceden hacia el Holoceno medio 6700 años AP, no se registran ocupaciones sino hasta 3500 años AP. A partir de esta fecha se producen nuevas ocupaciones que se intensifican en los últimos 2000 años radiocarbónicos (Goñi et al. 2004). De esta manera, los fechados disponibles enmarcan las ocupaciones humanas principalmente durante el Holoceno tardío (Goñi et al. 2004, Goñi 2000-2002b). Las distribuciones artefactuales han dado cuenta de diferencias entre los distintos sectores en cuanto a la utilización de las materias primas, densidad y tipos artefactuales representados (Belardi et al. 2003). Así, por ejemplo, en el sector de médanos se evidencia una alta frecuencia de artefactos de molienda y evidencias de manufactura de bolas que no se registra en los demás sectores. Por otra parte, la representación diferencial de las materias primas en las muestras artefactuales, principalmente la limolita y la obsidiana, estarían en función de diferentes ejes de circulación relacionadas con su disponibilidad en las fuentes respectivas. Se ha registrado el predominio del guanaco (Lama guanicoe) en las arqueofaunas de toda la cuenca, mostrando una importante variabilidad en la representación de partes esqueletarias en función de las

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etapas de su procesamiento. En los médanos habría una mayor representación de las primeras etapas, mientras que en los cañadones se ha registrado principalmente el consumo final (Bourlot 2003, Savanti et al. 2001, 2002). Las distribuciones de motivos rupestres y sus técnicas también muestran variabilidad a lo largo de los distintos sectores de la cuenca. En Cañadones predominan los negativos de manos pintadas y en Meseta alta, grabados de representaciones animales (Belardi y Goñi 2003, Ferraro y Molinari 2001). Además, en este último sector se destaca la alta frecuencia de parapetos (Gradin 1959-1960), lo que estaría relacionado con la utilización logística de la meseta durante fines de primavera-verano. Así, en función de la evidencia arqueológica se ha planteado una utilización diferencial de los distintos sectores de la cuenca. Los médanos tendrían un uso más recurrente y de carácter residencial, los cañadones un uso esporádico y la meseta alta habría sido utilizada como un área estacional de caza con una fuerte intensidad de uso (Belardi et al. 2003).

III. LAS MATERIAS PRIMAS LÍTICAS: UBICACIÓN Y DISPONIBILIDAD 60

Las principales materias primas líticas aptas para la talla, y presentes en el registro arqueológico de la cuenca, son obsidiana, basalto, limolita y una gran variedad de rocas silíceas. Por sus características macroscópicas, se ha determinado que la obsidiana provendría de la Pampa del Asador (Espinosa y Goñi 1999, Stern 1999), localizada aproximadamente a 100 km. lineales al norte de la margen norte del lago Cardiel y a 50 km de la margen norte del lago Strobel. Las fuentes de las demás materias primas mencionadas se distribuyen en distintos sectores de la cuenca, no presentan restricciones a su accesibilidad y son de calidades buenas y muy buenas para la talla (sensu Aragón y Franco 1997). La limolita predomina en el sector de Cañadones y el basalto, en el de Médanos. Las rocas silíceas presentan una distribución ubicua, relacionada con la dispersión de los mantos de rodados patagónicos (Ramos 1982: 42). La amplia superficie del lago hace que la utilización de aquellas materias primas con distribución discreta y local implique un transporte que involucra distancias considerables. Este sería el caso de la limolita, cuya circulación hacia el sector de Médanos del este alcanza una distancia de 30 km. En sentido opuesto se distribuye el basalto. Al mismo tiempo, se han empleado otras materias primas líticas representadas en menor frecuencia en el registro, como son la lutita, calcedonia, dacita y otras de menor calidad como la arenisca. También se ha utilizado diorita, diabasa y andesita, distribuidas principalmente en el norte, este y sur del lago, las que se encuentran relacionadas con la manufactura de bolas. Con la excepción de la lutita, asociada a la distribución del basalto, las demás rocas, al igual que el sílice, se encontrarían presentes en los mantos de rodados patagónicos.

IV. METODOLOGÍA La muestra analizada se recuperó por medio de la realización de transectas, sondeos y recolecciones selectivas en los distintos sectores de la cuenca. De esta manera, las puntas de proyectil provienen de hallazgos aislados, sitios estratificados y concentraciones en superficie. El estudio se realizó consignando, en primer lugar, la materia prima sobre la que fueron manufacturadas las puntas de proyectil; esto cobra importancia al momento de analizar la distribución espacial de las puntas y su relación con los sectores de abastecimiento de rocas. Seguidamente, y con el fin de evitar

UN PAISAJE DE PUNTAS...

incrementar artificialmente la muestra, se presenta el número mínimo de puntas de proyectil, calculado sobre la base de la frecuencia de bases y pedúnculos. Los tamaños fueron evaluados sólo sobre las puntas enteras, que no presentan ninguna fractura. La clasificación de acuerdo con los subgrupos tipológicos se realizó siguiendo los lineamientos propuestos por Aschero (1975 rev. 1983). Asimismo, se analizan los segmentos presentes de las puntas, determinando piezas enteras, ápices, limbos, limbos con pedúnculos y pedúnculos. Luego, se observaron las evidencias de mantenimiento tomando en cuenta las dimensiones del limbo y la continuidad y profundidad de los lascados en el mismo, permitiendo evaluar grados de uso y descarte de las piezas. La información porcentual se presenta sobre la base del total de puntas donde fue posible evaluar el mantenimiento. Por último, se analizaron los anchos y espesores de los pedúnculos con el fin de considerar la existencia de diferentes formas de propulsión (ver Ratto 1991, 1994). Se emplearon dos índices siguiendo a Amick (1996). El primero de ellos es el de manufactura y reemplazo de puntas de proyectil, resultante del cociente entre el número mínimo de puntas y las preformas registradas. El segundo índice, de descarte de puntas de proyectil, se obtiene del cociente entre bases y pedúnculos + limbos y ápices + limbos. En todos los casos en que la muestra disponible fue adecuada, se realizó la prueba de bondad de ajuste con el fin de evaluar la uniformidad de la distribución de las variables bajo estudio.

61

V. RESULTADOS Las puntas de proyectil son el artefacto más apreciado por los coleccionistas, y las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel no escapan a esta práctica. No obstante, las muestras recuperadas son numéricamente importantes y provienen de todos los sectores estudiados, permitiendo contar con una buena base comparativa. En la tabla 1, se presenta la distribución en los diferentes sectores del total de puntas de proyectil, de fragmentos y el número mínimo de puntas. Se realizó la prueba de bondad de ajuste para la distribución de puntas de proyectil mostrando ser no uniforme para un nivel de significación de 0,01. Puede verse que la mayor proporción de puntas de proyectil corresponde a la Meseta alta, seguida por los Cañadones, mientras que entre los restantes sectores la representación es similar. Debe destacarse que la muestra de la Meseta alta proviene casi enteramente de sondeos realizados en el sitio Laguna del Faldeo Verde (Gradin 1959/60). Se trata de un extenso paredón de basalto con motivos grabados y la presencia de parapetos en torno al mismo. El contexto de hallazgo estratigráfico de las puntas muestra una importante presencia de microlascas, lo que estaría evidenciando actividades de mantenimiento de puntas de proyectil. Sectores

N

%

N Min.

%

Cañadones

44

22,4

35

20,1

Médanos este

25

12,7

24

13,7

Médanos sur

32

16,3

27

15,5

Meseta baja

25

12,7

23

13,2

Meseta alta

70

35,7

65

37,3

TOTAL

196

100

174

100

Tabla 1. Frecuencias y porcentajes de puntas de proyectil enteras y fragmentadas y número mínimo de puntas de proyectil por sector. N Min: número mínimo.

Juan Bautista Belardi, Silvana Espinosa y Gisela Cassiodoro

Las formas-base de las piezas analizadas son bifaces, a excepción de 7 puntas (cinco en Meseta alta y dos en Cañadones) que fueron manufacturadas a partir de lascas. En relación con esto y las actividades de manufactura, en la tabla 2 puede verse el índice de manufactura y reemplazo para cada uno de los sectores estudiados. La información muestra que en ambas cuencas la frecuencia de preformas es muy baja, por lo que no se habrían desarrollado actividades de manufactura de puntas de proyectil relacionadas con el reemplazo de aquellas descartadas. Cañadones

Médanos este

Médanos sur

Meseta baja

Meseta alta

Número mínimo de puntas de proyectil

35

24

27

Preformas

2







5

INDICE

17,5







13

23

65

Tabla 2. Índice de manufactura y reemplazo de puntas de proyectil.

5.1. Materias Primas 62

La prueba de bondad de ajuste indica que la distribución de obsidiana y sílice es no uniforme para un nivel de significación de 0,01, mientras que las demás materias primas no admiten la prueba. Tal como se observa en la tabla 3, la obsidiana ha sido la principal materia prima utilizada (71,8%). El segundo lugar lo ocupa el sílice (18,9%), y el resto de las materias primas alcanzan porcentajes muy bajos. El predominio de la obsidiana se explicaría por sus excelentes características para la talla (Nami 1992) y por su estructura cristalina (Ellis 1997), que le confiere las mejores cualidades de penetración y alta fragilidad. Esto permite que la punta se rompa dentro de la presa, ocasionándole una herida mayor. Materias primas

N

%

Obsidiana

125

71,8

Sílice

33

18,9

Limolita

10

5,7

Basalto

4

2,2

Dacita

1

0,5

Calcedonia

1

0,5

TOTAL

174

100

Tabla 3. Frecuencias y porcentajes del número mínimo de puntas de proyectil por materia prima.

Del análisis de la distribución de materias primas en los diferentes sectores, surge nuevamente el predominio de la obsidiana en todos ellos, con valores que oscilan entre el 75% y el 63% aproximadamente (tabla 4 y figura 2). Las puntas manufacturadas en sílice también se distribuyen por todos los sectores, en porcentajes similares entre sí (22% y 14%). Por último, con la excepción de la Meseta alta, la limolita se encuentra en los demás sectores, mayoritariamente en Médanos sur. No obstante, las frecuencias de puntas en esta materia prima son muy bajas como para discutir su representación diferencial, al igual que la dacita, el basalto y la calcedonia.

UN PAISAJE DE PUNTAS...

Materias primas Sectores Cañadones Médanos este Médanos sur Meseta baja Meseta alta TOTAL

Obsidiana N % 24 68,5 18 75 17 62,9 17 73,9 49 75,3 125

Sílice N % 5 14,2 5 20,8 6 22,2 4 17,3 13 20 33

Dacita N % — — — — — — — — 1 1,5 1

Basalto N % 3 8,5 — — — — — — 1 1,5 4

Calcedonia N % — — — — — — — — 1 1,5 1

Limolita N % 3 8,5 1 4,1 4 14,8 2 8,6 — — 10

TOTAL N % 35 100 24 100 27 100 23 100 65 100 174

Tabla 4. Frecuencias y porcentajes del número mínimo de puntas de proyectil por sector y por materia prima.

63

Figura 2. Distribución porcentual de materias primas por sector.

5.2. Puntas de proyectil y subgrupos tipológicos Como puede observarse en la tabla 5 las puntas triangulares con pedúnculo diferenciado y aletas predominan en todos los sectores de la cuenca (87,2%); le sigue el subgrupo de las puntas apedunculadas (10%) y, finalmente, las puntas triangulares con pedúnculo esbozado sin aletas (1,9%) y con pedúnculo esbozado con aletas en espolón (0,9%) (figura 3 y ver Goñi et al. 2000). Las materias primas sobre las que se confeccionaron los tipos más representados repiten la tendencia general: mayoritariamente en obsidiana (63,7%), seguidas por el sílice (23,5%), mientras que las demás materias primas muestran frecuencias muy bajas. Se dispone de pocas evidencias que permitan contextualizar cronológicamente los distintos subgrupos tipológicos de las puntas de proyectil. En el alero Manuk 1, localizado en el sector Cañadones (Goñi et al. 2000), una de las puntas apedunculadas de obsidiana se ubica inmediatamente por encima del nivel datado en 6790 ± 40 años AP y está limitada por un fechado de niveles superiores de 2790 ± 260 años AP. A partir de esta última datación, y hasta los 940 ± 40 años AP, se registran las puntas triangulares con pedúnculo diferenciado y aletas. En el sector Médanos, en el sitio GSLN 2 (Goñi et al. 2004), se las ha encontrado asociadas a una datación de 2310 ± 50 años A. P. Más allá de dichas cronologías, los contextos arqueológicos donde regionalmente han sido halladas las distintas puntas triangulares aquí presentadas se asocian a dataciones radiocarbónicas que no superan los 2500 años AP, tal como lo muestran los parapetos del Cerro Pampa (Goñi 2000-2002a), los contextos residenciales

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Figura 3. Subgrupos tipológicos de las puntas de proyectil. A: apedunculada. B: triangular con pedúnculo diferenciado y aletas. C: triangular con pedúnculo esbozado sin aletas. D: triangular con pedúnculo esbozado con aletas en espolón.

UN PAISAJE DE PUNTAS...

Sectores Cañadones Subgrupos tipológicos

Ob Si

Apedunculada

2



13

5

Triangular con pedúnculo diferenciado y aletas Triangular con pedúnculo esbozado sin aletas Triangular con pedúnculo esbozado con aletas en espolón Total

Li 2

Médanos

Bi To Ob 2

6

1

Si

— —

— — 18 16

— — —

— — —



— 1



1

15

5

2

25 17

3

Li

Meseta Baja

Meseta Alta

To Ob

Si Li To Ob Si Ba Cal Da To

1

1

— 1 2

11

2

1 — — — —

9

3

28





— — — — — — 1

— — 9

1 14 20 7

— 1

1

total

1

10

29

89

1 — — 2

2

— —



— — — — — — — — —

1

3

12

2

102

29

2 16 21 8

1

1

1 32

Tabla 5. Frecuencias de subgrupos tipológicos de puntas de proyectil por sector y por materia prima. Referencias: ob: obsidiana, si: sílice, ba: basalto, li: limolita, da: dacita, to: total.

a cielo abierto y funerarios de la cuenca del lago Salitroso (Goñi et al. 2000-2002) y la información generada en el Parque Nacional Perito Moreno (Aschero et al. 1998). De esta manera, las puntas triangulares pedunculadas recuperadas en las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel corresponderían a los momentos tardíos de ocupación humana.

5.3. Fracturas En la tabla 6 se presenta la información general sobre el estado de las puntas de proyectil en los distintos subgrupos tipológicos. Con respecto al conjunto de las puntas apedunculadas, se presenta en todos los sectores y en buen estado de conservación. Las piezas enteras alcanzan el 60% (obsidiana N=3, basalto N=2 y limolita N=1), mientras que un 20% está conformado por bases (limolita N=2) y el 20% restante son bases con limbo (obsidiana N=1; basalto N=1). Subgrupo tipológico

Enteras

Fracturadas

Total

Apedunculada

6

4

10

Triangular con pedúnculo diferenciado y aletas

26

43

89

Triangular con pedúnculo esbozado sin aletas

2



2

Triangular con pedúnculo esbozado con aletas en espolón

1



1

Tabla 6. Frecuencias y porcentajes de puntas enteras y fracturadas según el subgrupo tipológico.

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Juan Bautista Belardi, Silvana Espinosa y Gisela Cassiodoro

Las puntas triangulares con pedúnculo esbozado sin aletas se registraron en la Meseta alta (N=2), están enteras y fueron manufacturadas en basalto. La punta triangular con pedúnculo esbozado con aletas en espolón se registró en Cañadones y carece de ápice. La tabla 7 presenta la información correspondiente a las puntas triangulares con pedúnculo diferenciado y aletas. Las piezas fracturadas son mayoritarias (64%) y principalmente en obsidiana. Además, este tipo de punta presenta mayores frecuencias de fracturas que los otros dentro de la cuenca (tabla 6). No obstante, la tendencia no se manifiesta en todos los sectores, dado que en Médanos existe una alta frecuencia de puntas enteras. Sectores Cañadones Entera N %

66

Limbo + pedúnculo N % Total (100%)

Médanos

Ob

Si

Tot

Ob

3 23

2 40

5 27,7

10 77

3 60

13 72,2

13

5

18

Ob

Si

6 2 1 37,5 22,2 33,3

9 3 32,1 27,2

10 7 2 62,5 77,7 66,6

19 8 67,8 72,7

16

Si

9

Li

Meseta baja

3

Tot

28

11

Li

Meseta alta Tot

Ob

Si

Cal

Da

Tot Total

1 50

1 5 100 35,7

4 20

3 42,8

— —

— —

7 26 24,1 29,2

1 50

— —

9 64,2

16 80

4 1 57,1 100

2

1

14

20

7

1 22 63 100 75,8 70,7

1

1

29

89

Tabla 7. Frecuencias y porcentajes de puntas de proyectil triangulares con pedúnculo diferenciado y aletas enteras y fracturadas por sector y por materia prima. Referencias: Ob: obsidiana, Si: sílice, Ba: basalto, Li: limolita, Cal: calcedonia, Da: dacita, Tot: total.

Por último, resta presentar la información sobre ápices y limbos (tabla 8), los que no pueden ser asignados a un subgrupo tipológico particular. Se destaca la baja frecuencia de ápices aunque esto puede deberse simplemente al problema de su visibilidad arqueológica. Los pedúnculos no asignables a una morfología en particular fueron considerados junto con los limbos + pedúnculos (tablas 9 y 10) para determinar los números mínimos de puntas de proyectil mostrados en la tabla 4. La prueba de bondad de ajuste indica que la distribución de limbos + pedúnculos y pedúnculos es no uniforme para un nivel de significación de 0,01. Estas partes evidencian actividades relacionadas con el recambio de piezas fracturadas, siendo la Meseta alta el sector que exhibe el mayor porcentaje, seguido por los Médanos y luego los Cañadones y la Meseta baja (tabla 9). A su vez, los porcentajes presentes en la tabla 10 muestran la preeminencia de los pedúnculos por sobre los limbos + pedúnculos. Esto estaría reflejando la porción de las puntas más proclive a fracturarse. Asimismo, se observa el predominio de la obsidiana.

Ápice Limbo Total

Cañadones Ob Tot 1 1 9 9 10 10

Ob 1 2 3

Sectores Médanos Si Tot Ob — 1 — 2 4 1 2 5 1

Meseta baja Si Tot — — 1 2 1 2

Meseta Ob 4 — 4

alta Li — 1 1

Tot 4 1 5

Total 6 16 22

Tabla 8. Frecuencias de ápices y limbos por sector y por materia prima. Referencias: Ob: obsidiana, Si: sílice, Li: limolita, Tot: total.

UN PAISAJE DE PUNTAS...

Sectores Cañadones Médanos Meseta baja Meseta alta TOTAL

N 10 22 7 33 72

% 13,8 30,5 9,7 45,8 100

Tabla 9. Frecuencias y porcentajes de limbos + pedúnculos y pedúnculos por sector.

Ob Limbo + pedúnculo N % Pedúnculo* N % Total (100%)

Cañadones Ba Tot

Ob

Médanos Si Li

Tot

Sectores Meseta baja Ob Si Tot

Ob

Meseta alta Si Ca

Tot

Total

4 — 44,4 —

4 40

7 36,8

— —

1 50

8 36,3

3 60

2 100

5 71,4

5 17,2

— —

— —

5 15,1

22 30,5

5 1 55,5 100

6 60

12 63,1

1 100

1 50

14 63,6

2 40

— —

2 28,5

24 82,7

2 100

2 100

28 84,8

50 69,4

9

10

19

1

2

22

5

2

7

29

2

23

33

72

1

Tabla 10. Frecuencias y porcentajes de limbos + pedúnculos y pedúnculos por sector y por materia prima. Referencias: Ob: obsidiana, Si: sílice, Ba: basalto, Li: limolita, Ca: calcedonia, Tot: total.* Se incluyen piezas enteras y fragmentos, no registrándose casos de remontaje.

La tabla 11 presenta el índice de descarte de puntas de proyectil triangulares con pedúnculo diferenciado y aletas. Se observa una alta frecuencia de bases y pedúnculos + limbos sobre ápices + limbos, destacando una importante tendencia al recambio de piezas (Amick 1996:417), principalmente en las Mesetas.

Bases y pedúnculos + limbos Apices + limbos INDICE

Cañadones

Médanos

Meseta baja

Meseta alta

29

35

19

59

10

5

2

5

2,9

7

9,5

11,8

Tabla 11. Índice de descarte de puntas de proyectil triangulares con pedúnculo diferenciado y aletas.

5.4. Tamaños Dado que las frecuencias de puntas de proyectil enteras son muy bajas, los rangos de tamaños que se señalan a continuación deben ser considerados como una tendencia. A su vez, debe sumarse un importante factor como es el mantenimiento de las piezas, lo que ha modificado sus dimensiones iniciales. Las puntas apedunculadas enteras, como se mencionara, son tres; una de basalto en Cañadones (largo = 30 mm, ancho = 26 mm y espesor = 5 mm), una de obsidiana en Médanos (largo = 29 mm, ancho = 25 mm y espesor = 5 mm) y la restante de limolita en Meseta baja (largo = 44 mm, ancho = 28 mm y espesor = 8 mm). En estas puntas se observa cierta homogeneidad con respecto a los anchos y espesores. Por otra parte, el total de puntas de proyectil triangulares con pedúnculo diferenciado y aletas es 26; cinco se registran en Cañadones, nueve en Médanos, cinco en Meseta baja y siete en Meseta alta. Los

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Juan Bautista Belardi, Silvana Espinosa y Gisela Cassiodoro

rangos de distribución de los largos, anchos y espesores de las puntas se presentan en la tabla 12. Una primera diferencia que puede observarse es que las puntas de obsidiana de la Meseta alta son las más pequeñas de la región. Además, estas piezas, a diferencia de las de sílice, presentan cierta homogeneidad en sus dimensiones. Por otra parte, las puntas apedunculadas muestran una amplia variabilidad en sus dimensiones. Materias primas Obsidiana Largo Ancho Espesor Sílice Largo Ancho Espesor Limolita Largo Ancho Espesor

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Cañadones

Médanos

Meseta baja

Meseta alta

26-32 mm 13-29 mm 4-8 mm

20-32 mm 14-29 mm 4-6 mm

21-35 mm 12-32 mm 3-8 mm

23-28 mm 13-23.5 mm 3-7 mm

21-36 mm 13-23 mm 3-6 mm

35-37 mm 27-30 mm 4-9 mm

32 mm 21 mm 5 mm

15.5-49 mm 12-28 mm 3-7 mm

— — —

27 mm 18 mm 6 mm

31 mm 25 mm 7 mm

— — —

Tabla 12. Distribuciones de los rangos de las distintas dimensiones de puntas de proyectil enteras triangulares con pedúnculo diferenciado y aletas por materia prima y sector.

Finalmente, las puntas triangulares con pedúnculo esbozado sin aletas son dos en Meseta alta; una de sílice (largo = 32 mm, ancho = 24 mm y espesor = 7 mm) y la otra de basalto (largo = 37,5 mm, ancho = 26 mm y espesor = 7 mm). Al igual que lo observado en las puntas apedunculadas, los anchos y espesores presentan menor variabilidad que los largos.

5.5. Mantenimiento Se asume que el mantenimiento se realiza con la pieza enmangada, por lo cual se alterarían solamente las dimensiones del limbo y la profundidad y la continuidad de los lascados. Se registraron evidencias de mantenimiento en la Meseta alta sobre dos puntas triangulares con pedúnculo esbozado sin aletas. Una de ellas confeccionada sobre sílice y la otra sobre basalto. El caso de las puntas triangulares con pedúnculo diferenciado y aletas se presenta en la tabla 13. El 44,3% presenta evidencias de mantenimiento, distribuidas en todos los sectores, siendo los Médanos y la Meseta alta aquellos con mayor porcentaje de piezas reactivadas, mientras que los restantes sectores exhiben porcentajes similares. Sin embargo, estas diferencias no son estadísticamente significativas (prueba de bondad de ajuste para un nivel de significación de 0,01). Sectores Cañadones Médanos Meseta baja Meseta alta Total

Sin mantenimiento N 39 42 33 19 133

Con mantenimiento N 16 22 10 11 59

% 41 52,3 30,3 57,8 44,3

Tabla 13. Frecuencias de puntas de proyectil sin y con mantenimiento por sector.

Con respecto a las materias primas, las puntas manufacturadas en obsidiana presentan el porcentaje mayor de mantenimiento (71.1%) mientras que aquellas de sílice (20.3%) y limolita (5.08%) completan el conjunto. Por otra parte, se han registrado 2 puntas de proyectil que han sido reactivadas y recicladas como filos de cuchillos. Dado que los pedúnculos no presentan evidencias de reactivación,

UN PAISAJE DE PUNTAS...

es posible que hayan sido recicladas mientras se encontraban enmangadas. Ambos especimenes son de obsidiana, uno se localizó en la Meseta alta y el otro en el sector Médanos. Además, se registró un raspador de obsidiana en la Meseta alta que fue confeccionado utilizando una punta de proyectil como forma base.

5.6. Ancho y espesor de los pedúnculos Dado el alto porcentaje de mantenimiento de las puntas de proyectil triangulares con pedúnculo diferenciado y aletas recién presentada, se analizará solamente el ancho y espesor de los pedúnculos, ya que son las dimensiones que permanecen sin modificaciones. Estas dimensiones se relacionan con la estandarización del pedúnculo, facilitando el enmangue de las puntas de proyectil. La tabla 14 muestra la distribución de anchos de pedúnculos de acuerdo con intervalos establecidos en milímetros. La prueba de bondad de ajuste indica que la distribución de los diferentes intervalos es uniforme en los distintos sectores para un nivel de significación de 0,01. No obstante, cabe mencionar que se observó el predominio de pedúnculos cuyos anchos oscilan entre 15 y 19,9 mm. Esta tendencia se sostiene en todos los sectores con la excepción de la Meseta alta, donde son mayoritarios los pedúnculos de ancho pequeño (5-9,9). Por otra parte, en todos los sectores los pedúnculos muy anchos (20-24,9) son los menos comunes. Es destacable también que más allá del predominio de un intervalo en particular en alguno de los sectores, en todos ellos se encuentran representados los diferentes intervalos. Al analizar la distribución de anchos de pedúnculos dentro de cada sector, se observa que en Médanos la mayor frecuencia se da en el intervalo 15-19,9 mm, mientras que en los demás intervalos las representaciones rondan el 20%. Esto se diferencia con la distribución en Cañadones y en Meseta alta donde predominan el intervalo menor (5-9,9) y el más habitual (15-19,9). Por otra parte, la Meseta baja exhibe una curva ascendente desde el intervalo menor para caer abruptamente en el mayor.

Sectores Cañadones Médanos Meseta baja Meseta alta TOTAL

5-9,5 N 8 9 3 21 41

% 33,3 19,1 15 40,3 28,6

Ancho de los pedúnculos (mm) 10-14,9 15-19,9 N % N 3 12,5 9 10 21,2 20 7 35 8 11 21,1 14 31 21,6 51

% 37,5 42,5 40 26,9 35,6

20-24,9 N 4 8 2 6 20

% 16,6 17 10 11,5 13,9

TOTAL N 24 47 20 52 143

% 100 100 100 100 100

Tabla 14. Ancho de pedúnculos por sector.

Los diferentes anchos de los pedúnculos tendrían relación con la implementación de distintos medios de propulsión de las puntas de proyectil (Ratto 1991, 1994), aunque esta medida es sólo uno de los atributos establecidos por la autora para su determinación. Las piezas con anchos menores a los 10 mm (en el caso de esta análisis es 9,9 mm) responderían a medios de propulsión de sistemas técnicos con almacenamiento de energía (arco y flecha), mientras que los anchos mayores aludirían a sistemas técnicos sin almacenamiento de energía (armas arrojadizas y/o armas de mano) (Ratto 1991, 1994). La otra dimensión considerada fue el espesor de los pedúnculos. En la tabla 15 y en la figura 4 se muestran sus frecuencias y porcentajes de acuerdo con los intervalos establecidos. El intervalo 4-5,9 mm es el único cuya distribución es no uniforme bajo la prueba de bondad de ajuste para un nivel de significación de 0,01. Existen tres casos en los que no ha sido posible considerar el espesor, debido a la fractura de las piezas, pudiendo determinarse solamente el ancho. No obstante la uniformidad estadística de la distribución de espesores por sector, se observa el predominio del rango 6-7,9 mm, seguido por los intervalos 4-5,9

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Sectores Cañadones Médanos Meseta baja Meseta alta TOTAL

N 7 8 4 19 38

2-3,9 % 29,1 17 20 38,7 27,1

Espesor de los pedúnculos (mm) 4-5,9 N % N 5 20,8 11 18 38,2 17 5 25 8 14 28,5 14 42 30 50

6-7,9 % 45,8 36,1 40 28,5 35,7

N 1 4 3 2 10

8-9,9 % 4,1 8,5 15 4 7,1

TOTAL N 24 47 20 49 140

% 100 100 100 100 100

Tabla 15. Espesor de los pedúnculos por sector.

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Figura 4. Distribución porcentual del espesor de los pedúnculos.

mm y 2-3,9 mm y en muy bajo porcentaje el intervalo mayor, 8-9,9 mm. Ahora bien, al ver la distribución dentro de cada sector, la Meseta alta se diferencia de los demás, ya que el intervalo menor 2-3,9 mm es el que tiene el porcentaje más alto. Por otra parte, los intervalos medios (4-5,9 mm y 6-7,9 mm) están mostrando cierta preponderancia en Médanos y Meseta alta. Es probable que la medida promedio de estos últimos se encuentre en un rango que incluya medidas de ambos. Finalmente, se ha realizado la correlación (r) entre ambas dimensiones, lo que muestra un alto coeficiente en todos los sectores (p=

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