XX CONGRESO LATINOAMERICANO Y XVI CONGRESO PERUANO DE LA CIENCIA DEL SUELO CUSCO-PERU Noviembre 2015 LOS SUELOS DEL ECUADOR ING. Augusto Gonzalez Artieda INSTITUTO ESPACIAL ECUATORIANO
[email protected] Ecuador (el nombre oficial es República del Ecuador) es un país situado en la parte noroeste de América del Sur. Ecuador limita al norte con Colombia, al sur y al este con Perú, y al oeste con el Océano Pacífico. Ecuador tiene una extensión de 283 561 km² y una población de casi 15 millones de personas. Su capital es Quito. Ecuador es surcado de norte a sur por una sección volcánica de la Cordillera de los Andes, con más de 80 volcanes, siendo el más alto el Chimborazo con 6310 msnm. Al oeste de los Andes se presentan el Golfo de Guayaquil y una llanura boscosa; y al este, la Amazonia. Es el país con la más alta concentración de ríos por kilómetro cuadrado en el mundo. El territorio ecuatoriano incluye las oceánicas Islas Galápagos 1000 km al oeste de la costa (WIKIPEDIA) La descripción de los Suelos del Ecuador está fundamentada, en el Mapa General de Suelos del Ecuador, escala 1:1000.000, generado en base al Sistema Norteamericano SOIL TAXONOMY USDA-1975, publicado por la Sociedad Ecuatoriana de la Ciencia del Suelo en el año de 1986, información que fue actualizada para el Atlas de Suelos de Latinoamérica, adaptado a la WRB. La caracterización e identificación de los grupos de Suelos del Ecuador, debido a la alta correlación con la diversidad fisiográfica, climática y paisajística, está presentada inicialmente con una descripción de las regiones naturales del país. LA REGION LITORAL O COSTA La región litoral o costa es una región alargada, de entre 100 y 200 km. de ancho, con una superficie relativamente plana, excepto por pequeñas cadenas montañosas situadas a pocos kilómetros del litoral. Se encuentra situada bajo los 1.300 m.s.n.m. entre las estribaciones occidentales de los andes y el océano pacífico, incluyendo las cordilleras costeras y las tierras bajas. Los grupos de suelos más destacados, tanto por su distribución geográfica, como por su importancia económica, son descritos a continuación. Los VERTISOLES son suelos minerales poco desarrollados, de movimientos internos; dominancia de arcillas expansibles; alta saturación de bases y densidad aparente; difícil laboreo. Se ubican en zonas de relieves planos a casi planos, pudiendo reagruparse también en subunidades vérticas de otros órdenes o clases.
En su gran mayoría, estos suelos cubren la parte sur de los paisajes costeros y específicamente las zonas aluviales, aprovechándose esta situación para la producción generalmente de arroz (dominante) maiz, soya y pastos. Los CAMBISOLES se forman en diversos materiales de origen y en una amplia gama de pisos climáticos. Son suelos minerales con un incipiente desarrollo de horizontes pedogenéticos (presentan uno o más horizontes de alteración o concentración). En el Ecuador tienen una gran distribución geográfica y por lo tanto una importante utilización agropecuaria, cubriendo un sin número de unidades paisajísticas y bajo diferentes tipos de vegetación; dependiendo del grado de fertilidad son aprovechados con actividades agrícolas y pecuarias. En la costa se distribuyen en grandes áreas y están ocupados por cultivos de maíz especialmente, pero también para cultivos estacionales como la Soya y la Chía. Los LEPTOSOLES son suelos con poca o ninguna evidencia de desarrollo de horizontes pedogenéticos. Dominio de material mineral primario no consolidado y aportes fluviales. Estos suelos son superficiales, localizándose en diferentes paisajes en todo el territorio nacional, producto de erosiones, aportes aluviales y coluviales o por acción antrópica. En la Región Costa los suelos aluviales de “banco”, son muy apreciados y en ellos se tienen los mayores cultivos de exportación como cacao, banano, café y frutales. Los PHAEOZEM son suelos minerales con superficie muy oscura, de gran espesor y rica en CO (epipedón mólico); con presencia de algunos horizontes de mayor desarrollo pedogenético; ricos en bases; de alta fertilidad. En la costa estos suelos ocupan los relieves de colinas, mesas y cordilleras costeras, son suelos profundos, eventualmente con presencia de carbonato de calcio y con una gran aptitud agrícola( arboricultura tropical). Se los puede encontrar en diferentes unidades paisajísticas y con diferente vegetación. Los LUVISOLES son suelos minerales con presencia de horizontes con buen grado de desarrollo pedogenético; presentan un horizonte superficial claro y lavado (eluviación) sobre un horizonte argílico (acumulación de arcilla); saturación de bases alta. Se encuentran ubicados en formaciones muy antiguas, cubriendo diferentes paisajes. En zonas con buen contenido de humedad, son suelos de gran importancia agrícola, dadas sus condiciones naturales de mediana a alta fertilidad natural. Están distribuidos sobre relieves planos a ondulados del piedemonte occidental- conos de deyección y llanura aluvial costera, bajo importantes plantaciones forestales como teca y balsa, a más de cultivos de cacao.
LOS SOLONETZ, CALCISOL Y SOLONCHAK Suelos minerales de zonas áridas; con incipiente evidencia de desarrollo por lo que el estadio de meteorización es bajo al igual que la cantidad de materia orgánica; generalmente de colores claros; con vegetación desértica, incluye suelos de relieves planos de zonas litorales y marinas (salitrales); depósitos marinos y fluvio marinos, arcillas, arenas y areniscas conchíferas, de relieves planos a ondulados de antiguas playas levantadas y escalonadas y glacis costero. Todos estos suelos tienen limitada utilización agropecuaria, recomendados para conservación de la vegetación herbácea y arbustiva existente. . Se los puede encontrar en regiones de transición de árido a semiárido con características referidas a suelos sódicos, endopedión cálcico o petrocalcico o sales más solubles que el yeso. En Ecuador estos suelos están adquiriendo importancia debido a los proyectos de riego estatales, que incorporaran grandes áreas para cultivos de exportación como mango, cítricos y banano. LA REGIÓN INTERANDINA O SIERRA La región interandina o sierra: incluye las áreas ubicadas sobre los 1.300 m.s.n.m. hasta la cúspide las montañas o el límite nival, tanto de la cordillera oriental como de la occidental de los andes. El límite altitudinal inferior de la sierra baja paulatinamente hacia el sur del ecuador, hasta aproximadamente 1.000 m.s.n.m. en la provincia de Loja. Presenta dos cadenas montañosas que corren paralelas de norte a sur y encierran depresiones intermedias, de aproximadamente 40 km. de ancho, en las que se forman valles separados por cadenas transversales denominadas nudos. La mayoría de los suelos de la sierra norte y sierra central tienen origen volcánico. En las regiones de importante aporte de la ceniza volcánica, podemos decir que con frecuencia el clima: la precipitación, la temperatura y la evaporación son los factores principales responsables de las variaciones de los suelos. El clima tiene un papel mucho más importante que el de las variaciones en la composición de la ceniza. Sin embargo, la topografía, la permeabilidad de la ceniza (suave o dura) y la edad, también explican las diferencias entre los suelos. Los ANDOSOLES se desarrollan a partir de cenizas volcánicas y evidencian poca a moderada evolución; presentan un apreciable contenido de alófana (arcillas amorfas); baja densidad aparente (< 0,85 g/cc); y, alta fijación de fósforo. Se ubican en las zonas altas y húmedas de la serranía ecuatoriana “páramos”; así como, dentro del callejón interandino y hacia la costa y el oriente debido a flujos de material volcánico. En las zonas altas se encuentran cubiertos por vegetación de páramo. Hacia el callejón interandino y la costa son muy utilizados para realizar actividades agrícolas ya que presentan buenas condiciones de fertilidad.
Las cenizas volcánicas constituyen el material de origen predominante en gran parte de la serranía ecuatoriana, su variabilidad de acuerdo a los diferentes periodos eruptivos, han dado lugar a la formación de los suelos en función de las condiciones climáticas. Las cenizas en general de edad reciente, provienen del volcanismo activo del cuaternario de los volcanes importantes que rodean la zona, y definen diferencias en los suelos, considerando su edad, tamaño y permeabilidad. Debido a la presencia de altos contenidos de compuestos órgano-minerales estables, especialmente en el horizonte superficial, los Andosoles resultan ser suelos muy bien estructurados que propician el buen drenaje, pero a su vez, presentan una buena retención de humedad. Estos suelos poseen una baja densidad aparente y baja resistencia al corte tangencial, por lo que son fáciles de arar, labor que se recomienda realizar con el uso de animales para evitar su erosión; en el caso de utilizar maquinaria pesada o con sobre-pastoreo, esta propiedad los hace susceptibles de compactarse. Debido al patrón deposicional según el tamaño de las partículas y a las bajas temperaturas cerca de los cráteres las cenizas sufren un proceso de meteorización lento por lo que, mineralógicamente, lo que se encuentra en esas zonas es vidrio volcánico asociado con pocas cantidades de óxidos de Si, Al y Fe. En una distribución secuencial con base en la topografía y pendiente, los suelos de cenizas volcánicas sobre ambientes fríos y húmedos, cubren las partes altas de los páramos andinos, caracterizándose por la dominancia de materiales de alófana y otros amorfos. Son suelos que se originan a partir de cenizas volcánicas, sufren un rejuvenecimiento frecuente, y se ven enriquecidos nutricionalmente en forma constante. Cuando las cenizas son gruesas como ocurre cerca de los cráteres de los volcanes, los suelos han sido clasificados como vitrands, mientras que en las partes intermedias del relieve con alta y constante humedad, dominan los udands, con una mayor presencia de ustands en las partes bajas, donde ocurre la estacionalidad de las lluvias. En las pendientes medias, la arcilla dominante es la alofana que es un coloide de características muy particulares, amorfas e hidratadas, que aparece en esos sistemas como producto obligatorio de la descomposición de las cenizas volcánicas en zonas húmedas. La alofana es una arcilla inestable, o sea, muy reactiva, de modo que imprime comportamientos peculiares a estos suelos. En las pendientes suaves los suelos volcánicos, presentan texturas franco-limosas o francas, y en las partes bajas en los valles interandinos, presentan texturas arcillosas, particularmente en el horizonte B. Esta característica afecta notoriamente la disponibilidad de nutrimentos, dado que, la fijación de algunos de ellos es más tenaz conforme la textura se hace más fina. Nutricionalmente, estos suelos pueden catalogarse como de fertilidad moderada, y su potencial está definido por las características de las cenizas que los forman.
LOS PHAEOSEM En la Sierra estos suelos provienen de proyecciones volcánicas, cenizas recientes suaves y permeables, sobre climas fríos a templados, son suelos negros profundos, arenosos finos con limo o limosos con arena e incremento de arcilla en profundidad. Son muy importantes desde el punto de vista de utilización agropecuaria y seguridad alimentaria. Cultivos andinos adaptados en las zonas frías y templadas de la sierra: habas, papas, maíz hortalizas, y pastos para ganadería intensiva. LOS DURISOLES Y LEPTOSOLES Los Durisoles tienen su origen en cenizas antiguas muy finas (tobas) son suelos duros y cementados conocidos como “cangahua”, ocupan los relieves colinados y ondulados de los valles interandinos, son severamente erosionados, superficiales. Los Leptosoles son originados de rocas y proyecciones volcánicas, piroclastos, cenizas, lapilis, escorias y o lavas, relieves planos a ondulados cerca de los conos volcánicos y quebradas, afloramientos de capas LA REGIÓN AMAZONICA La región amazónica o trasandina: corresponde a los territorios ubicados por debajo de los 1.300 m.s.n.m. en las estribaciones orientales de los andes, incluyendo todas las cordilleras y tierras bajas hacia el este del límite anotado, y constituye la porción occidental de la cuenca amazónica. Por extensión, los principales tipos de suelos identificados en esta región son Los CAMBISOLES, se forman en diversos materiales de origen y en una amplia gama de pisos climáticos. Son suelos minerales con un incipiente desarrollo de horizontes pedogenéticos (presentan uno o más horizontes de alteración o concentración). Están distribuidos sobre un gran número de unidades paisajísticas y bajo diferentes tipos de vegetación; dependiendo del grado de fertilidad son aprovechados con actividades agrícolas y pecuarias de bajo rendimiento. Otro grupo de suelos de importancia en la región son Los FERRALSOLES, son suelos rojos y viejos, caracterizados por presentar una muy baja fertilidad y altos contenidos de aluminio tóxico. Se presentan muy lixiviados debido a la alta precipitación de las zonas húmedas y muy húmedas donde se encuentran. Se ubican en regiones tropicales hacia el oriente del país, en climas cálidos y que soportan altas precipitaciones anuales. Se encuentran cubiertos por vegetación primaria y actualmente están siendo muy mal utilizados con pastizales; en los que se evidencia la falta del horizonte oscuro y orgánico superior que debe ser conservado.
REGION INSULAR-ARCHIPIELAGO DE GALAPAGOS La región insular o archipiélago de galápagos: está constituida por 13 islas grandes, 6 islas menores y 42 islotes. Situada en la línea equinoccial a 965 km del continente, su origen es volcánico y su gradiente altitudinal va desde los 0 m.s.n.m. hasta los 1.689 m.s.n.m. El origen volcánico de las islas, hace que la región insular carezca de suelos desarrollados y de manera general el grupo identificado especialmente en las islas que están habitadas son los LEPTOSOLES. Son suelos con poca o ninguna evidencia de desarrollo de horizontes pedogenéticos, dominio de material mineral primario no consolidado de origen volcánico, lavas especialmente. En la Región Insular estos suelos están dedicados a las zonas agrícolas de las islas pobladas, sobre material basáltico volcánico.