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1. Sintaxis

1. SINTAXIS 1.1. El sintagma La sintaxis es la parte de la gramática que estudia la estructura de los enunciados, ya sean frases (sin verbo) u oraciones (con verbo). La unidad básica es el sintagma, que se define como la palabra o conjunto de palabras que realizan una función sintáctica dentro de un enunciado. La sintaxis se encarga, pues, de estudiar la forma y función de los sintagmas. Los sintagmas tienen tres propiedades: - Recursividad: Un sintagma puede incluirse dentro de otro sintagma, éste dentro de un tercero, y así hasta el infinito. Por ejemplo, el sintagma una huelga general de trabajadores de la construcción contiene un segundo sintagma (de trabajadores de la construcción), que, a su vez, incluye un tercero (de la construcción). - Movilidad: Un sintagma puede moverse hacia otra posición dentro del enunciado en el que aparece, llevando consigo todas las palabras que forman parte del sintagma (Suele llover en otoño = En otoño suele llover). - Sustitución: Un sintagma puede conmutarse por una categoría gramatical simple, como sustantivos, pronombres, adverbios, etc. (Necesito tres días de descanso = Los necesito). Los sintagmas pueden ser de dos tipos: - Con núcleo, como el sintagma nominal, el adjetival, el adverbial y el verbal. Constan de dos elementos: o Núcleo: Elemento en torno al cual se estructura el sintagma y que determina su significado. Su categoría gramatical coincide con la del sintagma. Así, el núcleo del sintagma nominal la prensa española es el sustantivo prensa. o Modificadores: Elementos subordinados al núcleo, que modifican y precisan su significado. Los modificadores del sintagma anterior son la y española. - Sin núcleo, sintagmas complejos que están formados por un elemento subordinador seguido de otra construcción sintáctica, ya sea un sintagma o una oración subordinada. Es el caso del sintagma preposicional, formado por un subordinador o enlace (la preposición) y un término de la preposición (la construcción que le sigue).

1.2. El sintagma nominal y el preposicional El sintagma nominal (SN) es un sintagma que tiene como núcleo a un sustantivo o una palabra equivalente, como un pronombre o un elemento sustantivado (cualquier categoría gramatical que funcione como sustantivo). Está formado por los siguientes elementos: - Núcleo (N), un sustantivo o equivalente. - Modificadores, que pueden ser de dos tipos: o Determinante (Det.), función realizada por cualquier determinante antepuesto al núcleo. o Complemento del nombre (CN), que puede ser:  Un adjetivo, en cuyo caso se llama también adyacente (esos pequeños detalles).  Otro sintagma nominal, llamado aposición (Alfonso X, rey de Castilla y León).  Un sintagma preposicional (las causas del incidente).  Un sintagma adverbial (algo así, el entonces presidente…).  Un determinante pospuesto al núcleo (la puerta aquella).  Una oración subordinada adjetiva (los hechos que precedieron a su derrota). -1-

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Los complementos del nombre pueden ser especificativos, si seleccionan el núcleo diferenciándolo de los demás, o explicativos, si expresan una cualidad propia del referente del núcleo. Los especificativos van siempre pospuestos al núcleo y no van separados por pausas (una chica inteligente), mientras que los explicativos pueden ir antepuestos (aquella bella señorita) o pospuestos, separados en este caso por una pausa (la película, bastante mala,…). El sintagma preposicional (SPrep) no tiene núcleo, sino que se trata de un conjunto de palabras (sintagma u oración subordinada) precedidas de una preposición, que se subordinan a otro elemento. Consta de: - Enlace (E) o subordinador, función desempeñada por la preposición. - Término (T) de la preposición, la construcción sintáctica seleccionada o regida por la preposición. Por ejemplo, en el sintagma hasta las cuatro de la madrugada, el enlace es hasta y el término, el sintagma nominal las cuatro de la madrugada. En desde que estamos yendo al gimnasio, el enlace es desde y el término, la subordinada sustantiva que estamos yendo al gimnasio.

1.3. El sintagma adjetival y el adverbial El sintagma adjetival y el sintagma adverbial comparten la misma estructura: ambos están formados por un núcleo y unos modificadores, que pueden ser cuantificadores o complementos del adjetivo o del adverbio, según el caso. En el caso del sintagma adjetival (SAdj), se trata de un sintagma articulado en torno a un adjetivo. Su estructura es la siguiente: - Núcleo (N), un adjetivo. - Modificadores, de dos tipos: o Cuantificador (Cuant.) o intensificador, un adverbio o sintagma adverbial que puede servir para poner el adjetivo en grado comparativo (más grande que…) o superlativo (muy grande), pero también para expresar el punto de vista (políticamente correcto), el foco o énfasis (razones meramente administrativas), etc. También puede ser una locución determinativa con valor cuantificador (la mar de grande, el doble de caro). o Complemento del adjetivo (CAdj), un sintagma preposicional (bastante parecido a su hermano, cercano a nuestras posiciones). El sintagma adverbial (SAdv) tiene una estructura similar. También consta de: - Núcleo (N), en este caso un adverbio. - Modificadores, también de dos tipos: o Cuantificador (Cuant.) o intensificador, un adverbio o sintagma adverbial que matiza la intensidad del núcleo (demasiado cerca, mucho más lejos). o Complemento del adverbio (CAdv), que puede ser:  Un sintagma preposicional (contrariamente a lo dicho, cerca de casa).  Un sintagma adverbial, en aposición con el núcleo (aquí arriba).  Una oración subordinada (allí donde quedamos).  El determinante indefinido mismo, que aporta énfasis (ahora mismo).  Un sintagma nominal antepuesto, que suele acompañar a adverbios de tiempo (días antes) o de lugar (escaleras arriba). Tanto el sintagma adjetival como el adverbial pueden construirse en estructuras comparativas y consecutivas, que se estudiarán con más detalle en el apartado de la subordinación cuantitativa. Estas construcciones aportan al núcleo adjetival o adverbial un cuantificador, que es un sintagma adverbial formado por un núcleo (más, menos, tan…) y un complemento del adverbio (que…, como…); entre ambos elementos se -2-

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sitúa el núcleo del sintagma principal. Por ejemplo, en el sintagma adjetival más azul que el cielo, el cuantificador de azul es más…que el cielo.

1.4. El sintagma verbal El sintagma verbal se organiza en torno a un núcleo verbal, y realiza la función de predicado dentro de una oración principal o subordinada. El verbo se puede definir desde tres puntos de vista: - Morfológicamente, está formado por un lexema o raíz, una vocal temática propia de cada conjugación (a, e, i) y una desinencia, que engloba los morfemas de persona, número, tiempo, aspecto y modo, y que aporta el significado gramatical. - Semánticamente, el verbo expresa acción (llegar), proceso (vivir) o estado (parecer). - Sintácticamente, su función es la de núcleo del sintagma verbal predicado. La estructura del sintagma verbal es la misma que la de los otros sintagmas: núcleo y modificadores. El núcleo verbal (N) puede ser: - Un verbo en forma simple, compuesto por un lexema, una vocal temática y una desinencia (termin-a-ríamos). - Un verbo en forma compuesta, formado por el verbo auxiliar haber y el participio del verbo principal (habrán llegado). - Una perífrasis verbal, formada por un verbo auxiliar distinto de haber y un verbo principal en forma no personal, unidos a veces por una preposición o una conjunción (estamos saliendo, voy a esperar, tienes que partir). - Una locución verbal, constituida por un verbo y un complemento que se comportan como una sola unidad (dar la espalda, hacer cola). - Un verbo en forma no personal, que funciona como el núcleo del predicado de una oración subordinada de infinitivo, gerundio o participio. Desde el punto de vista sintáctico, los verbos pueden ser: - Copulativos o atributivos, aquellos que se han gramaticalizado y han perdido su significado léxico. Son ser, estar y parecer. - Predicativos, los que poseen significado pleno (cantar, llorar, pensar…). - Semicopulativos o semipredicativos, verbos predicativos parcialmente gramaticalizados que necesitan un complemento para completar su significado (hacerse, ponerse, volverse…). Son similares a los copulativos, solo que, en lugar de atributo, llevan un complemento predicativo. - Auxiliares, verbos copulativos o predicativos que se unen a otro verbo y se gramaticalizan para crear formas compuestas (habían ganado) o perífrasis (están saliendo), perdiendo su valor semántico. Los modificadores del verbo son sus complementos (C), que se clasifican en complementos obligatorios o argumentos, y complementos opcionales o adjuntos.

1.5. Argumentos y adjuntos Algunos verbos carecen de significado pleno y necesitan un complemento que lo complete, ya que, sin ellos, el mensaje no sería coherente. Estos complementos exigidos por el verbo se llaman argumentos. Por otra parte, los verbos pueden ir acompañados por complementos opcionales que indican valores secundarios relacionados con el significado del verbo. Estos complementos son los adjuntos. Los argumentos y adjuntos del verbo son los siguientes: -3-

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Argumentos: o Atributo. o Complemento directo. o Complemento indirecto. o Complemento de régimen. o Complemento agente. Adjuntos: o Complemento predicativo. o Complemento circunstancial. o Dativo. o Complemento oracional.

Atributo (Atrib) El atributo es un argumento de los verbos copulativos (ser, estar, parecer). Siempre aparece en una oración copulativa o atributiva, ya que aporta el significado del que carece este tipo de verbos. Por tanto, cuando en una oración de este tipo tengamos un solo sintagma nominal que complemente al verbo, siempre será el atributo, ya que el sujeto se puede omitir, pero el atributo no. Uno de los pocos casos de atributo omitido se da en las oraciones con ser que llevan un circunstancial de destinatario (Esto es para ti) o de finalidad (Esto es para que se lo des a tu hijo). Las categorías que pueden ejercer la función de atributo son el sintagma nominal (Soy un seguidor de los Rolling Stone), el sintagma adjetival (Estábamos muy cansadas), el sintagma preposicional (No pareces de aquí), el sintagma adverbial de modo (Está bastante bien), una oración subordinada de infinitivo (Lo importante es intentar hacerlo), una oración subordinada de gerundio (El paraguas está chorreando por la lluvia) o una oración subordinada de relativo (Esa es la que llegó tarde). El atributo se puede sustituir por el pronombre personal átono neutro lo. Al ser neutro, puede reemplazar a cualquier atributo independientemente de su género o número (Estábamos muy cansadas > Lo estábamos). Esto permite diferenciarlo del complemento directo, que, aparte de ir con verbos predicativos, se sustituye por los pronombres lo, la, los, las, según el caso. Cuando una oración está formada por una categoría nominal, seguida de un verbo copulativo y otra categoría nominal, se considera, por convención, que el primer elemento nominal es el sujeto, y el segundo, el atributo (en Roma es la capital de Italia, el atributo es la capital de Italia; pero en La capital de Italia es Roma, el atributo es Roma). No obstante, se pueden dar casos en los que el atributo sea el primer elemento nominal, y el sujeto, el segundo; siempre dependerá de qué sintagma se puede omitir o sustituir por el pronombre lo sin que la oración sea incoherente. Si el atributo es un sintagma nominal o adjetival, concuerda con el sujeto en género y número. Pero pueden existir casos de discordancia entre ambos elementos. Cuando esto sucede, el verbo puede concordar con el sujeto (Los beneficios son lo importante), pero también con el atributo (Lo importante son los beneficios). El verbo ser en expresiones de tiempo (es temprano, es tarde, es de día, es de noche…) es impersonal, su único argumento es el atributo. Por su parte, el verbo estar deja de ser copulativo cuando conserva su valor predicativo original: ‘encontrarse físicamente en un lugar’; en este caso, suele ir con un complemento circunstancial de lugar. Complemento directo (CD) El complemento directo (también llamado objeto directo) es, junto con el indirecto, uno de los dos complementos objeto del verbo, en concreto aquel sobre el que recae la acción verbal. Se trata de un sintagma nominal (Necesito tu ayuda), una oración subordinada sustantiva (Me dijo que necesitaba mi ayuda, Afirmó necesitar mi ayuda) o una oración subordinada adjetiva sustantivada (Compró el que era más barato) que se puede reemplazar por los pronombres personales átonos lo, la, los, las. -4-

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Cuando el complemento directo se refiere a una persona o a algo personalizado, va precedido de la preposición a, convirtiéndose en un sintagma preposicional (He visto a mi novia, Pregunté al que estaba en la ventanilla). Sin embargo, cuando se refiere a una persona o a un grupo de personas en sentido general, se despersonaliza y pierde la a (Había mucha gente, Vieron pocos peregrinos en el camino). Los pronombres personales átonos que pueden funcionar como complemento directo son me, nos, te, os, lo, la, los, las, se. Cuando el complemento directo es un sintagma y aparece antes del verbo, se duplica en forma de pronombre átono (A mí no me han visto, El libro lo tengo yo). El complemento directo pasa a ser sujeto cuando la oración se transforma a voz pasiva (La crítica alabó la nueva película de Woody Allen > La nueva película de Woody Allen fue alabada por la crítica). Existen dos vulgarismos asociados al complemento directo: el leísmo y el dequeísmo. El leísmo consiste en utilizar el pronombre de complemento indirecto le/les en función de complemento directo (*El sillón le compré en esa tienda, *El equipo les quiere fichar). La Real Academia Española sólo admite el leísmo de persona masculino y singular (Le necesito). Pero existe cierta tolerancia con el leísmo cuando el pronombre de tercera persona se utiliza como fórmula de cortesía de la segunda persona (A ustedes no les avisarán). El dequeísmo consiste en añadir la preposición de al complemento directo cuando es una oración subordinada sustantiva que comienza con el nexo que, por asimilación con el complemento de régimen (*Me comentó de que no podía venir). También se da dequeísmo en las sustantivas con nexo que y que realizan otra función, como la de sujeto (*Resulta de que no podía venir). La Real Academia Española no lo acepta como fenómeno normativo. Complemento indirecto (CI) El complemento indirecto (también llamado objeto indirecto) es el otro complemento objeto, y se refiere al destinatario de la acción verbal. Es un sintagma preposicional que empieza con la preposición a (Entregaron el correo a su secretaria) o para (Preparé un pastel para los invitados), siempre que se pueda reemplazar por los pronombres le, les (Le entregaron el correo, Les preparé un pastel). Cuando el sintagma preposicional con para no se puede sustituir por le/les no funciona como complemento indirecto, sino como complemento circunstancial de destinatario (Te entregarán una carta para tu hermano, Este regalo es para ella). Los pronombres personales átonos que funcionan como complemento indirecto son me, nos, te, os, le, les, se; es decir, los mismos que el complemento directo, cambiando las formas en l de tercera persona. Este complemento se puede duplicar, apareciendo en forma de sintagma y de pronombre átono (A mí no me parece bien, Te lo han dicho a ti). El pronombre le/les presenta una variante, se, cuando aparece en una misma oración con un pronombre átono en función de complemento directo (*Le lo dije > Se lo dije; *Les lo advirtieron > Se lo advirtieron). El complemento indirecto se diferencia del directo en que, al pasar la oración a voz pasiva, conserva su función, mientras que el directo se convierte en sujeto (Plantearon el problema al encargado > El problema fue planteado al encargado). Los vulgarismos asociados al complemento indirecto son el laísmo y el loísmo. Ambos consisten en usar los pronombres de complemento directo (la/las en el laísmo, lo/los en el loísmo) en función de complemento indirecto (*La dije que no viniera tan tarde, *Lo pregunté si iba a volver muy tarde). Ninguno de estos dos vulgarismos está aceptado por la Real Academia Española. En las oraciones reflexivas y recíprocas, los pronombres átonos de objeto (complemento directo e indirecto) se comportan de una forma similar. Las oraciones reflexivas son aquellas en las que el sujeto y el objeto (directo o indirecto) tienen el mismo referente (Yo me miro, Ellos se lavan las manos); las oraciones recíprocas son aquellas en las el sujeto y el objeto interactúan mutuamente, recibiendo cada uno la acción que realizan sobre el otro (Ambos se odian, Ella y yo nos dimos un abrazo). Las reflexivas se reconocen porque se les puede añadir sintagmas como a sí mismo, mientras que a las recíprocas se les puede añadir mutuamente, entre sí. Ambos tipos de oraciones tienen que llevar siempre un complemento directo, que es el pronombre átono a no ser que ya exista un sintagma que realice esa función, en cuyo caso el pronombre funciona como -5-

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complemento indirecto (Yo me curo > CD; Yo me curo las heridas > CI). Además, el pronombre átono de tercera persona en estas oraciones siempre es se, independientemente del tipo de complemento que sea. Complemento de régimen (CReg) En gramática, se llama régimen a la relación de dependencia que se establece entre dos elementos, de tal forma que uno de ellos exige la aparición de otros. Es similar a lo que sucede con la concordancia entre sujeto y verbo, o entre sustantivo y determinantes y adjetivos. También se da régimen en la subordinación de un complemento argumental al núcleo de su sintagma, como los verbos transitivos, que exigen un complemento directo. Algunos verbos rigen complementos con preposiciones concretas, y a estos complementos se los denomina complemento de régimen. El complemento de régimen (también llamado complemento de régimen preposicional o suplemento) es un sintagma preposicional argumental, regido y exigido por el verbo. Es similar al complemento directo, solo que siempre lleva preposición. Este complemento se diferencia del circunstancial en que, al ser argumental y no adjunto como este último, no puede eliminarse de la oración, ya que implicaría o su agramaticalidad o un cambio en el significado del verbo. Por ejemplo, aspirar a algo significa ‘optar’ (Aspirábamos a ese cargo); su argumento es un complemento de régimen, ya que, si se elimina, cambia su significado a ‘atraer el aire a los pulmones’ y lleva de argumento un complemento directo (Aspirábamos el dulce olor). Este complemento es fácil de identificar si se pronominaliza el término de la preposición (Hablaron de los problemas de los vecinos > Hablaron de ello). El queísmo es un vulgarismo asociado al complemento de régimen. Consiste en confundir este complemento con el directo, omitiendo la preposición de en los complementos de régimen que la llevan (*Hablaron que tenían que irse). Su causa es la ultracorrección: el hablante suprime la preposición por temor a caer en un caso de dequeísmo. Complemento agente (CAg) El complemento agente designa a quien realiza la acción en una oración pasiva. Es un sintagma preposicional con la preposición por (El proyecto fue presentado por los ingenieros), y se convierte en el sujeto de la oración si se transforma a voz activa (Los ingenieros presentaron el proyecto). El sintagma preposicional que hace de complemento agente puede estar también introducido por una locución preposicional, como por parte de, especialmente si la oración no es una pasiva perifrástica (ser + participio), sino una pasiva refleja (con se), como en la oración La selección se realizó por parte del departamento de recursos humanos. Complemento predicativo (CPred) El complemento predicativo comparte características con el atributo. En oraciones con verbo predicativo es un adjunto, que añade un matiz sobre cómo el sujeto realiza la acción verbal (El futbolista entrenó lesionado, Mi hermano trabaja de administrativo) o sobre cómo el complemento directo la recibe (Considero tu actuación digna de mérito, Declararon al alcalde culpable de corrupción urbanística). En el primer caso se trata de un complemento predicativo del sujeto (CPred Suj), mientras que el segundo es un complemento predicativo del complemento directo (CPred CD). De cualquier forma, el predicativo concuerda en género y número con el elemento del que se predica (a no ser que sea un adverbio). En oraciones con verbos semicopulativos, el complemento predicativo realiza una función similar a la del atributo en las copulativas, solo que en esta ocasión no es un adjunto, sino un argumento que completa el significado de un verbo parcialmente gramaticalizado (El cielo se puso muy nublado, El papel se vuelve amarillo con el paso del tiempo, El jarrón se hizo añicos al caer). Estos predicativos siempre lo son del sujeto. Las categorías que pueden ejercer de complemento predicativo son el sintagma nominal (Lo nombraron jefe de ventas), el sintagma adjetival (Terminó harto de tantos problemas), el sintagma adverbial (Ayer llegué así a casa) y el sintagma preposicional con preposiciones como de (Ejerce de tutor), entre (Tú y yo podemos -6-

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mover la estantería entre los dos), a (Juan se ha metido a político), por (Ellos me tienen por alguien importante), etc.; el adverbio comparativo como se convierte en preposición cuando introduce un complemento predicativo (Juega como defensa, Lo considero como algo de poca importancia). El complemento predicativo difiere del circunstancial de modo en que el primero se refiere, al mismo tiempo, a la acción verbal y a un segundo referente (sujeto o complemento directo), mientras que el circunstancial de modo sólo se refiere a la forma en que se realiza la acción. Por ejemplo, en la oración No veo bien lo que pone en ese letrero, el adverbio bien es un circunstancial de modo porque sólo se refiere a la forma en que el sujeto realiza la acción de ver; por su parte, en No veo bien cómo te portaste ayer en la cena, el adverbio bien es un predicativo del complemento directo porque tiene un doble referente: el modo en que el sujeto percibe la acción y el referente del complemento directo. Complemento circunstancial (CC) El complemento circunstancial informa sobre las circunstancias o condiciones en que se realiza la acción verbal. Tiene una gran movilidad dentro de la oración, pudiendo aparecer en cualquier posición. Puede ser de distintos tipos: - CC de lugar (¿dónde?): Estamos aquí, Hemos pasado por ese camino. - CC de tiempo (¿cuándo?): El lunes entro a las ocho en el trabajo, No la veo desde el verano pasado, Entonces no había televisión en color. - CC de modo (¿cómo?): Cantaron bastante bien para ser aficionados, Hazlo como indican las instrucciones, Pórtate de manera que todos te respeten. - CC de causa (¿por qué?): Estoy cansado porque ayer me acosté tarde, Me lo dijo por mi bien, Al llevar cinturón de seguridad no resultó herido. - CC de finalidad (¿para qué?): Te lo digo para que lo tengas en cuenta, Reservaré las entradas para no arriesgarme a quedarme sin ellas, Me iré pronto por ver el partido. - CC de cantidad (¿cuánto?): Falla mucho, Caminamos cuatro kilómetros. - CC de instrumento (¿con qué?): Lo arreglaré con estas herramientas, Bajaré usando el ascensor. - CC de compañía (¿con quién?): Hablaré con mi abogado, Han salido de marcha con ellos. - CC de destinatario (¿para quién?): Le compró flores al vendedor para su esposa, Esta tarta es para ti. No confundir con el complemento indirecto con para, sustituible por le/les (Hizo un ramo para su esposa = Le hizo un ramo a su esposa). - CC de condición (¿con qué condición?): Iré con la condición de que me ayudes, Si todo va bien, podremos terminar pronto el proyecto. - CC de afirmación y CC de negación: son los adverbios sí y no, respectivamente. Algunos gramáticos no los analizan como circunstanciales, sino como marcadores de la polaridad afirmativa o negativa de la oración. Tampoco es un CC de negación, pero también es un CC de modo. Existen más tipos de complementos circunstanciales, ya que esta lista recoge únicamente los más comunes. Cuando se realice un análisis sintáctico, es conveniente indicar los tipos de circunstanciales que aparezcan en cada oración. Si el circunstancial es de un tipo no conocido, basta señalarlo como CC. Aunque los complementos circunstanciales son adjuntos del núcleo verbal, se convierten en argumentos con ciertos verbos que lo necesitan para adquirir significado completo (Mis primos residen en Córdoba). No hay que confundir el circunstancial argumental con el complemento de régimen, también argumental, ya que se puede sustituir por un sintagma adverbial, perdiendo así la preposición (Mis primos residen allí). Dativo (Dat) En latín, las categorías nominales (sustantivo, adjetivo, determinante y pronombre) cambiaban de forma según la función sintáctica que realizaban. Una de estas formas era el dativo, utilizado para el complemento indirecto, principalmente. En castellano, las funciones del dativo latino se asocian en su mayoría al -7-

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complemento indirecto, aunque algunas de ellas no pueden identificarse con este argumento verbal. A estas funciones las llamamos, de manera genérica, dativo. Los tres tipos de dativo que existen en castellano son: - Dativo ético: Representa a uno de los participantes en la conversación, por lo que suele aparecer en primera o en segunda persona (No me llegues tarde; Si tu hijo no te aprueba, castígalo). Se diferencia del complemento indirecto en que no permite la duplicación en forma de sintagma preposicional (*No me llegues tarde a mí; *Si tu hijo no te aprueba a ti, castígalo). - Dativo locativo: Indica el lugar en el que se realiza la acción (Pusimos baldas en el armario > Le pusimos baldas al armario, Instalamos una antena parabólica en la casa > Le instalamos una antena parabólica a la casa). - Dativo causativo: Representa al sujeto que tendría una oración de infinitivo si su verbo estuviera en forma personal (Hizo que él volviera > Le hizo volver). Complemento oracional (COr) El complemento oracional no es, en realidad, un adjunto del sintagma verbal, sino de toda la oración, ya que afecta al enunciado en todo su conjunto, y no solo al núcleo del predicado (Por suerte, aún quedaban plazas vacantes; Probablemente no venga hasta mañana; Según mi opinión, eso no es del todo cierto). Estos complementos, normalmente sintagmas preposicionales o adverbiales, poseen independencia sintáctica, por lo que pertenecen al mismo enunciado que la oración, pero están fuera de esta. Algunos de los principales complementos oracionales son los siguientes: - Circunstantes o tópicos: Fijan el marco del discurso. Es decir, precisan en qué situación es adecuado lo afirmado en la oración. Pueden indicar, entre otros valores: o Causa (Puesto que ya no me quieres, es mejor que me vaya). o Lugar (En Madrid, ¿cuánto cuesta un taxi?). o Tema (A propósito de Mercedes, hace tiempo que no la veo). o Perspectiva (Técnicamente, lo que dices es imposible), etc. - Modalizadores de la oración: Manifiestan la modalidad de la oración, o bien la valoración que hace el hablante de lo que se enuncia en la oración. Pueden indicar: o Enunciación (Efectivamente, estos tiempos son muy difíciles). o Probabilidad (A juan, posiblemente, no le han dicho nada). o Exhortación (Por favor, cierra esa ventana). o Valoración, positiva (Afortunadamente, no hubo ningún herido) o negativa (Por desgracia, ahora no tengo tiempo). - Modalizadores de la enunciación: Manifiestan también la actitud del hablante, pero no hacia lo que se dice, sino ante el hecho mismo de decirlo, ante el acto de enunciar. En un enunciado como En serio, ya vale de tonterías, el hablante califica como serio su propio acto comunicativo, y equivale a decir [Te digo] en serio, ya vale de tonterías. Otros ejemplos son expresiones como de verdad, francamente, con todos mis respetos, etc. - Marcadores de relación en el discurso: También se llaman conectores textuales o supraoracionales, y sirven para dar cohesión al texto estableciendo relaciones entre los enunciados que lo componen. Pueden indicar: o Adición o suma de ideas (además, también, es más, incluso, para colmo, igualmente, de igual modo…). o Oposición o contraste de ideas (sin embargo, no obstante, ahora bien, con todo, aun así, de todas formas, al menos, en todo caso, salvo que, excepto, antes bien, más bien, al contrario…). o Causalidad o relación de causa y efecto, o de condición y consecuencia (pues, porque, y es que, por tanto, por consiguiente, entonces, así pues, en tal caso, en este caso…). -8-

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Reformulación de los enunciados anteriores para explicar, corregir, resumir, ejemplificar… (es decir, o sea, en otras palabras, mejor dicho, quiero decir, en resumen, resumiendo, en una palabra, total, por ejemplo, pongamos por caso, a saber, concretamente…). Orden del discurso, marcando distintas partes en que se ordena la información en el texto (para empezar, ante todo, bueno, luego, después, en otro orden de cosas, por otra parte, por cierto, a propósito, en primer lugar, en segundo lugar, por último, por un lado, por otro lado, primero, segundo, en fin, para finalizar, para acabar…).

1.6. Las perífrasis y las locuciones verbales Una perífrasis verbal es una construcción formada por dos verbos, uno auxiliar (tengo que ir) y otro principal (está viniendo). A veces puede aparecer entre ambos una preposición o una conjunción que funciona de nexo (debe de haber llovido, hay que salir). Su estructura, de manera esquemática, es la siguiente: - Verbo auxiliar: o Va conjugado. o No tiene valor semántico, sino gramatical. - Verbo principal: o Va en forma no personal (infinitivo, gerundio o participio). o Aporta el significado léxico al núcleo verbal, y, por tanto, selecciona los argumentos y adjuntos del predicado (atributo, complemento directo, complemento circunstancial...). Las perífrasis pueden encadenarse; es decir, una perífrasis puede funcionar como verbo principal de otra. Por ejemplo, si la perífrasis hay que ir funciona como verbo principal de la perífrasis ‘ir a + infinitivo’, sale como resultado la perífrasis compuesta va a haber que ir. Las construcciones perifrásticas se diferencian de las construcciones con verbo más complemento en que el primer verbo ha perdido todo su valor semántico. De no ser así, la construcción no es una perífrasis. Por ejemplo, voy a ver el partido es perífrasis cuando indica que la acción se va a producir en un futuro inmediato, pero es un verbo con un complemento circunstancial de lugar cuando el verbo voy indica, literalmente, la acción de desplazarse. Otra forma de saber si estamos ante una perífrasis es aplicar el principio de sustitución de los sintagmas: si lo que sigue al verbo conjugado se puede pronominalizar, estamos ante un complemento directo (necesito encontrarlo > lo necesito); si se puede adverbializar, es un circunstancial (voy a jugar al fúbol > voy allí). Una vez que hemos determinado si la construcción es o no una perífrasis, el siguiente paso es averiguar de qué tipo es. Para ello, hay que establecer una doble clasificación: - Según su morfología, tenemos perífrasis de: o Infinitivo. o Gerundio. o Participio. - Según el valor gramatical que aporte el verbo auxiliar, las perífrasis pueden ser: o Perífrasis aspectuales: Añaden al verbo principal un matiz temporal que precisa si la acción ha terminado, está en su transcurso, va a comenzar, etc. Estas perífrasis son:  Perfectivas: La acción se ha terminado o interrumpido (acabar de + inf., dejar de + part., tener + part., llegar a + inf., llevar + part.).  Incoativas o ingresivas: La empezará de manera inminente (ir a + inf., estar para + inf., estar a punto de + inf., estar al + inf., empezar a + inf., comenzar a + inf., ponerse a + inf., echarse a + inf., explotar a + inf., romper a + inf.).  Iterativas: La acción se repite de manera puntual (volver a + inf.). -9-

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Frecuentativas: La acción es habitual, se repite con frecuencia (soler + inf.). Durativas: La acción está transcurriendo (estar + ger., andar + ger., seguir + ger., continuar + ger., llevar + ger.). ‘Estar + gerundio’ no es perífrasis cuando el gerundio se puede sustituir por lo (La sopa está ardiendo > La sopa lo está); en este caso, el gerundio es el atributo del verbo estar. Perífrasis modales: Aportan valores relacionados con la modalidad oracional o la actitud del hablante. Son:  De obligación o necesidad (tener que + inf., haber de + inf., haber que + inf., deber + inf.).  De duda, posibilidad o probabilidad (poder + inf., deber de + inf., venir a + inf., tener que + inf.). Otros valores:  De capacitación y permiso (poder + inf.: Ya puedo trabajar).  De aproximación (venir + ger.).  De voz pasiva (ser + part.). Aunque es una perífrasis, algunos gramáticos no la consideran como tal, ya que el participio puede sustituirse aquí por el pronombre lo, igual que el atributo (Juan fue aplaudido > Lo fue).

No hay que confundir las perífrasis con las locuciones verbales. Una locución verbal es un conjunto de palabras que funciona como un solo núcleo verbal, una de las cuales, al menos, es un verbo (caer en la cuenta, echar de menos, echar en cara, darse cuenta, tener en cuenta, hacer añicos…). Se trata de antiguos modismos o expresiones fijas formadas por un verbo y su complemento, que con el tiempo se han lexicalizado para formar una unidad. Algunas locuciones están formadas por dos verbos, uno conjugado y otro en forma no personal (echar a perder, dar a conocer, dar a entender…), por lo que se podrían confundir con las perífrasis. Los rasgos de las locuciones, que permiten diferenciarlas de las perífrasis, son los siguientes: - No tienen verbo auxiliar y principal: todo el conjunto selecciona los complementos verbales. - La conexión entre ambos verbos es tan íntima que la forma no personal es fija, no se puede sustituir por otras (echar a perder, pero no *echar a ganar). - El significado de la locución puede proyectarse, normalmente, a un verbo simple (echar a perder > estropear, dar de lado > marginar). - Algunas locuciones verbales resultan de la lexicalización una perífrasis (ir a + inf. > vete tu a saber).

1.7. Enunciado y oración. Sujeto y predicado Cuando los humanos nos comunicamos, recurrimos a nuestra competencia lingüística (nuestro conocimiento de la lengua) para emplear diferentes estructuras sintácticas abstractas (sintagmas y oraciones). En el momento en que la lengua se transforma en habla, es decir, en el mismo acto de la enunciación, las unidades sintácticas se convierten en unidades comunicativas. La unidad mínima de comunicación es el enunciado, y la máxima, el texto. Un texto es, pues, un conjunto de enunciados unidos (cohesionados), con sentido (coherente) y que se ajusta (adecua) a una situación comunicativa concreta. El enunciado es una unidad comunicativa que posee independencia fónica (posee entonación propia, y en la escritura se separa de otros enunciados mediante signos de puntuación), sintáctica (no desempeña una función en una unidad superior) y semántica (contiene un significado completo). Los enunciados se clasifican en dos tipos: - Enunciados no oracionales: No se articulan en torno a un núcleo verbal (¡Silencio!, ¡Fuego!, Buenos días, ¡Adiós!). Se denominan frases. - 10 -

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Enunciados oracionales: Se articulan en torno a un núcleo verbal. Se denominan oraciones, y pueden ser simples, con un solo núcleo verbal (Guarden silencio), o complejas, con varios núcleos verbales (Si viene Juan, me lo dices).

Cuando un enunciado oracional repite el verbo del enunciado anterior puede omitirlo (elipsis del núcleo verbal). Por ejemplo, al enunciado ‘¿Dónde has estado?’ le puede suceder el enunciado ‘En casa’, que, aunque no tenga verbo, sigue siendo una oración, ya que se ha producido una elipsis del verbo estar. Los enunciados, tanto frases como oraciones, pueden clasificarse según la actitud que manifieste el hablante. Es lo que se denomina modalidad enunciativa (o modalidad oracional, si se trata de una oración), que ordena los enunciados en: - Enunciativos: Se informa de manera objetiva sobre un hecho, afirmándolo o negándolo (Ha llovido hoy, No ha llovido hoy). - Interrogativos: Se pregunta por algo o alguien. Pueden se: o Totales: Se pregunta por el contenido total del enunciado. Las respuestas son sí, no, quizás, etc. (¿Vas a ir al cine?, ¿No ha venido el profesor?). o Parciales: Se pregunta sólo por una parte del enunciado, empleando determinantes, pronombres o adverbios interrogativos. Las respuestas no pueden ser ni sí ni no (¿Qué estudias?, ¿Cuánto dinero tienes?, ¿Cómo has venido?). - Exhortativos o imperativos: Se da una orden (Estate quieto, Que os calléis, No salgas, ¡Andando!, ¡Tú te callas!). - Desiderativos: Se expresa un deseo del hablante. Normalmente poseen entonación exclamativa, van introducidos por adverbios de modalidad (ojalá, así…) o la conjunción que, y van en subjuntivo (¡Ojalá llueva!, ¡Así te caigas!, ¡Que llueva!). - Dubitativos: Se expresa una duda o posibilidad por parte del hablante. Suelen aparecer con adverbios de modalidad (quizá, tal vez…) y en subjuntivo, o con la locución a lo mejor y en indicativo (Quizá llueva, A lo mejor llueve). - Exclamativos: Es cualquier enunciado que lleve signos de exclamación. Así, la oración ¡Así te caigas! es, al mismo tiempo, desiderativa y exclamativa. Esta modalidad se combina con las anteriores. Las oraciones presentan la siguiente estructura: - Sujeto: Semánticamente, representa al elemento del que se dice o se predica algo. Sintácticamente, es un elemento nominal (sintagma nominal, oración subordinada sustantiva u oración subordinada adjetiva sustantivada) que concuerda en persona y número con el verbo. - Predicado: Semánticamente, proporciona información sobre el sujeto (predica algo de él). Sintácticamente, es un sintagma verbal formado por un núcleo y acompañado de complementos (argumentos y adjuntos). Puede ser: o Predicado nominal (PN): Se estructura en torno a un verbo copulativo, y lleva siempre un atributo que aporta el valor semántico. o Predicado verbal (PV): Su núcleo es un verbo no copulativo (predicado o semicopulativo). De manera excepcional, el sujeto (S) puede ser un sintagma preposicional o adverbial que expresa lugar o tiempo en algunas oraciones copulativas con el verbo ser (Detrás de las cortinas es un buen sitio para esconderse, A las cuatro es una buena hora para quedar, Ahora es la mejor hora para estar serenas). No se consideran sujeto las construcción nominales que comienzan por la preposición entre (Entre los dos subieron el piano), sino, más bien, complementos predicativos del sujeto. Estas construcciones son

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compatibles con un sujeto léxico (Diego y Pablo subieron el piano entre los dos), y, además, no se pueden transformar en complemento agente de una pasiva (*El piano fue subido por entre los dos). Por el contrario, sí se consideran sujeto las construcciones nominales que comienzan por la preposición hasta, siempre que esta se pueda sustituir por el adverbio de modo incluso (Hasta el portero se enteró de la disputa > Incluso el portero se enteró de la disputa). En este caso, la preposición hasta se adverbializa y funciona como un complemento del nombre. De manera general, el sujeto se sitúa en posición preverbal (antes del verbo). Sin embargo, en algunos casos se suele situar en posición posverbal, detrás del verbo: - Con verbos psicológicos que llevan un complemento indirecto al principio de la oración (Nos gustan los bombones). - Con locuciones verbales formadas por dar o hacer (Me da rabia que me interrumpan). - Con el verbo ser y un sujeto formado por una oración subordinada (Es necesario revisar los ejercicios antes). - En oraciones exclamativas e interrogativas, en las que el interrogativo no forme parte del sujeto (¿Qué te ha dicho tu padre?). - En oraciones pasivas reflejas (Se necesitan más voluntarios). - Cuando el sujeto indica información desconocida (Me lo entregó el encargado de la tienda). En este caso, el hecho de cambiar la posición del sujeto hace que este se focalice, es decir, que el receptor centre su atención en él. Cuando el sujeto es un sintagma nominal, concuerda en persona y número con el núcleo del predicado. Sin embargo, existen excepciones denominadas casos de discordancia: - Un sujeto compuesto, formado por varios elementos singulares coordinados, concuerda con el verbo en plural (El azul y el rojo son mis colores preferidos). - Un sujeto que tenga de núcleo un sustantivo colectivo sin complemento concuerda con el verbo en singular (La multitud se reunió en la plaza). Pero si lleva un complemento del nombre, concuerda en plural (Una multitud de personas se concentraron en la plaza).

1.8. Clases de oraciones El análisis sintáctico de una oración consiste en analizar las funciones sintácticas que forman su estructura y en clasificarla. Las oraciones se clasifican siguiendo los siguientes criterios: - Según la modalidad oracional: o Enunciativa. o Interrogativa (total o parcial). o Exhortativa. o Desiderativa. o Dubitativa. o Exclamativa (se combina con las otras modalidades). - Según la relación sujeto-predicado: o Copulativa (o atributiva). o Semicopulativa (o semiatributiva):  No pronominal (Juan ha salido rebelde).  Pronominal (Juan se ha puesto enfermo). o Predicativa:  Intransitiva:  No pronominal (Juan vive en Madrid).  Pronominal (Juan se acuerda de mí). - 12 -

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

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Transitiva:  Activa: o No pronominal (Juan vendió su casa). o Pronominal:  Reflexiva (Juan se lava).  Recíproca (Juan y María se quieren).  Pasiva: o Perifrástica (La casa fue vendida). o Refleja (Se venden dos casas). Según la posibilidad de un sujeto léxico: o Personal o bimembre (tiene dos miembros: sujeto y predicado). o Impersonal o unimembre (tiene un solo miembro, el predicado).

Verbos pronominales Los verbos pronominales son los que se conjugan con un pronombre. Si el pronombre tiene función sintáctica (complemento directo o indirecto), la oración es transitiva pronominal reflexiva o recíproca. Sin embargo, los verbos puramente pronominales son aquellos en los que el pronombre no realiza ninguna función sintáctica y, por tanto, forman parte del núcleo verbal. Es lo que sucede en las oraciones semicopulativas e intransitivas pronominales, que tienen los siguientes tipos de verbos pronominales: - Verbos que no existen sin pronombre (arrepentirse, no *arrepentir). - Verbos que cambian de significado sin el pronombre (volver frente a volverse). - Verbos intransitivos o en voz media (irse, marcharse, dormirse, levantarse, caerse, morirse…). Son verbos que llevan un pronombre que tiene el mismo referente que el sujeto, igual que ocurre en las oraciones pronominales reflexivas y recíprocas. Pero se diferencian de estas en dos puntos: o Las reflexivas y recíprocas son pronominales transitivas, mientras que las oraciones en voz media son pronominales intransitivas. o Por tanto, en las reflexivas y recíprocas, el pronombre realiza una función sintáctica (complemento directo o indirecto), mientras que en las oraciones en voz media el pronombre forma parte del verbo pronominal, funciona como marca de intransitividad o marca de voz media. Oraciones impersonales Las oraciones impersonales son aquellas que no admiten sujeto léxico, y cuyo núcleo verbal aparece en tercera persona del singular. Existen tres tipos: - Impersonales de fenómenos naturales: Se construyen con verbos que designan fenómenos de la naturaleza, relacionados con alguna noción meteorológica (llover, tronar, nevar, amanecer, lloviznar, relampaguear, granizar…). En sentido figurado, estos verbos pueden admitir un sintagma nominal en función de sujeto (Llueven las críticas al Gobierno, Amanecí en casa), en cuyo caso dejan de ser impersonales. - Impersonales existenciales: Algunos verbos, en determinados usos, dejan de admitir sujeto léxico y se inmovilizan en tercera persona del singular. Son los verbos haber, hacer, ser, bastar, sobrar… en oraciones como No hay entradas, Hace calor, Es tarde, Basta con la mitad, Sobra con un minuto, etc. Los sintagmas que complementan a haber y hacer son complementos directos. Por otro lado, el ser impersonal lleva un atributo que designa nociones temporales (Es temprano, Es tarde) o meteorológicas (Es de día, Es de noche). - Impersonales reflejas: Pueden construirse con cualquier verbo en tercera persona del singular. La impersonalidad se marca con el pronombre se (Se eligió a los representantes, Se respira mejor en

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el campo, Aquí se está muy bien) que realiza la función de marca o índice de impersonalidad. Algunos gramáticos incluyen este se dentro del núcleo verbal. Falsas impersonales: Son oraciones que pueden admitir un sujeto léxico genérico, pero que comparten con las impersonales la noción de sujeto indeterminado. Son las siguientes: o Con verbo en 3ª persona del plural (Dicen que ha robado el dinero = Dicen las malas lenguas que ha robado el dinero). o Con sujeto léxico uno, indefinido y generalizador (En estas ocasiones uno no sabe qué hacer). o Con verbo en 2ª persona del singular con valor generalizador (En esas ocasiones no sabes qué hacer). o Con verbo en 1ª persona del plural con valor generalizador (En esas ocasiones no sabemos qué hacer).

Valores de se y del resto de pronombres personales átonos Tanto el pronombre se como el resto de pronombres personales átonos pueden realizar diferentes funciones sintácticas. En ocasiones, averiguar qué función realizan determina la estructura de la oración. El siguiente esquema resume los valores de estos pronombres: REFERENCIA

Distinto referente que el sujeto

FORMAS 1ª. me, nos 2ª. te, os 3ª. lo, la, los, las 1ª. me, nos 2ª. te, os 3ª. le, les, se 1ª. me, nos 2ª. te, os 3ª. le, les 3ª. lo 1ª. me, nos 2ª. te, os 3ª. se

Mismo referente que el sujeto

1ª. me, nos 2ª. te, os 3ª. se 3ª. se

Pronombre sin referencia

3ª. se

FUNCIÓN

PREDICADO

CD

Transitivo no pronominal

CI

Cualquier tipo de predicado

DATIVO

Cualquier tipo de predicado

ATRIBUTO CD

CI Marca de intransitividad / Voz media Marca de pasiva refleja Marca de impersonalidad

Copulativo Transitivo pronominal (reflexivo o recíproco directo) Transitivo pronominal (reflexivo o recíproco indirecto) Intransitivo pronominal Pasivo reflejo Impersonal reflejo

EJEMPLO Tú no me conoces. Yo no os vi. Yo las tengo. Me dieron un golpe. Ahora no te lo digo. Le robaron el dinero. Se lo robaron. Nos hizo morder el polvo. Tráete el pan cuando salgas. Le instalé el motor al coche. Juan es listo y yo no lo soy. Yo me conozco muy bien. Luis se considera listo. Jesús y Ana se besan. ¿Te has lavado los dientes? Luis se miraba las manos. Jesús y Ana se dan un beso. Pedro se niega a volver. ¿Aún te acuerdas de mí? Me encontré con tu padre. Se recibieron muchas cartas. Se busca a los fugitivos.

1.9. Las relaciones sintácticas. La oración compuesta Las unidades sintácticas pueden mantener entre sí diferentes relaciones sintácticas: - Relación de coordinación: Varias unidades se enlazan mediante una conjunción (llamada nexo o coordinador), sin que ninguna de ellas dependa de la otra ni la complemente. Ambas se mantienen en el mismo nivel sintáctico, y desempeñan una sola función (Juan y Luis son hermanos, Su hijo es bueno pero travieso).

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Relación de subordinación: Una unidad sintáctica complementa a otra. El elemento subordinado no es independiente, sino que desempeña una función sintáctica dentro de la unidad superior (Deseo que vengas pronto, Ven cuando quieras, Ya he leído el libro que me dejaste). Relación de yuxtaposición: Mientras que en la coordinación y la subordinación las unidades se relacionan mediante un nexo, en la subordinación la unión se realiza mediante pausas (El cine, el teatro, la lectura son mis actividades preferidas; Me voy a dormir: estoy cansado). Los elementos yuxtapuestos pueden tener valor coordinado (Lo vi esta mañana; no me saludó) o subordinado (Ha llovido esta mañana: las calles están mojadas).

Las oraciones pueden establecer entre sí diferentes relaciones sintácticas, lo que permite clasificarlas en: - Oraciones simples: Son enunciados formados por una oración independiente (Ya he acabado el trabajo). - Oraciones compuestas: Enunciados formados por oraciones dependientes que mantienen diferentes relaciones sintácticas entre sí. Pueden ser: o Grupos oracionales: Formados por oraciones coordinadas y yuxtapuestas. o Oraciones complejas: Formados por oraciones subordinadas.

1.10. La coordinación Las relaciones de coordinación que se pueden dar entre diferentes unidades sintácticas (sintagmas u oraciones) son las siguientes: - Coordinación copulativa: o Tiene un significado de suma o adición. o Los nexos son y (e), ni (Apagó las luces y se acostó, No lo he visto ni me ha llamado). o Pueden ir coordinados de modo copulativo varios elementos. En ese caso, el nexo aparece entre los dos últimos (Ella trabaja, se ocupa de la casa y atiende a los niños). o Si se emplea el nexo entre todas las unidades para dar mayor expresividad al enunciado, se produce el polisíndeton (Ella trabaja y se ocupa de la casa y atiende a los niños). - Coordinación disyuntiva: o Presenta diferentes opciones posibles. o Los nexos son o (u) (Saca el libro de la biblioteca o cómpratelo). o Pueden coordinarse de modo disyuntivo varios elementos (Te dejo yo el libro, lo sacas de la biblioteca o te lo compras). También puede producirse polisíndeton. o Puede tener diferentes valores semánticos:  Disyunción excluyente: Si se cumple una opción, no se pueden cumplir las otras (Lo tomas o lo dejas).  Disyunción no excluyente: Se pueden cumplir diferentes opciones, sin que una excluya a otra (Con ese artefacto puedes cortar, puedes abrir latas o puedes descorchar botellas).  Disyunción explicativa: Los elementos que se coordinan significan lo mismo, y sirven para que uno aclare o explique a otro (Esta oración tiene CD, o sea, es transitiva). Junto con la conjunción o, los nexos son las locuciones conjuntivas o sea, es decir, esto es, etc.  Disyunción distributiva: Lo enunciado en las diferentes oraciones se cumple de manera alterna: unas veces se cumple una cosa, y otras veces la otra (Los sábados voy al cine o bien quedo con los amigos). Junto con o, los nexos distributivos son o bien, ya… ya…, bien… bien…, tan pronto… como…, etc. No son coordinadas distributivas las unidades del tipo unos… otros…, por un lado… por otro…; estas - 15 -

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unidades expresan distribución, pero sintácticamente son yuxtapuestas, ya que esos elementos no son nexos. Coordinación adversativa: o Expresa contraste, contraposición. o Puede tener dos valores semánticos:  Adversatividad restrictiva: La segunda unidad expresa un significado contrario a lo que se espera después de lo que se ha dicho en la primera, una consecuencia ilógica (He perdido, pero no me importa; Llueve mucho, pero saldré). Los nexos son pero, mas, sólo que, aunque (cuando se puede sustituir por pero), etc.  Adversatividad excluyente: Se niega la primera unidad y se afirma la otra (No lo he puesto yo, sino que ya estaba ahí). Los nexos son sino y sino que. Coordinación consecutiva: o Expresa una consecuencia lógica. o Los nexos son conque, luego, así que, así es que, de modo que, de manera que, de forma que, de suerte que… (Es tarde, conque vámonos; No he sido yo, así que no me culpes).

1.11. La subordinación Las oraciones subordinadas se han asociado, tradicionalmente, a las categorías de sustantivo, adjetivo y adverbio, hablándose de oraciones subordinadas sustantivas, adjetivas y adverbiales, respectivamente. No obstante, esta clasificación es bastante limitada, ya que no explica muchos tipos de oraciones subordinadas, como las comparativas y las consecutivas. La clasificación que suelen aceptar los gramáticos en la actualidad es la siguiente: - Oraciones subordinadas adjetivas: o De relativo:  Con antecedente expreso.  Sin antecedente expreso. o De participio. - Oraciones subordinadas sustantivas: o Declarativas (flexionadas y no flexionadas o de infinitivo). o Interrogativas indirectas:  Totales (flexionadas y no flexionadas o de infinitivo).  Parciales (flexionadas y no flexionadas o de infinitivo). - Oraciones subordinadas cuantitativas: o Comparativas. o Consecutivas. - Oraciones subordinadas adverbiales: o Propias.  Locativas.  Temporales.  Modales.  Cuantitativas. o Impropias:  Causales.  Finales.  Condicionales.  Concesivas.

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1.12. Oraciones subordinadas adjetivas Las oraciones subordinadas adjetivas complementan a un sustantivo de la misma forma que lo hacen los adjetivos. Por tanto, desempeñan la función de complemento del nombre dentro de un sintagma nominal, y se pueden sustituir por un adjetivo o por un sintagma preposicional con la misma función (Me han regalado un reloj que no funciona = Me han regalado un reloj estropeado). Hay dos tipos de oraciones subordinadas adjetivas: las de relativo y las de participio (que se verán en el apartado 1.18). Las oraciones subordinadas de relativo van introducidas por relativos, que pueden ser: - Pronombres relativos: o que, el que (la que, los que, las que), o el cual (la cual, lo cual, los cuales, las cuales), o quien (quienes), o cuanto (cuanta, cuantos, cuantas). - Determinante relativo-posesivo: o cuyo (cuya, cuyos, cuyas). - Adverbios relativos: o donde, o cuando, o como, o cuanto. Estas oraciones de relativo pueden ser de dos tipos: - Oraciones de relativo con antecedente expreso: Funcionan como complemento del nombre de un sustantivo, su antecedente. El relativo sustituye al antecedente en la subordinada, así que, además de ser el nexo subordinador, realiza una función sintáctica: o Los pronombres relativos realizan la función que tendría el antecedente. Por ejemplo, en El reloj que me compré ya se ha estropeado, el pronombre relativo es el complemento directo de la subordinada, ya que está reemplazando a el reloj (Me compré el reloj). o El determinante relativo-posesivo cuyo siempre tiene función de determinante. o Los adverbios relativos funcionan como complemento circunstancial:  de lugar (donde),  de tiempo (cuando),  de modo (como),  de cantidad (cuanto). - Oraciones de relativo sin antecedente expreso: No complementan a ningún sustantivo antecedente. Funcionan como sujeto o como complemento del verbo, y, al igual que en las otras, el nexo realiza una función sintáctica dentro de la subordinada. Pueden ser de dos tipos: o Si el relativo es un pronombre, se convierten en subordinadas adjetivas sustantivadas (Dáselo a quienes lo necesiten). o Si el relativo es un adverbio, funcionan como subordinadas adverbiales de lugar (Se está mejor donde corre un poco el aire), tiempo (Llámame cuando llegues), modo (Resuélvelo como puedas) o cantidad (Con esta bicicleta puedes correr cuanto desees). En ocasiones, las oraciones de relativo con antecedente no funcionan como complemento del nombre. Por ejemplo, en Has acusado a Luis de tu propio error, lo cual es una injusticia, la subordinada funciona de complemento oracional; en Ahora que te veo, te diré una cosa, es un complemento del adverbio ahora.

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1.13. Oraciones subordinadas sustantivas Las oraciones subordinadas sustantivas desempeñan las mismas funciones que un sustantivo, y se pueden sustituir por un sintagma nominal o por un pronombre. (Es necesario que tú estés presente = Es necesaria tu presencia = Es necesario eso). Estas oraciones pueden ser de diferentes tipos: - Declarativas o enunciativas: o Flexionadas, introducidas por la conjunción que (No deseo que llames aún). o No flexionadas, o de infinitivo (No deseo llamar aún). - Interrogativas indirectas: o Totales, introducidas por la conjunción si:  Flexionadas (No sé si ha llamado ya).  No flexionadas, o de infinitivo (No sé si llamar). o Parciales, introducidas por un pronombre, un determinante o un adverbio interrogativo (qué, cuál/es, quién/es, cuánto/a/os/as, cuán, cómo, dónde y cuándo):  Flexionadas (No sé qué dijo, Pregúntale dónde lo ha puesto).  No flexionadas, o de infinitivo (No sé qué decir, No sé dónde ponerlo). Los tipos de nexos subordinadores sustantivos son: - Las conjunciones que y si, que son simples nexos. - Los interrogativos (pronombres, determinantes y adverbios), que, además de ser nexos, realizan una función sintáctica dentro de la subordinada, exactamente igual que hacen los relativos. Las subordinadas sustantivas presentan algunas peculiaridades: - El nexo que puede aparecer reforzado con el artículo el (Le ilusionó el que se lo concedieran). - El sujeto compuesto, que normalmente concuerda con el verbo en plural (Tú y yo somos vecinos), concuerda en singular si está formado por subordinadas sustantivas coordinadas (Le extrañó que no vinieras y que no avisaras). - Los verbos de voluntad y temor permiten la elipsis del nexo (Le ruego acepte mi regalo). - Las interrogativas indirectas que dependen de verbos de dicción admiten un doble nexo (Te he dicho que si vas a comer ya, ¿Me has preguntado que cómo lo hago?). Las funciones que pueden desempeñar estas oraciones son: - Sujeto (Me molesta que llegues tarde, La cuestión es si Juan va a venir). - Complemento directo (No creo que venga hoy, Te he preguntado si tienes hambre ya). - Atributo (Su intención es llegar pronto). Sólo las de infinitivo funcionan como atributo; las otras son el sujeto de la oración copulativa (El problema es que todo cuesta muy caro). - Aposición explicativa (Me hizo una pregunta indiscreta: si estaba casada; Eso, que hayas sido tú, no puedo creerlo). - Término de preposición, formando un sintagma preposicional que funciona como: o Complemento de régimen (Confía en que se acabará pronto). o Complemento indirecto (He dedicado mucho tiempo a acabar el libro). o Complemento circunstancial (Puedes hacerlo sin que te ayude nadie). o Complemento del nombre (Tengo muchas ganas de que llegue el verano). o Complemento del adjetivo (No estoy seguro de si vendrá). o Complemento del adverbio (Llegaremos antes de que empiece a llover). o Complemento oracional (Respecto a salir por la noche, es pronto para tu edad).

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Las subordinadas sustantivas con preposición que funcionan de complemento circunstancial de causa y finalidad se consideran adverbiales (Lo castigaron por portarse mal, Me llamaron para ayudar en la mudanza). En estos casos, la preposición funciona como nexo adverbial causal o final, respectivamente.

1.14. Subordinadas cuantitativas: oraciones comparativas y consecutivas Las oraciones subordinadas comparativas y consecutivas tienen una estructura similar. Ambas son el complemento de un cuantificador (determinante, pronombre, adverbio…), que puede expresar: - Una comparación (Vive tan lejos como Luis). - Una consecuencia (Vive tan lejos que hay que ir en autobús). En estas estructuras, el cuantificador y la subordinada forman un mismo sintagma, en el que el cuantificador es el núcleo y la subordinada su complemento. Subordinadas comparativas Las oraciones subordinadas comparativas complementan al cuantificador comparándolo con algo que se ha expresado antes. Esta comparación puede indicar: - Igualdad (tan…como, tanto…como, igual de…que, artículo + mismo…que). - Desigualdad: o Superioridad (más…que). o Inferioridad (menos… que…). Las subordinadas comparativas pueden complementar a los siguientes cuantificadores: - Determinante (Tiene tanta paciencia como su marido), formando un determinante complejo. - Pronombre (Tiene tantos como te imaginabas); la comparativa es su complemento del nombre. - Adverbio. El sintagma adverbial que resulta funciona como: o Complemento del adjetivo (La película es tan divertida como tú decías). o Complemento del adverbio (Vive tan lejos como tú decías). o Complemento circunstancial de cantidad (Miente tanto como habla). En las comparativas se suele producir una elipsis de los elementos que ya aparecen en la oración principal (Luis tiene menos libros que Pedro [tiene libros]). Junto a estas construcciones, también son subordinadas comparativas las oraciones de relativo precedidas de la preposición de en función de nexo (La película es más divertida de lo que tú decías, Ella tiene más paciencia de lo que yo pensaba). Todas estas construcciones comparativas están formadas por dos segmentos: - El primer término de la comparación, en el que aparece el cuantificador (Tengo tantos libros…). - El segundo término de la comparación, en el que aparece la subordinada (…como tú). Los adjetivos mayor, menor, mejor y peor son comparativos sintéticos (más grande, más pequeño, más bueno y más malo, respectivamente). Estos adjetivos tienen implícito el cuantificador, por lo que pueden formar construcciones comparativas, en las que la subordinada funciona directamente como cuantificador del adjetivo (Juan es mayor que su hermano). Subordinadas consecutivas Las oraciones subordinadas consecutivas indican una consecuencia de la intensidad de algo que se ha expresado antes. Las introduce la conjunción que, y complementan a los siguientes cuantificadores:

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Determinante (tanto/a/os/as, tal/es, un/a/os/as y cada), formando un determinante complejo (Tenía tantas deudas que se ha arruinado, Grita de tal forma que resulta desagradable, Tiene un carácter que no hay quien lo soporte, Dice cada barbaridad que hace reír). Pronombre (Tiene tantos que no sabe dónde guardarlos); funciona de complemento del nombre. Adverbio. El sintagma adverbial que resulta funciona como: o Complemento del adjetivo (Estaba tan cansado que me quedé en casa). o Complemento del adverbio (Salió tan deprisa que no me vio). o Complemento circunstancial de cantidad (Llovió tanto que se inundaron las calles).

En las consecutivas puede haber una elipsis del cuantificador y del elemento que se intensifica. En este caso, la subordinada funciona como: - Atributo (La cosa está que arde). - Complemento predicativo del sujeto (Llegó que se moría).

1.15. La subordinación adverbial. Subordinadas adverbiales propias Las oraciones subordinadas adverbiales funcionan como complemento circunstancial o como complemento oracional. Se dividen en: - Subordinadas adverbiales propias: Se pueden sustituir por un adverbio. Son: o Locativas. o Temporales. o Modales. o Cuantitativas. - Subordinadas adverbiales impropias: No se pueden sustituir por un adverbio. Son: o Causales y finales. o Condicionales y concesivas. Subordinadas adverbiales locativas Las oraciones subordinadas adverbiales locativas (o adverbiales de lugar) funcionan como complemento circunstancial de lugar. Son oraciones de relativo sin antecedente introducidas por el adverbio donde, que funciona como circunstancial de lugar dentro de la subordinada (Ayer estuvimos donde nació mi padre). Se pueden sustituir por un adverbio de lugar (Ayer estuvimos allí). Las funciones de las adverbiales locativas son: - Complemento circunstancial de lugar (Procura leer siempre donde tengas buena luz). - Complemento oracional, siempre entre pausas (Donde esté, se acuerda de los suyos). - Término de preposición (Vine por donde me indicaste). En este caso, es el sintagma preposicional el que funciona como complemento circunstancial u oracional. Subordinadas adverbiales temporales Las oraciones subordinadas adverbiales temporales (o adverbiales de tiempo) funcionan como complemento circunstancial de tiempo. Suelen ser oraciones de relativo sin antecedente introducidas por el adverbio cuando, que funciona de circunstancial de tiempo en la subordinada (Cuando lleguen, avísame). Sin embargo, el valor temporal es más rico y variado que el locativo, ya que puede expresar simultaneidad, anterioridad, posterioridad, etc. De esta manera, junto con el adverbio cuando, existen otros nexos temporales (adverbios, conjunciones y locuciones conjuntivas), como según (Según pasa el tiempo, se va encontrando mejor), apenas (Apenas terminó la fiesta, regresamos a casa), en cuanto (Se quita los zapatos en cuanto llega a casa), conforme (Colocaba los libros conforme los iba limpiando), cada vez (Me duele la cabeza cada vez que hablo contigo), etc. En estos casos, el subordinador sólo funciona como nexo. - 20 -

Lengua Castellana y Literatura (2º Bachillerato)

1. Sintaxis

Las funciones de las adverbiales temporales son: - Complemento circunstancial de tiempo (Llámame cuando llegues). - Complemento oracional, siempre entre pausas (Cuando se dio cuenta, ya se lo habían robado). - Término de preposición (Le gusta leer desde cuando era niña). En este caso, es el sintagma preposicional el que funciona como complemento circunstancial u oracional. Construcciones como desde que estoy aquí o después de que se pone el sol no son subordinadas adverbiales temporales, sino que son sintagmas dentro de los cuales hay una sustantiva. Subordinadas adverbiales modales Las oraciones subordinadas adverbiales modales (o de modo) van introducidas por el adverbio relativo de modo como, y son oraciones de relativo sin antecedente en las que el adverbio funciona como circunstancial de modo dentro de la subordinada (Sucedió como ya preveía). También pueden ir introducidas por otros nexos, como según (Monta el aparato según indican las instrucciones) o conforme (Actuó conforme lo aconsejaron). Las funciones de las adverbiales modales son: - Complemento circunstancial de modo (Hazlo como puedas). - Complemento oracional, siempre entre pausas (Como ya sabéis, mañana habrá un examen; Las pensiones, según ha dicho la prensa, pueden bajar el próximo año). Las modales hipotéticas están introducidas por el doble nexo como si (Actúa como si no le importara nada). Son una mezcla de modales y condicionales. Subordinadas adverbiales cuantitativas Las oraciones subordinadas adverbiales cuantitativas (o de cantidad) van introducidas por el adverbio relativo cuanto, siendo una oración de relativo sin antecedente. Estas oraciones funcionan como complemento circunstancial de cantidad (Come cuanto quieras).

1.16. Subordinadas causales y finales Las oraciones subordinadas causales expresan la causa, motivo o razón que provoca una acción. Pueden realizar dos funciones: - Complemento circunstancial de causa (No ha venido porque está enfermo). Sus nexos son porque, gracias a que, a causa de que, merced a que, por culpa de que, debido a que, etc. - Complemento oracional (Como está enfermo, no ha venido). Sus nexos son porque, puesto que, ya que, como, pues, dado que, que, en vista de que, toda vez que, en tanto que, etc. Las causales hipotéticas están introducidas por el doble nexo por si (Lo voy a hacer por si me lo piden mañana). Expresan duda o hipótesis. Las oraciones subordinadas finales expresan la intención, el propósito o la finalidad de algo. Sus nexos son para que, a fin de que, con vistas a que, etc. Pueden funcionar como: - Complemento circunstancial de finalidad (Agárrate bien para que no te caigas, Te lo he contado a fin de que me des tu opinión). - Complemento oracional (Ven aquí, que te diga una cosa; Para que lo sepas, he aprobado).

1.17. Subordinadas condicionales y concesivas Las oraciones subordinadas condicionales y concesivas tienen mayor autonomía que el resto de subordinadas. Están formadas por dos unidades diferenciadas: - La prótasis (oración subordinada), que expresa una hipótesis (Si vienes conmigo…). - 21 -

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1. Sintaxis

La apódosis (oración principal), que expresa lo que sucedería si se cumpliera esa hipótesis (…te presto el libro que quieres leer).

Oraciones subordinadas condicionales Las subordinadas condicionales son prótasis que expresan una condición que debe cumplirse para que también se cumpla lo expresado en la apódosis. Van introducidas por los nexos si, cuando, como, a condición de que, a menos que, siempre que, siempre y cuando, etc. Cuando el río suena, agua lleva. Como no me sujetes, me caigo. Te lo presto a condición de que no me lo estropees. Quedarán eliminados a menos que ganen los dos últimos partidos. Entraréis todos, siempre que llevéis el carnet de identidad. Puedes salir, siempre y cuando estés en casa antes de las once. También son subordinadas condicionales las siguientes construcciones: - Oraciones subordinadas no flexionadas que expresan una hipótesis: o De infinitivo (De haberlo visto, se lo hubiera dicho). o De gerundio (Trabajando tanto, no serás feliz). o De participio (Colocado más alto, se ve mejor el cuadro). - Oraciones introducidas por los nexos excepto que, salvo que y a no ser que (Hoy no saldré de casa, a menos que me llame Luis). Las subordinadas condicionales pueden realizar dos funciones: - Complemento circunstancial de condición, si van tras la apódosis y sin pausas (Ven si quieres). - Complemento oracional, en el resto de los casos (Si no lo veo, no lo creo). Las secuencias con la condición de que y en el caso de que no son nexos conjuntivos, son sintagmas que introducen oraciones subordinadas sustantivas (Te lo diré con la condición de que no te enfades, Se lo diré en el caso de que lo vea). Oraciones subordinadas concesivas Las subordinadas concesivas son prótasis que expresan un hecho que, de manera lógica, debería haber producido un efecto opuesto al que se expresa en la apódosis. Es decir, indican una oposición a lo indicado en la apódosis, aunque no impiden que ésta se cumpla. Van introducidas por los nexos aunque (cuando no se puede sustituir por pero), si bien, y eso que, aun cuando, a pesar de que, pese a que, etc. Aunque ya tenga sueño, me quedaré leyendo un poco más. Si bien he estudiado mucho, veo difícil aprobar. Está cenando sin apetito, y eso que no ha comido. Se quedó callado, aun cuando llevaba toda la razón. A pesar de que hace frío, yo prefiero estar en la calle. Pese a que se esfuerza por agradar, no le cae bien a nadie. Igual que las condicionales, las subordinadas concesivas pueden realizar dos funciones: - Complemento circunstancial de concesión, si van tras la apódosis y sin pausas (No lo conseguirá aunque quiera). - Complemento oracional, en el resto de los casos (Aunque quiera, no lo conseguirá). - 22 -

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1. Sintaxis

Las oraciones subordinadas no flexionadas también pueden ser subordinadas concesivas: - Oraciones de infinitivo, precedidas de las preposiciones con o para (Con tener tanto dinero, eso no lo puede conseguir; Para presumir tanto, no vale mucho). - Oraciones de gerundio, precedidas a veces por los adverbios aun, hasta e incluso (Sabiéndolo todo sobre el asunto, prefirió no contestar; Aun sabiéndolo todo, prefirió no contestar; Te ganaría hasta jugando con los pies atados; Incluso teniendo mucho dinero, vivirías miserablemente). - Oraciones de participio (Ayudado por todos, tampoco lo logró).

1.18. Oraciones subordinadas con verbo en forma no personal El infinitivo, el gerundio y el participio son derivados verbales formados a partir del lexema verbal y un sufijo. Comparten rasgos morfológicos y sintácticos con otras clases de palabras: - El infinitivo, con el sustantivo: artículo (el comer), morfema de plural (los saberes, los poderes). - El gerundio, con el adverbio: cuantificación (Lo has hecho muy corriendo), sufijos apreciativos (Vámonos andandito). - El participio, con el adjetivo: género, número y cuantificación (poco apreciada, muy cocidos). Pero, aunque las formas no personales se asimilan a otras clases de palabras, mantienen su categoría de verbos, y funcionan como núcleos de sintagmas verbales que, a su vez, forman oraciones subordinadas. Las oraciones subordinadas no flexionadas suelen funcionar como sustantivas, adjetivas o adverbiales, según sean de infinitivo, gerundio o participio, respectivamente: - Oraciones subordinadas de infinitivo. Funcionan como: o Sujeto (Me gusta pasear por el campo). o Atributo (Lo que hizo fue pasear por el campo). o Complemento directo (Deseo pasear por el campo). o Término de preposición (Estoy harto de pasear por el campo). - Oraciones subordinadas de gerundio. Funcionan como: o Complemento circunstancial (Se perdió buscando setas). o Complemento oracional (Haciendo cada uno su parte, no habrá problemas). - Oraciones subordinadas de participio. Funcionan como: o Complemento del nombre (El problema discutido ayer en casa sigue sin solución). o Atributo (Parece desquiciado por los nervios). o Complemento predicativo (Lo encontré en la fiesta disfrazado de pirata). Sin embargo, algunas veces las subordinadas no flexionadas pueden realizar funciones que no se corresponden a su carácter sustantivo, adjetivo o adverbial: - El infinitivo también puede funcionar como: o Núcleo de una oración de relativo (No tienen nadie con quien salir). o Complemento circunstancial u oracional (Al aparecer tú, todos se callaron; De haberlo sabido, se lo hubiera dicho; Es bastante malo, para costar tanto). o Complemento predicativo (Yo vi a Juan tumbarse en la cama). - El gerundio, como: o Complemento del nombre (Se agarra a un clavo ardiendo). o Complemento predicativo (Yo vi a Juan tumbándose en la cama). - El participio, como: o Complemento circunstancial u oracional (Llegó a su casa pasadas las tres; Repuesto de su enfermedad, se reincorporó al trabajo). o Complemento predicativo (Yo vi a Juan tumbado en la cama). - 23 -

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1. Sintaxis

Construcciones concertadas y absolutas El sujeto de una oración no flexionada puede depender o no de un elemento de la oración principal. Según lo que suceda, las subordinadas no flexionadas pueden ser: - Construcciones concertadas: El sujeto de la subordinada está condicionado por un elemento de la principal. Por ejemplo, en el enunciado No me importa hacer la comida, el sujeto elíptico es yo, algo que sabemos por el me que aparece en la oración principal. Si se cambia ese pronombre, cambiará el sujeto de la subordinada. El sujeto puede aparecer de forma expresa para enfatizar (No me importa hacer hoy yo la comida). - Construcciones no concertadas: El sujeto de la subordinada no está condicionado por otro elemento de la oración (Yo me marché a casa al llegar Juan). Cuando estas construcciones están aisladas del resto de la oración por pausas se llaman construcciones absolutas (Terminada la reunión, todos se marcharon a casa; De ser eso cierto, me enfadaré; Aun diciéndoselo todos, no accederá), y funcionan como complementos oracionales.

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