Story Transcript
31 PORTADOSSIERES_31 PORTADOSSIERES.qxd 14/05/14 23:18 Página 31
los dossieres de
Mujeres y escuela
32-38 DOSS_32-38 DOSS.qxd 14/05/14 19:56 Página 32
los dossieres
POLÍTICA
La igualdad de acceso a la educación aún está lejos en buena parte del planeta
Mujer y escuela en el mundo El rapto de decenas de menores por la secta islamista Boko Haram, en Nigeria, o el caso de la joven paquistaní Malala Yousafzai, activista en pro de los derechos educativos de las féminas y herida de gravedad en un atentado talibán –en 2012-, reactualizan el debate sobre las diferencias en el acceso a la educación entre hombres y mujeres en muchos puntos del Globo. Esta igualdad de derechos, uno de los Objetivos del Milenio, dista todavía mucho de verse cumplida. En nuestro país, donde la escolarización es plena, las mujeres son mayoría en las enseñanzas media y superior, aunque su presencia es minoritaria en el ámbito docente. Para sus captores, las niñas ya han sido ‘liberadas’ tras abrazar
L
Por Pedro Antonio Navarro
a pasada semana, el Gobierno nigeriano se veía abocado a la apertura de una negociación con la secta islamista Boko Haram, para tratar de conseguir la liberación de las más de 200 estudiantes adolescentes que habían secuestrado hace más de un mes en la zona noreste del país. La ‘excusa’ de los fundamentalistas islámicos era la de evitar que las jóvenes recibieran educación ‘occidental’, aunque acto seguido habían amenazado con venderlas como esclavas sexuales. Mientras el proceso en el que está implicado el Gobierno de Nigeria y los servicios secretos de varios países –Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Canadá y China– para buscar su liberación sigue su curso, desde hace semanas también se encuentra en marcha una gran campaña internacional con 32
19–25 de mayo de 2014. nº 1064
la misma finalidad. Una de las voces más activas en la misma ha sido la de Malala Yousafzai, una joven paquistaní que, con solo 13 años, comenzó a escribir un blog para la BBC bajo el pseudónimo Gul Makai, explicando su vida ba-
Una gran campaña internacional busca la liberación de las niñas nigerianas Malala, la niña paquistaní, salvó milagrosamente la vida después de un atentado
jo el régimen del Tehrik e Taliban Pakistan (TTP). Años atrás, con su región dominada por estos islamistas, los talibanes obligaron el cierre de las escuelas privadas y se prohibió la educación de las niñas entre 2003 y 2009. Como consecuencia de su actividad pública, el 9 de octubre de 2012, en Mingora, Malala fue víctima de un atentado por un miliciano del TTP que le disparó en repetidas ocasiones con un fusil impactándole en el cráneo y cuello. Milagrosamente, salvó la vida. Estos dos terribles casos devuelven a primera línea el debate acerca de la discriminación de la mujer en el acceso al derecho universal de la educación, muy lejos de cumplirse en un buen número de países. Incluso en el conocido como Primer Mundo, si bien la paridad en la enseñanza es prácticamente absoluta, no resulta del mismo modo a la hora de distribuir entre sexos el per-
32-38 DOSS_32-38 DOSS.qxd 14/05/14 19:56 Página 33
plenamente su religión. Su paradero sigue siendo desconocido.
sonal docente. España resulta un evidente ejemplo de ello. Con una población universitaria mayoritariamente femenina, sin embargo, las proporciones se invierten en el profesorado de la enseñanza superior, donde los varones tienen una presencia muy superior. Según los estudios realizados por la Unesco acerca del nivel de cumplimiento del acceso paritario a la educación –uno de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas, que debía verse cumplido antes de la finalización de 2015–, los progresos realizados en este campo han sido esperanzadores, pero no suficientes. Un gran número de Estados cumplen este requisito, considerado estadísticamente en un equilibrio de un 95 por ciento o más. En esta circunstancia se encuentran Alemania, Argelia, Argentina, Australia, Austria, Azerbaiyán, Bahamas, Barbados, Bielorrusia, Bélgica, Bermudas, Bhután, Bolivia (Estado Plurinacional de), Bru-
Según la Unesco, la paridad educativa sigue siendo una asignatura pendiente La discriminación de la mujer en el acceso a la educación está presente en muchos países nei Darussalam, Bulgaria, Burundi, Camboya, Canadá, Chile, China, Chipre, Colombia, Costa Rica, Croacia, Cuba, Dinamarca, Dominica, Ecuador, Egipto, El Salvador, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Etiopía, ex República Yugoslava de
Macedonia, Federación de Rusia, Fiji, Filipinas, Finlandia, Francia, Gabón Gambia, Georgia, Ghana, Grecia, Granada, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, Hungría, India, Indonesia, Irán, Irlanda, Islandia, Islas Cook, Islas Marshall, Islas Salomón, Israel, Italia, Japón, Jordania, Kazajstán, Kenya, Kirguistán, Lesotho, Letonia, Líbano, Liberia, Lituania, Luxemburgo, Madagascar, Maldivas, Malta, Marruecos, México, Mongolia, Myanmar, Namibia, Nicaragua, Nigeria, Noruega, Nueva Zelandia, Omán, Holanda, Palestina, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Qatar, ReinoUnido, República Árabe Siria, República Checa, República de Corea, República de Moldova, República Unida de Tanzania, Rumania, Rwanda, Saint Kitts y Nevis, Samoa, Santa Lucía, Santo Tomé y Príncipe, Serbia, Seychelles, Sri Lanka, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Tailandia, Tayikistán, Togo, Trinidad y Tobago, Túnez, Turquía, Ucrania, Uganda, Uruguay, Uzbekistán, Venezuela, Vietnam y Zambia. Aproximándose a esta meta se encuentra otro grupo de países, en el que la igualdad está entre el 80 y el 94 por ciento: Aruba, Belice, Botswana, Cabo Verde, Comoras, Congo, Guyana, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Jamaica, Kiribati, Malawi, Mauritania, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Vanuatu, Benin, Burkina Faso, Djibouti, Guinea, Malí, Mozambique y Yemen. Muy lejos de la igualdad están los casos más extremos: Afganistán, Camerún, Chad, Costa de Marfil, Eritrea, Níger, Pakistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, República Dominicana, Senegal y Swazilandia.
El mapa de la desigualdad
E
n el nivel de la enseñanza primaria, en el que persisten disparidades en el 40 por ciento de los países sobre los que se dispone de datos, la situación afecta más a las niñas en más del 80 por ciento de los casos. Cuatro de los países con las mayores diferencias entre los sexos a escala mundial se hallan situados en el Asia Meridional y Occidental. nº 1064. 19–25 de mayo de 2014
33
32-38 DOSS_32-38 DOSS.qxd 14/05/14 19:57 Página 34
los dossieres
POLÍTICA
De ellos, dos presentan unas disparidades muy acusadas en detrimento de las niñas: Afganistán, con 71 niñas escolarizadas por cada 100 niños; y Pakistán, con 82 niñas escolarizadas por cada 100 niños. Otros dos países de esa región tienen grandes divergencias, por el contrario, en detrimento de los niños: Bangladesh, con 94 niños escolarizados por cada 100 niñas escolarizadas; y Nepal, donde hay 92 niños escolarizados por cada 100 niñas que asisten a la escuela. En 1999, de los 31 países con menos de 90 niñas escolarizadas por cada 100 niños, sólo la mitad aproximadamente habían conseguido dejar de formar parte de ese grupo antes de que finalizara 2011. Otros, como Camerún y la República Centroafricana, realizaron progresos muy lentos. No obstante, incluso en algunos países que avanzaron muy deprisa hacia la consecución de esa meta, como Burkina Faso y el Senegal, las tasas de escolarización se han mantenido entre las más bajas del mundo. Además, la paridad entre los sexos es más difícil de lograr en lo referente a la conclusión con éxito de la enseñanza primaria.
La disparidad bate récords en Afganistán, 71 niñas escolarizadas por cada 100 niños En el lado contrario, las escuelas de Nepal y Bangladesh abren más sus puertas a las chicas En la enseñanza secundaria, las tendencias en materia de paridad entre los sexos varían en función de la región, el grupo de ingresos y el ciclo. De los países sobre los que se tienen datos, un 38 por ciento ha alcanzado la paridad entre los sexos en la enseñanza secundaria. Por nivel, en el 42 por ciento de los Estados se da la paridad en el primer ciclo de la enseñanza secundaria y en el 22 por ciento en el segundo ciclo. En dos terceras partes de los países con dispa-
ridad entre los sexos en el primer ciclo de la enseñanza secundaria, esa disparidad es en detrimento de las niñas. En cambio, esta situación se da en menos de la mitad de los países con disparidad entre los sexos en el ciclo superior de la enseñanza secundaria. Los casos más extremos de desigualdad en la enseñanza secundaria continúan afectando a las jóvenes. De los 30 países en los que hay menos de 90 niñas escolarizadas por cada 100 niños escolarizados, 18 se encuentran en el África Subsahariana. Entre los ejemplos más extremos de otras regiones cabe citar a Afganistán y Yemen, a pesar de las mejoras del último decenio. En Afganistán, en 1999 ninguna joven cursaba estudios de enseñanza secundaria. Antes de que terminara 2011, la tasa bruta de escolarización de las jóvenes había llegado al 34 por ciento, una mejora que se tradujo en un aumento del índice de paridad entre los sexos hasta el 0,55. En Yemen, la tasa bruta de escolarización de las jóvenes aumentó del 21 por ciento en 1999 al 35 por ciento en 2011, lo que redundó en una mejora del índice de paridad
Boko Haram alardeaba con este acto terrorista de cumplir los preceptos islámicos y amenazaba con vender a las niñas secuestradas.
34
19–25 de mayo de 2014. nº 1064
32-38 DOSS_32-38 DOSS.qxd 14/05/14 19:57 Página 35
entre los sexos, que pasó del 0,37 al 0,63. También hay 15 países con menos de 90 niños escolarizados por cada 100 niñas, de los que aproximadamente la mitad forman parte de América Latina y el Caribe. En 1999, en la enseñanza secundaria en Argentina había 95 varones escolarizados por cada 100 jóvenes escolarizadas, y en 2010 esa proporción era de 90 varones escolarizados por cada 100 mujeres. Las comparaciones por grupo de ingresos ponen de manifiesto que los países de menores recursos difieren de los países de ingresos medianos y altos en cuanto a la participación de uno y otro sexo en la educación. Solo el 20 por ciento de los países de bajos ingresos ha logrado la paridad entre los sexos en el nivel de primaria, el 10 por ciento en el primer ciclo de la enseñanza secundaria y el 8 por ciento en el segundo ciclo de la enseñanza secundaria. En Burundi, aunque se había logrado la paridad en la enseñanza primaria, por cada 100 varones matriculados en el primer ciclo de la enseñanza secundaria solo están matriculadas 77 jóvenes, y en el segundo ciclo de la enseñanza secundaria solo están escolarizadas 62 jóvenes por cada 100 varones. En cambio, en los países de ingresos medianos y altos, entre los que figura un porcentaje mayor de naciones que han logrado la paridad entre los sexos, la diferencia ha afectado más a los varones en el primer y el segundo ciclo de la enseñanza secundaria. Por ejemplo, en Honduras, aunque se ha alcanzado la paridad entre los sexos en la enseñanza primaria, en el primer ciclo de la enseñanza secundaria solo se matriculan 88 varones por cada 100 jóvenes escolarizadas y, en el segundo ciclo, únicamente 73 varones por cada 100 mujeres. La Acción de Dakkar. En abril de 2000 tenía lugar un encuentro internacional del Foro Mundial de la Educación, en la capital de Senegal, Dakkar. Allí se establecían unos objetivos en esta materia para toda la comunidad internacional, y bajo el nombre de la Acción de Dakkar se impulsaba una metodología y un seguimiento para la consecución de los mencionados objetivos, con el horizonte puesto en 2015, año en el que la paridad de sexos en el derecho a
Garantizar el pleno acceso de la mujer a una educación báscia de calidad, objetivo de Unesco.
En busca de la paridad educativa Uno de los principales retos para comienzos de este siglo XXI, impulsado por la Unesco, es el de conseguir la absoluta paridad de sexos en materia de escolarización y derechos educativos en todo el planeta, con una meta temporal que hace más de una década fue fijada a finales del próximo año 2015. En particular, partiendo de un análisis realista de la situación global, las pretensiones se han centrado en tratar de garantizar a las niñas un acceso pleno y equitativo a una educación básica de buena calidad, con iguales posibilidades de obtener buenos resultados. Según los informes de esta agencia de Naciones Unidas, en el nivel de la enseñanza primaria, solo el 60% de los países sobre los que se dispone de datos había alcanzado la paridad entre los sexos antes del final de 2011. Entre los países de bajos ingresos, poco más de una quinta parte ha logrado la paridad. En el conjunto de los países, en 17 había menos de nueve niñas escolarizadas por
cada 10 niños. Se prevé que, antes de finales de 2015, de un total de 161 países, 112 habrán alcanzado la paridad entre los sexos en la enseñanza primaria, pero también que en 12 países seguirá habiendo menos de nueve niñas escolarizadas por cada 10 niños. En el nivel de la enseñanza secundaria, solo un 38 por ciento de los países sobre los que se tienen datos había logrado la paridad entre los sexos antes de 2012. Hay 30 países con menos de nueve niñas escolarizadas por cada 10 niños, pero también en 15 países en las escuelas están matriculados menos de nueve niños por cada 10 niñas. Según las proyecciones elaboradas, para antes de que termine 2015, de un total de 150 países, 84 habrán logrado la paridad entre los sexos en el primer ciclo de la enseñanza secundaria, pero también se prevé que 31 países seguirán teniendo unas disparidades entre los sexos extremadamente acusadas.
UNESCO considera que alcanzar la plena paridad entre sexos en la escolarización constituye el primer paso hacia la consecución de la plena igualdad entre los sexos, mediante un entorno escolar libre de discriminación y que ofrezca a los niños y a las niñas las mismas oportunidades de desarrollar todo su potencial. En colaboración con otras agencias y con la inestimable ayuda de varias ONG internacionales se han impulsado proyectos en áreas muy difíciles para garantizar que el entorno escolar sea seguro; mejorar las instalaciones para que, por ejemplo, pueda disponerse de letrinas separadas para los niños y las niñas; formar a los docentes para que tengan en cuenta las cuestiones relacionadas con el género; lograr un equilibrio entre los hombres y las mujeres en el cuerpo docente; y reelaborar los planes y programas de estudios y los manuales escolares con la finalidad de eliminar los estereotipos de género.
nº 1064. 19–25 de mayo de 2014
35
32-38 DOSS_32-38 DOSS.qxd 14/05/14 19:57 Página 36
los dossieres
POLÍTICA
la educación debía estar implantada con criterio universal. En el Marco de Acción de Dakar se establecieron metas claras en materia de paridad entre los sexos y se señaló que se consideraba que había paridad cuando el valor del índice de paridad entre los sexos se situaba entre 0,97 y 1,03. Los valores inferiores a 0,90 y superiores a 1,11 revelan una disparidad extrema. Las proyecciones sobre este parámetro se efectuaron sobre el conjunto de 161 países. En 1999, 91 de esas naciones habían alcanzado la paridad entre los sexos. En el periodo comprendido entre 1999 y 2011, el número que habían logrado esa meta aumentó hasta 101. Según las proyecciones, antes de que finalice 2015 habrán logrado ese objetivo 112 y otros 14 estarán cerca de alcanzarlo. Sin embargo, otros 23 estarán lejos de la meta y 12, muy lejos. De los 35 Estados que seguirán sin poder presentar una plena igualdad de acceso a la educación con independencia del sexo, 19 son del África Subsahariana. Aun así, de los países que no se prevé que alcancen esa meta o estén cerca de alcanzarla, ocho realizaron grandes progresos y lograron que su índice de paridad entre los sexos aumentara en por lo menos un 33 por ciento entre 1999 y 2011. Por ejem-
plo, en Mozambique, la tasa bruta de escolarización de las mujeres aumentó del 59 por ciento registrado en 1999 al 105 en 2012, lo que ayudó a conseguir que el índice de paridad entre los sexos se incrementara de 0,74 a 0,91. En el nivel de la enseñanza secundaria, se realizaron proyecciones hasta 2015 sobre 150 países. En 1999, 65 de ellos habían alcanzado la paridad entre los sexos, número que solo aumentó en uno, hasta los 66, antes de finales de 2011. Pero buena parte del resto ha avanzado considerablemente, por lo que se prevé que para 2015, 84 de los 150 países habrán alcanzado esa meta y 10 estará cerca de hacerlo.
Malala se salvó y pudo acceder, finalmente, a la educación.
La ‘Acción Dakar’ establece que en 2015 debe estar garantizada la paridad de sexos en el acceso a la educación
En África los derechos educativos de las niñas pasan a un segundo plano tras sus obligaciones cotidianas.
36
19–25 de mayo de 2014. nº 1064
El lento avance de África. África Subsahariana sigue siendo la región con el mayor número de países con una acusada disparidad entre los sexos en el acceso a la enseñanza primaria. Los países de la región han seguido trayectorias diferentes desde 1999. No obstante, incluso allí donde se han registrado avances en la consecución de la paridad entre los sexos, esos avances no siempre se han traducido en un aumento del número de niños escolarizados, y mucho menos en una mejora de la igualdad en cuanto a la terminación del nivel educativo ni en los resultados del aprendizaje. Burkina Faso y la República Centroafricana comenzaron desde el mismo nivel de disparidad extrema entre los sexos, con unas 70 niñas escolarizadas por cada 100 niños que asisten a la escuela. La disparidad entre los sexos en la República Centroafricana ha permanecido invariable, lo que ha conllevado que el país tenga ahora el segundo nivel más alto de disparidad entre los sexos del mundo, por detrás del Afganistán. Burkina Faso ha avanzado rápidamente hacia la paridad y logró que en 2012 la proporción fuera de 95 niñas por cada 100 niños, aunque continúa teniendo la séptima tasa bruta de escolarización más baja del mundo. Los progresos de Burkina Faso se deben, en parte, a la exitosa aplicación del Plan Decenal de Desarrollo de la Educación Básica 2000-2009, en el que se prestó una atención especial a la educación de las niñas. Las medidas, que con frecuencia se ejecutaron en colaboración con organizaciones no guber-
32-38 DOSS_32-38 DOSS.qxd 14/05/14 19:57 Página 37
namentales, comprendieron campañas publicitarias, la selección de niñas de zonas desfavorecidas y las becas. Además del plan gubernamental, otras intervenciones apoyadas mediante ayudas han contribuido a promover la paridad entre los sexos en el sistema de enseñanza primaria. El programa Respuesta burkinabé para mejorar las posibilidades de éxito de las niñas brindó un conjunto integrado de intervenciones para las zonas rurales, que incluyó la construcción de escuelas dotadas de pozos perforados y letrinas, un aumento del número de maestras y la movilización del apoyo comunitario en favor de la educación de las niñas. Una evaluación de este programa puso de manifiesto que con él se había logrado que aumentara en 18 puntos porcentuales la escolarización de los niños y en 23 puntos porcentuales la de las niñas. Camerún y Senegal también partía de niveles similares de disparidad extrema entre los sexos en la enseñanza primaria, con unas 80 niñas escolarizadas por cada 100 niños. En Camerún, la disparidad permaneció invariable en gran medida. Sin embargo, sus niveles de escolarización se incrementaron de manera continua a lo largo del decenio. Senegal realizó progresos rápidos y logró la paridad entre los sexos en 2006. A pesar de estos avances, sigue teniendo la novena tasa bruta más baja del mundo de escolarización en la enseñanza primaria. Su avance hacia el logro de la paridad entre los sexos es consecuencia de unos progresos sumamente lentos en la escolarización de los niños, que prácticamente no ha cambiado desde 2004, y no de un aumento sustancial de la matriculación de las niñas. Abandono prematuro. En Burkina Faso, que ha avanzado hacia el logro de la paridad entre los sexos en la matrícula, la disparidad en lo tocante a la enseñanza primaria sigue siendo muy grande: en 2010, el 34 por ciento de los niños y el 24 por ciento de las niñas terminaban la enseñanza primaria. La disparidad entre los sexos en materia de finalización de los estudios primarios es reducida entre los más pobres porque muy pocos llegan al final del ciclo: en 2010, solamente el 11 por ciento de los niños y el 7 por ciento de las niñas cursaron la enseñanza
En la Universidad española son mayoría las mujeres. No así en sus puestos docentes y de gestión.
África subsahariana ofrece los mayores índices de disparidad entre niños y niñas Burkina Faso ha avanzado a marchas forzadas hacia la igualdad primaria hasta el último grado, lo que únicamente representó una ligera mejora respecto de los porcentajes de 1998. En el Senegal se observan mayores avances en materia de finalización de la enseñanza primaria, si bien, como los niños pobres se han beneficiado más que las niñas pobres, ha aumentado la disparidad entre la población infantil pobre. En 2005, había muy poca diferencia en las tasas de finalización de la enseñanza primaria de la población infantil pobre, que eran muy bajas, pero en 2010, el 20 por ciento de los niños terminó ese ciclo frente a so-
lo un 12 por ciento de las niñas. En el Camerún, la mejora de las tasas de terminación de los estudios en su conjunto no alcanzó a las niñas más pobres, que en 2011 tenían incluso menos probabilidades de terminar la enseñanza primaria que en 1998, mientras que las tasas de finalización de los estudios de los niños más pobres experimentaron un estancamiento. Aunque las cifras de niñas y niños que finalizaron la enseñanza primaria son sintomáticas del grado de disparidad entre los sexos en la educación, lo que los niños y las niñas aprenden en la escuela sirve mejor como indicador de la desigualdad. En el ciclo de 2006-2007 del estudio del Programa de Análisis de los Sistemas Educativos de la Conferencia de Ministros de Educación de los Países de Habla Francesa (PASEC), tanto Burkina Faso como Senegal presentaban una disparidad considerable entre varones y mujeres en los resultados del aprendizaje de los estudiantes de quinto grado. Por ejemplo, en Burkina Faso, el 45 por ciento de los niños y el 39 por ciento de las niñas superaron el indicador inferior de referencia en lectura, mientras que el 53 por ciento de los niños y el 45 por ciento niñas llegaron al indicador inferior de referencia en matemáticas. La disparidad era casi el doble en las zonas rurales. nº 1064. 19–25 de mayo de 2014
37
32-38 DOSS_32-38 DOSS.qxd 14/05/14 19:57 Página 38
los dossieres
POLÍTICA
A más nivel educativo, más mujeres EDUCACIÓN PRIMARIA %Mujeres Total Pública Privada
2011-2012 48,51 48,09 49,36
2010-2011 48,54 48,11 49,41
2009-2010 48,53 48,12 49,39
2008-2009 48,50 48,08 49,36
ESO %Mujeres
Total Pública Privada
2011-2012 48,74 48,53 49,15
2010-2011 48,67 48,50 49,00
2009-2010 48,71 48,54 49,03
2008-2009 48,76 48,63 49,00
BACHILLERATO %Mujeres Total Pública Privada
2011-2012 52,84 53,70 50,33
2010-2011 52,23 54,16 50,58
2009-2010 54,24 55,30 51,24
2008-2009 53,60 54,48 51,02
FP SUPERIOR %Mujeres Total Pública Privada
2011-2012 48,79 48,19 50,86
2010-2011 49,64 49,19 51,18
2009-2010 51,32 51,38 51,10
2008-2009 51,79 51,85 51,58
ENSEÑANZA UNIVERSITARIA %Mujeres Total Arquitec. e Ing. Técnica Diplomatura Licenciatura Títulos dobles Estudios de Grado Programas posgrado (Máster) Doctorado
2011 57,95 26,87 73,12 63,00 60,68 43,76 56,61 49,14
2010 59,07 26,66 74,84 63,56 59,56 43,00 56,60 47,52
A más nivel laboral, menos mujeres PROFESORADO UNIVERSIDAD %Mujeres Total Personal funcionario Catedráticas Univ. Titulares Univ. Catedráticas escuela Univ. Titulares escuela Univ. Otro personal funcionario Personal emérito Personal contratado RECTORES %Mujeres Nº Mujeres Nº varones Total *Fuente: Instituto de la Mujer
38
19–25 de mayo de 2014. nº 1064
2011-2012 38,64 34,98 19,53 39,34 29,19 41,10 32,11 21,63 41,46
2010-2011 38,10 34,73 18,38 38,92 29,39 41,10 30,89 30,39 40,81
2009-2010 37,17 34,31 16,80 38,12 30,16 41,58 35,47 39,61 2014 8 6 69 75
Mayoría en la universidad, minoría docente
E
n nuestro país, la paridad por sexos en el acceso a la educación está plenamente garantizada –otro asunto distinto es la creciente dificultad económica que los sectores más desfavorecidos encuentran a la hora de plantearse estudios universitarios–. En las enseñanzas de primer nivel (infantil y primaria, así como la ESO), la proporción de estudiantes varones y féminas se corresponde casi con la de la distribución por sexos de la población en esas edades. Más adelante, en los estudios de bachillerato, y especialmente en los superiores y universitarios, el alumnado femenino se convierte en mayoritario –casi un 53 por ciento en la finalización de la Secundaria, y casi un 58 por ciento en la Universidad-.
La mujer sigue siendo minoría en las carreras técnicas y científicas: sólo el 27 por ciento La mujer parece seguir alejada de las carreras técnicas y científicas, donde es clara minoría en sus aulas –un 27 por ciento-. Sin embargo, su presencia es abrumadora en las diplomaturas y la mayoría de las licenciaturas –un 73 y un 63 por ciento, respectivamente–. Esta presencia mayoritaria de las mujeres en los estudios superiores y universitarios, paradójicamente no tiene una correlación con su situación en la docencia. Pese a representar cerca de un 60 por ciento de los alumnos de las facultades españolas, las féminas solo ocupan el 38 por ciento del profesorado –ni siquiera llegan al 20 por ciento las catedráticas. Más escandalosa aún es la brutal diferencia en las cúpulas de las universidades. De los 75 rectores de todo el país, solamente seis son mujeres, un 8 por ciento. l