2 DE DICIEMBRE. I DOMINGO DE ADVIENTO ESTA CERCA NUESTRA LIBERACION COMENTARIO A LC 21, 25-36

2 DE DICIEMBRE. I DOMINGO DE ADVIENTO ESTA CERCA NUESTRA LIBERACION COMENTARIO A LC 21, 25-36 Un año más se acerca la Navidad. Celebraremos la venida

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2 DE DICIEMBRE. I DOMINGO DE ADVIENTO ESTA CERCA NUESTRA LIBERACION COMENTARIO A LC 21, 25-36 Un año más se acerca la Navidad. Celebraremos la venida de Jesús al nacer en la cueva de Belén. Pero también su venida al final de nuestra vida y al final del mundo entero. Y celebramos, la navidad de cada día: su venida en cada instante. La llegada, hoy, en nuestro Círculo Bíblico. Con imágenes que nos dan un poco de miedo, Jesús nos habla de su venida. Las señales inquietantes del sol, la luna y las estrellas son un reflejo de los momentos difíciles por los que paso yo, pasa mi familia, mi México del alma. Lo importante es que todas estas señales, por dolorosas que sean, nos indican que está cerca nuestra liberación. Hay esperanza en nuestra vida. Por eso andamos atentos y con la cabeza levantada. ¿Qué liberación nos trae Jesús? Nos da la seguridad de que vamos a escapar de todo aquello que sucede en nuestras personas y en lo que nos rodea. Sea nuestro temperamento que no controlamos, nuestros caprichos, nuestras adicciones, nuestros miedos, nuestra ignorancia, sean las injusticias en las que nos tienen quienes nos mandan. Es decir, nos escapamos de todo aquello que nos impide ser felices. Por eso, por su amor, porque Jesús llega a nuestras vidas y las sana y perdona, podemos comparecer seguros ante El. Y ¿cómo prepararnos para la llegada hermosa y liberadora de Jesús? El mismo Jesús nos lo propone: velen y hagan oración continuamente. Velar significa poner todo lo que está a nuestro alcance para sanar el corazón. Nos tocan a veces situaciones familiares y con los vecinos que nos llenan de tristeza y de soledad. Miramos la inseguridad, la corrupción. A la que nos descuidamos, nos deprimimos. No miremos para atrás. Saldremos participando en las Posadas, asistiendo al Círculo, a la Parroquia, mirando por los vecinos y la Colonia. Y claro, en momentos más difíciles, buscando ayuda en las personas preparadas. Velar significa vivir inquietos, trabajando sin cesar para un mundo mejor. Y nos preparamos para la venida de Jesús orando en todo tiempo. La oración personal y diaria en la casa; la oración semanal en el Círculo y la asistencia a la Eucaristía. Dios nos concede pequeñas navidades cada día que nos preparan para la gran fiesta de Navidad que con toda la Iglesia y con gran parte de la humanidad pronto celebraremos. * Señor, que prepare el corazón con el desgaste diario por la causa del Reino y que cada día recargue las baterías con la oración personal. Que desde ya me ilusione esperar la Navidad. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Qué es para ti vivir despierta o despierto? b. ¿Qué haces para mantener viva la esperanza? 1

9 DE DICIEMBRE. II DOMINGO DE ADVIENTO VINO LA PALABRA DE DIOS EN EL DESIERTO COMENTARIO A LC 3, 1-6 En esta segunda semana de Adviento seguimos preparándonos para la Navidad. Hoy la Biblia nos habla de personajes importantes: César Augusto, Herodes y Pilatos, que vivían en ciudades poderosas y que no escucharon la voz de Dios. En cambio la voz de Dios se dejó oír en el desierto sobre Juan, una persona austera, sencilla, con el oído atento a su palabra. Por eso Juan es el indicado para preparar el camino del Señor. Yo también estoy rodeado de muchos “Juanes”. De muchas personas, que como Juan, viven una vida sencilla y tienen el oído atento a la voz de Dios. Son mis hermanos del Círculo Bíblico. Son familiares y vecinos que no andan distraídos en cosas superficiales. Viven intensamente lo más esencial: la vida que Dios nos da. Agradecidos por la vida de cada día y agradecidos por ser hijos e hijas del Padre Dios. Y que andan por los caminos del mundo repartiendo vida. Son aquellos hermanos preocupados por mejorar la colonia, por apoyar y defender a los compañeros de trabajo, que buscan una educación verdadera para la escuela de la colonia, que organizan a los niños y jóvenes en el deporte. Contagian la vida de Dios los catequistas y todos aquellos que trabajan en las capillas y en la Parroquia para que la fe, la esperanza y el amor lleguen a todos los corazones. Ellos me contagian la vida. Y todos los hombres verán la salvación de Dios. Por eso quienes escuchamos la palabra de Dios nos abrimos y ayudamos a toda persona. No nos importa ni el credo político ni el credo religioso. Sabemos que el deseo de Dios es que su salvación llegue a todos. A nosotros nos toca preparar el camino del Señor, enderezar todo aquello que en nuestra vida y en nuestro alrededor está chueco. Y nos toca, como Juan, ayudar a los demás a preparar sus caminos invitando al acercamiento a Dios y a sus deseos: un mundo más solidario y hermanado. Llega la salvación de Dios cuando los enfermos sanan, cuando los ignorantes aprenden, cuando los tristes se alegran, cuando los egoístas se vuelven generosos. La iglesia usa el color morado como señal de trabajo para cambiar los pensamientos y las maneras de hacer las cosas. Nosotros, como Círculo Bíblico, nos ponemos el overol morado del trabajo y nos disponemos a preparar con decisión y gozo la cercana venida de Jesús en esta Navidad. * Que sepa vivir el desierto en mi vida. Que me aferre a lo esencial: saber que Dios es mi Padre que me llama a construir su Reino. Y poco más. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Qué persona en mi vida, como Juan, me han preparado el camino de la fe? b. ¿Cuál es la tarea que el Señor espera de mí en este Adviento? 2

16 DE DICIEMBRE III DOMINGO DE ADVIENTO SOY TRIGO CUANDO COMPARTO COMENTARIO A LC 3, 10-18 Pensando en que Jesús se acerca, nos preguntarnos lo mismo que la gente le preguntaba a Juan: ¿Qué debemos hacer para preparar bonito el corazón para esta Navidad? Y Juan habla de compartir. El que tenga dos capas dé una al que no tiene. Habla de honestidad. No cobre más de lo debido. Habla de no aprovecharse de los demás, de no chantajear, de no vengarse. No abusen, no hagan denuncias falsas, conténtense con lo que les pagan. Jesús tiene la pala en la mano para separar el trigo de la paja ¿Qué hay de paja en mi vida? Veo la paja de mis caprichos en el comer más de lo necesario, en fácilmente dejar comida botada. Y en seguir mis caprichos. Veo la paja en mi tiempo robado a Dios y al prójimo y entregado a las telenovelas, al chisme, a la flojera. Mi corazón es de paja cuando critico tanta corrupción, tanto aprovechamiento en el gobierno y no estoy dispuesto a arriesgar nada para el cambio. Soy paja cuando estando abajo yo también aspiro siempre a tener, a tener más y más, como hacen los de arriba. Veo la paja en mis eternas excusas: son los otros los que tienen que cambiar. La solución no está en el querer siempre más. Juan me grita la solución: comparte. Mi vida es trigo cuando me hago pedacitos por los demás, cuando estoy más atento a mis obligaciones y deberes que a mis derechos, cuando no solamente doy buenas ideas sino que con ellas aporto la solución. Hay dos maneras de vivir la Navidad, en forma de paja, a base de adornos, comidas y regalos. De compras y fiestas. Y hay la manera en forma de trigo a base del fuego que quema nuestro egoísmo, nuestro rencor. A base del fuego que nos arde por dentro con el ansia de expandir la palabra de Dios a quien no la conoce, a base del compartir. Estos días celebramos a María de Guadalupe, que sale a las montañas de Judea para compartir su tiempo, su amor y sus habilidades con su prima Isabel. María que se hace criada del Señor, arde de ansias de “mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa”. María de Guadalupe siempre dispuesta a “oír los lamentos, remediar todas las miserias, penas y dolores”. Celebramos a María, puro trigo * Soy muy lúcido y claridoso en criticar las estructuras malas de los que mandan. Pero muy fácilmente excuso mis caprichos y egoísmo con el cuento del cansancio de los años. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Qué buenas noticias has recibido esta semana? b. Comparte tu amor y devoción a la Virgen de Guadalupe. 3

23 DE DICIEMBRE. IV DOMINGO DE ADVIENTO DICHOSA TU QUE HAS CREIDO COMENTARIO A LC 1, 39-45 ¿Por qué la Iglesia católica le tiene tanto cariño y amor a María? El cariño, la admiración a María viene de las primeras comunidades cristianas, aquellas que escribieron el libro de Lucas. La comunidad lo grita bien claro en boca de Isabel: ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Nos llena de alegría tener a María en nuestro Iglesia, en nuestro hogar y en nuestro corazón. María es dichosa por haber creído que se cumplirían en ella las promesas del Señor. ¿Y cuáles son las promesas del Señor? Están bien explicadas en las palabras del ángel Gabriel. Dichosa tú que has creído… María, una mujer pobre, sin estudios, encariñada como toda muchacha con un hombre, se creyó que estaba llena de la gracia, que el Espíritu Santo había descendido sobre ella, que estaba cubierta de su sombra, que el Señor estaba con ella, que había encontrado el favor de Dios, …. Y que Dios había actuado en ella dándole un hijo. Porque para Dios nada es imposible. Y con María, la primera creyente, la que creyó en el misterio infinito del amor de Dios a los pobres y sencillos, se inicia la cadena de una vida feliz, del gozo de tener a Dios en el corazón, de ser aceptados y amados por El. Cuando María, llena de gracia, se acerca a Isabel, ésta se llena también de la gracia de Dios. Y al igual que María, brinca en su corazón la vida que cargaba. Por el contacto se traspasa la fe. Nosotros nos alegramos porque María nos acerca a Jesús. Ella lo cargó nueve meses en su vientre y, en aquella Navidad y en todas las Navidades, María nos lo regala. Y la promesa de Dios es que su Hijo Jesús plantaría su tienda, levantaría su casa, entre nosotros y sería un vecino más. Y nosotros cada Navidad agradecemos a Dios el cumplimiento de su promesa de enviar a su Hijo Jesús no para condenar al mundo sino para salvarlo. ¿Cómo vivir una Navidad verdadera? Cuando el pobre nada tiene y aún reparte. En tiempos en que tanta gente pasa necesidad, nos toca vivir una navidad austera, sin derroche, sin lujos. No podemos desear felicidades sino somos felices, ni buscamos algo en concreto para que otra persona sea feliz. Cada vez que un niño nace, tenemos claro que Dios sigue confiando en el mundo. Un niño ha nacido, un salvador nos ha sido dado. Es Jesús, el hijo de María. Felicidades. * Que nada ni nadie empañe el gozo profundo de Jesús en mi vida. Y a este Círculo Bíblico y a cada hermana y hermano, y a su familia. FELIZ NAVIDAD. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte una experiencia de alguien que te ayudó o bien que tú hayas ayudado b. ¿Cómo te preparas para vivir la Navidad? ¿Qué piensas hacer en tu casa? 4

30 DE DICIEMBRE. UN MODELO DE FAMILIA COMENTARIO A LC 2, 41-52 PENÚLTIMO DIA DEL AÑO ¿Cuál es la primera iniciativa de Jesús que narran los Evangelios? Apenas Jesús entraba a los doce años, dejando a sus padres, se fue a buscar a su Padre Dios. ¿No saben que tengo que estar donde mi Padre? Les dijo después de tres días de buscarlo desesperadamente y por fin hallándolo en el templo sentado en medio de los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Aquí nacen los Círculos Bíblicos. Un grupo de personas interesadas en escuchar la Palabra de Dios estando Jesús en medio. Jesús aportando una nueva manera de conocer a Dios. Estamos celebrando la fiesta de la Sagrada Familia. Esta familia formada por José, María y Jesús es el ejemplo a seguir porque cada quien busca cumplir la voluntad de Dios. Y no es fácil. María acepta ser madre de un niño en circunstancias muy difíciles. José no comprende el proceder de su esposa que se ha embarazado, según piensa él, antes de hora. Pero José deja obrar a Dios. Jesús sin avisar a sus padres se lanza a escuchar la Palabra de Dios. Da a entender que Dios está por encima de la familia. Una familia cristiana no es aquella en la que uno manda y todos obedecen. No. Una familia cristiana no es aquella en que todos siempre andan juntos. No. Una familia cristiana es aquella en la que todos sus miembros se esfuerzan en responderle a Dios. Aunque a veces seguir a Dios suponga una ruptura con la familia. Dejar el hogar para asistir al Círculo Bíblico ya supone a veces incomprensión. Más cuando se trata de dejar la familia para comprometerse en la parroquia, en el trabajo o en la escuela. ¡Cuánta incomprensión supone romper con la familia! Como María nos toca guardar fielmente todo en el corazón. Pero sólo así expresamos la libertad de los hijos de Dios y sólo así expresamos que Dios es lo más importante de la vida. Jesús iba creciendo en sabiduría, en edad y en la gracia tanto para Dios como para los hombres. Así nosotros, al igual que Jesús, crecemos en sabiduría al leer la Biblia y al estudiar. Crecemos en edad porque nos cuidamos la salud, y crecemos en la gracia porque rezamos en el hogar y en el Círculo Bíblico. Y porque cargamos buenas obras. Solamente así, nuestra familia, como la de Jesús, será sagrada. * Que no solamente sienta bonito en la gran familia de los Círculos Bíblicos, sino que me entregue bonito a ella. Que aprenda a crecer como creyente en ella. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Qué recuerdos tienes de tu familia en tu niñez? b. Repasa el año que finaliza. Las cosas buenas, las difíciles… 5

DOMINGO 6 DE ENERO. UNA LUZ EN LA OSCURIDAD COMENTARIO A MT 2, 1-12 Iniciamos el año nuevo con mucha oscuridad. A nosotros nos toca sufrir una gran oscuridad económica. Siendo nuestro país uno de los países más ricos del mundo, cada vez son más los mexicanos que viven en la pobreza. Una gran oscuridad política, por tantos corruptos allá arriba. Nos toca sufrir la oscuridad de la eterna inseguridad, del miedo de cada día a que nos roben, nos asalten. La oscuridad de no encontrar justicia en ningún lado. La oscuridad de una televisión que miente y llena el corazón de violencia y ansias de tener. Están al frente del país muchos Herodes que presumen de querer adorar y servir al niño, al pueblo, cuando en su pensamiento sólo está el aprovecharse. Hay mucha oscuridad. Y dan ganas de encerrarse en casa, de no meterse en líos. Y luego la oscuridad en mi vida: los problemas, la poca salud, las dudas de la fe, la soledad. Pero hoy la palabra de Dios nos habla de unos Magos de Oriente que supieron ver en noche oscura una estrella. Y movidos por esta estrella se pusieron en camino, preguntaron ¿dónde está el rey de los judíos? Porque hemos visto su estrella y venimos a adorarlo. No sabían dónde encontrar a Jesús. Algo en su corazón les hacía ver que hay otra manera de vivir. No estaban satisfechos con su vida. Y buscaron. No se quedaron con los brazos cruzados ante la duda, en los momentos difíciles, en la oscuridad. Preguntaron a los vecinos ¿dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Y encontraron respuesta en la Biblia. En Belén de Judá ya que así lo anunció el profeta. Y al final, encontraron la luz en su vida, la estrella los guió hasta el niño. Y sintieron la alegría de estar con Jesús, la alegría de ver a María, su madre, y reconociéndolo como el Señor, arrodillándose, adoraron a Jesús. Pusieron todo lo que tenían al servicio de Jesús. Y encontraron el sentido a sus vidas. Y así guiados por la estrella del Espíritu Santo, la Biblia y el Círculo Bíblico regresamos cada semana a los quehaceres de la vida, a la buena obra del mes, más contentos y más claros. Iniciamos un año nuevo con la bendición de Dios y la certeza de que la estrella de Jesús guía nuestros pasos. * Que la oscuridad de mi corazón y la oscuridad de mi alrededor no me paralicen. Que no me encierre en pequeños entretenimientos. Que no me canse de sacar del cofre de mi corazón todos los dones recibidos por Dios para ofrecerlos a los demás. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Cuáles son las estrellas que han guiado el camino de mi vida? b. ¿Cuál es mi propósito de Año Nuevo? 6

DOMINGO 13 DE ENERO BAUTISMO DE JESUS. TU ERES MI ELEGIDO COMENTARIO A LC 3, 15-22 Un día con el pueblo que venía a bautizarse, se bautizó también Jesús. Un momento impresionante y desconcertante. Sabemos que se bautizaban en aquel tiempo a orillas del río Jordán las personas que se sentían pecadores y que tenían miedo a la llegada de Dios. Sin embargo, Jesús es un hombre bueno y que siente a Dios como su padre. Y aún así. Se bautiza. ¿Cómo entenderlo? Jesús se sentía parte del pueblo pecador. Miraba a su alrededor y veía la injusticia. Algo le movió por dentro para dejar la familia, el trabajo, las amistades y ponerse en la fila de aquellos que querían cambiar su vida personal y también cambiar la vida del pueblo. Jesús no era un hombre conformista. Buscaba. Siempre buscaba. Fue precisamente en estos momentos en que Jesús, confundido con el pueblo, tuvo una experiencia profunda en su vida. Estando en oración sintió en su corazón la voz de Dios. Tú eres mi hijo, el amado. Tú eres mi elegido. A partir de este momento Jesús vio siempre a Dios como su “apá”, como su “papito” del alma. A partir de ahora y en todo momento se sintió en manos de un Padre amoroso. A partir de ahora buscará renovar en la oración de cada día el amor que el Padre le tiene y buscará encontrar la voluntad de Dios. A partir de ahora Jesús será dócil, obediente a la voluntad del Padre. Los primeros cambios que vemos en Jesús son el abandono de su pueblo, Nazaret, el abandono de su hogar y su familia, para iniciar una nueva vida errante. E incluso el cambio de oficio: Ya no será carpintero, ahora irá de pueblo en pueblo, sin piedra en donde reclinar la cabeza, como curandero o sanador. Con el agua del bautizo Jesús ha descubierto que Dios es Dios de vida. Y pasará sus últimos años de su vida dando vida a los demás: salud, comida, aliento a todos los marginados, aceptación, perdón y dando la vida de la Palabra de Dios. *Gracias Padre por todas las personas que en mis momentos difíciles y equivocados se han acercado. Su amistad incondicional me ha impulsado a ser cada día mejor. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte una experiencia profunda de Dios que hayas tenido b. ¿Qué cambios has visto en tu vida y en la vida de las personas que te rodean en el grupo?

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DOMINGO 20 DE ENERO UNA FIESTA QUE NO SE ACABA COMENTARIO A JN 2, 1-11 Hoy el evangelista Juan nos cuenta a qué vino Jesús al mundo. El agua para las purificaciones representa el pensamiento que tenían los judíos. Para ellos Dios era castigador y se contentaba si uno ofrecía un animal para ser quemado y si uno cumplía unas obligaciones, como lavarse las manos. Pensaban que Dios era sobre todo celoso de sus privilegios. Pero llega Jesús y cambia el agua por el vino. Ahora ya no sirve el Antiguo Testamento. Ahora todo ha cambiado. Por Jesús sabemos que Dios es celoso de los derechos del hombre, que se alegra cuando mira los hombres felices, viviendo como hermanos un gran banquete, una fiesta sin fin. Así se manifestó la gloria de Dios Ahora sabemos, pues, cuál es el querer de Dios: que vivamos todos los hombres como en una fiesta. Y ¿cómo se vive en una fiesta? Hay vino para todos. El vino significa la alegría. El primer deseo de Dios sobre la humanidad es la alegría para todos. Todos los hombres viviendo con un corazón en paz, sin remordimientos, sin rencores. En la fiesta nadie se queda sin comer. Por eso la oración de Jesús empieza pidiendo el pan de cada día, para todos. Con la comida entendemos la salud, la escuela, el trabajo. Para todos, todo. Luego en una fiesta todos comen lo mismo. Es señal de igualdad. Ese es el deseo de Dios para toda la humanidad. Que vivamos en igualdad. A Dios le duele ver cómo unos tienen mucho y otros nada. Dios se alegra cuando los hombres nos tratamos como buenos hermanos. También en una fiesta, todos traen su mejor vestido, todos lucen su mejor sonrisa. Porque cuando vamos a una fiesta queremos que quienes nos invitaron se sientan a gusto y felices. ¿Cómo contentamos a Dios? Viviendo los hombres como hermanos. Llegamos al Círculo Bíblico con nuestra mejor sonrisa, con ganas de que todos pasemos un rato a gusto, como en una fiesta. Y así queremos llegar al hogar, a la escuela, al trabajo. Como Jesús en las bodas de Caná de Galilea, cuando su madre intercedió por los novios. María entra en escena. Por su intercesión llega el mejor vino, llega Jesús a nuestras vidas. Antes de conocerlo éramos personas “agüadas”. Ahora nuestra vida tiene sabor. Y sus discípulos creyeron en él. Si los demás nos ven contentos, los arrastraremos para seguir a Jesús * Que pueda tener un corazón limpio, lleno de vida, para poder contagiar un clima de fiesta. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte una de tus mejores fiestas vividas. b. Comparte tu devoción a la Virgen María 8

DOMINGO 27 ENERO. HOY MISMO SE CUMPLE COMENTARIO A LC 1, 1-4; 4, 14-21 Seguimos con el buen sabor de la semana pasada, gozando el vino nuevo de Caná de Galilea. Con otras palabras, hoy, Lucas nos presenta el programa de Jesús. ¿A qué vino Jesús? ¿En qué consiste este vino nuevo que viene a repartir? ¿Cuál es la gloria de Dios que Jesús manifiesta? Jesús está en Nazaret, en el pueblo en donde se crió, y como buen judío una vez por semana asiste a la lectura de la Biblia. En esta ocasión lee el texto de Isaías: El Espíritu del Señor está sobre mí, me ha ungido para traer la buena nueva a los pobres, para anunciar a los cautivos su libertad, y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos y para proclamar el año de la gracia de Dios. Y Jesús empezó a decirles: Hoy se cumplen estas profecías que acaban de escuchar. Este es el resumen de la tarea que Dios le da a Jesús para cumplirla durante toda su vida. Y esa tarea empieza para Jesús, hoy. El hoy de Dios alcanza nuestro hoy. Como en Dios no hay tiempo, aquel hoy de Jesús es también el nuestro. Hoy estamos, como Jesús en su tiempo, una semana más, reunidos en el Círculo Bíblico para leer y escuchar la Palabra de Dios. Hoy nosotros tenemos los ojos puestos en El. Sabemos que aunque la lectura la lee uno del grupo, quien de veras nos lee la Biblia es el mismo Jesús. Hoy nosotros, que somos de familias sencillas, escuchamos la buena noticia que de nosotros y para nosotros es el Reino de Dios. Que nadie hay tan rico que no pueda recibir ni tan pobre que no pueda dar. Que nuestra pobreza material y nuestra pobreza espiritual no le impiden a Dios invitarnos día a día a sentarnos con El y gozar de su Palabra. Hoy, nosotros, que somos cautivos de nuestro temperamento, de nuestros caprichos, del qué dirán, nos sentimos libres. Libres para hablar con aquella persona y decirle realmente lo que pensamos. Hoy, nosotros, los oprimidos por una vida dura desde muy pequeños, oprimidos por tantas enfermedades, miedos y tanta soledad, hoy, se cumple el momento de nuestra libertad, de nuestro respirar hondo, de nuestro salir del hoyo, de levantar la mirada y la esperanza. Hoy, nosotros, los oprimidos por la tristeza, la enfermedad, los recuerdos del pasado y el egoísmo del presente, proclamamos el año de la gracia del Señor. * Que no me canse Señor de vivir en mi corazón el año de gracia y de anunciarlo SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Qué cadenas has roto desde que estás en el Círculo Bíblico? b. Dios te abrió los ojos. ¿Cómo miras ahora a Dios? ¿Y a tu familia? 9

DOMINGO 3 FEBRERO. CREO EN EL POBRE COMENTARIO A LC 4, 21-30 Escuchamos el domingo pasado el programa de Jesús: dar buenas noticias a los pobres, anunciar la libertad a los cautivos, abrir los ojos a los ciegos, quitar toda opresión y proclamar el año de gracia. Hoy con sorpresa vemos que en un primer momento los vecinos todo lo aprobaban, muy admirados de esta proclamación de la gracia de Dios. Sin embargo, no esperaban que la salvación, el cambio viniera por el hijo de José, por el hijo de un vecino más, de un pobre más. Ellos esperaban que los cambios vendrían de los poderosos, de los de arriba, de aquellos que tienen dinero, estudios y poder. Y todos en la sinagoga se indignaron. No aceptaron a Jesús, el hijo del carpintero. Se levantaron y lo arrastraron fuera de la ciudad, llevándolo hasta un barranco del cerro para arrojarlo desde ahí. ¡Ay, cuánto nos cuesta creer que los cambios verdaderos vienen desde abajo, desde nosotros mismos! Debemos de empezar por creer que el mismo Espíritu Santo que estaba iluminando la mente de Jesús, ilumina también la mente de la hermana que está sentada junto a mí. Debemos de creer que Dios saca a los poderosos de sus tronos y pone en su lugar a los humildes. Estamos demasiado creídos que sin el licenciado, sin el arquitecto, sin el rico, sin el sacerdote no podemos hacer nada. ¡No creemos en la fuerza de los pobres!. Simplemente recuerda a través de quien te llegó la fe a tu corazón, quienes fueron tus catequistas, quien te invitó al Círculo Bíblico, quien de verdad te dio la mano en tus apuraciones, quien está mejorando la escuela, la iglesia, la colonia y verás al familiar, al vecino, a la gente sencilla. Recuerda quienes iniciaron los grandes cambios en la patria: Hidalgo, Morelos y Matamoros, unos simples sacerdotes. Benito Juárez, el pastorcito indito de Oaxaca. Recuerda aquel grupo de campesinos que asaltaron las tierras que pertenecían a las grandes compañías y consiguieron la repartición de los ejidos en el valle de Mexicali. Recuerda: ¡El pueblo, unido, jamás será vencido!. Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre ahí estaré yo. Seamos agradecidos del poder que Dios nos ha dado con Jesús para cambiar nuestros corazones, nuestros hogares, nuestra colonia y nuestra patria. * Que acepte Señor que mis compromisos con la gente sencilla acarreará incomprensiones en aquellos que viven cerca de mí. Que sea más fuerte la fidelidad a tu Palabra que el trastorno que pueda causar a ellos y a mí. ¡Y que sepa vivir en tensión, como Tú, Señor!. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte la experiencia de incomprensión y persecución por causa de la justicia b. Comparte una experiencia de conseguir algo a través de la unión. 10

DOMINGO 10 DE FEBRERO SI TU LO MANDAS ECHARE LAS REDES COMENTARIO A LC 5, 1-11 Es hermoso imaginarse a Jesús sentado en una barca y mucha gente alrededor escuchando su palabra. Es hermoso ver que hoy se repite la misma escena. Somos un Círculo Bíblico sentado alrededor de Jesús. No lo vemos. Lo sentimos y sabemos que la Palabra que escuchamos es su palabra. Una vez finalizaron la escucha de la palabra de Jesús llegó el momento de ponerla en práctica: lleva la barca a la parte más honda y echa las redes para pescar. Salimos de aquí y nos metemos a lo hondo de la vida, a lo más hondo de los problemas familiares, de la colonia, de la capilla. Nos metemos a lo más hondo de nosotros mismos. Y pasan los días y los meses y hasta los años y decimos: Maestro, hemos trabajado toda la noche sin pescar nada. Vivimos tan a menudo esta sensación de mirarnos las manos y encontrarlas vacías. De sondear nuestro corazón y verlo tan sin nada de bueno. ¿Dónde está el secreto de la pesca? Tal vez en esas palabras: si tú lo mandas. Porque nos pasamos horas y horas pescando lo que nosotros queremos pescar: salud, dinero, aplausos, satisfacciones, comodidades, placeres. ¿Pero qué hacemos con todo eso? Sabemos por experiencia que nuestra voluntad, Señor, no siempre coincide con la tuya. Por eso hoy estamos aquí, quitando todo aquello que nos estorba para descubrir tu voluntad. Entonces lo dejaron todo y siguieron a Jesús. ¿Qué estorba en la barca de mi vida, del grupo, de la familia que amenaza hundirse? No podemos salir a pescar si no tenemos en cuenta a los demás. Pidieron por señas a sus compañeros que estaban en la otra barca que vinieran a ayudarlos. La pesca del Reino de Dios se hace en grupo, se hace en familia, se hace en comunidad. Codo con codo con los demás. Así ya no puedo presumir de ser un gran pescador. Es la comunidad, la iglesia, la pescadora. Y así en grupo gozamos a cada rato el milagro de la pesca: aumentan los hermanos en el grupo de Biblia, los niños en el catecismo, en la escuela de tareas, en el deporte. Aumentan aquellos que sirven a las capillas, a la comunidad. Y dentro de la familia aumenta la alegría y la generosidad. Estamos llamados a pescar en grande. ¡Gracias, Señor! * Que no tema meterme en lo más hondo del compromiso sabiendo que Tu estás conmigo. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte momentos de cansancio, de frustración, de desánimo en tu vida b. Comparte la experiencia de gozo, de plenitud, de éxito en alguna actividad del grupo. 11

DOMINGO 17 DE FEBRERO. I DE CUARESMA. LAS TENTACIONES COMENTARIO A LC 4, 1-13 Jesús lleno del Espíritu Santo fue tentado por el diablo. No está reñida la gracia de Dios, la santidad, con sufrir las tentaciones. Hoy vemos a Jesús recién bautizado, habiendo escuchado la voz de Dios que le decía: Tú eres mi Hijo, el Amado, tú eres mi elegido, y lo vemos sometido a las pruebas de la tentación. Jesús pasó por todas las tentaciones por las que pasamos nosotros. El diablo siguió pegado a Jesús a lo largo de toda su vida, para volver en el momento oportuno a tentarlo. Aquí Lucas resume en tres, las tentaciones que sufrió Jesús y que sufrimos todos los hombres. La primera tentación es la tentación del tener. Manda a esa piedra que se convierta en pan. Es verdad que necesitamos el pan, que necesitamos el trabajo, que necesitamos dinero. Pero el hombre no vive solamente de pan. Si comprar algo, viajar, etc supone en otro lado salarios de hambre, destrucción de la naturaleza, ese tener es tentación. Si tener más dinero supone no estar con la familia, no cultivar el cuerpo, la formación o la oración, ese tener es tentación. Luego está la tentación del poder. ¿Ante quién me arrodillo? ¿Ante las telenovelas? ¿Ante el alcohol? ¿Ante el Internet? ¿ante las modas? Venzo la tentación cuando soy libre, cuando soy servidor. Adorarás al Señor tu Dios y al El sólo servirás. Y está la tentación de no respetar la realidad. Tírate de aquí para abajo y nada de pasará. Los ángeles te llevarán en sus manos para que no tropiecen tus pies en alguna piedra. Hay enfermedades, en lugar de buscar el médico, busco sólo rezar o busco una bruja. Tengo diabetes, colesterol, pero se me antoja comer eso, total es un día. Ando tomado y manejo, si me estrello es que ya me tocaba. Mi negocio anda mal, le prendo una vela a un santo. Y ya. Voy a bares y antros, miro películas y videos, leo malas revistas, pero soy fuerte, nada me pasará. Dice la Escritura: no tentarás al Señor tu Dios. Este miércoles iniciamos la cuaresma. La mejor manera para preparar el corazón para la gran fiesta de la pascua es a base de oración, limosna y austeridad. El mismo remedio para no caer en tentación. * Concédeme Señor sabiduría y fortaleza para poner todo lo que esté de mi parte para cuidar mi salud del cuerpo y del alma. Y así ser un instrumento de tu paz. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Qué tentaciones hay en mi vida? ¿Qué tentaciones que me llegan por la tele? b. ¿Qué me ayuda para no caer en tentación? 12

DOMINGO 24 DE FEBRERO. II DECUARESMA QUE SOLO SIGA TU VOZ COMENTARIO A LC 9, 28-36 El seguimiento de Jesús es difícil. Lo sabemos por experiencia. Se trata de nadar contra corriente. Y eso cansa y a menudo nos desanimamos. De vez en cuando el Señor nos lleva consigo, como a Pedro, Santiago y Juan y nos invita a acompañarlo en su transfiguración. Son los ratos hermosos de la vida. Muy a menudo vividos en ratos de oración, entre los hermanos del Círculo Bíblico, o mirando un cielo estrellado o un atardecer. Vemos la vida con otros ojos, vemos lo mismo de cada día pero con un aspecto blanco, hermoso, transfigurado. Aquella persona insoportable, ya no lo es tanto. Aquel peso insoportable, ahora se hace liviano. Y gritamos como Pedro: Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Son aquellos momentos en que le damos gracias a Dios por haber conocido a Jesús, por haber descubierto su Palabra, por tener la llave de la paz y la alegría, los encuentros personales con el Señor. Son aquellos momentos de gozo en la familia, en la comunidad. Aquellos momentos únicos vividos en los retiros y en el grupo. Los recuerdos imborrables y bellos de nuestra infancia. Y quisiéramos que el tiempo se detuviera. Y de repente se formó una nube que los cubrió con su sombra. Nos llega la enfermedad, el descalabro económico, el desamor. Llega a nuestro corazón el miedo, el temor. Es el momento de no echar marcha atrás. Nos toca vivir la fe desnuda en Jesús. La certeza de que a pesar de tanta oscuridad estamos en el camino correcto. En momentos de turbación, no tomar decisión recomiendan los santos. Es el momento se seguir con las costumbres, rutinas y compromisos de cada día. A pesar de que no tengo ganas, asisto al grupo. Es el momento de abrir los oídos del corazón y escuchar la voz que dice: Este es mi hijo, mi elegido, escúchenlo. Volvemos a escuchar las palabras del maestro de cargar la cruz de cada día, de perder la vida por la causa del Reino, de no avergonzarnos de seguirlo, de la puerta estrecha. Es el momento que se escapa a la razón. Es el momento del misterio. De que El estará con nosotros todos los días, hasta el final. * Que no me canse de descubrir, admirar y agradecer las transfiguraciones en mi vida y en la vida de quienes me rodean. Que no mire hacia atrás, que no me detenga en los momentos de soledad. Que sienta, Padre, lo que soy, tu hijo, tu elegido. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte las vivencias de un retiro espiritual, de un Círculo Bíblico inolvidable b. Comparte bellos momentos espirituales en tu infancia 13

DOMINGO 3 DE MARZO. III DE CUARESMA QUE NO FALTE EL ABONO EN MI TIERRA COMENTARIO A LC 13, 1-9 Le platican a Jesús de aquellos vecinos de Galilea a quien Pilatos había hecho matar en el templo, mezclando su sangre con la sangre de los sacrificios. La gente estaba preocupada no tanto por la gente asesinada, sino por la pureza del templo al quedar manchados los sacrificios con la sangre de los asesinados. Y pensaban que la desgracia era resultado del pecado de los asesinados. Pensaban que detrás de toda desgracia hay un mal comportamiento. Jesús nos pide cambiar el pensamiento. Si ustedes no toman otro camino, perecerán igualmente. Lo importante es el dolor de la gente y la disposición nuestra de aliviarlo. Y las desgracias no siempre son señal de maldad. También le platican de las dieciocho personas que quedaron aplastadas cuando la torre de Siloé se derrumbó. Tal vez la torre tenía desperfectos. Pensaron que la torre nunca se iba a caer, y se equivocaron. La torre se les vino encima. Y si no cambian el camino, es decir, si siguen colocándose debajo de torres peligrosas, les volverá a suceder lo mismo. Por experiencia sabemos lo que nos hace daño. Y si vuelvo a repetir la experiencia, volveré a sufrir el daño. Si sigo frecuentando esas personas, seguiré de alcohólico o de chismoso. Si sigo leyendo estas revistas, viendo estos videos o telenovelas, seguiré con la misma intranquilidad. Si sigo alejado de la Misa, del Círculo Bíblico, sin darme mis tiempos para la oración, seguiré viviendo angustiado, a medias y de malas. En los evangelios la higuera representa muchas veces el templo de Jerusalén. Para Jesús la gracia de Dios y el perdón de Dios ya no pasan necesariamente por el templo. Cuando quieras rezar, enciérrate en la recámara de tu casa y ora, proponía Jesús. Y Jesús perdonó a aquel paralítico, que bajaban entre cuatro desde el agujero del techo, en una casa particular. Por eso los Círculos Bíblicos se reúnen muy a menudo en las casas, y Dios está ahí presente. Pero la higuera también soy yo. Dios espera de mí una vida llena de frutos, de buenas obras. Suerte que tengo a Jesús de viñador, quien con su palabra cada semana abona la tierra y espera con paciencia los frutos de mi vida. * Gracias Jesús por cavar a mi alrededor (tanta providencia, tantas oportunidades) y echarle abono a mi vida (las oraciones y ejemplos de mis hermanos) esperando un cambio en mi. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Qué cambios (amistades, trabajos, rutinas) he hecho en mi vida para ser fiel a Dios? b. ¿Cuáles son los abonos que me permiten dar buenos frutos? 14

DOMINGO 10 DE MARZO. IV DE CUARESMA LLAMADO A SER EL PADRE COMENTARIO A LC 15, 1-3. 11-32 Nos encontramos ante la explicación más bella de cómo es Dios. Todas las otras explicaciones que nos presentan a Dios como todopoderoso, como creador, como omnipotente, como castigador… se difuminan, se apagan, ante esa parábola. Dios es ¡un Padre!. Lo confesamos cada domingo en el credo. Creo en un solo Dios, Padre… Dios no puede hacer otra cosa que ser Padre, no puede hacer otra cosa que amar. El hijo menor pone en vergüenza al Padre al pedirle en vida la herencia. Como si lo quisiera muerto. Es una deshonra para el padre. Lejos del padre, el hijo malbarata todo, se revuelca con puercos, pasa hambre y necesidad. Al final, por el hambre, regresa al padre. El padre lo abraza, le devuelve la dignidad de hijo, le perdona antes de que el hijo se confiese culpable y organiza una fiesta para toda la familia. Fácilmente me reconozco ese mal hijo, que alejado de Dios ha echado a perder todo: la salud y la familia. También tengo experiencias de haber sentido el abrazo del Padre Dios que me acepta tal como estoy, me anima a participar de la fiesta. Me cuesta aceptar que no hay reproche, ni cobros ni facturas ni menos castigo. El hijo mayor obedece al padre. Es trabajador. Cumple las leyes de hogar. No se ha salido nunca de él. Pero tiene un corazón duro y resentido. Se cree bueno, y señala los errores y pecados del hermano. Prefiere irse con amigos que acompañar al padre y al hermano en la fiesta. También me reconozco en este hermano cumplidor de leyes y preceptos, pero con un corazón pequeño, rencoroso y egoísta. Y luego está el padre. Con un solo y gran deseo. Que todos sus hijos festejen un solo banquete. Que la casa se llene de música, de alegría y de perdón. También quiero parecerme al padre. También entiendo que esa es mi tarea. Ser un padre para todos. Acercar a todos a la mesa de la fraternidad, a la mesa de Jesús. Y sentir el desgarro del corazón ante tanta desunión y pleito entre hermanos, familias y naciones. Y pasar por la vida abrazando y organizando fiestas de hermandad. * Que siempre vea a Dios como Padre. Que siempre abrace a todos y sea puente de unión. Que siempre esté más atento a las necesidades de quienes me rodean, que de las propias. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte una vivencia tuya de perdón. De perdonar o de ser perdonado. b. Comparte el banquete más hermoso de tu vida. 15

DOMINGO 17 DE MARZO. V CUARESMA NO DEFENDER LA LEY, DEFENDER EL AMOR COMENTARIO A JN 8, 1-11 La última palabra no la tiene la ley. La tiene el amor. Por la ley aquella mujer adúltera tenía que ser apedreada. Lo marcaba la ley. Le recuerdan a Jesús: La ley de Moisés ordena que mujeres como ésta, mueran apedreadas. Tú ¿que dices? Y Jesús no mira las leyes. Mira los corazones de los hombres. El que no tenga pecado, lance la primera piedra. Las leyes humanas no coinciden muchas veces con la voluntad de Dios. Los de arriba se aprovechan de la mujer cuando sacan leyes que le dan menos salario que al hombre, cuando no le dan los tiempos suficientes para dar a luz y ofrecer los cuidados a los hijos. Las leyes permiten horarios para las mujeres que destrozan el hogar. Los de arriba sacan leyes que permiten el abuso de las mujeres cuando negocian con sus cuerpos para atraer las ventas, cuando les ofrecen en las maquilas trabajos delicados y precisos que desgastan la vista, queman los dedos, enferman las piernas y los pulmones. Hay todavía muchas prácticas dentro de los juzgados que no le hacen justicia a la mujer. Por eso, para Jesús, la ley no tiene la última palabra. Tampoco las leyes de la Iglesia coinciden siempre con el Evangelio de Jesús. Si Jesús viviera ¿estaría de acuerdo con el lugar que la iglesia le da a la mujer en su organización? ¿El papel de las mujeres dentro de las parroquias corresponde al papel de hermanas en la fe, con igualdad de derechos que los hombres? Jesús da a entender a la mujer adúltera que la comprende y la perdona. Tampoco yo te condeno. También la anima a buscar la manera de no cometer aquello que la hace sentir mal. La anima a salirse de ambientes que la puedan perjudicar. En adelante no vuelvas a pecar. Busca un futuro mejor. Busca aquello que te puede fortalecer. Y luego está la dureza del corazón de los viejos. Muchos tenemos el corazón viejo. Queremos deshacernos pronto de las personas problemáticas. Queremos arreglar los asuntos con violencia. A veces gritamos, a veces exigimos con mala cara. Y luego queremos que nos consideren. * Señor que tenga el trato con la mujer como tú lo tuviste. Que la mire con ojos limpios de hermano, no con ojos de dominio. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte una experiencia de maltrato a la mujer b. Comparte una visita a una institución que defienda al débil (enfermos, pobres, presos..) 16

24 DE MARZO. DOMINGO DE RAMOS EL REINO DE LA JUSTICIA Y MISERICORDIA LC 19, 28-40 Este próximo domingo celebraremos el DOMINGO DE RAMOS, el inicio de la Semana Santa. Jesús ha tomado la firme decisión de presentarse a Jerusalén, tal vez con la esperanza de la pronta llegada del reino de Dios que vendría a transformar el mundo, quitando todo dolor, con la esperanza de la llegada de la paz para toda la humanidad. También nosotros entramos con la firme decisión de vivir intensamente esta Semana. Por una puerta llega a Jerusalén Poncio Pilato, montado en un caballo, rodeado de soldados, para imponer una falsa paz a base de las armas y la violencia. Por otro puerta llega Jesús montado en un burrito, señal de sencillez, señal del pobre elegido por Dios para confundir a los poderosos, quienes montaban a caballo. Viene a dar la paz fruto de la justicia y de la misericordia. Empezamos la Semana Santa igual que los apóstoles que le echaron sus capas encima del burrito para que Jesús se montara. Igual que la gente de Jerusalén que extendía sus mantos sobre el camino, alabando a Dios a gritos, con gran alegría por todos los milagros que habían visto. Los habitantes de Jerusalén pusieron sus mantos y movieron sus ramas. Nosotros hemos puesto nuestra oración, nuestro ayuno y nuestra limosna. La mejor manera que tenemos para preparar el camino a la gracia que el Señor derramará en su amor que lo comprometió hasta la muerte y le propició la resurrección ofrecida por el Padre. Ahora nos sentimos vecinos alegres esperando la gracia de Dios que se derrama en la Semana Santa. Y el primer regalo, es el regalo prometido por Zacarías, el dictará la paz a las naciones, es el regalo implorado por la gente de Jerusalén al paso de Jesús, paz en el cielo y gloria en lo más alto de los cielos. Tener el corazón en paz nos permite relacionarnos pacíficamente con los demás. Lo cual no quiere decir ingenuamente o pasivamente Se trata de gritar a los cuatro vientos que el mundo necesita paz, justicia, trabajo, democracia. Necesita salvación. Y que nadie acalle esta voz. De lo contrario gritarán las piedras. * Agitar una palma en la mano será señal de mi compromiso en evitar todo aquello que me distraiga en vivir intensamente la Semana Santa. Y sentirme pueblo agradecido al Señor. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Cómo vivirás la Semana Santa? b. De todas las celebraciones de la Semana Santa ¿cuál es la que te motiva más? 17

30 DE MARZO. VIGILIA DE LA PASCUA JESUS VIVE COMENTARIO A LC 24, 1-12 ¡Es Pascua! Celebramos el paso de Dios en la tierra, el paso de Dios en toda la humanidad. Celebramos el cielo nuevo y la nueva tierra que ya existen. Celebramos que el cielo se vive ya en la tierra. ¡Cristo ha resucitado!. ¡Vivimos ya la eternidad de Dios! Las mujeres se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida. Las mujeres débiles son señal y ejemplo para el creyente. Su ternura, sus perfumes, su creer contra toda esperanza señalan el camino del discípulo de Jesús. Por las mujeres llegó la fe a los hombres. Y por las mujeres sobre todo sigue llegando la fe a todos los hogares. Las mujeres, las que más saben de vida. Y la novedad consiste en que la piedra está removida. Pascua remueve las piedras que nos impiden vivir plenamente. Pascua es creer que los muertos viven en Dios. Ya lo dijeron los ángeles: ¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? Esta frase está escrita en la lápida que cierra la sepultura de mi padre en el cementerio de mi pueblo,. Mi familia y la familia de ustedes comparten la misma fe. Es la fe de la Pascua. Pascua es creer que las oscuridades de nuestra vida son iluminadas. Creer que la oscuridad del pecado, del rencor, del vicio, de la soledad, de la tristeza, se disipa. Gritemos con el pregonero de la vigilia pascual: Esta es la noche que a todos los que creen en Cristo, por toda la tierra los arranca de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, los restituye a la gracia y los agrega a los santos. Esta es la noche en que rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo Esta es la noche de la que estaba escrito, será la noche clara como el día, la noche iluminada por mi gozo. Y así esta noche santa ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega los poderosos. ¡Qué noche tan dichosa, en que se une el cielo con la tierra, lo humano con lo divino! Gritemos a una voz ¡Dios vive, Jesús vive en el corazón del mundo y de las personas! * Es Pascua de Resurrección, hermanos del Círculo Bíblico, Jesús vive ¡aleluya!. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte una experiencia de plenitud en tu vida, de máxima alegría y felicidad. b. Comparte la Semana Santa ¿cómo la vives? 18

7 DE ABRIL. II DOMINGO DE PASCUA CREO EN LA VIDA COMENTARIO A JN 20, 19-31 Seguimos gozando la fiesta de la Pascua, ese recalentado que durará todo el año, porque cada domingo es un volver a vivir la experiencia de la Pascua. A la primera semana de la Pascua, junto con los discípulos de Jesús, nosotros, sus seguidores vivimos la misma experiencia de Jesús Resucitado. Hoy estamos reunidos. Sabemos que en comunidad, en Círculo Bíblico, la presencia de Jesús es más clara y profunda. Donde hay dos o tres allí estaré yo, decía el mismo Jesús. Hoy también tenemos las puertas cerradas y tenemos miedo. Miedo a lo de fuera, Pero miedo sobre todo a nosotros mismos. Miedo al cansancio del alma que ya no desaparece por nada, miedo a mi falta de ilusión, a mi desconfianza en todo. Miedo a mi amargura, a mis ganas de evadirme, de ya no comprometerme. Miedo a la pérdida de ilusión, miedo a no soñar. Miedo a mi temperamento, a mi forma de ser. Miedo a mis arranques y enfermedades. Miedo a mi soledad. Pero hoy escucho su voz: La paz esté con ustedes. Y si tengo paz en el corazón se me acaba el miedo y soy de nuevo capaz de todo. Ahora ya sé que Dios es amigo de la vida. Si ha resucitado a Jesús, es señal que Dios sólo quiere la vida. A mi me toca pasar la vida dando vida. Ahora ya sé que Dios está con los pobres, los que sufren, los que lloran. Que el Dios de las Bienaventuranzas es cierto. Porque ha resucitado a Jesús, el hombre pobre que murió sin nada. Y de El y de todos los que son como el es el Reino. Ahora sé que Dios resucita a los crucificados. Aquellos a quienes los de arriba empobrecieron crucificándolos con tanto impuesto, con tan bajo salario, con todo tan caro, con tanta inseguridad y corrupción. Ahora sé que Dios seca toda lágrima. Mi Dios me quiere alegre y ofreciendo alegría a todos. Deja de negar y cree. Creemos que Jesús vive y nosotros vivimos en El. En nuestro Círculo Bíblico ¡hemos experimentado tantos cambios! Al compartir la Palabra se ha hecho en nosotros el milagro del cambio. Regresó la paz, regresó la amistad, regresó el gozo de sabernos Iglesia de Jesús. Creo, Señor, aumenta mi fe. * Que sepa bendecir mis propias heridas y las heridas de mis hermanos, ellas me muestran el camino para mi superación. Creo que la fuerza de Dios se manifiesta en la debilidad. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte cómo visite la Pascua del Señor. b. ¿Cuáles son los miedos de tu vida? ¿Cómo los superas? 19

14 DE ABRIL. III DE PASCUA AMAR Y SOLO AMAR COMENTARIO A JN 21, 1-19 Jesús resucitado se presenta al grupo reunido. Como a nosotros en nuestro Círculo. Y nosotros, como los discípulos, hemos reconocido nuestro fracaso: Pero aquella noche no pescaron nada. Tantas veces insistiendo a aquella persona que se venga al Círculo, y nada. Insistiendo que deje el vicio y nada. Tantas veces haciendo buenos propósitos, años y años en el mismo propósito, y nada. Pero no todo es oscuridad. Llega el amanecer, y se aparece Jesús. Jesús que sigue confiando en nosotros. Jesús a quien no le importan nuestros fracasos aparentes. ¿Tienen algo que comer? ¿tienen algo que ofrecerme? ¡Jesús es el que nos necesita! Y contestaron los discípulos y nosotros desde la realidad de nuestras manos vacías: Nada. Y llegó la Pascua, el paso de Dios en nuestras vidas. Ahora es Jesús quien nos indica la manera de echar las redes. Empezamos a tener los ojos de Jesús, la fuerza de Jesús, el perdón de Jesús y la paciencia de Jesús. Y si nos fijamos, vemos la gran cantidad de peces en los niños del catecismo, en los jóvenes generosos de los coros y grupos, en los Círculos Bíblicos, en tantas organizaciones de beneficencia que hay en la ciudad. Y vemos la cantidad de peces en nuestras buenas obras, en tanta gente generosa que defienden sus compañeros de maquila. Defendiendo la causa de un mundo con mayor igualdad y fraternidad. ¡Ciertamente las redes están por reventarse! ¡Dios hace maravillas en el mundo! Y ya sabemos de quien es obra tanto fruto recogido. Es el Señor, decimos ya nosotros, los amados por Jesús. Y nosotros, sus consentidos, encontramos el fuego encendido, el pescado sobre las brasas y el pan. ¡Que detalle Señor has tenido conmigo! Y todos, alimentados con su palabra y su pan, con toda humildad, pero con toda verdad le decimos: Señor, tu sabes que te quiero. Solamente amando mucho puedo seguirlo con alegría. Lo doloroso del seguimiento a Jesús no es nada comparado con el gozo del amor. Y El, con toda la confianza puesta en nosotros, nos dice: Apacienta mis ovejas. * Que le apueste al amor. Que me ame siendo imperfecto. Que ame a Jesús como Pedro lo amó. Que ame a los demás con todos sus defectos. Que confíe. Como Jesús amó a Pedro. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Cuál es el rebaño que debo apacentar? b. Comparte una experiencia de pescar mucho, de hacer el bien. 20

21 DE ABRIL. IV DE PASCUA ESCUCHO TU VOZ COMENTARIO A JN 10, 27-30 Seguimos en el recalentado de la Pascua. Jesús vive íntimamente unido a nosotros. Esta experiencia de comunión, la lectura de hoy nos la presenta con rasgos sencillos. Es la relación entre un pastor y sus ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz. Nosotros nos sabemos las ovejas de Jesús, atentas a su voz. ¿Qué puedo hacer para afinar mi oído? ¡Hay tantos ruidos dentro de mí que no me permiten escuchar la voz del Señor!. El miedo a perder mis gustos, mis antojos. El no querer tener menos. El miedo a las exigencias del seguimiento de Jesús. Y yo las conozco. Jesús nos conoce bien, sabe del barro del que estamos hechos, pero sabe también de los esfuerzos enormes que hemos hecho para seguirle, para cumplir su mandamiento de amor a Dios y al prójimo. Del esfuerzo en acudir cada semana al grupo. Sabe del deseo profundo que hay en nuestro corazón de botar todo aquello que nos impide escucharlo y seguirlo. Sabe lo mucho que lo queremos, sabe que deseamos serle fieles. Ellas me siguen. Desde niños. De entre todas las personas que hemos conocido y que en algún tiempo nos atrajeron, de entre los muchos modelos que se nos mostraron, al final solamente hemos seguido a Jesús. Atrás quedaron las voces de muchas personas, artistas, deportistas, políticos, empresarios, incluso personas de la religión que nos atrajeron. Hoy sólo escuchamos la voz de Jesús y de las personas que tienen rasgos de Jesús. Y yo les doy vida eterna. Hemos comido y bebido muchas cosas que de momento nos han dejado satisfechos, pero al rato nos han despertado más hambre: Fue el tener cosas, el sentirnos más que los demás, el experimentar mil gustos y placeres. Hoy reconocemos que las satisfacciones más profundas han llegado a nuestras vidas en proporción a nuestra entrega desinteresada a los hijos, a los padres, a los abuelitos, a los amigos, al Círculo, a nuestra capilla, a nuestra parroquia, a nuestra colonia, al progreso y a la justicia. El amor es vida eterna, porque llegaremos a la casa del Padre únicamente cargando el costal de las buenas obras, de la alabanza, del canto, de la ternura, de la oración, del amar a Dios y al prójimo. * Que sepa andar por la vida con la sonrisa en la boca en medio de tantas dificultades. Que nunca se me olvide que nada ni nadie me puede arrebatar de la mano del Padre. SEGUIR COMPARTIENDO 1. Comparte las otras voces que escuchábamos antes de escuchar la de Jesús 2. Comparte los mejores momentos pasados en el Círculo Bíblico 21

28 DE ABRIL. V DE PASCUA EL AMOR AL ESTILO JESUS DE NAZARET COMENTARIO A JN 13, 31-35 Llevamos un mes saboreando la Resurrección de Jesús, un mes gozando la presencia del Resucitado. Hemos vivido las dulzuras de su presencia en nuestra vida, en nuestro Círculo y en nuestra familia. Sentimos remover las piedras que nos impedían su presencia, se abrieron las puertas de nuestra cerrazón y se nos quitaron los miedos, hemos cargado en nuestras manos la pesca de su amor, nuestros éxitos que sabemos que son de El y nos hemos sentido ovejitas en el hombro del Buen Pastor. Hoy la palabra de Dios nos regresa a otra realidad. Hijitos míos yo estaré con ustedes por muy poco tiempo, donde yo voy, ustedes no pueden venir. Para los primeros discípulos era un aviso de que Jesús se iría a la casa del Padre. Para nosotros es constatar que muy a menudo nos sentimos solos y pensamos que Jesús nos ha abandonado. Cuando hemos sembrado tanto y nada hemos cosechado, cuando el dinero no alcanza, cuando la salud se acaba y que cada vez dependemos más de los demás, cuando sentimos que caminamos derechitos a la muerte nos entra la soledad y la angustia. Y tenemos el peligro de encerrarnos en nosotros mismos pensando en nuestras miserias, en nuestras necesidades, ensimismados. Hoy Jesús nos recuerda su mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. Y el ejemplo de Jesús nos anima a salir de nosotros mismos, dejar por un rato de contemplar y hablar de nuestras penas, de nuestras enfermedades y preocuparnos de los demás. Como hizo Jesús, que estando en la agonía se preocupó de su madre y de su discípulo amado, de cómo quedarían sin él, cuando les dijo: Mujer, he ahí a tu hijo. Hijo, aquí tienes a tu madre. En esto reconocerán que todos son mis discípulos: en que se aman los unos a los otros. Es cierto que los vecinos reconocen que somos discípulos de Jesús cuando nos ven con la Biblia bajo el brazo y escuchan nuestros cantos. Pero tenemos claro: lo que nos hace seguidores de Jesús es el amor. En esto reconocerán que son mis discípulos: en que se aman unos a otros. Y el amor pasa por escuchar pacientemente al otro, por perdonarlo, por evitar el chisme, por la valentía en decir la verdad, por compartir el dinero, la comida y el techo, por la visita, por el perdón, a los cercanos e incluso a los enemigos, pasa siempre por dar a los que nunca nos devolverán. Ese es el amor de Jesús. A ese amor somos invitados. * Que sea fiel a los medios que debo poner para mejorar mi persona con el fin de poder servir con alegría y eficacia a los demás. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte las soledades en tu vida b. Comparte las personas que te dan vida, que te hacen sentir amada 22

5 MAYO. VI DE PASCUA VIVES DENTRO DE MÍ. COMENTARIO A JN 14, 23-29 Seguimos disfrutando la Pascua, la certeza de que en nuestro corazón vive el Padre y el Hijo. Si alguien me ama, guardará mis palabras y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él. Y la certeza de la presencia del Padre y del Hijo en nuestro corazón es la paz, la tranquilidad, la serenidad. Les dejo la paz, les doy mi paz. Que no haya en ustedes angustia ni miedo. Ven Espíritu Santo, que ponga oído atento al comentario del hermano y de la hermana que están sentados junto a mí, que crea firmemente que en ellos me hablas. Ven Espíritu Santo y enséñame a orar. Sólo Tú conoces mis verdaderas necesidades, dales remedio. Sin ti todo mi rezo es palabrería y rutina. Ven Espíritu Santo. Bien conoces los caminos de la paz, del perdón. Muéstramelos. Ven Espíritu Santo para que la Biblia sea un pan sabroso que me alimente y me dé fuerzas. Que al ver la tele, al escuchar el radio no se manche mi corazón. Que sepa gozar lo moderno y que todo me conduzca a Ti y al bien de los demás. Que no sea esclavo de las ofertas. Que las rutinas de cada día en el hogar: guisar, lavar, planchar, barrer, acompañar a alguien, que el duro y monótono trabajo en la maquila, no endurezcan mi corazón, no aniquilen mis sueños. Que sepa transformar las rutinas en diaria novedad, diaria ilusión. Que sepa encontrar en el frenesí de la vida, en el acelere de cada día, unos minutos para la contemplación de la naturaleza y de Ti. Que no pase un día sin que recuerde, reviva, disfrute tu presencia, Padre mío, en lo más íntimo de mi ser. En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho. Por eso el creyente antes de tomar alguna decisión invoca al Espíritu Santo y consulta a los demás. Los resultados los deja en las manos de Dios. Que no haya angustia ni miedo. Que no tengamos remordimientos. Pusimos todo lo que estaba a nuestro alcance, llegó la hora de Dios. * Que me mantenga fiel en el deseo de encontrar cada día un rato para gozar la presencia del que habita en lo más profundo de mi ser. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Cómo vives la presencia del Espíritu Santo en tu vida? b. ¿Quién te aconseja en la vida? 23

12 MAYO. ASCENSION DEL SEÑOR SOY BENDECIDO POR EL SEÑOR COMENTARIO A LC 24, 46-53 Jesús ha cumplido cabalmente la misión que el Padre le confió. Vino a este mundo a decirnos que Dios es un Padre y que nosotros debemos vernos como hermanos. Que Dios es un Padre, puro amor, que siempre perdona, que siempre confía, que siempre espera la mejor de cada uno de nosotros. Que todos somos hermanos, que todos tenemos derecho a ser concebidos en el amor, a nacer, a tener una familia, una escuela y una buena educación, una casa, una profesión y un salario digno. A tener salud y una buena atención médica, una vejez amable. Que todos estamos llamados a conocer a Jesús, a amarlo con todo el corazón y todas las fuerzas, y que todos estamos llamados a servirlo hasta la muerte si es preciso. Que todos estamos llamados a ser parte de la comunidad seguidora de Jesús, de la Iglesia. Y Jesús nos dijo estas buenas noticias con sus palabras y con su vida. Es una obligación nuestra proclamarlas también. Luego debe proclamarse en el nombre de Jesús el arrepentimiento y el perdón de los pecados, yendo a todas las naciones invitándolas a que se conviertan. Esta es la tarea que cumplió Jesús y esa es la tarea que nos deja a nosotros. A nosotros que somos testigos en nuestras vidas del amor de Dios, a nosotros que se nos ha dado vivir ya en este mundo un pedacito del Reino de Dios. Porque está claro que el cielo empieza en la tierra. Y esta es la tarea del cristiano. Dar la vida, como Jesús, para adelantar el cielo en este planeta tan lleno de injusticias. Yo voy a enviar sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Serán revestidos de la fuerza que viene de arriba. En esta tarea de unir el cielo con la tierra no estamos solos. Jesús vive en el corazón. Jesús nos bendice. Si nos bendice es que confía en nosotros. Somos su relevo en la tierra. El nos manda su bendición, su espíritu. Se acerca ya Pentecostés. La iglesia lo celebrará la próxima semana. Pero, desde ya, sentimos su presencia. * Que se haga realidad en mi vida el gozo del Espíritu Santo para que con alegría nunca me canse de ser misionero. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Cuál sería la herencia que desearías dejar a tu familia? b. ¿Cuáles son las tareas para contigo mismo? ¿y para la familia?. ¿Y para mejorar los Círculos Bíblicos? 24

19 MAYO. PENTECOSTES DAME UN CORAZON ABIERTO COMENTARIO A JN 20, 19-23 Hoy es Pentecostés. Hoy la Iglesia celebra la venida del Espíritu Santo. Los discípulos lo recibieron estando reunidos por la tarde con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Según la Biblia un gran pecado es vivir con el corazón cerrado, con un corazón de piedra. Porque si cerramos el corazón, Dios no puede penetrar en él. Si el corazón está cerrado, nuestros ojos no ven, nuestros oídos no escuchan. Vivimos desconectados de la vida. Una frontera me separa del Espíritu de Dios que todo lo alienta. Es imposible sentir la vida como la sentía Jesús. Sólo cuando el corazón se abre comenzamos a captarlo todo a la luz de Dios. Si vivimos con el corazón cerrado, vivimos volcados sobre nosotros mismos, insensibles a la admiración, a la acción de gracias. Dios nos parece un problema y no un Misterio de Gracia que lo llena todo. Sólo cuando nuestro corazón se abre gozamos a Dios en quien vivimos, nos movemos y somos. Sólo entonces lo invocamos como Padre. Cuando el corazón está cerrado, no hay compasión en mi vida. Solamente hay juicio. Vivo indiferente al dolor. Sólo cuando me abro el corazón puedo sentir la ternura de Dios y derramarla en los demás. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. Quiero experimentarlo hoy. Se lo pido de todo corazón a Dios. Danos un corazón nuevo, danos un corazón de carne, sensible y compasivo, un corazón transformado por Jesús. Por este Espíritu de Jesús somos bautizados, somos hechos hijos de Dios y hermanos los unos de los otros. Somos Iglesia. Por este Espíritu el pan y el vino quedan convertidos en la presencia de Cristo Resucitado. Por el Espíritu somos perdonados siempre. El corazón contrito y humillado no lo aborrece el Señor. Por este Espíritu Santo podemos descargar el corazón de los demás de sus culpas. Reciban el Espíritu Santo, a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos. En el Círculo Bíblico aprendemos a abrir el corazón a Dios y a los demás. * Dame un corazón de carne, abierto y generoso, capaz de amar hasta el final. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte tu experiencia de cómo se te fue abriendo el corazón. b. Comparte las cualidades, habilidades o dones que Dios te ha dado y que tú has ejercitado. ¿Qué sabes hacer bien? ¿Qué te aplauden los demás?

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26 DE MAYO. LA SANTISIMA TRINIDAD SOY MINIATURA DE DIOS COMENTARIO A JN 16, 12-15 La semana pasada gozábamos la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Cuando venga el Espíritu de la verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad. Ahora nos acercamos un poquito más al misterio de Dios. El misterio de Dios uno, en tres personas distintas. Es decir, el misterio de la Trinidad. La vida de Jesús nos revela a Dios como Padre. Ya no existe el Dios cruel, castigador, encerrado en si mismo, alejado de la humanidad. Jesús nos presenta a un Dios como Padre, cercano a la vida de toda persona, que perdona siempre, que abraza siempre. El Padre ama al Hijo. El Hijo se siente amado por el Padre. A ese Jesús, la iglesia lo mira como Hijo de Dios y como Dios mismo. Jesús es el rostro de Dios en la tierra. Ahora ya sabemos como es Dios, si miramos a Jesús. Todo lo que Jesús hizo, lo hizo Dios. Ahora sabemos por Jesús que para entrar en su Reino hay que ser compartidos, que el deseo de Dios es que todos tengan el pan de cada día, el trabajo de cada día, la escuela de cada día, la dignidad de cada día, el perdón de cada día. Antes de despedirse de este mundo Jesús mandó su Espíritu Santo. El Hijo ama al Padre. El Padre se sabe amado por el Hijo. El Espíritu Santo es Dios. El Espíritu Santo es la presencia de Dios en cada cristiano, en la Iglesia y en la humanidad. Sabernos amados por Dios a cada instante, perdonados. Sabernos hermanos y familia en el Círculo Bíblico es experimentar la presencia del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el Amor del Padre y del Hijo. Hablar de Trinidad es hablar de amor y de comunión de personas. El hombre es una miniatura de Dios. Estamos hechos a su imagen y semejanza. Cuando sentimos necesidad de ser amados y de amar, cuando gozamos la amistad, cuando somos capaces de dar y recibir, estamos saboreando el amor trinitario de Dios. Cuando dos enamorados se besan, cuando del amor de unos esposos nace un hijo, se asoma el misterio trinitario de Dios. Nos acercamos al conocimiento del misterio de la Trinidad solamente cuando nuestras vidas están llenas de amor. Porque el misterio de la Trinidad es una historia de amor. * Que sepa andar por la vida descubriendo y agradeciendo el paso de un Dios trinitario, de un Dios que es comunión en su corazón y generosidad hacia afuera. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Cómo explicas el misterio de la Santísima Trinidad? b. Comparte tu relación con Dios. ¿Cuándo te diriges a El como Padre, o como Hijo o como Espíritu Santo?. 26

2 DE JUNIO EL AMOR A LOS ENEMIGOS COMENTARIO A LC 7, 1-10 Jesús dijo que para ser su seguidor teníamos que perdonar a los enemigos. Más aún, pidió que a los enemigos se les amara. Y Jesús nos da ejemplo. Los romanos estaban esclavizando al pueblo de Jesús. Les habían quitado la libertad y les quitaban la comida con impuestos enormes. Y sin embargo Jesús le hace el favor a un soldado romano de sanar a su criado. Todo enemigo tiene su dignidad, su parte buena. Jesús descubre en el soldado una preocupación por la salud de un súbdito, de un criado. Le duele su enfermedad y el dolor de la familia. Pero también el soldado está preocupado por Jesús. No quiere que entre a su casa, pues él sabe las creencias judías de que si Jesús pisa una casa de un extranjero, Jesús quedaba impuro. También Jesús admira la enorme fe del soldado romano. Habiendo buenos médicos, el soldado se fía de un pobre campesino. Pensar que el soldado es enemigo, es de otra raza, es de otra religión no le impide a jesús acercarse. Por eso se pone en camino hacia la casa del soldado. Lo importante es el amor, es el servicio, es el bien del otro. Jesús no le pide nada al soldado: no le exige el cambio de religión, ni el cambio de manera de conducta. Jesús, como siempre, ve el dolor, se conmueve y simplemente busca aliviar. Con Jesús se rompen siempre las barreras. El Reino de Dios es para todos. Y todos estamos invitados a participar en él y como Jesús, todos estamos llamados a buscar que otros entren, hasta formar la gran familia de Dios, una humanidad que viva el gozo de una vida saludable. Cada vez más nos encontramos con gentes de otros estados, de otros países. Gentes con otra manera de pensar en política, con otra manera de pensar en religión. Nos toca, como Jesús convivir con todos, respetar a todos, servir a todos para gozar en este mundo el Reino de Dios. Y la entrada en a este Reino, la entrada a la presencia de Dios es con humildad. Señor yo no soy digno de que entres en mi casa. Cada vez que comulgamos nos acordamos de ese soldado que tenía esta parte buena en su corazón. * Me cuesta ver la parte buena de las personas que siento que me perjudican. Tengo la tendencia de encerrarme en aquellos que piensan y actúan como yo. Señor, abre mi corazón a la dignidad y a la bondad de todos. SEGUIR COMPARTIENDO 1. Comparte tu experiencia con los policías y soldados. 2. Comparte tu experiencia en la familia, trabajo, vecinos etc con personas de otros países, de otra religión. 27

9 DE JUNIO. QUE ME ACERQUE AL DOLOR PARA ALIVIAR COMENTARIO A Lc 7, 11-17 Llevaban a enterrar a un hijo único. Podemos ver en el muerto nuestra vida antes de conocer a fondo al Señor y sentirnos amados por El. Una vida sin Dios, sin ley, sin amor…es una vida muerta. El que no vive para servir, no sirve para vivir, alguien diría con dureza. Nos apenamos de recordar los malos ejemplos que dimos, el dolor que provocamos. Tanta palabra dura, tanta burla, tanta mentira, tanto querer apantallar, tanto malgastar, tanto abusar. ¿Cuántas lágrimas no causamos a nuestro alrededor? Acercándose al ataúd, lo tocó. Jesús no huye del dolor. El que ama, está cerca del dolor, lo toca. Si no amamos, huimos del hospital, huimos del velatorio, huimos de las lágrimas. Sólo el amor da fuerzas para acercarse al dolor y así aliviar. No llores, le dijo Jesús. ¿Quién se ha acercado a nosotros en los momentos de dolor? ¿Cuándo nos hemos acercado nosotros al que sufre? Los que lo llevaban se detuvieron. Pero hubo un encuentro con el Señor, alguien se compadeció de nosotros y nos acercó a El. Es decir, el mismo Señor se acercó a nosotros y nos dijo: te lo mando, levántate. El muerto se levantó, se sentó y se puso a hablar. Desde que Dios entró en nuestras vidas, hemos aprendido a vivir despiertos, hablando palabras positivas, de superación, de ilusión, de cambiar las cosas, de amistad, de perdón, de cariño…y las personas que estaban al lado reciben el consuelo. La madre, la iglesia, la comunidad que en un tiempo lloró nuestra vida muerta, hoy se alegra de vernos despiertos y serviciales. Dios ha visitado a su pueblo. Dios ha visitado nuestras personas, y también nuestra parroquia, nuestro Círculo bíblico. Resucitamos a todo aquello que se había muerto en el grupo: la alegría, el entusiasmo, el compartir. Nos alegra ver la hermana que regresa al grupo, la familia que se reencuentra con su comunidad en la misa del domingo, el joven que salió de la cárcel, del Centro de Rehabilitación. Y después nos sentimos apóstoles de la vida. Hemos aprendido de Jesús a acercarnos al dolor. A no huir de él. Y por las regiones vecinas contaban lo que Jesús había hecho. Esta es la tarea de todos aquellos que hemos experimentado el amor de Dios. Como Jesús, somos portadores de vida. *Que no huya de los momentos dolorosos. Aumenta, Señor, mi amor para que sepa estar cerca y aliviar el sufrimiento. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte tus visitas al lugar del dolor: enfermos, Centros de Rehabilitación, Cárceles, velorios etc… b. Comparte momentos en que te hayas sentido profundamente consolado

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16 DE JUNIO CON TERNURA A LOS PIES DE JESUS COMENTARIO A LC 7, 36 - 8,3 Las mujeres son las protagonistas de las escenas más tiernas y bellas del evangelio. Recordemos a María a los pies de Jesús escuchándolo, mientras Marta su hermana, se preocupa de los quehaceres. Recordemos a María que en la mañana de la Resurrección se acerca al sepulcro con los perfumes e intenta abrazar los pies de Jesús. Recordemos aquel grito de la mujer ¡Maestro!, allá en el sepulcro vacío, como inicio de todos los gritos que reconocen a Jesús Resucitado. Hoy vemos a otra mujer hincada a los pies del Señor. Una mujer marcada por los demás como pecadora. En ella se representan todas las personas señaladas con el dedo: los adictos, las personas que venden su cuerpo, los homosexuales. Y nosotros, pecadores. El fariseo sólo sabe juzgar. También nosotros somos fariseos: juzgamos y nos alejamos. No dejamos que nos toquen. Tenemos miedo al qué dirán. Jesús nos pone el ejemplo de dejarse tocar. Una manera de aceptar la persona, de darle ánimos, de motivarla. De ver el fondo de bondad de la persona. Y la necesitad de Evangelio, como nosotros. Aquel a quien Dios más perdona, es la persona que más ama. Este es el gran misterio de nuestra fe. La oportunidad de saber que del tamaño de nuestros pecados, es el tamaño del amor de Dios y puede ser el tamaño de nuestro amor hacia El. ¡Oh feliz culpa, que mereció tal Redentor! gritará el pregonero en la noche de la Vigilia Pascual. ¿Qué se necesita para que este misterio del amor de Dios se haga realidad en mi vida? Amar. Simplemente amar. Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le quedan perdonados, por el mucho amor que ha demostrado. Suerte tiene la Iglesia de las mujeres. Las mujeres están frente al sagrario, se forman en la fila para recibir la comunión. Las mujeres educan en la fe a sus hijos y a sus nietos al mostrar cariño a María aventando besos, prendiendo una veladora. ¿Quiénes llenan las misas, quiénes cargan las despensas, quiénes forman las filas de los catequistas, de los encargados de la liturgia? Las mujeres. ¿Quiénes forman la mayoría de los Círculos Bíblicos? Las mujeres. La mujer, arrodillada ante el Señor, es modelo del creyente. * Que sepa dejarme tocar por los indeseables para que brote de mi corazón la ternura de Dios y que sepa confiar en ti, y tocarte, a pesar de mi vida indeseable. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Qué has hecho, qué haces para ayudar a transmitir la fe? b. Comparte el recuerdo de alguna mujer que te haya ayudado en tu fe: madre, abuela, hermana, vecina, religiosa etc… 29

23 DE JUNIO ERES MI TODO, SEÑOR COMENTARIO A LC 9, 18-24 La Pregunta que Jesús dirigió a sus apóstoles, hoy nos la dirige a cada uno de nosotros. Y ustedes ¿Quién dicen que soy yo? Nos sale rápido responder. Eres mi Dios, eres mi Señor, eres el Mesías, eres la Palabra de Dios, eres mi amigo, eres mi hermano, eres mi liberador, eres mi sanador, eres quien me perdona, eres mi todo. Pero tal vez hablemos como merolicos, hablemos como disco rayado. Mil veces hemos dicho lo mismo. Y tal vez necesitaríamos mirar los ojos de Jesús, un buen rato, y después contestar. Contestar desde dentro, con la total sinceridad. Sabiendo las exigencias de nuestra respuesta. Porque si digo que es mi Dios y Señor, debo dejar otros dioses que me atraen y esclavizan: el dinero, el lujo, el consumo, el placer. Si digo que es el Mesías, yo debo saber a qué me envía el Señor. Debo recordar cuál es el plan que Dios tiene sobre mí. Si digo que es Palabra de Dios me compromete a escucharla, a estudiarla y a ser yo mismo palabra de Dios para los demás. Si digo que es mi amigo debo hacerme amigo de los amigos de Jesús: los adictos, los pobres, los enfermos, los sidosos, los homosexuales. Si digo que eres mi hermano, yo sé que debo ver a todos como hermanos. Me obliga al compartir, al dar, al sonreír, al saludar a todos. Y yo que paso cerca de tanta gente y ni saludo ni sonrío. Si digo que es mi liberador debo andar yo libre de adicciones y andar por la vida liberando. Liberando de la ignorancia, enseñando al que no sabe. Liberando del abuso, siendo valiente ante las autoridades. Si digo que es mi sanador, debo escuchar más y hablar menos. Debo acercarme al enfermo del cuerpo o del alma y encontrarle médico y sicólogo. Si Jesús me perdona yo sé que debo perdonar y no guardar rencor. Y si digo que eres mi todo, debería tener tanta paz cuando me falta salud, cuando me falta dinero, cuando me falta compañía. Viviría de verdad aquello de que “quien a Dios tiene, nada le falta, solo Dios basta”. Por eso antes de contestar debo mirar fijamente los ojos de Jesús. Reconocerme sanado para sanar, perdonado para perdonar, amado para amar. Y sentir que a pesar de mi debilidad, El está contento con mi respuesta. Si alguno quiere seguirme que se niegue a si mismo, que cargue con su cruz de cada día y que me siga. Porque solamente poniéndonos en su camino, deseosos de seguirlo, podremos responderle a la pregunta que nos hace. Y sabemos que la respuesta pasa por la cruz de cada día. Y no sentir vergüenza, sino el gozo de sentirnos cerca de El y llamados por El. *Eres mi todo, Señor, y pido fuerzas para aceptar el precio de mi confesión. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Quién es Jesús para mí? b. ¿Cuál es la cruz mía de cada día? 30

30 DE JUNIO. ACEPTO EL PRECIO DE SEGUIR A JESUS COMENTARIO A LC 9, 51-62 Jesús ha estado toda su vida en Galilea, su tierra, cerca de su gente. Ahora toma una decisión. Jesús emprende resueltamente el camino hacia Jerusalén. Se irá a la gran ciudad, allá en donde viven los poderosos, allá en donde se toman las decisiones que afectan al pueblo. Es la hora del compromiso. Jesús sale de lo conocido, de lo fácil. También a nosotros ha llegado la hora del compromiso. A través de la Palabra de Dios y del Círculo Bíblico hemos sentido el llamado de Dios a dar pasos en firme, en avanzar hacia un mayor compromiso con la familia, con la comunidad, con la escuela, con los vecinos, con los compañeros de trabajo, con la Parroquia, con la política, en donde se deciden las cosas que afectan al pueblo. Y hecha la decisión de seguir a Jesús, empiezan siempre los problemas. Los samaritanos no lo quisieron recibir porque se dirigía a Jerusalén. Hecha la decisión, salen los contratiempos. Alguien no acepta nuestro modo de ser, de pensar, de hacer. Alguien nos cierra las puertas de su amistad, de su saludo, de su dinero. Y dentro de nosotros nace la violencia, los deseos de venganza. Nos damos cuenta que anida el mal dentro de uno. Señor ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que los consuma? Jesús se volvió y los reprendió. El seguimiento de Jesús exige impide la violencia. Siempre hay que estar atento al propio corazón, porque si nos descuidamos crecen en él la cizaña del rencor, de la imposición, de la violencia. Seguir a Jesús supone abandonar la cueva y el nido, es decir, abandonar el cálido regazo materno, la comodidad. Supone dejar de ser niños dependientes de los afectos, de los cariños, para ser adultos dependientes de la voluntad de Dios y su providencia. Seguir a Jesús supone cortar de alguna manera con el padre, con todo aquello que nos da seguridad. Supone cortar con las costumbres, tal vez los amigos y amigas, tal vez con un programa de televisión o un tiempo de Internet. Seguir a Jesús supone estar libre del todo para anunciar el Reino de Dios. Seguir a Jesús supone siempre alguna ruptura con la familia. Ya la familia de la carne no es la última palabra. La última palabra la tiene la familia del Reino de Dios. ¿Quiénes son mi padre y mi madre? Aquellos que luchan por construir el Reino de Dios. * Que no sucumba ante la tentación de añorar otros tiempos más fáciles, con mayores recompensas. Que recuerde siempre que El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte momentos violentos vividos en tu vida b. Comparte la dureza del seguimiento de Cristo. Y momentos de enorme dulzura.

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7 DE JULIO ANDAR COMO OVEJAS COMENTARIO A LC 10, 1-12. 17-20 El Señor eligió a otros setenta y dos discípulos. Este número representa a todos los pueblos de la tierra. En esos estamos todos nosotros, sus seguidores. ¿En qué consiste la tarea de misionar? Antes que nada, supone la oración. Rueguen al dueño de la cosecha… Ser misionero es un regalo de Dios que hemos de pedir en la oración. Supone la confianza absoluta en la providencia. Ser misionero y quererlo tener todo bajo control, no es el estilo de Jesús. Y además, que sepamos que nos envía a cosechar, no a sembrar. Nos envía a recibir a manos llenas. Vayan pero sepan que los envío como corderos en medio de lobos. Parece como si Jesús hablara de nuestros tiempos. Es verdad que estamos rodeados de lobos. Vamos a una tienda, vamos al médico, vamos al licenciado, a donde quiera que vamos sólo miran de quitarnos los pesos que llevamos. Vamos al trabajo y vemos al compañero y a la compañera, al jefe, como un lobo, dispuestos a devorarnos al primer descuido. Y no digamos las miradas en la calle de tanta gente que sospechamos quieren robarnos o hacernos un daño. Y sin querer, “el que anda con lobos, a aullar se enseña”. Nos vamos volviendo también lobos. Andamos desconfiados, agresivos. Y sin embargo Jesús quiere que seamos como ovejas. ¿Cuándo somos ovejas? ¿Cuando somos incautos o desprevenidos o descuidados? No. Andar como ovejas quiere decir creer en la fuerza de la bondad, de la ternura y del amor. Creer que a pesar del mal, el mundo es bueno y la gente es buena. Andar por la vida inspirando confianza y cariño. Tendiendo puentes de humanidad. Digan como saludo: paz en esta casa. Creer que la vida, a pesar de todo, es bella. Y ahora nos toca pasar la vida curando enfermedades, sean del cuerpo con las medicinas, sean del alma con la plática y el cariño. Sabemos que somos la boca de Dios para anunciar su palabra, somos sus manos para cambiar el mundo y hacerlo mejor, somos su corazón para que los demás sientan su amor. Es decir, las serpientes y escorpiones, los demonios, son aplastados. Todo el mal en el corazón de uno y de los demás es vencido. Nos alegra saber que nuestros nombres están escritos en el cielo, es decir, fuimos servidores del Señor que intentamos cumplir con sencillez con nuestro deber. * Señor Jesús, que de tanto mirarte y de tanto desear parecerme a Ti, ande como oveja. Sin agresividad, derramando ternura y gritando a los cuatro vientos que la vida es hermosa, que existe tu Providencia. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte una experiencia de misionar, de ser misionero b. Comparte una experiencia de ver cómo el mal se acaba y nace el bien. 32

14 DE JULIO ALGUIEN ME SANÓ Y SIGO EL CAMINO COMENTARIO A LC 10, 25-37 Todos nos hacemos la pregunta del maestro de la Ley ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna? Es decir, ¿cómo ser hombre o mujer en plenitud? ¿en dónde me realizaré como persona? ¿qué me hará ser feliz del todo? ¿cómo ir al Cielo? Y Jesús nos da la respuesta sencilla: amarás al Señor tu Dios y amarás al prójimo como a ti mismo. Se acabó checar la lista de mandamientos.. Seguir a Jesús supone amar con todo el corazón, el alma, las fuerzas y la mente por igual a Dios y al prójimo. Y ¿quién es mi prójimo? ¿A quién debo ayudar? Cuidado. Porque a la que nos descuidamos, nosotros hacemos la selección de a quién debo ayudar. Será un familiar, un amigo, alguien de mi partido político o de mi religión. La pregunta cristiana es ¿quién me necesita? Y la vera del camino de la vida encontramos rostros inesperados que piden ayuda. Toda aquella persona que está destrozada. Será el caído en las drogas, el tecolín que me roba. Será la muchacha que anda por malos pasos. Será el que está de paso suspirando cruzar la frontera. Será aquella persona de otra religión, de otro partido. Me la encontraré al visitar los hospitales, los orfanatorios, las residencias de ancianos, cárceles y centros de rehabilitación. Será siempre aquel que no me podrá devolver el favor. Porque cuando ayudamos a los caídos, difícilmente nos podrán demostrar gratitud, y menos nos podrán devolver el favor. Y este es sobre todo el prójimo. Y ¿cómo servir al prójimo? El samaritano nos da el ejemplo. Se da sin calcular gastos, hasta que duela. El samaritano hizo el favor completo: se acercó, lo vendó, lo montó sobre el animal, lo condujo a la posada, lo encargó al posadero, sacó dinero… no dejó a medias el favor. No dejarnos llevar simplemente por el sentimiento. Se trata de organizar la ayuda. Y aquí vemos que los hombres religiosos, el sacerdote y el levita, no entendieron la verdadera religión. Pensaban que lo más importante eran “los derechos de Dios”, estar en el templo. Y Jesús nos da a entender que lo más importante son “los derechos del hombre”. Que tenga vida, salud, comida, escuela, un techo, un trabajo. La misericordia está por encima del culto. Dios está en la calle. * Hoy me siento caído en el camino. Hoy siento que Jesús es el Buen Samaritano. Siento a Jesús en el buen amigo, la familia de los Círculos Bíblicos y mi comunidad. Ellos me levantan. Por ellos me dispongo a seguir el camino. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte una experiencia de ayuda que hayas dado o recibido hasta resolver el problema b. Comparte la buena obra del Círculo que más te haya impresionado 33

21 DE JULIO UNA SOLA COSA ES NECESARIA COMENTARIO A LC 10, 38-42 Seguimos con el tema del amor a Dios y el amor al prójimo. La semana pasada veíamos la importancia del servicio. Hoy Lucas nos recuerda la importancia de la oración si de verdad queremos ser seguidores de Jesús. Aquí está Marta absorbida por los muchos quehaceres. Nos pasa muchas veces que de tanto desvivirnos por los demás, hemos perdido el rumbo. Ya servir a los demás, ayudar a los demás, es una tapadera de nuestra insatisfacción. Necesitamos hacer mil cosas para huir de nuestra soledad. Para no sentir el vacío de la vida, nos dedicamos al trabajo, a la acción, incluso al servicio. Sin que nos demos cuenta ya caemos en la rutina, en las palabras duras, en el malhumor. Ya nuestra mirada no transparenta la paz de Jesús, ya no tenemos la paciencia debida, ya se nos borra la sonrisa, o ya la sonrisa pasó a ser una mueca. Ya sin darnos cuenta juzgamos a los demás, ya nos volvimos exigentes. Ya nos gana la presunción por lo que hicimos. Ya usamos a los demás para nuestros fines. Señor ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile que me ayude. Al rato vivimos preocupados por la aceptación de los demás, por el aplauso. Ya nos sentimos más que los otros. Y aquí está María, sentada a los pies del Señor, escuchando su Palabra. Aparentemente sin ofrecer servicio alguno. Un cristiano sin oración, un cristiano sin contemplación, destruirá con una mano lo que con la otra construya. Hará mil cosas, pero todas tocadas por el egoísmo, por la dureza, por el desprecio, por la inquietud. Urge la paz del corazón. Urge encontrar sus heridas para sanarlas. Urge encontrar las motivaciones chuecas, falsas, egoístas que se esconden detrás y dentro de las buenas obras. Una sola cosa es necesaria. ¿Dónde sanar el corazón? A los pies del Maestro, del Médico de las almas. ¿Dónde encontrar la luz para el buen actuar?. En la oración, en el contacto personal con el Señor. En la escucha tranquila de la Palabra de Dios. Aquí en el Círculo, allá en la Misa del domingo, o en el silencio del hogar. Biblia en mano, oración en los labios, el creyente encuentra la mejor parte, que no le será quitada. Encuentra al amigo, al confidente, a Jesús. Encuentra al Espíritu Santo en su interior que lo ilumina, lo consuela, le concede el don de gozar el Reino de Dios, de leer dentro de los acontecimientos de la vida. Rezaba un místico: No necesito aferrarme a mí, puesto que soy sostenido. No necesito cargar con el peso, porque soy soportado. Puedo salir de mi mismo y entregarme. María, sentada a los pies del Maestro, es ejemplo del discípulo verdadero. * ¿Cuándo, Señor, estaré a tus pies, gozando simplemente tu presencia, sanando mi corazón? ¿Cuándo Señor descubriré esta sola cosa necesaria? SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte un retiro espiritual b. Comparte una experiencia de oración y de adoración al Señor 34

28 DE JULIO ATENTO A LAS INSPIRACIONES DE DIOS COMENTARIO A LC 11, 1-13 Y seguimos con el tema de la oración. ¿Cómo orar? ¿Qué decirle a Dios? Y el tema de la oración siempre va unido al tema del servicio, del amor. Y Lucas nos deja la hermosa oración del PADRE NUESTRO. El creyente mira a Dios como un padre, como el padre más lindo que uno se pueda imaginar. Ya no hay otra imagen de Dios. Lo recitamos cada domingo en la Misa: Creo en Dios, Padre… solamente como Padre lo puedo ver. Y el creyente desea dos cosas. Santificado sea tu nombre y que venga a nosotros tu Reino. Que es lo mismo. El nombre de Dios será santo cuando llegue el Reino. En la medida en que el hombre vive alegre y realizado, en esta medida, Dios es santificado. Y el creyente le pide a Dios tres cosas. El pan de cada día y con el pan, la salud, la educación, la justicia, el gozo de cada día… el pan para uno y el pan para compartir. Porque el pan que Dios da siempre es para ser compartido, al igual que el estudio, la casa, el tiempo y el cariño. Le pide el perdón de cada día. Perdona nuestras ofensas. Perdón recibido, perdón dado. Y Así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Empezando por nosotros mismos. Que nos perdonemos cada día a nosotros mismos, como nos perdona Dios. Y que perdonemos al otro. Y lo aceptemos tal cual es, sabedores de que no somos nadie para exigir cambios en los demás, sino solamente en nosotros mismos. Y finalmente le pide que no sucumbamos a las tentaciones, las trampas de cada día que nos desvían del camino del seguimiento de Jesús. Cada vez nos cuesta más desear el silencio, buscarlo. Orar. Somos hijos del ruido y de las prisas. Todo lo queremos a la voz de ya. Y a nuestra manera. El ejemplo del amigo inoportuno e impertinente nos enseña cómo debemos rezar. Hemos de buscar tiempo para pedir, ser constantes, tercos. El tiempo dedicado a la oración no es perdido, es el mejor aprovechado, si de verdad rezamos al estilo de Jesús. Que a fin de cuentas lo único que necesitamos es el Espíritu Santo, la presencia de Dios en nuestras vidas. * ¿Cómo mejorar mi vida si no le dedico tiempo a repasarla? ¿Cómo seguir a Jesús si no me doy tiempo de ponerme en la presencia de Dios para descubrir sus inspiraciones, lo que El desea para mí? ¿Cómo evitar el mal si no descubro sus tretas y engaños? Señor, enséñame a orar. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte la oración del Padre Nuestro. (qué te gusta de ella, cuándo y cómo la rezas…) b. Comparte tus ratos de oración personal (cómo la haces, dónde, cuándo…) 35

4 DE AGOSTO ACUMULAR PARA DIOS COMENTARIO A LC 12, 13-21 Hoy la Palabra de Dios nos avisa sobre el uso de los bienes materiales. El cristiano no puede acaparar. Jesús es muy duro con los acaparadores: ¡tonto! Ni acaparar dinero, ni sabiduría, ni salud… para vivir uno holgadamente, a todo dar, mientras el que está junto a mi pasa necesidad. Para eso Jesús nos invita a tener presente el día de la muerte, las cuentas que le entregaremos al Creador. Esta misma noche te van a reclamar tu alma. Servir el Reino de Dios nos anima siempre a ser generosos. De lo poquito que tenemos, siempre damos algo. Repartimos el dinero y las cosas materiales en la buena obra del mes, en Cáritas, en las Misas, cuando un familiar o vecino se enferman, cuando hay un difunto. Repartimos nuestro saber con los que no saben, nuestro cariño a los más necesitados, siempre con la sonrisa en el rostro, señal de que nuestro dar nace de lo más profundo del corazón, no de un cumplimento. Porque nosotros por experiencia sabemos que no son las posesiones lo que dan vida. Hemos descubierto la verdadera vida en el caminar del grupo, de la capilla. Hemos descubierto la vida en el encuentro personal con Jesús, en la oración particular encerrados en la recámara o junto al sagrario del templo. Hemos descubierto la vida en la oración familiar, antes de los alimentos o bien en el rezo del rosario. Hemos descubierto la vida participando en los eventos de la parroquia y de la diócesis. Participando en la unión con los vecinos para mejorar la colonia. Descansa, come, bebe, pásalo bien. Ciertamente es un gozo la buena vida. Pero nosotros hemos encontrado un gozo superior. Es el gozo de dar las pocas fuerzas que tenemos a los demás, es el gozo de llegar cansados a la cama con la satisfacción de haber trabajado por el Reino de Dios. Con el tiempo, gozamos en el servicio. Da más satisfacción dar que recibir. En el servicio hemos hecho las mejores amistades. Y se cumple en nuestras vidas la promesa de Jesús. Nosotros que hemos compartido y dejado dinero y tiempo para los demás, se nos ha multiplicado por cien, lo poquito que dimos, en hermanos, en amigos, en puertas que se nos abren, en corazones que nos escuchan y estiman. Hemos experimentado la presencia de Dios en el corazón y los frutos de su presencia: la paz, el gozo, el consuelo, la fortaleza… nos sentimos llenos de El. Hemos acumulado para Dios. * Alma mía, tienes aquí muchas cosas guardadas para muchos años… tantos libros, tanta ropa, tantos DVDs, tantos archivos en la computadora, tantas carpetas, tantos recuerdos… Con todo eso ¿de veras siento que he acumulado para Dios? SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte tu lucha interna entre recibir y dar. b. Comparte la alegría de una inauguración: de la escuela, de la capilla, de la casa, etc 36

11 DE AGOSTO NO ME CANSO DE SERVIR COMENTARIO A LC 12, 32-48 ¿Cómo mantenernos en una actitud de servicio? ¿Cómo hacer que nuestra vida sea un diario gozar el crecimiento del Reino de Dios? ¿Cómo vivir con la emoción de la espera del Señor? ¿Como vivir hasta el último día de nuestra vida con ilusiones de generosidad, de cambiar el entorno, de dejar detrás nuestro un mundo mejor? Jesús bien sabe esos seguidores de El, soñadores, son minoría. Con ternura les llama “pequeño rebaño”. Nos preparamos para la llegada de Dios, sea en cualquier momento de nuestra vida o sea al final de ella, viviendo despiertos y a punto. Se trata de vivir en plenitud el momento histórico que nos ha tocado vivir. No se puede vivir a medias tintas. Se trata de abrirle el corazón y poner las manos en el azadón del trabajo cuando toque, no dejarlo para mañana. Y tener puesta la ropa de trabajo y las lámparas encendidas. Esta ropa de trabajo que no nos quitamos ni el domingo, porque muchas veces es cuando hay más trabajo para la viña del Señor, apoyando la parroquia en las mil necesidades, o bien arreglando los mil desperfectos de la casa, o abriendo las puertas y el refrigerador para la familia que nos visita o bien disponiendo de un ratito para el enfermo, el anciano o el ahijado. Y de nuevo surge la pregunta: ¿cómo mantener prendida, bien avivada, la llama de la ilusión y de la fe? Ejercitando la fe y ejercitando el amor. No hay otro modo. Alimento la llama de la fe cuando hablo de ella, cuando la agradezco a cada rato. Ejercito la fe cuando leo la Biblia, cuando asisto al Círculo, cuando leo libros espirituales, cuando asisto a cursos. De la misma manera que el amor se reaviva amando. Y si el Señor nos encuentra cansados en esa tarea, él mismo se pondrá el delantal, nos hará sentar a su mesa y nos servirá uno por uno. Se colmará el plato del consuelo en el corazón, de las fuerzas renacidas inesperadamente, de los encuentros providenciales, de la alegría inesperada e inmerecida, del bien insospechado. Es el mismo Jesús que nos ha servido. Y a pesar de nuestra pequeñez, ignorancia y pocas virtudes, el Señor nos ha puesto a todos al frente de alguien para repartirles a su debido tiempo una ración de Palabra de Dios, de consejos, de cariño, de ayuda material. Estemos despiertos, con el delantal puesto, para abrirle la puerta cuando toque. * Hoy quiero sentir la bienaventuranza: Feliz el sirviente a quien el patrón encuentre velando cuando llegue. Y quiero aceptar las exigencias de estar velando: oración y servicio. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte tus cansancios, tus desánimos b. Comparte las personas, que te comprenden, que te ayudan 37

18 AGOSTO FUEGO EN EL CORAZON COMENTARIO A LC 12, 49-53 Jesús tenía grandes pasiones. Le quemaba el corazón el saber que Dios es un padre, el padre que jamás nadie pueda imaginarse. Un padre que todo perdona, que desea siempre la salud, el pan, la dignidad para todos sus hijos. Quería que todos conocieran y amaran a este padre. Y le quemaba el corazón el dolor de tanta gente. El dolor de los que pasan hambre, de los que sufren enfermedad, de los que ansían un mundo de justicia. Le quemaba el corazón ver las personas que acaparan, los que se aprovechan, los que mandan colocando pesados impuestos a la gente. Y los señalaba con el dedo, y los maldecía. Gritaba su maldad. Le quemaba en el corazón el deseo de un mundo de paz y de justicia. ¡Ojalá toda la tierra estuviera ardiendo!. Por eso hoy estamos llamados a revisar nuestro corazón. ¿De qué arde? ¿Cuáles son sus pasiones más profundas? ¿No estará apagado? ¿Nos emocionamos como Jesús cuando avanza la justicia y el bienestar? ¿Nos emocionamos cuando avanza la cultura, el deporte, la libertad, la pureza del aire, el gobierno a favor de los más humildes, la construcción de los espacios comunitarios, los éxitos en las luchas de los obreros, de los campesinos, de los vecinos? ¿Nos emocionamos cuando Jesús entra en el corazón de la gente que nos rodea? ¿Nos emocionamos en el canto de la comunidad, en la adoración de Jesús, en el rezo personal y familiar? ¿Nos emocionamos cuando llega al corazón, a la familia, a la comunidad y a la patria el Reino de Dios? He venido a prender fuego en el mundo. Hoy dejamos prender por Jesús. Hoy dejamos que nuestro corazón arda de cariño hacia quien está sentado junto a mí. Hoy nos comprometemos a contagiar el fuego del amor a los demás. Aunque algunos no nos comprendan. Aunque los más cercanos se opongan. ¿Piensan que he venido a traer la paz al mundo? No. Vine a traer la división. Aunque a resultas de seguir a Jesús se den divisiones en la casa y con los amigos. * ¡Señor, pase lo que pase en mi vida y en mi alrededor. Aunque a veces sienta que estoy arando en el mar, Señor, nunca dejes que se apaguen las ilusiones, los proyectos, los deseos de cambio, que nunca se apague el amor, el fuego del corazón! SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte los ideales que tenías en tu juventud. Y los ideales que tienes ahora b. Comparte con sencillez y humildad tus luchas por la justicia y los resultados obtenidos. 38

25 DE AGOSTO LA PUERTA ESTRECHA COMENTARIO A LC 13, 22-30 La puerta ancha es aquella por la que entran las personas que creen que con alabar a Dios, ya están salvadas. Aquellos que piensan que con no meterse con nadie, ya son buenos. Aquellos que presumen que del trabajo a la casa y de la casa al trabajo, y no tienen tiempo para los demás. Atraviesan esta puerta grande muchos creyentes que abarrotan los estadios, los templos y los salones gritando y aplaudiendo al Señor. Con eso, se creen salvados. No aquel que dice Señor, Señor entrará en el Reino. Sino el que hace la voluntad del Padre. Y la voluntad de Dios no coincide siempre con la ley. Las leyes son permisivas: podemos comprar alcohol, podemos alquilar videos, podemos entrar en casinos y jugar maquinitas, podemos pagar salarios bajos, podemos tal vez divorciarnos y abortar. Pero el que lo permita la ley no es señal de que sea voluntad de Dios. La voluntad de Dios siempre es más exigente que la ley. Siempre se entra a ella por la puerta estrecha, por la puerta angosta. Esfuércense por entrar por la puerta angosta. Es incómodo tenerle paciencia al marido, a los hijos y a los nietos. Es incómodo visitar los enfermos, las cárceles y los centros de rehabilitación. Es incómodo asistir a las juntas de la escuela, la capilla y la colonia. Es incómodo buscarse un tiempecito y un lugarcito para estar a solas con El. Platicando como dos amigos, dejando pasar el tiempo en la amistad de Dios, como María a los pies de Jesús. Es incómodo hacer a menudo un examen de conciencia y preguntarme: ¿De qué puedo prescindir? ¿qué cambios debo hacer en mis horarios y en mis relaciones? ¿Qué programas de la tele, del Internet, de los videos me son tentación? Para que al final digamos: no me salvan mis obras, me salva la misericordia del Señor. Y hoy, una vez más, el Señor toca el corazón. Nos hace ver que no es suficiente reconocer que hemos comido y bebido contigo, es decir, no es suficiente con ir a Misa y comulgar. Ni tampoco es suficiente alegrarse y estar satisfechos porque tu has enseñado en nuestras plazas, es decir, no es suficiente con escuchar la Palabra de Dios en el Círculo Bíblico o en la Iglesia. ¿Entonces qué debemos hacer? Se trata de no cometer maldades. ¡Aléjense de mí todos los malhechores! Ustedes, que se sentían los primeros, serán los últimos. Y quienes se creían los consentidos de Dios, serán echados fuera. Y en cambio, mucha gente que anduvo poco por las iglesias, pero se esforzaron por entrar por la puerta angosta, serán los primeros, y vendrán a sentarse a la mesa del Reino de Dios. * Que no me canse de examinar mi día. Que no me canse de regalarte una hora de intimidad. Que no me canse de dar siempre un poquito más, un poquito más. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte tus programas favoritos de la tele y del radio y como repercuten en ti b. Comparte lo que te cuesta en el seguimiento de Jesús 39

1 DE SEPTIEMBRE LOS PRIMEROS ASIENTOS COMENTARIO A LC 14, 1. 7-14 ¿Cómo debemos vivir para ser discípulos de Jesús?. Hoy el evangelio nos recuerda una página de “buena educación, de “urbanidad cristiana”. Son las normas para vivir en el Reino de Dios. Primero de todo, el cristiano no es presumido. No escojas el primer lugar. Hay personas que están muy dispuestas para presidir celebraciones, visitar gente importante, dar la cara al público, pero tienen un olfato muy fino para desaparecerse cuando hay que barrer, cargar sillas, trapear… El que se ensalza, será humillado y el que se humilla será ensalzado El Señor nos indica otra página de buena educación cristiana. Se trata de hacer las cosas diferentes de cómo las hacen la mayoría de las personas. Siempre que hacemos una fiesta, invitamos a los que queremos. Si yo doy un regalo a un familiar o amigo es muy probable que algún día me devuelva el favor. Eso de invitar a los míos, lo hace todo el mundo. No se necesita ser cristiano para eso. Jesús nos recuerda lo que es propio del creyente. Cuando des un banquete invita más bien a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos ¡Qué suerte para ti si ellos no pueden compensarte! Nuestra comunidad está llena de gente verdaderamente cristiana. Es aquella vecina que ofrece un taco al que pasa, es aquella otra que recibe en su casa al familiar o conocido que viene del sur buscando trabajo, buscando pasar al otro lado, es aquel familiar que se puso al brinco con el dueño y el patrón que no pagan lo convenido, arriesgando que lo corran. Tanta gente que ayuda al que está con problemas en la carretera, que le compran a la señora humilde no tanto por necesidad sino para ayudarla. Tantas familias que celebran sus bodas con las puertas abiertas para todo aquel que quiera echarse un taco. Se trata de ayudar aunque no nos pidan ayuda. Ver niños aburridos y organizarles una fiesta, una escuela de tareas, saber de enfermos y visitarlos, ofrecer un viaje sin que lo pidan. Un corazón cristiano escucha los gritos del silencio. En ese dar sin esperar recompensa, es en donde nos medimos como cristianos. Amar hasta que duela. *¡Que nada haga por buscar gratitud!, !Que siga haciendo el bien sin mirar a quien!!Que nunca deje de tener al menos un pie con los de abajo! Creo Señor, que ellos, y sólo ellos me abrirán las puertas del cielo. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte la experiencia de haber sido tomado en cuenta, que te hayan dado un lugar que pensabas no merecer. b. Comparte la experiencia de haber invitado a tu casa alguna persona muy necesitada 40

8 SEPTIEMBRE LO QUE CUESTA SEGUIR A JESUS COMENTARIO A LC 14, 25-33 Caminaba con Jesús un gran gentío. Es hermoso saber que somos millones los cristianos que gozamos de la amistad de Jesús. Hoy, Jesús se vuelve a cada uno de nosotros y nos mira a los ojos profundamente, con mucho cariño y nos pregunta si de verdad El es el todo de nuestra vida. Si de verdad estamos dispuestos a dárselo todo. O bien si tenemos nuestro guardadito, una parte nuestra que nos da miedo entregar al Señor. Sólo si entregamos todo, podremos recibir todo. Así que todo debe estar en función y al servicio de El. No hay nada en el mundo más importante y necesario que El. Ni siquiera lo más querido de uno, los padres, los esposos, los hijos, los hermanos. Ni siquiera uno mismo. Si miramos esta muchedumbre de seguidores vemos a nuestro alrededor personas muy generosas. Hace unos años recibí una carta de una amiga de mi tierra, doctora, esposa y madre de dos hijas, que siente que Dios le pide seis meses de servicio en el Chad, un país pobre del África y me decía: “el día 5 de diciembre marcho al Chad, allá hace mucho calor. He reflexionado sobre la utilidad de mi cooperación, como es necesario acercarme a los más pequeños, ponerme a sus pies. Andar por la vida sin morral, sin huaraches, solamente con el amor que Dios me da. Siento que la cooperación médica es necesaria y es el Señor quien me envía. Debo dar mis dos moneditas, como la viuda del Evangelio, y que me ponga en sus manos con toda la confianza”. Vemos muchas personas que arriesgan su salud por visitar hospitales y cárceles, por andar en ambientes peligrosos, soportando el sol y el polvo. El seguimiento de la voluntad de Dios, tal vez les recorte el tiempo de vida. Como Jesús que no pasó de los 33 años. Cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo. * Carlos de Foucauld fue un militar francés que compartió su vida con los pobres en el desierto de África. Allá murió asesinado. Quiero rezar hoy lo que dejó escrito: Padre me abandono en tus manos, haz de mi lo que quieras. Por todo lo que hagas de mí te doy gracias. Estoy dispuesto a todo, todo lo acepto, con tal que tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Dios mío, pongo mi alma en tus manos. Te la doy, Dios mío, con todo el amor de mi corazón, porque te amo, y es para mi una necesidad de amor el darme, el entregarme en tus manos sin medida, con infinita confianza, porque tú eres mi Padre. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Qué persona conoces que sea para ti un ejemplo grande de generosidad? b. ¿Cómo vives tu ser misionero? 41

15 SEPTIEMBRE AL ENCUENTRO DE LA OVEJA PERDIDA COMENTARIO A LC 15, 1-32 Hoy Jesús nos explica quién es Dios para El y para nosotros. No hay en toda la historia de las religiones una página más bella sobre Dios y sobre la condición del hombre. Nosotros nos vemos reflejados en el hijo pequeño. Hemos malgastado salud, tiempo, fuerzas y dinero que sabíamos eran para la familia, para el bien de los demás. Nos equivocamos porque buscamos la felicidad, la libertad, el ser protagonistas, el sentirnos libres, pero sin atender lo más profundo de uno, sin escuchar a Dios. Y nos derrumbamos. Como el hijo que al rato se encontró entre puercos. El Padre le había dado todo, ahora nadie le da nada. Pero el hijo regresa. Sabe que su Padre algo hará por él, aunque sea tenerlo de criado. Nos acercamos a Dios sufriendo nuestra infelicidad, por egoísmo. Nos sentimos reflejados en el hijo mayor. En temporadas nos hemos esforzado en ser cumplidores en la familia, en la sociedad, en la iglesia. Pero el corazón se nos hizo duro. A cada rato nos sale juzgar a los demás, incluso nos creemos más que los otros. Y nos cuesta perdonar, y nos cuesta convivir con los de abajo. El hijo mayor heredó las tierras del padre, pero no heredó su corazón. Se quedó fuera de la fiesta. Así nosotros, con nuestro rencor, con nuestro pequeño y raquítico corazón, nos quedamos inmersos en la soledad y la tristeza. Vemos a Dios como un padre, a quien le interesa más la libertad del hijo que su tierra, sus pertenencias y el que dirán los demás. El Padre sabe esperar, así es Dios. No nos impone nada, siempre nos sugiere. No nos exige nada, siempre nos suplica. Dios nos da la libertad como el gran regalo, aceptando el mal uso que podamos hacer de ella. Por encima de todo, Dios nos quiere libres. Dios Padre conoce nuestras debilidades, pero confía en nosotros. Y sabe que un día regresaremos a El. Y el Padre nunca nos niega. Es propio de nuestro Padre Dios andar siempre buscando lo perdido. Por solos que nos sintamos, por grandes pecadores que nos veamos, Dios siempre anda detrás nuestros para abrazarnos. El Padre se rebaja a correr al encuentro del hijo, y devuelve al hijo perdido al corazón del hogar, de la familia. El abrazo del Padre, junto con la comida, la música, el anillo y los huaraches son señal de borrón y cuenta nueva. Son señal de que en ningún momento el Padre olvidó al hijo ni dejó de quererlo. El hijo vuelve a estar en la casa del Padre, sin facturas que pagar, sin nada que deber. Nuestro Dios, de verdad que es sorprendente. * ¿Creo de verdad en Dios como ese Padre, tal como lo cuenta Jesús? ¿Qué debo hacer para que no le tenga miedo? ¿Me esfuerzo en ser ese padre para todos los que me rodean? SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte cuándo has sido el hijo pródigo, el hermano mayor, o el padre. b. Comparte una vivencia de perdón (que hayas ofrecido o recibido) 42

22 DE SEPTIEMBRE CON EL DINERO, GANENSE AMIGOS COMENTARIO A LC 16, 1-13 Jesús nos invita a compararnos con la gente astuta e inteligente para los negocios. ¿Qué hace la gente para acrecentar su dinero?: Se pasan horas con el teléfono y el celular en la mano buscando precios. Se citan en los cafés y restaurantes. Llegan tarde a la comida de la casa, le quitan horas del descanso, Incluso están en la casa mirando la tele pero su mente sigue en el dinero. Son capaces de ir lejos a buscar posibles clientes. Sonríen y aguantan a gente mala con tal de conseguir su propósito. Si trabajan en la maquila y están por llegar tarde, hasta corren o agarran un taxi con tal de que no les descuenten el día y los castiguen. Invierten dinero en propaganda, en sobornos. ¡Cuánto tiempo, esfuerzo y pensamiento para conseguir más dinero! Y si para conseguir dinero se trabaja tanto, ¿por qué para las cosas de Dios somos tan conformistas? Tenemos unos hijos o nietos que van por mal camino, vemos que las sectas invaden nuestras colonias, aumenta día con día la delincuencia, cada día hay más tienditas que venden drogas, urge tener más iglesias, más salones, hay muchos niños sin escuela, me doy cuenta de que sé muy poco de mi Iglesia, de la Biblia, tengo problemas de relación con mi pareja, con mi familia, con mis hijos…. ¿qué hago? Lamentarme, hablar y hablar, sufrir y a lo más, rezar. Y ahí acaba todo. Con razón decía Jesús: Es cierto que los ciudadanos de este mundo sacan más provecho de sus relaciones sociales que los hijos de la luz. Todo lo que se hace para sacar dinero, tenemos que hacer, y aún más, los cristianos para extender el reino de Dios. Pensar, llamar por teléfono, citarnos para vernos, quitarle horas al sueño, al descanso, a la familia, invertir dinero… utilicen el sucio dinero para hacerse amigos. No nos debería doler gastar en un libro, en un CD, en un casset, en una Biblia, en el pago de un retiro, de un curso. Debo gastar tiempo y dinero para que alguien abra los ojos, se acerque más al Señor, se comprometa más con los demás, se relacione mejor con su familia. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero. ¡Que el dinero sirva para la causa de Dios!. El que ha sido digno de confianza en cosas sin importancia, será digno de confianza también en las importantes. Somos responsables de la familia y de la Parroquia. Somos responsables del Círculo Bíblico, de su extensión, de su perseverancia. * ¡Que no me canse de poner todo lo que esté a mi alcance para ser mejor persona, mejor cristiano!.¡Que no me canse, Señor, de cansarme por Ti y por tu Evangelio! SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte cómo te has ganado la vida (tus negocios, tu profesión…) b. Comparte un caso de astucia para hacer el mal o para hacer el bien. 43

29 DE SEPTIEMBRE TENDER UN PUENTE CON EL NECESITADO COMENTARIO A LC 16, 19-31 Nos encontramos ante un texto difícil de comprender. Tal vez se nos hace exagerado que el rico se vaya al infierno para siempre, por no compartir sus bienes con el pobre. Hijo recuerda que tú recibiste bienes durante la vida. Tener mucho existiendo alrededor gente sin nada, es suficiente para la condenación eterna. Suena a muy exagerado. Pero ciertamente es un llamado de atención a algo muy importante para Jesús. Si quieres seguirlo, si quieres entrar en el Reino de Dios, ser un buen cristiano en la tierra y después gozar en el Cielo, debes compartir. Tienes que tender un puente entre tú y el necesitado. El rico vivía cerca del pobre, pero lo ignoraba. Debes fijarte quienes están tendidos en el suelo, quienes viven una vida de perros. Y no puedes pasar ante ellos por alto. No puedes cruzarte de brazos. Tienes que ver qué tanto puedes hacer a nivel personal, y luego qué tanto puedes ayudar a las instituciones y grupos que de forma organizada buscan ayudar a la gente. Por ejemplo, qué tanto ofreces para CARITAS, qué tan a menudo ofreces tu despensa y qué tan abundante es. Pero no sólo eres rico en bienes materiales, sino también en bienes del alma. ¿Qué tanto te preocupas de ayudar en hacer las tareas, en compartir tus conocimientos, tus estudios, tus habilidades? ¿Qué tanto te preocupas de compartir tu alegría, tu tiempo, tu casa, tu espacio? Pero también se nos hace exagerado ver con qué facilidad se fue Lázaro al cielo. En ningún momento se habla de buenas obras, de buena conducta. Tal vez Lázaro era pobre porque era un borracho, un adicto. No lo sabemos. ¿Cumplía Lázaro con sus obligaciones religiosas? Tampoco lo sabemos. Dice simplemente Jesús: murió el pobre y fue llevado por los ángeles al cielo. La única explicación que da Jesús es que Lázaro recibió males. Ahí se ve clarito que la salvación es un regalo de Dios, y es un regalo que simplemente Dios da a todos los pobres del mundo, por el simple hecho de haber recibido males. Son palabras difíciles de comprender, pero que seguro son buena noticia para todos los pobres del mundo, para todos aquellos que están cubiertos de llagas. La llaga del dolor, del desprecio, de la burla, de no tener trabajo, del salario miserable, de la escasa comida, del frío y del calor, de no tener techo, de la ignorancia, de la burla, las mil llagas del pobre y desgraciado. Para todos, nosotros incluidos, tal vez en la vida la única palabra de esperanza es la de Jesús. Felices los pobres porque de ustedes es el Reino de Dios. * ¿Me preocupan de verdad los pobres que están a la puerta de la casa? ¿Mi conducta es la que tu esperas de mi? Alguien llama a la puerta de mi generosidad… ¿estás sordo, Pepe? SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte la experiencia de acoger a una persona muy necesitada b. Comparte la experiencia de haber sido socorrido en una gran necesidad 44

6 DE OCTUBRE EL TRABAJO POR EL REINO NUNCA SE ACABA COMENTARIO A LC 17, 5-10 Sabemos que estamos llamados a la santidad. Queremos ser un buen ejemplo para los demás. Queremos que los demás cuando nos vean creyentes, con el corazón pacificado y libre, digan: ¡Que hermoso es tener la fe en Jesús! Pero nos miramos a nosotros mismos y ¡nos vemos tan pequeños y débiles!… y nace en el corazón la misma súplica que los apóstoles: ¡Auméntanos la fe!. Danos una mirada optimista hacia nosotros mismos, recuérdanos a cada instante que somos templo de tu presencia, que la gracia es un regalo tuyo, siempre inmerecido, pero siempre presente. Queremos ver los imposibles de nuestra vida, aquello que pensamos que no está a nuestro alcance cambiar. Si ustedes tienen un poco de fe, no más grande que un granito de mostaza, dirán a ese árbol: arráncate y plántate en el mar, y el árbol les obedecerá. Y si buscamos ayuda en la oración, en el sicólogo o en el grupo, tal vez el árbol del pesimismo, el árbol del mal carácter, de los vicios, del miedo, de la soledad, de la tristeza, del rencor, del egoísmo se arrancará de nuestro corazón y se plantará lejos. Y tal vez si nos juntamos entre varios y nos organizamos el árbol de la corrupción, el árbol de la pobreza, de la contaminación, de la injusticia, de la guerra tal vez saldrá y volará hacia el mar. Está claro que eso exige al creyente algo más que a los demás. Los demás cuando acaban su horario de trabajo, simplemente se quedan a ver la tele, a convivir con la familia. El cristiano sabe que cuando se acaba el trabajo para la familia, continúa el trabajo para el Reino de Dios. Cuando el servidor vuelve del campo, ¿le dicen acaso: Entra y descansa? ¿No le dirán más bien, prepárame la comida y ponte el delantal…? Ahí estamos Señor, con el delantal puesto. Habla, Señor que tu siervo de escucha. Y si de verdad escuchas la voz del amor, pronto te dirá qué comida debes servir. Será la comida de la catequesis, de las vendimias después de la misa, de la escoba y el trapeador, de subir aquella pared, de entrenar aquellos niños en el deporte, de asistir a las juntas de padres, de organizarte… Y este delantal lo tendremos puesto todo del día, abierto el corazón como el OXXO, las 24 horas, para aquel que nos solicite. Porque si nosotros no hacemos este bien, nadie lo hará. Somos insustituibles. Y, oh paradoja, desde ya decimos al atardecer del día: Somos servidores que no hacíamos falta, hemos hecho lo que era nuestro deber. * Tantas pruebas, Señor, me has dado a lo largo de la vida de tu providencia, ¿por qué todavía mi fe es tan pequeña? SEGUIR COMPARTIENDO a. La experiencia de haber ido a algún evento o lugar para servir b. La experiencia del cansancio físico y espiritual

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13 DE OCTUBRE ¿QUE CONTAGIO? ¿QUE AGRADEZCO? COMENTARIO A LC 17, 11-19 De camino a Jerusalén, Jesús pasaba por los confines entre Samaria y Galilea. Samaria era un lugar nada agradable para los judíos. En esta región vivía gente que no era del gusto del pueblo elegido. No seguían su religión, no acudían al templo de Jerusalén, no era gente cumplidora. Había allí muchos leprosos. Podrían ser ahora los sidosos, tal vez contagiados por tener relaciones homosexuales. Y Jesús no le saca, no tiene miedo, no hace distinciones y entra al pueblo. Le entra a los problemas. En los Círculos Bíblicos salimos en busca de toda clase de gente, gente que uno muchas veces no quisiera tratar. Será un adicto, un alcohólico, una mujer que tiene mala fama, que no está casada ni por el civil ni menos por la iglesia. Ahí, en la chusma, en el dolor, ahí nos espera el Señor, porque a través nuestro quiere repetir su gesto de sanar a los demás. Jesús nos necesita. Somos su voz consoladora, somos su fuerza curativa. Si la gente adolorida, herida por la vida, no va a nosotros, nos toca a nosotros ir a ella. Y ¿por qué nosotros? Simplemente porque también nosotros fuimos sanados por El. También el Señor usó de alguien que nos acercara a la sanación. En nuestra historia personal hemos pasado temporadas como leprosos. Vivíamos distanciados de la gente como si contagiáramos el mal humor, la tristeza y el rencor. Vivíamos separados del compromiso familiar, parroquial y del barrio, como a cierta distancia del Señor. Nos sentíamos mal y nos apenaba mirar al Señor. Nos parecía que sin El podíamos vivir, hasta más a gusto. Pero no estábamos a gusto. Cuando Jesús se cruzó en nuestra vida, en el silencio o en el grito angustiado clamamos, ¡Maestro, ten compasión de nosotros!. Y Jesús nos sanó. Nos quitó la pesada piedra que oprimía nuestro corazón. Y nos devolvió a la comunidad, nos regresó a la Iglesia. ¿De quien se valió Dios para sanarnos? ¿De algún familiar o amigo?. ¿De un desconocido? ¿De qué se valió el Señor para que estés ahora aquí con el corazón repleto de gratitud? Gracias. Señor, por la persona de la que te valiste para sanarme. Y luego en el silencio de la casa, de la noche estrellada, ante el sagrario, ante el pan y el vino de la Eucaristía, postrados en tierra, una vez más, le decimos al Señor: ¡Gracias!. Y escuchamos la voz del Señor: Levántate y vete, tu fe te ha salvado. * Que viva siempre agradecido por tu salvación. Agradecido a todas las personas que en los momentos difíciles me regalaron su comprensión y ayuda. Que me devolvieron mi dignidad. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte algún momento de crisis de fe que hayas tenido b. Comparte la experiencia de una enfermedad contagiosa 46

20 DE OCTUBRE. DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES COMENTARIO A MC 16, 15-20 El Evangelio de Marcos finaliza con el último deseo de Jesús, el mismo deseo que le acompañó durante toda la vida: que todos aquellos que sean sus seguidores, sus discípulos se conviertan en misioneros. Un misionero es una persona enviada ¿Para qué? Para anunciar la Buena Nueva a toda la creación. ¿Y cuál es esta buena noticia? Muy sencilla y muy hermosa. Que Dios es un Padre que nos ama con amor infinito. Que Jesús vive. Que somos templos del Espíritu de Dios. Que siempre hay perdón en nuestras vidas. Que con la llegada de Jesús ya está entre los hombres el Reino de Dios. Y que estamos llamados a extenderlo Y este Reino de Dios que nos ha sido regalado por el amor del Padre, a través de la vida y muerte de Jesús, está presente por la fuerza del Espíritu Santo. Y el Reino de Dios es la vida en la familia, como si Dios fuera el padre y la madre. Es la vida en la parroquia, como si Dios fuera el párroco. Es la vida en el Círculo Bíblico si Dios fuera el coordinador. Es la vida de la ciudad y del país, como si Dios fuera el alcalde o el presidente. Es la vida de la humanidad como si Dios fuera el secretario general de la ONU, y mandara sobre el Consejo de Seguridad. ¿Cómo viviríamos si Dios realmente fuera el Señor de nuestras vidas? Como una gran familia. Hay que creer en el amor de Dios, hay que creer que otro mundo es posible, que otro México es posible, que otra colonia es posible, que otra familia y otra parroquia es posible, que yo puedo ser muy otro. Y quienes crean de verdad en el poder del amor, las cosas cambiarán. Echarán los demonios del rencor, del desprecio, de la pobreza, de la injusticia, de la soledad. Hablarán las nuevas lenguas del ánimo, del vente conmigo, del acompáñame, del acércate a Jesús, del acércate a la comunidad, perdona, comprométete, reza y comparte. Tomarán con sus manos las serpientes y beberán algunos venenos, como el veneno de las telenovelas, del los telediarios mentirosos, de las películas que hablan mal de la iglesia y bien de los violentos que invaden Irak y asesinan, como el veneno del alcohol, del ambiente materializado, compartirán todo eso, pero con mirada crítica, con prudencia y nos les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos saludándolos y ofreciéndole las medicinas, el cariño, el consuelo y quedarán sanos. Y es que el Señor actúa con ellos y confirma el mensaje con estos milagros. Y ellos salieron a predicar en todos los lugares. Y hoy todos nos sabemos misioneros y es que celebramos el DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES. * Señor, que las tareas de despacho, que la flojera, no me impidan ser misionero, de entrar a las casas y a los corazones para anunciar la Buena Nueva de tu amor. SEGUIR COMPARTIENDO a. ¿Tienes alguna experiencia de haber sido misionero? b. ¿Qué haces para extender el Reino de Dios? 47

27 DE OCTUBRE. El FARISEO Y EL PUBLICANO COMENTARIO A LC 18, 9-14 DIFUNTOS La parábola de Jesús es muy clara. Hay dos maneras de dirigirse hacia Dios y hacia el prójimo. El fariseo presume ante Dios de su buena conducta. Ayuda a los demás porque eso le da satisfacción, le hace sentirse bien. Cree que todo lo que es y todo lo que tiene es por esfuerzo propio, algo que solito se lo ha ganado a pulso. Piensa que sus buenas obras lo hacen bueno ante Dios. Y de pilón, se compara. Tenemos el alma de fariseo cuando hacemos recuento de las cosas buenas, a favor de la familia, de la parroquia y del Círculo Bíblico y pensamos que con eso compramos el cielo. Y nos comparamos con los demás y sentimos un gusto especial de nuestros triunfos, incluso el mismo gusto cuando vemos los fracasos de los demás. Luego está el publicano, aquella persona que los vecinos tachan de mala gente. Porque los publicanos trabajaban para el mal gobierno, cobraban a la gente y se aprovechaban de ella. Y lo vemos, que se quedaba hasta atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Es el hombre que se encuentra entrampado en su debilidad. No tiene fuerzas de voluntad para cambiar. No está satisfecho consigo mismo. Pero se mira a si mismo y se decide a dar unos pasitos. Admite que es impotente ante su mala vida, que su vida ya no está en sus manos, se ha vuelto ingobernable. Y ha llegado al convencimiento de que solamente Dios, ese poder superior, le puede devolver el recto pensamiento y ahora ante la presencia de Dios está dispuesto a poner su voluntad, toda su vida en sus manos. Mira la bondad de Dios y de rebote ve la fealdad de su corazón. Como si cerrando los ojos viera más clara la película de sus pecados. Y reconoce ante Dios, ante él mismo y ante los demás su maldad. Por eso se golpeaba el pecho diciendo “Dios mío ten piedad de mi que soy pecador”. Quisiera atravesar el corazón con un cuchillo, para acallar su remordimiento. Los demás lo oyen. El lo sabe. Es una manera de comprometerse, de estar dispuesto de verdad a que Dios lo libre de todos sus defectos, de sus malas inclinaciones. Y humildemente se lo pide. Tal vez ni sabe que solamente la misericordia de Dios lo puede hacer justo. Yo les digo que el publicano estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa. En estos días de difuntos sentimos la tranquilidad ante tantos familiares y vecinos que, a lo mejor, como el publicano, no tuvieron una vida ejemplar, pero en el fondo del corazón confiaron en la misericordia y piedad de Dios. Y eso fue suficiente para ser santificados por Dios, para ser santos. * Que sepa gozar tu presencia Señor en mi vida, y en la vida de todos los que me rodean. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte la época en tu fe en que pensabas que las obras compraban el amor de Dios. b. Comparte cómo vives ahora tu fe, sabiendo que sólo la misericordia de Dios nos hace justos. 48

3 DE NOVIEMBRE EL SEÑOR ME RECIBE TAL CUAL SOY COMENTARIO A LC 19, 1-10 Se acercan los días en que recordamos a nuestros familiares que se nos fueron. Algunos de ellos no tuvieron una vida ejemplar. Con algunos de ellos nosotros no fuimos ejemplares. No estamos satisfechos con nuestra vida. Pero para ellos y para nosotros hay salvación. Como la hubo para Zaqueo, un publicano, jefe de los cobradores del impuesto. Hombre de vida poco ejemplar. Quería ver como era Jesús, pero no lo conseguía en medio de tanta gente, pues era de baja estatura. Y baja tenía la moral y bajo su comportamiento. ¿Qué habría escuchado Zaqueo de Jesús para mostrar tanto interés en verlo? Entonces se adelantó corriendo y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por allí. Zaqueo es un hombre que no se queda con los puros deseos. No le importa lo que diga la gente de verlo tan menudito correr y treparse a un árbol. El, que era un rico jefe de cobradores está dispuesto a arriesgar para ver al Señor. Se puede caer del árbol o puede ser la risa de toda la gente. Su ejemplo nos sacude ¿Qué tanto estoy dispuesto a arriesgar por el Señor? A veces el temor de una gripa o de una insolación, o la flojera, ya es suficiente para que no asista al Círculo Bíblico. A veces el temor del que dirán, de que se den cuenta de mis pocos estudios, de mi poco dinero, de mi casa pobre es suficiente para que no me apunte a un curso, no hable en una junta o no invite a nadie a una fiesta en mi casa. ¿Me siento libre para buscar lo que deseo? El paso siguiente lo da el Señor. “Zaqueo baja en seguida pues hoy tengo que quedarme en tu casa”. Porque es propio de Jesús acoger a la gente, acercarse a ella, encontrarse con ella sin que la gente se sienta mal, a pesar de las malas conductas. Y es que bien mirado, tiene más ganas de estar Jesús con nosotros que tal vez nosotros con El. Jesús se cuela dentro de nosotros cuando leemos su palabra en el Círculo, cuando comulgamos, cuando abrimos las puertas del hogar y las manos al necesitado. Y claro, si Jesús está dentro de mí, es más fácil que me comporte como El. Y el codo Zaqueo se hizo generoso: Voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres… Y el transa Zaqueo se hizo justo: A quien le haya exigido al injustamente le devolveré cuatro veces más. Y aquel hombre que tenía la vida enfocada a servirse a si mismo, encontró la salvación. Hoy ha llegado la salvación a esta casa. Porque a partir de ahora Zaqueo se abre a las necesidades de los demás. Y los demás lo recibieron como uno de ellos. Ya Zaqueo no está señalado, ya no vive aislado, ya está salvado. * Tengo la tentación de esperar que la gente venga a mí, de esperar que me busquen. Los ejemplos de Zaqueo y de Jesús me animan a dar pasos hacia el otro. A cada rato. Siempre. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte la experiencia de comer con alguien importante b. Comparte la experiencia de ser abusado o engañado económicamente 49

10 DE NOVIEMBRE DIOS DE LA VIDA COMENTARIO A LC 20, 27-38 Ya nos vamos acercando al final del año litúrgico. En tres semanas ya es Adviento. Las lecturas nos hablan de tener puestos los ojos en el final de nuestra vida y de la humanidad. Al final del camino nos espera Dios, un Dios que es Vida, que es vida mientras vivimos y es vida para toda la eternidad. Dios es un Dios de vivos, y todos viven en El. Jesús nos invita a tener un único absoluto, es decir, una sola gran ilusión, saber que Dios nos resucitará y mientras vivamos, nos toca dar constantemente vida. Ciertamente que es un regalo de Dios ser esposos y tener hijos. Pero hoy el Señor nos invita a engendrar otras vidas. Otras vidas que nacen no de tomar marido ni esposa, sino de sabernos hijos de Dios, por haber nacido de la resurrección. Es la vida que nace del agua del bautismo, por la que nos sentimos y somos hijos de Dios. Es la vida que nace del ser confirmados, ungidos con aceite, por la que tenemos la fortaleza para vivir como hijos de Dios. Es la vida que nace de la Eucaristía, por la que nos sentimos hermanos de todos aquellos que están en la misma mesa de la Iglesia, y en la misma mesa de la humanidad. Es la vida que nace de la reconciliación, cuando nos reconocemos pecadores ante el sacerdote y ante los hermanos del Círculo Bíblico Es la vida que nace de las parejas, cuando se comprometen a ser fieles en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad y amarse siempre. Es la vida que nace del sacerdote cuando de verdad coloca todo su ser al servicio de los demás. Es la vida que nace de la unción del enfermo, que se siente seguro en los brazos de Dios. Sembrar un árbol, cultivar flores, cuidar las mascotas, son signos de amor a la vida. Y más cuando recogemos en el hogar a personas ajenas, cuando ofrecemos nuestra sangre para una transfusión, cuando consolamos a la persona angustiada, cuando invitamos a los demás a la iglesia, a las juntas de mejoras de la escuela y comunidad. Cuando abrazamos, bendecimos y oramos juntos. Otras vidas nacen, otras vidas florecen. Dios es Dios de la vida * Hazme un instrumento de paz, donde haya odio ponga yo el amor, donde haya injuria tu perdón Señor, donde haya duda fe en Ti. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte un sacramento que haya sido significativo para ti b. Comparte tu experiencia ecológica ¿qué haces por la vida del planeta? 50

17 DE NOVIEMBRE LA DESTRUCCION DEL TEMPLO COMENTARIO A LC 21, 5-19 Ya mero acabamos el año litúrgico. La iglesia cada año a través de las Misas nos va recordando y nosotros reviviendo la historia de la salvación. El año litúrgico empieza en diciembre con el adviento, con la espera del Mesías, luego viene Navidad con el Nacimiento de Jesús, y así celebramos toda su vida hasta que en noviembre nos habla de su retorno al fin del mundo, cerrando así el año litúrgico con la fiesta de Cristo Rey, el próximo domingo. Las lecturas que hablan del fin del mundo no son fáciles de entender. Hoy Lucas nos habla del fin del mundo del Antiguo Testamento. Ya se acabaron los tiempos de escuchar y obedecer a Moisés. Es el fin del templo, en que todo será arrasado y no quedará piedra sobre piedra. A partir de ahora se adorará al Padre en espíritu y en verdad. A partir de ahora sólo con los ojos de Jesús podremos leer bien el Antiguo Testamento. Así entramos con Jesús en los últimos tiempos. Entramos en el Nuevo Testamento. La época de expansión de la palabra de Jesús y de su Iglesia. Y el caminar de la iglesia no será fácil. Los tomarán presos, los perseguirán, los entregarán a los tribunales, los meterán en las cárceles… Ser cristiano supone tener problemas con los demás. Diario en cualquier rincón del planeta es asesinado un sacerdote, o un religioso o una religiosa. Diario son asesinados por los ricos y sus empresas trasnacionales, y por los gobernantes muchos cristianos defender el Evangelio y el Reino de Dios y por muchas personas de buena voluntad por defender la justicia, que es lo mismo. Por exigir libertad y democracia. Basta ver en nuestra patria como en cada conflicto mueren activistas de los derechos humanos, periodistas, líderes, gentes que exigen justicia. Y otros muchos son presos, torturados y encarcelados. Y esa sangre derramada nos da ejemplo de seguimiento de Jesús. Será para ustedes la oportunidad de dar testimonio de mí. Ustedes serán entregados por sus padres, hermanos, parientes y amigos. El que quiere seguir al Señor y es generoso escuchará siempre: Se pasa de bueno, es tonto, es débil, le falta carácter, es candil en la calle y oscuridad en la casa, quiere más a los de fuera etc… Si el que quiere seguir al Señor es exigente con la verdad y la justicia escuchará siempre: Vaya, que persona tan intransigente, qué dura, qué “sarra”, qué anticuada… Y el creyente no puede ceder en aquello que Dios le pide en lo más profundo de su conciencia. Manténganse firmes y se salvarán. * Que no desaproveche la oportunidad de dar testimonio de Jesús en los momentos difíciles con la paz en el corazón, la sonrisa en los labios y el interés por los demás. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte tu experiencia o la experiencia de otra persona de sufrir por defender la justicia. b. Comparte tu experiencia de estar o visitar una cárcel 51

24 DE NOVIEMBRE UN REY QUE LO HA DADO TODO COMENTARIO A LC 23, 35-43 Y con esta hermosa fiesta de Cristo Rey finalizamos el año litúrgico. Cristo ayer, hoy y siempre. El existe antes que todas las cosas. El es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, nuestro ejemplo, nuestro salvador. El nos espera al final de la vida para conducirnos a la casa del Padre. Ante Jesús, ante su proyecto de vida, de construir un mundo de hermanos, ante la injusticia de su asesinato clavado en cruz, caben varias actitudes. La gente estaba mirando. Pasar por la vida como simples espectadores. Pasar por la vida ganando dinero y consumiendo. Y que ruede el mundo… Los jefes por su parte se burlaban. ¡Tantos políticos farsantes, que se burlan de los pobres!. Por un lado en sus discursos hablan a favor del pobre. Pero en la práctica no hay dinero para el seguro social, para las colonias pobres. Hablan a favor de los pobres y suben los precios de todo, y los salarios quedan atrás, cada vez hay que trabajar más para poder comprar menos. También los soldados se burlaban. Tantos que tienen cargos públicos, que reciben grandes sueldo de los impuestos de todos y se burlan de los pobres. Tantos policías listos para atrapar a los que intentan pasar la línea para trabajar y que se aprovechan y se burlan de ellos. Uno de los malhechores lo insultaba. Somos nosotros cuando entre pobres nos insultamos, desconfiamos, nos hacemos daño. Cuando desquitamos nuestras broncas de adultos con los de abajo, con los hijos y los nietos; ¡Sálvate a ti mismo y también a nosotros! Yo ya estoy cansado, decimos, ahora te toca a ti trabajar, limpiar, tener este cargo… Finalmente está el buen ladrón, el que reprendió al otro. El valiente. El que defiende al pobre, el que no soporta la injusticia, no soporta el castigo dado a éste que no ha hecho nada. Es el primero que grita que Jesús murió por nosotros, murió por defender a los de abajo. Acuérdate de mi cuando entres en tu Reino. En la bendición final de las bodas el sacerdote pide a los novios que sean testigos del amor de Dios en el mundo para que los pobres y afligidos habiendo encontrado en ustedes ayuda y consuelo los reciban con gratitud algún día en la casa eterna del Padre. Jesús, pobre campesino de Nazaret, le abrió las puertas al ladrón que lo consoló en la cruz al reconocer que Jesús se había jugado la vida por defender a los últimos, el que nunca cometió pecado. En verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso. Son palabras consoladoras dirigidas para todos nosotros. * Te reconozco como Rey coronado de espinas, porque lo has dado todo defendiendo a los más débiles. Quiero aprender de ti a ser Rey. SEGUIR COMPARTIENDO a. Comparte tu experiencia de haber sufrido burlas e insultos b. Comparte tu experiencia de alguna persona que es supergenerosa, lo da todo.

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