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La Nación 1 12/4/2004 Como Congreso, Once y Abasto
En la ciudad ya hay unos 25 barrios que... no son barrios Son famosos, pero no figuran en el mapa -Buenas tardes, señor... ¿Qué barrio es éste? -preguntó la cronista. -¿Este? Abasto -dijo muy seguro un hombre de camisa celeste parado en el umbral de su casa, en Jean Jaurès y Corrientes. -Disculpame, pero estoy perdida. ¿Dónde estamos? ¿Cómo se llama este barrio? fue la consulta a una joven con look posmoderno en Honduras y Humboldt. -Esto es Palermo Hollywood. Cómo explicarle al señor de camisa y a la joven alternativa que ni Abasto ni Palermo Hollywood son barrios. Ellos estaban en dos de las muchas zonas de la ciudad que los vecinos identifican como barrios aunque en realidad no lo son. ¿Ejemplos? Once, Congreso, Barrio Norte, Barrio River, Barrio Parque, Alto Palermo, Naón... En el catastro oficial, ninguno de ellos tiene el status que le dan los vecinos. "La gente tiene hacia su lugar un sentido de pertenencia que no necesariamente se corresponde con la división administrativa", explicó la directora del Instituto Histórico de la Ciudad, Liliana Barela. Buenos Aires cuenta con 47 barrios -la última inclusión fue Puerto Madero-, pero el imaginario porteño reconoce una cifra un 50 por ciento mayor, acercándose, de paso, a los célebres 100 barrios porteños a los que les cantó Alberto Castillo. Incluso, un proyecto legislativo propuso incluir estas zonas y hacer que Buenos Aires tenga casi 70 barrios. Las inmobiliarias también tienen su responsabilidad en el asunto. Las ofertas en las zonas más fashion, como Palermo Hollywood o Soho, se cotizan mejor si llevan esa etiqueta. "Si ofrecés esas zonas, salís ganando. Tenés clientes seguro", confió Laura Lema, de Manrique Inmobiliaria, en Palermo. "Barrio es una palabra de origen árabe (proviene de barri, que significa afueras de la ciudad), lo que explica que en todas las ciudades del mundo se distinga del "centro" y los barrios propiamente dichos -escribió Germinal Nogués, en su libro "Buenos Aires, ciudad secreta"-. La ciudad fue creciendo y el vértigo desplazó las viejas quintas solariegas de la periferia céntrica y comenzó a definir zonas características por la singularidad de sus tipos humanos, su edificación, de sus actividades comerciales o industriales e incluso por sus formas expresivas. En síntesis, Buenos Aires es la suma de todas esas pequeñas geografías que son los barrios." Para Nogués, "los nombres son sólo la oficialización de denominaciones que no siempre coinciden con lo que los habitantes de esos barrios sienten". Acaso Palermo sea el ejemplo más acabado de esta falta de coincidencia entre los mapas oficiales y el sentimiento de los vecinos. Es el barrio más grande de la ciudad -tiene 17 km2 de extensión- y su geografía se convirtió en un rompecabezas con una decena de piezas: Palermo Hollywood, Palermo Soho, Palermo Chico o Barrio Parque y Las Cañitas, por citar las más conocidas. La avenida Juan B. Justo es la "divisoria de aguas" de las dos postales más fashion de Palermo: hacia el Norte, hacia la avenida Dorrego, surge Palermo Hollywood, y el sector sur, hacia la avenida Coronel Díaz, se denomina Palermo Soho. La primera se distingue por las casas recicladas, en torno de la zona de la plazoleta Cortázar, convertidas en restaurantes, bares y bistrós. Los establecimientos gastronómicos adoptan diferentes estilos, desde los platos más comunes hasta los más
excéntricos, se ofrecen cocina internacional, mediterránea, de autor, bares de tapas españolas e italianas, sushi bar, cocina mexicana y étnica. Se la conoce así porque hace unos años estaban instaladas allí varias productoras de televisión que tenían sus estudios en estas manzanas que hoy están de moda. Palermo Soho, en cambio, está poblada de nuevos negocios de diseñadores de indumentaria y decoración. Su nombre deriva del conocido barrio Soho de Nueva York. Una división que vende "La división la fueron haciendo los comerciantes", reconoció Lema, de Manrique Inmobiliaria. Parece que los precios no tienen techo en estas zonas. "No hay nada estipulado. Según el lugar, piden lo que quieren. ¡Y siempre aparece alguien dispuesto a pagarlo!", se sorprendió la mujer. Con una década en el rubro inmobiliario, Lema fue testigo de los cambios que la zona vivió en los últimos cinco años. "Empezó como una moda, pero sigue... Vamos a ver qué pasa." En Palermo Chico está la zona conocida como Barrio Parque, un lugar residencial. Y carísimo. Es el reducto más aristocrático de la ciudad y el rincón con el promedio más alto de embajadas por metro cuadrado. Sus vecinos son de lo más chic : allí se alzan las mansiones de Mauricio Macri, Mirtha Legrand y Susana Giménez. Geográficamente, el Barrio Parque se sitúa en la avenida Figueroa Alcorta, entre Tagle y San Martín de Tours, y encierra una rotonda custodiada por la calle Ombú. Petit hoteles, edificios residenciales y ningún comercio, así es el paisaje de la zona. Pero no son los únicos Palermos... La parte más antigua del barrio se conoce precisamente como Palermo Viejo, y se sitúa desde detrás de plaza Italia hacia el Sudeste. Detrás de la embajada de Estados Unidos está Palermo Nuevo, una zona que crecerá en los próximos años, según los pronósticos inmobiliarios. También está Las Cañitas. Detrás del Campo Argentino de Polo, con su epicentro sobre la calle Báez, estas cuadras se hicieron famosas gracias a la instalación de centros gastronómicos. Y Villa Freud, donde tienen sus consultorios numerosos psicoanalistas. Un párrafo para la zona del Botánico, que se ofrece en los avisos clasificados con entidad barrial. Sus límites serían Jorge Luis Borges, Charcas, Salguero, Juncal, Scalabrini Ortiz, Avenida del Libertador, República de la India y avenida Las Heras. Basta comprobar que dentro de sus generosos límites se encuentra la "zona roja" de la calle Godoy Cruz para advertir que en Palermo hay lugar para todos. "La ciudad se dividió para algunas cuestiones administrativas (escuelas, registros civiles, votaciones), pero recién en 1968 se divide en 46 barrios y les pone límites, que hoy son 47 con la inclusión de Puerto Madero -recordó Barela-. Esta ordenanza es rara, porque se dividió con criterios administrativos, algo que está más vinculado con la pertenencia, con el sentimiento." "El debate de los barrios plantea una discusión difícil de resolver -explicó Abrevaya-. Si todo el sector de un barrio dice que vive en Palermo Hollywood, por ejemplo, ¿quién decide que el vecino está equivocado? Tal vez en 20 años ésos sean los límites reales." Los varios Belgranos Belgrano no se queda atrás. Las letras C y R que distinguen a las dos estaciones Belgrano del actual Ferrocarril Mitre derivan de las denominaciones que tuvieron ambos ramales hasta 1949: Ferrocarril Central Argentino y Ferrocarril Buenos Aires y Rosario, respectivamente. Belgrano R es el barrio de las avenidas refinadas. El Belgrano Central es el de la Avenida Cabildo y sus muchos comercios.
El Bajo Belgrano es llamado por algunos Belgrano Chico. El otro Belgrano es el que llamamos Barrio River, que no se sitúa en Núñez, donde se ubica el club del que tomó el nombre. Sin olvidarse del Chinatown de Belgrano: detrás de la estación Belgrano C, frente a Barrancas de Belgrano, a lo largo de la avenida Juramento y hacia la Avenida del Libertador, se encuentra esta especie de sucursal oriental en Buenos Aires. Supermercados, restaurantes, librerías, farmacias, herboristerías, disquerías, agencias de viajes, zapaterías, servicio de acupuntura... Todo con mirar rasgado. "El caso más absurdo es Barrio Norte -opinó el director general de Participación Ciudadana, de la Secretaría de Descentralización y Participación Ciudadana, Sergio Abrevaya-. No hay ninguna referencia edilicia que lo identifique y la instalación del nombre se dio cuando, a fines siglo XIX, la gente se trasladó huyendo de la fiebre amarilla. Pero en realidad está al este de la ciudad... ¿Norte con respecto a qué?" Barrio Norte tendría como límites Córdoba, Callao, Las Heras, Coronel Díaz. Son pocas manzanas con una altísima densidad de población. Entelequias Más allá de los varios nombres de Palermo y de Belgrano, Buenos Aires tiene otros barrios que son una entelequia: Once, Congreso o Abasto, por ejemplo. Las tres zonas coexisten dentro de los límites del barrio de Balvanera, definidos como las avenidas Independencia, Entre Ríos, Callao, Córdoba, Díaz Vélez y las calles Gallo, Sánchez de Bustamante y Sánchez de Loria. Cada una de las tres tiene su propio sello. La primera recibe el nombre del centro comercial de las cercanías de la plaza Once de Septiembre, actual plaza Miserere; la segunda se refiere a las inmediaciones del Congreso de la Nación, y la tercera debe su nombre a El Abasto, ese icono porteño de 120.000 metros cuadrados construido para ser un mercado en 1892 y renovado hoy como centro comercial. Curiosidades Menos conocido es el barrio Naón. Dibujado por la imaginación de los porteños entre Mataderos y Lugano, tiene sus límites entre las avenidas General Paz, Emilio Castro, Carhué y Juan Bautista Alberdi. Otras zonas de la ciudad, por el contrario, figuran en los mapas, pero pocos las registran. ¿Qué vecino de Mariano Acosta y Juan Bautista Alberdi, por ejemplo, reconoce que vive en el barrio llamado Parque Avellaneda? Sus límites son Escalada, Castañares, Lacarra, General Luis Dellepiane, Portela, Directorio, Mariano Acosta y Juan Bautista Alberdi, pero para algunos es Mataderos, para otros Flores Sur y hay quienes lo sitúan en Floresta. Villa Riachuelo o Villa Mitre son otros dos barrios ignotos. Villa Riachuelo está pegado a Villa Lugano y pocos lo registran con entidad propia. Algo similar le pasa a Villa Santa Rita. Está entre Villa del Parque, Flores y Floresta y casi ninguno de sus habitantes conoce al barrio por su verdadero nombre. ¿Será porque Santa Rita es la patrona de las causas imposibles? Por Cynthia Palacios De la Redacción de LA NACION
Sin Límites -Es difícil unificar criterios, dicen en las inmobiliarias. Un metro cuadrado en Las Cañitas está valuado en 1300 dólares, un poco menos que si la propiedad está en Palermo Nuevo, donde se piden entre 1400 y 2000 dólares. En Palermo Viejo el metro cuadrado se consigue por 900 dólares. El récord se lo lleva Barrio Parque: el metro cuadrado no baja de los 2900 dólares, pero puede llegar a los 4000 dólares.
No serán 100, pero se les acercan El ex diputado radical Fernando Caeiro presentó dos proyectos de ley en los que proponía cambiar la denominación de las zonas con entidad propia que no son reconocidas como barrios. "Los barrios porteños no son cien, como dice la milonga, sino menos, pero pueden ser también más. Son lugares donde el porteño deja errar su fantasía y su nostalgia, donde el pasado se mezcla con el presente, siempre cambiante y generador de nuevos espacios -dice en sus fundamentos la iniciativa de Caeiro-. La ordenanza N° 26.607, vigente desde 1972, enumera y delimita los barrios de nuestra ciudad. Si bien aquélla fue producto de una importante tarea de investigación histórica y de consultas a destacados especialistas en el tema, su lectura actual permite reconocer algunas falencias sustanciales. En este sentido, no es posible ubicar algunos barrios ya emblemáticos y reconocidos por entonces, como Abasto, Once y Congreso -por mencionar algunos- al haberse basado únicamente en criterios que no contemplaban el dinamismo de las conformaciones barriales." También reconoce algunas zonas, que llama "áreas especiales", como la Reserva Ecológica de la Costanera Sur, la Dársena Sur, el Puerto y la Costanera Norte. La primera de las iniciativas del ex diputado de la ciudad ya perimió y pasó a archivo. Igual suerte corrió la segunda, que estaba en la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña y el miércoles último venció el plazo de dos años para ser tratada. También se mudó al archivo. Para que la ciudad incorpore estas denominaciones, un legislador porteño debería rescatar estos proyectos y darles un nuevo impulso para que lleguen al recinto de Perú 130.