Anomalías del cordón umbilical C A P Í TU L O 17 OBSTETRICIA

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Anomalías del cordón umbilical

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Capítulo 17 - Obstetricia

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Anomalías del cordón umbilical

ANOMALÍAS DEL CORDÓN UMBILICAL Dr. Fernando Heredia M. Ginecoobstetra. Departamento de Obstetricia y Ginecología. Hospital Guillermo Grant Benavente. Facultad de Medicina. Universidad de Concepción.

La exploración ultrasonográfica cuidadosa del cordón umbilical es un ítem que no se considera habitualmente en la ecografía de rutina. Aunque por lo general no es posible su total visualización durante el examen, hay que tener en mente siempre que puede dar la pista para sospechar un número importante de anomalías fetales tanto congénitas como funcionales. En este capítulo revisaremos: 1. Cordones con número anormal de vasos 2. Conexión o curso anormal de los vasos umbilicales 3. Estructura o contenido anormal de los vasos umbilicales 4. Longitud o grosor anormal del cordón 5. Quistes y masas del cordón umbilical 6. Nudos de cordón. 1. CORDONES CON NÚMERO ANORMAL DE VASOS a. Cordón con 2 vasos Arteria umbilical única (AUU): Es la anomalía congénita más frecuentemente encontrada durante el examen del cordón umbilical. Su frecuencia reportada en las distintas series varía entre el 0,2 al 1,1%(1) de las gestaciones únicas y entre el 6 y el 11% para las gestaciones múltiples. El proceso de selección para la arteria que falta es con toda probabilidad al azar, describiéndose una ligera preferencia por la ausencia de arteria umbilical izquierda(2). Se asocia, entre otros riesgos perinatales con: Muerte fetal in utero, restricción del crecimiento fetal, anomalías estructurales fetales y aneuploidias(3-6). En el embarazo precoz, la incidencia de AUU es ligeramente menor que en los recién nacidos vivos. Esto último debido a una posible atrofia de una de las arterias umbilicales en el curso de el embarazo(3). Las

malformaciones congénitas asociadas a esta condición han sido reportadas en hasta un 46% de los casos(7,8). En un metanálisis que incluyó 37 estudios relacionados a AUU, la asociación con malformaciones estructurales fetales fue de 27% entre los recién nacidos vivos y de un 66,3% de los fetos abortados espontáneamente y neomortinatos(9). A continuación se enumeran todas las anomalías estructurales fetales reportadas en asociación con AUU(10-13). • Musculoesqueléticas: Labio leporino y fisura palatina, pie bot, pie “en mecedora”, polidactilia, clinosindactilia, reducción de extremidades anomalías vertebrales, anomalías costales y esternales. • Urogenitales: Agenesia renal, displasia e hipoplasia renal, riñón en herradura, hidroureteronefrosis, anomalías mullerianas, anomalías wolffianas, malformaciones genitales externas. • Cardiovasculares: CIV, CIA, ductus arterioso persistente, anomalías conotruncales, anomalías valvulares. • Gastrointestinales: Atresia o estenosis esofágica, fístula tráqueo esofágica, ano imperforado, malrotación intestinal, onfalocele y gastrosquisis. • Sistema Nervioso Central: Defectos de cierre del tubo neural, anencefalia, mielomeningocele, holoprosencefalia, hidrocefalia, microcefalia. • Otros sistemas: Anomalías oculares, aplasia e hipoplasia pulmonar, atresia laríngea, hernia diafragmática, higroma quístico, hidropesía fetal. Se encuentra AUU en el 6,1 - 11,3% de los fetos aneuploides, principalmente trisomías 18 y 13(5,6). Raramente se encuentra en asociación con otras trisomías autosómicas o de los cromosomas sexuales. No hay consenso actualmente en realizar cariotipo fetal ante el hallazgo de AUU a menos que ésta se asocie a Restricción del Crecimiento Fetal Intrauterino o a otras anomalías estructurales(15,16). En el 31% de

348 los fetos aneuploides se encuentran otras anomalías estructurales(8). Especial interés por su alta prevalencia e importante repercusión pronóstica revisten las anomalías del cardíacas, por lo que actualmente se recomienda una ecocardiografía fetal siempre que se encuentre AUU(14). El diagnóstico ultrasonográfico clásico se realiza mediante la visualización de un corte transversal del cordón en cualquiera de sus segmentos. En él se observarán sólo dos vasos. El uso del Doppler color puede ayudar al diagnóstico. Una manera más sencilla de hacer el diagnóstico es mediante la identificación de las arterias umbilicales a cada lado de la vejiga fetal con la ayuda del Doppler color. Este método es especialmente útil cuando nos enfrentamos a casos de oligoamnios severo(17,18).

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en hasta el 5% de los cordones umbilicales, es la persistencia de pequeñas arterias vitelinas. Estas raramente exceden los 0,5 mm de diámetro. Estos pequeños vasos siguen las tortuosidades de las arterias umbilicales principales. A veces estas arterias vitelinas se duplican por lo que incluso pueden verse segmentos en que el cordón presenta 5 vasos. Por lo general se extienden a lo largo de todo el cordón umbilical. No se han reportado anomalías fetales asociadas a estos vasos persistentes(23). Una vena, dos arterias y un conducto A pesar de que tanto los remanentes del conducto onfalomesentérico (1/3 de los casos) como los del alantoides (2/3 de los casos) no son vasos sanguíneos, la apariencia ultrasonográfica es la misma que la de un vaso. Histológicamente, los remanentes del conducto onfalomesentérico presentan un epitelio cuboidal o columnar- Los del alantoides típicamente muestran un epitelio plano. En cuanto a su evolución durante la gestación, los del alantoides persisten hasta el término y los derivados del conducto onfalomesentérico desaparecen espontáneamente en el segundo trimestre(23).

Figura 1. Se observan dos segmentos de cordón en sección transversal identificándose solamente dos vasos en su interior.

b. Cordón con 4 vasos Hay múltiples combinaciones que pueden dar origen a un cordón de 4 vasos. Dos venas y tres arterias Esta situación se debe a la persistencia de la vena umbilical derecha. Algunos reportes lo asocian a una elevada asociación con defectos fetales estructurales (como ectopia cordis, CIA, anomalías estructurales hepáticas, labio leporino, fisura palatina y fístulas arteriovenosas de la placenta) (19,20) , aunque otros estudios no hayan detectado tales asociaciones(21,22). Una vena y tres arterias Una causa relativamente común, reportada

Figura 2. Se observa una sección transversal de cordón. En su interior, e indicado con la flecha se aprecia un conducto onfalomesentérico remanente.

c. Cordón con cinco vasos Numerosas variaciones asociadas a embarazos gemelares con separación incompleta (siameses y duplicata incompleta).

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d. Cordones con número desigual de vasos en extremos placentario y fetal Ocasionalmente, la arteria umbilical primordial falla en su separación longitudinal que da origen a las 2 arterias umbilicales definitivas. La separación comienza normalmente en el extremo placentario y se extiende hacia el extremo embrionario. De esta manera, estos cordones van a presentar 3 vasos en el extremo placentario y solamente 2 en el extremo fetal. Una variante rara de esta anomalía se presenta en casos de siameses o en gemelos monocoriónicos que solo comparten una porción de sus cordones umbilicales. Estos cordones, llamados “en tenedor”, pueden tener desde una arteria umbilical única para cada gemelo hasta un cordón de tres vasos para cada uno, con un cordón de 2 vasos a nivel de la inserción placentaria(24). 2. CONEXIÓN O CURSO ANORMAL DE LOS VASOS UMBILICALES a. Inserción velamentosa del cordón umbilical y Vasa Previa En esta situación, el cordón umbilical no está conectado a la masa placentaria, de manera tal que sus vasos discurren entre las membranas hasta conectarse de manera excéntrica a la placenta. Ocurre en el 1,1% de los embarazos únicos y en hasta un 8,7% de los embarazos múltiples(25). Se han reportado anomalías asociadas a la inserción velamentosa del cordón en un 5.9-8.5% de los casos(26,27): • Atresia esofágica • Uropatías obstructivas • Displasia congénita de caderas • Deformaciones craneanas • Espina bífida • CIV • Arteria umbilical única • Bilobulación placentaria • Trisomía 21 Cuando los vasos que discurren entre las membranas están en contacto con el orificio cervical interno uterino, por debajo de la presentación, se habla de Vasa Previa. En esta situación, una rotura de membranas puede romper los vasos anómalos y producir una hemorragia fetal exanguinante, con la consiguiente muerte fetal. La frecuencia de Vasa Previa se ha estimado en 2:10.000 embarazos(32). Se asocia a placentas

349 bilobuladas, sucenturiadas y a técnicas de fertilización in vitro(28,29). Se puede diagnosticar mediante ultrasonido, idealmente por vía transvaginal, con una especificidad del 91%(30,31). El diagnóstico ultrasonográfico se sugiere cuando a la escala de grises se observan imágenes paralelas o circulares cercanas al orificio cervical interno uterino(32). El diagnóstico definitivo debe ser asistido por Doppler color. Recientemente se ha utilizado la eco tridimensional para complementar el estudio mediante la obtención de un plano axial del cuello en dirección al orificio cervical interno hasta llegar al nivel donde se observan los vasos aberrantes(33). El diagnóstico de esta condición es indicación de cesárea electiva antes del comienzo espontáneo del trabajo de parto. b. Agenesia del ductus venoso (Conducto Venoso de Arancio) Si bien la agenesia del ductus arterioso es extremadamente rara(34), la agenesia del ductus venoso se observa ocasionalmente. El retorno del flujo venoso umbilical puede seguir múltiples vías anómalas vicariantes(35,36): • Conexión suprahepática a la vena cava inferior • Conexión suprahepática directa a la aurícula derecha(37-43) • Conexión infrahepática a la vena cava inferior(42-46) • Conexión subcutánea con formación de “caput medusa” • Conexión ilíaca derecha o izquierda(46,47) El hallazgo ultrasonográfico típico en estos casos es la ausencia de conexión entre la vena umbilical y la vena porta. Los otros hallazgos dependen del tipo específico de vía alternativa al flujo umbilical. El la conexión iliaca, el flujo umbilical retorna a la vena iliaca y desde ahí a la vena cava inferior. La visualización de una vena iliaca fetal gruesa es sugerente de este agenesia ductal. Se han descrito pocas anomalías asociadas a los distintos tipos de agenesia ductal. Entre ellas destacan: • Aneuploidias(48) • Necrosis hepática focal y calcificaciones hepáticas(39) • Hernia diafragmática(49) • Obstrucción ureteral(50) • Anomalías faciales • Anomalías de la forma caja torácica • Hipotonía muscular • Hidropesía fetal y anomalías cardíacas(51,52,53).

350 Probablemente la asociación más frecuentemente descrita es con el Síndrome de Noonan, particularmente en los casos de agenesia ductal con conexión ilíaca(54,55). Desde el punto de vista fisiológico ocurre un fenómeno muy interesante con la agenesia ductal. En los fetos con conexión iliaca de la vena umbilical, el flujo normal de sangre en la vena cava inferior se altera, en el sentido de que la sangre oxigenada (que originalmente llegaba directamente al corazón fetal vía ductus venoso) se mezcla con la sangre pobremente oxigenada que viene de las extremidades inferiores. Estos fetos pueden caer en insuficiencia cardiaca congestiva y subsecuentemente desarrollar hidropesía fetal. En cambio, aquellos con agenesia ductal y conexión suprahepática no lo hacen pues la sangre ricamente oxigenada sigue llegando directamente al corazón fetal(56). c. Vena Umbilical derecha persistente Es una variación anatómica relativamente frecuente, con una frecuencia reportada de 23:10000 embarazos (57,58) . En vez de obliterarse espontáneamente alrededor de las 6 semanas de gestación, esta vena persiste. Cuando se reportó por primera vez(57), se le atribuyeron asociaciones con anomalías fetales. Actualmente se le considera una variación anatómica de pronóstico favorable(59-61) (Figura 3). El diagnóstico ultrasonográfico se realiza mediante la visualización de una vena umbilical que se incurva hacia la cámara gástrica y no hacia el hígado, en el plano transverso del abdomen. Además se puede observar la vesícula biliar hacia medial (en vez de lateral) con respecto a la vena umbilical intraabdominal.

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3. ESTRUCTURA ANORMAL DE LOS VASOS UMBILICALES a. Hipoplasia de arteria umbilical Una arteria umbilical hipoplásica se ha definido como aquella cuyo diámetro es 1 mm, 30% o 50% inferior a la otra arteria según los criterios de los diversos estudios publicados a la fecha. La diferencia de diámetros es claramente visualizable cuando su diámetro al corte transversal es 2 a 3 veces más pequeño que el de la contralateral (Figura 4). Los índices de resistencia de la arteria hipoplásica también son más elevados que el de la otra arteria, lo cual más que tener un significado patológico expresa la relación inversa entre diámetro y resistencia vascular(62. Más que un indicador de patología se le considera un hallazgo ultra-sonográfico. Las anomalías asociadas reportadas incluyen(63,64): • Patología placentaria variada • Polihidroamnios • Cardiopatías congénitas • Restricción del Crecimiento Fetal Intrauterino • Muerte fetal intrauterina • Trisomías

Figura 4. Sección transversal de cordón. Indicada con flecha se observa arteria umbilical hipoplásica.

Figura 3. Se observa vena umbilical incurvada hacia el estómago (E). La vesícula fetal (V) se encuentra medial a la vena umbilical.

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b. Estenosis segmentaria de arteria umbilical También se la llama regresión segmentaria de arteria umbilical(65). Es una condición rara, casi siempre encontrada en el contexto de cordones de tres vasos. Solo existe un reporte en la literatura de estenosis en el contexto de arteria umbilical única en un feto con eritroblastosis por isoinmunización Rh materna que requirió transfusión intrauterina(66). En la histopatología, se observa frecuentemente necrosis, trombosis y calcificación focal. Algunos autores opinan que esta anomalía puede ser secundaria a cordocentesis(65,66). c. Trombosis de los vasos umbilicales 1. Arteria umbilical La trombosis de una arteria umbilical puede ser causada por la extensión de un coágulo originado en la aorta fetal como ocurre en los aneurismas aórticos del adulto(67). Al ultrasonido se observará una arteria umbilical con contenido hiperecogénico. Se ha observado con frecuencia en la arteria umbilical de los fetos acárdicos(68). Al contrario de lo que se pudiera pensar no se considera una alteración fatal para el feto, siempre y cuando tenga un cordón de 3 vasos(69). 2. Vena umbilical La trombosis de la vena umbilical es raro pero siempre fatal para el feto(70,71). Se desconoce su etiología pero aparentemente es más frecuente en fetos hijos de madre diabética y en hijos de madres con trombosis de las venas renales y coriónicas en el período perinatal(71). Al ultrasonido, se observa una vena umbilical con contenido hiperecogénico. Si la trombosis es segmentaria y el lúmen no se ocluye totalmente, el feto desarrollará hidropesía fetal de origen cardiogénico(72). d. Estrechamiento segmentario de los vasos del cordón Ocurre como resultado de un adelgazamiento segmentario de la túnica media del vaso o más bien de una displasia de la túnica media, lo cual da un aspecto de estrechamiento al vaso afectado. En una serie de 17 casos se observó que en 3 de cada cuatro casos, el defecto afectó a la vena umbilical y en el resto de los casos afectó a una o a las dos arterias umbilicales. El 30% de los fetos presentó anomalías congénitas como anencefalia, anomalías genito-urinarias y embarazo múltiple siames(73). e. Compresión del cordón umbilical La Compresión del cordón umbilical pede ser intrínseca o extrínseca. Puede limitar el flujo

351 sanguíneo en diferentes grados lo cual es objetivable mediante estudio de Doppler pulsado. La compresión intrínseca se caracteriza por una ausencia localizada de la gelatina de Wharton, lo cual se expresa por una disminución del diámetro global del cordón, con engrosamiento de la pared de los vasos y disminución consiguiente de sus lúmenes. En este escenario, el feto puede morir por episodios agudos de vasoespasmo, oligoamnios de instalación rápida y asociado a dinámica uterina, o por trombosis obliterante(74). La compresión extrínseca puede ser causada por: • Bandas amnióticas(75-78) • Circulares de cordón(79) • Nudos verdaderos de cordón(79) • Atrapamiento por mano fetal(79,80) • Nudo verdadero entre corones de gemelos monocoriónicos(79) • Procúbito y procidencia de cordón umbilical(79).

Figura 5. Ecotomografía transvaginal. Se observa embudización cervical y procúbito de cordón umbilical.

f. Várice de la Vena Umbilical Es una anomalía poco frecuente(17,81,82). Puede observarse tanto en la porción intrahepática de la vena umbilical como en su porción intrafunicular. La mayoría de las veces la anomalía es bien tolerada por el feto, a pesar de que se pueden formar trombos en su interior. Además, por haber flujo turbulento al interior de esta varicosidad, se puede producir anemia hemolítica esquistocítica fetal y secundariamente insuficiencia cardiaca congestiva con hidropesía fetal(83-85). Se asocia a anomalías cromosómicas fetales en hasta un 12%(84).

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• Aneuploidias • Restricción del crecimiento fetal Hipertorsión Su frecuencia ha sido reportada en hasta un (93) 21% . Se ha asociado a(94): • Muerte fetal intrauterina • Restricción del crecimiento fetal • Deceleraciones en la frecuencia cardiaca repetidas intraparto • Corioamnionitis • Circulares de cordón al cuello.

Figura 6. Indicada con flecha se observa dilatación intrahepática de la vena umbilical.

g. Anomalías de la torsión del cordón umbilical sobre su eje Normalmente el cordón umbilical se tuerce sobre su eje hacia la izquierda. El índice de torsión funicular se puede calcular dividiendo el número total de vueltas sobre el eje por la longitud del cordón. Lo normal ha sido reportado en 0,21 +/- 0.07 vueltas por centímetro (86). Calcularlo prenatalmente es virtualmente imposible por lo que los datos mostrados a continuación son principalmente retrospectivos postnatales. Las 2 formas de anormalidad, hipertorsión e hipotorsión se han reportado con mayor frecuencia en asociación con diabetes gestacional y preeclampsia(87,88). Asimismo se han reportado asociaciones con trombosis placentarias locales, trombosis de la vena umbilical y estenosis funiculares(89). Se cree que una anormalidad en la torsión del cordón sobre su eje es un estado crónico establecido precozmente durante la gestación. Su causa exacta es desconocida(89). Hipotorsión Su frecuencia reportada es de entre 4 y 5% de los cordones al nacimiento(90). Estos cordones son característicamente menos resistentes a las tracciones y a las fuerzas de compresión externa. Se asocian a(91,92): • Muerte fetal intrauterina • Parto prematuro • Deceleraciones en la frecuencia cardiaca repetidas intraparto • Tinción meconial del líquido amniótico

Figura 7. Hipertorsión del cordón umbilical.

4. LONGITUD Y GROSOR ANORMAL DEL CORDÓN a. Cordones anormalmente cortos o “breves” Son aquellos cordones que miden 40 cm o menos(95). Son poco frecuentes. La brevedad de cordón puede ser real o aparente (por circulares principalmente). Estos cordones falsamente cortos se asocian más frecuentemente con partos instrumentales por sufrimiento fetal durante el expulsivo. La brevedad real de cordón se describe con mayor frecuencia en fetos con restricción de crecimiento de instalación precoz y en aquellas condiciones fetales que limitan el movimiento fetal intrauterino y que generalmente involucran anomalías neuromusculares o esqueléticas severas(95,96). Ejemplos de estas condiciones son(97-104): • Secuencia de deformación akinética fetal (FADS)

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y Secuencia Pena-Shokeir • Atrofia espinal y muscular. • Síndrome de Neu-Laxova • Osteoesclerosis familiar. • Anomalía del “Body Stalk”, también llamada “síndrome del cordón corto”. b. Cordones anormalmente largos Definidos como aquellos que miden 70 cm o más, se han asociado clásicamente a(105): • Factores Maternos: Enfermedades sistémicas, edad materna avanzada y complicaciones durante el expulsivo. • Factores fetales: Sufrimiento fetal intraparto, nudos de cordón, macrosomía fetal, sexo fetal masculino y anomalías fetales. • Factores Placentarios: Placentas > 1000 gr., dextrorrotación del cordón e hipertorsión de cordón. c. Cordones anormalmente delgados Definidos como aquellos que presentan un grosor inferior al percentil 10 para edad gestacional, medido adyacente a la inserción fetal(106,107). Se han asociado a: • Tinción meconial del líquido amniótico • Score de Apgar < 7 a los 5 minutos • Oligoamnios • Restricción del crecimiento fetal • Anomalías en las ondas de velocidad de flujo de los vasos umbilicales al Doppler pulsado

353 Los pseudoquistes de cordón son la expresión de edema localizado de la gelatina de Wharton o de la liquefacción de pequeños hematomas funiculares. Comparados con los quistes, los pseudoquistes no tienen cubierta epitelial interna. El diagnóstico diferencial ultrasonográfico es imposible y aparentemente no es importante en circunstancias que ambos han sido relacionados a anomalías fetales(111). Su frecuencia es de alrededor de 3% de los embarazos entre 7 y 13 semanas(110). Se asocian a trisomías en más del 20%, especialmente la de los cromosomas 18 y 13(111-114). Además se asocian a malformaciones estructurales en los fetos euploides. La historia natural de estas estructuras es hacia la resolución completa para el final del primer trimestre. Aquellos que persisten sobre las 12 semanas suelen estar más cerca de la inserción funicular placentaria y son los que tienen una asociación más fuerte con aneuploidia fetal. Por ello, al encontrar una imagen quística, en especial si persiste después del primer trimestre, es aconsejable un estudio anatómico fetal detallado y probablemente estudio del cariotipo fetal(113).

d. Cordones anormalmente gruesos Definidos como aquellos que presentan un grosor superior al percentil 90 para edad gestacional, medido adyacente a la inserción fetal. Su principal causa es el edema de la Gelatina de Wharton. Las causas son múltiples. 5. QUISTES Y MASAS DEL CORDÓN UMBILICAL a. Quistes y pseudoquistes Los quistes del cordón umbilical se originan tanto del alantoides como del conducto onfalomesentérico. Usualmente son microscópicos y no revisten mayor relevancia. Sin embargo pueden crecer hasta varios centímetros. Se localizan preferentemente cerca de la inserción fetal del cordón y su detección puede ser tan temprana como el primer trimestre(108-110).

Figura 8. Indicado con flecha se observa quiste de cordón en el primer trimestre.

b. Hematomas de cordón umbilical La mayoría de los casos se asocian a procedimientos invasivos (cordocentesis). Los no iatrogénicos son extremadamente raros. Se asocian a sufrimiento fetal agudo rápidamente progresivo y muerte fetal intrauterina en algunos casos(115,116). c. Aneurisma de la arteria umbilical Es extremadamente poco frecuente con sólo un par de casos descritos en la literatura. Al ultrasonido se presentan como una lesión quística

354 con halo hiperecogénico periférico. Al Doppler color presentan flujo turbulento. Se ha reportado en asociación a trisomía 18, oligoamnios de instalación rápida y muerte fetal intrauterina por compresión aguda de la vena umbilical(117,118). d. Hemangioma del cordón umbilical Diagnosticado prenatalmente por primera vez en 1987(119). El diagnóstico prenatal más temprano ha sido a las 16 semanas(120). El crecimiento de este tumor puede interferir con la circulación de los vasos umbilicales. Se describe con frecuencia polihidroamnios asociado(121). Puede ser confundido con un onfalocele si su localización es cercana a la inserción fetal del cordón(122). Se puede complicar sangrando tras una ruptura intempestiva de membranas(123). Al ultrasonido se presenta como una masa nodular con pseudoquistes periféricos a la lesión.

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Su diagnóstico prenatal es usualmente fácil, con un alto índice de falsos positivos, aun con la ayuda del modo de superficie de la eco tridimensional. El Doppler pulsado puede ayudar a demostrar un efecto postestenótico en el flujo venoso umbilical. Ocasionalmente se puede observar una dilatación preestenótica de la vena umbilica(l129). b. Nudos falsos de cordón Son bastante frecuentes en embarazos normales. Se deben a tortuosidades de las arterias umbilicales que protruyen en el aspecto lateral del cordón junto a la gelatina de Wharton circundante y cubiertos por las membranas.

e. Teratoma del cordón umbilical Hay pocos reportados hasta hoy. Si al estudio biópsico se encuentran las 3 capas germinales o sus derivados, hay que considerar seriamente el diagnóstico diferencial con feto acárdico o con gemelo heterópago(124,125). Al ultrasonido su diagnóstico se sospecha al encontrar una masa tumoral heterogénea en relación al cordón con calcificaciones en su interior. f. Angiomixoma del cordón umbilical Son tumores raros, usualmente benignos pero asociados ocasionalmente a muerte fetal. Se presentan como masas sólidas o sólidoquísticas al ultra-sonido(126). 6. NUDOS DE CORDÓN a. Nudos verdaderos de cordón Es una condición relativamente frecuente, reportada en hasta el 1,25% de los embarazos(126). Resulta especialmente difícil su diagnóstico antenatal. Se han informado casos de hasta 4 nudos verdaderos en un mismo cordón(127). Aunque parezca extraño, es muy raro que el nudo verdadero logre finalmente contraer los vasos, debido a la naturaleza resbaladiza del cordón umbilical. Si este fenómeno llegara a ocurrir, la muerte fetal es un evento prácticamente seguro. De hecho, los fetos cuyos cordones tienen un nudo verdadero tienen un riesgo de muerte 4 veces mayor que el basal para la edad gestacional, en especial a partir de las 30 semanas(128,129).

Figura 9. Indicado con flecha blanca se observa un nudo falso de cordón.

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