Apuntes de Clase ¿Se salvan las mujeres “engendrando hijos”? Por: Héctor A. Delgado La referencia que se ha hecho a 1 Tim. 2: 15 me motivó a estudiar más detenidamente el pasaje. Reconozco que en las Escrituras existen pasajes difíciles que ameritan reflexión y análisis, muchos de ellos escritos por “nuestro amado hermano Pablo […] según la sabiduría que le ha sido dada” (2 Ped. 3: 15-16). Por eso, el siguiente análisis (aunque breve) procura descubrir el sentido de la declaración paulina: la mujer “se salvará engendrando hijos” (1Tim. 2: 15, RV 60). Resulta instructivo saber – según la opinión de algunos eruditos – que el pasaje que nos ocupa “ha sido más analizado y debatido más intensamente que ningún otro versículo de la Biblia”.1 Primero, veamos este pasaje como es traducido por algunas versiones de la Biblia: “Pero se salvará engendrando hijos, si permanece en fe, amor y santificación, con modestia” (RV 95). “Pero la mujer se salvará siendo madre y permaneciendo con sensatez en la fe, el amor y la santidad” (NVI). “Pero la mujer se salvará si cumple sus deberes como madre, y si con buen juicio se mantiene en la fe, el amor y la santidad” (DHH). “Pero se salvará engendrando hijos, si permanece en fe, amor y santidad, con modestia” (BA). “Sin embargo, se salvará siendo madre, siempre que con modestia permanezca en la fe, el amor y la pureza” (Castilian). “Con todo, se salvará por su maternidad mientras persevere con modestia en la fe, en la caridad y en la santidad” (NBJ). Es evidente que algunas de estas traducciones constituyen en sí mismas una interpretación del texto, pero lo cierto es que es un pasaje difícil de traducir e interpretar. Por eso, veamos primero algunas interpretaciones sugeridas por los eruditos. La Nueva Versión Internacional en su nota sobre 1 Tim. 2: 15, nos dice que “hay tres significados posibles para este versículo”. El primero es que este pasaje habla “de la mujer piadosa, que se siente realizada en su papel de esposa y madre en el hogar”. El segundo significado “se refiere a que las mujeres son salvadas espiritualmente por el nacimiento más significativo”, por el del Hijo de Dios. Y el tercer
1 Véase la obra referida en la nota 3, pág. 658.
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significado sería “que las mujeres se mantengan físicamente bien durante el alumbramiento”.2 La nota falla a favor de la primera alternativa (como se puede apreciar en la forma que traduce el pasaje), pero se nos dice también que el segundo significado “encuentra apoyo en el artículo ‘el’ con el sustantivo ‘alumbramiento’ que sugiere que el autor tienen en mente un nacimiento específico, que sería el de Jesús” (págs. 1925). Por su lado, los biblistas de la Nueva Biblia de Jerusalén, en su nota sobre nuestro pasaje, se concretan a decir que “quizás haya aquí una puntada contra los falsos doctores que proscribían el matrimonio, 4 3 [4: 3]” (pág. 1748). A. T. Robertson, en su Comentario al texto griego del Nueo Testamento (Obra completa), nos dice que la Versión Revisada inglesa traduce “por medio del engendramiento del niño” (through the children-bearing), refiriéndose a Cristo “como glorificación de la condición femenina” (pág. 572). Robertson observa que aunque “esto es verdad”, no “está claro que Pablo no tenga mayormente en mente que la particular función de la mujer es la maternidad, no la enseñanza pública, poseyendo una gloria y una dignidad propias”. También observa que la expresión se “salvará” no quiere decir que será salvada por medio de la maternidad, sino en esa función. Luego observa algo que no resulta claro en las traducciones que hemos citado, y es que hay un “cambio al plural desde el singular en el original griego […] Es decir, ‘será salvada […] si permanecen’” (Ibíb.). No es sólo la mujer que se menciona aquí, sino todas las mujeres que se salvarán “engendrando hijos”. ¿Pero qué significa esto realmente? Sigamos nuestro estudio. William Barclay, en su Comentario al Nueo Testamento (17 tomos en 1) provee buena información sobre el contexto cultural de este pasaje (aunque su conclusión de por qué Pablo dio algunos consejos en esta carta, no es necesariamente correcta). Sobre nuestro pasaje nos dice que esta declaración paulina (“se salvará engendrando hijos”), puede significar dos cosas: 1) “Puede que sea una referencia al hecho de que María, una mujer, fue la madre de Jesús”; y, 2) que “es mucho más probable que el sentido sea mucho más sencillo; y que aquí se quiera decir que las mujeres encontrarán la salvación, no en hablar en las reuniones, sino en la maternidad, que es su corona” (pág. 818). La obra erudita, Pasajes difíciles de la Biblia,3 al abordar este texto, rinde la siguiente conclusión: “En la situación de Timoteo, la enseñanza herética estaba minando la validez del matrimonio. No se nos dice por qué […] En contra de esa enseñanza herética, Pablo podría estar afirmando que el tener hijos, que es la función natural procreadora de la mujer, no le impide participar plenamente en la comunidad de los salvos. “De modo que las mujeres son y serán salvas, aun cuando desempeñen esos papeles domésticos y maternales esperados en las mujeres en el contexto histórico-social, pero rechazado por los falsos maestros. Es posible que los maestros heréticos y las mujeres que habían sido engañadas por ellos, consideran este rechazo al papel domestico y maternal como evidencia de que eran verdaderamente salvas y espirituales. Dicha situación hizo que fueran absolutamente necesario que Pablo diera estas 2 La Biblia de Estudio Ryrie, sigue estas tres interpretaciones. 3 Walter C. Kaiser Jr.; Peter H. Davis; F.F. Bruce, Manfred T. Branch, (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2010), pág. 661.
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órdenes restrictivas difíciles y fuertes a las mujeres de Éfeso, ya que la enseñanza herética y sus consecuencias representaban un malentendido total y un rechazo del evangelio”. Como se puede apreciar, este comentario sigue la misma línea de pensamiento planteada por los biblistas de la Nueva Biblia de Jerusalén, lo que a su vez, parece corroborar el análisis gramatical del griego que hace Robertson, de que la mujer se salvará en la función de, y no por medio del engendramiento. El Comentario Bíblico Adventista (tomo VI), dice algo muy interesante al respecto: “El apóstol escribe dentro del contexto de sus tiempos. Para los judíos la maternidad era de suprema importancia […] La salvación no se puede separar de la relación cotidiana con las responsabilidades de la vida. Si la mujer abandona o descuida su esfera de actividades dispuestas por Dios por seguir otras ocupaciones, el resultado será desgracia y pérdida para ella […] Dios ha dotado a ambos sexos con cualidades especiales para que cumplan con sus tareas individuales, y para uno y el otro representará la felicidad máxima el ocupar sus lugares asignados con un espíritu de amor, dedicación y fiel servicio” (pág. 305). Es evidente que este comentario toma la palabra “salvará” en su sentido soteriológico y la relaciona sensiblemente con los aspectos prácticos de la vida diaria. Aquí resulta oportuno traer a colación el breve comentario del Dr. Sproul sobre el posible significado de la palabra “salvación” en 1 Tim. 2: 15. En el capítulo 4 de su obra (Cómo estudiar e interpretar la Biblia), la regla No. 5 nos ayuda a entender los posibles significados que tienen las palabras griegas traducidas al castellano. Se analizan los términos “justificar” y sus variados significados, así como “voluntad”, “santificación” y “salvación”. Con esta última llega a nuestro texto en cuestión, y nos dice que “obviamente, Pablo se refiere a un nivel de diferente de salvación cuando utiliza el término con respecto al engendramiento de los hijos” (pág. 87). Esta parece ser una buena explicación, pero no se explica a qué “nivel de salvación” hace referencia Pablo en su pasaje. ¿De qué “salva” el engendramiento a las mujeres?4 ¿Serán “salvadas” las mujeres casadas de “algo” que no están expuestas las mujeres solteras? Pero cuando leemos el pasaje completo: “Pero se salvará engendrando hijos, si permanece en fe, amor y santificación, con modestia” (RV 95); ¿No nos parece que el pasaje apunta a una salvación real del pecado que fue introducida por la “transgresión” de Eva (v. 14)? Note las palabras: “fe, amor y santificación”. Hasta el orden de los términos es correcto. La salvación del pecado no es por la “santificación, el amor y la fe”, sino por la fe que trae el amor de Dios a nuestros corazón (Rom. 5: 1, 5) lo que inevitablemente se traduce en una vida de completa santificación (que también es por la fe, Rom. 6: 22). No olvidemos – según nos dijo A. T. Robertson – que Pablo no siguiere aquí que las mujeres (recordemos el paso del singular al
4 En su Enciclopedia explicaUva de dificultades bíblicas, Samuel Vila nos dice que la palabra “salvar” es traducida en otras partes
de la Biblia como “guardar, proteger o evitar”. Y así concluye: “‘La mujer, siendo del todo engañada, incurrió en transgresión, pero se salvará’. ¿De qué? Naturalmente, de la transgresión, no de la de Eva, sino que se salvará (o evitará) el pecado de erigirse en doctora o mandataria de la Iglesia y de parecerse a las mujeres públicas que, por razón natural genéUca, no tenían hijos, a causa de la promiscuidad propia de su oficio” (Terrassa, Barcelona: Editorial Clie, 1981), pág. 205. Esta interpretación pasa por alto el hecho de que “el verbo ‘salvar’ en las epístolas pastorales designa la obra de Dios al preservar a los seres humanos de la muerte eterna” (Ángel Ml. Rodríguez, Joyas, ¿Qué dice la Biblia? [Miami, Florida: Asociación Publicadora Interamericana, 2000], pág. 101).
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plural) no se salvan por medio del engendramiento, sino en esa función, por medio de la fe. La salvación debe ser experimentada por cada ser humano en la condición o función en la que se encuentra (sea porque Dios lo haya ordenado así o porque las circunstancias de esta vida nos hayan puesto en el lugar que estamos); sea como hombre que desempeñan puestos de liderazgo o de mujeres que cumplen su papel de madre en el hogar (en el caso que nos ocupa). A estas alturas hacemos bien en notar que 1 Tim. 2: 15 no es una isla aparte dentro de la carta, y que 1 Timoteo no constituye una epístola casual, sino una de las más significativas del apóstol Pablo. Está dirigida especialmente a su hijo espiritual con la intención de puntualizar la importancia de la sana doctrina (véase 1 Tim. 4: 6, 13, 16; cf. 2 Tim. 3: 14-17; 4: 1-4; Tito 1: 9; 2: 1, 7). Es interesante notar que de las 21 veces que aparece en el NT la palabra griega didaskalía, (doctrina, enseñanza), 15 se ellas se encuentran en 1 y 2 Timoteo y en Tito. 1 Timoteo es una carta que se escribió “punto tras punto” en la medida que le llegaban a la mente al autor, lo que revela su falta de orden sistemático. Por consiguiente, nuestro texto es parte de las “exhortaciones” (o “recomendaciones”, NVI) de Pablo a Timoteo en el capítulo 2: 1 referente al culto público, y está unido indivisiblemente a su contexto inmediato (vv. 9-14). Y más aún debemos observar que el verso 13 comienza con la conjunción “pues […]” lo que implica la unidad de pensamiento de toda la sección (vv. 11-14). Debe notarse también que dependiendo de la traducción que usemos, el versículo 15 comienza con “pero”, “sin embargo” o “con todo” (mejor “no obstante”), lo que revela que este verso concluye con una idea necesaria que no debía perderse de vista. 1 Tim. 2: 15 constituye la conclusión de todo el párrafo. Por último, quiero traer a colación la opinión del erudito adventista Ángel Ml. Rodríguez (citado en la nota No. 2) sobre este particular. Tomando en consideración que el verbo “salvarse” está en “en el futuro pasivo, tercera persona singular – ‘Ella será salvada” –, cambiando en el siguiente verbo a la tercera persona plural – Si permanece en fe […]”, nos dice que la forma “natural de leer el versículo sugeriría que el primer verbo todavía está refiriendo a Eva, pero el plural en el segundo verbo indica que el apóstol tiene en mente a las mujeres a quienes está escribiendo. Uno podría concluir que para Pablo la experiencia de Eva ilustra la experiencia de algunas mujeres [en la iglesia de Éfeso] y esto le permite moverse del singular al plural”.5 Rodríguez nos dice que la dificultad de la expresión “se salvará” algunos han procurado resolverla “interpretando el verbo como si se refiriera a una salvación en sentido espiritual o en el sentido de preservación física” (pero esto, como vimos no es posible, por lo menos por la forma en que Pablo usa el verbo “salvar” en las pastorales). Luego Rodríguez nos refiere a las dos interpretaciones más posibles del pasaje. “La primera es que la mujer que cayó en pecado, Eva, se salvará ‘engendrando hijos’, el Mesías […] La segunda es que el pasaje está declarando que el rol de la mujer es tener hijos y permanecer en la fe. Durante el parto serán protegidas o preservadas por Dios”.6
5 Ibíd., pág. 100. 6 pág. 101.
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El mismo Rodríguez, reconoce que “ambas interpretaciones afrontan muchas dificultades”. Es que la expresión “engendrando hijos” es “una forma extraña de referirse al Mesías porque el término describe al acto de dar a luz a un hijo y no al hijo que nació […] ¿ué podemos decir, entonces? Muy poco”. Esto es muy honesto. No hay duda que estamos ante uno de esos pasajes “difíciles” que Pablo escribió “en la sabiduría que le fue dada”. Pero la conclusión del Dr. Rodríguez merece ser leída: “En su contexto, el versículo 15 es un llamado a las mujeres a permanecer en la fe y a vivir una vida santa. Esta es una invitación a preservar su dedicación al evangelio cristiano no escuchando a los falsos maestros (contexto amplio). En ese caso la primera parte del pasaje podría referirse a la salvación disponible para ellas a través de Cristo nacido de una mujer y prometido a Adán y Eva. A pesar de sus dificultades, ésta parece ser la única interpretación que pone al pasaje en una clara armonía teológica con la doctrina de la salvación”.7 En conclusión, si hay algo que podemos saber con toda seguridad es que el apóstol Pablo no está proponiendo un método alterno de salvación en 1 Tim. 2: 15. Al contrario, como lo revela la expresión “en fe, amor y santificación”, reafirma la doctrina paulina de la salvación. Aunque parezca un pasaje difícil (y nuestra curiosidad por entenderlo plenamente nos inquiete), deja de pie la doctrina de la salvación en su lugar más firme. Además, cuando miramos este pasaje en su contexto más amplio e inmediato, podemos ver que forma parte de (o concluye) una serie de “exhortaciones” paulinas sobre algunas tópicos importantes que ponían en peligro la vida espiritual de la iglesia de Éfeso. Tanto las mujeres que habían sido engañadas por los falsos maestros en Éfeso, como a los hombres que escucharon o leyeron la carta (entre los cuales es posible que hubieran algunos engañados también), debían estar claro en esto: Hay actuar con humildad y aceptar las instrucciones normativas de las Escrituras que nos impelen a de dejar de lado toda enseñanza que pone en riesgo la “sana doctrina”, evitando con nuestra conducta desordenes en la iglesia que afectan sensiblemente el testimonio que debemos dar como personas que han conocido la verdad del evangelio.
*Para comunicarse con el autor, puede escribir a: refl
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7 Ibíd.
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