Área. Productividad y gestión pública. Políticas Públicas y Gerencia Pública. P Productividad. Área Políticas Públicas y Gerencia Pública

Área I Políticas Públicas y Gerencia Pública I Productividad y gestión pública Ficha Técnica Autor : C.P.C. Juan Francisco Álvarez Illanes* Título

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Estrategias para Aumentar la Productividad. Ventajas de Aumentar la Productividad. Tipos

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Políticas Públicas y Gerencia Pública

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Productividad y gestión pública Ficha Técnica Autor : C.P.C. Juan Francisco Álvarez Illanes* Título : Productividad y gestión pública Fuente : Actualidad Gubernamental, Nº 54 - Abril 2013

Sumario 1. 2. 3. 4. 5.

Introducción ¿Qué significa la productividad? La gestión pública Objetivo de la productividad ¿Cómo se debe promover la productividad en el sector público? 6. Variable en la productividad 7. Productividad del gasto público (PGP) 8. Productividad como medida de eficiencia 9. Productividad en la GpR 10. Desarrollo de la productividad en las entidades públicas 11. ¿Cómo medir integralmente la productividad de la entidad? 12. ¿Para qué un sistema de indicadores? 13. ¿Qué debo esperar de un sistema de indicadores? 14. ¿Por qué medir la productividad?

1. Introducción El Estado, hoy en día, se caracteriza por una ausencia de productividad. La sola presencia del Estado en cuanto a eficacia en los servicios públicos es relativamente improductivo, sus formas de actuación, su racionalidad para percibir las demandas ciudadanas, procesarlas y actuar son fuertemente cuestionadas por amplios sectores de la sociedad (inseguridad ciudadana, corrupción creciente en los niveles políticos, narcotráfico, desconfianza en el Poder Judicial, poder electoral parcializado, seguridad social y atención médica insatisfactoria, etc.). Por tanto, el Estado en su conjunto debe buscar nuevas formas de administrar el aparato público, a través de la inversión pública y el gasto social, de calidad * Especialista en auditoría y finanzas públicas.

de la entidad debe tratar así como la eficiencia de la de incrementar la producadministración pública, que Productividad tividad. sea más ágil, más dinámica, no burocrática; es decir, en sus Por lo tanto, la producformas de actuación, que de Gestión tividad va relacionada solución e implementación con la mejora continua de acciones en respuesta a del sistema de gestión las grandes demandas de la Calidad pública y de la calidad y sociedad; en resumen, más gracias a este compromiproductivo y que se promueso se puede prevenir los va la evaluación de resultados defectos de calidad, del producto (bienes por medio de la consulta ciudadana a través y servicios prestados por la administrade Internet. ción pública) y así mejorar los estándares

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2. ¿Qué significa la productividad? La productividad es la relación entre el rendimiento obtenido por un sistema de producción y los recursos utilizados para obtener productos y resultados además de los servicios públicos de calidad, que es la función principal del Estado. La productividad también podemos definirla como la relación entre los resultados obtenidos y el tiempo utilizado: por ejemplo, cuanto menor sea el tiempo en la realización de un trámite administrativo o que lleve obtener los productos o servicios a tiempo y oportunamente, mejor es el resultado deseado y más productivo es el sistema.

En realidad la productividad debe ser definida como el indicador de eficiencia que relaciona la cantidad de producto utilizado con la cantidad de producción obtenida y por el menor tiempo empleado en él. La productividad evalúa la capacidad de un sistema de administración pública para entregar productos y resultados de calidad que son requeridos y a la vez el grado en que se aprovechan los recursos utilizados, es decir, el valor agregado. Una mayor productividad se refleja utilizando los mismos recursos o produciendo los mismos bienes o servicios con menores recursos, que resultan en un mayor rendimiento para la organización. Por ello, el sistema de gestión de la calidad

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de calidad.

3. La gestión pública La gestión pública se define como el conjunto de acciones mediante las cuales las entidades públicas desarrollan estrategias para lograr los objetivos y fines configurados por los espacios institucionales y procesos a través de los cuales el Estado diseña e implementa políticas públicas, suministrando bienes y servicios de calidad, aplicando regulaciones con el objeto de dar curso a sus funciones, atribuciones y competencias. Hoy en día, en la administración moderna predomina la tendencia a desarrollar la GpR asociada a la productividad, que es un modelo de cultura organizacional, basada en el planeamiento y las acciones estratégicas y desempeño institucional que pone más énfasis en los resultados asociado a la productividad, antes que en los procesos, cobrando mayor relevancia las interrogantes de ¿Qué se hace? ¿Qué se logra? ¿Cómo se logra? ¿Cuánto se logra? ¿Cuál es la calidad de lo que se logra? ¿Cuál es su impacto, en el bienestar de la población? es decir, calidad de vida y creación del valor público.

4. Objetivo de la productividad • Incrementar la calidad de los productos y servicios públicos a través de la eficiencia de los mismos

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• Reducir el tiempo de atención de los servicios públicos (retrasos frente a cronogramas establecidos) • Gestionar a través de estrategias y actores clave, mejorando el desempeño y partiendo del enfoque, objetivos y prioridades seleccionados) • Establecer metas ambiciosas y áreas prioritarias • Desarrollar iniciativas proactivas • Aumentar el involucramiento de actores clave • Crear una cultura enfocada en la evaluación y la rendición de cuentas • Desarrollar capacidades para el desempeño (mejorar la gestión reduciendo significativamente los sobrecostos) • Bajar costos de insumos del Gobierno, reduciendo pérdidas financieras • Asumir un compromiso de incremento anual en la productividad de las operaciones del Gobierno • Reducir los costos de insumos a través de prácticas de abastecimiento oportuno • Mejorar la gestión financiera, por ejemplo a través de la prevención de fraudes y malversaciones • Reducir los gastos públicos improductivos, desagregando los gastos por objetivos y resultados • Emplear tecnología y contenido para aumentar la conectividad • Desarrollar equipos y capacidades • Mejorar la ejecución de servicios públicos de acuerdo con la demanda insatisfecha En conclusión, mejorar el desempeño del Gobierno puede tener un impacto positivo en el desarrollo económico y social.

5. ¿Cómo se debe promover la productividad en el sector público? La consecución de mayores niveles de productividades del sector público, en el uso de los recursos públicos, debe tener relevancia tanto en el aspecto administrativo como en el de las inversiones. Por un lado, la medición de la productividad contribuye significativamente al control, análisis y crecimiento de la productividad, como también a las proyecciones y el proceso presupuestario; la reducción de costos, el incremento de beneficios directos en la población por el aumento de los niveles de producción de proyectos y obras ejecutivas y una mejor calidad de bienes y servicios es un alto referente de la productividad. Las propuestas que se mencionan a continuación son iniciativas que promueven la productividad: • Inspirar a las personas para que tomen la decisión de simplificar sus procesos y construir un futuro compartido. • Fortalecer la cultura de la productividad, que incluye, entre otros, la concientización de los servidores públicos para que se decidan a mantener la misión de ejecutar los planes y programas a corto plazo y otros actos operativos a inmediato plazo. • Promover un modelo de gestión en el que se privilegie el aprendizaje y se

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acepten los errores como oportunidad de evolución y no repetición. Promover la formación de espacios de socialización, nacimiento de conectividad y sentimiento de trabajo en equipo. Instituir la comunicación oportuna con orientación hacia el resultado, en la que se respete al ser humano, sus emociones y sus sentimientos. Implementar metodologías de trabajo participativo en los que se integren esfuerzos para la consecución de objetivos comunes (trabajo en equipo). Identificar los factores críticos de éxito para realizar acciones de retroalimentación que permitan avanzar fluidamente hacia la consecución de los objetivos. Formar líderes y permitirles ejercer su liderazgo, administrando los conflictos, agregando valor y entendiendo que los conflictos son la fricción que hace posible el desarrollo, aunque no necesariamente aseguran progreso y pueden destruir. Fortalecer la cultura de servicio y conciencia del cliente/ciudadano.

6. Variable en la productividad Aunque el término productividad tiene distintos tipos de conceptos, básicamente se consideran dos: como productividad laboral y como productividad total de los factores. a) La productividad laboral Se define como el aumento o disminución de los rendimientos del personal, originado en la variación del factor desempeño de funciones, tareas o actividades que intervienen en la producción de los servicios públicos: contribuyen en la productividad laboral los siguientes aspectos: trabajo, destrezas, técnica, habilidades, especialización, uso de la tecnología de la información, entre otros. La productividad laboral se considera también como la cantidad de producción obtenida con cierto nivel del insumo trabajo, independientemente de la cantidad de los otros insumos utilizados y el grado de eficiencia en que estos últimos se utilicen. Como se mencionó anteriormente, es un indicador parcial y sesgado en tanto excluye cambios en la cantidad e intensidad de uso del resto de factores de producción. Convencionalmente, la productividad se expresa en términos de la producción por trabajador/hora (horas/hombre). Sin embargo, la productividad laboral en el sector público mide la producción de bienes y servicios públicos con relación a un insumo trabajo medido en términos de trabajador por año y no de trabajador por hora. Esto se explica porque en un año se refleja más fácil y adecuadamente horarios regulares de trabajo y vacaciones

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pagadas para todos los tipos de empleado público. Ahora bien, el crecimiento real de la producción de bienes y servicios públicos puede descomponerse en dos factores: productividad (cambio de la producción por hora trabajada) y variación en las horas trabajadas. Así, la producción laboral puede elevarse a través de: a) mejor calidad de la fuerza de trabajo, es decir mejorías en la capacidad y habilidades que permiten a los trabajadores cumplir las mismas tareas en menos tiempo (mayor capital humano por trabajador a través de educación, entrenamiento y capacitación), b) mayor cantidad y mejor calidad del servicio público, promoviendo la inversión en equipos y estructura, e infraestructura pública, c) mejores y nuevas tecnologías que incrementen la eficiencia en el uso de los factores de producción, y d) fomento de la competencia en la obtención de los resultados a través de incentivos laborales, becas de estudio y mayor capacitación e incluir el ascenso laboral que promueva, simultáneamente, el logro más eficaz de objetivos y mayor eficiencia en la producción.

b) Productividad total de los factores Se relaciona con el rendimiento de los procesos administrativo o de inversión pública (proyectos y obras públicas) medido en unidades físicas o monetarias, por relación entre factores tales como los recursos, tecnología y automatización o productividad de las máquinas productividad laboral empleados y productos obtenidos.

7. Productividad del gasto público (PGP) El concepto de la productividad del gasto público considera las actividades del Gobierno como procesos de inversión, sean estas actividades de provisión o de producción de bienes públicos (proyectos y obras públicas), o actividades en programas sociales (gasto social). Por lo tanto, el Gobierno gasta recursos en ellas, como también en su administración (gastos operativos). Dichos recursos deben utilizarse eficientemente para cumplir con sus objetivos. De manera análoga a la productividad del trabajo o del capital, la productividad del gasto público (PGP) se estima a partir de los productos y resultados, que son equivalentes a los objetivos logrados, dado un nivel de gasto público (PGP = Nivel de producción/Gasto público total). En este contexto, los análisis tradicionales del gasto público, en términos de su nivel, composición y tendencia, son condición necesaria pero no suficiente para evaluar opciones de política. Las recomendaciones sobre elevar o reducir los niveles de gasto público en programas, proyectos y sectores específicos, deberían apoyarse en estudios de productividad del gasto público: Para lograr un crecimiento de la productividad del gasto público, es necesario centrar los esfuerzos en dos áreas:

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a) Planificación y gestión estratégicas: proceso dinámico que relaciona estrategias con recursos administrativos y metas a fin de asegurar una visión de mediano y largo plazo b) Auditoría del desempeño: control de actividades, sistemas y procesos desde una perspectiva objetiva y externa. Se trata de una nueva visión sobre la labor de las Contralorías: a las labores tradicionales de control financiero y de cumplimiento, se adicionan responsabilidades sobre el desempeño de las instituciones y programas públicos c) Medición del desempeño: evaluación cualitativa y cuantitativa que detecta inconsistencias operativas relacionadas con los objetivos fundamentales, inducir la adecuación de los procesos internos y aportar mayor transparencia. Se basa en sistemas de indicadores de desempeño que, complementados por mecanismos de rendición de cuentas apropiados, promueven la participación ciudadana, refuerzan la legitimidad institucional y fortalecen la credibilidad d) Evaluación de programas: revisión sistemática de procesos y resultados con criterios de eficiencia, eficacia, efectividad y calidad. Trasciende a la medición del desempeño al evaluar los programas públicos y determinar su efectividad e) Convenios de gestión por resultados: acuerdos de gestión interna respecto de metas y resultados requeridos que complementados por esquemas de incentivos adecuados elevan la eficiencia operativa y mejoran el control (tanto interno como externo)

8. Productividad como medida de eficiencia Para utilizar la productividad como medida de eficiencia, se debe evaluar el nivel de producción que se obtiene de una combinación de insumos, procesos, productos, resultados y gasto público. Los insumos o factores de producción se clasifican básicamente en cuatro grupos: el trabajo traducido en términos del desempeño de funciones, la infraestructura (equipos, estructuras, uso intensivo de la tecnología, etc.) La inversión y el financiamiento (Inversión en proyectos y obras públicas e inversión en el gasto social) y las políticas públicas de calidad y productividad promovidas desde las instituciones públicas. Es importante señalar, que la mayoría de los análisis de la productividad miden solamente la productividad del trabajo asociado al tiempo empleado, debido a motivos prácticos asociados con la complejidad de la valorización del resto de insumos que interviene en la productividad. En el sector público, la medición de su productividad se hace básicamente a través de la estimación de la productividad de dos insumos básicos: el trabajo y el gasto público.

9. Productividad en la GpR La productividad en la GpR debe utilizar como marco de referencia, el esquema adoptado por la OCDE para analizar la gestión por desempeño o resultados. La implementación y consolidación de la GpR requiere trabajar en dimensiones claves, que contribuyen a la toma de decisiones, la asignación de recursos y la rendición de cuentas. Estas se interrelacionan y complementan conformando un círculo virtuoso que mejora progresivamente la eficiencia de la administración pública. Son dimensiones consistentes con los objetivos más amplios de los procesos de modernización de los servicios públicos: identificar objetivos y misiones institucionales, trabajar por resultados y medir el desempeño, elevar la calidad de los servicios y mejorar relaciones con los usuarios, producir más y mejor información, promover la eficiencia en el manejo de los recursos públicos, mejorar el clima laboral y las capacidades administrativo-gerenciales, los siguientes conceptos son las dimensiones que contribuyen a la productividad:

10. Desarrollo de la productividad en las entidades públicas El término global productividad refiere a un concepto que se utiliza en las grandes organizaciones para contribuir a la mejora del rendimiento mediante el estudio y discusión de los factores determinantes de la productividad y de los elementos que intervienen en la misma y para desarrollar la norma se debe contar con los siguientes procedimientos: -

Estudio de los ciclos y procesos administrativos y/o productivos, así como su atención o distribución. Conjugación de la productividad y calidad. Alternativas de poyo de los medios tecnológicos de la producción a fin de mejorar la eficiencia. Estudio de la falta de eficiencia tanto proveniente del entorno interno como de los problemas en el desempeño y desenvolvimiento de las funciones en los procesos.

11. ¿Cómo medir integralmente la productividad de la entidad? Construyendo un sistema de indicadores interrelacionados que orienten para elevar los resultados obtenidos, de tal manera que no se sacrifiquen unos aspectos al mejorar otros, que el fin no justifique los medios, y que el llamado costo-beneficio sea el deseable.

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12. ¿Para qué un sistema de indicadores? Para analizar la tendencia histórica y apreciar la productividad a través del tiempo. Para establecer la relación entre productividad y rentabilidad. Para direccionar o redireccionar planes financieros, programas y proyectos no productivos. Para relacionar la productividad con el nivel remunerativo. Para medir la situación de riesgo de la entidad. Para proporcionar las bases del desarrollo estratégico y de la mejora focalizada.

13. ¿Qué debo esperar de un sistema de indicadores? • Que se convierta en un sistema de alertas tempranas • Que determine las tendencias y la causa raíz del comportamiento productivo. • Que establezca la relación entre el valor agregado y el costo laboral para definir el tamaño y el valor óptimo del equipo humano. • Que relacione la productividad del capital humano, la del capital social el rendimiento, el endeudamiento y la liquidez con el fin de garantizar equilibrio. • Que facilite la toma de decisiones, que permita construir conocimiento, que oriente a las personas, que alimente las políticas, que permita operar procesos productivos.

14. ¿Por qué medir la productividad? a) Porque se fortalece la cultura de la productividad dentro de un ambiente mensurable. b) Porque permite evaluar el desempeño, definir estrategias y establecer políticas visionarias. c) Porque se obtienen bases sólidas para la planeación estratégica y sus acciones tácticas, con lo cual se pueden fortalecer las relaciones entre directivos y servidores públicos. d) Porque es necesario establecer una política remunerativa acorde con la productividad laboral, la calidad institucional y el rendimiento organizacional. e) Porque conocer la productividad y el rendimiento servirá para establecer políticas públicas acertadas y con ello estimular la cooperación o construcción colectiva. f) Porque así como se mide el PBI “per cápita” que es la base para el bienestar económico de los países, en las entidades públicas es importante incluir el concepto de calidad de vida, con el objeto de evaluar el aporte del desempeño de cada servidor público y la generación de valor agregado en mayor proporción a la que aumente el número de servidores públicos, obviamente dentro de un espíritu social y humanamente respetuoso.

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La paridad de representación política entre hombres y mujeres en el Perú y América Latina: lejos de haber cumplido la tarea Ficha Técnica Autor : Soc. Hugo Claros Haro* Título : La paridad de representación política entre hombres y mujeres en el Perú y América Latina: lejos de haber cumplido la tarea Fuente : Actualidad Gubernamental, Nº 54 - Abril 2013

el mismo trabajo. Se aprecia que en el Perú el 60 % de los encuestados consideran que las mujeres sí tienen las mismas oportunidades de acceder al mismo sueldo que los hombres en situaciones laborales similares. Gráfico 1: Las mujeres y los hombres tienen la misma oportunidad de ganar el mismo sueldo en AL: “Sí” (2006)

Sumario 1. 2. 3. 4. 5.

Presentación Paridad económica Paridad política Los desafíos para la política pública sobre paridad Referencias bibliográficas

1. Presentación Es conocida la diferencia de oportunidades con que cuentan hombres y mujeres para acceder a diferentes áreas, prácticas y beneficios de la sociedad. Sin ir más lejos, las mujeres estuvieron de facto ajenas al derecho de poder elegir y ser elegidas como representantes de la ciudadanía. Pese a que el principio de legitimidad de las democracias es el basarse en las decisiones colectivas de ciudadanos plenamente reconocidos y valorados por un Estado, las mujeres recién fueron incorporadas como sujetos del derecho de sufragio llegado ya el siglo XX. Si bien han habido notables avances en la situación de las mujeres en el mundo, tanto en su acceso a derechos y responsabilidades como en la propia capacidad de decidir sobre su vida sin estar limitadas por relaciones de dependencia económica o impedimentos normativos diversos, es todavía una cuestión pendiente su acceso a posiciones de representación política. Para el logro de una paridad, en ese sentido, es necesario que la población esté al tanto de la situación y que considere importante la superación de esta asimetría.

Fuente: Elaboración propia sobre la basede datos de Latinobarómetro.

El gráfico 2, en cambio, muestra lo que efectivamente se puede verificar en términos de paridad de sueldos a igual trabajo realizado por hombres y mujeres. Como se ve, mientras que a nivel de percepciones el Perú es ubicado por sus ciudadanos en el tercio latinoamericano a la vanguardia de la paridad remunerativa, a nivel de paridad real el país está a la zaga latinoamericana. Gráfico 2: Salario femenino comparado al salario masculino en igual situación laboral (circa 2011)

A continuación se presenta información correspondiente a las percepciones que tiene la población latinoamericana sobre dichas posibilidades de acceso, e información sobre el acceso real de las mujeres a los cargos políticos de los diferentes niveles de gobierno en sus países.

2. Paridad económica La disparidad de oportunidades con que cuentan hombres y mujeres para su desenvolvimiento en la sociedad es uno de los principales problemas pendientes a escala global. Esta disparidad es el resultado de regularidades sociales que distribuyen ciertos roles, tareas y discrecionalidades entre hombres y mujeres; es decir, la disparidad es un resultado estructural propio de la forma en que nuestra sociedad ha estado y está organizada. El gráfico 1 muestra la percepción que la población latinoamericana declara tener respecto de la desigualdad de oportunidades entre hombres y mujeres para obtener igual sueldo al realizar * Sociólogo por la Pontificia Universidad Católica del Perú, con estudios de maestría concluidos en FLACSO. Investigador y responsable de Publicaciones de A&R Consultores. E-mail: hclarosh@pucp. edu.pe.

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Actualidad Gubernamental

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de CEPAL (2013)

3. Paridad política La paridad económica es importante porque los estudios indican que parte de la lucha por una igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres consiste en asegurar la posibilidad de independencia económica para las mujeres, pues la ausencia de tal independencia es lo que deriva demasiadas veces en que mujeres en situaciones conflictivas con sus parejas no puedan desvincularse efectivamente de ellas pues hacerlo significaría someterse a la vulnerabilidad derivada de la escasez de ingresos.

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Área Políticas Públicas y Gerencia Pública En ese sentio, la paridad política de hombres y mujeres es crucial porque es a la vez una cuestión instrumental y final, en el sentido de las libertades de Sen. Por una parte, la paridad política es una cuestión final porque debe ser un fin en sí mismo, pero es también una cuestión instrumental porque un mayor acceso de las mujeres al ejercicio de derechos políticos es clave para asegurar que el debate público sobre las reformas necesarias incorpore realmente las dimensiones por tradición excluidas. Ante esto, es necesario ser claros sobre un punto fundamental: no es que solo las mujeres puedan construir política pública de calidad sobre temas de igualdad de género. El sociólogo Pierre Bourdieu estudió ampliamente cómo el discriminado puede llegar a naturalizar la discriminación: una mujer puede llegar a ser tan o más patriarcalista que un hombre, y encontrar como “naturales” las asimetrías tradicionales. Es importante que más mujeres se incorporen al debate político nacional no porque solo las mujeres puedan hablar de paridad, sino porque todas deberían afrontar el desafío de hacerlo en su cotidianidad, en tanto ciudadanas.

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Gráfico 5: Promedio de participación en mujeres en gabinetes ministeriales en los 3 últimos gobiernos en AL (a diciembre de 2011)

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de CEPAL (2013)

Gráfico 6: Porcentaje de cargos parlametarios detentados por mujeres en AL (a febrero 2013)

Los gráficos 3 y 4 muestran, respectivamente, las percepciones que tiene la población latinoamericana sobre la igualdad de acceso de hombres y mujeres a la oportunidad de ocupar cargos públicos, y sobre sus capacidades de liderazgo político. Gráfico 3: Las mujeres y los hombres tienen la misma oportunidad de acceder a cargagos públicos en AL: “Sí” (2006)

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Inter-Parliamentary Union (2013)

Gráfico 7: Porcentaje de alcaldías encabezadas por mujeres (2011)

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Latinobarómetro.

Gráfico 4: Los hombres son mejores líderes políticos en AL: En desacuerdo + Muy en desacuerdo (2009)

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de CEPAL (2013)

Gráfico 8: Porcentaje de cargos de concejal/regidor detentados por mujeres en AL (2011)

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Latinobarómetro.

En el caso peruano, los encuestados rechazan, en su mayoría, las ideas de que en el Perú no haya igualdad de oportunidades y capacidades entre hombres y mujeres para ocupar cargos políticos. Frente a tal rechazo, los gráficos 5, 6, 7 y 8 presentan los niveles reales de representación política detentada por las mujeres.

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de CEPAL (2013)

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Informes Especiales

Como se aprecia, las cifras de acceso efectivo de mujeres a cargos públicos y puestos de representación política no son tan alentadoras como las percepciones que la población latinoamericana tiene al respecto. En el caso peruano, el nivel de acceso de mujeres a puestos de liderazgo ministerial y parlamentario se encuentra alrededor del 20 % del total de puestos disponibles. Es decir, de cada 5 puestos de liderazgo político a esos niveles, 4 fueron ocupados por hombres y apenas 1 por mujeres. En tanto, a nivel de Gobiernos locales, el cuadro 7 muestra que en el caso peruano apenas el 4 % de las alcaldías son lideradas por mujeres, aunque lamentablemente las cifras del resto de países latinoamericanos también son bajas.

Frente a ello, es interesante notar que el cuadro 8 presenta que las cifras de acceso de mujeres a puestos de regidor/concejal son más favorables. En el caso peruano, el 27 % de dichos puestos son ocupados por mujeres. Ello amerita un estudio más profundo sobre las trayectorias de incursión de las mujeres en el mundo político nacional, pero tal exploración supera el alcance del presente artículo. Una diferencia fundamental entre parlamentarias, alcaldesas y regidoras, por ejemplo, es que mientras que hay cuotas que obligan a las organizaciones políticas a incluir mujeres en sus listas de postulación, no existe ninguna obligación de presentar a una mujer como candidata a una alcaldía. Esto podría derivar en que fenómenos de voto en bloque beneficien a las candi-

datas incluidas en listas parlamentarias o municipales, pero que cuando una mujer sea la candidata principal a una alcaldía dicho efecto no fuera posible. Posibilidades como la descrita muestra lo complejo pero necesario que es producir política pública orientada al aumento del acceso de las mujeres a posiciones de representación y decisión.

4. Los desafíos para la política pública sobre paridad Luego de presentar las cifras de acceso real de las mujeres a cargos públicos y constatar que aún hay mucho por hacer, la tabla 1 expone los motivos que la población asocia con el relativamente reducido nivel de participación de mujeres en la vida pública latinoamericana.

Tabla 1: Percepciones sobre el motivo de que no hayan más mujeres en cargos públicos Mujeres no están capacitadas (1)

Mujeres no tienen tiempo para la política (2)

Sistema político las discrimina (3)

Hombres no le dan espacio (4)

Ese no es su lugar (5)

Hay mujeres en cargos públicos (6)

1+5

1+5+6

Argentina

3.9%

6.8%

27.5 %

24.9 %

2.2 %

46.4 %

6.1 %

52.5 %

Bolivia

10.1%

11.4%

30.2 %

26.7 %

4.2 %

31.7 %

14.3 %

46.0 %

Brasil

2.6%

4.2%

22.5 %

25.7 %

3.9 %

39.7 %

6.5 %

46.2 %

Colombia

4.0%

3.6%

19.7 %

18.4 %

3.3 %

55.7 %

7.3 %

63.0 %

Costa Rica

5.7%

9.2%

15.2 %

9.4 %

2.4 %

59.9 %

8.1 %

68.0 %

Chile

4.0%

10.2%

21.8 %

20.1 %

2.7 %

52.8 %

6.7 %

59.5 %

Ecuador

4.9%

10.2%

31.8 %

17.5 %

2.8 %

38.3 %

7.7 %

46.0 %

El Salvador

11.4%

15.6%

18.6 %

18.3 %

6.5 %

54.0 %

17.9 %

71.9 %

Guatemala

3.8%

10.0%

23.3 %

18.0 %

3.2 %

37.4 %

7.0 %

44.4 %

Honduras

5.2%

7.7%

21.6 %

11.4 %

1.6 %

46.3 %

6.8 %

53.1 %

México

13.4%

13.5%

34.7 %

36.3 %

8.9 %

24.2 %

22.3 %

46.5 %

Nicaragua

15.0%

10.4%

29.2 %

32.4 %

8.1 %

48.2 %

23.1 %

71.3 %

Panamá

4.2%

9.9%

16.8 %

15.3 %

3.3 %

63.4 %

7.5 %

70.9 %

Paraguay

4.7%

4.5%

34.8 %

33.5 %

3.2 %

24.8 %

7.9 %

32.7 %

Perú

6.0%

4.6%

20.8 %

19.2 %

2.2 %

49.4 %

8.2 %

57.6 %

República Dominicana

7.6%

12.5%

34.4 %

29.6 %

6.8 %

40.0 %

14.4 %

54.4 %

Uruguay

1.9%

5.7%

23.3 %

27.5 %

2.2 %

42.0 %

4.1 %

46.1 %

Venezuela

4.6%

6.8%

14.6 %

10.7 %

5.1 %

52.9 %

9.7 %

62.6 %

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Latinobarómetro.

Como se aprecia, una gran parte de la población responde a la pregunta sobre por qué no hay más mujeres en cargos públicos negando la premisa: para dicha población ya hay una cantidad adecuada de mujeres en cargos públicos. Lamentablemente, es posible ver también que, incluso en una situación de encuesta, tendiente siempre al subregistro de lo que el encuestado cree que es una respuesta negativa, existe aún población que considera que las mujeres no están capacitadas para ocupar cargos públicos o que tales cargos simplemente “no son su lugar”. Frente a esto es necesario que los Gobiernos latinoamericanos ratifiquen y fortalezcan políticas dirigidas a garantizar el acceso de las mujeres a cargos públicos, no solo sobre la base de la imposición de cuotas

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mínimas, sino que también se lleven a cabo esfuerzos por lograr que la población en general incorpore en su percepción la necesidad de realizar este cambio. Es decir, se necesitan políticas que lidien, específicamente, con las percepciones que la población tiene respecto de la necesidad y el logro alcanzado respecto de la paridad política entre hombres y mujeres. Al fin y al cabo, el acceso a cargos públicos es apenas un aspecto de lo que debe ser una construcción cotidiana de oportunidades equivalentes para mujeres y hombres. La actual situación es realmente un desafío para los formuladores de política pública en la medida en que buena parte de la población considera que la tarea ya ha sido cumplida; responder a ese desafío es parte central de los retos que el Perú

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enfrenta rumbo a su cada vez más cercano bicentenario republicano.

5. Referencias bibliográficas • CEPAL (2013) Observatorio de Género de América Latina: “Informe anual 2012”. Disponible en • Inter-Parliamentary Union (2013) Women in national parliaments (actualizado al 1 de febrero de 2013). Disponible en . • Latinobarómetro (2013) Base de datos disponible para análisis en línea en .

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