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Articulo Nadando Libre. Por; Alessi Pérez y José Díaz Título original: Conviértete en un nadador de Invierno ©2014 Nadando Libre José Díaz. Todos los derechos registrados.
©Nadando Libre
Conviértete en un nadador de Invierno.
¿Estás preparado para practicar la natación sin límites? ¿Eres un potencial nadador de invierno? ¡Conoce y disfruta de la nueva disciplina que arrasará muy pronto en todo el mundo! El ser humano nunca ha cejado el empeño de conocer sus propios límites, la práctica deportiva es un claro ejemplo y la natación no iba a dejar pasar la oportunidad de exprimir al máximo tus posibilidades. La natación en aguas heladas, aunque con una dilatada historia en el tiempo a nivel amateur, ha empezado a romper el hielo. Desde su inicio concebido como un estilo de vida saludable en países nórdicos y del este de Europa ha ido evolucionando y ofreciendo a los nadadores más atrevidos la oportunidad de acercarse al máximo al límite de la resistencia corporal y mental al frío. Se considera nadar en aguas heladas cuando dos factores claves convergen:
De un lado el medio: aunque la gran mayoría de los nadadores tengamos la sensación que a partir de los 15ºC el agua está realmente fría, en esta especialidad la temperatura del agua ha de estar por debajo de los 5ºC.
Del otro lado, el nadador: en este tipo de aventura helada, los nadadores no utilizan trajes de neopreno, el bañador es la única barrera entre el cuerpo y el agua.
Podemos diferenciar dos modalidades o conceptos en cuanto a la práctica en el agua se refiere, desde un simple baño en un reducido espacio abierto en el hielo o en un entrono natural con un punto de vista saludable y lúdico, hasta competiciones en “piscinas heladas” de 25 metros con carriles como las que se construyen para los campeonatos de natación de invierno a lo largo del mundo. La idea es sencilla pero requiere un esfuerzo material y humano importante para llevarla a cabo: se hace un agujero en el hielo rompiendo la capa superior congelada y entorno a él se monta toda la estructura necesaria para poder disfrutar de esta disciplina a temperaturas que llegan a los 0ºC.
Dentro de la parte competitiva encontramos pruebas en diferentes distancias, a priori cortas, tanto al estilo Crol como al estilo Braza ‐ 25m, 50m, 150m ‐, considerándose la milla ‐ 1.600 metros ‐ la distancia emblemática de los nadadores que se sumergen en aguas gélidas. Además de la distancia, el tiempo máximo nadando en aguas a tan bajas temperaturas es uno de los mayores retos, siendo el nadador estonio Henri Kaarma quien posee el actual record del mundo nadando 2.400 metros a 0.8ºC en 41 minutos y 57 segundos en la Tyumen Open Water Swimming Cup en Tyumen, Rusia. Una referencia a nivel mundial son los Festivales de Invierno que se realizan a lo largo del continente europeo, en China y este año por primera vez en Argentina. El concepto de estos festivales es disfrutar de la especialidad, uniendo nadadores de todas partes del mundo para potenciar la práctica extrema de esta atractiva vertiente de la natación. En esta línea Nadando Libre fue testigo directo, el pasado mes de agosto, del International Winter Swimming Festival en Argentina que congregó a 63 nadadores de 18 países de la mano del nadador Tucumano Matias Olá, primer nadador argentino de aguas heladas y líder del proyecto Unir el Mundo.
¿Cómo convertirte en un nadador de invierno? Para muchos de vosotros que andáis en busca nuevos retos y exploráis vuestros propios límites, nadar a temperaturas tan bajas abre nuevos horizontes para el desarrollo personal como deportistas. Más allá del logro, la búsqueda de nuevos desafíos como nadadores es lo que nos mantiene conectados con la superación, tanto deportiva como personal; sin nuevas metas el esfuerzo pierde su sentido tangible, por ello desde estas páginas os animamos a probar nuevas sensaciones.
Cambia tu visión
¿Recuerdas cuándo fue la última vez que las condiciones extremas dispararon tu nivel de adrenalina? Pasar de nadar en aguas cálidas o templadas como las que encontramos en la mayoría de las travesías de nuestro país y en las piscinas donde habitualmente entrenamos a hacerlo a menos de 5ºC únicamente con el bañador, sin un traje de neopreno que nos proporcione calor, no es un camino directo. Como en cualquier faceta del deporte y de la vida, la motivación es el punto de partida. Todos sabemos que cuando nos enfrentamos a un reto extremo nuestra capacidad de superación lleva a nuestra mente y nuestro cuerpo a conseguir metas extraordinarias. La natación de invierno nos ofrece como nadadores la posibilidad de experimentar un proceso motivacional tan potente como para no fijarnos límites mientras disfrutamos de entornos naturales hasta ahora desconocidos como nadadores. ¿Te imaginas nadar en las aguas de uno de los glaciares más espectaculares del mundo? Si quieres, puedes y aquí van las recomendaciones del primer nadador español de aguas heladas, Alessi Pérez del equipo Nadando Libre:
1. Cómo prepararte Más allá de estar preparado técnica y físicamente para completar la distancia elegida, es decir, tener la capacidad de nadar durante tu distancia o tiempo máximo en aguas cálidas (piscina o aguas abiertas) no es suficiente. Para poder afrontar el reto de nadar en aguas heladas la preparación metal y la aclimatación previa son dos factores a tener muy en cuenta.
Mentalidad El querer lo es todo, tener muy claro que afrontar este tipo de reto es positivo para ti es fundamental, si no despierta ningún interés en ti nadar en aguas heladas, el intento será en balde porque tu mente potenciará el proceso de rechazo al medio. Cuando entramos a un agua a baja temperatura sin traje de neopreno nuestro organismo pasa al modo de alerta y activa todos sus mecanismos para sobrevivir. El ser humano no “está diseñado” para aguantar en situaciones extremas de temperatura, por ello lo primero que tenemos que controlar son todos esos cambios que nos están indicando que salgamos del medio hostil en el que nos acabamos de internar. Es esencial trabajar la parte motivacional, la superación y romper las barreras de la lógica durante tu preparación, es decir, has de crecer mentalmente y hacerte más fuerte durante el entrenamiento.
Aclimatación
No es recomendable empezar a prepararte nadando a temperaturas tan bajas como a las que te vas a enfrentar, al igual que la mente, el cuerpo necesita un período de adaptación a la temperatura. Una vez que definas la distancia y sepas el tiempo que puedes emplear en completarla has de realizar siempre una aclimatación progresiva, manejado tres factores, la temperatura, el tiempo que permaneces en el agua y tu cabeza. Tiene poco que ver nadar en aguas heladas con la cabeza dentro y con la cabeza fuera del agua, piensa que el control mental con una temperatura óptima se desarrolla mucho mejor que sintiendo como el frío no te deja razonar. Un buen proceso de aclimatación pasa por empezar a nadar a unos 15ºC, el primer día no es necesario que nades con la cabeza dentro si tu cuerpo no lo tolera, controla cuanto tiempo puedes permanecer en movimiento con la cabeza fuera. Una vez tengas controlado tu nado natural a esta temperatura empieza a nadar en lugares más fríos, recuerda hacerlo siempre de manera progresiva en relación a tus sensaciones.
Una vez que controles el nado natural a una temperatura similar a la que te vas a enfrentar durante aproximadamente un 60% del tiempo que vas a permanecer en el agua estarás preparado para afrontar y disfrutar de una prueba de natación de invierno. 2. La recuperación Uno de los grandes desconocidos de la natación de invierno es la recuperación posterior al nado. Para todos los nadadores de aguas cálidas que nadamos medias distancias, la prueba termina cuando llegas a la meta, en este caso no es así. Cada nadador es un mundo, unos recuperan antes que otros y ninguno requiere los mismos medios para conseguirlo, pero lo que esta demostrado es que necesitamos recuperar nuestro cuerpo una vez que le hemos expuesto a unas condiciones tan extremas. La hipotermia es una de las principales amenazas cuando nadamos a temperaturas tan bajas, cuanto más tiempo pasemos dentro del agua más calor perderá nuestro cuerpo, para evitarlo es clave la aclimatación y el conocimiento de como reacciona nuestro cuerpo cuando estamos próximos a ese estado. Lo normal si entramos en hipotermia es hacerlo mientras nadamos pero también una vez que salimos del agua, es esencial la infraestructura externa para poder recuperar bien, en Rusia utilizan termas de agua templada y saunas, en otros lugares carpas calientes, pero una buena temperatura ambiente no es suficiente, necesitamos dar calor al cuerpo para que vuelva a su estado natural, estas son algunas de las recomendaciones de los referentes mundiales de la especialidad.
Necesitas apoyo personal cuando salgas del agua, para cubrirte con mantas y frotarte el tronco para empezar a entrar en calor.
Abrigarte de manera progresiva, nunca de golpe.
No bombees la sangre de las manos ni los pies nada más salir, esta muy fría y puede producir alguna complicación si llega al corazón.
Deja que el cuerpo tirite para que los músculos empiecen a coger temperatura, no debes reprimir los espasmos.
Toma alguna bebida caliente.
En ningún caso entres en contacto con agua muy caliente, el contraste brusco puede causar problemas.
3. Afrontar las pruebas en aguas heladas
Si tu motivación y tu preparación te llevan a convertirte en un nadador de invierno y nadar a menos de 5ºC, estas son las etapas por las que pasarás y deberás controlar para que tu inmersión en esta potente disciplina sea un éxito para ti: No regales temperatura: La temperatura del aire en los lugares donde el agua esta a menos de 5ºC es muy baja, permanece abrigado hasta el último momento para que tu temperatura corporal sea la normal antes de entrar al agua. Actívate: Realiza una activación muscular moderada de menos a más para que los músculos y articulaciones estén preparados para la acción. Entra al agua sin dudarlo: Debes entrar con decisión, de una vez, no lo hagas poco a poco porque tu mente te sacará para fuera. Control mental: Controla la parte mental agarrándote a lo más profundo de tu motivación personal, aprieta los dientes y repite en tu cabeza que todo está bien. Controla la respiración: Únicamente si tu motivación te lleva al control mental podrás dominar algo tan básico y crítico a la vez como la respiración, esta se acelera a modo de jadeo, respira profundo y pausado para regularla a un estado de normalidad. Mantén al cuerpo caliente: Nada a un ritmo continuo muy activo, no te puedes permitir perder calor. Disfruta con cabeza: Disfruta hasta el final sin arriesgar tu integridad, es preferible parar y volver a intentarlo que no recordar como saliste de ahí. Debes conocerte lo suficientemente bien como para saber cuando estás próximo a la hipotermia para que te saquen del agua. Recupera: La prueba no termina cuando acabas de nadar si no cuando tu cuerpo vuelve a estar en condiciones normales. Teniendo en cuenta que has de controlar estos factores, no quieras batir el récord de la especialidad la primera vez que entres al agua, ve de menos a más: 1. Nada distancias cortas de no más de 100 metros nadando a braza con la cabeza fuera.
2. Nada distancias cortas de no más de 100 metros nadando al estilo crol con la cabeza dentro. 3. Aumenta la distancia nadando a crol de manera progresiva hasta donde marques tu límite. La natación de invierno ya está aquí y te está esperando, recuerda ¡¡¡SI QUIERES, PUEDES!!! Buena Suerte. Referencias: Videografía:
Video: Nadando Libre (Documental Winter Festival 2014)
Bibliografía:
Estudio de natación Nadando Libre en el Winter Festival 2014.
Alessi Pérez (Nadador Extremo del Equipo Nadando Libre) José Díaz: Libro; Nadando Libre Flow&Training Nivel 1 y Nivel 2.
Fotografías: Equipo de Nadando Libre y organización Winter Festival 2014 (Argentina), (Unir el Mundo)