Story Transcript
Boletín mundial de Winnie para los niños A Winnie le encanta Egipto ¿Dónde está Egipto? Egipto está en la esquina al noreste de África. El canal suizo está en Egipto, conecta el Mar Mediterráneo y el Mar Rojo. La Península Sinaí de Egipto hace frontera con Israel. El territorio La mayoría del terreno en Egipto es desierto. Hay montañas a lo largo de la costa este y la Península de Sinaí, donde Moisés recibió los Diez Mandamientos. El desierto puede ser muy caliente durante el día y frío en la noche. Casi nunca llueve, por eso la gente hace pozos o sacan agua del río. La gente Más de 66 millones de gente vive en Egipto. La población es una mezcla Copta, musulmanes, y otros grupos pequeños como los nubios, beréberes, y los gitanos. El lenguaje oficial de Egipto es el árabe. El francés y el inglés son un segundo idioma común. Aproximadamente la mitad de la población vive en las ciudades. Quince millones de personas viven en o cerca de Cairo, la capital de Egipto. Creencias religiosas La principal religión de estado fue la adoración al dios del sol, Ra. Las famosas pirámides de Egipto eran tumbas usadas para enterrar a seguidores de Ra. Egipcios escucharon a Pedro predicar el día de Pentecostés. Los nuevos creyentes regresaron a Egipto con las buenas nuevas y fundaron la iglesia ortodoxa copta. Cuando los árabes musulmanes los invadieron, enseñaron a la gente el Islam. Hoy, ocho de cada 10 egipcios son musulmanes. Nueve millones de personas aun adoran en los templos ortodoxos. A pesar de que programas de televisión cristianos están saliendo al aire a través satélite, y los musulmanes los pueden ver en sus casas, muy pocos han escuchado el evangelio. Los niños de Egipto Los niños de Egipto van a la escuela desde los seis a los catorce años. Ellos van a la escuela todos los días excepto el viernes, el día de oración de los musulmanes. Muchos niños no terminan la escuela ya que a menudo deben trabajar para ayudar a sus familias. Solo la mitad de los adultos saben leer y escribir. En la ciudad del Cairo, los niños viven en casas o apartamentos con sus familias. Miles de niños de la iglesia copta viven en tugurios en áreas llamadas “ciudades de basura”. Ellos ayudan a sus familias al buscar en la basura sobros que puedan vender. En las villas los niños ayudan en las granjas. A ellos les gusta jugar fútbol y otros juegos. Bailes típicos también se está haciendo popular. En la ciudad, los niños disfrutan de la televisión y el cine.
La vida en Egipto Las tiendas negras de los bedonios adorna la arena del desierto egipcio. Se mueven frecuentemente en busca de pastos para sus animales. Cerca del Río Nilo se encuentran las villas de los fellahin, los granjeros campesinos. Ellos siembran algodón, arroz, granos, frutas, y vegetales. Muchas personas del pueblo fellahin se han mudado a las ciudades en busca de una mejor vida. La gente de más recursos trabaja como negociantes, maestros, y técnicos. Muchas personas trabajan en las fábricas de Egipto. La gente de otras ciudades también trabajan en hoteles y restaurantes visitados por turistas que van a ver las Grandes Pirámides. Los misioneros van a Egipto En 1907 Eskander Boulos recibió el bautismo en el Espíritu mientras visitaba los Estados Unidos. Él escribió a su familia y amigos en Egipto para contarles las buenas nuevas. Ellos enviaron el siguiente mensaje a los Estados Unidos: ¡envíen misioneros pentecostales! El siguiente año, un evangelista norteamericano fue y empezó la primera iglesia Pentecostal. En 1910, a la edad de 23 años, Lillian Trasher sintió el llamado del Señor para ir a África. Al zarpar hacia Egipto, no había planeado abrir un orfanato. Sin embargo, al año siguiente, una madre agonizante dejo su bebé a Lillian. Lillian rentó una pequeña casa y empezó a recibir niños huérfanos. Mamá Lillian, como la llamaban los niños, nunca se casó, pero tenía una numerosa familia. Mujeres viudas iban a ayudarla con los niños. Hasta hoy, 20.000 niños han sido criados en ese orfanato. En 1914, cuando se formaron las Asambleas de Dios de los Estados Unidos, Lillian y otros misioneros pentecostales en Egipto se unieron. Ellos formaron la Iglesia Apostólica como parte de las Asambleas de los Estados Unidos. Alcanzando a la gente de hoy Hoy 150.000 personas adoran en 200 iglesias pentecostales. El Espíritu Santo está obrando. Multitudes se aglomeran en las iglesias y se quedan por horas para adorar, orar, y estudiar la Palabra de Dios. Siete misioneros ayudan enseñando clases para pastores y trabajando en las iglesias. Los musulmanes no visitan las iglesias, pero estudian las lecciones de ICI que explican quién es Jesús y cómo pueden ser salvos. Los cristianos llevan estos cursos a las prisiones. Muchos prisioneros han recibido al Señor, y al salir de la prisión se unen a las iglesias. Cerca de 60.000 niños asisten a la Escuela Dominical los viernes. Los niños invitan a sus amigos a las Escuelitas bíblicas de vacaciones y a los campamentos de jóvenes. BGMC pagó para desarrollar e imprimir material de escuela dominical y escuelas bíblicas de vacaciones. Gracias niños, por ayudarnos a alcanzar a los niños en Egipto. Miles de niños encuentran una nueva vida en Jesús en estos programas cada verano. Muchos niños tienen hogares pero son muy pobres. Varias iglesias tienen programas para alimentar a los niños. Algunos ayudan con educación o cuidados médicos.
No se permite a los cristianos testificar a los musulmanes, ni hacer grandes cruzadas. Las iglesias deben pedir permiso del presidente para edificar o arreglar los edificios. Pero aun así, el Espíritu de Dios está obrando en Egipto. Oremos Por la salud y seguridad de nuestros misioneros en Egipto. Por la protección de Dios sobre las iglesias. Por los pastores y para que más personas sean llamadas a guiar las iglesias. Por los maestros y alumnos de las escuela bíblicas. Por los niños de Egipto.
Lección objetiva de misiones ¿Cómo ayudar a esparcir el evangelio? Versículo clave 1 Pedro 3:12 “Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones”. Materiales El barrilito Buddy Juguetes: barco, avión, y carro, preferiblemente amarillo Modelo o dibujo de manos orando (puede usar el patrón de la siguiente página) Presentación Hoy tenemos un barrilito Buddy, un barco, un avión, y un carro. Díganme, ¿en qué se parecen estos juguetes? (permita respuestas.) Correcto. También tienen una cosa más en común. Estas son maneras de llevar las buenas nuevas de Jesús a la gente alrededor del mundo. ¿Me pueden decir algunas maneras en que cada uno puede usarse? (espere respuestas.) ¡Bien! Todos son muy importantes. Hay muchas personas que necesitan escuchar que Jesús murió por ellos para que pudieran recibir perdón por sus pecados. A menos que alguien les diga, nunca sabrán que pueden vivir en el cielo por siempre. Ellos pasarán la eternidad perdidos sin Jesús. Es una lástima que ustedes aún no puedan manejar un carro, ni pilotear un avión. ¿Significa eso que ustedes no pueden ayudar a propagar el evangelio? ¡Por supuesto que no! Todos ustedes, sin importar qué tan jóvenes sean, pueden orar y ayudar a los misioneros en otros países. También pueden orar y dar para ayudar a que los niños en sus pueblos aprendan acerca de Jesús. Vamos todos a llenar estos barriles y a orar por aquellas personas que necesitan saber que Jesús puede perdonar sus pecados. Proveído por: Pam Inman Church of Abundant Life (Iglesia de Vida Abundante) Braintree, Massachussets
Historia verdadera de misiones El buen error de Omar (dibujo #1) Esta historia es verdadera, pero los nombres de las personas fueron cambiados, y el país no puede ser revelado dado a su sensibilidad. “Oh, no, olvide traer una canasta,” murmuró Omar mientras caminaba en la polvorienta calle. “¿Cómo voy a poder traer los peces a casa?” La mamá de Omar lo había enviado al mercado a comprar pescado. En las villas del Medio Oriente, la gente lleva canastas mercado para poder cargar sus alimentos a casa. Pero Omar olvidó su canasta. ¿Cómo cargaría varios grandes y resbalosos peces a casa sin botarlos? El hombre del mercado tampoco tenía una canasta. Pero le dio una idea, cuidadosamente envolvió los peces en unos papeles que alguien le había dado. Ahora Omar podría cargar los peces sin ningún problema. Omar llegó a su casa, dio los peces a su mamá, y fue a hacer otras cosas. Pronto se había olvidado del problema en el mercado. (dibujo #2) Pero Dios apenas estaba empezando a trabajar en el hogar de Omar. El hombre en el mercado había usado tratados para envolver los peces. Cuando su mamá empezó a preparar los peces leyó las palabras impresas en los tratados. Ellos hablaban acerca de Dios y de su amor por todos. Él ama a todos. La mamá de Omar leyó esas hermosas palabras y quería saber más. Más tarde le mostró los tratados a su esposo. A él también le gustó lo que leyó y lo compartió con sus amigos. Todos
estuvieron de acuerdo en que nunca habían escuchado palabras tan dulces. Las personas en la villa de Omar son musulmanes. Ellos no saben que Jesús es el Hijo de Dios ni que Él murió para salvarnos y darnos vida eterna. Ellos siguen las enseñanzas de un hombre llamado Mohamed. (dibujo #3) Pero la familia de Omar no podía olvidar las palabras de los tratados. El padre de Omar escribió una carta pidiendo más información acerca del Hijo de Dios. Él envió la carta a la dirección impresa en uno de los tratados. Pronto recibió un Nuevo Testamento en su propio idioma. Ansioso empezó a leer más acerca de Jesús. Unos días más tarde, alguien fue a la casa de Omar. Era el hombre que envió el Nuevo Testamento al padre de Omar. Él habló con la familia y respondió muchas de sus preguntas acerca de Jesús. Hoy, un grupo de cristianos se reúne en la villa de Omar. Una vez, cuando Jesús estaba en la tierra, usó los peces de un niño para alimentar a cinco mil hombres, más las mujeres y niños. Jesús usó los peces que Omar compró para compartir el evangelio con sus padres. ¡No fue un accidente que Omar olvidara llevar una canasta al mercado ese día!
La información de esta historia fue proporcionada por el misionero Del Kingsriter. Esta historia fue usada con permiso del departamento de Misiones foráneas de las Asambleas de Dios
“Oh, no, I forgot to bring a basket,” Omar muttered as he walked to the market. “How will I ever be able to carry my fish back home?” The man at the fish market didn’t have a basket either. Instead he carefully wrapped the fish in some papers someone had given him. Now Omar could carry the fish without a problem.
The man at the market had used gospel tracts to wrap the fish. As his mother began to prepare the fish, she read the tracts. They told about how much God loved everyone. Omar’s mother thought the words were beautiful. She was curious to know more. Later she showed the tracts to her husband. He too liked what he read. He shared them with his friends.
Omar’s father wrote a letter asking to know more about God’s Son. Soon he received a New Testament in a language he could read and understand. A few days later, someone came to Omar’s house. He was the man who had sent the New Testament to Omar’s father. He talked to the family and answered many of their questions about Jesus. Today a group of Christians meet in Omar’s village.