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Bovino

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Las cojeras son una de las patologías más frecuentes en las vacas lecheras y suponen el indicador más representativo del grado de bienestar animal. La cojera, tras la infertilidad y la mamitis es la tercera causa de pérdidas económicas en un rebaño lechero. Fotografías de AXÓN

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Bovino El menoscabo económico originado por las cojeras puede llegar a ser de entre el 5% y el 10% de los ingresos anuales por vaca. Si tenemos en cuenta que en torno al 25-30% del rebaño puede sufrir esta patología, infravalorar las cojeras en nuestras explotaciones supone no sólo reducir el bienestar de nuestros animales sino, también, disminuir significativamente nuestras ganancias. Dentro de una misma explotación el conjunto de las mayores productoras forman el grupo de mayor riesgo de cojeras y dentro de ese grupo la fase de máxima producción es la época en la que la probabilidad de sufrir cojeras es más grande. Durante el preparto y el postparto se producen en las vacas gran cantidad de cambios hormonales, alimentarios y de manejo que si no son controlados pueden afectar negativamente a las pezuñas. La mayoría de las cojeras tienen su origen en las pezuñas, sobre todo de extremidades posteriores. Las cojeras inciden de manera negativa en los resultados reproductivos de la explotación. Los días abiertos se incrementan una media de 28 días y se dificulta la detección de celos porque muchas vacas cojas muestran poca actividad de monta durante la fase estral. En general el intervalo parto-primer servicio se alarga al menos 4 días en cualquier tipo de cojera. Metabólicas

Primarias

Laminitis

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Las vacas cojas disminuyen la ingesta de alimentos lo que produce pérdida de condición corporal y bajada de producción láctea, incluso mayor al 20%. Asimismo, se incrementa el riesgo de padecer mamitis y aproximadamente el 20% de estos animales cojos deberán ser eliminados precozmente.

Mecánicas

Ambientales

Hiperconsumo

Dermatitis interdigital

Hipoconsumo

Dermatitis digital

Traumáticas (poco frecuentes)

Flemón interdigital

Bovino Factores de riesgo Aunque genéricamente dividamos las cojeras por su etiología en cojeras de origen metabólico, mecánico e infeccioso, las cojeras entendidas como problema de rebaño son consecuencia de la interacción de diferentes factores de riesgo, entre los que se encuentran factores ambientales como el clima, la humedad o la época del año; factores de manejo como las instalaciones, el

grado de higiene, la alimentación, la densidad de los animales, la explotación con pastoreo, la frecuencia con la que realicemos el recorte de pezuñas o los propios trabajadores de la explotación; y otros que dependen del propio animal como la genética, la edad o el nivel de producción.

El estrés por calor aumenta la frecuencia de cojeras.

Las superficies demasiado irregulares, empedradas o rotas, así como las resbaladizas predisponen a los animales a padecer cojera. Las vacas que caminan sobre goma adoptan una postura más natural y disminuyen el daño sobre el corion, además de mostrar más perceptiblemente los celos.

La reducción del tiempo de reposo, más marcado en las novillas, debido al tiempo ligado al ordeño, a la ingestión de alimento y la competencia social, perjudican seriamente al corion en su momento de mayor fragilidad. Una cama seca y mullida para cada vaca, que facilite que el animal permanezca echado más tiempo, evitará una excesiva presión en el casco. Se ha visto cómo la incidencia de las cojeras disminuye en camas de arena frente a las de goma, porque la primera permite a los animales incorporarse con menor esfuerzo.

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Un punto muy importante es la gestión de la alimentación, la calidad de la fibra en la ración y el manejo de ésta son la base para prevenir cojeras de origen metabólico. También se relaciona la mayor ingesta de materia seca en vacas de alta producción con la aparición de cojeras.

Las instalaciones de las que disponemos van a determinar la aparición o no de cojeras. El exceso de humedad y la presencia de purines afectan a la queratina del casco y disminuyen su resistencia facilitando los ataques de las sustancias químicas del purín y de las bacterias anaerobias ambientales, por lo que es imprescindible mantener una buena higiene.

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Bovino ❱❱Laminitis Esta patología, con un origen metabólico, es la base de la mayoría de las alteraciones de la estructura del casco. Es una inflamación difusa del corion o tejido sensitivo de la pezuña, especialmente de su porción laminar, que repercute en la formación de un casco de pobre calidad. Puede cursar con alteraciones anatómicas y posteriores deformaciones de la pezuña. Esto facilita la aparición de lesiones asociadas: • úlcera de suela, • enfermedad de línea blanca, • fisuras suela-talón… En vacas de leche lo más habitual es la laminitis subclínica, frecuente en el periparto y en épocas de estrés calórico.

Enfermedad de la línea blanca Desintegración de la unión fibrosa entre la suela y la pared con frecuente separación y penetración de cuerpos extraños (estiércol, piedras, etc.): la zona más frecuentemente afectada es la línea abaxial inmediatamente distal a la unión pared-talón de la pezuña posterior lateral.

Ulcera de suela Ulceración específica de la “zona típica” de la suela localizada próxima a la unión de la suela y el talón, cerca del margen axial. Comienza con un hematoma que avanza a ulceración circunscrita, en ocasiones con protrusión del corion.

Fisura suela-talón Pequeñas marcas negras en el centro de la suela hacia el talón que pueden llegar a formar un absceso. Si la lesión alcanza el corion es causa de cojera.

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Dermatitis interdigital

Dermatitis digital

La dermatitis interdigital es una enfermedad bacteriana que afecta a la piel del espacio interdigital y al tejido córneo de los talones. Las vacas suelen presentar cojeras leves o andar incómodo.

La dermatitis digital es una inflamación de la piel proximal al espacio interdigital o la banda coronaria –aunque puede aparecer en otras localizaciones– caracterizada, generalmente, por la aparición de úlceras. Se manifiesta como una zona sin pelo, enrojecida, propensa a sangrar, muy dolorosa y con un olor característico y penetrante. Es común encontrarla asociada a la erosión de talones.

La etiología es una infección bacteriana de anaerobios Gram negativos (Dictelobacter nodosus y Fusobacterium necrophorum), aunque también se aíslan espiroquetas. Es común en ganado estabulado con humedad elevada y malas condiciones higiénicas. En animales estabulados en plaza fija afecta principalmente a las patas posteriores que están más en contacto con las heces y la orina.

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La cojera no es siempre manifiesta, pero es muy común que la vaca eleve o adelante repetidamente la extremidad afectada. El confinamiento con superpoblación parece ser el principal factor predisponiente, sobre todo

Bovino en condiciones deficientes de higiene. Las novillas presentan mayor susceptibilidad, indicando que tal vez haya factores inmunológicos involucrados.

Flemón interdigital, flemón coronario o panadizo Esta lesión necrótica, aguda o subaguda, que se origina en el espacio interdigital, está relacionada con lesiones previas de la piel producidas por pequeños traumas, espinas, piedras, etc. A través de estas lesiones penetran bacterias produciendo infección y provocando en el animal fiebre, disminución del apetito, muchísimo dolor, con cojera muy marcada y un descenso importante de la producción. Tanto Fusobacterium necrophorum como Bacteroides melaninogenicus son necesarios para reproducir la enfermedad. Lo habitual es observar la lesión en una única extremidad y más frecuentemente trasera.

Bibliografía

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• BLOWEY R. FACTORS ASSOCIATED WITH LAMENESS IN DAIRY CATTLE. IN PRACTICE (2005) 27: 154-162. • CRÍA Y SALUD. BÁSICOS BOVINO. AÑO 5. Nº 13. REPERCUSIONES PRODUCTIVAS DE LAS COJERAS EN VACAS DE LECHE. • GONZÁLEZ SAGUÉS A. CUIDADO DE PEZUÑAS EN VACUNO LECHERO. CUADERNOS DE CAMPO IVOMEC. (2003).

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