Ciudadanos, a la Red!

1 ¡Ciudadanos, a la Red! Los vínculos sociales en el ciberespacio Susana Finquelievich (Coordinadora) Pablo Baumann, Mariano Blejman, Ezequiel Fejl

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¡Ciudadanos, a la Red! Los vínculos sociales en el ciberespacio

Susana Finquelievich (Coordinadora)

Pablo Baumann, Mariano Blejman, Ezequiel Fejler, Susana Finquelievich, Hilda Herzer, Alejandra Jara, Graciela Kisilevsky, Rainer Randolph, Scott Robinson, Ester Schiavo, Douglas Schuler, Artur Serra, Raúl Trejo Delarbre, Raquel Turrubiates

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A Manuel Castells que me inició en los caminos de la sociología

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Índice

Introducción: Redes electrónicas, cables sociales, Susana Finquelievich Parte 1: La ciudad actual: redes tecnológicas y redes sociales Capítulo I:Las mutaciones de lo urbano: de la ―red de ciudades‖ a la ―ciudad-red‖, Rainer Randolph Capítulo II: Internet y vida urbana: cuando el ciberespacio y la calle se complementan, Raúl Trejo Delarbre.

Capítulo III: Los ciudadanos de la Sociedad de la Información: entre los ―señores del aire‖ y el pueblo natal, Ester Schiavo

Parte 2: Las transformaciones de los gobiernos locales Capítulo IV: Usos sociales de TICs: Gobiernos locales y Participación Ciudadana, Pablo Baumann Capítulo V: La informática en los gobiernos locales, Percepción y usos reales, Hilda Herzer y Graciela Kisilevsky. Capítulo VI: Telecentros en México: Desafíos y posibilidades, Scott S. Robinson . Parte 3: La renovación de las organizaciones comunitarias Capítulo VII: Del café de barrio a las redes electrónicas. Las comunidades virtuales como actores sociales en las ciudades, Susana Finquelievich Capítulo VIII: Nuevas comunidades y nuevas redes comunitarias. Construír nuevas instituciones para enfrentar los nuevos desafíos, Douglas Schuler Capítulo IX: Las redes ciudadanas: Una tecnologia de la sociedad de la informacion. Lecciones del proyecto europeo EPITELIO, Artur Serra. Capítulo X: Redes comunitarias en el ciberespacio: el caso de la Argentina, Alejandra Jara Capítulo XI: Hacia la conexión ciudadana. El caso de la ciudad de Austin, Texas, EEUU. Graciela Kisilevsky.

Parte 4: Vínculos electrónicos Capítulo XII: Las comunidades virtuales en Argentina: vida y pasión., Ezequiel Fejler Capítulo XIII: Chat, chat....Agoras cibernéticas y comunicación global, Raquel Turrubiates. Capítulo XIV: Universo Mail, Mariano Blejman

Los autores

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Introducción Redes electrónicas, cables sociales Susana Finquelievich

Jamás tanto de cerca arremetió lo lejos. César Vallejo

La sociedad de las redes 31 de diciembre de 1999. La población está a la espera del nuevo milenio. La expectativa previa a las festividades convive con un vago malestar por la amenaza del Y2K, el “virus del milenio”, esa pequeñísima falla en los programas informáticos que puede hacer colapsar los sistemas. Pero no parece haber peligro: en los países más desarrollados, las grandes corporaciones han invertido fortunas para asegurarse el buen funcionamiento de sus computadoras. El primer lugar en llegar el 1 de enero, sobre el planeta, es la República de las Islas Marshall, cerca de la Linea Internacional de Fecha en medio del océano. Las cámaras televisivas que transmiten para el mundo desde su capital, Majuro, registran primero los fuegos artificiales que comienzan los festejos, luego un apagón masivo de electricidad y un avión que se estrella contra la oscura pista de aterrizaje. A partir de allí, los medios de comunicación no dejan de transmitir desastres alrededor del mundo. Diferentes ciudades en Siberia, Rusia, China, Japón, Australia, Europa, Brasil, México, y finalmente Estados Unidos sufren apagones masivos, incendios, falta de agua, de teléfono, de comunicaciones en general. Las redes técnicas colapsan. Los

aviones

caen como moscas, los transportes

subterráneos se paralizan, los trenes chocan. Inevitablemente, los sistemas bancarios se desmoronan y las bolsas financieras enloquecen. Todo ello se acompaña de motines, asesinatos, suicidios y formaciones de hordas de fanáticos religiosos. El virus del milenio ha comenzado a actuar. Los países centrales habían, ciertamente, tomado sus precauciones con respecto a sus sistemas informáticos, pero no así todos los países periféricos. Los viejos chips

infectados en

sistemas insignificantes van infectando al resto en sus respectivos países, y luego, por medio de las redes electrónicas empresarias, financieras, políticas, universitarias, sociales, a los demás países, hasta que el caos se adueña del planeta. Las ciudades retroceden a un estado medieval en cuestión de horas. Sólo se salvan las zonas rurales, no tecnologizadas. ―Y2K. Efecto 2000‖, la novela de ciencia-ficción del norteamericano Mark Joseph, que relata este apocalipsis, puede ser discutible desde el punto de vista literario y tecnológico, pero señala una evidencia: ningún país, ninguna ciudad, ningún barrio están aislados. Los sistemas tecnológicos y económicos, además de los políticos y sociales, integran lo que Manuel Castells llama ―la sociedad de las redes‖. El sociólogo español, pionero del análisis de la sociedad informacional, se refiere como una de sus características principales a la lógica de las redes, que se adueña ―...de cada sistema o

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conjunto de relaciones, usando las nuevas tecnologías de información. La morfología de la red parece estar bien adaptada a la complejidad creciente de las interacciones, y a los impredecibles paradigmas de desarrollo que emergen del poder creativo de estas interacciones‖. Y añade: ―Esta configuración topológica, la red, puede ahora implementarse materialmente, en todo tipo de procesos y organizaciones, a través de las accesibles tecnologías informáticas. Sin ellas, la lógica de redes sería demasiado trabajosa de implementar. Y sin embargo, esta lógica es necesaria para estructurar lo inestructurado, mientras se preserva la flexibilidad, ya que lo inestructurado es la fuerza que lidera la innovación en las actividades humanas‖1. Estas redes son predominantemente urbanas. En la sociedad de la información que es nuestra circunstancia, la ciudad, locus de producción y difusión de innovaciones tecnológicas y nodo estructural de esta nueva sociedad, es también el nuevo escenario predominante de las redes informáticas. Estas determinan en ella nuevas formas de producción y distribución, nuevos hábitos y modos de vida, relaciones afectivas, formas de gestión de infraestructuras y servicios, administración ciudadana, formación de organizaciones participativas, de comunidades virtuales, de modos innovadores de asociación y de uso del espacio urbano. Estas transformaciones, por ahora aparentemente invisibles, repercuten crecientemente en la forma urbana y en la organización social. La ciudad ya no sólo integra diferentes redes: ES, a su vez, un conjunto de redes. Habitamos en la ciudad-red, y nuestras vidas transcurren enredadas en múltiples conjuntos de interacciones. De la Red al papel

Este libro reúne artículos originales de autores de diversas nacionalidades y disciplinas académicas, unidos por una pasión común: el estudio de las relaciones sociales y políticas, las redes personales y comunitarias que se crean y desarrollan en el espacio ―virtual‖ generado por la comunicación mediatizada por computadoras, pero que con su accionar transforman el espacio ―real‖ (tanto el físico como el social) de las ciudades que habitamos. Muchos de los que escribimos en este libro nos hemos conocido precisamente en foros electrónicos o navegando por la Red, antes de cruzar continentes y mares, de encontrarnos personalmente frente a cafés y cervezas y anudar amistades y asociaciones laborales duraderas. Otros compartimos espacios físicos, vivimos en la misma ciudad y nos encontramos periódicamente en reuniones presenciales, pero a diario intercambiamos mails en los que enviamos y recibimos información, discutimos y generamos nuevas ideas. Somos, en resumen, habitantes de dos mundos yuxtapuestos: el presencial, con la riqueza que sólo pueden dar los encuentros cara a cara, y el virtual, que aporta las i-limitaciones de la asincronicidad y la metaespacialidad, esta última

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Manuel Castells: The Rise of the Network Society, Vol. I: The Information Age: Economy, Society and Culture, Blackwell Publishers, Malden, Mass., 1997, pp. 61, 62. (La traducción es nuestra).

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posibilitada por el sentido a-geográfico y deslocalizado de las redes electrónicas. Actuamos inevitablemente en varias redes: las que estudiamos, las que vivimos en nuestra cotidianidad. Las redes electrónicas sostienen así los cables sociales, y viceversa.

Las redes electrónicas comunitarias Las redes electrónicas comunitarias, o redes ciudadanas soportadas por TICs (Tecnologías de Información y Comunicación), objeto fundamental de este libro, son un nuevo tipo de experiencia urbana que se está implementando en forma creciente, tanto en los países mas industrializados como en los periféricos. Consisten, básicamente, en sistemas informáticos online que amplían el alcance y las potencialidades de las organizaciones comunitarias existentes y colaboran a la creación de nuevas organizaciones. Estos sistemas están concebidos para promover y estimular la comunicación, la cooperación, la participación y el intercambio de información, experiencias, bienes y servicios entre los ciudadanos y los actores públicos y privados de una comunidad (ONGs, instituciones gubernamentales y empresas privadas), mientras simultáneamente abren la comunidad local a la comunicación en red con la comunidad global. Las tecnologías de información y comunicación (TIC) se utilizan en estos casos para apoyar a las organizaciones comunitarias en sus esfuerzos hacia el desarrollo social y económico de sus poblaciones-objetivo. Esto, a su vez, da lugar a lo que los anglosajones denominan Community Informatics, informática comunitaria (IC): una estrategia tecnológica que aúna los esfuerzos en pro de un desarrollo economico y social comunitario con las oportunidades emergentes en áreas como el comercio electrónico, los telecentros y redes cívicas, la democracia electrónica y la participación pública en línea, además de comunidades centradas alrededor de la autoayuda, la salud mental, actividades culturales, ambientales y otras2. La IC, en síntesis, consiste en el estudio de las aplicaciones de TIC a las acciones de las organizaciones comunitarias para el logro de sus objetivos sociales, económicos, políticos o culturales. Para ello es fundamental considerar la accesibilidad de la población a las TIC. Gurstein (1999) identifica siete niveles de acceso: gobernabilidad/políticas, educación/facilitación social, proveedores de servicios informáticos e Internet, contenidos/servicios, herramientas de software, instrumentos, y facilidades de transmisión. En estos niveles están incluidos el acceso técnico (conexiones telefónicas y computadoras), acceso económico (los costos de uso y mantenimiento de estos sistemas), acceso social (barreras culturales, educativas y sociales que limitan el uso de los sistemas) y acceso físico (para los individuos con dificultades físicas. 2

Gurstein, M. (Ed.) Community Informatics: Enabling Communities with Information and Communications Technologies, Idea Group Publishing, Hershey PA, 1999

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También es interesante considerar cómo administrar y situar la institución u organización a través de la cual la población tiene acceso a la IC. Profundizando un poco más en la cuestión, encontramos que es importante debatir cómo organizar el contexto tecnológico (institucional, organizacional, educativo, etc.) con el objetivo de optimizar los usos de la tecnología y las potencialidades que presenta. También es necesario considerar de qué manera las oportunidades de acceso público a las TIC se relacionan con servicios no tecnológicos y otras estructuras organizacionales; por ejemplo, de qué manera el acceso y uso de los centros tecnológicos comunitarios o telecentros podrían incorporarse a equipamientos urbanos. Pero además, es preciso desarrollar la investigación sobre la sociedad de la información para comprender que los procesos de tecnologización de las ciudades no suceden inocentemente, ni por azar, ni están desprovistos de sentido, sino que por el contrario, soportan y materializan un sistema de vida, una estructura socieconómica, una forma de entender el mundo "virtual", así como el lenguaje verbal lo hace en la vida "real". La tecnología no es un ente aislado con fuerza propia, sino que se desarrolla en un marco social que la contiene y que a la vez ésta contiene en una interrelación dialéctica y eterna. Por estas razones, habría que comprender y analizar cuáles son aquellos aspectos, leyes, programas, formas de utilización y políticas a desarrollar para proveer a las redes características democratizantes y socializantes de la información, para que no funcionen meramente como elementos de poder sino también de contrapoder. El interrogante inevitable es: ¿Las redes electrónicas comunitarias, son igualmente eficaces en los países centrales y en los periféricos? ¿La inserción de estas comunidades en redes globales de comunicación puede significar mejoras en su calidad de vida? ¿Puede originar nuevas fuentes de ingreso, acceso a mejoras en los sectores de la educación y la salud o un incremento en la calidad de la gestión urbana? En síntesis ¿las redes globales de comunicación son útiles para la transformación positiva del espacio físico y social local? Y lo más importante: ¿Cómo puede una comunidad apropiarse de estas tecnologías, y utilizarlas para elevar su calidad de vida? Este libro trata de proporcionar algunas respuestas a través de las investigaciones y reflexiones de sus autores. Nuestro interés al reunir los trabajos es estudiar estos procesos a medida que se producen, para aplicar las conclusiones a la transformación de las ciudades y la optimización de la calidad de vida urbana, comenzando por la gestión municipal y la participación ciudadana. En tiempos en que Internet produce un aporte diferencial, en el sentido de que actúa como factor de creación de comunidades, resulta indispensable pensar en estos procesos, antes de que los procesos nos piensen.

Presentaciones.

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El libro está organizado en cuatro partes fundamentales. En “La ciudad actual. Redes tecnológicas y redes sociales” Rainer Randolph reflexiona sobre el escenario de la ciudad-red, que se yergue sobre una doble estructura: la estructura físico-material de su ambiente construido y de sus circuitos y flujos, y otra estructura menos visible (en parte también físico-material) que permite los flujos informacionales y de comunicaciones que abren al habitante el acceso a ―otro‖ mundo. Raúl Trejo Delarbre nos comunica sus pensamientos sobre Internet, en tanto que medio específica e intensamente urbano. Para el pensador mexicano, ―...las redes de información, en su extensión, desorden y disparidad, se asemejan a las autopistas y avenidas de cualquiera de las megalópolis contemporáneas. Como en ellas, en la Internet hay zonas de luces y otras, de sombras. Existen rutas directas y atajos bruscos; espacios de reflexión y muchos más de diversión. (....) La desigualdad social, que en las ciudades es particularmente contrastante, forma parte de las realidades que se traslucen a la red de redes‖. Ester Schiavo contribuye un tercer punto de vista: se interroga sobre la ciudadanía cibernética. ¿Los ciudadanos de la sociedad de la información (SI) son una nueva categoría de ciudadanos del mundo? ¿Lo son sólo aquellos conectados a las redes telemáticas, o es posible pensar que estas tecnologías permitirán mejorar las condiciones de ciudadanía de todos los habitantes del planeta? La segunda parte del libro, “Las transformaciones de los gobiernos locales”, presenta trabajos sobre las actitudes de los gobiernos municipales frente a la incorporación de TIC, tanto en su funcionamiento interno como en la interacción con los ciudadanos. Pablo Baumann aporta un estudio de caso en la ciudad de Buenos Aires, en el que encara el tema desde dos frentes; el primero releva experiencias gestadas a partir de los propios gobiernos locales, tendientes a lograr una presencia en el ciberespacio por medios que van desde la creación de web sites hasta la concepción de proyectos más ambiciosos; el segundo frente analiza las experiencias realizadas o por realizarse por la sociedad civil y sus organizaciones comunitarias. El capítulo de Hilda Herzer y Graciela Kisilevsky desarrolla un tema similar desde una óptica diferente: las autoras recorren el período histórico hasta 1998 en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, para adentrarse en los intentos de generar nuevas formas de organización de la Legislatura, utilizando TICs, y estudiando las limitaciones que emergieron. Scott Robinson nos lleva a México, donde analiza los telecentros, espacios públicos donde cualquier persona puede consultar Internet, además de comunicarse vía correo electrónico con quien desea. Según el autor ―Un telecentro en un compromiso para ofrecer información y un adiestramiento en el manejo de la misma, mas allá de intereses mercantiles. Una red nacional e internacional de telecentros es el anexo lógico a las bibliotecas públicas en nuestro tiempo, y es una propuesta para atenuar el divisorio digital que ahora marca la condición poscolonial‖. Robinson analiza la actitud de los gobiernos locales mexicanos acerca de este nuevo equipamiento urbano. La tercera parte, “La renovación de las organizaciones comunitarias‖es la más poblada. Está específicamente dedicada al estudio de redes electrónicas comunitarias en

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Argentina, Europa y Estados Unidos. Deliberadamente, hemos elegido estudios de caso para integrarla, dado que a pesar de la urgencia de construir un cuerpo teórico sobre los efectos sociales de la revolución informática, y fundamentalmente sobre las redes comunitarias sostenidas por computadoras, creemos que no se puede elaborar una teoría basada sólo en las especulaciones intelectuales, o extrapolando teorías de autores clásicos sobre temas nuevos. Por el contrario, es necesario construir y acumular una masa crítica de estudios de caso, porque de ella se pueden extraer las reflexiones que irán edificando dialécticamente las bases de una teoría. Susana Finquelievich aporta un marco teórico sobre las redes electrónicas comunitarias y las comunidades virtuales, proporcionado las herramientas conceptuales que serán utilizadas en los capítulos siguientes, y contrastando las reflexiones de varios autores y las suyas propias, basadas en investigaciones recientes y en curso. Douglas Schuler, un clásico inevitable en este tema, plantea que antes de que las computadoras ocuparan el centro del escenario, el término ―red comunitaria‖ era un concepto sociológico que describía el modelo de comunicaciones y relaciones en la comunidad. Para este autor, las nuevas redes comunitarias basadas en la informática son una innovación reciente, dirigidas a ayudar a revitalizar, reforzar y expandir las redes comunitarias existentes, basadas en las personas, de la misma manera en que las innovaciones cívicas anteriores han ayudado históricamente a las comunidades. Artur Serra, desde Barcelona, describe el proyecto EPITELIO (1996-1998), que consistía en principio en desarrollar una plataforma telemática para la lucha contra la exclusión social. Fue uno de los pocos proyectos en el área de temas urbanos y rurales del IV Programa Marco europeo relacionado con uno de los objetivos distintivos de la estrategia europea: la creacion de una sociedad de la informacion abierta a todos los ciudadanos sin exclusion, mas alla del desarrollo de una mera infraestructura de informacion. El resultado ha sido no tanto crear una plataforma telemática, sino desarrollar y potenciar un conjunto de nuevas organizaciones tanto de distrito, como de ciudad, como europeas, que permiten materializar lo que entendemos por "sociedades de información". Alejandra Jara analiza los usos que hacen las organizaciones de la sociedad civil de las TICs y los impactos que este uso que genera en los modelos de articulación intra e interinstitucional por medio de un estudio sobre organizaciones usuarias de diferentes niveles de TIC. Los resultados obtenidos permiten evaluar las tendencias actuales, transformaciones e impactos que genera la implementación del uso de TICs, fundamentalmente en las organizaciones de apoyo locales vinculadas a las redes globales. Graciela Kisilevsky analiza un estudio de caso sobre la construcción de una red electrónica comunitaria en la ciudad de Austin, Texas, USA, para determinar los alcances de estas nuevas conformaciones sociales y averiguar en qué medida contribuyen a la creación de un

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nuevo espacio cívico, quiénes son los actores que intervienen en su construcción, cómo se implementan, y detectar el potencial de las TICs para democratizar y reforzar la vida comunitaria y transformar las prácticas políticas al nivel de los gobiernos locales. La cuarta y última parte, Vínculos electrónicos, está dedicada precisamente a las relaciones sociales que se tejen en la Red, sin que medien en éstas objetivos comunitarios. Ezequiel Fejler analiza las comunidades virtuales en Argentina, desde 1984 a 1999; el autor diferencia tres etapas: las comunidades nacidas en los BBS (Bulletin Board System o Sistemas de Boletines electrónicos); las comunidades nacidas en las listas de correo, que siguen vigentes hoy en día como una de las formas más desarrolladas de intercambio a través de la Red; y las nacidas en los sitios Web de comunidades comerciales, que se perfilan como uno de los posibles futuros del ciberespacio. Raquel Turrubiates se consagra a la nueva forma de comunicación en el ciberespacio: los Chats, poblados de cibernautas desconocidos en su mayoría, donde las conversaciones pierden su sentido efímero, ya que pueden ser conservadas. Las salas de Chat, sostiene la autora mexicana, son los lugares lúdicos donde los internautas encuentran espacios de socialización para la nueva cultura de la naciente sociedad de la información. Para finalizar, Mariano Blejman toma un enfoque atípico sobre las TICs: el correo electrónico como instrumento de formación de tácticas subvertoras. El autor argumenta que éstas se potenciarán a medida que haya un mayor conocimiento del medio tecnológico y una mejor educación. ―Recién entonces mayor será la posibilidad de contrarrestar los ataques a la privacidad, representados en muchos casos por la invasión de virus y gusanos, y en otras por lecturas indeseadas de correos electrónicos, tráfico de cuentas de e-mail, control de actitudes, persecución ideológica y robo de datos. La tecnología actual comenzó la destitución del espacio real, en función del tiempo real; todo sucede demasiado rápido, en todas partes y al mismo tiempo. El correo electrónico es uno de los soportes materiales e ideológicos para que ello suceda‖, sostiene.

Entre otras muchas cosas, la transición a una sociedad de la información implica nuevas concepciones del espacio y del tiempo, de los lazos sociales, del trabajo y el consumo, de las formas de gobernar y de las maneras de participar en esos gobiernos o de ejercer un control social sobre ellos. Todo ello constituye gradualmente redes de redes. De las redes de ciudades evolucionamos hacia la ciudad-red, y de allí, a un mundo que no se hace más reducido, pero sí inextricablemente complejo, en el que las acciones locales repercuten a nivel global y viceversa. Este libro pretende, con todas sus limitaciones, ayudar a la comprensión de esta nueva sociedad.

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Parte 1:

La ciudad actual: redes tecnológicas y redes sociales

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Las mutaciones de lo urbano: de la “red de ciudades” a la “ciudad-red” Rainer RANDOLPH Traducción del portugués: Susana Finquelievich La finalidad de este capítulo es presentar algunos elementos que juzgamos interesantes para la comprensión de las transformaciones y de sus características generales presentadas por las (grandes) ciudades en este fin de siglo. Procuramos alinear argumentos que demostrarán, en una primera aproximación, cuán profundas son estas mutaciones que en buena parte ni siquiera se expresan - por lo menos no se las presupone – en la apariencia físico-urbanística, es decir en la forma de las ciudades; a las cuales, evidentemente, deben corresponder nuevos instrumentos conceptuales y analíticos que permitan identificarlas (nombrarlas). Tanto las transformaciones como las representaciones reflejan – ésta es una de las hipótesis del actual trabajo - una nueva cualidad de circulación de bienes (y mercaderías), servicios (informaciones) y personas, tanto en la ciudad, como entre las ciudades donde el movimiento se vuelve cada vez más ―virtual‖ (informacional o inmaterial) y los ―equipamientos‖ urbanos necesarios de telemática, poco alteran, tendencialmente3, el mismo ambiente construido (como ocurrió en el caso de los equipamientos pesados de la circulación tradicional). Consecuentemente, las transformaciones no se limitan sólo a la escala intra-urbana (de la estructuración y segregación de la ciudad), sino que se expresan también, en nuevas entreciudades (sistema urbano, red de ciudades) y nuevos formatos de cooperación / competición inter-urbana. Por lo tanto, en un primer momento, será caracterizado este ―nuevo medio‖ de circulación en sus diferencias con los tradicionales. No obstante, su avance cada vez mas acelerado no se debe a una lógica primordialmente técnica (del medio), sino a un proceso de orden mas comprehensivo, hoy caracterizado por muchos autores como transición hacia una era de información o informacional (Castells, 1996; 1997; 1998). En ella, permaneciendo en vigor los fundamentos del modo de producción capitalista, surge un nuevo ―modo de desarrollo‖ donde las tecnologías de telemática son indispensables, y sin embargo, también se reducen a meros soportes electrónicos para el advenimiento de ―sociedades-redes‖ (Castells, 1996). Partiendo de la constatación de estas subyacentes (pero no determinantes) transformaciones del ―medio técnico-informacional‖ (Santos 1996), pretendemos seguir dos pistas - en una primera aproximación - que puedan contribuir a una ―nueva‖ comprensión de la (gran) ciudad de comienzos del siglo XXI en cuanto ―ciudad-red‖ (network city):

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obviamente, precisam de um suporte material que até pode ter maior visibilidade na medida em que concentrado em determinados lugares (p. ex. centrais telefônicas, torres de transmissão, os assim chamados teleportos e outros);

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(1) Experimentaremos - para testar su pertinencia y coherencia - argumentos que puedan reformular las recientes interpretaciones de las ciudades como ―actores‖ en cuanto ciudades como ―actores-red‖, valiéndonos de una breve introducción de la teoría del actor-red (ATN actor-network theory, tal como ha sido propuesta por Latour e Callon inicialmente); (2) Para apoyar los argumentos de la primera pista, trataremos de demostrar cómo la (gran) ciudad, en sus escalas inter e intra-urbanas, pierde actualmente sus tradicionales atributos de especificidad localizada – volviendo cuestionable también su identificación como ―actor‖ en pro de nuevas relaciones en los que la distinción entre las dos escalas se vuelve cada vez más engañadora y equivocada: al contrario de integrarse en una red (jerarquia, sistema) donde ocupe ―su lugar‖, las metrópolis contemporáneas asumen cada vez mas o carácter de red; se encaminan, en forma creciente, hacia la esencia de la ciudad-red. Sin poder articular, por ahora, estas dos vertientes de argumentación,

estamos

convencidos de que futuras investigaciones mostrarán su complementariedad y – en su base - la fertilidad de esta comprensión, tanto en relación con la elaboración de la reflexión teórica, como con la posibilidad de dar cuenta de la riqueza y la diversidad de las realidades empíricas.

I.

La “virtualización” de la circulación dentro y entre ciudades El pasaje a una ―nueva ciudad‖ – en los términos propuestos aquí para una ciudad-red -

debería ser visto, conforme a lo indicado anteriormente, como un juego articulado entre el avance y el fortalecimiento de una virtualidad ―urbana‖ (circuitos de comunicación mediatizada por computadoras) y el consecuente debilitamiento y vaciamiento de la ―materialidad‖ de la realidad urbana contemporánea (relacionada al transporte de bienes, materias, personas, etc. Este proceso doble y simultáneo está ligado a las dos fases de la circulación y movimiento en los respectivos ―medios urbanos‖ – es decir, de las tecnologías de circulación informacional (e energética) y las de circulación físico-material. Para poder llevar adelante esta ―analogía‖, recurrimos a un arquitecto inglés - PAWLEY (Pawley, 1997a e 1997b) - que presenta una perspectiva analítica interesante, en la medida en que observa las dos tecnologías a partir del mismo punto de vista. Entiende ambas circulaciones como fenómenos de la misma escala, pero también como ondas con diferentes largos (o, inversamente, frecuencias). La tecnología de información - la telemática - seria caracterizada como aquella que está ―al final de la onda corta‖, en el lado corto del spectrum. Las diferentes escalas pasan, desde una dimensión inicial, por las líneas de transmisión de la electricidad y de oleoductos, a las autopistas, a los aeropuertos, a los navíos, a los aviones, a los ferrocarriles y, finalmente, a los canales en el otro extremo de la onda larga. Hablando de una forma poco diferenciada, todas las tecnologías de ―onda larga‖ son pesadas y caras en la medida en que

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exigen inversiones mayores con fuetes implicancias para la (re)construcción del ambiente construido urbano. Las tecnologías de onda corta son livianas, baratas y relativamente eficientes – y ejercen ―impactos‖ urbanos primarios tanto menores en cuanto las obras necesarias para su implementación generalmente contribuyen poco a las transformaciones del medio ambiente construido. Dentro de la analogía introducida por el autor, podemos decir que la tendencia a largo plazo de la evolución tecnológica apunta hacia sistemas de ondas mas cortas, alejándose o yuxtaponiéndose a los sistemas de onda larga. PAWLEY ve la demora del avance de la telemática (onda corta) como producto de la influencia social y política de intereses históricamente consolidados en torno a las tecnologías costosas de onda larga – incluyendo en éstas, junto a los intereses de la construcción civil y pesada, los del sector inmobiliario que trata de sustentar ciertos patrones de densidad en la ciudad, que pueden ser amenazados por tecnologías de onda corta. Recientemente, este cuadro de articulación de grupos de interés (que ejercen presiones políticas) sufre una alteración significativa en la medida en que, con a privatización de los servicios de telecomunicaciones en numerosos países y con la conformación de grupos cada vez mayores y poderosos en este sector, los intereses de onda corta se vuelven cada vez más fuertes. En consecuencia, como dice el autor, la misma densidad urbana se vuelve campo de batalla entre diferentes intereses capitalistas (en el nivel local). Aún los análisis mas superficiales de diferentes programas gubernamentales de apoyo al avance de la telemática - como, por ejemplo, el programa articulado de las Ciudades Digitales Europeas (EDC), que discutimos en otro trabajo (Randolph, 1998b) - muestran que los esfuerzos realizados en estos programas no se volcaron sólo a avanzar todo tipo de infraestructura de onda corta, sino también a suplantar ciertas necesidades que producen demandas de sistemas de onda larga (existe una serie de inversiones en teletrabajo, redes comunitarias, atención de la salud, de los ancianos, etc.) o, allí donde una sustitución parece difícil por ahora, a optimizar el uso de estos sistemas a través de su articulación con sistemas de onda corta (por ejemplo, la gestión del tránsito).

II.

De la ciudad como “actor” a ciudad como “actor-red” Cuando se analizan experiencias y discursos más concretos que expresan la ―nueva‖

forma de tratar la ciudad, como fue instaurada por los Planes Estratégicos – en nuestro caso nos referimos a la ciudad de Rió de Janeiro – se evidencia el carácter de la ciudad como un bien estratégico o como un nuevo actor político. Debilitada por una serie de procesos en las décadas pasadas, lo que llevó a algunos autores a hablar de su ―desurbanización‖, la ―ciudad‖ vive, hoy,

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en América Latina una nueva coyuntura, que Europa experimenta desde la década de los 80: se asiste a una revalorización de la ciudad como motor economico, como centro de innovación y difusión tecnológica y cultural, y como lugar de encuentro/cooperación entre el Estado y la sociedad civil, entre lo público y lo privado4. Se trata sobre todo de la revalorización de la ciudad de los negocios, del tercer sector superior (servicios avanzados para las empresas 5, "business parks", áreas de C&T, oferta cultural de calidad, etc.), que permite el ya mencionado "city marketing", la atracción de inversiones y "citizen users" solventes6. Una ciudad para el consumo global, para una población que, en parte, no vive en ella, en la que muchos de sus residentes se ven excluidos de ella. Es en este sentido que la (gran) ciudad, también en América Latina, representa potencialmente un "bien estratégico" para atraer no sólo al consumo sofisticado, sino también a los sectores estratégicos de la nueva producción pos-fordista (los mencionados sectores de servicios pos-industriales, la industria cultural, etc.). Los autores comprometidos con esta perspectiva economicista de la ciudad están conscientes, por supuesto, de que las ciudades, particularmente las latino-americanas, no están plenamente capacitadas para ejercer estas funciones; por lo tanto, se encuentran en crisis: por un lado, en una crisis de sus funciones, y por otra, de la gobernabilidad y de la integración socio-cultural.7 Aún cuando las propuestas para la superación de esta crisis contemplan proyectos mas progresistas y abiertas a la ―participación‖ de la población,

no rompen con la visión

economicista de la ciudad, en la medida en que no alcanzan el carácter profundamente conflictivo de la vida urbana - que sólo podrá ser realizada dentro de una visión más sociológica de la ciudad como escenario de intereses en disputa y contradicción. En otras palabras, la ciudad no debería ser vista - económica e instrumentalmente - como ―bien estratégico‖, sino sociológica e comunicativamente - como ―ciudad excluyente‖ y escenario principal de exclusión/integración social en las sociedades contemporáneas. La visión más economicista de la ciudad como ―bien estratégico‖ debe ser complementada por una visión más sociológico-política, que apunte a la ciudad como ―actor político‖8. A primera vista aparece como una relativamente gran alteración de la percepción de 4

vide CASTELLS, BORJA, 1996 os assim chamados serviços pós-industriais ("producer services"), vide LASH, URRY, 1994, 193 ss. 6 vide BORJA, 7 vide Borja, p. 8; 8 Fathy, 1991, distingue as abordagens urbanística, econômica e sociológica que permitirão, na sua visão, identificar as orientações mais genéricas de diferentes visões acerca da cidade: (i) perspectiva urbanística (“physicalist”) - concentra-se nos elementos físicos da cidade, minimizando a importância de relações sociais como determinantes. Sua principal convicção é que os seres humanos são fortemente influenciados pelos elementos físicos de seu ambiente que, estes sim, expressam simbolicamente determinadas estruturas sociais. O autor vai-se apoiando na sua caracterização basicamente numa obra já clássica de Kevin LYNCH; (ii) perspectiva econômica (“urban economist”) - compreende a cidade como centro ou padrão de atividades no espaço que facilita a produção, distribuição e consumção de bens; tem 5

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la ciudad - intentando escamotear todos los conflictos, desequilibrios e injusticias que acabamos de mencionar. Pero debe ser comprendido en sus intenciones como la tentativa da construcción de un discurso hegemónico, que toma las partes como o un todo - o sea que percibe una nueva articulación integradora (por lo menos en torno a una serie de intereses particulares, más dominantes) entre medios y agentes urbanos que hace que la ciudad aparezca como ―actor‖. Sin poder aquí seguir los argumentos de Castells y Borja respecto de la constitución de este ―actor‖, buscamos una interlocución diferente que remite a una problemática que inicialmente tocamos en ocasión de la discusión sobre la circulación - y que también está en la fundamentación de las transformaciones urbanas en general: la de las relaciones entre sociedad y tecnología. No es necesario, en este momento, evaluar los abordajes debatidos en la bibliografía con respecto a esta temática. Simplificando se puede decir que la discordancia gira en torno a la ―ultimately determining instance‖ (Jameson, 1995, 37) de la relación entre sociedad y tecnología – de la cual la consideración de la ciudad como ―actor‖ procura huir, inclusive. Por un lado, tenemos en un extremo, la perspectiva de que la tecnología es profunda e intrínsecamente social (el famoso abordaje SCOT - social construction of technology). Por otro, nos confrontamos con una visión que le atribuye a la tecnología una dinámica propia que escapa al control humano (e social) (Stalder, 1997). A pesar de su oposición, tanto el determinismo social como el determinismo tecnológico asumen con base común el presupuesto que seria posible atribuir identidades separadas a la sociedad - de un lado – y a la tecnología – por otro lado. Es cierto que el abordaje de la ciudad como ―actor‖ podría ser visto como una tentativa de superar la oposición entre estos dos lados. Sin embargo, no nos parece que sea ésta su intención, como lo demuestran incluso los procedimientos da formación de este ―actor‖ durante el proceso de planeamiento estratégico. podría contribuir a una re-articulación de estas ideas del ―actor‖ una conceptualización - ligada a la vertiente SCOT - que parte exactamente de este contexto de desarrollo sociotecnológico, pero para romper con la dicotomía entre sociedad y tecnología. Esta teoría, llamada ―teoría Actor-Red‖ (Actor-Network Theory - ANT), tiene como propósito describir a la ―sociedad‖ de los humanos y no-humanos como actores iguales, ligados

uma longa tradição desde uns pensadores alemães do século passado até hoje8 e, portanto, pelo menos na opinião do nosso autor, produziram o corpo conceitual, a respeito do objeto ―cidade‖, com a maior coerência nas ciências sociais - uma afirmação bastante criticável que não será questionada aqui. Como veremos mais tarde, a renovação dos debates sobre o urbano e as propostas de novas formas de sua ―gestão‖ mantém fortes ligações com esta perspectiva. (iii) perspectiva sociológica (“sociologist”) - a mais recente de todas, o reconhecimento da ―cidade‖ surge a partir de experiências coletivas e individuais que constituem a vida e a forma urbanas: a cidade torna-se, assim, um produto social não só na sua materialidade, mas também no seu significado cultural, e, particularmente, palco privilegiado da luta entre interesses e valores conflitantes que vão se materializar em diferentes formas urbanas. Entretanto, o que

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los unos a los otros en redes que son mantenidas con la finalidad de alcanzar un objetivo particular (Stalder 1997). No podemos entrar aquí en mayores detalles con respecto a esta teoría (elaborada hace más de diez años, inicialmente por dos sociólogos franceses, Latour y Callon). Basta con mencionar dos elementos para percibir que una interpretación de la ciudad como actor debería por lo menos ser ampliada para la comprensión del ―actor-red‖: porque la teoría ANT obviamente no trabaja con un concepto de ―actor‖ tal como es tradicionalmente definido por la sociologia como “discrete individual, corporate or collective social units” (Wassermann, Faust 1994, 17). ¿Por el contrario, ―actor‖ y ―red‖ son dos nociones que se presuponen mutuamente 9 Los actores son "entidades que hacen cosas" (Latour, 1992a, p. 241). Aún en esta definición mínima, la diferencia principal de la definición sociológica más convencional de los actores como "entidades sociales" se refuerza: lo que son los actores, si entidades sociales o tecnológicas, es menos importante, dado que se enfatiza el aspecto de la acción, haciendo cosas. "La distinción entre seres humanos y seres no-humanos, corporizando o descorporizando habilidades, ‗impersonalización‘ o maquinización‘, son mucho menos interesantes que la correa completa a lo largo de la cual se distribuyen competencias y acciones. " (Latour, 1992a, p.243). El actor se define también como "quienquiera que actúe o deshaga la acción, la acción misma, definida por una lista de desempeños realizados a través de experimentos. De estos desempeños son deducidos un conjunto de competencias con las que se dota al actant.... Un actor es un actant dotado de un carácter" (Akrich, Latour, 1992, p.259). Además del actor, la red es el segundo concepto central – de allí viene el nombre de la teoría del actor-red. El término de red se define como un "grupo de relaciones inespecíficas entre entidades cuya naturaleza misma es indeterminada. "(Callon, 1993, p.263). Así, un actorred no se restringe a ―actores sociales‖, ni a actores en el sentido más amplio de la teoría. Actor y red son mutuamente constitutivos. Un actor no pode actuar sin una red y una red consiste en actores. Actor y red se redefinen constantemente: cada uno de ellos depende del otro. Michel Callon (1987, p.93) detalla la interrelación entre los dos: "La red-actor no puede ser reducida ni a un actor solitario ni a una red. Del mismo modo en que una red está impuesta de una serie de elementos heterogéneos, animados e inanimados, que fueron unidos uno a otro por un determinado período de tiempo... una red-actor es simultáneamente un actor cuyas actividades crean relaciones de red (networking) entre elementos heterogéneos y una red que pueda redefinir y transformar lo que está hecho".

se observa hoje, diz CASTELLS que é um dos principais autores desta vertente, é um progressivo esvaziamento do sentido social das cidades. 9 a seguir aproveitamos uma síntese ealborado por Stalder, 1997, que discute as características principais da teoria do ator-rede;

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El tamaño o la importancia de un actor dependen del tamaño de las redes que puede comandar, y el tamaño de las redes depende del número de actores que puede agrupar. Como las redes consisten en el número (grande) de actores que tienen posibilidades diferentes para influenciar a otros miembros de la misma red, el poder específico de un actor depende de la posición dentro da su rede. No hay ninguna diferencia estructural entre actores grandes y pequeños, entre una institución principal o un único individuo (...) (Latour, 1992). Esto no quiere decir que todos sean iguales. Significa simplemente que las principales diferencias entre actores micro e macro es el tamaño de la red que pueden posicionar para un objetivo particular, que es el número de los actores que pueden convencer, con el que pueden interactuar, o del que pueden disponer, de acuerdo a sus objetivos. En síntesis, para encarar la ciudad como ―actor‖, seria necesario, (esta es nuestra hipótesis), buscar apoyo en las teorizaciones que tratan de explicitar y trabajar exactamente o meollo de la cuestión con una articulación cada vez más próxima entre la sociedad y sus miembros y el medio técnico-informacional en el que viven. O sea, que la ciudad tal vez pueda ser mejor concebida como ―actor-red‖.

III.

De la red de ciudades a la ciudad-red Si en la discusión sobre ―actor‖ y ―actor-red‖, la cuestión de la articulación entre

sociedad y tecnología estuvo explícitamente ubicada en el centro, nuestra reflexión sobre los conceptos de ―red de ciudades‖ y ―ciudad-red‖ también es tributaria de la misma temática, pero toma como foco principal la cuestión de las escalas intra-urbana e inter-urbana. La distinción entre ambas escalas es posible gracias a la visión (y a la producción) de la ciudad como un ente esencialmente individualizado y específico. Esa especificidad está vista como intrínseca, potencialidad del lugar, de sus recursos y medios propios. Es esa comprensión (funcionalista) la que está presente también en los modelos sobre redes urbanas o sistemas de ciudades. La búsqueda de la ―superación de esta visión homogénea‖, ―individualista‖ (cerrada), ―uni-escalar‖ de la ciudad nos llevó al encuentro de un autor que no por casualidad es un urbanista que crítica las visiones tradicionales de su disciplina. Que, en su critica de las medidas tradicionales do urbanismo e y el diseño urbano, trata de mostrar su ineficacia frente a las ―nuevas‖ ―realidades urbanas‖. Nos referimos a Martin PAWLEY y a sus cuestionamientos, que tienen como referencia principal concreta a las intervenciones urbanísticas en Berlín y sus fines de (re)construir el viejo / nuevo centro de aquella ciudad en torno de la Plaza Potsdam, de la Puerta de Brandemburgo y del antiguo Reichstag10. Se pregunta por que se debe, en los tiempos

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vide o ―Planwerk Innenstadt Berlin‖ no site ;

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del ciberespacio, tratar de (re)crear una ciudad ya desaparecida, que sólo podrá tornarse una ―ciudad-fantasma‖ (“phantom city”)11. Es en esta ―ciudad-fantasma‖, nombre que se justifica desde el punto de vista urbanístico y social12, que encontramos las ciudades-red que demuestran un carácter profundamente alterado en relación a la posibilidad de su ―individuación‖ en el concierto global de las regiones y ciudades, de las superposiciones y rearticulaciones (o como se dice actualmente, ―des-‖ y ―re-territorializaciones‖) de diferentes escalas. Las causas físicomateriales de esta mutación tienen su soporte en las nuevas tecnologías de comunicación e información (TICs). Los mismos ejemplos usados por nuestro autor atribuyen el carácter ―fantasmagórico‖ de las ciudades exactamente a la difusión e implantación cada vez más sólida de las TICs. Sin embargo, las razones de estas transformaciones, sus características y dinámica, tienen un carácter eminentemente económico y social. (i) cuidad-red - algunos ejemplos PAWLEY usa el ejemplo del servicio de atención telefónica en Londres, donde, cuando una persona busca un determinado número, su llamada será encaminada a un operador en Newcastle especializado en buscar números telefónicos. Cuando un agente de viaje en Londres llama a Lufthansa o a United Airlines para registrar un vuelo: su llamada es enviada a una oficina cerca de Dublin en Irlanda. Conforme afirma PAWLEY, mas de 50 centros de atención telefónica en Europa de grandes empresas americanas se instalaron en Irlanda, como los de Corel, Digital, Ericsson, Radisson, Oracle, UPS y otros. 13 Encontramos aquí una de las principales características de las ―nuevas‖ ciudades-red: obviamente, ni Newcastle ni Dublin son parte de Londres; ni tampoco conforman las três ciudades una red o sistema de sub- ou super-ordinenamiento, como seria el caso de las redes entre cidades (Londres como jerárquicamente superior). Parece mas bien lo contrario: son fragmentos de Londres los que forman ahora parte de Newcastle y de Dublín (que ofrecen un servicio no disponible en Londres). El sistema telefónico, que hasta la mitad del siglo XX identificaba claramente las posiciones geográficas, ahora no es sólo un medio para las deslocalizaciones, sino también un indicio de dis-localização – de la imposibilidad de localización. El autor plantea que el sistema telefónico mundial - la mayor y más importante máquina singular jamás creada por el hombre - consiste hoy de unos 900 millones de líneas de teléfono, todas ellas interconectables a través de cables, microondas y conexiones satelitales. 11

vide a publicação desta palestra na Internet em PAWLEY, M. 1997a; e também : PAWLEY, 1997b; vide a tendência de esvaziamento de sentido social, já antes apontado como de autoria de CASTELLS; 13 Estes exemplos certamente poderiam ser complementados por outros com características semelhantes; existe especialmente uma série de serviços informacionais (por exemplo: programação, tradução, transcrição, desenho etc.) cuja realização está totalmente descolada do lugar da demanda (p. ex.transcrição de fitas, cujo sinal sonoro pode ser enviado via Internet dos EUA para a Índia); 12

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La mayoría de los negocios del mundo son efectuados actualmente a través de las conexiones, que negligen la distancia y las localizaciones geográficas. Sobre la base de estas conexiones se va estableciendo cada vez mas la comunicación entre computadoras (CMC computer mediated communication) y provocando modificaciones cada vez mas dramáticas. No sólo alcanzan el mundo corporativo, financiero y de los negocios, sino también la cotidianeidad de cada uno, en la medida en que los mismos hogares van siendo equipados con computadores conectadas a la ―rede de redes‖, à Internet. Relata PAWLEY que, de acuerdo a un alto gerente del área de multimedia de British Telecom, alrededor del año 2004 el número de usuarios de Internet en el mundo se igualará al número de líneas de teléfono en el mundo. En los Estados Unidos, un usuario medio de Internet gasta 12,8 horas por semana en negocios o en recreación en Internet. Se puede preguntar, entonces, ¿dónde se gastan estas horas? ¿En Londres, en Berlín, en Alburquerque? ¿Importa, realmente? A partir de esta breve caracterización genérica, PAWLEY apunta distintas dimensiones de esta transformación; nos presenta las tendências a la instalación de oficinas-red (que llama ―fantasmas‖, de la transformación de los habitantes en población-red (―fantasma‖) e indivíduosred (―fantasma‖) y de la construcción de edifícios-red (―fantasma‖)14.

(ii) dimensiones de la ciudad-red Las oficinas, lugares privilegiados de manejo de informaciones y del surgimiento de la nueva ―information economy‖, están en la ―vanguardia‖ de la ―retificación de las ciudades. Las localizaciones en la ciudad-red no dependen mas de referencias físico-territoriales; su ―centralidad‖ puede ser producida por otros mecanismos, como muestra el complejo de oficinas en Londres, llamado Stockley Park. Como relata PAWLEY, Stockley Park, situado cerca del barrio de Staines y próximo al aeropuerto de Heathrow, se encuentra físicamente muy distante del distrito administrativo del centro de Londres (inner city). Sin embargo, como reminiscencia de la vieja idea de ―centro‖, los teléfonos en Stockley Park poseen el prefijo 0171 - igual al del área central de Londres – y no el 01784, que correspondería a su localización territorial (cercana a Staines). Esto fue una exigencia de las firmas responsables del desarrollo de este proyecto, con el fin de crear la impresión, para aquéllos que llaman desde fuera, y para los mismos usuarios, que sus oficinas se encuentran en el área central de Londres. Es claro que, quien quisiese pasear por la city de Londres a pié, rápidamente percibiría el engaño. No es sólo este tipo de ―posición‖ (referente a la red telefónica, y no al territorio, ya no al territorio) la que modifica el carácter de la ciudad en esta dimensión de prestación de servicios. 14

vide idem;

Se

observan,

también,

―verdaderas‖

deslocalizaciones.

Están

ocurriendo

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transformaciones

profundas en el mismo centro de las ciudades, tanto con relación a la

emigración de las empresas y de la volatilidad de la ocupación de las oficinas. Se percibe la influencia de la tecnología tanto en relación con el nivel de empleo como con la superficie necesaria para una oficina – ambos en disminución. Las evaluaciones en Londres, sobre espacios de oficinas no utilizadas, muestran que los valores se duplicaron entre 1992 y 1996. Para toda Gran-Bretaña el total alcanzó 830.000 metros cuadrados. Al contrario de esta tendencia, los gastos anuales en tecnología de información en el distrito financiero de Londres se incrementaron de 1.3 billones a 2.5 billones de libras durante el mismo período. Las proyecciones para el año 2000 preveían que alcanzarían el valor de 4 billones de libras. El carácter de red de las ciudades se afirma, en cierta medida, contra su apariencia física y arquitectónica. Tal vez, en una analogía inversa al caso do Stockley Park, la ―dirección‖ y la ―localización‖ históricos y arquitectónicos de una serie de edificios dejen de corresponder a su utilización y funciones originales – o el lugar se inserta en una nueva totalidad mayor, que produce un nuevo ―local‖. El lugar se vuelve así, expresión de la intersección entre diferentes redes. Veamos un ejemplo: recurriendo a nuestro autor, encontramos su presentación de un edificio en el Londres del siglo XIX, aparentemente inocente. Pero en realidad, es la sede de las matrices europeas de la Nomura International, el mayor banco mercantil del mundo. Ocupa una cuadra entera de la ciudad y era objeto de una reurbanización que terminó en 1991. Cien años atrás, las mismas paredes albergaron una oficina del Correo Real, en cuyos patios resonaba el eco de los ómnibus tirados por caballos de correo. Hoy estas paredes abrigan 46.000 metros cuadrados de oficinas electrónicas con aire acondicionado en diez pisos. Su apariencia es la de un edificio de correos victoriano, pero tiene un corazón electrónico. Esa falta de conexión orgánica entre el interior y el exterior en el edificio de la Nomura es típica de la arquitectura urbana contemporánea: todas las ciudades históricas están compuestas por ―edifícios sobresalientes‖ (spare-part). Pero no se trata sólo los edificios y el ambiente urbano. También las poblaciones están compuestas cada vez más por ―personas sobresalientes‖. Ambos fenómenos se funden en una escena urbana homogeneizada y des-historizada. A través de estos medios, apoyados por la aniquilación intencional de la distancia a través de medios electrónicos, todos los lugares reales y todas las categorías reconocibles de edificios están desapareciendo: todas las diferencias auténticas entre períodos históricos de la arquitectura se pierden. Y sus ―strata‖ - diferentes períodos históricos - están siendo comprimidas como si fuera por la acción tremenda de un terremoto. Desde un punto de vista urbanístico, de la relación entre forma y contenido - la ciudad tiende a transformarse en ―fantasma‖. Esta interpretación parece tener una buena plausibilidad cuando observamos la apariencia de las ciudades y la evaluamos en relación con las normas del urbanismo y del diseño urbano. Sin embargo, nos parece que otra dimensión de la ciudad-red conseguirá esclarecer la

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contribución de esta transformación ―fantasmagórica‖ para afirmar el carácter ―reticular‖ de las mayores ciudades del mundo. Es a la dimensión poblacional a la que nos referimos: La que dará la base para ver en los proyectos urbanísticos tradicionales (tipo berlinense) no necesariamente su antagonismo. Es la población turística la responsable por el carácter reticular de edificios (restaurados) como el del correo victoriano. Es claro que PAWLEY tiene razón cuando afirma que la mayoría de las (grandes) ciudades están perdiendo población – por lo menos en los países industrializados. Sin embargo, como muestra nuevamente con relación a Londres, en el caso de las ciudades históricas o metropolitanas, esta pérdida está disfrazada por el flujo de turistas, al que llama ―poblaciones ficcionales‖. Londres tiene una inmensa población ficcional de este tipo, como muchas otras grandes ciudades del mundo (New York daría otro excelente ejemplo). De los 26 millones de visitantes del exterior que llegan a Gran Bretaña cada año, la mitad se queda en Londres. Como efecto, la ciudad duplica su población residente por medio de los visitantes cada año, y, en la alta temporada de las vacaciones, casi la mitad de la población del área central de la ciudad consiste de turistas del exterior (ciudadanos ―ficcionales‖). A pesar de poder hasta parecer ciudadanos comunes en su defensa de la vieja (histórica) ―sustancia‖ urbana, los turistas poseen sus intereses propios, sus relaciones, etc, y generan, por lo tanto, redes dentro de la

ciudad, totalmente particulares, transitorias, sin compromiso

duradero en el lugar propiamente dicho. Al contrario de PAWLEY, no vemos en ellos ―fantasmas‖, sino un elemento de expresión de las múltiples redes que constituyen nuestras ciudades. El autor demuestra muy bien esa fuerza de influencia cuando discute la influencia del turismo en la política urbana de Gran Bretaña. Hoy el turismo es responsable por la adopción de medidas de gobierno para expulsar mendigos de las calles – como consecuencia de las encuestas de opinión que muestran que un elevado porcentaje de visitantes extranjeros está perturbada por su presencia; de la preservación de la substância histórica, de renovación urbana, implantación de determinadas infraestructuras, etc. Todo este esfuerzo tiene, obviamente, su ―blanco‖ definido: la edición de 1997 del Official Handbook de Gran Bretaña explica qué tipo do turista e deseado, y cuál no. ―Un turista de los EUA. que gasta mucho dinero, compensa un ómnibus completamente lleno de turistas de bajo perfil del otro lado del Canal de la Mancha, que llegan con meriendas empacadas y un iterinário de atracciones gratuitas que le cuestan al país mas dinero del que ellos hacen entrar‖ En otras palabras, los turistas - portadores de redes - son simultáneamente incorporados a redes (de comercialización, etc.) de las cuales casi no se dan cuenta. PAWLEY identifica esa ―ambigüedad‖ como un rasgo fundamental del mismo habitante de la ciudad, que vive ambiguamente de otra forma: la población de la ciudad lleva, por un lado, una existência sumergida en los peligros e inconvenientes de la vida urbana física

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y, por otro lado, una espécie de experiência fuera-del.cuerpo, como la llama el autor, de consciência eletcrônica global. Para los habitantes urbanos la arquitectura permanente de la ciudad representa la realidad primaria del lugar, mientras los episodios pasajeros de la conciencia global que aprecian a través del cinema, vídeo, de la televisión y de la música generan una realidad secundaria experimentada como un tiempo fuera de lugar. Y concluye que todas las poblaciones urbanas están fragmentadas, colectivamente e individualmente en esta manera, sus cerebros formados por una mezcla confusa de experiencia local e información global15. Es el cruzamiento mutuo de estas ―redes‖ (o significados) que torna cada vez más difícil la comprensión y la identificación del lugar (específico); y vuelve cada vez más cuestionable la posibilidad de atribuir ―individualidad‖ a la ciudad o à la vida urbana en algun lugar determinado. Es este escenario de la ciudad-red el que nos hace reflexionar mejor sobre la ―naturaleza‖ de las transformaciones que parecen afectar la ―sustancia‖ (en su sentido físicomaterial mismo) urbana de nuestras ciudades (en el caso, las ciudades europeas). Nos reenvía a interrogantes sobre lo ―real‖ y lo ―virtual‖, lo ― material‖ y lo ―inmaterial‖, y, last but not least, de ―forma‖ y de ―contenido‖. La ciudad-red, tal como la presentamos (siguiendo a PAWLEY) se yergue sobre una doble estructura - una estructura físico-material de su ambiente construido y de sus circuitos y flujos, y otra estructura menos visible (en parte también físico-material) que permite los flujos informacionales y de comunicaciones que abren al habitante el acceso a ―otro‖ mundo.

IV.

Breves apuntes y cuestiones finales Entendemos nuestra reflexión aún incipiente como una tentativa de contribuir a una

revision del concepto de ciudad y de urbano, que tendrá reflejos, también, en las prácticas de planificación y gestión. Como sugiere la perspectiva de PAWLEY, la urbanidad está dispersándose en redes sobre continentes enteros, y la sangre de la vida económica de las ciudades está escapando hacia localizaciones estratégicas en nuevas líneas de comunicación, donde los edificios nunca fueran construidos antes. Esto está sucediendo porque las fuerzas económicas dinámicas del nuevo siglo requieren antes que nada, de velocidad y ligereza (lightness). Requieren ruedas, cables, platos de satélites y terminales, no grandes avenidas ni palacios de concreto, acero y vidrio. Resta saber, y terminamos con este gran punto de investigación, si aquellos - como los trabajadores - que están irremediablemente ―presos‖ en los lugares (cada vez mas vacíos) van a

15

o autor vai depois argumentar que esta situação requer de cada habitante ter de fato dois corpos, um ―real‖ e um outro ―ficcional‖ - vide nossa discussão em RANDLPH, 1998a

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someterse pacíficamente a un proceso que llevará no sólo el lugar a la insignificancia, sino también a los que en él habitan si tener acceso a la ciudad-red a través de su presencia en locales fuera de la ciudad, Si habrá una posibilidad de hacerse presente en la ciudad entendida como actor-red. Con relación a la vieja cuestión urbana, podríamos decir que una posible disolución de la ciudad no se procesa solo en el nivel de sus relaciones con el exterior, sino con relación a las conexiones más ―organizas‖ en su interior, entre forma, contenido, signos, significados, representaciones y su comprensibilidad en el contexto local. Pero, será posible que una nueva comprensión - como la del actor-red - no pueda construir nuevos significados a través de nuevas articulaciones? ¿Dónde aquello que aparece como dos procesos opuestos - la disolución de la ciudad tradicional en la ciudad-red y la re-organización -afirmación de la ciudad como actorred - no podrán crear una nueva ―unidad de contradictorios‖ y una dinámica reformulada que rescatase lo local en lo global y lo particular en lo universal? Nos corresponde, por ahora, elaborar mejor nuestras preguntas para estar preparados a contribuir para que determinadas respuestas sean combatidas.

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Internet y sociedad urbana Cuando el ciberespacio y la calle se complementan Raúl Trejo Delarbre 16 Paranoia y catastrofismo en la red Cuando Angela Bennett entiende que se ha quedado sin identidad oficial, su reacción es de lo más espontánea: "¿Por qué yo?". El espectador de La red podrá responder que por haberse retraído ella misma, antes, de la realidad cotidiana. La especialista en informática, protagonizada por Sandra Bullock, había construido toda su existencia alrededor de la computadora. Delante de la pantalla hacía su trabajo de diagnóstico y elaboración de sistemas, el cual enviaba por módem a quienes la contrataban como free lance. Por computadora, se entretenía en juegos a distancia y en chats ocasionales. Por e-mail, se comunicaba con sus amigos y ordenaba de comer a la pizzería cercana a su casa. La película, dirigida en 1995 por Irwin Winkler, describe con intencional sensacionalismo el alejamiento que llegan a padecer quienes, más que vivir con la Internet, viven para ella. La conspiración que padece la protagonista de este filme es suficientemente exagerada para robustecer la impresión de que en la red de redes, existe un submundo envolvente y tenebroso que acaba por devorar a quienes se sumergen en él. Absorta en su conexión, la avezada Angela Bennett advierte solamente muy tarde la cancelación de los rastros cibernéticos de su existencia real --los datos de sus tarjetas de crédito, la seguridad social, la licencia de manejo--: era como si jamás hubiera existido. En la Internet las cosas no son tan enmarañadas, ni tan siniestras, pero películas como La red, junto con el encanto de la señorita Bullock, describen en toda su exageración el entreveramiento de la vida normal y la existencia virtual. Si gracias a las redes de información podemos ensanchar nuestra presencia y multiplicar experiencias, a causa de ellas corremos el riesgo de ensimismarnos. Quizá no hay allí una manera de rehuir la realidad, sino de enfrentarla desde nuevos ángulos.

Un medio específicamente urbano La Internet es un medio específica e intensamente urbano. Las redes de información, en su extensión, desorden y disparidad, se asemejan a las autopistas y avenidas de cualquiera de las megalópolis contemporáneas. Como en ellas, en la Internet hay zonas de luces y otras, de sombras. Existen rutas directas y atajos bruscos; espacios de reflexión y muchos más. de diversión. Igual que en las arterias de nuestras grandes ciudades, en la red de redes podemos hallar --o sufrir-- encuentros sorpresivos y otros, pronosticables; corremos el riesgo de padecer despojos y la posibilidad de hallar deleites y retribuciones. La desigualdad social, que en las

16

Investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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ciudades es particularmente contrastante, forma parte de las realidades que se traslucen a la red de redes. Su carácter urbano ha permitido que a la Internet se le considere como espacio paralelo, e incluso sustituto, al de la ciudad. Como recuerda la película de la joven Bullock, en la red de redes es posible hallar sustento y pasatiempo, polémica y aprendizaje: incluso amoríos. De alguna manera, además, la Internet no sólo compite sino que tiende a desplazar a la ciudad. Si las relaciones sociales, incluso las de índole productiva, tienen propensión a realizarse en el espacio de las redes informáticas, de manera paulatina y acaso irremediable la Internet comienza a sustituir al territorio urbano. Aunque a menudo se habla de él con cierta exageración, el teletrabajo implica la existencia de una nueva vinculación, acaso menos intensa, entre el individuo y su ciudad. Quienes, en vez de hacer a diario el recorrido de ida y vuelta entre el hogar y la oficina trabajan desde su casa, ahorran hasta varias horas que de otra manera, tendrían que destinar al transporte. También prescinden de la relación diaria con docenas o centenares de personas. En vez de ir al kiosco de la esquina o al almacén del barrio, es posible leer los diarios y comprar los alimentos a través de la red. El español Javier Echeverría encuentra que en el empleo de nuevas tecnologías de la comunicación para facilitar el trabajo a distancia, se puede identificar una nueva relación, paralela a la de carácter urbano: "A pesar de esa diseminación territorial, los lazos van siendo lo suficientemente estrechos como para que se pueda hablar de una nueva forma de polis, la ciudad a distancia, a la que podemos llamar Telépolis" (Echeverría, 1994, p. 18). La Telépolis de Echeverría es la imbricación de las redes informáticas en la ciudad, para hacerla más eficiente. En esa conjugación de espacios y recursos, el territorio urbano y las relaciones sociales no son afectados, en lo fundamental, por el apoyo de la cibernética. Otra, es la existencia de emplazamientos en las redes informáticas superpuestos o paralelos a los territorios específica y tradicionalmente urbanos. El ciberespacio extiende y complementa a la ciudad, pero también compite con ella.

Deambular por la red y no en las calles Hasta ahora, a falta de estudios puntuales y durante plazos razonablemente representativos, tenemos que conformarnos con especular acerca del significado que esos cambios tienen en las relaciones sociales contemporáneas. Hipotéticamente, la mediación de los recursos informáticos tendría que modificar las formas de la vinculación de la gente con sus ciudades, pero no necesariamente en un sentido catastrófico, o alienante. El tiempo que dejamos de despilfarrar en el autobús o en el coche, podemos gastarlo en el parque, o en el cine. Pero eso exige que los parques sean transitables y la sala de cine resulte accesible. Los problemas de inseguridad y delincuencia que padecen muchas de las megalópolis contemporáneas, llevan a sus habitantes a circular por las calles solamente lo estrictamente necesario. El sucedáneo para el entretenimiento que antes se encontraba sin riesgos en los sitios de reunión y esparcimiento

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públicos, está en los medios electrónicos --que, además, tienen un efecto hipnótico que mantiene la atención de los espectadores incluso a pesar de la calidad de sus contenidos--. La televisión no solo desplazó --aunque afortunadamente no del todo-- al cinematógrafo y al teatro como medios de entretenimiento. Además, creó nuevas necesidades y costumbres sociales y culturales. Pero los medios convencionales, si bien acapararon el esparcimiento, no llegaron a sustituir las formas de relación social sustentadas en el intercambio personal y, tratándose de asuntos colectivos, sustentadas en la reunión para acordar, deliberar, festejar o acompañar. La Internet en cambio, tiene una capacidad de interacción que permite, al menos de manera esquemática o a veces casi primitiva, cumplir con los rituales o las responsabilidades que suele implicar la vida en sociedad pero sin la relación cara a cara que ha sido fundamento de esa convivencia. Ahora es posible discutir asuntos de negocios, realizar transacciones financieras -y desde luego cualquier adquisición comercial--, enseñar y aprender, buscar y otorgar consensos políticos, expresar emociones y convicciones de toda índole y relacionarse personalmente -hasta el enamoramiento, dicen algunos-- a través de la Internet. Se podrá replicar que la imagen en la pantalla jamás sustituye al encuentro personal, que la vehemencia y la apariencia individuales nunca se reflejan de manera fiel si se conocen a distancia y que el trato cara a cara no sólo es más comprometedor sino también, más confiable. Todo eso es cierto. Pero la sustitución de los espacios convencionales de relación personal y social por los sitios virtuales que creamos en la red de redes, ya no solo es una hipótesis futurista: forma parte de nuestras realidades contemporáneas.

Deleites, delitos y delirios virtuales Aquellos que glorifican a la realidad virtual, se quedan cortos cuando imaginan qué ocurrirá ahora en el ciberespacio. Ya tenemos comunidades, publicaciones, flirteos, deleites y hasta delitos virtuales. La red de espejos de la realidad que es la Internet, no sólo ha reproducido muchos de los rasgos del mundo que no se encuentra constituido por bytes. Además, la Internet ha creado sus propias presencias y experiencias. Cada una de las novedades de la realidad virtual, tiene sus inconvenientes. La gente que se sumerge en el parloteo electrónico, acaba por extrañar a sus similares de carne y hueso --al contacto frente a frente--. Peor aún, cuando los integrantes de una comunidad cibernética o de un "chat" especializado deciden encontrarse en la realidad-real, las decepciones llegan a ser históricas. El sexo en la red, aburre pronto y siempre se echan de menos la corporeidad y la sensualidad de los intercambios tradicionales. Hay quienes encuentran pareja gracias al correo electrónico (también esa opción, o esa extravagancia, según se le mire, ha sido aprovechada por el cine en la simple y entretenida película con Meg Ryan y Tom Hanks sobre ese tema) y en tal sentido la Internet sirve como cualquier otro sitio de encuentro: la mayoría se miran y pasan de largo y otros, unos cuantos,

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son atraídos hasta el compromiso con tanta vehemencia que, unos cuantos, sucumben al matrimonio. Allá ellos.

Simultaneidad en el tiempo Internet Todo lo que sucede en la red de redes, asume dimensiones espaciales sobre las que casi nunca reflexionamos pero que son distintas a la "realidad-real". ¿En dónde está la Internet? ¿Qué es el ciberespacio? Quienes nos damos el gusto de navegar en ese océano sabemos o, mejor dicho, intuimos las respuestas, pero a casi todos nos cuesta trabajo explicarlas a quienes no conocen la red de redes. Las coordenadas físicas de la realidad ordinaria, no son las del ciberespacio. Ahora, al menos de acuerdo con una propuesta reciente, las coordenadas temporales tampoco serían las mismas. En marzo de 1999, la fábrica de relojes Swatch sugirió una nueva manera de medir el tiempo, prescindiendo de los husos horarios que todos conocemos

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. El día natural,

según la iniciativa de esa empresa, ha sido segmentado en mil "beats" --golpes, o piezas-- de tiempo, cada uno de los cuales equivale a un minuto con 24.4 segundos. Ese tiempo se mide a partir de un nuevo meridiano, establecido en Biel, Suiza, en donde --desde luego-- está la sede de Swatch. Cuando en Biel es medianoche, se inicia el tiempo Internet, que se expresa con un "@" y tres dígitos. Ahora mismo, cuando escribo estas líneas, son las @159 en Tiempo Internet. Eso quiere decir que en Barcelona son entre las 3.48 y las 3.50 de la madrugada y en la ciudad de México, entre las 20.48 y las 20.50 de la noche anterior. Pero en todas partes, son las @159. Al uniformar el tiempo en todo el mundo, se pretende evitar las disparidades y confusiones que se presentan en la comunicación electrónica. Si voy a conectarme a una conversación con un amigo en París, podré decirle que nos encontraremos a las @791, en vez de avisarle que nuestro diálogo será a las 12 del día tiempo de México --la ciudad en donde yo vivo-- y a las 7 de la noche tiempo parisino. Pero a ambos, nos costará trabajo medir cuánto duró nuestra charla si, por ejemplo, tenemos destinados solamente 30 minutos --que son, más o menos, 19 beats--. Esta sofisticación, por lo pronto tiene más consecuencias simbólicas que prácticas. La sensación de que nuestros interlocutores comparten el mismo parámetro horario quizá afiance la percepción de que estamos comunicándonos en tiempo real. Pero es inevitable seguir asociando ese tiempo a la circunstancia horaria de cada quien. Si en México todavía no son las 9 de la noche, mi interlocutor podrá suponer que aun no me voy a la cama y que me encuentro dentro 17 http://www.swatch.com/internettime/beatnik_fs_time.html

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de mi horario de trabajo regular. Yo en cambio, si advierto que para él en París están por ser las 4 de la mañana, tendré que suponer que se ha despertado para atender mi comunicación o que es tan desvelado que todavía no se va a dormir. Las ventajas de esa manera no sólo de medir, sino de hacer explícito el tiempo real, aún no son del todo claras. Por lo pronto, los emprendedores empresarios de Swatch han puesto a la venta varios modelos de relojes (unos 80 dólares los más baratos) que sólo marcan el tiempo Internet. Claro, para comprarlos se requiere dinero contante (aunque sea a través de la tarjeta de crédito): en materia de finanzas, no se aceptan simulaciones de la realidad-real.

El chat: la identidad enmascarada La navegación por la WWW, más allá de sus singularidades, puede equipararse con el recorrido por una enorme biblioteca. El correo electrónico imita --y supera en velocidad, aunque la calidad de sus mensajes no se le asemeje-- al intercambio epistolar tradicional. Pero hay nuevos usos de la red de redes que no parecen equiparables a otras formas de relación. El chat rompe con los parámetros habituales en el trato que los individuos pueden establecer en el espacio urbano. En la ciudad, nos tropezamos con alguien o lo buscamos intencionalmente. En el submundo del chat sabemos que nos vamos a encontrar con alguien pero no adivinamos quién, ni cómo será. Esa aventura se parece a las citas a ciegas, pero en las cuales la sorpresa termina en el instante del encuentro. En el chat, las identidades están o pueden estar enmascaradas: la fantasía y el juego son elementos indisociables de la relación que podamos establecer y que está condicionada por la fugacidad que siempre es riesgo, pero también prerrogativa de quienes entran a esos espacios de reunión; la cita es constantemente a ciegas porque aunque se intercambien fotografías o haya video directo, siempre hay la posibilidad de que la imagen sea falsa, o esté alterada digitalmente. La sorpresa nunca acaba por resolverse del todo. La identidad, entonces, queda supeditada a otras formas de atracción y relación: la empatía de ideas, la simpatía mutua, la curiosidad, el ejercicio del ocio por el ocio mismo. El chat, en palabras de Antulio Sánchez, un especialista en cultura del ciberespacio: "Con su horario eterno que anula el sentido del tiempo y su carácter de metáfora, es la región que fascina pero atropella cualquier sentido de realidad. El chat es el lugar que deja sentir que allí sólo tiene vida el tiempo libre... el chat es un mosaico o rompecabezas lleno de figuras, clones humanos, ideas, pasiones, ardientes y locas expresiones psicológicas, héroes y villanos, inocentes y delincuentes, cuerdos y orates. Es un universo donde lo elitista se refugia en una provisional, y en ocasiones erudita, acción práctica y sentimental" (Sánchez, 1999). Abierto a todos, son pocos quienes se quedan en el chat. Aquellos que persisten, lo hacen con espíritu de exploradores y suelen volverse apasionados de esa forma de encuentros. El chat, o sus diversos rincones y sitios, entonces se vuelven exclusivos, como clubes privados. Si queremos encontrar una analogía con los espacios urbanos podemos recordar que, igual que algunos clubes, los sitios de chat se encuentran a la

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vera del camino. Sabemos que allí están y suscitan curiosidad, pero sólo en un arrebato de audacia, o en ejercicio de esa búsqueda constante que siempre es la navegación en el ciberespacio, nos atrevemos a entrar en ellos.

Sitios de reunión (y hasta de unión) Cada vez nos enteramos de nuevos y sorprendentes usos de la red de redes. Ya no es extraño, o no lo es tanto, saber que alguien a quien conocemos hizo a través del correo electrónico una amistad tan intensa, que acabó en matrimonio. Incluso, hay bodas a través de la red que no requieren que los contrayentes estén juntos y que pueden ser "presenciadas" por amigos suyos conectados simultáneamente aunque se encuentren, físicamente, en los más diversos lugares del mundo. Uno de los sitios dedicados a promover esas uniones --que, esencialmente, dependen del consentimiento de los dos novios-- explica: "Gracias a la Internet, cualquiera que deseen unirse para siempre de manera electrónica puede invitar a centenares (¡incluso miles!) de testigos a venir a la boda y compartir personalmente el júbilo de esa unión. Se trata de una manera conveniente y única para los familiares, amigos y cualquiera en el mundo que quiera estar presente. Simplemente se conectan y allí están --participando y/o atestiguando en ese gran evento" 18.

Límites de la realidad virtual Es muy grande la tentación de extrapolar el alcance de la red de redes y suponer que está desplazando a todo tipo de espacios urbanos convencionales. En la Internet se pueden cumplir muchas de las responsabilidades y los rituales de la sociedad contemporánea, pero todo tiene sus límites. Hay cosas que no se pueden hacer en una relación virtual, desde algunas de las prácticas humanas más elementales, como nacer, procrear, alimentar y acariciar, morir o matar, hasta asuntos menos relevantes pero a veces indispensables como, por ejemplo, desenchufar la computadora. Todo eso es obvio, pero a veces se olvida gracias a la parafernalia embaucadora que suele envolver la discusión y la apreciación sobre la red de redes. Probablemente, el desarrollo de la cibernética permita hacer, en el futuro próximo, algunas de esas tareas aún vedadas a la actividad humana en la red de redes. Aún así, es difícil suponer que la Internet acabará por sustituir a la ciudad. En realidad, depende de ella como ningún otro medio. No sólo el cableado para recibir la señal hasta nuestro módem, la energía eléctrica y el mantenimiento de la computadora requieren de la infraestructura urbana. Además, existe una relación de mutua influencia y competencia entre el espacio urbano y el ciberespacio.

Cosmopolitismo y estereotipos

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http://www.webstationone.com/fecha/wed.htm

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Quizá pensar en el espacio urbano como contrapuesto al espacio de las redes, no sea el mejor camino para explicarnos la situación de cada uno de ellos en las sociedades contemporáneas más intensamente conectadas a la Internet. Más que sustituirse, uno y otro tienden a complementarse. Además de su arquitectura vial, de la ciudad la red de redes reproduce la intensidad vital, la heterogeneidad temática y muy especialmente, el cosmopolitismo policromo que define a las grandes urbes. La Internet se parece más a Nueva York que a Nueva Delhi. Allí confluyen arterias colmadas de show y business como en Broadway, extravagancia y pensamiento como al menos en apariencia hay en el Village, escaparates y negocio como en la Quinta Avenida, marketing tan intenso como el que se diseña en Madison Avenue y desde luego, delincuencia y marginados como los que se atribuyen a Harlem y El Bronx. En la red de redes hay más sexo del que jamás de vendió y exhibió, por décadas, en la mítica y pletórica calle 42, ahora reformada y purificada de esa fama. Acudimos a estereotipos de La Gran Manzana (que es precisamente un estereotipo de sí misma) porque en buena medida, la Internet nace, crece y se diversifica a partir del afán por calcar la realidad de manera intensa. Y no hay realidad más intensa que la de las grandes ciudades, entre las cuales Nueva York es paradigma de apresuramiento y novedad. Paul Virilio, uno de los pensadores que con más holgura ha reflexionado acerca de las implicaciones de los nuevos medios, describía de esta manera --aún antes del auge de la Internet-- la estrecha relación entre velocidad y desarrollo urbano: "La velocidad salió de la ciudad, es decir, de la dominación del movimiento. La ciudad ha sido desde su origen una caja de velocidad. El pueblo, al contrario, es un laberinto, un lugar de sedentaridad relativa para el primer campesinado" (Virilio, 1992).

Ser ciudadanos más allá de las fronteras Si cosmopolita es el ciudadano del mundo, según la raíz griega, entonces los navegantes de la Internet tienen, si no una condición, al menos una aspiración cosmopolita. Y cuentan, desde luego, con el desplazamiento veloz, ese atributo --o compulsión-- de la vida urbana. Esa ciudadanía implica por una parte un afán de conocimiento para estar al tanto de lo más nuevo, para estar sintonizado con los asuntos y los cambios contemporáneos. Al mismo tiempo, toda ciudadanía significa la pertenencia a un espacio, o al menos a una pretensión de adscripción territorial. Todos los hombres, en rigor, somos ciudadanos del mundo. Pero junto con ello tenemos ciudadanías específicas según la bandera bajo la que hayamos nacido, o bajo la que nos hayamos amparado. El cosmopolitismo, casi siempre es resultado de una búsqueda vital y/o intelectual, más que de una condición formal. Es más cosmopolita aquel que trata de pensar al mundo más allá de las fronteras geográficas, que el que viaja con frecuencia. En la Internet, somos cosmopolitas aunque no nos demos cuenta de ello: al navegar por la World Wide Web saltamos de un sitio a otro, sin reparar en muchas ocasiones en el origen nacional de cada página. Allí no importan tanto las procedencias, como la originalidad o la calidad sustantiva de

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cada mensaje. Al mismo tiempo, la red de redes constituye un espacio único por su capacidad para abrogar barreras estatales y nacionales. Es un recurso inigualable para encontrarnos con imágenes y ecos de todas las latitudes: el ejercicio --o la búsqueda-- intencional del cosmopolitismo, encuentra en la red de redes su mejor instrumento.

El descubrimiento está en el viaje mismo La libertad de tránsito en la Internet, es engañosa: no llegamos a Sydney, a París o a Santiago de Chile desde nuestro asiento frente a la computadora. Lo que obtenemos merced a la navegación ciberespacial, son las huellas que otros han dejado desde esos sitios. La exploración que podemos hacer nunca es original: nada nuevo se puede descubrir navegando por el ciberespacio. Lo novedoso, radica en el periplo mismo: en la relación que podamos establecer entre un sitio y otro, en la manera como nos apropiemos de sus contenidos o nos dejemos envolver por ellos. Cada viaje es distinto, llevado por búsquedas específicas e incluso, por el azar. Y si como cibernautas no hay mundos nuevos por revelar excepto para nosotros mismos, en cambio como creadores de contenidos tenemos toda la libertad para innovar, modificar o imaginar individual o colectivamente, en la red de redes. De las ciudades, nos quedamos con tanto o más que aquello que les aportamos. Una esquina callejera, un edificio, un jardín o un bulevar de la ciudad donde vivimos o de alguna que hayamos visitado, forman parte de nuestra experiencia vital y, de tal manera, forman parte de nosotros mismos. Quizá incluso, hayamos dejado alguna huella en cualquiera de esos sitios: un graffiti, una ventana rota, un árbol sembrado, una ilusión compartida. En cambio es difícil afirmar --aunque puede ocurrir-- que las vivencias del ciberespacio formen parte de nuestra experiencia vital. Ambos tipos de experiencia, al menos, no se interiorizan y evocan de la misma manera. No "sentimos" a Buenos Aires de la misma forma después de haber visitado una página web con información sobre tango o con fotografías de la Plaza de Mayo, que si alguna vez hemos tenido ocasión de caminar por Corrientes o charlar en La Recoleta. Allí radica otra diferencia, que es complementariedad, entre el ámbito urbano y el ciberespacio.

Errancia, rapidez y liviandad La que experimentamos en las redes, es una ciudadanía nómada. Divagamos de un sitio a otro, sin asentarnos en ninguno porque el sentido del viaje por el ciberespacio radica en esa posibilidad de movimiento constante. La singularidad del periplo consiste en transcurrir, fluidamente, a través de sitios sin aparente conexión formal entre ellos y a los cuales llegamos en cualquier momento con la misma facilidad con que nos desligamos de la red. El recorrido por las páginas web no solo es constante, sino incluso vertiginoso. La empresa Nielsen, a partir de una encuesta entre los usuarios estadounidenses de la Internet, mide cada mes el tiempo que, en promedio, están conectados esos cibernautas cada vez que se asoman a la red de redes y la

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cantidad de páginas que recorren en cada sesión. En octubre de 1999, la sesión promedio duró 29 minutos con 21 segundos y en ella, fueron visitadas 31 páginas de la WWW. Es decir, el cibernauta promedio estuvo 57 segundos delante de cada página (Nielsen, 1999). No es mucho el conocimiento y menos la contemplación o la reflexión, que puede obtenerse con menos de un minuto delante de una página en la red. La mencionada empresa de sondeos, ha encontrado que el número de páginas visitadas por sesión tiende a aumentar, de la misma manera que disminuye el periodo de tiempo dedicado, en promedio, a cada una. No hay arraigo, a veces ni siquiera costumbre, en ese brincoteo de un sitio a otro. ¿Puede hablarse, en esas condiciones, de ciudadanía en las redes? No, si el arraigo es parte de la ciudadanía. Sí, en caso de que no sea ese sino la identidad común --en casi de que ella exista-- el criterio para reconocerla. Si se catalogara a partir del apego a los sitios que visitamos, quizá la del ciberespacio podría considerarse como una ciudadanía leve, voluble, liviana.

Arraigo, costumbre y circunstancia A diferencia del recorrido usual por la red de redes, viajar por las ciudades implica preparativos, horarios, rutas y rutinas predeterminados. En una ciudad, nacemos o llegamos a ella y la hacemos parte de nosotros mismos. En una ciudad radicamos --echamos raíces--. El ciberespacio es la antítesis del arraigo. En la ciudad tenemos sitios a los que volvemos una y otra vez por costumbre, necesidad o afecto. La red de redes, es tan nueva que todavía no se establecen hábitos pero además, tan cambiante que los sitios web todo el tiempo se actualizan, mudan de apariencia y contenido, se trasladan a otro domicilio electrónico o, sin previo aviso, desaparecen. La permanencia en la Internet todavía es experimental. Las ciudades, respecto de la red de redes, llevan la ventaja que confieren el tiempo y la tradición. El paisaje urbano, salvo cambios drásticos e inusuales, tiene una permanencia que nos otorga certezas. Los edificios, los monumentos, los establecimientos, están allí y es casi seguro que allí sigan cuando volvamos a pasar delante de ellos. La Internet, tiene el privilegio de la fluidez que es parte de su incorporeidad, pero también de su versatilidad. "Soy yo y mi circunstancia", decía José Ortega y Gasset. El ciberespacio no suele ser parte de nuestra circunstancia (aunque se dan casos); al menos no es parte del contexto indispensable que condiciona nuestra vida social y en el que, al reconocer sus rasgos, nos sentimos reconocidos. Además, es difícil suponer que nosotros somos parte de la circunstancia del ciberespacio como sí lo somos de la ciudad. Al menos, todavía.

El espacio. Y la defensa del horizonte A las ciudades las define su arquitectura, el trazado de sus avenidas, el ambiente que le confieren sus habitantes, el clima. Varias de esas características se expresan en términos espaciales. En las redes informáticas, las dimensiones son de otra índole. El espacio en la Internet no existe como en la ciudad. No tenemos que caminar una docena de calles para ir de la

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Plaza de la Concordia al Palacio del Louvre. Basta con hacer click de un lugar a otro --en caso de que haya páginas de cada uno de esos sitios-- para, en pocos segundos y sin más restricciones que la disponibilidad del servidor, la holgura de las líneas telefónicas o del cableado y la velocidad del procesador en nuestra computadora, ver desplegada la imagen del Obelisco parisino o la sonrisa de la Mona Lisa. La habitual noción de las distancias, que también es un concepto espacial, se difumina y modifica en la red de redes. Los parámetros del ciberespacio se miden en pixeles, ancho de banda y direcciones IP. Para quienes crecimos al margen de la cultura de la Internet, no es difícil distinguir entre la ciudad real y las avenidas del ciberespacio. Yo sé que respecto de la ciudad en la que vivo, París está a 9 mil kilómetros y Chicago a casi 3 mil, que significan algo más de 9 y 3 y media horas de avión, respectivamente. Para los jóvenes que habrán crecido al lado de la Internet, quizá esas distancias no sean tan identificables. En las sociedades del futuro inmediato, el desdibujamiento de las coordenadas espaciales afectará, de una u otra manera, la percepción de la realidad. Virilio va más allá de las actuales posibilidades tecnológicas, para prevenir: "Cuando la magnitud natural de las distancias físicas ha sufrido así la ley de la potencia microfísica de las ondas que transmiten la audición, la visión y, mañana, el tacto (el tacto a distancia), ¿cómo no evocar el riesgo que la humanidad corre de una pérdida del mundo propio? Y, por consiguiente, ¿cómo no temer desde ya el advenimiento de un profundo sentimiento de encierro, para el hombre, en un medio ambiente privado a la vez de horizonte y de espesor óptico?" (Virilio, 1997, p. 61). Las redes informáticas nos abren puertas antes insospechadas. También pueden dejarnos sin horizonte, especialmente si llegamos a creer que el horizonte de la pantalla es el de nuestras vidas cotidianas.

Videojuegos, retraimiento y solaz La cultura cibernética desborda a las computadoras y comienza a ocupar, condicionándolos, algunos sitios del paisaje urbano. Los establecimientos de videojuegos son reductos de una generación que, en el embeleso tecnológico, encuentra nuevas formas de ejercicio de sus capacidades lúdicas y, si se quiere, también de enajenación y retraimiento. Quien, desde otra perspectiva generacional, haya visto a un adolescente entregado con inimitable vehemencia a una partida de videojuego, habrá entendido que la cibernética tiene distintas formas de apropiación según la edad de quien la aprovecha. Envolverse en la atmósfera y dejarse llevar por la cadencia urgente del videojuego, es una forma de fuga. Antes que nada, de fuga respecto del ambiente urbano --la Internet también lo es pero con opciones abiertas, prácticamente ilimitadas, a diferencia de las disyuntivas limitadas que ofrece el videojuego--. Delante del videojuego, aferrados a los mandos que no quieren soltar ni un instante, sin pestañear delante de la pantalla y sin atender a más ruido que los sonidos electrónicos que marcan aciertos y errores, los muchachos prescinden de cualquier realidad que no sea la de su angustioso entretenimiento. Expresiones de rechazo al paisaje urbano, los sitios de videojuegos

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son parte de él de manera que parece inexorable y cada vez más extendida. Es difícil estimar que son sitios de convivencia. Los muchachos (casi exclusivamente varones: alguien tendrá que explicar en algún momento por qué las chicas suelen ser tan reacias a esa diversión) acuden juntos para, una vez delante de la pantalla, ensimismarse en ella.

Cibercafés, puertas y fuga extraurbana El otro espacio nacido de la irrupción de la cultura cibernética en la ciudad, es el de los cibercafés. Nacieron en países del norte, pero su propagación quizá ha sido más rápida en naciones como las de América Latina. En Estados Unidos, o en Canadá, los cibercafés son fundamentalmente sitios de encuentro que, además, tienen computadoras conectadas a la red. El acceso a la Internet es una opción complementaria a la convivencia entre los parroquianos. En cambio, en países en donde el acceso a la Internet se encuentra menos extendido, el uso de la computadora es un fin en sí mismo para la mayoría de quienes acuden al cibercafé. Los usuarios de esos establecimientos llegan a lo suyo: a buscar y enviar correos electrónicos, a localizar una información en la WWW o a participar en una conversación a distancia. Hay más retraimiento que parlamento o, dicho de otra manera, más chat que charla. Son lugares fundamentalmente de jóvenes, pero no tanto para el intercambio entre quienes acuden allí sino para la exploración individual, en el universo de las redes. La comunicación es hacia fuera, más que dentro del establecimiento. Los cibercafés son enclaves en el paisaje urbano con puertas abiertas para salir de la ciudad, aunque sea de manera transitoria y metafórica.

Persuasión o reiteración política El proselitismo político, como el de cualquier otra índole, también explora las posibilidades de la red de redes. De hecho, junto a su inevitable comercialización, no hay medio más politizado que la Internet. Allí se encuentran testimonios de grupos, partidos y corrientes de todas las tendencias. La amplia libertad que hay en la red, junto con la facilidad para colocar una página web, han propiciado ese auge que confirma, antes que nada, que las ideologías no se encuentran tan desplazadas ni finiquitadas como algunos llegaron a creer. Todavía sin embargo, está por saberse en qué medida la colocación de espacios en la Internet permite ganar adeptos, o si únicamente sirve para que los ya convencidos encuentren reflejadas sus opiniones a favor del partido o el candidato cuya página recorren con satisfacción militante. En los Estados Unidos, la colocación de páginas políticas ha llegado a ser considerada no solo como una vía para que los ciudadanos se informen de las opciones por las cuales pueden votar, sino incluso como un recurso para abatir abstención en las elecciones. El sufragio electrónico reviste problemas de seguridad que no parecen estar resueltos del todo, pero se presenta como una modalidad atractiva para los muchos ciudadanos que no quieren ir a la casilla de votación. Dicho sufragio, todavía es una posibilidad que se contempla como complementaria a los mecanismos

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tradicionales para elegir gobernantes o representantes. Si se extendiera, estaríamos ante otra sustitución de perfiles y prácticas urbanas por modalidades electrónicas. No hay hecho más distintivo del ejercicio de la ciudadanía que el acto de votar. Al paisaje urbano se añaden las casillas de votación llamativamente señalizadas para que los ciudadanos sepan encontrarlas. Las temporadas de campaña alteran el panorama de las ciudades con pancartas y anuncios callejeros. Si hubiese voto electrónico, también las campañas políticas serían a través de la Internet. Quizá sería más eficiente en términos técnicos, pero sin duda también sería más aburrido. Pero antes que nada, la democracia electrónica requiere que todos estemos enredados, o conectados a los recursos informáticos. Y para eso, falta mucho tiempo.

Respaldo a los derechos ciudadanos Hay que distinguir entre la utilidad que la Internet puede significar para el ejercicio de los derechos ciudadanos y la ciudadanía específica que se atribuye a quienes deambulan en la red de redes. En el primer sentido, la Internet puede servir para apuntalar la práctica y la defensa de los derechos cívicos. La información y la propaganda, la discusión y el intercambio de opiniones y experiencias que son posibles a través de este medio, son aprovechados por millares de grupos de ciudadanos y activistas de esos derechos. La principal y más notable limitación para ello radica en la limitada cobertura que, todavía, tiene la Internet en la mayor parte del mundo. En el umbral del 2000, se calcula que menos de la mitad de los ciudadanos en los Estados Unidos tienen acceso a la Internet. En el resto del mundo, las personas que pueden emplear este recurso representan proporciones mucho menores. Es posible que en América Latina, por estas mismas fechas, los usuarios de la Internet no sean más del 1% de la población total. Con esa cobertura, que no es factible que cambie drásticamente al menos en las décadas más inmediatas, pensar en la Internet como un espacio capaz de sustituir a otros sitios y medios en donde se procesan y definen los consensos políticos no deja de ser mero voluntarismo, o ficción política. La Internet, como es o debiera ser evidente, en países como estos, nutre e incluso reúne a las élites sociales y/o políticas, pero no a las clases populares. Esa realidad no cancela --antes bien, debiera estimular-- los esfuerzos para que cada vez más personas tengan acceso regular a la red de redes. Por lo pronto, es preciso tener los pies en la tierra y no inventar realidades sociales que no existen. Si vivimos en Nueva Delhi --o en Caracas, o en Rosario-- no hay que olvidar que por muy conectados que estemos a la red y por muy semejante que la Internet sea a Nueva York, nuestro entorno real no es el de Manhattan.

Ciudadanos de las redes... o enredados ¿Somos ciudadanos de las redes? O ¿la Internet es una red de ciudadanos? ¿Somos ciudadanos enredados? La idea de la Internet como una enorme, diversa y heterodoxa comunidad, ha conducido al concepto de ciudadanía de las redes. Estar en la Internet, es

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resultado de un acto voluntario e individual. Nadie entra a ella por fuerza, aunque para muchos sea un hábito. Se trataría entonces de una ciudadanía que no resulta del nacimiento, sino de la decisión de estar en ese repertorio inacabable de sitios que es el ciberespacio. Pero encontrarse en el ciberespacio, es la posibilidad de hallarse en todos lados y en ninguno. La ciudadanía ciberespacial carece del asidero, el arraigo, que tenemos en el mundo no virtual. Aún así, existen identidades compartidas y una presencia común en un territorio compartido, aunque sea de manera atemporal. Hay quienes rechazan esa ciudadanía porque carece del acuerdo explícito para circular por el ciberespacio. El filósofo francés Paul Mathias lo dice de manera tajante: "Internet no prefigura lo que podría ser una 'ciberdemocracia', porque no está constituida en virtud del acuerdo normalizado y normativo de un número más o menos grande de 'ciberciudadanos', en la periferia de un territorio tecnológico, o a través de las señas de identidad de la 'sangre' o de la 'cultura'. Los sistemas operativos son demasiado numerosos, y lo que se comparte a través de ellos es justamente lo que no forma parte de la identidad de cada cual. Una comunidad internética, a cualquier nivel, no se apoya en el acuerdo, sino, más bien, en el encuentro de sus participantes, y no dura más que lo que dura ese encuentro..." (Mathias, 1998, p. 49). Cada uno de los argumentos del profesor Mathias cae si se le confronta con la realidad en las redes. No hay un juramento suscrito por quienes se conectan a la Internet, pero sí numerosos registros de la decisión para emplear protocolos técnicos, metodologías, rutinas y normas usuales en la red de redes. No hace falta que todos los cibernautas tengan la misma perspectiva cultural: todo lo contrario, la heterogeneidad de enfoques, experiencias y convicciones que se manifiesta en la red, la asemeja con una ciudad grande en donde la cohesión se da en torno a la diversidad de sus residentes y no a pesar de ella. En cambio las comunidades en el ciberespacio, como en cualquier otro sitio, sí se encuentran sustentadas en identidades que sus integrantes comparten. Quizá más que hablar de una ciudadanía de las redes, sea conveniente referirnos a membresía, informal o no, a comunidades de índole muy variada. Las comunidades y de manera más amplia los trashumantes del ciberespacio no suelen tener derechos, al menos no de manera explícita. La ciudadanía moderna, no solo implica la condición de nativo o residente de un sitio, sino además las potestades y obligaciones consiguientes. Los derechos de los "ciberciudadanos" pueden llegar a ser tan laxos, o tan etéreos, que en términos prácticos signifiquen poco o nada. De cualquier manera, han sido de utilidad para la reflexión e incluso para el activismo respecto de las redes, propuestas como la de Robert B. Gelman que en noviembre de 1997 sugirió una Declaración de los derechos humanos en el ciberespacio (Gelman, 1997). En 1999, la profesora Susana Finquelievich propuso un documento sobre derechos ciudadanos en la Sociedad de la Información (Finquelievich, 1999). Al menos en la discusión de derechos factibles y reivindicables, en el ciberespacio ha existido una preocupación ciudadana tan extendida como en las urbes del mundo no-virtual.

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Volcanes, entorno y espejismos La Internet no sustituye a la ciudad -tampoco a la realidad-. Puede ser recurso para acercarnos a otras ciudades e incluso aproximarnos a la ciudad en la que vivimos, o para paliar nunca remediar- algunas de sus insuficiencias. En alguna época, que ahora parece remota, quienes vivíamos en la ciudad de México podíamos mirar, hacia el Oriente, los dos imponentes volcanes que desde tiempos prehistóricos, han custodiado y amenazado al Valle de México. Ahora la contaminación del ambiente impide que los veamos, excepto en escasos y luminosos días cuando los vientos o las lluvias permiten que el cielo esté despejado. En esas ocasiones, desde la ventana del sexto piso en donde vivo tengo la fortuna de mirar, enhiesto y desafiante, al volcán Popocatépetl. El resto del año, si la curiosidad o la nostalgia son acuciantes, cuento con el recurso de asomarme a la página que, en la Internet, registra constantemente la apariencia del volcán

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--el cual, aparte de su aportación estética, de cuando en cuando amenaza con hacer

erupción--. Desde esta misma ventana, puedo atisbar una de las principales calles del sur de la ciudad de México, la Avenida Universidad. Si no quisiera voltear hacia ella, podría abrir la página que reproduce las imágenes de las cámaras de televisión que de manera continua, muestran el tránsito en varios sitios de esta metrópoli 20. Volcán y avenida, aparecen en "tiempo real" pero no son la realidad sino sendos reflejos de ella. La Internet me ayuda a entender mejor el entorno en el que vivo y que no se limita a esta ciudad; ese entorno es el mundo entero: algunos de sus rasgos --jamás todos-- pueden verse reverberando en la pantalla. Colección de espejos, la red de redes enriquece nuestra circunstancia siempre y cuando no hagamos, de esos reflejos, espejismos. Referencias -Echeverría, Javier, Telépolis. Ensayos, Destino, Barcelona, 1994. -Finquelievich, Susana, Derechos ciudadanos en la era de Internet. Una propuesta tentativa: http://enredando.com/cas/cgi-bin/enredantes/plantilla.pl?ident=64 -Gelman, Robert B., Declaración de los derechos humanos en el ciberespacio: http://www.arnal.es/free/info/declaracion.html. Versión original en: http://www.bein.com/9/ten/rightsdec.html -Mathias, Paul, La ciudad de Internet. La Biblioteca del Ciudadano, Edicions Bellaterra, Barcelona, 1998. Traducción de Víctor Pozanco. -Nielsen, The Nielsen/Netratings Reporter. November 19, 1999: http://www.nielsennetratings.com/ -Sánchez, Antulio, "El chat". En etcétera, no. 329, México, 20 de mayo de 1999. -Virilio, Paul. "Paul Virilio: las revoluciones de la velocidad", entrevista de Jean de Loisy y Patrick Javault, en La Vitesse, Flammarion-Cartier eds., París, 1991. Traducción: Antulio Sánchez. Reproducido en el suplemento Política, El Nacional, México, No. 152, 2/4/1992. -Virilio, Paul, La velocidad de liberación. Traducción: Eduardo Sinnott. Manantial, Buenos Aires, 1997. 19 20

http://www.cenapred.unam.mx/mvolcan.html http://www.prodigy.net.mx/vialidad/vialidad.asp

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Los ciudadanos de la Sociedad de la Información: entre los “señores del aire” y el pueblo natal Ester Schiavo

Ciudadano digital, usuario, consumidor, cliente, súbdito, son algunos de los nombres con los que, desde distintas perspectivas, se designa alternativamente al ciudadano de cambio de milenio. Lo cierto es que el ciudadano ya no sólo se define por pertenecer a una ciudad o Estado como sujeto de derechos políticos, y la difusión de las tecnologías de la sociedad de la información (TSI) plantea nuevos interrogantes a este debate, ¿los ciudadanos de la sociedad de la información (SI) son una nueva categoría de ciudadanos del mundo?, ¿lo son sólo aquellos conectados a las redes telemáticas, o es posible pensar que estas tecnologías permitirán mejorar las condiciones de ciudadanía de todos los habitantes del planeta? Presenciamos en la actualidad un proceso de desarticulación del espacio público y su traspaso, en gran medida, al sector privado. Por esta razón las TSI, que permiten no sólo la operación individual sino también la comunitaria (desde ámbitos privados o nuevos ámbitos públicos), tienen un fuerte impacto en la esfera pública y necesariamente redefinen los parámetros a través de los cuales se estructura el espacio físico y social en general. La utilización de las TSI como instrumento en los procesos de gestión pública y comunitaria (consultas a los municipios, trámites on-line, canales alternativos de participación comunitaria, televoto, entre otros usos), tanto como el uso de esta plataforma como espacio de interacción complementario al presencial, se plantea como una presencia tentadora, promesa de transparencia y de proximidad con los ciudadanos, sin embargo la apropiación de estas tecnologías es un proceso lento y desarticulado en la mayoría de las ciudades latinoamericanas. Las fantasías tecnológicas conviven con un generalizado desconocimiento de los límites y potencialidades de estas herramientas y,

tanto en la ciudadanía como en las culturas

institucionales, aún se carece del habitus (en el sentido bourdesiano del término) que conduciría a desarrollar modos adecuados de apropiación, para que estas tecnologías puedan ser una oportunidad concreta de cambio y construcción de una nueva cultura urbana. La difusión de las TSI se realiza en un escenario en proceso de cambio. Entre otros aspectos, los conceptos de estado nación y soberanía territorial en base a los cuales se estructuraron la democracia y la ciudad moderna, están en crisis, y la actual revolución tecnológica aporta nuevas incógnitas al proceso, porque las TSI son a su vez la infraestructura de un nuevo lugar, cuyas características plantean diferencias estructurales con el territorio continuo. El territorio virtual es el territorio de las redes, de las redes telemáticas y de las redes sociales, donde las dimensiones de espacio y tiempo son otras. En la escala planetaria la distancias y las fronteras pierden importancia a tal punto que prácticamente no existen y el

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tiempo se mide de acuerdo a nuevas convenciones, desaparecen el día y la noche, es todo el tiempo, tiempo real, sincrónico o asincrónico. Javier Echeverría (1999), en su obra ―Los Señores del aire, Telépolis y el Tercer Entorno‖, sostiene que la especie humana se ha desarrollado hasta ahora en tres entornos. El primero (E1) es el surgido al adaptarse a un medio ambiente natural. El segundo entorno (E2), ―ya no es natural, sino cultural y social, y puede ser denominado entorno urbano‖. El tercer entorno (E3) ―es una nueva forma de sobrenaturaleza que depende en gran medida de una serie de innovaciones tecnológicas‖, es uno de ―los resultados de la tecnociencia, y por ello ha emergido en aquellos países que habían logrado un mayor avance tecnocientífico‖. El E3, según Echeverría, está dominado por los que él denomina ―señores del aire‖, ―las empresas transnacionales de teleservicios: eléctricas, telefónicas, grandes compañías de medios de comunicación y, en particular, de televisión, las de software, de hardware, de videojuegos, de contenido y de dinero electrónico‖. En cuanto a los estados, una de las tesis fundamentales de su obra sostiene que en el E3 son entidades declinantes y que están surgiendo nuevas modalidades de organización y coerción. Manuel Castells y Jordi Borja (1997), en su libro ―Lo local y lo global‖, plantean que vivimos una época caracterizada por tres macroprocesos: el de globalización, el de informacionalización y el de urbanización, y en este contexto también analizan el cambio de rol de las empresas transnacionales y los estados; pero a diferencia de Echeverría, quien plantea urbanizar el E3 en base a las organizaciones territoriales existentes en el E2 (por telecalles de actividades: de los militares, de los comerciantes, de los banqueros, el gran mercado, etcétera), proponen fortalecer el protagonismo de las ciudades como actores políticos y económicos en el nuevo mapa mundial, lo que a su vez implica la resignificación de lo local en el E3. De fortalecerse el protagonismo de las ciudades en el sentido que lo plantean Castells y Borja, ¿podrán estas, en el E3 y en términos de poder, convertirse en entidades dominantes del grado de los ―señores del aire‖, o su nuevo protagonismo se acotará sólo al territorio continuo y debemos imaginarnos las ciudades de las redes con una especie de co-gobierno, en el E3 las empresas de teleservicios y en el E2 los estados? Y respecto a los ciudadanos, ¿serán las ciudades, es decir los gobiernos locales, los que darán carta de ciudadanía a los ciudadanos de la SI, o por el contrario, se pertenecerá a ella por la inclusión en organizaciones por actividades o intereses?

Las tecnologías de la sociedad de la información

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Del conjunto de tecnologías incluidas en las TICs (Tecnologías de Información y Comunicación), las actualmente llamadas TSI21 son las que incluyen no sólo el hardware, el software y sus interconexiones en redes telemáticas, sino también y principalmente, los diferentes tipos de organización social posibilitados por el uso de estas tecnologías. ¿Cuál es el aporte diferencial de las TSI respecto a anteriores innovaciones tecnológicas en información y comunicación? Las TSI incorporan al menos tres aportes diferenciales:

1. Constituyen una plataforma de comunicación hipermedial, por lo tanto no se trata de trasladar un texto o una imagen del soporte papel al soporte digital, o de usar la computadora para remplazar la máquina de escribir o el equipo de audio (aunque esto se pueda realizar). De lo que se trata, para usar adecuadamente el potencial de esta plataforma, es de pensar de otra manera, partir de otra lógica, la que permite diseñar, expresar, comunicar, y actuar procesual, interactiva e hipermedialmente. 2. Implican un espacio que posibilita producir conocimientos en red, lo que indica que no es condición necesaria compartir el mismo espacio físico ni actuar sincrónicamente, en la fábrica, la oficina o el aula, por ejemplo, para producir bienes y servicios en comunidad. Esta característica implica cambios estructurales en los modos de actuar e interrelacionarse en las líneas de producción, los equipos de trabajo, los modos de aprendizaje y en las prácticas y relaciones sociales en general. Comprender esta dimensión cambia la percepción del mundo, permite incorporar una nueva territorialidad a la vida cotidiana, la del espacio virtual, y en consecuencia transforma los modos de habitar, relacionarse y trabajar. 3. Actúan como factor de creación de comunidades, dado que generan un nuevo lugar donde es posible interrelacionarse tras motivaciones e intereses particulares, a escala planetaria, sin importar las distancias geográficas ni la sincronicidad. Esta plataforma permite la comunicación, la participación, la cooperación y el intercambio de información, bienes y servicios entre actores sociales individuales y comunitarios, públicos y privados; mientras que simultáneamente abre las comunidades locales a la comunicación en red con la comunidad global. Cuando se estudia en una universidad virtual, por ejemplo, no sólo se esta aislado y en soledad sentado frente a la computadora, con la imposibilidad de compartir este proceso de aprendizaje con los 20 o 50 compañeros el aula y demás miembros de la comunidad universitaria en el campus presencial, sino que también se está ante la posibilidad de compartir este proceso virtualmente, además de con una comunidad universitaria particular en el campus virtual, con los miles de individuos o grupos que trabajan sobre el mismo tema, e

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Ver: Fernández Hermana, L. A., Finquelievich, S., Serra, A., Schiavo. E., entre otros autores.

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incluso, ante la posibilidad de promover una comunidad acerca del particular tema que a cada uno le interese.

Las TSI son tan sólo la infraestructura de la sociedad de la información y, como afirma Artur Serra (1999), el reto en las próximas décadas será saber que ponemos sobre esta infraestructura, que sociedad diseñamos y construimos sobre esta nueva plataforma. Plataforma de comunicación hipermedial, espacio que posibilita producir conocimientos en red y factor de creación de comunidades; si se piensa en estas tres características de las TSI en relación con las organizaciones existentes en el entorno urbano, es claro que la sociedad de la información no consiste en las instituciones actuales mas o menos informatizadas, sino en el surgimiento de nuevas instituciones, empresas, instituciones de conocimiento, etcétera. Desde una lectura bourdesiana, las TSI plantean la emergencia de un nuevo campus. ―El campo es una red, o una configuración de relaciones objetivas entre posiciones. Estas posiciones son definidas objetivamente en su existencia y en las determinaciones que imponen a sus ocupantes, agentes o instituciones, por su situación actual y potencial en la estructura de distribución de las diferentes especies de poder (o de capital) cuya posesión determina el ingreso a los beneficios específicos que están en juego en el campo y, al mismo tiempo, por sus relaciones objetivas con otras posiciones (dominación, subordinación, homología, etcétera)‖ (Tenti Fanfani, E., 1994). El nuevo campo es el de la SI, con su propia estructura de relaciones entre posiciones, con las determinaciones señaladas y con una distribución de poder aún no definitivamente consolidada, por cuanto no responde a la lógica política de la ciudad continua sino a un nuevo modo del que aún no se ha logrado su completa apropiación, a pesar de la dominación de las empresas de teleservicios. La definición de campus debe entenderse de forma relacionada con los conceptos de habitus y capital. El habitus se conforma con todo el pasado incorporado en cada actor bajo la forma de predisposiciones, estilos, modos de percepción y apreciación o modos de hacer las cosas; y el capital es aquello que le permite a su poseedor ejercer un poder, una influencia, lo que le permite existir en un campo determinado. Observando la experiencia latinoamericana se puede decir que en este nuevo campo, la SI, ni las ciudades ni los ciudadanos cuentan aún con el capital que les permita existir, lo que remite a la necesidad de generar el habitus como condición necesaria para poseer un capital, es decir, para poder actuar adecuadamente en la SI. Serra agrupa las TSI en tres escenarios de desarrollo: en la década del 60 ubica a la electrónica, los microchips, las PCs e Internet, en la del 90 a las publicaciones electrónicas, las redes ciudadanas, la seguridad y el comercio electrónico, y en el horizonte 2020 incluye a las universidades virtuales y las culturas digitales. A su vez sostiene que la última etapa es la mas delicada porque se trata de la creación de las instituciones de conocimiento y de la cultura de la nueva sociedad. La cultura digital, en términos bourdesianos, sería la portadora del habitus y el

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capital para existir en la SI, y este nuevo modo de pensar y actuar incorporaría necesariamente los mencionados tres aportes diferenciales de las TSI .

La ciudad de las redes Las ciudades actuales tienden a atomizarse y fragmentarse físicamente, a cerrarse en espacios sociales mutuamente excluyentes, a crear una nueva dicotomía tanto física como social entre los conectados a las redes telemáticas y quienes no lo están. La ciudad está en crisis, los nociones de espacio público y servicio público que acompañaron el desarrollo de la ciudad moderna no se verifican en el presente. ―Los espacios comunes como lugares de encuentro de distintas identidades, como referentes del conjunto de los ciudadanos, ya no son tales porque no lo son para la mayoría ( Touraine, A., 1998)‖. Las redes ciudadanas con soporte informático, las Intranets y Extranets de múltiples organizaciones públicas, privadas y comunitarias, las Web Pages, las listas de interés en la Red y el correo electrónico sostienen otros entramados de practicas y relaciones políticas, sociales y económicas, que conviven en diversas ciudades continuas en tiempo sincrónico o asincrónico, pero que tienen un territorio propio a escala planetaria, el espacio virtual o E3, en palabras de Echeverría. No se trata sólo de las ciudades globales, aquellas que concentran el poder político y económico global en una jurisdicción político administrativa determinada, en la mayoría de las ciudades continuas conviven ambos territorios, el presencial y el virtual, y mas allá de las consideraciones sobre las desigualdades de acceso y el número de habitantes de este último, se yuxtaponen e interpenetran mutuamente, lo que implica una progresiva resignificación de los espacios físicos y arquitectónicos, tanto como de los modos de pensar, producir y habitar. Hoy ya no es necesario habitar en ciudades continuas para llevar un modo de vida urbano, las TSI permiten acceder a las interacciones culturales, sociales, políticas y económicas, así como a los bienes y servicios que hasta hace muy poco tiempo se encontraban casi exclusivamente en las áreas centrales de las ciudades. La ciudad moderna se caracterizó por ser un espacio común, una construcción social colectiva, por albergar socialmente la diversidad, los opuestos, el conflicto, por tener una geografía particular, tal río, montaña, sierra o planicie, por poseer una historia y determinados sitios de valor simbólico que la identifican. En la ciudad de las redes hoy conviven distintas ciudades, cada una de ellas acotada a los fragmentos físico espaciales en los que tiende a dividirse la ciudad continua. En algunos de ellos sus habitantes son ciudadanos del espacio continuo, el virtual y el global al mismo tiempo, tienen la posibilidad de actuar en tiempo real en distintos territorios. En cambio en otros fragmentos, sus habitantes lo son tan sólo del espacio continuo. En Argentina, recién comienza a debatirse tímidamente las implicancias de las TSI en las ciudades. La clase política no perece comprender lo que implica la ciudad de las redes. De

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los pocos municipios que tienen su sitio en Internet22, sólo algunos explotan la plataforma como medio interactivo de comunicación y resolución de trámites, consultas, gestión interna y externa de información, entre otros posibles usos para la gestión burocrática; el resto utiliza estas herramientas de modo incompleto y desarticulado, anárquicamente. Existe una amplia gama de tecnología informática disponible y la infraestructura de telecomunicaciones tiende a mejorar y a expandirse con rapidez, la cuestión central no esta aquí sino en la apropiación adecuada de estas tecnologías por parte de las organizaciones. En el caso de los municipios argentinos, a los desarrollos fragmentarios, esporádicos e intuitivos le sigue en general un largo período de abandono del emprendimiento iniciado. Como si los administradores fueran conscientes sólo a medias, de a ratos, en la mayoría de los casos no se propician grupos de conducción de políticas de comunicación y gestión de la información en Internet, no se constituyen ni se otorgan responsabilidades para el mantenimiento del sitio creado, ni tampoco se generan instancias de reflexión dentro de las instituciones para requerir de los especialistas los servicios necesarios para hacer de Internet una herramienta útil para el municipio, los ciudadanos y las organizaciones comunitarias. Salvo escasos ejemplos, es claro que se trabaja en el tercer entorno con la misma lógica que en el territorio continuo. Se lo ocupa sin percibir las diferencias espacio temporales y desde esta perspectiva, por ejemplo, se traslada la publicidad mural a la Red y se la deja fija, sin actualizar, como si existiera la misma posibilidad que en la ciudad donde un cartel va tapando al otro. Como contracara es interesante observar que otras ciudades cuentan con sitios no oficiales desarrollados por entrepreneurs locales y que estos sitios, en general se autofinancian y brindan servicios públicos, los que en teoría tendría que brindar el municipio. La ciudad de las redes es la ciudad en ambos territorios, el entorno urbano y el telemático, y en ella el espacio público tiene la posibilidad de multiplicarse. Es el municipio funcionando virtualmente las veinticuatro horas del día los siete días de la semana (egovernment), son los ciudadanos y las comunidades virtuales interactuando y participando en la cosa pública presencial y virtualmente, son las empresas en relación con el particular atractivo de cada ciudad y también, es la ciudad en el mundo.

Los ciudadanos en la Red Hay quienes se preguntan si las TSI tienen semejantes potencialidades en los países pobres, donde existen un sinnúmero de necesidades básicas sin resolver, que en los países ricos. Lo cierto es que estas tecnologías, como la mayoría, no son buenas ni malas. Dependen del sistema político y económico en el cual se insertan. Pero tampoco son neutras, lo que en este 22

Sólo 85 municipios argentinos, de un total de mas de 2000, tienen site oficial en Internet, 12.99. Fuente: Cravacuore, D., Investigador Universidad Nacional de Quilmes.

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caso tiene una doble lectura. Las TSI, si bien no pueden reemplazar la carencia de infraestructuras urbanas básicas, problemas de desnutrición o cobertura de servicios sanitarios elementales, de no ser incorporadas, además de implicar una profundización de la brecha tecnológica y socioeconómica existente entre países pobres y ricos, al igual que entre regiones, entre ciudades y entre barrios pobres y ricos al interior de estas últimas, implicaría la creación de una nueva categoría de excluidos (en el sentido literal del término), no en relación con el acceso diferencial, sino porque estos nuevos excluidos quedarán fuera de este nuevo territorio, del E3. En consecuencia, estarán condenados a habitar tan sólo en una de las dimensiones del mundo globalizado, informacionalizado y urbanizado del nuevo milenio. Manuel Castells y Jordi Borja (1997) plantean la necesidad de redefinir los derechos ciudadanos en la ciudad presencial, en consecuencia hablan del derecho a un ambiente sano, a los servicios básicos, a la cultura, entre otros, y proponen que estos derechos sean garantizados progresivamente por los gobiernos de las ciudades. Susana Finquelievich (1999) se pregunta por los derechos ciudadanos en la era de Internet y propone una exhaustiva enumeración de los mismos, comenzando por el derecho a participar de la sociedad de la información. Borja (1999) retoma el tema en un artículo reciente y también incluye el derecho al acceso y el uso de estas tecnologías, así como el derecho al uso social de las mismas. Las TSI plantean algunos otros interrogantes respecto al ser ciudadano y contribuyen a un nuevo modo de serlo. Hoy, el ciudadano está ante la posibilidad de actuar en una nueva dimensión espacio temporal, la del espacio virtual, pero al mismo tiempo está compelido a hacerlo bajo una nueva tensión: la que se da entre el territorio presencial, donde persisten las lógicas propias de la modernidad, centralmente la del estado nación, y el territorio virtual, espacio sin fronteras donde los modos de regulación están aún por definirse. ¿Cómo se piensa la SI, como una sociedad en donde todos podrán actuar o donde lo harán unos pocos? Para ser ciudadano de la SI una de las condiciones es existir, es decir, tener presencia no sólo en el espacio presencial sino también en el E3. El documento de identidad acredita nuestra presencia en el territorio corpóreo y la dirección postal da cuenta del lugar donde habitamos, ¿no es entonces la dirección electrónica la que puede acreditar nuestra presencia en el territorio virtual? De ser así, la dirección electrónica sería el primer derecho de los ciudadanos de la SI En el Congreso sobre Redes Ciudadanas y Ciudades Digitales realizado en Barcelona en 199823, se expusieron propuestas con las debidas fundamentaciones técnicas, para alcanzar el objetivo ―dirección electrónica para todos‖, otorgada al nacer del mismo modo que el documento de identidad. En general, en las propuestas subyacía la idea de un nuevo protagonismo de las ciudades, de lo local en lo global, pues las ciudades otorgaban el pasaporte 23

Congreso Redes ciudadanas y ciudades digitales ECN‘98, Universidad Politécnica de Catalunya, Departamento de Aplicaciones Internet, Barcelona.

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de ―presencia‖ en el espacio virtual, siendo las direcciones del siguiente tipo: [email protected]. Si se tomara la decisión política y se implementaran propuestas como la mencionada, no bastaría para configurar el derecho, dado que a la presencia habría que sumarle el acceso, es decir, no basta con tener una dirección electrónica para ser ciudadano de la SI, se necesita actuar en el espacio virtual, hay que poder usarla; y esta cuestión plantea otra amplia gama de interrogantes, dado que para garantizar tal acceso no bastaría con el incremento de los accesos individuales, por mas que estos crezcan a porcentajes significativos, sino que se debería comenzar a pensar en accesos públicos o comunitarios y en las políticas que los promuevan. En Argentina (1999), se iniciaron una serie de experiencias tendientes a generar accesos públicos a Internet, las que si bien avanzan de manera desarticulada, al menos dan cuenta de que el tema finalmente a ingresado en la agenda de la clase política. El Estado nacional promovió los proyectos de ciberciudadaes en Benito Juárez (Provincia de Buenos Aires) y La Carlota (Provincia de Córdoba) y el de Centros Tecnológicos Comunitarios (CTC) abiertos en distintas ciudades del país, la Ciudad de Buenos Aires abrió tres centros públicos en distintos barrios, las empresas telefónicas comenzaron a ofrecer acceso a

Internet y al borde del milenio, el

Presidente Carlos Menem, en uno de sus últimos actos de gobierno, firmó un decreto otorgando dirección electrónica a todos los ciudadanos y delegó la implementación en la empresa Correo Argentino, concesionaria del correo postal. Quien desarrolla una experiencia interesante es la Red Científica Peruana, una de las primeras en América Latina, que comenzó a trabajar en 1991. Esta Red no es un organismo público: es una asociación que inicialmente integraron las universidades y que se planteó como objetivo difundir Internet en el país y la política que se dieron fue la de promover cabinas públicas. Estas cabinas además de brindar acceso, cuentan con una biblioteca y un aula donde se brindan módulos de capacitación. La privatización de las telecomunicaciones los enfrentó a la necesidad de competir con una empresa privada para sobrevivir y lo interesante es que la empresa tuvo que optar por la misma metodología, es decir que además de brindar accesos particulares se vio obligada a implementar cabinas públicas, dada que esta ya era una modalidad habitual en el Perú. La Red Científica Peruana cuenta hoy con 600 cabinas públicas y va a transferir su experiencia a los países de Angola y El Salvador.

Los ciudadanos de la ciudad de las redes El ser ciudadano de la SI quedaría entonces condicionado, al menos, por cuatro factores:

1. La presencia, otorgada por la dirección electrónica, por lo que el derecho a la dirección electrónica sería un derecho básico de la nueva sociedad, el pasaporte de existencia. ¿Quién otorgaría la dirección electrónica? ¿Los estados, las empresas o las

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organizaciones comunitarias? En general, hoy lo hacen ―los señores del aire‖ y los gobiernos nacionales, la experiencia de la Red Científica Peruana es una excepción, pero en todos los casos la dirección se adquiere a consecuencia del acceso. De existir el derecho se adquiriría antes y es posible imaginar que las direcciones electrónicas deberían tener una racionalidad común. Pensar que los gobiernos locales sean quienes garanticen el derecho suena como una alternativa interesante, los ciudadanos de la SI tendrían su pasaporte local, lo que tiene una doble lectura: por una lado cada ciudadano sería en el E3 con referencia al E2, a su lugar en el mundo y esto, además de resignificar lo local en lo global, ubicaría a las ciudades en un rol mas activo en el entorno telemático.

2. El acceso, otorgado por un servidor que funcione en red. Surge nuevamente la misma pregunta: ¿Quién otorgaría el acceso? En este caso el universo se acota a quienes poseen las redes, sea quien sea el que otorgue la dirección electrónica, por lo que serían los ―señores del aire‖ quienes estarían en situación de hacerlo en la mayoría de los casos. Aunque no debe descartarse que pueda surgir nuevas organizaciones comunitarias en pos de este fin, que las ciudades comiencen a hacer distintos tipos de convenios y a asociaciones con los ―señores del aire‖ o que las universidades puedan jugar un rol mas activo en sus propias localidades.

3. El capital, lo que implica poseer los conocimientos adecuados para actuar en esta plataforma. Si se piensa en incorporar los mencionados tres aportes diferenciales que traen consigo las TSI (plataforma de comunicación hipermedial, espacio que posibilita producir conocimientos en red y factor de creación de comunidades), es claro que este tipo de capital no se adquiere en el corto plazo. En este sentido, la mayoría de los cibernautas somos aún semianalfabetos y para completar esta alfabetización no se trata de cumplir con todos los ciclos de la educación formal, ni de hacer cursos de informática, con esto no alcanza, este tipo de conocimientos hoy se adquiere en gran medida de manera experimental. Lo que esta ocurriendo es que están apareciendo nuevas disciplinas y ramas del saber y otras van quedando obsoletas otras, y con ellas, lo organismos e instituciones en que se apoyaron. Por esta razón, las universidades que comprendan este desafío y en consecuencia transformen sus sistemas de investigación y sus modos de articulación con los actores públicos, privados y comunitarios, se convertirán en actores culturales claves. 4. El habitus, lo que implica tener incorporados los mencionados conocimientos a ―los modos de hacer las cosas‖. No es suficiente contar con el conocimiento, es necesario

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integrarlo a los modos de percibir, pensar y actuar, lo que tampoco nos remite al corto plazo. Cuando a un ciudadano en cambio de buscar un número telefónico en una guía en soporte papel o llamando al número del servicio de su empresa proveedora, se le ocurra, como la opción mas lógica, acudir a Internet, tendrá desarrollado el habitus. Las escuelas, los centros de capacitación informal en cabinas públicas, las organizaciones comunitarias en general, son organismos que podrían convertirse en actores claves brindando capacitación en este sentido.

Aunque parezca que queda un largo camino por andar para concretar la meta de que la sociedad de la información sea una sociedad para todos, no deberíamos olvidar que la velocidad de los cambios y de las innovaciones tecnológicas nos sorprenden diariamente. Un ciudadano con discapacidad motriz paga sus impuestos sin necesidad de moverse de su casa, otros teletrabajan en las cabinas públicas que instaló el gobierno local, otros pueden completar su educación superior en la universidad virtual desde las mismas cabinas públicas, una comunidad virtual local realiza con éxito un emprendimiento productivo en la Red, los ciudadanos participan activamente desde sus casas, las escuelas y las cabinas públicas en el debate sobre el presupuesto municipal para el próximo año, etcétera, etcétera ...

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Parte 2:

Las transformaciones de los gobiernos locales

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Usos sociales de TICs: Gobiernos locales y Participación Ciudadana. Pablo Baumann

Los gobiernos locales frente a las TICs Las cifras que se manejan sobre el crecimiento de Internet en Argentina, sobre las ventas de PCs, sobre el aumento de hosts, etc., dicen poco o nada acerca de quiénes son los que están incorporando el uso de TICs, cómo las usan, con qué objetivos. Y dicen mucho menos acerca de quiénes no las incorporan y por qué no lo hacen. Dada la creciente presencia de las de TICs en Argentina y la prácticamente nula información disponible sobre ella, nos preguntamos cuáles serían los usos que la sociedad civil hace de ellas en tanto herramienta de participación ciudadana. Es decir qué configuraciones de usos sociales se dan en la red respecto a este tópico. Cuando hablamos de participación ciudadana mediante TICs, nos referimos precisamente a aquellas prácticas de individuos o grupos comunitarios que se generan o pueden llegar a generarse por medio de la utilización de TICs, orientadas a acciones cuyo fin es intervenir o influir en la política local y en las gestiones de gobierno, en una o varias áreas en las cuales se sienten afectados. En un sentido amplio podemos incluir como TIC al teléfono, el fax, etc. En un sentido más estricto nos referimos a Internet y a los servicios que ella brinda: WWW, IRC, e-mail, listas de correo, foros, newsgroups, etc. Esta definición no se ocupa sólo de la comunicación bidireccional que pueda entablarse entre el ciudadano o la ONG y el gobierno, sino también y principalmente aquella que se establece entre los propios ciudadanos y las ONGs en un nivel horizontal, conformando redes y generando comunidades virtuales a partir de la discusión de tópicos de interés común, la definición de prioridades y estrategias conjuntas.i Encaramos el trabajo24 desde dos frentes. El primero consistió en relevar experiencias que se gestaran a partir de los propios gobiernos locales25, tendientes a lograr una presencia en el ciber espacio por medios que van desde la creación de web sites hasta la concepción de proyectos más ambiciosos. El proceso de descentralización y desconcentración de la gestión urbana que está llevando a cabo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mediante la creación de unidades de gestión política y administrativa con competencia territorial (CGPs),

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Este artículo tiene como objetivo presentar los resultados del Subproyecto: “Configuraciones de usos sociales de TICs”, realizado por Pablo Baumann, dirigido por Susana Finquelievich y Alejandro Artopoulos, en el marco del Proyecto de Investigación Plurianual – CONICET “Nuevos paradigmas de participación ciudadana a través de las Tecnologías de Información y Comunicación”, que dirigen Susana Finquelievich e Hilda Herzer y se lleva a cabo en el Area de Estudios Urbanos del Instituto de Investigaciones Gino Germani – FCS – UBA.

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que responde a un Programa de Descentralización y Modernización, en el cual la decisión de implementar tecnologías de información y comunicación en la gestión y en la participación comunitaria en la misma, nos brindó la oportunidad de realizar un seguimiento de la experiencia y un marco sobre el cual obtener información muy valiosa. Paralelamente, en el Gobierno de la Ciudad se puso en la Web un site del Poder Ejecutivo y más recientemente, en el marco de un programa de informatización general de la Legislatura, ésta ha creado su propio website. El segundo frente consistió en relevar las experiencias realizadas o por realizarse en este sentido por la sociedad civil y de sus organizaciones comunitarias, en especial aquellas que tienen una participación activa en distintos foros y actividades realizadas en los CGPs. Muchas de estas ONGs, se nuclean en torno a la defensa de la calidad de vida en distintos barrios, focalizando sus objetivos en los espacios públicos, principalmente en los espacios verdes.

Las iniciativas en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Quien desee visitar el Sitio del Poder Ejecutivo (http://www.buenosaires.gov.ar) lo encontrará interesante y bastante completo. En el encontramos los siguientes tópicos: un organigrama con las 9 secretarías y sus respectivas subsecretarías y direcciones y los nombres de los funcionarios a cargo (no figuran e-mails, ni teléfonos); una síntesis del presupuesto; la publicación del Boletín oficial; información sobre los distintos museos de la ciudad (Temas, colecciones, direcciones y horarios); información sobre el Instituto histórico de la Ciudad; un sitio muy interesante sobre telemedicina (The global Bangemann Challenge). Una red de telemedicina que conecta a los hospitales municipales; un sitio dedicado a los CGPs, órganos de gobierno descentralizados con base territorial (en él se puede obtener un mapa de la Ciudad con las áreas de competencia de cada uno); una guía de servicios, con direcciones y teléfonos de bibliotecas, hospitales, bomberos y comisarías; un calendario de actividades culturales en los CGPs, y un sitio dedicado a textos producidos en seminarios sobre Descentralización, documentos sobre el Plan Estratégico de la ciudad y el Programa de descentralización gestionado por el PNUD. Este sitio está (aparentemente) en construcción y no brinda ningún tipo de información; y por último, una guía de tramites para comercios y servicios, automotores, cementerios, emergencias y reclamos, denuncias, documentos personales. En este caso sólo informa dónde deben iniciarse y que requisitos deben presentar para los mismos y en ningún caso pueden iniciarse por vía electrónica.

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Un trabajo interesante al respecto resulta ser la investigación realizada por Daniel Cravacuere, cuyos resultados fueran presentados en las II Jornadas Internacionales sobe Ciudad y Redes Informáticas ―La Ciudad En.RED.ada‖, UNQ, Diciembre de 1998, bajo el título “El uso de Internet en la Gestión de los Municipios”.

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Comparada al vacío anterior, esta página resulta novedosa y alentadora. Pero no deja de ser una guía informativa. No brinda posibilidad alguna de interactuar, a no ser por una sola dirección electrónica a la cual pueden remitirse comentarios y sugerencias. No ofrece la posibilidad de acceder vía E-mail a ninguna de las dependencias ni organismos oficiales, ni realizar por esta vía consultas y trámites. El sitio de la Legislatura (http://www.legislatura.gov.ar) avanza un paso más y promete posibilidades reales de interacción. Hizo su aparición en Internet el 22 de Febrero de 1999, fecha en la cual se inauguró en renovado ―edificio inteligente‖ de la sede. En él se pueden encontrar distintos links, entre los cuales se destacan: 

“Conociendo a la Legislatura”: brinda información sobre el funcionamiento de la Legislatura, desde el sistema de elección y renovación de su cuerpo hasta su funcionamiento interno.



“Conformación Interna”. Además de informar cómo están integrados y funcionan los bloques y las distintas comisiones legislativas, brinda información sobre cada legislador, con su correspondiente fotografía, currículum y proyectos presentados. Además, pone a disposición de los ciudadanos una dirección de E-mail para que cada uno pueda comunicarse con ellos, posibilitando una real interacción.



“Actividad Legislativa” brinda información sobre las sesiones y los proyectos ingresados por mesa de entradas.



“Red de la Legislatura” , posibilita la interacción: ofrece chats con los legisladores; foros de debate; encuestas, etc. Si bien aún es muy temprano para evaluar el funcionamiento de estos servicios electrónicos, prometen convertirse en verdaderos canales para la activa participación ciudadana.



“Transmisión en vivo”. Es posible seguir on-line la transmisión de las sesiones de la Legislatura. Este sitio representa un salto cualitativo importante porque brinda información detallada

sobre los legisladores, sobre el funcionamiento de la legislatura. Pero lo más novedoso es que ofrece espacios para una participación real de los ciudadanos a través de Internet, por medio de los canales de chat, los foros de debate, las encuestas electrónicas, o las direcciones de correo electrónico de cada legislador, combinándolas con la posibilidad de seguir en vivo la transmisión de las sesiones. Sin embargo, aún puede mejorar. En primer lugar. sería interesante que en ambos sitios se brinde información más detallada sobre el currículum de los funcionarios y legisladores, sobre todo la que refiere a sus actividades privadas. Pero también es fundamental que se hagan públicas por ese medio las declaraciones juradas patrimoniales de todos ellos. En segundo lugar, las innovaciones tecnológicas por sí solas no producen cambios, si no son apropiadas y utilizadas adecuadamente por los potenciales usuarios. Que

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exista el sitio de la Legislatura es un avance en acercar información y expandir las posibilidades de participación ciudadana. Pero el resultado final dependerá del compromiso que asuman los funcionarios y legisladores con dichas tareas. Para ello se requiere capacitación, y sobre todo voluntad y de transparencia en la información que se brinda. ¿De qué serviría tener un sitio, si no se brinda toda la información disponible? ¿Qué posibilidades reales de participación ciudadana existen cuando la información importante, aquella que cuenta realmente no se expone y se oculta? Un escollo serio que puede presentarse en este sentido es la falta de compromiso real por parte de funcionarios y legisladores con estos canales de comunicación26. El proyecto de informatización de los CGPs, es tal vez el que mayores promesas ofrece a la participación local a través de TICs, pero es también el que mayores dificultades enfrenta para su puesta en funcionamiento. El proceso de descentralización y desconcentración de la gestión urbana que está llevando a cabo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mediante la creación de unidades de gestión política y administrativa con competencia territorial (CGPs), responde a un Programa de Descentralización y Modernización, en el cual, la decisión de implementar tecnologías de información y comunicación en la gestión y en la participación comunitaria en la misma, se expresa claramente. Entre los ―significados de la descentralización‖ se señala un aumento del protagonismo ciudadano y una de las dimensiones de la descentralización es la Tecnológica, que tiene como propósito ―permitir a los ciudadanos un mayor acceso y participación en las decisiones de gobierno a través del uso de redes informáticas y telefónicas‖. El Programa se ejecuta desde la Subsecretaría de Descentralización y Modernización, organismo que depende directamente del ejecutivo y coordina a los 16 CGP de la ciudad, cuenta con la asistencia del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). El objetivo es llevar adelante un proceso de informatización y de implementación de TIC, sustentado en la consideración de que una red digital multimedia ofrece al gobierno tanto la posibilidad de informar y transmitir su gestión al ciudadano como brindar un canal de comunicación para la participación de los habitantes de la ciudad. Según los criterios del PNUD, desde un enfoque sistémico una estructura organizacional descentralizada geográficamente responde más rápido a los requerimientos del medio que una estructura centralizada. Existen tres factores claves que sostienen la descentralización: un conjunto de valores comunes a toda la organización, un canal de comunicación eficiente con el mando central y una estrategia clara para lograr los objetivos establecidos.

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Estas conclusiones deben a las observaciones de Hilda Herzer y Graciela Kisilevsky, quienes,a través de una serie de entrevistas con los propios Legisladores de la Ciudad de Buenos Aires, exploraron las limitaciones políticas en la Legislatura para la adopción de mecanismos eficaces de información y comunicación. Dicho trabajo se encuentra aún inédito y fue presentado en forma de ponencia, bajo el título ―Realidad y Ficción de las TICs en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires‖, presentada en las II Jornadas Internacionales sobre Ciudad y Redes Informáticas “La Ciudad en.RED.ada”, Universidad Nacional de Quilmes, en Diciembre de 1998.

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En base a la información recogida27 a partir de entrevistas realizadas desde fines de 1997 a fines de 1998 con directores de cinco de los dieciseis CGPs (barrios de Flores, Barrio Norte, Palermo y Belgrano) y con los consultores a cargo del proyecto, contabilizamos los siguientes obstáculos con los que se enfrenta el proceso. El primero es la demora en la efectivización de la partida presupuestaria: si bien el proyecto comienza a implementarse a principios de 1996, esta se concretiza entre abril y mayo de 1997, con los consiguientes retrasos. El segundo es la subutilización del equipamiento disponible: desde principios de 1997 comienzan a equiparse con hardware los distintos CGPs: un promedio de tres PCs por Centro, conexión vía modem, impresoras láser, en condiciones operativas para acceder a Internet por medio de conexiones dial – up. Hasta septiembre-octubre de ese mismo año, sin embargo dicho equipamiento sólo se utilizaba como procesadores de texto y no como medios de comunicación. Algunos de los Directores, a partir de octubre comienzan a utilizar Internet de un modo particular y a hacer uso de E-mail.

Para ese entonces se pone en funcionamiento una Intranet con un servicio

centralizado, la UCR (Unidad Central de Reclamos), a través de la cual los CGPs derivan los reclamos de los vecinos a las distintas dependencias ejecutoras. El objetivo es agilizar la respuesta a los reclamos. Sin embargo, desde la intranet, los CGPs, una vez que derivaron el reclamo a la UCR, no pueden realizar un seguimiento, ni tener un control de los mismos a través de su recorrido. Otro obstáculo a subrayar con trazo grueso, es la falta de capacitación al personal. Los CGPs cuentan con dotaciones reducidas de personal de planta del Gobierno central, sin capacitación en informática ni en comunicaciones. Los tres consultores del PNUD a cargo del proceso de informatización no dan abasto con las tareas para asistir a los dieciseis centros y, además de diseñar e implementar las redes deben encargarse del mantenimiento de las mismas, de la reparación del hardware y el software en cada uno de los centros, tarea que podría realizar un pequeño equipo de técnicos que se encarguen del mantenimiento de la red. En muchos de los casos los propios Directores de los CGPs ignoran los alcances del Proyecto de Informatización y sus potenciales usos. Esto denota no sólo la ausencia de una transmisión clara de objetivos y estrategias del Programa, sino también de información acerca del proceso de informatización que, a juzgar por la exposición presentada por los mismos consultores, se encuentra planificado y cuenta con una partida presupuestaria. Otra dificultad es la falta de comprensión, en varios niveles de la gestión, sobre los alcances y posibilidades de las TICs como herramienta de 27 En el marco del PIP-CONICET ―Nuevos Paradigmas de Participación Ciudadana a través de TICs‖. Dirigido por Susana Finquelievich e Hilda Herzer. Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. Buenos Aires, 1997 -98. En este contexto agradezco la información obtenida gracias a la labor de Silvia Lago Martinez, a través de sus entrevistas son los Directores de los CGPs, gracias a la cual se elaboró la ponencia presentada en el seminario de Investigación ―El nuevo Milenio y lo Urbano‖ (IIGG-FCS-UBA, 1998), titulada ―Enclaves Comunitarios en Red. La formación de comunidades virtuales en un contexto de desintegración social‖ bajo su co-autoría, junto con la de Alejandro Artopoulos.

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participación, sobre la disponibilidad de infraestructura ―aquí y ahora‖ y sobre la necesidad de adaptar las organizaciones al cambio que supone su uso. El tema sobre de qué manera se informa sobre la gestión surge como una preocupación. Se visualizan como alternativas las carteleras, los medios de difusión locales, etc., pero no el uso de la tecnología como una forma más, que está ya al alcance de los CGPs. Estas son vistas como una posibilidad lejana en el tiempo, como herramienta del futuro y no como posibilidad concreta del presente. En síntesis, estos tres niveles del Gobierno de la Ciudad han encarado políticas respecto a la utilización TIC. El sitio de la Poder Ejecutivo está concebido como un órgano informativo, como una gran ―cartelera virtual‖. El sitio de la Legislatura, como un medio interactivo, que abre el juego a la participación ciudadana. Mientras que el proyecto de Informatización de los CGPs parece haberse reducido hasta el momento al uso de la Intranet para derivar los reclamos. A los obstáculos que señalábamos antes -y que son en general comunes a los tres niveles señalados-, se agregan tres cuestiones que es fundamental resolver para que dichas iniciativas sean efectivamente herramientas de participación ciudadana y promotoras de prácticas más democráticas: Es necesario promover cambios profundos en la cultura de todos los niveles de la administración pública. No es una transformación solamente tecnológica, referente a incrementar o cambiar la disponibilidad del hardware y el software necesario. Tampoco es una cuestión de mera capacitación en el uso de herramientas informáticas. Ni siquiera es un problema que se solucione con la incorporación de personal tecnológicamente capacitado. Por el contrario, es lo que en Sociología de las Organizaciones se comienza a denominar “orgware”. Se trata de incorporar una verdadera lógica de redes en todos los niveles de la administración. Para esto se requiere producir no sólo cambios en las aptitudes y competencias técnicas, es decir en los aspectos ―hard‖ de la organización, sino también cambios culturales profundos, cambios de hábitos, cambios en los escalafones y en la movilidad dentro de las organizaciones, en las estrategias de comunicación, en el aprovechamiento integral de todos los recursos humanos disponibles. La adaptación a un modo de comunicación en red implica efectuar procesos de reingeniería en los aspectos “soft” de la organización pública y crear una verdadera cultura de servicio al ciudadano. Pero estos cambios no serán efectivos si no existe la voluntad política de cambiar los procedimientos, los estatutos y los reglamentos y las normas que estructuran y hacen demasiado rígida a dicha organización. Es necesario incluir una nueva racionalidad, el desempeño por objetivos, más que la sujeción a las normas del expediente. Este es un cambio en la mentalidad política de los Dirigentes en relación a las TIC, frente a las cuales se muestran perturbados y temerosos. Los políticos están acostumbrados a moverse bajo la protección de un ―colador‖ informativo, que filtra la información que llega a la opinión pública por los medios masivos, reteniendo muchas veces la información más valiosa, que

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permanece en circuitos restringidos a ámbitos reducidos dentro de los gobiernos, los partidos, las empresas y los sindicatos. Los agujeros de este colador se agrandarán en la medida en que cada vez más ciudadanos-usuarios hagan efectivo el reclamo al derecho de estar informado. Un ejemplo interesante resulta la frustrada realización de la página ―TIC‖ (Transparencia en la Información al Ciudadano) que según un convenio, la Fundación Poder Ciudadano desarrollaría en el site del Poder Ejecutivo. Esta página consistía en la publicación de todas las grandes compras que se realizan en las distintas áreas del Gobierno de la Ciudad. Después de un año de insistir, no lograron que los directores y secretarios suministraran la información correspondiente, razón por la cual dicha página aún no logró armarse. Es importante subrayar una urgencia social y económica: garantizar el acceso de todos los ciudadanos al uso de estas tecnologías. En la medida en que las actuales condiciones socioeconómicas, principalmente las que hacen a la distribución del ingreso y al acceso a los bienes socioculturales, continuen dualizando y polarizando a la estructura social argentina, y generando cantidades de excluidos, no podrá hablarse de un efectivo uso democrático de las TICs, en tanto los que estén en condiciones de participar sean sólo aquellos que tengan posibilidades de acceso a la red. Es necesario que el Estado promueva y apoye iniciativas tendientes a la constitución de redes de acceso público y gratuito, a través de la instalación de terminales en bibliotecas, centros comunitarios, CGPs, ONGs, etc. En segundo lugar, es preciso incluir el uso de TICs en la educación pública, en especial desde los niveles iniciales, de un modo masivo y con una concepción amplia, usando cotidianamente las TICs en las aulas como un medio de obtener y producir información, que integre a todas las áreas de conocimiento.

1. Las situación en la sociedad civil La búsqueda on line de comunidades virtuales vinculadas a la participación ciudadana (realizada durante julio-agosto de 1998) arrojó resultados en un primer momento bastante decepcionantes que nos obligaron a modificar nuestro objeto de estudio. En efecto, no se han podido detectar Comunidades Virtuales, si nos atenemos a la definición dada por Rheingold (1994): ―Las comunidades virtuales son agregados sociales que surgen de la Red cuando una cantidad suficiente de gente lleva a cabo estas discusiones públicas durante un tiempo suficiente, con suficientes sentimientos humanos como para formar redes de relaciones personales en el espacio cibernético.‖ Se han rastreado distintos Foros de discusión y listas de correo o newsgroups, sin encontrar ninguna que tuviese como objeto la discusión acerca de cuestiones urbanas, vecinales, barriales, ambientalistas, de participación ciudadana o vinculadas a la gestión de gobierno de la Ciudad. La búsqueda de ONGs vinculadas a estas áreas, que tuviesen presencia en la WWW, arrojó

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resultados apenas mejores. Encontramos los sitios de Poder Ciudadano, Greenpeace, Conciencia, por un lado y por el otro de la Asociación Voluntarios de Parque Centenario, esta última a través de un sitio novedoso: Vecinos.com. En todos los casos se trató de sitios relativamente recientes, modestos y rudimentarios (excepto en el caso de Greenpeace, más elaborado), donde se brinda información institucional acerca de las ONGs, los objetivos, las autoridades y los programas que desarrollan. En todos los casos aparece una dirección de correo electrónico para que los interesados puedan comunicarse, siempre en el marco de una comunicación bidireccional, pero no en red. Surgieron nuevos interrogantes: ¿Por qué no existen CVs relacionadas a la participación ciudadana? ¿A que se debe la pobre presencia de las ONGs en el ciberespacio?. Decidimos focalizarnos en las ONGs, como potenciales catalizadores para la constitución de CVs. y las condiciones efectivas de posibilidad para el surgimiento de las mismas. A partir de relevar las bases de datos de cinco CGPs de la Ciudad de Buenos Aires, elaboramos una muestra al azar de doce ONGs. Agrupamos a las ONGs que componían la muestra en torno a una serie de variables que creíamos, según las hipótesis, podían proveernos algunos indicios para responder los interrogantes planteados. Estas variables fueron agrupadas en tres dimensiones: una dimensión organizacional (Objetivos, Area de acción, participación en ONGs de 3er grado, Recursos Humanos), otra dimensión económica (Modo de financiación, presupuesto) y una dimensión tecnológica (Utilización de TICs, Usos que hacen de esas TICs, Valoración de las TICs, medios habituales de comunicación y difusión). Respecto de estas dimensiones la muestra se recorta prácticamente igual en todos los casos –con leves variaciones-, como veremos.

ONGs “grandes” y “chicas”. Dos situaciones frente al uso de TICs. Existen dos grandes grupos de ONGs, respecto al uso de TICs. Un grupo minoritario (sólo dos, sobre un total de doce casos), que cuenta con equipamiento informático y acceso a Internet; que exploran nuevos usos de las TICs y para los cuales su utilización resulta indispensable. Estos grupos se caracterizan por: manejar elevados presupuestos (de 500 mil a 700 mil dólares anuales); no tener un anclaje geográfico específicamente local o barrial, sino que poseen áreas de acción a nivel nacional; contar con un staff de personal rentado, que oscila entre las 15 y las 25 personas (por lo general este personal está altamente capacitado y compuesto por profesionales universitarios); poseer un voluntariado numeroso, superior a 40 personas (utilizan cotidianamente TICs, en especial Internet, e-mail y valoran como indispensable el uso de las mismas para su funcionamiento); ser miembros de redes nacionales e internacionales de ONGs; incluir la cuestión de las TICs como un tema permanente en la agenda, y procuran explorar y crear usos novedosos de las mismas; contar con estrategias de comunicación masivas que

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planifican y definen a partir de estructuras orgánicas especializadas en medios de comunicación y tienen un trato cotidiano con los mismos; recibir apoyo financiero a través de subsidios considerables de distintos organismos estatales y/o de fundaciones nacionales y/o internacionales, de empresas y/o de particulares; tener un sistema de recaudación organizado y eficiente. Otro grupo de ONGs, las cuales no cuentan con equipamiento informático, o lo poseen pero en un modo escaso y/o precario y/o reciente o subutilizan la capacidad de los mismos. Ninguna de estas ONGs posee por sí misma acceso a Internet. En un solo caso la tenía, a través de la utilización de E-mail y la presencia en la WWW, a través de un lugar cedido por Vecinos.com. Son características de este grupo: manejar presupuestos nulos o reducidos, gestionados y administrados muchas veces de manera informal; tener un anclaje geográfico específicamente local o barrial; no contar con personal rentado (en general poseen un staff de personal voluntario, con una dedicación part-time y ad-honorem. Estos suelen tener capacitación profesional en áreas específicas, sobre todo en derecho y urbanismo); no utilizan TICs, aunque en general valoran como positiva su potencial uso; entre los motivos por los cuales no adoptan el uso de TICs, mencionan en primer lugar la falta de recursos económicos y en segundo lugar la falta de capacitación para su uso; no ser miembros de redes nacionales e internacionales de ONGs; no incluir la cuestión de las TICs como un tema de primera prioridad en la agenda; contar con estrategias de comunicación masivas ocasionales, que se definen sobre el momento y según las urgencias. No cuentan con estructuras orgánicas especializadas en medios de comunicación y tienen un trato esporádico con los mismos; en ocasiones cuentan con espacios en medios barriales: radios FM, periódicos, etc., pero tienen serias dificultades para sostenerlos económicamente; tener una gran dependencia del apoyo financiero externo - a través de subsidios pequeños y por única vez, de distintos organismos estatales y/o de empresas nacionales y/o de particulares - con serias dificultades para el mantenimiento de un sistema autónomo de financiamiento y de un sistema de recaudación permanente, organizado y autosuficiente. Dentro de este grupo, detectamos un subgrupo, con características que se diferencian del resto: participan en redes de ONGs, a nivel local y regional; organizan anualmente un congreso medioambiental del área metropolitana, en el cual participan ponencias institucionales e individuales de distintos puntos del país, realizan un fluido y permanente intercambio de información y capacitación; organizan eventos de capacitación y poseen equipos especializados de profesionales, que participan en instancias de discusión y planificación urbana junto con las autoridades de gobierno, como ser Planes de Manejo de espacios verdes públicos, Planes Estratégicos para la ciudad y sus barrios; y finalmente, tienen como interlocutores permanentes a las autoridades del Gobierno de la Ciudad y de sus órganos descentralizados (CGPs). Cuentan

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además con el apoyo técnico y la capacitación de entidades académicas. Este es el caso de la Asamblea Permanente por los Espacios Verdes. Han incluido en la agenda de su mesa coordinadora la necesidad de implementar un sistema de comunicación e intercambio de información permanente utilizando Internet. No han podido avanzar al respecto, por no contar con recursos económicos (manejan un presupuesto de 12 mil pesos, la mayor pare del cual invierten en la realización del Congreso Medioambiental no gubernamental del Area Metropolitana de Bs.As.) y con capacitación técnica y organizacional para el armado de una red. Una ONG miembro de la Mesa Coordinadora de la Asamblea Permanente, actúa como permanente promotor de este tema y ha incursionado, aunque de manera indirecta, en el uso de TICs, obteniendo resultados importantes. Desde fines de Noviembre de 1998, en que publicaron una presentación de su ONG en VECINOS.COM, a fines de Enero de 1999, los Voluntarios del Parque Centenario recibieron 15 e-mails, solicitando información sobre las actividades que desarrollaban, e incluso un mensaje, de otro barrio, Parque Chacabuco, en el cual un grupo de vecinos pedían asesoramiento, porque querían conformar una Asociación en torno al mismo. Las ONGs participantes de la Asamblea son las que se hallan en mejores condiciones de incorporar el uso de TICs para potenciar su comunicación cotidiana, dado que trascienden los condicionantes de tipo territorial, para establecer lazos estratégicos con otras ONGs, conformándose en redes de asociaciones. Sostenemos la hipótesis de que la dualización que se observa entre las ONGs grandes y las chicas se explica en gran parte por la relación que las mismas establecen con las variables espacio-tiempo.

Las TICs en relación con el espacio / tiempo Castells (1998) ofrece una clave para contextualizar teóricamente estas observaciones: distingue en la sociedad de la información una nueva lógica espacial a la que denomina espacio de los flujos opuesta dialécticamente a la lógica de la organización social arraigada en la historia de nuestra experiencia común: el espacio de los lugares. ―El espacio de los flujos se está convirtiendo en la manifestación espacial dominante del poder y la función en nuestras sociedades‖ que está transformando la base material de nuestra experiencia. El espacio es el soporte material de las prácticas sociales que comparten el tiempo, es decir de prácticas que son simultáneas. Tradicionalmente esta noción de simultaneidad se asociaba a la de contigüidad física. En la sociedad de la información esa asociación es precisamente disociada. La simultaneidad y la contigüidad no tienen por qué ir juntas. Nuestras sociedades están constituidas en torno a flujos de capital, de información, de tecnología, de interacción organizativa, de imágenes, sonidos y símbolos, constituyéndose éstos en los procesos que dominan nuestra vida económica, política y simbólica. Por lo tanto, ―el espacio de los flujos es

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la organización material de las prácticas sociales en tiempo compartido que funcionan a través de los flujos‖ (Castells, 1998). Esta nueva forma espacial es característica de las prácticas sociales que dominan y conforman la sociedad red. Los soportes materiales de este espacio de los flujos están compuestos por tres capas: un circuito de impulsos electrónicos; sus nodos y ejes, es decir los lugares conectados a la red, organizados en una forma jerárquica; y ―la organización espacial de las elites gestoras dominantes (más que clases) que ejercen las funciones directrices en torno a las que ese espacio se articula. Si bien la lögica del espacio de los flujos no es la única lógica espacial en nuestras sociedades es, sin embargo la lógica espacial dominante, porque es la de los intereses/funciones dominantes de nuestra sociedad (Castells, 1998, T1, p.449): La articulación de las elites y la segmentación y desorganización de las masas parecen ser mecanismos gemelos de dominio social en nuestras sociedades. El espacio desempeña un papel fundamental en este mecanismo: las elites son cosmopolitas; la gente, local. El espacio del poder y la riqueza se proyecta por el mundo, mientras que la vida de la gente se arraiga en lugares , en su cultura, en la historia. Por lo tanto, cuanto más se basa una organización social en flujos a-históricos, suplantando la lógica de un lugar específico, más se escapa la lógica del poder global del control sociopolítico de las sociedades locales/nacionales con especificidad histórica‖. En la lógica de este espacio, las elites forman su sociedad propia y constituyen comunidades simbólicamente aisladas, ―atrincheradas tras la barrera material del precio de la propiedad inmobiliaria‖.

La relación con el espacio Los nodos del espacio de los flujos, las ciudades globales, están formados por ―espacios residenciales diferenciados y espacios orientados al ocio, junto con las sedes funcionalmente centrales y sus servicios auxiliares, y tienden a agrupar sus funciones dominantes en espacios cuidadosamente segregados, con fácil acceso a complejos cosmopolitas de las artes, la cultura y el entretenimiento‖. Esta segregación se logra a través de una ubicación en lugares diferenciados, y el control de seguridad privado y público con el que cuentan como protección. A la vez se organiza una serie de jerarquías socioespaciales simbólicas, para que los niveles de gestión inferiores puedan reflejar los símbolos del poder y apropiarse de ellos mediante la construcción de comunidades espaciales elitistas de segundo orden, que también tenderán a aislarse del resto de la sociedad, en una sucesión de procesos de segregación jerárquicos. Por el contrario, un lugar ―es una localidad cuya forma, función y significado se contienen dentro de las fronteras de la contigüidad física‖ (Castells1998, p.457) En ellos las personas han construido a lo largo de la historia, espacios interactuantes significativos, con una

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gran variedad de usos y una gran diversidad de funciones y expresiones. Son los barrios en los que habitan y viven la mayor parte de la gente. Que en nuestras sociedades el espacio de los flujos sea la lógica dominante, no significa que sea la única. La gente sigue viviendo en lugares y comportándose de acuerdo a su lógica, aunque ve profundamente afectada su vida porque la función y el poder se organizan en el espacio de los flujos, la lógica de éste altera de forma esencial el significado y la dinámica de aquellos. Las dificultades que tienen las ONGs “pequeñas” para incorporar el uso de TICs tiene que ver con su pertenencia y arraigo en los lugares. Por su propia esencia y lógica, por sus objetivos, están anclados a ámbitos geográficos específicos sobre los cuales ejercen su accionar. Hasta en sus nombres figura esa alusión, ese vínculo indisoluble con el espacio físico y social de los lugares (Amigos del lago de Palermo, Voluntarios de Parque Centenario, Vecinos Creativos de Saavedra y Núñez, etc.). Por el contrario, las ONGs más grandes no tienen una dependencia o anclaje físico determinado. Sus objetivos se extienden en regiones geográficas más amplias, generales o difusas (aunque no por ello menos concretas). En sus propios nombres no hay alusión a espacio físico alguno, sino, por el contrario a conceptos morales (Poder Ciudadano, Greenpeace, Conciencia, etc.). Las ONGs ―grandes‖ poseen además vínculos a nivel nacional o están insertas en redes internacionales más amplias. Esto resulta una ventaja comparativa, dado que de este modo tienen acceso a financiación y a alianzas estratégicas que fortalecen su accionar, y les proporcionan información y capacitación. Para participar de estas redes, les resulta indispensable la utilización de TICs, principalmente a través de la utilización de E-Mail. Además, como la población-objetivo de sus actividades es amplia y geográficamente dispersa hacen uso de sitios en la WEB. Estas ONGs, a través de microredes personales, tienen vinculación con el espacio de los flujos (lo que de ningún modo significa que pertenezcan a él). Su menor anclaje a espacios físicos y geográficos concretos, les permite construir estrategias adecuadas para disputar los espacios simbólicos donde se generan las decisiones. Por el contrario, las ONGs ―chicas‖ continúan operando a escala de los ―lugares‖ donde constituyen su propia identidad: los barrios. La población objetivo está dada netamente por la contigüidad física: son los vecinos. En general sus actividades se centran en la defensa y preservación de espacios públicos concretos, contra el avance, precisamente, de la lógica dominante del espacio de los flujos. Muchas de sus acciones consisten en impedir la transformación de sus lugares por parte de la lógica instrumental de la ciudad global, a través de proyectos inmobiliarios o de obras públicas, que valorizan-desvalorizan esos lugares. Los ejemplos son innumerables: barrios de clase media que han ido perdiendo valor inmobiliario en función de que muchos de los sectores gestores de las grandes empresas se han mudado a barrios cerrados o countries, en zonas residenciales alejadas, donde cuentan con todos los

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servicios, espacios verdes y seguridad; el consecuente deterioro de los espacios públicos circundantes en los barrios; otros barrios que, por el contrario cobran valor por emprendimientos inmobiliarios de envergadura (shoppings, supermercados), modificando no solo el paisaje de los mismos, sino también toda su trama de interacciones, para no hacer mención de la privatización de espacios públicos para emprendimientos inmobiliarios. Mientras la lógica del espacio de los flujos tiende a organizar las funciones dominantes en una sociedad, tiende a la vez a fragmentar y desorganizar a aquellos grupos de la sociedad que, ―aunque constituyen una mayoría numérica, ven sus intereses sólo parcialmente representados (cuando mucho) dentro del marco de la satisfacción de los intereses dominantes‖ (Castells, 1998, p. 449). La ausencia de vínculos con el espacio de los flujos, más la fragmentación socio-espacial hace que estas ONGs se encuentren en particular desventaja a la hora de influir en las decisiones que los afectan. Sin embargo, su fortaleza radica en la posibilidad de constituirse en redes. Al hacerlo, sin perder el vínculo con los lugares como referencia, logran agregar demandas, obtener mayor capacitación, influir en la toma de decisiones e imponer una lógica local de la sociedad civil, contradiciendo a la lógica global del capital internacional. Algunas de estas redes que han logrado un papel protagónico, obteniendo significativos espacios en la planificación de la ciudad a través de la participación, junto con otras entidades, en áreas de gobierno, donde se discute la construcción del Plan Estratégico Buenos Aires 2000. Estas ONGs se están planteando la incorporación y uso de TICs como herramienta para su comunicación cotidiana y para la promoción de sus objetivos. Pero cuentan aún con serias dificultades económicas y de capacitación para llevarlas a cabo.

La Relación con el tiempo La forma en la que las ONGs conciben, utilizan y administran su tiempo también es una variable importante a la hora de evaluar su relación con las TICs. El correlato temporal del espacio de los flujos es el tiempo a-temporal. Este es ―la forma emergente dominante del tiempo social en la sociedad red‖. Castells sostiene que se ejerce el dominio social mediante la inclusión y exclusión selectivas de funciones y gente en marcos espaciales y temporales diferentes. Sostiene también la hipótesis de que la sociedad-red se caracteriza por la ruptura de la ritmicidad, tanto biológica como social, asociada con la noción de ciclo vital. Plantea que el tiempo atemporal se da ―cuando las características de un contexto determinado, a saber, el paradigma informacional y la sociedad red, provocan una perturbación sistémica en el orden secuencial de los fenómenos realizados en ese contexto. Esta perturbación puede tomar la forma de condensar la ocurrencia de los fenómenos, con el fin de lograr la instantaneidad, o también introducir la discontinuidad aleatoria en la secuencia. La eliminación de la secuenciación crea

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un tiempo indiferenciado, que es equivalente a la eternidad‖. Interesa comprender esta nueva concepción del tiempo, el tiempo atemporal, que ―pertenece al espacio de los flujos, mientras que la disciplina temporal, el tiempo biológico y la secuenciación determinada por la sociedad caracteriza a los lugares de todo el mundo, estructurando y desestructurando materialmente nuestras sociedades segmentadas‖ (Castells 1998, p.500). Castells concluye que en nuestra sociedad, el espacio determina al tiempo, invirtiendo una tendencia histórica: los flujos inducen el tiempo atemporal, los lugares se circunscriben al tiempo. En nuestro trabajo esto se hace evidente. La relación que las ONGs establecen con el tiempo es correlato de la que establecen con el espacio. En efecto, la mayor disponibilidad de recursos que tienen las ONGs grandes les permite disponer de un staff de personal permanente y rentado, con una utilización flexible del tiempo, que les permite capacitarse en el uso de TICs, para utilizarlas como herramientas de comunicación. La dedicación full-time de este personal les permite estar permanentemente informados en tiempo real y comunicados casi al instante. Un miembro de ONG acota: “Imaginate un barco que estaba haciendo una acción en el Pacífico sur y lo estaban abordando o persiguiendo. Es la forma de llegar a los medios de comunicación y al resto de la organización antes que los gobiernos, la prensa. Con eso logramos prevenir muchas cosas. Es una forma segura, porque en la Intranet hay una serie de protocolos de seguridad y ha sido de algún modo en estos años la sangre de la organización internacional. Con oficinas en treinta países, necesitamos un mecanismo barato, eficiente, seguro, confidencial. Muchísimas veces, los éxitos que han tenido que ver con acciones directas con los barcos, se han debido a la vertiginosidad con que hemos podido manejar la información.” (Pablo Mansilla, de Greenpeace). Por contraste, las ONGs chicas se manejan exclusivamente por medio de un voluntariado con dedicación part - time, manejan otros tiempos, vinculados a otros ciclos: “No podemos prometer nada más allá de lo que vamos a hacer la próxima semana. Ni siquiera nuestro tiempo libre podemos prometer. (...)... Tenés que estar todo el tiempo haciendo cosas lo suficientemente atractivas como para que la gente participe. Todos invertimos tiempo y esfuerzo, laburamos y no vivimos de rentas... Entonces, resulta muy difícil. Y nuestra Asociación funciona con ritmos que tienen que ver con quién se casó, quién se divorció, quién se quedó sin trabajo, quien tuvo un hijo, quién tiene exámenes... Hay épocas en las que no queda ninguno y tenemos que esperar a que se acabe la racha de problemas. Esto pasa en todas las asociaciones. Y, en general la gente es muy escéptica con respecto a que esto sirva. En la medida en que vas haciendo actividades y tenés continuidad en el tiempo y tenés algo para mostrar, vas quebrando ese escepticismo y empezas a lograr que algunos vengan y apoyen ciertas actividades (Fabio Márquez, Voluntarios de Parque Centenario)”. “(...) Cuantas más personas vengan, mayor puede ser nuestro campo de acción para movernos: estar representados en distintas reuniones y eventos, incluso de otros organismos. No siempre todos podemos asistir a todos. En la Comisión directiva somos quince. Siempre aparecen socios adherentes. Colaboran un tiempo, luego desaparecen y aparecen otros.... Al no ser obligatorio, al no producir ningun tipo de satisfacción más allá de sentir que uno está haciendo algo solidario, no hay otro elemento que resulte atractivo

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como para dedicarle tanto tiempo. Todos trabajamos, salvo dos o tres que están jubilados. (...) Por eso le digo (acerca del potencial uso de TICs): no hoy, sino a mediano plazo, creo que tiene potencialidad... Pero no me parece que esté encaminado todavía para ello. Además, requiere de una mayor simplificación. Porque sino, en vez de ser una herramienta que me permita pensar mejor y poder realizar mi producto de mejor manera, terminamos en que me tengo que especializar para... Y termino poniéndo muchísima energía en el medio y no en el objetivo. Aunque cada vez, es cierto, es mucho más simple. (Rosa Kratz 53 años, Arquitecta, especialista en planificación. Vicepresidenta de la Asoc. Calidad de Vida de Belgrano.” En síntesis: existen dos estrategias que devienen de posiciones relativas diferenciadas en las ONGs y concluyen en diferentes resultados. Las ONGs más grandes, que disponen de mayor presupuesto, participan en redes nacionales y/o o internacionales, no poseen un anclaje geográfico muy localista, y a la vez hacen un uso más o menos intensivo de TICs, principalmente el E-mail, pueden darse estrategias más efectivas, dado que afectan al poder donde éste se genera: el espacio de los flujos. Para ellas la utilización de TICs resulta fundamental para actuar en tiempo real sobre decisiones que se toman y ejecutan en tiempo real. Por el contrario, las ONGs pequeñas, se encuentran circunscriptas a ámbitos segregados del espacio de los flujos, fuertemente ancladas en los espacios de los lugares. Esto hace que tengan dificultades en el acceso al financiamiento y la capacitación y a la adopción de TICs como herramienta de comunicación. Ven disminuida su capacidad de ―reflejo‖, frente a los avances del espacio de los flujos sobre los lugares que defienden. Se manejan con tiempos que tienen más que ver con los ciclos biológicos y sociales y no en el tiempo a-temporal en el cual tiende a manejarse el poder. Sin embargo tienden a fortalecerse cuando operan en red, agregando intereses y demandas, y organizándose para efectuar sus reclamos e intervenir sobre las decisiones. Las ONGs que han logrado operar así son conscientes de la necesidad de usar TICs, son los potenciales constructores y sostenes de las redes ciudadanas, y se encuentran próximas a ello, si bien tienen dificultades para financiarse y capacitarse. Estas dificultades tienen relación, en general, a la forma en la que ellos mismos se perciben. Fabio Márquez, de Voluntarios de Parque Centenario, expresa: ―Somos la clase media, que se viene cayendo‖. Quienes hoy defienden los espacios públicos y la calidad de vida en los barrios de la ciudad son aquellos que no desean seguir perdiendo los beneficios del estado de bienestar. El deterioro de los espacios públicos es el correlato de la privatización de la calidad de vida en el espacio de los flujos. Quienes se mueven en el espacio de los flujos cuentan con comodidades, servicios, espacios verdes, recreativos, seguridad, porque poseen un status y un nivel de ingreso que les permite costearlos. Frente a ellos quienes viven en el espacio de los lugares ven con temor el abandono por parte del Estado, la creciente ausencia, de aquellos espacios comunes, de la asistencia en la educación, el esparcimiento, la salud, etc. Y sienten que al deterioro en sus niveles de ingreso se suma el abandono por parte del Estado. Para estos sectores las TIC, especialmente Internet, pueden ser una herramienta efectiva para fortalecer los vínculos entre las ONGs y la sociedad civil toda, agrupar fuerzas, agregar

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intereses y sobre todo darse a conocer, manifestar su existencia y efectuar sus demandas frente al Estado. Es común que todas las ONGs, en mayor o menor medida, acudan a los medios masivos de comunicación (diarios, TV, radio) para dar a publicidad sus reclamos. Los utilizan como cajas de resonancia y cada vez que lo hacen obtienen algún tipo de respuesta por parte de las autoridades. Pero su presencia en ellos es efímera y no tiene permanencia. Por el contrario la utilización de Internet, los ayudaría a construir y fortalecer vínculos permanentes, espacios de discusión; fortalecería las redes existentes y promovería la creación de otras nuevas. Y además les daría una mayor posibilidad de intervenir en el control de las gestiones de gobierno y participar en la toma de decisiones que los afecten.

Algunas propuestas Es frecuente escuchar en las reflexiones teóricas sobre la Sociedad de la Información, sobre ―los agujeros negros‖ de las ciudades globales (Castells, 1998) o de los ―terceros mundos digitales‖ (Hamman, 1998). Estos conceptos hacen referencia a grandes masas de la población excluidas de los beneficios del mundo globalizado, sin tener nada para comprar ni para vender, ni siquiera su fuerza de trabajo, y que para el sistema resultarán absolutamente irrelevantes socialmente, dado que no son considerados como ―ejército de reserva‖. Las líneas que separen a los unos de los otros, están dadas por su participación en la sociedad de la información, por el manejo de las herramientas informáticas y sobre todo por la participación en los procesos de creación de conocimiento y producción tecnológica. Por eso resulta indispensable la generación por parte de los Estados locales y nacionales de políticas activas que tiendan a la difusión de las TICs, que promuevan el acceso masivo y gratuito de aquellos que no pueden costearlo, y que difundan su utilización. Proponemos una serie de items que creemos deberían ser tenidos en cuenta a la hora de elaborar políticas públicas: 

La promoción de las nuevas tecnologías desde la educación primaria en las escuelas, a fin de que los niños puedan internalizar el uso cotidiano de estas herramientas, como elementos para la información y a la vez como instrumentos para la participación.



La creación y promoción de redes electrónicas públicas que permitan el acceso libre y gratuito. Esto se puede lograr creando una mínima infraestructura de computadoras personales conectadas, instaladas por ejemplo en los CGP (Centros de Gestión y Participación) del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en las bibliotecas públicas, en los Centros Culturales, etc., o promoviendo la constitución de Redes de Acceso Público a la manera de las Freenets, Civic Networks o Public Acces Networks, como son o fueron la Well en la California de los 80, la Cleveland Free-Net,en el 86 y las más recientes que se

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conforman en EE.UU, Canadá, España y tantos otros países, como la NPTN, en EEUU, la National Capital Freenet (NCF) en Otawa, TINET y Valles-net, en Cataluñia, BC Net y Drac-net, en otras regiones de España (Serra, 1996). Para ello, sería necesario promover estudios sobre estas experiencias y sobre la posibilidad y manera de adaptarlas para su utilización en Buenos Aires28. 

La provisión o la colaboración en proveer y/o financiar el equipamiento y el acceso de las ONGs de la sociedad civil al uso de TICs., a través de líneas de créditos ―blandos‖ de bancos oficiales, o por medio de subsidios, etc.



La formación y financiación de equipos técnicos de capacitación e investigación permanente, que brinden formación y asistencia a las ONGs y a las comunidades de la sociedad civil, orientándolos sobre los distintos usos de las TICs, y adaptando sus herramientas a las necesidades de cada sector. Las TICs por sí solas no generan mayor participación, ni promueven la superación de las

barreras del staus, ni las económicas. No son intrínsicamente democráticas. Son sólo herramientas que sirven para comunicar, establecer vínculos, y sostener el enorme flujo de informaciones en el que se basa el sistema económico dominante. Promover su utilización no implica que se vaya a tender a diluir las barreras, ni a generar sociedades más igualitarias y democráticas. Eso depende de la promoción de conductas dentro y fuera de la red que propicien a ello. Lo cierto es que resulta fundamental la difusión del acceso a ellas como condición sine qua non para cualquier proyecto que busque promover esos valores. (Mantovani, 1994. Hamman, 1998). Por otra parte, es necesario que se fortalezcan todos aquellos procesos que tienden a promover la transparencia en la información: la presencia de los gobiernos en la red, y la puesta a disposición de los ciudadanos de toda la información referida a sus gestiones. En los últimos dos o tres años el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires viene trabajando a paso lento pero sostenido, en la implementación de varios proyectos: el Web Site del Gobierno de la Ciudad, la informatización de la Legislatura, el proyecto de informatización de los CGPs, administrado por el PNUD. Es necesario fortalecer y ampliar estos espacios permanentemente, a través de: 28

En este sentido, Artur Serra señala que las redes ciudadanas ―pueden ser una vía para generalizar el uso de las nuevas tecnologías de la información entre aquellos sectores de la población a los que llegan otros medios de comunicación de masas, como la radio o la T.V.‖. Esto, teniendo en cuenta ―el fenómeno de urbanización masiva que se prevé durante las próximas décadas‖, en el cual la población mundial aumentará un 43%, llegando a los 8.290 millones de personas. El 61 % de esa población vivirá en ciudades y de ella, el 79% (4030 millones) residirá en países en desarrollo. Para Serra ―este proceso de concentración de la población en ciudades en países en desarrollo conllevará un déficit enorme de infraestructuras básicas (carencia de alcantarillado, de vivienda, de escuelas, hospitales). Y puede comportar un aumento de las enfermedades y de los conflictos sociales. Pero este proceso de concentración urbana también puede facilitar el acceso de la población a la sociedad de la información, mediante un acceso masivo a la educación y a Internet. Las redes ciudadanas como una de las posibles estrategias en esos países pueden jugar un rol clave‖. Estas observaciones de Serra fueron recogidas de la ponencia que presentara en las II Jornadas Internacionales sobre Ciudad y Redes Informáticas ―La Ciudad en.RED.ada.‖ Universidad Nacional de Quilmes, Diciembre de 1998.

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La capacitación y promoción del uso de TICs en todos los sectores de la administración pública y en todos los niveles jerárquicos, desde los altos funcionarios hasta los empleados.



Una legislación que contemple la obligación por parte de los funcionarios de responder a todas la correspondencia electrónica que reciban, de participar en chateos con los ciudadanos y en distintos foros electrónicos. Y que a la vez los obligue a hacer públicas en la red las rendiciones de cuentas, las declaraciones juradas patrimoniales, etc. Que también contemple futuros mecanismos de debate y participación electrónica .



La creación de un sitio en Internet, donde se exponga toda la información relativa a la administración del presupuesto y las grandes compras. Buenos Aires, aún tiene mucho por hacer para incorporarse a la era de la información. La

formación y consolidación de un espacio virtual para la participación y el enriquecimiento democrático requiere esfuerzos por parte del gobierno y de la sociedad civil. Todavía se está lejos de generar una masa crítica de usuarios que impulse un movimiento sinérgico para la constitución de redes ciudadanas. Las ONGs. serán actores claves en este proceso. Pero es necesario que se genere y extienda un doble proceso o movimiento: uno por parte del Gobierno para extender sus redes, y colaborar en la formación de las redes de la sociedad civil; por el otro, las propias ONGs de la sociedad civil deberán promover y formar las suyas y reclamar el libre acceso a la información. Cuando estos dos movimientos confluyan o hagan ―sinapsis‖ en la red, tal vez podamos dejar de discutir ciertas cuestiones básicas y comenzar a pensar en una sociedad mejor y en democracias más plenas.

Bibliografía ARTOPOULOS, BAUMANN, P y LAGO MARTINEZ, S. (1998) Paper: ―Enclaves Comunitarios en Red. La formación de comunidades virtuales en un contexto de desintegración social‖. Presentado en el SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN URBANA EL NUEVO MILENIO Y LO URBANO Instituto de Investigaciones Gino Germani (Facultad de Ciencias Sociales), Instituto de Geografía (Facultad de Filosofía y Letras, CEUR-CEA, de la Universidad de Buenos Aires. Universidad Nacional de Quilmes. Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Este trabajo puede encontrarse en la publicación electrónica ―La ciudad En.red.ada‖, en www.argirópolis.com.ar. BAUMANN, PABLO Y ARTOPOULOS, ALEJANDRO (1998): ―Redes Comunitarias: dificultades para la formación de Comunidades Virtuales‖. Ponencia presentada en ―La Ciudad En.red.ada‖, IIGG, FCS – UBA. CEI_UNQ. Quilmes, 9 al 11 de diciembre. BORJA, J. Y CASTELLS, M (1996). ―Local y Global. La Gestión de las ciudades en la era de la información‖. United Nations Center for human Settlements. Habitat II, Istambul. CASTELLS, MANUEL. (1997). La Era de la Información. Economía, Sociedad y Cultura. Alianza Editorial. Madrid. FINQUELIEVICH, S., KAROL, J. Y KISILEVSKY, G. (1997) ¿Ciberciudades? Informática y Gestión Local. Instituto de Investigaciones Gino Germani. UBA.

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FINQUELIEVICH, SUSANA Y SCHIAVO, ESTER (1998). (Comp). La Ciudad y sus TICs, Universidad Nacional de Quilmes,. FINQUELIEVICH, S. (1997). ―Aplicación de Informática a la Gestión Municipal. Propuestas para su implementación‖. En: Estudios del Hábitat, Vol. II, Nº5, pp 21-32. La Plata. HAMMAN, ROBIN (1998) ―Introduction to Digital Third Worlds: overcoming the economic and educational barriers to Internet access and online publishing‖. Paper at Hypermedia Research Centre, University of Westminst. August, 1998. In Hypersociology Magazine (http://www.socio.demon.co.uk/magazine/ magazine.html) MANTOVANI, GIUSEPE (1994) ―Is Computer – mediated communication intrinsically apt to enhance democracy in organizations?‖. Paper obtenido en University Libraries – University at Buffalo – State Univ. At NY. RHEINGOLD, H. (1994). La Comunidad Virtual. Una Sociedad sin Fronteras. Barcelona. Ed. Gedisa. SERRA, A. (1997) The role of Community Networkingin the Deployment of Digital City Strategies: The EPITELIO project. Paper presentado en la III European Digital Cities Conference. Berlín, Diciembre de 1997. Disponible en http://www.ac.upc.es/homes/artur SERRA, A. UPC. (1996) Redes Ciudadanas, La Sociedad Civil, protagonista de la era digital. Artículo publicado en la revista NetConexionnº. Nº 9, julio de 1996, Barcelona. Disponible en http://www.ac.upc.es/homes/artur SPROULL, L & KIESLER, S. Computers, networks and work. Scientific American, 1991, 265, (3), 84 – 91. SPROULL, L & KIESLER, S. Connections – New ways of working in the networked organization. Cambridge, MA: The MIT Press, 1991.

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Realidad y ficción de las TICs. Su aplicación en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires29

Hilda Herzer Graciela Kisilevsky30

La relación entre el gobierno local y las TICs ¿Cómo se relacionan los gobiernos locales con las nuevas herramientas: las tecnologías de información y comunicación (TICs)? Más precisamente, ¿Cómo las incorporó la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires? ¿Cómo percibieron los legisladores estas tecnologías? ¿Qué usos les han dado? Este artícul31o muestra algunos de los cambios organizativo-tecnológicos que se introdujeron y proyectaron en los procesos de gestión en la Legislatura porteña hasta 1998. Al mismo tiempo, señala una situación de contraste con respecto al Honorable Concejo Deliberante (HCD)32 y

hace referencia a las limitaciones políticas observadas para implementar la

incorporación de nuevas tecnologías que implican cambios en la cultura institucional, ya que supone la modificación de pautas de organización. Para escribirlo, se efectuó un análisis preliminar de entrevistas realizadas durante el año 1998 a legisladores de los diferentes bloques políticos que integran la actual Legislatura33, con la finalidad de conocer sus percepciones con respecto al uso actual y potencial de las TIC y la potenciación de la participación ciudadana relacionada con ellas. La necesidad de generar transformaciones en la forma de organizar la nueva Legislatura para cambiar su imagen respecto al anterior cuerpo deliberativo de la ciudad y darle mayor transparencia a su gestión, intentando diferenciarse de la imagen de organismo ―viciado‖, crea , 29

Este artículo fue escrito en noviembre de 1998 y presentado en las II Jornadas Internacionales sobre Ciudad y Redes Informáticas. La ciudad en.red.ada. 9 al 12 de diciembre. Universidad Nacional de Quilmes. 30

Area de Estudios Urbanos. Instituto de Investigaciones Gino Germani. Facultad de Ciencias Sociales. UBA. 31

Este artículo se basa en la investigación ―Nuevos paradigmas de participaciñon comunitaria por emdio de tecnologías de información y comunicación. El caso de Buenos Aires‖, PIP CONICET, dirigida por Susana Finquelievich y co-dirigida por Hilda Herzer, Buenos Aires, 1997-1999. 32

A fines de 1997 se realizaron una serie de entrevistas a concejales de los diferentes partidos políticos con los mismos objetivos que a los actuales legisladores. Entonces se concluyó que si bien el Centro de Documentación había digitalizado su información y contaba con red interna la implementación de un sistema informático y de comunicación para el conjunto del cuerpo era muy limitado; el equipamiento era heterogéneo dependiendo de los recursos personales del edil. La intrared no funcionaba y en términos generales existía una escasa percepción de las nuevas herramientas de comunicación privilegiándose el fax, teléfono y por cierto los encuentros personales. 33 Se entrevistó al 15% de los legisladores .

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por un lado, una

confusión permanente entre la necesaria modernización burocrático-

administrativa, el potencial de las tecnologías, la necesidad de generar y difundir información sin claros objetivos y límites establecidos - y la imperiosidad de contar con participación ciudadana. Por el otro, la continua referencia a una situación transitoria en términos físicoedilicios y al potencial del futuro lugar de la Legislatura generó una segunda ilusión con respecto a los cambios que en los procedimientos que el nuevo edificio inteligente puede generar por si mismo. En la discusión política que atraviesa el cuerpo legislativo con relación a esos cambios, las TICs son connotadas con una suerte de neutralidad que no se corresponde con un cuerpo de representación política de la ciudad. La información y cómo se la trasmite y usa posee valoraciones políticas y sociales. Sin ese debate será muy difícil pensar en la utilidad y adopción real de las tecnologías en el contexto del gobierno de la ciudad. En consecuencia, este trabajo se adentra en los intentos expresados de generar nuevas formas de organización de la Legislatura y las limitaciones que emergieron, más que en la conceptualización que sobre las TICs poseen actualmente los legisladores.

La nueva Legislatura Con la reforma de la Constitución Nacional de 1994, la ciudad de Buenos Aires adquirió el status jurídico de ciudad autónoma, por el cual redefinió su perfil institucional. Los ciudadanos porteños obtuvieron el derecho de elegir, por medio del voto, al Jefe de Gobierno, hasta entonces designado por el Ejecutivo Nacional, y de dictar su legislación fundamental. El 6 de agosto 1996 el Dr. Fernando De la Rúa asumió como Jefe de Gobierno electo de la ciudad, y ese mismo año se sancionó la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la cual se estableció la convocatoria a elecciones directas para la Legislatura Porteña, que se realizaron a fines de octubre de 1997. Los diputados de la ciudad asumieron su mandato el 4 de diciembre de 1997 y realizaron su primer sesión en el edificio provisorio, el Centro Cultural General San Martín, el 10 de diciembre. Es necesario aclarar que la Legislatura se conforma con 60 diputados, cuyo mandato es de cuatro años.34 Sus principales atribuciones son legislar mediante la sanción de leyes, resoluciones y declaraciones en materia administrativa, fiscal, descentralización política y administrativa, educación, salud, cultura, desarrollo económico, servicios públicos, poder judicial. Los aspectos referentes al código urbano, ambiental y edificación, al destino y uso de bienes inmuebles públicos requieren procedimiento de doble lectura (despacho de comisión,

34

La conformación partidaria es la siguiente: Alianza (UCR- FREPASO) 37 Diputados; Partido Justicialista 11 Diputados; Nueva Dirigencia 11 Diputados; Unión por Todos 1 Diputado

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aprobación en la Legislatura, audiencia, y vuelta para su aprobación a la Legislatura), es decir, tiende a instrumentar mecanismos de democracia semidirecta que garanticen una mayor participación ciudadana. Al asumir la Legislatura una de las primeras sanciones fue la de su reglamento interno (Res.1 15/12/97), el marco regulatorio necesario para poder establecer las tareas administrativooperativas del cuerpo, que en su etapa inicial ―echó mano a lo viejo‖, es decir a los procesos y estructura de trabajo utilizados por el Concejo Deliberante. Entre las herencias del HCD se encontraba el personal del antiguo cuerpo, cuya estabilidad laboral estuvo en discusión; comenzó su proceso de reubicación y transferencia, pero muchos de ellos eran necesarios para garantizar el funcionamiento de la nueva institución. (Los concursos para incorporar nuevo personal a la Legislatura fueron convocados en mayo de 1998 para las categorías inferiores). Ester factor incidió significativamente en la percepción de los funcionarios hacia las TICs. El lugar de trabajo de la Legislatura designado como sede provisoria, hasta la remodelación de su antiguo edificio ―el Palacio‖, fue el Centro Cultural General San Martín. La instalación física y tecnológica fue provisoria; se trabajaba por un lado, en condiciones de hacinamiento y por el otro, de dispersión, dado que muchos legisladores tenían sus oficinas en las manzanas aledañas al edificio.

La nueva Legislatura y las posibilidades de participación ciudadana La nueva constitución introdujo mecanismos de democracia semidirecta- la audiencia pública, el referéndum, la revocatoria de mandato y la iniciativa popular-. Se ha avanzado en la reglamentación e instrumentación de los mismos para algunos casos tales como la discusión del código de edificación, la rezonificación de algún barrio, o para establecer áreas protegidas o patrimonio histórico. Asimismo se ha establecido la posibilidad que los ciudadanos participen en las reuniones de las 20 comisiones que se han creado. Las comisiones tienen carácter público y pueden asimismo convocar a audiencias si el tema lo requiere. Tienen plazos estipulados para expedirse. Las comisiones intentan tratar cuestiones de orden más general en la medida que supone la sanción de leyes, mientras que las vinculadas con acciones puntuales pueden ser remitidas directamente al ejecutivo para su resolución. Los testimonios de los legisladores denotan el cambio de actitud de la institución: ―La Legislatura ha empezado a proporcionar canales de participación que antes no existían; existe una Legislatura mucho más abierta a la gente que la que había antes y esto también conlleva a que la Legislatura esté mucho más expuesta‖, afirma un legislador. ―La Legislatura tiene que responder a toda la ciudad y no a un sector determinado; la agenda tiene que ser consensuada y tener un funcionamiento que dé respuesta a los intereses generales de los vecinos, no a los vecinos A o B cuando se movilizan más o menos, o por que

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hacen más o menos ruido; lo que no quiere decir que la Legislatura tenga una respuesta vinculada a la demanda sectorial‖. ―La Legislatura es donde se tienen que producir leyes de fondo para la ciudad. Después están las resoluciones, las declaraciones que hace la Legislatura que toma un rol activo, protagónico, para dar solución a las demandas de la gente pero eso tiene que estar articulada y concertado con todos los bloques y además teniendo siempre en cuenta el interés de la ciudad en su conjunto y no de un sector. Obviamente, para lograr esta armonía y este equilibrio la información que llega al legislador tiene que estar lo suficientemente articulada‖.

Cambios en la gestión institucional En marzo de 1998, la comisión de labor parlamentaria presidida por Aníbal Ibarra (Vicepresidente 1º) creó el ―Grupo Gestor‖. La idea de aplicar una ―lógica de gestión a la Legislatura‖ había comenzado a forjarse durante la campaña electoral del año 97 entre representantes de los grupos políticos de la Legislatura. Se trataba de ―aggiornar la lógica política‖. ―Queremos una institución con soporte técnico, capacitación de sus integrantes en redes e Internet (incluidos los legisladores), procedimientos rápidos y eficaces‖ en palabras de uno de los dirigentes políticos. ―En la actualidad los procedimientos suponen pérdida de tiempo.‖ El grupo gestor de esta iniciativa se conformó con dos representantes de cada bloque, el Secretario Administrativo, Secretario Parlamentario, un coordinador operativo y los miembros de una consultora. Este grupo elaboró un informe que sería debatido en el recinto hacia mediados de noviembre de 1998, pero que fue postergado para el año 1999. Supuestamente, se trataba de un diagnóstico institucional y conformaba la base del proyecto organizacional de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. En realidad, es un programa de modernización ― una estrategia consensuada para colocar al cuerpo a tono con las demandas y expectativas de la ciudadanía y los legisladores‖. Incluye insumos tecnológicos en los procesos organizacionales, y el establecimiento de las condiciones necesarias para el fortalecimiento de la Legislatura como órgano de gobierno, teniendo como imagen una que contraste con la del ex Concejo Deliberante. Se produjeron hechos inéditos en la política local: los representantes de todos los bloques acordaron mejorar el ámbito en el que actúan; se abandonaron las disputas coyunturales para trabajar sobre un planeamiento a largo plazo de la organización; se buscó el asesoramiento de un equipo externo; la forma de trabajo del grupo era dinámica y con alto nivel de compromiso: se reúne una vez por semana, con un 80% de asistencia, respeta los horarios, prefija los temas de cada reunión y entrega una síntesis de la misma. La consultora externa al organismo realizó una encuesta a los legisladores, con un 50 % de respuesta. El grupo se reunía con cada uno de los bloques y también se organizaban

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reuniones con grupos focales, por ejemplo con 14 organizaciones no gubernamentales con las que se evaluó su relación con la Legislatura, imagen, expectativas y demandas. Posteriormente, se elaboró un informe todavía no aprobado por el cuerpo. Esta reunión con algunas ONGs generó un conjunto de suspicacias políticas acerca del rol de las ONGs, su representatividad social, su capacidad de hacer lobby y su posible competencia con los partidos políticos. ―Hay un grupo gestor, en el cual hay dos participantes por cada bloque. Hay un documento que tiene que ver con nuevas instancias de gestión, de comunicación interna dentro de la Legislatura, teniendo en cuenta cómo juega la lógica administrativa, la lógica política, las comisiones de trabajo. Todos son acuerdos multipartidarios que nunca existieron en el Concejo Deliberante. ―Hemos planteado dentro del grupo gestor, la incorporación de todos los elementos tecnológicos que nos sirvan para mejorar la gestión - desde la notebook en la banca hasta un banco de datos totalmente accesible para la ciudadanía en general, que la Legislatura tenga su lugar en Internet, e inclusive se habló de tener terminales en forma directa en los medios de comunicación, a través de un enlace. Se trata de incorporar aquella tecnología que posibilite mejorar la comunicación interna y externa, abierta a la gente. ―Creo que va a haber más transparencia. Se genera un marco en el cual determinadas pautas políticas no deseables van a ser muy difíciles de practicar y es el desafío que tenemos por delante: el de generar un modelo de institución legislativa que de respuesta a lo que estamos planteando y que sirva como marco de actuación de los legisladores y no al revés, que la institución legislativa sea el resultado de una práctica política determinada.‖ ―Hay muchas comisiones porque todos quieren ser presidentes. Pero al ser tantas ya no representan poder, nadie querrá resignar su sillón...‖

¿Cuáles fueron las limitaciones que se encuentran para llevar adelante la reorganización de la Legislatura? 

A)El grupo gestor y el resto de la Legislatura funcionaban en tiempos distintos ―vamos más rápido que lo que la cultura política del cuerpo puede admitir‖, en particular, cuando se intentaba pensar en un modelo de gerenciamiento que prescinde de las racionalidades y comportamientos políticos existentes.



B) Hubo choques con quienes no creían que el cambio fuera necesario; ―Los nuevos legisladores que no supieron comprender la experiencia que se había atesorado en el Concejo, que contaba con personas con experiencia parlamentaria y en los procedimientos‖, que en un inicio se pensaba prescindir de ellos, hasta que se dieron cuenta que era necesario poner énfasis en la organización de una carrera administrativa en la Legislatura, y ello supone una cierta capacitación laboral.



C) La centralidad del ejecutivo, la extensión de los períodos de confrontación electoral, la prevalencia de lo urgente por sobre las cuestiones de fondo y la lucha por los espacios personales de poder son elementos que se asociaban a cierta falta de claridad respecto a las tareas de la Legislatura. ―Hay poco tiempo para tratar leyes y profusión de normas menores (se trata de sanciones sin madurez)‖. En realidad la institución debe generar legislación y

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para ello debe crear consensos. ―Existe la creencia de que el consenso es igual a un poco de lo que dice cada uno‖, pero simultáneamente debe responder a las demandas de los grupos socio-políticos y para ello muchas veces genera proyectos puntuales que de acuerdo al nuevo reglamento de funcionamiento de la Legislatura, la presidencia debiera remitir directamente al ejecutivo; aunque aún se contempla en el nuevo reglamento la posibilidad de generar proyectos de resolución y de declaración (artics. 176 y sigs. Reglamento de la Legislatura- XII/97). 

D) El hecho de que la calidad del legislador se midiera por su producción cuantitativa – su productividad- (basta sólo con leer los informes del funcionamiento del CD elaborados por el CEDOM en los que se destaca la labor del concejal por la cantidad de proyectos presentados más allá de la calidad intrínseca y relevancia de los mismos; o de la misma forma, la productividad de los bloques).



E) Alta dispersión por el número de comisiones: el número de comisiones (actualmente 20) y de juntas (n=3) existentes era muy elevado y quitaba tiempo a los legisladores para asistir a todas las reuniones. Se superponían los horarios y no podían profundizar los temas, lo que implicaba una falta de dinamismo en el trabajo. Se trataba de un modelo político-organizacional de larga data, en el que la distribución

de las comisiones se acuerdan y distribuyen de acuerdo a las proporciones político-electorales logradas. Frente a una propuesta de la Alianza35 de generar un acuerdo para lograr mayor eficacia, transparencia y comunicación, los grupos políticos minoritarios que participaban del mismo la percibían como hegemónicamente manejado por la mayoría y les generaba recelos. ―Se han contratado algunos expertos cuyo fin es estudiar y hacer eficiente el funcionamiento legislativo de la casa, aumentando la cantidad y velocidad de la información. Pero, la verdad, no he notado mayores cambios‖. ― Presenté en esta Legislatura un proyecto para que hicieran la página Web. Por supuesto lo cajonearon porque es función de la Vice-presidencia de la Legislatura ocuparse de estos tipos de cosas‖ Toda la cuestión de las TICs en la Legislatura era a futuro, a su potencial y al nuevo edificio. Más cercana, pero también hacia el futuro, era la página Web. Esta página aparecía en competencia, para algunos grupos políticos, con la página del CEDOM36. Esto mostraba

35

La Alianza UCR-FREPASO es la coalición de la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario conformada en 1997 y es mayoritaria en la Legislatura. 36 EL Centro de Documentación Municipal fue creado en l979 y depende desde 1984 del Concejo Deliberante. Tiene a su cargo la sistematización e informatización normativa de la actual Legislatura. Para más detalles Cf. Kisilevsky G.(l998) “¿Podrán las nuevas tecnologías de información y comunicación fomentar formas más flexibles de relación entre los representantes políticos y la ciudadanía?‖ Ponencia presentada al seminario ―El Nuevo Milenio y lo Urbano‖.IIGG

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elementos en la discusión del proceso de informatización por los diferentes posicionamientos políticos en la Legislatura, que respondían a diferentes alineamientos y tomas de posiciones de poder. El director del CEDOM planteaba que más allá de lo que la Legislatura hiciera, el CEDOM conservaría su página WEB, porque era un derecho adquirido. En realidad, lo que existía en ese momento era lo que impulsaban individualmente algunos legisladores -sus paginas propias o del bloque, o de sus partidos políticos, la distribución de información en disquetes a las ONGs, académicos, amigos, etc.- como parte de su posicionamiento político en la Legislatura y de la difusión de sus actividades como parte de sus campañas.

El equipamiento informático En el transcurso de 1998 la Legislatura adquirió algunos equipos para instalar provisoriamente en el Centro Cultural Gral. San Martín. Según el proyecto37 a implementarse en la sede provisoria, se instalarían 68 equipos conectados en red y se adquiriría un servidor que pudiera albergar una red interna y la página web de la Legislatura. De las entrevistas realizadas en la Legislatura surge, - aunque con un alto grado de confusión con respecto a la instalación existente – que algunas comisiones se beneficiaron con estos equipos y con la conexión a Internet, pero la mayoría de los legisladores manifestaron que los equipos instalados en sus oficinas eran de su propiedad y carecían de conexión a Internet.38 ―Tengo dos computadoras acá y otra en la otra oficina. Son computadoras nuestras. Nos iban a dar una para cada legislador pero todavía no. Es una promesa‖. ―Esto es dramático; acá se gastan fortunas en fotocopias y en pilas de resmas de papel. Si tomamos la cantidad que se gastó en papel y pasamos eso a cantidad de computadoras, no quiero ni pensar cual es la ecuación... Esa red se va a establecer cuando nos mudemos, hasta ahora no he visto nada.‖ La dispar capacidad de las computadoras en funcionamiento y el hecho de que muchos legisladores tuvieran sus oficinas en los alrededores de la sede, representaba un obstáculo físico y económico para ser incorporados a la red interna. Esta red, aunque pensada según el proyecto, como soporte técnico a la tarea legislativa, era desconocida por los diputados en cuanto a las dependencias conectadas y su utilización. La presentación de los proyectos, la entrega de las

Noviembre 23 y 24,1998.

37 38

El proyecto fue elaborado por la Secretaria Administrativa del cuerpo. Situación semejante al HCD

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ordenes del día de las sesiones y comisiones, y la documentación e información que generaba su trabajo seguía realizándose por las vías habituales: en mano y por la ventanilla correspondiente. ―La información interna en la Legislatura circula por medio de memorándums y comunicaciones internas.‖ ―La información circula por vía manual. Acá se han tenido que suspender sesiones porque estaban sacando fotocopias.‖ Cuando la Legislatura asumió, el CEDOM estaba informatizado, tenía conexión en red y una página oficial del CD. Este organismo, debido a la mudanza temporal del cuerpo al Centro Cultural San Martín, trasladó parte de su personal al edificio provisorio para atender las necesidades de los nuevos legisladores y al público. La oficina que funcionaba en la sede provisoria carecía de enlace con la Dirección del CEDOM, que continuaba funcionando en el ―Palacio‖. En consecuencia, cuando se solicitaba legislación comparada o proyectos antecedentes, los empleados del CEDOM debían trasladarse al edificio del ex Concejo Deliberante. El CEDOM conservaba su página web, en la que puede encontrarse las leyes sancionadas mientras se elabora una nueva Home Page para la Legislatura. Los asesores legislativos eran quienes principalmente utilizaban las computadoras como procesador de texto, ya que las mismas carecían de acceso a la red interna o a Internet. Estos hechos muestran que el uso de tecnología informática era limitado. Las restricciones eran atribuidas a la situación provisoria que se vivía en el edificio , la que se intenta cambiar a medida que se van haciendo las cosas y la percepción de la mejora se deposita en el futuro funcionamiento del edifico inteligente.

El proyecto de la secretaría administrativa Paralelamente a mediados de este año, la secretaria administrativa de la Legislatura (dependiente de la vicepresidencia primera del cuerpo) y cuyo objetivo es el de ―proveer servicios de calidad a las/os diputadas/os de la ciudad de Buenos Aires y garantizar las mejores condiciones operativas para la realización de su labor legislativa‖ redacta un informe de su gestión de los primeros

6 meses de funcionamiento que plantea las siguientes metas y

prioridades:  Rediseñar y acondicionar el Palacio Legislativo, antes del mes de noviembre de 1998, para adecuarlo a las exigencias de una Legislatura moderna.  Diseñar e implementar, durante 1998, tecnologías de gestión en los aspectos organizacionales e informáticos que garanticen los valores de transparencia y eficacia .  Dotar a la Legislatura del personal necesario mediante concurso público de antecedentes y oposición finalizando antes de marzo de 1999. Asegurar su capacitación y entrenamiento permanente.

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Las tareas realizadas en la sede provisoria, hasta la fecha del informe 39, tenían que ver con

un sistema de liquidación de haberes y adaptación del sistema de gestión de

aprovisionamiento existente en el Concejo Deliberante y del sistema de seguimiento de expedientes. El nuevo proyecto “inteligente”: la opinión de los legisladores  Cada legislador y cada comisión parlamentaria tendrán sus equipos conectados a la red y acceso a Internet.  La Legislatura tendrá su sitio web con información institucional y acceso a través de un enlace al CEDOM.  Se prevé instalar en el Palacio legislativo un sistema de expedientes electrónicos con firma digital mediante lápiz óptico, amparado en estrictas normas de seguridad.  Los circuitos administrativos y parlamentario se operarán desde la red.  La red será de acceso público. Los ciudadanos podrán acceder mediante PC con módem o concurriendo a las sedes descentralizadas de la Legislatura40.

Hacia el exterior del legislativo planteaba la creación de sistemas de comunicación. Buscaba crear una red de participación ciudadana, a través de medios electrónicos, que permitiese una fluida interacción entre los ciudadanos y las organizaciones sociales entre sí como con la Legislatura y los miembros del cuerpo. Sustentaba el ―libre acceso a toda la información disponible en la red‖. La primera etapa contemplaba una experiencia piloto de conexión de 5-7 núcleos barriales concebidos como espacios físicos para la instalación del equipamiento, el dictado de los cursos de capacitación, y demás actividades que requierese el proyecto. Se proponían criterios para localizar territorialmente a los núcleos barriales: partir la ciudad en 5 áreas con base

en

densidad

poblacional,

participación

político-administrativa

de

la

futura

descentralización de la ciudad y condiciones de accesibilidad y/o comunicación; distribución espacial equilibrada en términos de cantidad de las organizaciones sociales de la ciudad. El proyecto del sistema a instalar en el Palacio Legislativo rehabilitaría el viejo edificio del HCD y lo transformaría en un ―edificio inteligente‖ cuyo soporte técnico sería un 39

Informe básico de la gestión. Producido por la secretaría administrativa. Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. 25 de Junio 1998. 40

No se determinan cuáles son esas sedes descentralizadas de la Legislatura, si coincidirán con los Centros de gestión y participación actuales y/o con las futuras comunas cuyos límites territoriales la Legislatura debe sancionar.

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controlador informático central que controlaría y sincronizaría iluminación, aclimatación, incendios, vigilancia. Contempla 600 puestos dobles (datos y voz), conexión Internet, computadoras portátiles en cada una de las bancas con Internet y correo electrónico para recibir mensajes de los vecinos, correo electrónico (intranet y ―el mundo‖, las direcciones de los legisladores serán públicas), transmisión de las sesiones por pantalla gigante, Internet, y canal de cable.

El nuevo proyecto “inteligente”: la opinión se los legisladores ¿Era el proyecto de modernización tecnológica un tema prioritario en la vida cotidiana de la Legislatura? No, a juzgar por la circulación de información interna sobre el tema. Muchos legisladores conocieron la noticia del futuro edificio inteligente en el que funcionará el Cuerpo a través de la prensa. La mención de este proyecto y la particularidad de que tendrán computadoras portátiles con acceso a Internet y correo electrónico al que los vecinos podrán hacer llegar sus mensajes durante la sesión, suscitó diferentes reacciones:

―Quiero ser sincero yo no sé si eso sirve o no. Habría que verlo en la práctica. No me lo imagino. ¿Qué pasa si en alguna sesión me llama un vecino? ¿Si un vecino me dice algo, sería justo que alterara mi opinión sobre una votación? ―Nosotros nos reíamos porque todo eso. Para nosotros es como un sueño porque es tan precario todo. En el teatro San Martín no tenemos ni siquiera una mísera computadora. Tuvimos que comprarla nosotros... Nos parece mentira la transformación‖ En las entrevistas, se percibía entre los legisladores su desconocimiento acerca de la operatoria y de la realidad de las tecnologías, cómo funciona la comunicación y para que sirve. Aunque mostraban una actitud más abierta que los anteriores concejales con respecto a las nuevas tecnologías, no dejaba de ser temerosa en cuanto a las habilidades que estas requieren.

―...la van a llamar Legislatura inteligente, todo computado, sin papeles. Yo le tengo cierto terror a todo eso, porque evidentemente tengo falencias, mas de 2 botones para mí es un drama‖ ―... somos 60 legisladores de los cuales, no todos sabemos manejar una computadora, empezamos por ahí; es más, muchos se deben pelear con una computadora‖ ―Algunos legisladores le tienen miedo al parlamento virtual‖ La otra cuestión que se planteaba es más de tipo ideológico: cómo pasar de una situación de escasez a una de equipamiento sofisticado.‖ Es como alguien que vive carenciado en una villa y le ponen un traje‖.

Qué se requiere para estimular la participación ciudadana y mejorar los procesos de gestión?

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Para los legisladores la información adquiría un papel protagónico para incentivar la participación. Junto con los mecanismos de democracia semidirecta estipulados en la Constitución, se reivindica el rol fundamental que aquella juega para enriquecer y fortalecer la participación. Sin embargo, no se debatía cuál era el tipo de información que debía difundirse, ni los canales o vías efectivas- radios, televisión, diarios, red de boletines, hojas informativas, teléfono, Bulletin Board System, o sea medios de comunicación masivos y/o red de comunicación local - para hacer su distribución no sólo más masiva sino más eficaz articulando los medios de comunicación con niveles más micros.

―Vos podés crear 800 mil instituciones para participar, pero si no hay una información adecuada para la ciudadanía...la información es parte de la posibilidad que tiene para acceder al poder la gente, me parece que eso es bastante claro .‖ ―Las computadoras en las bancas serían un avance sustancial, pero creo que es una más de las formas de participación. La forma de participación de la gente es muy difícil de cambiar, más cuando la gente se organiza por sus propias demandas. Es una alternativa más‖...Creo que no debería ser excluyente de ningún otro sistema‖. Los legisladores expresaron cierto resquemor con respecto a que las TICs, utilizadas como herramienta de comunicación y de acceso a la información, pueden ―reforzar la segregación social‖ debido a que no todos los ―grupos sociales‖ poseen computadora o módem. Sin embargo, frente a la implementación del proyecto de nodos barriales, la cuestión no llega a ser profundizada. El antídoto al efecto segregador que pueden tener las TICs es mantener la relación cara a cara con los vecinos.

―La segregación la evitamos manteniendo la misma dinámica de trabajo que tenemos hasta ahora, y siguiendo vinculados con ONGs, con las sociedades barriales, asociaciones de vecinos‖...―No hay otra forma que la relación cara a cara. Si hay otra que me la digan‖ ―... la informática, si bien es muy buena, la tomo como una herramienta para trabajar mejor, pero eso a mí no me da el contacto con la gente. Yo por una maquinita no me comunico con la gente. Informo, trabajo, es buenísima para acelerarme un montón de cosas, pero momento: el vínculo con la gente es personal... El contacto con los vecinos lo tengo en una asamblea. Todo lo demás es complemento, es mejora‖ Estos comentarios revelan que si bien las computadoras son percibidas como una posible herramienta de comunicación de la información, se le sigue otorgando una fuerte significación al contacto cara a cara, como la manera más primaria y efectiva de hacer política.

¿Qué cambió entre el pasado y el presente?

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¿Qué diferencias existen entre el Concejo Deliberante y la Legislatura Porteña? A diferencia del antiguo cuerpo, la implementación del proyecto de incorporación de TICs es una prioridad. En el HCD el proyecto había sido impulsado por un organismo, el CEDOM, sin que los legisladores o algún grupo de la sociedad lo demandase y que no tenía como función propia la misión de ocuparse de la estructura y la organización institucional. Por el contrario, en la Legislatura se constituye una comisión especial, el Grupo Gestor, que se propone llevar adelante un cambio institucional en el marco de una reorganización consensuada entre todos los bloques políticos, con un plan de trabajo coordinado desde la vice- presidencia a través de la Secretaria Administrativa del nuevo cuerpo. Este proyecto se propone acompañar el proceso con instancias de capacitación que han comenzado en octubre de 1998, iniciando a 15 personas en el manejo de redes e Internet. La incorporación de TICs es percibida a como soporte instrumental del Programa de Modernización. Los legisladores se muestran más sensibles al uso de tecnología y ésta es aceptada sin mayores reflexiones sobre su utilización, las necesidades que ellos tienen de la tecnología, del tipo de tecnología, dónde hay que implementarla, o áreas prioritarias para equipar. Aunque el potencial de las TICs a implementarse es positivamente percibido por los legisladores, su discusión sigue estando pendiente. Al igual que en el HCD, desconocen los alcances de la intranet instalada en la sede provisoria, y hasta hay confusión con respecto a la vía por la que acceden a la información. La circulación de información dentro del cuerpo y hacia la sociedad sigue siendo conflictiva. Salvo alguna difusión por vía electrónica o en papel, de iniciativa personal, no hay desde la institución ningún medio de difusión masiva de su gestión. La presencia en los medios de comunicación de los legisladores responde generalmente al ―escándalo‖, la mención de algún aspecto negativo sobre la institución – pero esta presencia, responde también al propio aparato de prensa del representante. Es decir, por el momento la apuesta más formal para que la ciudadanía acceda a la información, es la presentación de la futura página Web de la Legislatura para quienes poseen los medios para hacerlo.41 En éste sentido, la publicación de información en una página web es bien recibida por los diputados, aunque pareciera insuficiente. La información adquiere un rol fundamental, para la labor parlamentaria de los diputados y como herramienta que enriquezca cualitativa y cuantitativamente la participación ciudadana. Sin embargo, la importancia que la información tiene se resolverá en el futuro cuando dejen ―el edificio provisorio‖. Mientras tanto muchos de los vicios y mecanismos del

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No nos referimos aquí a la publicación de convocatorias para audiencias públicas, u otra publicación de carácter obligatorio, aunque estas publicaciones sólo aparecen en dos diarios de la Capital y algunos legisladores opinan que ese ámbito es algo restrictivo y debiera ampliarse a otros medios barriales y otros canales de información pública.

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HCD parecen estar presentes: la información queda encerrada en los circuitos propios hacia el interior del cuerpo y poco se difunde hacia el resto de la sociedad. La apertura al público de las comisiones de trabajo del cuerpo y la reglamentación de los instrumentos de democracia semidirecta representan un cambio sustancial con respecto al HCD. La imagen de una ―Legislatura abierta‖ predomina en las entrevistas; aumenta el intento de dar protagonismo a las organizaciones sociales y al contacto con ―la gente‖ para la toma de decisiones. La implementación de las audiencias

no ha dado aún sus frutos, aunque si

comienzan a suscitar algunas reflexiones en cuanto a su alcance real

(número y

representatividad de los participantes en el caso de las organizaciones sociales, su capacidad de lobby, su competencia con los partidos políticos), y a los mecanismos a través de los cuales se informa su realización, vinculándolo al reciente inicio de esta práctica. Actualmente, se combinan las formas de vinculación de los representantes políticos con los ciudadanos practicadas en el HCD –mediante los dirigentes políticos y sociales barriales, o a través de las organizaciones que demandan directamente en la oficina del representante, o a través del local partidario-, con el cambio de disposición de algunos legisladores- contactos directos con ONGs y/o asociaciones intermedias- y la creación de nuevos instrumentos de participación – audiencias, etc. La persistencia de los mecanismos más corrientes puede ser atribuida principalmente a dos motivos: al arraigo significativo de la relación interpersonal 42 y directa, y a que el legislativo es una especie de caja de resonancia de todas las demandas. ―El vecino va más a la Legislatura, a un legislador que a un Centro de Gestión y Participación o al ejecutivo.‖ Este hecho genera contradicción entre la misión de la Legislatura de sancionar normas de carácter general y la resolución de la demanda concreta y puntual que plantean buena parte de los vecinos. Según muchos de los legisladores entrevistados, la falta de conocimiento de las funciones que tiene la Legislatura, ―una práctica cultural‖ y la falta de espacios claros para canalizar estas demandas a través del ejecutivo de la ciudad, es lo que genera esta tensión. Se está tratando de llevar adelante una modificación en los procedimientos que permite derivar directamente los pedidos desde las comisiones de trabajo de la Legislatura hacia el Ejecutivo. A pesar de ello, el número de proyectos puntuales que se presentan sigue siendo importante y se expresan bajo la forma de proyectos de declaración. ―A la gran mayoría de los proyectos los

“ Pero momento, el vínculo con la gente es personal. A través de un programa de televisión de x puntos de rating estoy accediendo a tantos miles de ciudadanos, pero no estoy accediendo como yo quiero acceder. Apenas si estoy mediatizada; pero eso para mi no es el contacto con los vecinos. Yo el contacto con los vecinos lo tengo en una asamblea. Todo lo demás es complemento, es mejora, me hace existir en algunos casos porque hoy si no estás en la televisión no existís...” opina un legislador. 42

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denomino basura, porque proponen tapar un bache o poner una luminaria. Yo mismo he cometido estos vicios. Estamos perdiendo el tiempo para tratar los temas de fondo‖. Para algunos legisladores, al igual que los concejales, sigue primando su compromiso de representación con un barrio o zona determinada de la ciudad, frente a quienes comprenden que su representatividad está comprometida con toda la ciudad. Este aspecto incide también en el tipo de sanción parlamentaria que tienden a producir y el vínculo con la ciudadanía.

Conclusiones El nuevo cuerpo legislativo, en el momento en que este trabajo se realizó, atravesaba por una situación de transición. Una transición que implicaba avanzar hacia su nueva misión y la diferenciación de imagen respecto del HCD, institución afectada por múltiples denuncias de corrupción en los últimos años, así como de allanamientos de las oficinas y procesamiento de algunos concejales (incluido el presidente del HCD), en particular hacia fines de 1997. Parte de las denuncias se vinculaban con la incorporación a la planta del HCD de personal ficticio o bien la utilización de fondos públicos para remunerar a algunos militantes dedicados a la actividad partidaria. En este contexto, se plantea la ―fundación‖ de un nuevo cuerpo legislativo moderno pero aún impregnado por las prácticas políticas del HCD. La modernización contempló la remodelación del ―palacio‖ que incluía la instalación de la infraestructura de cableado, enlaces telefónico, y equipamiento para la incorporación de TICs. Mientras tanto el cuerpo funcionó temporalmente en el Centro Cultural San Martín en condiciones de hacinamiento y dispersión de las oficinas de los legisladores. En este marco, el edificio inteligente y la mudanza se convirtieron en la ilusión de cambio. Al igual que en el HCD, los legisladores entienden que el uso de las herramientas de información y comunicación se vincula, fundamentalmente, con la agilización del proceso contable administrativo y con el acceso a la información a través de una página web. Sin embargo, los contenidos de la misma - qué publicar, cómo presentar un acceso sencillo a la información,

su organización,

utilidad que debe brindar-

no llegan a ser discutidos

políticamente en el cuerpo, siendo una de las deudas pendientes. Esta percepción niega, por ejemplo, la posibilidad de usos interactivos porque se desconocen sus potencialidades y porque se piensa que el acceso de la ciudadanía es aún muy limitado. En este sentido se impone un proceso de capacitación. A partir de la mudanza al nuevo edificio todas las dependencias, incluyendo las oficinas de los legisladores, están conectadas por una red interna para la gestión de trámites, la consulta de información y comunicación. Pero el conocimiento limitado de los legisladores con respecto a la informática y a las capacidades de funcionamiento en red hacia el interior del cuerpo y hacia

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el exterior, es una de las limitaciones para la transformación de la gestión y prácticas políticas. A esta limitación se suma el desfasaje entre los tiempos políticos y la aceleración que puede promover la incorporación de TICs. Los tiempos que requieren la negociación de las propuestas entre los distintos grupos interesados son más lentos que lo que pueden reflejar los registros de estas instancias; las presiones e intereses en juego están cargados de un alto costo político que dificultan la implementación de TICs para transparentar estos ámbitos. A medida que se avanza hacia la transformación hay que destacar dos cambios importantes: que la organización del nuevo cuerpo se llevó adelante a través de la creación de un espacio de consenso en el que participaron todos los bloques que la conforman y que la incorporación de TICs entró tímidamente en la agenda de discusión junto la propuesta de modernización. En consecuencia, la no incorporación de todos los miembros en un proceso de capacitación pone en riesgo el éxito de la propuesta. La cultura organizacional del HCD caracterizada como una institución vuelta hacia el interior, donde la información era un bien del representante político, más allá de la voluntad política expresada, corre el riesgo de perpetuarse a través de las prácticas. En este caso, las TICs lejos de modificar aquella situación reproducirán estas condiciones, si no se acompaña este proceso con un esfuerzo de capacitación y posterior debate que evite una implementación informática bloqueada, que favorezca

el surgimiento de redes compartimentadas hacia el

interior de la organización con distintos tipos de información, distintos tipos de acceso y posibilidades de apropiación de las mismas. No olvidemos que el tendido de redes informáticas es invisible, intangible, comparada con la magnitud y presencia de una obra física, concreta, visible, cuya realización puede atribuir rédito político a los representantes. El enfoque prevaleciente entre los representantes políticos de la ciudad entrevistados muestra un apego en el tratamiento de las TICs a un enfoque ciertamente tradicional de la ciudad, el desarrollo urbano y político, donde prima la consideración de la forma física construida. Significa también una ligazón a nociones de espacio y tiempo como variables independientes y ello afecta severamente o limita el grado en que las TICs pueden ser incorporadas en los ámbitos de gestión urbana. Un político de una ciudad del norte de Inglaterra afirmaba, ―dentro del Concejo, tenemos un montón de políticos locales inteligentes, pero no son muy buenos discutiendo el marco conceptual de las TICs; les gusta sentir, tocar, saber qué está pasando en la ciudad. Les gusta ser prácticos‖.

43

En síntesis, los legisladores están aún

embebidos en los aspectos físicos y tangibles de las ciudades.

43

Graham S y Simon M. (1996) Telecommunications and the city. Electronic spaces, urban places. Routledge, USA.

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Bibliografía Canadian Centre for Management, Development/Centre Canadien de gestion.(1995) Governance in a changing environment. Canadá. Finquelievich S. et al (1996) ¿Ciberciudades? Informática y gestión local. Ediciones CBCInstituto Gino Germani. Buenos Aires. Graham S y Simon M. (1996) Telecommunications and the city. Electronic spaces, urban places. Routledge, USA. Kisilevsky G.(l998) “¿Podrán las nuevas tecnologías de información y comunicación fomentar formas más flexibles de relación entre los representantes políticos y la ciudadanía?‖ Ponencia presentada al seminario ―El Nuevo Milenio y lo Urbano‖.IIGG

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TELECENTROS EN MEXICO: DESAFIOS Y POSIBILIDADES Scott S. Robinson

Nuevos equipamientos urbanos: LA PROPUESTA Los telecentros son una nueva figura en el panorama institucional inducido por la revolución digital que vivimos. Desde el inicio de la década representan un intento en muchos países (véase y ) para crear lugares que ofrecen acceso al nuevo dominio digital de la Internet (femenina por su fertilidad). Son espacios públicos, no necesariamente gratuitos, donde cualquier persona puede consultar la novedosa biblioteca pública en que la Internet se ha transformado en los últimos años, además de comunicarse vía correo electrónico con quien desea. En una instalación sencilla, 5 PCs en un cuarto apropiado, con un pizarrón y una conexión confiable a la red, un telecentro también puede ofrecer capacitación en los múltiples aspectos de la tecnología de informática. Difieren de los ―cybercafés‖ porque los telecentros permiten y fomentan la construcción del dominio público y la oferta de cursos de capacitación en los oficios digitales, además de la educación a distancia con apoyo de tutores en los respectivos temas. Un telecentro en un compromiso para ofrecer información y un adiestramiento en el manejo de la misma, mas allá de intereses mercantiles. Una red nacional e internacional de telecentros es el anexo lógico a las bibliotecas públicas en nuestro tiempo, y es una propuesta para atenuar el divisorio digital que ahora marca la condición poscolonial. Los telecentros constituyen en su modalidad genérica un ―shareware‖ social, una figura organizativa de la tecnología y sus potencialidades en espacios locales. La creación de un telecentro abarca un proceso de convocatoria al nivel de pequeños pueblos, barrios urbanos periféricos y lugares desatendidos por el sistema educativo; es una figura destinada a la población que no posee los recursos necesarios para pagar las colegiaturas del sistema de educación privada tan notablemente extenso en México y toda América Latina. En efecto, los telecentros son una suplencia de las carencias en el sistema de educación pública a todo nivel y la falta de transparencia en la gestión pública. La creación de una red de telecentros implica la construcción de los índices del menú de contenidos con la información apropiada y a detalle sobre las políticas públicas a todo nivel de gobierno, municipal, estatal o provincial y nacional. En el dominio internacional, las instituciones públicas ahora ofrecen mucho más información vía Internet que las instancias de gobierno menores. El hecho de que hay más información disponible sobre las agencias de la ONU y sus programas, además de las Organismos No Gubernamentales internacionales, en comparación con el ejercicio presupuestal de su gobierno municipal es un elemento paradójico en el telón de fondo de este fin de milenio. Los telecentros

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representan la difusión de la cultura informática y la cultura de la información a los ciudadanos en la base social, y como es previsible, hay y habrá resistencias a su creación y crecimiento. LA INNOVACION SUBVERSIVA Ahora bien, los telecentros pueden ser una figura subversiva en el panorama latinoamericano donde las elites nacionales y regionales controlan la gestión pública, y además, los curricula del sistema educativo. En este laberinto de programas de gobierno y los distintos proyectos de desarrollo, el desglose y la difusión del monto de los presupuestos, la asignación de contratos por servicios y compras, las concesiones de bienes comunes, y la rendición de cuentas públicas es la excepción; hoy la impunidad es más común que la transparencia cabal en el manejo de los recursos públicos. En materia educativa, en muchos países existe un control férreo sobre el contenido del tronco común del curriculum de enseñanza hasta el nivel universitario (y aún aquí entre las instituciones privadas). El hecho exige una pregunta que somos incapaz de contestar a profundidad aquí: ¿porqué tanto control de contenidos? Los escándalos recientes en los Estados Unidos sobre la obligatoriedad de los filtros de contenido en los accesos a la Internet en bibliotecas públicas, administradas al nivel local o estatal, es un ejemplo del síndrome que aún no se registra en América Latina, porque sencillamente dicho nivel de acceso todavía no existe. Pero si es notable la preocupación histórica de los grupos dominantes por la construcción y reproducción de la identidad nacional (y la legitimidad de su propio dominio) por medio del sistema escolar. Sin embargo, los telecentros permiten el acceso libre al dominio digital cada vez más extenso, rebasando los contenidos estrictos del curriculum oficial. He aquí su peligro. La Internet, tan tupido de datos, conceptos, ilustraciones, seguimientos de procesos científicos, investigaciones de punta, controversias, pornografía, etc., constituye un mundo agobiante jamás al alcance de tantos en la historia humana. Claro que habrá quienes se opongan a que los iletrados, los ciudadanos comunes e impotentes tengan acceso, y mucho menos, construir activamente el dominio público de información sobre su propia realidad. Es probable que las respectivas elites no sólo temen su pérdida de control sobre los contenidos estratégicos al interior de las instituciones educativas y culturales al interior de sus respectivas sociedades nacionales, sino también, es previsible que resistan con todos los instrumentos posibles a la difusión del acceso que los telecentros ahora permiten. Y este fenómeno es lo que observamos en la actualidad regional. El asunto va más allá del lema simplón: la información es el poder. Se trata, creo yo, de un novedoso y fascinante desafío de las jurisdicciones tradicionales del conocimiento y del poder. Los telecentros, realidad y metáfora del acceso universal a la vez, permiten a los ciudadanos que no pueden adquirir una computadora personal, ni una línea telefónica, ni una cuenta de Internet (una 90%, digamos, de la población latinoamericana) acceder a esta biblioteca digital en plena expansión. Pero el acceso universal ahora disponible con una

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inversión mínima de $10,000 dólares para crear y equipar un telecentro junto a cada biblioteca pública simplemente significa una amenaza a las jurisdicciones tradicionales del conocimiento. Visto de esta manera, se puede suponer que las elites nacionales y regionales en América Latina están retrasando el acceso universal a propósito, creando y ensanchando el ―divisorio digital‖ entre los que tienen conectividad y los que no. El hecho no debe de sorprendernos ya que la elite latinoamericana ya tiene Internet en su casa, igual que sus hijos lo están disfrutando en sus colegios particulares. Muchas instancias superiores de gobierno disponen del recurso, aunque la oferta de información sobre asuntos públicos aún es limitada. Y no es posible comunicar con la alta burocracia por medio de sus buzones de correo electrónico, salvo uno sea de mucha confianza. Al parecer, su razonamiento concluye que no es necesario, o por lo menos prioritario, gastar recursos públicos para ofrecer el acceso a los demás. Esta es la conclusión que podemos extraer del fundamentalismo neoliberal ahora hegemónico en México, y aunque no es necesariamente representativa de una condición regional generalizada, a lo mejor no dista de la realidad en muchos países. El ritmo lento de la apertura y privatización de los servicios de telecomunicaciones en la región es otro indicador de este síndrome de resistencia a la apertura digital. Una mirada a las respectivas Comisiones Nacionales de Telecomunicaciones (cada país goza de su propia figura) nos ofrece una ventanilla hacia la batalla de intereses nacionales e internacionales, entre criterios del mercado libre y los que defienden privilegiados cotos de contenido. No es trivial el tema del lento ritmo del avance del acceso público a la Internet, en los pueblos y a costos módicos. Implica una prolongación de la condición colonial en las respectivas sociedades nacionales. Mientras las elites gozan de los instrumentos para aprovechar la emergente sociedad de conocimiento, los sectores marginados del paraíso neoliberal de unos cuantos no poseen los recursos ni siquiera el contacto con los nuevos instrumentos de comunicación que sólo ven anunciados en sus ubicuos televisores. En una escuela de nivel medio superior (preparatoria) en un pueblo a 40 kilómetros al sur de la Ciudad de México, se hizo una encuesta entre los 600 alumnos con relación a su conocimiento de la Internet y sus servicios. Sólo seis alumnos respondieron afirmativamente, o sea, tuvieron algún contacto personal con esta tecnología. Al mismo tiempo, el actual régimen mexicano subsidia a sus banqueros privados con recursos públicos, pero la oferta de los servicios digitales esta en manos del mercado libre. Ni hablar, las prioridades son claras. OTROS EFECTOS CATALITICOS Ante el retiro del Estado en muchos rubros de las políticas públicas, hay una avalancha de las privatizaciones de empresas estatales de telecomunicaciones en la región. Se está creando un ―mercado‖ para sistemas educativos privados por omisión. Los intensos esfuerzos de la

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mercadotecnia en nuestros países se destinan a un público consumidor cautivo, con un perfil conocido y con un lento ritmo de expansión por la progresiva reducción en su capacidad de compra. Por lo menos es el caso mexicano. Ante la disparidad entre el minoritario pueblo consumidor sujeto de crédito (los que tienen una tarjeta de crédito), y todos los demás, existe un reto para los promotores del nuevo comercio electrónico: ¿cómo involucrar a más consumidores en este mercado emergente? Es previsible el interés de estos promotores y magos de la mercadotecnia en los futuros telecentros porque significa la creación de una red de ―puntos de venta‖ potencial. Pero a la vez implica diseñar un sistema de microcrédito, donde por medio de tarjetas inteligentes los usuarios de los mismos telecentros podrán adquirir valor, quizás en función de las remesas enviadas por sus parientes migrantes en el Norte (los EE.UU.), y luego administrarlo vía microbancos, gastando en servicios y compras por catálogos en línea. Estamos ante la paradoja que los que menos tienen pueden ser los primeros usuarios masivos del dinero digital, otro auguro de los profundos cambios provocados por la revolución digital. Este escenario no está lejos de ser una realidad en las economías de las remesas que abarca toda la región norte de América Latina y el Caribe, de México hasta Ecuador. La red de colegios y universidades privadas, surgidas en las últimas tres décadas, surte los ingenieros de sistemas y carreras profesionales anexas que la actual transición a la economía digital exige. Pero las universidades públicas y los institutos tecnológicos públicos o no producen egresados con una calidad aceptable en el mercado de trabajo, o son sistemáticamente excluidos por consigna al interior de las empresas que contraten estos profesionales. En México se puede leer ―egresados de las universidades públicas no son aceptados‖ en los anuncios periodísticos de empleos disponibles para muchos puestos. No puedo imaginar que el mismo fenómeno no se repite en otros países de la región. Ante la escasez de profesionales o técnicos medios calificados, algunas empresas privadas elaboren o actualmente están diseñando sus propios sistemas de educación técnica.

Al escribir estas líneas, la empresa transnacional

manufacturera de equipos para redes y la infraestructura (ruteadores, cableados especiales, software de control, etc.) de la Internet, CISCO (), proyecta una serie de academias de capacitación al interior de cuatro de los países latinoamericanos de mayor importancia. El hecho es sintomático, porque no sólo es una admisión de la incapacidad del sistema de educación pública, por lo menos en México, sino también augura lo que puede acontecer en un futuro cercano. En pocas palabras, la incipiente red de telecentros puede afianzar el comercio electrónico entre una población consumidora actualmente fuera de los circuitos de crédito, mientras también ofrece el espacio para crear un sistema paralelo de educación tecnológica.

Estos hechos colocan a la iniciativa de los telecentros en pistas

paralelas: como instrumento social para fomentar el acceso a la información y la capacitación

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para su manejo, y como instrumento mercantil que converge con los retos del marketing en la época digital.

LECCIONES AMARGAS Durante 1997 en México hubo proyectos pilotos encaminados a crear Telecentros en un pequeño universo de delegaciones de la Ciudad de México y municipios de los estados de México y Michoacán. El propósito justificativo de esta iniciativa, patrocinado en su momento por la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (), fue cumplir con los términos del Acuerdo 21 de la Conferencia Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro celebrada en 1992. Dicho Acuerdo compromete a los estados signatarios a ampliar la información disponible en el ámbito local y regional con el fin de ofrecer datos y análisis a los actores locales que participan cada vez con mayor empeño en la planeación del desarrollo que se propone sea sustentable. Es un hecho que la evolución de un modo de producción, la nuestra, requiere de la producción y consumo de una enorme cantidad de información. No explotar más recursos de los que puedan reproducirse a futuro es la esencia de esta acepción de ―sustentabilidad‖. En efecto, el camino hacia esta versión de la sustentabilidad implica una capacidad cada vez más intensiva de administrar datos e información. En este contexto de compromisos internacionales, los Telecentros también significan un instrumento ágil y de bajo costo para extender los frutos de las llamadas ―sociedades del conocimiento‖ en pleno desarrollo y ligados al discurso (amplio y a veces confuso) sobre el desarrollo sustentable. Los funcionarios de la Secretaría se comprometieron con la figura del telecentro para dicho fin. Pero la creación de Telecentros no sólo se justificaba en su momento por un concepto del desarrollo equilibrado, todavía por alcanzarse en México, sino también por la utilidad de estos espacios equipados para enlazarse con la red mundial de telecomunicaciones en la construcción del dominio público, otra dimensión vital de la nueva ciudadanía global y un empleo intensivo de la información. Desde el inicio de este proyecto piloto, se concibió al dominio público como el conocimiento, la información y los datos disponibles vía instrumentos de acceso público y de bajo costo, sean libros de la biblioteca o archivos de Internet. Las notas periodísticas forman parte del dominio público, junto con artículos científicos, documentos y estudios de organismos no gubernamentales más los informes y datos que los propios estados nacionales producen con recursos públicos para la educación y el bienestar de sus ciudadanos. Vistos de esta manera, los Telecentros se justificaban como lugares físicos y, a la vez, como una metáfora del dominio público accesible al público y parte integral del desarrollo sostenido. En esta dimensión estratégica del proyecto de telecentros, los representantes de la Secretaría no mostraron ni compromiso ni interés.

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En el año 1997 se crearon siete Telecentros en igual número de pueblos de la periferia del Distrito Federal y 16 Telecentros en cabeceras municipales del estado de Michoacán y la región de la mariposa monarca del estado de México. Ante los recortes presupuestales de 1998, la SEMARNAP no tuvo la autorización presupuestal por parte de la Secretaría de Hacienda para mantener un apoyo continuo a estos lugares, todavía endebles, equipados con una PC tipo Pentium con módem y cuenta de Internet con el proveedor más cercano, con personal responsable en espera de más apoyo y capacitación por parte de la SEMARNAP. En este momento (diciembre 1999), se estima que sólo cinco del total de 23 Telecentros creados hace dos años, todos con su patronato propio, están funcionando. Tenemos que asumir que, en aquel y este momento, esta figura no es una prioridad nacional para la alta burocracia federal; pero tampoco hay un mínimo de incentivos para la inversión privada en proyectos afines. Y el efecto de la parálisis actual puede ser devastador: México corre el peligro de sufrir un dramático rezago en materia de la introducción de las dos culturas que simultáneamente apoyan al dominio público y la participación ciudadana en su construcción y mantenimiento. Me refiero a la cultura informática, el conjunto de conocimientos sobre la operación de los instrumentos de cómputo y telecomunicaciones básicos y populares, y a la cultura de la información, una conciencia sobre la utilidad del enorme acervo del dominio público, en lo internacional y nacional, y su estrecha relación con la toma de decisiones de carácter político-administrativo, comercial, educativo y personal. Estas dos culturas hermanadas hoy conforman dos dimensiones claves inherentes a la operación de un Telecentro en el ámbito de pequeños pueblos y cabeceras municipales; representan los instrumentos para la ampliación del dominio público y un canal de participación de los usuarios de la misma información consultada. Todos estos factores son componentes de la sociedad de conocimiento y la economía de la información cuya evolución, componente democrático y virtudes educativas celebramos aquí (para mayor detalles sobre este proyecto fallido,

consulten

a

las

ponencias:

www.devmedia.org/documents/robinson.htm

y

www.unrisd.org/infotech/publicat/robi/toc.htm). Ahora bien, ante el retiro del inicial apoyo oficial en México a la iniciativa de los Telecentros, aún en su estado más incipiente, y la prolongación de la apertura del mercado de la telefonía local (asegurado próximamente), se perfila una situación donde las ―fuerzas del mercado‖ sean ―encargadas‖ –en un sentido teórico– de ofrecer la tecnología, la capacitación y la información de Internet a los habitantes de las zonas rurales del país. No creo que esto sucederá al ritmo que convenga a las necesidades de los jóvenes del México y el resto de América Latina de mañana. Se requiere de un programa de incentivos para asegurar este logro. En efecto, México en particular corre el riesgo de un rezago notorio de cuatro años en materia de la difusión de esta innovación involucrada en la doble cultura de la informática y de la información. El razonamiento para sostener semejante afirmación parte de la doble parálisis

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actual, en lo político-partidario y en las prioridades de los recursos presupuestales disponibles. Ahora hay acceso a Internet para todos los estudiantes del sector educativo privado y los alumnos de las universidades públicas en los centros urbanos. Pero no hay nada, fuera de microproyectos pilotos, para los habitantes de municipios rurales. Esta parálisis, por falta de mejor término, bien puede extenderse hasta las elecciones del 2000, y aún después, durante el año acostumbrado cuando la nueva administración, de la bandera partidaria que sea, tome las riendas del poder administrativo federal. Además, podría requerirse otro año más para la puesta en marcha de un proyecto amplio de acceso público a Internet en lugares públicos como Telecentros o como quiera llamárselos. No es un panorama muy halagüeño y puede reproducirse en todos los países de la región según sus respectivos calendarios políticos y escenarios de negociación al interior del Estado en cuanto a las tecnologías digitales.

INCENTIVOS INSÓLITOS La creación y operación de los Telecentros en el ámbito local requiere un paquete de incentivos por parte de distintas instancias del Estado, un plan de negocios viable, la conexión adecuada (que los costos actuales discriminan en contra), una localidad bien ubicada y legítima en el contexto cultural local, personal capacitado, el beneplácito de las ―fuerzas vivas‖ municipales, archivos con información y mapas sobre el municipio y las regiones, y muchos otros elementos menores. Son proyectos que la breve experiencia recorrida justifica como benéficos para todos los participantes (y es una figura organizativa extendiéndose por muchos países, véase //www.conectando.org.sv, además de un resumen de proyectos latinoamericanos: ). Pero la clave es reducir el riesgo para la inversión en estos instrumentos de las telecomunicaciones de uso múltiple creando condiciones para fomentar los Telecentros en pueblos rurales. Esto implica un modelo mixto, al reconocer la prioridad y el bajo costo de oportunidad de los mismos, en el ámbito de la planeación de los programas del Estado. Es el momento de revisar el expediente: ¿México continuará enfrascado en su fundamentalismo esperando que la inversión privada cubra todas las necesidades sociales y educativas, o ha llegado el momento de replantear algunas prioridades y el rediseño de acciones para alentar el acceso público y masivo a las culturas de la información y de la informática?

Sugiero que es la Comisión Federal de

Telecomunicaciones (Cofetel) la instancia que puede encarar sus obligaciones en esta materia iniciando un cálculo del costo del probable rezago si no se toma acciones enérgicas y muy pronto. La misma exhortación se extiende a los demás Estados nacionales y sus respectivas entidades reguladoras de los servicios de telecomunicaciones. Estamos ante un reto en toda la región.

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La propuesta para todos es sencilla: la Cofetel (México) y los organismos análogos deben obligar a todos los concesionarios de la telefonía local, los nuevos que entran al mercado de aquí en adelante y las empresas actuales, ofrecer a los telecentros incipientes una conectividad vía líneas dedicadas, a precios descontados. Inclusive, se puede pensar en una figura genérica de telecentro, una suerte de ―franquicia social‖, cuyo equipamiento, convocatoria local y requisitos de entrenamiento se formalizan en lineamientos disponibles en un sitio de la red de acuerdo a las condiciones e idiosincrasias de cada país. Al tiempo, los proveedores de hardware y software serán invitados a ofrecer sus productos para equipar los Telecentros por medio de donativos con una deducción fiscal (activamente y claramente fomentada por los Ministerios de Hacienda) a través de fundaciones y/o instituciones de asistencia privada con programas de apoyo a telecentros en el conjunto de los estados o provincias (en México esta propuesta se proyecta a los dos mil 418 municipios del país). A los proveedores de hardware y software les conviene que sus productos estén disponibles frente a los usuarios de los telecentros, futuros consumidores de equipos en el corto y mediano plazo. A los estudiantes de servicio social, procedentes de diversas carreras de todas las instituciones de educación superior en cada estado, se les solicitaría, bajo la coordinación de la respectiva Asociación Nacional de Universidades (ANUIES, en México), la creación de un acervo básico de archivos HTML con información local y regional, colocados en un servidor de alguna institución participante, algo que ocurre hoy de una manera improvisada y poco sistematizada. De esta manera, cada telecentro, operando con fines de lucro, pero con los subsidios indicados durante la etapa de arranque, puede ofrecer no sólo servicios diversos a los estudiantes locales sino también conexiones para la biblioteca pública, el centro de salud, las escuelas secundarias y preparatorias, y por supuesto, el Palacio Municipal.

LA VANGUARDIA TECNOLÓGICA Los telecentros también representan una oportunidad de aprovechar la vanguardia en la difusión de la tecnología digital.

El actual ritmo agobiante en la evolución de los distintos

productos digitales, una gama de artefactos en los macrorubros de hardware y software, es en sí mismo un complejo tema de análisis en la historia de la tecnología. La misma información ahora disponible con gran facilidad en la red sobre los nuevos productos, el aumento de velocidades de conexión, los módems inalámbricos, las pruebas exitosas de la Internet de dos vías por satélite (véase ), y la casi infinita y dinámica miscelánea general de la cultura digital, permite una instalación de telecentros equipados de tal manera que su obsolescencia es predecible, no una sorpresa ingrata. Los impedimentos aquí son, de nuevo, las autorizaciones en los respectivos mercados nacionales para que las empresas proveedoras de las tecnologías de punta puedan operar. En México, ni siquiera es del domino público el catálogo

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de las empresas autorizadas o concesionadas para operar con tal tecnología en tales frecuencias o bandas del espectro electromagnético. Es un hecho lamentable que las empresas telefónicas que gozan de monopolios nacionales están deteniendo las autorizaciones de su competencia, las multinacionales con sus socios nacionales actualmente enfiladas en la respectiva ventanilla de la instancia reguladora del Estado. De esta manera, se intenta bloquear o atenuar la entrada al mercado de otras empresas y también, a limitar esquemas técnicos que colocan en una condición de obsolescencia sus instalaciones actuales. El fenómeno afecta la llegada de los telecentros y su legitimidad en los foros de cada país. El ejemplo por excelencia de este último es la telefonía por medio del protocolo de la Internet, conocido por las siglas IP, ahora operando en muchos países del Norte, y prohibidísimo en México y el Sur; prohibido porque este sistema de telefonía vía la Internet (aunado a los módems inalámbricos) brinca a las extensas y costosas instalaciones cableadas de las empresas telefónicas. En pocas palabras, las empresas establecidas intentan subir el costo de entrar a sus mercados previamente protegidos, y así disuadir a su competencia mientras se prolonga su condición dominante en el correspondiente mercado nacional. No hay ventaja ninguna para los incipientes proyectos de telecentros. En este sentido, Teléfonos de México (TELMEX) es un estudio de caso arquetipo, digno de cualquier escuela superior de administración de empresas. ¿Todos estamos de acuerdo con la libre competencia hasta cierto punto, no es verdad? Un paquete tecnológico de vanguardia que podría colocar a cada telecentro como una entidad mercantil viable, aún en los pueblos más pequeños, consiste de una conexión por satélite con la Internet, desde una estación terrena sencilla (costo aproximado: usd $5000). Para diseñar el empleo de módems inalámbricos de tiro corto (20 kilómetros) y de alta velocidad (costo c/u aproximado: usd. $400), la aplicación de un software de sistema geográficos de información (GIS) puede producir el mapa topográfico para ubicar las torres repetidoras (con fuentes de poder sostenidas con baterías cargadas con energía solar—un módulo relativamente económico) según la topografía de cada región. De esta manera, una región rural puede lograr la conectividad de sus telecentros sin pasar por los cables o la fibra óptica de las empresas de telecomunicaciones establecidas. Si hubiera la disponibilidad de las respectivas Comisiones de Telecomunicaciones para avalar a los telecentros, las combinaciones de este paquete con acceso a la fibra hoy disponible en los nodos regionales de toda América Latina, estas configuraciones de la conectividad pueden ser aún más económicas. Lo sobresaliente es el potencial de esta configuración con las tecnologías de vanguardia, y es evidente que habrá una terca oposición a su instalación por parte de la elite mercantil con participaciones en las empresas de telecomunicaciones.

Pero con este nivel de conectividad, cada Telecentro municipal

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funcionaría como el pivote del acceso local al mundo de las telecomunicaciones contemporáneas.

¿DEMAGOGIA DIGITAL? Esta propuesta de los telecentros ya opera en calidad de proyectos pilotos en varios países de la región. En México, los llamamos telecentros, siguiendo una práctica internacional liderado por la agencia federal canadiense, el Centro Internacional de la Investigación del Desarrollo (cuyas siglas son IDRC en inglés), pero en Colombia se llaman las Unidades de Información Barriales, los Infocentros en El Salvador, y las Cabinas Públicas de la Red Científica Peruana. También operan a escala piloto en el Ecuador, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Venezuela y Brasil.

Y hay proyectos emparentados en

Argentina, Chile y Uruguay. De todos modos, no hay una figura única, ni genérica, pero todos estos esfuerzos ofrecen servicios similares y requieren de locales, equipamiento y una conectividad con la red semejante. Estas iniciativas, en manos de una gama de organismos no gubernamentales, constituyen, porque no admitirlo sin recato, una vanguardia en la aplicación de la tecnología digital a las necesidades locales por medio de la figura del telecentro. Pero los proyectos comparten riesgos. Existe una suerte de demagogia digital donde el entusiasmo por las virtudes promisorias de la tecnología se traduce en la resolución por discurso de las carencias en materia de educación, salud e información para la gestión de los niveles mínimos de gobierno. Es fácil que las expectativas levantadas se convierten en promesas incumplidas. He aquí un peligro latente en la iniciativa regional de los diversos telecentros. Con la poca anuencia del Estado, las elites desconfiadas de los instrumentos que pueden modificar el balance del poder en el ámbito local, las empresas cuasi-monopólicas de las telecomunicaciones sin mostrado interés en proyectos sociales, muchos menos atender el divisorio digital por obligación del marco regulatorio, y las comprensibles resistencias de las cúpulas burocráticas de la educación y la salud, los telecentros tienen un desafío cuesta arriba en sus respectivos entornos. Se trata de una figura que intenta modificar las reglas de juego al interior del Estado, en el ámbito de las comunidades, y en la cancha de los jugadores institucionales en materia de las telecomunicaciones. En esta iniciativa colectiva, donde participan muchos equipos en diversos países, será fácil fracasar, en el sentido de no lograr afianzar una figura genérica en cada contexto nacional, no obtener una deducción fiscal para los donativos de la iniciativa privada a cada telecentro, no negociar tarifas de costo para la conectividad, no lograr que las anquilosadas burocracias de la salud y la educación pública abren las opciones para proyectos pilotos de corte experimental en el ámbito de sus clínicas y escuelas.

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¿Cómo convencer a las elites nacionales que los telecentros representan una opción viable? He aquí, a mi parecer, la pregunta clave, el mayor riesgo ante el reconocimiento de su poder. La contestación o resolución pasa por desglosar muy a detalle los costos de oportunidad de NO ATENDER el asunto del divisorio digital, el esfuerzo para reducir la brecha entre los infoinvolucrados y los infoignorados. El cálculo de estos costos de oportunidad no es una tarea menor. Involucra un replanteamiento del costo de las políticas públicas en materia de la educación (costo por alumno, costo del entrenamiento de los maestros, costo/país por insertarse en la emergente economía digital a distintos ritmos), en el rubro de la salud (costo por paciente atendido, costo de la preparación de los médicos y enfermeras, costo de mantener el nivel actual de desnutrición e insalubridad en las regiones rurales). La estimación del costo de no tener una población capacitada para laborar con distintos oficios en la emergente economía digital es otro cálculo imperativo. En el fondo, esta cifra puede ser lo que convence a los reacios de disponer de recursos públicos para apoyar la creación de redes de telecentros en los rincones de cada país. En México, por ejemplo, un factor que milita a favor de los telecentros y su dimensión de crear un dominio público local es la posibilidad (en función de una reforma Constitucional recién aprobada—julio de 1999) de que los municipios ahora dispongan de los recursos financieros que ellos mismos pueden lograr por medio del cobro del impuesto predial. Ante la inexistencia de bases de datos geográficos sobre las propiedades particulares y comunales (ni siquiera hay linderos estatales y municipales georeferenciados en el contexto mexicano), la iniciativa de crear estos sistemas de información en conjunto con la instalación de los telecentros locales, es un incentivo importante para las autoridades municipales. Por supuesto, hay intereses, promotores de bienes raíces sobre la base de maniobras turbias con terrenos comunales, por ejemplo, que resisten un catastro municipal del dominio público. En breve, el reto de justificar un proyecto amplio de telecentros es también un ejercicio crítico ante las posibilidades de una novedosa figura para administrar las políticas públicas en el ámbito local y regional.

POLITICAS PÚBLICAS EN FORMATOS DIGITALES Debe ser evidente que este ensayo es obra de un antropólogo social inquieto ante las posibilidades que los telecentros ofrecen, y ante las fuerzas poderosas que resisten su amplia difusión. En el fondo, creo yo, estamos ante una reconfiguración de las instancias de gobierno, de las maneras tradicionales de concebir, diseñar, participar y ejecutar las políticas públicas. En pocas palabras, los telecentros representan potencialmente una transformación de los sistemas de poder en muchos ámbitos y niveles de nuestras sociedades poscoloniales. Los telecentros significan un posible antídoto al colonialismo interno todavía vigente en muchas regiones latinoamericanas. Con razón hay resistencias a su adopción y extensión, y el hecho es

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lógico dada la conjugación de fuerzas en cada realidad nacional que no comparten un compromiso con el ejercicio del poder y los recursos públicos de manera democrática ni transparente. Hagamos el ejercicio intelectual de imaginar una gestión pública en los pueblos donde la información pertinente a los distintos servicios públicos esté al alcance de todos. Implica cambios dramáticos en los usos y costumbres, por ejemplo, de los municipios mexicanos. El sólo hecho de tener una computadora en las oficinas públicas es hoy una novedad, un artefacto que se transforma en un fetiche del presidente municipal que el mismo no sabe operar. La secretaria se apropia de una nueva máquina de escribir, más elegante que el Remington destartalado que tantos años sirvió para los oficios obligados en el ejercicio del poder local. Entre los partidos políticos en México se aprecia las profundas diferencias entre los que abogan por una ―modernización‖ en la administración pública. El Partido de Acción Nacional, de centro derecha, luce en este rubro, pero vale recordar que la modernización de las oficinas no significa, necesariamente, un compromiso con una mayor transparencia en el manejo de los negocios públicos. El partido del gobierno federal, el PRI, no tiene un compromiso firme ni con la modernización administrativa, ni con una mayor transparencia en la oferta de información sobre los asuntos públicos en los municipios donde gobierna. Y el sector donde por convicción ideológica el observador ajeno esperaría mayor esfuerzo entre sus autoridades municipales elegidos para gobernar con transparencia y actitudes modernas ante la información y las nuevas tecnologías digitales, entre los cuadros del PRD, se observa una profunda renuencia para cumplir con su propio discurso. El contraste en México entre las actividades de las respectivas oficinas de los partidos responsables de la capacitación de los mandos medios municipales es indicativo y aleccionador. El cuadro que encontramos alimenta la sospecha que los partidos en efecto no comparten un compromiso con una gestión pública donde la información pertinente reside en el dominio público. Este deseo puede ser un sueño guajiro de la sociedad civil. Los telecentros fomentan la capacitación de una juventud hasta ahora marginada de los beneficios de la revolución digital. Su adiestramiento en los programas que más sirven para apoyar a la gestión pública en sus municipios es una función clave de cada telecentro, una de sus principales razones de ser. Esta tarea implica el desarrollo de instrumentos de capacitación, disponible en la Internet, tal como comienzan a aparecer en algunos países; España ofrece muchas iniciativa valiosas en este sentido. Llama la atención que las instituciones de financiamiento multilateral, léase el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, no apoyan masivamente una iniciativa regional en este sentido. Cabe señalar, una vez más, que estas instituciones viven un anquilosamiento en sus estructuras de gobierno, donde las elites financieras de cada país ejercen un veto de facto sobre los proyectos de préstamos y donativos en apoyo a programas especiales por medio de sus fondos discrecionales (Social Trust Funds)

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de estos bancos. El muy anunciado y ambicioso proyecto de la Informática 2000 del BID es hoy un cascarón, carente de iniciativas trascendentales. La única ventanilla de iniciativas parecidas dentro del Banco Mundial, el programa INFODEV, entrega donativos, o ―inversiones de semilla‖, en proyectos muy apadrinados por la burocracia superior o de poco impacto en cuanto a las posibilidades que contemplamos aquí (consulta la lista de sus proyectos para confirmar mi afirmación: www.worldbank.org/infodev). Es triste reconocer que los esfuerzos registrados hasta la fecha por las instituciones con más poder y recursos son heterogéneos, malenfocados y de poco alcance. Estamos en una penumbra de un impasse en las iniciativas creativas donde más lo necesitamos; es como si los responsables de la planeación en todos sus sentidos, actúan sin reconocer que la red ahora ofrece o puede ofrecer instrumentos de capacitación y administración de servicios públicos básicos más allá de las restricciones de un formato burocrático nacional. Y estos formatos son expresiones dignas de una soberanía ahora rebasada por las circunstancias y las urgencias de atender a la pobreza y reducir la impunidad. Sólo la soberbia nacionalista, incapaz de matizar y aceptar lo que le conviene en tiempos posmodernos, inhibe muchas iniciativas en materia de los cambios en el ejercicio de las políticas públicas.

NUEVAS ALIANZAS NECESARIAS La construcción de una red de telecentros requiere de una serie de alianzas nuevas, entre el Estado y la sociedad y al interior de la misma. Reconociendo la figura del telecentro como una metáfora de la sociedad del conocimiento en el ámbito local que la tecnología digital ahora permite construir, es menester pronosticar que las iniciativas probablemente vendrán de la sociedad civil organizada y no de los partidos políticos. Los partidos son formaciones sociales cuyo objetivo es obtener, mantener y administrar el poder y los recursos públicos disponibles. En el contexto latinoamericano de la fragmentación de los partidos y las coaliciones tradicionales, que coincide por cierto con el encogimiento del Estado neoliberal, son pocos los partidos que todavía navegan con un proyecto nacional, con un modelo alternativo de desarrollo más allá de las consignas de las instituciones multilaterales. No creo que se puede esperar un liderazgo en la aplicación de la tecnología digital desde el sector de los partidos políticos. Al contrario, estas agrupaciones bien pueden resistir la creación de los telecentros porque significa otra reducción de los espacios de mediatización que tradicionalmente han ejercido ellos en cada escenario nacional. De este sector no debemos esperar iniciativas innovadoras. El actual delirio posgramsciano de la proliferación de organizaciones no gubernamentales de todo tipo, el ―síndrome de ONGs‖, ha tejido una red social entre grupos diversos entre sí, pero comprometidos en negociar el suministro de servicios públicos más

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eficientes, la entrega de recursos a los más necesitados, y una gestión más transparente. Es algo que las administraciones municipales y estatales (o provinciales) no pueden lograr ni cumplir. El telecentro es el instrumento idóneo para las ONGs, no sólo para fomentarlos, administrarlos y lucrar modestamente de los mismos, sino también para tomar cargo de la preparación del largo menú de información sobre la gestión local que cada telecentro debería de ofrecer a sus usuarios, y a cualquier cuentahabiente de la Internet. Los telecentros son una iniciativa de las ONGs, y es probable que seguirán siendo promovidos y administrados por la diversidad de organismos ahora comprometidos con esta figura. El actual impasse entre el Estado y las ONGs en muchos países, y México no es ninguna excepción, no augura un pronto despegue de proyectos de telecentros a gran escala.

Es probable que la promoción y convocatoria de los

mismos seguirá siendo un proceso muy local y desigual, en función de iniciativas de ONGs y universitarios movilizados por el concepto y sus posibilidades.

LA INVESTIGACION PENDIENTE Existe un temario amplio de temas por investigar relacionadas con los telecentros: entre otros, su financiamiento, creación, equipamiento y mantenimiento, capacitación, administración de la información recopilada, alianzas con instituciones afines, evaluación de su operación e impactos, más los cabildeos obligados para neutralizar a las resistencias inevitables en distintos sectores relevantes. Un documento disponible en el sitio de la red de la IDRC es sugerente de los desafíos comunes, y se recomienda su consulta (). Para América Latina no existe otra síntesis actual, a mi entender, con la cobertura temática y perspicacia sobre el tema que la coyuntura exige. Y este temario nos debe de preocupar porque implica que las ONGs tengan la capacidad de sostener un protocolo de investigaciones largas y cualitativas, algo poco común al interior de la dichosa sociedad civil. Inclusive conviene remarcar cómo la imposición de sistemas de productividad al interior de las universidades públicas en la región, ―puntos igual a pesos‖, ha desmovilizado al sector académico. Al no estar dentro del tabulador universitario de estímulos monetarios por iniciativas libres con ONGs, afuera de los canales ortodoxos de la publicación y gestión académica, encontramos una creciente reducción de los recursos y las voluntades disponibles para las ONGs, justo en el momento cuando más lo requieren. El hecho apunta a una carencia grave entre las incipientes instituciones de las respectivas sociedades civiles cuyos proyectos sólidos necesitan de asesoría externa y evaluaciones profesionales, algo que pocas ONGs pueden realizar con recursos y personal propios. Los temas de como se recopila y ordena la información local y el cabildeo obligatorio merecen comentarse más a fondo porque los considero aspectos vitales para la supervivencia de

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los proyectos pilotos de los telecentros. El menú de la información ofrecida en cada telecentro tiene que ser convenida con las diversas autoridades locales y regionales. Esto es el primer paso hacia el establecimiento de la legitimidad de cada telecentro, un punto de referencia en el contexto local, limitado en su acceso a los datos y los informes sobre su propio entorno, hasta ahora archivados en oficinas lejanas y poco amigables para la ciudadanía en general. Una estrategia fructífera, según nuestra experiencia dentro de un proyecto de telecentros actualmente en proceso en una región de cinco municipios rurales en el Estado de Morelos, México (después de las lecciones del fracaso del 1997), es el reclutamiento de mujeres profesionistas jóvenes para hacerse cargo de cada telecentro. Esta decisión parte del hecho que la tradicional cultura juvenil masculina regional se lubrica sin rubor con el consumo de bebidas alcohólicas que inhibe o entorpece una administración formal de cada telecentro. La convivencia masculina tiende a acontecer dentro de una serie de reuniones sociales y reciprocidad con copa en mano, lo cual no ocurre entre mujeres jóvenes en la región indicada. Hay que decirlo: las mujeres jóvenes son más disciplinadas y entregadas a su trabajo, y hasta la fecha han sido subestimadas y discriminadas en los puestos públicos municipales (con la excepción de algunos cargos entre el magisterio). Entonces, son ellas que reciben una capacitación inicial, y el enfoque prioritario de los recursos del proyecto invertidos en la construcción de las bases de datos sobre la realidad municipal donde se ubica cada telecentro. La novedad de la figura de los telecentros obliga a cada organismo patrocinador diseñar y realizar una campana de cabildeo entre las múltiples instancias de la administración pública cuyo beneplácito e información pueden beneficiar a cada telecentro. Innovaciones como los telecentros siempre engendran resistencias como hemos recalcado, y modifican las estructuras de poder de manera imprevisible. Es imperativo reconocer este hecho, y prevenir con un plan de relaciones públicas de acción permanente durante la etapa crítica del arranque de cada proyecto.

No existe una lista infalible de cosas que atender en cada proyecto, pero es

recomendable que por lo menos una persona se dedica tiempo completo al cabildeo, entre las oficinas del municipio, con la biblioteca, con la universidad pública más cercana, con las direcciones de las escuelas secundarias y preparatorias de la región, con un patronato convocado para apoyar el proyecto localmente, con diversas instancias de gobierno cuyos recursos pueden favorecer a cada telecentro en el futuro. Sin cabildeo es improbable que haya un proyecto de telecentro exitoso.

PANORAMA A CORTO PLAZO Es prematuro evaluar los proyectos pilotos de telecentros en la región latinoamericana. Son iniciativas aún incipientes, compitiendo para los escasos recursos disponibles para las

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ONGs y esforzando para lograr una funcionalidad muchas veces en condiciones adversas. Estamos viviendo la delicada etapa del posible despegue, donde la legitimidad y credibilidad de esta figura organizativa esta en juego. Los telecentros en operación viven un panorama no muy halagüeño, lleno de trampas y obstáculos en todos los niveles, como hemos señalado aquí. No es un proyecto colectivo que depende únicamente del beneplácito de funcionarios locales y provinciales, de autoridades vinculadas con los temas de la información ofrecida o por las propuestas de servicios de adiestramiento a distancia en los sectores de salud y de la educación. Existe mucha expectativa entre los diversos organismos internacionales que no han movilizado ni las voluntades de sus burocracias, ni los recursos prometidos en un principio. Es como las elites de las instituciones del desarrollo están esperando que el conjunto de ONGs, actualmente responsables de los proyectos pilotos, comprueban ante el todo el mundo que la figura es viable y que la sociedad civil puede con ella. No será fácil. En el contexto internacional es imperativo mantener un ritmo intenso de cabildeo a favor de los telecentros, uno de los propósitos de este ensayo. Existen suficientes proyectos cuya operación puede ser juzgada como exitosa (una discusión aparte) que requieren ser evaluados rigurosamente y desfilados por las alcobas del poder con el fin de crear mayor legitimidad y credibilidad para el modelo genérico de telecentro. Esto se propone con el fin de movilizar un peso específico en la burocracia superior de las múltiples instituciones del desarrollo para iniciar proyectos de mayor escala en diversos países. El peso específico alcanzado también incluirá en las elites nacionales o indiferentes o escépticos en cuanto a la eficacia del instrumento. En este momento, en diciembre de 1999, es un artículo de fe afirmar que los telecentros pueden lograr una dimensión y difusión capaz de movilizar a los inmensos recursos de los respectivos Estados e instituciones multilaterales. Pero sin duda alguna figura genérica organizativa de la tecnología, la información y las necesidades locales surgirá de la efervescencia y movilización de las ONGs y los aún limitados públicos de usuarios. Hay un movimiento internacional dedicado a la creación, construcción y operación de telecentros. No es homogéneo, ni sistemático en su adaptación de un modelo de organización social a situaciones locales donde se ofrece información detallada sobre el entorno, la capacitación en la tecnología digital y una introducción a la cultura informática y de la información. Es cierto los telecentros son expresiones de un pensamiento utópico, pero al tiempo, son realidades en una pequeña serie de comunidades y barrios urbanos en la región latinoamericana, iniciativas de ONGs comprometidas con nuevas formas de gestión.

Son

manifestaciones de otra manera de concebir al flujo de información para la ciudadanía y su participación en las políticas públicas. Los telecentros son un ejemplo contemporáneo del ―shareware social‖ que el desarrollo sustentable hoy exige.

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Tlayacapan, Morelos, México [email protected]

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Parte 3: Las organizaciones comunitarias y las herramientas electrónicas

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DEL CAFÉ DE BARRIO A LAS REDES ELECTRÓNICAS. LAS COMUNIDADES VIRTUALES COMO ACTORES SOCIALES EN LAS CIUDADES Susana Finquelievich LAS RELACIONES SOCIALES EN LAS COMUNIDADES ELECTRÓNICAS Una serie de municipios argentinos comparte sus experiencias e intercambia información mediante una red electrónica. Los pacientes de un centro de salud mental se relacionan en un foro electrónico para ―ensayar‖ las relaciones sociales antes de practicarlas en el ―mundo real‖. Una asociación destinada a cambiar las formas tradicionales de mercado mediante el trueque de bienes y servicios entre sus socios se presenta en el ciberespacio por medio de una página web. Una red de profesionales europeos de salud mental aspira a la creación de la ―Sociedad de la Inspiración‖, como versión humanizada de la Sociedad de la Información. ¿Qué tienen en común estas experiencias? La respuesta más obvia parecería ser: el uso de comunicación mediatizada por computadoras. Pero la verdadera respuesta va más allá: todos estos grupos están incrementando sus potencialidades mediante la CMC. Pueden extraer la información que necesitan de las redes informáticas, darse a conocer, informar a la comunidad en general sobre sus objetivos y formas de trabajo, ganar respaldo y sobre todo, reposicionarse en las estructuras de poder locales. En cierta forma, lo que tienen en común es su actuación en redes horizontales, en una suerte de recuperación de las formas tradicionales de la democracia directa y de la vida comunitaria. Las tecnologías de información y comunicación (TIC) y la comunicación mediatizada por computadoras (CMC) ¿poseen un alto potencial de democratización y de refuerzo de la vida comunitaria, como argumentan sus defensores, o son una trampa más tendida por los sectores en el poder para distraer al sector más cuestionador (o al más ingenuo) de la población, como denuncian sus detractores? Lo que planteo en este capítulo, además de un breve análisis de las comunidades virtuales en su forma actual, particularmente en su relación con las ciudades, es que, como toda herramienta de comunicación desde el comienzo de la humanidad, las TIC y la CMC están investidas de ambos poderes: informar y desinformar, hacer circular esta información, deformarla o bloquearla, facilitar la organización comunitaria o desarmarla volviéndola inofensiva. Según Robert Markley (1996), autor de "Realidades virtuales y sus descontentos", el ciberespacio no puede separarse nunca de las políticas de representación, precisamente porque es la proyección de los conflictos de clase, género y raza a los que la tecnología a la vez engloba y busca borrar. La tecnología no escapa a la política, así como tampoco lo hacen las nuevas formas de comunicación derivadas de ella.

¿DE QUÉ COMUNIDADES ESTAMOS HABLANDO?

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Los conceptos sobre comunidad y organizaciones comunitarias son importantes cuando se desarrollan investigaciones sobre estos temas, y su importancia aumenta cuando se trata de comunidades electrónicas o virtuales. Para los estudiosos anglosajones, el concepto más tradicional para definir una comunidad es ―El conjunto de personas que viven en una región, ciudad o barrio en particular y que usualmente están relacionadas por intereses comunes‖ (Webster´s 1986, p. 460). Para los hispanoamericanos, según el Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia (1995, Tomo 2, p. 529) es: ―Junta o congregación de personas que viven unidas bajo ciertas constituciones o reglas; como los colegios, conventos, etc.‖ o ―Común de los vecinos de una ciudad o villa‖. Las definiciones académicas se focalizan en ―Grupo de personas que tienen relaciones directas y multidireccionales entre ellos y que practican una reciprocidad generalizada y equilibrada‖ (Taylor, 1987), o bien las definen a través de sus actividades, como Schuler (1996): ―Las comunidades pueden ayudar a concretizar las cosas. Las personas on infinitamente más capaces cuando trabajan juntas que cuando lo hacen solas‖. Por su parte, el Congreso Vircomm‘99, (http://www.vir-comm.com/index.html), celebrado en San Francisco (EEUU) en abril de 1999, describe a las comunidades virtuales como ―un grupo de personas que comparten intereses y están dispuestas a interactuar, creando de esta manera nuevos contenidos‖. Muchos autores han escrito sobre las comunidades virtuales, sobre todo en Estados Unidos, Canadá y España, desde puntos de vista diferentes. Smith (1996) plantea que las comunidades virtuales producen una variedad de bienes colectivos. Howard Rheingold (1993, 1994), tal vez el referente más conocido sobre este tema, describe las actividades comunitarias y solidarias en la comunidad The Well. Artur Serra (1998) estudia las redes comunitarias electrónicas en Europa, desde el enfoque de su rol como participantes en las políticas locales y regionales. Sherry Turkle (1995, 1996) las analiza con relación a la identidad en la era de Internet y a los múltiples juegos que se tejen en estas comunidades. Wellmann (1996) las conceptualiza. Perl Olof Agren (1999) contribuye a la comprensión del fenómeno de las comunidades virtuales a través de los conceptos de desaparición, espacio público y capital social Las comunidades en CMC han sido definidas como "un conjunto de relaciones sociales unidas por un interés común o circunstancias compartidas"; se entiende que la comunidad electrónica ayuda a las personas a crear varias clases de productos y bienes colectivos: capital social en la red, capital de conocimientos y comunión (Michalski, 1995). El capital social en la red se refiere a la red de contactos de los participantes. El capital de conocimientos refleja el modo poderoso en el que los sistemas online pueden incrementar, agudizar y difundir informaciones y opiniones. La comunión puede describirse como un capital emocional, pero también implica fuertes sentimientos personales, como la confianza y el compromiso. No es fácil y puede resultar tan productiva como adictiva.

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Howard Rheingold (1994), quien ha pasado los últimos diez años estudiando y experimentando sobre las comunidades "virtuales"44, las define como "conformaciones sociales que emergen de la Red cuando un número relativamente elevado de personas mantiene estas discusiones durante un tiempo prolongado y conforman redes de amigos personales y profesionales en el cyberespacio". Por otra parte, Douglas Schuler, autor de ―New Community Networks. Wired for Change‖ (1996) plantea que “... el término “red comunitaria” era un concepto sociológico que describía los modelos de comunicación y de relaciones en una comunidad. Esta era la red comunitaria que describía cómo viajaban las noticias y cómo se trataban los problemas sociales en la comunidad. Las nuevas “redes comunitarias” basadas en redes informáticas son una innovación reciente dirigidas a ayudar a revitalizar, reforzar y expandir las redes comunitarias existentes, basadas en las personas, de la misma manera en que anteriores innovaciones cívicas han ayudado históricamente a las comunidades”. En países como Canadá, Estados Unidos, Australia o la Comunidad Europea, los miembros de comunidades y los activistas están desarrollando nuevos servicios informáticos orientados a las comunidades, con frecuencia en articulación con organismos gubernamentales, bibliotecas, escuelas, municipalidades, o asociaciones sin fines de lucro. Estas redes comunitarias (llamadas también redes cívicas, FreeNets, centros de computación comunitarios o redes de acceso público), algunas de ellas con ―poblaciones‖ de decenas de miles de usuarios, están generalmente orientadas a avanzar en los objetivos sociales, tales como construír una conciencia comunitaria, alentar la participación de la población en las decisiones políticas locales, o desarrollar oportunidades económicas para los sectores carenciados. Schuler acota: ―Una red comunitaria cumple estos objetivos apoyando a las comunidades más pequeñas dentro de las grandes comunidades y facilitando el intercambio de información entre los individuos y estas pequeñas comunidades. Otro objetivo de estas redes es el de proveer ―kioscos electrónicos‖ de información, donde los usuarios puedan acceder en un solo paso a la información y comunicación comunitarias, así como a foros de discusión; foros de preguntas y respuestas; acceso electrónico a los funcionarios gubernamentales; información y acceso a los servicios sociales; correo electrónico; y en muchos casos, servicios de Internet, incluyendo el acceso a la World Wide Web (WWW)‖.

COMUNIDADES ELECTRÓNICAS: ¿NUEVOS ACTORES EN EL ESCENARIO LOCAL? Algunos estudiosos del tema consideran las "comunidades virtuales‖ como una nueva forma de agrupamiento humano comunitario, que existe sólo en el ciberespacio, y que depende 44

Para obviar los debates sobre los conceptos aparentemente contradictorios entre lo "virtual" y lo "real", prefiero referirme a las redes de personas e instituciones ligadas por la CMC como a "comunidades electrónicas"

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de una infraestructura tecnológica. Sin embargo, muchas comunidades virtuales son la extensión electrónica de grupos "cara a cara". Numerosas organizaciones comunitarias reúnen a un determinado número de miembros en encuentros personales, mientras otros tantos se informan sobre las reuniones o participan en ellas mediante correo electrónico. Aún ciertas comunidades virtuales internacionales organizan periódicamente seminarios o jornadas a las que asisten miembros de diferentes países, en la medida de sus posibilidades económicas. Para muchos investigadores, como Barry Wellman (1988), las comunidades virtuales son la continuidad de las comunidades cara a cara, a las que eventualmente reemplazan. Wellman desarrolla tres enfoques para entender el desarrollo de las comunidades. El primero es pesimista: se llama la Comunidad Perdida. Los cambios sociales a gran escala, la sociedad de masas, la expansión de urbanización, la creciente burocracia, crea un medio en el que las posibilidades de crear y mantener comunidades se reducen constantemente. Sólo son posibles las reuniones formales. El segundo enfoque, la Comunidad Salvada, es exactamente el opuesto: aparte de los cambios sociales externos, las personas crean comunidades, de las maneras en que lo permiten las transformaciones técnicas y sociales. Pero la apariencia de las nuevas comunidades es diferente, así que las que lamentan que estén perdidas las buscan en los lugares equivocados, porque las comunidades existirán siempre. Según Perl Olof Agren45, de la Umeå University en Suecia, estas dos pre-concepciones de comunidad son similares: se considera a las comunidades como locales y construidas sobre la solidaridad, casi como parentescos, como aldeas preindustriales. El tercer enfoque es la Comunidad Liberada. Se crean comunidades sin tener en cuanta los límites geográficos, dados los beneficios de los sistemas de transporte y comunicaciones. Esto se refiere a comunidades basadas en intereses comunes, a menudo especializados, y normalmente con lazos más débiles entre las personas, en vez de las interrelaciones pueblerinas más fuertes. Estos enfoques revelan los cambios en el concepto mismo de comunidad: de lugar físico a red. Se acepta que la vida comunitaria existe más en las redes sociales construidas por los individuos que en una región geográfica determinada. La Comunidad Perdida implica que las relaciones humanas sólo pueden existir en organizaciones formales. La Comunidad Salvada implica relaciones humanas en las que los grupos poseen fuertes lazos y solidaridad entre sus miembros. La Comunidad Liberada implica una diversidad de lazos débiles entre las personas, sostenidas por cierto tipo de tecnología. Wellman lo ejemplifica con las comunidades personales de cada individuo: en estos grupos, los intereses de los individuos son la base de la red social. A partir de estos conceptos se pueden formular tres formas de entender los límites que conforman una comunidad (dado que una forma también está determinada por sus fronteras): 45

Per-Olof Ågren, Disappearance to Third Places for Social Capital, Department of Informatics, Umeå University, S-901 87 Umeå, SWEDEN.

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a) Geografía: la región, pueblo, barrio en el que vive la gente es también el límite para su comunidad. b) Intereses grupales: una red social de individuos que comparten los mismos intereses (sean éstos informática, seguridad urbana, maneras de paliar la soledad, modos de convivir con hijos adolescentes, filatelia, rock, o cualquier otro), lo que los aglutina en una comunidad. c) Intereses individuales: la red social se crea sobre la base de los intereses de un individuo, que comparte intereses diferentes con diferentes personas, las cuales conforman la comunidad personal de este individuo. La diferencia más sustantiva con respecto a las comunidades basadas en intereses grupales es que los otros miembros de una comunidad personal no necesitan conocerse entre sí, ni siquiera saber de la existencia de los otros.

Las comunidades electrónicas se ajustan a la definición de comunidad Liberada, en la que las diferencias entre las comunidades tradicionales y las virtuales son que las últimas existen sólo o primordialmente en la red de comunicación mediatizada por computadoras (CMC). Una red de computadoras no crea la comunidad virtual, pero la comunidad virtual se constituye en las redes informáticas. Ågren plantea que el interés grupal es probablemente la frontera comunitaria más común en el ciberespacio. Por ejemplo, todos los foros electrónicos de discusión o listas de interés de las universidades están basados en intereses comunes; cada discusión virtual, o seminario electrónico, tiene un tema en particular, y sólo aparecen en la discusión los usuarios que comparten estos intereses y que están suscritos al foro o lista de interés. (Este tipo de comunidades puede ser percibido por el observador externo, contrariamente a las comunidades personales). Sin embargo, disiento con Ågren (1999) cuando plantea: ―Las comunidades virtuales difieren de los fenómenos similares de las redes comunitarias. Una comunidad virtual no tiene correlaciones específicas con ninguna organización ni con otra comunidad en el mundo físico; si la tecnología desaparece, la comunidad desaparece‖. Según nuestras investigaciones, las comunidades virtuales pueden o no tener nexos con las comunidades ―cara a cara‖. En muchos casos, nacen como comunidad física, que utiliza la tecnología para ampliar sus potencialidades, como se demuestra más adelante. Douglas Schuler (1996) confirma este concepto cuando escribe: ―Las redes electrónicas comunitarias están dirigidas a revitalizar, reforzar y expandir las redes comunitarias existentes entre las personas‖. Barry Wellman y Janet Salaff (1996) aportan su definición de las comunidades online: "Cuando las redes informáticas unen a las personas tanto como a las máquinas, se transforman en redes sociales, a las que llamamos redes sociales sostenidas por computadoras (RSSC)". Wellman y Salaff distinguen tres tipos de RSSC que están desarrollándose rápidamente, cada uno con sus propios deseos y objetivos de búsqueda:

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Miembros de comunidades virtuales que quieren relacionarse a nivel global con almas afines para obtener compañerismo, erotismo, espacios lúdicos, información y apoyo social desde sus casas y sus terminales de computación;

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Empleados jerarquizados que desean una forma de trabajo cooperativo apoyado por las computadoras (TCAC), sin ser molestados por la distancia geográfica y los desplazamientos obligatorios, y

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Organizaciones que perciben los beneficios de coordinar complejas estructuras laborales y al mismo tiempo reducir los costos de administración, los espacios de oficinas y los tiempos de viaje. Así, algunos trabajadores quieren teletrabajar desde sus casas, combinando sus empleos con retiros bucólicos, mientras que los empresarios se entusiasman con la posibilidad de disminuir sus costos inmobiliarios y sus gastos de funcionamiento y de obtener al mismo tiempo un incremento de la productividad.

Existe también un cuarto grupo emergente de usuarios de la CMC, que examino en este trabajo: las organizaciones comunitarias o intermedias, que obtienen información, dan a conocer su trabajo y adquieren fuerza social por medio de las redes informáticas, fundamentalmente la autopista electrónica o Internet.

LA CMC COMO FACTOR MOVILIZADOR El 1 de enero de 1994 fue un día fundacional para el rol movilizador de la CMC: horas después de la toma de San Cristóbal de las Casas por el Ejercito Zapatista, millones de pantallas de computadoras en todo el mundo transmitían noticias sobre el levantamiento campesino de Chiapas e instaban a los simpatizantes a unirse a él. La primera declaración de los guerrilleros fue bajada a los archivos de diarios y revistas y difundida en docenas de BBS y foros virtuales. Dos días después, el mismísimo Comandante Marcos estaba en la red, explicando los motivos y objetivos de la lucha que había comenzado. No tardó en convertirse en el primer superhéroe de la Red para los periodistas que se afanaban en sus ordenadores portátiles. Un rincón hasta entonces ignorado de la selva lacandona se constituyó en una agencia de noticias global cuyos despachos estaban escritos por los propios guerrilleros y distribuidos por las web pages de simpatizantes en diferentes países. Durante las siguientes semanas, los usuarios de Internet buscaron ávidamente las emocionantes noticias provenientes de la selva mexicana. El uso efectivo que la guerrilla zapatista ha hecho del e-mail y de otros medios de comunicación se convirtió en un arma poderosa contra la desinformación del publico, y según manifestó alguna vez el Comandante Marcos, los salvó de una masacre indiscriminada. Los detalles

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sobre los bombardeos realizados por el ejército mexicano el 5 de enero fueron ampliamente difundidos, lo que intensificó las campañas de solidaridad, ayudó a que los simpatizantes del EZLN y los defensores de los derechos humanos organizaran manifestaciones masivas en México DF y produjo una multiplicación de demostraciones más pequeñas en el mundo (Halleck, 1994). Como la Guerra del Golfo, esta ocurre online y en tiempo real, pero a diferencia de la primera, es interactiva. En 1999, la Guerra de los Balkanes se trasladó a Internet. La política electrónica se globaliza. Como plantea Javier Villate en la publicación electrónica ―La brújula‖ del 7 de abril de 1999, ―La guerra de los Balcanes se ha trasladado a Internet: las autoridades serbias clausuraban definitivamente la radio B92 de Belgrado el 2 de abril y unos piratas rusos atacaban el sitio web de la OTAN y de la Casa Blanca. La censura de todos los medios independientes de Yugoslavia ha dejado prácticamente a la gubernamental Radio Televisión Serbia como la única fuente de noticias dentro del país, con pequeñas excepciones. Tanto el sitio web de B92 como el del grupo de apoyo han venido recibiendo una gran cantidad de visitas: 15 millones en 7 días el primero y 16.000 diarias el segundo‖. La represión serbia liquidó prácticamente la Asociación de Medios Electrónicos Independientes (ANEM) y clausuró dos medios en lengua albana, el diario de Pristina Koha Detore y Radio 21; los periodistas huyeron del país. El ministro serbio de Información, Aleksandr Vucic, incluyó a Internet dentro del ámbito de aplicación de la draconiana ley de información. Sin embargo, el ya famoso "cibermonje", el religioso ortodoxo Sava Jancic siguió utilizando su lista de correo como medio de difusión de noticias para "hablar desde el púlpito de mi teclado". Mientras tanto, fuera del país se multiplicaron los sitios web y los boletines dedicados a la crisis balcánica. Existen más de mil sitios donde se informa sobre la situación en Kosovo. Además de Help B92 y de otros, hay que mencionar al grupo de discusión soc.culture.albania, Kosovo-reports, el sitio de Open Yugoslavia –de la Universidad de California de Los Angeles–, la National Public Radio, Kosovo.com (un web de información canadiense independiente), Kosova Press –que publicaba desde Suiza, los comunicados del Ejército de Liberación de Kosovo– y el Instituto de Información sobre la Guerra y la Paz (IWPR) de Londres. El Centro de Crisis de Kosovo proporcionó información actualizada y el sitio de Guerra contra Yugoslavia ha ofrecido imágenes de Belgrado. ―Todo esto demuestra que Internet es un medio eficaz para resistir a la censura y la desinformación. Pero también es un medio idóneo para hacer la guerra por otros medios", recuerda Villate. Eso es lo que expresan los ataques sufridos por el sitio web de la OTAN a partir del 28 de marzo de 1999, reivindicados por un grupo de hackers rusos denominado Territorio Pirata. Este grupo, que también se atribuye otro ataque contra el web de la Casa Blanca, difundió un llamamiento de la Unión de Piratas Rusos para lanzar una campaña de agresiones contra las redes informáticas de la OTAN y de sus países miembros. El web de la OTAN recibió unos 2.000 mensajes diarios desde Belgrado, infectados la mayor parte con virus. Además, Paul Magis,

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administrador del sitio, confirmó haber recibido un ataque de pings, con la intención de paralizar el servidor. Desde que se inició el ataque de la OTAN a Yugoslavia, las visitas al web de la organización han pasado de las 30.000 a las 90.000 diarias.

ORGANIZACIONES REGIONALES Y LOCALES EN LA RED A niveles más locales y modestos, la CMC no deja de ser efectiva. Rheingold (1994) considera a Dave Hughes, habitante de Colorado City, como uno de los pioneros políticoelectrónicos de los Estados Unidos, cuyas acciones se han difundido por medio de proclamas, manifiestos y seminarios de acceso público en al menos una docena de redes de CMC en la última década. Hughes aboga por las comunidades-telepuertos, donde personas como él puedan disfrutar de la paz y la atmósfera bucólica de un pequeño pueblo mientras trabajan desde sus casas, provistos de computadoras y módems. Cuando la Municipalidad de Colorado Spring se dispuso a aprobar una ordenanza que prohibiría el teletrabajo en la localidad, Hughes consiguió que la decisión se pospusiera durante un mes y difundió el texto del proyecto de ordenanza en su BBS (Bulletin Board System), mientras escribía a los periódicos locales, invitando a los lectores a que se conectaran con su BBS para leer dicho texto. Recibió más de 250 conexiones de vecinos que copiaron, reprodujeron y difundieron la ordenanza en toda la ciudad. El procedimiento tuvo tanto éxito que en la siguiente reunión del Consejo Municipal se presentaron 175 ciudadanos de todos los partidos políticos locales para protestar contra los obstáculos al teletrabajo. El proyecto fue anulado. A partir de este triunfo, Hughes participó con éxito en una serie de movimientos locales, utilizando medios electrónicos. Sus ideas sobre el uso comunitario de las CMC tomaron vuelo cuando, junto con los hermanos Frank y Reggie Odasz, tuvo la iniciativa de conectar entre sí un conjunto de sistemas baratos de BBS en las escuelas rurales de Montana, con el objetivo de ayudar a superar el aislamiento educativo de esa región de grandes espacios abiertos y pequeñas comunidades muy distantes entre sí. El resultado fue el BIG Sky Telegraph (BST), que interconecta a los ciudadanos de Montana y les permite compartir las informaciones que necesitan, por medio de computadoras y módems, de la participación voluntaria de maestros y expertos en informática y de una financiación módica. El Big Sky comenzó a funcionar "on line" en enero de 1988. Algunos grupos, sobre todo los grandes rancheros, se resistieron a esta tecnología, pero otros la tomaron como una oportunidad de alterar su status en sus propias comunidades. Por ejemplo, el Centro de Recursos de Mujeres fue el nexo de una vasta comunidad de intereses que carecía de recursos para reunirse en un lugar físico. Su objetivo era atraer y ayudar a mujeres en dificultades: las que sufrían maltratos físicos, se habían divorciado a una edad avanzada sin preparación para conseguir trabajo, o madres solas. Enseñarles informática fue un buen comienzo, dado que esta nueva habilidad sirvió para mejorar su autoestima y sus capacidades para comunicación, lo que les resulto útil para conseguir un empleo o

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pedir un aumento de sueldo (Rheingold, 1994). A través del Big Sky, las mujeres de Montana tuvieron oportunidad de apoyarse emocionalmente y enseñarse mutuamente, además de adquirir conocimientos y capacidades utilizables en el mercado de trabajo. En gran medida el Big Sky Telegraph fue utilizado primero por la gran comunidad en manos de las mujeres, y la clase de problemas que este centro se dedica a resolver revela las razones. De hecho, la gran mayoría de los docentes que participaron en el montaje del proyecto eran mujeres.

VECINOS, PLANIFICADORES Y WEB SITES Uno de los primeros casos de acción comunitaria exitosa por medio de la CMC es el desarrollado por un grupo de mujeres en Wilmington, USA, estudiado por Christopher Mele (1997). Este demostró por medio de la investigación cómo la CMC y el accionar por medio de redes resultan mecanismos útiles y poderosos para los grupos de menores recursos en sus esfuerzos dirigidos a la acción comunitaria. Wilmington es una ciudad portuaria situada en la costa sudeste de North Carolina. La elite local, predominantemente blanca, retiene su papel de guardiana de los recursos económicos y políticos, otorgando ocasionalmente asistencia a los grupos de bajos recursos pero negándoles todo tipo de participación en la toma de decisiones (Mele, 1997). En 1992, las autoridades de vivienda comunicaron a los vecinos de Jervay Place, un área urbana poblado por habitantes de color, de bajos ingresos, que su barrio recibiría fondos del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos (HUD) para la renovación total de 250 unidades. Jervay Place fue designado proyecto piloto de una modernización que incluiría no sólo la renovación de inmuebles, sino también el compromiso de identificar y resolver los problemas sociales. Sin embargo, en 1993 se demolieron una cantidad de viviendas, cuyos ocupantes fueron compensados con bonos o "vouchers" para futuras unidades. El año siguiente las autoridades decidieron no renovar las viviendas. En cambio, pidieron fondos a la HUD para demoler toda el área y reconstruir un Jervay más pequeño. Las 125 familias que habían sido relocalizadas fuera del área no podrían retornar. Los vecinos se sintieron traicionados y argumentaron que la "participación" había sido una cortina de humo que escondía el verdadero objetivo: eliminar Jervay. Las mujeres de Jervay -que como madres a cargo de sus hijos y con frecuencia principales aportantes a sus hogares, tenían mas que perder que los hombres en este conflicto- escribieron a varias organizaciones públicas y ciudadanas, incluido el HUD, y lograron detener temporariamente las demoliciones y crear la Jervay Place Task Force para permitir a los vecinos aportar sus ideas en la planificación física y social del nuevo Jervay. Las circunstancias que llevaron a los vecinos a la CMC y luego a la creación de su propia página web, fueron la confluencia del alto grado de compromiso de las organizaciones vecinales, la necesidad urgente de recibir información independiente y un factor propicio importante: las vecinas

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ya estaban familiarizados con el uso de computadoras y varias de ellas eran instructoras de informática. Las mujeres comprendieron que era necesario recurrir a otros lazos de asistencia, por fuera del control de las autoridades de vivienda. En 1995 decidieron exponer la historia online, transformando su rol de actores reactivos en activos. Un año después habían convencido a las autoridades de usar uno de los departamentos del lugar como Centro de Ayuda de Jervay. Se desviaron fondos de la HUD destinados a la lucha antidroga para comprar computadoras y el Centro contrató cursos de informática dictados por los vecinos más capacitados. Las líderes vecinales habían comenzado a usar las terminales de las escuelas y la Universidad para acceder a la información de Internet acerca de las reglas y normas de la HUD. Luego consiguieron acceso a la Internet para algunas de las terminales del Centro por medio de contactos locales en el departamento de planificación y la Universidad, y consiguieron financiación de la Universidad de North Carolina en Wilmington para comprar módems y pagar las cuotas iniciales de la conexión a Internet. La sección sin fines de lucro de un proveedor local de Internet les proporcionó una dirección electrónica para acceder a la Red y al servicio de e-mail ([email protected]). Las vecinas más avanzadas en informática asimilaron los fundamentos del acceso a Internet y a sus aplicaciones. Al comienzo las líderes buscaron información en la Red sobre terrenos y viviendas. Luego se suscribieron a tres grupos de discusión sobre arquitectura, desarrollo sustentable y planeamiento urbano, participando en los debates y solicitando asistencia a los expertos. Poco después introdujeron en Internet un texto que explicaba el conflicto local y pedía ayuda técnica a los lectores idóneos. Recibieron respuestas de 23 personas y organizaciones, incluyendo arquitectos, abogados especializados en casos de viviendas de bajos recursos y varias personas que les manifestaron su adhesión y ofrecían apoyo y consejos. La organización vecinal desarrolló su propio plan para Jervay on-line con la ayuda de tres estudios de arquitectura especializados en viviendas. Pero la intervención de los profesionales no se redujo al diseño: a través de la colaboración con los arquitectos, las vecinas introdujeron un tercer actor en las negociaciones de la Task Force. Armadas con conocimientos técnicos, pudieron dominar los debates con frecuencia. Poco después, implementaron su propia web page, con el apoyo del proveedor local de Internet. Jervay se convirtió en el primer proyecto de desarrollo inmobiliario en el país con una página web manejada por las vecinas. Esto fue posible gracias a la colaboración de la organización vecinal, el sector sin fines de lucro del proveedor de Internet, WISE, y el área de estudios urbanos de la Universidad de North Carolina en Wilmington. Además de elaborar proyectos con arquitectos on-line, la organización vecinal eligió temas y proyectos significativos para reforzar el poder de los vecinos. Estos controlaban los objetivos, contenidos y agregados a la página, mientras que los estudiantes se ocupaban del trabajo técnico, como escanear fotos y traducir los textos al lenguaje informático. La primera versión del web site se difundió online en abril de 1995. A pesar de que el fin explícito de la web site de Jervay fue el de proporcionar al público información sobre la historia

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local y los objetivos y actividades de su asociación de vecinos, los líderes no tardaron en utilizarla como una poderosa herramienta de acción colectiva. Las autoridades de vivienda, que disponían de recursos institucionales y contactos políticos, podían difundir fácilmente sus puntos de vista ante el público. Pero la web site podía funcionar como un boletín electrónico durante las 24 horas. A través de la home page de Jervay, se mantuvo un archivo abierto sobre la lucha y objetivos de los vecinos, que alcanzó a audiencias situadas mucho más allá de Wilmington. Al ensanchar el área de conciencia más allá de lo territorial inmediato, la organización vecinal se previno contra las intenciones de las autoridades de vivienda de silenciarlos El caso de Jervay origina interrogantes sobre la utilidad y las limitaciones del uso de Internet para fines comunitarios. El futuro de esta comunidad no será decidido en Wilmington sino en Washington, donde la crisis presupuestaria ha hecho posponer varios proyectos de desarrollo local. Por esta razón, la evaluación de este movimiento debe focalizarse más en la utilidad del proceso del accionar colectivo, que en los resultados concretos. Las experiencias mencionadas y otras varias en la que organizaciones ciudadanas lograron cohesión, difusión de su trabajo y fuerza de presión frente a sus interlocutores ilustran de qué maneras los habitantes urbanos pueden coincidir sobre la necesidad de resolver un problema común, combinar y utilizar sus recursos colectivos para proponer soluciones y convencer a las autoridades locales o a los grupos en el poder para que implementen estas soluciones, o bien para que ayuden a estas agrupaciones a implementarlas. Las prácticas realizadas en el área de la aplicación de la CMC en actividades comunitarias ilustra también cómo la realidad concreta de la ciudad puede transformarse gracias al accionar de las comunidades electrónicas (Rheingold, 1994). En realidad, estas prácticas no son nuevas. Alejandro Artopoulos (1998) demuestra que el estudio de las fuerzas sociales que dieron origen a estas experiencias indica que antes del desarrollo tecnológico hubo experiencias sociales de usos alternativos de la informática centralizada (mainframes) en espacios urbanos. ―Fueron el resultado de la actividad de un movimiento políticotecnológico opuesto a la informática centralizada del complejo militar y corporativo norteamericano. (...) Lejos de la tesis del posmodernismo, el uso alternativo de esa tecnología no expresa solamente la rebeldía cyberpunk, sino también la utopía de la participación ciudadana en el centro del espacio territorial comunitario: la ciudad‖.

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS REDES COMUNITARIAS? ¿Cuán útiles son las redes electrónicas comunitarias? Sus defensores reivindican –a veces utópicamente- que estas organizaciones contribuyen a promover el debate cívico, agudizar la conciencia ciudadana, romper los monopolios de información, hacerla accesible a todos los ciudadanos, o aún a disminuir el abismo entre pobres y ricos. También creen que las redes que tienen anclaje en cierta comunidad, como un barrio o una ciudad, poseen más posibilidades de llevar una vida larga y saludable que las comunidades electrónicas. Pero, ¿pueden las RC cumplir

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realmente los roles y funciones que sus defensores piensan? ¿Y qué pueden hacer los ciudadanos para contribuir a esto? Para responder a estos interrogantes, Douglas Schuler (1998) propone comenzar por examinar el concepto de ―comunidad‖. Para este propósito, puede definirse la comunidad como ―un grupo de personas que viven en cercanía geográfica unas de otras y que están ligadas por relaciones sociales y laborales, u otros intereses comunes‖. Para que esto resulte efectivo, los individuos que desarrollan redes comunitarias deben reconocer, apoyar y alentar estos lazos. Un modo de hacerlo, según afirma Schuler en su libro ―New Community Networks: Wired for Change‖, es ofrecer información y desarrollar servicios que contribuyan a sostener y desarrollar los ―valores centrales‖ de la comunidad. Estos valores serían: cultura y convivialidad; educación; fuerte cultura democrática; salud y bienestar; equidad económica, oportunidad y sustentabilidad; y información y comunicación (incluyendo, por ejemplo, tanto bibliotecas tradicionales como medios informáticos, televisión, radios libres, etc.). Todos estos valores son interdependientes y de acuerdo a una concepción organicista, pueden ser visualizados como sistemas vitales para una comunidad, del mismo modo en que los sistemas circulatorio, nervioso o muscular desempeñan roles interdependientes en el cuerpo humano (ver el capítulo deDouglas Schuler, en este mismo libro). En Estados Unidos, determinados ―miembros claves‖ de diferentes comunidades, como bibliotecarios, maestros, funcionarios municipales, agencias de servicios sociales, ONGs, etc., están explorando las maneras en que la tecnología de redes puede ayudarlos a alcanzar sus objetivos. A menudo sus esfuerzos se dirigen a desarrollar y afirmar el control y el acceso a la información comunitaria. Uno de estos grupos es Sustainable Seattle (Seattle Sustentable). Compuesto por miembros provenientes de una gran variedad de orígenes sociales y afiliaciones políticas, esta organización trabaja desde 1991 con el objetivo de identificar y evaluar tendencias pasadas y futuras que revelen la relativa ―salud‖ de Seattle. Esta es medida según un juego de criterios críticos de sustentabilidad interrelacionados, que incluyen niños pobres, calidad del aire, factores ambientales, criminalidad juvenil, tasas de voto, trabajo realizado para satisfacer necesidades básicas y muchos otros. Cada indicador fue seleccionado, analizado y descripto tan rigurosamente como fue posible. Los informes sobre cada indicador fueron reunidos e impresos en un informe general. Para extender el alcance de la versión en papel, Sustainable Seattle también hizo accesible el informe por medios electrónicos, a través de la Red Comunitaria de Seattle. Esto tiene una doble función: publicita sus propios esfuerzos, mientras a la vez facilita a otras organizaciones la iniciación de proyectos similares. Una red electrónica comunitaria selecciona y ofrece información de múltiples fuentes, posibilitando la idea de un punto único de acceso a la información, sin tener que recurrir a llamar a varias oficinas municipales, leer varios diarios y consultar a las variadas asociaciones de vecinos. Sin embargo, las REC ofrecen más que información local: muchas de ellas organizan periódicos semanales o boletines electrónicos, ofrecen salas de chat, links con organismos gubernamentales,

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proporcionan conexiones con redes nacionales e internacionales, así como el acceso comunitario a la televisión por cable –que es en realidad una comunicación interactiva, de dos direcciones- y sirven como catalizadores y conductos para proyectos comunitarios, como el mencionado proyecto de indicadores críticos de Sustainable Seattle. Aunque no existe una red electrónica comunitaria paradigmática, una recorrida por las REC existentes puede ilustrar sobre muchos conceptos. Según Schuler, la base electrónica de las REC incluye habitualmente correo electrónico, acceso a Internet, listas de distribución electrónica o listervs, y foros de discusión online. Sin embrago, las REC no proporcionan la misma capacidad de circulación online que los proveedores comerciales. Existen REC que obtienen su conexión a Internet y su página web por medio de la buena voluntad de proveedores locales, y otras que lo pagan. Los miembros de las REC o los ciudadanos que acuden a ellas puntualmente las contactan a través de varias maneras, que incluyen la conexión a través de computadoras personales y módems, conexión mediante otra computadora en Internet (a través del Programa Telnet), o directamente vía Internet. En los países desarrollados, y en algunos de los países en desarrollo, las bibliotecas públicas y universidades proveen terminales de acceso para los que carecen de equipamiento informático en el hogar. También se instalan kioscos informáticos, terminales de computación a través de las cuales se puede acceder a Internet pagando el equivalente a un dólar. En Argentina, se puede navegar Internet desde locutorios telefónicos por menos de ese precio. El acceso al ciberespacio ya no está tan limitado financieramente como al inico de la difusión de internet, aunque las fronteras impuestas por los diferentes capitales culturales siguen vigentes.

MONEY, MONEY... Una utilidad de las REC en la que comienzan a interesarse tanto las organizaciones sin fines de lucro como las empresas en busca de ganancias, es la financiera. Martin Johnson (1999) plantea que poner una organización comunitaria en Internet es una de las maneras más efectivas de obtener financiación y sponsors para la misma, dado que las redes electrónicas ofrecen una manera de alcanzar a nuevos donantes, entre los jóvenes de las clases acomodadas. ―En todo el mundo, los usuarios de Internet poseen ingresos superiores al término medio, buenos trabajos, y tienen entre 21 y 45 años. Es en este grupo etario que las organizaciones sin fines de lucro identifican a los donantes del futuro. Los medios tradicionales de obtener fondos no son muy efectivos cuando se solicitan donaciones a este grupo‖. La investigación de Johnson reveló que el 65% de los visitantes de un sitio web estaban dispuestos a hacer donaciones online. Los cibernautas que tenían entre 19 y 45 años y habían usado Internet durante dos o tres años, eran los más dispuestos a efectuar donaciones, aunque sus preocupaciones sobre ―dónde va el

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dinero‖ y sobre la eficiencia de la organización eran similares a los de los que efectúan donaciones por medios tradicionales. El interés de las empresas en las comunidades virtuales comienza a activarse seriamente. En el Congreso VIRCOMM 99, esto ha resultado muy claro. Buena parte del interés de las sesiones de este evento se concentró en descubrir qué valor comercial tienen las comunidades virtuales. VIRCOMM 99 es uno de los pocos congresos que trata la creación, construcción, crecimiento, y dirección de las comunidades virtuales, entendiendo por éstas algo más que espacios de chat y foros de discusión. Las Comunidades electrónicas se han convertido en un gran negocio y la audiencia potencial de usuarios fieles que puede acudir a una comunidad con éxito ha captado la atención de los ―portales‖, así como de directores de muchas compañías e importantes firmas. Una de las preguntas clave entre los empresarios que se aventuran en el ciberespacio es: ―¿Dónde está el dinero en el comercio electrónico?‖. Por respuesta dio un consejo: ―La cuestión clave está en obtener datos sobre tus clientes y utilizarlos apropiadamente para obtener valor comercial‖. Otra recomendación interesante fue la de lograr mejores datos utilizando la información que se consigue para proporcionar más valor a los clientes. Las herramientas de personalización o los productos recomendados del historial de compras pueden ser útiles también. Cuando una comunidad proporciona visitas y perfiles adecuados de miembros, hace posible el marketing ―one to one‖ y permite preguntar la opinión a grupos muy precisos de clientes. Ésta es la base del valor de una comunidad focalizada culturalmente. La fórmula general del éxito es, según dicen, centrarse en un perfil de usuarios proporcionando contenidos adecuados a sus intereses. Luego añadir algunos servicios: e-mail, páginas web, o herramientas de personalización. Finalmente el ingrediente esencial: los servicios interactivos, chats, foros y newsletters. Se agita todo y se espera a que se forme la "masa critica", es decir, el número de miembros que empieza a generar un contenido significativo. ¿Cuánta gente es eso? Según Katherine Prouty, vicepresidente de Family Education Network, como mínimo unos 10.000 visitantes al mes, teniendo en cuenta que la tasa de los que participan activamente es de un 1% aproximadamente. Las comunidades electrónicas se han convertido en blancos apetecibles de las estrategias de marketing. Surge el interrogante de si serán capaces de desarrollar estrategias propias para resistir las tendencias comerciales que amenazan con desvirtuar su esencia social y a su vez, extraer provecho financiero de Internet y sus posibilidades, para asegurar su permanencia

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APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS La participación comunitaria a través de la CMC no carece de defensores rayanos en la utopía y de detractores virulentos. Los primeros, entre los que se encuentran Schuler, plantean que dado que los ciudadanos que trabajan juntos, en el ―mundo real‖, hacia la consecución de objetivos comunes, son la base del trabajo comunitario, de ahora en adelante una gran parte de este producción podrá concretizarse a través de las comunicaciones electrónicas. Para Schuler, como hemos visto, las comunidades electrónicas son la prolongación de las reuniones cara a cara, a las que refuerzan y potencian. Lo mismo opinan los creadores de la red europea Epitelio de redes electrónicas comunitarias (http://www.eurosur.org/epitelio/infoen.htm). Esta es una iniciativa para estimular la cooperación entre los grupos marginales europeos. La aplicación telemática innovadora está diseñada para las peronas implicadas en la lucha contra la exclusión, quienes participan en las diversas fases del proyecto. La Red Epitelio (ver el capítulo de Artur Serra, en este mismo libro) es un nuevo concepto en el tratamiento y el estímulo de la integración social, por medio del uso de Internet como medio de comunicación, pero no se detiene allí: ofrece servicios de apoyo a ONGs y a usuarios, así como también a centros de investigación. La red actual comprende nodos en España, Italia, Portugal, Holanda, Bélgica, Irlanda, Inglaterra, Grecia y Noruega, y plantea extenderse a Europa Central, Europa del Este y el Norte de Africa. Algunos de los detractores afirman que las comunidades virtuales anularán las comunidades ―reales‖ mientras que otros opinan, por el contrario, que las REC carecen de utilidad dado que no reemplazarán a las reuniones cara a cara. Curiosamente, la casi totalidad de estos críticos no utilizan ni e-mail ni Internet, como lo ha demostrado la investigación desarrollada sobre Buenos Aires46 y carecen, por lo tanto, de experiencia al respecto. Las investigaciones y experiencias provenientes de Estados Unidos, Canadá y Europa, así como las entrevistas realizadas a miembros y directivos de redes electrónicas comunitarias en Buenos Aires muestran que las REC amplían el alcance de las organizaciones comunitarias, posibilitando su integración a redes ancionales e internacionales, facilitando su acceso a fuentes de financiamiento y actualizando la formación e información de sus miembros (Baumann, 1999). Es cierto que ni los e-mails ni las visitas a páginas web reemplazan las reuniones cara a cara, afortunadamente. Esa no es su función. Su rol es ampliar el alcance de la información, haciendo posible que miembros de la comunidad que no pueden hacerse presentes en reuniones puedan participar en las mismas y sobre todo, impidoendo que el accionar de las organizaciones comunitarias se vea limitado por distancias y barreras geográficas. Otros estudiosos del tema temen que la CMC continuará siendo el terreno exclusivo de los segmentos educados y económicamente acomodados de la población, que a escala global todavía

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pueden ser definidos como una elite. A pesar de que se admite que el uso de la CMC se está expandiendo, particularmente a través del sistema de educación, y que alcanza a proporciones considerables de la población -aunque sobre todo en los países mas industrializados- se argumenta que "Los impactos culturales más importantes de la CMC pueden ser potencialmente el refuerzo de las redes sociales culturalmente dominantes, así como el incremento de su cosmopolitismo y globalización" (Castells, 1997). Sin embargo, el panorama esta cambiando a ojos vistas: La CMC se esta extendiendo rápidamente, no sólo en los sectores de bajos ingresos de los países industrializados, sino también en los segmentos de ingresos medio-bajos y bajos de los países periféricos, a través de escuelas y universidades, empleos, sistemas bancarios, partidos políticos, medios de prensa y organizaciones intermedias. En España, numerosas comunidades están usando la CMC para conseguir trabajo y ofrecer bienes y servicios. Un ejemplo clásico es el pueblo de Callús, en Cataluña, cuyo alcalde tuvo la iniciativa de transformar una economía basada en la industria textil decadente en un conjunto de microempresarios en Internet, conectando a todo el pueblo a la red. Otras iniciativas de organizaciones sin fines de lucro es educar e informar a sus miembros y simpatizantes: desde Montevideo, la Red REPEM, uno de cuyos objetivos es formar a las mujeres en el uso de los medios informáticos, informa a organizaciones femeninas en todo el mundo hispanoparlante sobre las actividades que les conciernen y alienta las reuniones y congresos cara a cara. En la misma ciudad, la organización Vecinet distribuye una publicación electrónica semanal que une a las organizaciones comunitarias uruguayas que trabajan sobre temas urbanos. En Argentina, donde el acceso a Internet está todavía mayoritariamente circusncripto a los estratos sociales de ingresos medios y altos, la Sociedad de Trueque y el Paraguas Club llevan a cabo efectivas estrategias de superviviencia para los declinantes sectores medios de la población. La primera (http://www.geocities.com/RainForest/Canopy/5413/introdution/quees/html) es una asociación de ―prosumidores‖, según el término acuñado por Alvin Toffler (1979), que define a las personas que son, al mismo tiempo, productores y consumidores de bienes y servicios. En el caso de los clubes de trueque, este doble rol se materializa a través del intercambio de bienes y servicos mediante trueque multirrecíproco. No se empela dinero ni trueque directo, sino vales o ―créditos‖. El primer Club del Trueque argentino surgió en Bernal, Gran Buenos Aires, en 1995. A fines de 1997 existían ya más de 400 clubes, en los que participaban alrededor de 100.000 socios. Estos clubes se interconectan formando una red nacional horizontal, sostenida por una red electrónica, que los socios usan para ofrecer sus ―productos‖ y adquirir otros, además de reunirse en foros virtuales tanto como en ferias cara a cara en las que intercambian relojes por clases de inglés, o lecciones de computación por masajes reductores.

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PIP CONICET ―Nuevos paradigmas de participación ciudadana a través de las tecnologías de información y comunicación‖, op. Cit.

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El Paraguas Club se dirige específicamente a los sectores de ingresos medios y mediana edad (profesionales, comerciantes, pequeños industriales, generalmente de más de 40 años, que han quedado desplazados del mercado de trabajo) que decidan juntar sus recursos financieros, conocimientos y experticias para crear sus propios empendimientos. El Club proporciona a sus miembros una evaluación sobre la factibilidad de sus proyectos, información sobre los requisitos necesarios a considerar antes de invertir tiempo y dinero, un completo apoyo de información para comezar proyectos nuevos, encuentros grupales para promover intercambios de información y recursos, información sobre las nuevas posibilidades de crecimiento comercial, además de un web site, boletines, y una revista que informa sobre ofertas y propuestas. Paraguas Online (www.paraguasclub.org.ar, [email protected]), es la nueva estrategia del Club para usar Internet como herramienta de información y promoción. El website (al que se puede acceder desde terminales de computadoras en cualquier locutorio telefónico, si se carece de equipamiento informatico en el hogar) ofrece a los miembros del Club información sobre productos, servicos, requerimientos, propuestas, etc. Los miembrosnpueden promover sus inicativas, enviar y recibir e-mails de socios potenciales, y hacer contactos a nivel internacional, con especial énfasis en los países del Mercosur. Los coordinadores del Club consideran que el uso de Internet y de las redes electrónicas ha implicado un desarrollo notable de sus capacidades. Se muestran entusiastas sobre su web page en constante crecimiento, ya que opinan que es una herramienta fundamental para sus actividades. Experiencias como éstas, la de las mujeres de Montana, Sustainable Seattle o Jervay muestran que no es necesario que los miembros de las organizaciones de base posean computadoras individuales ni conocimientos previos en informática. Se puede acceder a ordenadores y módems, así como también a la formación necesaria para manejarlos, a través de escuelas, universidades, bibliotecas, locutorios, centros vecinales y otras organizaciones. La difusión masiva de la CMC no es tampoco un triunfo de la democratización de la información, sino de los intereses de las empresas de telecomunicaciones tienen en expandir sus mercados. De ahí el abaratamiento del costo de las computadoras y de la conexión a Internet, si bien no aún el de las tarifas telefónicas. De hecho, la división digital se está estrechando, según un nuevo estudio realizado por el U.S. Internet Council, una entidad sin fines de lucro, ya que cada vez son mas las minorías y las mujeres que estan en línea. Casi un cuarto (23%) de los negros y un poco mas de un tercio de los hispanos (36%) estan ahora en línea, y se espera que estos dos porcentajes lleguen al 40% o más el año próximo. Por otra parte, es posible que el porcentaje de mujeres que usan Internet alcance el 50% el año que viene, logrando el mismo nivel que los hombres. El estudio también reveló que solo el 7,5% de la población de los EE.UU. vive en un área que no tiene proveedor local de servicio de Internet (ISP), mientras que más del 75% tiene cuatro o más ISP para elegir. (Washington Times, 13/4/99).

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En Argentina, donde menos del 10% de los hogares posee computadoras, se estima que menos del 1% del la población total está conectada a Internet. El hecho de que casi un tercio de la población del país viva en condiciones de pobreza no es un factor que ayude precisamente a la difusión de las TICs en los sectores que se beneficiarían de ellas. Pero se perfilan cambios que trastocarán estas proporciones.

¿Qué ocurrirá con el acceso universal? El acceso universal a los servicios del ciberespacio, que en 1995 parecía una imposible utopía, está asomando en el horizonte argentino, tal como se ha implementado ya en otros países. Ya sea de la mano de apuestas políticas, de campañas maketineras por aumentar el número de consumidores electrónicos de e-commerce, de propósitos de diferentes niveles del gobierno o del tercer sector por democratizar el ingreso a la Sociedad de la Información, el acceso gratuito o a bajo costo a servicios informáticos se está implementando. Uno de los últimos decretos del saliente Presidente Carlos Menem, de diciembre de 1999, dispone la creación de un servicio de correo electrónico para la población - en la cual la dirección electrónica será gratuita, pero no el uso del correo, por el que se abonarán ―estampillas electrónicas‖, a partir de las oficinas del Correo Argentino, una empresa privada. Por otra parte, el gobierno del presidente Fernando de la Rúa, que como Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires había creado tres telecentros localizados en barrios de bajos ingresos, ha anunciado medidas tendientes al acceso universal al ciberespacio y a la alfabetización informática. Las computadoras no sólo se abaratan: como los teléfonos celulares, son un ―obsequio‖, que a precios relativamente económicos acompañan la adquisición de determiados servicios, como la suscripción a servidores de internet, que a su vez han entrado en una guerra de precios favorable a los bosillos de los cibernautas. Aparentemente, ya no hay excusas para no entrar con el mejor de los pies derechos a la Sociedad de la Información. El problema que se plantea actualmente, más que el acceso a la Red, es el de la calidad de los contenidos que en ella se exponen. Surgen varios interrogantes: ¿Facilitará este acceso la formación y el mantenimiento de redes electrónicas comunitarias? ¿Fomentará el interés ciudadano por la participación en la gestión de la ciudad? ¿Estará acompañado este acceso por campañas de educación informática? ¡Qué contenidos se pondrán a disposición de los ciudadanos? Por el momento, las respuestas posibles son sólo especulaciones, hipótesis que se confirmarán o invalidarán de acurdo a los datos aportados por futuras investigaciones. Lo más posible, de acuerdo a las actuales tendencias, es que se produzcan tres corrientes: 

La extensión de redes comunitarias existentes por medios electrónicos, con la consecuente apertura a nuevos miembros y simpatizantes, la articulación con organizaciones similares, y la conformación de redes electrónicas locales, nacionales y globales.

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La creación de nuevas comunidades electrónicas sin existencia física previa, sólo a partir del soporte cibernético. A partir de un core group, estas redes electrónica sfuncionan como los foros de interés, peor ene ste caso podrían estar referidas a temas loclaizados en el espacio.



La generación de ―comunidades electrónicas urbanas‖ o ―ciberciudades‖, apoyadas por los gobiernos loclaes y/u otros niveles de gobierno, como en el caso de La Carlota, en Córdoba, o el cieberpolo Benito Juárez-Laprida, en la Provincia de Buenos Aires, entre otras. Estos casos se proponen establecer redes de servicios y comunicación en comunidades físicas existentes, con el objeto de mejorar la calidad de vida y la gestión local. No suponen encesariamente la generación de redes electrónicas comunitarias, aunque éstas puedan crearse a partir de las facilidades de acceso a herramientas informáticas.

Sólo el último de los casos está explícitamente acompañado por campañas locales de educación informática, el segundo elemento clave, además del descenso de costos de acceso a Internet, para la popularización de las TIC. Sin embargo, los actuales discursos políticos, del mismo modo que las propuestas de algunas ONGs, hablan de alfabetización informática a nivel nacional, combinando los esfuerzos del Estado, el sector privado y el sector asociativo. Cuando estas propuestas se implementen (lo que aparece como inevitable, a la luz de los desarrollos internacionales que ejercen un ―efecto de arrastre‖), deberán ser a su vez acompañadas de profundas modificaciones en la cultura institucional. Como ya es obvio, las TIC, por sí mismas, no garantizan la transparencia de las organizaciones e instituciones, pero la posibilitan a un nivel no conocido anteriormente. Transparencia, horizontalidad en los flujos de información, flexibilidad, interactividad, participación comunitaria... Estos posibles generadores de prácticas democráticas, ¿Serán bien acogidos por los diferentes niveles de gobierno, por el sector privado, por las mismas asociaciones comunitarias, o se necesita aún la generación de profundos cambios en la cultura organizacional de las instituciones, y más que nada, en las prácticas cotidianas de la población ?

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Nuevas comunidades y nuevas redes comunitarias Construír nuevas instituciones para enfrentar los nuevos desafíos Douglas Schuler Traducción: Susana Finquelievich

Un llamado a una nueva comunidad

No puedo predecir qué clase de comunidad será, pero la nueva comunidad reaccionará contra la aplastante enormidad de los sistemas. Theodore Roszak (Krasny, 1994)

Las fuerzas globales—societales y tecnológicas—han destrozado las comunidades de muchas maneras. Por una parte, los ciudadanos pueden sentir que forman parte de una multitud indiferenciada, sin identidades personales. Por otra parte, también pueden sentirse aislados y solitarios, desconectados de la comunidad humana. La destrucción de la comunidad no fue parte de ningún plan diabólico, no más que la degradación del medio ambiente. Sin embargo, ha sucedido. La reconstrucción de la comunidad –de la misma manera que la limpieza de residuos tóxicos o la purificación de las aguasserá un largo proceso que requerirá diligencia y paciencia. La reconstrucción de la comunidad, sin embargo, no es optativa, no es un lujo. Es una acción que se encuentra en el centro de la humanidad: su reconstrucción es nuestra tarea más urgente.

La necesidad de una nueva comunidad Las comunidades son las entidades naturales para enfocar y resolver los problemas actuales. Para comenzar, muchos de los problemas más corrientes son problemas comunitarios: pobreza, delincuencia, desempleo, drogadicciones, y muchos otros. Estos problemas se manifiestan en la comunidad, y se analizan y resuelven mejor con la comunidad. Las comunidades son también unidades familiares y naturales. Las unidades más pequeñas pueden ser clánicas, no representativas y sin poder, y las mayores a menudo resultan demasiado anónimas y difíciles de manejar. El viejo concepto de comunidad está obsoleto en muchos sentidos y necesita ser actualizado para responder a los desafíos de hoy. La comunidad antigua o ―tradicional‖ era con frecuencia exclusiva, inflexible, aislada, incambiable, monolítica y homogénea. De las ruinas de esta vieja organización debe surgir una nueva comunidad, dedicada fundamentalmente a resolver los problemas democráticamente. Una comunidad innovadora muestra rasgos característicos que la distinguen de las antiguas. El más importante es la conciencia. En otras palabras, más que nunca antes, la comunidad necesita un alto grado de conocimiento -tanto de sí misma, de sus propias capacidades y necesidades- como del

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medio ambiente en el que existe, incluyendo sus características físicas, económicas, sociales, intelectuales, ambientales y otras. La conciencia de la nueva comunidad es inteligente y creativa. Proviene de almacenar información, ideas e hipótesis; de su facilidad de negociación, deliberación y discusión; de su conocimientos de las oportunidades y circunstancias, así como también de su aplicación de la tecnología y otras herramientas útiles. La creatividad de la nueva comunidad proviene de su capacidad de evaluar las situaciones y de crear métodos nuevos, elegantes y a veces inesperados para resolver los desafíos comunitarios. Además de conciencia, la nueva comunidad posee principios y objetivos. Sus principios se basan en la equidad –―nadie es libre cuando los otros están oprimidos‖— y sustentabilidad, porque un estilo de vida basado en el sobre consumo es ilusorio, y en el largo plazo se destruye a sí mismo. Usando estos principios como cimientos, una nueva comunidad también tiene fines y objetivos que se esfuerza en alcanzar. La nueva comunidad está orientada a la acción. Esta debe ser coherente con sus principios, y debe ser flexible. Los procesos y los proyectos necesitan continuos reevaluaciones continuas y ajustes, y los proyectos y procesos basados sólo en fe, tradición o conocimientos tradicionales serán con frecuencia inequitativos e ineficientes. Como consecuencia inevitable de su conciencia, principios y objetivos, la nueva comunidad tendrá mayor poder. Este poder se manifestará en su capacidad para resistir las influencias exteriores indeseadas conseguir los resultados esperados. Este nuevo poder podría establecer a las comunidades como rivales del gobierno o de empresas, o al menos servir para mediar parte de su vasto poder. Este poder –como todos los poderes- podría ser usado aburridamente. Pero es muy posible que el poder sea ejercido de acuerdo a los principios de la nueva comunidad, para beneficio de las personas que la componen tanto como las exteriores a la misma. Está claro que las comunidades necesitan ser responsables en alto grado para enfocar sus propios problemas. Esto está siendo realizado de varias maneras por individuos y grupos en los Estados Unidos y en el mundo. Además de mirar a su interior – a sus problemas y recursos- las comunidades también necesitan mirar hacia el exterior. A veces el problema está causado por fuerzas exteriores a la comunidad; a veces el problema debe ser compartido con actores sociales externos; a veces es necesario comunicarse con grupos o individuos externos a la comunidad; y a veces es necesario salir al exterior porque los recursos necesarios para resolver un problema no están disponibles a nivel local. La nueva comunidad no necesita contener los mismos elementos que la antigua comunidad. Al mismo tiempo, muchos elementos de la vieja sociedad han sobrevivido a su utilidad. Las circunstancias modernas han hecho que el cambio sea una constante, y las nuevas comunidades deben aprender a adaptarse a las transformaciones. Las circunstancias modernas también hacen que los conflictos surjan más a menudo, de modo que las nuevas comunidades deben aprender a discutir con eficacia. Finalmente, las circunstancias modernas han creado abismos enormes e inequitativos entre las diferentes clases económicas, de modo que la nueva comunidad debe construirse sobre la justicia y

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la compasión. El arquitecto Christopher Alexander y sus colegas han desarrollado un curioso ―lenguaje de modelos‖ (Alexander et al., 1994) para designar habitaciones, edificios y ciudades. Este ―lenguaje‖ contiene un poderoso vocabulario de más de

250 modelos arquitectónicos que son

conviviales y afirman la vida. A pesar de que sólo estamos comenzando un debate similar, probablemente no sea demasiado pronto como para comenzar a pensar en un ―lenguaje de modelos‖ que entreteja una colección de modelos cívicos, sociales, políticos, económicos y ambientales en un vocabulario o lenguaje a través del cual las personas puedan concebir, discutir y construir nuevas comunidades.

¿Quién creará la Nueva Comunidad? Con frecuencia se apela a los gobiernos para resolver los problemas comunitarios. Como veremos, es poco probable, y en algunos sentidos no deseable, que el gobierno trate de resolver por sí mismo los problemas de las comunidades deterioradas. A menudo el aparato gubernamental es demasiado grande, burocrático, sufre de parálisis o posee demasiadas ideas preconcebidas como para responder efectivamente. Por lo demás, el gobierno –al menos en los Estados Unidos- está manipulado en un grado alto e incómodo por poderosos intereses corporativos y empresarios. Por un lado, las corporaciones y los muy ricos contribuyen con un alto porcentaje de los dólares necesarios para las campañas políticas, volviéndose así la el distrito electoral con el que los políticos están comprometidos. Por otra parte, los lobbystas corporativos examinan cuidadosamente cada frase de la legislación, buscando secciones para apoyar, cambiar o suprimir, con el fin de conseguir algunas ventajas. Es innecesario aclarar que los ciudadanos no afiliados juegan un rol mínimo en esta importante parte del proceso político. La mejor razón para no esperar (o querer) una ―ayuda exclusiva‖ del gobierno, es que las soluciones reales para los problemas de las comunidades necesitan de una fuerte participación comunitaria, y el gobierno de los Estados Unidos rara vez se ha mostrado capaz de ser un participante en igualdad de condiciones que lso ciudadanos en proyectos comunitarios ¿Las empresas jugarán entonces un rol de liderazgo en la reconstrucción de las comunidades? Si se toman en cuanta las actuales prácticas y la filosofía empresarias, la respuesta a esto e un no resonante; de hecho, las empresas han sido en gran parte las mayores fuerzas que han impulsado el deterioro de las comunidades. Dado que la máxima prioridad de las empresas es la rentabilidad económica, favorece obligatoriamente las ganancias por sobre las personas. Si trasladar una fábrica fuera de una comunidad significa mayores beneficios económicos para la empresa, la fábrica se mudará. Tal vez es más significativo el hecho de que las empresas, crecientemente, no forman parte de la comunidad, aún si están localizadas físicamente en ella. Los negocios no toman en cuenta a la comunidad, aparte de poner a su disposición bienes y servicios a cambio de pago. Más aún, las acciones de las empresas sugieren con frecuencia indiferencia hacia las necesidades de la comunidad humana en su sentido más amplio. Empresas y gobiernos poseen un rol importante que jugar en el proceso de reconstrucción de las comunidades, pero no puede permitirse que lo dominen.

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El mundo está buscando nuevos enfoques a los problemas comunitarios, a medida que las antiguas instituciones (incluyendo iglesias, gobiernos, empresas, universidades, y el sistema de ciencia y tecnología) y sus métodos tradicionales van siendo superados por los nuevos –y viejos- problemas que se vuelven globales. Al mismo tiempo, se vuelve cada vez más claro que el modelo del especialista o el experto está obsoleto, y que los nuevos enfoques deben ser inclusivos, discursivos, participativos y orientados a la comunidad. Cada vez más, estos nuevos enfoques pueden ser idiosincrásicos y variar de una ciudad a otra, de un país a otro. Es interesante comprobar que muchos signos apuntan a la democracia comunitaria como el enfoque público de resolución de problemas, tal como era su objetivo original.

Los valores centrales de la Nueva Comunidad El cuerpo humano tiene un sistema nervioso, un sistema digestivo, y un sistema óseo, entre otros, los cuales trabajan en conjunto para mantener la vida. De la misma manera, una comunidad tiene sistemas o valores centrales que mantienen su ―red de unidad‖ (MacIver, 1970). Estos seis valores –convivialidad y cultura, educación, democracia fuerte, salud y bienestar, equidad económica, oportunidad y sustentabilidad, información y comunicación- están fuertemente interrelacionados, Cada sistema influencia cada uno de los otros, y cualquier deficiencia en uno de sellos resulta en una deficiencia del todo. El refuerzo de estos valore comunitarios, en particular en las direcciones sugeridas por los atributos que se detallan en el cuadro 1, resultará en comunidades más fuertes y coherentes

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Valores centrales CComuniComuni dadcomunidadco munidadunity Core Values

Educación

Convivialidad Y cultura Culture

Fuerte Democracia Informacion and Communicacion

Equidad Oportinidad Sustentabilidad portunity, Económica

Salud y Bienestar

sssin-

Figure 1.

Es importante considerar que dirigirse a estos valores centrales es un proceso dinámico e interdependiente que inevitablemente pasará por varios cambios y evoluciones en el tiempo. Más aún, no se espera alcanzar un estado final estático, una utopía que se reconocerá en cuanto se llegue a ella. En lugar de eso, los miembros de la comunidad necesitan desarrollar una variedad de proyectos grandes y pequeños que refuercen estos valores. Algunos proyectos ayudarán a los individuos, otros a grupos mayores. Algunos serán de corto plazo, otros de largo plazo. Sin embargo, si todos estos proyectos siguen los principios de la nueva comunidad, se reforzarán mutuamente, conformando un gran movimiento progresivo que se extenderá a la sociedad

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Atributos de los valores centrales • Convivialidad y Cultura: pertenecer, ser solidario, inclusivo, activo, conversacional, asertivo •

Educación: equitativa, empoderadora, efectiva, durante toda la vida, inquisitiva, flexible, proveedora de atención individual, creadora de comunidades de aprendizaje

• Fuerte democracia: deliberativa, equitativa, proactiva, funcionando todos los días, voluntaria, pluralista • Salud y bienestar: equitativos, holísticos, preventivos, humanos, orientados a la comunidad •

Equidad económica, oportunidad, sustentabilidad: capaz de responder adecuadamente, responsables, justos, cooperativos, orientados a la gente

• Información y comunicación: participativas, confiables, accesibles, universales, cívicas, pluralistas Las redes comunitarias pueden reforzar las comunidades Las asociaciones que existen en una comunidad son interdependientes. Debilitar una de ellas es debilitar a todas. Si el periódico local cierra, las reuniones del club de jardinería y de la municipalidad disminuirán a medida que pierden una voz. Si la Legión Americana se desbanda, muchos eventos comunitarios que se efectúan para recolectar fondos y el mantenimiento del salón social local cesarán. Si la Iglesia Baptista cierra sus puertas, varios grupos de autoayuda que se encuentran en sus locales se encontrarán sin lugar de reunión, y los ancianos en los hogares de personas mayores perderán sus visitantes semanales. La interdependencia de las asociaciones y la dependencia de la comunidad del trabajo de éstas es el centro vital de la sociedad efectiva. - John McKnight (1987) Las redes de compromiso cívico contienen los éxitos pasados en lo que se refiere a colaboración, los cuales pueden servir como moldes culturales para colaboraciones futuras. - Robert Putnam (1993) Antes de que las computadoras ocuparan el centro del escenario, el término ―red comunitaria‖ era un concepto sociológico que describía el modelo de comunicaciones y relaciones en la comunidad. Esta era la red comunitaria que describía cómo viajaban las noticias y cómo se enfocaban los problemas sociales en la comunidad. Las nuevas redes comunitarias basadas en la informática son una innovación reciente, dirigidas a ayudar a revitalizar, reforzar y expandir las redes comunitarias existentes, basadas en las personas, de la misma manera en que las innovaciones cívicas anteriores han ayudado históricamente a las comunidades. Actualmente, los miembros de la comunidad y los activistas alrededor del mundo están desarrollando estos sistemas informáticos orientados a la comunidad, a menudo conjuntamente con otras instituciones locales, que incluyen colegios y universidades, escuelas, organizaciones del gobierno local, bibliotecas y asociaciones sin fines de lucro. Existen alrededor de 300 sistemas operacionales (y casi 200 más en desarrollo) (Doctor and Ankem, 1995) y el número de usuarios registrados excede los 500,000 en el mundo (NPTN, 1995). Estas redes comunitarias (llamadas a veces redes cívicas, Free-Nets [una marca de servicio de

NPTN], centros de informática

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comunitarios, o redes de acceso público), algunas con una población de usuarios de decenas de miles, tienen en general el objetivo de avanzar en los fines sociales, tales como construir una conciencia comunitaria, alentar la participación en las decisiones locales, o desarrollar oportunidades económicas en las comunidades de bajos ingresos Una red comunitaria cumple con estos objetivos apoyando a las comunidades más pequeñas y facilitando el intercambio de información entre los individuos y estas comunidades pequeñas. El objetivo de otra red comunitaria es proveer un kiosco de información electrónico para la información y comunicación comunitaria, usando foros de discusión, foros de preguntas y respuestas, acceso electrónico a los funcionarios del gobierno, información y acceso a los servicios sociales, correo electrónico y en muchos casos, acceso a Internet, incluyendo el acceso a la World Wide Web (WWW). Estas redes están comenzando a integrar servicios e información basados en boletines electrónicos existentes: ―electronic bulletin board systems‖ (BBSs) y otros sistemas informáticos. El aspecto más importante de las redes comunitarias, sin embargo, es su inmenso potencial para incrementar la participación en las cuestiones comunitarias, un potencial mucho mayor que el ofrecido por los medios tradicionales como la televisión, la radios o la prensa escrita. Los miembros de la comunidad interactúan con las redes comunitarias de varios modos. Las terminales de las redes electrónicas comunitarias pueden distribuirse en lugares públicos, como bibliotecas, estaciones de ómnibus, lavanderías, escuelas, centros comunitarios, centros de adultos mayores, oficinas de servicios sociales, mercados, y shoppings. También se puede acceder a las REC desde los hogares, a través de computadoras, y en forma creciente desde Internet. En los últimos años los activistas han estado instalando centros informáticos comunitarios, donde las personas, a menudo de bajos recursos, pueden familiarizarse con la computación en un ambiente confortable y aprender a usar las aplicaciones de la informática y los servicios que se encuentran en la red. Los servicios actuales de una REC varían de sistema a sistema, pero existen algunos típicos, como proporcionar acceso a la información sobre organizaciones sin fines de lucro y oficinas gubernamentales. Las REC también ofrecen foros de discusión online sobre un número ilimitado de temas. Los tópicos posibles incluyen mascotas domésticas, los sin techo, religión, activismo gay, ―pregúntele al Intendente‖, educación alternativa, eventos culturales, cursos, reuniones públicas, foros de artistas y artesanos, clínica dental, novedades en seguridad pública, noticias internacionales y novedades del vecindario. Las redes electrónicas comunitarias, son, definitivamente, proyectos locales e independientes. Muchas de ellas están afiliadas al National Public Telecomputing Network (NPTN, Red de Telecomputación Pública Nacional), una organización actualmente difunta que ayudaba a un alto número de REC –o Fre-Ntes, en términos de la NPTN) a establecerse. Una nueva organización, la Association For Community Networks (AFCN, Asociación para Redes Comunitarias) se ha creado recientemente en los Estados Unidos, pero en general, los activistas que desarrollan REC no han explorado aún, ni en teoría ni en la práctica, el concepto de establecer entre ellos relaciones más fuertes y cercanas.

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Históricamente, los sistemas de redes comunitarias tienen dificultades financieras, pero el creciente interés del público y algunas transfusiones financieras de las empresas gubernamentales y de fundaciones ha aliviado, al menos temporalmente, algunos de los problemas en ciertos sistemas. Aún así, muy pocos de estos sistemas cuentan con el número necesario de personal rentado. Ya sea que una comunidad ―implosione‖ o no, como previene Mario Morino, del Morino Institute (1994), a corto y mediano plazo una preocupación importante es la concierne la cuestión de si los recursos comunitarios pueden reunirse alrededor de las redes electrónicas comunitarias como instituciones permanentes para la comunidad. Las REC ofrecen un nuevo tipo de ―espacio público‖, que presenta similitudes y grandes diferencias con los otros espacios públicos, más tradicionales, que podemos encontrar en nuestra sociedad. Steve Cisler, un científico senior de la Biblioteca Apple, pronostica (1993) que ―exactamente de la manera en que el sistema eléctrico comenzó a transformar la América urbana y la de las ciudades pequeñas hace un siglo, las REC lo están haciendo en los 1990‖. No importa si esta predicción se cumple o no; lo que importa es que las redes electrónicas comunitarias ofrecen una oportunidad importante y excepcional para que las comunidades desarrollen y administren una tecnología democrática.

La Free-Net de Cleveland—Un recorrido rápido Las redes comunitarias toman formas diferentes en comunidades distintas. Los cambios en la tecnología informática (sobre todo en las interfaces gráficas y en la tecnología de ña nueva World Wide Web) también influencian el diseño de los futuros sistemas, a medida que evolucionan más allá de los primitivos sistemas basados solamente en el texto. A pesar de esto, la Cleveland Free-Net (CFN), una de las primeras REC en el mundo, es tan relevante ahora como lo fue en las primeras etapas de su desarrollo, hace más de diez años. Aún si yo podía llamar a la CFN desde mi casa, a través de mi computadora y módem, usaba las capacidades de Internet Telnet capability para conectarme a CFN. Dado que no era un usuario registrado del sistema, se me permitía explorar el sistema, pero no enviar ni recibir e-mails ni mandar mensajes a los foros online. Luego de su logo (Fig. 3) y de que apareciera cierta información introductoria, el menú principal (Fig. 4) mostraba las áreas principales en el interior de la CFN.

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/\ Bienvenido a ... _! !_ _!__ __!_ __ ! ! _! !_ ! ! ! ! ! ! /\ ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !___ ! !! ! ! ! ! ! ! ! !_!_ ! ! ! ! ! ! ! ! !! ! ! ! ! ! _! ! !_!_ ! ! !_ ! ! !_! ! ! ! ! ! CLEVELAND FREE-NET ! ! SISTEMA INFORMATICO COMUNITARIO ! !____________________________________! Traído para usted por: Case Western Reserve University Office of Information Services

Usted es: 1. Un usuario registrado 2. Un visitante Figure 2

La CFN, al igual que muchas redes comunitarias en el mundo, está organizada como un grupo de ―edificios‖ en una ―ciudad‖ electrónica. Cuando el usuario desea comenzar a trabajar con un servicio o visualizar un menú en un nivel más bajo, debe tipear el número correspondiente. Tipear un 1, por ejemplo, lo lleva al Menú del Edificio Administrativo, que describe los objetivos de CFN, su tecnología, contenidos, políticas y otras informaciones administrativas. Si el usuario tipea un 2, el Menú de la Oficina de Correos muestra una serie de opciones para enviar o recibir correo electrónico o para ejecutar otras tareas más especializadas, tales como filtrarlo (esto es, hacer que ciertas cosas sean hechas con el correo, como eliminarlo o guardarlo en determinados archivos, de acuerdo al tema, remitente u otras características del correo). Tipear un 3 llama al menú de la Plaza Pública (Fig. 5) que reúne varios servicios relacionados con la comunicación, incluyendo el Café, en el que los usuarios pueden chatear (donde cada línea de texto que un usuario particular tipea se exhibe a los otros usuarios online que también estén usando el programa de chat), votar, o participar en una cantidad de foros.

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Cleveland Free-Net Directory 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

El Edificio Administrativo Oficina de Correos Plaza Pública Centro de Gobierno y Tribunales Edificio de las Artes Centro de Ciencia y Tecnología Edificio de Artes Médicas Escuela (Academia 1) Centro Comunitario y Area de Recreación Parque empresario e industrial Biblioteca

Su elección ==> Figura 4

Plaza pública 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Sobre la plaza pública Anuncios El Kiosco (alias ―La Zona‖) (Pizarra abierta, sólo para adultos) El Café (Chat con otros usuarios) El Podio (Discursos Electrónicos, sólo para adultos) El lugar electoral (Todas las áreas de voto) La cabina de voto del Kiosco (Area de voto del Kiosco) El lugar de debates (Discusiones generales, abierto) La línea de fiestas de los solteros El SIG no sexista El lugar de los setentistas El Foro Mensa

Figura 5. La elección del Centro de Gobierno y el Tribunal en el menú principal da acceso a información referida al gobierno, tal como el presupuesto de los Estados Unidos, el Servicio de Impuestos, servicios meteorológicos, información legal, y documentos históricos (como la Constitución de los Estados Unidos), mientras que el Centro de Artes contiene información sobre video, fotografía, literatura, artes visuales, teatro y otras áreas relativas a las artes, y el Centro de Ciencia y Tecnología contiene información sobre museos, computadoras, un ―rincón de los escépticos‖ y organizaciones de tecnología. El Edificio de Artes Médicas (Fig. 6) contiene una amplia variedad de información y servicios relativos a medicina y salud, incluyendo un foro sobre sida, en el que los usuarios pueden plantear preguntas anónimas (Fig. 7) relativas al HIV o sida, a una enfermera diplomada que las responde en el foro para cualquiera que esté interesado en el tema.

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Edificio de Artes Médicas 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13

Sobre el Edificio de Artes Médicas USA TODAY: Principales noticias sobre salud Hospital St. Silicon‘s Centro de minusválidos Centro de Apoyo a enfermos de Alzheimer Psicología y Salud Mental Clínica de animales Byte Centro de Salud Internacional Educación sobre abuso de drogas Centro de Recursos de Información Pediátrica Seguridad y Medio Ambiente Red de Bioética de Ohio Red de Enfermeras de Ohio Nor-oriental (3NEO)

Figura 6

Del Foro de HIV/SIDA Articulo #15 (49 es el último): Newsgroups: preguntas a freenet.med.stsil.aids De: anónimo Tema: Peligro público ¿Es verdad que existe un alto riesgo de contagiarse de SIDA en una piscina pública? ***contestada por Stefan Ripich, RN En absoluto. La única manera de exponerse al virus es si éste tiene acceso a los fluidos de su cuerpo. El virus no puede vivir en el agua de una piscina. Figura 7. El CFN también ofrece servicios educativos Academy One que a menudo involucran a niños de todo el mundo en ciencia, arte, o proyectos culturales. Una lista de poemas de niños, cuentos, u otras composiciones de jóvenes escritores se muestra en la Figura 8.

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Selecciones de Literatura Infantil **R 1. Un Cuento de Terror 2. Cómo el conejo consiguió sus largas orejas 3. Re: Cómo el conejo consiguió sus largas orejas 4. Tigres, por: Christina Lynn Aust 5. Mi pájaro J. R., por: Christina Lynn Aust 6. Mi papá, por: Christina Lynn Aust 7. Camping 8. Soy una sirenita 9. Sobre los poemas de Christina 10. Re: Soy una sirenita 11. Un anciano llamado Ron 12. La canción de lectura 13. Un Espadachín llamado Fred Figura 8 Muchos Servicios Comunitarios se presentan (Fig.9) como otros other Free-Nets en los Estados Unidos (Fig. 10).

Servicios Comunitarios 1 Alcohólicos Anónimos/Al-Anon 2 Hábitat para la Humanidad 3 Centro de Minusválidos 4 Discapacitados y Orgullosos 5 Empleos solicitados/Empleos ofrecidos 6 Metroparks del lago 7 Centro de Servicios Comunitarios para Gays y Lesbianas 8 Servicios e Intercambios Inmobiliarios 9 Servicios United Way 10 Pizarras de Solicitados y En Venta 11 Centro de Scouting Figura 9 La Cleveland Free-Net es probablemente la más antigua (comenzó en 1986) y la más amplia red electrónica comunitaria. La última vez que me conecté, había otros 216 usuarios conectados (su documentación dice que el sistema puede soportar 406 usuarios simultáneos) y había más de 160,000 usuarios registrados. Los nuevos usuarios continúan inscribiéndose a razón de 10 por ciento mensuales, como lo han venido haciendo desde los inicios de la red. Hay aproximadamente 6 millones de sesiones de usuarios por año, y el sistema consiste de 18 Pentium, 486, interconectadas, y computadoras Sun , que funcionan con el sistema operativo UNIX y el software de redes comunitarias de Free-Port. Cada sesión de los usuarios dura 28 minutos en promedio y le cuesta a la Case Western Reserve University (la institución que controla la Cleveland Free-Net) aproximadamente cinco centavos de dólar por sesión a través de teléfono y módem, y un décimo de centavo de dólar por sesión a través de Internet (Neff, 1995).

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Free-Nets en los USA 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

Free-Nets en Ohio CIVITAS: El Hogar Electrónico de NPTN Heartland Free-Net Tallahassee Free-Net (Tallahassee, Florida) The Big Sky Telegraph (Dillon, Montana) Buffalo Free-Net (Buffalo, New York) Denver Free-Net (Denver, Colorado) Traverse City Free-Net (Traverse City, Michigan) Prairienet (Illinois) Rio Grande Free-Net (El Paso, Texas) Sendit Free-Net (Sendit, North Dakota) The Columbia Online Information Network (Columbia, Missouri) The Greater Detroit Free-Net (Detroit, Michigan) The Los Angeles Free-Net (Los Angeles, California) The Seattle Community Network

Figura 10

Hacia un matrimonio entre la comunidad y la tecnología La gente no sólo obtiene cosas; necesitan ante todo libertad para hacer cosas entre las cuales puedan vivir, para conformarlas de acuerdo a sus propios gustos, y para ponerlas a disposición con cuidado para y por los otros. Ivan Illich (1973)

Ambas, la comunidad y la tecnología, son partes inseparables de la condición humana. Una comunidad es una red, una red real y sin embargo intangible, una red de relaciones sociales. Idealmente, la red de la comunidad es una unidad, una fuerza cohesiva que es solidaria, construye relaciones, y alienta la tolerancia. Es triste constatar que la red comunitaria se debilita crecientemente de muchas maneras. La tecnología también es una suerte de red, dado que también conecta a las personas de modos reales e intangibles. La tecnología mediatiza la comunicación entre personas, cambia el espacio social y altera los roles y relaciones en al sociedad. La humanidad ha utilizado tecnologías desde hace más de un millón de años —para multiplicar las fuerzas o encoger las distancias— y la tecnología, como el lenguaje, es una extensión natural e inseparable de nuestro mundo y de nuestra visión del mundo. Sin embargo, recientemente, y sobre todo en los últimos años, la tecnología ha perdido equilibrio y está fuera de control en muchos aspectos. En forma creciente, las comunidades están a merced de un imperativo tecnológico aparentemente autónomo. .

Existe una tensión evidente entre el concepto de ―comunidad‖ y el de ―tecnología‖, que

necesita ser tratado. Los estereotipos persisten en afirmar que las comunidades son cálidas y peludas, como un tierno animalito, mientras que la tecnología es fría, inflexible, misteriosa y peligrosa. Parte

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de la razón de estas generalizaciones puede ser encontrada en la Historia —el duro y despiadado trabajo en las fábricas de la Revolución Industrial— y parte puede encontrarse en nuestra imaginación colectiva, sobre las comunidades conviviales que existieron en el ―era una vez‖, en los ―buenos viejos tiempos‖ anteriores a las máquinas. La tecnología es percibida como compleja e incomprensible. Se la ve como de alcance más grande que las esferas familiares y confortables del individuo o la comunidad. La tecnología puede ser compleja e inhumanamente vasta. Pero si las personas no demistifican la tecnología, ésta causará miedo eternamente, y las personas continuarán sintiéndose victimizadas. La verdad es que la cultura de la humanidad no puede ser separada de sus herramientas o de la tecnología. Como las comunicaciones, el hacer y usar herramientas es inseparable de nuestra naturaleza. Aunque los sistemas tecnológicos puedan parecer incomprensibles, y sobrecogedores en tamaño, no precisan serlo. Como demostraremos, los sistemas existentes pueden ser domados y s pueden concebir nuevos sistemas, orientados a la comunidad. Por medio de reasegurar nuestro control sobre los sistemas tecnológicos, algunas de las tensiones entre ―comunidad‖ y ―tecnología‖ pueden ser eliminadas y a tecnología puede ser mejorada para servir mejor a las necesidades humanas.

Las preferencias de la Nueva Comunidad Existen una multitud de ideas y proyectos —tanto orientados hacia la informática como no— que podrían ayudar a apoyar los valores centrales y los objetivos de la nueva comunidad. En general, estas ideas y proyectos tienen incorporados un conjunto de preferencias de valores (Fig. 11) que indican la perspectiva general de la nueva comunidad; no son elecciones binarias. Por ejemplo, no se pueden abrogar los derechos de los individuos sólo porque el interés se focalice en al comunidad. Ni tampoco, por seguir otro ejemplo, esta figura implica que los intereses comerciales no sean importantes, sino sólo que el foco de interés en este caso es fundamentalmente no comercial (excepto en casos en los que el focalizarse sobre un asunto comercial sea relevante para la nueva comunidad).

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Preferencias de la Nueva Comunidad • • • • • • • •

Geográfico sobre ―virtual‖ Comunitario sobre individual Público sobre privado Cultura de la comunidad sobre cultura masiva Construcción de capacidades sobre orientación a las necesidades Hecho en casa sobre especialistas Empoderamiento sobre desesmpoderamiento Conversación multidireccional sobre emisiones unidireccionales de medios • Discusión sobre propaganda (P.Ej. radio) • Inclusivo sobre exclusivo • Proceso sobre objetivo • Fundamental sobre superficial • Democracia sobre autocracia • Cívico sobre comercial • Voluntario sobre coercitivo • Necesidades reales sobre necesidades artificiales • Redes sobre jerarquías • Sustentable sobre agotador Figura 11. La tecnología informática—conjuntamente con otros esfuerzos— puede jugar un rol positivo en al reconstrucción de la comunidad, reforzando sus valores centrales. El hecho de que estos objetivos se concreticen depende de todos los ciudadanos. Los sistemas genuinamente democráticos sólo pueden desarrollarse a través de la participación amplia. Esta tarea no debe ser un proyecto bienintencionado y caritativo de las elites ni la rebelión de las masas oprimidas. Debe ser abierto a los ciudadanos de todas las razas, clases económicas, religiones, géneros, edades y preferencias sexuales. Debe ser de naturaleza global, porque se necesita una confluencia de perspectivas, experiencias y habilidades para triunfar. Saul Alinsky, el primer activista comunitario norteamericano dijo (Boyte, 1989) que ―el radical es esa persona excepcional que cree en lo que él mismo dice. Desea un mundo en el cual el valor del individuo sea reconocido. Quiere la creación de una sociedad donde todas las potencialidades humanas puedan ser realizadas‖. La visión de la nueva comunidad es una visión radical. Construirla requerirá cuidado y diligencia, paciencia e inteligencia. Cuanto más grande sea el esfuerzo, cuanto más estrechamente entretejidos estén los esfuerzos, tanto más fuerte será esta fuerza. El momentum para el cambio positivo será irresistible.

Bibliografía

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Las redes ciudadanas: Una tecnologia de la sociedad de la informacion. Lecciones del proyecto europeo EPITELIO

Artur Serra El proyecto EPITELIO (1996-1998). Un proyecto de investigacion de la Union Europea contra la exclusion social. El proyecto EPITELIO (1996-1998) consistia en prinicipio en desarrollar una plataforma telemática para la lucha contra la exclusion social. (http://www.epitelio.org). Fue uno de los pocos proyectos en el area de temas urbanos y rurales del IV Programa Marco europeo claramente relacionado con uno de los objetivos que aparecen señalados como distintivos de la estrategia europea: la creacion de una sociedad de la informacion abierta a todos los ciudadanos sin exclusion, mas alla del desarrollo de una mera infraestructura de informacion. El resultado de dicho proyecto ha sido no tanto crear una plataforma telemática, de hecho un conjunto de servicios sobre Internet, sino desarrollar y potenciar un conjunto de nuevas organizaciones tanto de distrito (como en el caso de Ravalnet), como de ciudad (Rete Civica de Milano) como europeas (la European Association for Community Networking), que permiten materializar lo que entendemos por "sociedades de informacion". Las hipotesis de partida del proyecto fueron dos: 1. Se trataba de generar no solo una plataforma telematica, sino una comunidad. 2. Se queria que esta comunidad fuera nueva. Se consideró que igual que Internet consistia en una nueva infraestructura de informacion, diferente a las ya conocidas (telecomunicacion y mass media), dicha infraestructura podria generar una nueva estructura social, diferente a la actual. Que tipos de organizaciones, de comunidades habian ya surgido que tuvieran las caracteristicas de interactividad, abertura, participacion, que propiciaba la propia Internet? Realizamos un estado del arte, y encontramos las redes ciudadanas, como una de las expresiones emergentes de esa nueva estructura social.

Las redes ciudadanas: Servicios diseñados por y para los propios ciudadanos. Las redes ciudadanas, en inglés community networking, han venido surgiendo a lo largo de los ultimos años como espacios publicos creados sobre las redes de ordenadores por la propia comunidad local a fin de intercambiarse información, facilitar el acceso a la red a las personas o colectivos con mas dificultades o simplemente como forma de entretenimiento colectivo. Quiza

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el mejor servicio de informacion hasta la fecha sobre redes ciudadanas sea el Community Connector creado por la Universidad de Michigan, http//www.si.umich.edu/Community). Lo que aún hoy caracteriza este fenómeno es el hecho de su nacimiento como expresion de la misma desde un grupo de universitarios o estudiantes, una pequeña empresa, una oficina particularmente activa de un Ayuntamiento, o simplemente un centro cívico sin animo de lucro. Este tipo de servicios públicos de la era digital parecen coincidir como una de las caracteristicas de la cultura de Internet. En tanto que red abierta, donde cada uno puede poder la información que le interesa, no es extraño que Internet se utilice por grupos de ciudadanos para colocar información de su propia comunidad, en muy diversas formas.Al igual que el mundo empresarial ha visto nacer a los emprendedores como el nuevo tipo de empresario propio de la nueva era de la información, es posible que estemos asistiendo al surgimiento de un nuevo tipo de activista social, o emprendedor civico o social, que esta en la base de este fenómeno. Steve Cisler , un pionero en este campo que organizó dos de las primeras conferencias sobre redes ciudadanas. en los USA ("Ties that bind") sostiene que la primera red nace en los 70s en el marco de la llamada contracultura. Community Memory, era un sistema de tiempo compartido, con unos pocos terminales repartidos en Berkeley, California. A principios de los 80s, nacio The WELL, en Sausalito, un sistema de conferencias sobre temas comunitarios y alternativos, con apoyo de la Point Foundation y con apoyo en un DEC VAX 11/780. En realidad, las redes ciudadanas comienzan simplemente como un fenómeno de comunicación de grupo, "many to many", un fenómeno nuevo que rompe el paradigma dominante de los mass media ("few to many"). El padre del primer sistema de conferencias informatizadas, o "computerized conferencing systems" fue Murray Turoff. En 1970 diseñó EMISARI para la Office of Emergency Preparedness de la Oficina Ejecutiva del Presidente de los USA. Fue el primer sistema concebido para "usar el ordenador para estructurar la comunicación humana para el intercambio de información y el esfuerzo colectivo para resolver un problema" (1993:49). Tambien en los 70s, la Universidad de Michigan diseñó CONFER, un sistema de conferencias informatizado para involucrar a los ciudadanos en asuntos de interés público. En Japón, en 1972, una organización no lucrativa, el Japan Compute Usage Development Institute, dirigido por Yoneji Masuda, presento al gobierno lo que puede considerarse el primer plan nacional para la sociedad de la informacion, o Plan JACUDI. (1980) entre cuyos experimentos pioneros se encuentra el cableado de varias ciudades como Tama y Higashi-Ikoma. En esta última, el proyecto HI-OVIS estableció una red de fibra óptica local permitiendo servicios interactivos de video a sus ciudadanos para la participación en asuntos de interés local. Pero el concepto de freenet no nació hasta 1986 cuando Tom Grunder, profesor de la Escuela de Medicina de la Case Reserve University de Cleveland comenzó su Cleveland Free-Net

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(telnet://freenet-in-a.cwru.edu/), con una subvencion inicial de la AT&T. A diferencia de los sistemas anteriores, Cleveland Free-Net consistia en una o varias maquinas Unix permitiendo conectarse tanto a ordenadores emulando terminales VT100 tanto via Internet como mediante la red telefónica utilizando baterias de modems. Finalmente, Free-Net se convirtio en una marca registrada por la National Telcomputing Network (http://www.nptn.org), estandarizo su software llamado freeport, y el modelo se comenzó a generalizar en los 90s por todos los USA y Canada. Al tiempo que se construia la free-net de Cleveland, Ken Phillips, un funcionario del Ayuntamiento de Santa Monica en California ponia en marcha PEN, Public Electronic Network. A diferencia de la anterior la iniciativa partia en este caso del Ayuntamiento y se daba acceso a los ciudadanos desde terminales situados en librerias públicas de la ciudad. No es tanto el software o el hardware lo que define a una freenet. En palabras de Tom Grunder lo importante: "Es de naturaleza conceptual. Todas las Free-Nets son 1) Gratis para el usuario; 2) estan primordialmente dedicadas al desarrollo de recursos de información local (suplementadas por alimentos a nivel nacional del NPTN); y 3)estan dedicadas a abrir la era de la información al mayorespectro posible de personas. Esto define a una Freenet mucho mas que el mero software o hardware" (Cisler:1995) En paralelo a la NPTN, surgieron otros centros para dinamizar este movimiento de redes ciudadanas.El Centre for Civic Networking (http://civic.net/ccn.html), de Masachussetts, dirigido por Richard Civille, es una institucion que da apoyo tambien a la formación de lo que denominan "civic networks". O el Morino Institute (http://www.morino.org/) ,una institució privada dedicada a apoyar el desarrollo de lo que denomina PAN, o Public Acces Networks.

En Canada tomamos contacto con la freenet mas grande: la National Capital Freenet en Ottawa.(http://freenet.carleton.ca) En 1996 contaba ya con 60.000 cuentas en funcionamiento. en una ciudad con aproximadamente 1,5 millones de habitantes). El 7 de febrero de 1995, Kyla Huckerby, una de las fundadoras de esta freenet visitó la UPC y nos contó su funcionamiento desde dentro. Para ella, la NCF era "una parte de la comunidad, una plaza mayor virtual, con acceso abierto y ofreciendo una serie de servicios básicos de Internet, como el correo electrónico, las news y el gopher". (1995). La infraestructura la había ofrecido la Universidad y se contaba con el apoyo inicial de las bibliotecas públicas y del Ayuntamiento. Los contenidos estaban creados por las organizaciones comunitarias, por el gobierno municipal y por las organizaciones no gubernamentales. A principios de 1995, a los dos años de su puesta en marcha, esta red ya contaba con 30.000 usuarios, 300 proveedores de información, 200 voluntarios. Su equipamiento técnico consistia en 120 modems de 2.400 bits/seg. ,60 de 14.400, 4 SUN Spark y 20 terminales de acceso publico. Cuatro empleados se encargaban de mantener el sistema y llevar las cuestiones administrativas. A parte contaban con un gestor de la

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red y un "fundraising" o relaciones públicas con la misión de buscar financiación para la freenet. Los costos de su mantenimiento ascendian en ese año a 330.000 dólares, repartidos entre 250.000 por gastos de administración y 80.000 por equipamientos y gastos de telecomunicación. Este presupuesto se cubria con los siguientes ingresos: 190.000 provenian de aportaciones de usuarios, 80.000 de esponsorización de líneas telefónicas y modems,45.000 de una subvención del gobierno, y 15.000 de varios.

El enfoque EPITELIO: un diseño social colaborativo. Durante la fase de desarrollo del proyecto, nos centramos en tres paises y en tres ciudades, Inglaterra, Italia y España. Las ciudadanes Manchester, Milan y Barcelona. Las redes ciudadanas de Manchester y Barcelona se iniciaron desde cero. La de Milan ya la habia iniciado Fiorella de Cindio en 1995 y se incorporo como parte del proyecto. En España, la primera red ciudadana nacia el 16 de Octubre de 1995, TINET, Tarragona en Internet (http://www.tinet.org) abria sus puertas como primera red ciudadana en Catalunya y España. Unos meses después se constituia VallesNet, una asociación ciudadana para constituir la red del Valles Oriental (http://www.vallesnet.org). El 24 de abril de 1996, al amparo del proyecto europeo EPITELIO, nacia BCNet (http://bcnet.upc.es). La estrategia para construir una red ciudadana en una ciudad de 1,5 millones de habitantes, y una metropolis de 4, donde a su vez los costos de las telecomunicaciones no son los de Canada, tuvimos que adecuarla realizando dos cambios: -Trabajar desde los distritos y ciudades pequeñas y medianas del area metropolitana. -Trabajar desde las asociaciones ciudadanas existentes, no con individuos residenciales. Durante 1997 y 1998, contactamos y/o potenciamos iniciativas de redes ciudadanas en 5 de los 10 distritos de Barcelona: Nou Barris (http://www.noubarris.net), Raval (http://www.bcnet.upc.es/ravalnet), Sants-Montjuic (http://www.xarxa3.org), Gracia (http://www.gracianet.org) y Sant Andreu . Asi mismo, contactamos y/o potenciamos redes ciudadanas en ciudades del area metropolitana de Barcelona, como Sabadell (Sabadell Ciutat, http://www.sabadellciutat.es), Tarrassa (Terrassa Net, http://www.terrassa.net), Mataro (Mataro On Line, ), y Cornella (CornellaNet, http://www.cornella.net) La actividad de diseño y construccion de la red se realizaba colaborativamente entre el equipo de la UPC y los propios colectivos ciudadanos. Al principio nos inspiramos en la metodologia del "diseño participativo" (participatory design, Schuler 1996). Mas adelante nos dimos cuenta que habiamos de mas alla. En el diseño participativo el objetivo es diseñar un sistema informatico con ayuda de sus "usuarios". Aqui el objetivo era diseñar un nuevo tipo de organizacion, de un nuevo servicio y de su plataforma informática Y ello no solo con la ayuda

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de los usuarios, sino con la participacion de los miembros de una comunidad. Hemos denominado dicha metodologia diseño social colaborativo. Dicho enfoque fue compartido por la Rete Civica de Milano que hacia suyo el lema: La rete siete voi, y adoptaban un enfoque donde los ciudadanos eran considerados como tales en la red no como simples usuarios. Una de las lecciones que obtuvimos de dicho trabajo fue la importancia de la ubicacion fisica de la red ciudadana. De hecho las experiencias mas exitosas de estas redes fueron aquellas donde su sede estaba en un local publico del barrio, que era el centro de reunion, de formacion, de relaciones del nucleo promotor de la misma. Nou Barris net tiene su sede en el Centro Civico de Via Favencia, y esta promovida por la asociacion ProjectArt. Ravalnet tiene su sede en el local del colectivo de jovenes TEB en pleno barrio chino de Barcelona. En este sentido, estas redes forman tambien lo que Antonia Stone inicio y denomina "community technology centers" (http://www.ctcnet.org)

La ciudad digital y sus ciudadanos digitales: un debate abierto. Uno de los mayores problemas que hemos tenido no solo en Barcelona, sino tambien en Milan y Manchester ha sido la clarificacion con los responsables municipales entre la estrategia de "ciudad digital" del Ayuntamiento y de las redes ciudadanas. En general, los municipios europeos todavia no han diseñado estrategias claras de ciudad digital. El consorcio mas avançado en este campo es Telecities (http://www.edc.eu.int). Establecido con ayuda de la Comision Europea en 1993 esta encabezado por las ciudades pioneras en este campo en Europa: Manchester, Estocolmo, Barcelona, Bolonia y otras grandes ciudades. Su evolucion esta en una segunda fase. Si la primera aproximacion de los ayuntamientos al tema informatico fue la "informatizacion de los propios ayuntamientos" (Telematics for Administrations, III Programa Marco), ahora se esta ya en la segunda etapa: generar "servicios para los ciudadanos" ("Services for Citizens", V Programa Marco). El problema es que las redes ciudadanas ya son un tercer paso: Servicios ciudadanos. Esto es, servicios creados por los mismos colectivos, empresas, instituciones de la ciudad, no solo por el Ayuntamiento. Esperemos que en el VI Programa Marco (2002-2006) se llegue a esta etapa . En la era Internet, con redes distribuidas e interactivas, pudimos comprobar en EPITELIO que algunos ayuntamientos empezaban a interesarse por las redes ciudadanas y a entender que los ciudadanos podian, y lo hacian, crear servicios de informacion locales por ellos mismos. Mas aun, que la actividad municipal no ha de competir con ellos sino por contra favorecerlos: -Poniendo en la red la informacion especifica que tiene el Ayuntamiento y solo el. -Favoreciendo la creacion de portales de ciudad, abiertos al resto de instituciones ciudadanas.

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-Orquestando estrategias de ciudad digital con el consenso de las diferentes instituciones y colectivos locales. Durante el proyecto EPITELIO , establecimos acuerdos de trabajo con ayuntamientos de la corona metropolitana de Barcelona, como Terrassa (http://www.terrassa.net) o Cornella (htp://www.cornella.net). El primero ha sido pionero en orquestar un plan estrategico de ciudad para la sociedad de la informacion, en colaboracion con la UPC, y el segundo enla creacion de CornellaNet, una red ciudadana que muestra como se puede establecer una nueva relacion de colaboracion entre Ayuntamiento y instituciones civicas para desarrollar una activa ciudadania digital. La Rete Civica de Milano durante este tiempo ha creado la AIREC, la primera asociacion regional de redes ciudadanas en Lombardia, estrecha colaboracion con la autoridad regional y diferentes municipios.

Redes ciudadanas locales, redes ciudadanas globales. Un area que trabajamos, obligados por la propia naturaleza del proyecto europeo, es la relacion local-global en las redes ciudadanas. El proyecto nacia de por si internacional, de momento europeo. Ello nos obligaba a trabajar en los dos ambitos, el local y el internacional, desde los distritos de una ciudad a la dimension europea. Y asi lo hicimos. Vimos que habia formas de ligar el trabajo local y el internacional, y el hecho de trabajar sobre Internet lo facilitaba. Lo que hemos visto es que el clasico esquema segun el cual la tecnologia y la economia se globaliza mientras que el ciudadano se mantiene en lo local, en actitud resistente a la globalizacion, no es ya sostenible. En el verano de 1997, a iniciativa conjunta de la RCM y BCNet, convocamos en Milan, la primera reunion europea de redes ciudadanas, http://www.bcnet.upc.es/ecn97). En ella, se exponen las diferentes experiencias de redes ciudadanas en Europa y en la sesion de clausura se propone formar la European Alliance for Community Networking (http://www.ac.upc.es/homes/artur/eacn.html). La discusion planteada y las resistencias de los representantes de la DigiStaat de Amsterdam hacen retrasar su lanzamiento. No sera hasta la segunda conferencia en Barcelona (http://www.bcnet.upc.es/ecn98) cuando se acuerde crear un Comite Gestor de la EACN, y finalmente se registra bajo la ley belga en 1999. (http://www.eacn.org) En la segunda conferencia, se dio un paso mas e invitamos a representantes de otras asociaciones de redes ciudadanas como las AFCN en los USA, Telecommunities Canada, la inicipiente asociacion australiana, y otras redes y expertos/as en redes en Japon, Argentina, Rusia, y otros paises estuvieran debatiendo y diseñando problemas similares. A dicha conferencia de Barcelona asistieron dichos delegados y nos sorprendio la afinidad de

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planteamientos y problematicas. La conclusion ha sido lanzarnos a organizar la iniciativa Global 2000, (http://www.bcnet.upc.es/global2000/global2000-proposal.html), donde exploraremos esta dimension de ciudadanos locales actuando globalmente.

La/s Intercomunidad/es como hipótesis de trabajo. En la conferencia de Barcelona, se planteo una aproximacion a la convergencia entre las estrategias de ciudades digitales y de redes ciudadanas (Ardaiz, O, Navarro, L, Serra.A, 1998) Dicha aproximacion ha ido evolucionando hacia la hipotesis de la "intercomunidad" como posible marco conceptual para definir un tipo de comunidad coherente con una red abierta como Internet. Dicha hipotesis fue planteada por primera vez en la Conferencia sobre Ciudades Digitales de Kyoto en septiembre de 1999, organizada por el professor Toru Ishida. (http://www.digitalcity.gr.jp). Entender una red ciudadana o una ciudad digital como una intercomunidad consiste en definir una coalicion de organizaciones locales que acuerdan una vision conjunta de la sociedad de la informacion que desean, asi como una cierta estrategia para conseguirla. Elementos de dicha vision podrian ser entre otros los siguientes: -la intercomunidad como colaboratorio/s. -la intercomunidad como localnet -la intercomunidad como comunidad/es multicultural/es.

La idea del colaboratorio ha sido explorada para la construccion de centros de investigacion virtuales, por la National Science Foundation desde 1989. En la actualidad es una de las aplicaciones del proyecto NGI del gobierno americano (http://www.ngi.gov). La idea de pensar una comunidad o una ciudad entera como un colaboratorio es al menos concebible. Seria un paso mas alla de lo que diversos economistas y sociologos han definido como medios de innovacion ("milieu de innovation"), como los parques tecnologicos (Sillicon Valley, ...) o determinadas metropolis (M. Castells, 1996. Tecnopolis del mundo). Una ciudad-colaboratorio seria una ciudad en la que sus ciudadanos participan en una actividad de innovacion en diversos planos, desde los mas estrictamente comerciales hasta los ciudadanos o recreacionales, con una utilizacion intensiva de las redes digitales. En estos momentos, la ciudad de Barcelona ha definido una politica de convertirse en una "ciudad del conocimiento". Otras seguiran por una via similar. Algunas preguntas a contestar son: que tipo de conocimiento? como generar y gestionar dicho conocimiento a una escala de toda una ciudad? Y entre diferentes ciudades? Podemos empezar por crear redes ciudadanas como colaboratorios? Que formacion necesitarian sus miembros? Es posible generalizar las capacidades de innovacion mas alla de la minoria

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actual? Que herramientas de soft y que red necesitamos para generar dichas ciudadescolaboratorios? 

La idea de localnet se empezo a definir en la conferencia de Barcelona. Se trata de concebir la colaboracion de las diferentes redes IP y servicios y comunidades virtuales locales en un marco local. De la misma forma que las empresas y instituciones tienden a tener ahora sus "intranets" o redes internet privadas, podriamos concebir una localnet como una red de redes locales, el subconjunto de las redes IP de una ciudad. La plataforma local que llamaremos localnet consiste en una integración lógica de servicios dentro de un mismo dominio Internet. Técnicamnete, el primer paso hacia localnet consiste en la creación de un servidor de nombres, DNS (Domain Name Server), por medio del cual todos aquellos servicios que queramos integrar tendrán un nombre en ese servidor que los hara pertenecer inequívocamente a la plataforma local. Como ejemplo para la ciudad de Barcelona (dominio bcn.es), todos aquellos servicios que quieran pertenecer a la localnet sólo tendrán que obtener un nombre en ese servidor, p.e. lacaixa.com.bcn.es, ayuntament.gov.bcn.es, uoc.edu.bcn.es, joancosta.per.bcn.es, etc.Localnet permite integrar varios sistemas y servicios ya desarrollados en Internet entre otros: Servicios de busqueda masiva, como AltaVista, Excite, etc. Servicios de directorio, como Yahoo, etc. Servicios de directorio de direciones e-mail, direcciones de IP-phone, etc, como Four11. Servicios de publicacion gratuitos, como Geocities. Servicios de e-mail gratuitos, como Hotmail. Servicios de foros, como Usenet. Servicios de agenda: events.yahoo.com. Servicios de busqueda personalizados, my.yahoo.com. Servicios de mirroring, como Alexa. Servicios de cache (privados por ahora). Servicios de noticias, como Pointcast. Servicios de certificacion, VeriSign. Servicios de trabajo en grupo: reflectores de CUSeeMe, Listservers, etc. además es posible la comunicacion uno a uno o en grupo de texto, audio, o video . Localnet seria una red virtual pública en Internet, de tal manera que todos los servicios presentes en ella serian también servicios de Internet.

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Finalmente, una de las caracteristicas de estas redes ciudadanas de siguiente generacion seria su caracter multicultural. Una leccion que hemos aprendido en EPITELIO, en particular de la red ciudadana RavalNet es la posibilidad de crear redes multiculturales, con diversidad etnica, en zonas marginales del centro de las ciudades. Ravalnet es la primera red ciudadana en Barcelona en tener colectivos de inmigrantes del Norte de Africa, asi como usuarios de diversas partes del globo, que acuden a sus locales para comunicarse con sus parientes en Pakistan o en Brasil. De hecho, durante la etapa del proyecto EPITELIO, un grupo de jovenes del TEB fue a Brasil invitado por Meninos da Rua y se establecio un programa de cooperacion entre dichas organizaciones. Nou Barris Solidari es un programa de cooperacion internacional del grupo que ha desarrollado la red ciudadana de Nous Barris. La conexion mas facilitada por Internet entre los distintos grupos locales entre diversas culturas del planeta es un area a explorar para el desarrollo de la siguiente generacion de redes ciudadanas. Los proximos 25 años veran un aumento acelerado de la poblacion en las zonas urbanas de todo el orbe. Por primera vez, la mayoria de la humanidad (61%) vivira en zonas urbanas y suburbanas, y mas del 70% de esta poblacion vivira en zonas en desarrollo. Una estrategia de redes ciudadanas en paises en desarrollo puede ayudar a optimizar los escasos recursos tecnologicos y la superabundacia de recursos humanos, asi como a facilitar una cooperacion internacional transversal.

El nuevo campo de investigacion: la ingenieria de redes ciudadanas. La conclusion final de EPITELIO fue la necesidad de abrir un nuevo campo de investigacion en torno a las redes ciudadanas. El primer workshop que organizamos sobre este tema fue en la conferencia ECSCW'97 Lancaster. Se denominó: "Community Networks as a new research field". (http://www.canet.upc.es/ws)El enfoque de dicho workshop era el siguiente: proponiamos sencillamente organizar un campo de investigacion que continuara el denominado "computer supported cooperative work", iniciado por Irene Greif en los 80s. A continuacion Doug Schuler organizo los dos siguientes en Seattle (http://www.scn.org/tech/the_network/Proj/ws98/index.html) y en Copenhagen (http://www.scn.org/tech/the_network/Proj/ws99/index.html). El enfoque era el mismo: establecer un campo denominado "computer supported cooperative communities". El problema consiste en saber que se quiere diseñar. Sabemos que la ingenieria se basa en el diseño, pero no es lo mismo diseñar un sistema informatico, que una comunidad social con un sistema informatico incorporado. La complejidad del diseño es doble, y los conocimientos necesarios para abordarlo tambien. Pero a ello se añade un problema dificil de tratar: quien diseña una comunidad? Se puede concebir un diseño de una comunidad por una minoria que lo imponga al resto? O a fin de ser consecuentes con los principios de una sociedad democratica ha

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de ser un diseño de al menos una mayoria de dicha sociedad? Tenemos metodologias para que las comunidades se autodiseñen a si mismas? Hasta ahora estas preguntas no se han planteado en la sociedad industrial, pues esta sacaba su legitimacion del denominado orden natural. Un orden que la ciencia ha ayudado a comprender y que la tecnologia ha contribuido a controlar y utilizar. El problema es que ahora nos enfrentamos a un cambio social que no surge de la naturaleza ni de los descubrimientos cientificos renacentistas sino de las nuevas tecnologias de la informacion y comunicacion, y cuyo conocimiento basico parece ser el diseño (Serra, A. 1991). Ello implica que la reorganizacion social futura demandara nuevas aptitudes de innovacion y diseño que hasta ahora no se han exigido a los investigadores sociales. *Ingenieria de redes ciudadanas Apuntamos para acabar este estudio una posible evolucion de las nuevas disciplinas y campos de investigacion que denominamos tecnologias o ingenierias de la sociedad de la sociedad de la informacion, y que el VPrograma Marco de la Union Europea comienza a denominar IST,Information Society Technologies.

Tecnologias de la Sociedad de la Informacion(IST)

*Ingenieria de colaboratorios y sistemas de innovacion &nbs p; *Diseño de educacion digital *Ingenieria de comercio electronico &nbs p; * Tecnologia de la comunicacion

*InterComunidad: la Sociedad de la Informacion sobre Internet 1990s-2020s

*WWW *Internetworking (1 and 2) *Inteligencia Artificial Tecnologias de la informacion y la comunicacion (ICT),

*Ingenieria del software *Ingenieria de hardware

*Internet: la Infraestructura global de la Informacion 1960s-1990s

*Ingenieria electronica

La tecnologia de las redes ciudadanas podria jugar una funcion de tecnologia convergente el

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campo de las nuevas comunidades similar a la ocupada por Internet en relacion a las nuevas infraestructuras digitales.

Referencias. 

Ardaiz,O.,Navarro, L.,Serra, A., Turro, J.: 1998"LocalNet, a platform for integration of community services at the local level". ECN,98. Barcelona. July.9-11 http://www.canet.upc.es/localnet.html



Ardaiz,O.,Navarro, L.,Serra, A., Turro, J., 1998: "The Internet Citizen Address Service". Bruxelles. Workshop on Trans-European Generic Services 4 March 1998. http://www.canet.upc.es/ica.html



Anderson, R. ,Bikson, Tora, et al. 1995. Universal Access to E-Mail. Feasibility and Societal Implications. RAND. Santa Monica. CA.



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Castells,M. 1989.The Informational City: Informational Technology, Economic Reestructuration and Urban-Regional Process. Oxford, Backwell. (Ed. español, Madrid. Alianza., 1995)



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Castells, M and Hall, P, 1994, Las tecnopolis del mundo: al formacion de los complejos industriales del siglo XXI. Madrid. Alianza Editorial, 1994)



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Masuda, Yoneji. 1980. La sociedad informatizada como sociedad postindustrial. Tecnos. Madrid.



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Sproull,L. and Samer Faraj, "Atheism, Sex and Databases: The Net as a Social Technology,"Workshop on Public Access to the Internet, John F.Kennedy School of Government. Cambridge.MA May 26-27,1993.



Starr Roxanne Hiltz, &Turoff, Murray 1993. The Network Nation. Human Communication via Computer. The MIT Press. Cambridge MA. (First Ed. 1978)

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Las redes comunitarias en el ciberespacio: el caso de la Argentina

Alejandra Jara El círculo de webmasters En estos días el Top WebRing en Internet, el ranking de los sitios webs orientados a regiones en todo el mundo, está encabezado por un emprendimiento argentino. Cien webmasters han mancomunado sus esfuerzos y han conformado un Circuito de Ciudades Argentinas (http://www.argenguide.com.ar) que utiliza la red como medio para difundir las noticias comunitarias, los emprendimientos productivos locales, promocionar los diferentes circuitos turísticos y brindar un espacio de debate y encuentro a los miembros de cada comunidad. Las integrantes del movimiento de mujeres utilizan una lista de discusión ([email protected]) como medio para buscar adhesión a una campaña de repercusión nacional destinada a ejercer presión sobre las próximas autoridades de gobierno en la elección de los funcionarios/as que ocuparan las áreas destinadas a las políticas públicas para la mujer. La asociación vecinal del Barrio Estrella Sur, de la provincia de San Luis, utiliza el correo electrónico para lograr rapidez y efectividad en las comunicaciones que establece regularmente con organismos de nivel municipal y nacional. Una organización sin fines de lucro orientada a la ayuda solidaria (http://www.redsolidaria.org.ar) lleva recibidas y gestionadas un número superior a las 80.000 solicitudes y utiliza su sitio web y las comunicaciones telefónicas como medio de vinculación con sus beneficiarios. Todas estas experiencias son solo algunos ejemplos puntuales acerca de cómo los ciudadanos organizados en diferentes expresiones de la sociedad civil utilizan las tecnologías de información y comunicación (TICs) en función de sus objetivos y para alcanzar sus propias metas. La revolución de las telecomunicaciones, que tiene como base la revolución operadas en el campo de las comunicaciones y la tecnología informática, hacia fines de los años sesenta y mediados de los setenta, ha generado transformaciones en los modelos de gestión de las unidades económicas, en las funciones y en los roles de los Estados nacionales en todo el mundo. También ha originado nuevos tipos de relaciones sociales, así 

Este artículo presenta los resultados del subproyecto ―Redes electrónicas comunitarias‖ realizado por Alejandra Jara en el marco del Proyecto PIP/CONICET ―Nuevos paradigmas de participación ciudadana a través de las tecnologías de información y comunicación‖ dirigido por la Dra. Susana Finquelievich y codirigido por la Dra. Hilda Herzer. Deseo expresar mi agradecimiento por el apoyo y aportes recibidos por todos los miembros del equipo de investigación y particularmente a Graciela Kisilevsky quién siguió de cerca el desarrollo del mismo; al webmaster Roberto Buccino que hizo posible que la encuesta electrónica llegara a la red; a todas las organizaciones que participaron de la encuesta y especialmente a Susana Finquelievich por la confianza depositada en este trabajo.

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como formas innovadoras de accionar de las organizaciones de la sociedad civil.

Este

trabajo analiza los usos que hacen las organizaciones de la sociedad civil de las TICs y los impactos que este uso que genera en los modelos de articulación intra e interinstitucional por medio de la presentación de un estudio de caso. La comunicación mediada por computadoras (CMC) es una posibilidad de interacción para individuos y organizaciones cuyas potencialidades aun no han sido suficientemente exploradas. Las redes electrónicas que las sustentan son más que hardware y software (Serra, 1998); reflejan también el acceso a un nuevo espacio de vinculación que permite la aparición de distintos tipos de organización social asociados al uso de las herramientas informáticas. En un estudio previo Susana Finquelievich menciona que ―hasta el presente, se ha estado hablando de TICs. No obstante, este concepto está siendo reemplazado por el de tecnologías de la sociedad de la información (TSI) mas abarcativo. Se refiere no solo a las tecnologías en sí, sino también a las organizaciones sociales que las utilizan, se las apropian y son modificadas por ellas y a los nuevos actores sociales que las determinan y que son determinados por ellas. Lo que los estadounidenses denominan orgware‖ (Finquelievich, 1999). Desde esta perspectiva nos interesa analizar si las organizaciones de la sociedad civil mediante la utilización de la CMC ¿Serán capaces de establecer sus propias redes de información y/o alianzas estratégicas? ¿Permitirán las redes sustentadas por TICs dar un salto evolutivo en las formas de interacción, como en el uso de los recursos de las organizaciones? ¿Facilitarán las redes electrónicas la emergencia de un diálogo social capaz de propiciar la horizontalización de experiencias y saberes en un proceso de fortalecimiento de la sociedad civil? En este capítulo, se relatan los resultados de una investigación empírica de carácter exploratorio basada en un trabajo de campo realizado con una innovadora metodología: la encuesta electrónica47. A continuación describimos la ―cocina‖ de la investigación y sus resultados. Nuestro universo de estudio son las organizaciones sociales de la sociedad civil en Argentina que cuentan con presencia en Internet, a través de su propio sitio web, o empleando una dirección de correo electrónico para uso de la organización. Desarrollamos un cuestionario semiestructurado autoadministrado que se envió a través del correo electrónico y que también estuvo accesible en Internet. Realizamos una prueba piloto en mayo de 1999 con la finalidad de probar y mejorar el diseño del cuestionario; la encuesta masiva se realizó en el mes de agosto del mismo año. Sobre una muestra de 378 casos, 47

Las cualidades de muestras que se autoseleccionan para interactuar con formularios Web voluntariamente lejos de constituirse como una muestra homogénea y representativa del universo, se distingue activamente de este. Exhibiendo en términos generales una utilización más intensa y variada de las aplicaciones de red y mayor antigüedad como usuarios de TICs. Quienes responden pueden ser descritos por como líderes de opinión en los términos que Katz y Lazarfeld lo conciben. Ponencia de Claudio Rutlant Torres en el Congreso ALAS XXII, Concepción del Uruguay, Chile, 12 al 16 de Octubre de 1999.

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obtuvimos una respuesta favorable del 23,8 % (90 casos). Finalmente analizamos los resultados mediante la utilización del paquete estadístico SPSS, con la colaboración de la Lic. Maria de los Ángeles Sola Alvarez, quien participo activamente en la construcción de la muestra, la carga de datos y puso a disposición de este trabajo su conocimiento sobre el tercer sector48 en la Argentina. Los datos así obtenidos, si bien no permiten realizar generalizaciones, sí facilitan la identificación de tendencias sobre los efectos que genera la utilización de TICs en las organizaciones sociales. Esperamos así que nuestra ―cocina‖ aporte los ingredientes que servirán a para la construcción de una teoría sobre las redes electrónicas comunitarias.

La conexión planetaria La difusión comercial de Internet en Argentina data de 1995. En julio de 1999 la cantidad de usuarios en el país ronda los 900.00049, según estimaciones de la consultora Prince&Cook y se avizora un gran crecimiento. La competencia de las empresas prestadoras de servicios de Internet (ISP) implementan estrategias de venta, que ofrecen desde la rebaja de los costos de acceso a Internet (Radar, Ciudad Digital y Advance) a nivel de las tarifas internacionales, hasta la venta de computadoras con acceso a la red mediante amplias financiaciones de pago (Compaq, IBM). Una iniciativa gubernamental opera en el mismo sentido: mediante el decreto 1335/99 el Presidente Menem dispuso que cada ciudadano y cada empresa tengan su dirección de correo electrónico. Sin embargo, a la fecha de firma del decreto no se habían efectuado estudios de costo de esta medida y no se sabía cómo se implementaría operativamente, por lo que sus alcances reales, en cuanto al acceso de la población al correo electrónico están en duda. El panorama de la organizaciones que utilizan TICs para su difusión y gestión cambia también en forma veloz y dinámica; un relevamiento realizado por nuestro equipo de investigación en relación a las organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la participación ciudadana y localizadas en el ámbito de la Ciudad de Buenos durante 1998 arrojó escasos resultados (Baumann, 1999). Sin embargo, esta situación se modificó sustancialmente unos meses mas tarde, el presente trabajo detecta a 49 organizaciones que hacen uso habitual de las TICs en esta ciudad. Como en el estudio de Baumann, cuando hablamos de uso de TICs, nos referimos en un sentido amplio al uso del teléfono/fax, y en sentido estricto a Internet y a los servicios que ella brinda: World Wide Web, correo 48

Se denomina Primer Sector a lo atinente a la esfera de lo público, estructurado como el Estado y sus funciones, y el Segundo Sector estaría conformado por lo privado, que podemos verlo como el mercado y sus atribuciones. 49 Los clientes de las empresas proveedoras de acceso a Internet rondarían los 300.000. A ello se suman las personas que tienen acceso a la red través de sus puestos de trabajo o estudio y también se considera que por cada conexión domiciliaria se registra mas de un usuario.

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electrónico, chat, listas de discusión unidireccionales y bidireccionales que facilitan la emergencia de una comunicación de carácter horizontal, conformando redes y comunidades virtuales a partir de la discusión de tópicos de interés común, la definición de prioridades y estrategias conjuntas (Baumann, 1999) Hemos trabajado con el concepto de organizaciones definido en un sentido amplio, ―son grupos de individuos enlazados por alguna identidad común hacia ciertos objetivos‖ (North, 1988) y nos orientamos hacia las de entidades privadas que llevan adelante fines de utilidad colectiva y que no pertenecen ni a la esfera del Estado ni del mercado. Se incluyeron dentro de las mismas a las organizaciones no gubernamentales (ONGs), asociaciones vecinales, académicas, organizaciones voluntarias de base religiosa, mutuales y/o cooperativas, y organizaciones filantrópicas. No se estableció una diferenciación de las organizaciones según su grado de formalización porque tal como lo enuncia Elina Dabas, ―...las redes han existido siempre, dentro de una realidad dinámica cambiante. Esto implica que existen formas de relación, interacción, comunicación e intencionalidad desarrolladas en el tiempo, que dependiendo de determinadas coyunturas y momentos históricos asumen formas diferentes... Posiblemente podamos establecer la línea divisoria en torno a un proceso de toma de conciencia acerca de su existencia, sobre todo por parte de los actores involucrados...‖ (Dabas 1995)

Creemos que el conocimiento y contacto facilitado por las TICs puede acelerar los factores de aprendizaje de las organizaciones sociales y la toma de conciencia de la existencia de la red misma. La conexión planetaria, también se presenta como una oportunidad para las organizaciones sociales ya que permite operar un cambio en la subjetividad. Como señala Dabas, ―Se abre aquí una de las posibilidades más interesantes para la intervención: la conexión de la red (social) local con la red planetaria. La aldea global puede plantearse no sólo como la planetarización del terrorismo sino de las acciones micro, e instaura así en las subjetividades la presencia de una comunidad virtual...‖ (Dabas, 1995) La alusión a la comunidad virtual remite a un espacio de vinculación social, en el cual las personas se agrupan voluntariamente, donde a través del diálogo se establecen lazos de cooperación e intercambio, un espacio de iguales dado por el carácter de la comunicación horizontal que lo sustenta y porque es posible relacionarse con otras personas u organizaciones que se interesan o desempeñan en áreas con problemáticas similares. Conectadas y desconectadas en el espacio de las redes

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En Argentina, según estimaciones del Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad (CENOC), se desempeñan cerca de 40.000 organizaciones de la comunidad50 (Filmus, 1998). Y si bien el tercer sector presenta un importante grado de heterogeneidad desde el punto de vista de los objetivos que persiguen las organizaciones y de sus características,

en el momento de establecer su

composición es posible observar la

existencia de dos grandes conjuntos de organizaciones: las de Base y las de Apoyo. Las organizaciones ―de base‖ son aquéllas en que tienen como principal destinatario de sus acciones a sus propios miembros (aunque pueden además incluir a otros miembros de la comunidad). Su radio de acción es básicamente local, y su creación como organización responde principalmente a la necesidad de sus propios integrantes de resolver algún problema puntual que los convoca. Su capacidad de gestión institucional, es generalmente poco desarrollada, y frecuentemente carecen de profesionales entre sus recursos humanos. Podrían definirse como organizaciones que surgen desde la comunidad y que orientan sus actividades hacia algún tipo de ―servicio a subgrupos‖ o hacia la ―mejora de la calidad de vida del conjunto‖ de su comunidad. Por su parte, las organizaciones ―de apoyo‖ son un conjunto de organizaciones que presentan un grado de heterogeneidad más importante. Lo que las unifica es que no tienen como principales destinatarios de sus actividades a los miembros que las componen, sino a un ―target‖ externo. Dentro de éste grupo se destacan: las organizaciones basadas fundamentalmente en la filantropía y la caridad; las que se conocen como Entidades de Bien Público, organizadas a partir de brindar distintas ―obras de servicios o asistencia social‖ a la par del Estado; las organizaciones de apoyo técnico también conocidas como ONGs, orientadas a la promoción y el desarrollo apoyando técnicamente a determinadas comunidades u organizaciones de base en el desarrollo de proyectos comunitarios; las organizaciones creadas desde el sector empresarial, generalmente fundaciones que apoyan financieramente determinados proyectos o comunidades a las que la empresa decide ayudar; y por último las organizaciones que realizan investigaciones y estudios destinados a contribuir al desarrollo social, entre otras. Su acción trasciende lo local, cuentan con recursos humanos de formación profesional, con capacidad de gestión y gerenciamiento que le permite la procuración de fondos para su funcionamiento. Por último, se definen como organizaciones que surgen para la comunidad (CENOC, 1997) En relación al uso de TICs, son fundamentalmente las organizaciones de apoyo las que han incorporado las tecnologías teleinformáticas para el desarrollo de sus actividades. Podríamos establecer una tendencia donde de cada tres organizaciones de apoyo, una 50

CENOC define como Organizaciones de la Comunidad a todas aquellas organizaciones de la sociedad civil -formalizadas o no- que, sin perseguir fines lucrativos, trabajan en el ámbito de lo privado desarrollando actividades de bien público.

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organización de base adopta el uso de tecnología.

En

parte estos resultados, están

relacionados con algunas características propias de las organizaciones de apoyo anteriormente mencionadas, la mayor disponibilidad de recursos económicos, la presencia de recursos humanos de perfil técnico-universitario, y su mayor capacidad de gestión institucional.

Las competencias en materia de gerenciamiento que poseen las organizaciones relevadas se encuentran muy desarrolladas, en general desempeñan sus actividades en unidades geográficas de amplio alcance. La mayoría ejecuta programas de cobertura nacional (44%) y se destacan un número importante de organizaciones que realizan sus actividades a nivel nacional e internacional (22%). Las principales ventajas que aportan las TICs a éstas organizaciones son la efectividad y rapidez de las comunicaciones, una considerable reducción de gastos en los rubros de transporte y comunicaciones, y la posibilidad de coordinación de las tareas en equipo y a distancia. La incorporación de TICs realizada por estas organizaciones ocasiona en general una simplificación de procesos y una retroalimentación de las capacidades de la organización aumentando en consecuencia sus niveles productividad. La disparidad que encontramos a nivel de las organizaciones en relación a la adopción de TICs se enfatiza drásticamente cuando se analiza la localización territorial de las mismas. Tomando como dato el domicilio de la sede física el 54 % de las organizaciones relevadas están ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires y se alcanza un promedio del 72% tomando las organizaciones concentradas en la Región Centro de la Argentina -que comprende la provincia de Córdoba, la provincia de Buenos Aires y la provincia de Santa Fe- caracterizada por ser la región más urbanizada del país. Este desbalance entre regiones obedece en parte a que muchas de las ofertas de servicios no cubren al mismo tiempo todo el territorio nacional. La presencia de ISP en todas las ciudades del interior es un dato reciente51, la importante rebaja de tarifas de los ISP no esta disponible para todo el país, el acceso 0610 -que factura costos diferenciales en los pulsos telefónicos- no llega a todos los pueblos del interior. A través de estos datos se configura un mapa de organizaciones conectadas y desconectadas a los flujos de información. Las organizaciones locales vinculadas a redes globales a través de la tecnología informática se encuentran en mejores condiciones para reforzar y extender los alcances de sus acciones, darse a conocer su comunidad, constituirse 51

Bassi, Roxana 1998 ―Informe de Internet en Argentina‖ El informe puede ser obtenido enviando un email en blanco a [email protected]

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en interlocutores válidos frente al gobierno local, asociarse con otras organizaciones en el ámbito regional, nacional y/o internacional, acceder a fuentes internacionales de financiación, y adquirir una fuerza que antes no tenían.

Apuntes con perspectiva de género

Una de las variables a tomar en consideración, cuando se analizan los usos y apropiaciones que el tercer sector hace de las TICs, es la composición según sexo de los recursos humanos con que cuentan las organizaciones. En una muestra reciente, de 2912 organizaciones comunitarias inscriptas en el CENOC, el 92 % de los recursos humanos con los que operan son puestos voluntarios acentuándose la tendencia de trabajo no remunerado. En el análisis de la composición por sexo de los voluntarios encontramos que el 73% son mujeres y el 27% varones. El trabajo voluntario que sustenta tanto a las organizaciones de apoyo como a las de base, aunque a estas últimas en mayor medida, se caracteriza por una alta tasa rotación, por la dedicación parcial que se le otorga, en general se orienta al desempeño de actividades concretas y se encuentra corporizado en el trabajo de miles de mujeres de todo el país. Este aspecto resulta particularmente importante en cuanto al uso y adopción de tecnología por parte de las organizaciones, sobre todo cuando se lo confronta al perfil del usuario promedio de Internet con el cual contrasta violentamente. Según los datos parciales que provee la Secretaría de Comunicaciones de la Nación a través de la 2da. Encuesta Nacional de Internet (http://www.secom.gov.ar) existe un acceso desigual a la red entre varones y mujeres; los hombres constituyen el 86% y las mujeres el 14% de los cibernautas en Argentina. La producción de estadísticas en este sentido es escasa y sería necesario retomar este aspecto en futuras investigaciones. Aunque algunas apreciaciones de funcionarios y especialistas en el tema parecen confirmar esta tendencia. Por su lado el presidente de la Secretaría de Comunicaciones de la Nación Dr. German Kammerath52 manifestó que uno de los desafíos pendientes de su gestión era promover la incorporación de las mujeres a la red de redes

Por el otro,

entendidos en la materia se reunieron en 1998 en el marco del encuentro Foro Regional UNESCO:

Mujeres,

Ciencia

y

Tecnología

en

América

Latina

http://sirio.conicyt.gub.uy/final.html y advirtieron sobre la inequidad de género que prima en materia científico tecnológica en la región y propusieron líneas de acción para ―impulsar prácticas educativas flexibles e innovadoras que permitan integrar los descubrimientos en ciencia y tecnología; los articulen con la vida cotidiana y los problemas de la comunidad, incorporen actividades lúdicas, favorezcan el desarrollo de la autoestima y el cambio de estereotipos, y susciten una posición activa y creativa frente a la ciencia y la tecnología‖. El acceso desigual a la red por parte de varones y mujeres se presenta como un obstáculo para

52

Discurso pronunciado en el acto de apertura en las 2da. Jornada Argentina en la Era de una Información 16-3-99

160

cualquier proyecto que busque implementar medios electrónicos de participación, razón por la cual es necesario diseñar un programa de alfabetización tecnológica con perspectiva de género.

Infraestructura tecnológica y de servicios Nuestro universo de organizaciones conectadas dispone en su gran mayoría de dos o más líneas telefónicas. Esta situación favorece el acceso a Internet cada vez que se considere oportuno, ya sea para enviar y recibir mensajes a través del correo electrónico o para abastecerse de insumos de información necesario para el desarrollo de las actividades. En general cuentan por lo menos con dos computadoras de moderna tecnología (Pentium MMX -166, 200, 233- Mhz en adelante) configuradas con modems que otorgan una aceptable velocidad de conexión; pero son una minoría las organizaciones que trabajan con las computadoras conectadas en red, disposición que permite entre otras cosas administrar recursos, aplicaciones y archivos de manera compartida. La cantidad de computadoras por organización en relación a la dotación de personal (24 personas promedio entre miembros del equipo estable y voluntarios activos) se revela como insuficiente, generándose un cuello de botella en el acceso al equipamiento informático. En busca de una solución alternativa un número significativo de organizaciones efectúa una utilización pública de recursos privados y hace uso de computadoras que pertenecen a algún miembro de la organización. La mayoría de las organizaciones destinan parte de sus fondos a la contratación y mantenimiento de un abono de tarifa plana53 de acceso a Internet. Entre los motivos fundamentales que impulsaron la adopción de TICs se enumeran: la velocidad de las comunicaciones, la ampliación de las posibilidades de comunicación que aporta el medio y el abaramiento de costos que a corto plazo representa. Tal como enuncian algunos de los encuestados:

 La comunicación en la red es ágil, económica y de bajo esfuerzo administrativo operativo. Fernando Esnaola, director ejecutivo del Grupo de Fundaciones. Cuidad de Buenos Aires.  Utilizamos Internet por las ventajas que proporciona en materia de comunicación tanto en costo y tiempo, como en la posibilidad de enviar archivos, suscribirse a redes y foros de discusión y debate, y también por el acceso a información actualizada. Paula Bianchi secretaria general de Crisol Proyectos Sociales. Ciudad de Buenos Aires  Decidimos utilizar Internet debido a la necesidad de mantener actualizados nuestros contactos a nivel nacional e internacional. Cristina Romano secretaria del Centro Juanita Moro. San Salvador de Jujuy 53

El abono de tarifa plana incluye el uso del correo electrónico y el acceso a la Word Wide Web por tiempo ilimitado. Se facturan por separado los costos de pulsos telefónicos.

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 Buscamos ofrecer otra alternativa de comunicación con los usuarios, favorecer la difusión de nuestro servicio, y fortalecer el vínculo con otras instituciones del medio. Briones y Bustos miembros del servicio El Teléfono de la Salud. Provincia de Salta  ¿Cómo podría comunicarse uno hoy en día? Kurt Frieder, director ejecutivo de la Fundación Huésped. Ciudad de Buenos Aires De estos testimonios se desprende que existe en estas organizaciones una idea muy clara acerca de las ventajas que aporta Internet en materia de comunicación, como espacio de interacción con otras organizaciones, como medio de difusión y de acceso a la información. En parte, esto obedece a que se trata de organizaciones entrenadas en el uso de las TICs, en general han incorporado la utilización de Internet en el año 1997 y por ello cuentan con una cierta práctica en el empleo de estas tecnologías. Básicamente se definen como usuarias del correo electrónico y de la navegación en la red, y son una minoría las que participan en listas o foros de discusión.

¿Organizaciones mejor comunicadas? La incorporación del soporte digital en la gestión de las organizaciones ha agilizado y optimizado fundamentalmente el área de comunicación institucional. Adherimos en este punto al Informe McBride (http://www.rree.gob.pe/rree/peruecu/libro/mcbride/if-index.htm) que define comunicación institucional como "el sistema de intercambio de datos, informaciones, ideas y conocimientos que se establece entre las instituciones públicas, privadas, nacionales e internacionales, por un lado, y su público real y virtual, por el otro". Entre las organizaciones relevadas encontramos que variaron los procesos y tareas relacionadas con la búsqueda de información, la difusión de las actividades de la organización y la circulación de la comunicación a nivel interno como entre organizaciones. Por el contrario, no se registraron casos en los que las TICs hallan sido utilizadas para la búsqueda de fondos o implementación de mecanismos de recaudación que redunden en una mayor capacidad de autogestión. El uso de Internet para la búsqueda de información afín a las áreas de intervención de las organizaciones, generó beneficios en la labores vinculadas con: la capacitación y actualización permanente, la documentación y el servicio de atención al beneficiario. Estas áreas fueron favorecidos por, el acceso a la información disponible en una inagotable diversidad de fuentes, la simplicidad de obtener la información, la posibilidad de recepción y envió de la información a bajo costo y a gran velocidad, y por el formato digital. Son numerosas las organizaciones que brindan acceso a bases de datos e información de interés a través de Internet, y que mediante la utilización del correo electrónico mantienen una comunicación eficaz con su comunidad. Por otro lado mediante el uso de TICs se renovaron los canales de difusión institucional. Los medios electrónicos – fundamentalmente el correo electrónico y los sitios web – son muy utilizados como vía de promoción de actividades y comunicación hacia la comunidad, incluso mas que la radio, la prensa y la gráfica

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(afiches, volantes, carteleras etc). Este aspecto está enlazado con que las organizaciones, gracias al soporte electrónico, se encuentran en condiciones de producir sus propias noticias. Son mayoría las organizaciones que poseen su propio sitio web y un número significativo publica boletines electrónicos. Si bien la cantidad de público al que pueden llegar está restringido a la cantidad de usuarios de Internet, el limitado acceso a los medios de comunicación tradicionales, que tienen muchas de las organizaciones, hace que la vía electrónica resulte un atractivo método de divulgación para alcanzar una mayor visibilidad y proximidad con los sus potenciales beneficiarios. En líneas generales esta práctica ha conducido a buenos resultados, ya que mas de las mitad de las organizaciones reconoce que a partir de la utilización del soporte tecnológico la cantidad de usuarios y/o beneficiarios de sus programas o actividades se vio incrementada. Finalmente, con relación a la circulación de la información y comunicación a nivel intra e interorganizacional se produce un movimiento que actúa en dos direcciones. Se puede tratar de un movimiento con una orientación complementaria o contradictoria en función de la estructura centralizada o descentralizada con que cuente la organización. En primer lugar, en las comunicaciones a nivel interno de la organización se utiliza el correo electrónico en menor medida que el teléfono y que las reuniones personales, aunque éste podría ser de gran utilidad en la coordinación de las actividades de voluntariado, por ejemplo. En las instalaciones de las organizaciones no se cuenta con una infraestructura que posibilite a sus miembros el acceso a un entorno único de información: no hay intranets que faciliten el acceso al seguimiento de las actividades, el conocimiento de la planificación, la llegada de la información, beneficiarse de la agilidad de las comunicaciones, ni las posibilidades de compartir y generar conocimientos en conjunto a través del entorno virtual – es necesario no olvidar que estamos hablando de las organizaciones que hacen un uso habitual de TICs –. En general, son los miembros en cargos jerárquicos quienes cuentan con un acceso prioritario a las computadoras conectadas a Internet. Esta situación en organizaciones de carácter centralizado podría favorecer una burocratización de la organización, relacionadamente a la consolidación de una estructura de funcionamiento verticalista, que resulta en un fortalecimiento del posicionamiento de algunos individuos en la estructura y no de la organización en su conjunto (Castells, 1998) Este efecto negativo, no es un producto de la informatización en sí misma, sino que se encuentra enraizado en la cultura organizacional. Con relación a la circulación de información y comunicación entre organizaciones, la CMC multiplica las instancias de contacto y favorece, en consecuencia, la articulación entre las organizaciones del sector. En el Informe CENOC de 1997 la participación en redes, caracterizada por este organismo como la disposición ―que permite aumentar la capacidad de negociación de las organizaciones, intercambiar experiencias, y reconstituir un entramado social que genere la inclusión de los sectores marginados‖ alcanza el 35% de las organizaciones. En agosto de 1999 acuerdo a los datos relevados entre organizaciones usuarias de TICs, el 92% de las organizaciones realiza intercambios de información y/o experiencias con la intención de: asociar recursos escasos y trabajar en esfuerzos colectivos, unir voluntades para plantear las prioridades de la agenda social, lograr una mayor velocidad en la toma de decisiones, desarrollar mecanismos de incidencia política para la resolución de problemas comunitarios, generar una mayor participación de la comunidad para mejorar la calidad de vida entre otras posibilidades.

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Vínculos sociales + Vínculos electrónicos = TSI

El mapa de alianzas que las organizaciones establecen como medio de apoyo para resolver sus problemas se compone prioritariamente de las relaciones establecidas con personas -profesionales-, con otras organizaciones del tercer sector y finalmente con los organismos gubernamentales. Y aunque no se trata de una tendencia mayoritaria es destacable el hecho de que algunas organizaciones también recurran a las relaciones establecidas con las comunidades virtuales en búsqueda de soluciones. La incorporación del uso de TICs en el tercer sector - sector que se halla aún en proceso de conformación- puede acelerar un proceso de estructuración en redes que dependerá fundamentalmente de los valores compartidos, la cultura de participación, las capacidades para actuar sinérgicamente y generar redes, el fortalecimiento de la comunicación horizontal y la capacidad de lograr concertaciones hacia el interior de las sociedades. Los vínculos tecnológicos no aseguran una comunicación efectiva ni crean de por sí comunidades, pero sí facilitan el contacto y conocimiento necesario para fortalecer la integración de las organizaciones y promover nuevos espacios de vinculación social. Es necesario proteger y promover el capital social en nuestras sociedades, que en términos generales, se refiere a la organización social, como el sistema de redes, normas o la confianza, que facilita la coordinación y cooperación para el beneficio mutuo (Bombarolo, 1998). Las redes electrónicas pueden favorecer el fortalecimiento de una cultura organizacional local, sustentada en modelos de comunicación horizontal y, en consecuencia, alejadas de los liderazgo asociados a la figura del ―caudillo-patrón‖54 (Bustelo, 1999); también pueden acelerar procesos de aprendizaje en las organizaciones configurados alrededor de una cultura de redes; y generar y/o reforzar los lazos de vinculación entre las instituciones, facilitando los mecanismos de participación y generando redes de confianza y trabajo conjunto. Hacia el fin de milenio algunas discusiones están siendo superadas, la dicotomía computadora si-no sustentada en posiciones tecnofílicas tecnofóbicas debe encauzarse hacia debates centrados en la discusión sobre la dirección de las transformaciones que se están implementando. Tal como señala Anthony Giddens ―La globalización no es sólo, ni principalmente, interdependencia económica sino la transformación del tiempo y el espacio en nuestras vidas... Un mundo de comunicación electrónica instantánea, en el que están implicados incluso los que viven en las regiones mas pobres, reorganiza las instituciones locales y las pautas vitales cotidianas‖ (Giddens, 1998). La red es universal pero los usos que se hacen de ella son altamente diferenciados, por ello este trabajo se centró en estudiar, un aún ámbito poco explorado, las organizaciones de la sociedad civil.

54

Para Bustelo un enfoque histórico de la política social en América Latina permite identificar modelos de ejercicio de autoridad vigentes hasta hoy en día; la figura del caudillo-patrón caracterizada por un modelo de autoridad vertical-paternalista, no mediado por reglas o ideas, no facilita la emergencia de un sistema autónomo de derechos y obligaciones de ciudadanía.

164

Los resultados obtenidos permiten evaluar las tendencias actuales, transformaciones e impactos que genera la implementación del uso de TICs fundamentalmente en las organizaciones de apoyo locales vinculadas a las redes globales. Esperamos que nuestra contribución sirva como disparador para muchas organizaciones en la tarea de ―pensar la tecnología‖.

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Giddens, Anthony: La tercera vía, Editorial Taurus, Madrid 1998.

165

HACIA LA CONEXIÓN CIUDADANA

El caso de la ciudad de Austin, Texas, EEUU Graciela Kisilevsky55 Inclusiones y exclusiones La difusión de Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) y el aumento de sus capacidades ha generado serias preocupaciones sobre las posibilidades de exclusión que éstas pueden producir.56 El rápido avance de la utilización de TICs en sectores del mercado y en la administración de algunos gobiernos locales, nos enfrenta a las distintas posibilidades que los individuos tienen de adoptarlas y utilizarlas. La implementación de redes electrónicas comunitarias es una de las respuestas para la inclusión, para reducir la brecha entre quienes tienen y no tienen acceso a la tecnología, y fortalecer la formación de una ciudadanía más plena. El ejercicio de la ciudadanía no se agota en la elección de representantes, el acto que distingue por excelencia las prácticas de participación democrática, sino que se complementa con la incorporación de los ciudadanos a los procesos de negociación y de toma de decisiones, y la posibilidad de incluir en la agenda los temas que los afectan.57 Las TICs ofrecen un soporte tecnológico poderoso para la realización de estos procesos, pero por sí mismas no generan el cambio. Su utilización se inscribe dentro de distintos procesos, principalmente económicos, por los cuales las TICs podrían transformarse en una variable más de exclusión social. Hoy miles de ciudades en los Estados Unidos poseen páginas web en la World Wide Web y en más de doscientas se han desarrollado proyectos para la implementación redes comunitarias.58 Muchas de ellas fueron impulsadas entre 1994 y 1995 por una línea de subsidios otorgada por el Telecommunications and Information Infrastructure Assistance Program (TIIAP) para fomentar la construcción de la ―autopista de la información‖59. Este proyecto contempla dentro de sus objetivos el fortalecimiento de una ciudadanía bien informada y educada, que guía los actos de gobierno para fomentar el crecimiento económico en un marco de equidad.60 En este equilibrio entre desarrollo económico y social los gobiernos locales, según Manuel Castells, deben recuperar ―el control social del proceso de desarrollo, necesitan 55

Agradezco al Woodrow Wilson Center Latin American Program por esta oportunidad y al Departamento de Gobierno de la Universidad de Texas por las facilidades que me brindaron. 56 Sobre la discusión de exclusión en la era de la información ver Manuel Castells, Artur Serra, Schuler. 57 Robert Dahl en su trabajo DEMOCRACY AND ITS CRITICS propone cinco criterios básicos a tener en cuenta para el desarrollo de procesos de participación democráticos comunitarios: Participación efectiva, votación equitativa, comprensión de la información, control de la agenda, e inclusión. 58 Roza Tsagarousianou, Damian Tambini, Cathy Bryan CYBERDEMOCRACY, TECHNOLOGY, CITIES AND CIVIC NETWORKS, chapter 1, pag.2. Routledge , London-Great Britain 1998. 59 Information Superhighways fue un término creado por Al Gore vicepresidente de los Estados Unidos a comienzo de la década de 1990. 60 Civille, R., Fidelman, M., Altobello, J. ―A National Strategy for Civic Networking: A Vision of Change‖ at gopher://civic.net:2400/00/ssnational_strat/national_strateg

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establecer sus propias redes de información, de toma de decisiones y de alianzas estratégicas, para poder emular las organizaciones que sustentan el poder‖61 o como expresó una concejal de la Ciudad de Austin ―el gobierno debe prestar atención y no dejarlo todo librado al sector privado‖62. Pero los gobiernos necesitan además conservar su legitimidad. Para ello las TICs pueden ser una excelente herramienta. Su capacidad de interactividad brinda la posibilidad de revitalizar el debate y la reflexión ciudadana sobre los temas que ocupan al gobierno generando instancias electrónicas de participación ciudadana que permiten la consulta de la población más rápida y directamente para la toma de decisiones. Una de las estrategias adoptadas por los gobiernos locales ha sido contemplar dentro de sus objetivos el acceso universal mediante la construcción de redes electrónicas comunitarias. Es decir, la posibilidad de que todos los habitantes de la ciudad sin ningún tipo de discriminación puedan acceder y utilizar las tecnologías de información y comunicación gratuitamente mediante la apertura de espacios abiertos al público. Este principio, el acceso universal, es el que dio sentido a la construcción de freenets o community networks. En Estados Unidos las propuestas impulsadas desde la órbita nacional y en muchos casos por iniciativa local coinciden en promover el uso de TICs para fortalecer a la ciudadanía en dos aspectos: la mejora de las capacidades y posibilidades de los individuos, y fomentar el ejercicio de la participación ciudadana. Una de las formas elegidas para la ejecución de estos aspectos fue la creación de redes electrónicas comunitarias. Las redes electrónicas comunitarias (también llamadas freenets, o community networks) surgieron a partir de iniciativas privadas o por iniciativa del gobierno local. Estas redes están primordialmente dedicadas al desarrollo de recursos de información local y a abrir la era de la información al mayor número posible de personas63. Estas comunidades utilizan computadoras interconectadas para comunicarse entre sí (CMC: Computers Mediated Communication) pero son más que los equipos y los programas64. Howard Rheingold define las comunidades virtuales como conformaciones sociales que emergen de la Red cuando un número relativamente elevado de personas, unidas por un interés común, mantiene discusiones por un tiempo prolongado y conforman redes de amigos personales y profesionales en el ciberespacio. Douglas Schuler añade el componente geográfico, partiendo del concepto sociológico de red comunitaria que describía los modelos de comunicación, las relaciones en una comunidad y como se trataban los problemas sociales en la comunidad. ―Las nuevas redes comunitarias

basadas en redes

informáticas son una innovación reciente dirigidas a ayudar a revitalizar, reforzar y expandir 61

Castells, M. LA CIUDAD INFORMACIONAL, pag.488/489. Ed. Alianza Madrid 1995. Entrevista a Jackie Goodman, miembro del Consejo de la Ciudad de Austin. 63 La primer freenet fue creada por Tom Grunder en 1986 es la Cleveland Free-Net con una inversión de AT&T y la primera red impulsada desde un gobierno local fue PEN, (Public Electronic Net) en Santa Mónica California. Serra Artur y Navarro Leandro ―La sociedad civil, protagonista de la era dgital. Net conexion pag.69. 64 Cisler, S. en Serra, A y Navarro, L. Op. Cit. 62

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las redes comunitarias existentes, basadas en las personas, de la misma manera en que anteriores invocaciones cívicas han ayudado históricamente a las comunidades”…Las redes comunitarias “están orientadas a avanzar en los objetivos sociales, como construir conciencia comunitaria, alentar la participación en la toma de decisiones políticas locales, o desarrollar oportunidades económicas para sectores carenciados. Una red comunitaria cumple estos objetivos apoyando a las comunidades más pequeñas dentro de las grandes comunidades y facilitando el intercambio de información entre individuos y estas pequeñas comunidades” 65 Para incrementar la participación las redes generan instancias interactivas como los foros de discusión, listas de correo electrónico, canales de chat , ofrecen acceso a la información sobre los servicios y acciones que realiza el gobierno de la ciudad y correo electrónico. ¿Cuáles han sido sus alcances? ¿En que medida contribuyó a la creación de un nuevo espacio cívico?¿Qué objetivos persiguen? ¿Quiénes son los actores que intervienen en su construcción? ¿Cómo se implementan? ¿Poseen las TICs un alto potencial para democratizar y reforzar la vida comunitaria? ¿Transforman las TICs las prácticas políticas al nivel de los gobiernos locales? Este trabajo intentará responder a estas preguntas a partir de un estudio de caso sobre la construcción de una red electrónica comunitaria en la ciudad de Austin Texas, Estados Unidos de América. AUSTIN, UN OBSERVATORIO IDEAL La ciudad de Austin, capital del estado de Texas, es sede de importantes unidades de investigación, como la Universidad de Texas, de un gobierno local sumado a sostener e impulsar el crecimiento de la ciudad a través de sus políticas urbanas y de acceso a la tecnología, y una población que se transforma por las oportunidades que ofrece el mercado de trabajo. Austin Free Net, una organización sin fines de lucro, ha venido trabajando en la habilitación de accesos públicos a tecnología informática y de comunicaciones, y participando activamente junto con otros actores, en la conexión de uno de los sectores más afectados por la pobreza de la ciudad, el East Austin, habitado por población afro-americana e hispana de bajos ingresos. Estas características hacen de la ciudad de Austin un observatorio ideal para estudiar los alcances de la implementación de redes electrónicas comunitarias y la contribución que las TICs hacen a las prácticas democráticas en el ámbito de los gobiernos locales. La ciudad tenía una población de 613.458 habitantes en 1998. Esta aumentó entre 1988 y 1998 un 32% para la ciudad y un 34% para su área metropolitana66. Según los datos del Gobierno de la Ciudad, la etnia mayoritaria es blanca (un 57% de la población). Le siguen en 65

Schuler, D. NEW COMMUNITY NETWORKS. WIRED FOR CHANGE ACM Press Books and Addison-Wesley Publishing Company, New York 1996. 66 El Metropolitan Stadistical Area (MSA) comprende los condados de Travis, Hays, Willimson, bastrop y Caldwell. Su superficie total es de 2.705 millas cuadradas. La población es de 1.100.600 habitantes. Greater Austin Chamber of Commerce ―profile‖. Nov.1998

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importancia hispanos (27,3%), afro-americanos (11,5%) y otros (4,1%). Datos más actualizados del Austin Independent School District, que agrupan a los estudiantes por etnia, sugieren un cambio en esta tendencia: los de 1999 registran una mayoría de estudiantes hispanos (43%), seguidos por blancos (36,6%), afro-americanos (17,8), asiáticos (2,3%). La demanda de personal calificado para las industrias de alta tecnología y el crecimiento de las actividades comerciales y de servicios personales y financieros, junto con la baja tasa de desempleo (2,6%), ha elevado el promedio de ingresos anuales estimados por hogar a $38.368 en 1995 para Travis County, mayoritariamente ocupado por la ciudad de Austin. La distribución del ingreso67 refleja la distancia entre uno y otro sector, donde el 29% de la población tiene un promedio de ingresos por hogar inferior a los $20.000. Estos datos muestran la existencia de los bolsones de pobreza que pueden encontrarse en la ciudad. La radicación de nuevas industrias y servicios generó un incremento en el valor de las propiedades que se tradujo en el aumento de la recaudación impositiva, en beneficio del Gobierno de la Ciudad. Este se suma como un actor promotor del desarrollo económico sustentable, con los siguientes ejes: cuidado del medio ambiente, desarrollo económico y promoción de la equidad. Las industrias de alta tecnología se desarrollan en tres áreas de producción: software, computadoras y derivados, semiconductores y productos electrónicos. Entre ellas se encuentra la segunda compañía a nivel nacional productora de computadoras personales, Dell Computer Corporation. Todas las áreas expresan demandas comunes hacia la comunidad de Austin: mantener una alta calidad de vida que resulte atractiva a su personal, como un elemento para poder conservarlo, y proveer buenos programas educativos que garanticen la mano de obra capacitada a nivel local.

Austin y el uso de TIC: Las estadísticas sobre el número de usuarios de Internet muestran claramente la situación en la que se encuentra la ciudad de Austin. En 1998 figuró cuarta en el ranking del premio Yahoo, que identifica a las cincuenta ciudades más conectadas de los Estados Unidos68 y en 1999 había subido al segundo puesto dentro de las ciudades más conectadas de más de 900.000 habitantes. En el mismo período, el plan estratégico de la Oficina de Servicios Internet informa sobre un 55% de conexión hogareña. El acceso a la tecnología es diferente también por grupo étnico. Según el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, sobre un total de 44% de conexión hogareña a Internet de la población de la ciudad, los blancos tienen 45% de

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U.S. censo de 1990 en Greater Austin Chamber of Commerce ―profile‖. Esta distribución corresponde a los datos censales de 1990 y por lo tanto la estructura de ingresos debe estar modificada debido a los procesos migratorios y de crecimiento económico de los últimos años. 68 La medición se hace en base al porcentaje de personas utilizando Internet desde el lugar de trabajo y desde una conexión hogareña, el número de páginas web comerciales sobre el número de comercios, cantidad de personas on line sobre 1000 personas, el número de páginas web de la ciudad dividida la población por cada 1000 personas y los contenidos.

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conexión (sobre un 67% que tiene computadoras), los afro-americanos un 30% (sobre un 54% que tiene computadoras), y un 36% los hispanos (sobre un 49% que tiene computadoras). 69 La ciudad de Austin tiene una de las mayores mediciones en cuanto acceso a Internet de los Estados Unidos y atraviesa por un boom económico impulsado por la radicación de industrias de alta tecnología, que ha elevado el ingreso promedio de la ciudad aproximadamente a los $38.000, y donde más de la mitad de los hogares poseen computadoras. En contraste la ciudad presenta bolsones de pobreza y bajos ingresos donde el promedio de ingresos anuales es de $6000 y la posesión de computadoras de un 5% como es el caso del corredor de las calles 11 y 12 en el East Austin donde se montó una red de recursos comunitarios. 70

LA CONSTRUCCIÓN DE LA RED COMUNITARIA El rol gubernamental La implementación de la red surgió como iniciativa del gobierno de la ciudad, que asumió la responsabilidad de proveer un acceso equitativo a todos sus servicios, sobre todo ante la posibilidad de derivar prestaciones vía Internet a los ciudadanos. El plan estratégico, que comenzó a ejecutarse a comienzos de 1995, contempló como objetivos:  Mejorar de la gestión interna del gobierno con miras a lograr mayor eficacia y eficiencia, 

Mejorar del flujo de información dentro del gobierno de la ciudad y con los ciudadanos utilizando el potencial de las TICS para favorecer el intercambio de ideas e información para la resolución de problemas comunitarios,



Desarrollar grupos vecinales de discusión e intercambio de información sobre eventos. Este objetivo se apoyó en el desarrollo de dos líneas de trabajo vinculadas a la construcción de una red pública: la publicación de información y servicios interactivos y el acceso universal. La publicación de información y servicios interactivos incluía el desarrollo de servicios on

line y la publicación de información sobre la estructura de gobierno, acciones y servicios que realiza el gobierno de la ciudad y la creación de una infraestructura de acceso a través de la conexión de las bibliotecas públicas de la ciudad. El acceso universal consideraba la provisión de equipamiento en espacios comunitarios, acceso a Internet para los ciudadanos, redes comunitarias, capacitación y soporte técnico, es decir, el establecimiento de la red pública. El plan fue ejecutado a partir del diagnóstico elaborado, para reconocer la utilidad, necesidad y posibilidad del uso de Internet, por un grupo en el que participaron representantes de cada uno

69

Diario Austin American Stateman, splemento Digital Divide, 15/11/98. http://www.austin360.com:80/news/features/digdiv/digdivgif.html 70 Austin Access Model, http://www.alaweb.org/ausmodel/

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de los departamentos que conforman el ejecutivo de la ciudad. La implementación del plan estuvo coordinada por el Departamento de Sistemas y la Oficina de Servicios Internet. La página web del gobierno Austin City Connection fue puesta on line en 30 días. En ella se publica toda la información que produce el gobierno de la ciudad sobre sus propuestas, planes, proyectos y acciones, su estructura y competencias, responsables de cada área y los correos electrónicos los funcionarios. Además de la información publicada en la página, los ciudadanos pueden solicitar cualquier información sobre la gestión del gobierno que no se encuentre allí. El Servicio de Información a ciudadanos está sustentado sobre principios de servicio al cliente por el que la respuesta de una solicitud por correo electrónico no puede exceder las 48 Hs. (el suministro de información sobre las acciones del gobierno de la ciudad es considerado una obligación para los funcionarios públicos. Como funcionarios públicos entienden que toda la información que surge de la gestión y acción del gobierno es pública y por lo tanto están obligados a suministrarla). Como resultado de este esfuerzo el promedio de vistas semanales a la página fue de 60.905 y el mensual de 263.920 visitas. De estas visitas el 25% requiere información desde la página principal y un 15% hace consultas sobre las ofertas de empleo. La red pública y la red electrónica comunitaria El principio que sustentó la creación de la red pública es el de acceso universal a través de la creación de espacios públicos de acceso libre y gratuito en las bibliotecas de la ciudad, y otras localizaciones accesibles (complejos habitacionales, centros comunitarios, centros de tercera edad, organizaciones que realizan programas educativos o de capacitación labora). Además de la infraestructura tecnológica de la red se contempló la capacitación para el uso de estos recursos. Para llevar adelante la ejecución y prestación de este servicio el gobierno de la ciudad realizó un convenio con una organización sin fines de lucro, Austin Free Net, creada a tal fin en 1995. Su misión era hacer frente a la profunda estratificación de la sociedad entre ―quienes poseen y no poseen acceso a la tecnología‖. Es decir, reducir la disparidad en el acceso para aquellos que no poseen computadoras en sus hogares, utilizándola como herramienta para promover programas educativos, vitalidad económica y compromiso comunitario. La red se monta sobre las 22 bibliotecas públicas de la ciudad y organizaciones de base y comunitarias, principalmente localizadas en una de las zonas más pobres de la ciudad, habitada por población de bajos ingresos de mayoría afro-americana e hispana. El cálculo de usuarios y asistentes a los cursos en 1998 fue de 17.000 personas (2,7% de la población) atendidos en 153 estaciones. Uno de los problemas principales en este tipo de organizaciones es el financiamiento. En el caso de AFN este proviene principalmente del subsidio que le otorga el gobierno de la ciudad a cambio de brindar soporte técnico y conectividad a las bibliotecas públicas. El

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compromiso de AFN es mantener los gastos administrativos por debajo del 13%. Posee una dotación de personal de 3 personas. Un asistente administrativo y un técnico para realizar el mantenimiento y control de la red cuyas remuneraciones son abonadas por el gobierno de la ciudad, y la Directora Ejecutiva de la organización. Las actividades de la organización son llevadas a cabo gracias a los voluntarios que participan de sus esfuerzos. Los voluntarios prestan principalmente su colaboración en el dictado de los cursos o pertenecen a las organizaciones donde están localizados los equipos. Además, aunque en un número muy inferior, las empresas de alta tecnología utilizan un mecanismo por el cual algunos de sus empleados participan en actividades comunitarias dentro de la carga horaria de su jornada laboral.

Los proyectos La selección de los proyectos en los que AFN participó, al menos hasta 1998, tuvo como requisitos más importantes que estuvieran vinculados a su población objetivo, y tuvieran un alto compromiso de las organizaciones intervinientes, con existencia previa a la implementación del proyecto, en la que cada una de las organizaciones conservó la especificidad de sus fines. Las áreas de aplicación eran educación, capacitación de la fuerza de trabajo y la provisión de conexión a Internet a las bibliotecas públicas de la ciudad. Los proyectos de educación estaban orientados a brindar apoyo a los programas existentes, brindando soporte técnico a algunas escuelas del Distrito Escolar Independiente y a otras organizaciones que dictan cursos de apoyo escolar y alfabetización. Estos programas se proponían completar los programas académicos, aumentar y mejorar las capacidades de aprendizaje de los asistentes utilizando la herramienta tecnológica para motivar a los estudiantes y despertar su curiosidad. Un propósito significativo era atraer a los estudiantes hacia los programas de educación para evitar su exposición a la influencia de las drogas y la criminalidad. Los proyectos de desarrollo de la fuerza de trabajo tenían por objetivo brindar acceso a la información sobre el mercado de trabajo y el desarrollo de habilidades laborales. Los cursos se dictaban principalmente en dos centros de capacitación laboral, en los que AFN tenía a cargo el soporte técnico, equipos y mantenimientos de equipos, pero no directamente el dictado de los cursos. Las bibliotecas públicas dependientes del gobierno de la ciudad contaban con el equipamiento instalado por AFN para brindar los servicios de acceso a la información y consulta en Internet. AFN se constituyó en una extensa red pública que llegaba a todas las áreas de la ciudad, donde no sólo se podía buscar información y trabajar, sino también consultar las cuentas de correo electrónico como instrumento de comunicación. AFN proveía los equipos, sus conexiones y mantenimiento, y en algunos de los espacios dictaba cursos básicos para el uso de computadoras y navegación en Internet y la construcción de páginas web. Estos eran dictados en inglés y español, para alcanzar a la población hispana que representa más del 27% de la

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población de la ciudad. Dentro de los proyectos de los que participa esta organización, se incluyó la construcción de una red electrónica comunitaria en el East Austin East Austin Community Network El área urbana del East Austin, donde se montó la East Austin Community Network corresponde a una zona de bajos recursos, uno de los bolsones de pobreza de la ciudad, donde el ingreso promedio anual es de $6000. La población local padece de serios problemas de desempleo, escuelas pobres, drogas, bandas juveniles y violencia.

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El proyecto fue impulsado

con la participación de AFN (Austin Free Net), ALA (Austin Learning Academy) y Lyndon Baines Johnson School of Public Affairs de la University of Texas y la financiación de TIIAP (Telecommunications Information Infrastructure Assistance). La población beneficiada esta conformada principalmente por familias afro-americanas y latinas que habitan en tres vecindarios de bajos ingresos, en los cuales se han establecido al menos dos estaciones públicas de acceso a una distancia caminable. Los lugares habilitados para su acceso son todas las bibliotecas públicas de la ciudad, y otros que se distribuyen entre iglesias, centros de recreación, entrenamiento laboral y Centros vecinales comunitarios. La red se sustentó sobre una base geográfica: el proyecto se desarrolla en una red de vecindarios ya existente como red social. Es decir, se plantea la coincidencia de una red tecnológica de Comunicación mediatizada por computadoras y una red de organizaciones interconectadas. La conexión empleada persigue tres objetivos: construir una red de computadoras que conecta en primer lugar a la gente entre sí, y luego con las escuelas, bibliotecas y lugares de trabajo; garantizar que los ciudadanos puedan enviar y recibir información multimedia; y afirma que todos, mas allá de su nivel de ingresos o locación geográfica puedan acceder a nuevas tecnologías y recursos on line. Entre la propuesta y los resultados El proyecto se apoyó sobre tres pilares: la gente, el lugar, y la participación. 72―La gente esta en el centro de la red‖ manifiesta un texto del Austin Access Model. La red adquirió su forma a partir de la inclusión en la red de asociaciones voluntarias e independientes, es decir de la red social previamente existente. El lugar, es el espacio del ―tercer lugar‖73: un espacio donde la gente se encuentra e interactúa, accesible y cómodo, informal, de recreación. No se refiere únicamente al lugar físico donde la gente se encuentra; sus características se trasladan al espacio virtual que surge para recrear la interacción en la arena comunicacional. La participación se sustentaba a partir del desarrollo de un sencillo sistema que permite la construcción de páginas 71

Gary Chapman, Lodis Rhodes, ―Nurturing Neighborhood nets‖ www.techreview.com/articles/oct97/chapman.html 72 ―Austin Access Model‖, http://www.alaweb.org/ausmodel/ 73 Douglas Schuler, NEW COMMUNITY NETWORKS, Addison-Wesley Publishing Company, 1996.

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web, que el proyecto consideró como una herramienta creativa ―para desarrollar un espacio cívico en Internet como una posibilidad de las formas de fortalecimiento de la sociedad civil… una participación activa de los proyectos Internet, la red social como experiencia deliberativa, las conversaciones públicas acerca de la tecnología y la resolución de problemas comunitarios‖, como plantea el texto del Austin Access Model. El dictado de cursos para la construcción de páginas web permitió en la práctica el desarrollo de contenido y habilidades técnicas. El producto fue la puesta on line de las páginas personales de los asistentes. En cuanto a las páginas organizacionales, sólo se presentó la que respondía a las propuestas del proyecto original, www.afn-neighbor.net, un prototipo que prueba diversas formas para alcanzar e interesar a los ciudadanos en aprender mas acerca world wide web. La página conecta con seis barrios que poseen distintas intranets que comparten una base de datos. La propuesta de la página web on line propone el enlace con las páginas web de seis barrios, pero no puede accederse a todas ellas. Con respecto a la página del East Austin, si bien presentaba espacios interactivos interesantes, como el canal de chat austin.announce o la posibilidad de enviar historias sobre el barrio, éstos tenían problemas técnicos que impedían su uso; la última actualización es de Enero de 1999. Las instancias de participación quedan reducidas debido a los problemas técnicos que impiden su uso; la actualización, a cargo de una de las voluntarias que participó en el proyecto, no fue continuada por los usuarios capacitados. Los participantes de los cursos no se apropiaron de la tecnología con fines comunitarios. Si bien se generó un espacio de capacitación no surgió la reflexión o el debate sobre el uso de herramientas informáticas para contribuir al desarrollo comunitario. La apropiación del conocimiento sobre el uso de las herramientas informáticas fue individual. El uso de recursos comunitarios fue útil para el fortalecimiento de los individuos, pero no dio lugar a la creación de un espacio cívico como el planteado por Douglas Schuler. Se pueden observar dos productos del proyecto: una red de computadoras públicas de acceso gratuito con conexión de alta velocidad a Internet y la página web de AFN-neighborhood Net. La red social que sirvió de soporte para la red tecnológica fue detectada por un diagnóstico realizado por Lyndon Baines Johnson School, en el cual se reflejó la forma en que las relaciones y la comunicación circulan en la comunidad, sobre la cuál se monta la red tecnológica con intención de promover los objetivos sociales, el compromiso comunitario en la toma de decisiones y la promoción del desarrollo económico.74 En cuanto a los resultados alcanzados en East Austin Community Network, no surgió un espacio de interacción virtual, por ejemplo bajo la forma de foros o listas de discusión sobre problemas comunitarios o de política local. Tampoco se detectó el intercambio de mensajes entre los usuarios, aunque el correo electrónico es utilizado para mantenerse en contacto con amigos, parientes, o para la búsqueda de empleo. La forma prevaleciente de interacción se recreó en el espacio físico de interacción de los

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asistentes a los cursos, que dio lugar a un auténtico sentido de solidaridad, como lo ejemplifica el cuidado de niños mientras las madres realizan los cursos, o la utilización de recursos comunitarios, pertenecientes a distintas organizaciones para la realización de proyectos comunes como el caso de un curso de nutrición organizado por una organización y dictado en el espacio físico de otra. Los programas educacionales y de desarrollo de la fuerza de trabajo, contribuyen al incremento de las capacidades de los individuos que en ellos participan. Esto se traduce en el fortalecimiento de los miembros de una comunidad, mediante la oferta de acceso a una educación alternativa, la participación de eventos culturales en los que se integran las familias de los beneficiarios y principalmente de acceso a la información. Se produce un efecto de cohesión social, aunque limitado, que utiliza la tecnología como herramienta. De esta manera el gobierno de la ciudad realiza un doble objetivo: la habilitación de recursos comunitarios y la capacitación de la fuerza de trabajo requerida por las industrias de alta tecnología, y a una red de comunicación e información con los habitantes de la ciudad que se inscriben dentro de los cambios que imprime la nueva era de la información. La evaluación sobre el éxito de la experiencia es ambigua. Para uno de los impulsores del proyecto, ―AFN es exitosa porque todavía funciona, sirviendo a la gente y este es uno de los mayores desafíos‖75 La red comunitaria ha servido para mejorar la situación de algunas de las personas de las comunidades de bajos ingresos, brindando acceso a recursos informáticos y capacitación para utilizarlos. La participación de los usuarios en los programas de educación y de capacitación laboral les ha favorecido para cambiar su situación personal mediante el acceso a programas educativos (mejora del aprendizaje, alfabetización, o finalizar la escuela preparatoria y continuar estudiando) y mejorar su calificación para insertarse en el mercado de trabajo. Aunque su efecto ha sido limitado hasta el momento, han servido para reducir el efecto que las aplicaciones comerciales de las nuevas tecnologías pueden producir en la acentuación de la distancia entre quienes tienen y no tienen acceso a la tecnología. Pero si el parámetro de éxito se traslada a que las comunidades electrónicas sean un medio de influencia para la participación y la transformación comunitaria, todavía no se han visto ejemplos en la ciudad de Austin.

¿QUIÉNES Y CÓMO UTILIZAN LA TECNOLOGÍA? El proyecto muestra la articulación de actores gubernamentales, organizaciones comunitarias, académicas y miembros de la comunidad con miras a acortar la distancia existente entre quienes tienen acceso al uso de tecnología informática y quienes no. Es interesante hacerse

74 75

Douglas Schuler, Op. Cit., pág. 25 What is a community network? Entrevista a Gary Chapman, Abril 1999.

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la misma pregunta, ¿Cómo y quiénes utilizan las nuevas tecnologías?, con respecto a las organizaciones que no fueron beneficiadas por estos recursos financieros, educativos y tecnológicos. Para responder a este interrogante se elaboró un relevamiento on line de las asociaciones vecinales de la ciudad de Austin que poseían página web, en mayo de 1999, tomando como referencia el listado de organizaciones comunitarias que figuraban en el registro de la ciudad. De un listado de 419 instituciones, 33 poseían página web, un 8% del total. Las mismas utilizaron en su mayoría la posibilidad de publicación gratuita que facilitan algunos servidores de la ciudad, que en algunos casos ofrecen el diseño de la página. El inconveniente es que en estos casos el formato de las páginas web es uniforme, existiendo una diferenciación con respecto a otras páginas de diseño más atractivo, pero que en consecuencia presentan también distintas posibilidades de interactividad y tipo de información que se presenta. La información básica que se publica puede clasificarse dentro de las siguientes categorías: información institucional: localización, miembros de sus comisiones directivas, estatutos, objetivos y los comités que funcionan dentro de su estructura. Contacto: todas las organizaciones presentan al menos un correo electrónico para contactarse; el mismo es generalmente de uso personal de alguno de sus miembros (por ejemplo los correspondientes a direcciones de empresas o la universidad). Calendario: se publica el cronograma de eventos, que abarca los encuentros sociales, las reuniones institucionales, o con funcionarios de la ciudad. A medida que se van complejizando ofrecen más información. Las más completas publican las de incendios, medidas de seguridad facilidades del vecindario: escuelas, servicios de salud, lugares interesantes para visitar. El 40% de las organizaciones difunden sus publicaciones regulares on line con información sobre temas ambientales, proyectos, actividades, gestiones realizadas en distintos organismos, y temas de seguridad que cubren desde el nombre y teléfono del oficial policial de contacto hasta la prevención y alerta sobre sospechosos que circulan por el vecindario. Las posibilidades de interactividad existentes contemplan en principio la posibilidad de contacto vía correo electrónico con algún miembro de la comisión directiva y aunque incipiente comenzaron a encontrarse posibilidades de publicación de notas en carteleras, listas, y foros de discusión aunque aún en un número muy reducido. Sin embargo es difícil especular sobre su alcance como herramienta de intercambio ya que sólo se detectó una convocatoria a sumarse a una campaña sobre los problemas que provocaban las antenas para telefonía celular y en el caso de los dos foros encontrados Uno de ellos corresponde a una página web que no se actualizaba desde su creación en 1996 y el otro requería de clave de ingreso. En ambos casos se envió un correo electrónico para conectarse con sus webmasters, pero estos no fueron contestados. Para conocer quiénes utilizan la tecnología se graficó sobre el mapa de la ciudad la localización de las asociaciones vecinales que poseen página web. El resultado mostró que de

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las 33 páginas, 31 se encuentran del lado oeste de la ciudad, tomando como divisoria la autopista interestatal (I 35) y sólo 2 del lado este de la misma. La mayoría se encuentran donde habitan los sectores económicos medios y altos. De las dos páginas existentes en el sector este, área de bajos ingresos, una es producto del proyecto East Austin Neighborhood Association. La localización física de las páginas web muestra una posesión vinculada a la accesesibilidad de los sectores económicos medios y altos. Esta no sólo está relacionada a la capacidad económica de los habitantes, debido a que la mayoría de ellos utiliza los recursos gratuitos que ofrecen algunos servidores de la ciudad. Sino que se asocia a la capacidad de obtención de recursos gratuitos. El uso de la herramienta difiere entre la experiencia de la East Austin Neighborhood Association y las páginas vecinales del sector oeste de la ciudad. Estas últimas responden a iniciativas propias de las organizaciones, que en función del uso de la página web como herramienta, avanzan hacia el desarrollo de instancias interactivas, además de su utilidad para la difusión de información sobre las características del vecindario y sus intereses. A diferencia de estas páginas web, la página del East Austin Neighborhood Association76, que fue un prototipo desarrollado por los impulsores del proyecto no fue apropiado por los vecinos y continúa siendo gerenciada por voluntarios. Esto genera dificultades en la transferencia a la comunidad del uso y apropiación de las herramientas tecnológicas. No se puede negar la importancia que el correo electrónico y las páginas web adquieren para difundir información de las organizaciones así como las posibilidades de interactividad que comienzan a ofrecer, aunque su uso se diferencie entre las organizaciones dependiendo de la actualización. Los representantes políticos y el uso de TICs El gobierno de la ciudad ha realizado un esfuerzo importante para la implementación de una página web que permita el acceso de la ciudadanía a la información y facilitar una herramienta de comunicación con los funcionarios y representantes políticos electos a través del correo electrónico. ¿Que uso tiene realmente? ¿Cuál es la percepción que tienen los políticos locales sobre el uso de Tics para la participación? ¿Qué obstáculos encuentran en el uso de TICs? Todos los concejales cuentan con una cuenta de correo electrónico a través de la cual puede contactárselos. Reciben un promedio de 20 correos diarios, salvo cuando un tema candente hace que este número se eleve. Un simple cálculo permite inferir que el número de mensajes recibidos mensualmente oscilaría entre los 2400 y 3600 correos electrónicos.77 Para los representantes ésta constituye una herramienta útil para conocer la opinión de la gente sobre los distintos temas, que a diferencia de otros medios, como las cartas o el teléfono, ha permitido

76

El número de asociaciones vecinales que figuran en el registro de la ciudad es de 17.

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que un nuevo grupo de personas comience a participar, expresando sus opiniones, sobre lo que sucede en la ciudad. El correo electrónico, según los concejales, ha permitido a los ciudadanos ser más persistentes en el seguimiento de los temas. La posibilidad de consultar información en la página web del Gobierno de la Ciudad en cualquier momento y enviar un mensaje al representante político crea una ―ventanilla‖ de atención abierta las 24 horas. Los miembros del Consejo manifestaron intentar leer y contestar personalmente los mensajes que se reciben. En este caso el correo electrónico se convierte en un instrumento de comunicación horizontal con los representantes. Esta comunicación es bilateral y no ha dado lugar aún a formas de discusión colectiva entre los representantes y la ciudadanía, como foros, listas de correo o chats. Aunque los concejales entrevistados expresan estar dispuestos a participar en ámbitos de intercambio electrónico, encuentran también ciertos inconvenientes para la implementación de formas participativas para la deliberación de políticas públicas on line. El correo electrónico no permite aún la identificación del participante y quita las inhibiciones de quienes se expresan por este medio, a veces el tono de los mensajes y el vocabulario se vuelve ―incivilizado‖. Otra preocupación es que mucha gente no tiene acceso a la tecnología ni la capacidad de interpretar la información que se suministra a través de la página web. Algunos de ellos destacaron la importancia de desarrollar una metodología que permita recrear una auténtica instancia de deliberación y reflexión sobre los temas urbanos, opuesta a mecanismos plebiscitarios. Los concejales ven esta práctica como algo que sucederá en el futuro cercano, por lo cual entendían que focalizarse sobre la educación y la capacitación laboral de los ciudadanos en el uso de TICs formaban parte de la estrategia para lograr el ejercicio de una ciudadanía más plena. Los representantes entienden que la política local se práctica a través del contacto cara a cara y por eso son más importantes las instancias presenciales y mantener abiertos los canales de comunicación con la ciudadanía como las audiencias públicas, las reuniones con distintos grupos y las entrevistas en sus oficinas.

CONCLUSIONES El caso de Austin describe como esta red electrónica comunitaria realiza los objetivos de brindar educación y capacitación laboral para satisfacer las demandas de las industrias de alta tecnología y proporcionar herramientas de movilidad social. Pero la población que utiliza los recursos tecnológicos comunitarios implementados es del 2,7%, contrapuesta a una conexión hogareña a Internet del 55% y un 13% de población pobre de todas las edades. La construcción de la red electrónica del East Austin estuvo sustentada en la existencia previa en el territorio de una red de organizaciones sociales. Este proyecto dio lugar a la ampliación del ―tercer espacio‖ donde las personas interactúan. La interacción se limitó al espacio físico en el que se 77

El promedio de mensajes multiplicado por los seis concejales y luego por el número de días ( 5 días durante 4 semanas y 30 días )

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encontraban sin proyectarse hacia el intercambio en el espacio virtual. Contrariamente a la propuesta inicial no surgió un intercambio de ideas, solución de problemas comunitarios con soporte electrónico con las características del espacio cívico planteado por Schuler. La solidaridad y el intercambio se reproducen en el espacio físico y en el contacto cara a cara. La apropiación de las herramientas informáticas y de comunicación como instrumento comunitario requieren también de instancias de reflexión y capacitación para fomentar la discusión sobre las potencialidades que éstas tienen para el fortalecimiento de las prácticas de participación comunitaria y política.78 El uso y apropiación de las páginas web por las asociaciones vecinales de la ciudad muestra diferencias entre el sector oeste de la ciudad, donde habitan los sectores de ingresos medios y altos, y el sector este, de población de bajos ingresos. La mayoría de ellas se localizan en el sector oeste (31 de 33 páginas) donde aunque también hay una cierta disparidad en cuanto a su uso, las páginas web sirven como herramienta de difusión de información e interactividad. El hecho de que se registre un cambio en cuanto a las vías de comunicación con los concejales de la ciudad, quienes manifestaron la aparición de un nuevo grupo de ciudadanos participando por esta vía, plantea la necesidad de reflexionar sobre quiénes son los que utilizan este medio para comunicarse. Una inferencia permite especular que quienes utilizan esta vía son los sectores medios y altos del sector oeste.79 El uso de TICs en Austin muestra el comienzo de un cambio en cuanto al uso de las herramientas informáticas para el fortalecimiento de las prácticas ciudadanas. Aunque estos cambios son aún graduales ponen en evidencia una tendencia en la que un nuevo grupo de ciudadanos se incorpora. Sin embargo, la distancia entre quienes poseen acceso a la tecnología y la apropiación que hacen de estas herramientas sigue presente. Se corre el riesgo de acentuar la disparidad sobre los efectos que pueden producir el uso diferenciado, acceso y capacidad de apropiación. Los proyectos con soporte tecnológico TIC están aún en sus comienzos. Muchos gobiernos locales avanzan hacia la digitalización de la información como herramienta para la participación ciudadana y ofrecer la posibilidad de que sus ciudadanos expresen, como mínimo, sus opiniones a través del correo electrónico sumando a un nuevo grupo de ciudadanos a la discusión. Es evidente que el acceso al uso de TICs debe ser acompañado por el desarrollo de las habilidades requeridas para maximizar sus posibilidades, sobre todo en los sectores socialmente condicionados. El capital cultural y de participación política de los usuarios condicionará sus potencialidades y objetivos. Más allá de las visiones utópicas o distópicas de

78

En el Plan Estratégico de AFN se incorporó el objetivo de realizar seminarios y debates sobre la apropiación comunitaria de las herramientas tecnológicas y el acceso a la información. 79 Por un lado según el texto del Austin Access Model particularmente en East Austin la posesión de computadoras es del 5% y no hay datos sobre conexión Internet más allá de los recursos comunitarios habilitados. Por otro lado el hecho de que la mayoría de las páginas se localicen del lado oeste muestra un uso diferencial de las herramientas informáticas.

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una democracia deliberativa o plebiscitaria es necesario preguntarse si este nuevo espacio público podrá dejar de ser considerado en el futuro de los procesos políticos.

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Parte 4: Vínculos electrónicos

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Las comunidades virtuales en Argentina: vida y pasión

Ezequiel Fejler

Decir que la historia de las comunidades virtuales de Internet en Argentina incluye anécdotas de todo tipo, como intentos de suicidio, amistades y amores de cualquier género y clase, no es un gancho para atraer al lector. Es un resumen de algunas de las profundas emociones que vienen viajando por el ciberespacio nacional desde hace más de 15 años, cuando nació, allá por 1984, el primer BBS (Bulletin Board System o Sistema de Boletines Electrónicos) llamado Century 21. Y así como nadie olvida que Internet llegó en forma masiva a la Argentina a principios 1995, tampoco ninguna persona podrá dejar de reconocer que su explosión se produjo entre los años 1998 y 1999, justo antes del fin del milenio. En el país más de 900 mil personas acceden a la Web y los diarios advierten a la población sobre el peligro de los virus que viajan a través del e-mail. Sin embargo, las comunidades virtuales, esas ―conformaciones sociales que surgen en la Red cuando un grupo de personas lleva a cabo discusiones públicas durante un tiempo prolongado, con suficientes sentimientos humanos como para formar redes de relaciones personales en el espacio cibernético‖ (Rheingold, 1996), existen desde mucho tiempo antes en Argentina, y han revestido a lo largo de los años y su desarrollo distintas tecnologías que, mediante las comunicaciones mediadas por computadoras (desde ahora CMC), han permitido su creación, cristalizada en variados ejemplos que mencionaremos a continuación. Ya que a lo largo de los años, comenzando por 1984 y terminando en 1999, lo que se ha modificado básicamente en las CMC, produciendo distintos tipos de asociación a la distancia entre la gente, ha sido la tecnología, tomaremos a ella como variable para diferenciar tres etapas que conforman la historia de las comunidades de Internet en Argentina. Ellas son:

1) Las comunidades nacidas en los BBS (Bulletin Board System o Sistemas de Boletines electrónicos), que surgieron a mediados de 1984 y decayeron (aunque sin desaparecer) en 1995, con el advenimiento de Internet en forma masiva en la Argentina.

2) Las comunidades nacidas en las listas de correo, que si bien nacieron junto a los BBS, se popularizaron en 1995 con la apertura del acceso comercial a Internet, y siguen vigentes hoy en día como una de las formas más desarrolladas de intercambio a través de la Red.

3) Las comunidades nacidas en los sitios Web de comunidades comerciales, que integrando una serie de servicios interactivos como foros de discusión, páginas personales y chats, surgieron a mediados de 1997 y se perfilan como uno de los posibles futuros del ciberespacio.

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Comunidades nacidas en los BBS

Los BBS nacieron en Estados Unidos en 1978, cuando dos programadores, Ward Christensen y Randy Suess, crearon el CBBS (Computer Bulletin Board System -Sistema de Boletín electrónico en Ordenador). El primer BBS, inaugurado por Ward Christensen se puso en funcionamiento en Chicago. ¨No sólo estos pioneros crearon una nueva tecnología, sino que inmediatamente le contaron a todo el mundo como hacerlo¨ (Rheingold, 1996) ofreciendo gratuitamente el programa para instalar un BBS. Gracias a ellos, unos años más tarde, en Argentina, gente allegada a las computadoras y radioaficionados, inauguraron los primeros BBS locales. Estos consistían en computadoras conectadas a la línea de teléfono mediante un modem, que oficiaban de carteleras electrónicas en donde se podían intercambiar mensajes, públicos y privados, acceder a servicios informativos e interactivos, y en algunos casos también bajar programas. El primer BBS se abrió en Argentina el 15 de agosto de 1984; su nombre fue Century 21. En julio del 1986 ya se lo anunciaba como el único ¨banco¨ telefónico gratuito para micro computadoras que se conozca hoy en el área metropolitana¨ (Diario La Nación, 23 de julio de 1986, cuerpo central). Tenía en ese momento 270 usuarios. Cierto es que todos los que en aquel entonces se ligaban a los BBS eran fanáticos de las computadoras y las comunicaciones a distancia. Por la dificultad que implicaba conseguir un modem, instalarlo y realizar la comunicación, estaba lejos de ser un servicio simple de comunicación, como son las CMC hoy en día. Corral, fundador de Century 21, relativiza la dificultad y el grado de tecnicismo de los primeros participantes de estas comunidades: ¨Entre el ´86 y el ´87 se conectaron personas de todo tipo, no sólo del ámbito de la computación. Incluso me acuerdo que se había conectado Dante Caputo¨. Sin embargo, las áreas principales del BBS, área radioafición, área comunicaciones y área modems, remiten claramente al tipo de interés de los primeros usuarios. Según Daniel Nofal, otro de los primeros usuarios de las CMC en Argentina, ¨el primer público de los BBS, así como el primer público de Internet, era mayormente masculino, muy técnico, en general jóvenes estudiantes con mucho tiempo libre¨. Coincide con otro pionero de las CMC en Argentina, Robel Merech, el responsable de un proyecto del que se hablará más adelante llamado The Reset Project. ¨Por lo general, el tipo que se conectaba en ese momento con un BBS, era un técnico o alguien interesado por otras cosas, por eso no tuvo mucho éxito mi intento de difundir la literatura a través del primer BBS que tuve¨. Roxana Bassi, actualmente consultora en temas de Internet, cuenta su experiencia en aquel primer momento de los BBS:

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Todo empezó cuando yo tenía 14 años, allá por 1986. Había ahorrado durante mucho tiempo para compararme una computadora, una Commodore 128. En tres meses la había dado vuelta toda, de arriba a abajo, había hecho todo lo que había por hacer y me aburrí. Por entonces yo leía revistas norteamericanas, y en una de ellas decía que había algo llamado modem, que se conectaba con el teléfono. En Argentina nadie sabía ni conocía nada de eso. Entonces me puse a averiguar entre la gente que tenía computadora quién podía saber algo del modem. Fui a varios lugares, y finalmente caí en manos de unos chicos que, en forma amateur, a través de un plano de circuitos que había salido en una revista extranjera, hacían modems en sus casas. Andaba muy de vez en cuando y la velocidad (300 baudios contra 57000 actuales) dejaba mucho que desear. El segundo problema, una vez que tenés el modem, es a dónde te conectás. Como el BBS, que era puesto con una línea telefónica por un chico en su casa, funcionaba sólo de 19:00 a 7:00, las 30 personas nos peleábamos por entrar, porque en aquel momento podía entrar únicamente uno por vez. El BBS tenía áreas de mensajes: mensajes privados y mensajes públicos, o sea área de debate. Como era poco el tiempo total que había para conectarse, y muchos los que lo queríamos hacer, a cada usuario se le permitía conectarse sólo 20 minutos. Empecé leyendo lo que se debatía en las áreas grupales. En general, al principio, se hablaba de cosas relacionadas con la computadora. Había también temas políticos, y también chistes y las cosas de humor que circulan hoy a través del e-mail. La gente grande era muy excepcional. Recuerdo una mujer que era farmacéutica. Y todas las noches que tenía guardia se conectaba. También estuvo desde el principio Manrique, uno de los hijos del político, que era médico. Los demás éramos chicos. En Estados Unidos, unos años antes, algunos técnicos y otros fanáticos de las computadoras instalaron y participaron en los primeros BBS. Los temas de discusión eran por lo general técnicos: se discutía cómo y para qué usar las máquinas y los BBS en sí. Sin embargo, allá hubo una excepción: un BBS llamado CommuniTree que, a diferencia de los restantes, estaba específicamente enfocado a la idea de crear comunidades. Se proponían conceptos de discusión como la reciprocidad, la solidaridad, y la idea de armar algo socialmente contenedor entre todos. Este proyecto no prosperó, por la misma razón que no lo hicieron otros tantos: que mucha gente aprovecha los medios libres de expresión para agredir impunemente, y para expresar más su disgusto social que para tratar de construir algo alternativo. Corral cuenta que ¨en la época de Century recibía una gran cantidad de mails acordándose de mi madre. El medio te da una impunidad especial: vos podés hacer y decir lo que quieras sin que la persona, del otro lado, sepa quién sos¨. La contracara de este aspecto del anonimato es la posibilidad de desarrollar identidades múltiples, experimentando cierto ¨extrañamiento¨ de la propia naturaleza personal. Sobre esto Roxana Bassi recuerda: Lo más lindo de haberme metido en eso de los BBS a los 14 años, es que en plena adolescencia, cuando uno está especialmente inseguro, conectarte y ser quien vos quisieras ser, era increíble: creabas tu personalidad. El operador del BBS, era el único que sabía quién eras realmente. Vos podías hacerte pasar por mujer, por hombre, tener la edad que quisieras, etc. Definitivamente eso era lo más lindo.

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Century 21 llegó a tener entre 1500 y 1800 miembros. De vez en cuando se hacían reuniones cara a cara en las que participaban no sólo los de Century sino todos los que usaban y tenían BBS en sus casas. En ese comienzo, cuenta Corral, se empezó a plantear el tema de si se debía cobrar o no por el servicio. ¨Lo cierto es que acá la gente siempre fue muy reticente a pagar¨ y el resultado fue que la mayoría de los BBS no cobraran nada por ingresar a su cartelera de mensajes. Además de ofrecer un medio de comunicación, para enviar y recibir mensajes, tanto privados como públicos, Century 21 ofrecía una cantidad de otras alternativas, como información referente a servicios públicos (ambulancias, bibliotecas, hospitales), y páginas escritas por otras personas, escritores y periodistas. ¨Incluso los mismos usuarios colaboraban publicando cosas escritas por ellos¨, añade Corral. A pesar de ser un medio de comunicación eminentemente local, Century 21 comenzó a recibir algunas llamadas de Estados Unidos. ¨Me acuerdo que recibí la llamada de un muchacho argentino que vivía en California, que es amigo mío en la actualidad. En el año ´86, ´87 lo fui a ver y él me mostró lo que eran los BBS allá¨. Vale recordar que en Estados Unidos, para ese entonces ya existían más de 4000 BBSs (serían 60.000 en 1993). Corral recuerda con nostalgia aquellas primeras comunidades virtuales: ¨Ahora la gente está poniendo los ojos en lo que es la teleinformática. Pero no tiene el candor de aquella época. Entonces éramos amigos de un café inmenso, invisible, que cuando nos reuníamos era bárbaro. Hoy eso es muy difícil de lograr¨. Una diferencia fundamental entre aquel momento y la actualidad, en las CMC, es la cantidad de gente que participa. En aquellos momentos que Corral recuerda con nostalgia se trataba de un grupo de fanáticos, efectivamente una comunidad de fanáticos de las computadoras y las telecomunicaciones. Tenían en común ese placer por lo técnico y la posibilidad de estar en la vanguardia de un movimiento que recién a finales de los ´90 está tomando un carácter masivo (entre cierta clase social, claro está). Como la mayoría de los BBSs, Century 21 fue perdiendo gente a medida que se popularizaba el correo electrónico a través de Internet, y que los BBS se hacían demasiado numerosos. Casi diez años después de su puesta en marcha, fue quitado de línea. Century fue una cuna de conocimiento e intercambio de información de muchos jóvenes que luego se dedicaron a la informática, además de haber constituido un medio precursor de las CMC. Muchos de los que participaron en ella trabajan en las compañías de más renombre del mercado local de las telecomunicaciones. Esto muestra cómo las relaciones generadas entre los usuarios tuvieron más que ver con una comunidad profesional, que con el otro tipo de comunidad más ligada a vínculos sociales y afectivos (aunque estos últimos existieron). A diferencia de otras comunidades virtuales, en donde la información fue sólo la excusa inicial para la creación de los lazos, en Century el intercambio de información no era un ritual de contacto sino un fin en si mismo. Si, tomando a Rheingold, pudiéramos dividir a las comunidades virtuales en las de

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¨información¨ y las del ¨corazón¨ (para Rheingold todas tienen un poco de las dos), Centruy estaría sin lugar a dudas entre las primeras.

Reset, de literatura y algo más Promediando el año 1985, Robel Merech tenía veintitantos años y una gran afición por dos disciplinas: la literatura y la informática. ¨La idea de comunicarme con otras personas a través de medios electrónicos, yo ya la tenía. Cuando me enteré de esto que se llama BBS, me quedé maravillado, por toda la perspectiva que se abría y lo que uno pensaba que se podía hacer¨. Conectó una línea de teléfono a su Commodore 64, e hizo nacer allí al BBS Reset. ¨El sistema era totalmente gratuito y artesanal, y los usuarios no superaban las 100 personas a lo sumo¨. Como el creador de uno de los softwares para BBS había dejado abierto el código de programación, Robel, junto a un amigo, adaptó el software a las necesidades particulares del servicio que querían ofrecer. En un primer momento, el objetivo de Reset era hablar de literatura. Si bien no todos los temas eran muy visitados,

Reset creció y se formó una

comunidad de usuarios: The Reset Net, que consistió en una red específica de Reset, una idea propuesta por los miembros de la comunidad, quienes tenían reuniones cara a cara además de virtuales. ¨Ahí sí había unión, porque nos veíamos¨, cuenta Robel, quien no cree que se pueda lograr un alto grado de compromiso en una comunidad que no salga de los bits. Uno de los más activos participantes de Reset, Nicolás Moldavsky, recuerda que se reunían de vez en cuando a comer asados, y que también había un espíritu de fidelidad entre los participantes de un BBS, sin descartar cierta rivalidad con los de los otros. En aquella época, los BBS no estaban conectados entre sí. Por eso, cada persona sólo podía leer los mensajes y comunicarse con la gente que estuviera en su BBS. ¨Yo estaba en el BBS de literatura (Reset), pero la mayoría de veces hablábamos de cualquier tema menos de literatura¨, recuerda Nicolás. El tema de los tópicos que se tocan en cada comunidad no es tan simple de resolver. Mientras algunos prefieren que las charlas se circunscriban a una tema específico y no se salga de eso, otros opinan que no es grave cambiar de tema mientras se mantenga el de fondo al que siempre se vuelve. Douglas Schuler (1996) advierte que no es importante alrededor de qué tema se conforma una comunidad, sino que los participantes de la misma compartan las expectativas sobre el o los temas que se van a discutir.

Los fanáticos de la Commodore 64

En marzo de 1987, dos aficionados a las computadoras, Claudio Regis y Rubén Parasporo, fundaron el CBM Group, con el objetivo de convertirse en un club social, a través de un BBS, para los aficionados de las computadoras Commodore y todos aquellos que no sabían

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qué hacer con sus máquinas después de darlas vuelta y rearmarlas de nuevo. El CBM Group era una comunidad de usuarios de la añeja Commodore 64 (luego crecieron a 128), que al estar suscriptos a un órgano internacional de divulgación de programas para Commodore, podían extender sus prestaciones a los usuarios de Argentina. Esta comunidad, que incluía una pequeña revista con las últimas novedades para los usuarios de Commodore, además de encontrarse a través de sus ordenadores, lo hacían en persona dos veces al mes, en mitines organizados por los creadores del CBM Group,. Este fue el antecedente de Interlink, otro BBS conformado alrededor de fanáticos de una marca de computadora, la Macintosh, y destaca una característica de la época. Lo principal, en aquel entonces, eran las máquinas, y las comunidades virtuales tenían mucha relación con ellas mismas: para conocerlas mejor, aprender ciertos trucos, mejorar su capacidad, etc. Después de intercambiar información venían las mencionadas reuniones y allí la sociabilidad, la posibilidad de que lo que había nacido como un tema eminentemente técnico pasara a generar vínculos sociales y afectivos entre sus participantes.

FidoNet nos conecta con el mundo FidoNet constituyó un hito en la corta historia de las comunidades virtuales y de las CMC tanto en Argentina como en el mundo. Fue el primer BBS que se conectó con Internet, que hasta mediados de los ´80 era privilegio del Departamento de Defensa y algunas universidades norteamericanas. Fue el primero también, gracias a ello, en conectar a los BBS entre sí, mundialmente. Esta red de BBSs fue desarrollada por un programador norteamericano, Jennings, quien además de ser un enamorado de las comunicaciones a distancia era un acérrimo defensor de la libertad de expresión. Como el programa que hacía funcionar Fido era transferido automáticamente a la gente que se conectaba, los BBS asociados a FidoNet fueron creciendo rápidamente. Allí las reglas eran impuestas por la gente. La idea, según su creador, era que funcionara como una calle pública, donde las prácticas se imponen a través de las relación y la suma de decisiones individuales de la gente. El crecimiento de Fido en Estados Unidos fue espectacular, extendiéndose de un Estado al otro con suma rapidez. Con el objetivo abaratar el costo de las llamadas de larga distancia, Jennings tuvo la idea de que los distintos nodos (puntos de comunicación que contenían determinada cantidad de usuarios) se comunicaran entre sí para intercambiar mensajes en el horario en que las llamadas fueran menos costosas. De allí surgió otro nombre conocido en la historia de las comunidades virtuales, la Hora Nacional Fido: entre la 1:00 y las 2:00 de la mañana (de EEUU) no se recibían mensajes y lo que se hacía era que los nodos intercambiaran los que tenían entre sí. En el año 1987, Jennings, junto a Tim Pozar, su socio en la creación de redes, vieron el éxito de FidoNet (100.000 usuarios en Estados Unidos) y decidieron que era el momento de conectarla a Internet, que tenía posibilidades de comunicación mucho mayores (tanto en

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velocidad como en interconexión) y que hasta el momento no había tenido acceso al ciudadano común. Pozar construyó en San Francisco la primera pasarela FidoNet-Internet. En Argentina, Pablo Kleinman introdujo la Red Fido, convirtiendo a su BBS en la primera filial latinoamericana de la nueva y pujante red mundial de BBSs. Le tomó un tiempo conseguir el programa desarrollado por Jennings, pero para el año 1987, cuando FidoNet ya contaba con más de 1825 nodos en el mundo, Argentina tenía su filial local que le permitía estar interconectada con la incipiente pero ya divisable comunidad virtual internacional. FidoNet brindaba por primera vez a los usuarios una dirección de correo electrónico para toda la Red, permitiéndoles comunicarse con gente de todo el mundo que estuviera conectada a esa red de BBSs. Es el antecedente inmediato de Internet tal cual la conocemos a finales de los ´90, ya que desde ese momento se empezaba a tener noción de la sencillez con la que podía una persona de Argentina comunicarse con otra de Japón, convirtiendo a la aldea global de McLuhan en algo más que un eslogan. La ventaja de esta interconexión, para las comunidades virtuales que se iban generando, era que además de poder comunicarse con gente de todo el mundo por correo electrónico, los temas de las carteleras (de los BBS) eran más amplios y la cantidad de mensajes en cada uno de los items pasaron de cinco o diez a cientos de ellos, cuenta Roxana Bassi. Para que FidoNet funcionara en todo el mundo, debía tener algunas reglas, tanto técnicas para una comunicación jerárquica de usuario a nodo y de nodo en nodo, como sociales, convirtiéndose en una especie de emulación de la organización del mundo de los átomos, lo que implicaba representantes democráticamente elegidos en cada área. Para eso, todos los participantes tenían su opción de voto y entre la suma de esos votos se elegía el Zone Coordinator (Coordinador Zonal). Sus funciones consistían básicamente en comunicarse con los otros cuatro Zone Coordinators (existían cinco en el mundo) para definir quién hacía las llamadas para intercambiar los mensajes. Esta relación democrática con un tipo de organización que se parecía mucho a la sociedad de afuera de los bits, comenzó a hacer que muchos de los que participaban en las comunidades virtuales (FidoNet lo era, sin lugar a dudas) se tomaran demasiado en serio lo que ocurría dentro de ella, demostrando, ya desde aquel momento, que ¨virtual¨ en el ciberespacio no significa lo no real sino tan sólo lo no ¨tangible¨ o lo no ¨presencial¨. Tan en serio podían ser tomadas estas organizaciones, que a finales de los ´80, uno de los Coordinadores Zonales que tuvo Sudamérica intentó suicidarse porque lo quisieron remover de su puesto. Roxana Bassi, una de las participantes de aquella experiencia, relata:

Había un chico en Argentina que era el jefe de la red FidoNet en Sudamérica, puesto que se obtiene mediante la votación de todos los que se conectan. En ese momento había ganado la elección de Brasil, Chile, México y Argentina. Lo interesante es que este chico en su vida, fuera de la computadora, era un pobre tipo. La pasaba mal, vivía mal su vida con su familia, era muy infeliz y

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amargado. Claro, a partir de su nombramiento, toda su vida pasó a girar alrededor de ser el Zone Coordinator de la Red Fido. A todo esto, había un oscuro personaje, que era un hombre grande, con muchos años en la política que, como era muy gordo, no podía salir de su casa. Entonces ese hombre, vivía todas sus fantasías de manejo político influenciando a todos los chicos que estaban conectados. Influía especialmente a este chico que era el Zone Coordinator. Un día el Zone Coordinator se rayó con un par de personas que estaban en puestos debajo de él y las echó, por algo tan ridículo como que no le habían devuelto una revista de computación que el ¨gordo¨ les había prestado. Estos dos chicos, los echados, eran muy apreciados por todos los demás. Entonces, en el submundo, hicimos todo una movida para derrocar al Zone Coordinator. Leyendo minuciosamente los artículos del reglamento de FidoNet, encontramos una regla excepcional: decía que si los otros cuatro Zone Coordinators votaban unánimemente, podían echarlo a él. Entonces mandamos mails a ellos y logramos que lo echaran. Gran error de nuestra parte, porque el chico trató de suicidarse tres veces. Claro, toda su vida consistía en ser el Zone Coordinator. Y cuando se encontró con que había sido desplazado, seguramente sintió que le habían quitado la vida. Su vida era éso, y él no tenía nada. Me acuerdo que habíamos tenido que ir a verlo todos, porque se había tratado de tirar del departamento, y nos había llamado la madre diciéndonos que no sabía qué hacer con su hijo. Esta historia subraya dos conceptos. El primero tiene que ver con el grado de organización que poseía la red Fido: no sólo sus representantes eran elegidos democráticamente, sino que también existía un minucioso estatuto que permitía, por ejemplo, que el representante fuera destituido en el caso de haber hecho un uso excesivo de su poder, siempre y cuando estuvieran de acuerdo y apoyaran la medida los otros cuatro Coordinadores Zonales. El segundo tiene que ver con qué tan seriamente pueden ser tomadas las CMC. Alguien podrá decir que este chico no se tomaba en serio las comunicaciones a través de las computadoras sino su cargo. Pero justamente en este punto está el tema. Las comunidades virtuales, al ser un mundo alterno al tangible, donde la persona antes que persona es un teclado que emite mensajes digitales, permiten que la gente se construya un mundo de fantasía pensando que es el real. Permite que la computadora reemplace en muchos casos las carencias que se sienten afuera, construyendo personalidades fuertes y decididas como contrapunto de sus debilidades. Y otras personas, que en la vida real tienen poco poder de decisión pueden encontrar en estos submundos la posibilidad de sentirse un ser nuevo, de desarrollar una personalidad que, por diversas causas, en el mundo exterior no logran ejercer.

Interlink, la excepción que confirma la tendencia La comunidad nacida alrededor del BBS Interlink constituye una excepción con respecto a las otras comunidades argentinas de BBSs descriptas. Primero, porque se pone en línea recién en 1994, sólo un año antes de la llegada de Internet a la Argentina, cuando ya los BBSs estaban comenzando a desaparecer. Segundo, porque se trató desde el comienzo de un BBS comercial. A diferencia de los otros BBSs, para entrar a Interlink hay que abonar una suma mensual (alrededor de $30). Y tercero, por la cantidad de miembros que posee y el alto grado de

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participación de los mismos: aproximadamente 750 asociados, de los cuales 50 o 60 participan activamente de las charlas diarias. La comunidad de Interlink nació alrededor de los usuarios de las computadoras Apple Macintosh, que si bien nunca fueron muchos, siempre mostraron una identidad de grupo (el actual eslogan de la compañía, ¨Pensá diferente¨, lo confirma). ¨La computadora es la excusa pero terminás hablando de cualquier otra cosa, haciendo un asado en la casa de alguno o cosas por el estilo¨, cuenta Raúl Drelichman, uno de los 15 o 20 miembros que vienen participando desde que se abrió el BBS. Interlink fue creciendo lentamente, aunque a diferencia de lo que ocurrió con los otros BBSs, su explosión coincidió con la apertura del acceso masivo a Internet. ¨En los primeros tiempos era un club de amigos, nos conocíamos todos y nos reuníamos bastante¨. Luego, con el correr del tiempo, y coincidiendo, como se dijo, con la explosión de Internet, fueron sumándose más usuarios, entre ellos empresas (principalmente de publicidad y artes gráficas). A diferencia de otras comunidades, el nivel de agresión que se percibe en Interlink es muy bajo. Esto está vinculado a que los mensajes no pueden ser enviados en forma anónima (los mismos figuran con el nombre y el apellido de quien los envía) y todos se conocen. Esto también incide en el compromiso y en los vínculos que se generan allí. Consultado sobre el grado de solidaridad de los participantes, Drelichman comenta que en Interlink se percibe mucha ayuda entre la gente, tanto en lo tocante a aspectos técnicos (la forma de instalar un modem) como a aspectos humanos. (varias veces se hicieron donaciones de sangre para familiares de los participantes.). La comunidad de Interlink no fue indiferente al aumento de la cantidad de usuarios. Si en un comienzo eran un grupo de amigos, luego los grupos se dividieron, y la organización se hizo más difícil. La incidencia de la cantidad de participantes en el desarrollo de una comunidad virtual parece ser una constante. No porque la comunidad se desarme, sino porque indefectiblemente se conforman grupos alrededor de ciertos intereses específicos, como micro organismos que se reagrupan a medida que el ambiente cambia.

El final de los BBSs Cuando FidoNet comenzó a interconectar los BBS a Internet, los temas comenzaron a ampliarse y los usuarios, mediante Fido, ya podían contar con una dirección de e-mail. De a poco se fue hablando más de Internet, debido a que tecnológicamente y a nivel conectividad era mucho más avanzado que los BBSs. En mayo de 1995 llega Internet comercialmente a la Argentina. Eso significa que recién en ese momento se podía acceder en forma masiva, mediante un abono mensual, a la herramienta que permitía conectarse con todo el mundo vía email, ver páginas de otros usuarios y participar en discusiones mucho más amplias que las de los BBS. Roxana Bassi lo recuerda como ¨la época de la emigración de los BBS a Internet¨. Según ella, ¨por eso los BBS hoy están casi vacíos de gente¨. (Igualmente se mantienen hasta hoy BBSs ligados a temas específicos, como los de algunas escuelas que dan educación a distancia,

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o los de las facultades, como por ejemplo la de medicina.). Pasaremos a la segunda etapa del desarrollo de las comunidades virtuales en Argentina: la era de las mailing lists o listas de correo.

Comunidades nacidas en las listas de correo Una lista de correo está conformada por un grupo de gente con algún interés en común, que se comunica a través del correo electrónico. El usuario sólo tiene que anotarse en una dirección de e-mail, dejando allí la suya, y a partir de ese momento, cada vez que un participante envíe un mensaje al servidor (el lugar donde se alberga la lista), este lo distribuirá automáticamente al resto de las personas. Cada persona que recibe un mensaje tiene la opción de contestar públicamente a todos mediante el envío de su respuesta a la dirección general, o de contestarle al que envió el mensaje en forma particular. Históricamente, y en especial en Argentina donde el desarrollo de Internet en las universidades antes de su nacimiento como servicio comercial no estaba muy desarrollado, las direcciones de e-mail no eran fáciles de conseguir. Se lo podía hacer a través de un servicio on line (en línea) pago llamado Delphi y a través de FidoNet. Pero no era sencillo. Es por eso que las listas de correo, en especial en Argentina, se desarrollaron ampliamente a partir de la apertura del acceso masivo a Internet en mayo de 1995. Hasta ese momento, los que participaban en las listas era gente ligada a la universidad y los muy técnicos que se las arreglaban por los medios citados para obtener una cuenta. Las listas de correo poseen una gran facilidad para convertirse en lugares de aglutinación de gente conformando comunidades virtuales. Las razones se pueden resumir en dos fundamentales. La primera tiene que ver con la sencillez con que se puede crear una lista de correo, ya que no demanda mucho dinero. Sólo se debe contar con un servidor al cual comunicarse y que albergue las direcciones y los mensajes enviados que se reparten en toda la lista. Pero no es sólo una cuestión económica. También repercute en gran medida el hecho de que, a diferencia de los Newsgroups o grupos de noticias, no se dependa de una red mundial de temas, sino que los mismos puedan ser decididos por cualquier persona que cuente con un servidor y un grupo de gente que se quiera anotar y participar. Schuler (1996) señala tres elementos que determinan el carácter de una comunidad en línea: el sistema (la interface visual), los usuarios y la cultura. Como los usuarios y la cultura deben ser estudiados en cada comunidad específica, vamos a centrarnos en el sistema para entender parte del crecimiento de las comunidades virtuales nacidas de listas de correo. Una de las recomendaciones de Schuler es que la interface debe ser simple. ¿Qué significa esto?, que para que una gran cantidad de gente se anime a participar, la forma de hacerlo debe estar a la vista y no tener ningún secreto, justamente lo que ocurre con las listas de correo. Para participar en las discusiones no se

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requiere ningún programa accesorio al propio correo electrónico, y basta con abrir un mensaje y responder automáticamente para que la opinión personal pueda ser enviada a toda la lista.

Argentina café, una comunidad de nostálgicos La lista de correo y comunidad virtual Argentina Café fue creada en 1989 y estuvo conformada por los argentinos relacionados con la actividad académica que residían en el exterior. En general, los participantes eran argentinos que se fueron disconformes o exiliados por los gobiernos de turno y que deseaban mantener algún tipo de lazo con la comunidad de su país. Resulta lógico entonces que la edad de los participantes ronde los 50 años, aunque también existe gente joven, de 30, que se fue a estudiar o a trabajar afuera. ¨Los más activos son los de 50, los que eran estudiantes perseguidos en la época del Proceso¨. Existe cierto espíritu de nostalgia que recorre la comunidad, ¨es el público que estando afuera, y a pesar de todo, extraña la Argentina¨, señala Drelichman. Esta red de argentinos en el exterior está distribuida en varias listas según temas de interés particulares. En un comienzo, la lista más popular era Argentina Noticias, pero la misma fue perdiendo importancia a medida que los diarios locales se fueron subiendo a Internet. Otra de las listas se llama Argentina literaria, que tiene entre 130 y 150 suscriptores, mientras que la más activa es la de deportes, donde participan aproximadamente 2000 personas. Argentina café, según la época del año, oscila entre los 300 y 600 suscriptores, lo que es un número muy alto en lo que se refiere a listas de correo, y más si se considera que la misma funciona desde hace 10 años y cuenta con alrededor de 150 personas que interactúan desde el comienzo. A su vez, el nivel de participación es alto en relación a otras comunidades virtuales: ¨Siendo una comunidad de 500 personas, hay 200 que escriben seguido¨, señala orgulloso nuestro informante. A pesar de que las condiciones para que el grupo de gente que pertenece a una lista participe asiduamente estén dadas, esto no siempre ocurre. Intervienen otros elementos, además del sistema, como son los usuarios particulares y la cultura de la lista en cuestión. Como en todos los grupos de gente que discute sobre un tema, existen los que llevan la voz campante, las voces autorizadas, y los que sólo escuchan y muy de vez en cuando se animan a hablar. En todas las listas de correo ocurre esto, pero lo cierto es que cuanto más diferenciada esté entre la gente que escribe siempre y la que lee siempre, peor le irá a la lista de correo y menores probabilidades tendrá de convertirse en una comunidad o en un lugar de debate interesante. Aquí ocurre algo muy similar a lo que pasa en las comunidades físicas: con el correr del tiempo, los que más participan se van convirtiendo en voces autorizadas, y los que menos, cada vez se encuentran con mayores obstáculos personales para expresar lo que opinan. Se da una especie de círculo vicioso. Así como Elizabeth Noelle-Newmann (1995) explica que en la conformación de la opinión pública se da un proceso llamado ¨espiral del silencio¨, consistente en no emitir una opinión antes de analizar el contexto de los demás participantes y cuál de las opiniones tiene

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más probabilidades de imponerse, aquí podemos ver cómo en las listas de discusión se da un proceso por el cual algunas personas se vuelven voces autorizadas, y por eso participan mucho, y otras, que en un comienzo se han dedicado a leer, tienen dificultades para insertar su primera opinión, cayendo en un nuevo tipo de ¨espiral del silencio¨, relacionado con el anterior pero con algunas características particulares. No sólo, como dice Newmann, las opiniones con perspectiva de convertirse en más fuertes tienden a ser expresadas con mayor facilidad para no ser socialmente castigados, sino que además, algunas personas adquieren el derecho de que sus opiniones siempre sean fuertes. Y muchas veces no porque argumentativamente fueran más defendibles, sino más bien por haber expresado su opinión ya muchas veces y ser una voz conocida, respetada. Por el contrario, quienes rara vez emiten sus juicios, se acostumbran a opinar entre dientes, y cuando lo quieren hacer en forma concreta a través de la lista, temen caer en descrédito por ser una voz nueva, ¨desconocida¨. Argentina Café cuenta con otra característica particular: tiene derecho de admisión. Es como todas las demás, gratuita, ¨pero para anotarte controlan quién sos¨. Este requerimiento de la admisión lo pusieron para que no ocurra lo mismo que con otra lista de argentinos afuera que se parece más a un chat (en cuanto a las malas palabras y la falta de hilación entre las conversaciones) que a una charla amable. ¨Acá también decís malas palabras de vez en cuando, pero al menos sabés a quién se lo estás diciendo o quien te lo está diciendo a vos¨. Una de las discusiones planteadas que aún no tiene una clara respuesta, es si debe existir contacto cara a cara entre un grupo que interactúa a través de las CMC para que se constituya una comunidad virtual. Rheingold (1996) cuenta que en la Well, la comunidad de San Francisco en la que él participó, las fiestas y reuniones tuvieron una repercusión muy fuerte en el afianzamiento de los vínculos. Lo mismo ocurrió con algunas de las comunidades de BBSs estudiadas y parece ser lo más común. En Argentina Café las reuniones se han producido y su incidencia en la conformación de la comunidad, aunque difícil de estimar con precisión, parece haber sido alta. Tal vez, llegado este punto, la pregunta no sea si el reunirse ayuda a consolidar una comunidad virtual, sino si no está en el imaginario colectivo el ver a la otra persona después de un tiempo de charla por ordenador. Muchos de los entrevistados manifestaron un sentimiento de curiosidad que nace después de un tiempo, acerca de cómo será físicamente la persona que está al otro lado de la computadora. En el caso de Argentina Café, el hecho de que la gente esté distribuida por todo el mundo no fue un impedimento para verse, ya que los participantes de la comunidad se las arreglaron para reunirse en diferentes lugares, en los momentos en los que pudieron. Se han hecho asados en Indiana, Estados Unidos, donde está la universidad desde donde se mantiene el servidor (la máquina que aloja la lista), y dos reuniones grandes en Buenos Aires, con gente que se acercó desde Europa y Estados Unidos. Cuenta Raúl Drelichman:

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En el asado que se hizo en Roma, hace más de dos años, fueron 80 personas. Cuando viene acá alguno de afuera -hace un tiempo vino una violoncellista que toca en Estados Unidosse juntan más o menos 25 personas de la lista. La idea es, ¨ya que vienen estos dos, movámonos todos para allí, así nos juntamos¨. Hay un empresario, que vive en Canadá. Sus hijos no hablan castellano. Sin embargo, cada vez que él vino a Argentina, se ocupó, desde allá, de organizar encuentros, de que venga gente desde el interior. Incluso cambió algunos de sus viajes de fecha para que hubiera más gente cerca de determinado lugar en la fecha del viaje... Hay mucha camaradería, aunque sea virtual el origen.

Es engañoso tomar a Argentina Café como un ejemplo de la forma en que funcionan las comunidades virtuales argentinas. Se trata más bien de una conjunción de factores particulares, que hacen de ella una conformación social difícil de imitar. Es una situación única la de encontrar en el ciberespacio una reminiscencia de lo que ya no se tiene, como puede ser, en este caso, el país. La fuerza de esta relación, entre toda gente que ya no está pero que todavía pertenece, más otros que participan desde acá, es deliberadamente más estrecha que otras nacidas también de los bits. En Argentina Café se da un caso intermedio entre lo que son las comunidades virtuales (nacidas de un interés común) y las geográficas (un territorio e identidad, por lo general, en común). Argentina café encuadra en la definición de comunidad virtual utilizada en este trabajo porque nació en el ciberespacio. Sus participantes no se conocían, y por lo tanto no es la extensión de otras relaciones. Pero el interés que comparten es en grado y en tipo muy diferente del que origina otras comunidades virtuales. Lo que estas personas tienen en común está relacionado con la identidad de un territorio, de un país. Tanto Baym (1998) como Jones (1998) destacan la importancia de la identidad de una comunidad virtual como un elemento indispensable de cohesión entre sus miembros, identidad que las más de las veces es una consecuencia de la interacción. Aquí ese factor parece estar dado desde los inicios. Argentina Café, por lo tanto, puede ser visto como bisagra entre los dos tipos de comunidades, las geográficas y las virtuales. Lo podríamos definir como una comunidad virtual (¿qué duda cabe de ello?) pero con fuertes reminiscencias geográficas. Debe destacarse lo evocativo del nombre de la lista: Argentina Café. No sólo por el hecho evidente de que el café, o la charla de café mejor dicho, sea un símbolo nacional (o porteño), sino también por el hecho de que este tipo de comunidades virtuales, según Rheingold (1996), cumplen la función de recuperar esos lugares que se han ido perdiendo con la anulación creciente de los espacios públicos en lo últimos años. Para dicho autor, la gente se reúne en las comunidades virtuales de la misma manera en que antiguamente lo hacía en los cafés: con el fin de charlar y discutir, pero más que eso, esperando encontrarse con los conocidos de siempre y sentir ese calor de estar entre amigos, entre gente que, dice él, como uno, siempre se dan una vuelta por ahí, por más que tengan otras cosas más que hacer. Cuando los individuos se acercan,

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dirá Marc Augé, disponen esos lugares relacionales que se distinguen de los no lugares por imponer la ¨identidad singular y la relación¨ frente a ¨la soledad y la similitud¨ (1996:29). Por las características de Argentina Café, resulta lógico que no tenga moderadores, ya que el espíritu de camaradería en ese grupo regula las conversaciones. Si alguno se pasa con el tono, surgen los otros, muchas veces al unísono, pidiendo que lo baje. Cuando en una lista hay consenso, cuando hay gente que viene participando hace tiempo, y tiene realmente un sentimiento en común, es extremadamente más fácil que se autorregule. En este sentido, Baym (1998) entiende que lo más difícil de lograr en una comunidad virtual es un equilibrio entre las normas, códigos y reglas implícitas que determinan el tono de las conversaciones, y los cambios propuestos por los nuevos participantes que afectan dichos códigos ya establecidos. Esta interacción entre lo establecido y lo nuevo es, desde su punto de vista, lo que mantiene viva a una comunidad virtual.

Punto.Com, de revista a comunidad Otra de las comunidades nacidas de una lista de correo es la de la revista Punto.Com, un medio de divulgación de temas de Internet que comenzó a editarse en 1996. En octubre del mismo año se creó la lista de correo de los lectores de la revista, un lugar en donde los mismos podían conversar acerca de temas varios, relacionados con la Red. El medio de interacción, generado por Ernesto Golomb, el editor de la revista, para incrementar la relación entre sus lectores y el uso de Internet, fue un espacio abierto, donde el objetivo era que los mismos lectores fueran construyendo su contrato de escritura y comunicación. La lista de Punto.Com se ha mantenido pareja con el correr del tiempo, en aproximadamente 120 participantes. Lo interesante es que la lista actualmente sigue funcionando, a pesar de que la revista que la generó no se publica más, demostrando la independencia de esta comunidad virtual respecto de su origen. De las 120 personas promedio que participan, 15 o 20 lo vienen haciendo desde el principio, funcionando como la estructura de la comunidad. La participación de los listeros parece ser más limitada que la de Argentina Café, pero sin embargo resulta difícil llegar a conclusiones certeras, porque si bien se cree que los que participan son los que escriben mensajes públicos (los que pueden ver todos), muchos se contactan en forma privada, escribiéndose directamente a sus respectivos mails particulares, y produciendo así un entramado de relaciones invisibles. La lista de Punto.Com, en principio, funciona sin moderación: muy rara vez se entromete el creador en la misma. Sin embargo, hubo oportunidades en las que la autorregulación no funcionó. ¨Ha habido exabruptos, puteadas y faltas de respeto. En esos casos yo me involucré por mail privado para decirle a alguien que no podía seguir en ese tono porque se iba a tener que ir. Los problemas surgían, más que nada, por comentarios del tipo xenófobos o discriminatorios¨, cuenta Ernesto Golomb, el creador y administrador de la lista. Sin embargo,

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estos exabruptos no llegan a ser considerables en cantidad ni a dificultar la comunicación de la gente que participa en la lista. La moderación de las comunidades virtuales es un tema conflictivo, porque el equilibrio para que la gente se sienta libre (no perseguida por un moderador que censure) y a su vez cómoda (no insultada porque piensa o siente distinto que otro participante) no es algo fácil de lograr. Los tópicos o temas de discusión de esta lista son variados. La agenda se crea de acuerdo a los intereses de los participantes, característica que la diferencia de otras listas más específicas. Golomb explica que:

De repente tenés días o semanas completas en las que se habla del Cable modem, y de repente, semanas en las que se habla de temas románticos. Ha habido discusiones, acerca de si separarla en diferentes tópicos ayudaba o empeoraba la discusión.Se llegó a la conclusión de que, si bien podía haber muchos mails, y muy desparejos en cuanto a la temática, ésta era una lista de temas generales para compartir las cosas que le pasa a la gente. Entonces se descartó la idea de segmentarla. Al igual que la comunidad Argentina Café, los miembros de Punto.Com también organizan reuniones cara a cara, y ese es uno de los factores que repercute en el fortalecimiento de las relaciones. La gente de la lista se ve cuatro o cinco veces al año, y si bien no parece una cantidad llamativa, lo es considerando que la revista, el órgano original que le dio vida, no sale más. Las reuniones también han tenido lugar con fines solidarios.

La gente se reunió para juntar cosas cuando se produjeron las fuertes inundaciones de 1998. Todos trabajamos juntos. Cuando en una micro comunidad de este tipo, la gente se encuentra con que puede hablar, puede compartir lo que le pasa y puede compartir hasta sensaciones y sentimientos con otros, lo que hace es canalizar la solidaridad. Ahí aparece: juntémonos por los inundados, te doy una mano, me voy a tu casa y te ayudo, o más precisamente veamos qué podemos hacer con ¨Farfa¨, un miembro de la lista que vive a media cuadra de donde estaba el agua en la época de las inundaciones. ¨Farfa¨, el integrante de la comunidad que vivía en las zonas anegadas, seguía escribiendo a pesar de que el agua subiera, y les expresó a los demás participantes que para él era muy importante en ese momento poder estar comunicándose con ellos. Como siempre, cuando se trata el tema de la vida real y la ¨virtualidad¨ de estas comunidades, surge el cuestionamiento ya planteado en este trabajo sobre lo peligroso que puede resultar tomarse con excesiva seriedad esta comunidad simbólica, hasta el punto de que una persona siga escribiendo mientras el agua se acerca a su casa, haciendo peligrar su vida y pertenencias. Es innegable que lo que siente la gente en las comunidades virtuales es ¨real¨, y de no ser así, ese grupo nunca podría considerarse una comunidad virtual sino sólo un conjunto de gente que intercambia diferentes puntos de vista a través de la computadora. Parecería ser que dividir a las experiencias en reales (y por lo tanto concretas) y virtuales (y por eso abstractas, no tangibles)

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ya no es suficiente. Hay un punto intermedio, algo que podría llamarse relación virtual, que si bien comunicativamente difiere en cuanto a las características físicas de la interacción concreta (del cara a cara se pasa al teclado a teclado), sigue tratándose de una relación, con sentimientos, emociones, afecto y una efectiva necesidad del otro. Al respecto, Daniel Nofal, uno de los entrevistados, cuenta que él mantiene algunos vínculos en la virtualidad, y no por carecer de tiempo para ver o conocer cara a cara a la otra persona, sino más bien porque se siente cómodo de esa manera y no hay razón entonces para que la comunicación deba cambiar de modalidad. Coincide Ernesto Golomb: ¨Yo, particularmente, siento amistades reales a través del correo electrónico, con gente que, incluso, no vi nunca. Siento emociones por gente que no conozco en la vida real¨.

Sitios Web de comunidades comerciales Los sitios Web de comunidades comerciales surgieron en Estados Unidos, entre los años 1995 y 1996. Se trata de páginas Web que además de ofrecer información, al estilo de los diarios o las cadenas de televisión en Internet, les brindan a los navegantes (quienes pasean por Internet) servicios interactivos para poder comunicarse entre si y formar comunidades. Los servicios ofrecidos son: Foros de discusión (similar a los BBS y los Newsgroups), que permiten intercambiar opiniones en forma asincrónica sobre diferentes temas; chats (antes ya existían pero era más difícil lograr que pudiera conectarse mucha gente al mismo tiempo), mediante los cuales se puede conversar en línea con otras personas en forma sincrónica; y páginas personales gratis, una herramienta para que los participantes puedan crear sus propias páginas y alojarlas en un lugar común. Uno de los sitios Web pioneros en este tipo de comunidades fue Geocities (http://www.geocities.com), que además de ofrecerles a los usuarios la posibilidad de crear su propia página, creó barrios virtuales, dentro de los cuales cada persona puede alojar su home page (acá les decimos páginas personales, pero en inglés por la palabra ¨home¨ está mucho más relacionado con la ¨casa¨, el lugar personal de cada uno en Internet). El amante de la poesía puede alojar su página junto a otros poetas, y el atleta en el barrio de los deportistas. Cada persona tiene la opción de alojar su home page o casa en un barrio que sea afín a sus intereses particulares. A diferencia de las comunidades virtuales anteriores, las propuestas por los sitios Web comerciales ya no nacen, en su mayoría, del interés o fanatismo de un grupo de programadores o de amantes de la radiodifusión o la comunicación a distancia. En este caso, los agentes son en su mayoría empresas, que descubrieron que los visitantes se quedarían mucho más tiempo en un sitio Web si allí tuvieran su comunidad que si sólo se acercaran por información, con la consiguiente posibilidad de consumir anuncios publicitarios en ese tiempo. En Argentina, los sitios Web de comunidades comerciales surgieron recién a mediados de 1997, por lo que resulta demasiado apresurado aventurar conclusiones definitivas. Es por eso

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que las siguientes páginas van a estar más relacionadas con la descripción de tendencias que con el análisis profundo. Evidentemente se necesitará mayor tiempo de maduración para arrojar conclusiones concretas al respecto. Al igual que en Estados Unidos, los sitios web de comunidades comerciales argentinas contienen información de todo tipo y servicios que permiten la interacción entre la gente. Las comunidades comerciales de aquí también se sustentan con publicidad. No están armados alrededor de temas específicos sino más bien se anuncian como ¨La comunidad de -y el nombre del sitio-¨. Tanto esa falta de especificidad, como el hecho de que todavía haya poca gente conectada a Internet en la Argentina, y la dificultad de crear un ambiente propicio para las relaciones cuando el objetivo es pecuniario, repercuten en el escaso éxito de estos sitios en la creación de grandes comunidades. (Nos referimos sólo al aspecto tocante a este trabajo: la creación de comunidades virtuales. Probablemente a nivel informativo y comercial sí sean exitosos los sitios Web de comunidades comerciales.). Para conocerlos y estudiarlos mejor, lo más adecuado es ir uno por uno.

El Sitio: para argentinos y latinoamericanos De los cuatro sitios Web de comunidades comerciales enfocados al público argentino, El Sitio (http://www.elsitio.com.ar) es el que mayor énfasis ha puesto en el desarrollo de comunidades virtuales. Está en línea desde mediados de 1997, pero en el primer momento, si bien ya contaba con páginas personales, foros y chats, estaba más dedicado al espectáculo y la moda, destacándose las páginas personales de grupos de música (como Los Pericos) y de modelos (Valeria Mazza). Un año más tarde la página se rediseñó, tanto estética como temáticamente, y desde ese momento, la sección de comunidades pasó a ocupar el primer lugar en orden de importancia. También cambió, en esa segunda etapa, el público al que se dirige: los destinatarios ya no son sólo los argentinos sino también los latinoamericanos en general. Mediante un sistema de personalización, se le pregunta al visitante la primera vez que entra, de qué país es, y de acuerdo a eso se le muestra un sitio distinto (con algunas diferencias en cuanto a la agenda y las noticias locales aunque con la misma estructura). El Sitio cuenta principalmente con tres servicios interactivos mediante los cuales se intenta generar el espíritu de comunidad entre los participantes. Uno de ellos es el chat, que está dividido en los grupos Relaciones (que incluye salas como Encuentros, Sexo, Amor y Trampa), Clubes de Usuarios (donde se puede acceder a las salas NBA, Cine, Café Literario, Tecnología y otros) y Salas exclusivas (donde se encuentran El diván, Cabaret y La Bodega). El segundo servicio que se ofrece para darse a conocer y conocer otras personas es el de Tu sitio personal, el nombre que El Sitio le da a las páginas personales. No sólo ofrece el espacio en el servidor para alojar la página sino que también se brindan cursos en línea para aprender a diseñarla. Además se elige, entre los usuarios, la página del día, una forma de mostrar lo que de otra manera no se visitaría. El tercer servicio de interacción que ofrece es el de Foros de discusión,

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que aquí se llaman Opinión, y que a diferencia de los de otras comunidades comerciales, requieren registrarse para participar, lo que hace que ingrese menos gente, pero que los que lo hacen, se comprometan más con sus mensajes. El Sitio no sólo ofrece el ambiente para que la gente se comunique, sino que también estimula a los participantes a que envíen material para darse a conocer. Funciona en este sentido un apartado llamado Sepa el porqué de todos los nicks (nombre virtual con el que se hace reconocer una persona en una comunidad), donde los miembros cuentan por qué han decidido llamarse de cierta manera en la virtualidad. ¨La gente busca contactarse y hay un punto donde lo virtual no es todo. No son nicks, son personas¨, señala Gustavo Campisi, responsable del área comunidades de El Sitio. En el Chat, los participantes están más preocupados por averiguar la procedencia geográfica de sus interlocutores que por encontrar un tema interesante para conversar. Parecería que la emoción o la sorpresa de poder interactuar en tiempo real con una persona que está al otro lado del mundo, le gana en la pulseada al intento de tener una charla interesante o de hablar de algún tema en particular. Junto a la procedencia geográfica, el sexo es generalmente la otra incógnita a develar. La mayoría de las charlas no superan el límite comunicativo de saber la edad, el sexo y la procedencia de la otras persona. El canal Encuentros del Chat de El Sito parece un compendio de malas palabras y xenofobia, que produce cualquier efecto menos encuentro entre la gente. En el canal Sexo, se está lejos de llegar a una charla sobre algún aspecto interesante relativo a ese tema. Allí, la gente no parece buscar un canal para hablar sobre un tema en particular, sino simplemente un lugar en donde poder sacar todas sus pulsiones sexuales, sus agresiones y todo lo que de manera anónima resulta más fácil expresar. En los canales de los Clubes de usuarios ocurre lo mismo, a pesar de que se podría presumir lo contrario. Se da siempre el mismo juego de adivinar quién está al otro lado, de atacar, y de repetir palabras hasta el hartazgo. Posiblemente el error esté en buscar en el chat otra cosa que una charla para pasar el tiempo, y pretender encontrarle un sentido constructivo que tal vez no esté en su esencia (algo parecido a lo que ocurre con la TV). Como dice Raquel Turrubiates Calcáneo (1999) ¨el chat es un mundo imaginario y lúdico¨, al que muchas personas se acercan para ¨perder¨, o mejor dicho, ¨pasar¨ el tiempo. En él se dan cambios de personalidades y juegos de identidad donde los participantes juegan a ser quienes desean y no quienes son. Sobre las agresiones persistentes, Baym (1998), en una original visión tomada de Myers (1987) relativiza su aspecto negativo describiéndolas como una especie de juego, forma de intercambio típica de los jóvenes, que implica la posibilidad de decir malas palabras sin implicarse en lo que significan y sin preocuparse por lo que se les responde.

Starmedia: de Latinoamérica hacia Argentina

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Así como El Sitio nació como un espacio para argentinos y luego amplió su espectro hacia Latinoamérica, Starmedia (http://www.starmedia.com), fundada en 1996, empezó siendo un sitio de comunidades para latinos, principalmente mexicanos, y luego se expandió, con suscursales, puestos de venta y mucha promoción hacia el resto de Latinoamérica, especialmente Argentina y Brasil (además, Colombia, Chile Venezuela, Perú, Ecuador, Uruguay, Costa Rica, Paraguay, Bolivia, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Nicaragua y Puerto Rico). Starmedia se autoproclama La comunidad número 1 en Internet de Latinoamérica, mostrando en sus publicidades cómo gente de distintas ciudades (a los países mencionados ahora también se suma España, siendo ya iberoamericana la comunidad), a pesar de las distancias, están cerca, porque tienen un lugar de encuentro en Starmedia. Se refiere a su lugar de encuentro como una ¨plaza central¨, apelando con ello, por lo menos desde el nombre, a uno de los espacios de intercambio e interacción por antonomasia como es (o mejor dicho fue) la plaza pública. Para que su público se conozca y contacte entre sí, formando idealmente una comunidad, Starmedia ofrece, además de toda la información de deportes, actualidad, espectáculos, viajes y otros contenidos temáticos, servicios interactivos como los Chats, llamados allí Talkplanets, en donde los usuarios, además de participar en las charlas programadas, pueden crear las suyas propias e invitar a participar a sus conocidos. De esta manera, los visitantes pueden crear sus propias charlas, de acuerdo a intereses específicos, y con gente particular, lo que aporta uno de los ingredientes fundamentales para que se cree una comunidad. La comunidad, igualmente, no va a ser esa charla sin fronteras, entre todos los hispanoparlantes, como se pretende mostrar, sino más bien, una micro comunidad, entre pocas personas que tengan algún tema específico en común, y que utilizarán, en este caso, a Starmedia como soporte. Demasiada gente, con intereses variados, van a contramano de la creación de comunidades virtuales, y se parecen más, como se vio en el chat de El Sitio, a una gran reunión en la que todos gritan para ser escuchados pero a nadie le interesa oír la opinión de los demás. Starmedia también le ofrece a los usuarios el espacio y las herramientas para que creen sus propias páginas personales en Starmedia Orbita, compuesta por distintas urbes, en analogía a los barrios donde los usuarios desean alojar o construir su página personal (su home, su casa). Las principales urbes son Juegos, Entretenimientos, Hogar y familia, Deportes, Salud, Negocios, Solteros, Clubes de Fanáticos, Erótica y Tecnología. La creación de comunidades mediante la construcción de páginas personales todavía es incipiente. A diferencia de los otros servicios interactivos, como los chats y los foros de discusión, aquí cada uno está construyendo su propio lugar. Diferente sería, probablemente, si la consigna consistiera en construir, entre todos, un pueblo dedicado al tema de interés de ese grupo de gente. Tal vez allí, el sentimiento de comunidad se construiría con mayor facilidad, que si cada uno está concentrado en su propia casa (se podría pensar que, de esa manera, más que estimular la solidaridad de las relaciones

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sociales, se está estimulando el individualismo). Similar a los Foros de discusión (que a su vez reproducen la esencia de los Newsgroups y los BBS), en Starmedia funcionan dos servicios llamados RomancePersonet y Starmedia Pizarras. El primero, como su nombre lo indica, apunta a contactar gente que busca establecer relaciones personales (de amor o amistad), mientras que el segundo, con un soporte similar, ofrece la posibilidad de participar en diferentes discusiones temáticas. Todavía es pronto para sacar conclusiones sobre la factibilidad de la verdadera creación de comunidades por este medio. Lo que sí se ha comprobado, es que permite entablar lazos personales muy fuertes, en general entre dos personas, y las más de las veces de sexo opuesto. Mucha gente ve en Internet, y más en los sitios de comunidades, la posibilidad de encontrar pareja. La fantasía de hallar a la persona ideal se refuerza por el hecho de que se puede primero conocer los gustos y temas de interés de la misma, y luego recién pasar a lo visual. Como Raquel Turrubiates (1999) manifiesta, se percibe un cambio de paradigma en la forma en que la gente se conoce, pasando del ¨visual¨ al ¨intelectual¨. En este segundo caso, sólo se accede a fotos y luego a verse en persona, cuando a través de la charla se han encontrado puntos en común entre dos personas. Los filtros pasan a ser otros, ya que en lugar de la apariencia física, lo primero que cuenta en una relación entablada a través de las CMC son las capacidades narrativas, la forma de expresarse y los temas de interés. Se pierde la seducción del cuerpo, pero se anticipa algo que en las relaciones nacidas del cara a cara viene después, y se trata de los verdaderos puntos de contacto entre dos personas (sería interesante estudiar este fenómeno desde la psicología para poder prever su posible influencia en las relaciones del mañana). Son innumerables los casos de parejas que se han conocido en los Chats, lo que, además de poner al descubierto esta nueva forma de relacionarse amplificada por las CMC, demuestra con qué fines se acerca la mayor parte de la gente a los mismos, y cómo la distancia y el anonimato ayudan a romper inhibiciones.

Ciudad Internet: la ciudad y su gente Ciudad Internet (http://www.ciudad.com.ar), del grupo Clarín, fue lanzada a mediados de 1997. En un principio se llamó Ciudad Digital, pero debido a un litigio legal por el nombre tuvo que cambiarlo por el que tiene hoy. Desde su nombre intenta crear el ambiente de lugar, de ese lugar en donde la gente se reúne, Ciudad Internet, desde sus primeras promociones enfatizaba el sentido funcional de los espacios que conformaban la Ciudad, invitando a la gente a entrar a la biblioteca, a la sala de Juegos, y creando de esa manera una analogía con la geografía del mundo físico. Ciudad Internet pasó de la ciudad, que era lo que se destacaba en un comienzo, a la gente. Como si se hubiera basado en Marc Augé (1993), en esto de que los lugares son creados por las relaciones que los cruzan y que los viven, la gente de Ciudad Internet entendió la necesidad de mostrar que detrás de las computadoras había gente. Esto está

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plasmado en la home page o portada de dicho sitio, donde todos los días se pueden encontrar entre tres y cuatro fotos de personas, algunos famosos que participan en el chat, otros desconocidos con historias interesantes para contar, y personajes célebres a los que se les rinde homenaje con un resumen de links. No es necesario, como hizo Ciudad en un primer momento, enfatizar la analogía con los lugares físicos, ya que los verdaderos lugares, tanto en el mundo de los átomos como en el de los bits, sólo surgen como consecuencia de las relaciones sociales que los cruzan, de la gente que los habita y les otorga su identidad. El Chat se destaca con respecto a los de las otras comunidades. Ingresan 5000 personas por día, tiene un muy cómodo sistema de creación de canales propios, algo que también ofrece Starmedia, y no apunta a un público latinoamericano sino únicamente argentino, lo que evita muchos de los comentarios xenófobos (obviamente que, por las características de Internet, puede entrar gente de todo el mundo, pero en su mayoría son argentinos). El ser argentinos parece ser un rasgo distintivo mucho más fuerte que el ser latinoamericanos. Tal vez porque la pretendida comunidad latinoamericana, si bien permite imaginar un público mucho más amplio (y entonces mayor rédito económico), todavía tiene poco de cierto en la realidad. Otro de los servicios que ofrecidos es el Wow Gente On-line, un medio gratuito de mensajes instantáneos, que además permite chatear y unirse a grupos de interés. Este servicio, el más reciente de los que se ofrecen en los sitios comerciales de comunidades, le permite saber a la persona cuando se conecta, quiénes de sus conocidos virtuales o no virtuales están en ese momento en línea, dándole la posibilidad de comunicarse en ese mismo instante con ellos. Además, las personas pueden anotarse en comunidades de intereses específicos y sumar a la gente que comparte esos intereses a su propia micro comunidad. De los servicios ofrecidos de interacción parece ser el que más ayuda a la conformación de comunidades, porque no obliga a la persona a comunicarse con todos y recibir entonces la totalidad de los mensajes, sino que le permite elegir con quién, de los que comparten sus intereses, desea comunicarse. Merecen una mención especial las Historias de Ciudad , una sección en la que todas las semanas se elige, entre los usuarios de Ciudad, una historia que merezca ser contada. Suele tratarse de gente que se ha conocido a través de Ciudad Internet, o simplemente de historias interesantes de personas relacionadas con la Red. Como esa historia está siempre, de alguna manera, relacionada con el ciberespacio, logra generar un nucleamiento entre los que la leen. Uno de los capítulos (de los aproximadamente 100 ya publicados), que en realidad es un compendio de varias historias, se llama Amor en la Red, y reúne un conjunto de testimonios de personas que se conocieron a través de la computadora. La posibilidad del anonimato en el Chat no sólo genera magia y libertad en la comunicación, sino también una gran dosis de desconfianza, lo que resulta contraproducente al espíritu de la comunidad, pero complementario con cierta idea de pasar el tiempo sin las ataduras de la vida real. A este último aspecto de las comunidades virtuales se refiere Agren

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cuando dice que en las mismas se produce una ¨desaparición hacia terceros lugares¨ (1999:4). Basado en Paul Virilio (1986;1991;1995) entiende esta desaparición como un estado de la mente, cuando la misma logra aislarse de la realidad y entrar en nuevos mundos. Para Virilio, esta transportación de un mundo al otro (que se puede apreciar, por ejemplo, en el arte) siempre está relacionada con un objeto que influye sobre la mente, un transporte (en este caso las CMC). Esta desaparición es tomada por Agren para explicar lo que ocurre en las comunidades virtuales y particularmente en el chat. Al respecto, Turkle (1997) plantea que además de analizarse como una desaparición puede entenderse también, desde otra perspectiva, como una aparición, en el caso de que la persona en cuestión tenga muy poco que hacer en el mundo real y por el contrario en la virtualidad se encuentre con funciones más importantes -al interior de la comunidad- y con su verdadera identidad (o la que, al menos, le gustaría realmente tener).

Dynamo: otra comunidad argentina Dynamo (http://www.dynamo.com.ar), la página de entretenimientos y comunidades de FiberTel, la empresa de Internet del grupo CableVisión, también fue lanzada en 1997. Desde un comienzo apuntó a la creación de comunidades, pero sus servicios interactivos (chats, foros de discusión y creación gratuita de páginas personales) requerían de un formulario para registrarse que resultaba demasiado tedioso, y que muchas veces hacía que la gente se desanimara antes de terminar el proceso. No sólo era trabajoso registrarse para poder participar en los servicios, sino que tampoco era clara la interface, lo que redundó, durante largos meses, en que la gente participara muy poco. En octubre de 1998 Dynamo fue relanzado, con un diseño y una interface totalmente renovados. El tipo de servicios que estimulan la interacción entre la gente no cambiaron pero sí la forma de presentarlos y se quitó la obligatoriedad de registrarse para participar en los mismos. Esto permitió que ingresara mucha más gente, pero esa participación masiva y anónima ha tenido un aspecto negativo: muchos lo han utilizado para agredir a los otros participantes y no para crear en forma conjunta un espacio de interacción e intercambio de ideas. El Chat, si bien no supera las 50 personas conectadas a la vez, sí logró crear una comunidad entre los participantes más asiduos. Esta micro comunidad está compuesta por 20 chicos de entre 15 y 20 años, que se reúnen una vez por mes fuera de la Red para tomar algo y charlar. Santiago Acosta Verrier, uno de los moderadores del Chat (se ocupa de quitar a la gente que insulta y le da charla a los que recién entran), comenta la experiencia de reunirse con la gente del grupo. ¨Es impactante ver las caras de todos y a su vez te une más en la amistad¨. Sin ir más lejos, hace poco tiempo, por problemas ajenos al chat, otro de los moderadores iba a ser desplazado de su cargo, y varios de los miembros de esta micro comunidad comenzaron, en una actitud netamente solidaria y de acuerdo a un interés de grupo, a enviar mensajes diciendo lo necesario que era este chico para que el chat funcionara correctamente. Esta parece ser una de las características salientes de las comunidades virtuales. Sus integrantes reaccionan

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grupalmente y en forma unida, cuando alguien de afuera pone en peligro la estabilidad de alguno de sus miembros. Barlow (1995) opina que, a diferencia de las comunidades geográficamente conformadas, las virtuales carecen de un sentido de adversidad, y que esto va en detrimento de la fortaleza del vínculo entre sus participantes. Casos como el que se acaba de citar, demuestran que si bien, por lo general, en las comunidades virtuales no existe una adversidad natural, sí se vuelven fuertes los lazos cuando aparece una adversidad de tipo personal hacia alguno de sus integrantes, en especial si se trata de uno de los que detentan una voz autorizada. Los Foros de discusión permiten ver otras actitudes y sacar diferentes conclusiones. Están ordenados por temas específicos (música, actualidad, deportes, juegos, salidas, relaciones, etc). A diferencia de los de El Sitio, estos foros no requieren registrarse para participar. Las consecuencias son que escribe mucha gente, pero que algunos, como es un servicio gratuito y anónimo, lo hacen sólo para agraviar a los demás. Esto ha generado airadas quejas por parte de algunos usuarios, quienes se han sentido ofendidos por respuestas a sus mensajes que implicaban una cadena de agravios sin sentido. Las personas que participan en los foros no toman a los mensajes allí vertidos como una opinión virtual. Se produjeron peleas tan fuertes, que algunos de los usuarios llamaron a la compañía para pedir los datos ¨reales¨ de sus agresores ¨virtuales¨. Según Amy Bruckman (1996), ¨incluso si una comunidad en línea decide que cualquiera puede participar, no tiene porqué permitirle a todos los contribuyentes decir cualquier cosa que quieran. La existencia de un moderador para filtrar los mensajes muchas veces hace más focalizada y civilizada a la conversación¨. Sin embargo, continúa Bruckman, no se puede llegar a una conclusión tajante. Todo depende de cuál sea la intención de la conversación. Lo importante es que exista la diversidad: discusiones libres sin moderadores y discusiones más focalizadas con moderadores. Aunque, concluye, si sólo pudiera existir una de las opciones, se quedaría con las que no tienen moderación, ya que, aunque desordenadas, tienen más que ver con la esencia del medio que es Internet y las CMC. Si bien resulta difícil saber qué tanto se conecta la gente entre sí en forma privada, no parece que estos debates puedan generar interacciones que redunden en la creación de comunidades. Por lo que se puede apreciar, cada uno se preocupa antes por dejar su opinión que por entablar alguna relación con los otros participantes. Una de las causas que impiden o hacen difícil que se creen comunidades alrededor de los Foros de Dynamo, es que los mismos no terminan de ser una herramienta de los usuarios, porque los temas son propuestos siempre por los creadores del sitio.Las comunidades no se pueden programar, sino sólo ofrecer un ambiente propicio para que ellas crezcan solas. Ese ambiente propicio significa herramientas para que los futuros miembros de la comunidad interactúen por su propia cuenta, sin la intrusión de ningún poder externo (como en este caso serían los desarrolladores del sitio).

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Como epílogo de la tercera etapa del desarrollo de las comunidades virtuales en Argentina, dejamos planteada una idea: se trata de que estos últimos proyectos comerciales de concentrar la navegación en una página y ofrecerle a los visitantes la posibilidad de hacerlo todo desde allí mismo, van en contra de uno de los presupuestos esenciales, iniciales y formativos de Internet, que es la descentralización. En un comienzo, la Red tuvo mucho más que ver con un grupo de gente mostrando sus intereses y buscando amigos a través de sus propias páginas personales, que con una cantidad de empresas centralizando el interés en base a múltiples servicios, y empleando a estos primeros hobbystas para desarrollarlos. La pregunta que cabe hacerse es si la descentralización intrínseca de la Red (no sólo se percibe en la filosofía de sus creadores sino también en la infraestructura tecnológica que la sustenta) podrá más que estos intentos integracionistas, o si, por el contrario, las comunidades que se formen en el futuro van a estar indefectiblemente atadas a marcas y empresas que detentarán el derecho de admisión, obturando, tal vez, como ocurrió con la prensa cuando ingresó la publicidad (ver marco teórico), el debate y la discusión racional, tan necesarios para la conformación de la sociedad civil y la esfera pública.

Comunidad, origen y territorio Salvo en el caso de la lista Argentina Café, donde la identidad, el origen y el territorio adquieren una importancia única e irrepetible, en las diferentes comunidades virtuales relevadas, los valores comunitarios, afectivos y sociales que incidieron en la cristalización de las mismas, han surgido como consecuencia de la interacción de gente reunida inicialmente alrededor de algún interés específico, y no como su propósito fundacional, como sí ha ocurrido, según Rheingold y Schuler, en las comunidades virtuales los Estados Unidos. Los casos de comunidades más concretos en los que nos basamos para arribar a esta conclusión son: Century 21, que nació con el fin de intercambiar información técnica de informática y telecomunicaciones; Reset, cuyo propósito inicial era el de divulgar literatura y también intercambiar información técnica; Interlink, creada alrededor de usuarios de la computadora Apple Macintosh (¨La computadora es la excusa pero terminás hablando de cualquier otra cosa, haciendo un asado en la casa de alguno o cosas por el estilo¨, decía Drelichman recordando los comienzos); CBM Group, que surgió con el objetivo de intercambiar conocimientos y aprender más sobre las computadoras Commodore 64, y la lista de correo de Punto.Com, que nació con el fin de darles un medio de discusión sobre temas de la Red a los lectores de la revista. En el caso de las comunidades comerciales, resulta evidente que el objetivo no era en un primer momento el de recuperar los lazos sociales y valores comunitarios perdidos.

Un caso de doble identidad

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De acuerdo a los casos de comunidades virtuales estudiados en Argentina, las relaciones y vínculos que en ellas se perciben (solidaridad, afecto, agresión, amor, amistad) son los mismos que se dan fuera de las mismas, pero con una mayor asiduidad debido a la velocidad de intercambio de mensajes que permiten las CMC (las amistades y romances epistolares no son algo nuevo). Es muy fuerte la solidaridad entre los miembros de estas comunidades, especialmente en lo tocante a darse una mano para resolver algún problema de computación. Se trata de la misma solidaridad que se podía encontrar en cualquier comunidad de fanáticos de un grupo de música o de usuarios de algún producto especial. No creemos que debía definirse como una característica exclusiva o especial de las conformaciones sociales estudiadas. Sí podemos concluir que las CMC y las comunidades virtuales de Argentina, por su distancia física y la posibilidad del anonimato, producen un cambio importante en la noción de identidad, modificando el concepto clásico, hacia una identidad más flexible y descentralizada. Una identidad que permite el juego y abre una nueva libertad en la comunicación, donde se puede elegir entre tener la misma personalidad que en la vida real, o crear una o varias personalidades virtuales sustitutas. (Turkle:1997). Roxana Bassi recordaba la incidencia de este elemento en sus primeras interacciones a través de las CMC:

Lo más lindo de haberme metido en eso de los BBS a los 14 años, es que en plena adolescencia, cuando uno está especialmente inseguro, conectarte y ser quien vos quisieras ser, era increíble: creabas tu personalidad. El operador del BBS, era el único que sabía quién eras realmente. Vos podías hacerte pasar por mujer, por hombre, tener la edad que quisieras, etc. Definitivamente eso era lo más lindo. Este cambio repercute en que, si bien los vínculos y las relaciones que se perciben en las comunidades virtuales son los mismos que se aprecian en otros tipos de comunidad, las relaciones nacidas de las comunidades virtuales, tienen la posibilidad de ser vividas con una mayor dosis de libertad, al permitir ¨salirse¨ por un tiempo de la propia identidad. Por otro lado, no puede dejar de advertirse, que se trata de la misma libertad que muchas veces redunda en una falta de compromiso, cuyo producto más evidente es el alto nivel de agresión que se percibe, por ejemplo, en los diferentes Chats y Foros abiertos estudiados.

Interés común, pequeños grupos y libertad de creación Este subtítulo resume los presupuestos esenciales para la conformación de una comunidad virtual: interés común, pequeños grupos y libertad de creación. Por ¨interés común¨ nos referimos a que necesariamente debe existir algún tema particular que interese a un grupo de gente que utiliza las CMC para que, luego de un tiempo -indeterminado- de interacción, se constituya una comunidad virtual. Cuando nos referimos a ¨pequeños grupos¨, queremos decir que resulta muy difícil que se creen lazos sociales y afectivos en un grupo determinado, cuando

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la cantidad de integrantes del mismo hace que la gente no se termine de conocer. Esto es lo que ocurrió con el tiempo en la comunidad de Interlink, en la cual, con el aumento de la cantidad de gente que se conectaba, se fue dando un debilitamiento de los lazos. Drelichman lo explica: ¨En los primeros tiempos éramos un club de amigos, nos conocíamos todos y nos reuníamos bastante...Ahora se empezaron a desperdigar los grupos, creo que tiene que ver con el gran número¨. Lo mismo ocurre con Century 21; su creador recuerda con nostalgia cuando, siendo menos, eran como amigos que se reunían en un café. Los distintos sitios Web de comunidades comerciales fracasan en su intento de crear grandes comunidades, pero por el contrario, algunos de ellos, sí logran crear micro comunidades alrededor de temas específicos. Es esencial que los miembros de la comunidad tengan la ¨libertad de creación¨ y expresión para conformar las comunidades a su gusto. Un caso concreto de esto se puede ver en los Chats de Ciudad Internet, donde gran parte de su éxito reside en que los usuarios pueden crear sus propios canales, y establecer ellos mismos sus reglas y códigos. En los Foros de Dynamo se ve cómo cuando las pautas provienen de un ente externo a la gente que participa, la interacción puede ser muy amplia, pero difícilmente se cree allí una comunidad. Por lo menos en Argentina, la gente utiliza las CMC para asociarse en base a similitudes que exceden las de los propios intereses y tienen que ver también con el país y cultura de procedencia. El ejemplo más claro al respecto es el de los Chats de El Sitio, donde más que entablar una charla sobre algún tema específico, la mayoría de los participantes busca en forma casi obsesiva averiguar la procedencia de sus interlocutores, para ver qué tipo de comentario irónico o agresivo se les puede escribir. Se requiere un trabajo de más amplio alcance para poder entender si este fenómeno de agresión y discriminación entre gente de diferentes países a través de las CMC es netamente argentino, latinoamericano o más bien universal. En todo caso, lo que podemos concluir en el caso de Argentina, es que la gente prefiere asociarse en base a similitudes de procedencia y culturales, y que si bien la tecnología ya permite una interconexión mundial, es posible que nuestra cultura y amplitud de criterios no esté aún preparada para ello. En ese sentido, tal vez las comunidades virtuales sólo nos permitan ser ¨más de los mismos¨.

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Chat, chat.... Agoras cibernéticas y comunicación global Raquel Turrubiates El siglo XX será recordado como el siglo de los grandes desarrollos tecnológicos y su incorporación a la vida diaria de los hombres, sobre todo en el ámbito de las comunicaciones. Internet ha transformado las relaciones y conceptos que hasta hoy se tenían del mundo. Desde que el hombre descubrió la forma de comunicarse, lo que significa quizá, el proceso social fundamenta,l según Wilbur Schramm -pues gracias este existen los grupos humanos y por ende la sociedad- se han incorporado y creado técnicas que van desde el lenguaje hasta el uso de tecnologías que permiten optimizarlo y mejorarlo. Surgen así nuevos paradigmas en la comunicación (Schramm 1982). Con el lenguaje, las sociedades tribales fueron creando un sistema de códigos que les permitía entenderse entre sí de la mejor manera; pero la articulación de los fonemas que hoy conocemos surgió en realidad hace 450.000 años, como afirma VelérieAnne Giscdard en El libro de los Inventos.Hace bastante menos que el lenguaje es una técnica para comunicarse: la palabra no apareció de golpe; es un proceso que quizá aún no concluye. En esa necesidad de decir y transmitir ideas el hombre fue desarrollando técnicas para lograrlo. La escriturac se remonta hacia el año 3000 a. De C.. Es en Egipto y China donde se registran las primeras formas de escritura, que se suponía de origen divino. Hasta 1447, los instrumentos utilizados para comunicar no sufrieron grandes transformaciones. Cuando el alemán Johannes Gensfleisch, mejor conocido como Gutenberg, crea la técnica de los caracteres móviles, llega a occidente la imprenta y con ella un cambio en las técnicas de comunicación e información. Pero sólo en el siglo XX los medios de comunicación de masas aparecen en el espacio mundial: el audio, el cine, el libro comercializado masivamente, la prensa, la radio, el teléfono y la televisión aportan a la comunicación global Hasta el advenimiento de Internet el mundo no había cambiado tanto en la forma de comunicarse: el costo baja significativamente y el potencial de la red para que seres humanos ubicados en sitios remotos estén en contacto con el mundo desde su hogar. Si bien es cierto que la comunicación telefónica era el único medio que permitía el contacto interpersonal, era solamente una extensión de la voz sin permanencia.80 Ahora se puede perder la vergüenza y los complejos al entrar en contacto con el mundo virtual y sus ágoras cibernéticas. En los Chats, 80

Internet es el integrador concreto de los medios de comunicación reúne todos los antes mencionados y gran parte de su valorización radica en el hecho de producir y reproducir los fenómenos de comunicación interpersonal y masiva con alcances ilimitados.

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poblados de cibernautas desconocidos en su mayoría, las conversaciones pierden su sentido efímero, ya que pueden ser conservadas. Las salas de Chat son los lugares lúdicos donde los internautas encuentran espacios de socialización para la nueva cultura de la naciente sociedad de la información. En esta nueva revolución Internet es uno de los motores principales. Entre sus engranajes se encuentran los Chats, herramientas en donde ya no son máquinas las que se comunican entre sí, sino seres humanos que interactuan y entretejen redes de relaciones humanas en donde la inmediatez del intercambio de ideas refleja los espacios presenciales en donde la comunicación interpersonal fue la generadora de grupos humanos y sociedades. El Chat es el alma de las relaciones en la nueva sociedad de la información, retornando a la conquista de espacios presenciales que se han ido perdiendo. Representa desde un nuevo laboratorio de lengua hasta un cambio en las formas de conocer y relacionarse con otros permite la creación de grupos en un nuevo orden social de la subcultura cibernética en relación con las viejas formas de organización cultural. En las sociedades tradicionales, la transmisión oral y la memoria auditiva daba a su organización social el rasgo más característico; se desarrollan de acuerdo ordinario, sobre un fondo de actividades venatorias, pastorales o agrícolas; esta forma de organización está en vía de desaparecer, pero aún se encuentra en regiones de los países menos desarrollados o en el polo; el poder lo ostentan los viejos que son poseedores del conocimiento. La civilización gráfica surgió con la escritura alfabética, evolucionó lentamente. El poseedor del conocimiento y la escritura era el dueño del poder. La invención de la imprenta así como del libro y el periódico impulsó a esta civilización hasta las masas. La civilización audiovisual se desarrolló esencialmente por la radio, el cine, el disco y la televisión; la información se recibe cada día más, se da menos en la forma elaborada del concepto que en las especies brutas de la imagen visual o auditiva. Llega a las masas que le dan sustento pero la información se maneja desde los círculos de poder que suelen ser los grupos de poder económico y político. Mientras la sociedad cibernética se caracteriza porque Nace con las Redes de Información basadas en computadoras, se considera una reorientación de las anteriores disposiciones sociales, nacen nuevos valores y relaciones sociales. La información no es exclusiva de los círculos de poder: se desinforma más con el exceso de datos. Es elitista, todavía, y está en proceso de expansión. A medida que se expanda será más democrática.(Turrubiates, 1999) Dentro de este nuevo orden en las relaciones humanas de la S.I. el Chat como espacio de socialización y canal de comunicación es un espacio generador de la cultura informática. Aunado al concepto de cultura, la tecnología que representa el instrumento material para preservar y transformar va ligada a la sociedad que nace bajo el cobijo de las Redes de Computadoras. El cambio fundamental fue dejar de lado la transmisión analógica de datos para

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ceder el paso a la transmisión de mensajes binarios, que permite una transmisión importante en volumen y tiempo. Se deja atrás el concepto espacio-tiempo: la distancia pierde significado y no requiere de elementos físicos como el papel para el almacenamiento de información. Permite la producción y distribución de mensajes en gran volumen y casi de manera inmediata sobre un número potencialmente mayor al que se logra con la forma tradicional, pero sin incidir en los significados los mismos. La computadora permea el lenguaje de la maquina al lenguaje de los usuarios que lo incorporan en prácticamente todas las esferas sociales. Surgen símbolos que forman la cultura binaria o cultura informática. De esta nueva cultura y sus formas de expresión hablaremos más adelante. Analizaremos primero las estructuras de la comunicación cara y cara o tradicional y las dimensiones de la misma cuando se realiza a través del Chat en comunidades virtuales. Si bien no cambian del todo, porque finalmente el proceso de comunicación es uno, sí se alteran en este nuevo medio, redimensionando los componentes del proceso cuya novedad relativa es la ausencia del físico con retroalimentación inmediata y a muy bajo costo. 81 De la Charla al Texto En Internet el texto es, todavía, un vehículo de comunicación muy importante (por lo menos el más común) del cual los cibernautas echan mano para transmitir sensaciones, sentimientos e ideas que se desarrollan en un lenguaje lleno de ―emoticones‖ y neologismos, frutos de la complicidad con el teclado y del intercambio de grupos lingüísticos que van conformando un lenguaje universal en el Internet. El medio obliga a la creación de un lenguaje más específico en donde los tecnicismos se vuelven comunes. La comunicación verbal escrita es el medio por excelencia de la Red, y los internáutas tratan de llevar a sus conversaciones en línea la informalidad de una charla de café, por lo que la gramática y sus estructuras, así como la ortografía pierden importancia en muchos canales de Chat. Lo fundamental es la idea y la rapidez con que ésta es expresada, sin intermediarios y sin formalidad alguna, características de a la subcultura cibernética. La comunicación en la Red plantea nuevos esquemas. Proliferan ―los intercambios de un lenguaje excesivamente telegráfico y simplificado, lo cual confiere al conjunto un sello de matter of fact o de bussines like inequívoco, que significa, en la práctica, una grave reducción del lenguaje -en realidad una pérdida del mismo- y el abandono en los matices de la comunicación‖ como la conocemos. (Flores y Gaspar, 1997). Prevalece un lenguaje linear: sin intermediación, de manera directa y horizontal. Las respuestas y mensajes, ideas, puntos de 81

El Chat es una forma mas de la comunicación textual y esta se ha registrado a lo largo de la historia bien de forma epistolar o mediante las producciones textuales impresas

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vista, conocimientos, experiencias, etc. se dan en un mismo nivel jerárquico sin deformación. Este lenguaje es producto de una subcultura de la era de la informática. En el mundo virtual, la comunicación sufre transformaciones, pero de ninguna manera cambian los conceptos y requisitos básicos de la comunicación cara a cara. Sólo varía el orden de algunos parámetros que intervienen el proceso cuando se lleva a cabo en la Red. En el mundo virtual, igual que en el mundo Real, la comunicación es un proceso humano, si bien es cierto que los esquemas y formas de relación en la Civilización de la Informática se están transformando, la comunicación como necesidad del hombre no cambia, esencialmente ―consiste en participar del conocimiento y la experiencia", así como compartir temporalmente la realidad social (Guajardo, 1986). En los hombres, la comunicación se procesa, entre otros elementos, principalmente con el lenguaje, el cual expresa una visión personal ya que, según la hipótesis de Sapir/Whorf, los patrones lingüísticos, morfológicos y fonológicos son variables que median el entendimiento humano basados éstos en signos quietos, es decir en convencionalismos de la sociedad en donde se desarrolla la comunicación. La comunicación requiere algunos elementos para llevarse a cabo, que participan de manera recíproca y sincronizada para alcanzar un nivel óptimo. Estos elementos son: emisor, mensaje, canal y receptor, sin embargo existe una carga de determinantes en la comunicación, que también se observan en la Red, como: experiencia, cultura, gramática, nacionalidad, educación, lenguaje, edad, sexo entre otros. En los elementos básicos de la comunicación, hay funciones que permiten un mensaje claro y decisivo que evite toda resistencia del receptor, para lo que el emisor deberá enviar mensajes apegados a su realidad, así como tener en cuenta las habilidades, recursos culturales, etc. del receptor. A su vez, el mensaje deberá adecuarse al medio y ser coherente, por lo menos en el marco de referencia y el entorno donde se encuentran los interlocutores; ya que el mensaje es algo externo a ellos; este está influenciado por una serie de códigos y signos lingüísticos que puede incluso sustituirlo; el mensaje, al ser recibido se convierte en una señal a interpretar para el receptor, pero que ha sido codificado ya por el emisor. En cuanto al canal, podemos distinguir básicamente dos. Los informales surgen de manera espontánea, pasan de una a otra persona deformando la información en cada transmisión, lo constituyen rumores, chismes, charlas, etc. Los formales, son aquellos que deben planearse y estructurarse. Marshall McLuhan los denomina medios fríos y cálidos, separando unos de otros por ser antagónicos, es decir los medios cálidos son opuestos a los medios fríos. Comparación válida en su tiempo, hace veinte años, pero hoy superada porque Internet sintetiza los medios de comunicación masiva. La Red incluye texto, sonido, imágenes fijas y en movimiento, películas, dibujos animados y hasta voz pero también sintetiza la forma en que los

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individuos interactúan con los medios y con el nuevo medio. El canal ahora está determinado por el ancho de banda en el que se transmiten los datos y una computadora, pero el mensaje, para que sea recibido tiene que ser lo más claro posible. Aún cuando el medio se presta para la fantasía, para la mentira o la exageración de las cualidades del emisor, si se pretende tener una comunicación sana lo que se tiene que decir debe estar basado a la realidad del emisor, y de adecuado a las necesidades y características de educación, nacionalidad, sexo edad, etc., del receptor, de otra forma no cumplirá su cometido. En la Red se dan dos tipos de canales: formales e informales, según el fin para que este se utilice; por otro lado puede ser un medio que tiende a entibiarse porque reúne las características de los medios fríos y cálidos. Para una persona que usa la Web para entretenerse en los Chats, el canal es informal ya que en los IRC normalmente tienen lugar charlas informales, lo que lleva a la alucinación, y el flujo de información aunque aparentemente sea extenso en cuanto a la forma, es mínimo en cuanto al fondo (características de los medios fríos), aunque tiende a producir hipnosis y a derrumbar las jerarquías (como lo hacen los medios cálidos) volviendo la comunicación horizontal y lineal. Por otro lado, quien usa la Red como medio de trabajo o consulta vuelve al canal formal, pero sufre también un proceso de entibiamiento similar al caso anterior ya que tiene la posibilidad de interacción. El receptor es quien recibe la información o mensaje. El interpretará el mensaje, y como esta interpretación es subjetiva, todo proceso comunicativo se ve afectado de manera consciente o inconsciente por los determinantes de la comunicación así como por las actitudes, la situación y momento en que se lleva a cabo la comunicación. Los estudiosos de la comunicación plantean dos aspectos importantes en cuanto al mensaje en la comunicación, la ―riqueza‖ y el ―alcance‖, la primera se refiere al contenido verbal y no verbal de éste, y la segunda a la cantidad de personas a las cuales llega el mensaje. En cuanto a la ―riqueza‖ y ―alcance‖ de la comunicación, ésta también se ve afectada; la riqueza se plantea en términos del mensaje que un emisor transmite a un receptor, el cual, con el Internet se mide con base en: ―1) ancho de banda o cantidad de información que se mueve entre emisor y receptor en un tiempo dado; 2) grado de personalización o hasta qué punto el mensaje se adapta a alguien en concreto; y 3) interactividad, o capacidad de diálogo entre receptor y transmisor‖(Comella, 1997) mientras que el alcance será medido por el número de personas a los cuales llegue el mensaje. Hasta hoy riqueza y alcance eran inversos, pues cuanto más rica era la comunicación menor alcance tenía. Se pensaba, entonces, que la comunicación no podía ser rica y extendida, pues a medida que el mensaje se ―masificaba‖, perdía fuerza. La Red está cambiando la realidad ya que el Internet permite la comunicación interactiva (―rica‖) con millones de receptores potenciales, surgiendo lo que P.B. Evans y T.S. Wurster, llaman ―la explosión de la colectividad, [donde] millones de

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personas comunicándose electrónicamente utilizan estándares de comunicación ABIERTOS Y UNIVERSALES‖.(Ídem) Aún cuando las formas básicas de la comunicación se están modificando, y han ido superando las teorías vigentes hasta antes del advenimiento ―popular‖ del Internet. Por ejemplo, para McLuhan, el medio (desde donde se genera el mensaje) hacía abstractas las voces, volvía fríos algunos medios como los masivos. La Red es un medio ―tibio‖ puesto que no sólo conjunta a los demás medios, sino que también permite la interactividad o retroalimentación entre los usuarios y los signos que antes eran quietos en la comunicación toman vida por sí mismos encierran un valor metalingüístico en los hipersigos de la red, dependiendo del uso que éstos le den al medio. Esta interacción se da en términos de la comunicación intrapersonal, pues el emisor y el receptor están aislados recibiendo las sensaciones y pensamientos propios, en donde la comunicación con el otro, es también una comunicación con el YO. En el mundo físico la comunicación se basa en la comunicación verbal y no verbal. Esta última se refiere, en parte, a los movimientos corporales donde el interlocutor expresa en buena medida sus sensaciones. En la CMC el texto es el elemento principal de expresión, por lo que el proceso no queda concluido y muy pocas ocasiones este proceso llega a su fin con el contacto cara a cara. En una relación todavía es insustituible y necesario el encuentro físico aunque indudablemente en los contactos virtuales, a medida que avance el medio y tome sus estructuras propias, los contactos atómicos no lleguen a producirse. En el mundo digital de las Redes de Comunicación el texto soporta todas las formas de representación, producción y circulación de la transferencia de conocimiento; en el Chat el texto se revaloriza se nutre y cambia constantemente porque se permea con la jerga tecnológica creando un discurso del medio y para el medio; el texto de la Red, y de los Chats, es una base en el armado de un código propio del medio y convencionalismos que permiten una optima comunicación, o por lo menos caminan hacia ese punto. ―No hay discurso, oral o escrito, que no contenga una circunstancia, que no contenga fondo. Estas circunstancias modifican a menudo el sentido de los signos lingüísticos y hasta con frecuencia los sustituyen‖ (Fernández,1979). Más aún, donde las circunstancias y fondo de la comunicación en los Chats no esta determinada por un espacio y tiempo lineal, por lo que muchas veces no se comparten los mismos códigos. Según Clevenger y Matthews ―generalmente pensamos que el significado de una oración esta pegado a las unidades de patrones lingüísticos de que se compone la estructura superficial de la oración‖ creemos que se trasciende y que el significado de cada una de sus partes puede ser entendido por emisor y receptor; sin embargo, ―las mismas palabras tienen diferentes significados para diferentes individuos, y en situaciones diferentes, entonces se tiene

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que deducir que el significado no puede ser codificado‖.82 Este problema de codificación se debe a que estos códigos lingüísticos están determinados por contextos, los cuales, según Luis Fernández Sosa son: 

IDIOMÁTICO.- la subjetividad del mismo- determinado por las regiones y situaciones lingüísticas de una persona



VERBAL.- el discurso en sí mismo



EXTRAVERBAL.- el entorno del individuo y todo aquello que salte a su vista



NATURAL.- la totalidad donde esta insertada la comunicación



OCASIONAL.- la coyuntura del mensaje entre la objetividad y



CULTURAL.- conocimiento de una persona



CÓDIGOS EMPLEADOS.- establecimiento de códigos empleados por el mensaje dentro del subsistema donde se desarrolla el mismo

Para entender el proceso de comunicación en la red es necesario tener claros los niveles en los que ésta se desarrolla: humano, intrapersonal, interpersonal, social e intercultural, basándose principalmente en la comunicación verbal, y con nuevos aspectos de la comunicación no verbal, pero sin perder de vista que, antes que nada, se desarrolla comunicación entre humanos y no entre máquinas. El Internet nos lleva a la globalización en la comunicación por lo que ésta empieza a ser, ahora más que nunca, una comunicación intercultural a la que debemos adecuarnos. Ya no somos, únicamente, ciudadanos de un territorio físico. Pertenecemos, con la ayuda de las TIC, al mundo. Debemos integrarnos a él sin perder la identidad que el mundo de los átomos todavía impone sobre el mundo digital. Todas las formas y procesos de comunicación son procesos de comunicación humana, la cual se refiere al intercambio de señales y la creación de significados, para ―satisfacer la necesidad que tienen las personas de iniciar y mantener relaciones sociales con los demás‖ así como las de cooperación, coordinación, competencia y supervivencia. También hay ―funciones informativas como pedir y dar información, intercambiar ideas, compartir sentimientos y opiniones‖(McEntee, 1988). En la comunicación humana se distinguen cuatro niveles principalmente, dependiendo del número de personas involucradas en el proceso, estos son: a) intrapersonal, b) interpersonal, c) en grupo pequeño con grupos de tres a siete personas d) en público, con grupos de más de siete personas. La comunicación intrapersonal se refiere a los diálogos de la persona consigo mismo; según Wenburg y Wilmont, ―En este nivel de comunicación la persona recibe las señales que

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representan las propias sensaciones o sentimientos. Estas señales provienen de varias fuentes. Si por ejemplo se está sentado solo, pensando o reflexionando, recibes en ese momento las señales acerca del estado físico interno de tu cuerpo. Estas señales privadas pueden ser verbales o no verbales, y son únicamente tuyas. No las experimenta de la misma manera absolutamente nadie más‖(ídem). Este proceso se lleva a cabo de manera muy similar a la percepción, donde el individuo mezcla estímulos internos y externos para traducirlos en conductas, actos o mensajes, mediante un proceso de selección, donde elimina algunos estímulos, los convertirlos en otros y los organiza para concentrarse de manera continua en el fondo y la figura de lo que se observa, para formar categorías o entidades perceptuales completas, basadas en informaciones incompletas. Lindsey y Norman explican al respecto: ―Cuando se extrae una conversación de muchas que ocurren alrededor de nosotros éstas se convierten en ‗figura‘. Todos los demás sonidos que ocurren en el entorno se convierten en ‗fondo‘... Cada vez que cambiamos el enfoque, la nueva conversación se destaca con claridad y precisión en nuestra conciencia, mientras que las demás retroceden al fondo‖(Lindey y Norman, 1972)83. Este proceso involucra una interpretación donde se formulan juicios o inferencias acerca de los estímulos seleccionados. Los cuales se diferencian e integran psicológicamente mediante un proceso de cambio de un sistema simple a uno complejo y a la propiedad de cualquier sistema para que las relaciones funcionales de éste ocurran. Los siguientes niveles de la comunicación involucran la interacción entre dos o más personas, mediante un canal interpuesto, en donde podemos identificar algunas variantes de la comunicación interpersonal, en grupo y en público. Para entender los procesos de comunicación en la red será necesario aclarar que todas las formas y procesos de comunicación son procesos de comunicación humana, la cual se refiere al intercambio de señales y la creación de significados, para ―satisfacer la necesidad que tienen las personas de iniciar y mantener relaciones sociales con los demás‖ así como las de cooperación, coordinación, competencia y supervivencia. También hay ―funciones informativas como pedir y dar información, intercambiar ideas, compartir sentimientos y opiniones‖(McEntee, op. cit.). La comunicación interpersonal, se distingue por un conocimiento mutuo del emisor y receptor, en una situación de comunicación donde participan por lo menos dos personas. En esta situación las dos personas tratan de obtener información del otro de manera consciente o inconsciente. En este proceso se evalúan conductas verbales y no verbales, involucrando el proceso de percepción social.

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En Internet, las conversaciones se dan en forma de texto y se discriminan aquellos mensajes textuales que interesan al receptor, sin embargo, tiene la posibilidad de tomarlos o no en cuenta para incorporarlos a un nuevo proceso de comunicación aislando o no a los eventos de comunicación que se están manejando en ese momento.

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La percepción social, según Porter, es un proceso de conceptualización donde se asignan significados a los objetos y eventos sociales del entorno, incluyendo la idea que se tiene de uno mismo, del entorno así como la que se tiene de otros. En el proceso de conceptualización social, son fundamentales, la identidad social, el rol social, el estereotipo, así como las distinciones entre grupos internos y externo. En la comunicación interpersonal, cuando se realiza en grupo o en público, podemos ya hablar de una comunicación social, la cual se desarrolla en grupos o comunidades, tiene su base en la palabra hablada o escrita y se desarrolla a medida que las tecnologías avanzan. Se genera en la sociedad, pues es ahí, ―donde los hombres inician, en espiral interminable, mensajes que los relacionan y los unen... Estos mensajes aunque se lancen al aire, tienen destino: la misma sociedad‖ (Guajardo, op cit.). Como en la comunicación interpersonal, se involucran dos o más personas, y las percepciones socioculturales y valores de estas difieren según la percepción social de cada uno de estos, podemos hablar ya de una comunicación intercultural. ―Los teóricos de la comunicación intercultural distinguen entre la comunicación intracultural y la comunicación intercultural. Se puede definir a la comunicación intercultural así: ‗el proceso simbólico, interpelativo, transaccional y contextual en que un cierto nivel de diferencia entre las personas es suficientemente grande para crear interpretaciones y expectativas diferentes a cerca de lo que se considera conductas competentes que deben utilizar para crear significados compartidos‘. Por otro lado, en la comunicación intracultural las personas comparten ‗códigos comunes, tales como lenguaje, valores y marcos de referencia‘.‖(McEntee, op. cit.) La comunicación intercultural se ha caracterizado hasta hoy por suceder cara a cara, pero con el Internet este modelo de comunicación, puede evitar el contacto cara a cara, superando así este requisito, fomentándose en cambio la comunicación en grupos pequeños o en público, aumentando el diálogo y la conversación de manera personal y espontánea; dando de esta forma nuevos enfoques a la comunicación global.. El Colegio de la Comunidad Mundial, dice que esta modalidad sirve para promover una dimensión interactiva del aprendizaje, es un nuevo paradigma, pues debe desarrollar una red de relaciones donde se compartan información y conceptos a partir de la implementación de nuevas tecnologías en la comunicación; donde los participantes aunque ―difieran en lenguaje y cultura buscan unirse por una causa, una creencia o un interés común‖. En los Chats, la palabra escrita, es decir la comunicación verbal, es el vínculo entre dos personas y entre ellos está la palabra como enlace, método, concepto y signo. El mudo digital que se está formando a partir del surgimiento de la Red de Redes es una visión esteneográfica del mundo real, donde se reproducen sus vicios y bondades, en este mundo virtual, extensión de

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la realidad como todos los medios electrónicos, el hombre proyecta más que símbolos e imágenes, proyecta su realidad y el problema aquí, es aprender a interpretar el mundo material a partir de su proyección en un mundo digital que deviene de la experiencia misma de cada ser que ahí se desenvuelve. Con los Chats la comunicación verbal ya no se basa exclusivamente en el habla y la palabra escrita (signos pasivos). Entra a otro nivel pues las pláticas con otros parten de grafías que se vuelven dinámicas. No importa ya la ortografía, sino la capacidad de escribir una idea y que esta sea entendida, en el menor tiempo posible, para conjuntar el valor de la palabra escrita y el de la palabra hablada. Usamos las palabras para nombrar objetos, con los cuales se crea una relación arbitraria, pero que forman nuestro entorno semántico o clima verbal. Este, según el lingüista Hayakawa, esta constituido por el ―clima moral e intelectual‖, es decir, por todas las palabras que nos bombardean a diario. ―Las palabras y la forma en que se utilizan y se perciben cuando otra persona las pronuncia, forman, en gran parte, las creencias, prejuicios, ideales y aspiraciones‖(Hayakawa, 1965). Como el acto verbal es exclusivo del hombre, las palabras guardan relaciones arbitrarias con los objetos porque son creadas por el hombre para designar lo que desea expresa. M muchas veces surgen palabras que no describen objetos, sino sentimientos u otras categorías no tangibles. Las palabras también guardan una relación ficticia con lo que describen. Según el psicólogo H. Vaihinger, lo único que llega al pensamiento es la sensación, la cual se sintetiza a través del lenguaje mediante las palabras, de tal suerte que el pensamiento añade a los objetos, descritos por las palabras, atributos que originalmente no tenían. Este proceso se realiza de manera arbitraria, creando una serie de categorías y subcategorías que vuelven mas difícil el proceso del habla, hasta que se seleccionan cada vez menos características. La palabra surge mediante un proceso de abstracción en donde, ―la palabra no es la cosa que representa, sino una representación de ésta, y además una representación que puede ser interpretada de muchas maneras‖, por eso ―al comunicarnos con miembros de otras culturas es fundamental que estemos conscientes del proceso de abstracción‖(McEntee, op. cit.). Cuando la comunicación sucede entre culturas diferentes, utilizando la palabra, suelen suceder conductas verbales adecuadas e inadecuadas. Las conductas verbales adecuadas nos llevan a ideas claras en los niveles de abstracción más altas, mientras que las conductas inadecuadas nos conducen a la abstracción ―atascada‖. La abstracción atascada suele suceder en niveles altos de abstracción o en niveles bajos. Cuando la comunicación se atasca en niveles altos esta se caracteriza por la vaguedad de la conducta verbal, la ambigüedad e incluso por aseveraciones sin sentido. Mientras que los niveles bajos de abstracción suelen suceder en las platicas o cartas para pasar el rato donde se recurre a las muletillas con frecuencia y al lenguaje informal.

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El fenómeno de comunicación en Internet es novedoso, y para analizarlo, no se puede pasar por alto el ―espíritu de Internet‖, que tiene mucho que ver con la manera en que los internautas del ciberespacio navegan con los registros neuronales encendidos en busca de mundos nuevos. Sociedades en donde "los valores políticos de los Ciudadanos Digitales oscilan fuertemente del humanismo a la tolerancia social de la izquierda, pero ellos discuten la idea de que la solución de los problemas sociales la tiene el gobierno" (Trejo,1994). Por lo que la tolerancia como muchas otras ideas que en este mundo se discuten, son expresiones utópicas que nada tienen que ver con el mundo "real". Los investigadores Barrey Wellman y Janet Salff aportan a la definición de comunidades on-line " Cuando las redes informáticas unen a las personas tanto como a las máquinas, se transforman en redes sociales, a las que llamamos redes sociales sostenidas por computadoras" (Finquelievich, 1998,2). ―Para quienes no se conectan todavía, resulta difícil de entender – y casi tan difícil de explicar—el misterioso mecanismo que mantiene vivo este espíritu [de la Red] y que le confiere a Internet su sello de identidad más sobresaliente‖(Fernandez, 1996 ) en lo referente a las relaciones humanas que desde la Red se gestan, pues en un mundo de la comunicación interactiva por el ciberespacio, son muchos los que se unen para apoyar a los demás cibernautas con un espíritu de cooperación real. En la Red no encontramos la realidad, ―sino una colección multiforme y contradictoria de reproducciones –de espejos- de la realidad‖ (Trejo, op.cit.).Si partimos de la definición que la real academia de la lengua española dicta como ―realidad‖, diremos que realidad es ―todo lo que tiene existencia verdadera y efectiva‖. Aunque en la Web no es la realidad, las relaciones se dan entre personas ―reales‖. Sin embargo vale la pena recordar que la realidad tal como se experimenta tiene un dejo de virtualidad porque se percibe e interpreta mediante símbolos y signos que escapen a las definiciones semánticas. Manuel Castells afirma que: ―es a través del carácter polisémico de nuestros discursos que se manifiesta la cualidad compleja y a veces contradictoria de los mensajes del cerebro humano.‖ En la variación cultural de los mensajes se genera una multiple interpretación de los mismos, a veces implícita, otras explícita. Castells agrega ―por eso cuando los críticos de la ‗realidad‘, están refiriéndose implícitamente a una noción absurda de una experiencia primitiva de experiencias reales no codificadas que nunca existieron. Todas las realidades se comunican a través de símbolos. Y en la comunicación humana, interactiva, independientemente del medio, todos los símbolos están en cierto modo, desplazados en relación a su significado semántico‖ (Apud. Finquelievich, 1998), por lo que toda realidad es un tanto virtual, y la virtualidad es producto de la realidad. La comunicación en la Red está cambiando de manera considerable la importancia de las lenguas y las culturas del mundo. Lo cierto es que quienes habitan en el Internet, por el

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hecho de habitar en algún lugar del ciberespacio, ya comparten una cultura informática que los vincula. Al Gore en ―la Iniciativa de las Américas‖ referente a Internet, ante la O.E.A., el 12 de diciembre de 1995, mencionó que ―Nuestra lengua será diferente. Pero en nuestras creencias, nuestros compromisos y nuestra dedicación somos uno‖, pues compartimos un espacio común en la red de redes. En la Red conviven los internautas en una multiplicidad cultural que nos está orillando a un uso individual del idioma y a la libertad de expresión, pues según la Tercera Encuesta de Internet, realizada por Mundo Latino el 13 de febrero de 1997, un 93,2% de los 280 encuestados se sienten con la libertad plena de exteriorizar sus ideas. Avanzamos hacia una globalización del mensaje: Internet permite la interacción cultural partiendo de la forma coloquial de la lengua y recurriendo e incorporando continuamente anglicismos y nuevos mecanismos de socialización. Según las encuestas de Mundo Latino, sólo un 20% de los internautas dan importancia al contacto cara a cara. La comunicación en nivel informático es conocida como comunicación mediatizada por computadora (CMC). En esta modalidad la primera impresión de apariencia física es sustituida por la capacidad de comunicación, en donde la comunicación se vuelve un arte, al buscar los ángulos de la vida cotidiana que describen la realidad para atrapar la atención del receptor y la importancia que tenía la escritura en el siglo XIX se retoma, para que la profundidad de la comunicación llegue a pisar los terrenos de la intimidad, aunque pocas veces desemboca en una relación cara a cara (Finquelievich, 1998). Para que una amistad se inicie, es necesario establecer una conversación o diálogo para conocer al otro. Más del 60% de los usuarios utilizan el medio para socializar y solamente un 20% de los casos llega a la comunicación cara a cara, que en Internet es la parte final del proceso de comunicación. Los primeros filtros que muchas veces no permiten la comunicación, se eliminan o forman parte final del proceso de comunicación en la Red, sobre todo cuando la comunicación se lleva a cabo entre personas de diferente nacionalidad. Existe un factor generalizado entre quienes usan Internet: el económico. Independientemente desde donde se conecten, la Red es un medio elitista, sobre todo en Latinoamérica. La gran mayoría de los usuarios acceden a la Red desde sus centros de estudio y o trabajo. En muchos de estos lugares se tiene un control más o menos estricto en torno al uso del Internet, por lo tanto, quienes usan los Chats para intercambiar mensajes, sobre todo en los de tono sexual, lo hacen desde cibercafés, sus hogares o en los centros de trabajo donde no existe control estricto. Los nuevos centros de reunión, y sus mecánicas Los Chats son las salas en los que usuarios de Internet tienen comunicación con personas situadas en otros lugares, con las que pueden conversar usando el teclado en lugar de

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la voz y el texto pues en vez de oír se lee. Están orientados a facilitar la comunicación e intregración de las personas de distintos países o lugares. Suministran un vehículo de comunicación rápido y confiable, además de brindar un mecanismo de intercambio de información rápido y efectivo. Los programas de Chat permiten a los usuarios entrar en contacto con uno o muchos al mismo tiempo de forma pública o privada, es decir se tienen debates en los que todos participan o charlas privadas. En el universo de los Chats existe una gama enormo de posibilidades pues la oferta en sofware permite articular Chats con desconocidos en las páginas Web o con programas donde se controla la entrada de los usuarios e incluso el tipo de Chat que se desea hacer, que va desde el intercambio persona a persona o en grupo. Existen diferentes tipos de mensajes. Se estudiarán dos grandes grupos, los públicos y los privados, ya que depende del nivel de éstos, el tipo de comunicación. La privada o íntima, permite mayor conocimiento del otro. La pública, donde las discusiones suelen ser de interés más o menos general y en ocasiones un tanto más impersonal, mientras que en las conversaciones privadas se tiende a la comunicación interpersonal. Las comunidades virtuales crean una atmósfera de solidaridad partiendo de intereses comunes sin importar la edad, nacionalidad, sexo, gustos, o simplemente por el placer de chatear. En este ambiente las relaciones suelen ser más sólidas, siempre y cuando se manejen con sinceridad, ya que se inicia por conocer los pensamientos y sentimientos de los otros y de uno mismo. Una característica importante en los Chats es la comunicación multicultural y multilingüística. Aunque se hable en un mismo idioma se percibe una diferencia clara entre las formas de hablar y los significados que se les da a las palabras pero, en general se comparten significados y es por eso que los mensajes pueden ser codificados. El uso de las palabras como medio de comunicación y los diferentes significados que pueden llegar a tener, comprueban que las realidades semánticas diferentes pueden ser un obstáculo en la comunicación intercultural, cuando se da en Chats donde la mayoría pertenecen a una misma cultura la relación es más intracultural. Quienes no pertenecen a ese grupo serán considerados como extranjeros. En este intercambio de palabras la comunicación alcanza nuevas dimensiones. Lo que para unos es una ―mala palabra‖, para otros no es más que una expresión de uso común. Queda de manifiesto lo que Camilo José Cela dijera en su discurso al aceptar el premio Nobel, ―no hay palabras buenas o malas, son los seres humanos los que las distorsionan‖. Las conversaciones en los Chats implican el conocimiento del mundo a través de quienes están viviendo las diversas problemáticas de los países donde residen. En el Chat es posible comunicar los hechos, sin intermediarios, con personas que viven las situaciones de manera real por lo que logran transmitir y debatir de manera global, compartiendo puntos de vista tan diversos como los usuarios, y no sólo se puede conocer la situación de un país sino también darse cuenta cual es el estereotipo que se tiene en el exterior del mismo. Las platicas se

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inician siempre de manera pública, pero cuando se empiezan a personalizar los mensajes y sobre todo cuando una vez contestadas las preguntas introductorias de rigor (¿De dónde eres?, ¿Cuántos años tienes?, ¿Eres h o m?, ¿Cómo te llamas?. ¿A qué te dedicas?), se entra al terreno de los privados. Intentar conocer al otro, o al que se cree o la imaginación ha hecho el otro, puede resultar una aventura. Los Chats tienen también su lado oscuro: el anonimato permite engañar fácilmente o tomar diversas personalidades. No es extraño encontrar hombres que se hacen pasar por mujeres o viceversa, niños jugando a ser adultos o adultos conversando como niños. Incluso se pueden tener múltiples personalidades: se puede estar en varias salas de Chat con nicks distintos, en uno ser mujer, en otro tratar de pensar como adolescente y en un canal mas ser adulto. El anonimato también puede presentar un problema en el sentido de que no se puede estar seguro quién es la persona que esta del otro lado contestándonos. Los canales privados son ideales cuando se desea conocer a la persona en un nivel más intimo, cuando ha surgido la amistad o cuando se están tocando temas que únicamente interesan a quienes están en el canal. En los privados se termina con la locura de los Chats donde todos hablan y opinan, se pasa de la conciencia colectiva a la exploración íntima del Yo. En las charlas privadas suelen tocarse temas diferentes que en las públicas, porque se está conociendo de manera particular a una persona, aunque muchas veces se esté conversando en diversos privados. Es en estos canales donde se establecen los verdaderos contactos, amigos o romances que se inician en charlas públicas pero que se llevan a la intimidad. El medio permite el anonimato y por eso se inician platicas totalmente libres, pero también más intrapersonales, porque en la intimidad de los privados, los individuos empiezan a explorar su ego, en estos espacios los cibernautas "intiman, se atreven a expresar pensamientos que ocultarían en cualquier encuentro presencial, desarrollando un lenguaje privado"(Solana, 1998). Ya que en estos sitios la comunicación evita los filtros de los cánones estéticos, sociales o de los gustos físicos así como de los estereotipos, que suelen afectar la comunicación cara a cara y condicionan la percepción del otro en un mundo presencial, son el principal motivo para que en los privados además de amistades suelan surgir los romances, que pueden o no ser sinceros. Para muchos la magia del Chat radica en que la gente escucha lo que quiere oir. Ahí las personas se enganchan con palabras porque el físico está ausente, entonces es necesario establecer un vinculo rápidamente. Si en las primeras frases entre dos personas no hay ningún tipo de coincidencia la relación termina ahí, pero cuando las palabras atraen y mantienen el interés la relación perdura. Lo cierto es que en el momento en que dos personas están dispuestas a compartir sus pensamientos la una con la otra, por alguna razón se establece un vínculo, indudablemente esto tiene que ver con "otros" tipos de filtros que se desarrollan en el mundo de

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los Chats, están vinculados con la intelectualidad, el nivel cultural y la disponibilidad para aceptar la cultura del otro, e influyen de manera fundamental en este tipo de relación. Cuando se inicia el vínculo a través de Internet, la relación camina a terrenos de mayor intimidad y aunque interpersonal, es también más intrapersonal, y sumamente intercultural, ya que se entabla con personas de cualquier punto del planeta. Hablar con gente de otros países abre las perspectivas de los usuarios. Se empiezan a conocer otros puntos de vista, qué hacen y cómo piensan otras personas que tiene la misma edad que uno o gustos similares. La Red permite conocer otras culturas, y esto es enriquecedor. Pero también puede llegar a ser frustrante, pues se evidencian las limitaciones que hay en algunas partes del mundo. De las pocas posibilidades, el nivel estudios, profesión y hasta el nivel cultural o personal, que se tiene en relación con quienes viven en otros países. La diferencia se percibe y mucho porque queda al descubierto nuestro Yo. No obstante, una vez que se forman grupos de amigos o comunidades dentro de los canales del Chat, se vuelven sistemas muy cerrados y herméticos. Cuando una persona intenta entrar en contacto con este canal debe primero conocer de alguna manera la historia del grupo. Sufre entonces un proceso de comunicación intercultural muy similar al que sufren los extranjeros al tratar de acoplarse a una cultura anfitriona. El medio sin embargo plantea dos situaciones. Por un lado es intrercultural y distante, por otro es muy personal e íntimo. La palabra se presta a interpretaciones diversas, pero éstas se salvan pronto ya que el Chat, no es una clase de literatura o gramática, sino una nueva forma de llevar la experiencia oral del habla hacia otros puntos. Por alguna razón en el Chat se hacen y se pierden "contactos" casi como en la vida real, seguramente porque quienes entran a molestar a otros se van auto aislando hasta verse en la necesidad de brincar de un canal a otro, y se crean las clasificaciones que el periodista Iván Ríos Gascón, señala en su articulo Virtual Insanity en tres tiempos, publicado en el Búho el 12 de julio de 1998: "Existe un archipiélago que ha reunido a casi la totalidad de los náufragos del Internet. Los Chats o la suma de las alternativas de socialización a la distancia, se han transformado en los paralelos de muchas cabezas para las que el referente del tiempo y el mundo real, se han revuelto en las simbologías de un ordenador." En las pláticas privadas es en donde realmente se empieza a conocer y descubrir la personalidad del otro, pero es también en donde se vuelven más sólidas las amistades, que tienden a desaparecer o a aislarse cuando después de un tiempo de platicar, las personas se dan cuenta que sus intereses no se comparten. Para quienes sostienen relaciones virtuales, el Chat es una posibilidad infinita para intercambiar ideas e incluso una forma de terapia para quienes sufren depresiones, se crea una atmósfera de solidaridad y un compañerismo que ayuda a los

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que se sienten solos a encontrar compañías dispuestas a leer o escuchar. En la Red se deja el ajetreo de la vida diaria para entrar en una dimensión donde siempre habrá quien lea o escuche lo que se tiene que decir; o simplemente, decir a otros lo que en realidad se desea decir en una conversación intrapersonal. En este proceso de comunicación que surge en las Redes, la línea entre la realidad y la virtualidad llega a perderse, la elección de creer o no lo que ahí se dice es parte del libre albedrío del usuario, se tiene la posibilidad de creer en los otros o dudar de todo lo que en este mundo sucede, pero sobre todo es un nuevo fenómeno que nos da la posibilidad de globalización en todos los ámbitos, que ofrecen otros medios de comunicación pero a diferencia de éstos el Internet es un medio incluyente, aunque elitista aún, nos permite ser parte de la globalización de forma activa y no pasiva como lo hacen los medios masificados. Aplicaciones y usos Internet es una herramienta útil para un gran número de actividades. La sensación de poder informativo y de comunicación que ofrece la Red la ha convertido en una moda más que en una necesidad. El uso que se hace de las redes ha perdido su sentido inicial en el campo de la educación y la investigación. Cada día se colocan en ellas una infinidad de páginas Web, que no contribuyen a mejorarla muchas de estas páginas no son mas que ―basura‖ provocada por sentirse incluidos en el ámbito global y por pertenecer al estatus de la ―Sociedad de la Información‖; y así como en Internet abundan las ―páginas-basura‖, también abundan los Chats dedicados al ocio y al esparcimiento, desprestigiando una herramienta que tiene un potencial enorme en las relaciones sociales, comerciales, educativas y laborales entre otras. En el Chat ocurre la vida social de Internet y se aplican tanto para la socialización y para saciar el ocio como para actividades que van desde la academia (como en el caso de las universidades virtuales: en México, universidades como el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey, emplea el Chat con fines educativos, ofreciendo la posibilidad de cursar estudios de postgrado a distancia a quien así lo desee), hata la política y los negocios. Estos usos son recientes: el 8 de noviembre de 1999, el Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, pasó a la historia cuando en un recinto de la Universidad George Washington condujo una sesión de preguntas y respuestas virtual, vía Chat, durante 90 minutos en la cual participaron 50 mil personas de todo el mundo (Diament, 1999). Pese a las posibilidades que el Chat ofrece, el ocio es la que más explotada, afectando la vida social, sobre todos de los jóvenes, que encuentran en los Chats una forma divertida de socialización e interacción. Se incorpora así una nueva forma de comunicación, donde el individuo ve afectada su vida y muchas veces llega a desarrollar una dependencia al medio, por soledad o por distracción. Pero no sólo se explota el potencial de socialización: también las

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grandes empresas de entretenimiento lo utilizan para promocionar artistas, como ha sido el caso de Michael Jackson o Rod Steward. El Chat ofrece potencialmente un instrumento de mercadotecnia. Si los comerciantes anuncian en su sitio Web que brindan servicio de Chat con especialistas sobre los productos que ofrecen, así como asesorías en tiempo real, el Chat o la mensajería instantánea, permitirían un mayor acercamiento a las necesidades de los usuarios y se abren nuevas perspectivas para la mercadotecnia. Internet plantea principalmente dos modalidades ―por un lado la más frecuente aún, es la posibilidad de consultar enciclopedias, diccionarios, bancos de información especializada e incluso de manifestar dudas a operadores distantes pero a menudo dispuestos a ayudar. La otra vertiente es la impartición de enseñanza escolarizada, o que tienda a serlo, a través de las redes‖(Trejo 1994); con opciones que aunque precarias aún, van desde la teleconferencias a distancia, hasta la implementación de cursos por correo electrónico o por medio del Chats especializados como en el caso del ITESM, donde se está desarrollando ya, la idea de universidad virtual. En el caso de las terapias existen experiencias en torno al Chat que pueden ir más alla de las terapias psicológicas, pues con el Chat, se podría implementar un sistema de asesoría en salud si pudiéramos consultar a nuestros medicos on line desde nuestro hogar o tener consultas preventivas. Si se tiene acceso a la información, ¿por qué no tenerla de manera directa y con respuestas inmediatas, con los especialistas?. El Chat trae consigo una nueva fisonomía de las relaciones humanas y una serie de transformaciones en la vida del planeta; al irse popularizando los usuarios tienden a hacer de la Red un lugar donde ―viven y conviven‖ gran parte de su tiempo con otros seres en todas las latitudes. Pero significa sobre todo una forma de perder el tiempo cambiando los viejos paradigmas de la comunicación, aislando a los cibernautas del mundo físico, incorporando nuevos conceptos en espacio y tiempo e incluso la posibilidad de crear mundos virtuales donde la tecnología ofrece un lado humano donde lo importante es el intercambio de ideas entre hombres y no de protocolos entre máquinas. Las posibilidades que abre el Chat son cada día mayores. Ofrece un abanico enorme de aplicaciones en todos y cada uno de los ámbitos en los que humanos interactuamos, exigiendo así nuevas estructuras y organizaciones sociales pues las repercusiones que tiene en la vida del hombre se van incrementando. Para Nicholas Negroponte, nuestra época es un punto de quiebre, ―un instante crucial en la historia del mundo, como lo han sido descubrimientos tan complejos como la escritura o el lenguaje mismo" (Negroponte,1995). Las nuevas posibilidades de comunicación así como la globalización económica y cultural, nos convierten en una sociedad en la que las fronteras rebasan las concepciones que antaño se tenían sobre las sociedades. Para un español es sencillo estar en contacto con un americano y viceversa sin necesidad de salir de su hogar, pero también se abren nuevos horizontes de trabajo ya que mediante el Chat se pueden

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articular grupos de trabajo a distancia o comunidades laborales. Las posibilidades se abren, no sólo en el campo de la convivencia sino en otros niveles como el trabajo, el aprendizaje y la educación. Este cambio social se da en la medida que los ordenadores comienzan a ser comunes en los hogares, el trabajo o las universidades, cambian el funcionamiento familiar, ya que el tiempo que antes se dedicaba a actividades en conjunto quedan relegadas por el tiempo que se le dedica ahora al ordenador. Las rutinas se ven alteradas: así como la privacidad, la convivencia familiar se ve reducida y las personas que usan las computadoras interactúan menos en sus relaciones interpersonales e interactúan más como individuos en una aldea globalizada conectados mediante una computadora. En este nuevo esquema las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) juegan un papel fundamental, pues ―están ya modificando profundamente la economía en todas sus etapas y dando lugar a nuevas formas de relaciones sociales (los métodos y las relaciones del trabajo, la organización de las empresas, los objetivos de la educación y la formación, la estructura de las administraciones públicas, entre otras) algo que, más temprano que tarde -vaticinan- habrá de desembocar en un nuevo sistema social en el que la información y el conocimiento van a desempeñar el papel central.‖(Figueroa,1998). El Chat, en cualquiera de sus modalidades, puede ser el vehículo ideal para que se produzca el intercambio.84 La repercusión de las TICs en la sociedad plantea una globalización meramente económica en sus inicios, pero en esta última década, ha planteado una globalización humana. Paradójicamente, no es una revolución ideológica, sino moldeada ―por una mezcla, sin precedentes, de terremotos geoestratégicos y por factores sociales, económicos, tecnológicos, culturales y éticos. Las combinaciones de tales factores conducen a situaciones impredecibles‖ (Trejo, 1994). Como sociedad, estamos a la búsqueda de lo que seremos en el siglo XXI.

Bibliografía: AGILAR, Enrique; "CORAZON DE SILICÓN", El Excélsior, 98/04/13, México ANTAKI, Ikram; "EL BANQUETE DE PLATÓN"; Ed. McGraw Hill; México 1994 CALVO, Hernando Manuel; "EL CIBERMUNDO CRÍTICA Y NOTICIAS"; España 1997, http://enredando.com.es CARREON, Juan; "ESTILO DE VIDA WEB"; El Excélsior, 97/10/06, México CÓRDOVA, Luis; "ERASE UNA VEZ EN EL CIBERESPACIO"; Interra No. 8, junio 1997, Chile CORNELA, Alfons "EL IMPACTO DE LA INFORMACIÓN DIGITAL EN LAS ORGANIZACIONES"; ExtRA-NET; mensaje 276; España 97/10/22 http://www.extra-net

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Hay que considerar tambien las opciones que brindan los Chats con imagen o voz, porque da más seguridad al ver al interlocutor y porque cada día se camina más rápido a los multimedia.

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Parte 4: Vínculos electrónicos

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Universo Mail. La resignación y el deseo del ser de convivir con la máquina, o de como utilizar armas nucleares en la vida cotidiana.

Mariano Blejman

Formulación del escenario

Una falacia aterradora, la de que la producción ininterrumpida de bienes materiales llevaría a la felicidad general, puso al desarrollo tecnológico por delante del estudio sobre la epistemología del mismo. En ese afán de progreso desaforado algunos parecen haberse olvidado un detalle importante. A medida que las ciudades se tecnologizan, crecen los riesgos de convertirse en una ciudad panóptica, desprovista de intenciones laterales. El correo electrónico dentro de Internet85 convirtió a un recurso tecnológico revoltoso en una herramienta eficaz, pero plagada de peligros inminentes. La informatización conformó la base de un sistema de destrucción de la privacidad de las personas, llegando a niveles impensados de privación de la privacidad y, encima, con la espectacular falacia del anonimato que la red promete prometer. La privacidad quiere ser privatizada a toda costa. El correo electrónico puede ser utilizado para la formación de tácticas subvertoras. Estas se potenciarán a medida que haya un mayor conocimiento del medio tecnológico y una mejor educación. Recién entonces mayor será la posibilidad de contrarrestar los ataques a la privacidad, representados en muchos casos por la invasión de virus y gusanos, y en otras por lecturas indeseadas de correos electrónicos, tráfico de cuentas de e-mail, control de actitudes, persecución ideológica y robo de datos. Procuraremos descubrir los diferentes vestidos camaleónicos de un discurso que se disuelve. La tecnología actual comenzó la destitución del espacio real, en función del tiempo real; todo sucede demasiado rápido, en todas partes y al mismo tiempo. El correo electrónico es uno de los soportes materiales e ideológicos para que ello suceda. Pero entendemos que hay posibilidades de superar las estrategias dominantes y de contrarrestar la invasión a la privacidad a través del mismo soporte tecnológico. Trabajaremos con cuatro ideas centrales. La sociedad cibernética, a partir de la propia tecnología que la sustenta y la soporta, tiene en su interior contradicciones que posibilitan su desestabilización. Creemos además que es posible utilizar - a través del correo electrónico tácticas subvertoras que modifiquen las estrategias dominantes tendientes a generar una sociedad panóptica cibernética. Por otro lado, entendemos que la aceleración en los procesos de

85

Utilizaremos la palabra Internet en mayúscula. Somos conscientes que el término irá variando de nomenclatura como sucedió con la radio y la televisión, que en un principio fueron escritos con mayúscula y hoy se escriben en minúscula. No pretendemos dar a la red una entidad que ya perdieron los medios tradicionales.

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producción, soportada aún más ahora por las nuevas tecnologías, encierra una paradoja: plantean la posibilidad de utilizar "lo no propio" como "propio", esto es la utilización de la velocidad como un aspecto desestabilizador, según los actores sociales que la utilicen. Y por último, sabemos que hay posibilidad de superación de un panoptismo totalizante, de la mano del conocimiento, con mayor esfuerzo en los países periféricos. Muchos de estos peligros llevan intrínsecas una serie de características contradictorias y agresivas contra el sistema que las creó. No hablamos de la tecnología como "cosa" aislada y con fuerza propia. Son los hombres los que transforman su aplicación en un uso debido. La pregunta esencial que nos formulamos es: ¿cómo es posible la utilización de las nuevas tecnologías de comunicación e información, nacientes dentro del sistema capitalista, para conformar nuevas estrategias hegemónicas que sean positivas y socializantes, y escapen del concepto de acumulación de riqueza y control social?. El correo electrónico no es simplemente un elemento tecnológico, ya que su accionar tiene fuertes funciones epistemológicas que irrumpen en la estructura de pensamiento del hombre, ya que su utilización masiva modificó fuertemente las formas de contacto. Los riesgos de esta utilización no tienen correlato alguno con el mundo del papel. Pero las soluciones para contrarrestar los riesgos son mucho más sencillas de lo que aparentan ser, y mucho más poderosas. Sin embargo, nuestro análisis es limitado en cuanto a su impacto social ya que de cada 100 personas, 18.7 tienen computadoras en el norte y 0.7 en el sur. Y como hay unos 170 millones de conectados a la red, si el mundo tuviera tan sólo 100 personas, habrían cuatro o cinco computadoras y sólo una pequeña tendría Internet. Aun así, el impacto cultural en los sectores excluidos es poderoso. Entendemos que existe una representación ilusoria del mundo excluido sobre el mundo virtual. Una participación hipotética, imaginaria, que encuentra la posibilidad de autorepresentarse como si la tecnología fuera un espejo, un lugar al que pertenece cognitivamente, aún sin poder poseerlo.

Tácticas y Estrategias Un eje central de análisis está abordado desde la noción de Tácticas y Estrategias, que plantea Michel De Certeau en su libro "La invención de lo cotidiano". No intentamos formar parte del llamado "atomismo social", porque "el análisis muestra más bien que la relación siempre social, determina sus términos y no a la inversa"86. Sólo decimos con De Certeau, que "si es verdad que por todas partes se extiende y hace precisa la red de la vigilancia" remárquese aquí la noción de "red de vigilancia" - "es por tanto más urgente descubrir cómo una sociedad entera se resiste a ser reducida a ella; qué procedimientos populares (también "minúsculos" y cotidianos) juegan con los mecanismos de la disciplina y no se conforman con 86

DE CERTEAU, Michel. "La invención de lo cotidiano". Pág. 2.

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ellos más que para revertirlos; finalmente cuales "maneras de hacer" forman la contrapartida, del lado de los consumidores (o ¿dominados?)" 87. Los consumidores se reapropian del espacio, pero fundamentalmente del tiempo en el accionar cotidiano y está aquí su mayor beneficio en la utilización de tácticas subvertoras. Sostiene De Certeau que "se producen técnicas análogas porque se trata de distinguir las operaciones casi microscópicas que proliferan en el interior de las estructuras tecnócratas y desvían el funcionamiento por una multitud de "Tácticas" articuladas sobre los "detalles" de lo "cotidiano" y contrarias porque ya no se trata de precisar cómo la violencia del orden se muta en tecnología disciplinaria, pero sí de exhumar las formas subrepticias que adopta la dispersa, táctica, y astuta creatividad de los grupos o de los individuos apresados en los hilos de la "vigilancia". Esos procedimientos y ardides de consumidores componen, en el límite, la red de una antidisciplina" 88. Según De Certeau, Estrategia "Es el cálculo de las relaciones de fuerza que deviene posible a partir del momento en que un sujeto de deseo y de poder (un propietario, una empresa, una ciudad, una institución) es aislable de un entorno. La racionalidad política, económica o científica está construida sobre ese modelo estratégico. Entiéndase estrategias, aplicadas por las grandes corporaciones, tendientes a la acumulación capital y a hacer efectivas técnicas de control social" 89. Las Tácticas se definen como "un cálculo que no puede contar con un propio, ni con una frontera que se distingue al otro como una totalidad visible. No dispone de una base donde capitalizar sus ventajas, donde preparar sus expansiones y asegurar una independencia en relación a las circunstancias" 90. Al adjetivar como "subvertoras" a las Tácticas, entendemos que no se trata de una resistencia "pacífica" y una apropiación positiva del consumo de las tecnologías, sino de las acciones que se realizan en inferioridad de condiciones y utilizan una serie de recursos concretos - en este caso tecnológicos, pero no únicamente - para lograr determinados efectos también concretos. La concepción de "subvertor o subversión" designa a una acción tendiente a trastocar, convertir o revolucionar un orden establecido, a través de una estructura y/o sistema. Se utiliza el "otro propio", a la hora de enfrentarse con estrategias dominantes, para convertirlas en "lo propio" suyo. Se entiende que aquellos que poseen los recursos necesarios para plantear estrategias, poseen "un propio" y, fundamentalmente, manejan los espacios, sean estos reales o virtuales, pero se trata de espacios, para llevar a cabo sus estrategias macroeconómicas, tendientes a la conformación de la sociedad cibernética. Es por ello que las tácticas subvertoras se convierten en herramientas inhibidoras de contracontrol social.

87

Ibídem. Pág. 3. Ibídem. Pág. 6. 89 Ibídem. Pág. 6. 90 Ibídem. Pág. 6. 88

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El orden dado El mito del anonimato en la navegación a través de Internet ha quedado desterrado, luego de poderosos esfuerzos de ciertos sectores que controlan lo que dicen, hacen, o no hacen las personas en su vida real y su mundo virtual. Las estrategias dominantes son planificadas por los grandes capitales. Este triunfo de la norteamericanización implica el atropello a los derechos ciudadanos amenazando a la privacidad táctica. En muchos países organismos estatales comparten sus datos con compañías financieras de análisis crediticio. Con este cruce de información, el 80 % de los ciudadanos tienen sus vidas, íntegramente retratadas en los ordenadores del gobierno y las corporaciones. Allí está registrado cómo saldan sus préstamos, educan a sus hijos o pagan sus alquileres. Dónde comen, qué leen, qué barrios habitan, dónde se van de vacaciones y hasta qué escriben. Las finalidades con las que se ejerce este intento de control social son variadas: seguimiento ideológico, control fiscal y un abusivo uso de técnicas de marketing directo sobre los consumidores/usuarios/¿dominados?. La discusión central de los gobiernos es si debe haber o no un control de las comunicaciones personales. Si el desarrollo del software está manejado por las grandes corporaciones, y este no es más que la idea materializada en bits del funcionamiento de "lo dado", quien lo maneje aplicará indefectiblemente estrategias tendientes al control social. Hay decenas de batallas perdidas, pero no todas. Tal es el caso de la India, un extraño país oriental poblado con 700 millones de personas que exporta alrededor de 3.500 millones de dólares en software y ha logrado, mediante una rigurosa legislación proteccionista, soportar los embates multinacionales y producir los mejores programadores. En el uso cotidiano, las representaciones, las reproducciones e inclusive las producciones de los "usuarios" son mucho más poderosas que las que planteaban las tecnologías de información "tradicionales". Es que la interactividad propone formas inigualables de producción personal, microfísica y resistente.

Recorte de historia del desarrollo de la tecnología De acuerdo a Claudio Katz, "La informatización no ha “escapado a todo control”, ya que se desenvuelve en función y al servicio de la reproducción capitalista. La sensación de omnipotencia de la máquina y de esclavización del hombre, simplemente refleja la enorme ceguera que domina toda la producción generalizada de mercancías" 91. ¿Cómo surge y cómo se establece aquí el escenario tecno y cuáles son sus implicancias?. ¿Puede el correo electrónico convertirse en un arma efectiva, teniendo en cuenta que su nacimiento y desarrollo proviene de un sistema de producción específico, pero que además la mantiene y la hace poderosa?. Los fenómenos de inmediatez e instantaneidad son uno de los problemas más apremiantes que confrontan las estrategias políticas y militares actuales, ya que el tiempo real 91

KATZ, Claudio. "El Carácter de las Nuevas Tecnologías de la Información". Pág. 8.

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comienza a prevalecer sobre el espacio real. El discurso ideológico de la tecnología está inmerso en el accionar cotidiano, en donde el recurso del e-mail es un factor determinante. No es la nuestra una perspectiva apocalíptica: utilizamos bibliografía crítica, para extraer de allí características que puedan ser productivas. Aspectos necesarios, que desean encontrar formas de superación, allí mismo donde hay dominación.

Tres grandes barreras Hay, según Paul Virilio 92, tres barreras físicas establecidas: el sonido, el calor y la luz. Las dos primeras ya han sido superadas por el hombre. La del sonido fue barrida por el avión hipersónico, mientras la barrera del calor fue penetrada por el cohete que desplaza a seres humanos a la Luna. La barrera de la luz, no se puede traspasar físicamente, pero si a través de los impulsos electrónicos. Es precisamente esta barrera del tiempo la que confronta la historia en el día de hoy. Haber alcanzado la velocidad de la luz en el traspaso de información, deja la historia en desorden y confunde la relación del ser viviente con el mundo. Para Virilio, hay un cambio que afecta a la geopolítica, pero también a la democracia, puesto que ésta última es dependiente de la ciudad. Para Schumcler, la noción dominante de la técnica es que "el futuro está ya contenido en este presente" 93. Y ese presente está "a disposición" de la ciudad, casi de manera pornográfica. La tecnología "de punta" se pone a prueba dentro de la ciudad, sin tiempos para asimilar tales invasiones. Según Virilio, "el planeta Tierra nunca ha sido tan pequeño, lo cual es un momento dramático, en nuestra relación con el mundo y para nuestra visión del mundo"94. El gran evento que amenaza para el siglo XXI en conexión con esta velocidad absoluta, es la invención de una perspectiva de tiempo real, que suplantará a la perspectiva del espacio real que fue inventada por los artistas italianos del Quattrocento. Todavía no ha sido suficientemente enfatizada con cuanta profundidad, la ciudad, la política, la guerra y la economía del mundo medieval e incluso las comunicaciones, fueron revolucionadas por la invención de la perspectiva. La utilización del ciberespacio, y en especial del recurso del correo electrónico, hizo que el espacio real comenzara a ser reemplazado, por un tiempo real. La conjunción de la telefonía celular con Internet es una ínfima muestra de que la idea central de una sociedad cibernética está en la aceleración de los tiempos de producción, la extrapolación del mundo virtual hacia los artefactos portables. Dice Virilio: "Ver a distancia, oír a distancia: esa era la esencia de la antigua perspectiva audiovisual. Pero tocar a distancia, sentir a distancia, esto equivale un cambio de perspectiva hacia un dominio que todavía no se abarca: el del contacto a distancia,

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"Velocidad e información. ¡Alarma en el ciberespacio!" de VIRILIO, Paul. Le Monde Diplomatique. Agosto de 1995. 93 SCHMUCLER, Héctor. "Apuntes sobre tecnologismo y la voluntad de no querer" Pág. 3. 94 VIRILIO, Paul, "Velocidad e información. ¡Alarma en el ciberespacio!" en Le Monde Diplomatique.

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el telecontacto y junto al levantamiento de las superautopistas nos enfrentamos a la pérdida de orientación que concluye con la liberación social"95. Debemos encontrar, entonces - si es que existen - las nuevas formas de liberación, esa velocidad de liberación desde una perspectiva esperanzadora. Y en tal caso, intentar descubrir si esas nuevas formas, pueden realizarse mediante el soporte mismo, que funciona como dominador, cambiando tal vez la concepción de la técnica moderna.

Nueva noción del tiempo y el espacio Ningún progreso en una técnica ha sido llevado a cabo sin acercarse a sus aspectos negativos específicos. "El aspecto negativo de estas autopistas de la información es - según Virilio - la perturbación en la relación con el otro y con el mundo. (..) La "ciberdemocracia", la democracia virtual, en realidad es tremendamente autoritaria. La llegada de la era de los videntes y los sondeos de opinión necesariamente avanzarán con este tipo de tecnología"96. La velocidad puede convertirse en un elemento positivo, si se utilizan conscientemente tácticas subvertoras que se apropien "del pasar" de los acontecimientos generados por las estrategias dominantes y utilicen fuerzas de lo "no propio" como propias. Los riesgos de accidentes en las autopistas de la información no es la información en sí misma, sino la absoluta velocidad de los datos electrónicos. Habrá que ver si es posible hacerse cargo, y poder utilizar esa velocidad, para generar accidentes tendientes a desestabilizar el sistema. Con el narco-capitalismo del wired world, el poder sugestivo de las tecnologías virtuales no tiene paralelo. Al lado del ilícito narco-capitalismo basado en drogas, que está actualmente desestabilizando la economía mundial, se está construyendo rápidamente una narco-economía de comunicación por computadoras. Es necesario entender la función de esta economía alterna y explorar sus características subvertoras. Para ello es preciso comprender si reproducen o no, las fuerzas de producción del sistema donde se desarrollan.

La fibra (pan) óptica Los recursos de dominación no han sido creados por ninguna clase social en especial. La burguesía, por ejemplo, no creó las cárceles, ni la policía, pero utiliza esos elementos represivos ya existentes para sus fines particulares. En un comienzo, el desarrollo de las sociedades no se dio en forma exclusiva y cerrada, sino en la convivencia de diferentes formas de sociedad dentro del mundo occidental. De hecho conviven en la actualidad, en mismos escenarios, formas disciplinarias con formas cibernéticas.

95

VIRILIO, Paul. "Velocidad e información. ¡Alarma en el ciberespacio!", en Le Monde Diplomatique. Agosto de 1995. 96 VIRILIO, Paul "Cibermundo, la política de lo peor". Pág. 20.

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El cambio de la sociedad industrial a la sociedad de servicios está intrínsecamente ligado al auge de las Sociedades de la Información. La superproducción tecnológica y el aceleramiento en los medios de producción industrial desestabilizó las cadenas de producción realizadas por hombres. Podría pensarse que hoy, al hombre, sólo le resta dedicarse al funcionamiento de los servicios, conformando un nuevo tipo de sociedad cibernética, que adopta características sutilmente diferentes a las sociedades disciplinarias y a las de control. Pero no estamos totalmente seguros en eso: la sociedad de servicios, no existiría de no preexistir una Sociedad Industrial, esto es - por ejemplo - la producción de computadoras. Según Edgar Morín, hay en principio "dos rostros de la cibernética. Uno centrado en las máquinas artificiales, el feedback negativo, es decir, la regulación del desvío, el mantenimiento de la homeostasis, la obediencia al programa; el otro, centrado en reabrir el problema metodológico, epistemológico, ontológico del objeto" 97. El objeto cibernético aparece en un primer momento como "la máquina", una unidad global constituida por elementos heterogéneos. Es decir, una nueva epistemología de la máquina, concebida como unidad global. Pero para Morín, la cibernética es un sistema abierto, que se refiere a los sistemas mecánicos, eléctricos, biológicos, sociológicos, a la máquina artificial creada por el hombre, al organismo, al cerebro, a la sociedad. "En el sentido sustancial carece de objeto", dice Morín y busca, en definitiva "la imaginación analógica, a partir del momento en que idénticos principios organizadores pueden aplicarse a la máquina, la célula, la sociedad, el cerebro; se torna lícito y bueno buscar la presencia de procesos comunes en los campos más diversos"98, asegura el autor. Para Virilio en cambio, esa noción cibernética no es democrática, sino totalizante.

De las sociedad disciplinarias a la sociedad de control Las sociedades de soberanía de los sistemas feudales, manejaban máquinas simples: palancas, poleas, relojes, las sociedades disciplinarias recientes se equipaban con máquinas energéticas, con el peligro pasivo de la entropía y el peligro activo del sabotaje; para Deleuze, las sociedades de control operan sobre máquinas de tercer tipo, informáticas y ordenadores cuyo peligro pasivo es el ruido y el activo la piratería o la introducción de virus. Es una mutación del capitalismo. No compra materias primas y vende productos terminados, compra productos terminados o monta piezas. Lo que quiere vender son servicios y lo que quiere comprar son acciones. Las conquistas de mercado se hacen por temas de control y no por formación de disciplina. El control es a corto plazo y de rotación rápida, pero continuo e ilimitado, mientras que la disciplina era de larga duración, infinita y discontinua. Todas estas eran formas de dominación de los cuerpos. Las sociedades de control en el siglo XX, están reemplazando - dice Deleuze - a las sociedades disciplinarias. Sin embargo, para Virilio "estamos ante un fenómeno 97

MORIN, Edgar. "Elementos para una antropología", pág. 58.

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de interactividad que puede tender a privar al hombre de su libre albedrío para encadenarlo a un sistema de preguntas - respuestas que no tiene parangón. Cuando algunos ensalzan el cerebro mundial declarando que el hombre ya no es un hombre sino una neurona en el interior de un cerebro mundial y que la interactividad favorece este fenómeno, no estamos ya ante la sociedad de control, sino ante la sociedad cibernética. Existe la amenaza de un dominio sobre las sociedades que es absolutamente insostenible" 99. La historia de la velocidad está basada en coordinar los sistemas de producción a fin de hacerlos infinitamente más ágiles, veloces y moldeables. Todo es navegable, hipertextual, continuo, confuso y ondulatorio. No existen ya los horizontes claros, ni los enemigos delimitados.

Dictadura panóptica Según Foucault 100 el panóptico era un sitio en forma de anillo en medio del cual había un patio con una torre en el centro. El anillo estaba dividido en pequeñas celdas que daban al interior y al exterior y en cada una de esas pequeñas celdas había un prisionero. En la torre central había un vigilante y como cada celda daba al mismo tiempo al exterior y al interior la mirada del vigilante podía atravesar toda la celda. Todo lo que el individuo hacía estaba expuesto a la mirada del vigilante, que observaba sin ser visto. El sólo hecho de sentirse observado, lograba en el vigilado la sensación de sentirse controlado. A pesar de haberse conformado las redes como un elemento emancipador, descentralizado y sin aparentes dueños, esta no fue más que el hardware de la sociedad panóptica cibernética donde la conducta virtual de los individuos, es "realmente" virtual. Por lo tanto, al virtualizarse las conductas de los individuos, su control se convierte aún en más efectivo y el poder adquiere otra característica sustancial. La finalidad cibernética es fijarlos en la acción. Se determinan objetivos y se asignan tareas específicas que deben ser cumplidas no importa dónde, pero si cuándo. No hay control de los cuerpos, sino de su accionar. No se trata, dice Deleuze, de preguntar cuál régimen, si el disciplinario o el de control - o el cibernético agregaría Virilio - es más duro o más tolerable, ya que en cada uno de ellos se enfrentan las liberaciones y las servidumbres. No se trata de temer o de esperar sino de buscar nuevas armas. Y es necesario saber dónde buscarlas, cómo crearlas y cómo utilizarlas. Según Foucault "allí donde hay poder hay resistencia" y plantea dentro de sus reglas generales "no centrar el estudio de los mecanismos punitivos en sus únicos efectos "represivos", sino también reincorporarlos a toda la serie de los efectos positivos que pueden inducir, incluso si son marginales a primera vista"101. El poder, se ejerce, no se posee, en una redes de relaciones siempre tensas.

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Ibídem, pág. 65. Ibídem, pág. 81. 100 FOUCAULT, Michel. "La Verdad y las formas jurídicas". Pág. 107. 101 FOUCAULT, Michel. "Vigilar y Castigar", pág. 30. 99

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Las tácticas de las que habla De Certeau son subvertoras si comprenden la necesidad de trazar nuevos escenarios, realmente democráticos y socializantes. Y un poder productivo, necesariamente, debe generar tácticas concretas de resistencia urbana y de uso cotidiano. Una resistencia habitual, allí, en los pequeños espacios de poder donde se genera la dominación. La técnica moderna, mediante su tecnología, tiene inmersa una discursividad de dominación más sutil que en épocas pasadas. Su discurso totalitario, se debe a su imposibilidad de presentar otras opciones de uso, de desarrollo y aplicación. Según la visión catastrofista de Virilio "no podemos perder indefinidamente la relación con el cuerpo, es decir, con la corporeidad física, por no decir fisiológica y no podemos permitirnos perder la relación del cuerpo con el mundo por culpa de la teletransmisión. La puesta en práctica de la velocidad absoluta nos encierra infinitamente en el mundo. El mundo se empequeñece y empieza a surgir una sensación de encarcelamiento que los jóvenes quizá no perciban todavía. El gran confinamiento de Foucault no está fechado en el siglo XVIII, sino en el XXI... El mundo se hará rápidamente insoportable"102. Pero también rápidamente modificable, pensamos nosotros. El correo electrónico como táctica subvertora Si un sujeto se enterara de que todas sus comunicaciones personales pueden ser vistas, leídas, grabadas, cambiadas, difundidas y seguidas por organismos de control, empresas de todo tipo e inclusive usuarios particulares, seguramente protestaría. Resulta inexplicable que esto no suceda, a pesar de que así ocurre en el mundo "real". La información sobre las personas en la red viene de una especie de manía compulsiva del navegante de llenar todo formulario disponible con datos sobre el usuario (edad, preferencias, sexo, ocupación, etc.), que vuelca al ingresar a un servicio, como el de correo electrónico gratuito. Luego, información comercial invadirá las casillas de sus clientes con publicidad ‖personalizada". La otra forma es la información que un usuario expone en una lista de correo en sus mensajes: debates, sitios de Internet, bibliografías, sus propios pensamientos, sus creencias políticas o religiosas, etc.; que van quedando almacenados en los servidores y en las computadoras de los lectores con el pasar del tiempo y las conversaciones. Pues, ¿para qué quiere el usuario mantener sus mensajes en privado?, podría uno preguntarse. La primera respuesta, la más obvia, es que el derecho a la intimidad y a la privacidad es uno de los primeros derechos del ser humano. Así como a nadie le apetece que sean leídos los mensajes convencionales, cuyo accionar está penado legalmente, tampoco debería ser aceptado que se lean los correos electrónicos privados. Pero además, la privacidad de los ¿dominados? tiene fuertes funciones desestabilizadoras, ya que para la planificación tanto estatal como empresarial se necesitan organismos de control social. Es una forma de configurar un espejo frente al panóptico, un espejo sobre espejos que convierta en ridícula la vigilancia, 102

VIRILIO, Paul. "Cibermundo, la política de lo peor", pág. 50.

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frente a acciones que no pueden ser vistas. En la materialización de las comunicaciones cotidianas y habituales se desarrollan los sistemas de pensamiento y de accionar político, es por eso que un control total sobre las comunicaciones interpersonales dejaría al usuario desprovisto de la posibilidad de la sorpresa y de la utilización de tácticas desestabilizadoras. A no ser, que a quienes ejercen el control con ahínco, les sea imposible comprender estas comunicaciones. El correo electrónico se ha convertido en un arma efectiva para la lucha despareja en una guerra cibernética a través de tácticas subvertoras. ¿Cuál es el límite de la socialización de la información, cuando esta puede ser utilizada tanto para control ideológico como para campañas de marketing, ante las cuales el usuario se encuentra indefenso?.

El campo electrónico y la corriente alterna Creemos que el estudio de las acciones desestabilizadoras del correo electrónico se deben centrar en su uso social, en el aporte solidario, de protesta y contracultural. Es por eso que llevarán sin duda la luz del cambio y la utilización lateral aquellos sectores de la "población virtual", que planteen una visión epistemológica diferente a la falacia tecnocrática, aunque no necesariamente lo hagan conscientemente. Esto es, aquellos sectores que intenten una mirada crítica y un debate distante, a pesar de su cercanía con el uso tecnológico. Espacios de debate que se planteen descubrir miradas lúcidas frente a los problemas que atañen al desarrollo tecnológico enfervorizado. Por lo tanto, es necesario comprender aquellos espacios dedicados a las nuevas tecnologías, la privacidad, la criptografía, los usos contraculturales, los hackers, como así también las comunicaciones sociales y personales; y los usos sociales en momentos de crisis, como ser la Guerra de Kosovo. Para muchos el correo electrónico es el medio de comunicaciones de dos vías más importante desde el surgimiento del teléfono. En la actualidad, se presume que sólo en el gran país del norte, se gestionan cerca de 94.000 millones de e-mails por día y la utilización del correo pasó a convertirse en la herramienta más popular de Internet, en desmedro del correo convencional o "tortuga". El correo electrónico ha sido definido - más de una vez - como una "aplicación asesina", por el inefable Bill Gates103 y se ha convertido en un instrumento político, un elemento del marketing y como no, un recurso para ser utilizado como tácticas subvertoras en el uso cotidiano. El correo electrónico devolvió a la gente la costumbre de mantener correspondencia con viejos amigos o colegas profesionales. Además, se establecieron nuevas pautas de conversación y comunicación, como así también de desenvolvimiento. Tal es así que las comunicaciones tienden a entremezclarse: la vida real se confunde con la virtual o viceversa.

103

De ahora en adelante denominaremos al creador de Microsoft como "Vil" Gates. En el transcurso del trabajo, su valoración axiológica negativa se irá incrementando cada vez más.

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Según la consultora Yankee Group104 existen en alrededor de 263 millones de direcciones de correo electrónico en el mundo y cada usuario recibe diariamente un promedio de 30 mensajes. Lo que convierte al e-mail en un elemento crucial para la vida social y laboral de los internautas. Entonces, es necesario replantearse la utilización del mismo, en función de las aplicaciones. Una vez más, el pensamiento sobre la episteme llega luego del desarrollo tecnológico y no en su concepción. Es necesario además, entrever la posibilidad de utilizar el correo de modo desestabilizador. Una "manera de hacer" cotidiana, y consciente de su fuerza emancipadora, entiéndase bien, dentro de los límites que el escenario posibilita. Subvertora al orden dado, del cual hablaremos más adelante. La apropiación y la producción por parte del usuario En Argentina la cifra de los usuarios del correo electrónico van según IDC desde los 586.600 para fines de 1999 (en 1998 se contaron 330 mil), mientras que P&C arriesga una cifra "alta" de 920 mil personas, aunque tan sólo 512.000 podrían utilizar la Web. De todas maneras, no se trata más del 2,50 % de los 37 millones de argentinos. La buena predisposición a colaborar en emprendimientos y proyectos de este "nuevo mundo" al que acaban de acceder, muchas veces se vuelve en contra. La mejora en los programas de correo hace "perder menos tiempo" a los usuarios frente a las máquinas, pero cada vez reciben más información comercial inútil. La gente guarda los mensajes hasta el infinito pero sólo vuelve a ellos cuando son artículos de consulta o recursos técnicos. Los más acumulan, acumulan y acumulan, hasta que cambian de programa de correo, en donde van dejando parte de su vida retratada. La gente tiene sus ciclos, momentos en que participa, envía, recibe, difunde, organiza, borra, produce, reproduce y se reapropia. Las listas de correo plantean un problema: el límite de la socialización de la información y la vulnerabilidad de los sistemas socializantes por los gerentes del marketing. En un principio las 'mailing list" tenían la de los usuarios información pública pero eso fue cambiando, debido a que las empresas se "infiltraban" dentro de las discusiones para obtener direcciones electrónicas, y después bombardeaban a través de técnicas de marketing directo. Las apropiaciones tácticas tienden a darle cada vez más una mejor utilización al recurso, a eliminar la información basura lo antes posible y organizar lo recibido de la manera más "práctica". En definitiva "a perder menos tiempo". Esta tendencia a una mejor utilización, se fortalece cuando se profundiza el conocimiento sobre el recurso. Sin embargo, parece ser que los usuarios no tienen demasiado conocimiento con respecto al control de sus comunicaciones.

Control social en el correo electrónico. Muchas veces se ha catalogado la idea de control social como "teoría conspirativa". Sin embargo, la preocupación por las comunicaciones interpersonales de los gobiernos no es una 104

"The Yankee Group", http://www.yankeegroup.com/. Agosto de 1999.

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suposición. El proyecto Echelon, desarrollado por la National Security Agency del gobierno norteamericano planea hacer seguimientos 'ideológicos' de palabras claves que circulan en el correo electrónico. Mientras, informes internacionales apuntan a la encriptación como una forma de contrarrestar la intervención de las comunicaciones. Un informe del Cryptography and Liberty 1999

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, estudia, en la línea de los derechos humanos, los intentos de los gobiernos de

controlar las comunicaciones personales "junto a la velocidad, eficiencia y menor costo de la revolución digital, aparecieron nuevos ataques a la seguridad y privacidad en las comunicaciones e informaciones. Los mecanismos de seguridad tradicionales basados en el papel, los medios clásicos de comunicación, cartas y cajas cerradas, están siendo reemplazados por técnicas de seguridad informática. A través de la criptografía, la comunicación e información guardada y transmitida por computadoras pueden ser protegidas contra la intercepción en un grado muy alto (...) el correo electrónico y las transferencias electrónicas requieren seguridad de encriptación y autenticación, aspectos que sólo pueden ser provistos si el conocimiento criptográfico está desprovisto de regulaciones gubernamentales"106. La encriptación asegura la confidencialidad de los registros personales, como la información médica, información financiera personal y correo electrónico. En un ambiente de redes, está creciendo el riesgo de que la información sea robada o mal utilizada. Las regulaciones gubernamentales de las técnicas de encriptación que ayudan a proteger las libertades individuales pueden ser también contrarias al espíritu de las leyes internacionales y normas que reconocen a la privacidad como una parte fundamental de los derechos humanos. Según el Country Reports on Human Rights Practices de 1996, elaborado por GILC107, el Departamento de Estado de los Estados Unidos habría realizado intercepciones ilegales y habría controlado a través de puertas traseras (back doors) a gobiernos y grupos privados en más de 90 países. En algunos países como Honduras y Paraguay, el Estado compró las compañías de telecomunicaciones donde habían participantes activos, como una forma de reforzar los servicios de monitoreo de las asociaciones que apoyan los derechos humanos. En Europa se habla desde hace dos años del Enfopol que según Fronteras Electrónicas

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es un servicio

secreto de la Unión Europea para controlar las comunicaciones personales de todos los europeos. ENFOPOL exige una actuación rápida y sin barreras, y la posibilidad de monitorear las comunicaciones. Según denuncias de grupos "antiescuchas", el documento que da luz verde a la creación de ENFOPOL -ENFOPOL 112 10037/95- está firmado por todos los miembros de la Unión Europea. Una nueva pretendida ley británica dice que una persona podrá estar hasta dos años presa por rehusarse a entregar su clave de encriptación debido a lo propuesto por la 105

"Cryptography and Liberty 1999". An International Survey of Encryption Policy del Electronic Privacy Information Center (EPIC) Washington, DC, www.epic.org. 106 Ibídem. 107 "GILC and Encryption". Cryptography and Liberty 1999, An International Survey of Encryption Policy del Electronic Privacy Information Center Washington, DC, http://www.gilc.org. 108 "Informe sobre Enfopol", de Fronteras Electrónicas. http://altavoz.nodo50.org/enfopol

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Britain's Electronic Communications Bill de Inglaterra. En una encuesta de la CNN On Line 109, un 83% dijo que no estaban de acuerdo con una ley similar en EEUU, sobre un total de 2.337 votos, durante agosto de 1999. Pero el descubrimiento paranoico que se lleva los premios, fue el que ocurrió en la conferencia criptográfica "Advances in Cryptology, Crypto'99" de California cuando el investigador canadiense Andrew Fernandes, de la empresa de seguridad Cryptonym en Morrisville, hizo públicos los resultados de su investigación sobre las claves criptográficas de Microsoft. Fernández demostró que Windows 95/98/NT tendría una puerta trasera destinada a que la NSA pueda ingresar a millones de computadoras en todo el mundo (el 80% usa Windows). El viernes 3 de setiembre de 1999, Fernándes decidió dar al mundo su descubrimiento titulando al informe Microsoft, The NSA and you...110.

Y allí se armó la

revuelta. Por otro lado, la lista en inglés sobre seguridad denominada "Crack Talk Newsletter de Terry Blount" es un boletín semanal que se envía a unas 15.000 personas y contiene información sobre crackers, hackers y seguridad en general. Pero en los últimos meses el boletín de Terry comenzó a encontrar fallas en los mensajes que enviaba a American On Line. De alguna forma, los proveedores de AOL lograron bloquear algunos correos, ya que no llegaron a destino los envíos dirigidos a proveedores relacionados con AOL. A la proveedora de Internet más grande de los Estados Unidos le encanta buscar culpables y atrapar victimarios creadores de virus y otros ciberartilugios. Con el surgimiento del comercio electrónico, las compañías descubrieron el potencial del correo electrónico y convirtieron a los internautas en destinatarios de mensajes publicitarios sin previo aviso. El tan popular Spamming (mensajes recibidos no deseados) significa un 70% del total de los mensajes comerciales que recibimos, según eMarketer www.emarketer.com. Pero hay formas de contrarrestar estos ataques con la utilización de filtros de los programas de correo, como el Eudora o el Outlook de Microsoft que llevan incorporados o el software antispam que permiten contrarrestar los ataques, pero requieren de tiempo y predisposición. La mayoría de los usuarios sigue prefiriendo "el filtro de su dedo" para eliminar mensajes molestos. Pero, ¿cómo es posible contrarrestar todos estos ataques?. Entre los elementos a desarrollar se encuentran la privacidad táctica, el anonimato y el hacktivismo, una mezcla entre el hackeo y el activismo político. Como bien dice Foucault, la microfísica del poder crea también micropoderes y reacciones contra los poderes hegemónicos en las pequeñas fisuras. Y ante la imposibilidad de la creación de estrategias necesarias para una circulación sistemática de una concepción cibernética distinta, un sinfín de tácticas permitieron de alguna manera vulnerar estos controles. Una gran cantidad de tácticas en conjunto y a través del tiempo, gracias a una

109 110

"Use encription, go to jail?" CNN Edición Digital, http://www.cnn.com/POLL/results/175411.html . "Microsoft, the NSA, and You...", de Andrew Fernandes, http://www.cryptonym.com/hottopics/msft-nsa.html

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serie de organizaciones e instituciones, programadores de software y entidades no gubernamentales, permiten también crear microestrategias que logran formas de resistencia. Una gama amplia de organismos lucha por la privacidad, a través de los métodos legales y convencionales. Sin embargo, las tácticas poseen profundos inconvenientes de autogestión. Las condiciones concretas de existencia de los usuarios hace que muchas veces fuertes ideas desestabilizantes queden tragadas vorazmente por la red. Así sucedió con los mejores exponentes de la contracultura informática, deglutidos por las corporaciones. Pero a su vez, los micro espacios de contrapoder se regeneran y vuelven a producir nichos de discordia virtual de la mano del "hacktivismo".

La encriptación, una tecnología militar de uso cotidiano. El traspaso confidencial de información, utilizando la criptografía, un método considerado arma de guerra por EEUU, al nivel de las armas nucleares o biológicas, está hoy a disposición del público mundial. Esta es la mayor táctica subvertora a disposición. Es la posibilidad de enviar mensajes ilegibles que sólo pueden ser leídos por aquellos que cuentan con las claves específicas para hacerlo. Las leyes proteccionistas (ITAR) pusieron a la criptografía en el nivel de armas nucleares o biológicas y allí comenzó la lucha comercial. Según explica José Manuel Gómez & Bert-Jaap Koops, en KRIPTÓPOLIS

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durante la

historia moderna la criptografía ha sido exclusivamente desarrollada por los gobiernos. Sólo militares, diplomáticos y los servicios secretos podían - hasta hace muy poco - gozar de la privacidad en sus comunicaciones. En la Segunda Guerra Mundial el ejército estadounidense logró descifrar los mensajes de los submarinos enemigos a tierra permitiendo conocer sus posiciones específicas y poder atacarlos. En plena Guerra Fría (1952) Truman ideó la NSA, para asegurarse de que el material criptográfico no iba a estar al alcance de los enemigos de los Estados Unidos. Sin embargo, lo que parecía destinado al uso militar, gracias a la red y a la presión por el nacimiento del comercio electrónico, logró propagarse cuando en 1991 el programador Phil Zimmerman largó al mundo el sistema de encriptación PGP (Pretty Good Privacity). El PGP, por ser "material de guerra" no era exportable. Sin embargo, los abogados de Zimmerman encontraron la forma de sacar el código fuente del programa. Hoy se desarrolla en Noruega, puede bajarse de Internet e instalarse en cualquier máquina (http://www.pgpi.com), lo cual convierte a lo que hasta antaño era tecnología militar, en un arma de guerra de uso cotidiano. En la Argentina un grupo de matemáticos de la empresa Firmas Digitales (http://www.fd.com.ar) lograron desarrollar un software de criptografía infranqueable y hoy son líderes en el mercado argentino. Hugo Scolnik explica "al desarrollarse la tecnología digital, apareció una gran facilidad para cambiar el contenido de la información enviada, simulando

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ser la otra persona. Toda la cultura clásica de papel comenzó a transformarse. Es necesario identificar con quién se estaba hablando. De ahí la necesidad de la encriptación, la firma digital y los certificados digitales". Firmas Digitales exporta el software que en Argentina tiene a clientes como el Banco Central, el Hipotecario, el Sistema Interbanking (que nuclea a 45 bancos), la Caja de Valores (Bolsa de Comercio), Miniphone, el Banco Nación, entre otros. El desarrollo fuera de los Estados Unidos es seguido con atención por parte de las corporaciones. El año pasado Microsoft "seleccionó" a la empresa Firma Digital para desarrollar su software y para ello tuvieron que firmar un convenio aprobado por el gobierno norteamericano que circunscribía al uso de criptografía "fuerte" a instituciones bancarias y financieras, bajo la responsabilidad de Microsoft, pero quedaba inhabilitada la venta al público. El uso masivo de la criptografía es un arma real contra la pérdida del anonimato y la privacidad "pues más allá de que los actos cotidianos sean simples y uno no sienta la necesidad explícita de codificar sus mensajes, es un derecho a la privacidad de las personas que nadie lea una carta que no es suya, así como nadie puede abrir un sobre que viene cerrado", dice Scolnik. Al comunicarse entre sí las personas están jugando con una peligrosa arma de guerra que tiene la sencillez de un juego de niños: el simple traspaso de información.

¿Hacktivismo o hackers "éticos"? Las empresas se han encargado de aprovechar a los mejores hackers de su especie, sumándolos a las filas del mercado. Existe una guerra latente entre los bien pagados ex hackers, las oleadas de adolescentes que buscan "back doors", los que buscan formas de fortalecer la libre circulación de información y los que simplemente utilizan el hackeo para el beneficio personal. Actualmente, los hackers no son sólo tecnólogos intrépidos que ingresan a las redes cerradas del Pentágono, sino también niños curiosos que utilizan la plataforma de Internet para ingresar, modificar o "tomar prestada información" de decenas de sitios web y de cuentas de correo electrónico. Pero estas tácticas encontraron la forma de convertirse en armas efectivas para la confrontación virtual. Acusados de "piratas informáticos", los hackers tienen un profundo componente contracultural: son, tal vez, el resquicio más fuerte que desestabiliza a las grandes empresas transnacionales y que pone en jaque la seguridad de las redes, causando graves perjuicios económicos. Su mayor arma es la utilización de la velocidad: mientras más rápidos son, más difícil es identificarlos e inclusive seguir su accionar dentro de la red. Los mejores golpes de efecto para estos grupos han sido los "asaltos" a las ediciones electrónicas de los más importantes diarios del mundo, que debido a su masividad, se convierten en impactantes campañas de prensa. Ahora, los hackers se utilizan para la guerra. En 1999, la Guerra de los Balcanes, puso una vez más a los hackers estratégicos en acción. La resistencia serbia se organizó rápidamente 111

Kriptópolis http://www.kriptopolis.com, uno de los sitios más importantes sobre criptografía en español.

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cuando el Gobierno de Belgrado expulsó a decenas de periodistas occidentales. En abril de ese año más de 25 sitios serbios enviaron miles de mensajes a través de los Estados Unidos, difundiendo su voz en protesta por las bombas. Se convirtieron así en verdaderas armas de guerra que paralizaron en parte a los servidores norteamericanos. Luego, algunos hackers taponaron ordenadores del Pentágono y la OTAN. El 8 de abril, Mi2g (www.mi2g.com), una empresa londinense especializada en seguridad advirtió: "La verdadera amenaza de la ciberguerra emprendida por los hackers serbios es para la infraestructura económica de los países de la OTAN y no para su red de comando y control militar, mejor preparada para enfrentarla". Pero allí vino la respuesta: ordenados por el presidente estadounidense Bill Clinton, la CIA recurrió a la ciberguerra como una nueva forma de desestabilización del régimen de Slovodan Milosevic. El plan se llevó a cabo gracias a la colaboración de "piratas informáticos" y expertos de la CIA cuya misión era atacar las cuentas de Milosevic en bancos extranjeros. Un verdadero ejemplo de ilegalidad norteamericana. Según Claudio Katz "la aparición de los “hackers” es reveladora de la universalización de la informática, entre millones de usuarios. Esta democratización del uso de la nueva tecnología produce inagotables manifestaciones de innovación espontánea, motivada por la curiosidad, o el placer del descubrimiento"112. Los marginales salen beneficiados porque en la red hay instrucciones públicas al alcance de la mano. En sitios como www.2600.com o www.defcon.org, se encuentran una serie de trucos sobre "cómo hackear a su servidor amigo". Así puede hacerse en el conocido boletín Crack Talk de Terry Blount, traducido al español por José Ramos en members.xoom.com/miron_a,. La desestabilización de un sistema por medio de tácticas de "hackeo" puede bajar acciones, aparecer en los diarios con consignas contestatarias, o declarar una guerra virtual transfiriendo cuentas bancarias de un país a otro. La guerra virtual puede tomar reclutas desde cualquier parte del planeta y para cualquier bando e inclusive, a una misma persona para ambos bandos. El sistema de redes está en jaque. O en "hacke".

El resfrío cibernético. Como metáfora de los virus reales que afectan al estado de salud corporal, los virus informáticos afectan al estado de salud "informacional". Entre todas las metáforas del mundo cibernético, el "escritorio" de Windows o "la red" Internet, sin dudas uno de los más curiosos ha sido la metáfora del "virus informático". Según un estudio publicado por la International Computer Security Association, los virus informáticos se duplican cada año desde 1997, las infecciones con virus son cada vez más frecuentes y el e-mail se transformó en la principal vía de contagio. La peor amenaza para las empresas son los macro virus, como los populares Melissa y Class. Pero las empresas no se han visto obligadas a invertir grandes sumas de dinero para solucionar el problema. Esta tendencia es muy interesante. El peligro y la respuesta están

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cada vez más cercanos. Durante 1998 más de la mitad de los virus se transmitieron vía e-mail, mientras que el año anterior la misma vía no superaba el 35 por ciento. Durante el período 1998/99 se alcanzó un promedio de 88 de cada 1000 computadoras infectadas por mes, contra unas 32 por mes en el período 1997/98. Casi la mitad de las 300 compañías consultadas admitieron que sufrieron infecciones informáticas, con un promedio de 254 computadoras infectadas por un único virus. El resfrío cibernético, viene una y otra vez de la mano de estos pequeños microorganismos virtuales. Mientras menor sea el conocimiento de los recursos para la defensa, mejor será el ataque. El virus podría ser subvertor si es utilizado como una práctica que detenga la reproducción del sistema y que modifique la noción de la técnica moderna, si interfiere allí donde hay control. En su albor, en su concepción, en su nacimiento y su pensamiento es contracultural, aún asumiendo que los mayores perjudicados son los sectores más desprotegidos. La miniguerra informática trajo, también por analogía, troyanos de batalla. Un archivo aparentemente inocente, que puede disfrazarse de un juego u otro tipo de programa y que lleva otro programita "inserto" y que permite el ingreso a una computadora sin que el dueño advierta su presencia. El Back Orifice (2.000) es el troyano más conocido y fue liberado en el CULT OF THE DEAD COW (cDc) o el Culto de la Vaca Muerta en el Defcon VII en Las Vegas dando a conocer el código fuente bajo licencia pública GNU. Por lo tanto se esperan nuevas versiones del programa que volverán paranoicos a las empresas que desarrollan antivirus. Los Estados Unidos prohibieron la exportación del BO2K debido a que posee una poderosa encriptación para garantizar una segura administración de red, lo cual se considera un elemento de seguridad nacional por el gran país del norte. Los gusanos son pequeños programas, que se propagan -generalmente- a través del correo electrónico. Su velocidad de reproducción es su mayor arma, ya que obstaculizan los procesos normales de funcionamiento de los sistemas. Este es uno de los ejemplos más concretos sobre lo que intentamos demostrar. Las grandes corporaciones no dejarán que se utilicen programas que puedan desestabilizar lo dado. El caso del gusano Melissa es paradigmático tanto por su funcionamiento, como por su efecto mediático. El virus se distribuyó rápidamente a través del correo electrónico. ¿Cuál era el gancho?, un archivo de Word llegó a la casilla de varios usuarios y desplegó una lista de páginas pornográficas el 26 de Marzo de 1999 y en una semana miles de usuarios de Internet fueron contagiados. El arma era inofensiva en cuanto a la posibilidad de perder información y sumamente poderosa a la hora de inhabilitar los sistemas informáticos. Una red de relaciones siempre tensas, había dicho Foucault. Fue el virus más propagado en la historia de la informática, el menos ofensivo y el que más rápidamente controlado. David L. Smith, de 30 años, fue rastreado, cercado y atrapado en apenas una semana en la casa de su hermano, en la localidad de Eatontown, por miembros de la Unidad de 112 112

KATZ, Claudio. "El Carácter de las Nuevas Tecnologías de la Información". Pág. 8.

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Crímenes Tecnológicos de la Policía Estatal y agentes del FBI. En el rastreo colaboraron Network Associates y el principal proveedor de acceso a Internet de los Estados Unidos, America Online (AOL). Melissa trata de inutilizar la red con su fenomenal cadena automática de mensajes saturando los servidores. Cientos de empresas se dedican profesionalmente a saturar de mensajes comerciales no solicitados a los usuarios de Internet, con el popular "spamming". La diferencia es que éstos lo hacen por dinero, y en el espíritu del creador de Melissa no parece haber más que la intención de un bromista. Como sea, no está claro siquiera si Melissa es tan temible como para justificar el despliegue de medios y fuerzas policiales que convocó. Aunque el FBI aseguró que varias empresas de primera línea resultaron afectadas, la propia AOL reconoció que sus servicios no sufrieron problemas a causa del virus. Se trató, sin más, de una campaña de prensa. Lo que sucede en la vida "real" en materia de salud se repite en el ciberespacio con frecuencia. El lunes de 26 de abril de 1999, el virus denominado "CIH/Chernobyl", en el día en que se cumplía el decimotercer aniversario del desastre de la central nuclear ucraniana en 1986, borró miles de computadoras. Según un informe de Reuter, no hubo destrozos en Estados Unidos, aunque atacó con fuerza en el sudeste asiático en Corea del Sur. Reuter hablaba del hecho como si se tratara de un tornado. El impacto fue mucho menor en Europa. Según el Gobierno de Corea del Sur el virus paralizó unas 240.000 computadoras. Es decir al 3 % de sus 8 millones de PCs. En Egipto, ese día el virus obligó a cerrar siete de los 11 cybercafés. La empresa de seguridad Data Fellows contabilizó un millar de máquinas abatidas en varios países: 245 en Singapur, unas 200 en la India, otras tantas en Malta, 100 en el Reino Unido, 85 en Hong Kong, 53 en Turquía y varias decenas en Rusia. Como si esto fuera poco, a la versión activada el lunes, programada para ponerse en marcha cada 26 de abril, se le agregaron otras versiones que se desencadenan el 26 de cada mes y otra el 26 de junio. Se estima que en Argentina atacó a una de cada diez máquinas y que el costo promedio de arreglo fue de u$s 100. Por si fuera poco apareció hace poco el VBS/BubbleBoy un nuevo gusano que sólo ataca a los programas de correo de Microsoft, pero tiene la particularidad de que ni siquiera necesita que el usuario abra algún archivo adjunto: basta con desplegar en pantalla un simple mensaje de e-mail para resultar afectado. Otro ejemplo de la utilización de lo "no propio", como propio.

Una nueva forma de lucha virtual La guerra de la información no ha suplantado a la guerra "real" que es la que sigue desarrollando a la industria militar. La inversión en investigación militar transgredió la idea de la racionalización de la fuerza en función de la producción y hoy todo parece - insisto parece desarrollarse en el mundo comercial. La ampliación de nuevos mercados, el asegurarse las formas de producción, el control tecnológico por parte de los ejércitos y su posterior utilización

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comercial, fueron tal vez las causas de estas aparentes irracionalidades de los Estados. Pero a la vez, el ciberespacio desarrolló sus propias estrategias de guerra y comenzó a practicarlas en maniobras "reales". En un artículo de Mercè Molist, de El País "La vulnerabilidad de las telecomunicaciones propicia que fluya el dinero contra el ciberterrorismo" explica la utilización de los cibersoldados cuando a principios de 1999 el otro Vil (Clinton), anuncio la petición al Congreso de una partida de 1.400 millones de dólares para prevenir atentados terroristas por Internet. Clinton planteó el problema de esta manera "Estamos viendo la primera ola de ciberataques deliberados: hackers que entran en ordenadores del Gobierno y las empresas, que roban y destrozan información, se meten en cuentas bancarias, manipulan tarjetas de crédito, extorsionan amenazando con virus". La excusa es errónea. Los enemigos delimitados no son realmente los que dicen ser. Ya lo hizo el gobierno estadounidense con la pretendida ley Comunication Decent Act (CDA), cuando adujo que el verdadero problema de Internet era la pornografía infantil, a pesar de que esta llega a niveles ínfimos en comparación con los problemas que tuvo el gobierno inglés para "sacar de Internet" la lista de 100 espías británicos, lista publicadas durante dos horas en los servidores de GeoCities. En 1976 Andy Marshall, un alto funcionario del Pentágono, dio a luz la palabra "infoguerra" y la idea de "lanzar bytes como se lanzan balas". Teóricos como Alvin Toffler, alertaron a principios de los 90 sobre la posibilidad de vivir especies de Pearl Harbour electrónicos en la ciberguerra. Hoy, no es difícil imaginarse a una horda de hackers desaforados disparando virus entre computadoras del ciberespacio. En todo caso, se trata de hackers estratégicos y no tácticos. Habría que preguntarse sobre el valor real de esta infoguerra, mientras las inversiones en tecnología militar son las que sostienen la guerra real. El fundador del estadounidense Center for Infrastructural Warfare Studies (Ciwars), William Church, considera en la publicación electrónica Tech Web que las principales acciones ciberbélicas vienen de los EE UU, con la CIA entrando sin permiso en las cuentas bancarias de rebeldes árabes o la NSA espiando a través de redes como Echelon. ¿Paranoia ciberóptica?. Según el artículo de El País, "el fundador de Ciwars considera que los grupos terroristas están aún aprendiendo como funciona el nuevo medio y dudan de la eficacia de una bomba lógica frente a una bomba de amonal. Sobre los hackers, Church señala: 'Creemos que debe haber, en todo el mundo, unos 1.000 hackers/crackers profesionalizados, pero están más motivados por el dinero que por la política'. La verdadera ciberguerra es la comercial. Church explica "hay casos documentados en Australia y Latinoamérica de profesionales que tumban a proveedores de acceso con ataques de denegación de servicio para sacarlos del negocio". A finales del 98, en declaraciones conjuntas, varios grupos de hackers negaron querer ser paramilitares informáticos que justifiquen los fondos asignados a la infoguerra. ¿Infoguerra?. Sin embargo, todos desconfían de todos. José Ramos, el editor del Ramos Bulletin explica su escepticismo en cuanto a la supuesta guerra. Consultado sobre las leyes autoritarias

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respecto del uso de la encriptación, contesta "no creo que les moleste del todo, si en el fondo tienen las herramientas para evadirla ... es mucho más sencillo para ellos, si tienen esa herramienta, hacerte creer que estás seguro, cuando en realidad están minimizando tu ingenio porque crees que ya "la hiciste", es decir que los venciste. Es una vieja técnica del "Arte de la Guerra" ¿has leído al Sun Tzu?".

Utilización concreta de las posibilidades tecnológicas Para lograr la reconversión de las tácticas subvertoras en estrategias diferentes es necesario que la reapropiación de los lenguajes y los soportes por parte de los usuarios sea consciente y cotidiana. Y esta es una propuesta política, aunque no necesariamente tendrá que recorrer los caminos habituales de la misma. Hay que entender una triste coyuntura: las posibilidades de superación y de contracontrol están siempre condicionadas por sectores externos y personas con diferentes recursos y posibilidades tecnológicas. Es por eso que la apropiación de los lenguajes debe darse en un accionar cotidiano, desligado de intereses ocultos y más allá de cualquier condición material. Los "hackers estratégicos" son aquellos actores sociales - no a personas físicas concretas - que son utilizados por las empresas y/o gobiernos para desarrollar acciones que tienden a mantener la estabilización de los sectores dominantes, mediante técnicas de control social. Ejemplos hay varios, pero sin duda los "hackers éticos" de IBM ocupándose de la seguridad de los usuarios incipientes a mediados de los años 80, se llevan el primer puesto. Sin embargo, nos interesan los hackers tácticos. Aquellos que aprovechan las oportunidades "al vuelo", que están a la espera de lo que sucede, se adueñan del tiempo, se desligan del centro y del espacio y se organizan por afuera de lo convencional, pero a través de la misma red. Por eso, una diferenciación teórica es necesaria a la hora de hablar de actores sociales y no de personas físicas. La actividad subvertora de muchas personas consultadas en este trabajo, se desarrolla en condiciones concretas de existencia desparejas, desiguales y hasta injustas. Mientras hackean sitios web o utilizan a la privacidad cotidianamente, enseñan técnicas de encriptación o crackean programas multinacionales, deben seguir pagando el teléfono y el proveedor de acceso a Internet, deben trabajar durante el día en algún estudio contable o, en el mejor de los casos, desarrollando sitios web copiando ilegalmente programas que utilizan para poder competir en el mercado. La otra opción, la más difícil, es utilizar los servicios y softs de uso gratuito como el poderoso sueño realizado de Linux, el sistema operativo de libre distribución creado por miles de programadores en cientos de lugares del mundo, o en menor medida, los "think diferent" de las Macintosh, un poco más de lo mismo. No existen personas tácticas subvertoras a sueldo lo cual sería casi una contradicción. Los sabotajes a las redes y a las páginas de Internet de partidos políticos son una acción

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perpetrada por verdaderos piratas a sueldo, posiblemente viejos tácticos que se cansaron de esperar el tren de la subversión, como pasa en otros sectores. No hay aquí ningún tipo de acción contracultural, sino más bien todo lo contrario. El soporte virtual se hizo trascendente y logró que la computación llevara a los políticos a una guerra virtual que no entienden. En las últimas elecciones del siglo en la República Argentina, la intercepción de los correos electrónicos y los costosos escudos de seguridad son parte de la ciberguerra de un puñado de mercenarios electrónicos pagados. A los políticos les encanta hablar de sabotajes electrónicos como una excusa para pedir más presupuesto. Por eso hablamos de actores, no de personas físicas, ya que es probable que aquellos que utilizan horas enteras de su vida para la "acción política mercenaria virtual", luego utilicen esos saberes como formas de resistencia, o como métodos de divulgación de información sobre cómo vulnerar los sistemas. Contradictorio, sin duda, pero una gran cantidad de los ataques cibernéticos a las corporaciones provienen desde el interior de las mismas.

La dictadura del tecnologizado. Las nociones tácticas provenientes del mundo de los "tecnologizados" son apropiaciones cotidianas de los usuarios del ciberespacio que intentan comprender, para así poder sacarles el jugo una y otra vez. Una privacidad completa de los "tecnologizados", que utilizan cotidianamente Internet y el correo electrónico crearía grandes problemas a los gobiernos y sobre todo a las empresas de marketing. Para ser más específico, si bien la tendencia de la información es la socialización y la puesta en común de un saber, de muchos saberes, la pérdida del conocimiento sobre los actos personales y privados de los usuarios es un verdadero problema para las grandes corporaciones. Si se pudiera implementar técnicas de encriptación y anonimato constantes, sumado a un manejo distinto de la velocidad, aún en las comunicaciones personales sin sentido, las empresas estarían en serios inconvenientes. Los gerentes del marketing se verían en un aprieto: ¿cómo conseguir la información de los posibles compradores? ¿cómo planificar?. Los sistemas de correo gratuito no tendrían ningún sentido si a través de ellos se enviaran o recibieran mensajes encriptados y se pudieran utilizar filtros en contra de los famosos spams o correos indeseados. Carecerían de valor único. De público cautivo. Pero, ¿dejarían de existir? ¿sería contraproducente?. Por otro lado, la mayoría de los usuarios reciben un 70 % de mensajes basura y no tardan más de un par de minutos en desprenderse de ellos. ¿Es el spam efectivo?. La combinación de rapidez y anonimato son armas prácticamente infalibles. Los hackers tácticos (hacktivistas), son verdaderos elementos de activismo social virtual, y podrían llevar la bandera de los tecnologizados a través de Internet, en una lucha de guerra de guerrillas virtuales. Vil Gates tiene las armas estratégicas para desarrollar el futuro, pero no puede saber cómo se apropiarán los usuarios de sus inventos.

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Desestabilizaciones y el poder de la resistencia. La forma de resolver esta cuestión es trazar el delgado hilo que existe entre la concepción de la tecnología y sus contradicciones inherentes. Desde el nacimiento del reloj, el desarrollo tecnológico ha sido - en mayor medida - la lucha por la aceleración de los procesos de producción en función de la acumulación de capital. Podríamos afirmar que un elemento diferencial ha sido siempre la cuestión de la velocidad. El problema de la riqueza, en esos términos, ha sido un problema de velocidad. Sin embargo, no deja de ser factible y realizable pensar que la aceleración en los procesos de producción que se acerca a niveles nunca antes vistos, puede provocar cierta inestabilidades, que las grandes corporaciones están tratando de dominar. Hay en la velocidad fuerzas emancipadoras, a pesar de que este nuevo soporte tecnológico permite invasiones jamás pensadas a la privacidad e intimidad de las personas. Foucault plantea que allí donde hay poder hay resistencia; ésta se produce y se reproduce en pequeños microespacios en donde se reproduce el poder, esto es la microfísica. No hubo en la historia una mayor interacción de microespacios y microfísicas que los del ciberespacio. Si bien, desde su albor, la tecnología se convierte rápidamente en el soporte material de un sistema de vida - capitalista - tendiente a una sociedad cibernética, esta plantea contradicciones. Para fortalecerlas deben ser aprovechadas por planes políticos y no discursivos. ¿Cómo lograr otra concepción del desarrollo y la aplicación de la misma?. Uno de los caminos podría ser la utilización de tácticas subvertoras.

La velocidad, el gran accidente y la utilización positiva del caos. La historia del virus Chernobil/CIH y el virus macro Melissa, desarrollado anteriormente, demuestran las anticipaciones del gran choque del que habla Paul Virilio. El accidente, dice Virilio "es un milagro al revés, un milagro laico, un revelador. Inventar el barco es inventar el naufragio; inventar el avión es inventar el accidente aéreo; inventar la electricidad es inventar la electrocución... Cada tecnología lleva consigo su propia negatividad que aparece al mismo tiempo que el progreso técnico"113. Agrega "la revolución de las transmisiones, provocan los accidentes inmateriales, infinitamente menos apreciables, a excepción del desempleo (...) pero la dimensión del accidente ha cambiado, y nos encontramos ante un accidente inaudito. Nosotros hemos creado a través de la interactividad las redes y la globalización, que provoca la revolución de las transmisiones, la posibilidad de un accidente no ya particular, sino general. Un accidente que tendría lugar por doquier a la vez"114 Habrá que encontrar la forma de prever lo imprevisible, la imposibilidad de anteceder el accidente.

113 114

VIRILIO, Paul. "Cibermundo, la política de lo peor", pág. 88. Ibídem, pág. 89.

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Conclusión Nos invade un nuevo escenario que pretendemos entender y aprender. Somos conscientes de que la teorización de todo lo aquí desarrollado no es más que un juego retórico que requerirá de otros tipos de análisis y pero sobre todo de prácticas para lograr desarrollar la privacidad como una táctica subvertora en el uso del correo electrónico. Con respecto al problemas de las contradicciones de la sociedad cibernética encontramos al menos tres: El problema de la velocidad. Si el sistema plantea mayor velocidad y mayor aceleración en la producción también hay mayor velocidad en las apropiaciones y en los destinos impensados, en la imposibilidad de evaluar las conductas, la saturación de los sistemas y los posibles "choques". La velocidad de propagación de virus y gusanos a través de las redes y la inutilización de servidores de Internet por la saturación de mensajes podrían ser una muestra. El problema de la privacidad. Mientras la red permite un sinnúmero de estrategias tendientes a la conformación de verdaderos espacios de control social a través de la violación de la privacidad de las personas, existen tácticas que permiten contrarrestar estas estrategias, armas de guerra de uso cotidiano, posibles de ser utilizadas. El desarrollo del comercio electrónico necesitará una mayor y mejor utilización de sistemas de encriptación y firma digital. Esto podría fortalecer la difusión y el conocimiento sobre la encriptación y la privacidad como un elemento subvertor, en tanto y en cuanto este sea tomado como tal. La socialización de la información. El nuevo formato plantea, por un lado, mayor socialización de la información, y mejores posibilidades de utilizar el software desarrollado por las corporaciones de manera gratuita o no comercial. Por otro lado, las corporaciones cuentan cada vez más con los instrumentos económicos, legales y políticos para lograr que esto no ocurra". En segundo lugar, en cuanto a la posibilidad de utilizar las tácticas subvertoras contra las estrategias de control social, nos remitimos al informe del Cryptography and Liberty 1999 115

, sobre los intentos de los gobiernos y sobre todo el norteamericano, de controlar las

comunicaciones personales principalmente a través del correo electrónico. Recordemos que el estudio explica la importancia de la criptografía "Los medios clásicos de comunicación están siendo reemplazados por técnicas de seguridad informática. Las aplicaciones de comunicación como el correo electrónico y las transferencias electrónicas requieren seguridad de encriptación y autenticación "

116

La encriptación permite grados más altos de privacidad que

los métodos tradicionales de comunicaciones, es la posibilidad de usar una técnica comparada a las de armas nucleares y biológicas a disposición del público sin costo, como es el caso de PGP. En cuanto a la posibilidad de utilizar lo "no propio" como "propio", es decir la velocidad como un aspecto desestabilizador, José Ramos define: "hasta ahora ningún sistema 115

"Cryptography and Liberty 1999". An International Survey of Encryption Policy del Electronic Privacy Information Center (EPIC) Washington, DC www.epic.org

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electrónico va a ser seguro mientras el usuario se confíe en que la máquina haga todo por él. (...) si conoces a una persona con quién deseas entablar una conversación que contiene cierta información confidencial, entre tú y esa persona hay lazos comunes que nadie más podría conocer. Basándose en ese conocimiento común y en su casi imposible invasión, es posible que puedas crear alrededor de ella una propia e indescifrable clave para confiarse lugares de discusión, lugares de intercambio, entrevistas, etc. Permanecer en movimiento es lo más efectivo ..." Pero hay otro caso. El encriptólogo Andrew Fernandes dice haber encontrado una llave que permitiría el acceso de la NSA a cualquier computadora conectada a Internet que posea el sistema Windows 95/98/NT para ver, borrar, cambiar y sacar información. La increíble denuncia parece haber pasado desapercibida, pero la "cura" frente a la pérdida de la privacidad viene estrechamente ligada al descubrimiento del "back door". Junto a la publicación de los resultados de su investigación, Fernandes elaboró un programa para Windows NT y Windows 2000 que elimina la clave NSA y la reemplaza por una clave de prueba117. Esto, por primera vez desde que se creó Windows abre las puertas a la posible modificación del sistema operativo para la inclusión de criptografía fuerte, sin pedirle permiso a Microsoft. No sería extraño pensar que si se fusionase un gusano como Melissa, junto a un programa que cambie la clave de la NSA, haría colapsar al sistema mundial de computadoras en pocas horas. "Infectando" computadoras "atacadas" por criptografía fuerte se harían incontrolables para quienes plantearon el asunto de manera panóptica. ¿Qué es esto sino la utilización de lo "no propio" como "propio"?. Con respecto a la posibilidad de superación de un panoptismo totalizante, por un lado, en las apropiaciones de los usuarios hay una mejor utilización y un mayor aprendizaje del email a medida que pasa el tiempo. Por otro, los ataques del Virus CIH/Chernobyl y los gusanos de Melissa, fueron mayores en los sectores menos tecnológicamente educados. Mientras tanto, nos seguimos preguntando si realmente alcanza una utilización subvertora como la planteada, para lograr elementos verdaderamente transgresores, emancipadores, democráticos y socializantes. Para contestar el problema concreto de si puede el correo electrónico ser utilizado como una táctica subvertora, creemos que para serlo ésta deberá venir acompañada de un mayor conocimiento por parte de los usuarios, de una mejor legislación y planes políticos que tiendan a lograr una mejor protección de los consumidores/¿dominados?. Michel De Certeau agrega "entendemos al "propio" como una victoria del espacio sobre el tiempo. Por el contrario, debido a su no-lugar, la táctica depende del tiempo, está siempre expectante a "atrapar al vuelo" las oportunidades de beneficio. Lo que gana, no lo mantiene. Debe constantemente jugar con los acontecimientos para producir "ocasiones". Sin cesar, el débil debe sacar partido de fuerzas que le son extrañas" 116

118

. He aquí la posibilidad inmejorable para la utilización de

Ibídem. El código fuente sólo está disponible bajo previo acuerdo de no revelación con Cryptonym en http://www.cryptonym.com/hottopics/msft-nsa/ReplaceNsaKey.zip 118 DE CERTEAU, Michel. Op. Cit, pág. 8. 117

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tácticas subvertoras. Si los acontecimientos se suceden con mayor velocidad, la posibilidad de utilizar tácticas "al vuelo" son cada vez mayores. Habrá que preguntarse si la misma destitución del espacio real en función del tiempo real producida por las grandes corporaciones y la aceleración en los procesos de producción, no hace que "el propio" se convierta en una victoria del tiempo sobre el espacio, es decir la victoria del "no lugar" sobre el lugar, la conformación de un campo donde las tácticas tengan ventajas sobre las estrategias, gracias al desarrollo de la tecnología y la aceleración de sus procesos. Las leyes del capitalismo no son principios eternos. Está en el accionar cotidiano y en la lucha democrática, la posibilidad de encontrar las tácticas concretas de subversión. Debemos saber - dice Virilio - que "las nuevas tecnologías de conocimiento sólo promoverían la democracia si, y solamente si, nos oponemos desde el principio a la caricatura de la sociedad global que es tramada para nosotros desde las grandes empresas multinacionales lanzándose a sí mismas, en una marcha peligrosa, a las autopistas de la información"119. Es necesario repensar la técnica de una manera diferente a la luz de los avances tecnológicos, potenciar y reforzar sus contradicciones para llevarlas a lugares trascendentes. La difusión de la tecnología en la sociedad y concretamente del uso del correo electrónico debería ser acompañado de otra manera por los Estados y las corporaciones. Es poco probable que esto suceda inocentemente. No hay mejor lugar, ni soporte, que este, para la reapropiación del tiempo real desarrollado estratégicamente en función una nueva apropiación de los espacio reales. La velocidad es un panóptico sutil. Las sociedades de control funcionan - como explica Deleuze - sobre lo sutil, y sobre la posibilidad de controlar las acciones más allá de los espacios y los cuerpos. La fibra óptica funciona sobre los sujetos con las mismas características que un sistema panóptico, pero no se puede predecir un choque global que está latente, pero no puede anticiparse. Sin embargo, todo aún está por verse.

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Los autores

Pablo Baumann es estudiante avanzado de la carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Es Investigador del área de Estudios Urbanos del Instituto de Investigaciones Gino Germani FCS-UBA. Se especializa en comunidades virtuales. Es además realizador y productor de documentales en video. Mariano Blejman es Licenciado en Comunicación Social. Publica habitualmente en el diario Página/12 de Buenos Aires. Es Editor On-Line del sitio web Comunicacion.org.ar, Editor21.com, y dirige Adrenalina Co., dedicada al diseño de sitios web. En 1997 ganó el concurso "El Periodismo que viene" por TN representando a la Universidad Nacional de Cuyo y realizó la Beca en Producción Periodística de TN/Canal 13 en 1998. Hasta entonces trabajaba en el Diario UNO de Mendoza y realizando sitios web. En 1999 se recibió en Mendoza de Comunicador Social. Realizó su tesis sobre Internet, privacidad y nuevas formas de control social en el correo electrónico, con la dirección de Estela Zalba de Aguirre por la Universidad Nacional de Cuyo y la co-dirección de Susana Finquelievich. Ezequiel Fejler es editor de Dynamo, el portal de FiberTel. Anteriormente se desempeñó primero como crítico de cine para el sitio de CableVisión y luego como editor de la misma página. Publicó notas sobre Internet en Futuro, suplemento semanal de ciencia del diario Página 12, y en El Laberinto, publicación del Centro Cultural Borges. Se recibió en 1999 de Licenciado en Ciencias de la Comunicación, en la UBA, y realizó su tesis final sobre comunidades virtuales de Internet en Argentina, con la dirección de Susana Finquelievich. Susana Finquelievich es Arquitecta (Universidad Nacional de Rosario). Luego de un posgrado en Planeamiento Urbano y Regional en la Universidad Politécnica de Szceszcin, Polonia, terminó una Maestría en el Institut d´Urbanisme de l´Académie de Paris, Université Paris VIII, y se doctoró en Sociología Urbana en la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, con la dirección de Manuel Castells. Fue becada por la Universidad de Lund, Suecia, por el gobierno de Canadá y por la Fundación Fulbright. En Buenos Aires, es miembro del Consejo Nacional de investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), e Investigadora Titular del Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Es docente en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata y participa en el Programa Aldea XXI de la Universidad Nacional de Quilmes. Ha publicado tres libros: ―Nuevas tecnologías en la ciudad. Información y comunicación en la cotidianeidad‖, con Jorge Karol y Alicia Vidal: ―¿Ciberciudades? Informática y gestión local‖, con Jorge Karol y Graciela Kisilevsky, y ―La ciudad y sus TICs‖, con Ester Schiavo, además de un centenar de artículos en diversas revistas, argentinas y extranjeras. Hilda Herzer es Socióloga. Realizó sus estudios en la Universidad de Buenos Aires y en New York University. Es Profesora titular de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, e investigadora y coordinadora del área de Estudios Urbanos del Instituto Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Es autora de diversos artículos y libros relevantes sobre temas urbanos y ambientales, y en particular sobre gobiernos locales y gestión urbana. Alejandra Jara es estudiante avanzada de la carrera de Sociología de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). Participa en proyectos de investigación del Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, en las áreas vinculadas con de las tecnologías de la sociedad de la información (TSI), innovación tecnológica y sociedad, y estudios de género.

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Graciela Kisilevsky es argentina, porteña y Socióloga. Participa en proyectos de investigación referidos al uso de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y a su implementación de en la gestión de los gobiernos locales en el Instituto de Investigaciones Gino Germani. Es coautora del libro ―¿Ciberciudades? Informática y gestión local‖, con Susana Finquelievich y Jorge Karol, así como de numerosos artículos. En 1999, con una beca del Woodrow Wilson International Center, Smithsonian Foundation, USA, realizo un estudio de caso en la ciudad de Austin, Texas, sobre el "Uso de tecnología informática y gobierno local ". Rainer Randolph nació en la entonces Alemania Occidental y estudió entre 1963 y 1973 en las universidades de Göttingen y Munich física, administración y economía. Trabajó como consultor en la IBM e investigador y programador en el Instituto de Pediatría de la Universidad de Munich. Realizó el Doctorado en Ciencias Sociales entre 1973 y 1978 en la Universidad de Erlangen-Nuremberg, con una tesis sobre indicadores sociales. Hasta 1979 fue profesor e investigador en las áreas de desarrollo tecnológico, planeamiento e indicadores. Desde 1980 es Profesor del Instituto de Pesquisa e Planejamento Urbano e Regional (IPPUR) de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) dando clases, realizando investigaciones y actividades de extensión sobre Estado y planeamiento, dialéctica y espacio, tecnologías de información y comunicación, redes y transformaciones urbanas. Fue Director del IPPUR y de la Asociación Nacional de Postgrado e Investigación en Planeamiento Urbano y Regional (ANPUR) Scott S. Robinson es Ph.D. en Antropología Social de Cornell University y Profesor en el Depto. de Antropología, Universidad Metropolitana, Unidad Iztapalapa, México, DF. Sus temas de investigación son: shamanismo, movimientos sociales indígenas; psiquiatría transcultural relocalizaciones involuntarias de poblaciones por motivo de presas hidroeléctricas; aplicación de las tecnologías digitales a los movimientos campesinos; creación de telecentros y evaluación de su impacto. Es además realizador y productor de documentales en cine y video. Ester Schiavo es Arquitecta especializada en Urbanismo. Trabaja sobre redes técnicas urbanas, TICs y sociedad, es Profesora Asociada y Directora del Programa Prioritario de Investigación ALDEA XXI en la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina. Ha realizado numerosas publicaciones nacionales e internacionales sobre el tema, entre ellas ―La ciudad y sus TICs‖, con Susana Finquelievich,, con quien codirige la Sección temática ―La ciudad enredada‖ en el periódico universitario Argirópolis http://www.Argirópolis.com.ar Artur Serra es doctor en Antropología Cultural (Universidad de Barcelona, 1992). Su tesis consistió en un trabajo de campo en Carnegie Mellon University entre 1990-1993, donde analizó los proyectos de investigación y la metodología de trabajo de los grupos de investigación de la School of Computer Science realizados para DARPA. En la actualidad coordina el Centro de Aplicaciones de Internet de la Universidad Politécnica de Catalunya, donde dirige el área de investigación en Ciudades Digitales. (http://www.canet.upc.es) Prepara un programa interdisciplinario de doctorado en Ingeniería de la Sociedad de la Información, para la Facultad de Informática de dicha universidad. Mas información: http://www.ac.upc.es/homes/artur

Douglas Schuler es ingeniero en Software. Ha estado trabajando sobre los impactos y usos sociales de la informática durante los últimos veinte años. Profesor Titular de la Cátedra Profesionales en Informática por la Responsabilidad Social, en Seattle, y miembro fundador de la Seattle Community Network, Red Comunitaria de Seattle, USA). Ha escrito y publicado varios libros, entre ellos su ya clásico ―New Community Networks. Wired for Change‖ y numerosos artículos, incluyendo un artículo en ―Communications of the ACM‖, que Steve Cisler, otro conocido ensayista sobre el tema, ha llamado ―el artículo definitivo sobre redes comunitarias‖. Dirige además la red electrónica ―The Network‖, que agrupa a investigadores internacionales que trabajan sobre redes electrónicas comunitarias.

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Raúl Trejo Delarbre es Doctor en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM de México, Maestro en Estudios Latinoamericanos y Licenciado en Periodismo por la misma Facultad. Es Investigador titular en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Columnista político en La Crónica de Hoy y Director del semanario etcétera., en México DF. En la UNAM, ha sido profesor en las facultades de Ciencias Políticas y Sociales y de Economía. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, SNI. Es autor de diez libros: La prensa marginal, Este puño sí se ve. Insurgencia y movimiento obrero en México, Las agencias de información en México, Crónica del sindicalismo mexicano, Ver, pero también leer, Los Mil Días de Carlos Salinas, La sociedad ausente, Chiapas: la comunicación enmascarada, La nueva alfombra mágica. Usos y mitos de Internet y Volver a los medios. De la crítica, a la ética y coautor de Los sindicatos mexicanos ante el Tratado de Libre Comercio. Es coordinador de diez libros colectivos (entre ellos Televisa, el Quinto Poder y Las Redes de Televisa). Es coautor, con textos suyos, en otros cincuenta y siete libros colectivos, además de contribuciones en cuadernos y folletos. En 1990 recibió la Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos, en el área de Investigación en Ciencias Sociales. En 1994 recibió el Premio Nacional de Periodismo, en la rama de Artículo de Fondo. En 1996 la Fundación Fundesco, de Madrid, le otorgó el Premio Fundesco de Ensayo. Raquel Turrubiates Calcáneo es mexicana. Licenciada en periodismo, ha trabajado en postproducción en televisión y en imagen política. Escribió para el periódico El Mundo, de Poza Rica, Veracruz, México, y publica en la Gaceta Científica, Tecnológica y Cultural "Notibabiz" del Instituto Politécnico Nacional. Actualmente vive en Buenos Aires y trabaja como investigadora en el área de Estudios Urbanos, en el Instituto de investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

i

Un fenómeno creciente en muchas sociedades es el del surgimiento de lo que se denominan Freenets, Civic Networks y PANs (Public Acces Networks), redes que tienen en común el objetivo de facilitar el acceso y la formación de la sociedad civil a la naciente sociedad de la información. Según Artur Serra (1996), estas redes ―podrían considerarse como la escuela de la era digital‖. Las características de estas Free-nets son las siguientes: Son gratis para el usuario; están primordialmente dedicadas al desarrollo de recursos de información local; y están dedicadas a abrir la era de la información al mayor espectro posible de personas. Puestas en funcionamiento, constituyen verdaderas ―plazas públicas‖, con acceso abierto, que ofrecen una serie de servicios básicos de Internet, como el correo electrónico, las news y el gopher. Argentina todavía está lejos de contar con este tipo de redes, pero éste debería ser un horizonte sobre el que trabajar activamente.

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