Cómo dinamizar la biblioteca escolar

*Artículo publicado en la Revista Fadamorgana de Literatura Infantil y Juvenil. Nº12 . Año 2008.

La biblioteca escolar requiere de un alma y de un espacio. Pero también respira libros y necesita lectores. Refleja el pulso de un centro, el grado de compromiso personal con la lectura, la unión de los maestros y profesores de todas las áreas, la búsqueda de nuevos métodos de enseñanza, en definitiva, representa un sueño. La biblioteca puede brotar en un pasillo, en un antiguo cuarto de la limpieza, en un viejo almacén y crecer y reclamar su lugar. Y, por el contrario, también puede nacer solemne y morir para convertirse en aula o permanecer cerrada, que también es otra forma de muerte.

Las siguientes propuestas de fomento de la lectura han surgido a lo largo de varios años de trabajo en un instituto, con menos de cuatrocientos alumnos, de una zona rural de Extremadura y reflejan una implicación creciente de los maestros y profesores de todas las materias a la hora de utilizar la biblioteca y favorecer el préstamo de libros.

¿Cómo organizar un proyecto de lectura de centro?

1. Recursos materiales: -

Necesidad de un espacio y de un mobiliario adecuado que invite a la lectura.

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Dotación de fondos bibliográficos actualizados, variados, de calidad, escogidos con criterio para garantizar su posterior utilización. Para desarrollar esta tarea se pueden consultar páginas especializadas de instituciones, fundaciones y asociaciones involucradas en la educación y en la lectura (CNICE, AELE, FGSR…) así como revistas que abordan estos temas (CLIJ, Revista de Literatura, Cuadernos de Pegadogía, Babar, Peonza, Pinakes…) o propuestas generadas por centros de profesores y por los propios centros educativos (Ej. Biblioteca Torre del Prado. Málaga).

2. Recursos humanos:

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Un responsable y un equipo de trabajo encargado de los préstamos, la catalogación y ubicación de los volúmenes y de la coordinación del plan de lectura con maestros, profesores, alumnos y padres.

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Un equipo directivo que respalde las iniciativas de adquisición de nuevos fondos y promueva las estrategias de animación a la lectura desde todos los departamentos.

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Un profesorado que concrete en líneas de actuación en las programaciones de cada área su contribución a este objetivo esencial del proyecto educativo de centro.

3. Participación de la comunidad educativa: la coordinación de un proyecto para dinamizar la biblioteca escolar precisa de una constante comunicación entre todos los miembros de la comunidad educativa a través de reuniones con los profesores, tutorías, boletines informativos, carteles, encuestas, buzón de

sugerencias, cartas a los padres y revista del centro, entre otros cauces. La información sobre la ubicación de los fondos, las novedades, el horario de préstamos, las lecturas propuestas por los departamentos, las actividades que se van a desarrollar en la biblioteca y sus normas de utilización, sus posibilidades didácticas… resulta clave para mejorar su funcionamiento y para valorar la importancia de la biblioteca en la vida escolar.

4. Cómo fomentar el préstamo:

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Establecer un horario fijo y diario para que los alumnos puedan utilizar el servicio de préstamo de la biblioteca y se convierta en un hábito.

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Aumentar el número de volúmenes que se puede solicitar en cada préstamo y flexibilizar, en la medida de lo posible, el tiempo de devolución.

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Agilizar mediante un sistema informático y una correcta organización de los fondos el servicio de préstamo.

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Promover, desde las diferentes áreas, lecturas relacionadas con el currículo y con los temas transversales y coordinar los títulos de forma que puedan rotar por los diferentes grupos de un mismo nivel a lo largo del curso escolar. (Implica la necesidad de elaborar un calendario de lecturas común entre los departamentos del centro).

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Disponer, en la medida de lo posible, de colecciones de un mismo título para leer en la biblioteca obras de teatro por parejas y dramatizarlas. Se ajustaría la adquisición de estos volúmenes a la mitad del número de alumnos por aula ya que se trata de una lectura compartida.

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Adquirir colecciones de un mismo volumen repetido para las lecturas obligatorias propuestas en el plan de lectura de centro, de tal forma que todos los alumnos tengan la posibilidad de acceder a la lectura.

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Incluir la figura de un mediador que informe y oriente a los alumnos en la selección de lecturas voluntarias de la biblioteca.

5. Cómo animar a la utilización del espacio y de los fondos:

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Difundir las posibilidades didácticas que ofrece la biblioteca: flexibilidad de agrupamientos, manejo de diferentes fuentes de documentación, consulta de diversos fondos: obras de ficción, ensayos, monografías, enciclopedias, prensa, material audiovisual e informático… La utilización de la biblioteca como marco para desarrollar actividades en grupo conlleva la necesidad de establecer un horario previo con el objetivo de coordinar las necesidades de profesores y de alumnos, a fin de evitar que varias clases coincidan a una misma hora en la biblioteca o que, por el contrario, permanezca vacía por la indecisión del profesor.

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Permitir la utilización de obras de consulta y de diccionarios en el aula si el espacio de la biblioteca estuviera ocupado durante el horario lectivo con el compromiso del profesor de devolver el material antes de que termine la clase. Para facilitar este préstamo en horario lectivo se puede utilizar un cuaderno como registro de salida y devolución del material donde conste la fecha, el nombre del profesor, asignatura y material que se ha prestado.

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Dedicar una clase a enseñar a los nuevos alumnos cómo funciona la biblioteca del centro, cuáles son sus normas de utilización, su horario de préstamo, dónde se ubican las colecciones que más van a utilizar, a qué profesores pueden acudir en caso de que tengan alguna duda, cómo se deben comportar si deciden emplear la sala de lectura durante los recreos… Esta actividad de “toma de contacto” puede coordinarse a través del equipo de maestros y profesores encargados de la biblioteca, de los miembros de un departamento determinado o de los tutores.

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Realizar exposiciones y montajes en la biblioteca relacionados con las diferentes áreas y combinarlas en proyectos interdisciplinares: poesía visual, cómic y literatura, proyecciones audiovisuales unidas a recitados de poesía o lecturas dramatizadas, exposiciones de libros relativos a un tema o a un autor concreto. Estas actividades pueden salir del espacio físico de la biblioteca y alcanzar otros lugares del centro como los pasillos, las aulas o incluso otros espacios culturales y sociales fuera del ámbito escolar. Las exposiciones resultan más interesantes en función del grado de participación de profesores y alumnos y pueden coincidir con celebraciones como el Día del Libro, el Día de San Valentín, el Día del Centro o con semanas dedicadas a la lectura, la solidaridad, el comercio justo, la educación para la paz…

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Promover encuentros de los alumnos con autores o cantautores para los diferentes niveles educativos a fin de acercarles a creadores de distintos ámbitos (artísticos, científicos, tecnológicos…).

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Utilizar la biblioteca como lugar de encuentro entre alumnos y profesores para la lectura colectiva, charlas, conferencias y entrega de premios de distintos certámenes convocados en el centro educativo: concursos literarios, artísticos, torneos de ajedrez, olimpiadas matemáticas…

6. Cómo enseñar a cuidar los materiales y el mobiliario:

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En el pasado curso escolar a cada alumno que sacaba en préstamo un volumen de la biblioteca se le entregaba un plástico para que lo forrase en casa o en el taller que se había montado en una de las mesas de la sala de lectura. A este taller acudieron durante los recreos alumnos de diferentes niveles que se prestaban a forrar libros de forma voluntaria.

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Crear un equipo de apoyo, supervisado por los profesores encargados de la biblioteca, formado por los propios alumnos para ayudar de manera voluntaria en la tarea de registro de volúmenes, sellado, colocación de tejuelos y de los libros en las estanterías, entrega de plásticos para forrar libros, de marcadores de páginas y control del mantenimiento de la limpieza en la sala.

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Enseñar a los alumnos a forrar libros, a cerrarlos utilizando marcadores de páginas, a pegar la cubierta, a respetar el mobiliario, a colocar cada lectura

en el lugar apropiado. Corresponde a los maestros, profesores y padres inculcar el cuidado del material y el respeto por los libros que compartimos.

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Crear exposiciones permanentes en la biblioteca con dibujos, fotografías, cuentos y poemas de los propios alumnos que sirvan para decorarla y lograr un espacio más agradable y acogedor. Permitir que los alumnos sean los encargados de colocar estas creaciones para que sientan la biblioteca como parte de ellos. El hecho de implicarles en el mantenimiento del orden, en la limpieza y en la decoración de la biblioteca potencia el respeto hacia los materiales. Esta tarea conjunta se puede organizar desde cada departamento y a través de las tutorías ya que se trata de educar en valores, de enseñarles a comportarse, a saber estar y a trabajar en equipo.

7. Cómo fomentar la creación literaria desde la biblioteca:

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En el pasado curso escolar, los alumnos participaron de forma anónima en el concurso de microrrelatos convocado por el centro. La creación de los mismos se había realizado en el aula a través de las orientaciones del departamento de Lengua y Literatura. Participaron más de trescientos estudiantes. La exposición tuvo lugar en la biblioteca y profesores de todas las áreas, coordinados por el equipo directivo, acompañaron a los alumnos de cada clase a que votaran y eligieran los microrrelatos ganadores en sus dos categorías: ESO y Bachillerato.

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Los alumnos pueden emplear los fondos de la biblioteca para elaborar trabajos de creación literaria que se incluyan en la revista del centro o en diferentes publicaciones escolares como libros de cuentos y poemas.

8. Cómo animar a la lectura:

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Se anima a leer leyendo, dejando leer, propiciando espacios para la lectura silenciosa en clase, para la lectura colectiva, para iniciar novelas, para ser un personaje, para recitar un poema, para comentar un artículo periodístico, para consultar una enciclopedia, para permitir que convivan las lecturas obligatorias con las voluntarias abriendo un tiempo para el libro. Se anima a leer entendiendo que cada lector es único y que debe tener libertad para elegir su memoria lectora, sin que por ello le dejemos de orientar en relación a lecturas de calidad literaria.

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Se anima a leer coordinando el número de lecturas propuestas entre los departamentos, estudiando su nivel de dificultad y su adecuación a la edad y al nivel de competencia lectora de cada alumno, uniendo los clásicos y los autores contemporáneos, permitiendo otros géneros que se aproximen a los intereses de los alumnos, seleccionando con cuidado la adquisición de nuevos fondos.

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Se anima a leer disponiendo también en la biblioteca escolar de un fondo destinado a la LIJ, permitiendo que el alumno deje una lectura sin terminar, desligando las lecturas voluntarias de una calificación, enseñando a leer por leer, escuchando la voz de los lectores, sus sugerencias a través de encuestas o de buzones destinados a tal efecto en la biblioteca.

* En los últimos cinco cursos, la biblioteca del IES Los Moriscos de Hornachos ha aumentado sus préstamos desde casi ochocientos volúmenes hasta superar los dos mil doscientos el pasado año escolar 2006/07.

WEBGRAFÍA

1. Bibliotecas escolares: http://w3.cnice.mec.es/recursos2/bibliotecas 2. Recursos para bibliotecas escolares: http://www.juntadeandalucia.es/averroes/bibliotecaescolar 3. Cómo organizar una biblioteca escolar http://www.pnte.cfnavarra.es/publicaciones/pdf/blitz2_cas.pdf 4. Revista Pinakes: http://pinakes.educarez.es/numero2/sumario2.htm 5. Biblioteca Torre del Prado. Dinamización de la biblioteca escolar: http://ficus.pntic.mec.es/jgot0016 6. Fondos y recursos para la biblioteca escolar www.fundaciongsr.es/catalogos/frames.htm 7. Bibliografía sobre bibliotecas escolares http://www.educastur.princast.es/recursos/biblioteca/bibliografia.php