Enseñando principios que transforman vidas

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COMO VENCER TU PASADO

Muchas veces las cosas, las experiencias que vivimos, que suceden en nuestra vida y que quedan en el pasado llegan a ser un obstáculo para ir adelante con Cristo. Isaías 43:18 y 19 «Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado.¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados. La palabra de Dios tiene el poder para hacer que las cosas que no son, sean, que existan; como en el principio, Dios hizo las cosas que vemos de las que no se ven por el poder de su palabra. Dios no quiere que tu vivas en el pasado, el no quiere que cualquier cosa que haya sucedido en tu vida te detenga para que alcances lo que el está haciendo para ti en tu presente y en tu futuro, El tiene cosas buenas para ti, ¿lo crees? Dios no es un Dios de cosas malas, el no tiene un armario de cosas malas para ti, donde va para ver que cosas malas te va a mandar. El es un Dios de cosas buenas, El quiere bendecirte mas abundantemente de lo que entiendes o pides; su deseo es ayudarnos es bendecirnos. El mandó a su hijo a esta tierra para que no viviéramos eternamente separados de El, sino para reconciliarnos con Dios. El no envió a su hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo volviera a restaurar su relación con Dios. Dios es un Dios que tiene cosas buenas para nosotros. Tienes que creer que Dios te quiere bendecir, ¿lo crees? Porque si crees que Dios te quiere hacer la vida imposible, dice La Biblia que ese engaño en tu mente producirá que eso suceda. Dios quiere bendecirte, así que desecha toda mentira en tu mente. No vivas en el pasado. El pasado nos puede atrapar, si no lo resolvemos nos atará, y si no lo usamos de nada nos servirá haber vivido, haber experimentado cualquier situación en nuestra vida en el pasado. El no enfrentar y resolver correctamente el pasado afecta tu presente y te impide alcanzar tu futuro. Cuando Dios dice “no te acuerdes de las cosas pasadas ni traigas a memorias las cosas antiguas”, no quiere decir que te va a dar amnesia y que vas a perder la memoria, o no vas a recodar nada de lo que sucedió en tu pasado; No, no, y no se trata de que tu ores para que olvides todo lo que sucedió, tal vez es doloroso, vergonzoso o traumático. Dios no quiere que olvides tu pasado más bien Él quiere que no vivas en tu pasado. Por que él no es un Dios del ayer. Cuando Dios se manifestó a Moisés, y le preguntó “¿de parte de quien voy a liberar a Israel?, cuando me pregunten ¿Quién me envió? ¿Quién le voy a decir que me envió?” Dios

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que hablaba con Moisés le dijo “tú les dirás: EL YO SOY, EL QUE SOY ME ENVIO”. Dios no es el YO ERA, Dios es EL YO SOY, el Dios del presente eterno. Dios no quiere que vivas en tu pasado, no que no lo recuerdes. Nunca podremos olvidar totalmente aunque hay cosas que quisiéramos olvidar, nunca podremos olvidar totalmente lo que sucedió, mas cuando es doloroso o traumático, lo que si quiere Dios es que no vivas agarrado, anclado en tu pasado.

1.

Si no resolvemos y no vencemos nuestro pasado, el pasado nos puede estancar.

La Biblia nos enseña que cuando Dios trajo a Israel por el desierto, Él les dio pan todos los días a través del maná. Éste se daba sobre el suelo todos las mañanas durante 40 años. No fue un fenómeno atmosférico, o de cierta región, paralelo o latitud, fue un milagro de Dios. El les daba alimento todos los días, y además les dio una instrucción bien interesante: si alguno de los israelitas dudaba de que el siguiente día, Dios no les daría el maná, (algunos podrían decir, yo guardo un poco hoy por cualquier cosa para mañana), sucedía que si ellos tomaban mas de la porción que debían tomar el maná se engusanaba, siempre salían gusanos menos el viernes, este día ellos podían tomar doble porción por que estaba decidido de parte de Dios que el sábado o el Sabat día de reposo, los israelitas no recogieran maná. Que interesante, cualquier otro día que recogieran maná más de lo debido, se engusanaba, pero el viernes podían tomar doble porción para el viernes y para el sábado que no iban a recogerlo y no se engusanaba. El maná es un buen ejemplo de que Dios quiere bendecirnos cada día y que no podemos vivir de la bendición de ayer; si quieres vivir del ayer eso te llevara a desechar lo nuevo. Las glorias del pasado no nos servirán para vivir el presente. Según el pasaje que acabamos de ver, Dios hace algo nuevo cada día y no lo vamos poder recibir si vivimos en el ayer. Quizá tu ayer fue bueno y tuviste esto y tuviste aquello, tal vez por eso quieres vivir de eso que te fue bien, pero aun si las cosas del pasado fueron buenas no puedes enfocarte en eso bueno que viviste, porque eso puede ser enemigo del hoy. El tiene algo nuevo para ti cada día. 2. ¿Vives en el pasado? Dice la Biblia acerca de un hombre llamado Daniel que fue llevado cautivo de su tierra a la tierra de Babilonia, lo llevaron como esclavo, (y me atrevo a decir que lo hicieron eunuco, lo que significa que le cortaron los testículos para que no pudiese tener descendencia ya que todo varón que servia como esclavo, como sirviente en la corte del rey de Babilonia tenia que ser castrado, no fuera que se llegara a la esposa del rey o a las concubinas (esposas) y tuvieran descendencia de los israelitas y no del rey.), y no solo

a él sino a otros príncipes de Israel quienes también fueron tomados como esclavos y metidos a la corte del rey Nabucodonosor de Babilonia.

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Daniel en Babilonia tuvo que vencer el pasado. Pudo haber dicho -hay si yo me hubiera quedado en Jerusalén, hay si Babilonia no hubiera conquistado mi tierra, hay si yo me hubiera quedado con mis papás, si hubiéramos huido a tiempo- Así hay cristianos con el HAY SI YO, HAY SI HUBIERA; Daniel venció el hubiera, él se puso en su presente y le dijo a Dios: En mi presente como esclavo, como eunuco, en Babilonia te voy a servir. Que experiencia la de este hombre llamado Daniel, sirvió en tres imperios y a cuatro reyes. Venia un rey y gobernaba, luchaba, levantaba un imperio, lo asesinaban, venia otro y lo mismo. Ahí estaba Daniel un sirviente, un eunuco, un hombre que no podía tener descendencia pero brilló como una estrella en medio de la oscuridad porque aprendió a dejar atrás su pasado y recibir lo que Dios tenia para él en su presente. 3. Deja atrás tu pasado Daniel tendría demasiadas razones qué decimos para lamentarse, tal como en nuestros días a muchos les sucede: –hay si yo me hubiera casado con la Lupita, si me hubiera casado con el Juanito”, pero déjame decirte que tu escogiste a tu esposa o a tu esposo de hoy; y no puedes estar viendo hacia atrás. Dios no quiere que te detengas, anclado en el pasado porque entonces no podrás recibir lo que El tiene para ti hoy, dice el versículo de Isaías 43:19 (NVI) ¡Voy a hacer algo nuevo! Y nosotros contemplando “el hubiera”, diciendo –hay me acuerdo cuando Dios me usaba, hay cuando la gloria descendía, hay cuando tenia- y no te das cuenta de lo que Dios te quiere dar. Daniel sirvió en su presente y Dios lo levantó como uno de los ejemplos bíblicos más impresionantes en un reino pagano, bajo un rey pagano. En medio de la influencia del mundo de Babilonia Daniel brillò como un faro en medio de la oscuridad. Qué ejemplo para cada uno de nosotros, creo que nadie ha pasado la experiencia de ser llevado esclavo a otra nación, de perder a su familia traumaticamente, y aún así no lamentarse del pasado y servir a Dios en su presente. Este es un ejemplo que nos motiva a todos a dejar atrás el pasado. Pero si no vences tu pasado y no lo resuelves correctamente, también te puedes amargar, estancar. 4. ¿QUE VAS HACER CUANDO TE OFENDAN? Las ofensas llegarán a tu vida, en otras palabras te van a ofender; el esposo a la esposa, los padres a los hijos, los hijos a los padres, el jefe a los subordinados, la suegra a la nuera, la nuera a la suegra. Va a suceder ¿QUE VAS HACER CUANDO TE OFENDAN?, muchos no saben resolver las heridas y el dolor que vivieron ayer, y al no resolver las ofensas, las heridas y el dolor a través del perdón, esto los detiene y contamina su ser, su interior. El pasado viene sobre su vida como una cadena y los ata para no poder avanzar. La actitud de

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no resolver la ofensa, las heridas y el dolor del pasado que alguien te provocó, hace que las palabras de Jesús sean para ti de esta manera: Mateo 6:15 “Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas”. (NVI) La gente dice la oración del Padre Nuestro con una facilidad impresionante, y cada vez que lo hacen, sin entender lo que están diciendo, como una sola repetición, están trayendo una cadena mas grande sobre sus vidas cuando recitan la parte Y PERDONA

NUESTAS OFENSAS DE LA MISMA MANERA ASI COMO NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN. Lo más difícil es perdonar una ofensa grave; no así cuando alguien le pisó el dedo gordo, o que alguien le sacó la lengua y le dijo “que gordo estás”. Una herida profunda es la que es difícil de perdonar. Pedro negó a Jesús tres veces, pero Jesús lo restauró. Pedro se sentía tan mal de haber negado a Jesús, estaba tan desanimado, (aún cuando Jesús ya había resucitado) que se fue a pescar otra vez. Jesús había pasado aquella ocasión junto al mar de Galilea, (lago de Genesaret) y viendo a los pescadores que lavaban sus redes en la orilla del mar, entró a una de las barcas la cual era de Simón, desde ahí enseñó a la multitud y luego le dijo a Simón: “boga mar adentro y echa tu red para pescar” y le dice Simón: “hemos estado toda la noche trabajando y nada hemos pescado pero en tu palabra echare la red”. Y vino una gran pesca de tal manera que queriéndola sacar Pedro y los que iban con él se hundían, y la red se rompía y no podían sacarla e hicieron señas a los compañeros que estaban en otra barca. Vino otra barca y entre las dos sacaron la red. La pesca era tan grande, tan abundante que se llenaron las dos barcas. Cuando llegaron a la orilla con las barcas llenas Pedro se volteó con Jesús y él le dijo: “sígueme porque de ahora en adelante serás pescador de hombres”, ya no estarás pescando de este lado, ahora estarás pescando en el mundo hombres y mujeres que crean en MÍ. Y dice en la última parte “y dejándolo todo le siguieron”

Pedro, después de que negó al Señor, aun después de que Jesús resucito, estaba batallando con el pasado. Estaba batallando porque le había fallado a Dios negándole tres veces, Jesús le dijo antes de que el gallo cante, tú me negaras tres veces y Pedro dijo: “no, yo pondré la vida por ti”. Jesús sabia lo que iba a suceder que hasta le mencionó: “el enemigo te ha pedido para zarandearte, pero yo he rogado para que tu fe no falte”; y sucedió, el gallo canto y Pedro le negó tres veces. Cuando Jesús llega con Pedro, él está en el lago pescando (su antigua profesión); que tremendo, no estaba el solo, se había llevado a seis mas con el. Estaban yendo a la profesión antigua. Estaban desanimados, y en vez de ver la pesca de las personas que debían traer a Cristo, estaban realizando su antiguo oficio. Jesús se para a la orilla

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y llama a Pedro, y Juan le dice a Pedro desde la barca: es el maestro. Pedro se lanza y llega hasta donde esta Jesús y El ya tiene un pescado preparándolo en la orilla y Jesús le dice a Pedro; Juan 21:15-17 15 Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Simón Pedro: --Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? --Sí, Señor, tú sabes que te quiero --contestó Pedro. --Apacienta mis corderos --le dijo Jesús. 16 Y volvió a preguntarle: --Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? --Sí, Señor, tú sabes que te quiero. --Cuida de mis ovejas. 17 Por tercera vez Jesús le preguntó: --Simón, hijo de Jonás, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: "¿Me quieres?" Así que le dijo:

--Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. --Apacienta mis ovejas --le dijo Jesús--. Jesús restaurando a Pedro de esa amargura, perdonándolo. La Biblia no registra que Pedro le haya dicho: perdóname por que te negué, no lo registra. La Biblia registra que Pedro lloró amargamente, y también registra que Jesús en ese pasaje restauro a Pedro cuando le pregunta tres veces ¿Pedro me quieres?. A) La amargura nace en el corazón por la falta de perdón Por la falta de perdón se produce en el interior amargura, ya sea por ofensas que personas, tal vez cercanas, nos hicieron. Mientras más cercanas sean las personas que nos hieren, mas dolorosas son las heridas y las ofensas. Debemos aprender a resolver ese pasado de heridas, ofensas con EL PERDON. DEBEMOS PERDONAR A OTROS, y aun si es necesario y usted lo siente así, PERDONAR A DIOS, no por que El nos haya hecho mal, sino porque a veces nosotros sentimos con la vida que vivimos, con las circunstancias que pasamos, como que Dios nos dejó, nos abandonó, y hay un resentimiento en el corazón aun hacia Dios. Puedes de una manera simbólica perdonar a Dios, aún cuando él no te haya ofendido directamente. B) Decide perdonar Hay un ejemplo en la Biblia de un hombre llamado José, el venció su pasado. Todo mundo le falló a José; aún sus hermanos lo quisieron asesinar. En nuestro caso puede suceder que peleemos con nuestros hermanos, pero de eso a que te quieran matar es otra cosa. Los hermanos de José tramaron un plan para matarlo y uno de ellos, seguramente movido por Dios dice: “no lo matemos, vendámoslo”, y lo vendieron como esclavo. Luego José trabajando como esclavo en la casa del general

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llamado Potifar, es hostigado sexualmente por la esposa de su amo. Ella se le insinuó diciéndole -duerme conmigo-, José se niega pero, un día la señora le pone una trampa. Lo deja solo en la casa, despide a todos los sirvientes y de alguna manera se las ingenia y lo atrapa. José en una situación tan comprometedora se libra de la señora y huye. Ella sintiéndose rechazada inventa la historia de que José entro en su recamara para violarla, y cuando el general Potifar llega le cree a su mujer, y a José lo meten a la cárcel. El no le falla a Dios, no le falla a su amo. Lo más fácil era ceder, pero resistió la tentación, huyo de esa situación. Protegió a su amo, pero Potifar le cree la mentira a la señora. José va a la cárcel y esto provoca otra herida. No digas que has sido muy herido, tal vez lo has sido, las personas que mas te estimaban, que mas te aman, mas cercanas a ti te han traicionado; pero no te han traicionado como los hermanos de José. Estando en la cárcel dice la Biblia que hay dos políticos, los cuales tienen sueños y vienen con José y se los interpreta. Así que José les dice: “cuando salgan acuérdense de mi”. Posteriormente los dos políticos salen de la cárcel y se olvidan de José. Hasta aquí vemos que él luchó con las heridas del pasado, el hecho de que sus hermanos lo querían matar pero que al final lo vendieron, el hecho de que su amo no le haya creído y ahora que estos dos hombres se hayan olvidado de hablar bien de él ante el Faraón. ¿Has sido herido?, decida perdonar, resuelve las heridas del pasado con PERDON. Dice la Biblia que Dios permitió que José estuviera frente a frente con sus hermanos, en ese momento él ya no era el hermano pequeño que nadie quería y que lejos del padre nadie protegía. Ahora José era el gobernador de todo Egipto. Cuando perdonas a una persona de todo corazón Dios probará tu perdón, trayendo a esa persona a merced tuya. Las cosas cambiarán, quizá en algún tiempo la persona que te hizo daño, o te causó algún mal, se presentará en una circunstancia frente a ti donde podrás vengarte, y ahí podrás examinar si tu perdón fue de todo corazón. Fue lo que le sucedió a José, vinieron sus hermanos a comprar trigo a Egipto, y José era el gobernador; el pudo meter a sus hermanos en la cárcel, pero José luchó con esa decisión. Pero llega un momento donde la convicción entra a la vida de José. Con todos los hermanos presentes les dice: “Yo soy José, su hermano”. ¿Te imaginas la reacción de ellos?. José empieza a llorar pero les dice: “ustedes lo planearon para mi mal pero Dios lo torno para bien” y el perdonó a sus hermanos. Que tremenda prueba ¿Podrás tu perdonar a los que dices que te dañaron, aquellos que te lastimaron, estando frente a ti, en una situación de ventaja donde tu puedes vengarte y aplastarlos?, ¿perdonaras? Pese a todo lo que sufrió, José les salvo la vida, porque dice la Biblia que trajo toda su familia, y los puso en la mejor tierra de Egipto.

Debemos perdonar, porque si no vencemos y tratamos correctamente con el pasado este nos puede amargar y estancar, o nos puede condenar y atar. Al no resolver lo que hicimos la culpa de nuestros errores y fallas nos impide avanzar ¿Quién no ha fallado mas de una vez, diez, cien?. Nos equivocamos todos los días, constantemente. Pero muchas veces los errores que hemos cometido son grandes y podemos estar

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viviendo las consecuencias de esos errores. A veces no nos podemos librar de la condenación de esos errores, de las acciones de nuestro pasado. Deja el pasado ya no vivas en el pasado, Dios hace algo nuevo, lo ha hecho con tantos de sus siervos en la palabra, Él ara otra vez aquel lugar seco, árido, que el tiempo de dificultad que estas viviendo te provoca; ahí Dios hará cosas nuevas. Isaías 43:19 ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados. Una y otra vez Dios ha abierto camino donde no hay, ¿recuerdas el mar rojo? ¿Recuerdas que el ejército estaba presionando a Israel?. Se habían arrepentido de dejarlos escapar, no había camino pero Dios hizo camino en medio del mar. Otra vez

abrirá camino en el desierto, hará brotar agua en tu tiempo de sequedad, refrescará tu vida. Acepta lo nuevo de Dios dice su palabra: ¡Voy a hacer algo nuevo! Dios es bueno, mas bueno de lo que merecemos, nosotros somos infieles pero El permanece fiel, no está en nuestra contra esta a nuestro favor. Ha venido a tu vida para hacerte bien, no es tu enemigo. Es cierto es que hay padecimiento y aflicción. Si queremos seguir a Cristo, tendremos que negarnos y tomar la cruz; esto Implica morir a nuestros deseos, y nuestros gustos, pero también es verdad que el Espíritu de Dios nos renovará, y también sacaremos fuerzas de la debilidad. Tendremos tiempos de bendición cual nunca antes los hallamos tenido, Él esta haciendo ya algo nuevo para tu matrimonio, tu familia. Se pueden vencer las circunstancias más difíciles y dolorosas de tu pasado. Puedes pensar que no vas a salir de la situación pero Dios abre camino en el desierto, Él hace que brote agua, vida, bendición en tiempos de sequedad y de aridez. Solo deja atrás tu pasado, perdona a quien tengas que perdonar. Pon tu pecado y tu error bajo la sangre de Cristo, y no te aferres a las glorias del pasado. Si sabes resolver tu pasado te impulsará para adelante, te recordará que eres mejor hoy que ayer, te ayudará a no cometer los mismos errores. ¿Qué hubiera pasado si Daniel, José o Moisés hubieran vivido en su pasado? éste les hubiera destruido, pero a estos tres hombres de Dios su pasado les ayudó. Tu pasado te impulsará hacia delante, será como un escalón, como una plataforma.

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Dice el salmo 103: …y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; 4 él rescata tu vida del *sepulcro y te cubre de amor y compasión; 5 él colma de bienes tu vida[a] Aunque todavía no somos como Cristo y aunque todavía nos falta mas ser como Jesús, ya no somos lo que éramos antes, somos hijos de Dios, coherederos con Cristo, somos reyes y sacerdotes en Él. Tu pasado te ayudará a no equivocarte con tu esposa(o), hijos(as), en el trabajo, etc. Los errores del pasado te ayudarán a ser sabio, prudente, a considerar a Dios, no ser sabio en tu propia opinión, vanidoso o que crees que todo lo sabes hacer; tu pasado te ayudara a no cometer los mismos errores.