Cristo viene! David Roper. Asignación de lectura núm. 1

Asignación de lectura núm. 1  ¡Cristo viene! David Roper  I. PERÍODO DE LA VIDA DE CRISTO ANTERIOR A SU MINISTERIO. A. Prefacio y dedicatoria d

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Asignación de lectura núm. 1

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¡Cristo viene! David Roper 

I. PERÍODO DE LA VIDA DE CRISTO ANTERIOR A SU MINISTERIO. A. Prefacio y dedicatoria de Lucas (Lc. 1.1–4). B. Introducción de Juan (Jn. 1.1–18). C. Genealogía de Jesús, según Mateo (Mt. 1.1–17). D. Genealogía de Jesús, según Lucas (Lc. 3.23–38). E. El ángel anuncia a Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista (Lc. 1.5–25). F. El ángel anuncia a María el nacimiento de Jesús (Lc. 1.26–38). G. María, la futura madre de Jesús, visita a Elisabet, la futura madre de Juan el Bautista (Lc. 1.39–56). H. Nacimiento y primeros años de Juan el Bautista (Lc. 1.57–80).

INTRODUCCIÓN (LC. 1.1–4) En la introducción que hace Lucas, de su relato del evangelio, esto es lo que escribe: «… me ha parecido [escribirte la vida de Cristo] para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido» (vers.os 3–4).2 Un propósito primordial de este estudio es ayudarle a usted a «[conocer] bien la verdad» acerca de Jesús. La primera lección es sobre los materiales de introducción que hay en los relatos del evangelio, y que anticipan Su nacimiento. El tema global de esta lección es «¡Cristo viene!». LA PREEXISTENCIA DE CRISTO (JN. 1.1–18)3 Cuando consideramos la vida de Cristo, por lo general comenzamos con Su nacimiento en Belén. Juan deseaba que sus lectores supieran que Jesús existía mucho antes de ese evento. Existía incluso antes de la creación del mundo, porque Él, de hecho, es Dios: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas,4 y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho (Juan 1.1–3). 1 El anuncio que hizo el ángel a José (Mateo 1.18–25) podría insertarse entre la visita de María y el nacimiento de Juan. Existen algunas ventajas al continuar con la historia tal como se da en Lucas 1. Nosotros comenzaremos con Mateo 1.18 en la siguiente porción de la armonía. 2 En «La vida de Cristo, núm. 1» se hicieron breves comentarios sobre Lucas 1.1–4. 3 La razón que tuvo Juan para hacer esta exclusiva introducción fue comentada en «La vida de Cristo, núm. 1». 4 En relación con la idea de Jesús como Creador, vea Juan 1.10; 1era Corintios 8.6; Colosenses 1.16–17; Hebreos 1.2.

Jesús es una de las tres Personalidades divinas que forman lo que la Biblia llama la «Divinidad» o la «Deidad» (Hechos 17.29; Romanos 1.20; Colosenses 2.9). A los tres se les menciona en Mateo 28.19: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El hecho de que Jesús es Dios no es un concepto fácil de comprender. Cuando usamos la palabra «Dios», por lo general nos referimos a Dios Padre. Por el momento, grábese la idea de que Jesús es Dios Hijo. Hablaremos más sobre la deidad de Jesús a medida que avancemos en esta serie. Reiterando lo dicho, cuando pensamos en Jesús, por lo general nos imaginamos que siempre tuvo el nombre «Jesús», o que siempre se le designó como «Cristo». Sin embargo, cuando el ángel habló a José, diciéndole que María daría a luz un hijo, esto fue lo que dijo: «… y llamarás su nombre JESÚS» (Mateo 1.21; énfasis nuestro). En relación con la designación de «Cristo» («el ungido»), a Jesús lo ungió Dios con el Espíritu (Lucas 4.18; Hechos 10.38) en el momento de Su bautismo (Mateo 3.13–17). ¿Cuál era el nombre de Jesús antes de Su ministerio terrenal?5 Juan dijo que, anterior a Su existencia terrenal, Jesús era el logos,6 esto es, «el Verbo» o «la Palabra». 5 Hay quienes consideran que Jesús es «el ángel de Jehová» que a menudo se menciona en el Antiguo Testamento (Génesis 16.7). No está claro si este fue siempre el mismo ángel. Aun si lo fue, no hay una clara demostración de que este ser sobrenatural fuera la segunda persona de «la Deidad». 6 Logos es la palabra griega que se traduce por «Verbo» en Juan 1.1, 14 (N. del T.: en otras versiones, logos se traduce por «Palabra»). Es la palabra de la cual obtenemos «lógica». También se usa en combinación con otras palabras para dar a entender «estudio de», tal como en «biología» (el estudio de la vida). El apóstol Juan también usó logos en otros escritos, para referirse a Jesús (vea 1era Juan 1.1; Apocalipsis 1.2; 19.13). Fue el único autor neotestamentario que usó este término para referirse a Cristo.

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Cristo vino a esta tierra como la Palabra de Dios personificada. Esto fue lo que escribió Juan en 1.18: «A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer». Fue por medio de Su enseñanza y de Su Persona, que Jesús «[dio] a conocer» a Dios. Esto fue lo que le dijo a Felipe: «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre…» (Juan 14.9). La parte que más hace reflexionar, de la introducción de Juan, es el versículo 14, que dice: «Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…». A esto es lo que llamamos «la Encarnación» (que procede de una frase del latín que significa «hacerse carne»). La clásica aseveración bíblica acerca de la Encarnación es Filipenses 2.5–8.7 Jamás podremos entender todos los misterios de la Encarnación, pero por fe aceptamos la gran verdad en el sentido de que «aquel Verbo fue hecho carne». Esto fue lo que escribió el autor del libro de Hebreos: Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote […] Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados (Hebreos 2.17–18).

Hay otras cosas acerca de Jesús, que Juan dijo en su introducción.8 1) Jesús es la Luz (la fuente de la iluminación) (vers.os 4–5, 9; vea también vers.os 16–18).9 2) El precursor de Jesús dio testimonio de la Luz (vers.os 6–8, 15). 3) Fue un mundo en tinieblas el que rechazó la Luz (vers.os 5, 10–11). 4) Fueron pocos los que recibieron la Luz, lo cual hicieron por medio de la fe y un nacimiento espiritual10 (vers.os 12–13). Por el momento, no obstante, nos centraremos en la realidad de la preexistencia de Cristo.11 EL CUMPLIMIENTO DE LAS PROFECÍAS (MT. 1.1–17; LC. 3.23–38) La genealogía de Mateo (Mt. 1.1–17) El libro de Mateo carece de un prefacio formal 7 Vea el bosquejo “Have This Mind in You” («Haya en vosotros este sentir»), de la edición “Philippians, 2” («Filipenses, núm. 2»), de Truth for Today (La Verdad para Hoy) (Noviembre 1992): 50. (N. del T.: Esta edición no ha sido traducida al español.) 8 Vea más información sobre Juan 1.1–18, en Charles Hodge, “The Word Became Flesh” («Aquel Verbo fue hecho carne»), en “That You Might Believe” («Para que creáis»), Truth for Today (La Verdad para Hoy) (Diciembre 1987): 5–7. (N. del T.: Esta edición no se ha traducido al español.) 9 Vea también Juan 3.19–21. 10 La idea de un nacimiento espiritual se amplía en Juan 3. 11 Vea un comentario completo de Juan 1.1–18, en la edición «Juan, 1», de La Verdad para Hoy.

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como el que tienen los libros de Lucas y de Juan. En lugar de escribir prefacio, Mateo entra de inmediato a recalcar que Jesús era el Mesías que los judíos esperaban. Así comienza diciendo: «Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham» (vers.o 1). Esto fue lo que Ken Gire dijo: «A manera de portada de su evangelio, Mateo pone un árbol genealógico. El árbol está enraizado en el más grande patriarca de Israel, Abraham, y en su más grande rey, David».12 Según las profecías antiguotestamentarias, el Mesías había de ser descendiente de Abraham (Génesis 22.18; vea Gálatas 3.16), y también de David (vea 2a Samuel 7.16; Juan 7.42). Así, Mateo comienza el árbol genealógico con Abraham (vers.o 2), pasa por David (vers.os 6–7), y sigue hasta Jesús (vers.o 16). Su lista se divide en tres partes: 1) De Abraham hasta David, 2) de David hasta la deportación, y 3) desde la deportación hasta Jesús, dividiéndose cada parte en catorce nombres (vers.o 17).13 El nombre de David se incluye en los catorce nombres de la primera división, y también se incluye como uno de los catorce nombres de la segunda división. Es probable que este doble uso del nombre de David constituya un reconocimiento a su considerable aporte al cumplimiento de los propósitos de Dios. A uno le puede parecer que Mateo 1.1–17 no es más que una aburrida lista de nombres, pero esto cambia cuando se toma el tiempo para examinar los nombres en el Antiguo Testamento. Esto fue lo que dijo F. LaGard Smith: La genealogía de Mateo incluye varias sorpresas felices. Entre las primeras raíces de Jesús se encuentran no solo hombres justos tan notables como Abraham y David, sino también varios que se destacan en la historia como hombres especialmente injustos, entre los que se incluye al inicuo rey Manasés. No solo hay allí judíos, como se esperaría, sino también gentiles, entre los que se incluye una cananea y una moabita, cuyos paisanos han sido notorios enemigos del pueblo de Dios. También causa 12 Ken Gire, Moments with the Savior (Momentos con el Salvador) (Grand Rapids, Mich.: Zondervan Publishing House, 1998), 18. 13 Al comparar la lista de Mateo con las genealogías antiguotestamentarias, se observará que se omitieron varios nombres. Mateo 1.8, por ejemplo, dice que «Jorán [engendró] a Uzías», sin embargo, Uzías en realidad era tataranieto de Jorán (vea 2a Reyes 8.25; 13.1; 14.1, 21). No estamos seguros por qué no se mencionan estos dos individuos en particular. Eran inicuos, pero también lo eran otros que no se mencionan. Tenga presente dos verdades: 1) a los judíos les interesaba demostrar el linaje, no les interesaba enumerar a todos los individuos de ese linaje, y 2) a los judíos les gustaban las listas «nítidas».

alguna sorpresa, en vista del estatus social que tenían en ese tiempo, el hecho de que en la lista se incluyan tanto mujeres como hombres. Además, por lo menos dos de las mujeres son mejor conocidas por los pecados que habían cometido.14

En la lista se incluyen individuos que fueron grandes, pero hay otros que no lo fueron tanto, y aún otros, hay que reconocerlo con pena, que fueron despreciables. Es como Gire observó, «el árbol genealógico del Salvador tuvo su cuota de plagas y de esterilidad, de brotes que crecieron torcidos, y de ramas que se quebraron». 15 Si alguna vez necesitábamos prueba de que Dios puede realizar Sus propósitos a pesar de las debilidades (e incluso la obstinación) de la humanidad, ¡en la genealogía de Mateo hallamos abundancia de ella! La genealogía de Lucas (Lc. 3.23–38) Lucas también proporciona una genealogía; sin embargo, esta no se encuentra al comienzo del libro, sino en el capítulo 3, y tiene un propósito diferente del de la lista de Mateo. La genealogía de Mateo comienza con Abraham (Mateo 1.1–2), y muestra el parentesco de Jesús con los judíos; en cambio, la parte terrenal de la genealogía de Lucas termina con Adán (Lucas 3.38), y muestra el parentesco de Jesús con todas las personas. Las versiones que dan Mateo y Lucas, de la genealogía de Jesús, presentan notables diferencias. Ambas muestran que Jesús fue descendiente de Abraham (Mateo 1.2; Lucas 3.34), y de David (Mateo 1.6; Lucas 3.31); sin embargo, la mayoría de los demás nombres de las dos listas son diferentes.16 Son varias las explicaciones que se han dado para dar cuenta de las diferencias. La más sencilla, y tal vez la mejor, es que Mateo proporciona el linaje legal de Jesús, por medio de José;17 mientras que Lucas da el linaje carnal, por medio de María.18 Esta es la conclusión que se encuentra en escritos cristianos tan antiguos como Eusebio (h. 260– 340 d. C.).19 Este punto de vista tiene correlación con el énfasis que le da Mateo al nacimiento de 14 F. LaGard Smith, The Narrated Bible in Chronological Order (La Biblia narrada en orden cronológico) (Eugene, Oreg.: Harvest House Publishers, 1984), 1353. 15 Gire, 19. 16 Una excepción de esto podría ser Zorobabel (Mateo 1.12; Lucas 3.27), aunque hay quienes no creen que el Zorobabel de una de las listas sea el mismo de la otra. 17 Jesús era el hijo legal, pero no carnal, de José. El único Padre de Jesús fue Dios. 18 Estas dos maneras de ver el linaje de Jesús se distinguen a veces como el linaje legal (a través de José) y el linaje real (a través de María). 19 Ecclesiastical History (Historia eclesiástica) 1.7.

Cristo desde la perspectiva de José (Mateo 1.18–25; 2.13–15, 19–23) y el énfasis que le da Lucas a este mismo nacimiento desde la perspectiva de María (Lucas 1.26–56; 2.1–20 [note 2.19]). También se acopla tal punto de vista, con el énfasis judío de Mateo, y el énfasis griego de Lucas.20 La dificultad primordial con el anterior punto de vista estriba en que la genealogía de Lucas no hace mención de María.21 Note, no obstante, que el texto da a entender implícitamente que Jesús no era en realidad hijo de José («hijo, según se creía, de José»), lo cual indica que no era por medio de José que Lucas estaba dando el linaje de Jesús. Si no era por medio de José, entonces ¿por medio de quién era? La respuesta más sencilla es que Lucas estaba dando el linaje de Jesús por medio de María. Es probable que las palabras «hijo, según se creía, de José», deberían considerarse una frase parentética, de modo que la frase «hijo de Elí» se refiere a Jesús, y no a José. Esto fue lo que A. T. Robertson escribió: «Jesús sería, de este modo, nieto de Heli,22 una forma permitida de traducir la palabra “hijo”»23. Por lo tanto, Mateo recalcaba que Jesús era descendiente legal de David; mientras que Lucas recalcaba que Jesús era descendiente carnal de David. Mateo siguió la línea por un hijo de David, el rey Salomón; mientras que Lucas dio el linaje por medio de otro hijo de David, Natán (2a Samuel 5.14). El diagrama de la página 8 ilustra las dos líneas. Si el Zorobabel de las dos listas genealógicas es el mismo hombre, los linajes podrían estar convergiendo en el medio, para después separarse nuevamente.24 20 Vea el comentario sobre los énfasis de los libros de Mateo y de Lucas, en «La vida de Cristo, núm. 1». 21 Puede que la razón para esto sea que, como regla general, los judíos no incluían a las mujeres en las genealogías. Puede que a las mujeres se les mencione por casualidad (Mateo 1.3, 5); sin embargo, era a través de los hombres que se transmitían las líneas de descendencia. 22 En algunas traducciones se lee «Elí», mientras que en otras, «Heli». Son dos maneras de deletrear el mismo nombre. 23 A. T. Robertson, A Harmony of the Gospels for Students of the Life of Christ (Una armonía de los evangelios para estudiantes de la vida de Cristo) (New York: Harper & Row, 1950), 261. «Hijo» podría indicar «descendía de» (vea Mateo 1.1). Otro posible significado de «hijo» en la Biblia es el de «yerno». Hay quienes conjeturan que Elí solo tenía hijas, lo cual significa que un yerno pudo haber heredado como hijo (Números 27.1–11; 36.1–13). 24 Vea la presentación de la genealogía de Cristo en la página 6 de «El reino de los cielos». Como se insinúa en el pie de página 6 de «Un niño nos es nacido», puede que el Zorobabel que se menciona en una de las listas no haya sido el mismo que se menciona en la otra, y puede que sí lo haya sido.

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Las dos genealogías que se dan en los evangelios no dejan duda de que se ha cumplido la profecía de 2a Samuel 7.16.

DAVID NATÁN

SALOMÓN EZEQUÍAS JECONÍAS

ZOROBABEL ELÍ

JACOB

MARÍA

JOSÉ

JESÚS Linaje de Jesús a partir de David

SE HACEN DOS ANUNCIOS (LC. 1.5–38) El libro de Lucas recoge el relato más completo de los eventos que sucedieron inmediatamente antes de la llegada de Cristo. Después de su introducción, Lucas pasó a contar dos historias acerca de anuncios que se hicieron. El anuncio hecho a Zacarías (vers.os 5–25) El primer anuncio se hizo en el templo de Jerusalén, a un sacerdote llamado Zacarías.25 Zacarías vivía en las montañas que estaban al suroeste de Jerusalén. Su esposa, Elisabet, también era descendiente de Aarón.26 Los dos eran justos y piadosos. Solo había una cosa que echaba a perder sus vidas, y ello era que habían alcanzado una edad avanzada sin tener hijos (vers.o 7). Los sacerdotes habían sido distribuidos en veinticuatro divisiones u órdenes (1o Crónicas 24.1– 19). Zacarías era de la división de Abías (Lucas 1.5; vea 1o Crónicas 24.10). Las órdenes se turnaban en el servicio del templo, una semana a la vez. Cada semana, se echaban suertes en relación con los servicios del templo (Lucas 1.9). La tarea más codiciada era la de ofrecer incienso sobre el altar que estaba delante del velo que ocultaba el Lugar Santísimo. Esto era lo más cerca que un sacerdote corriente podía llegar a aquel sagrado lugar. Era un honor que podía recibirse solamente una vez 25 Vea detalles adicionales de este relato en “What Manner of Child Shall This Be?” («¿Quién, pues, será este niño?») Resources (Diciembre 1981–Mayo 1982): 11–16. 26 De conformidad con las instrucciones de Moisés, para ser sacerdote, el candidato tenía que ser descendiente del sacerdote original, Aarón (Éxodo 28.1).

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en la vida. Según se relata al comienzo de la historia, se trataba de la semana que le correspondía a Zacarías servir en el templo, y este tenía el privilegio de ofrecer el incienso. Cuando entraba en el Lugar Santo, debió de haber estado pensando qué especial era ese día. Había de ser aún más especial de lo que había esperado, pues se le apareció un ángel del Señor llamado Gabriel.27 El mensajero 28 de Dios le dijo al anciano sacerdote que él y Elisabet iban a tener un hijo (vers.o 13).29 Este hijo, que había de llamarse Juan, vendría «con el espíritu y el poder de Elías», como el precursor del Mesías (vers.o 1730). Al sacerdote le parecieron difíciles de creer las palabras del ángel (vers.os 18, 20). A manera de señal, y de castigo por su incredulidad, a Zacarías se le privó del habla (vers.o 20). Después de terminar su semana de servicio, Zacarías volvió a casa (vers.o 23). Su esposa pronto quedó encinta, como el ángel había anunciado (vers.o 24). El sacerdote debía entender, al igual que todos nosotros, que «nada hay imposible para Dios» (vers.o 37). El anuncio hecho a María (vers.os 26–38) El primer anuncio fue hecho en la ciudad más sagrada de Palestina; el segundo, en una de las ciudades más despreciadas (Juan 1.46). Cuando Elisabet tenía unos seis meses de estar encinta (vers.os 26, 36),31 Gabriel se le apareció a una joven de Nazaret, una insignificante aldea de Galilea.32 La joven era «una virgen desposada con 27 En la Biblia solo hay dos ángeles que se les menciona por nombre: Gabriel (Lucas 1.19, 26; vea Daniel 8.16; 9.21) y Miguel (Judas 9; Apocalipsis 12.7; vea Daniel 10.13, 21; 12.1). 28 La palabra «ángel» es transliteración de una palabra griega cuyo significado literal es «mensajero». 29 En el anuncio de Gabriel, este mencionó que Juan «no [bebería] vino ni sidra» (Lucas 1.15). Compare esto con Números 6.2–3. Aparentemente, Juan había de ser nazareo desde el nacimiento. Otros que fueron nazareos desde que nacieron, fueron Sansón (Jueces 13.3–7) y Samuel (1o Samuel 1.11). 30 Gabriel citó de Malaquías 4.5–6, una profecía acerca de ese precursor. 31 Suponiendo que María quedó encinta poco después del anuncio que le hizo Gabriel, esto haría que Juan el Bautista fuera seis meses mayor que Jesús. 32 Josefo, el historiador judío del siglo primero, mencionó 204 ciudades y pueblos de Galilea, pero no hizo referencia alguna a Nazaret (J. W. McGarvey y Philip Y. Pendleton, The Fourfold Gospel or A Harmony of the Four Gospels [El evangelio cuádruple, o armonía de los cuatro evangelios] [Cincinnati: Standard Publishing Co., 1914], 14). El Talmud enumeró sesenta y tres ciudades de Galilea, pero no a Nazaret.

un varón que se llamaba José […] y el nombre de la virgen era María» (vers.o 27). La palabra griega que se traduce por «desposada», se refería a un compromiso más vinculante que el que muchos de nosotros conocemos. Los casamientos judíos se llevaban a cabo en dos etapas: primero, se hacía una ceremonia de compromiso (llamada «el desposorio» [Mateo 1.18]), y luego, algún tiempo después,33 se celebraba el casamiento en sí. La primera ceremonia vinculaba legalmente al novio y a la novia, aunque el matrimonio no se consumaba. María estaba vinculada legalmente a José, aunque todavía no estaban oficialmente casados.34 Esto fue lo que el ángel le dijo a María: «Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS» (vers.o 31). «Jesús» es la forma griega del nombre hebreo «Josué», que es la forma abreviada de un nombre que significa «Jehová salva», o «Jehová es salvación». Era un nombre bastante corriente en aquellos tiempos;35 sin embargo, fue el nombre que se escogió para el hijo de María, por lo apropiado que era (vea Mateo 1.21). A diferencia de Zacarías, a María no le costó creer que lo anunciado por el ángel realmente ocurriría (Lucas 1.45). Sin embargo, sí tenía una pregunta sobre cómo ocurriría: Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 36 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios (vers.os 34–35).

La doctrina bíblica del nacimiento virginal escapa a nuestra capacidad de comprenderla en su totalidad, pero la aceptamos por fe. Hay quienes enseñan que no tiene importancia que uno crea o no en el nacimiento virginal. John Franklin Carter enumeró algunas razones por las que esta doctrina es esencial para nuestra fe.37 33 Como regla general, la ceremonia de matrimonio se llevaba a cabo un año después de la ceremonia de desposorio. 34 Lea Deuteronomio 22.23–24. Esto explica la acongojante situación de José cuando se enteró de que María estaba encinta (Mateo 1.18–19). 35 Lea Hechos 13.6. («Barjesús» significa «hijo de Jesús».) «Jesús» todavía es un nombre corriente en algunas culturas. (Una vez tuve un vecino hispano llamado «Jesús».) 36 En Lucas 1.27 se usa la palabra griega que normalmente se usa para «virgen» (parthenos). Aunque en el versículo 34, María dijo literalmente: «no conozco varón», el texto no deja duda alguna de que ella era virgen cuando el ángel se le apareció. 37 Las razones que se dan a continuación han sido adaptadas de John Franklin Carter, A Layman’s Harmony of the Gospels (Una armonía de los evangelios por un laico) (Nashville: Broadman Press, 1961), 41–42.

1) En vista de que el Nuevo Testamento enseña el nacimiento virginal de Jesús, negarlo supone negar la inspiración de las Escrituras. 2) En vista de que el nacimiento virginal fue parte indispensable del proceso por el que «Dios se hizo carne», su negación destruye la deidad esencial de Jesús. 3) En vista de que el nacimiento virginal está vinculado con el hecho de que Jesús es Dios, negarlo equivale a negar la eficacia de la muerte de Jesús. ¿Cómo podría expiar la muerte de un mortal los pecados de todos los demás mortales? 4) En vista de que el nacimiento virginal fue el primero de los milagros de la vida de Jesús, negarlo hace que uno no pueda aceptar los demás milagros, incluyendo el de la resurrección. Es incredulidad lo que yace en la raíz y también es incredulidad lo que se manifiesta en el fruto de la negación del nacimiento virginal. SE DAN ALABANZAS (LC. 1.39–56)38 Gabriel mencionó que Dios también visitó a una pariente de María llamada Elisabet, y que esta estaba encinta. Poco después de la aparición del ángel, María viajó de ciento veinte a ciento treinta kilómetros al sur, a la ciudad donde vivían Zacarías y Elisabet (vers.os 39–40). Tal vez pensaba que su prima era la única persona que podía entender y apreciar lo que le estaba sucediendo. Elisabet alabó a María (vers.os 41–45) ¡Qué gran reunión debió de haber sido aquella: dos mujeres, una anciana y otra que todavía era muchacha, ambas tocadas por la mano de Dios! Cuando Elisabet vio a María, ella rompió en alabanzas para esta, y exclamó: «Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre» (vers.o 42). María alabó a Dios (vers.os 46–56) María respondió con alabanza para el Señor. Habló de las grandes maravillas que Dios había hecho en el pasado, y anticipó las que Él haría en el futuro.39 María se quedó en Judea tres meses, hasta el final del embarazo de Elisabet. Luego volvió a casa en Nazaret.40 38 Vea información que arroja más luz sobre este texto, en el sermón «Por qué eligió Dios a María». 39 A las palabras de María se les llama a veces el Magnificat, en latín, que es la primera palabra del cántico con que ella engrandece al Señor. 40 Aparentemente, salió poco antes del nacimiento de Juan. Tal vez no deseaba responder preguntas sobre su propio embarazo cuando los parientes de Elisabet llegaran para el nacimiento. (Estos también serían parientes de ella.)

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SE DA AL PUEBLO UN PROFETA (LC. 1.57–80) El nacimiento de Juan (vers.os 57–79) Cuando nació el niño de Zacarías y Elisabet, se reunieron vecinos y parientes para gozarse con ellos. De conformidad con la ley judía, los niños habían de ser circuncidados al octavo día (Levítico 12.3). En la ceremonia de circuncisión del recién nacido, la familia sugirió que se le llamara «Zacarías» por su padre,41 pero Elisabet (a quien aparentemente se le habían dicho las palabras del ángel) dijo: «No; se llamará Juan» (vers. o 60). Recurrieron a Zacarías, pero este confirmó el nombre elegido por Elisabet. «Al momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios» (vers.o 64). Los versículos 68 al 79 recogen las palabras inspiradas del anciano sacerdote. Los versículos 68 al 75 son alabanzas dadas a Dios, por las promesas hechas a Su pueblo; mientras que los versículos 76 al 79 están dirigidas a su hijo. Esto le dijo al pequeño Juan: «Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos» (vers.o 76). Al igual que el ángel, Zacarías citó del profeta Malaquías lo relacionado con la venida del precursor del Mesías. Primeros años de la vida de Juan (vers.o 80)42 El versículo 80 hace un pequeño esbozo de los primeros treinta y tantos años de la vida de Juan: «Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel». El desierto era la región escasamente poblada de Judea que estaba justo al oeste del Mar Muerto. CONCLUSIÓN Se aparecieron ángeles a seres humanos. Hubo personas inspiradas por el Espíritu de Dios, para que hablaran. ¡Eran cuatrocientos años de silencio los que se estaban rompiendo!43 ¡Era «el cumplimiento del tiempo» (Gálatas 4.4) lo que se estaba realizando! ¡Era Cristo quien estaba viniendo!

Observe el entusiasmo de los que esperaban el nacimiento del Mesías. Se regocijaron de las noticias en el sentido de que Jesús venía. ¿Se entusiasma usted del mismo modo cuando dice: «Él ha venido, y vive»? No deje que el exceso de familiaridad con esta historia le minimice el impacto de ella en sus pensamientos. La lección que sigue se centrará en el nacimiento de Jesús.

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Era costumbre en aquellos tiempos darles el nombre a los niños en el momento de la circuncisión (vea Lucas 2.21). 42 Vea algunas reflexiones sobre los primeros años de la vida de Juan en “The Day Jesus Was Baptized” («El día que Jesús fue bautizado»), en “Narrative Preaching, 1” («Prédicas narrativas, núm. 1»), Truth for Today (La Verdad para Hoy) (Febrero 1997): 16–21. (N. del T.: Esta edición no ha sido traducida al español.) 43 Vea «La vida de Cristo, núm. 1».

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Lecciones sobre antecedentes Es aconsejable que comience usted la serie sobre Jesús, con alguna lección o sermón que trate sobre los antecedentes que rodearon la venida de Cristo. En la edición de agosto de 1994 de Truth for Today (La Verdad para Hoy),44 encontrará usted un bosquejo sobre «Cristo en la profecía». Una excelente lección sobre antecedentes sería «¿Qué tal si Cristo no hubiera venido?», de Batsell Barrett Baxter.45 Otras fuentes de estudio Un libro sobre Jesús, que ha traído bendición a mi vida, es The Crises of the Christ (Las crisis del Cristo), de G. Campbell Morgan.46 Este volumen se concentra en eventos clave de la vida de Jesús (a los cuales Morgan llama «crisis»). Los capítulos de introducción sobre «El hombre caído» proporcionan antecedentes que rodearon la vida de Cristo. Enfoques homiléticos A medida que se adentre en los relatos del evangelio, hallará usted que casi cualquier porción de texto se presta para el tratamiento homilético. En cuanto a los textos abarcados en esta lección, encontrará usted varias fuentes en los pies de página. He aquí otras posibilidades: Podría predicar un sermón sobre «Aquel Verbo fue hecho carne» (Juan 1.1–18). Eric Hayden publicó un sermón sobre Mateo 1.1.47 Podría usted demostrar que la genealogía de Mateo es mucho más que «una aburrida lista de nombres». Podría hacer un esbozo de carácter de Zacarías y de Elisabet («la clase de personas que Dios puede usar»). El discurso de Zacarías podría 44

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NOTAS

N. del T.: Esta edición no ha sido traducida al español. Batsell Barrett Baxter, Sermons of Batsell Barrett Baxter (Sermones de Batsell Barrett Baxter), Great Preachers of Today Series (Serie Grandes predicadores de la actualidad) vol. 1 (Abilene, Tex.: Biblical Research Press, 1960), 31. 46 G. Campbell Morgan, The Crises of the Christ (Las crisis del Cristo) (New York: Fleming H. Revell Co., 1936). 47 Eric Hayden, Preaching Through the Bible (Predicar por toda la Biblia) (Grand Rapids, Mich.: Zondervan Publishing House, 1964), 180. 45

ser la base de un sermón sobre la naturaleza de Jesús: Él es Dios, el Señor, nuestro libertador, el Altísimo. Cada vez que se menciona a Juan el Bautista

en el texto (así como en esta lección), podría usted predicar un sermón sobre su vida. Tal sermón se puede encontrar en «La vida de Cristo, núm. 6».

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