DIARIO SENSITIVO DEL BEBE EL SENTIDO DE LA VISTA

De 0 a 6 meses Dentro del útero

- A las 20 semanas de gestación ya movía los ojos, aunque hasta las 26 semanas no fui capaz de abrirlos. - A las 23 semanas realizaba movimientos rápidos oculares aunque no veía nada hasta que desarrollé un detalle de sombras y contrastes a las 24/26 semanas. - En el quinto mes intrauterino la vista ya me funcionaba, puesto que cambiaba mi comportamiento frente a estímulos externos. Fuera del útero (primer y segundo mes de vida)

- Mi vista, una vez nací, era escasa hasta que la desarrollé a lo largo de mis primeros 8 meses de vida. Mis ojos estaban perfectamente formados, pero mi cerebro estaba muy inmaduro para procesar la información del exterior. - Al principio no podía enfocar más de 30 centímetros, pero veía luces, formas y detectaba movimiento. - Durante el primer mes no sabía cómo utilizar mis ojos y a veces se me cruzaban, pero me gustaba mucho jugar al ojo con ojo con mi mamá, de hecho fue la primera cara que empecé a interpretar. - En mi segundo mes de vida a penas distinguía colores y me costaba mucho diferenciar los más parecidos como el rojo o el naranja. Por eso prefería patrones en blanco y negro o con grandes contrastes. - En estos dos meses ya tenía la capacidad de fijar mi vista unos instantes en algo que me llamase mucho la atención. Tercer mes de vida

· Cada vez voy viendo un poquito mejor, aumenta mi agudeza visual, y empiezo a distinguir colores con más nitidez, sobre todo el rojo y los contornos de los objetos. · Ya con tres meses de vida, empecé a darme cuenta de que si me escondían un objeto al que estaba mirando fijamente, me quedaba esperando a que reapareciese por el mismo lugar por el que se había ido. · Gracias a mis ojos veo que tengo dos manecitas, y que puedo moverlas delante de ellos. Con ellas intento alcanzar los objetos que tengo delante, aunque aún no acierto a ello. Esto me parece muy divertido! · Por fin distingo quien es mi mamá de entre otras personas. Cuarto mes de vida

· He descubierto algo nuevo, y es que todo lo que tengo frente a mis ojos no está a la misma distancia, sino que los objetos se hayan a distintas

profundidades. Así localizo mejor los objetos, y distingo su tamaño y su forma. · Por fin extiendo mi mano y soy capaz de alcanzar el objeto que tengo delante de mis ojos. Esto se debe a que los circuitos de mi cerebro están ya maduros. · Me encanta que me acerquen juguetes y sonajeros para agarrarlos. · Empiezo a percibir con nitidez el color azul celeste. Quinto mes de vida

· Empiezo a descubrir objetos ocultos, y soy capaz de quitarme todo aquello que me molesta sobre la cara. · Cada vez me puedo fijar más en objetos pequeños y seguirlos con mi mirada. A veces hasta reconozco cosas que solo he visto parcialmente. Por eso me encanta jugar al “cucu-tras”. · Ya empiezo a distinguir entre colores brillantes similares (rojo, azul y verde) y capto diferencias más sutiles en los colores pastel. Sexto mes de vida

· Empiezo a entender que todo aquello que desaparece de mi vista no deja de existir, y trato de buscarlo con la mirada. · Empiezo a diferenciar personas, como mi mamá, mi papá, los abuelos, e incluso mi entorno. Distingo entre lo conocido y lo desconocido, se cual es mi casa, mi osito de peluche o la cuna donde duermo. · Comienzo a imitar gestos sencillos. · Distingo más colores y comienzo a tener visión en relive. El bebé de 6 a 12 meses:       

A los 6 meses puedo cambiarme de postura, como girarme de un lado a otro estando tumbado, y buscar objetos que se han caído al suelo. Además, puedo mirar fijamente al carrusel que mamá me ha puesto en la cuna. También, cuando me llaman papa, mamá o los abuelos, sonrío antes de que aparezcan en la habitación. Qué raro, cuando me miro en un espejo hay un niños igual que yo, ¡ah! Pero si soy yo. Ya tengo ocho meses y veo igual que una persona mayor, ¡cuántos colores y objetos para ver! A partir de los nueves meses ya sigo con la mirada el objeto que me muestran, y además, cuando me lo esconden ya no me engañan. ¡sé que está ahí! He aprendido a jugar a esconderme y me lo paso muy bien. Primero me tapo los ojos con mis manos, luego las quito y… ¡aquí estoy! Me gusta mucho y me rio siempre.

DE 12 A 18 MESES:

Y ahora con un añito seguro que ya veo como papá y mamá. Con el paso de los meses me va interesando todo lo que hay a mi alrededor, me doy cuenta de las cosas que hay iguales y diferentes y me encanta cogerlo todo. Todo es interesante para mí, me fascinan todos los colores y las formas. También puedo distinguir a esas personas que solo podía ver cuando estaban cerca de mí, ahora reconozco de lejos.

VISTA DEL NIÑO DE 18 A 24 MESES

En esta etapa ya tengo la vista totalmente desarrollada y mi visión a nivel madurativo ha sido impresionante, mi visión se iguala a la de un adulto, veo todo perfectamente y mi campo de visión ya no está reducido, sino que percibo los objetos en todos sus grados (180º). A esta edad, ya localizo con la vista los objetos cuando escucho que alguien está hablando de ellos. Además ya puedo coger los objetos sin mirarlos. Reconozco el color de cada objeto sin mirarlos, y además puedo enfocar los objetos de cerca y de lejos. En esta edad puedo dibujar el objeto que me pidan y lo haré con su misma forma, porque ya tengo asimilada la forma que tiene ese objeto en concreto, porque previamente lo he visto.

La vista de 24 a 36 meses.

Mi mama me lleva al cole chiquitito, como todos los días, y cuando hemos llegado, yo he llorado un poquito, porque cuando he mirado para atrás y no estaba, me he enfadado, pero solo ha sido un poquito, luego mi señorita me ha dado los buenos días y mis amiguitos también, además la seño nos ha dicho que íbamos a jugar muchiisiiiimo y nos hemos puesto todos a saltar y a correr, y hacer la pata coja por toda la clase. Cuando me paso por delante del espejo, me paro para ver lo guapa que vengo hoy al cole, y hago burlas delante de él, mis amiguitos también y nos reímos mucho. Sé donde esta mi boca, mi nariz, mis orejas, mi pelo, mis manos y las de mis amiguitos, jejeje. La seño nos pone música y me encanta ponerme enfrente del radio CD, para escuchar la música y bailar, además de tocar las palmas. Se imitar gestos y hacer guiños con los ojos, la seño nos ha enseñado. Cuando leemos un cuento me gusta mucho pasar las hojas poco a poco para ver todos los colores y dibujos que tiene, además me gusta ver los gestos que hace la seño con su cara cuando los lee. Cuando dibujo, agarro el lápiz correctamente y me gusta mucho dibujar rayas, de arriba abajo, de izquierda a derecha, y también me gusta mucho hacer círculos y cuadrados. Cuando la seño me da el almuerzo, no hace falta que me ayude a abrir las galletas, porque como ya soy grande se hacerlo yo solita, he visto a mi mama como lo hace y yo también se. Después de almorzar la seño nos ha llevado a la sala de la luna a descansar y a contemplar las estrellas del techo, son muy bonitas y brillan muchísimo. Cuando nos levantamos del nono, la seño nos ha preparado un montón de fichas grandísimas, de muchos colores y formas y nos ha dejado poner unas encima de otras, hasta que hemos conseguido una torre muy alta, pero luego le he tirado la pelota y se han caído todas las fichas. Cuando he llegado a casa mi mama me ha dicho que tenía manchas y me he fijado y es verdad, las tengo aquí en la camiseta, así pues me he quitado la ropa sucia yo sola. Me he puesto mi chándal rosa, y mis zapatillas yo sola, bueno me ha ayudado un poquito mi mama. Al mirar por la ventana he visto un coche rojo, y me he ido corriendo a la puerta, porque yo sé que ese coche es de mi papa. Como mi papa juega mucho conmigo, y tarda mucho en entrar a casa le he escondido sus zapatillas y también me he escondido, la nena va asustarle. Mama me deja jugar en el cuarto de los juguetes mucho tiempo, y yo me lo paso muy bien. Después de cenar agarro mi biberón y me tomo toda la leche y dejo el biberón encima de la mesa, con cuidado de que no se caiga, después papa me lee un libro y me enseña los dibujos. Cuando tengo sueño, dejo todo lo que estoy haciendo y me concentro en dormirme. A la mañana siguiente no me levanto de la cama hasta que no veo a mama que me despierta dándome un beso aquí delante en la cabeza.

Luego ayudo a mama a vestirme, y nos vamos a la cocina a desayunar y también me gusta ayudarla a destapar el bote de cola-cao y el de la azúcar, y después me lleva al cole como todos los días.

EL TACTO DE 0 A 6 MESES

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Acabo de nacer y mi madre me coge en brazos y me tumba haciéndome cosquillas y caricias en la palma de la mano y de los pies. Es una situación agradable para mí ya que noto la sensación de escalofríos, pero aun así me gusta. Cuando llega la hora del baño, ya bien limpio, mi madre me hace masajes con esa crema y esa loción que huele muy bien. Llega la hora del juego ¡cómo me gusta!. Mientras que mi padre me coloca en sus brazos, mi madre me canta canciones como " 5 lobitos" y "Palmas Palmitas", a la vez que me agarra de mis manos para que yo me mueva al son de la música. Cuando llega la hora del cambio de pañal, mi madre me sostiene sobre una manta con diferentes texturas y agarra un peluche para que lo intente coger a la vez, que me roza la cara...¡Qué suavidad!

EL TACTO DE 6 A 12 MESES

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Hoy cumplo 6 meses, al medio día a la hora de comer mi madre me ha puesto unos objetos suavecitos y blandos y he escuchado que se llamaban peluches y esponjas, me han gustado mucho porque lo podía estrujar y tenían una textura muy suave. Ya tengo 9 meses, esta tarde me ha sentado mi madre en el parque, donde había trozos de telas y papeles de diferentes texturas (toalla, felpa, lana, seda, papel de seda, de charol, cartón, cartulina…), yo los he cogido y he estado experimentando con ellos (arrugandolos, rasgandolos...) y he aprendido nuevas sensaciones al tacto. Ahora soy un poquito más mayorcito, ya tengo 11 meses y esta mañana me ha puesto mi madre en el suelo delante de una cesta no muy alta que contenía objetos variados con muchos colores y diferentes formas. Mi madre me los ha sacado de la cesta y los ha guardado, entonces yo la he imitado, me ha gustado mucho era muy divertido porque unos estaban blanditos, otros eran más grandes y otros eran duros. Lo que menos me ha gusta es el fresquito que he sentido en mis pies al estar sobre el suelo.

EL TACTO DE 12 A 18 MESES 

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Hoy cumplo 13 meses, esta mañana mi madre me ha cogido y me ha llevado a un sitio muy extraño donde no me había llevado antes. Me ha tumbado y he notado algo frío, después me ha cambiado de sitio y esta vez estaba suave, luego me ha puesto en otro sitio calentito. Después me ha puesto a andar en una alfombra con esponja y me ha gustado mucho, lo que no me ha gustado tanto es que me pusiera a andar por el suelo porque estaba muy frío. Ya tengo 15 meses y hoy mi madre me ha dado unos papeles muy bonitos de diferentes clases y los he arrugado, uno brillaba, otro era transparente, otro estaba áspero y otro estaba un poco mas suave. Luego me ha dado más papeles pero esta vez era para romperlos. Ya tengo 17 meses y mi madre me ha dado unas piezas muy raras. He visto como las ponía unas encima de otras como haciendo una torre, y yo tambien he querido hacerlo pero no me salía. Mi madre me ha ayudado al principio un poquito hasta que lo he conseguido yo solita. Después ha seguido haciendo más formas con otras piezas y yo la he imitado. Unas piezas tenían picos, otras eran redondas...

ESTIMULACIÓN DEL TACTO DE 18-24 MESES. -Tengo 18 meses. Mi mamá ha venido a despertarme y me ha dado besitos, me ha hecho cosquillas, cuando ya me he despertado me, me ha bañado y me ha masajeado, después me ha dado el desayuno y me ha llevado a la guardería, allí mi profe ha colocado delante de mi una bolsa llena de tacos y de madera y esponjas, la bolsa era opaca, entonces me ha pedido que sacara las esponjas sin mirar la bolsa para que yo distinguiera las esponjas de los tacos. Después mi educadora me ha enseñado unas tablillas con relieves muy chulos y contrastados y me ha inducido con sus comentarios que las aparejara. - Ya tengo 20 meses y como de costumbre, mamá me lleva la guarde, donde mi seño hoy nos ha dado una caja con un 3 ranuras de diferentes formas y nos ha dicho que metiéramos por esas ranuras piezas con forma de flor, con forma de corazón y con forma de estrella. - Con mis 22 meses la educadora y nosotros hemos jugado con un cajón de arena mojada, porque hoy estaba lloviendo, nos ha dado un cubo y una pala y nos ha pedido que la ayudáramos a llenar los

cubos de arena mojada y al acabar los hemos vaciado y hemos vuelto a empezar. - Que mayor soy ya tengo 24 meses y hoy la profe, como ya somos mayores nos enseñado que es lo que sentimos cuando metemos las manos en agua fría y en agua templada. Primero hemos metido las manos en un vaso con agua fría y después en un vaso de agua caliente. EL TACTO DE 24 A 30 MESES

He cumplido dos años y mis papás hacen diferentes cosas conmigo. Me llevan al parque y juegan con migo a coger la arena y a soltarla despacito. ¡Me hace cosquillas en las manos! En casa, tengo una caja llena de sellos de esponja y cada uno es diferente cuando lo toco; me gusta mucho jugar con ellos. Antes de comer, siempre me lavo las manos. Mi mamá le daba al grifo y cambia de agua caliente a fría y yo quito las manos cuando sale el agua muy fría. Cuando vamos a casa de la abuela, me siento en el césped del jardín. Me gusta mucho tocarlo. Papá tiene un abrigo muy suave y siempre que se lo pone, yo voy a tocarlo. Sin embargo, cuando él me pasa la mano por su barba no me gusta. ¡Pincha mucho! Una mañana de invierno me levanté y estaba todo nevado. Mamá me abrigo mucho y salimos a tocar la nieve. ¡Qué fría! Yo siempre duermo tocando mi osito de peluche. Me gusta mucho porque es muy suave. EL TACTO DE 30 A 36 MESES

Hoy cumplo los 30 meses mi mamá me ha regalado un nuevo juguete que un puzle, pero mi papá para que aprenda lo ha metido en una bolsa negra y yo lo tengo que tocar y adivinar lo que es y despues de tanto tocarlo y no saber lo que es y mi papá me lo ha sacado de la bolsa y supe que era un puzle con el abecedario para que aprenda mucho. Hoy cumplo los 32 meses y en la escuela infantil mi profesora me nos ha echo un juego muy divertido y les he ganado a todos porque nos a dado varios utensilios de clase y teniamos que colocarlos de mayor a menor y del que mas pesa al que menos y yo los he colocado todos bien y me he ganado un peluche para mi habitacion y estoy muy contenta y cuando se lo he dicho a mis padres se han sentido muy orgullosos de mi. Cumplo los 34 meses y hemos ido a casa de mi abuela y tengo 2 primos mas mayores que yo y mi tia nos ha comprado un juego nuevo y esta vez no he ganado y me he enfadado mucho, porque teniamos que sacar unas parejas por el tacto, solo podiamos tocar y no las veiamos y mi primo nos ha ganado y me he enfadado mucho con el porque yo siempre tengo que ganar aunque se que no es asi y mis padres me han regañado por eso. Por cumplo 36 meses y tenia muchas ganas porque ya mismo entro al colegio y estoy muy ilusionada porque no se como sera como serán mis amigos mis profesoras y ya me voy sintiendo mas mayor y eso me hace sentir mejor,y por cumplir hoy 3 años me han regalado muchas cosas y la que mas me ha gustado ha sido como un domino gigante pero con formas muy chulos y

teníamos que tocarlo para saber donde se colocan al principio no sabia pero al final he aprendido aunque me a costado mucho pero me han ayudado mucho y lo he conseguido, después de jugar nos hemos comido la tarta y he soplado la velas que me ha quedado una que la he soplado después y hoy en este día tan especial me lo he pasado genial asique estoy deseando cumplir ya los 4 años que ya os seguiré contando como me lo paso. EL OIDO Hola soy un bebe, según la ecografía que le hicieron a mi mamá la semana pasada, dicen que voy a ser niña, llevo dieciocho semanas aquí dentro y estoy muy cómoda, y empiezo a percibir sonidos del exterior. 1/07/2010 (4 meses dentro del vientre materno)

Hoy mi mama se estaba duchando y oía como caía el agua en la barriga, y también oía una canción que ella cantaba con la melodía de una canción de la radio que a mi me alteraba porque era con mucho ritmo. 20/09/2010 (6 meses dentro del vientre materno)

Hoy mi mamá ha ido a su segunda ecografía, pero era un sonido muy alto y como me molestaba me aparté y di encogidas que también hacían sonidos al mover el líquido amniótico. 25/12/2010 (nacimiento)

Son las 5 de la mañana y oigo mucho jaleo a mi alrededor, podía oír como me llamaban y cuando salí, lo primero que oí, fue todo ese jaleo aún más claro y mi llanto porque comencé a llorar.

DE 1 A 3 MESES 6/01/2011

Hoy me han llevado papá y mamá a ver una cosa que ellos llamaban los reyes, pero yo eso no lo entendía, una vez allí al oír tanto ruido me asuste mucho y comencé a llorar. 14/02/2011

Hoy estaba en la cuna jugando con papá, él me hacía sonidos una y otra vez con su voz y yo le sonreía, y cuanto más me reía, él más sonidos hacía. 27/03/2011

Hoy estaba en mi mecedora esta mañana y he descubierto que puedo hacer ruidos con mi boca, más fuertes o más flojos.

DE 4 A 6 MESES 5/04/2011

Hoy he ido a casa de mi abuela y ella se ha puesto a decirme cosas, yo no las entendía, pero intentaba repetir lo mismo y lo conseguía. 9/05/2011

Hoy mi mamá no me ha dado la comida a mi hora y yo me he enfadado y le he respondido con mi llanto y enojo. 28/06/2011

Sigo descubriendo muchísimas cosas, pero una de las que hoy más me ha gustado ha sido cuando he salido a dar un paseo por el parque con mi mamá y he escuchado el canto de los pájaros. DE 7 A 9 MESES 31/07/2011

Hoy estaba sentada en mi trona, cuando le he dado al plato de la comida y lo he tirado todo, mi mamá se ha enfadado mucho y me ha hablado con un todo de voz muy serio y fuerte, me he asustado mucho y he comenzado a llorar. 22/08/2011

Hoy han comenzado mis vacaciones con mamá y papá en la playa y todo es nuevo para mí, hay sonidos que reconozco como los canto de los pájaros y otros nuevos como el ruido de las olas. 17/09/2011

Cada vez oigo las cosas más claras y voy entendiendo lo que me quieren decir. Hoy estando con mi abuela y ha llamado mamá por teléfono y ella me ha puesto el auricular en el oído y yo he empezado a llamarla para que viniera. DE 10 A 12 MESES 29/10/2011

Hoy son fiestas en mi pueblo y ha habido fuegos artificiales, los cuales sonabas muy fuertes, ante mi asombro he respondido con la expresión oh. 11/11/2011

Hoy hemos estado en el cumpleaños de mi primo y me preguntaban muchas cosas a las que yo respondía con un no y moviendo la cabeza. 25/12/2011

Hoy es mi cumple, ha venido mucha gente a casa y me han hecho muchos regalos, el que más me ha gustado ha sido un tambor y me he tirado toda la tarde tocándolo porque sonaba mucho y a mi me gustaba.

DE 2 A 3 AÑOS 3/08/2012

Hoy estaba en el parque y me he alejado, mi mamá me ha llamado para que no me alejara, le he hecho caso y he regresado donde estaba ella. 2/09/2013

Hoy he ido por primera vez al cole, he conocido a mis compañeros con los cuales he estado hablando y jugando y después la profe nos ha enseñado una canción muy chula para conocer nuestras partes del cuerpo y ya conozco todos sus nombres. De aquí en adelante podré identificar todos los sonidos que hay a mi alrededor porque ya comprendo su significado.

EL OLFATO EN BEBES DE 0 A 36 MESES Los niños nacemos con un olfato muy desarrollado y superior al que tienen los adultos. A las 24 horas de nacer los bebes somos capaces de mostrar rechazo a ciertos alimentos según su olor. Una vez que nuestras sus capacidades motrices van perfeccionándose y el resto de los sentidos van cogiendo protagonismo nuestro olfato se va perdiendo por desuso. 2. DESARROLLO DEL OLFATO DE 0 A 36 MESES. Soy capaz de encontrar a una persona en un cuarto oscuro lleno de extraños. Cuando mama me sostiene en brazos, a quien tan solo estoy empezando a conocer, empiezo a reconocer su olor, incluso en la oscuridad me vuelvo hacia a ella. Si me esta dando el pecho, estimulare la producción de leche de mama, soy capaz de identificar el olor de mama por lo tanto me vuelvo hacia ella para satisfacer mi hambre. El aroma característico y familiar de mi mama me tranquiliza. Tras el duro esfuerzo que mi mama ha sufrido en el parto, me relajo a su lado, y asocio su olor con el confort y protección en sus brazos. El olor me proporciona muchas e importantes sensaciones acerca de mi entorno inmediato que me dan seguridad. El sentido del olfato desempeña una función social importante en mi vida y también en la de mi mama. Mi maravilloso olor a recién nacido me mantiene cerca de mi mama lo que conlleva que juegue con sus emociones. Mi dulce aroma también atrapa a otras personas, que también están encantadas en sostenerme y hacerme arrumacos. A los tres días de vida soy capaz de distinguir el olor de mi mama del de otra persona. Si ella deja un foulard impregnado de su olor me reconfortará cuando no esté.

Tan solo con la fuerza de mi olor, obtengo lo que necesito: cariño y atención. Mi agudo sentido del olfato me ayuda a reconocer a los demás. Después de que mi mama me de el pecho, su cuello ocupa el segundo lugar entre mis olores mas apreciados, ya que sobre el descansa mi cara cuando me sostiene en vertical, con mi nariz pegada a su piel. Llegare a reconocer el olor de mi papa del mismo que el de mi mama. Cuanto mas me sostengan en brazos mas fácil me resultara reconocer olores y mas satisfactorio será para mis papas acogerme entre sus brazos. Respiro profundamente para inhalar mejor los aromas del plátano, vainilla, azúcar y leche. Los olores dulces me permiten disfrutar de los placeres de mi intimidad. Me apartare de algunos olores, como la carne podrida o las sustancias químicas toxicas. Utilizo el olfato de una forma sorprendentemente sofisticada. En el segundo mes de mi vida, puedo distinguir diferentes tipos e intensidades de olores. Reacciono a los olores pataleando, chupando, llorando o alterando el ritmo de mi respiración. Aunque puedo distinguir entre diferentes olores, mis respuestas parecen ser más reflejas que deliberadas o conscientes. Se llega a esta conclusión porque los olores hacen que me mueva y cambie mi respiración cuando estoy dormido. Pero soy capaz de soportar olores, si un olor desagradable permanece en el ambiente durante tiempo suficiente dejan de reaccionar en mi, esto es habituación. A medida que voy creciendo, mi reacción hacia los olores se va haciendo mas calculada, consciente y dependiente de mi voluntad. Aprendo por experiencia a juzgar si las cosas huelen bien o mal. A los tres años seré capaz de expresar algunas de mis opiniones. EL GUSTO EN BEBES DE 0 A 36 MESES.

El azúcar me anima. Las cosas dulces me calman. Llevo meses probando el sabor, aunque sólo hace unos minutos que he llegado. ¿Quién soy? Soy un bebe un tanto goloso. La leche es el primer sorbo de felicidad que prueban mis labios nada más nacer. Empiezo a chupar y mi ritmo cardiaco se acompasa. Calmado por la proximidad con mi madre y por el sabor dulce de su leche, yo estoy contento. La lactancia, ya sea materna o con biberón, es una importante fuente de placer para mí. Y de forma muy conveniente, la leche materna tiene una dulzura natural y un valor nutritivo ideal que me encanta. Esta combinación es perfecta para crecer, aprender, disfrutar… y ser como mi papa.

2. EL DESARROLLO DEL GUSTO DE 0 A 36 MESES. Yo antes de nacer

Mi capacidad de sentir placer y aprender a través del gusto comienza mucho antes de nacer. A las ocho semanas de formarme, comienzo a desarrollar las primeras papilas gustativas. A la trece semana, esas papilas han comenzado a comunicarse con mi sistema nervioso. Esta “conversación” es el principio del sabor y se produce a un volumen sorprendentemente alto, vamos que me llegue a asustar y todo, esto sucede mucho antes de que me sea posible articular palabra. Nada más nacer, soy capaz de utilizar ya algunas de mis 4.500 papilas gustativas para establecer una conexión entre lo que he aprendido en mi experiencia gustativa previa al parto y lo que saboreo ahora. Incluso recién nacido, se que los sabores que noto en la leche de mi mamá ya estaban en el líquido amniótico. Por esta razón, la leche de mi mamá me resulta familiar y sé que estoy seguro y en su casa. Conozco el dulce.

A las pocas horas del parto, yo soy capaz de utilizar el sabor para diferenciar distintos tipos de azúcar y distintas concentraciones del mismo tipo. Además del dulce, también puedo distinguir otras dos categorías básicas del sabor: agrio y amargo. Siempre prefiere el dulce.

Cuando detecto sabores agrios y amargos, lo índico: arrugo la nariz, a veces saco la lengua y puede que muestre algo de enfado, incluso lloro. Este tipo de conducta me protege de posibles peligros: evita que trague sustancias tóxicas o podridas e informó a mi mamá de su presencia. No conozco bien lo salado.

Al principio era indiferente al sabor salado, después lo fui detectando. Este cambio lo realice a los cuatro meses, en el momento en que las proteínas sensibles al sodio emergieron en mis células gustativas. Aunque la percepción del sabor es innata, el criterio acerca de lo que es comestible o no lo voy aprendiendo. Poco a poco, a través de mis papás y de sus propias experiencias, yo con el tiempo voy aprendido lo qué debo y no debo comer.

Me siento bien.

Sigo sintiendo sensaciones placenteras ante los alimentos dulces. Su consumo me hace sentir bien, literalmente. Tras unos estudios que he realizado yo mismo he llegado a la conclusión de que mis receptores bucales del dulce están conectados con zonas de mi cerebro que controla la liberación de sustancias químicas (endorfinas) que me provocan placer y bloquean el dolor. El sabor de las cosas dulces activa directamente esas partes de mi cerebro. A mis papás también les gustan los alimentos dulces y por la misma razón. No olvides que los alimentos dulces proporcionan gran cantidad de energía para mí, que la necesito. Durante mis tres o cuatro primeros meses de vida, yo dobla mi peso. Para ello debo de trabajar duro y las calorías extra que contiene el azúcar les ayudo a conseguir lo que es esencial para mi bienestar. Si como azúcar lloro menos porque me siento bien, estoy alerta y fomenta mi coordinación buco-manual. Chupar me calma y el sabor dulce me induce a chupar. Yo aprendo pronto que puedo obtener el mismo efecto (un placer tranquilizador) chupándome la mano o el chupete. Mi mamá debe evitar mojarme el chupete en azúcar o miel para calmarme, debido al riesgo de caries o de crear hábitos poco saludables en relación con mi alimentación. Yo se que en la variedad está el gusto.

He notado que la consistencia de la leche de mi mamá cambia dependiendo de las horas del día y por ello tengo más sabores interesantes. La leche menos grasa es la que se produce al principio de la toma y la más grasa se produce al final de las tetadas y por la tarde. Además, la leche materna cambia a medida que yo voy creciendo, para satisfacer mi mayor necesidad de proteínas y minerales. La leche materna también cambia de sabor según la dieta de mi madre. Hay quien cree que es esta variación la que me predispone a preferir lo que cocina mi mama que comer fuera de casa. Otros dicen que yo lactante cuya madre consume alimentos con gran variedad de sabores me puedo llegar a convierte en un niño dispuesto a probar muchos alimentos diferentes. Algo que mi mamá lactante debe limitar o evitar el consumo de alcohol, que se detecta en la leche materna en tan sólo 30 minutos y eso no me gusta. El alcohol hace que la leche adquiera un olor más dulce, de modo que yo chupo más e intento tomar más. Pero en realidad trago menos leche y, en consecuencia, puede que duerma menos y eso me pone furioso.

Esto es placer.

En realidad, es muy sencillo: los sabores dulces afectan a mi estado de ánimo activando la succión, que me calma. La facultad de distinguir los sabores dulces mejora mi capacidad de concentración, que me permite aprender acerca de mi entorno. Y tal vez lo más importante sea que el sentido del gusto me dirige como si fuera un misil térmico hacia su alimento óptimo, que es la leche que produce mi madre, cuya presencia me resulta gratificante y me proporciona el sustento. El sabor me sigue guiando cuando me hago mayor. Me induce a consumir alimentos dulces naturales, como la fruta y algunas verduras, que son una fuente importante de energía y vitaminas. Cuando me meto cosas en la boca, sigo aprendiendo cosas del mundo que me rodea a través del sabor. Hay que estar al tanto de lo que pueden llegar a mes manos, porque me lo meteré todo en la boca, con riesgo de atragantarme si introduzco en mi boca objetos o alimentos de consistencia sólida y de pequeño tamaño. Cuando me haga algo mayor, verás cómo el sabor GUSTO Y OLFATO me ayuda a afirmar mi independencia. Por difícil que pueda parecer no olvides que la independencia es lo que quiero a la hora de probar sabores nuevos, incluso cuando rechace los mismos alimentos que ayer le encantaban. Es mi forma de utilizar el sabor para controlar mi mundo. Mamá tú también harías lo mismo a mi edad. ¿Pregúntaselo a la abuela?