El mar de los que fueron Los compañeros escribidores Los seductores atardecidos del cuerpo núbil Los que sentaron a la belleza en sus piernas para golpearla Los pacifistas en Vietnam los nuevos del rock protesta Sus casas en Miami sus autos convertibles Sus nuevas tendencias por la biogenética Cada vez más comprometidos con el hedonismo Cada vez más cercanos al libre mercado Los poetas se olvidaron del pueblo Y les quema los labios esta palabra Porque la distancia es tan breve entre pueblo y desacato Entonces el paradigma es la salida perfecta Los sesos de Allende escurridos en la memoria ciudadana son un paradigma El dolor del hombre supuestamente nuevo es un paradigma Mientras escribo sobre estas leyes recurrentes de las transformaciones en el último rincón de una casa del tercer mundo mis compañeros poetas brindan por otros ya cadáveres ya historia expulsada del cuadrilátero competitivo de la nueva poesía Lejos del sollozo y del miedo Protegidos por la sentencia de nacer para morir En esta noche mientras escribo En algún lugar está Ezra Pound En alguna cantera sigue picando la muerte Oscar Wilde Sigue viendo pasar el tren de los heridos Miguel Hernández Y continúan entrando en las bocas de las minas y continúan tragados por el carbón los hombres de este pueblo Y no hablo de paradigmas ni de tópicos literarios Hablo de las cárceles de la muerte selectiva Pues donde germinó una idea debe quedar su ceniza Donde el intelecto encendió la llama áspera del miedo debe enterrarse el intelecto Entonces será Dios quien nos juzgue mañana no importa Nadie entiende aquello del fin de los tiempos