Story Transcript
INTRODUCCIÓN La fe cristiana no es una creencia. Es, ante todo, una experiencia de relación. Cuando hablamos de experiencia no nos referimos a algo que se aprende con el paso del tiempo ni al conjunto de lo que vemos o sabemos, sino a algo que se siente y se vive con la máxima intensidad. Los elementos constitutivos de la experiencia son: • Se trata de una situación o realidad que se vive en contacto directo con ella. • Se vive con intensidad y de manera global, afecta a toda la persona. • Se valora mediante la reflexión y la interpretación y, se integra en la vida de cada uno. • Se expresa en palabras, gestos, conductas, ritos,... y afecta al propio modo de pensar y de vivir. LA EXPERIENCIA DE LA FE La fe es ante todo una experiencia. La fe cristiana no es creer en algo, sino en alguien, en el Dios revelado en y por Jesús. Por eso, quien cree en Jesús, cree en Dios. Esta fe comporta, ciertamente, creer en los valores que vivió Jesús y en los ideales que predicó, pero esto no es suficiente: para que exista la fe es necesario que se establezca una relación con Jesús. Por tanto la fe es: una respuesta humana libre y voluntaria, que consiste en realizar una relación de amistad con Jesús que te conducirá al encuentro con Dios y los demás, y que se expresa en la comunidad cristiana (la Iglesia), en la oración y celebración y en el estilo de vivir y compromiso. Comprende una adhesión de la inteligencia y voluntad a la revelación que Dios ha hecho de si mismo mediante sus actos y palabras. Cuando hablamos de experiencia no nos referimos a algo que se aprende con el paso del tiempo ni al conjunto de lo que vemos o sabemos, si no a algo que se siente y se vive con la máxima intensidad. Por lo que podríamos hablar de varios elementos constitutivos de la experiencia: · Se trata de una situación o realidad que se vive en contacto directo con ella. No es algo que has oído, o leído en un libro o que lo has visto en algún lugar. · Se vive con intensidad y de manera global, es decir, afecta a toda la persona en el plano emocional, intelectual, etc. · Se valora mediante la reflexión y la interpretación y, en consecuencia, se integra en la vida de cada uno. · Se expresa en palabras, gestos, conductas, ritos, y afecta al propio modo de pensar y de vivir. APORTACIÓN DE LA FE CRISTIANA A LA SOCIEDAD La fe cristiana no se desentiende de las realidades sociales; al contrario, reclama una constante atención a los problemas de este mundo y el compromiso de colaborar en el progreso de la sociedad. Nuestra experiencia cristiana se apoya en Dios encarnado, que actúa en la evolución de la historia y en el dinamismo de nuestra realidad social. El anhelo por defender y promover los derechos humanos, así como las prácticas positivas que la humanidad está llevando a cabo para realizar ese objetivo, son signos del Espíritu que mantienen viva nuestra esperanza. En todo caso, el gran signo que tenemos los cristianos de conducta de Jesús, quien, totalmente comprometido en llevar a cabo el proyecto de Dios, fue capaz de vivir y 1
morir por el amor a los demás Entregarse a la causa de mejorar nuestra convivencia en amor y justicia, convencidos de que todo lo que hagamos con amor ya no cae en el vacío, es dar razón de nuestra esperanza. Comisión Episcopal de Pastoral Social, La Declaración Universal de los Derechos Humanos: un signo del Espíritu en nuestro tiempo. Este fragmento de texto pertenece al 50º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada pos la ONU el 10 de diciembre de 1998. Podríamos llegar a sacar unas conclusiones las cuales sacaríamos a partir de unas cuestiones: · ¿En qué fundamenta el cristianismo su esperanza en el cumplimiento de los derechos humanos? − Que todos seamos igual que Jesús, que nos entreguemos en la causa de hacerlo por amor, amor al prójimo, teniendo en cuanta que esto fundamenta nuestra razón de esperanza. · ¿Cuál es el modelo que debe seguir el cristiano en su relación con la sociedad? − El modelo perfecto que debe seguir el cristiano, ya que es Dios encarnado, es Jesús, el hijo de este. El cual se dio a los demás por el amor que les inspiraban. No es posible vivir la fe si no se apoya en convicciones personales. No basta tener cierta simpatía por Jesucristo. Tampoco es suficiente esa fe que sólo se identifica con tradiciones religiosas o que se deja contagiar por el cansancio y la rutina. La fe cristiana, en su sentido mas ingenuo de adhesión con Jesucristo, reclama una opción de vida que da prioridad a los valores evangélicos y a la experiencia comunitaria. La propuesta cristiana antes los retos que plantea la sociedad actual, consta de tres actos fundamentales: · Denuncia · Solidariza · Es gratuita · Denuncia: intenta desenmascarar el materialismo que se arrodilla ante los ídolos del dinero y el poder, y denuncia las causas que suscitan el analfabetismo, las desigualdades sociales, el paro, la violencia · Solidariza: ya que todos los cristianos debemos ser la voz de los pobres y aguijón para nuestra sociedad instalada en falsas seguridades. Tiene dos versiones: − Hacer ver cómo nuestra seguridad burguesa y nuestro consumo superfluo están en relación y son causa de la opresión y miseria en otros pueblos pobres. − Ofrecer en nuestra conducta un ejemplo de amor y de solidaridad eficaz, mediante una austeridad de vida que diga no al consumismo y mediante gestos elocuentes de compromiso a favor de los pobres. · Es gratuita: Recupera la dimensión gratuita y festiva de la fe que impulsa a celebrar, más que lo nosotros hacemos, lo que Dios ha hecho por nosotros y por medio de nosotros. Resumiendo, podríamos decir que la propuesta cristiana que plantea antes los retos actuales, es mentalizar a la sociedad del consumismo y de las consecuencias que eso trae. Concienciándonos de las situaciones que muchos pueblos del mundo están viviendo en este momento. 2
La conclusión que podríamos llegar a sacar de este tema es que la felicidad, cuando se la ofrecemos al otro, es cuando más feliz podemos llegar a ser en la vida. RELACIÓN DE LA FE CON LA CULTURA Religión y cultura han ido de la mano durante muchos siglos. Hoy no sucede lo mismo. La cultura se ha independizado de la religión. Un rasgo fundamental de nuestra cultura es el pluralismo o la diversidad de costumbres, de tradiciones, de creencias y en suma, de maneras de ver y vivir la vida. El pluralismo es expresión de una cultura que ha ido suplantando a las categorías culturales tradicionales. Este desplazamiento, a la vez que suscita riqueza cultural y nuevas posibilidades de libertad, propicia inseguridad en las instituciones y en las personas. La religión no queda al margen de esto. Aparecen varios tipos de tendencias dentro de estos puntos de vista, aparecen unas actitudes, las cuales son: · Apatía: Actitud propia de quien vive una fe débil, vacía sin personalizar, de puro cumplimiento, ajena a la vida y sin convicciones intelectuales suficientes. Al más leve tambaleo cultural, su fe se hunde y se diluye en el olvido. · Fundamentalismo: Es la actitud de quien se rebela contra todo cambio que afecte a su manera tradicional de entender y expresar la fe. Pretende conseguir, aun por la fuerza, que la religión recupere el control social y cultural que ejerció en épocas pasadas. · Sectarismo: Actitud de quien valora negativamente la realidad y se aparta de la sociedad. Para protegerse bien de cualquier contaminación con el exterior, se adhiere a una secta o a un grupo cerrado, generalmente, dirigido por un líder. De unos años acá se han introducidos en nuestra sociedad diferentes sectas y movimientos religiosos o pseudo religiosos. Vamos a constatar algunos de ellos y comprobar en qué se fundamenta la experiencia comunitaria de la fe cristiana. Alguna vez hemos oído hablar de sectas y movimientos religiosos que se han abierto un hueco en la sociedad. Hay tres clases de sectas si tenemos en cuenta cierto talante religioso del que suelen ir revestidas: − Sectas Religiosas: son tales como, los Testigos de Jehová y los Mormones, que tienes en su origen un fundador, que se considera inspirado por Dios, y en un sistemas de verdades interpretadas a su manera. − Sectas Mágicas: cuyo objetivo es manejar poderes ocultos mediante ritos oscuros, incluso satánicos, que a veces han provocado la muerte al suicidio de sus seguidores. Suelen ser grupos muy reducidos. · Sectas Ideológicas: como Nueva Era, Iglesia de la Cinesiología, Nueva Acrópolis e Iglesia Moon, con una visión peculiar del mundo y métodos para intentar liberarse de los males de la humanidad. En general, se trata de sectas destructivas ya que, como mínimo, anulan la personalidad y libertad de las personas y, en muchos casos, son fruto de fantasías o un montaje económico. · Esnobismo: Postura típica de quien acepta cualquier idea o novedad que se pone de moda, pero su vida va por otro lado: no tiene criterios personales ni se compromete en una acción seria; en el fondo, todo le da igual. ´
3
· Adaptación: Actitud quien vive su fe adaptándose, de manera crítica pero con confianza, a los cambios culturales. Asume lo que la cultura aporta de positivo a su fe y, a la inversa, trata de impregnar esa cultura con los valores que aporta el evangelio. Podríamos definir el concepto de la cultura con las siguientes palabras: En su sentido más amplio, puede considerarse como el conjunto de rasgos distintivos que caracterizan a un grupo social. Se trata de rasgos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos. Engloba no sólo las artes y las letras, sino también los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias. La cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Por ella es como discernimos los valores y realizamos nuestras opciones. Una cultura que se desentienda de los rasgos espirituales que la identifican queda mutilada en su propio ser. Asimismo, una religión que prescinda de las realidades culturales pierde legitimidad y credibilidad. Por tanto la relación entre la fe y la cultura no puede ser de oposición, sino de diálogo y apertura mutua. Los cristianos deben adaptar su manera de expresar y vivir la fe a la cultura a la que pertenecen, a fin de vivir esa fe con mayor autenticidad y valor testimonial. Este proceso de adaptación se demonima inculturación de la fe. La fe impulsa a los cristianos a evangelizar la cultura, es decir, a estimular, enriquecer, purificar y perfeccionar la cultura en consonancia con los valores evangélicos, colaborando así a constituir una sociedad fraterna y solidaria. EL MENSAJE CRISTIANO SOBRE DIOS Al hablar de Dios, nos podemos plantear varia cuestiones: −¿nos referimos todos al mismo Dios? −¿cuál es nuestra idea de Dios? No es posible representar a Dios, porque es espíritu y ningún ser humano lo ha visto. La Biblia dice que el hombre y la mujer, los dos, son imagen de Dios. No obstante, la cultura occidental lo ha visto revestido de atributos masculinos, y así lo han representado los pintores. Si analizamos varios cuadros, dependiendo de las épocas, Dios ha sido representado de muy diversas maneras. Por ejemplo, en el renacimiento, Dios era representado como un buen padre, como el padre del hijo prodigo. Pero muy diferente es la imagen del barroco, es un Dios que castiga y tiene sentenciado al ser humano. La idea de Dios que propone el cristiano se fundamenta en Jesús, ya que este, manifiesta a Dios en su persona, con sus palabras y con sus actos. Tenemos varias citas en las cuales nos habla de la Trinidad: Dios, Jesús, y espíritu: −Dios o Padre: Mt 5,45: 6,9 ·Para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre malos, y hace llover sobre justos e injustos ·Vosotros pues orad así: Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre; −Jesús o Hijo: Jn 1, 14; 3, 16−17 4
·Y el verbo se hizo carne, y habitó con nosotros, y nosotros vivimos su gloria, gloria cual de Unigénito, del Padre, lleno de gracia y de verdad. ·Porque tanto ha amado Dios al mundo, que le ha dado a su hijo Unigénito, para quien crea en El no muera; sino que tenga vida eterna. Pues no envió Dios su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por El. −Espíritu: Jn 14,25−26: Hch 2,4 ·Os he dicho estas cosas estando con vosotros, pero el Consolador, el Espíritu Santo, el que el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todo y os recordará cuanto os he dicho. ·Y todos quedaron lleno del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar lenguas extrañas, según el Espíritu Santo les movía a expresarse. A través del Padre y del Espíritu Santo, podemos llegar a la conclusión de que Dios es amor. Por ejemplo: −En el caso del Padre tenemos el texto bíblico: Mt 28, 19−20 ·Id, pues, y haced discípulos míos todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo cuanto yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. −Y en el caso del Espíritu Santo tenemos el ejemplo de: 1 Jn 4, 7−10 ·Se acerca el fin de todas las cosas, sed sobrios y velad en la oración. Ante todo insistid en la caridad mutua, pues la caridad cubre muchedumbre de pecados. Sed hospitalarios unos con los otros sin murmurar. Ponga cada cual al servicio de los demás los dones recibidos como corresponde a buenos administradores de los distintos carismas de Dios. EN CONCLUSIÓN: El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Toda la historia de la salvación no es otra cosa que la historia del camino y de los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela, reconcilia consigo a los hombres, apartados por el pecado, y se une con ellos. LAS ACTITUDES QUE SUSCITA LA FE EN DIOS Jesús nos ha presentado como es Dios y nos lo ha presentado como un Padre cercano, que nos da la vida, se preocupa de nosotros y, sobre todo, nos ama sin límites ni condiciones. Siendo así nos deberíamos de plantear algunas cuestiones: −¿qué hemos de hacer nosotros? −¿Qué a de ser nuestra relación con Dios para ser consecuentes?
5
Lo más lógico y normal, en una relación entre padre e hijo es que sea una relación de confianza, y con el mayor roce posible (no me refiero a roce de peleas, si al tiempo de estar juntos). Jesús hablaba frecuentemente con Dios Padre y me llamaba cariñosamente Abba. Si en la cita Mc 14,36 explica la situación en el cual lo llamó así: ·Y decía: ¡Abba!, ¡Padre!, ¡Todo te es posible!, ¡Aparta de mi este cáliz!. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres Tú. La actitud del cristiano hacia Dios se fundamenta en la misma relación filial manifestada y establecida por Jesús: Dios es nuestro Padre y nosotros somos hijos suyos. La oración: La oración es una experiencia de relación con Dios que recoge y sublima las actitudes antes aquí mencionadas, la relación con Dios: −La oración es una forma privilegiada de encuentro y relación con Dios. Consiste en elevar la mente y los sentimientos hacia Dios para hablarle, alabarle, darle gracias y pedirle algo conveniente tanto para uno mismo como para los demás. −La oración adquiere mayor relieve cuando es comunitaria. Jesús dijo: donde estén dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. EN CONCLUSIÓN: La fe suscita: amor, confianza, gratitud, alabanza, esperanza, vigilancia, alegría, en Dios La fe se expresa en la oración dirigida a Dios por medio de Jesús. LA FE CRISTIANA, CREADORA DE COMUNIDAD: La comunidad cristiana se podría dividir en tres partes: −ORIGEN: Lo podemos ver reflejado en Mt 4,18−20; 18,20 ·Andando junto al mar de Galilea, vio dos hombres: Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano, echando la red en el mar, pues eran pescadores. Y les dijo:'Venid conmigo y os haré pescadores de hombres'. Ellos al instante, dejando las redes, lo siguieron. ·Porque donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ello. −SIGNOS DE IDENTIDAD: Este a su vez, también lo veremos reflejado en: Jn 13, 34−35 ·Os doy un mandamiento nuevo: Que os améis unos a otros. Como yo os amé que así también vosotros os améis mutuamente. En esto reconocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis unos a otros. −ESTILO DE VIDA: Lo vemos reflejado en el texto bíblico: Hch 2,42−47 ·Perseveraban en la enseñanza de los Apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. Todos estaban atemorizados, y eran muchos los prodigios y señales que se hacían por medio de los Apóstoles. Y todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían las posesiones y haciendas y las distribuían entre todos, según la necesidad de cada uno. `Todos los días, con un solo corazón, frecuentaban 6
asiduamente el Templo, partían el pan en la casa, tomaban juntos el aliento con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y hallando favor ante todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día los que se salvaban. Todos estos textos, son un breve ejemplo de la comunidad cristiana en el tiempo de los Apóstoles, los cuales nos explican del origen, los signos de identidad, y el estilo de vida de la época de los Apóstoles. LOS VALORES QUE VIVE EL CRISTIANO EN EL NOMBRE DE SU FE Si nuestra relación con Dios es la propia de hijos, nuestra relación con los demás será la propia de hermanos. La actitud filial hacia Dios y la actitud fraterna hacia los demás son inseparables: somos hijo de Dios y, por tanto, hermanos unos de otros. El amor a Dioses inseparable del amor del prójimo. El mensaje de Jesús con respecto a esto, se puede dividir en varias citas la cuales podemos resumir brevemente en una frase importante: − Mt 25,40−45: El prójimo es una imagen visible de Dios. − 1 Jn 4,8: El que no ama al prójimo no sabe lo que es amar, por tanto, no puede amar a Dios. − Jn 13,55: El amor es el distintivo de los discípulos de Jesús. − Jn 15,12−13: El amor más grande es dar la vida por los amigos. La conclusión que saco de esto, que el prójimo es como la mujer en el renacimiento, amándola a ella estas amando a Dios indirectamente. La relación con Dios, es inseparable de la relación con los demás. Por eso la oración, a la vez que nos acerca a Dios, nos acerca a los demás. Como ejemplo tenemos el Salmo 15(w. 1−3.5): Señor, ¿quién será huésped en tu tienda? ¿Quién habitará en tu monte santo? El que procede con rectitud Y se comporta honradamente; El que es sincero en su interior Y no calumnia por su boca. El que no hace daño a su prójimo Ni agravia a su vecino; El que no presta a usura su dinero Ni acepta soborno contra el inocente. Quién así procede, vivirá siempre seguro.
7
EN CONCLUSIÓN: La fe en Dios conduce a: respetar la vida; y en ser honrados. Todo esto suscita una cosa: relación fraterna con los demás, la cual mediante: el diálogo, el servicio, la tolerancia, la reconciliación, la solidaridad, etc. LA ESPERANZA DE LOS CRISTIANOS SE FUNDAMENTA EN El mensaje cristiano proclama con fuerza que la muerte no es el final de la vida, sino el paso a una manera nueva de vivir completamente felices y para siempre. Para saber si el amor de Dios tiene fin, habría que decir que el amor de Dios es una garantía de que la muerte no es el fin de la vida, ya que el amor de Dios es eterno. Podemos poner como ejemplo las siguientes palabras de Jesús: · Jn 3,26: Tanto amó Dios al mundo que entregó a su único Hijo para que todo el mundo crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. · Mt 19,26: Para los hombres, esto es imposible, pero para Dios, todo es posible. · Mc 12,27: No es el Dios de los muertos, es el Dios de los vivos. Jesús revela que Dios es Padre y Amor. Un padre que nunca abandona a sus hijos. En el siguiente texto, Jesús compara la muerte a un grano de trigo: · Jn 12,24: Yo os aseguro que el grano de trigo seguirá siendo único grano, a no ser que caiga dentro de la tierra y muera; sólo entonces producirá fruto abundante El resultado de dicha comparación es que nosotros al morir también damos nuestros frutos. El renacimiento de Jesús es el acontecimiento fundamental de la fe cristiana. Es el hecho que da sentido a todo lo que los cristianos creemos sobre Jesús, sobre Dios y sobre nosotros mismos. Y, por supuesto, lo que fundamenta nuestra esperanza de vivir para siempre después de la muerte. Podemos poner como ejemplos las citas bíblicas dividiéndolas en sectores, que más tarde explicare: · Esta es nuestra fe: 1 Pe 1,3−4 Bendito sea Dios, Padre nuestro Señor Jesucristo, que llevado de su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos a una esperanza viviente, a una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, la cual os está reservada en el cielo a vosotros · Resucitaremos: 1 Cor 15, 12−14.19−22 Si se predica, pues, que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo algunos de vosotros dicen que no hay resurrección de los muertos?. Porque si no hay resurrección de los muertos, Cristo tampoco resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación y vana nuestra fe. Si solamente en esta vida esperamos en Cristo, somos los mas miserables de todos los hombres. Pero he aquí que Cristo ha resucitado de entre los muertos como primicias de los que mueren. Porque como un hombre vino la muerte, así por un hombre la resurrección de los muertos. Y como todos nacen en Adán todos también renacerán en Cristo · La muerte ha sido vencida: 1 Cor 15, 54−57 8
Cuando esto corruptible, se vista de incorruptibilidad, y esto mortal, de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: `La muerte ha sido absorbida por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria?¿Dónde, muerte, tu aguijón?' El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado de la Ley. Pero gracias a Dios que nos da la victoria es Nuestro Señor Jesucristo. · Una morada eterna: 2 Cor 5, 1−5 Sabemos, pues, que si esta nuestra tienda en que habitamos en la Tierra, se destruye, tenemos otra casa que es obra de Dios, una morada eterna en los cielos, no construidas por manos de hombres. Por esto gemimos en el estado actual, ansiando revestirnos de nuestra habitación celeste, supuesto que seamos hallados vestidos y no desnudos. Y mientras estamos en esta tienda gemimos oprimidos, ya que no queremos ser desnudados sino seres revestidos para que la mortalidad sea absorbida por la vida. En que nos formó para este destino es Dios, que nos dijo que arras su Espíritu. · La vida de los difuntos: 1 Tes 4, 13−14 No queremos, dejaros en la ignorancia acerca de los muertos, para que en modo alguno os aflijáis, como los otros que no tienen esperanza. Porque, si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, así también reunirá consigo a los que murieron en Jesús.. La relación que se puede encontrar en la resurrección de de Jesús y la nuestra, como lo dicho antes, Jesús es de donde resucitamos, ósea, el es nuestro modelo, ya que la gente que muere pensando en una resurrección próxima, estos renacerán junto a Jesús, el día del fin del mundo. Podíamos decir que la resurrección de Jesús es el triunfo sobre la muerte, ya que este ha resucitado, y al resucitar, ha tenido que volver para enseñarnos que todo lo que había hecho y dicho se verá reflejado en la resurrección, consiguiendo así, más creyentes, ya que si hubiera muerto pero no hubiera resucitado habría sido un profeta más como Mahoma, etc. Y Enseñándonos así, que todos los hombres tienen la posibilidad de tener una salvación. ¿ QUÉ PASARÁ AL FINAL DE LOS TIEMPOS? La resurrección de Jesús garantiza la esperanza en el futuro de una vida sin fin. Jesús habla de la casa de mi Padre y asegura que en ella hay sitio para todos. Pero no describe cómo es esa casa: simplemente lo llama cielo. Hay dos metáforas que aluden al cielo: Jesús sugiere la primera; el libro del Apocalipsis la segundo. ·Un banquete copioso al que todos están invitados, aunque hay quienes no aceptan la invitación. Los discípulos de Jesús se sentaron con él a la mesa del reino de Dios para participar en ese banquete sin fin ·Una ciudad, la Jerusalén celestial, iluminada por la gloria de Dios, donde no existe la muerte, ni llanto, ni dolor. En ella hay gentes de todas las razas, naciones y lenguas que contemplan, plenamente felices, el rostro de Di0s. Ambas imágenes son evocaciones. En realidad, no podemos imaginar el cielo como un lugar porque se sitúa fuera del espacio y del tiempo. Tan sólo una cosa es segura: el cielo es vivir para siempre con Jesús, contemplando a Dios cara a cara, en un estado de felicidad completa. Estas dos imágenes, son sugerentes para hablar del cielo, pero la imagen que yo tengo del cielo es como una especie de unión de los dos, el que quiere va y el que no quiere no va, pero también lo veo como una especia de paraíso, donde allí todo es perfecto, más o menos parecido al Mundo de la Ideas de Platón. 9
La Biblia habla de una segunda venida de Jesús al final de los tiempos, con toda su gloria y majestad, para juzgar a vivos y a muerto y llevar a su plenitud el reino de Dios. La Biblia utiliza un lenguaje apocalíptico cuando habla de la segunda venida de Jesús. Uno de los apóstoles, Mateo, habla de cómo será esa venida, de cuando sucederá y quién lo sabe. Bien pues vamos a poner el texto de Mt 24, 27−31.36.44 ·Porque como el relampagueo sale del Oriente y brilla hasta el Occidente, así será la venida del Hijo del hombre. Donde estuviere el cadáver allí se reunirán los buitres. En seguida después de la tribulación de esos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las columnas del cielo se tambalearán. Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; todas las tribus de las tierras se golpearán el pecho, y verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria. Y mandará a sus ángeles con potente trompeta, y reunirán de los cuatro vientos a los elegidos, desde el uno al otro extremo del cielo. ·Pero aquel día y aquella hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre. ·Por eso también vosotros estad preparados, porque a la hora que no penséis, vendrá el Hijo del hombre. Bien ahora podemos comentar las partes q según San Mateo decía que estaban es sus escritos: −¿Cómo describe la venida?: el sol se oscurecerá, la luna no dará resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las columnas del cielo se tambalearán. Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; −¿Cuándo sucederá?: a la hora que no penséis −¿Quién lo sabe?: nadie lo conoces, sino sólo el Padre. El nuevo testamento asocia otros dos acontecimientos a la segunda venida de Jesús: la resurrección de los muertos y el juicio final. · La resurrección de los Muertos: 1 Cor 15, 35−38.42−44 Pero dirá alguno: ¿cómo resucitarán los muertos?¿Y con qué cuerpo?. ¡Necio! Lo que tú siembras, no germina si no muere. Y lo que siembras no es el cuerpo de lo que ha de nacer, sino un sencillo grano, de trigo por ejemplo, o alguna otra semilla. Y Dios da el cuerpo que quiere, y el cuerpo propio de cada semilla. Así también la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción y resucita en incorrupción. Se siembra en vileza y resucita en gloria. Se siembra en flaqueza y resucita en fuerza. Se siembra en cuerpo animal y resucita en cuerpo espiritual. Si hay cuerpo animal, lo hay también espiritual. La resurrección de los muertos consiste en que, como un sembrador, siembra una semilla, y esta tiene que morir para dar frutos, pasa al igual con el hombre. · El juicio Final: Mt 25, 31−46 Cuando venga el Hijo del hombre en toda su gloria con todos sus ángeles, se sentará sobre el trono de su gloria. Todos los pueblos serán conducidos a su presencia y separará a unos de otros, como hace un pastor con las ovejas y los cabritos. Y pondrá ovejas a su derecha y los cabritos a la izquierda. Entonces el rey dirá a los de su derecha: `Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde el principio del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui peregrino y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis; preso y vinisteis a mi'. Entonces le responderán los justos: 10
`Señor.¿cuándo te vimos hambrientos y te alimentamos, sediento y te dimos de beber?¿Y cuándo te vimos peregrino y te acogimos, o desnudo y te vestimos?¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el rey les dirá: `En verdad os digo que cuando lo hicisteis con uno de mis hermano más pequeño, conmigo lo hicisteis'. Luego dirá también a los de la izquierda: `Apartaos de mi malditos, al fuego eterno, preparado para el infierno y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber; fui peregrino y no me acogisteis; desnudo y no me vestisteis; enfermo o preso y no vinisteis a visitarme'. Entonces responderán ellos diciendo: `Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o peregrino, o enfermo o en prisión y no te ayudamos?. Y el Señor contestará: `En verdad os digo que cuando no lo hicisteis con uno de esos de los pequeñuelos, tampoco lo hicisteis conmigo'. E irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna. Lo que nos quiere decir esta cita bíblica es que cuando ayudamos al más pequeño también lo ayudamos a él. También se podría poner esto como manifiesto de lo que quiere decir en toda esta cita bíblica. EN CONCLUSIÓN: La resurrección de los muertos no tiene nada que ver con la reencarnación ni con una reanimación de cadáveres. San Pablo entiende que el cuerpo es toda persona y que la restauración afectará al ser humano en toda su integridad, espiritual y corporal a la vez. Nuestro cuerpo humano es como una semilla de la que, una vez descompuesta, brotará un cuerpo transformado y glorioso, incorruptible e inmortal, a imagen de Jesús resucitado. El juicio final es la victoria definitiva de Dios sobre el pecado y la muerte. Se extiende como el momento en el que Dios se revelará tal y como es, con su misericordia y amor, y nos mostrará quiénes somos nosotros realmente. Entonces nos veremos con todo lo que libremente hemos hecho en nuestra vida, lo cual será nuestro propio juicio: nos salvaremos y nos autoexcluiremos de la salvación. Esta autoexcluición significa el rechazo del amor de Dios, y por ello se habla del infierno. Éste no es un lugar de fuego y tormento, sino el estado de los que viven separados de Dios en la otra vida. Una situación que no puede afirmar de nadie, porque el amor y el perdón de Dios no tienes límites; la propia limitación humana hace que el rechazo del amor de Dios no pueda ser un acto de libertad total. La iglesia también habla de un juicio particular tras la muerte de cada uno, a fin de que el alma, entienda como el principio vital del ser humano, inicie su nueva manera de vivir junto a Dios. Ahora bien, el encuentro con Dios requiere la ausencia de todo pecado; de ahí la posibilidad del purgatorio, un estado intermedio en que el alma se purifica hasta que esté en disposición de encontrarse con Dios en el cielo. La práctica de rezar por los difuntos se apoya en esta posibilidad. EL SIGNIFICADO DE UN CIELO NUEVO Y UNA TIERRA NUEVA Hay otro acontecimiento asociado a la segunda venida de Jesús: la restauración del universo o la implantación de un mundo nuevo. La expresión `fin del mundo' no se refiere a un final, sino a una restauración. La Biblia habla del fin del orden o del sistema de este mundo y anuncia que afectará tanto a la humanidad como el universo. A esta restauración se le denomina `un cielo nuevo y una tierra nueva'. En el siguiente texto de San Pablo habla de la situación actual de la creación: · Rom 8, 19−23 Porque la creación está guardando en anhelante espera la revelación de los hijos de Dios, ya que la creación fue sometida a la vanidad, no por su voluntad, sino por el que sometió, con la esperanza de que la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para ser admitida a la libertad de la gloria de los hijos de 11
Dios. Sabemos, efectivamente, que toda la creación gime y está en dolores de parto hasta el momento presente, y no sólo ella, sino también nosotros tenemos las primicias del Espíritu, gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción filial, la redención de nuestro cuerpo. Lo que en esta cita nos quiere decir es que lo que nosotros y el mundo estamos en espera de una creación, y esa creación está en una constante espera. EN CONCLUSIÓN: Jesús resucitado al final de los tiempos entregará a Dios una nueva humanidad y un mundo nuevo y esto se convertirá en el reino de Dios en su plenitud. REALIZADO POR: INDICE − Introducción. Página 1 − La Experiencia de la fe Página 2 − Aportación de la fe cristiana a la sociedad Páginas 3− 4 − Relación de la fe con la cultura Páginas 5−6 − El mensaje cristiano sobre Dios Páginas 7−8 − Las actitudes que suscita la fe en Dios Página 9 − La fe cristiana, creadora de comunidad Página 10 − Los valores que vive el cristiano en el nombre de su fe Página 11 − La esperanza de los cristianos de fundamenta en Páginas 12−14 − ¿ Qué pasará al final de los tiempos? Páginas 15−17 − El significado de un cielo nuevo y una tierra nueva Página 18
12