Hacia un Acuerdo para el Desarrollo Nacional

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Ponencia IMEF 2010

Hacia un Acuerdo para el Desarrollo Nacional

Introducción Ricardo Zermeño González Director General Select

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Introducción Antecedentes Durante años, mediante las ponencias que se presentan en su convención anual, el IMEF ha realizado un esfuerzo importante de diagnóstico de la problemática del país. En cada uno de estos valiosos trabajos se han presentado propuestas para consolidar la estabilidad de precios lograda en las últimas décadas, acelerar el crecimiento económico y, en general, impulsar un desarrollo social y ecológicamente sustentable Ponencia tras ponencia se han reconocido la falta de acuerdos para realizar las reformas estructurales que requiere el país, como la causa de la baja productividad de la economía mexicana y sus malas condiciones de vida. En la actualidad, se percibe una creciente desesperación porque no se han alcanzado los consensos sobre los cambios que transformarían a México en una nación más prospera, a la par de otras que en el pasado tenían niveles de desarrollo más bajos que el nuestro. Existe una especie de clamor por entender cómo salir de esta especie de trampa; los socios del IMEF han solicitado que la Ponencia IMEF 2010 no retome los diagnósticos, analizando lo que debemos hacer sino que se concentre en responder cómo “deshacer este entuerto” para que México logre avanzar. Los colaboradores de esta ponencia hemos realizado un diagnóstico acotado pero importante, cuyo propósito es actualizar y enriquecer lo analizado en ponencias anteriores. Sin embargo, para satisfacer las demandas de los socios del IMEF hemos procurado identificar las premisas básicas de un acuerdo para el desarrollo nacional y las acciones para ejecutarlo. Lo primero que tenemos qué hacer los mexicanos para avanzar es desdramatizar nuestra percepción de la situación, por más grave que ésta sea, canalizar nuestro ímpetu de cambio hacia la reflexión objetiva y la acción decidida y, principalmente, reemplazar nuestra impotencia con una esperanza bien fundada de que la salida es viable. En el año del bicentenario tenemos que recordar que como sociedad hemos sabido sortear muchas crisis y tener la convicción que de la presente vamos a salir fortalecidos Una crisis no es otra cosa que una transición. Como dijo Bertolt Brecht: “La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo no acaba de nacer” Por ello, es necesario reconocer que México y el mundo viven una larga etapa de transición, compleja y de múltiples aristas, de graves amenazas pero también de fabulosas oportunidades; y que son estas etapas de transición las que ponen a prueba la inteligencia y voluntad de las mujeres y hombres que aspiran a liderar la transformación de un país, como lo son las socias y los socios del IMEF. Sin duda, la exploración 2

profunda y sistemática de esta transición nos ayudará a identificar los cursos de acción con claridad y a detectar las fuerzas que debemos activar para acelerar nuestro progreso. La primera transición es la que vive el mundo en la búsqueda de una globalización menos injusta, depredadora y volátil; una globalización balanceada en lo político, socialmente equitativa y respetuosa del medio ambiente, que brinde oportunidades para países de distintos grados de desarrollo, entre ellos México. La segunda transición es la que experimenta nuestra nación en lo político, económico y social. México no ha podido insertarse con fuerza en la economía global, como lo han hecho otros países, porque vive el difícil tránsito de una sociedad corporativista oscura y autoritaria, que beneficiaba a un grupo reducido de políticos, sindicatos y empresarios y solapaba la economía informal y el crimen organizado, hacia una sociedad democrática, representativa y transparente, fundada en la seguridad y el respeto al estado de derecho, y que brinde oportunidades para todos. Por último, la tercera transición es la de las organizaciones industriales, con estructuras jerárquicas y autoritarias, producción en masa, uso ineficiente de insumos y energía, ignorantes del impacto a la comunidad y al ambiente, hacia organizaciones responsables y transparentes que adoptan las mejores prácticas gerenciales y se articulan a las redes productivas y sociales que forman una sociedad global de la innovación y el conocimiento, aprovechando las tecnologías de información y comunicaciones (TIC). Como señalábamos, existe una percepción generalizada de que estamos sobrediagnosticados y una urgencia para moverse a la acción. Reconocemos cierto consenso en el IMEF y en otros círculos empresariales que han promovido desde hace varios años las llamadas reformas estructurales, entre ellas la política, fiscal, energética y laboral. Sin embargo, fuera de estos, hay una gran variedad de diagnósticos y recomendaciones, opuestas y contradictorias, muy difíciles de conciliar. Las reformas estructurales no son populares y la interpretación que tienen muchas de ellas a la luz de la sociedad dista mucho de la interpretación que existe en el sector privado. La verdad es que no estamos sobre-diagnosticados y las posturas encontradas sobre el tema de seguridad y el combate al crimen organizado es la evidencia más alarmante. En 2010, más que nunca en nuestra historia reciente, se experimenta una gran zozobra e impotencia por falta de consensos, ya no sólo alrededor de las reformas estructurales citadas, sino respecto de la responsabilidad primordial del Estado de salvaguardar la seguridad de sus ciudadanos, el territorio nacional y el estado de derecho. Esta ponencia no aborda el tema de la seguridad física que tanto nos angustia, porque rebasa las competencias de los que participamos en ella. Sin embargo, los colaboradores 3

de la Ponencia IMEF 2010 tenemos la firme convicción de que, independientemente de la discusión respecto de la estrategia de combate al crimen organizado, un acuerdo para el desarrollo nacional sólo puede lograrse bajo la premisa de que el Estado debe controlar el territorio, proveer de seguridad a sus ciudadanos y hacer respetar el estado de derecho. Por ello pensamos que cualquier contemplación de “un regreso al pasado”, por más velada que ésta sea, no sólo es simplista y fuera de toda realidad, sino irresponsable y va en contra del gran acuerdo nacional que anhelamos. Esta es, por lo tanto, la más básica de las premisas sobre la cual se sustenta esta ponencia. Es cada día más apremiante lograr un “acuerdo para el desarrollo nacional” y esta Ponencia IMEF 2010 se dedica a impulsarlo. Se concentra en lo que debemos hacer para acelerar nuestro desarrollo, las condiciones que darían lugar al acuerdo y las principales iniciativas que lo constituyen. Para ello la ponencia reconoce las posturas encontradas de los actores más importantes y las posibilidades de lograr un consenso sobre las acciones trascendentales para el país. No sólo enfatiza las tareas del gobierno y los trabajadores, sino que también propone compromisos de las empresas y sus ejecutivos. Revisa amplia y profundamente una serie de posturas divergentes por más opuestas que éstas sean. Todo esto para encontrar los aspectos básicos de un acuerdo nacional entre los grupos más representativos de la población. Ya desde la Ponencia IMEF de 1998,1 en los albores de una Cámara de Diputados sin mayoría, se vislumbraba una difícil transición con poca disponibilidad y capacidad para construir acuerdos. Esta ponencia citaba a Enrique Krauze, que entonces había expresado: “en México vivimos aún en una atmósfera sobre ideologizada y es muy difícil demostrar a las personas los peligros de ésta”.2 Por otro lado citaba también a Felipe González, quien dijo: “La ideologización conduce a mirar hacia otro lado, a no reconocer con palabras la verdad. La autocontención para conducir un proceso político hacia el pluralismo y las libertades es la mejor consejera y casi la esencia de la democracia.

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(IMEF, 1998)

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(Krauze, 1998) 4

Se trata de poner por delante la ética de la responsabilidad política, ante planteamientos excesivos, ideológicos o puramente personales”.3 El mismo Enrique Krauze, durante su conferencia en la Convención IMEF 2009, invito a escuchar puntos de vista opuestos, a encarar el muro mental que bloquea nuestra entrada al Siglo XXI. La mejor celebración de nuestro bicentenario, recomendaba Krauze, es derribar ese muro mental; la palabra clave es debatir: tolerancia y capacidad de debate. La Ponencia IMEF 2010, es una exploración abierta y plural y un esfuerzo de autocontención del IMEF, para revisar nuestras propias recomendaciones y escuchar las de otros, de aquéllos que pesan y que típicamente han ignorado las nuestras. La incapacidad para lograr acuerdos no es una característica nacional, ni somos un pueblo predestinado al caos y al fracaso. EI país ha vivido largos periodos de crecimiento y desarrollo, gracias a la articulación de una amplia gama de sectores de la sociedad bajo liderazgos públicos y privados. EI llamado corporativismo priísta contribuyo a la alineación de los sindicatos de campesinos, de trabajadores y de otros sectores populares, bajo la tutela del Partido y el mando omnipotente del Presidente de la República. Este andamiaje institucional, que le dio vigencia al PRI durante más de seis décadas, tuvo su contraparte empresarial: cúpulas y cámaras empresariales encargadas de proteger sus intereses y alinearlos a los del aparato estatal. Nuestro problema es que este liderazgo corporativista, autoritario, discrecional y oscuro, perdió vigencia con la alternancia de partidos en el gobierno y no hemos podido reemplazarlo con algo funcional. Los acuerdos para el desarrollo nacional exigen un liderazgo con una gran visión del futuro, que sea democrático, representativo y transparente y que, por lo tanto, esté sujeto a nuevos mecanismos de gobernanza. La Ponencia IMEF 2010 busca identificar las acciones que ayudarían a cultivar este liderazgo y los mecanismos de gobernanza para articular a los actores sociales, en todos los ámbitos. Después de muchas crisis, el país ha logrado el consenso social alrededor de la estabilidad macroeconómica y la competencia como condiciones del crecimiento social y ecológicamente sustentable. La Ponencia IMEF 2010 está dedicada a reconocer cómo construimos y ejecutamos acuerdos entre gobierno, empresarios, trabajadores y sociedad, para acelerar nuestro desarrollo a nivel nacional, para diferentes industrias y sectores, así como para cada empresa y organizaciones. En una palabra, esta ponencia identifica el cómo construiremos el México del Siglo XXI, sobre todo los compromisos y acciones que debemos liderar los socios del IMEF para hacer que esta visión se convierta en realidad.

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(González, 1998) 5

Objetivo general Promover un "Acuerdo para el desarrollo nacional", identificando las posturas y recomendaciones de los actores más importantes, los puntos de vista encontrados y las posibilidades de lograr un consenso sobre la visión del futuro de México y las acciones trascendentales para acelerar su desarrollo; dentro de las cuales se enfatice el papel de los socios del IMEF.

Objetivos específicos Estudiar acuerdos para el desarrollo que hayan tomado otros países exitosos, tanto en lo nacional como para sectores específicos, con el propósito de identificar factores determinantes de un acuerdo nacional y lecciones que podamos aprender para impulsar el nuestro. Estudiar acuerdos para el desarrollo, que haya tomado México a lo largo de la historia, tanto en lo nacional como para sectores específicos, con el propósito de identificar las condiciones que los favorecieron y reconocer las premisas básicas que habría que respetar para impulsar el nuevo acuerdo. Analizar y sintetizar las propuestas de los actores más importantes del país con un enfoque integral, plural y para diferentes niveles de actuación. •

Enfoque integral que reconozca las acciones necesarias en las esferas del desarrollo que constituyan un acuerdo nacional, en lo social, político y económico.



Enfoque plural que cubra las corrientes representativas más divergentes derivadas del gobierno, los empresarios, los trabajadores y de la sociedad en general.



Enfoque multinivel que explore acciones en lo nacional, regional y para sectores, organizaciones y empresas clave.

Realizar una evaluación comparativa de posturas y recomendaciones en lo social, político y económico de los diversos actores representativos para encontrar aspectos contradictorios y coincidentes para formular un marco básico para el acuerdo.

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Formular una visión de futuro para el país con objetivos y metas que puedan ser aceptadas por amplios grupos de la sociedad, así como evaluar los costos de oportunidad de no lograr un acuerdo nacional. Identificar las iniciativas estratégicas para lograr los objetivos y metas que constituirían la parte modular de un acuerdo para el desarrollo nacional con el impulso de muchos sectores de la sociedad. Proponer un plan de compromisos y acciones de los socios del IMEF para promover y ejecutar el acuerdo para el desarrollo nacional.

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