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CAYO A R E N A S Y otras islas guaneras en los mares de Campeche y Yucatán.
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CORRESPONDENCIA ...
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ENTRE LOS GOBIERNOS
II! MÉXICO T LOS ESTADOS UNIOOS DE
AMÉRICA
Acerca d.el d-0ra.l2a.I0 eo"tore d.ic£i.a.s islas.
MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO EN E L E X - A R Z O B I S P A D O . (Avenida Oriente 2, número 726.)
1895
Jtf/r/C. . ÍJ9
C3
SEGRETARIA DE ESTADO y DEL DESPACHO
DE RELACIONES EXTERIORES. Sección de América, Asia y Oceanía. ESPUÉS
de una considerable correspondencia entre
esta Secretaria y varios funcionarios de la República, durante el año de 1885, con motivo de la extracción fraudulenta de guano de la isla mexicana de C a y o Arenas, situada en el Golfo de México, que hacían buques procedentes de los Estados Unidos; y de las distintas concesiones hechas por el Gobierno para la explotación de esas y otras islas que se hallan en la sond'a de Campeche, frente á la costa de Yucatán, el Ministro de M é xico en Washington, en nota fechada el 19 de Octubre de 1885, llamó la atención del Secretario de Estado de los Estados Unidos sobre la llegada á Nueva Y o r k de la goleta americana " S a r a h E. K e n n e d y " con un cargamenF O N D O FERMANDO
DIAZ
RAMIREZ
to de guano extraído subrepticiamente de C a y o Arenas p o r trece trabajadores, que llevaba á bordo, enviados á la isla con ese objeto.
radas. En tal concepto, indicó la conveniencia de que se informase el Sr. R o m e r o de si el Presidente ó el Secretario del T e s o r o habían tomado alguna determinación con
El 29 del mismo mes contestó el Sr. Bayard que ha-
motivo de la resolución del Secretario de Estado, Mr. Fre-
bía sometido el asunto al Secretario del T e s o r o para su
derick T . Frelinghuysen, de que C a y o Arenas pertenece
investigación y á fin de que se dictaran l^s medidas que
á México, para proceder en seguida al juicio respectivo.
exigían las leyes y reglamentos de aquel país en el particular. .
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25 d e
Con el intento de quitar á los traficantes de mala fe el pretexto que tenían para alegar que aquella isla estaba
Noviembre del propio año se dieron instruc-
comprendida en territorio de los Estados Unidos, en ra-
ciones á la Legación de México en Washington en el sen-
zón de los descubrimientos de guano que pretendieron
tido de que, por conducto del Sr. John W . Foster, abo-
haber hecho W . Jennett en 1867, y John W . Wallis en 1880,
g a d o de la misma, presentara á nombre del Gobierno Me-
el Ministro en Washington creyó conveniente, antes de
xicano, ante los tribunales de los Estados Unidos, las re-
entablar cualquier procedimiento judicial, dirigirse al Se-
clamaciones correspondientes contra las goletas " S a r a h
cretario de Estado para que comunicase al del T e s o r o la
E. K e n n e d y " y " R . A . Hart," por la extracción ilegal del
declaración hecha gor aquel Departamento de que C a y o
guano en Cayo Arenas, extracción que aparecía verifica-
Arenas no pertenece á los Estados Unidos, declaración
ba la "National Fertilizer C o . " El Sr. Foster, después de examinar los antecedentes del caso, manifestó que de ellos se infería que la «National Fertilizer C o . " estaba obrando con arreglo á las prevenciones de las leyes de los Estados Unidos respecto de las islas de guano ( l e y expedida por el Congreso de los Estados Unidos el 16 de A g o s t o de 1856, que garantiza la explotación del guano descubierto por ciudadanos americanos) y de acuerdo con la resolución del Ejecutivo de asumir la soberanía sobre C a y o Arenas (declaración del Presidente H a y e s del 10 de Octubre de 1879); y que en el juicio que se entablara por México, los demandados tendrían una buena defensa ante los tribunales, fundando sus procedimientos en esas disposiciones, en el caso de que éstas no hubieran sido antes formalmente anuladas y reti-
contenida en la nota de Mr. Frelinghuysen al Sr. R o m e ^
ro, del 29 de Junio de 1882, con motivo de la queja presentada contra M é x i c o por unos americanos aprehendidos en Cayo Arenas por la cañonera " L i b e r t a d " en 1881, queja que aquel Gobierno no consideró justificada ( D o c u mento núm. 1 y su anexo). El Secretario de Estado contestó á la Legación en 18 de Enero de 1886 que no estaba en sus facultades tomar la determinación solicitada, porque no debía intervenir en los negocios pendientes ante los tribunales. El Sr. Romero, en su réplica de 19 de Enero, explic ó claramente que el objeto que tuvo la Legación Mexicana al solicitar que se comunicase al Departamento del T e s o r o la declaración citada de 1882, fué que se examinase de nuevo la determinación de aquel Gobierno que
El Sr. T . F. Bayard, Secretario de Estado, en su res-
incluyó la isla de Arenas en la lista de las guareras de los Estados Unidos.
puesta de 26 de Febrero de 1886 (después de dar expli-
En nota del 30 de Enero del mismo año, el Secreta-
caciones sobre el verdadero sentido de la sección 5,570
rio de Estado dijo al Ministro Mexicano que su antece-
de los Estatutos Revisados de los Estados Unidos, que tra-
sor Mr. Frelinghuysen, en su nota del 29 de Junio de 1882,
ta de los descubrimientos de depósitos de guano en islas,
si bien no reconoció la propiedad de los E s t a d o s Unidos
rocas y cayos no sujetos ájurisdicción de ningún otro g o -
sobre la isla Arenas, tampoco reconoció ni afirmó que el
bierno), expresó que la discusión'podía limitarse á la sim-
Gobierno de México tuviera el título de propiedad, sino
ple cuestión de si la isla de Cayo Arenas estaba bajo la
que dejó en pie la cuestión; que la situación no había cam-
jurisdicción legal de México al tiempo del descubrimien-
biado desde entonces; que esperaba que el resultado del
to de guano por Wallis en 1880; y que, si así se demos-
juicio que se iba á entablar contra algunos ciudadanos de
traba, se discutirían las medidas necesarias para borrarla
los Estados Unidos, en el cual se decidiría la cuestión
de la lista de las islas americanas. ( D o c u m e n t o núm 3).
de propiedad, sería el medio mejor y más seguro para lle-
El Sr. R o m e r o acusó recibo en nota fechada el día siguien-
gar á una conclusión satisfactoria, y que el Departamento de Estado facilitaría con gusto copias certificadas de los documentos que pudieran necesitarse. La Legación, en su respuesta de 1? de Febrero de 1886, al referirse á sus notas anteriores, manifestó que si el Gobierno de México hubiera de ocurrir á los tribunales de los Estados Unidos demandando á los extractores de guano, sería con el objeto de recobrar su propiedad tomada indebidamente por ellos, y no con el de someter á jurisdicción extranjera la cuestión de los derechos de soberanía de la República sobre la isla de Arenas. En otra nota del 30 de Enero, el Ministro en W a s h ington demostró al Secretario de Estado lo infundado y hasta fraudulento de las pretensiones de los llamados descubridores Jennett y Wallis, y la pertenencia á México d e C a y o Arenas; y pidió se borrase esta isla de la lista de las de guano de los Estados Unidos, con el fin de evitar las complicaciones internacionales que pudieran sobrevenir en otro caso ( D o c u m e n t o núm. 2).
te, ofreciendo presentar pruebas de la propiedad y jurisdicción de M é x i c o sobre aquella isla. Esta Secretaría procedió desde luego á reunir los datos conducentes al buen éxito de esta negociación. En A g o s t o de 1892, el Presidente de los Estados Unidos remitió al Senado un mensaje acompañado de los documentos que le pidió aquella Cámara, sobre otro llamad o descubrimiento de Cayo Arcas.
C o m o se viera que
no sólo se pretendía arrebatar á la soberanía mexicana Cayo Arenas, sino también Cayo Arcas, y como, además, se advirtiera en la lista anexa á las disposiciones expedidas por el Departamento de Hacienda durante el mes de Diciembre de 1885, publicadas con circular del Secretario del T e s o r o Mr. Daniel Manning, á los administradores de aduanas de los Estados Unidos, de 2 de Enero de 1886 ( D o c u m e n t o núm 4), que por pretendidos descubrimientos figuraban asimismo como pertenecientes á la nación vecina las islas mexicanas llamadas Triángulos y los
islotes Pérez, Chica y Pájaros del g r u p o de los Alacranes, situados en la sonda de Campeche frente á la costa de Yucatán, se sirvió vd. disponer la adquisición de informes, planos y otros documentos que demostrasen que to-
nistro en Washington procurase el cumplimiento de lo prevenido por el Gobierno de los Estados Unidos y que se le comunicara haberse hecho así, dando cuenta á esta Se-
das esas islas son parte integrante del territorio mexica-
cretaría del final resultado. A esta nota contestó la Le-
no, para comprenderlas en las instrucciones que, por fin,
gación ( D o c u m e n t o núm 9), comunicando los pasos dados
se dieron al Ministro de la República en Washington en
por el Sr. R o m e r o en el Departamento del Tesoro, con
la nota núm. 216 del 17 de Septiembre de 1894 ( D o c u -
cuyo Secretario habló el 26 de Diciembre, obteniendo el
mento núm 5 y sus 19 anexos), á efecto de que insistie-
ofrecimiento de que administrativamente se procedería á
ra en que se borrasen la isla ó Cayo Arenas y las demás
borrar las islas de que se trata en la repetida lista; que
que se hallan en su caso, de la lista de las guaneras de
si esto no era posible, se sometería al Congreso una ini-
los Estados Unidos.
ciativa con tal objeto, y que en todo caso se le comuni-
El Sr. R o m e r o cumplió esas instrucciones en la nota que dirigió al Secretario de Estado el 1 ? de Octubre del mismo año ( D o c u m e n t o núm. 6 ) . El 27 de Noviembre acusó recibo Mr. Edwin F. Uhl, Secretario interino de Estado, diciendo, además, que no es necesario que exprese opinión alguna sobre si esas islas han pertenecido antes ó pertenecen ahora á M é x i c o ; que de una busca cuidadosa en los archivos del D e p a r -
caría la resolución á la mayor brevedad. El Ministro en Washington, en nota fechada el 2 de Enero último ( D o c u m e n t o núm. 10), comunicó que, habiendo indicado al Secretario del T e s o r o que la manera de terminar este asunto era que ordenase la publicación de una nueva circular con la lista de islas de guano, suprimiendo las comprendidas en la nota del Departamento de Estado del 27 de Noviembre, dicho funcionario acordó en
tamento resulta que el Presidente de los Estados Unidos
su presencia que se preparara la expresada lista, con las
no ha declarado nunca que ellas deban ser "consideradas
instrucciones correspondientes á los administradores de
c o m o pertenecientes á los Estados Unidos," y que ha su-
aduanas.
plicado, por lo mismo, al Secretacio del Tesoro, que sean
bierno ha procedido administrativamente en el asunto, sin
borradas de la lista de islas de guano de aquel país, ha-
necesidad de ocurrir al Congreso.
biendo ofrecido dicho Secretario hacerlo así ( D o c u m e n to núm. 7). El Sr. R o m e r o contestó el mismo día que ya comunicaba esa nota al Gobierno Mexicano, quien vería con satisfacción el acuerdo que contiene ( D o c u m e n t o núm. 8). El 7 de Diciembre del año pasado, se encargó al Mi-
D e este acuerdo se desprende que aquel G o -
Por último, se recibió una nota del Ministro Mexicano en Washington, fechada el 19 del mismo mes de Enero ( D o c u m e n t o núm. 1 t), á la cual se acompaña un ejemplar del cuaderno que contiene las decisiones del D e p a r tamento del T e s o r o y de la Junta general de Vistas de los Estados Unidos, durante Octubre y Noviembre de 1894. En la página 874 de dicho cuaderno aparece una circular 2
fechada el 2 i de Noviembre de ese año, dirigida á los A d ministradores de Aduanas y otras personas, por la que el Departamento del T e s o r o avisa que se borran d é l a lista de islas de guano pertenecientes á los Estados Unidos Jas antes mencionadas ( D o c u m e n t o núm. 12). El presente informe pone de manifiesto la parte substancial del curso que siguió esta dilatada negociación di-
DOCUMENTO NUMERO 1 .
plomática y su resultado satisfactorio para la República, a Ja cual ha hecho cumplida justicia el Gobierno de los Estados Unidos de América, al declarar que las islas y
TRADUCCIÓN.
cayo de que se trata no pertenecen á aquella nación, sup o n i é n d o l a s en la lista de las guaneras de los Estados Unidos.
DEPARTAMENTO DE ESTADO.
México, Marzo 31 de 1895. W A S H I N G T O N , JUNIO 2 9 DE 1 8 8 2 .
¿P&bzo 61.
$)]lagaña,
SEÑOR:
Oficial primero.
Tengo la honra de remitir á vd., para su conocimiento, la adjunta copia de una nota de este Departamento, de 15 del corriente, al H. J. Hart Brewer, relativa á la remoción de algunos ciudadanos americanos de Cayo Arenas, hecha por la cañonera mexicana "Libertad" en Octubre último. Acepte vd., señor, la seguridad de mi más alta consideración. —Fredérick T. Frélinghuysen.—Sr. D. Matías Romero etc., etc.
fechada el 2 i de Noviembre de ese año, dirigida á los A d ministradores de Aduanas y otras personas, por la que el Departamento del T e s o r o avisa que se borran d é l a lista de islas de guano pertenecientes á los Estados Unidos Jas antes mencionadas ( D o c u m e n t o núm. 1 2 ) . El presente informe pone de manifiesto la parte substancial del curso que siguió esta dilatada negociación di-
DOCUMENTO NUMERO 1 .
plomatica y su resultado satisfactorio para la República, a Ja cual ha hecho cumplida justicia el Gobierno de los Estados Unidos de América, al declarar que las islas y
TRADUCCIÓN.
cayo de que se trata no pertenecen á aquella nación, suprimiéndolas en la lista de las guaneras de los Estados Unidos.
DEPARTAMENTO DE ESTADO.
México, Marzo 31 de 1895. W A S H I N G T O N , JUNIO 2 9 DE 1 8 8 2 .
¿P&bzo 61. S] lagaña,
SEÑOR:
Oficial primero.
Tengo la honra de remitir á vd., para su conocimiento, la adjunta copia de una nota de este Departamento, de 15 del corriente, al H. J. Hart Brewer, relativa á la remoción de algunos ciudadanos americanos de Cayo Arenas, hecha por la cañonera mexicana "Libertad" en Octubre último. Acepte vd., señor, la seguridad de mi más alta consideración. —Fredérick T. Frélinghuysen.—Sr. D. Matías Romero etc., etc.
TRADUCCIÓN.
DOCUMENTO NUMERO 2.
DEPARTAMENTO DE ESTADO. LEGACIÓN MEXICANA.
W A S H I N G T O N , JÜN'IO 1 5 DE 1 8 8 2 .
A L H O N O R A B L E J . H A R T B R E W E R , C Á M A R A DE R E P R E S E N T A N T E S .
W A S H I N G T O N , 3 0 DE E N E R O DE 1 8 8 6 .
SEÑOR*.
He recibido la carta de vd., fecliada el 10 del corriente, que vino acompañada de una que le dirigió el Sr. William L. Adams, de Atlantic City. Parece que dicho señor fué uno de los que la cañonera mexicana "Libertad 7 ' hizo salir de Cayo Arenas, frente á Yucatán, en Octubre último. Se comprende que las autoridades mexicanas consideran á todos los que han arrojado de allí y que se ocupaban en sacar guano sin permiso de su Gobierno, como invasores de la propiedad de esa República. Este Departamento no ha podido üegar á decidir si el abandono en que se encontraba la isla, si es que hubo abandono, fué tal, que justifique una demanda de reparación de ese Gobierno. Tengo, etc.—Frederich T. Frelinghuysen.
SEÑOR SECRETARIO:
Tengo la honra de manifestar á vd., con referencia á la conversación que tuvimos ayer en el departamento de Estado, respecto de la isla de Cayo Arenas, que del memorándum anexo á mi nota dirigida á vd. el 14 de Diciembre de 1885, aparece que Mr. James W . Jennett presentó una declaración al Departamento de Estado, alegando que había sido el descubridor original de la isla de Cayo Arenas y fijando la fecha de su descubrimiento en Enero de 1867, y que John W . Wallis presentó otra declaración semejante el 20 de Marzo de 1830, fijando la fecha de su descubrimiento original en 11 de Enero de 1880. Desde luego aparece que si la isla de Cayo Arenas había sido descubierta realmente en 1867, no podía serlo de nuevo en
1880. Con motivo de estos pretendidos descubrimientos originales, los llamados descubridores prestaron sus fianzas, las cuales están archivadas en el despacho del Primer Contralor del Departamento del Tesoro, y fueron aceptadas en virtud de la ley de islas de guano de los Estados Unidos, de 1856; y en consecuencia de todo, la isla Cayo Arenas fué colocada en la lista de islas de guano de los Estados Unidos. Lo infundado y hasta fraudulento de las pretensiones de Jen-
nett y Wallis aparece consultando cualquiera carta marítima ó de navegación, de feclia anterior á las fijadas por ellos en sus respectivas solicitudes. En efecto, cuando Jennett aseguraba que había descubierto á Cayo Arenas en 1867, el Departamento de Marina de los Estados Unidos estaba facilitando á la marina mercante de este país, cartas de navegación impresas, en las cuales se colocaba aquella isla con exactitud y se daban todos los detalles referentes á ella; y estas cartas estaban basadas en reconocimientos hechos por el Comandante Barnett, de la Marina Británica, desde 1838, y publicados por el Almirantazgo en 1839. En aquella época la isla y sus arrecifes adyacentes fueron reconocidos y colocados en el mapa con toda precisión, habiéndose publicado desde entonces los reconocimientos respectivos, quedando por lo mismo al alcance de todos los navegantes. Estos detalles aparecen en el número 64, volumen 2?, página 335 de la publicación de la oficina hidrográfica del Departamento de Marina de los Estados Unidos, intitulada: " L a Navegación del mar Caribe y del Grolfo de México." Para facilitar el examen de este asunto en ese Depaatamento, acompaño con esta nota dos mapas, publicados por la oficina . hidrográfica del Departamento de Marina, que son el número 401 de " L a Costa de Yucatán desde el Banco de Chinchorro á la Laguna de Términos (continuación de la carta número 3 9 4 ) " y el número 403 " E l mar Caribe, Yucatán," con los planos especiales del mapa número 401." Omito mencionar que estos mismos datos están consignados en atlas ingleses y alemanes, publicados varios años antes de los pretendidos descubrimientos, y solamente haré presente que en la biblioteca del Departamento de Estado existe el atlas de D. Antonio García Cubas, publicado en la ciudad de México en el año de 1858, y que en el mapa X X I V que comprende la Península de Yucatán, aparece Cayo Arenas enumerado oficialmente en la lista de islas y cayos en la descripción de aquella Península, como porción integrante de la misma.
En vista de estos hechos, y de la posesión no interrumpida ni disputada en que ha estado México de dicha isla, no es posible sostener que ella haya sido descubierta originalmente en 1867 y después en 1880, por los pretendidos descubridores Jennett y Wallis. El gobierno mexicano espera por lo mismo confiado, en que, examinado de nuevo por vd. este asunto que le ha sido presentado en correspondencia reciente de esta Legación, y especialmente en su nota de 19 del actual, se servirá determinar que se borre á Cayo Arenas de la lista de islas de guano de los Estados Unidos, con objeto de evitar las complicaciones internacionales que podrían sobrevenir en otro caso. Sírvase vd. aceptar, Señor Secretario, las seguridades de mi más distinguida consideración. — M. Romero.—Honorable Thomas F. Bayard, etc., etc., etc.
DOCUMENTO NUMERO 3 . TRADUCCIÓN. DEPARTAMENTO DE ESTADO. W A S H I N G T O N , F E B R E R O 2 6 DE 1 8 8 6 . SEÑOR:
He tenido el honor de recibir las notas de vd., de 30 de Enero próximo pasado y de 1? del corriente, relativas á la isla de guano de Cayo Arenas. Parece que existe una mala inteligencia respecto de las leyes de los Estados Unidos referentes á las islas de guano, y á las pruebas que se requieren, para que los reclamantes adquieran derechos conforme á dichas leyes. El fundamento en que descansa, según el aft. 5,570 de los Estatutos Revisados, el derecho de los ciudadanos de los Esta-
dos Unidos para usar y disponer de los depósitos de guano en islas, rocas y cayos, está basado en el descubrimiento, no de la isla xí otro lugar de los nombrados, sino del depósito de guano. Pero debe también probarse que el lugar del depósito no está en la jurisdicción legal de ningún otro gobierno (Sección 5,570 de los Estatutos Revisados) ó, como set expresa de nuevo y más claramente, que tal lugar, " n o estaba al tiempo del descubri" miento ó de la toma de posesión ú ocupación del mismo, por "los solicitantes, en la posesión ii ocupación de ningún otro gob i e r n o , ó de ciudadanos de otro gobierno" (Sección 5,571). Si se probase que el lugar del depósito no estaba sujeto á la jurisdicción de otro gobierno, la determinación de las pretensiones en conflicto de los ciudadanos de los Estados Unidos, pertenece exclusivamente á este gobierno. Pero no sería inconducente observar que el punto de más importancia que debe esclarecerse, en lo que se refiere á ciudadanos de los Estados Unidos, es si las pretensiones de la persona que alega ser el descubridor de un depósito están en conflicto con los derechos de cualquier otro ciudadano. Y se concibe que una pretensión desechada ó abandonada no sería obstáculo para que otro reclamante adquiriera con posterioridad derechos, conforme á la ley del Congreso. Toda la discusión, por lo mismo, puede limitarse á la simple cuestión de si la isla de Cayo Arenas, al tiempo del descubrimiento de guano por Wallis en 1880, estaba en la jurisdicción legal de la República de México. Si entonces estaba bajo tal jurisdicción, se tomarán los pasos necesarios para borrarla de la lista de islas de guano. A este fin, cualesquiera pruebas que puedan existir del ejercicio de jurisdicción de México sobre la isla en cuestión serán debidamente consideradas, y se notificará desdo luego á los reclamantes, conforme á la ley del Congreso, que los derechos de que han estado gozando respecto del depósito de guano son disputados por el gobierno de vd. Acepte vd., Señor, las renovadas seguridades de mi más alta consideración.—(Firmado). — T. F. Boyará. — Sr. D. Matías Romero, etc., etc., etc.
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