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TOXOPLASMOSIS Y ABORTO EN PACIENTES DEL HOSPITAL QIHORAN
DE MÉRIDA,
YUCATÁN
JORGE ZAVALA-VELÁZQUEZ, M. EN e.,(I) EUGENIA GUZMÁN-MARlN, M.e.,(I) MARIO BARRERA-~REZ, M.C.,(I) MARIA
Zavala-Velázquez J. Guzmán-Marín Toxoplasmosís
EUGEI' 0.05; cuadro 1).
N'
Positivos > 1:16
Edad (años)
casos
15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40·44
31 22 15 12 12 8
17 11 7 7 5 6
14 11 8 5 7 2
Total
lOO
53
47
Negativos
% 45.10 50.00 53.30
41.60 58.30 25.50 47.00
En el material de aborto de dos pacientes se observaron agrupaciones de toxoplasmas en la decidua y en uno, además, taquizoítos en vellosidades coriales (figuras I y 2). En uno sólo de estos casos se logró aislar al parásito, después de dos pases ciegos. Los dos casos presentaron serología positiva (cuadro 11), con títulos de 1:64 y 1:128 respectivamente, y ambos pertenecieron al grupo de pacientes de un sólo aborto (cuadro IlI). Hubo mayor reactividad serológica en pacientes con aborto único que en habituales, 49.01 y 44.89 por ciento respectivamente; sin embargo, estas diferencias no son estadísticamente significativas (p» 0.05; cuadro IV). No fue posible por medio del interrogatorio clínico 665
TOXOPLASMOS1S Y ABORTO
FIGURA 1. Grupo de toxoplasma en la decidua 1 500 x (col. HE)
,
t",~~
I
N'
Aborto
casos
Unico Habitual
51 49
2 O
3.92 0.0
100
2
2.0
Total
Positivos
%
~
,
~~
,•.,.=41'
."
,..-
~
i N"
~
Aborto
•
Unico
.i. -
----
FIGURA 2. Taquizoítos en vellosidades
Habitual
coriales
1 500 x
(col. HE)
Total
casos
Serología positiva
%
51 49
25 22
49.01 44.89
100
47
47.0
establecer correlación entre el toxoplasmosis durante el embarazo.
aborto
y
la
DISCUSION
Dx. parasitológico Serología
Positivos
Positivos
%
Negativos
%
Total
Negativos
2 O
4.3 0.0
45 53
95.7 100.0
47
Total
2
2.0
98.
98.0
100
666
53
La alta preva\encia de anticuerpos encontrada en las mujeres gestantes que conformaron el estudio, guarda relación con la observada en la población general del estado. No cabe duda que existe una importante correlación entre toxoplasma y aborte (2%) en la población estudiada, que se hace más evidente (4.3%) cuando el análisis se fundamenta en el grupo que presentó anticuerpos contra el parásito. Los títulos de anticuerpos específicos encontrados en los casos de aborto parasitológicamente positivos, fueron bajos; sin embargo, este hecho ya había sido señalado antes por SALUD PUBLICA DE ME)(lCO
ZA VALA- VELÁZQUEZ J. Y COL.
Hingorani y colaboradores" en la India en donde de 29 casos de abortos sólo en tres lograron aislar el parásito (los títulos por hemaglutinación fluctuaron entre 1:64 y 1:256 en ese estudio). Remington, Melton y Jacobs" lograron aislar cuatro cepas en material de autopsia o histerectomía de 32 mujeres, con títulos de 1:16 a 1:64 en la prueba de Sabin-Feldman. No es fácil aislar el toxoplasrna en el material de aborto; nuestra frecuencia de 1 por ciento de aislamiento es igual a la obtenida por Ruiz-Flores y Kotcher en Costa Rica'" y menor a la de Hingorani (3%).14
Es importante señalar que la positividad obtenida por técnicas histológicas coincidió con las pruebas inmunoquímicas, lo que refuerza la validez de los resultados. No cabe ya duda de que cuando existe infección por toxoplasma durante el embarazo, el parásito puede atravesar la placenta y producir, según el momento, un feto o embriopatía. En donde aún persisten dudas es en la definición de infecciones aguda y latente. Varios investigadores citados por FrenkeP' y Werner," opinan que la infección congénita en el humano sólo se da cuando la madre se infecta por primera vez durante el embarazo, mientras que otros sostienen que también se realiza durante la forma latente. Nuestros resultados sólo demostraran correlación con el aborto único. Se ha demostrado que la frecuencia de reactividad sero1ógica contra toxoplasma aumenta en relación directa con la edad;" este hecho no se constató en nuestro estudio debido a lo circunscrito de la población estudiada El fracaso del interrogatorio clínico como una herramienta de acercamiento al diagnóstico de aborto por toxoplasma, obedece a que la infección por T. gondii transcurre generalmente sin síntomas reconocibles, por lo que no es frecuente que la paciente pueda aportar datos que permitan identificar a la
SEPTIEMBRE-OCTUBRE
DE 1989, VOL. 31, No. 5
enfermedad durante el embarazo y menos aún antes de él. Este hecho se hace más evidente cuando se estudia una población como la nuestra, constituida por mujeres que por diversas razones no tuvieron acceso a un control prenatal, que tal vez hubiera permitido detectar algún signo relacionado con esta parasitosis. Desde el punto de vista gineco-obstétrico y epidemiológico, es importante señalar que de la población estudiada, el 42 por ciento de negativas estuvo conformado por mujeres jóvenes, las cuales, a lo largo del tiempo de su vida gestacional acti va, están en posibilidad de tener contacto con T. gondii y enfermar, y por lo tanto están sujetas a los riesgos que esta condición implica. Esta situación seguramente es igual en otros estados de la República. Para solucionarla, habría que incrementar la cobertura de control prenatal, difundir medidas preventivas higiénicas y practicar pruebas serológicas de rutina para detectar anticuerpos contra toxoplasma, ya que esto permite observar a tiempo una sera-conversión y ofrecer una alternativa terapéutica. La gran discordancia entre la frecuencia de positividad parasitológica y la frecuencia de reactividad serológica, demuestra que los resultados de estudios que pretenden demostrar una correlación causa-efecto en la toxoplasmosis congénita por medio de la detección de anticuerpos en mujeres gestantes a través de una única prueba, deben ser tomados con cautela. AGRADECIMIEN1DS Agradecernos su colaboración al Dr. Fernando Gasque, Jefe del Servicio de Gineco-obstetricia del Hospital General O'Horán de Mérida, Yucatán y a su personal médico y paramédico. Asimismo, agradecernos al M.S.P. José Franco Monsreal su colaboración en el análisis estadístico de los resultados.
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TOXOPLASMOSIS
Y ABORTO
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