El AMAR en los Tiempos de Corinto

El AMAR en los Tiempos de Corinto

Desórdenes en la Liturgia Capítulos 11 al 14

El AMAR en los Tiempos de Corinto

Capítulo 11 Un Asunto de Costumbre 11:1-16

Primera Epístola a los Corintios Capítulo 11 1«Imítenme

a mí, como yo imito a Cristo. 2Los elogio porque se acuerdan de mí en todo y retienen las enseñanzas,* tal como se las transmití. 3Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo. 4Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta* deshonra al que es su cabeza. 5En cambio, toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra al que es su cabeza; es como si estuviera rasurada.

6Si

la mujer no se cubre la cabeza, que se corte también el cabello; pero si es vergonzoso para la mujer tener el pelo corto o la cabeza rasurada, que se la cubra. 7El hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es imagen y gloria de Dios, mientras que la mujer es gloria del hombre. 8De hecho, el hombre no procede de la mujer sino la mujer del hombre; 9ni tampoco fue creado el hombre a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. 10Por esta razón, y a causa de los ángeles, la mujer debe llevar sobre la cabeza señal de autoridad.*

11Sin

embargo, en el Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer. 12Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios. 13Juzguen ustedes mismos: ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? 14¿No les enseña el mismo orden natural de las cosas que es una vergüenza para el hombre dejarse crecer el cabello, 15mientras que es una gloria para la mujer llevar cabello largo? Es que a ella se le ha dado su cabellera como velo. 16Si alguien insiste en discutir este asunto, tenga en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios.

Entendiendo la Situación 1. Desorden Litúrgico –

Perturbación del orden y la armonía dentro del grupo de creyentes en Corinto, impropio de las reuniones de una comunidad cristiana.

2. La Razón del Desorden –

El problema en cuestión tiene que ver con el aspecto exterior de la presentación personal de los hombres y las mujeres en el desarrollo del culto.

El Uso del Cabello 1. En los Varones – – –

Tanto entre los judíos, como en el contexto grecoromano el varón acostumbraba usar el cabello corto. Asimismo judíos y griegos enseñaban que el varón no debía cubrirse la cabeza durante sus prácticas religiosas. En la cultura romana, en cambio, los sacerdotes y/o gobernantes acostumbraban oficiar las ceremonias (religiosas o civiles) cubriéndose la cabeza con el borde de la toga. Esta costumbre que se difundió entre las religiones ‘incorporadas’ al Imperio.

El Uso del Cabello 2. En las Mujeres – – –

Tanto en la cultura judía como en la sociedad grecoromana el cabello largo de la mujer, recogido y adornado, era un signo de su dignidad. El cabello suelto era muy mal visto (un estímulo erótico). Algo propio del frenesí de las prácticas religiosas paganas o símbolo de luto. En la tradición judía, el soltarle el cabello en público a una mujer era una grave ofensa, comparable a lo que sería hoy desnudarla (véase Núm.5:18), así como el raparse era equivalente a la pérdida del honor (véase Is. 3:16-24).

El Uso del Velo 1. Entre los judíos – –

La costumbre establecía que además del cabello recogido, la mujer debía cubrir su cabeza, tanto en la sinagoga como en la calle. La práctica entre los varones judíos de cubrirse la cabeza con un velo comenzó en el siglo IV d.C.

2. En la sociedad greco-romana – –

En el contexto contemporáneo paulino no existía tal práctica, ni exigencia entre las mujeres. La práctica de cubrirse la cabeza con la toga se hizo una costumbre de la elite greco-romana, no así de los varones de condición modesta.

Observaciones Importantes 1. En el contexto socio cultural de entonces no se consideraba correcto que el hombre se dejara crecer el cabello a la manera de las mujeres, ni que la mujer se lo cortara a usanza de los hombres. Para las culturas del primer siglo era importante mantener los signos exteriores que diferenciaban ambos sexos.

Observaciones Importantes 2. Resulta sumamente significativo que en un contexto patriarcal por excelencia, Pablo no cuestione el protagonismo de las mujeres, únicamente intenta convencerlas de que sean cuidadosas en lo que a su arreglo personal se refiere.

El Problema en Cuestión Al parecer, el problema estriba en el hecho de que algunas personas que ejercían funciones en los cultos (v.4-5), habrían introducido en la celebración del mismo algunas costumbres y/o modas relativas al arreglo personal que no eran propias de las iglesias cristianas.

El Argumento Teológico 3Ahora

bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo.

11Sin

embargo, en el Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer. 12Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios.

El Argumento Teológico 1. El Contexto del Argumento Teológico –

El marco en el que aparece esta mención no tiene nada en absoluto que ver con un tema de autoridad o subordinación a la cabeza (gr. kefalê / ro’s heb.)

2. El Propósito del Argumento Teológico –

La razón de ser del argumento señala que la distinción entre los sexos, visible en la creación de los mismos, debe también ser evidente en la vida de la iglesia, especialmente en el culto, del mismo modo que la comprensión del valor divinamente equitativo que ambos tienen permitirá la participación digna en el ejercicio ministerial.

Aplicando con Sencillez “Los malos hábitos corrompen las buenas costumbres”.

Triángulo de la Ética Cristiana

AMOR

El AMAR en los Tiempos de Corinto

¡Amar a Dios por sobre todas las cosas, y a tu prójimo más que a ti mismo!

El AMAR en los Tiempos de Corinto ACM San Borja setiembre 2015 www.axisperu.org

Preguntas para Reflexión y Diálogo 1. ¿Qué opinión te merece que el tema tratado por Pablo en esta sección se haya constituido en un problema en la comunidad de fe? 2. ¿En qué medida las costumbres externas o modas imperantes en la sociedad determinan o condicionan la conducta cristiana? (Ejemplos) 3. ¿De qué manera podemos evitar que estos condicionamientos se conviertan en serios problemas que alteren la armonía y el testimonio de quienes componen una comunidad cristiana?