EL JUEGO DEL HOMBRE (O EL MISTERIO DE DIOS)

Página 1 de 25. EL JUEGO DEL HOMBRE (O EL MISTERIO DE DIOS) Jorge Isauro Rionda Ramírez1 SUMARIO: el presente trabajo trata al respecto de la razón d

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EL JUEGO DEL HOMBRE (O EL MISTERIO DE DIOS) Jorge Isauro Rionda Ramírez1 SUMARIO: el presente trabajo trata al respecto de la razón de la filosofía y la ciencia en el interés del ser humano por el conocimiento del entorno inmediato como del más distante. Las cuestiones trascendentales como las más inmanentes se tocan por el interés del fundamento del pensamiento religioso como científico en la dimensión que marca la antropología filosófica. La cuestión importante del trabajo es establecer la dicotomía entre cuál es el juego del Hombre o bien cuáles son los misterios de Dios en la creación, donde el Hombre se ve comprometido. PALABRAS CLAVE: 1. 2. 3. 4. 5.

Trascendencia Inmanencia Dios Hombre Ciencia

PARTE I: ORIGEN, TRASCENDENCIA

EXISTENCIA

Y

En la historia del Hombre, el rol que este expresa deriva de dos problemas fundamentales derivados de su interés o inquietud intelectual respecto al origen, la existencia y la trascendencia del ser. Estos problemas son el ontológico y el teológico. Ambos del ámbito metafísico sin negar que la preocupación nace de su condición mortal, efímera e insignificante de su condición física.

 

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                                                             1 Profesor de tiempo completo desde 1990 “titular A” de la Universidad de Guanajuato, en el campus León adscrito al programa de licenciatura de desarrollo regional de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, y del campus Guanajuato en el programa de posgrado de la División de Ciencias Económico Administrativas. Profesor e investigador por contrato de posgrado de la Universidad De La Salle Bajío desde el 2005. Miembro del sistema nacional de investigadores (nivel 1) del CONACYT desde el 2004.

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El Hombre en su existir se descubre como una entidad mortal, limitada, finita, efímera e insignificante. Su primera preocupación parte de admitir dicha situación y desear superarla. Para ello el problema de la existencia (el estar), implica la búsqueda de ser aquello que no se es y para ello hay que aprender del universo para hacer aquello que nos permita trascender en ser lo que no somos: Dios.

Página 2 de 25. De ahí el segundo problema fundamental del Hombre: el teológico. Dios es la antípoda del Hombre, es un ser supremo, universal, inmortal, omnipresente, omnipotente, omnisapiente. El juego del Hombre es entonces jugar a ser Dios… superar la condición mortal, efímera y mínima de la existencia para llegar a ser aquello que no se es y se desea fervientemente en lograr ser: Dios. Quien todo lo puede, todo lo mueve, todo lo cambia, todo lo sabe, y en todo está. Es por eso que el presente texto trata de indicar el periplo de la humanidad en la búsqueda de encontrar, saber, identificar, conocer a Dios. El juego del Hombre que en última instancia es la búsqueda de aprender a ser Dios, y para ello, en la ciencia, más allá de la verdad de las cosas (el saber), está el interés en conocer los secretos de Dios, o como Dios organiza el universo. El presente trabajo trata al respecto de la existencia del Hombre y su interés en desenmarañar el saber para aprender a hacer, y trascender superando la propia condición moral humana. El pensamiento filosófico por eso busca el conocimiento original, o bien último de las cosas, puesto que en ello está el saber auténtico, original, único y principal de la existencia y el secreto que nos moverá de la condición efímera a la trascendental. Es parte del material didáctico propio para la asignatura de Filosofías contemporáneas del programa de doctorado en desarrollo organizacional, mismo que ofrece la Universidad del Valle de Atemajac (plantel León, enero 2010). I. PENSAMIENTO FILOSÓFICO El ser humano, desde que adquiere razón, se cuestiona por problemas de orden existencial. Su inquietud intelectual lleva no solo una inclinación espiritual para comprender la creación, la existencia y la trascendencia, sino que también genera el pensamiento filosófico. La filosofía es un intento del espíritu humano para llegar a una concepción del universo mediante la autorreflexión sobre sus funciones valorativas teóricas y prácticas (Hessen, 1999). La filosofía estudia las causas supremas, últimas, trascendentales del universo como de las cosas que se presentan en su tránsito por la vida. El principal problema o preocupación de la humanidad en todo momento de su historia es comprender la razón del origen (creación), existencia (problema ontológico) y trascendencia (problema teológico). Todo su pensamiento filosófico gira en torno a estas cuestiones.

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A la filosofía entendida como una reflexión sobre la conducta teórica le llamaríamos ciencia y la filosofía es, entonces, teoría del conocimiento científico o teoría de la ciencia. Como reflexión sobre la conducta práctica (valores), toma el sentido de teoría de los valores. En tercer lugar, la filosofía es una teoría de la concepción del universo (Hessen, 1999).

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En el fenómeno del conocimiento se encuentran frente a frente la conciencia y el objeto: el sujeto y el objeto. Por ende, el conocimiento puede definirse como una determinación del sujeto por el objeto. Un conocimiento es verdadero si su contenido concuerda con el objeto mencionado (Hessen, 1999).

Página 3 de 25. El conocimiento presenta tres elementos principales: el sujeto, la imagen y el objeto. Visto por el lado del sujeto, el fenómeno del conocimiento se acerca a la esfera psicológica; por la imagen con la lógica y por el objeto con la ontología. Debido a que ninguna de estas disciplinas puede resolver cabalmente el problema del conocimiento se funda una nueva disciplina que llamamos teoría del conocimiento (Hessen, 1999). Los cinco problemas principales (Hessen, 1999) de la teoría del conocimiento son: 1. La posibilidad del conocimiento humano ¿puede realmente el sujeto aprehender el objeto? 2. El origen del conocimiento ¿es la razón o la experiencia la fuente del conocimiento humano? 3. La esencia del conocimiento humano ¿es el objeto quien determina al sujeto o es al revés? 4. Las formas del conocimiento humano ¿el conocimiento es racional o puede ser intuitivo? 5. El criterio de verdad ¿cómo sabemos que nuestro conocimiento es verdadero? De dichos problemas de la creación, la existencia y la trascendencia devienen las siguientes cuestiones trascendentales y últimas que se plantea el ser humano:

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Hessen da otra versión de la posibilidad del conocimiento de la siguiente forma: a) El Dogmatismo : el conocimiento no es un problema, los objetos son captados directamente (presocráticos). b) El Escepticismo : el conocimiento no es posible, el sujeto no puede aprehender al objeto. El método de la duda sistemática de Descartes es un escepticismo metódico. También hay un escepticismo mitigado cuando se niega la certeza y se acepta la probabilidad. c) El Subjetivismo y el Relativismo : el primero considera que algo puede ser verdadero para una persona pero no para otras y el segunpo piensa que el conocimiento es relativo al contexto cultural (Protágoras, Spengler).

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1. Por su inclinación filosófica a comprender, conocer y explicar la creación, la existencia y la trascendencia. 2. Problemas referentes al conocimiento último y universal de la existencia. En esto se tienen 5 fundamentos de la comprensión de la existencia universal: 2.1 el escepticismo, que cuestiona el carácter trascendental de lo que existe; 2.2 el empirismo que solo reconoce aquello que mediante nuestros sentidos estamos en posibilidad de constatar existe; 2.3 el racionalismo que reconoce la existencia más allá de nuestra capacidad sensorial y abre la posibilidad de la existencia independientemente del testimonio de la humanidad. 2.4 El idealismo que afirma que la existencia es concebida con base a nuestras propias ideas, y finalmente, 2.5 El realismo, sostiene que nuestros conocimientos derivan de nuestra comprensión inteligente de la existencia, de la realidad que es independiente de la existencia del sujeto que conoce.

Página 4 de 25. d) El Pragmatismo : el conocimiento humano tiene sentido solamente en el campo práctico; la verdad consiste en la congruencia entre los fines prácticos y los pensamientos (W. James, Shiller, Nietszche, Simmel). e) El Criticismo : propone la confianza en cuanto al conocimiento humano en general y al mismo tiempo la desconfianza hacia todo conocimiento determinado (Kant). 3. Por los problemas del ser (como verbo y en singular), los cuales son nodales para el pensamiento filosófico. Ontología. 4. Las cuestiones de lo absoluto o teología. 5. De la existencia y trascendencia. 6. De la creación del universo. 7. Sobre el sentido y la conexión entre las cosas (lógica), sus bondades (ética) y cualidades (estética). 8. El origen o causa de las causas, donde destaca la existencia de Dios y su relación con la existencia humana. 9. El carácter y las características del pensamiento filosófico por su objeto de estudio (fundamentación, universalidad y humanismo). 10. El carácter y las características del pensamiento filosófico en cuanto a su resolución de los problemas de los cuales se ocupa. Con respecto al origen del conocimiento Hessen indica que el conocimiento emana de: 1. El Racionalismo : es la postura epistemológica que sostiene que es el pensamiento, la razón, la fuente principal del conocimiento humano. Sus planteamientos más antiguos los econtramos en Platón, posteriormente en Plotino y San Agustín, también en Malebranche, Descartes y Leibnitz. 2. El Empirismo : sostiene que el conocimiento procede de la experiencia, del contacto directo con la realidad. Se desarrolla en la Edad Moderna con Locke y Hume, Condillac y John Stuart Mill. 3. El Intelectualismo : es una postura que trata de mediar entre el racionalismo y el empirismo. Aristóteles inicia este trabajo de síntesis y en la Edad Media se desarrolla con Santo Tomás de Aquino. Concibe el elemento racional como derivado del empírico. 4. El Apriorismo : Es un segundo intento de mediación entre racionalismo y empirismo, se considera a Kant como su fundador. Considera que el elemento a priori no deviene de la experiencia, sino del pensamiento. II. PENSAMIENTO RELIGIOSO

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De la inclinación filosófica del Hombre en cuanto a su comprensión del origen, la existencia y la trascendencia, deviene necesariamente su pensamiento religioso. La preocupación con respecto a la causa de las causas o razón última del origen es lo que mueve durante la historia de los Hombres su búsqueda de comprender e identificar a

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En la historia de las ideas, la humanidad transita de un pensamiento mágico, a un pensamiento lógico hasta culminar en un pensamiento científico. Por ello sus creencias, su pensamiento religioso se adapta al grado de maduración de las fuerzas productivas, que son medios que le posibilitan para llegar a una mayor comprensión y profundidad de su saber, como de su saber hacer y trascender.

Página 5 de 25. Dios ¿Cuáles son las razones de Dios en la creación? Las creencias religiosas tratan precisamente de contestar esta cuestión fundamental. En esto la historia de las creencias es esencial para verificar cómo trasciende su pensamiento en su organización social tanto para trabajar como para producir. De este modo, siguiendo un criterio marxista respecto a los distintos estadios de desarrollo de la humanidad se pude decir que: A. Durante el salvajismo el ser humano es agnóstico con respecto a su pensamiento filosófico y sus creencias relativas a la razón del origen, la existencia y la trascendencia, esto es, de Dios. B. En el barbarismo, surge el animismo, el fetichismo, el totemismo, el chamanismo y otras manifestaciones de la magia. Estas creencias empiezan a conformar un cuerpo de ideas que cohechan a los Hombres a crear instituciones (convenciones), organizarse y establecer una estructura social jerarquizada, a quien se obedece y moralmente teme. C. Viene posterior la esclavitud, donde aparecen múltiples deidades (politeísmo) y plenamente el concepto de Dios (o de dioses). En esta fase la sociedad aún no logra conformarse en un núcleo de ideas o creencias consistente. Hay cultos distintos y por tanto, clanes que si no tribus que no logran una sociedad bien conformada. D. Es en el Medioevo, durante el feudalismo, que surge el monoteísmo. Bien en occidente mediante el cristianismo, en medio oriente mediante el islamismo o en oriente mediante Buda. Lo importante es que le núcleo de ideas y creencias gira en torno a una sola deidad monoteísta. Lo cual implica una fórmula de Estado cuyo control monopólico de la violencia es total y único. La sociedad obedece y se organiza en razón de un sistema de creencias consistente y sólido. E. Se pasa al capitalismo y algunas de las creencias dejan la servidumbre obediente del mancebo a las deidades personalizadas mediante íconos (ídolos), lo cual implica el fin de las idolatrías y se inicia una fase donde el credo monoteísta se fundamenta en un concepto mono panteísta de tipo iconoclasta. Con lo anterior es evidente que según madura el pensamiento filosófico, se formulan y conforman sus creencias y con ello madura la organización social de la producción y el trabajo, propiamente el Estado. Hay por tanto una íntima relación entre el sistema de creencias y la estructura social de toda civilización. En el sistema de creencias, derivado de la inclinación del Hombre al pensamiento religioso, es el marco en que se inscriben y comprenden los problemas en cuanto el origen, la existencia y la trascendencia de la humanidad. Es a su vez el marco de referencia en que se resuelven los problemas existenciales y por ello de donde derivan las instituciones y las fórmulas de regulación social. Propiamente las formas de control estatal.

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El pensamiento filosófico trata de comprender las causas últimas, pero en la vida fáctica del Hombre, su práctica (Mao Tse Tung) es la razón por su preocupación al respecto de comprender las causas próximas, que son efecto de su experiencia empírica.

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III. PENSAMIENTO CIENTÍFICO

Página 6 de 25. El pensamiento filosófico trata la totalidad de la existencia de las cosas, la metafísica; mientras que la ciencia se preocupa por aspectos parciales de las mismas en cuanto su existencia física. La ciencia para su conocimiento de la realidad fáctica parte de un método empírico experimental basado en la observación, la filosofía por su parte de un método racional donde la comprensión deriva de conocer el sentido, la conexión, y la esencia de la realidad. La filosofía parte de la demostración mientras que la ciencia solo admite el conocimiento mediante un conjunto de verdades al respecto de la realidad fáctica. Es por ello que la filosofía parte de la lógica mientras que la ciencia se vale de la estadística para evaluar la observación y la experimentación. La filosofía trata al respecto de la realidad cosmológica y metafísica, la ciencia se reduce a la existencia material, objetiva, física. En cuanto su racionalidad, la filosofía trata al respecto de la lógica, la ética, la estética, la antropología filosófica, la teoría del conocimiento, la ontología, la teología, la metafísica, como temas fundamentales. La ciencia se reduce a la realidad natural como a la realidad social. IV. HORIZONTES HISTÓRICOS DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO Es difícil afirmar que el nacimiento de la filosofía se da en un lugar específico. Si bien se admite que el Hombre viene de África, muy posiblemente los primeros pensamientos filosóficos se hayan dado precisamente en dicho continente. No obstante, en el mundo occidental se admite que para el caso es en Grecia, en el siglo VII antes de Jesucristo que se dan las primeras manifestaciones del pensamiento filosófico. La filosofía presocrática gira en torno a la comprensión del origen del universo como la sustancia que la compone. Desatacan en este pensamiento Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Heráclito, Parmédines, Anaxágoras, Demócrito, Empedócles, Parmédines, Calicles, Gorgias, y el más importante: Sócrates. Estos autores tratan al respecto del origen del universo, de la sustancia básica de su formación, su trascendencia, la existencia y el ser, principalmente. No obstante, es el pensamiento de Sócrates, Platón y Aristóteles quienes logran un cuerpo teórico más consistente. La filosofía clásica adquiere la matización de seriedad, profundidad, coherencia al grado que aún hoy muchos de sus trabajos son considerados fundamentales en la filosofía contemporánea.

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El cristianismo durante la edad media (siglos IV al XIV), trata de incorporar a la doctrina cristiana los fundamentos filosóficos de los autores griegos para darle más profundidad a la razón religiosa en cuanto fundamentación filosófica. En ello está el pensamiento de Agustín de Hipona (siglo V) donde el sello platónico es evidente, como de Tomás de Aquino quien en su pensamiento también aparecen rasgos aristotélicos

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De este triunvirato parten posteriores pensadores que se nutren de su pensamiento para postular sus preceptos filosóficos. El mismo cristianismo en parte del idealismo platónico y más adelante se incorpora el pensamiento aristotélico.

Página 7 de 25. como socráticos. A esta corriente se le nombra escolástica. La cuestión aquí es que el pensamiento filosófico abunda y queda restringida al pensamiento religioso, cargado de dogmas y principio de fe, cuyos conceptos son en gran medida insostenibles e insalvables ante la razón científica. El pensamiento mágico simplemente resulta obsoleto ante la lógica misma. De esto deriva el pensamiento de Descartes, Malebranche, Spinoza y Leibniz, que en razón de la revolución industrial propia de los siglos XVII y XVIII centran sus fundamentos en la racionalidad y el empirismo, cuyas vertientes fundan la problematización filosófica en el aprender a hacer, más allá del deber ser. La filosofía empirista digamos, cuyos principales teóricos son ingleses: Francis Bacon, John Locke, Berkeley, David Hume, presentan un pensamiento filosófico cuyos fundamentos son la historia reciente del capitalismo, entendiendo a este como un orden natural de inspiración divina, y cuya lógica lleva a establecer la libertad como fundamento de la justicia. El empirismo crea una ciencia ecléctica y paradigmática a la historia. Parten del conocimiento empírico el cual se mueve con fines utilitaristas, más que por interés de comprender lo trascendental. Es un pensamiento más lógico que científico, y lejos de ser un pensamiento filosófico. Más allá de los sentimiento morales respecto a la libertad, la democracia y la justicia en el capitalismo, carecen de profundidad y solo nutren un discurso a favor del laissez faire, laissez passer. En Alemania (siglo XVIII), pensadores como Kant, Fichte, Schelling y Hegel, tratan de sintetizar, o al menos sincretizar el empiriocriticismo con el racionalismo. El idealismo de Platón en Kant adquiere una fundamentación más racional que empírica y los restantes tres autores se mueven en torno al pensamiento katiano en razón del idealismo subjetivo (Fichte), el idealismo objetivo (Schelling) y el idealismo absoluto (Hegel). Es en esta corriente que el pesamiento filosófico adquiere la profundidad y la consistencia adecuadas para ser una corriente de gran peso filosófico. Se regresa a la preocupación ontológica del ser y de la trascendencia (teología). Lo que da cuerpo a la metafísica. De Jorge Federico Hegel parten otras corrientes importantes de la filosofía propia de la modernidad (Siglo XIX):

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El siglo XX abre espacios a lo que se le conoce como filosofía contemporánea. Más allá de la filosofía teológica (Kant – Hegel), y del ateísmo marxista, surge la temática fenomenológica de la existencia cuyas dos vertientes son el existencialismo (Heidegger Y Jaspers, Sartre y Marcel y la axiología (Max Scheler). De aquí se rescatan temas nodales distraídos por el empiriocriticismo decimonónico como es la preocupación del ser, del trascender, se habla de la existencia más allá de Dios (existencialismo), así como de la existencia con Dios (Marcel). Está Russell quien abre otra línea temática de corte laico y cuyos intereses son ajenos a la existencia o negación de Dios.

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 Kierkegaard (quien abre líneas de pensamiento al respecto del existencialismo)  Carlos Marx (quien funda la dialéctica del materialismo histórico, antítesis del idealismo absoluto)  Federico Nietzsche (con su teoría del súper Hombre)  Schopenhauer (con la tesis del pesimismo absoluto o exacerbado racionalismo, origen del existencialismo).

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La preocupación central del Hombre es su trascendencia o legado en su tránsito existencial donde enfrenta una condición realmente efímera, lo que alienta su interés en lograr trascender (superar la mortalidad) en algo que sublime en cuanto relación con el universo y de valor en cuanto la razón de ser. La creación, la existencia y la trascendencia, temas meramente existenciales, en todas las corrientes son conceptos implícitos ineludibles e inevitables. La condición y la naturaleza humana, la existencia o no existencia de Dios y de un orden divino, y las posibilidades de la existencia más allá de lo divino y lo sublime son las líneas en que se mueve el pensamiento filosófico como pensamiento de las cosas últimas o fundamentales del ser y de la existencia, en todas las culturas de la humanidad (o al menos en el pensamiento occidental). PARTE II: DEL ALMA, LA VIRTUD Y EL ESTADO Los primeros intentos por incursionar en el conocimiento de las últimas causas va a darse por medio del discurso desordenado, poético, elocuente, novedoso, pero inconsistente. Es la primera fase de la humanidad por lograr un discurso con sabiduría. Se les nombra sofistas y responden al interés de establecer un discurso convincente, seductor, de diálogo político, con capacidad de convencer, disuadir, seducir, engañar o crear controversia. Rico en formas y estilo, con amplio continente pero sin contenido. Lleno de contradicciones y de fundamentación pueril. Están en el ámbito de la poesía y sus alegatos por complejos y bellos, eran engañosos y llenos de falsedad, inconexos y altamente contradictorios. Son los primeros pensadores que tuvo la humanidad cuya inteligencia brillaba por momentos muy breves y más bien resultaban palabrería. Se trata en última instancia de un pensamiento metafórico que bien si no es inconsistente al menos impreciso. No existe una sistematización de conceptos, su semiótica era confusa e imprecisa, menos aún había categorías conceptuales sobre la realidad. Tratarlos de llevar a un sistema coherente de Ideas resulta una labor imposible pues cada monólogo o diálogo es inconsistente de hechura. Su pensamiento deambulaba en el mito y la ilusión, quizá llegaron a tener una discursiva elegante e incluso persuasiva, pero cayeron en el ámbito de la poesía y la discursiva elocuente, nunca con madurez lógica, menos aún científica.

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Las primeras disertaciones relativas a la creación es saber de qué se componen las cosas existentes (Tales de Mileto) ¿de qué se constituyen? En un principio se afirma que se componen y derivan del agua. Anaxímenes afirma que se compone de aire. Heráclito considera que es el fuego. Una categoría de interés es que paralelo a este principio se pensaba por otra parte que lo constituía la materia era algo indeterminado (ápeiron según Anaximandro). Otra explicación es la numerología, donde se admite que existen

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Parten de un sistema de Ideas que bien pertenece a la magia, a la subjetividad, a la imaginación y a la fantasía, pero son un marasmo desordenado de preceptos inconexos y faltos de veracidad, o de intuición. La inventiva no tiene límites pero la fertilidad de la misma es realmente pobre.

Página 9 de 25. en la creación progresiones matemáticas que son principios universales y comunes en toda cosa existente. Cuestión de interés el el doble carácter de la existencia, lo que permanece o trascendente (pensamiento de Heráclito), y lo que cambia o mortal (pensamiento de Parménides). Dios es concebido como un ser único, inmutable y eterno: trascendental. Antípoda del Hombre que es especie, mutable u mortal. Meramente incidental. En Parménides se afirma que el movimiento es una ilusión de los sentidos. Es un ideal o idea que depende de nuestra concepción de las cosas, mismo que representa el inicio del idealismo. Las cosas son permanentes, lo que cambia es nuestra ilusión del universo idealizado en nuestra mente. La existencia depende de nuestro pensar sobre nosotros mismos. El ser por ello es una expresión de nuestro pensar. Ser y pensar son una unidad. El movimiento idealista de la existencia mutante está en el pensar, la realidad no se mueve, permanece. Empédocres sintetiza mucho de este pensamiento y afirma que el universo se compone de cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire. Conforme se combinen se tiene las distintas cosas existentes. Importante es concebir que dichas formaciones de estos cuatro elementos o cosas existentes están entre dos fuerzas que causan su movimiento: el amor y el odio. Anaxágoras de Clazomene sostiene que el universo se compone de gérmenes que se integran a las cosas con base al deseo de una mente superior (¿Dios?). En Demócrito de Abdera estos gérmenes son identificados como partículas indivisibles y muy pequeñas llamadas átomos. Destaca que el tema de la sustancia universal básica que compone todas las cosas no es el centro del interés en el pensamiento originario al respecto de la creación u origen, sino ¿qué mueve a l universo? La energía original que es causa de todas las causas, el inicio de todo y la razón por la cual todo es mutable (al menos ante la mente). SOBRE EL ALMA Y SU VIRTUD En el pensamiento griego está la influencia de oriente como de Egipto. Se afirma la existencia del alma posterior a la muerte (metempsícosis). La trasmisión de las almas al parecer es un tema propio del animismo que posteriormente da pié a su pensamiento politeísta.

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La vitalidad de las cosas emana de la fuerza de las personas, que se expresa en diálogos con energía, vitalidad física y mental. El orden es entonces impuesto por la persona más fuerte (Calicles), quien termina por imponer sus Ideas a respecto del universo y la existencia de las cosas. De ahí que mediante la fuerza se imponga la uniformidad de la

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El idealismo básico griego tiene expresiones en diversos pensadores de los que destaca Protágoras quien sostiene que el Hombre es la medida de todas las cosas. De ello deviene el relativismo de la existencia de las cosas en el universo. Las cosas mutables mutan en la mente de los Hombres, no en la realidad puesto que en ella permanecen. En la mente las Ideas cambian de persona a persona, son relativas, como lo es la propia dimensión del ser y de lo universal.

Página 10 de 25. idealidad en la creación, la existencia y la esencia de las cosas como no mutables, intransferibles, trascendentales... Sócrates piensa que la vida es el nido donde se acuna el alma y es de hecho el origen de la misma, que una vez desprendida de su cárcel carnal mediante la muerte, es liberada y pasa a una existencia espiritual llena de paz, felicidad para aquellos que buscan la virtud durante la vida. La virtud está en uno mismo, por lo que el predica "conócete a ti mismo", en la búsqueda de descubrir tus virtudes. El exterior es incidental o incluso meramente accidental, lo importante está en nuestro interior: los secretos del alma. La virtud es ese componente de bondad que todos tenemos inherentes a nuestra constitución como almas. Descubrirlas es comprender las razones de quién nos creo y para qué nos creo (Dios y lo trascendental). El efecto es la conducta ética, bondadosa ante los demás y lo demás. Mediante la discursiva mayéutica que platea Sócrates como método para reflexionar sobre el origen, la existencia y la permanencia de las cosas, se llega al método de la inducción que lleva las singularidades del ser a un plano de generalidad, o pluralidad en las especies o diversidad de las cosas en su existencia. La virtud es el saber hacer el bien, y saber en sí que es lo bueno, distinguiéndolo de la maldad o lo malo. Proviene del saber, el conocimiento, que radica en el alma. El mal es efecto de la ignorancia, donde el conocimiento carece de sistematización y por tanto es estéril para conducir al individuo en su vida. El pensamiento socrático influye grandemente en uno de sus discípulos: Platón. El racionalismo de Platón es un saber sistematizado, ordenado en categorías conceptuales, donde destaca su idealismo profundo ante sus preceptos de la creación y la existencia, como su realismo al partir de las cosas reales para idealizar su saber al respecto. Sabe que la realidad inmediata no ilustra la existencia real, última y universal de las cosas, para ello la intuición es el camino para explicarse temas no evidentes a la experiencia humana. Es por ello que platea la existencia del mundo de las Ideas para modelar la realidad a la que solo accedemos en nuestra modesta y finita existencia mortal. El método de la intuición, indica Gutiérrez (2009; 46) parte de su visión dualista de la existencia real como ideal "... La realidad sensible es solo un mundo imperfecto, mudable, efímero. Pero el auténtico ser, lo verdaderamente valioso, lo perfecto, eterno e inmutable, solo se capta intelectualmente, por medio de una intuición que el filósofo posee, y que en vano trata de enseñar al común de la gente…"

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"En resumen, las características de las Ideas son opuestas a las de las cosas del mundo sensible. Las Ideas son subsistentes (existen independientemente de la materia y del conocimiento), perfectas, eternas, inmutables, espirituales, intangibles, universales. Por contraposición, las cosas de este mundo son una participación de las Ideas, y son

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En Platón se sintetizan las tesis de Parménides (lo absoluto) y Heráclito (lo relativo) "...al postular la existencia real de ese mundo perfecto de las Ideas, además de este mundo sensible que solo existe como una sombra o participación de aquellas Ideas ejemplares..." (Los entrecomillados no son del autor).

Página 11 de 25. imperfectas, temporales, mudables, materiales, sensibles, singulares..." (Gutiérrez, 2009; 46). Distinto a Sócrates, Platón no concibe que el alma se origina de la vida carnal (como capullo) y la muerte es el inicio de la vida libre y espiritual. Piensa que existe un mundo de las Ideas donde prenatalmente el conocimiento ya existe. El alma tiene la intuición de las Ideas desde antes de incorporarse a un cuerpo material. En su cautiverio el alma olvida el saber de las cosas, conocimiento no obstante que permanece latente de forma subconsciente. Las Ideas permanecen innatas latentes en el fondo de su conciencia. Durante la vida, la experiencia sensible trae el recuerdo de las Ideas mediante la intuición, el mundo real guarda semejanza con el mundo de las Ideas y son referencia para que arriben los recuerdos prenatales. El Hombre en contacto sensible con la realidad material reanima recuerdos del mundo de las Ideas, adormecidos desde su nacimiento pero presentes en sus remotos recuerdos pre carnales. Nada se aprende, todo ya se sabe, está resguardado en los recuerdos íntimos y profundos de cada ser, que devienen del origen del alma con respecto a su pertenencia original al mundo de las Ideas. Anámnesis: aprender es recordar. La experiencia sensible despierta el saber de nuestros recuerdos pernogtantes. SOBRE EL ESTADO CON BASE A LA VIRTUD DEL ALMA Se le nombra dialéctica a la percepción intelectual de la experiencia sensible. Para Platón la virtud deriva del conocimiento profundo o redescubrimiento del mundo de las Ideas resguardado en su memoria remota, originaria y última de su existencia. En el saber del mundo de las Ideas debe el filósofo ser rector de los hombres que no tienen ese plano del conocimiento. En su ignorancia (maldad) e inocencia (bondad) deben ser guiados por quien logra mediante la intuición saber la verdad (develar el mundo de las Ideas). De no ser así el gobernante en su ignorancia cometerá abusos, errores, malicia y daño a quienes están bajo su tiranía. Solo la virtud que parte del saber originario y último de las cosas da razón sensata al gobernante quien sabe guiar por lo correcto a sus gobernados. Por otra parte, la intuición del filósofo debe culminar en la purificación del alma mediante sus recuerdos en cabalidad originados de su existencia previa en el mundo de las Ideas. Donde la purificación consiste en la erradicación de la ignorancia y sus prejuicios, que ciegan, confunden y llevan a la maldad a las personas, lo que es en sí una preparación para la muerte, como nacimiento (regreso) al plano espiritual o mundo de las Ideas (la verdad según la escolástica cristiana).

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Para Platón las personas se dividen en tres grandes grupos: los gobernantes, los militares y los artesanos. "Cada clase tiene... su propia virtud. Así el gobernante se perfecciona con la prudencia, los militares (que corresponden al apetito irascible) funcionan mejor con la fortaleza, los artesanos (paralelos al apetito concupiscible) deben mejorar con la templanza. La armonía entre las diversas clases sociales es la justicia..." (Gutiérrez, 2009; 50).

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"El alma humana es invisible, completamente diferente a la materia; es, por lo tanto, espiritual, y si patria o sede es el mundo de las Ideas..." (Gutiérrez, 2009; 49).

Página 12 de 25. PARTE III: EXISTENCIA, SINERGIA Y PUREZA Es muy posible que en realidad la modernidad parte del pensamiento clásico de los filósofos griego Sócrates (Atenas, 470 a.C.-id., 399 a. C.)2, Platón (Atenas, 427 - 347 a. C.)3 y sobre todo Aristóteles (Estagira, Macedonia, 384 a. C. - …)4. En este último filósofo se tiene el sentido del progreso que tipifica de forma inherente el espíritu de la modernidad. Aristóteles concibe que en la existencia en las cosas hay Acto y Potencia. Acto es la forma en que en el presente existen las cosas, como se expresan, y potencia es en aquello en que evolucionan, cambian, se convierten. En la existencia (acto) las cosas mutan a expresiones de existencia muy distintas, se re expresan en nuevas formas de existencia en momentos diferentes. Hasta llegar al acto puro, donde se han agotado todas las previas formas de existencia potenciales en que pueden re expresarse las cosas en su existencia. La pureza es entonces una posibilidad absoluta (trascendente), no relativa (inmanente). Las cosas entonces evolucionan de forma progresiva a formas superiores, más puras, hasta llegar al acto puro (la pureza absoluta), que es la expresión divida de la razón de existir. En el sentido aristotélico las cosas evolucionan, mejoran, día a día, de tal manera que se tiene el sentido del progreso: ayer no fue un mejor día que hoy, el mismo que no es mejor que el mañana. Porque las cosas cambian para mejorar (¿se purifican?), de tal manera que al parecer hay un plan (¿el plan de Dios?), que es el fundamento del pensamiento religioso dentro de la antropología filosófica. El gran Arquitecto universal da al Hombre conciencia y saber (homo económicus), para que coadyuve en su obra (¿los albañiles?). De ahí el fundamento del pensamiento masónico nacido desde Alemania, precisamente por la época de Martín Lutero, hay quien afirma que sus orígenes son mucho más remotas, incluso hasta tiempos de Egipto). El Hombre entiende el sentido de Dios, su plan, y se ve como parte de su obra que al ser racional le hace su hijo privilegiado y donde su juego (¿el juego del Hombre?) es coadyuvar en su obra… ese es entonces el sentido que tiene el Hombre en la existencia. Las cosas muertas dan pié a que surjan las cosas vivas. Las cosas con vida por otra parte evolucionan a formas conscientes, racionales, sabias. La vida racional trasciende en la vida espiritual (¿el alma?), que es la existencia expresada como acto puro (la pureza, la perfección, la Iluminación), donde finalmente las cosas desde su origen se están integrando a este ser omnipotente, omnipresente, omnisapiente: Dios. Se pasa de la existencia inmanente a trascender. De lo relativo a lo absoluto.

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Según Sócrates el alma por accidente cae a una expresión carnal de existencia y olvida el mundo de las Ideas (la Iluminación, la omnisapiensia). Durante la experiencia el alma va recordando su Iluminación originaria y con ello va matando al cuerpo (se empieza a

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Página 13 de 25. liberar del cuerpo, la cárcel del alma), por eso envejecemos hasta morir (Hall, agosto 2011; 29 – 42). Platón añade que no es un accidente por lo cual el alma se encarna o queda atrapada por el cuerpo carnal, sino que más bien el cuerpo es la caparazón donde nace el alma. La experiencia ilumina el alma y va matando al cuerpo, envejecemos hasta morir. Con la muerte el alma queda liberada y se integra al mundo de las Ideas. Finalmente, el sentido de sinergia en todo la existencia lo otorga Aristóteles quien la inscribe en el pensamiento de los filósofos griegos de la escuela peripatética, fundada en la era de Alejandro Magno (Pella, Macedonia, 356 - Babilonia, 323 a. C.)5 La sinergia inherente a la existencia de las cosas es parte del pensamiento moderno y se expresa en el interés del progreso, de la mejora, de la eficiencia, la eficacia y la productividad, entre otros preceptos propios del esquema al que posteriormente se le conocerá como régimen de producción rígida o modernismo. A Aristóteles le preocupa la realidad material y la existencia del ser en una sustancia, ajena a la idealidad que el Hombre pueda hacer de ella, lo absoluto expresado en lo inmanente. Las causas inmediatas de las cosas son el interés central de este pensador. Este autor deja atrás el pensamiento intuitivo para centrarse en la inferencia científica en aquello cuya existencia parte de la demostración. Es por tanto a quien se le considera padre de la ciencia. Muy posiblemente deba por ello también no considerársele filósofo sino el primer científico en el mundo occidental. Aristóteles rechaza la existencia prenatal del mundo de las Ideas, nada es el saber del Hombre es innato, toda Idea es producto de una experiencia sensible. La abstracción, ese concreto pensado, es la forma en que la mente humana forja la Idea, con base a los sentidos que nos permiten crear una noción de la existencia de los objetos materiales, objetos de nuestros sentidos. Por ello, lo que existe debe ser demostrable en cuando, no solo nuestros sentidos, sino en cuanto a la razón inteligente de los Hombres para crearse una Idea de ello. La fuente de la información proviene de la materia, en cuanto a la forma es la mente humana la que la define (que equivale a la Idea en Platón). Gracias a las formas la mente humana conceptualiza la existencia real.

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Queda atrás el mundo de las Ideas como parte independiente del mundo real. En Aristóteles ambos mundos existen, uno real material, independiente de las personas, y el mundo de las Ideas (formas) como parte de la concepción inteligente que el Hombre hace de su experiencia sensible con la realidad.

Página 14 de 25. Dicha abstracción cognitiva de la experiencia sensible es la fuente del sentido común que es el conocimiento convencional que existe al respecto del mundo real, material en que vivimos. El interés central ahora es la sustancia que forma todas las cosas o entes ¿qué compone los entes? Las categorías de la existencia se normalizan en una sustancia que les hace ser como elemento común, las especificidades físicas como tamaño, volumen, peso, material, color, tiempo, lugar, forma son meramente accidentes de la existencia. La materia es el elemento individualizador. La forma es el elemento especificador. Indica Gutiérrez (2009; 57) que: “… Según Aristóteles, hay cuatro causas principales que han contribuido a la existencia de un ente. Tales son: la causa formal y la causa material (o causas extrínsecas) y la causa eficiente y la causa final (causas extrínsecas). Las intrínsecas coinciden con la materia y la forma, ya descritas en el inciso anterior. Las extrínsecas son las que interesan, ordinariamente. La causa eficiente es la que produce a un nuevo ente. La causa final es la meta inscrita en la naturaleza de la evolución de ente. El principio de causalidad se refiere preferentemente a la causa eficiente; en Ética interesa sobremanera el análisis de la causalidad final…” En lo específico todo es un accidente de la materia, el interés debe centrarse en la sustancia que compone la materia. De esta dimensión o comprensión de la existencia de los entes derivan consideraciones al respecto de la reproducción (causa extrínseca eficiente), movimiento y la evolución de los entes (causa extrínseca final), esta última que toca a la trascendencia, la anterior toca a la existencia. En Aristóteles no se toca el origen de la existencia (ni en Sócrates ni en Platón), cuestión que es parte del pensamiento helenístico. El origen de las cosas es una inspiración al parecer oriental: la causa original o la causa de las causas. El ser es en cuanto existe un acto, pero este encierra secretos al respecto de su evolución, por lo que todo ente tiene un potencial desconocido (secreto) para el Hombre, el cual no es velado por la experiencia sensible. Lo potencial no necesariamente es, sino que es probable pueda ser. No hay certeza en cuanto a la evolución de los entes, menos de las virtudes que de ello devenga.

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Entonces, todo ente tiende en cuanto su potencial evolución al acto puro, a Dios. Por ello todo tiende a mejorar, es un proceso de sinergia, cada vez de mejor manera, cada vez con mayor intensidad, cada vez más puro, más sublime… más divino. Hay una evolución regenerativa del universo. Por ello, cada día se vive mejor.

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La materia por ello es imperfecta, puede potencialmente ser en cuando que puede ser un mejor acto. El acto pleno, o puro, concibe Aristóteles es aquel que ya no tiene otra posibilidad de evolucionar, de mejorar, es propiamente Dios.

Página 15 de 25. Esta sinergia aristotélica nos hace sentir que se vive en una experiencia del universo donde toda categoría no solo es perfectible, sino que inercialmente tiende a ella. La cuestión de interés por tanto ahora debe referirse, el acto puro, la pureza, la perfección ¿es alcanzable? Y de serlo ¿cómo llegar a ella? Por otra parte, el pensamiento aristotélico bien resuelve el origen de la vida puesto que esta viene a ser parte de la potencialidad de todo ser en su sublimación evolutiva, o como parte de su sinergia propia e inercial. Aristóteles infiere que Dios es Acto puro de donde proviene el movimiento, la causa originaria o la causa de las causas. Es entonces que el origen es la Inteligencia que se piensa a sí misma, inmaterial, ignora todo aquello que no sea así mismo, ajeno a la existencia del Hombre, del mundo en sí, Dios reina y por tanto se sabe porqué no gobierna. No hay providencia alguna. Interesante resulta que en el mundo politeísta griego tanto Sócrates, Platón como Aristóteles se conciben como monoteístas, sin profesar culto alguna a una deidad que es más tema de divinidad abstracta, impersonal, inmaterial, trascendental. Esta energía universal que mueve todas las cosas y las lleva a la pureza y perfección es emanación en sí de la líbido, la vida y el amor “Mueve como causa final, no como causa eficiente; mueve sin moverse a sí mismo, …” es lo absoluto. En Aristóteles el tema del alma es la energía que este ser absoluta contagia a la entidad relativa para darle movimiento, en este caso vida, que organiza lo corpóreo para que despierte sus potencialidades y que en determinado momento es la energía que logra la vida sobre la materia muerta. Para Aristóteles esta energía o alma es de tres tipos: Vegetativa, que se alimenta y reproduce. Sensitiva, que se mueve y experimenta la sensibilidad de otras entidades existentes, como se nutre de ellas y, El alma humana, que es racional, posee entendimiento, es una entidad moral porque discierne entre los actos malos y buenos y delibera al respecto de la razón de las cosas. Es quien puede concebir a Dios pues el Hombre es una inteligencia que concibe a otras, aún superiores.

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Ahora bien, esta sinergia universal tiende a llevar a todos los entes a cuerpos y formas más sublimes, de ahí el origen del Hombre quien ya es una entidad muy cercana a la perfección y a la pureza. El alma humana tiene como potencialidad inherente de su evolución el estado de plenitud, también llamado felicidad (eudemonismo).

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En este sentido Aristóteles no acepta de Platón la preexistencia del alma, previa al cuerpo. Cuerpo y alma son una síntesis. El cuerpo es la materia y el alma es la forma. La esencia de la vida es producto de la síntesis entre cuerpo y forma.

Página 16 de 25. Rescatando el pensamiento de Platón, del pensamiento intuitivo del filósofo parten las Ideas que hacen virtuoso al Hombre. La virtud se adquiere mediante el saber de las causas últimas, mismas que se pueden conocer mediante la intuición. El Hombre virtuoso es un hombre honesto, que es una de tantas facultades humanas que posibilitan las virtudes. De la intuición se obtiene el saber sobre la existencia o virtudes intelectuales, como el saber de la trascendencia o virtudes morales. El Hombre en cuanto actos responsables es un animal político que puede proceder mediante su facultad intelectual o su facultad moral, el apego a sus virtudes en cuanto intelectualidad o moral es lo que se concibe como ética, la política es su proceder con base a sus cualidades intelectuales y morales. La civilidad es su conducta de respeto a la existencia de los demás entes de su especie. En Aristóteles se entiende que el Estado es el orden que los hombres organizados inventan intelectual y moralmente como garante de la ética, más en ello Aristóteles concibe a los Hombres como desiguales por su condición, por ello debe haber gobernantes como gobernados. Concibe que el gobernante debe ser originario de una extracción socio económica media. Los pobres están demasiado preocupados por su sobrevivencia como para poder tener intuición alguna sobre las cuestiones trascendentales, y los ricos están embriagados por su confort que les expresa pereza para pensar. Solo una situación modesta permite la intuición del Hombre como para que despierte sus virtudes. El sentido común reza por el bien común. Es el sentido que debe tener un buen gobierno. El pensamiento occidental de principio tiene 4 cortes distintivos de su pensamiento: el estoicismo, donde la racionalidad lo es todo; el hedonismo, donde los sentidos y el placer son la principal fuerza del movimiento; el escepticismo, que pone en duda lo evidente y eclecticismo que trata de armar en un solo cuerpo elementos de cuerpos distintos, donde el constructivismo justifica el sincretismo, muchas veces no sustancioso. PARTE IV: DESPRENDIMIENTO, PROVIDENCIA Y CARIDAD

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El pensamiento cristiano toma como principal elemento de su filosofía el amor como acto de desprendimiento (sacrificio) por el propio bien o por el bien ajeno. Se concibe que el mal en el Hombre parte del amor mal canalizado, el amor a las cosas, sobre las personas, que es lo que explica el origen del egoísmo humano. De ahí todos los problemas de la humanidad. En la doctrina cristiana la solución reside en recanalizar el amor, de las cosas a las personas, de tal manera que por amor a las personas, éstas se desprenden de sus apegos a los bienes materiales (hedonismo), a cambio de la obtención de felicidad (Aristóteles).

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El pensamiento helénico abundará durante el periodo medieval en la formación de la doctrina cristiana. Platón con gran influencia en Agustín de Hipona (santo) en el siglo IV, y en el siglo XIII Aristóteles en el pensamiento de Tomás de Aquino (santo).

Página 17 de 25. En el pensamiento religioso cristiano de corte romano las almas llegan al mundo con la carga de un pecado original (heredado de Adán y Eva), y penan durante la vida por expiar dicho pecado mediante el sacrificio (martirio), de lo cual deviene la gracia y la providencia del Padre quien al expulsar a Adan y Eva del paraíso los desprovee para su subsistencia y les obliga a penar (trabajar) para subsistir. De su sacrificio viene la gracia del Padre, de quien en complacencia da a los hombres su providencia (pan). En el mundo cristiano occidental, durante 10 siglos se fermentan tesis al respecto de las almas, la creación, la existencia y la trascendencia. El sentido común al que se refiere Aristóteles está presente en las sentencias de Jesús quien es un maestro de la vida y con sensatez explica las razones de los Hombres y de la vida misma. El cristianismo es norma de vida, es una religión. Su filosofía es más elemental pues se preocupa por la conducta de las personas más que de temas relativos a lo inmanente y lo trascendente. No obstante existen algunos aspectos de interés respecto a su filosofía. El concepto de Dios en lo trascendental resulta de algo que es totalmente distinto a lo mundano, es celestial y sublime ante la existencia del Hombre. En lo inmanente Dios esta en todas partes, en todo lo existente, es parte de la existencia en sí. El capricho de Dios no es crear el universo por sí solo, sino crear al Hombre en su imagen y semejanza, recrearse a sí mismo, reinventarse en lo mundano. Pero ni Dios puede copiarse a sí mismo, por tanto, su creación es su semejante mas no su idéntico, menos su igual. Debe por ello cuidar de él, proveerle de lo necesario. Creación y providencia vienen inherentes uno del otro. Se deja atrás el Dios justiciero, frío y cruel, tal como aparece en el viejo testamento. En el nuevo testamento correspondiente a la naturaleza del hijo y no del padre, destaca la bondad, la caridad. El pensamiento oriental es latente en el pensamiento cristiano, especialmente en la relación de Dios y la sensibilidad humana: Dios es amor. Dios es bondad. Dios es el bien. Los hombres son virtuosos no tanto por su conocimiento o involucramiento con el mundo de las Ideas, sino por los sentimientos de generosidad, donación o desprendimiento, sacrificio. Ir contra estas inclinaciones es estar en pecado. El camino bueno, o el buen camino del hombre es el de la virtud que parte de la generosidad, la providencia, la caridad.

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Adquieren por ello primacía conceptos llevados a valores morales tales como la fraternidad, el sentido social, la benevolencia, el desinterés, la ayuda generosa al prójimo…

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Ahora bien, si el amor a los hombres es la doctrina del cristianismo, esto lleva necesariamente la comunión, que es la unión entre los hombres mediante la caridad, cuyo lazo une no solo a las personas, sino a los Hombres con Dios.

Página 18 de 25. En el siglo IV aparece el pensamiento de Agustín de Hipona, a quien le preocupa en lo especial la relación de alma y Dios. Parte del pensamiento de Platón, donde la verdad no está en lo exterior al Hombre sino dentro de uno mismo. No son los sentidos quienes la proporcionan (como lo piensa Aristóteles), sino la verdad está implícita dentro de uno mismo. La verdad está en el mundo de las Ideas, inmutable, eterna. Es Dios y sus Ideas. Pero el descubrimiento de las Ideas no se logra por la inteligencia intuitiva, sino por la Iluminación que Dios da al hombre. Las ideas no son innatas, las inspira Dios. La razón profundiza en el conocimiento de las cosas. De su intuición surgen las Ideas y por su convicción tiene fe en ellas. La fe parte de razones cuya fundamentación les da crédito. La fe por ello parte de un sistema de creencias, el problema es que es dogma cuando este sistema se vuelve incuestionables, irreprochable, irreprobable, permanente y absoluto. En Agustín de Hipona el entendimiento de la existencia del Hombre es la posibilidad que nos brinda este Dios bondadosa de resarcir el pecado original, ancestral mediante el camino a la salvación, que es el camino de la virtud que parte de la providencia, la bondad y la caridad, lo que lleva inequívocamente a la felicidad, que es el regreso del Hombre al lado (¿providencia?) de su padre Dios. Dios existe antes de la existencia misma del universo. El universo es creado por emanación de Dios, pero Dios existe siempre, no es creado, es creador. En esto el cuerpo es el instrumento del alma, no su capullo ni su cárcel. El alma usa el cuerpo en libertad para hacer su voluntad, la cual debe estar iluminada por la luz divina puede andar el camino de la virtud y la felicidad. En el pensamiento Helénico Dios no se ocupa más que de sí mismo, en el cristianismo Dios lleva mediante los hechos de la historia la triunfo de su reinado. PARTE V: RAZÓN Y FE. TOMISMO, OCCAMISMO Y POSITIVISMO

Al considerar que la verdad no debe buscarse en el exterior del Hombre, sino en su interior, asume que entre Dios y el Hombre no hay interlocutor alguno, similar a como lo cree Lutero, cuestión que implica que el Papa está de sobra en esta relación, que por cierto, en ambos autores es íntima.

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Agustín de Hipona rescata de Aristóteles el sentido de sinergia que implica el admitir la potencia derivada del Acto impuro de la existencia de la materia o la existencia. Esta

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Las tesis de Agustín de Hipona (santo, siglo IV) vienen a coincidir en gran medida con la revolución conservadora de Martin Lutero en el siglo XVI en la cuestión del alma y Dios, que es tema central de la preocupación agustiniana. Concibe que el alma está en el interior de las personas y por ello se debe volver a profundizar en el alma humana, entidad inferior a Dios pero por la cual podemos conocerle: “Dios es más íntimo a mí, que yo mismo” (cita de Gutiérrez, 2009; 72). Su pensamiento va de lo exterior a lo interior, como de lo inferior a lo superior. Base fundamental para que de esta postura vaya la evangelización y la comprensión de los textos bíblicos del siglo IV al XIV.

Página 19 de 25. sinergia hacia el acto puro o la perfección, pureza, iluminación es para él la inspiración divina, como la propia guía de Dios que orienta la evolución de las cosas. La teoría de la Iluminación similar a Platón del mundo de las Ideas. Para Agustín de Hipona la verdad es eterna e inmutable (como en el mundo de las Ideas), no son los sentidos por medio de la cual podemos llegar a ella (como lo afirma Aristóteles), sino la actividad racional espiritual (¿la intuición0?). En Agustín de Hipona razón y fe son fuentes de la verdad, no hay conflicto alguno en estos conceptos. De la razón parte la convicción de las creencias, luego la fe es precedida por la razón y la convicción de la fe deviene del fundamento de la razón. El tema importante en Agustín de Hipona es la verdad causa la felicidad espiritual en los Hombres, su saber libera al Hombre del yugo de la existencia martirizada por la ignorancia de la misma. En la vida, nuestra experiencia con el mundo de las Ideas, mediante la Iluminación de la verdad que parte de la intuición espiritual del Hombre, la vida por ello es una preparación para ingresar al reino de Dios (donde se le personaliza con Jesús). Es importante destacar que en el mundo cristiano Dios se involucra con el Hombre como su creación, ya no es indiferente como en el mundo heleno, sino empieza a preocuparse por las vanalidades humanas, dejando atrás su consideración trascendental, como ente absoluto. Igual que Agustín de Hipona, Tomás de Aquino considera la fe y la razón en una unidad puesto que la fe se respalda en la razón. Parte del planteamiento de Aristóteles en relación de concebir la existencia mediante el Acto y la Potencia. Admite la existencia de Dios en cuanto Acto puro y causa originaria. Distinto a Platón considera que no existe la dualidad cuerpo y alma, sino que son una sola cosa. Dios es lo absoluto y se expresa en la naturaleza de las cosas. En el orden natural de las cosas está la inspiración divina. La razón recta de las cosas está en su apego al orden natural, por lo que los actos buenos son acordes con la naturaleza misma. La moral va con base a la razón de rectitud porque deriva del orden natural del universo que es inspiración divina. Ese es el pensamiento de Tomás de Aquino.

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De la sinergia implícita de las tesis de Aristóteles deriva el positivismo puesto que se considera que todo como Acto y Potencia, tiende a mudarse a algo mejor, más cercano a la pureza. La potencia son los ensayos que la materia experimenta para purificarse y llegar a ser acto puro. Por tanto, se admite que todo tiende cada día a ser mejor. En esto destaca el pensamiento nominalista de Guillermo de Occam, donde el único conocimiento posible es respecto a las cosas primeras e inmediatas, singulares. Nuestro conocimiento de lo universal no es posible por el carácter efímero, finito, mortal de la existencia humana, y en cuanto lo único que se puede conocer, es lo único de existe. Por tanto la intuición parte de lo singular y el conocimiento intuitivo es meramente nominal.

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La ley moral es la búsqueda por la razón del bien común.

Página 20 de 25. Pensamiento que posteriormente toman John Loske, Berkeley, Hume y en el siglo XIX el llamado positivismo. En el renacimiento la corriente fideísta es importante para resolver la polémica desatada al respecto de las sentencias de Tomás de Aquino y Duns Scoto, donde se admite que fe y razón van por caminos distintos, puesto que existen en la doctrina cristiana sentencias de fe que no encuentran apoyo en la razón (secretos de fe). El pensamiento dogmático parte de la fe, mas no de la razón. El renacimiento tiene ciertas características: 1. Antropocentrismo. 2. Retorno a los cánones griegos. 3. Preponderancia de las artes sobre la ciencia y la filosofía. 4. Reforma protestante. 5. Fin del feudalismo e inicio del liberalismo. 6. Inventos y descubrimientos. Dichas características dejan en claro que el renacimiento indica la necesidad de redescubrir al Hombre, pero ya no por su razón trascendental sino inminente. La concupiscencia y la futilidad de la belleza humana contra los bienes terrenales. El agobio de las sentencias de la fe cristiana distantes de la razón, y sobre todo del conocimiento de las últimas cosas, por lo se desea rescatar (sino revisar) a los pensadores griegos (propiamente a Sócrates, Platón y Aristóteles). La necesidad de romper con la sujeción de Roma y sus creencias ahora enturbiadas por una Iglesia católica que aparece corrupta y condenable. El surgimiento de los derechos naturales del hombre sobre los derechos divinos, lo que es en sí la semilla del ulterior liberalismo. PARTE VI: POSITIVISMO, LIBERALISMO Y MODERNIDAD

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Anhela lograr un sistema filosófico consistente, inexpugnable. Culminar en un sistema de pensamiento bien sistematizado como para que no deje duda metodológica alguna. El método para llegar al conocimiento debe por tanto no dejar posibilidad de error alguno. Se deja de lado hablar de la verdad para pasar a evaluar lo verosímil, en cuanto evidente.

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La inferencia de las cosas inmediatas lleva necesariamente al problema de la definición de las existencias sensibles o alcanzables dentro del universo inmediato. Descartes plantea la posibilidad de una medición o mesura de lo existente. La geometría analítica permite por tanto medir áreas, volúmenes, pesos. Aunque es considerado el padre de la filosofía moderna, también puede ser visto como el responsable de enterrar la filosofía como búsqueda de las cuestiones últimas, por la ciencia como la busca de lo verosímil, inmediato y verificable.

Página 21 de 25. En Descartes se tiene una intuición fundamental. Nadie puede dudar de la existencia misma desde que si pienso, es porque existo (pienso, luego existo). Con ello su pensamiento queda inscrito dentro del programa del pensamiento idealista que si bien va desde Platón, tiene sus máximos exponentes en Kant, Hegel y Husserl. Pero entre el esclavismo y el modernismo (capitalismo) se tiene un lapso intermedio, el Medioevo, periodo del feudalismo que va del siglo IV d. C. al siglo XIV de la misma era. Orden donde el pensamiento clásico griego se va volviendo universal mediante la doctrina cristiana, apostólica, romana y católica que conjuga tres grandes cosmovisiones del pensamiento de la humanidad: la griega o helena, la hebrea o judía y la romana o latina. Raíces que conformarán a lo que ahora se le considera pensamiento occidental. En esta cocina se tardará la humanidad mil años para definir esta visión de la existencia. “El pensamiento griego y medieval iniciaba su reflexión filosófica a partir del mundo real (cfr. Los físicos presocráticos), o a partir de Dios, o a partir de hechos visibles. Es una filosofía realista, porque le concede primacía a la realidad que existe independientemente de mis ideas. Hasta Platón es realista en este sentido, pues sus Ideas no dependen del conocimiento humano. En cambio, la Filosofía cartesiana y postcartesiana va a iniciar la marcha deductiva a partir de ciertos elementos puramente gnoseológicos: mis ideas claras y distintas (Descartes), los juicios sintéticos a priori (Kant), o las esencias como objeto ideal de mi intencionalidad cognoscitiva (Husserl)…” (Gutiérrez, 2009; 99). Descartes admite la Idea derivada de la intuición de que existe un ser perfecto e infinito, la intuición indica que si existe el concepto de lo infinito y lo perfecto es por tanto que existe como Dios. No obstante el pensamiento cristiano queda implícito en el de Descartes pues este ente absoluto es suma bondad y creador. Porque de la sinergia Aristotélica, las cosas tienden a ser gobernadas por el bien y por ello por Dios. Para descartes en el universo existen tres tipos de sustancias: La sustancia infinita (Dios). La materia y el espíritu. La materia es sustancia extensa mientras que el espíritu es cosa pensante. El Hombres es en esencia sustancia pensante. De esta visión deriva un nuevo problema, si viene existe la materia y en ella reside la sustancia pensante, cómo se comunican materia y espíritu, sustancias presentes en un mismo cuerpo: el Hombre. Cuestión que es interés central del pensamiento filosófico moderno. Según Descartes en la glándula pineal reside el alma y desde esta vía homeóstasis controla el cuerpo material que le alberga.

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El efecto que tiene la revolución industrial y la inventiva que patrocina, es la necesidad de un conocimiento sistematizado y aplicado. De ahí el nacimiento de la ciencia. La filosofía por tanto se releva a un segundo plano. El racionalismo y el empirismo adquieren especial relevancia en los pensadores posteriores a Descartes.

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Esta residencia carnal del alma abre el interés por conocer lo espiritual y su residencia natural. Cuestión propia de un naturalismo que posteriormente se formulará en el positivismo decimonónico.

Página 22 de 25. El racionalismo se da en Alemania y Francia, y el empirismo prospera en Inglaterra. En esta última corriente, Francis Bacón es pionero y es seguida por John Locke, George Berkeley y David Hume. Con Bacón se deja atrás el uso del silogismo lógico como método del conocimiento para adoptar la inferencia que va de lo particular a lo general. Martín Lutero ((Eisleben, Turingia, Alemania, 1483-1546)6, inicia la revolución conservadora contra el pensamiento cristiano católico de tipo romano del que parte la Iglesia católica para basar un esquema de vida cuyo orden parte de estamentos, privilegios y la comercialización de indulgencias para expiar pecados, y que se vuelven unas de las principales fuentes de ingresos de la misma so pretexto de construir la Iglesia de San Pedro, en Roma (Hernández, 2001). La Europa del norte vive bajo el sometimiento de Roma, su sujeción en cuanto reinos deriva del control del Papa sobre los reyes y señores locales. El pensamiento luterano da los fundamentos éticos del que parte la rebeldía de estos reinos a liberarse de la sujeción de Roma. Las 95 sentencias que Martín Lutero clava en la puerta del castillo de Wittenberg en 1517, basadas en el evangelio de San Pablo (considerado por la Iglesia católica uno de los libros apócrifos), tratan de rescatar la auténtica filosofía cristiana de las desviaciones que la Iglesia católica da desde el siglo II de la era cristiana a la doctrina del cristianismo, más orientada a sus intereses que al pensamiento de Jesús, el nazareno. Las sentencias de Martín Lutero dan inicio a la revolución conservadora contra la Iglesia católica y el orden feudal que desde el siglo IV de la era cristiana viene a dar término con el esclavismo para abrir un orden de vida económica basado en el servilismo, bajo la óptica del pensamiento católico cristiano y romano. Por otra parte, también son el inicio del fundamento ético filosófico del pensamiento liberal. El carácter trascendental que Martín Lutero da al concepto de teológico, tomado del pensamiento de Aristóteles, son la base para concebir al Hombre como una entidad libre, puesto que ya no está aquel Dios concupiscente, que cuida y vigila de él, como lo concibe el pensamiento cristiano católico, sino se trata de una entidad que solo piensa en sí mismo, por lo que el Hombre no le importa, le deja libre de ser y actuar, como único responsable de sus actos. Más adelante este pensamiento es del que parte el pensador inglés John Locke (Wrington, Somerset, 1632 - Oaks, Essex, 1704)7, para establecer los tres derechos naturales de los seres humanos: la libertad, la propiedad y la herencia.

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Otra línea importante de la revolución conservadora de Martín Lutero es concebir que a Dios solo se le puede conocer no mediante representaciones iconográficas, sino mediante su obra: la naturaleza. El orden de Dios es el orden natural, en la naturaleza están sus leyes y la lógica de su orden, por ello el interés en conocer la obra de Dios y

Página 23 de 25. sus principios éticos comprendiendo el orden natural como fundamento de inspiración divida (iusnaturalismo). Es en el siglo XIX que el pensamiento del filósofo y matemático francés René Descartes (La Haye, Francia, 1596 - Estocolmo, Suecia, 1650)8 reubica el interés del conocimiento no en las cuestiones primarias, fundamentales o últimas (trascendentales, absolutas, propias de la filosofía), sino en la inmanencia de las cosas (las relativas, que mutan, cambian, inmediatas, constatables de forma sensible) (Gutiérrez, 2009 y 2010). Así, implícitas a la naturaleza de las cosas está el fundamento del orden de Dios, de la verdad, en la realidad del entorno inmediato. Es por ello que en ese siglo se inicia el interés de conocer la obra de Dios creando un inventario de la misma (enciclopedias), y para su taxonomía se requiere un método (científico) que permita catalogar, ordenar y comprender el sentido en que va la naturaleza y como se relacionan sus elementos que le componen. Nace el método científico y con ello la ciencia en sí, dejando atrás la filosofía deductiva, especulativa e intuitiva por la inducción, la constatación, la verificación, la tipificación, la inferencia de lo evidente sobre lo esotérico. Se tiene entonces el nacimiento del positivismo, propio del siglo XIX, una centuria marcada por la exploración natural donde se trata de inventariar la obra de Dios (la creación natural). El naturalismo llega a su máxima expresión con Charles Robert Darwin (Inglés, Sherewsbury, 1809 – 1882)9, quien funda el principio de la evolución sinergética con base a la selección natural (eugenesia). Más adelante el darwinismo es continuado por la obra “El origen de la vida” (1957) de Alexandr Ivánovich Oparin ((Uglic, Jaroslav, 1894 - Moscú, 1980). El naturalismo llega a un grado exacerbado al grado que las ciencias en el positivismo son formales (lógica y matemáticas) como naturales (física, química, biología, etc.). Pero no hay una concepción de lo que es la ciencia social. De hecho los primeros intentos de crear las ciencias sociales las da el filósofo inglés Herbert Spencer (Derby, 1820 - Brighton, 1903)10. Quien lleva las leyes naturales para explicar cuestiones sociales. El darwinismo social deriva del pensamiento de la llamada eugenesia social de Spencer, lo que da pié a graves desviaciones pseudocientíficas como el racismo. Aspecto que nutre desde tiempos de los años 20 del siglo XX fundamentalismos racistas tal como le caracteriza al partido nacional socialista en Alemania (partido nazi). El neodarwinismo social actualmente tiene cierto eco entre teóricos de la psicología tal como es el zoólogo y etólogo inglés Desmond Morris (Purton, Wilshire, 1928 - …), quienes tratan de explicar la conducta humana por las condicionantes del temperamento tales como la herencia y la naturaleza. En 1967 publica su obra más conocida “El mono desnudo” donde expone el carácter primate de muchas de nuestras decisiones y

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Tomado de la Internet el 08 de mayo http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/spencer.htm

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                                                             8 Tomado de la Internet el 08 de mayo http://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/descartes.htm 9

Tomado de la Internet el 08 de http://www.biografiasyvidas.com/monografia/darwin/

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Página 24 de 25. actitudes conductuales, que aunque no cae en radicalismos racistas si continua la tradición naturalista propia del neopositivista decimonónico. CONCLUSIÓN. Si bien la principal preocupación del Hombre es la razón de la existencia, la intuición y la deducción son sus principales fuentes de conocimiento. La cuestión es que lo esotérico se impone en una dimensión infinita y necesariamente nace la identidad antípoda a la existencia humana: la existencia de Dios. Las cuestiones fundamentales, trascendentales, últimas o primarias entretienen a la mente humana por 25 siglos, si se parte del periodo heleno de los pensadores griegos. El pensamiento mágico domina las creencias y necesariamente las ideologías. Y de ello se cuelga la ignorancia, la fantasía y la fanfarronería. Y no con ello se quiere decir que la intuición no es un medio para el conocimiento, pero la sospecha no es suficiente. Hace 25 siglos un griego sostuvo la existencia del átomo y hasta el siglo XX mediante el microscopio electrónico pudo ser fotografiado, prueba que de la intuición no necesariamente puede ser un conocimiento erróneo. La sospecha funda en gran medida el pensamiento religioso. Mediante la deducción se encuentran leyes generales que explican situaciones particulares de la existencia y la naturaleza de las cosas. Pero es hasta la revolución cartesiana en el siglo XV que el Hombre admite que su conocimiento solo puede ser válido solo a un universo más inmediato y limitado: su entorno sensible. La inmanencia es por otra parte la base de lo observable y lo experimentable, lo medible y mesurable. Las cuestiones últimas, primarias y fundamentales se dejan a un posterior momento, no se olvidan pero se admite que no se está en posibilidad de verificarles. El saber debe partir del entorno sensible que es el inmediato, lo esotérico es especulativo y por tanto improbable. La cuestión de Dios, como cuestión fundamental, trascendental, absoluta, pura y de iluminación o saber pleno se abandona y se deja a la filosofía, misma que viene en desuso e interés por los “modernos” hombres de ciencia, quienes parten del método científico positivista para afirmar “verifico, por tanto existo, es verificable por ello existe”.

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El juego del hombre es jugar a ser lo que no se es, un ser omnipotente, omnipresente, omnisapiente, omnisensible, más allá de la necesidad, en la satisfacción plena (distinto a la iluminación o la pureza). El mercado es el medio para lograr la felicidad, la cual radica en gozar en un sinfín de satisfactores perfectos, y la llenura o satisfacción es el non plus ultra de la existencia humana como fundamento de una existencia biológica, sensible y material. El Hombre juega a ser Dios, y dominar, con ello erradicar el dolor, la enfermedad, la debilidad, la muerte, la condición de ubicuidad y con ello la enajenación y sobre todo la ignorancia… la causa primaria de la infelicidad… no

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La ciencia abre la laicitud en el saber y la religión pierde veracidad, verosimilitud, validez como fuente del saber “práctico”, útil en un mundo donde el pragmatismo es la única base para saber, el saber por el saber no existe, el saber lo fundamental es inútil, impráctico y por ello desdeñable (de qué sirve el saber que no me hace feliz), en el mundo de mercado donde los satisfactores son el fin hedonismo de la existencia humana, por lo tanto de su creación o juego.

Página 25 de 25. obstante, la ciencia avanza y los nuevos terrenos que se exploran reavivan el interés en aquello que sigue siendo la principal sospecha: ¿Dios existe? ¿Y cuáles son sus misterios? FUENTES: Gutiérrez Sáenz, Raúl  (2009) Historia de las doctrinas filosóficas. 1ª. Ed. 1999. 38ª. Ed. 2006. 3ª. Reimpresión. (2009). México. Grupo editorial Esfinge. P. 230.  (2010) Antropología filosófica. México. Grupo editorial Esfinge. Hall, Manly P. (Agosto 2011) Las enseñanzas secretas de todos los tiempos. México. Ediciones Martínez Roca. P. 800. Hernández Arroyo, Luis (2001) Economía desde el principio. De Lutero a Adam Smith. El origen de la revolución conservadora. México. Edición en PDF adquirido mediante el portal de Todoebook.com P. 160. Hessen, Johannes (1997) Teoría del conocimiento. Traducción de José Gaos. México. Ed. Lozada Oceano. P. 169. Morris, Desmond (1967) El mono desnudo. Inglaterra. Oparin, Alexandr Ivánovich (1957) El origen de la vida en la tierra. Londres. Smith, Adam (09 de marzo de 1776) Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. Londres. Tse Tung, Mao (varias ediciones) Cinco tesis filosóficas del presidente Mao Tse Tung. Pekín.

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Vargas-Mendoza, J. E. (2006) Teoría del conocimiento. México: Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C. En http://www.conductitlan.net/conocimiento.ppt

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