Enseñanza e Investigación en Psicología ISSN: 0185-1594
[email protected] Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C. México
Orozco Lagunas, Berenice; Martínez Carranza, Itziguery; Bazán Ramírez, Aldo OPINIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE PSICOLOGÍA SOBRE LA INCLUSIÓN DE ACTIVIDADES DEPORTIVAS Y CULTURALES EN SU FORMACIÓN PROFESIONAL Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 20, núm. 2, mayo-agosto, 2015, pp. 165172 Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C. Xalapa, México
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Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 20, Nº 2: 165-172. Mayo-agosto, 2015
OPINIÓN DE LOS ESTUDIAN PSICOLOGÍA SOBRE LA INCL DE ACTIVIDADES DEPORTIV OPINIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE PSICOLOGÍA SOBRE LA INCLUSIÓN DE ACTIVIDADES DEPORTIVAS Y CULTURALES EN SU FORMACIÓN PROFESIONAL1 Psychology students’ opinions on the inclusion of sports and cultural activities in their university studies
Berenice Orozco Lagunas2, Itziguery Martínez Carranza2 y Aldo Bazán Ramírez3 Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Citación: Orozco, B., Martínez, I. y Bazán, A. (2015). Opinión de los estudiantes de psicología sobre la inclusión de actividades deportivas y culturales en su formación profesional. Enseñanza e Investigación en Psicología, 20(2), 165-172.
Artículo recibido el 4 de agosto y aceptado el 23 de octubre de 2014.
RESUMEN Según la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, la universidad debe brindar una formación integral y profesional, preparar en alguna disciplina científica y ofrecer actividades complementarias. Por ello, el objetivo de esta investigación fue conocer la opinión de estudiantes de Psicología de la Universidad del Estado de Morelos respecto a actividades extracurriculares en su formación. Participaron cien estudiantes regulares de diversos semestres, a quienes se aplicó un cuestionario de once preguntas para conocer su opinión acerca de las actividades extracurriculares y su tiempo libre. Los resultados muestran que una parte considerable del alumnado gozaba de tiempo libre por semana, manifestando interés en participar en dichas actividades y apoyando la implementación de estas en el currículo profesional. Los autores concluyen que es importante incluir las actividades deportivas y culturales en el plan de estudios, pues dotan de herramientas cognitivas y reportan importantes beneficios físicos en la formación de los estudiantes. Descriptores: Opinión de universitarios; Actividades extracurriculares; Deporte; Cultura; Tiempo libre. ABSTRACT According the National Association of Universities and Higher Education Institutions, a university degree must provide a professional, integral, and scientific education in which complementary activities may play an important role. Based on that, the aim of this study was to know the opinions of psychology school students at Morelos State University, concerning extracurricular activities. Thus, one hundred students from various study levels participating in the study were given a questionnaire of 11 items to find out their opinions about such activities and also about their free time availability. Results showed that most of the students had free time during the week, were interest in extracurricular activities, and ready to support their inclusion in the study program. The authors of the study conclude, then, that it is important to have cultural and sports activities in the study program because they provide cognitive tools and showed to be physically beneficial to students. Keywords: Students’ opinion; Extra-curricular activities; Sporting; Culture; Free time. Este trabajo fue realizado como opción para obtener el título de Licenciado en Psicología de Berenice Orozco e Itziguery Martínez, por certificación de productividad académica en la UAEM, bajo la dirección del Dr. Aldo Bazán. Dirigir correspondencia sobre este artículo al Dr. Aldo Bazán Ramírez:
[email protected]. 2 Facultad de Psicología, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Av. Universidad, 62210 Cuernavaca, Mor., México, tel. (777)523-45-62, correos electrónicos:
[email protected] e
[email protected]. 3 Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Pico de Orizaba 1, casi Esq. con Popocatépetl, Col. Volcanes, 62350 Cuernavaca, Mor., México, tel. (777)329-79-70, correo electrónico:
[email protected]. 1
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INTRODUCCIÓN El Plan Nacional de Desarrollo (PND ) propuesto por el Gobierno Federal (Presidencia de la República, 2007) planteó un compromiso con la educación en general y con la superior en particular. En el eje 3, denominado “Igualdad de oportunidades”, en el objetivo 12, el PND se enfocaba a promover la educación integral de las personas en todo el sistema educativo, señalando que para que la educación logre ser integral, debe considerar y abordar, junto con las habilidades para aprender, los conocimientos, el apropiamiento y el aprecio por los valores éticos, el civismo, la historia, el arte y la cultura, los idiomas y la practica del deporte. De igual modo, uno de los objetivos de la Asamblea Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES ) es la formación integral de ciudadanos críticos y comprometidos con su contexto, además de una sólida formación teórica y metodológica, con la disciplina y responsabilidad que le permitan al egresado su inserción en la sociedad, cumplir con la responsabilidad que tiene ante ella y adaptar sus conocimientos a su contexto, para que de esta manera tenga una óptima y plena participación en la sociedad (ANUIES , 2000). Lo anterior se halla en concordancia con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 1998), entidad que atribuye a la educación superior el propósito de contribuir al “desarrollo sostenible y el mejoramiento conjunto de la sociedad a través de la formación de profesionistas altamente cualificados y ciudadanos responsables” mediante la “constitución de un espacio abierto para la formación superior que propicie el aprendizaje permanente”. Para muchos jóvenes, tener acceso a la universidad se convierte en una decisión importante en sus vidas, pues se formarán en un campo laboral específico para contribuir al desarrollo de su sociedad y de sí mismos. En consecuencia, la universidad debe constituirse como un espacio para la formación integral del futuro profesional, pues además de que lo prepara en las disciplinas científicas o técnicas, deberá ofrecerle diversas actividades complementarias y una visión humanista y responsable (ANUIES , 2000).
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A tales actividades se les denomina usualmente como “extracurriculares” (Benayas, Alba y Sánchez, 2002), y en algunas instituciones forman parte de la formación del universitario a través de créditos o requisitos de permanencia o de graduación (Instituto Tecnológico de Sonora [ITSON ], 1999). El estudiante, cuando se incorpora a la educación superior, se envuelve en esa cultura y desarrolla los valores, usos y costumbres propios de dicha comunidad, generándose así una identidad y adquiriendo unas características específicas que regulan sus actitudes y forma de actuar; es decir, la escuela o facultad se vuelve un estilo de vida, y así los universitarios construyen un cosmos social, personal y diferenciado (Rodríguez y Agulló 1999). Sin embargo, dependiendo de la cobertura curricular y de la planeación que el estudiante hace de su vida, también dispone de un tiempo libre considerable debido al cruce de horarios, la saturación de materias, la escasa oferta de estas o de actividades académicas, etc. El tiempo libre puede significar un espacio para enriquecer la formación integral y mejorar la capacidad de aprendizaje y otras habilidades útiles para la formación del estudiante. Al tiempo que hace posible la participación en actividades recreativas, propicia también el desarrollo de adicciones (Valois, Zulling, Huebner y Drane, 2004), el sedentarismo y el desgaste de las capacidades cognitivas, además de que contribuye a generar estados de ansiedad y depresión (Field, Diego y Saunders, 2001). Por ello, muchas instituciones universitarias ofrecen a sus estudiantes la oportunidad de emprender actividades deportivas y culturales, ya sea como parte del currículum o como actividades extracurriculares. Para su estudio, el tiempo libre ha sido definido como aquel tiempo donde no se está trabajando o estudiando, en el que no se satisfacen necesidades básicas, no se están realizando trabajos domésticos o no se llevan acabo obligaciones familiares o religiosas (Rodríguez y Agulló, 1999). En un estudio hecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, López, González y Rodríguez (2006), aplicando un examen médico automatizado a tres generaciones de primer ingreso en bachillerato y licenciatura, y a dos generaciones
Moron y Domenech (1999), en una investigación realizada en una universidad de Pachuca, Hgo. (México), señalan que si los jóvenes se encuentran aburridos en su tiempo libre, lo compensarán consumiendo alcohol y drogas. Además de estar asociado con conductas que afectan el estudio y la salud, el mal uso del tiempo libre también puede asociarse con el sedentarismo. La inactividad física es la décima causa de mortalidad y la discapacidad (Organización Mundial de la Salud, 2002), provocando que personas de todas las edades y sin distinción de sexo padezcan enfermedades y afecciones crónicas, como problemas cardiovasculares y obesidad, entre otros. Es por estas razones que es indispensable que las universidades y facultades promuevan en sus estudiantes una buena utilización del tiempo libre para que no se convierta en tiempo perdido y más bien se utilice para promover una vida saludable, fortaleciendo así los factores protectores al desarrollar en el estudiante un sentido de responsabilidad, compromiso y disciplina, y otros beneficios que el ejercicio y la actividad física brindan, como la autoeficiencia, que es un elemento esencial en cuanto que genera competencia y que es una herramientas para la autorregulación de los procesos cognitivos, la motivación, los estados afectivos y los fisiológicos. Beswick, Hay, Watson, Allen y Cranston (2012) afirman que uno de los factores que desempeñan un papel esencial para que los jóvenes deseen finalizar su enseñanza obligatoria e iniciar una carrera universitaria es que la futura institución tenga un currículum amplio y un vasto repertorio de opciones que le hagan posible desarrollar sus habilidades y potenciar su aprendizaje; así, entre mayor sea esa gama, es más probable que el estudiante pueda encontrar las actividades que sean de su interés. Lo anterior genera asimismo que el estudiante interactúe de manera directa con su ambiente a través de las actividades curriculares y extracurriculares, lo que contribuye a que aquél se sienta parte de su institución y genere un sentido de identidad. Esto, sumado a otros factores, como la capacidad de los profesores o la interacción con sus compañeros, constituye un factor protector que disminuye además la probabilidad de la deserción de la enseñanza
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de alumnos que cursaban el cuarto año de licenciatura, encontraron que la mayoría de los alumnos dijo tener dos o más horas de tiempo libre al día; los varones disponían de más tiempo libre que las mujeres; en ese tiempo, preferían escuchar música en primer lugar, luego, realizar actividades físicas, y por último ver televisión, entretenerse con videojuegos o descansar; las mujeres preferían escuchar música, ver televisión y descansar, en ese orden, y después llevar a cabo deportes o ejercicios físicos. En general, más de la mitad de los alumnos que iniciaban el bachillerato practicaban ejercicio físico efectivo, pero solo 43% de los que comenzaban la licenciatura y 38% de los que estaban en el cuarto año de la carrera. En otro estudio hecho por Lemp y Behn (2008) con un total de 494 estudiantes matriculados en las carreras de Kinesiología, Enfermería, Técnico en Enfermería de nivel superior y Laboratorista Dental en la Universidad de Santo Tomas (Chile), se analizó el uso del tiempo libre y su relación con ciertas características de dichos estudiantes. Los resultados señalan que, durante el tiempo libre, su actividad principal era ver televisión o escuchar música (90.9%), llevar a cabo actividades domésticas (36.8%), visitar amigos (33.6%), dormir (31.3%), salir a antros o a restaurantes (19.6%), leer (17.6%) y jugar o chatear en la computadora (15.2%). Otra de las actividades que desarrollan con frecuencia los universitarios es salir con los amigos y acudir a bares o pubs, actividades ambas de índole social, y disponen de más tiempo libre en los días laborales y en los festivos; es decir, siempre cuentan con un tiempo adicional después de llevar a cabo sus actividades académicas (Rodríguez y Agulló, 1999). Los datos anteriores sugieren que un buen porcentaje de los universitarios dedican su tiempo libre a actividades que pueden competir con el estudio y con su salud. Algunos estudios hechos con universitarios sobre el consumo de drogas y alcohol han mostrado que estas prácticas están asociadas al uso inadecuado del tiempo libre; por ejemplo, una de las características representativas de los jóvenes que consumen alcohol y drogas en Bogotá es que en su tiempo libre se aburren (Prieto, 2003). Asimismo, Rojas, Fleiz, Medina,
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académica. Hay que destacar que el factor que más influye de manera positiva en los jóvenes para que decidan seguir estudiando es que la institución sea un ambiente grato. Por lo antes mencionado, es de suma importancia identificar el uso que los jóvenes hacen del tiempo libre, ya que puede ser utilizado para generar conductas saludables, según el modelo de promoción de la salud de Pender (1996), debido a que permite neutralizar situaciones de estrés que cada vez son más frecuentes entre los estudiantes. La presente investigación se hizo con el propósito de recoger la opinión de estudiantes de diversos niveles de licenciatura en Psicología de una universidad pública respecto de la posibilidad de incluir actividades deportivas y culturales en el plan de estudios como parte de su formación, ya sea de manera extracurricular o como parte del propio currículum. MÉTODO
Participantes Participaron cien estudiantes matriculados en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (México), que se encontraban cursando del segundo al treceavo semestre de la carrera, ubicados en un plan de estudios flexible con una duración estimada de entre nueve y diez semestres para los alumnos regulares. De dichos alumnos, 44 fueron hombres y 56 mujeres, con una edad promedio de 22.83 años y un rango de 18 a 33.
Instrumento Para este estudio se elaboró un cuestionario ad hoc de once preguntas; de ellas, algunas se formularon en escalas tipo Likert con las siguientes opciones: a) “Totalmente”, “La mayoría de las veces”, “Pocas veces” y “Nunca”; b) “Muy interesado”, “ Interesado”, “ Poco interesado” y “Nada interesado”; c) “Todas”, “Algunas” y “Ninguna”; d) “Totalmente de acuerdo”, “De acuerdo”, “Poco de acuerdo” y “En desacuerdo”. Además de las anteriores, se incluyeron cuatro preguntas de opción múltiple y una pregunta abierta. Las preguntas están organizadas en cuatro factores: 1) Información sobre
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el contexto donde estudian (preguntas 1, 2, 3, 8 y 9), 2) Interés sobre las actividades deportivas y/o culturales (preguntas 4 y 5), 3) Actividades culturales y deportivas de mayor interés (preguntas 6 y 7) y 4) Apoyo a la implementación de actividades deportivas y/o culturales (preguntas 10 y 11).
Procedimiento El instrumento fue aplicado de forma voluntaria e individual en la Facultad de Psicología durante el tiempo libre de los estudiantes, a quienes se dio la instrucción fue que tacharan la respuesta que más se asemejara a su situación.
Análisis de datos El análisis de datos se hizo mediante la captura de cada pregunta en Excel, dándoles un valor porcentual; también se realizó una separación por sexo. De acuerdo con la estatura y el peso de cada participante, se obtuvo su índice de masa corporal (IMC ) con la formula (kg/m2) con el propósito de ver si se ubicaba dentro de la norma establecida por Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y así obtener el porcentaje de la muestra que se hallaba con sobrepeso u obesidad. RESULTADOS Los resultados muestran que 59% de los estudiantes afirmaron disponer de entre dos a cinco horas libres a la semana entre clases, y 24% dijo tener entre cinco y ocho. También se pudo encontrar que 65% de los encuestados le dieron particular importancia a las actividades extracurriculares como parte de su formación profesional y personal. De igual manera, 86% de los estudiantes manifestó interés para realizar actividades deportivas o culturales durante su tiempo libre, 42% de ellas mujeres y 44% hombres. Desde la perspectiva de los estudiantes, las actividades deportivas y culturales deberían de tener un valor curricular, ya que 61% de los estudiantes de la muestra tenía una visión positiva del valor de dichas actividades en el plan de estudios; asimismo, la mayoría de los estudiantes (75%) manifestó apoyar la propuesta de implementar
Tabla 1. Valoración de la opinión de los estudiantes sobre actividades deportivas y culturales (%).
Totalmente de acuerdo De acuerdo Poco de acuerdo En desacuerdo
10. Las actividades deportivas y culturales deberían tener valor curricular 24 38 20 19
actividades deportivas y culturales en el currículum, tal y como se muestra en la Tabla 1. En cuanto a las diferencias por sexo, las mujeres prefirieron las actividades culturales (42%) sobre las deportivas (35%), aunque esa diferencia no fue significativa; en cambio, los hombres se inclinaron más por las actividades deportivas (43%) que por las culturales (40%); sin embargo, la diferencia entre ambos tipos de actividad fue mínima. Entre las cinco actividades que prefirieron las mujeres se halla, en primer lugar, el futbol y, en orden descendente, el teatro, el voleibol, la música y la danza. En el caso de los hombres, esas actividades fueron el futbol, la música, el teatro, el basquetbol y el cine, en ese orden. También se pudo observar que 35.7% de las mujeres dijo tener problemas con su peso, esto es, 20 de 56 sufrían desequilibrios en su peso; de ellas, siete estaban por debajo del peso normal para su estatura, doce tenían sobrepeso y solo una obesidad; en el caso de los hombres, 40.9% tenía problemas con su peso, esto es, 18 de 44 los varones participantes presentaban cierto desequilibrio en su peso; de ellos, dos estaban por debajo de su peso de acuerdo a su estatura, trece tenían sobrepeso y tres obesidad. Estos datos indican que, en la muestra total, 39% no estaba dentro del peso indicado, 9% estaba por debajo de su peso normal, 26% sufría sobrepeso y 4% obesidad. DISCUSIÓN Un primer aspecto a resaltar es que más de 80% de los estudiantes de psicología entrevistados dijo tener entre dos y ocho horas de tiempo libre a la semana, es decir, un tiempo en que no están estudiando o realizando actividades laborales o domésticas. Estos datos coinciden con el hallazgo de López et al. (2006) en estudiantes de la UNAM
11. ¿Apoyarías la implementación curricular de estas actividades? 30 45 15 10
de tres niveles académicos diferentes, y apoya los supuestos de Rodríguez y Agulló (1999) respecto a que los estudiantes universitarios siempre disponen de tiempo libre. Lo anterior respalda asimismo la propuesta de que la Facultad de Psicología de esta universidad ponga en práctica acciones inmediatas para ocupar de manera útil ese tiempo libre que sus estudiantes reportan tener. Sin embargo, tales actividades, ya sean curriculares o extracurriculares, deben fundamentarse en estudios y monitoreos sistemáticos que acompañen la formación integral del estudiante, puesto que una excesiva dedicación a actividades extracurriculares afectaría su desempeño. Al respecto, investigaciones realizadas con estudiantes norteamericanos evidencian la necesidad de que los estudiantes se involucren en actividades extraescolares, las cuales, lejos de afectar negativamente su desempeño, lo influyen positiva y significativamente. Al asumir un rol productivo y utilizar adecuadamente su tiempo libre, los estudiantes fortalecen su desarrollo psicológico, identidad y formación profesional. En una cohorte de estudiantes, Camp (1990) encontró que el grado de participación en actividades extracurriculares y cocurriculares (deportes, clubes y otras actividades fuera o dentro de la universidad, como las actividades artísticas) predice de manera significativa el desempeño académico en la universidad, comparado, por ejemplo, con los predictores de habilidades académicas y hábitos de estudio. Por otra parte, Eccles y Barber (1999) examinaron los beneficios potenciales, así como los riesgos para el desarrollo académico de los estudiantes, de la participación en cinco tipos de actividades: prosociales (actividades de voluntariado, acción social y religioso), equipos deportivos, involucramiento en la escuela (servicio social, apoyo en la biblioteca, representación estudiantil,
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Escala de valor
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comedor, etc.) y artes escénicas y clubes académicos (círculos de estudio, clubes de ciencias, clubes literarios, etc.). Los principales resultados fueron que el involucramiento en actividades prosociales y artes escénicas (sobre todo en las mujeres) están asociados favorablemente a una trayectoria escolar positiva y con pocas tasas de involucramiento en conductas de riesgo (alcohol, drogas y sexo irresponsable), mientras que, en contraste, la participación en equipos deportivos estaba más asociada a una trayectoria escolar igualmente positiva, pero con altas probabilidades de involucración en conductas de riesgo, sobre todo el consumo de alcohol. En el caso de los cien estudiantes de la presente muestra, casi dos terceras partes consideraron que las actividades deportivas y culturales debían tener valor curricular, y tres cuartas partes señalaron que apoyarían el que estas actividades fuesen incluidas en el currículum. Tales datos, así como los hallazgos referidos, sugieren la importancia de poner en práctica programas de actividades extra y cocurriculares para complementar la formación del psicólogo, fortalecer la identidad del estudiante y fomentar relaciones interindividuales más estrechas y orientadas al logro profesional. En otras palabras, estas actividades deben ser complementarias a la formación profesional de estudiante sin que constituyan un motivo para el descuido de su quehacer académico. Precisamente, una derivación de este estudio puede ser la identificación de factores de compromiso de los estudiantes con el estudio y con su carrera, con la institución en general y con sus compañeros mediante el empleo de cohortes de acuerdo con las tres etapas del actual currículum, de tal manera que la propuesta de las actividades con valor curricular en el nuevo plan de estudios vaya de la mano con programas de formación integral orientados a fortalecer el compromiso, el esfuerzo y las atribuciones individualizadas (internas) de logro. Es lo que, en el nivel universitario, se ha denominado como “engagement” en la literatura actual, término que remite al tiempo, esfuerzo y recursos que los estudiantes destinan a actividades centradas en su aprendizaje y logro académico, en lugar del tiempo invertido en convivencias no productivas o irrelevantes con
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sus pares, lo que ocurre más frecuentemente en los estudiantes de los primeros semestres (Krause, 2005; Krause y Coates, 2008 ). Luego entonces, la aplicación de estas actividades como parte de los programas de formación profesional debe ir acompañado también de programas orientados a fortalecer el compromiso con las metas y la formación profesional, así como el uso socialmente útil del tiempo libre. Los presentes resultados indican que 42% de las mujeres y 40% de los varones manifestaron preferir actividades culturales, mientras que 35% de las mujeres y 43% de los varones se inclinaron por las actividades deportivas. En consecuencia, ambos tipos de actividades pueden ser incorporadas en la formación profesional del psicólogo y tener gran aceptación por parte de los estudiantes, tal vez priorizando las actividades que, además de las deportivas, impliquen activación física –como la danza y el teatro–, en razón de que una importante proporción de esta muestra sufría un desequilibrio en su peso corporal. En cuanto a la preferencia de los universitarios por las actividades deportivas como opción en su tiempo libre y su posible beneficio de practicarlos, los resultados de este estudio coinciden con los obtenidos en diversas investigaciones realizadas en algunas universidades españolas. García (1990, 1993), por ejemplo, encontró que 74% de la población estudiantil de la Universidad de Madrid estaba interesado en practicar deportes en el tiempo libre. Asimismo, García (1997) encontró que en la provincia de Granada había un considerable interés por la práctica deportiva en jóvenes que comenzaban sus estudios universitarios. De igual modo, Ruíz, García y Hernández (2001) encontraron que los alumnos universitarios de Almería se interesaban por la práctica de actividad fisico-deportiva en el tiempo libre y, finalmente, Hernández, García y Oña (2002), en un estudio hecho con estudiantes y personal académico de esa misma institución, reportaron el gran interés que aquellos expresaban por la práctica físico-deportiva en general, y que la demanda de que las futuras actividades deportivas en la Universidad fuesen principalmente los fines de semana, seguida de actividades continuas en forma de cursos en los periodos vacacionales.
REFERENCIAS
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