Escuela de Estudios Profesionales. Programa Ahora. Universidad Metropolitana. Desarrollo físico y motor en la Infancia

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Desarrollo físico y motor en la Infancia Es ineludible que el desarrollo motor y físico juega un papel importante en el desarrollo humano. Por tal razón analizaremos y describiremos dicho desarrollo durante el período de la infancia. Antes de profundizar en el tema debemos definir el concepto de infancia. Aunque la infancia abarca desde el nacimiento hasta la pubertad daremos énfasis a la infancia temprana o primera infancia. La infancia temprana o primera infancia es el período o lapso que se extiende desde el nacimiento hasta el segundo año de vida aproximadamente. Es un periodo de cambios increíbles en el que se desarrollan la capacidad y la coordinación motora del niño así como sus capacidades sensoriales y de lenguaje. (Enciclopedia de pedagogía y psicología). En el período que va desde el nacimiento hasta los dos años, el bebé experimenta notables cambios en todas las áreas de desarrollo. Los niños crecen más rápido durante los primeros años, en especial durante los primeros meses. Existen muchas diferencias individuales, pero aún así los bebés crecen a gran velocidad durante los dos primeros años, la prueba de este hecho es que el bebé a los dos años pesa alrededor de cuatro veces su peso al nacer. En cuanto a la altura, alrededor del primer año miden dos veces lo que midieron al nacer. Todas las partes del cuerpo experimentan crecimiento, pero no todas lo hacen en la misma proporción. Existen cuatro principios que rigen el crecimiento en la infancia. El primero es el Principio cefalocaudal, por el que la dirección del crecimiento va desde la cabeza hasta los pies; o sea que los movimientos de la cabeza suceden antes que los movimientos del abdomen. El

segundo es el Principio próximodistal, por el que el desarrollo va desde las partes del cuerpo más cercanas al eje corporal (torso) hasta las más alejadas; por ejemplo el control del hombro se efectúa antes que el de la mano y el de esta primero que los dedos. El tercero es el Principio de integración jerárquica, por el que las habilidades simples se adquieren de forma independiente, y luego se integran para formar habilidades más complejas. Por último el Principio de independencia de los sistemas, por el que distintos sistemas corporales crecen en distinta proporción. En cuanto al desarrollo motor, son también muchos los logros que se adquieren en este período. Según Palacios, Marchesi y Coll (1999), en el momento del nacimiento el bebé llega equipado con una serie de reflejos que no están bajo su control pero que le permiten responder al medio ambiente, y posteriormente el niño adquiere mayores niveles de control sobre sus capacidades motoras, en dos áreas fundamentalmente: habilidades motor gruesas y habilidades motor finas. La mayor parte de estos reflejos desaparecen progresivamente y otros como parpadear permanecen toda la vida. En las primeras semanas de vida nos encontramos un bebé con movimientos incontrolados, pero luego poco a poco estos se convierten en movimientos voluntarios y coordinados, como son; al mes: levanta su cabeza un poco cuando esta acostado, observa con atención y sigue objetos que estén cerca y se muevan, tiene un llanto diferente para cada una de las necesidades y es capaz de reconocer la voz de las personas que son cercanas. A los 2 meses: controla los movimientos de su cabeza moviéndola hacia los lados, comienza a sostener objetos pequeños, busca el origen de los sonidos, se alegra o asusta por los objetos y puede sostener su cabeza erguida cuando se le acuesta boca abajo. A los 3 meses: intenta tocar o alcanzar cosas, hace sonidos para responder a quienes le rodean, sostiene la cabeza erguida, se da vuelta de estar

recostado boca abajo a boca arriba y da patadas. A los 4 meses: tiene de 14 a 18 horas de sueño diarias, se mantiene sentado con algún apoyo, se divierte moviendo lo que tiene en sus manos, hace sonidos para llamar la atención, inspecciona las cosas que tiene cerca, se ríe cuando está contento, alcanza y se transfiere objetos de una mano a otra y le pueden salir sus primeros dientitos. A los 5 meses: pueden apoyar sus pies firmemente y puede repetir sonidos con mayor facilidad. A los 6 meses: puede sentarse sin apoyo, pero hace equilibrio con sus manos, intenta meterse la comida a la boca con sus propias manos y grita para que conozcan su estado de enojo. A los 7 meses: se arrastra, hace intento para gatear y usa las manos para explorar objetos. A los 8 meses: babea y mastica objetos, necesita de 3 a 4 comidas diarias, puede dormir de 11 a 13 horas diarias, desarrolla un ritmo para la alimentación la eliminación y el sueño, se establece el verdadero color de sus ojos, puede mantenerse de pie sin sostenerse, tira y señala objetos, utiliza los dedos índice y pulgar en forma de pinza, levanta objetos pequeños y los pasa de una mano a otra. A los 9 meses: puede gatear, se da vuelta si algo llama su atención, disfruta jugando con sus manos (aplaudir). Dice adiós con sus manos. Permanece de pie sostenido de algo la mayor cantidad de tiempo que puede. A los 10 meses: puede bailar o imitar movimientos. A los 11 meses: camina sin dificultad tomado de la mano y puede introducir objetos pequeños en otros más grandes. A los 12 meses: algunos toman de 2 a 3 siestas al día, necesita 3 comidas al día con 2 meriendas entre cada comida, puede dar unos pasos solos. Puede interesarse por lápices y cuadernos para realizar garabatos. A los 18 meses: camina, corre, sube escaleras agarrándolas o gateando, tira bolas, maneja juguetes de ruedas pequeñas y abre gavetas y armarios. A los 24 meses: camina sin ayuda, brinca y salta, realiza juegos simbólicos por imitación, sube y baja escaleras sostenido de la mano de alguien o de la barrandilla. (pasa mano), rueda y hace

garabatos con creyones. A los 36 meses: ayuda a vestirse a sí mismo, da pequeños saltos, anda de puntillas, puede equilibrarse sobre un pie, abre puertas y pedalea un triciclo. Además en cuanto al desarrollo de los sentidos, encontramos los siguientes avances (Feldman, 2007): Respecto a la percepción visual, los bebés desarrollan muy pronto tanto la agudeza visual (alrededor de los seis meses), como la visión binocular (alrededor de las 14 semanas), o la percepción de la profundidad (seis meses aprox.), además de mostrar preferencias por los estímulos simples, las líneas curvas, las figuras tridimensionales y sobre todo, los rostros humanos. Con respecto a la percepción auditiva, a lo largo de este período aumentan su sensibilidad acústica, su capacidad de localización del sonido, la habilidad de discriminación auditiva, y una clara preferencia de la voz materna sobre cualquier otra. En cuanto al tacto, los estudios reconocen altos niveles de sensibilidad táctil en los niños, además de sensibilidad al dolor. Es uno de los sentidos más desarrollados desde el vientre. Por último, en cuanto a la percepción multimodal, que es la combinación de uno o más sentidos, también se aprecian avances en esta capacidad, como prueba de este hecho pueden reconocer visualmente un objeto que previamente habían explorado con la boca Algunos factores que pueden afectar el desarrollo físico y motor pueden ser: mala nutrición crónica que afecte el crecimiento ya que desde la etapa del amamantamiento hasta que los niños llegan a comer solos entre los 2 y 3 años la alimentación juega un papel de mucha importancia para el crecimiento; daños cerebrales, infecciones que afecten el sistema nervioso central, tumores, sustancias tóxicas, la edad de la madre al estar embarazada ( 50 % mayor riesgo luego de los 45 años), herencia de los padres y el ambiente. Un ambiente con calidad de experiencias motrices promueve un menor tiempo de desarrollo de las destrezas de motricidad fina y gruesa. El sueño también es un aspecto importante y puede influir en el desarrollo. Si un

niño no duerme bien su desarrollo no será el más óptimo. El sueño va mermando al pasar del tiempo a mayor edad menor cantidad de horas de sueño tendrá el niño. Dentro de todo este desarrollo físico y motor debemos recordar que: cada estructura corporal posee su propio ritmo y que este puede ser afectado por diferentes factores. También recordemos que cada ser humano pasa por todas estas etapas pero su desarrollo físico y motor se da de forma única e individual. Para concluir dentro del desarrollo del ser humano todo lo que ocurre desde la concepción es determinante en el producto final. Podemos incluir la importancia que tiene un desarrollo físico y motor apropiado dentro de dicho desarrollo. El área física y motora con pobre estimulación puede causar no solo rezagos en dicha área sino que también en otras áreas del desarrollo. Cada infante construye su desarrollo en la medida que los seres que le rodean le permitan interactuar con ellos y con el ambiente que les rodea. Cada uno de los indicadores de desarrollo físico y motor antes mencionados no es un marco en el cual debemos encasillar a los infantes. Estos indicadores del desarrollo físico y motor son para estimular a los infantes y permitirles que se desarrollen naturalmente. También los podemos ayudar y estimular para que se eleven al siguiente nivel de desarrollo. Por otro lado nos sirven de referencia para observar si alguno de ellos presenta algún tipo de rezago significativo. Nuestra diversidad como humanos radica en que nuestro desarrollo es individual, ni siquiera los gemelos idénticos se desarrollan de la misma manera, aunque nazcan el mismo día y hayan compartido tanto desde su concepción. Este concepto de diversidad nos facilita entender como educadores que cada niño se desarrolla a su propio estilo y ritmo, y que como educadores debemos tomar en consideración esto para trabajar apropiadamente con cada uno de ellos.

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