Tema 8: EL GRUPO DEPORTIVO Y SU ESTRUCTURA. INDICE: 1.INTRODUCCIÓN A LA DINÁMICA DE EQUIPOPág. 3 2.¿QUÉ ES UN GRUPO?. Pág. 3 2.1. Cómo un grupo se convierte en equipo: 2.1.1. Constitución 2.1.2. Conflicto 2.1.3. Normalización 2.1.4. Ejecución 2.2. Estructura del grupo: 2.2.1. Papeles de grupo 2.2.2. Normas 3. CREACIÓN DE UN CLIMA DE EQUIPO EFICAZ: Pág. 5 4. LA PRESIÓN DE LAS NORMAS SOCIALES: Pág. 5 4.1. Apoyo social 4.2. Proximidad 4.3. Distintividad 4.4. Imparcialidad 4.5. Similitud
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4.6. Cuestionario sobre el clima de equipo 5. EJECUCION INDIVIDUAL Y DE EQUIPO EN EL DEPORTE: Pág. 7 5.1. Modelo de Steiner 5.2. Relación entre las destrezas individuales con la ejecución del grupo 5.3. Efecto Ringelmann 5.4. Despreocupación social: 5.4.1. Subrayar la importancia del orgullo personal 5.4.2. Aumentar la identificabilidad 5.4.3. Situaciones en las que puede producirse la despreocupación social 5.4.4. Reuniones individuales 6−VALORACION PERSONAL. Pág.10 7.BIBLIOGRAFIA Pág.10 1. INTRODUCCIÓN A LA DINÁMICA DE EQUIPO: Dentro fuera del deporte, la gente tiende a actuar con los demás de forma distinta a como lo hacen cuando están solos. La mayoría de las actividades deportivas requieren grupos o equipos, por ello casi todas las situaciones propias del deporte y el ejercicio físico exigen el conocimiento de los procesos y la dinámica de los grupos. 2. ¿QUÉ ES UN GRUPO? Un conjunto de individuos no constituye precisamente un grupo, la característica definitoria clave de un grupo es la interacción entre sus miembros. Estos han de depender unos de otros compartir objetivos comunes, entre ellos ha de haber sentimientos de atracción interpersonal y líneas de comunicación abiertas. Sus integrantes deben interactuar para cumplir un cometido. Cuando pensamos en equipos deportivos, lo que normalmente nos viene a la cabeza es un grupo de deportistas que trabajan juntos para alcanzar sus objetivos tanto individuales como colectivos. 2.1. Cómo un grupo se convierte en equipo: La formación de un equipo es realmente un proceso evolutivo. Los grupos pasan por una secuencia de desarrollo de cuatro fases, que va desde la simple agrupación de personas hasta el equipo propiamente dicho. Las cuatro fases incluyen: −Constitución. −Conflicto. 2
−Normalización. −Ejecución. 2.1.1. Constitución: En la primera fase del desarrollo del equipo, sus miembros se familiarizan unos con otros. Después de que cada deportista ha encontrado su sitio en la estructura del equipo, se constituyen y ponen prueba las relaciones interpersonales, incluidas las que se crean entre los líderes y el resto de integrantes. 2.1.2. Conflicto: La segunda fase de la formación del equipo se caracteriza por la rebelión contra el líder, la resistencia al control por parte de del grupo y el enfrentamiento interpersonal. En esta fase, los entrenadores necesitan comunicarse con los deportistas de manera objetiva franca. 2.1.3. Normalización: Durante la fase de la normalización, la solidaridad y la cooperación sustituyen a la hostilidad. Los deportistas trabajan juntos para alcanzar objetivos comunes. En lugar de competir por el estatus o algún tipo de reconocimiento, los jugadores tienen como meta la economía de esfuerzo y la eficacia en la tarea. 2.1.4. Ejecución: En esta fase final, los miembros del equipo se unen para canalizar sus energías a fin de lograr el éxito del equipo. Los papeles están bien definidos, y los jugadores se ayudan unos a otros para triunfar. 2.2. Estructura del grupo: Cada grupo desarrolla su propia estructura. La estructura de un grupo depende en gran parte de las interacciones de sus miembros. Para que un grupo de deportistas llegue a ser un equipo eficaz, deben desarrollarse ciertas cualidades estructurales. Dos de las más importantes son los papeles de grupo y las normas grupales. 2.2.1. Papeles de grupo: Un papel consiste en el conjunto de conductas requeridas o esperadas de la persona que ocupa una cierta posición en un grupo. Un equipo desempeña papeles formales e informales, estando los primeros dictados por la naturaleza y la estructura de la organización. Los papeles informales evolucionan a partir de interacciones entre los miembros del grupo. Se puede mejorar la eficacia de un equipo garantizando que los jugadores entienden (claridad) y aceptan sus papeles (aceptación). Por lo general, las personas que tienen un papel específico adoptan una perspectiva de las exigencias de éste distinta de la que tienen otros miembros del grupo. Un programa eficaz de establecimiento de metas puede clarificar los papeles. La ayuda a los deportistas a fijar objetivos en áreas específicas les proporciona orientación y los centra. La aceptación del papel es también importante para potenciar la estructura de un grupo. Es fácil que los 3
jugadores no titulares o que participan poco rato en los partidos se sientan excluidos y confusos acerca de su contribución al equipo. Los entrenadores pueden ayudar a los jugadores a aceptar sus papeles respectivos minimizando las diferencias de estatus entre éstos y haciendo hincapié en que el éxito del equipo depende de la aportación de cada uno. 2.2.2. Normas Una norma es un nivel de ejecución, un patrón de conducta o una creencia. En un equipo deportivo, las normas pueden referirse a la vestimenta y el pelo, las relaciones entre veteranos y novatos, o quién asume el control en situaciones críticas. Dado que las normas pueden tener poderosos efectos en la conducta, es imprescindible que un entrenador o un profesor establezcan normas o estándares de grupo positivos. Un buen método consiste en reclutar a los líderes formales e informales de un equipo para que den ejemplos positivos. Siempre que sea posible, es conveniente contar con todos los miembros del equipo a la hora de tomar decisiones sobre las normas adaptadas. Métodos para que los líderes establezcan y refuercen las normas grupales: −Mostrar a los miembros individuales del equipo el modo en que los estándares (normas) de grupo pueden contribuir a una ejecución más eficaz y a una mayor unidad del equipo. −Evaluar la aceptación de los estándares de equipo y recompensar a los que se adhieren y sancionar a los que no. −Hacer notar a cada integrante del equipo la manera en que su aportación al desarrollo y mantenimiento de los estándares contribuye a los éxitos del equipo. 3. CREACIÓN DE UN CLIMA DE EQUIPO EFICAZ: El clima de equipo se desarrolla a partir del modo en que los jugadores perciben las interrelaciones en el seno del mismo. Las apreciaciones y evaluaciones de los jugadores son las que determinan la atmósfera del grupo, si bien el entrenador puede ejercer la máxima influencia en el establecimiento de la misma. 4. LA PRESIÓN DE LAS NORMAS SOCIALES: Las normas pueden tener una enorme influencia sobre los miembros individuales de un grupo. Cuando alguien conoce la respuesta correcta, siente la presión de someterse a las normas del grupo eligiendo una respuesta a sabiendas de que es incorrecta. 4.1. Apoyo social: El apoyo social se refiere a <
>. La expresión de apoyo emocional, la provisión de información, la oferta de conductas emocionales sostenedoras y la atención de las preocupaciones y sentimientos de la otra persona son todas ellas ejemplos de conductas sociales de apoyo. El deportista necesita el apoyo emocional de los compañeros de equipo, entrenadores, padres y amigos. El respaldo positivo es especialmente importante cuando aquél siente que no tiene un buen rendimiento o que no llega a desarrollar todo su potencial. Las respuestas negativas procedentes de los entrenadores o de los miembros del equipo, pueden simple y llanamente destrozar a algunos deportistas.
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La creación de un clima eficaz que conlleve respaldo y respeto mutuos es el primer objetivo en la preparación de sus equipos para los rigores de la competición. 4.2. Proximidad: Las personas tienen más probabilidades de vincularse entre sí cuando están cerca unas de otras. Los vestuarios y los viajes garantizan esa proximidad. Algunos entrenadores universitarios promueven la unidad de los equipos haciendo que los deportistas vivan juntos en una residencia. Esta interacción, combinada con una semejanza de actitudes, puede ayudar a establecer la identidad del equipo. 4.3. Distintividad: Cuando un grupo se siente distinto, aumentan sus sentimientos de identidad y unidad. En el deporte, la distintividad se consigue tradicionalmente por medio de uniformes y lemas, rituales especiales o privilegios particulares. Los deportistas se diferencian de las otras personas en sus programas intensivos de entrenamiento físico, su escaso tiempo para las actividades sociales, y las fuertes relaciones con los demás integrantes del grupo. Al hacer que los miembros del equipo se sientan únicos y distintos de los demás conjuntos, un entrenador ayuda a desarrollar y moldear un concepto de equipo. 4.4. Imparcialidad: La interpretación que los deportistas hacen de la imparcialidad gira en torno a tres cuestiones centrales: −El grado de compatibilidad entre las evaluaciones del jugador y del entrenador sobre las destrezas y contribuciones del primero al equipo. −El modo en el que el entrenador comunica sus puntos de vista a los deportistas. −La percepción del deportista de que el entrenador está intentando ayudarle a mejorar y a ser feliz. La equidad, o su ausencia, puede hacer que un equipo esté unido o que se rompa. 4.5. Similitud: La similitud entre los integrantes del equipo con respecto al compromiso, las actitudes, las aspiraciones y las metas es importante para lograr una atmósfera positiva en su seno. Los miembros de un equipo difieren por lo común en el grupo étnico, la raza, los antecedentes socioeconómicos, la personalidad o las aptitudes. El entrenador debe hacer que un grupo diverso de los deportistas trabaje conjuntamente para acabar siendo más parecidos que diferentes. Cuando más semejantes se vean entre sí los miembros de este grupo, mayor es la probabilidad de que desarrollen un concepto sólido de equipo. 4.6. Cuestionario sobre el clima de equipo: Para un entrenador es útil evaluar cómo se sienten los deportistas. Por ejemplo, podemos encontrar cuestionarios para medir los sentimientos de los deportistas respecto a su condición de integrantes de un equipo, así como sus percepciones de la conducta y actitudes del entrenador. Las respuestas brindan a éste último una valiosa información sobre el ambiente del equipo y sobre posibles formas de mejorar su cohesión. 5
Hay que mantener el anonimato para aumentar la probabilidad de que los deportistas contesten con sinceridad. 5. EJECUCION INDIVIDUAL Y DE EQUIPO EN EL DEPORTE: Los entrenadores necesitan saber cómo las interacciones entre los componentes del equipo afectan al rendimiento en el campo o la pista. La mayoría de entrenadores y de psicólogos del deporte están de acuerdo en que un grupo de los mejores deportistas individuales no forma necesariamente el mejor equipo. Un buen equipo es algo más que la suma de sus partes. El factor clave de la ecuación está en lo bien o mal que se trabaja en equipo. 5.1. Modelo de Steiner Ivan Steiner creó un modelo para mostrar la relación entre las capacidades o recursos individuales de un equipo y el modo en que sus miembros interactúan. Se representa mediante la siguiente ecuación: Productividad real= Productividad potencial − pérdidas debidas a procesos de grupo erróneos. La productividad potencial se refiere a la mejor ejecución posible de un equipo, teniendo en cuenta la capacidad, los conocimientos y las destrezas de cada jugador. El modelo de Steiner da a entender que la productividad real de un equipo no se corresponderá normalmente con su productividad potencial. Cuando un equipo utilice con eficacia sus recursos disponibles para satisfacer las demandas de la tarea se acercará su productividad real o el rendimiento a su productividad potencial. El rendimiento real de un grupo casi siempre está muy por debajo de su productividad potencial debido a los procesos grupales defectuosos. Existen dos tipos de pérdidas debidas a procesos de grupo erróneos: −Pérdidas de motivación: Ocurre cuando los miembros de un equipo o grupo no hacen un esfuerzo del 100%. −Pérdidas de coordinación: Ocurre cuando no hay acoplamiento entre los compañeros o se usan estrategias eficaces. Los deportes que requieren interacción o cooperación complejas son más susceptibles de sufrir pérdidas de coordinación que los deportes que exigen menos interacciones y una armonización menor. 5.2. Relación entre las destrezas individuales con la ejecución del grupo: En 1954, Comrey y Deskin investigaron la relación existente entre rendimiento individual y de grupo para analizar el modo en que los procesos erróneos de grupo reducen la productividad. Observaron que, al margen del nivel de destrezas motoras individuales utilizadas en la tarea, cuando dos o más personas trataban de interactuar de formas precisas, su capacidad de anticiparse cada una a los movimientos de la otra y de regular sus acciones en función de ello era al menos tan importante como sus cualidades individuales de ejecución. En 1974, Jones estudió equipos profesionales, centrando su atención en las estadísticas de los jugadores individuales. Encontró una relación positiva entre la eficacia del equipo y el rendimiento individual satisfactorio, si bien en baloncesto cuyas interacciones son las más complejas, la relación era menor. Parece que allí donde es más necesaria la cooperación y la interacción, disminuye la importancia de la capacidad individual y aumenta la de los procesos de grupo. En los equipos de dos personas, éstas trabajan mejor si tienen aptitudes de nivel parecido. Una investigación 6
reveló que el elemento que mejor predecía el éxito era la capacidad promedia de ambos jugadores. Cuanto más igualadas están sus respectivas habilidades, más probabilidades tienen de sacar el máximo provecho a la combinación de éstas. 5.3. Efecto Ringelmann: Los estudios anteriores nos dicen que las capacidades individuales no equivalen con exactitud a la ejecución de grupo o equipo, lo cual es coherente con el modelo de Steiner. Pero, ¿qué provoca las pérdidas, y cuánta productividad potencial se pierde? Ringelmann llevó a cabo un estudio inédito, y en el que observó la acción de tirar de una cuerda tanto de personas como de grupos de dos, tres y ocho personas. La ejecución relativa de cada persona mostraba una disminución progresiva a medida que el número de ellas en cada grupo era mayor. Dado que algunas de las tempranas descripciones y la metodología eran incompletas en el estudio de Ringelmann, Ingham et al. trataron de replicar el experimento al tiempo que alcanzaba su alcance. A continuación, Ingham y sus colegas quisieron determinar si las pérdidas resultantes del aumento de tamaño del grupo se debían a una menor coordinación o a una reducción de la motivación. Los resultados fueron casi idénticos a los del primer estudio; es decir, el rendimiento promedio descendió hasta el 85% en los grupos de tres personas, sin que hubiera anteriores disminuciones en las ejecuciones individuales a medida que el tamaño del grupo aumentaba, con lo que se llegó a la conclusión de que las diferencias entre el rendimiento real y el potencial no se debían a un descenso de la coordinación sino de la motivación. 5.4. Despreocupación social: Al fenómeno por el cual las personas de un grupo o equipo realizan un esfuerzo inferior al 100% los psicólogos le denominan despreocupación social. Las causas que provocan la despreocupación social en los deportistas son: −Pueden creer que sus compañeros están menos motivados que ellos mismos, y, como no quieren <>, realizan un esfuerzo menor. −Pueden tener la sensación de que el trabajo duro no les reporta demasiado reconocimiento, ya que, en cualquier caso, se ven <>. −Pueden sentir que no tienen necesidad de esforzarse puesto que sus compañeros ya compensarán la deficiencia. −Quizá tengan la sensación de que pueden esconderse en el seno del grupo y evitar las consecuencias negativas de no esforzarse lo suficiente. 5.4.1. Subrayar la importancia del orgullo personal: Se debería estimular a todos a examinar su responsabilidad para con el equipo y el modo en que pueden mejorar en beneficio de éste. 5.4.2. Aumentar la identificabilidad: Cuando los miembros del equipo creen que sus ejecuciones individuales son identificables, puede eliminarse la despreocupación social porque los jugadores abandonan la sensación de anonimato. 7
Mediante la evaluación de los esfuerzos individuales, los entrenadores hacen que los deportistas sean conscientes del interés que despierta su ejecución y de que no está perdidos entre la multitud. Las grabaciones en vídeo o los registros de observación basados en entrenamientos y competiciones deportivas también pueden proporcionar un aumento de la identificabilidad. En la evaluación es importante incluir tanto el entrenamiento como los partidos de competición, ya que muchos jugadores no tienen demasiados minutos de juego en estos últimos. 5.4.3. Situaciones en las que puede producirse la despreocupación social: Por ejemplo, en el baloncesto un pívot recoge un rebote y pasa la pelota al base para iniciar el contraataque, pero no sigue la jugada: lo que hace es tomarse un descanso en la acción ofensiva para estar en condiciones em la siguiente jugada defensiva, lo cual puede ser apropiado si se siente cansado. Los entrenadores deben de organizar los entrenamientos y las competiciones de forma que cada jugador pueda economizar esfuerzos sin perjudicar al rendimiento del equipo. Los entrenadores pueden incorporar al programa sesiones de baja intensidad o complementar los entrenamientos intensivos con actividades de entretenimiento. Ello ayudará a los jugadores a mantenerse fuertes y a minimizar la despreocupación. 5.4.4. Reuniones individuales: Es importante discutir con cada jugador de manera individual. Un deportista puede tener razones más complejas que la de sentirse perdido entre la multitud o la de dar por supuesto que otros ya harán su trabajo. La comunicación fluida es esencial. 6. VALORACIÓN PERSONAL: Al estudiar este tema he comprendido la importancia que tiene mantener una óptima dinámica de grupo y equipo, ya que esta dinámica de grupo tiene importantes aplicaciones en el deporte y en el ejercicio físico. 7.BIBLIOGRAFIA: Psicologia aplicada al deporte Williams, J.M. Fundamentos de la psicología del deporte y el ejercicio físico. Weinberg, R.S., y Gould, D.(1996).
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